Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
COVID-19
ARTÍCULOS PARA DARLE LA VUELTA
A ESTA SITUACIÓN
PRESENCIAL A LO REMOTO
En adelante, cada día contaremos con una aportación de un experto que tratará de
arrojar luz sobre temas que nos aporten algo que permita que mejore la calidad de
nuestro trabajo.
Alicia Díez
¿CREANDO EL FUTURO?
De hecho, os voy a contar una pequeña anécdota que ilustra esto que estoy diciendo
y es que una compañera el último día de clase me comentó por los pasillos “tu estás
más preparado para todo este lío”. Sintomático.
Pero, el caso es que con más o menos dudas o con más o menos hábito de trabajo
en red, nos situamos ante una nueva realidad educativa. Estamos ensayando el
futuro educativo, probando nuevas fórmulas. Por lo tanto, sí, y contesto a la
pregunta del título: estamos creando el futuro educativo.
Y ese futuro pasa por un desarrollo de la competencia digital. Una competencia,
considerada de segunda categoría por muchas familias, alumnos, docentes y
administraciones pero que se está demostrando vital para el aprendizaje. Un
aprendizaje que se ha demostrado definitivamente como digital y que nadie creo
que se atreva a negarlo después de esta crisis.
Pasa, también, por el uso de metodologías activas (os dejo enlaces de actividades
que hemos estado haciendo estos días en las clases on line) que permitan:
Plantear tareas más colaborativas de síntesis, debate o creación y menos tareas
mecánicas, tradicionales y sólo individuales (del estilo lee tal página del libro y
realiza las actividades x, por ejemplo).
Diseñar actividades más personalizadas siguiendo el diseño universal de
aprendizaje (DUA)
Proponer la creación de productos colaborativos e individuales (audios, vídeos,
infografías, documentos, presentaciones, murales digitales, etc.)
Plantear retos virtuales.
Diseñar actividades de debate y discusión de temas de actualidadElaborar
actividades para sus compañeros: kahoots, infografías, audios, retos virtuales,
formularios, vídeos, explicaciones, etc.
Dar a conocer y experimentar con herramientas y aplicaciones que faciliten todo
lo anterior.
Ofrecer clases en directo.
Porque aunque nos estamos dando cuenta de la necesidad de la tecnología, de la
importancia de lo digital, lo más importante para ese nuevo futuro que estamos
creando es el cambio metodológico.
Enfocar el aprendizaje desde una perspectiva competencial y activa nos asegurará
que momentos como este, de incertidumbre y de falta de habilidades digitales, no
vuelvan a ocurrir y, en vez de no saber qué hacer ni cómo, sólo tengamos que
adaptarnos a la situación que aparezca para no tener que hacer un esfuerzo tan
descomunal como se está realizando estos días.
Aunque en estos momentos a todos nos gustaría estar al pie del cañón ayudando a
enfermeros/as, médicos, investigadores, no olvidemos que docentes y personal de la
educación estamos siendo protagonistas estos días con nuestro trabajo. Así que hay
que estar a la altura. Imagino que te has planteado cómo hacerlo muy bien para que
tus estudiantes no se dediquen a “pasar el tiempo” con tareas inútiles que no sirvan
para mucho. También pienso que de alguna forma somos afortunados, hemos
tenido la oportunidad de “reinventarnos”, a veces hace falta un poco de presión para
dar lo mejor.
Piensa en la zona de desarrollo próximo de Vigotsky: ¿qué distancia hay entre lo que
nuestros alumnos pueden hacer solos y lo que pueden hacer con nuestra ayuda?
¿Cómo puedo acercar las actividades un poco más a esa zona de trabajo más
complejo, posiblemente más interesante, aunque yo no esté presente? ¿Es posible
mantener su nivel de curiosidad activo?
Hay otro tema en el que siempre me planteo si no suele faltarnos en nuestro día a
día, y es ayudar a nuestros estudiantes de primaria a aprender algunas técnicas de
estudio que van a necesitar, con toda seguridad, desde el tercer ciclo de educación
primaria. Durante demasiado tiempo hemos abusado de la memoria, hemos
confiado tanto en ella que nos ha fallado, en muchos momentos, la comprensión. En
los últimos años, hemos pasado al otro lado de la cancha casi sin darnos cuenta.
Creo que hay que completar esa laguna con buena técnica. Encuentro las
capacidades de analizar y sintetizar cruciales para una buena comprensión. Me gusta
trabajar con esquemas y resúmenes, encontrar palabras clave y resaltarlas,
conseguir que mis estudiantes tengan una visión general de los tópicos, que sepan
dónde y por qué ciertos datos van donde van.
Así pues, ideas que me ayudan a preparar mis tareas online y que fortalecen tanto el
primer como el segundo puntos nombrados:
Tablas-diagramas de temas que pueden resultar complejos, con huecos. Una especie
de esquema en forma de tabla, para que haya estructura visual que ayude a
recordar y establecer conexiones y jerarquías. Según la edad de los estudiantes, los
textos a completar aparecen fuera de la tabla, alineados y en desorden para que mis
estudiantes los escriban en su lugar.
Crear preguntas cortas sobre el tema en concreto, les pido entre 5 y 10 preguntas
diferentes, para hacer un banco de preguntas que más adelante usaremos en juegos
de clase con plickers o playfactile.
Crear su propio crucigrama con vocabulario de los temas, no es la primera vez que
mis estudiantes preparan puzles para su clase, hay muchas herramientas online muy
fáciles de utilizar y que les descubren un mundo, podemos proponérselas como
juegos para sus hermanitos o amigos. Búsquedas del tesoro con coordenadas,
juegos que pueden preparar o resolver.
Humor, mucho humor. Busca imágenes divertidas, incluye guiños y coletillas que
acerquen el cole a casa, que les haga sonreír. No olvides valorar el esfuerzo de tus
estudiantes, mándales algo que les recuerde que su trabajo es importante para ellos
y para nosotros.
Alicia Díez
¿CÓMO DISEÑO LAS TAREAS DE MIS ALUMNOS DE PRIMARIA PARA
Para diseñar buenas tareas para una clase online debemos partir de estas tres
premisas:
Partir de conocimientos previos.
Que dichas tareas sean cortas y variadas.
Que en ellas intervengan niveles de pensamiento de orden superior (como
analizar, sintetizar o autoevaluación).
Las tareas que cumplan estas tres premisas ayudarán al alumno a alcanzar un
aprendizaje significativo y real. La razón es que los estudiantes deben poner en
marcha conocimientos que ya poseían y que podrán aplicar en diferentes
situaciones. Con este tipo de tareas conseguiremos favorecer la abstracción; de
entre todo lo aprendido, el estudiante deberá elegir aquello que debe aplicar, lo
necesario para realizar con éxito la tarea. Podemos, además conseguir que nuestros
alumnos lleguen al nivel de síntesis, uno de los niveles cognitivos más complejos, ya
que trabajan con información previa a la que unen elementos nuevos consiguiendo
con todo ello tareas que tengan sentido y se hayan convertido en aprendizajes
reales.
Podemos diseñar tareas que impliquen usar rutinas de pensamiento y que los
alumnos aprendan a diferenciar lo que es relevante de lo secundario. Ejemplo: en
primaria podemos usar diferentes tipos de textos (cuentos, mitos, leyendas) para
que los conviertan en una noticia de actualidad; así se trabaja también la idea
principal de un texto y los detalles. Utilizar la rutina del titular, que ayuda a potenciar
también la creatividad, ya que deben crear titulares impactantes y que recogen lo
más importante.
Lola Millán
¿PODEMOS JUGAR APRENDIENDO DESDE CASA?
Por eso es muy importante que los docentes tengamos en cuenta la importancia que
puede adquirir introducir técnicas de juego (gamificación) o juegos determinados
(aprendizaje basado en juegos) a la hora de planificar la atención online de estos
días.
Luis Alberto Andía
¿CÓMO PODER ENSEÑAR A DISTANCIA EN TIEMPO RÉCORD?
Hoy día nos encontramos ante un nuevo reto profesional. Las consecuencias de la
pandemia del COVID-19 ha llevado a suspender la actividad docente sine die, de
manera que, profesores, alumnos y familias, hemos tenido que adaptarnos a nuevo
entorno, la enseñanza a distancia.
Araceli Calvo
¿CÓMO REALIZAR EL SEGUIMIENTO DE PROYECTOS DESDE CASA?
Es posible que esta situación excepcional que vivimos, nos haya sorprendido con un
proyecto de aula iniciado o próximo a empezar. Es posible, en esos casos, que nos
hayamos preguntado si debo replantearme mis objetivos, mi forma de trabajar esos
contenidos o incluso la manera de evaluar ese temario. Es posible que nos haya
entrado la tentación de modificar nuestro planteamiento inicial o de no iniciar el
proyecto que estaba programado, ante la dificultad de coordinar un aprendizaje
complejo desde la distancia.
Los proyectos deben servir para aprender conceptos nuevos de manera más
profunda. Podemos aportar esos conocimientos que les hacen falta a nuestros
alumnos para avanzar en su aprendizaje de manera presencial explicándolos, bien
por grupos, bien a toda la clase. En mi opinión esto tiene una pequeña dificultad,
sobre todo si es un proyecto extenso con alumnos de bachillerato, o bien estamos
pautando demasiado los tiempos para que todos reciban la información al mismo
tiempo, o bien estamos aportando una información que algunos alumnos no
necesitan en ese momento y por lo tanto no la van a aprovechar.
Expresado de otro modo. Sabemos que en un proyecto no todos los grupos llevan el
mismo ritmo, y no todos los grupos precisan la misma información en el mismo
momento. Es más efectivo dejar que el alumno acceda a la información cuando
realmente la necesite y controlar su acceso.
Entonces nos puede surgir una pregunta: ¿No se podría dar esa información por
videoconferencia? He de decir que yo estoy usando videoconferencia con mis
alumnos, pero no para impartir conceptos. La estoy utilizando para darles feedback
de su trabajo. Me conecto con ellos por grupos de trabajo y tenemos una sesión
donde ellos, después de haber trabajado, me consultan sus dudas y donde yo
después de haber supervisado su evolución les aporto ideas y les oriento
Es importante centralizar en un solo sitio, todos los recursos que vamos a necesitar
en el proyecto, a fin de no marear demasiado a los alumnos. En mi caso, uso Trello,
una herramienta de gestión de proyectos, que me facilita mucho tanto el acceso
sencillo de mis alumnos al material, como la supervisión de su actividad.
En esos paneles de trabajo, ubico las tareas a realizar y los enlaces necesarios para
cada tarea. Siempre que es posible, selecciono herramientas colaborativas, con las
que varios alumnos puedan trabajar sobre un mismo documento. Siempre en esos
casos, el documento base lo creo yo y es de mi propiedad. Eso facilita mucho el
seguimiento de la actividad del grupo, porque puedo ver en tiempo real todo lo que
están realizando mis alumnos sobre un Padlet, un Genially o un Doc de Google.
Los alumnos saben que todo el material que editan está supervisado y que se
utilizará para las sesiones de feedback que tenemos periódicamente. Además toda
esta información me sirve para realizar una evaluación formativa del grupo.
¿Tengo que evaluar todo lo que pensaba evaluar? Posiblemente para contestar a la
primera pregunta tengamos que volver al inicio del proyecto. Al objetivo que
definimos. ¿Qué quiero que aprendan con este proyecto? Ese objetivo esta dentro
del producto final que tienen que entregar y que formará parte de la evaluación
grupal.
Creo que es muy importante que los alumnos sepan que el proyecto se evaluará de
manera grupal e individual. Entonces, ¿Cómo controlo qué hace cada miembro del
grupo? Si es difícil saberlo cuando estamos continuamente presentes en el aula,
mucho más cuando el aprendizaje es online.
Recuerdo que cuando nos dijeron que deberíamos irnos a casa durante dos
semanas por el SARS-CoV-2, no sentí una preocupación personal sobre cómo
afrontar esos días de enseñanza-aprendizaje online. Seis años siguiendo el
modelo flipped y apoyando diariamente mi labor docente con tecnología me
proporcionaban mucha tranquilidad. Pero cuando hablé con algunos de mis
compañeros de centro y con colegas de otros centros, percibí que la mayor
preocupación no era si habría que hacer las clases virtuales o no, sino cómo
hacerlas.
Entiendo que las principales razones de esa preocupación serían los escasos
conocimientos en algunos casos, la falta de experiencia en otros, la poca confianza
en uno mismo o el reparo al verse transmitiendo su imagen y su voz al mundo
virtual.
El debate sobre cómo actuar estos días es amplio y muy diverso, con decenas de
opiniones, todas bien argumentadas desde sus perspectivas.
Así, ¿conviene hacer clases con los alumnos conectados en tiempo real? Mi punto de
vista es que sí, pero un sí condicionado. Es decir, sí si los alumnos cuentan con los
medios y si el profesor se ve con la motivación, medios y habilidades para hacerlo.
Poder encontrar la normalidad tecno-académica dentro de esta situación sería un
gran antídoto a los nervios que provoca. Llegar a poder sentir la clase de forma
parecida a como lo hacemos presencialmente, esto es, viéndonos la cara y
escuchándonos, dinamizando las intervenciones y participación de nuestros
alumnos, atendiendo con especial atención a su feedback de lo que viven estos días
sería lo máximo que podríamos alcanzar en esta situación de confinamiento. Pero
eso no significa que haya que hacerlo de buenas a primeras ni por obligación
(¡cuidado! con el peligroso “mis compañeros lo hacen”).
Por nuestro bien y el de nuestros alumnos, hay que dar los pasos adecuados para
llegar a una situación que permita seguir las clases con “normalidad”.
Con esta situación tecnológica básica, podríamos resumir los pasos que nos llevarían
a alcanzar clases online normalizadas en dos fases (que también podemos entender
como escenarios).
Pero podríamos dar un paso más y mostrar a nuestros alumnos lo que vamos
escribiendo o dibujando en una pizarra digital, mientras vamos hablando. Este
proceso exige medios más sofisticados, como una tableta y un lápiz digital, además
de la propia pizarra digital (Notability, Jamboard, Doceri, Liveboard, Explain
Everything, Whiteboard, Openboard…).
Llegados a este punto, podemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿debemos ser
siempre nosotros los que hagamos la explicación? No, claro que no. Planteemos a
nuestros alumnos que sean ellos los que compartan sus pantallas con una pizarra
digital en la que explicar o resolver los ejercicios.
Por último, podríamos grabar estas sesiones para dejarlas en una carpeta
repositorio a la que pudieran acceder los alumnos posteriormente. Pero si la
grabación en tiempo real no nos convence, podríamos tener la clase online con ellos
y, posteriormente, grabar nosotros solos (sin audiencia) la explicación y subirla a esa
carpeta.
En definitiva, siempre que nuestros alumnos cuenten con los medios necesarios,
deberíamos tratar de normalizar el proceso enseñanza-aprendizaje, adaptándonos
al nuevo entorno que nos ha tocado vivir. Seamos proactivos, pidamos ayuda,
busquemos tutoriales en internet para seguir aprendiendo a utilizar la tecnología
como apoyo a nuestra labor docente. Y no olvidemos que es importante que
nuestros alumnos sientan que estamos ahí para ayudarles a seguir aprendiendo y
que valoramos el esfuerzo que hacen en estos complicados tiempos de
confinamiento.
Iñaki Fernández
ABP ONLINE: ¿ES POSIBLE?
En este tiempo de crisis, los docentes nos hemos vuelto a redefinir. La mayoría, sin
quererlo, se ha encontrado, de sopetón, que tiene que gestionar aulas que ya no son
físicas, sino que están en la red.
.Y es este último apartado el más delicado pues es difícil en este contexto realizarlo
de forma clara ya que las fuentes de recogida de esos datos no lo son.
Vamos a ver que es posible hacerlo online con uno de los que yo he hecho con mis
alumnos del Colegio Hispano Inglés.En primer lugar, se pide a los alumnos que vean
los videos (y asimilen los contenidos) correspondiente al tema. En este caso, el tiro
parabólico:
Pero mejor aún que nos manden las imágenes de los ejercicios resueltos, es que nos
manden videos explicando cómo hicieron dichos problemas:
Una vez he resuelto las dudas y he constatado que dominan los contenidos,
presento el proyecto a mis alumnos a través de videoconferencia.
Estos son algunos de los productos finales que han presentado:
Conclusiones:
Es importante conocer y desenvolvernos con las analíticas del aprendizaje en
nuestra labor docente.
Utilizar cuestionarios online como fuente de recogida de datos no es fiable.
Tiene que ir siempre acompañado de otra recogidas de datos (lógicamente
provenientes de otras fuentes) que avalen los que hemos recabado en dichos
formularios.
El ABP funciona a distancia y es una de las fuentes más fiables para la recogida
de datos y el estudio de la evolución de nuestros alumnos en su aprendizaje.
Ahora más que nunca es necesario que mejoremos en nuestra Competencia
Digital Docente.
Durante estos días de las cuestiones más demandadas por los docentes y las
familias es el relativo a los sistemas de evaluación. Las evaluaciones son una parte
habitual del proceso de aprendizaje, independientemente de la materia o nivel en el
que estemos trabajando y del sistema (presencial, remoto o mixto) que empleemos.
Las diseñamos “en todas las formas y tamaños”, y pueden ser utilizadas para lograr
distintos objetivos. A veces, las diferencias entre los tipos de evaluación pueden ser
sutiles. Muchos profesores se encontrarán con que algunos estudiantes se prestan
muy bien a ciertos tipos de formatos de preguntas de opción múltiple (como vs
respuesta corta vs. ensayo), pero no debemos confundir “el formato de pregunta”
con el “tipo de evaluación”. Si bien hay muchos tipos más de evaluación, las
“sumativas” y las “formativas” son probablemente hoy dos de las más utilizadas en la
educación. En este contexto nos podemos plantear ¿cómo se debe realizar esta
evaluación?
Para intentar ayudarte un poco, hemos elaborado este video en el que comparamos
6 herramientas de evaluación frecuentemente empleadas. El objetivo: que seas
capaz de elegir las que mejor te convengan a tu situación personal para mejorar el
aprendizaje de tus estudiantes: tu feedback (y el suyo hacia ti), su autonomía como
aprendices y la auto-regulación de su aprendizaje.
Este video completa el análisis realizado por David López hace unos días.
Desde aquí puedes acceder a esa entrada.
Raúl Santiago
¿CÓMO CREAR MIS VÍDEOS EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS ESPECIALES?
Desde la suspensión de las clases presenciales en España, los docentes nos hemos
encontrado en una situación en la que debemos adaptar nuestros objetivos de
aprendizaje a una nueva realidad académica. Es cierto que han habido cambios en
todos los sectores de nuestra sociedad, pero es, en concreto, en la comunidad
educativa en donde se ha percibido una importante incidencia que ha afectado a
cómo enseñamos y a cómo aprendemos.
Sin entrar en otros aspectos importantes como pueden ser la planificación de centro
en torno a este tema, qué medidas se van a tomar sobre la tercera evaluación o
reflexionar sobre la carga de tareas que toda esta situación les está provocando, es
evidente que las redes han sido testigo de una generosidad por parte del
profesorado a la hora de compartir recursos, herramientas, creaciones o vídeos
educativos con los que ayudarnos mutuamente en estos momentos.
Además, las preguntas que se añaden justo después de una idea en el vídeo
asegurará la comprensión de un concepto, les hará pensar sobre el contenido con
mayor profundidad, realizar conexiones o aplicarlas de un modo práctico una vez
se haya aprendido. La habilidad de hacer buenas preguntas, nos aportará
estupendas respuestas. Es el arte de saber preguntar en flipped classroom.
Domingo Chica
¿CÓMO APROVECHAR LAS ANALÍTICAS PARA SABER MÁS DE
NUESTROS ALUMNOS?
Cuando nos comunicábamos e interactuábamos con los alumnos en el día a día del
aula, entre muchas otras cosas, veíamos qué hacían, cómo se comportaban, con
quién interactuaban, si estaban atentos o si estaban cansados. Obteníamos un sinfín
de indicadores que nos servían para comprender y personalizar.
Los datos que no podemos medir cuantitativamente requieren estar presentes con
el alumnado.
Se hace complicado en un modelo virtual conseguir los mismos indicadores.
Necesitamos una retroalimentación fiable y aumentada de las acciones de alumnado
como la que nos ofrece la analítica del aprendizaje. Esta aproximación cuantitativa
nos permite seguir dando soporte a la retroalimentación para personalizar el
aprendizaje.
A modo de breve descripción, la analítica del aprendizaje es un ciclo de 5 pasos que
tiene como objetivo mejorar:
La tutoría
La evaluación
El seguimiento
El contexto educativo
Como muestra de otras experiencias de fácil aplicación, qué mejor que exponerlas
en boca de otrxs docentes. Comparto distintas experiencias con datos en el aula
extraídas de la “Guía Analítica del Aprendizaje: lo que necesitas saber para
integrarla en al aula” disponible en el blog eduliticas.com.
Dani Amo