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Rev.

Ciencias Sociales 137: 123-131 / 2012 (III)


ISSN: 0482-5276

EL LATÍN DE LOS CONQUISTADORES EN “TENOCHTITLAN”


DE JOSÉ LEÓN SÁNCHEZ

THE LATIN OF THE CONQUERORS IN “TENOCHTITLAN”


BY JOSÉ LEÓN SÁNCHEZ

Henry Campos Vargas*

RESUMEN

Este artículo muestra los diferentes niveles del latín empleados por José León Sánchez en
su novela Tenochtitlan. Esta lengua es una de las vías para representar el poder de Roma,
España y la Iglesia Católica en el proceso de dominación de México.

PALABRAS CLAVE: LATÍN * ROMA * TENOCHTITLAN * MÉXICO * ESPAÑA

ABSTRACT

This paper shows different levels of latin used by José León Sanchez in his novel
Tenochtitlan. This language is one of the ways in order to control México.

KEYWORDS: LATIN * ROME * TENOCHTITLAN * MEXICO * SPAIN

* Departamento de Filología Clásica de la Universidad de Costa Rica.


hcamposv@yahoo.com
124 Henry Campos Vargas

1. INTRODUCCIÓN El latín aparece preponderantemente


asociado a la religión, en particular, al cato-
La conquista fue un proceso de domina- licismo, con menoscabo de registros como el
ción militar, religiosa, lingüística... Seducido latín cultivado por el humanismo europeo en
por esta última problemática, León Sánchez sus vertientes filosófica, relaciones internacio-
describe en esta obra pictogramas aztecas, nales…
mensajes por medio de señales multicolores de Parece que los tenochas (neologismo
humo, tambores con mensajes cifrados, histo- acuñado por José León Sánchez para referirse a
rias reflejadas en el entramado de nudos, amén los habitantes de este pueblo) aprendieron algo
de los contrastes entre los dialectos nativos y
de latín:
las lenguas de los conquistadores. Estas últimas
destacan en algunos pasajes, como el siguiente: —Doña Marina me ha dicho que entre
algunos de estos indios se os ha puesto
El Fuerte de Xólotl era una isleta en
un nuevo nombre.
mitad del lago. Una isleta muy hermosa,
rodeada de jardines y chinampas. —¿Qué nombre?
El ejército de Cortés estaba en formación, —Señor de la furia...
pero unos a otros se hacían bromas. Se
escuchaban palabras en griego, italiano, —¿Señor de la furia? Me gusta... Es casi
portugués... (1986: 137). igual al que los indios de Santo Domingo
le pusieron al señor almirante Cristóbal
En medio de este universo lingüístico de
Colón, domine furori (sic) por eso me
principios del siglo XVI de nuestra era, aparece
gusta (1986: 122).
una lengua, el latín, que representa un espacio
de extrañamiento lingüístico, puesto que se domine en realidad sería el vocativo de domi-
trata de una lengua sin habla. No es casual, nus, voz esta última que debió ser la consig-
pues, que la lengua latina no aparezca enlistada nada en el texto. En igual sentido, la frase
en la serie de las hablas de las políglotas tropas, nominal completa habría sido dominus furoris
entre las que se contaban hombres griegos, (señor de la ira), con el adjetivo en caso geniti-
judíos, napolitanos, venecianos, moros, con- vo, no dativo, como consigna el texto por error.
versos nuevos o catalanes (1986: 74), e incluso, Para el ejército de Cortés, la lengua de
portugueses como Juan Pinto (1986: 402). Roma es oscura, se trata de un xenismo que,
retóricamente, marca negativamente la expre-
2. EL LATÍN: UNA DE ENTRE LAS LENGUAS DE sión: puede crear un distanciamiento tal con el
LA NOVELA oyente que llegue a producir la ininteligibilidad
del mensaje. Este fenómeno puede ser expe-
Cuitláhuac, uno de los personajes, mani- rimentado por el propio lector de la novela en
fiesta en un informe ante Moctezuma que el caso de no estar familiarizado con esta lengua.
pueblo de Tenochtitlan aprende de un prisione- La extrañeza del latín para con los con-
ro, el soldado Lerma, sobre la existencia de una quistadores corre paralela a la del náhuatl, la
extraña lengua entre los conquistadores: lengua de los tenochas, con respecto a los pue-
—Y en esa forma que les cuento, pronto blos amerindios conquistados por los aztecas,
sabremos el secreto de todas sus pala- pues será una lengua igualmente ajena.
bras... Hemos sabido que tienen una Esta propiedad, el ser ajena una lengua
forma de hablar que nadie entiende, que irremisiblemente hay que usar, es producto
solamente unos pocos de ellos, en espe- del poder, de la dominación. La presencia de la
cial los sacerdotes. En sus cantos reli- lengua de los poderosos es un recordatorio del
giosos van diciendo esas palabras que status de dominación: los indígenas conquista-
nadie entiende, ni siquiera el gran envia- dos debieron aprender y usar una lengua que
do (1986: 112). no era la propia, primero, el náhuatl, luego, el

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castellano. Los conquistadores también veían celebrada al pie del Templo Mayor. Entre la
marcado su quehacer cotidiano por la presencia multitud de pueblos que se acercaban a la capi-
de un poder lejano y presente, con la desventaja tal estaban:
de que no era tan accesible para todos. los de Mecatepec y los que se reían de
La imposición del náhuatl databa: ellos y les llamaban gente totonaca, la
(...) desde que el señor viejo, enamorado tonta, porque arribaban de lejos y no
del idioma, ordenó que sólo se hablara hablaban el idioma culto de los nahuat-
náhuatl en todos los territorios, lo que se las (1986: 187-188).
hizo por orden de Techotlatzin (1986: 340). En el conjunto de lenguas autóctonas,
Malintzin, a quienes los habitantes de incluso hay espacio para lenguas extrañas,
Tenochtitlan llamaban “el loro” nahuachichi- como cuando inicia la expedición a Yucatán,
meca de Cortés, ha sufrido en carne propia este donde encuentran a:
extrañamiento lingüístico, pues: (...) una mujer que no era de ahí, ni
Las primeras palabras que aprendía, que de tierra adentro, ni de tierra afuera.
no eran las de mi madre, que no eran las Hablaba la lengua de la gente de cerca de
de mi padre, fueron náhuatl (1986: 81). santo Domingo y de Cuba (1986: 336).
A su manera de ver: Los españoles, empero, aprenderán
Los habitantes de Tenochtitlan son bron- náhuatl, no como un pueblo dominado, sino
cos en el hablar, hablando de ellos mi para controlar el discurso en sus relaciones con
madre decía: “Son los que hablan bron- los habitantes de Tenochtitlan, pues, de esta
co... ” (1986: 83). manera, lograrían independizarse de traduc-
tores como Malintzin, quien era consciente de
Quizás este rasgo explique por qué al que al aprender los españoles el náhuatl, se tor-
ingresar el ejército de Cortés en Tenochtitlan, naría en un objeto prescindible (p. 367).
se sirvieron de un guerrero de Tlaxcala en los También el náhuatl decaerá paulatina-
siguientes términos: mente al imponerse el español, proceso que
Adelante, sólo a veinte pasos adelante, comenzó con la derrota de Tenochtitlan, cuan-
venía el vocero de Tlaxcala que gritaba do las mujeres y hombres son exterminados.
en nuestro idioma avisando que toda Igual suerte toca a los libros, libros que descri-
mujer, todo niño, todo hombre, todo bían los “idiomas de la tierra” (1986: 279) entre
anciano, toda flor, toda hoja, toda rama otros muchos saberes. La quema de la biblio-
de árbol que osara obstruir el ingreso del teca de Nexahualcóyotl representaba para una
ejército de Castilla sería cortado en dos sacerdotisa un:
por la mitad y destinado a ser alimento (...) día aciago, seresmos (sic) mudos
de los perros. Eso decía el guerrero de eternamente, sin saber de la huella que
Tlaxcala, así lo repetía con voz de trueno dejaron nuestros antepasados por la vida
(1986: 129). (1986: 279).
El contraste de la lengua de los tenochas Respecto a los niños, Cortés ordena:
es patente al confrontarla con otros dialectos,
por ejemplo: —Haced de ellos lo que hacía el gran
Alejandro con las piezas de Persia,
La gente de Chaco (por ejemplo) no habla ¡castradles! (1986: 406).
como la de Tenochtitlan, sino que usa
un lenguaje suave, como el algodón, o el
pétalo de las flores (1986: 126). 3. ROMA Y EL LATÍN: SÍMBOLOS DE LA
CULTURA EUROPEA
El autor incluso aprovecha el prestigio
del náhuatl para mostrar procesos de discrimi- En la novela predomina el registro reli-
nación lingüística durante la fiesta de Toxcatl, gioso del latín, aspecto en el cual la obra se

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inserta en una atávica tradición de la literatura de Roma Mare Nostrum y en sus orillas
costarricense. Su funcionalidad en la obra está habitan los infieles (1986: 291).
relacionada permanentemente con Roma, en Es claro que, en el pensamiento de la
cuanto símbolo de dominación, cultura y glo- obra, España se ha identificado con Roma,
balización. representada en sus más grandes símbolos:
Roma y el latín son un referente conti- el mar, la ciudad, el derecho, sus gobernan-
nuo en ese ambiente. Esto explica su presencia tes y su lengua. Para el derecho, se apela a
indirecta en la carta que Cortés dirige a los Justiniano, el gran compilador de su sistema
reyes de España, donde describe las Ochenta jurídico; en cuanto a sus gobernantes, a Marco
Reglas de la Sabiduría que componen el Código Aurelio, El Sabio, el último de los llamados
de Nezahualcóyotl: Cinco Buenos Emperadores, quien gobernó
Para merecer el título de muy altísimo del 161 al 180. Roma y sus gladiadores tam-
Juez destos tribunales, tienen que estu- bién son el parámetro de comparación en un
diar mucho y en forma tal que las leyes combate ofrecido para entretener a Cortés y a
son más sabias que las Siete Partidas su gente durante su primera visita a la capital
y mucho más profundas que las leyes azteca (Roma de los Césares es precisamen-
de Justiniano. Tienen leyes que cuidan te la frase usada, p. 168). De este modelo,
que los niños asistan a la escuela a los se aprovecha incluso para describir a María
siete años de edad; contra la ebriedad, Estrada, esposa del sargento Estrada, al poner
la vagancia, la maldad de corazón, la en sus labios las siguientes palabras, con oca-
destrucción de los árboles cerca de las sión de la discusión que le permitió acompa-
fuentes donde recogen el agua. Leyes ñarlo en la aventura militar:
que protegen a las viudas y a los huér- —Camino como una burra de Almeria;
fanos; toda persona debe conocer todas soy terca como el río Guadalquivir que
y cada una de las ochentas leyes (...) jamás se ha devuelto; tengo todos los
(1986: 151). conocimientos que atesora Santi Ponte
Más adelante, prosigue la carta: desde la época de los romanos en Sevilla;
Hablando con muchas de estas piezas, sé cocinar, lavar, haceros el amor. ¿Por
hemos sabido que Moctezuma y sus qué dudáis de mí? (1986: 158).
reinos viven sumidos en harto temor, Grecia aparece indirectamente a través
envidia y odio. Hemos visto un sistema de la figura de Alejandro Magno. De los hechos
de baños calientes, con albercas junto a militares de Hernán Cortés, un anónimo solda-
ellos que son iguales a los que Plinio con- do catalán escribe:
taba que existían en la augusta ciudad de
Juventud sí tenía Cortés. Coraje, como
la Roma Imperial. Mas aquí los palacios pocos de los soldados en la historia de
son más grades y hermosos que los que Castilla, la vieja, la nueva. Un día estará
tenía Roma en la época de Marco Aurelio en el más grande de todos los libros cas-
y los de hoy, según hanme dicho los sol- tellanos, junto a César, Alejandro, Aníbal,
dados que la conocen y que terminan y, a fe mía, que se lo merecen (1986: 328).
diciendo que toda la belleza de Venecia
no puede igualarse con aquesta ciudad de Esta percepción es continuamente com-
partida por la soldadesca, así al tratar de esca-
México Temiztlan (1986: 153).
par de Tenochtitlan se lee:
Esta presencia de la Urbs, la confirman
Los soldados estaban contentos, y esa
las palabras de Andrés de Tapia a Xiconténcatl
noche admiraban y prometían vivir al
el joven, en Tlaxcala:
lado del señor capitán que había tenido
(...) pero sucede que frente a las costas de tales ideas, no comparadas con las accio-
nuestra gran nación existe un mar ancho nes del César, ni del hijo de Filipo de
y largo que llamamos desde el tiempo Macedonia (1986: 225).

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La ambición y planes de Cortés son des- dialogar con Sócrates en cualquier plaza
critos con base en estos dos referentes: de la vieja Atenas... (1986: 306-307).
Martín López pensaba en las palabras Roma y Grecia son también los ejes para
de Hernán Cortés y tenía que reco- comparar las acciones de los aztecas en materia
nocer una verdad, atrás quedaban las militar, en particular, su empleo del silencio
ideas de César para destruir las Galias (véase 1986: 209), una estrategia sin preceden-
y llevar esclavos a Roma; atrás queda- tes en el hijo de Filipo, en César o Aníbal, según
ban las guerras de Aníbal en los duros el criterio de León Sánchez.
caminos de Iberia... atrás quedaban
las historias de Alejandro, el hijo de 4. LA HEGEMONÍA DEL LATÍN RELIGIOSO
Filipo de Macedonia. La idea era audaz,
única, incontenible, como el corazón El capítulo V marca el incipit, el comien-
de Hernán Cortés. Pensó que todo eso zo de la invasión. La descripción memora los
era necesario, porque los guerreros de pasajes del Génesis:
México iban más allá de los moros a
Chalchiucuyehcan es el nombre del lugar
los que se enfrentó el Gran Capitán. El
desde donde todo se empezó a escribir
alumno de Aristóteles había caminado
sobre la arena (1986: 49).
adelante guiado por los vaticinios del
Olimpo, por los augurios de Delfos, por De inmediato, tiene lugar la primera
los sueños de su amante, otro hombre. mención del latín, un latín de dominación que
Pensaba en César, general de los roma- aprovecha un intertexto político y religioso del
nos, que de joven había tenido que servir siglo III de nuestra era:
de mujer a un señor de las Galias para Sobre los palos mayores se agitaban las
aprender sus triquiñuelas en la guerra. Y banderas de Carlos V y Hernán Cortés,
el sueño de Hernán Cortés quería supe- con sus palabras en latín, que eran todo
rarlos a todos (1986: 306). un reto al destino de nuestra raza, de
El impresionante ambiente cultural de nuestros dioses:
Tenochtitlan, como el de Texcoco, son descritos Amici seguamor (sic) crucem, et si nos filem (sic)
sobre la base de la ecuación Roma-Grecia: habemus, vere in hoc signo vicemus (sic).
Ahora estaba seguro (Martín López)
de que esos indios habían inventado la Las palabras se reflejaban sobre el mar
escritura y el arte de hacer libros antes y decían:
de que se conociera en las Universidades
de Castilla... Martín López estaba seguro Hermanos y compañeros:
que tenían un arte de números supe- sigamos la señal de la cruz con fe verdadera
rior a los griegos y a los romanos; ya porque con ella venceremos (1986: 49).
sabía que esos hombres conocían la
medicina en forma mejor que los árabes El agua es el elemento sobre el que el espí-
(...) Terminó Martín por entender que ritu divino se pasea antes de la creación. Es un
Tenochtitlan era una ciudad romana, principio de la creación, espejo que trasforma,
pero que Texcoco era una ciudad griega, da un giro al mundo real, que será el resultado
como la Atenas de Platón, de Pericles, de de la narración de la novela. Por ello convergen
Sócrates... Cuando escuchó a Ixtlixóchitl “arena” y “agua”, símbolos opuestos que aluden a
recitar los pensamientos de su augusto la materia primigenia, al cambio, al devenir.
abuelo, el señor Nezahualcóyotl, comen- Escasas cuatro páginas adelante, Hernán
tó con el tesorero Alderete: Cortés aparece en una escena mítica:
—Después de escuchar al nieto, ya En seguida, tomando una cruz que tenía
entiendo que su abuelo podía sentarse a un soldado en sus manos, la clavó en la

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arena y continuó: —En nombre de nues- Respecto al estandarte de Cortés, en efec-


tro Señor, nombro a esta tierra de bestias to, tenía una leyenda en latín, a saber: amici
la buena tierra de Vera Cruz, de la única sequamor crucem; si enim fidem habuissimus
cruz, de la cruz de la verdad. Repetid in hoc signo vincemus (de Alós, 1961: 132), es
conmigo (1986: 53). fácil corroborar los errores en la transcripción.
Este topónimo es repetido de inmediato Una misa es también el espacio para el
por las tropas y asume real importancia en latín en la batalla del Valle de Otumba, aunque
la celebración del primer Cabildo en México, las circunstancias son distintas: Cortés, sus
hombres y aliados están rodeados por el ejército
el de la Villa Rica de la Vera Cruz (pp. 75-77).
azteca, todo vaticina un holocausto:
Aparecerá continuamente hasta el final de la
obra, a la altura de la página 305. Pero no había duda, ésa sería la última
La inserción de la escena de una misa batalla que algún día contaría la historia,
en la narración, antecedida por un discurso de en los campos de magueyes de México,
obediencia y sumisión pronunciado por el padre sobre los capitanes de Castilla. Unos y
Juan Díaz a Cortés, donde hace hincapié en el otros se despedían, rezaban. Los sacer-
pago del diezmo, es también un contexto propi- dotes celebraban una precipitada misa de
cio para nuevas apariciones del latín: campaña.
El padre Juan Díaz continuó la misa en —Et (sic) misa est... (1986: 248).
latín. Al final, lleno de emoción, después
de besar la copa y ponerse de rodillas, Esta última expresión, pronunciada al
volteó a mirar a los soldados y levantan- concluir la celebración litúrgica, es propia del
do sus manos y sus brazos blancos en latín eclesiástico, su sentido es: “la oración se
forma de cruz, dijo: ha enviado al Señor”. Aparece por última vez en
la página 333, al describir la misa solemne que
—Dominus vobiscum. antecede a la batalla de la laguna de Texcoco.
De esta misa, Cortés pidió expresamente que
—Et cum Spiritu tuo— respondió Fray fuera “hermosa” y “que nos escuche Dios”. Aquí
Bartolomé de Olmedo, con una voz muy León Sánchez la transmite como est misa est,
hermosa. destacando el interés de los jefes de Tlaxcala,
—Benedicto Dei, omnipotentis... Huexotzinco, Cholula y también Ixtlixóchitl,
por la nueva religión de los cristianos; todos
Y volviendo todo el cuerpo hasta el públi- ellos, ahora con los apelativos de don Felipe,
co hizo la señal de la cruz y repitió: don Carlos, don Santiago, don Pedro, don
Miguel, don José, don Juan, doña Rita Rosa,
—Patre (sic), et Filii, et Spiritus Sancti. don Cosme, doña Adelia.
El latín es también una lengua académi-
—Amén— dijo Fray Bartolomé.
ca: tal y como reconoce Hernán Cortés durante
—Amén— repitió Cortés lleno de man- una narración etiológica de Malintzin sobre la
sedumbre y con él todo el ejército en alta construcción de Tenochtitlan, aunque no ejem-
voz, como un eco. plifica su uso:
El gran Nezahualcóyotl decía de ellos
—Ite misae (sic) est. que eran tan sabios que podían dialogar
—Deo gratias (1986: 70). hasta con su propio corazón.

El latín de las citas precedentes muestra —¡Dialogar con su propio corazón!


serios yerros en la morfología de las palabras ¿Qué dirían mis antiguos maestros de
y la gramática: seguamor en vez de sequamor, Salamanca, donde pasé estudiando latín
filem por fidem, patre en lugar de patris, el plural ocho semanas, al escuchar estas pala-
misae, cuando lo procedente era el singular misa. bras? (1986: 149).

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No obstante, la verdad y los frutos —Acomódate —Varios curiosos, y entre


de tal estadía los había confesado Cortés al ellos Sandoval, se interesaron en la prue-
Capitán Juan Velázquez de León, al tramar la ba. —Os aseguro que es buen varón
constitución del Cabildo de la Villa Rica de la entre varones y hasta sabe rezar... Negro,
Vera Cruz: rezad lo que os han enseñado ¡vamos,
—Ya se teje vuestra leyenda... rezad, que no os pesará! Dios nuestro
Señor también suele escuchar las oracio-
—Equivocada... Mi estadía en Salamanca nes de los negros.
no pasó de tres meses, cuando tenía
—Padre nuestro...
quince años de edad y nunca precisé
cumplir siquiera con las clases de latín —¿Lo veis? Os lo dije ¡rezad, rezad!
que recibía... Ya veis que está mal esa
leyenda (1986: 73). El negro rezaba en castellano y luego
El cultismo natura aparece en la pági- lo hacía en latín. Entre oración y ora-
na 79, en la frase “requerimiento de natura”, ción reía como si le estuvieran haciendo
donde se pretende apelar a un evento natural cosquillas en la planta del pie. El subas-
tador habló y el negro repitió el rezo.
como causa de la pérdida de los galeones espa-
Se reía y reía, como si supiera que el
ñoles, ocultando así el carácter político de su
Dios blanco jamás habría de escuchar la
destrucción.
oración de un negro. Parecía una figura
La lengua de Roma, su espacio y simbo-
de carbón tallada. El subastador tomó su
lismo son un continuo referente en la obra, sin
pene entre los dedos y señalando con la
embargo, el latín de carácter religioso predomi-
otra mano, explicó:
na entre las manifestaciones políticas, jurídicas
y culturales. En esta lengua están escritas las —Ya lo veis, de luenga medida, bueno
oraciones de absolución pronunciadas sobre para las indias desde los doce hasta los
una masa de prisioneros a punto de ser quema- cuarenta años... para que aumentéis
dos vivos: vuestra hacienda. Hasta lo podéis alqui-
—Ego te absolvo a pecatis tuis. In nomi- lar, si tal deseáis... (1986: 263).
ne Patre (sic) et Filii, et Spiritus Sancti, Este esclavo moriría más tarde, vícti-
Amén... (1986: 178). ma de la peste, es decir, la viruela, en el pro-
Nuevamente, se emplea el ablativo en vez pio palacio de Ahuízotl, mientras pronunciaba
del genitivo en la fraseología sígnica del catoli- “palabras extrañas que ni siquiera los nuevos
cismo. En esta dolorosa escena, Cuauhpopoca, conocedores del castellano entendían” (1986:
el Señor de las Costas, de las Fronteras, es 265). Esta enfermedad causará estragos entre la
chantajeado para que entregue los mapas de la población autóctona, será la misma enfermedad
defensa del imperio a cambio de la vida de su que casi arruina el bautizo de Tocolotzin, nuevo
hijo de doce años. Su respuesta es un salivazo señor de Texcoco, designado tal por el propio
hacia Hernán Cortés, el corolario es obvio: Hernán Cortés. Disfrazado como español, la
todos los prisioneros son incinerados. La esce- escena discurre:
na acaba en medio de las oraciones en latín de La tropa se puso en actitud de firmes
Fray Bartolomé de Olmedo y el sacerdote Juan y presentó armas. En ese momento,
Díaz. Un brillante contrapunto. ingresó el nuevo señor de Texcoco. Era
Un efecto semejante se consigue en la Tecolotzin. Todos dejaron de reír cuando
subasta de esclavos, donde un “padrote” de piel ingresó en el salón. Venía vestido a la
negra (el negro Mandinga) es exhibido en toda sevillana, y como era grande y gordo, sus
su facultad generativa. Las mujeres, prevenidas movimientos eran amorfos dentro de la
al efecto, se han retirado y el encargado anun- vestidura. Su gran barriga le molesta-
cia a voz en grito: ba dentro de los jubones. Calzaba botas

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de Castilla y llevaba gorra estilo Cortés; señora. Aquesta tierra ha de llamarse


espada al cinto, espuelas en los talo- Nueva España y no habrá más tierras
nes de las botas, que le costaba trabajo divididas, todo será una nación bajo
manejar. Ingresó sonriendo, pero tenía nuestra bandera y al servicio de su Alteza
la cara pálida. Cortés se puso nervioso al Real, a quien Dios prodigue mucha fortu-
verle y preguntó discreto: na... (1986: 122).

—¿No será la... enfermedad? El registro religioso y su permanente


amenaza a la libertad de los nativos se mani-
El sacerdote Juan Díaz y Fray Bartolomé fiesta sin velamen luego de la derrota de
de Olmedo habían preparado un altar Tenochtitlan, cuando llegan ante Cortés doce
lleno de flores del lago. Todo era rojo. En misteriosos varones, “hombres descalzos, hara-
el acto se bautizaría al señor Tecolotzin. posos, barbudos, con el cansancio reflejado en
sus ojos”, que se llaman entre sí “hermanos”,
—¿Aceptáis ser el padrino del señor que ante quienes el Capitán de Castilla se inclina y
en este acto bautizaremos con el nombre besa sus pies. Una ignota mujer azteca pregun-
cristiano de don Fernando?― preguntó ta ¿quiénes son?, la respuesta es sencilla:
Fray Bartolomé a Cortés. Este se hincó y
en actitud de sumisión, respondió: —Son los conquistadores... (1986: 404).
Era el grupo de frailes que venía a trans-
—Acepto. mitir la buena nueva, el mensaje de Cristo.
Ya para este momento, el resultado de la
Juan Díaz echó agua bendita sobre la
cabeza de Tocolotzin en tanto murmu- lucha se aprecia lingüísticamente luego de la
raba: derrota de los tenochas: las órdenes “se dan en
mal idioma de Tenochtitlan” (p. 403), pues ya
—Ego te bautizo in nómine Patre (sic), no importa conocer y dominar la lengua de un
et Filii... (1986: 275). pueblo que ya ha sido controlado en sus cuer-
pos y voluntades. Así lo habían presentido las
Nuevamente, figura Patre en lugar de
palabras de Cuauhtémoc:
Patris, tal y como se ha apuntado. Este, así
como los otros yerros no parecen denotar algún —Si perdemos esta guerra... solamen-
tipo de intencionalidad por parte del autor. te nos usarán para hacer cacharros...
Primero que todo, porque probablemente no para cocer cacharros... nadie escucha-
serían percibidos por la mayoría de los lectores rá nunca más las palabras mexicanas...
(lo que reduciría significativamente cualquier (1986: 394).
efecto que el autor hubiera deseado), segun- Luego de la derrota, la transformación es
do, porque más parecen deberse a errores de definitiva:
transcripción, quizá originados en que la citas
fueron hechas de memoria, sin consultar una Cristóbal Flores estaba en la cima de
fuente fidedigna. un templo, ahora convertido en iglesia
La guerra contra los aztecas era también dedicada a María, madre de Dios, refu-
una guerra lingüística, unos y otros procuran gio de los pescadores, salvación de los
rápidamente aprender la lengua de su enemi- cristianos... Madre de madres... Con un
go. Sin embargo, los invasores no soportan nombre raro, estaba esa diosa cristiana,
con facilidad el náhuatl, tal y como muestra la como la diosa madre del mundo azteca
siguiente sentencia de Cortés: (1986: 399).

—Calpan, ¡qué nombres más difíciles de En ese templo colgarán la Nicolasa, una
pronunciar! Después de nuestra llegada campana:
a México, mandaré borrar estos nombres (...) era como una niña vestida de fiesta
salvajes de nuestros enemigos aztecas, para el Corpus, en las calles de Sevilla...

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El latín de los conquistadores en “Tenochtitlán” de José León Sánchez 131

y sonaba por el tiempo... Ton ton. Por lo Estos dos momentos aparecen imbricados
que había sucedido... Tan tan tan. Por lo merced al repicar de la campana. Ambos son
que estaba pasando... Ton ton ton. Por lo representantes fieles de la ritualidad católica:
que sucedería esa mañana, a destiempo, no son expresiones racionales, son imposiciones
que estaba ya pasando en la historia de del nuevo culto, reiterativas por los siglos de los
México Tenochtitlan (1986: 399). siglos. Apelan este, al inicio de la cristiandad en
El contraste lingüístico es patente: el el Misterio de la Anunciación, el otro, a su inicio
cambio de dominación implica una regresión en la institución de la Eucaristía, un sacrificio
lingüística, representada en la carencia de sig- cruento renovado incruentamente en el cere-
nificante léxico de las onomatopeyas del repi- monial litúrgico por toda la eternidad, así es la
que de las campanas. Son arbitrarias, pero historia, así es México.
plurisignificativas.
En este contexto, el latín reaparece en BIBLIOGRAFÍA
la comparación con el Corpus, frase nominal De Alón Fontcuberta, Francisco. “Lemas
elíptica del Corpus Christi. Es esta la penúltima heráldicos españoles”. Revista Hidalguía
aparición de esta lengua en la obra. La última 44. 1961: 129-150.
tiene estrecha relación con esta, es el angelus: León Sánchez, José. Tenochtitlan. La última
La campana replicó seis veces... Ton... batalla de los aztecas. 6a edición. México:
ton... ton... ton... ton... ton... Era la hora Editorial Grijalbo SA , 1986.
del angelus en el nuevo mundo de los cris-
tianos. Hernán Cortés iba subiendo las
ciento catorce gradas del Templo Mayor de Fecha de ingreso: 14/04/2011
Tenochtitlan (1986: 399). Fecha de aprobación: 18/01/2012

Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 137: 123-131 / 2012 (III). (ISSN: 0482-5276)

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