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The Flipped Classroom Newsletter

COVID-19
ARTÍCULOS PARA DARLE LA VUELTA
A ESTA SITUACIÓN

@flippedlearn Junio de 2020


ALGUNAS IDEAS PARA HACER MÁS FÁCIL EL TRÁNSITO DE LO

PRESENCIAL A LO REMOTO

En estos momentos en que docentes de todo el mundo estamos sufriendo cambios


que no esperábamos, creemos que desde theflippedclassroom.es podemos aportar
nuestro granito de arena para tratar de que el impacto sea menor.Los centros
educativos han puesto en nuestras manos el seguimiento, acompañamiento de
nuestros estudiantes desde casa; sin duda, todos tenemos ilusión por hacerlo muy
bien. Posiblemente, nos venga bien un poco de ayuda.Quizá estamos echando mano
de planes acelerados de formación, actualización y aprendizaje de recursos. Pero
desde aquí nos proponemos no olvidar  la clave de toda buena formación: la
tecnología está al servicio de la metodología. 

Centrarnos en herramientas y contenidos está cojo sin buenas estrategias que


apoyen las decisiones que tomamos.

Trataremos de encontrar respuesta a preguntas que, sin duda, nos estamos


haciendo todos nosotros, lo haremos de mano de expertos que seguro nos
ayudarán a pensar mejor nuestra actividad. Intentaremos dar pautas a los docentes
que les ayuden a afrontar estos momentos de la mejor forma posible.

En adelante, cada día contaremos con una aportación de un experto que tratará de
arrojar luz sobre temas que nos aporten algo que permita que mejore la calidad de
nuestro trabajo.

Seguramente te has planteado cosas como esta: ¿Estoy mandando demasiadas


tareas? ¿Son adecuadas al nivel o demasiado complejas o simplonas para mis
estudiantes? ¿Tengo cuidado con los plazos, me coordino con el claustro? ¿Saben mis
alumnos trabajar a distancia?Cuidado con estas cosas, creo que hay que repensar…
Veamos desde mañana qué nos aportan nuestros expertos. ¡No te lo pierdas!

Alicia Díez
¿CREANDO EL FUTURO?

Te asomas a la ventana y no ves a nadie. Tienes la sensación de que todo va a


cambiar. De que todo va a a ser distinto. También la Escuela, la Educación y el
Aprendizaje.

En el campo educativo, desde que comenzó el confinamiento y con él la llegada


brusca e inesperada de la educación on line, nos hemos terminado de dar cuenta de
dos cosas. La primera, la falta de competencia digital de la comunidad educativa. La
segunda, que el sistema educativo no está preparado para un cambio tan grande y
menos en tan poco tiempo, de la noche a la mañana. Y no será porque no lo hemos
ido avisando desde hace mucho tiempo. Demasiado para un avance tan reducido.
¿Cómo afrontamos, desde el punto de vista educativo, este cambio tan radical que se
nos ha venido encima? En general, creo que con muchas dudas por lo extraño y
nuevo de la situación y por la indefinición sobre lo que pueda pasar. Pero también, al
menos particularmente y por lo que conozco del claustro virtual y aunque resulte
paradójico, con mucha seguridad porque muchos ya hacíamos algo parecido, porque
utilizar el modelo flipped te permite no sólo desarrollar metodologías activas, sino
también desarrollar la competencia digital del alumnado y estar más habituado a un
modelo que se acerca mucho al blended learning por lo que estamos mucho más
próximos al modelo de enseñanza on line.

De hecho, os voy a contar una pequeña anécdota que ilustra esto que estoy diciendo
y es que una compañera el último día de clase me comentó por los pasillos “tu estás
más preparado para todo este lío”. Sintomático.

Pero, el caso es que con más o menos dudas o con más o menos hábito de trabajo
en red, nos situamos ante una nueva realidad educativa. Estamos ensayando el
futuro educativo, probando nuevas fórmulas. Por lo tanto, sí, y contesto a la
pregunta del título: estamos creando el futuro educativo.

Y ese futuro pasa por un  desarrollo de la competencia digital. Una competencia,
considerada de segunda categoría por muchas familias, alumnos, docentes y
administraciones pero que se está demostrando vital para el aprendizaje. Un
aprendizaje que se ha demostrado definitivamente como digital y que nadie creo
que se atreva a negarlo después de esta crisis.
Pasa, también, por el  uso de metodologías activas  (os dejo enlaces de actividades
que hemos estado haciendo estos días en las clases on line) que permitan:
Plantear tareas más colaborativas de síntesis, debate o creación y menos tareas
mecánicas, tradicionales y sólo individuales (del estilo lee tal página del libro y
realiza las actividades x, por ejemplo).
Diseñar actividades más personalizadas siguiendo el diseño universal de
aprendizaje (DUA)
Proponer la creación de productos colaborativos e individuales (audios,  vídeos,
infografías, documentos, presentaciones, murales digitales, etc.)
Plantear retos virtuales.
Diseñar actividades de debate y discusión de temas de  actualidadElaborar
actividades para sus compañeros: kahoots, infografías, audios, retos virtuales,
formularios, vídeos, explicaciones, etc.
Dar a conocer y experimentar con herramientas y aplicaciones que faciliten todo
lo anterior.
Ofrecer clases en directo.
Porque aunque nos estamos dando cuenta de la necesidad de la tecnología, de la
importancia de lo digital, lo más importante para ese nuevo futuro que estamos
creando es el cambio metodológico.
Enfocar el aprendizaje desde una perspectiva competencial y activa nos asegurará
que momentos como este, de incertidumbre y de falta de habilidades digitales, no
vuelvan a ocurrir y, en vez de no saber qué hacer ni cómo, sólo tengamos que
adaptarnos a la situación que aparezca para no tener que hacer un esfuerzo tan
descomunal como se está realizando estos días.

Y pasa por crear (en algunos casos) o desarrollar las condiciones que permiten todo


lo anterior, porque la brecha digital, la falta de inclusión son dos agujeros negros del
sistema educativo que se agravan mucho más en estos momentos de dificultades. Y
crear o desarrollar condiciones no es sólo dar más recursos, es posibilitar el uso de
los que se tiene, flexibilizar préstamos de dispositivos, asegurar el acceso a la red de
las familias que no se lo puedan permitir y, sobre todo, tener claro que el
aprendizaje del futuro, y estamos viendo que del presente (y algunos vimos que
también el de un pasado no muy lejano) es un aprendizaje digital y móvil donde los
dispositivos juegan un papel básico, por mucho que los quieran demonizar, (y a
muchos que lo hacían les está salvando el pellejo, literalmente) y han demostrado
ser el instrumento básico del trabajo del alumnado.
En definitiva, nos enfrentamos a un reto doble: intentar ayudar a nuestro alumnado
para que aprenda lo más posible mientras duren estas circunstancias tan extrañas y
crear el futuro de la Escuela después de la epidemia. Un futuro digital, basado en el
uso de las metodologías activas y el desarrollo de las competencias. Antes podía
haber dudas. Ya no las hay. El futuro está aquí y lo estamos creando nosotros.

Os dejo también una infografía que resume la entrada.

Manuel Jesús Fernández Naranjo


¿ME CENTRO SÓLO EN CONTENIDO, O PUEDO IR MÁS ALLÁ?

Aunque en estos momentos a todos nos gustaría estar al pie del cañón ayudando a
enfermeros/as, médicos, investigadores, no olvidemos que docentes y personal de la
educación estamos siendo protagonistas estos días con nuestro trabajo. Así que hay
que estar a la altura. Imagino que te has planteado cómo hacerlo muy bien para que
tus estudiantes no se dediquen a “pasar el tiempo” con tareas inútiles que no sirvan
para mucho.  También pienso que de alguna forma somos afortunados, hemos
tenido la oportunidad de “reinventarnos”, a veces hace falta un poco de presión para
dar lo mejor.

Así pues, no vamos a perder la oportunidad de enriquecer nuestro trabajo. El trabajo


de nuestros estudiantes lo vale. Voy a plantear algunas ideas que pueden hacernos
reflexionar y, quizá, darle una vueltita de tuerca a nuestras “tareas online” para estos
días.

Piensa en la zona de desarrollo próximo de Vigotsky: ¿qué distancia hay entre lo que
nuestros alumnos pueden hacer solos y lo que pueden hacer con nuestra ayuda?

¿Cómo puedo acercar las actividades un poco más a esa  zona de trabajo más
complejo, posiblemente más interesante, aunque yo no esté presente? ¿Es posible
mantener su nivel de curiosidad activo? 

Hay otro tema en el que siempre me planteo si no suele faltarnos en nuestro día a
día, y es ayudar a nuestros estudiantes de primaria a aprender algunas técnicas de
estudio que van a necesitar, con toda seguridad, desde el tercer ciclo de educación
primaria.  Durante demasiado tiempo hemos abusado de la memoria, hemos
confiado tanto en ella que nos ha fallado, en muchos momentos, la comprensión. En
los últimos años, hemos pasado al otro lado de la cancha casi sin darnos cuenta.

Creo que hay que  completar esa laguna con buena técnica. Encuentro las
capacidades de analizar y sintetizar cruciales para una buena comprensión. Me gusta
trabajar con esquemas y resúmenes, encontrar palabras clave y resaltarlas,
conseguir que mis estudiantes tengan una visión general de los tópicos, que sepan
dónde y por qué ciertos datos van donde van.
Así pues, ideas que me ayudan a preparar mis tareas online y que fortalecen tanto el
primer como el segundo puntos nombrados:

Tablas-diagramas de temas que pueden resultar complejos, con huecos. Una especie
de esquema en forma de tabla, para que haya estructura visual que ayude a
recordar y establecer conexiones y jerarquías. Según la edad de los estudiantes, los
textos a completar aparecen fuera de la tabla, alineados y en desorden para que mis
estudiantes los escriban en su lugar.

Mapas mentales, si son sencillos, mejor aún.

Pensamiento visual: imágenes nos ayuden en el pensamiento abstracto, pero a la vez


nos obligan a poner con palabras lo que expresa la imagen. Es un ejercicio complejo
y muy interesante. Me gusta pedir resúmenes de temas utilizando la mayor cantidad
de imágenes posible. Suelo tomar ejemplos de internet para explicar lo que quiero.

Crear preguntas cortas sobre el tema en concreto, les pido entre 5 y 10 preguntas
diferentes, para hacer un banco de preguntas que más adelante usaremos en juegos
de clase con plickers o playfactile.

Crear su propio crucigrama con vocabulario de los temas, no es la primera vez que
mis estudiantes preparan puzles para su clase, hay muchas herramientas online muy
fáciles de utilizar y que les descubren un mundo, podemos proponérselas como
juegos para sus hermanitos o amigos.  Búsquedas del tesoro con coordenadas,
juegos que pueden preparar o resolver.

Me encanta la narrativa en primera persona, cuando es en otra lengua o son cursos


bajos, conviene proponer uno o más modelos. Es un ejercicio realmente rico.  Y
divertido. Suelo ofrecer alternativas como cartas a un personaje público o
narraciones de personajes reales o ficticios como ejemplos.

Humor, mucho humor. Busca imágenes divertidas, incluye guiños y coletillas que
acerquen el cole a casa, que les haga sonreír. No olvides valorar el esfuerzo de tus
estudiantes, mándales algo que les recuerde que su trabajo es importante para ellos
y para nosotros.
Alicia Díez
¿CÓMO DISEÑO LAS TAREAS DE MIS ALUMNOS DE PRIMARIA PARA

UNA CLASE ONLINE?

Para diseñar buenas tareas para una clase online debemos partir de estas tres
premisas:
Partir de conocimientos previos. 
Que dichas tareas sean cortas y variadas.
Que en ellas intervengan niveles de pensamiento de orden superior (como
analizar, sintetizar o autoevaluación).

Las tareas que cumplan estas tres premisas ayudarán al alumno a alcanzar un
aprendizaje significativo y real. La razón es que los estudiantes deben poner en
marcha conocimientos que ya poseían y que podrán aplicar en diferentes
situaciones.  Con este tipo de tareas conseguiremos favorecer la abstracción; de
entre todo lo aprendido, el estudiante deberá elegir aquello que debe aplicar, lo
necesario para realizar con éxito la tarea. Podemos, además conseguir que nuestros
alumnos lleguen al nivel de síntesis, uno de los niveles cognitivos más complejos, ya
que trabajan con información previa a la que unen elementos nuevos consiguiendo
con todo ello tareas que tengan sentido y se hayan convertido en aprendizajes
reales.

¿Qué clase de tareas podemos diseñar teniendo en cuenta diferentes


metodologías?

Aprendizaje Basado en el pensamiento:

Podemos diseñar tareas que impliquen usar rutinas de pensamiento y que los
alumnos aprendan a diferenciar lo que es relevante de lo secundario.  Ejemplo: en
primaria podemos usar diferentes tipos de textos (cuentos, mitos, leyendas) para
que los conviertan en una noticia de actualidad; así se trabaja también la idea
principal de un texto y los detalles. Utilizar la rutina del titular, que ayuda a potenciar
también la creatividad, ya que deben crear titulares impactantes y que recogen lo
más importante. 

Aprendizaje basado en problemas

Crear pequeños PBL donde se trabaje la resolución de situaciones o problemas


cercanos. Como ejemplo, en Primaria se pueden trabajar textos de recetas donde
tengan que buscar los ingredientes para hacer una tarta, hacer una compra semanal,
creando una lista de la compra y un ticket con lo gastado en dicha compra.
La hora del genio 

Este tipo de actividad puede resultar    muy


motivante, ya que los alumnos escogen un
tema para trabajar. La idea es que elijan un
tema que les apasione y sobre el que
quieren profundizar más.

Está tarea debe ser muy pautada.    En


primer lugar, podemos mandarles un vídeo
en el que    se explique paso a paso lo que
deben hacer; podemos después ayudarles
a crear una pregunta qué les guíe a lo largo
del el proyecto y buscar un producto final
que recoja su proyecto. Es muy interesante
que muestran a una audiencia su producto
final, esta es una gran fuente de
motivación.

Lola Millán
¿PODEMOS JUGAR APRENDIENDO DESDE CASA?

Gamificar tu aula online 


                         
Estoy seguro de que muchos de vosotros y de los alumnos y alumnas que estamos
en casa confinados, intentamos pasarlo lo mejor posible y para ello recurrimos a
juegos de mesa (grandes partidas de Risk, Monopoly o cartas).

Por eso es muy importante que los docentes tengamos en cuenta la importancia que
puede adquirir introducir técnicas de juego (gamificación) o juegos determinados
(aprendizaje basado en juegos) a la hora de planificar la atención online de estos
días.

Para ello, quiero ofreceros algunas recomendaciones básicas:


Inventar una temática y un nombre para nuestro juego. Podemos hacer siempre
el mismo  o ir cambiando cada cierto tiempo.
Fijar un objetivo claro que suponga ganar el juego y que tenga una recompensa
virtual pero también real (en la nota, en algún pequeño privilegio para los
siguientes trabajos, etc.).
Establecer desde el comienzo un panel de ránking donde las tareas, trabajos, test,
etc se traduzcan en un sistema de puntos y que sea asequible y visible para el
alumnado.
Este sistema de punto puede valorar aspectos diferentes a la “nota” que se saque
en el trabajo, por ejemplo, la puntualidad de entrega, la presentación, la
originalidad, etc.
Redactar unas reglas del juego donde se recoja el objetivo del juego y la forma de
obtener puntos. No tiene que ser muy complicado. Cuatro reglas básicas serán
suficientes. Se recomienda que el juego tenga partes individuales y por equipos.
En estas reglas, establecer premios intermedios semanales, de etapa, “metas
volantes” lo que se nos ocurra y también alguna prueba de recuperación de fallos
que sea divertida.En ese mismo sentido, establecer nivelen y reconocimientos que
los jugadores pueden obtener durante el juego.
Es importante que no todos los elementos del juego estén ligados al “contenido”
de la asignatura. Que se puedan obtener puntos de forma creativa, por
planteamiento resolución de enigmas, preparación de vídeos divertidos, etc.)

Establecer grupos lo más homogéneos posibles a la hora de determinar la


composición de los equipos.
Llevar actualizada una tabla a la que el alumnado tenga acceso fácil desde la
plataforma que estemos utilizando.
Hacer comentarios sobre la marcha del juego y del ránking de manera frecuente.
Permitir que haya interacciones entre el alumnado en forma de retos o desafíos
que se intercambian para resolverlos.
Y en cuanto a las herramientas para jugar, la más potente es la propia
imaginación. Podrías prescindir de ellas si creas un buen juego. Pero es cierto que
te pueden ayudar. Te hago un listado breve de las que me parecen más útiles:
Para los ránking: ClassDojo
Para jugar de manera rápida con preguntas y respuestas: Quizizz y Kahoot
Para jugar con preguntas pero con un ránking ya determinado: Trivinet
De cara a enviar retos entre los jugadores: Cerebrity
En fin, espero que te animes a gamificar el trabajo online de tus alumnos y
alumnas y ¿por qué no implicar también a las familias? Verás que ayuda a hacer
más ligero y agradable el trabajo y a motivar más al personal.

Luis Alberto Andía
¿CÓMO PODER ENSEÑAR A DISTANCIA EN TIEMPO RÉCORD?

Hoy día nos encontramos ante un nuevo reto profesional. Las consecuencias de la
pandemia del COVID-19 ha llevado a suspender la actividad docente  sine die, de
manera que, profesores, alumnos y familias, hemos tenido que adaptarnos a nuevo
entorno, la enseñanza a distancia.

Mediante esta infografía pretendemos ayudar a la comunidad docente a


familiarizarse con la enseñanza online y lograr que el proceso de cambio sea todo un
éxito.

Araceli Calvo
¿CÓMO REALIZAR EL SEGUIMIENTO DE PROYECTOS DESDE CASA?

Es posible que esta situación excepcional que vivimos, nos haya sorprendido con un
proyecto de aula iniciado o próximo a empezar. Es posible, en esos casos, que nos
hayamos preguntado si debo replantearme mis objetivos, mi forma de trabajar esos
contenidos o incluso la manera de evaluar ese temario. Es posible que nos haya
entrado la tentación de modificar nuestro planteamiento inicial o de no iniciar el
proyecto que estaba programado, ante la dificultad de coordinar un aprendizaje
complejo desde la distancia.

Si te han asaltado esos pensamientos, igual leyendo los siguientes consejos,


constates que es posible realizar y evaluar un proyecto desde la distancia. ¡No
renuncies a un aprendizaje realmente significativo!

En mi caso, todo esto me ha pillado en medio de un proyecto realmente importante


que realizo con los alumnos de 1º de bachillerato y que obviamente no se ha
detenido por la coyuntura actual. Permíteme que comparta alguno de los criterios
que sigo a la hora de diseñar un proyecto y que me permite seguir en todo momento
el trabajo de mis alumnos.

Tener en cuenta el aprendizaje asincrónico.  ABP y Flipped Learning ¡Qué gran


pareja!

Los proyectos deben servir para aprender conceptos nuevos de manera más
profunda. Podemos aportar esos conocimientos que les hacen falta a nuestros
alumnos para avanzar en su aprendizaje de manera presencial explicándolos, bien
por grupos, bien a toda la clase. En mi opinión esto tiene una pequeña dificultad,
sobre todo si es un proyecto extenso con alumnos de bachillerato, o bien estamos
pautando demasiado los tiempos para que todos reciban la información al mismo
tiempo, o bien estamos aportando una información que algunos alumnos no
necesitan en ese momento y por lo tanto no la van a aprovechar.

Expresado de otro modo. Sabemos que en un proyecto no todos los grupos llevan el
mismo ritmo, y no todos los grupos precisan la misma información en el mismo
momento. Es más efectivo dejar que el alumno acceda a la información cuando
realmente la necesite y controlar su acceso.

En mi caso, la información necesaria para avanzar en el proyecto, está repartida en


10 vídeos y 5 infografías a los que los alumnos acceden en el momento que lo
precisan.
Pasamos a un tipo de formación asincrónica, en la que no es necesaria la presencia
del profesor para acceder a la información. Muy importante en el seguimiento online
del proyecto.

Entonces nos puede surgir una pregunta: ¿No se podría dar esa información por
videoconferencia? He de decir que yo estoy usando videoconferencia con mis
alumnos, pero no para impartir conceptos. La estoy utilizando para darles feedback
de su trabajo. Me conecto con ellos por grupos de trabajo y tenemos una sesión
donde ellos, después de haber trabajado, me consultan sus dudas y donde yo
después de haber supervisado su evolución les aporto ideas y les oriento

.Y ¿cómo superviso su evolución para aportarles algo significativo en esas


videoconferencias?

Facilitar la supervisión continua con herramientas colaborativas

Es importante centralizar en un solo sitio, todos los recursos que vamos a necesitar
en el proyecto, a fin de no marear demasiado a los alumnos. En mi caso, uso Trello,
una herramienta de gestión de proyectos, que me facilita mucho tanto el acceso
sencillo de mis alumnos al material, como la supervisión de su actividad.

Es cierto, que podemos realizar algo similar utilizando un Site de Google o un


Genially, sin embargo, el extra que me aporta Trello, es que realiza un registro de la
actividad de los alumnos, por lo que es relativamente sencillo monitorizar en tiempo
real su participación en los paneles de trabajo.

En esos paneles de trabajo, ubico las tareas a realizar y los enlaces necesarios para
cada tarea. Siempre que es posible, selecciono herramientas colaborativas, con las
que varios alumnos puedan trabajar sobre un mismo documento. Siempre en esos
casos, el documento base lo creo yo y es de mi propiedad. Eso facilita mucho el
seguimiento de la actividad del grupo, porque puedo ver en tiempo real todo lo que
están realizando mis alumnos sobre un Padlet, un Genially o un Doc de Google.
Los alumnos saben que todo el material que editan está supervisado y que se
utilizará para las sesiones de feedback que tenemos periódicamente. Además toda
esta información me sirve para realizar una evaluación formativa del grupo.

Redefinir qué evaluar y cómo

¿Tengo que evaluar todo lo que pensaba evaluar? Posiblemente para contestar a la
primera pregunta tengamos que volver al inicio del proyecto. Al objetivo que
definimos. ¿Qué quiero que aprendan con este proyecto? Ese objetivo esta dentro
del producto final que tienen que entregar y que formará parte de la evaluación
grupal.

Creo que es muy importante que los alumnos sepan que el proyecto se evaluará de
manera grupal e individual. Entonces, ¿Cómo controlo qué hace cada miembro del
grupo? Si es difícil saberlo cuando estamos continuamente presentes en el aula,
mucho más cuando el aprendizaje es online.

En mi caso utilizo Edpuzzle, para añadir preguntas de comprensión al vídeo y


controlar el acceso de los alumnos a los mismos. Esto me aporta una información
individual de cierto valor, que se ve completada con las notas Cornell que tienen que
realizar de algunos de los vídeos. En mi caso, las he simplificado para facilitar el
trabajo. En la parte izquierda escriben las palabras clave del vídeo y en el centro
elaboran un pequeño mapa conceptual, que posteriormente me envían.
Otra forma de medir su implicación individual, es viendo los reportes de actividad
que me facilita Trello o las herramientas de Gsuite. Finalmente, un recurso
interesante que podemos utilizar para evaluar, por ejemplo, la expresión oral, es
Flipgrid. En esta herramienta podemos introducir algunas preguntas o temas clave
del proyecto sobre los que los alumnos tengan que aportar información propia.

Jose Julián Prieto


¿CONVIENE HACER CLASES ONLINE?

Recuerdo que cuando nos dijeron que deberíamos irnos a casa durante dos
semanas por el SARS-CoV-2, no sentí una preocupación personal sobre cómo
afrontar esos días de enseñanza-aprendizaje  online.  Seis años siguiendo el
modelo  flipped  y apoyando diariamente mi labor docente con tecnología me
proporcionaban mucha tranquilidad. Pero cuando hablé con algunos de mis
compañeros de centro y con colegas de otros centros, percibí que la mayor
preocupación no era si habría que hacer las clases virtuales o no, sino cómo
hacerlas.

Entiendo que las principales razones de esa preocupación serían los escasos
conocimientos en algunos casos, la falta de experiencia en otros, la poca confianza
en uno mismo o el reparo al verse transmitiendo su imagen y su voz al mundo
virtual.

El debate sobre cómo actuar estos días es amplio y muy diverso, con decenas de
opiniones, todas bien argumentadas desde sus perspectivas.

Así, ¿conviene hacer clases con los alumnos conectados en tiempo real? Mi punto de
vista es que sí, pero un sí condicionado. Es decir, sí si los alumnos cuentan con los
medios y si el profesor se ve con la motivación, medios y habilidades para hacerlo.
Poder encontrar la normalidad tecno-académica dentro de esta situación sería un
gran antídoto a los nervios que provoca. Llegar a poder  sentir  la clase  de forma
parecida a como lo hacemos presencialmente, esto es, viéndonos la cara y
escuchándonos, dinamizando las intervenciones y participación de nuestros
alumnos, atendiendo con especial atención a su feedback de lo que viven estos días
sería lo máximo que podríamos alcanzar en esta situación de confinamiento.  Pero
eso no significa que haya que hacerlo de buenas a primeras ni por obligación
(¡cuidado! con el peligroso “mis compañeros lo hacen”).

Por nuestro bien y el de nuestros alumnos, hay que dar los  pasos adecuados  para
llegar a una situación que permita seguir las clases con “normalidad”.

Se trataría de seleccionar los avances tecnológicos aplicados a la docencia, de forma


que, poco a poco, fuéramos logrando llegar a un aprendizaje lo más normalizado
posible de nuestros alumnos. Esto implicaría dedicar un tiempo prudencial al
principio a guiar a los alumnos en el proceso de seguir una clase online, tanto en el
aspecto académico como a la hora de comportarse en la sesión (ver pautas).
Antes de comentar los pasos que podrían llevarnos a ese proceso de enseñanza-
aprendizaje online, aclaro que parto de la base de que la mayoría de docentes han
compartido previamente con sus alumnos, en alguna ocasión, materiales, tareas,
ejercicios, controles de aprendizaje… a través del correo electrónico o de plataformas
de gestión del aprendizaje, como Google Classroom, Moodle, iTunes U, Teams…

Pasos para normalizar clases online

Con esta situación tecnológica básica, podríamos resumir los pasos que nos llevarían
a alcanzar clases online normalizadas en dos fases (que también podemos entender
como escenarios).

a) Una primera en la que el profesor establece contacto con sus alumnos por voz –


lanzando una videollamada, pero sin cámara hasta que se encuentre cómodo– para
preguntar qué tal se encuentran, cómo están llevando la cuarentena, con qué
dificultades se están encontrando… A continuación, podría pasar a resolver dudas e
inquietudes más académicas. 

b) Habría una segunda fase, más compleja, porque requeriría más destrezas digitales


y más tecnología:  compartir nuestra pantalla  para explicar procesos, problemas,
conceptos… Así, podemos mostrar la resolución de un ejercicio o una presentación
sobre las que señalar con el ratón alguna zona, seleccionar partes, ampliar alguna
zona (pellizco en el  trackpad  del ordenador o en la tableta, usando la opción de
zoom con ctrl en PC o cmd en Mac más las teclas +/-).

Pero podríamos dar un paso más y mostrar a nuestros alumnos lo que vamos
escribiendo o dibujando en una  pizarra digital, mientras vamos hablando. Este
proceso exige medios más sofisticados, como una tableta y un lápiz digital, además
de la propia pizarra digital (Notability,  Jamboard,  Doceri,  Liveboard,  Explain
Everything, Whiteboard, Openboard…).
Llegados a este punto, podemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿debemos ser
siempre nosotros los que hagamos la explicación? No, claro que no. Planteemos a
nuestros alumnos que sean ellos los que compartan sus pantallas con una pizarra
digital en la que explicar o resolver los ejercicios.

Por último, podríamos grabar estas sesiones para dejarlas en una carpeta
repositorio a la que pudieran acceder los alumnos posteriormente. Pero si la
grabación en tiempo real no nos convence, podríamos tener la clase online con ellos
y, posteriormente, grabar nosotros solos (sin audiencia) la explicación y subirla a esa
carpeta.

En definitiva, siempre que nuestros alumnos cuenten con los medios necesarios,
deberíamos tratar de  normalizar  el proceso enseñanza-aprendizaje, adaptándonos
al nuevo entorno que nos ha tocado vivir. Seamos proactivos, pidamos ayuda,
busquemos tutoriales en internet para seguir aprendiendo a utilizar la tecnología
como apoyo a nuestra labor docente. Y no olvidemos que es importante que
nuestros alumnos sientan que estamos ahí para  ayudarles a seguir aprendiendo  y
que valoramos el esfuerzo que hacen en estos complicados tiempos de
confinamiento.
Iñaki Fernández
ABP ONLINE: ¿ES POSIBLE?

En este tiempo de crisis, los docentes nos hemos vuelto a redefinir. La mayoría, sin
quererlo, se ha encontrado, de sopetón, que tiene que gestionar aulas que ya no son
físicas, sino que están en la red.

Así nos encontramos que en el lapso de un fin de semana:


Participamos y lideramos el proceso de diseño de las clases online.
Buscamos las plataformas  más apropiadas para dar presencia a la comunidad
educativa propiciando, y más en estos días, que la comunicación sea fluida.
Gestionamos un calendario para asegurar una adecuada planificación de las
tareas y conseguir llevar a cabo el plan de aprendizaje con la mayor normalidad
posible.
Escuchamos, conversamos y atendemos a la comunidad educativa como nunca lo
habíamos hecho. 
Respondemos e intentamos dar solución a la crisis.
Creamos y compartimos contenidos  conscientes de las necesidades del sector
educativo.
Medimos y analizamos en la distancia, intentando que sea de forma fiable, el
éxito y los avances de nuestros alumnos en su aprendizaje

.Y es este último apartado el más delicado pues es difícil en este contexto realizarlo
de forma clara ya que las fuentes de recogida de esos datos no lo son.

En esta trama, el Aprendizaje Basado en Proyectos, que se ha convertido en una de


las metodologías activas más eficaces al obligar a los alumnos llevar a cabo un
proceso de investigación y creación, se postula como una potente herramienta para
las analíticas del aprendizaje en esta situación.

Vamos a ver que es posible hacerlo online con uno de los que yo he hecho con mis
alumnos del Colegio Hispano Inglés.En primer lugar, se pide a los alumnos que vean
los videos (y asimilen los contenidos) correspondiente al tema. En este caso, el tiro
parabólico:

ENLACE A TIRO PARABÓLICO 04


ENLACE A TIRO PARABÓLICO 05
En segundo lugar, toca trabajar y poner en práctica los conocimientos adquiridos:

Pero mejor aún que nos manden las imágenes de los ejercicios resueltos, es que nos
manden videos explicando cómo hicieron dichos problemas:

BORIS EXPLICA CÓMO RESOLVIÓ LOS EJERCICIOS DE CINEMÁTICA


JAVIER EXPLICA CÓMO RESOLVIÓ EL RETO DE SORA
JAVIER EXPLICA CÓMO RESOLVIÓ EL RETO DE PITAGORÍN

Una vez he resuelto las dudas y he constatado que dominan los contenidos,
presento el proyecto a mis alumnos a través de videoconferencia.
Estos son algunos de los productos finales que han presentado:

Tiro parabólico en la vida real de Boris.

Tiro parabólico en la vida real de Javier.

Tiro parabólico en la vida real de Claudia.

Tiro parabólico en la vida real de Ignacio.

Tiro parabólico en la vida real de Chloé e Ismael.

Tiro parabólico en la vida real de Mayte y Patricia.

Conclusiones:
Es importante conocer y desenvolvernos con las analíticas del aprendizaje en
nuestra labor docente.
Utilizar cuestionarios online como fuente de recogida de datos no es fiable.
Tiene que ir siempre acompañado de otra recogidas de datos (lógicamente
provenientes de otras fuentes) que avalen los que hemos recabado en dichos
formularios.
El ABP funciona a distancia y es una de las fuentes más fiables para la recogida
de datos y el estudio de la evolución de nuestros alumnos en su aprendizaje.
Ahora más que nunca es necesario que mejoremos en nuestra Competencia
Digital Docente.

Juan Francisco Hernández


¿CÓMO MEJORAR LA EVALUACIÓN DE MIS ESTUDIANTES?

Durante estos días de las cuestiones más  demandadas  por los docentes y las
familias es el  relativo a los sistemas de evaluación.  Las evaluaciones son una parte
habitual del proceso de aprendizaje, independientemente de la materia o nivel en el
que estemos trabajando y del sistema (presencial, remoto o mixto) que empleemos.
Las diseñamos “en todas las formas y tamaños”, y pueden ser utilizadas para lograr
distintos objetivos. A veces, las diferencias entre los tipos de evaluación pueden ser
sutiles. Muchos profesores se encontrarán con que  algunos estudiantes se prestan
muy bien a ciertos tipos de formatos de preguntas de opción múltiple  (como vs
respuesta corta vs. ensayo), pero  no debemos confundir  “el formato de pregunta”
con el “tipo de evaluación”.  Si bien hay muchos tipos más de evaluación, las
“sumativas” y las “formativas” son probablemente hoy dos de las más utilizadas en la
educación. En este contexto nos podemos plantear  ¿cómo se debe realizar esta
evaluación?

¿Cuál es la mejor herramienta? ¿Qué factores o elementos debo tener en cuenta a la


hora de seleccionarla?

Para intentar ayudarte un poco, hemos elaborado este video en el que comparamos
6 herramientas de evaluación frecuentemente empleadas. El objetivo:  que seas
capaz de elegir las que mejor te convengan a tu situación personal para mejorar el
aprendizaje de tus estudiantes: tu feedback (y el suyo hacia ti), su autonomía como
aprendices y la auto-regulación de su aprendizaje.

Este video completa el análisis realizado por David López hace unos días.
Desde aquí puedes acceder a esa entrada.

Raúl Santiago
¿CÓMO CREAR MIS VÍDEOS EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS ESPECIALES?

Desde la suspensión de las clases presenciales en España, los docentes nos hemos
encontrado en una situación en la que debemos adaptar nuestros objetivos de
aprendizaje a una nueva realidad académica. Es cierto que han habido cambios en
todos los sectores de nuestra sociedad, pero es, en concreto, en la comunidad
educativa en donde se ha percibido una importante incidencia que ha afectado a
cómo enseñamos y a cómo aprendemos.

Sin entrar en otros aspectos importantes como pueden ser la planificación de centro
en torno a este tema, qué medidas se van a tomar sobre la tercera evaluación o
reflexionar sobre la carga de tareas que toda esta situación les está provocando, es
evidente que las redes han sido testigo de una generosidad por parte del
profesorado a la hora de compartir recursos, herramientas, creaciones o vídeos
educativos con los que ayudarnos mutuamente en estos momentos.

Hasta ahora, disponíamos de un espacio individual, donde se presentaba y trabajaba


sobre el contenido) y de un espacio grupal, en el que se aplicaba, analizaba,
evaluaba y creaba sobre ello gracias al desarrollo de metodologías activas,
investigaciones, estudios de casos…etc. El aprendizaje inverso nos permitía llevar a
cabo otras propuestas en el aula, sin embargo, en la situación actual ambos espacios
(individual y grupal) han sido redefinidos. En consecuencia, deberemos también
redefinir cómo vamos a trabajar con nuestros estudiantes, entendiendo las
numerosas variables, adecuando nuestros recursos y hacerlos efectivos para la
superación de los criterios de evaluación correspondientes.

Desde una metodología coherente, debemos ofrecer los contenidos a nuestro


alumnado y sobre los cuales les propondremos actividades relacionadas con ellos y
que les permitan ser competentes o ir más allá del necesario saber. Por lo tanto, les
haremos llegar los contenidos no para que únicamente los consulten y comprendan,
sino que además los trabajen de un modo coherente con nuestra apuesta
didáctica. El vídeo supone una estupenda opción con el que los docentes podremos
compartir el contenido de un modo enriquecido, integrando adecuadamente la
tecnología con herramientas como Edpuzzle, Playposit o los Formularios de Google.
Gracias a ello, obtenemos una valiosísima información (o datos) que nos ayudará a
diseñar las actividades que compartiremos con nuestros estudiantes.

Pero para comenzar, lo primero que se plantea un docente es si usar vídeos propios


o vídeos ajenos.  Por un lado, la creación de vídeos propios hará posible que el
docente tenga más control del contenido, así como adaptarlo al nivel real de su
alumnado.
Además, conlleva un cierto conocimiento tecnológico y de competencia digital
docente. Por otro lado, los vídeos ajenos nos permitirán ofrecer a nuestro alumnado
la posibilidad de interactuar con diversos tipos de enseñanza, liberándose más
tiempo al profesor para dedicarlo al diseño de actividades o planificación de aula.

En ambos casos, debemos tener en cuenta algo muy importante:  la duración de


nuestro vídeo flipped. Así pues, podemos decir que cuanto más extenso sea el vídeo,
mayor posibilidades habrá de que nuestro alumnado pierda la atención o
“desconecte”. En relación a esto, propondremos una duración de entre 1.5-3 minutos
de duración  y si esto está claramente visible o se comenta al principio del vídeo
aumentarán las posibilidades de una mayor interacción. A esto podemos añadir
otros elementos beneficiosos a la hora de considerar vídeos de menor duración
como pueden ser:  mayor facilidad de grabación, menos posibilidades de error, ser
compartidos más rápidamente…etc.Una vez dispongamos del vídeo, lo subiremos a
un  canal o repositorio de contenidos audiovisuales  (Vimeo, YouTube…) que nos
generará un enlace que usaremos para  enriquecerlo con preguntas  con
herramientas de edición a tal efecto: Edpuzzle, PlayPosit o Google Forms.  Este
aspecto es importante ya que no solo les haremos llegar el vídeo a nuestro
alumnado, sino que además, nos permitirá hacer un seguimiento de los mismos: tipo
de respuestas, entregas, repetición de preguntas…etc. Para ello, nos centraremos en
las habilidades cognitivas de orden inferior o (LOTS) de la taxonomía de Bloom que
están orientadas a la comprensión, recuerdo y aplicación de los objetivos de
aprendizaje que perseguimos. Esta fase es muy importante, ya que guiará al
alumnado en el trabajo de las habilidades cognitivas de orden superior: analizar,
evaluar y crear.
Para ello, podemos  seleccionar el verbo con el que comienzan los criterios de
evaluación de nuestra materia y relacionarlos con aspectos conceptuales y que son
necesarios que nuestro alumnado conozca y comprenda, además de  incluir
preguntas que exijan una mayor destreza cognitiva de ejecución. Acciones como
“define”, “escribe”, “enumera” o “agrupar” estarían dentro de este nivel cognitivo y
serían el tipo de preguntas que incluiríamos en nuestro vídeo enriquecido para, por
ejemplo,  presentar un concepto  (¿Qué sabes sobre?),  desarrollar un
procedimiento  (¿Cómo analizarías esta frase?, ¿Cómo se ha estructurado este
poema?, ¿cómo ha expresado el autor su opinión?), para  dar una argumentación u
opinión  (explica con tus palabras qué quiere transmitir el poeta),  hacer preguntas
sobre contenido previo  (una estupenda idea para que los estudiantes relacionen
conceptos),  incluir diversos recursos en las preguntas para trabajar diversas
destrezas  (imágenes, enlaces externos, audios, cuestionarios…etc.) o  trabajar la
metacognición de nuestro alumnado  sobre lo aprendido bien mediante una última
pregunta abierta a final del vídeo en el que les proporcionemos preguntas guía al
respecto (qué has aprendido, qué ha sido lo más difícil, cómo lo has resuelto, qué
mejorarías…).
Finalmente,  deberemos tener en cuenta qué perseguimos, el por qué incluimos
preguntas en el vídeo, y en qué momento. El hecho de añadirlas antes nos
permitirá prepararles sobre el contenido y que tengan herramientas para aprender
de sus errores.

Además, las preguntas que se añaden justo después de una idea en el vídeo
asegurará la comprensión de un concepto, les hará pensar sobre el contenido con
mayor profundidad, realizar conexiones o aplicarlas de un modo práctico una vez
se haya aprendido.  La habilidad de hacer buenas preguntas, nos aportará
estupendas respuestas. Es el arte de saber preguntar en flipped classroom.

Domingo Chica
¿CÓMO APROVECHAR LAS ANALÍTICAS PARA SABER MÁS DE

NUESTROS ALUMNOS?

Cuando nos comunicábamos e interactuábamos con los alumnos en el día a día del
aula, entre muchas otras cosas, veíamos qué hacían, cómo se comportaban, con
quién interactuaban, si estaban atentos o si estaban cansados. Obteníamos un sinfín
de indicadores que nos servían para comprender y personalizar.
Los datos que no podemos medir cuantitativamente requieren estar presentes con
el alumnado.
Se hace complicado en un modelo virtual conseguir los mismos indicadores.
Necesitamos una retroalimentación fiable y aumentada de las acciones de alumnado
como la que nos ofrece la  analítica del aprendizaje. Esta aproximación cuantitativa
nos permite seguir dando soporte a la retroalimentación para personalizar el
aprendizaje.
A modo de breve descripción, la analítica del aprendizaje es un ciclo de 5 pasos que
tiene como objetivo mejorar:
La tutoría
La evaluación
El seguimiento
El contexto educativo

Estos objetivos se consiguen mediante la recolección de interacciones de los


alumnos en herramientas digitales y su posterior análisis.

El quinto paso es actuar, y en este  la retroalimentación es una acción docente


fundamental que siempre debe estar presente.

Yo utilizo la analítica del aprendizaje aplicando  mapas de calor  para ayudarme a


detectar posibles problemas en el aula. El siguiente gráfico –ver usos de gráfico de
barras en educación– me ayudó a detectar una anomalía en un grupo de prácticas,
comprobando que un alumno no realizaba aportaciones significativas.
Cada vez más las herramientas educativas ofrecen distintos tipos de datos, análisis
básicos e incluso visualización de datos. La siguiente imagen me la
comparte Domingo Chica, quien usa Quizizz ya que le facilita la comprensión de los
resultados de cuestionarios mediante el propio mapa de calor integrado.
En Socrative o Kahoot este tipo de mapas también están disponibles.

La retroalimentación que ofrece un mapa de calor es muy útil antes de plantear la


siguiente tarea o acción por parte del alumnado, o ofrecer comentarios de calidad
y en el tiempo adecuado.

Como muestra de otras experiencias de fácil aplicación, qué mejor que exponerlas
en boca de otrxs docentes. Comparto distintas experiencias con datos en el aula
extraídas de la “Guía Analítica del Aprendizaje: lo que necesitas saber para
integrarla en al aula” disponible en el blog eduliticas.com.

Entrevitas a:  Antonio Bernabeu,  Alfonso de Arquer,  Marcos Sanz,  Josep R.


Cerdà,  Javier Irimia,  Pablo Felip,  Menchu Garralón,  Aarón Asencio,  Andrés
Rodríguez, Borja González, Iñaki Fernández, Miguel Ángel Azorín, Héctor Pino
Marcos Sanz: Mis primeros pasos con analítica de datos
Miriam Paya: Google Forms
Vicente Estrada: iPad
Áaron Asencio: herramientas de evaluación
Trini Miota: “fiquis”
Lila Pagoda y Diego Dubois: Moodle
David Romero: Moodle

Dani Amo

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