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Sabes que
en algún momento tendrás que meterte a cursos, leer libros del tema o
buscar un mentor. Y claro, dominas que tienes que asistir a la universidad
para terminar en una empresa que te guste.
Pero... ¿la dureza mental es una característica con la que naces o es una
habilidad que aprendes con el tiempo? Yo diría que la segunda es la opción
correcta.
A veces las personas del exterior pueden tener un impacto negativo en ti,
mientras que aquellos que te echan porras pueden llevarte a una dirección
positiva. No dejes que los pesimistas acaben con tus reservas mentales.
Las personas mentalmente fuertes se dan cuenta que cuando alguien te dice
que “no puedes hacerlo” están hablando de sus propias inseguridades, no de
las tuyas.
Las personas con estas características no dejan que los comentarios
negativos los jalen hacia atrás. Ellos inmediatamente se mueven para
encontrar soluciones y poder llegar a la meta.
La parte más interesante del esfuerzo es que tú (y solo tú) sabes cuándo lo
entregaste todo.
Los buenos líderes saben que siempre hay trabajo extra qué hacer, pero los
mejores dominan que quemar toda su energía dará como resultado algo
negativo. Sé inteligente y descansa lo necesario, debes tener suficientes
reservas para cuando las necesites.
Lo creas o no, decidir correr una meta más o hacer una sentadilla extra tiene
que ver mucho con tus resoluciones mentales y físicas.