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En cuanto a su demografía, Colombia se caracteriza por ser el tercer país más poblado en
Latinoamérica y el vigesimoséptimo mas poblado del mundo. Ha experimentado un rápido
crecimiento poblacional como muchos países de la región, con un leve descenso en las
últimas décadas. Se estima que más de 7 millones de colombianos viven fuera del país por
diversas causas.
Para finales del siglo XX y comienzos del XXI, el proceso de migración resulto en un
acelerado proceso de urbanización tanto en las principales ciudades del país como en las
ciudades colindantes a estas. Este escenario se produjo principalmente por la búsqueda de
los habitantes de mejorar sus condiciones de vida, lo cual implicaba, principalmente, tener
un mejor empleo y una mejor educación. Como efecto, durante los últimos 25 años Bogotá
pasó de contar con 4.947.890 habitantes a 7.878.783, Medellín pasó de 1.688.394 a
2.464.322 habitantes, y, Cali de 1.669.322 a 2.369.821 habitantes. Si se toma el lapso de
1995 al 2015 las principales ciudades presentan una tasa de crecimiento demográfico de
32,3%.
Así como en Colombia existen municipios que han crecido aceleradamente, también hay
otros que han decrecido drásticamente. Como ya se ha hecho referencia a los municipios
que han crecido durante los últimos 30 años, nos centraremos en aquellos que han tenido
una disminución de población entre 1985 y 2015.
Colombia se caracteriza por ser una sociedad mayoritariamente urbana. Las ciudades se
presentan como las grandes victoriosas del siglo XXI, debido a que tienen la capacidad de
albergar multitudes de personas que obtienen mejores condiciones de vida y oportunidades
en cuanto a educación, salud y empleo, comparado con las que tienen las personas que se
asientan en las áreas rurales del país. Con respecto al fenómeno urbano en Colombia se
puede concluir los siguientes aspectos.
Primero, a través de la historia colombiana, los centros urbanos principales han venido
cambiando pues se ha presentado la decadencia de antiguas ciudades y el surgimiento de
otras. Los factores que explican la caída o éxito de las ciudades se vinculan con dos
aspectos básicos: el dinamismo económico y las instituciones. En otras palabras el
crecimiento urbano encuentra una estrecha relación con las dinámicas económicas, sociales,
culturales, académicas y políticas que se desarrollan en la ciudad. Así como con la
capacidad que tiene el Estado a nivel local para brindar los servicios públicos domiciliarios,
una infraestructura adecuada, sistemas de transporte y de comunicaciones eficientes,
condiciones básicas de seguridad y justicia, seguridad social y cobertura y calidad en la
educación.
Segundo, la migración de las personas hacia las ciudades en Colombia en los últimos años
es un reflejo de los beneficios que éstas brindan. Sin embargo, el hecho de que cientos de
personas acudan a las ciudades implica importantes retos para el Estado que se enmarcan en
la capacidad de resolver las demandas de los ciudadanos, fomentar el dinamismo
económico urbano, facilitar la transmisión del conocimiento, dotar a la ciudad de servicios
públicos domiciliarios así como una infraestructura de transporte adecuada que logre
conectar la ciudad que les permita a los ciudadanos acceder los puestos de trabajo y a los
bienes de consumo. Esto se complejiza si se tiene en cuenta los nuevos fenómenos de
dispersión urbana que han logrado desbordar las ciudades más allá de sus límites
municipales y vincularse con las poblaciones de otros municipios vecinos, conformando
aglomeraciones urbanas, que en algunos casos traspasan incluso departamentos. La
coordinación intermunicipal en aspectos vitales para el funcionamiento de las ciudades en
una Colombia marcada por una fuerte autonomía municipal es uno de los principales retos
de gobierno urbano.
Tercero, y como se pudo observar en cada uno de los periodos intercensales escogidos
(1985-1993, 1993-2005 y 2005-2015) los municipios con mayores decrecimientos
poblacionales se modifican. De esto se comprobó que sus dinámicas responden a hechos de
orden orgánico, socio-cultural y a causa de la emigración hacia centros urbanos grandes, en
tanto los beneficios que traen consigo son elevados. Dentro de dichas explicaciones se
concibieron los factores de las dinámicas de decrecimiento poblacional, es decir, el
aumento de la mortalidad, el descenso de la fecundidad, y, la emigración de los habitantes.
El cambio de las primacías urbanas en el país nos remite a varios interrogantes referentes a
la gestión del Estado en aspectos como el mejoramiento de la infraestructura nacional que
permita conectar con éxito las ciudades en crecimiento que se ubican alejados de los
grandes centros urbanos, y el fortalecimiento de las instituciones políticas para el control
efectivo de las ciudades que están aumentando su población, fundamentalmente, para evitar
que el proceso de urbanización se convierta en un obstáculo, y que por el contrario, sea un
factor potencializador de desarrollo para el país.
10. ANALISIS DE LA INVERSION EXTRANJERA DURANTE EL SIGLO XXI
el principio de la tributación con representación no está nada claro en las instituciones
parlamentarias que exhibe el país a la fecha y no es parte de su tradiciónlegal,5 lo que
permite la evasión masiva de impuestos o, por el contrario, impuestos a veces
confiscatorios. Es corriente incluso lo contrario: la representación comprada directamente a
los políticos por individuos que no pagan impuestos, ya sea narcotraficantes o
contrabandistas, lo que les permite defender sus actividades y continuar con su evasión
tributaria. No hay prisión por la evasión de impuestos aunque sí la hay para los que
recauden impuestos y se los queden. Y no hay castigo porque es una conducta
históricamente propiciada por las capas propietarias de tierras y otro sin intereses muy
importantes. Hoy en día estaría limitada a algunas regiones con presencia guerrillera y
utilizando las tierras confiscadas a los narcotraficantes. Hoy tenemos el campo vaciado
sobre las ciudades y no hay ninguna base histórica de igualdad de oportunidades. La
realidad ha sido un estado históricamente débil, pobremente financiado y apoyado en las
redes de clientes de los políticos profesionales a quienes los poderes dominantes delegan el
oficio de la política. Eso les otorga el derecho a usufructuar personalmente de los recursos
públicos, tal como lo hicieron antes los que consideraron al Estado como su patrimonio
particular. Las instituciones de vigilancia se tornan en peajes para los que roban y para los
que no lo hacen pero requieren de su visto bueno. El sistema político clientelista es anti-
meritocrático y anti-competitivo. Predomina el conflicto para capturar rentas y está ausente
la cooperación para lograr que el gasto público sea un elemento de desarrollo económico y
de equidad social. Gana el ventajismo, el que no respeta las reglas ni la ley y el que recurre
a la movilización vociferante. Impera la mediocridad en el sistema educativo. Domina el
parroquianismo.
Para fortalecer la competitividad del país para atraer IED, el gobierno ha trabajado en el
mejoramiento de la figura de las zonas francas, a través de las denominadas zonas francas
especiales, y estableció desde 2005 la herramienta de los contratos de estabilidad jurídica.
[CITATION 20005 \l 3082 ] Sin embargo, sobre esta última herramienta a juicio de algunos
analistas hay dificultades de carácter práctico y limitaciones de la figura jurídica que le
restan efectividad.[ CITATION Fed07 \l 3082 ] plantea como dificultades la falta de claridad en
los criterios para la aprobación de las solicitudes para suscribir dichos contratos y la
complejidad en la identificación de las normas que se consideran determinantes para la
inversión, las cuales son el objeto del contrato. Esto se ha traducido en un número
importante de solicitudes y la aprobación de sólo cuatro contratos para mediados de 2007.
En este contexto, existe consenso entre analistas y representantes del gobierno sobre la
necesidad de realizar ajustes al régimen vigente de inversión extranjera en aspectos
específicos que mejorarían las condiciones que Colombia ofrece a los inversionistas. Se
pueden citar como ejemplos la simplificación del registro de inversión para los casos en que
no es automático así como del régimen de sanciones en materia cambiaria. Finalmente,
como parte del objetivo de mejorar aspectos competitivos del país en la atracción de capital
foráneo, en la reforma tributaria de 2006 se eliminó el impuesto de remesas. Este impuesto
se causaba por la transferencia al exterior de rentas y ganancias ocasionales percibidas en
Colombia por empresas con inversión extranjera, así como por las utilidades obtenidas por
las sucursales extranjeras. Si las utilidades se reinvertían en el país, el pago del impuesto se
difería mientras la reinversión se mantuviera.
Se prevé que las presiones de la deuda externa en el corto plazo sean limitadas,
considerando que los recursos para el paquete de estímulos provendrán de los fondos de
ahorro existentes. Las expectativas también apuntan a que el gobierno continúe cumpliendo
con la regla fiscal, la cual permite una mayor flexibilidad dado el precio del petróleo y la
desaceleración del ciclo económico.
Un fuerte repunte en el crecimiento se prevé para 2021-2022, siempre que la pandemia sea
de corta duración. Se espera que el entorno de bajas tasas de interés, facilitadas por el
Banco Central, impulsen el crecimiento del consumo privado. Esto, una vez que se hayan
aliviado las medidas de contención doméstica y se facilite un repunte gradual de la
inversión, a medida que los proyectos de infraestructura importantes como las carreteras 4G
y los proyectos del metro de Bogotá se reanuden por completo.
Se espera que la inflación permanezca dentro del rango objetivo del Banco Central, debido
a que la debilidad de la demanda atenuará las presiones del efecto traspaso (pass-through)
del tipo de cambio. Sin embargo, se espera que los bajos precios del petróleo y las
reducciones en la demanda global causen un deterioro en el déficit de cuenta corriente hasta
5.3% del PIB en 2020, antes de recuperarse a 4.7% en 2021-2022.