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REPASO: CASOS Y PREGUNTAS A RESOLVER

CURSO ACCIONES CONSTITUCIONALES 2020

1. Un parlamentario participa en manifestaciones en el centro de


Santiago, en las cercanías del Palacio de Gobierno, con un grupo de
individuos para protestar por las medidas de cuarentena adoptadas
por el Gobierno con motivo de la pandemia Covid 19, a raíz de lo cual
congresistas opositores presentan requerimiento al T.C de inhabilidad
y cesación en el cargo del referido parlamentario.
Siguiendo una interpretación sistemática, señale y desarrolle los
preceptos constitucionales que se aplican.

Respuesta: art 93 N° 14 atribuciones del tribunal constitucional, Todos


los habitantes tenemos derecho a manifestarnos, pero este parlamentario
tiene que guardar el margen de la constitución y de la ley por lo tanto las
autoridades de nuestro país tienes diferentes obligaciones, 19 N° 15 El
derecho de asociarse sin permiso previo. La Constitución Política
garantiza el pluralismo político. Son inconstitucionales los partidos,
movimientos u otras formas de organización cuyos objetivos, actos o
conductas
no respeten los principios básicos del régimen democrático y
constitucional, procuren el establecimiento de un sistema totalitario, como
asimismo aquellos que hagan uso de la violencia, la propugnen o inciten a
ella como método de acción política. Corresponderá al Tribunal
Constitucional declarar esta inconstitucionalidad. Sin perjuicio de las
demás sanciones establecidas en la Constitución o en la Ley, las personas
que hubieren tenido participación en los hechos que motiven la
declaración de inconstitucionalidad a que se refiere el inciso precedente,
no podrán participar en la formación de otros partidos políticos,
movimientos u otras formas de organización política, ni optar a cargos
públicos de elección popular ni desempeñar los cargos que se mencionan
en los números 1) a 6) del artículo 54, por el término de cinco años,
contado desde la resolución del Tribunal. Si a esa fecha las personas
referidas estuvieren en posesión de las funciones o cargos indicados, los
perderán de pleno derecho. Las personas sancionadas en virtud de este
precepto no podrán ser objeto de rehabilitación durante el plazo señalado
en el inciso anterior. La duración de las inhabilidades contempladas en
dicho inciso se elevará al doble en caso de reincidencia. Él no había
formado este grupo, estaba en una manifestación, que las conductas no
hayan respetado los principios básicos del régimen democrático y eso
habría que acreditarlo y en este caso no esta acreditado ya que si lo
llevamos a la realidad es lo que paso durante octubre y noviembre con
muchos parlamentarios que participaron y se retiraban antes de que
comenzaran los desastre porque estaba haciendo uso de su derecho a
reunión y no por haber estado en una manifestación es causal de
inhabilidad, En este caso el tribunal no tendría que acogerlo para que
ocurra debe existir un grupo organizado con armas, etc.

2. El Presidente de la República mediante un Decreto Supremo


convoca a un plebiscito nacional para el día 26 de julio de 2020, en el
plebiscito señalado, la ciudadanía dispondrá de una cédula electoral
con dos preguntas.

Respuesta: El T.C no solamente tiene las atribuciones que dicen relación


con la inaplicabilidad y a la inconstitucionalidad ya que igual deben
revisar actuaciones del presidente, estas atribuciones en cuanto a la
legalidad le corresponden al contralor, pero en cuanto a la
constitucionalidad de su actuar le corresponde al T.C
1. La primera pregunta será la siguiente: ¿Quiere usted que el plebiscito
establecido en el artículo 130 de la CP. R se lleve a cabo en la fecha allí
indicada, esto es, el 25 de octubre de 2020?
2. En la segunda pregunta se señalará o ¿Quiere usted que el referido
plebiscito sea convocado para el próximo año en una fecha que el
Congreso determine?
RESPONDA:
Es susceptible de control ante el T.C esta actuación del P. de la R. al
fundamentar su respuesta debe aplicar los preceptos constitucionales
pertinentes.
3. Establezca claramente la diferencia entre la acción de
inaplicabilidad e inconstitucionalidad, cite la normativa que la
establece.

4. Señale cual es el derecho protegido en la acción de amparo ante el


Juez de Garantía e indique respecto de que tipo u origen de
privaciones de libertad opera.

5. Resuelva el siguiente caso


Usted es asesor del P. de la R. y se encuentra en el siguiente
problema: Que el Contralor General de la República en el ejercicio de
la función de control de legalidad, que le compete, no toma razón al
decreto de aquél dictado, en virtud de las atribuciones que la C.P.R le
reconoce en el artículo 32 N ° 20 en virtud de las que dicta un Decreto
Supremo, decretando pagos no autorizados por ley a fin de atender a
necesidades impostergables del servicio de salud derivadas de la
pandemia que afecta a nuestro país, destinados a adquirir mil
respiradores mecánicos procedentes de China, que le aconseja al P. de
la R. para resolver esta emergencia. Para resolver este asunto señale
la normativa aplicable.
6. Señale quienes están en doctrina por el rechazo del control
represivo de constitucionalidad de los Tratados Internaciones, quién
por la defensa y cuál es la postura del T.C
7. Haga un paralelo y señale diferencias entre Amparo Constitucional
y Amparo Legal
8. Señale cual es la diferencia que existe respecto de la Acción de
Protección Ambiental con la Acción de Protección ordinaria.
9. Haga un paralelo entre Amparo Económico y Recurso de
Protección.
10. Resuelva lo siguiente:
Lo visita en su oficina de abogado un vecino de la ciudad, un hombre
de paz y con arraigadas convicciones republicanas y le manifiesta que
ha tomado conocimiento por un desertor del movimiento que viene
en poner en su conocimiento, que existe un grupo organizado que en
los últimos movimientos suscitados en el país han participado en
forma violenta, tienen armas que les han facilitado desde el
extranjero, propician no respetar las leyes ni la Constitución y están
induciendo y preparando a muchos vecinos no solo del sector, sino
del país a los que les han facilitado armas para alzarse contra el
régimen legalmente constituido. El individuo que lo visita en su
estudio viene a consultarle porque él ha tenido conocimiento que se
puede denunciar a esos grupos y disolverlos, y quiere contratarlo a
usted para que se encargue del asunto.
Qué acciones intentaría usted que nuestro ordenamiento contempla,
cite las normas aplicables.
12. Análisis sentencia sobre Amparo económico, están las posiciones
de la Corte Suprema
Setenta y ocho 78
Puerto Montt, veinte de agosto de dos mil trece.
VISTOS:
Que a fojas 29 comparece ante esta Corte doña Jacqueline Leviante Asencio,
trabajadora independiente, domiciliada en Calle Volcán Callaquén N°521, comuna y ciudad
de Puerto Montt; quien deduce recurso de amparo económico en contra de la Ilustre
Municipalidad de Puerto Montt; de su representante legal, el alcalde don Gervoy Paredes
Rojas; del jefe de Rentas y Patentes don Óscar Bahamondes; del Jefe de Gabinete alcaldicio
don Juan Pérez; del Jefe de Inspección Municipal don Williams Rebolledo; y de la
funcionaría del departamento de Rentas y Patentes doña Laura Díaz, todos domiciliados en
calle San Felipe N°80 de esta ciudad; en base a los argumentos que, en lo pertinente, se
exponen a continuación.
Señala que, desde el mes de diciembre del año 2012, la Municipalidad de Puerto
Montt le ha otorgado los permisos requeridos por ley para desarrollar actividades de
emprendimiento económico, traducidas en poder instalar su carro de sopaipillas a las
afueras del Mall Costanera de esta ciudad y venderlas al público que por ahí transita.
Precisa que hace más de 15 años se ha dedicado a esta actividad, al principio sin
cumplir con los requisitos exigidos por Ley, por lo que tuvo problemas de toda índole, entre
ellos partes de carabineros, los cuales fueron debidamente pagados y razón por la cual, una
vez que tuvo las condiciones económicas para ello, decidió invertir en un carro que cumple
a cabalidad con los requisitos que exige el artículo 74-B del Reglamento Sanitario de
Alimentos (Decreto N°977/96 del Ministerio de Salud), lo que significó un desembolso de
más de $800.000, así como también inició actividades de carácter tributario en el Servicio
de Impuestos Internos y obtuvo una Resolución Sanitaria emitida por la SEREMI de Salud
a su favor. Todo ello le permitió exigir, con la ley de su lado, que la Municipalidad de
Puerto Montt le diera el permiso necesario para llevar a cabo su actividad, autorización por
la que tuvo que pagar.
Expone que, debido a que por la campaña del actual alcalde don Gervoy Paredes
Rojas se instalaron carros de Coca-Cola del mismo rubro, comenzaron a surgir
controversias. Los comerciantes de esos carros le amenazaron reiteradas veces, asistieron a
hablar con el alcalde, acusando que les quitaba los cuentes y que debía ser desalojada por
este motivo. Dentro de esta tónica supo del compromiso que había hecho este grupo con los
funcionarios del departamento de Rentas y Patentes, consistente en sacarle de ese lugar. Es
por esta razón que se dirigió personalmente a la Municipalidad, en son de aclarar estos
inconvenientes de la manera más correcta, siendo recibida en un primer momento por don
Juan Pérez, quien es jefe del gabinete del Alcalde, funcionario que en ese momento recibe
una llamado de doña Laura Díaz, funcionaria administrativa de Rentas y Patentes, pudiendo
escuchar frases como "los queremos sacar de ahí", "ellos no tienen hijos discapacitados
como los otros comerciantes, así que no tienen derecho" o "hemos tratado de mandarles a
Carabineros para que los saquen luego".
Refiere que, después de ser otorgado el segundo permiso del Alcalde, comenzó a
tener conflictos con Carabineros quienes dudaban de le veracidad de los permisos, y sus
colegas se empeñaban en hacer de su estadía en su lugar de trabajo una tortura. Cuando este
permiso se venció, acudió a renovarlo a la Municipalidad. Como ya lo había hecho antes el
alcalde lo emitió, pero en Rentas y Patentes se negaron a firmarlo, de manera burlesca y
sarcástica le dijeron que no era quién para emitir boletas, como intentando quitarle el
derecho y siendo funcionarios que nada tienen que ver en relación con la entidad que se lo
permite.
Agrega que se dirigió directamente al Alcalde a explicarte todas estas adversidades
que no le permitían trabajar, y es él quien le recomienda buscar un nuevo lugar para evitar
todos estos problemas. Por ello, con su pareja tomó en cuenta el consejo e hizo una suerte
de estudio de mercado, considerando que un buen lugar podría ser calle Antonio Varas a la
altura del N°700, así que envió una carta a don Óscar Bahamondes, solicitando concederle
permiso para trabajar ahí, pero luego cambió de parecer y decidió solicitar el permiso para
trabajar en el terminal de buses ubicado en calle Portales con Ancud. En esta ocasión se
apersonó en la Municipalidad en busca de una solución a todos estos conflictos,
oportunidad en que el funcionario don Juan Pérez, de manera despectiva y burlesca, le dice
que el permiso recaerá en le calle Lota que, lugar en que no hay posibilidad alguna de
prosperar con un carrito de sopaipillas, pues casi no hay Tránsito peatonal.
Argumenta que fue don Cristian Barrientos, asesor del Alcalde, quien le ayudó con
las gestiones para conseguir el permiso para trabajar en el terminal de buses, autorización
por la cual debía cancelar la suma de $20.000 mensuales, no obstante lo cual, cuando llegó
el momento de pagar por él, la señora Laura Díaz le exigió pagar la suma de $32.000 cada
18 días a modo de castigo por haber recurrido a las autoridades mayormente facultadas, en
vez de Tratar con un grupo de funcionarios que, hasta ese entonces, no estaban dispuestos a
ayudarle. Sin embargo, ya agotada emocionalmente por todos estos inconvenientes, accedió
a pagarle y renovar el permiso bajo sus condiciones, todo para poder trabajar tranquila.
Señala que el primer día de trabajo en el terminal de buses, fue por decir lo menos,
trágico. No pudo trabajar debido al linchamiento de parte de los otros comerciantes que ahí
trabajan, ellos le insultaron, le amedrentaron y amenazaron con quemar su carro y, ya que
en sus boletas aparece su número de teléfono, ellos le llamaron para amenazarle de muerte,
por lo que se vio obligada a llamar a Carabineros, quienes asistieron al lugar al día
siguiente. Si bien no la volvieron a agredir físicamente, sí lo siguieron haciendo de manera
verbal.
Expresa, desde otra perspectiva, que el cambio de ubicación le produjo pérdidas
económicas, pasando a vender de 500 a 70 sopaipillas a la semana, situación que logró
revertir con esfuerzo. Cuando ya lo había logrado fue a renovar el permiso municipal el día
17 de julio, y es en este momento cuando no se accedió a lo renovación, a pesar de haber
agotado diversas instancias para lograrlo. Por ello, desde el día 17 de julio no cuenta con el
permiso requerido, por lo que se ha visto impedida de realizar su trabajo y de percibir
ganancias para mantener a su familia, compuesta por su pareja y tres hijos que dependen de
ellos.
Por lo anterior, estimando que la conducta ilegal y arbitraria de los recurridos
vulnera su libertad de desarrollar cualquier actividad económica, garantizado en el artículo
19 N°21 de la Constitución Política de la República, y en virtud de lo dispuesto en el
artículo único de la ley 18.971, es que solicita a esta Corte tener por interpuesto el recurso,
admitirlo a tramitación y, en definitiva, se ordene restablecer el imperio del Derecho
haciendo cesar los impedimentos y decretando las medidos necesarias para dicho efecto.
Que a fojas 46 se tuvo por interpuesto el recurso y se ordenó informar a la recurrida.
Que a fojas 73 informa don Egidio Cáceres Langebach, abogado, en representación
de todos los recurridos, en base a los argumentos que, en lo pertinente, se exponen a
continuación.
Expresa que los hechos descritos por la recurrente no son efectivos sino que, por el
contrario, la actuación del Municipio se ha desarrollado en cumplimiento de la normativa
vigente.
Refiere que, sin perjuicio de la actividad comercial que pudo haber desarrollado la
recurrente con anterioridad a los hechos que motivan la presente causa, lo cierto es que con
fecha 10 de abril de 2013 la actora presenta una solicitud dirigida al Alcalde de la I.
Municipalidad de Puerto Montt y al Subdirector del Departamento de Rentas y Patentes, en
las que informa que ha realizado una serie de gestiones con el fin de obtener las
autorizaciones necesarias para desarrollar su actividad de venta de sopaipillas ante el
Servicio de Impuestos Internos y ante la Seremi de Salud. En mérito de lo anterior, solicita
que se le autorice a seguir trabajando con un permiso provisorio, es decir no definitivo ni
permanente.
Precisa que, en respuesta a dicha solicitud, el Sr. Alcalde autoriza a la Sra. Leviante
para trabajar con un carro de venta de sopaipillas de forma provisoria y hasta el 10 de abril
de 2013, en calle Illapel N°10 (sector Mall Paseo Costanera).
Expone que, posteriormente y en ejercicio de las atribuciones que la ley confiere a
los Municipios, se le otorgan a la Sra. Leviante otros seis permisos para el desarrollo de su
actividad comercial, los que la habilitaban para el desarrollo de sus actividades en calle
Ancud con Diego Portales hasta el 18 de julio pasado.
Argumenta que en mérito de dichos permisos, todos los cuales tenían un carácter
transitorio, la recurrente procedió a efectuar el pago de los derechos municipales
correspondientes, según queda acreditado con los certificados de pago que acompaña.
Indica que, por otra parte y en ejercicio de sus facultades legales, el Municipio a
través de sus inspectores procedió a efectuar una fiscalización a los comercios ambulantes
que se ubican en el sector de Av. Diego Portales. Fruto de la misma, se elaboró el informe
de Inspección N°15, en el que se constata el alto flujo de transeúntes que se desplazan en
calle Antonio Varas a la altura del 700, lo que dificulta el paso normal de transeúntes,
además de constatar que en el sector ya existe una importante concentración de comercios
ambulantes que provocan aglomeración e impiden el normal desplazamiento.
Agrega que, en mérito de lo señalado previamente y considerando especialmente las
atribuciones y facultades municipales respecto de la administración de los bienes
nacionales de uso público, así como el carácter esencialmente precario y transitorio de los
permisos otorgados a la recurrente, se resolvió no renovar su permiso de venta ambulante
para el sector correspondiente a calle Ancud con Av. Diego Portales.
Estima que lo anterior no puede ser considerado como una conducta abusiva,
arbitraria o ilegal, ya que no se ha impedido que la recurrente realice su actividad
comercial. Lo único que se le exige, es que dichas actividades se desarrollen en un espacio
que no afecte el interés de otros comerciantes, ni de las personas que habitualmente
circulan por el sector, quienes prácticamente deberían transitar por la calle ante la reducción
del espacio de circulación de las veredas por la instalación de este tipo de carros.
Expone que el recurso de amparo económico tiene por objeto garantizar el ejercicio
y desarrollo de cualquier actividad económica, siempre que dicha actividad no sea contraría
a la moral, al orden público o a la seguridad nacional, y en la medida que respete las
normas legales que la regulen, de lo que surge claramente que el derecho a ejercitar
actividades económicas debe someterse necesariamente a una serie de restricciones y
limitaciones, según las normas legales que regulan dicha actividad, estimando que la I.
Municipalidad de Puerto Montt no ha impedido ni le ha prohibido a la recurrente
desarrollar una actividad económica, sino que sólo se ha negado a renovar un permiso de
venta ambulante en un lugar determinado fundado en circunstancias objetivas y respaldadas
debidamente con un informe de fiscalización, lo que forma parte del ejercicio de las
facultades y prerrogativas que la ley confiere a los Municipios en los términos previsto en
el artículo 63 letra f) y g) de la Ley 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades,
normas que transcribe.
Refiere que los permisos municipales de ocupación de un bien nacional de uso
público constituyen manifestaciones unilaterales de voluntad, de carácter eminentemente
precario, de modo que una vez solicitado el permiso por el interesado, su otorgamiento,
modificación y término, requiere exclusivamente la concurrencia de la voluntad de la
autoridad administrativa, fundado en el interés general o en la necesidad de que se cumplan
las condiciones dentro de las cuales estos deben ejercerse. En este sentido la recurrente fue
beneficiada por permisos de venta ambulante de carácter transitorio y absolutamente
precario, lo que implica que llegado el plazo de vencimiento de los mismos el Municipio no
tenía obligación alguna de renovarlos, especialmente cuando ello comprometía el interés
general de la comunidad.
Por estas consideraciones solicita a esta Corte tener por evacuado el informe
requerido y rechazar el recurso de amparo económico, con costas.
Que, encontrándose la causa en estado de ser vista, a fojas 77 vuelta se ordenó traer
los autos en relación.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el recurso de amparo económico, estatuido en el artículo único de
la ley 18.971, constituye una acción popular de carácter declarativo y de urgencia, que tiene
por exclusiva finalidad investigar las denuncias realizadas respecto de infracciones al
artículo 19 N°21 de la Constitución Política de la República.
SEGUNDO: Que en estos autos ha acudido a sede jurisdiccional a través de esta vía
doña Jacqueline Leviante Asencio, en contra de la Ilustre Municipalidad de Puerto Montt;
de su representante legal, el alcalde don Gervoy Paredes Rojas; del jefe de Rentas y
Patentes don Óscar Bahamondes; del Jefe de Gabinete alcaldicio don Juan Pérez; del Jefe
de Inspección Municipal don Williams Rebolledo; y de la funcionaria del departamento de
Rentas y Patentes doña Laura Díaz, por haber éstos, negado de manera ilegal y arbitraria la
concesión de permisos de utilización de espacio público para que la recurrente pudiese
continuar desarrollando su actividad económica consistente en la explotación de un carro de
venta de sopaipillas, acto que estima vulnera la garantía contemplada en el artículo 19 N°21
de la Constitución Política de la República.
TERCERO: Que para determinar la suerte de la acción deducida es necesario
analizar la concurrencia de sus dos elementos fundamentales, a saber: la existencia de una
infracción imputable a los recurridos y, en segundo lugar, que como consecuencia de
aquello se haya provocado un resultado consistente en la privación, perturbación o amenaza
del derecho a desarrollar cualquier actividad económica lícita que le asiste a la recurrente.
CUARTO: Que, respecto del primero de los requisitos antes señalados, esto es la
existencia de “infracción” en el obrar de los recurridos, es preciso señalar que la conducta
impugnada por la presente acción reviste la calidad de acto administrativo, entendido como
una decisión formal emitida por un órgano de la administración del Estado en la cual se
contiene una declaración de voluntad, realizada en el ejercicio de la potestad pública. Como
tal, el acto impugnado consistente en la respuesta negativa al derecho de petición ejercido
por la recurrente, debe cumplir una serie de requisitos, derivados de mandatos
constitucionales y legales.
QUINTO: Que el primer requisito cuya concurrencia se ha podido verificar
consiste en haber sido dictado por autoridad competente pues, tal como lo ha expuesto la
recurrida en su informe, el artículo 63 letra f) de la ley N°18.695 establece como atribución
privativa y excluyente del Alcalde el “administrar los bienes municipales y nacionales de
uso público de la comuna que correspondan de conformidad a esta ley”.
SEXTO: Que, dicho lo anterior, el segundo requisito cuyo cumplimiento se debe
analizar consiste en que el acto dictado por autoridad competente posea motivación
suficiente que le sirva de fundamento. En este sentido, de conformidad a lo expuesto por
los recurridos en su informe y las alegaciones vertidas por la representante judicial de los
mismos en estrado, se ha invocado como justificación técnica de la decisión de negarle a la
actora el permiso requerido el informe de inspección N°15 de 2013, instrumento rolante a
fojas 57, el que escuetamente constata “un alto flujo de transeúntes” por el lugar donde se
encontraba emplazado el emprendimiento de la recurrente, lo que “no permitiría el paso
normal” de peatones, además de haber observado el inspector “que existen vendedores
ambulantes en el lugar autorizados que ya provocan aglomeración de público no dejando
desplazar normalmente”.
SÉPTIMO: Que a entender de estos sentenciadores el mérito del instrumento
reseñado precedentemente no contiene argumentos suficientes para servir de motivación al
acto impugnado, en la medida que no se ha aclarado por los recurridos ni en su informe ni
en lo alegado ante esta Corte, el fundamento para haber procedido de manera negativa con
la recurrente y no con los otros comerciantes ambulantes que, según el informe,
contribuyen a la situación de hecho constatada, ni tampoco se ha expuesto de manera
razonable el haberse conferido otra opción de emplazamiento a la actora según sus
requerimientos.
OCTAVO: Que, así las cosas, careciendo de motivación suficiente, el acto
impugnado deviene en arbitrario, y necesariamente afecta el derecho de la recurrente a
desarrollar una actividad económica específica, cual es la explotación de un puesto de
comida rápida ambulante, razón por la cual el presente recurso deberá ser acogido, de la
forma como se dirá en lo resolutivo de este fallo, en atención a las limitadas facultades que
la ley 18.971 confiere a este tribunal.
Por estas consideraciones, y atendido lo dispuesto en el artículo 20 de la
Constitución Política de la República y Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema sobre
Tramitación y Fallo del Recurso de Protección, se declara:
I. Que ACOGE el recurso de amparo económico interpuesto a fojas 29 por doña
Jacqueline Leviante Asencio, en contra de la Ilustre Municipalidad de Puerto Montt;
de su representante legal, el alcalde don Gervoy Paredes Rojas; del jefe de Rentas y
Patentes don Óscar Bahamondes; del Jefe de Gabinete edilicio don Juan Pérez; del
Jefe de Inspección Municipal don Williams Rebolledo; y de la funcionaria del
departamento de Rentas y Patentes doña Laura Díaz.
II. Que se declara que los recurridos han infringido el derecho de la recurrente, doña
Jacqueline Leviante Asencio, a desarrollar una actividad económica lícita,
garantizado en el artículo 19 N°21 de la Constitución Política de la República.
III. Que se condena en costas a la recurrida.
Redacción de la Presidenta doña Teresa Mora Torres.
Regístrese, consúltese si no se apelare y, en su oportunidad, archívese.
Rol 537-2013.

Resuelto por la Primera Sala, integrada por la Presidenta doña Teresa Mora Torres,
la Fiscal Judicial doña Mirta Zurita Gajardo y el Abogado Integrante don Mauricio
Cárdenas García. Autoriza la Secretaria Titular doña Lorena Fresard Briones.

Puerto Montt, veinte de agosto de dos mil trece, notifiqué por el estado diario la
sentencia que precede. Lorena Fresard Briones, Secretaria Titular.

Santiago, treinta de septiembre de dos mil trece.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus fundamentos tercero a

octavo, que se eliminan.

Y se tiene en su lugar y además presente:


Primero: Que según quedó expresado en la sentencia apelada, en estos autos se ha

ejercido, en representación de Jacqueline Leviante Asencio, la denominada acción de

amparo económico prevista en el artículo único de la Ley N° 18.971 en resguardo de su

derecho a desarrollar una actividad económica lícita garantizado en el artículo 19 N° 21

inciso 1° de la Constitución Política de la República, el que se habría vulnerado por la

Ilustre Municipalidad de Puerto Montt y los funcionarios municipales que individualiza a

quienes se acusa de haber desarrollado una persecución en contra de la recurrente que ha

culminado con la no renovación del permiso municipal para desplegar su emprendimiento

económico.

Segundo: Que como se ha resuelto por esta Corte Suprema en anteriores

oportunidades, se decidió reexaminar el sentido y alcance del instituto jurisdiccional

previsto en la Ley 18.971. Conforme a dicho análisis se ha concluido que este texto legal

ampara la garantía constitucional de "la libertad económica" frente al Estado empresario,

cuando éste, transgrediendo un principio de la esencia del Orden Público Económico

Nacional, como lo es el de la subsidiaridad, interviene en el campo económico no acatando

las limitaciones contempladas en el artículo 19 N° 21 inciso 2° de la Carta Fundamental, ya

sea por desarrollar esa actividad sin autorización de una ley de quórum calificado o sin

sujetarse a la legislación común aplicable en dicho ámbito a los particulares.

Tercero: Que en efecto el legislador a través de la Ley N° 18.971 instituyó un

mecanismo de tutela jurisdiccional destinado a amparar a los particulares en su derecho a la

libertad económica cuando ella resulte afectada por la actividad del Estado llevada a efecto

con infracción a las regulaciones que sobre la materia se establecen en el artículo 19 N° 21

inciso 2° de la Constitución Política.


Cuarto: Que nuestro ordenamiento jurídico contempla en el artículo 20 de la Carta

Fundamental el recurso de protección, acción que se concede a favor de quien, como

consecuencia de acciones u omisiones ilegales o arbitrarias de terceros, sufra privación,

perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de determinados derechos o garantías

esenciales entre las que se incluye la señalada en el artículo 19 N° 21 de la Carta.

Por otra parte, el artículo único de la Ley N° 18.971, en que se regula el

denominado amparo económico, prescribe que cualquiera persona puede denunciar las

infracciones al recién aludido artículo 19 N° 21 sin que el actor necesite tener interés actual

en los hechos a que se refiere la denuncia. Contempla así esta ley una acción popular, que

trasunta el designio del legislador en orden a amparar por su intermedio el derecho a la

libertad económica no en cuanto a transgresiones a la misma que afecten en general a los

individuos particulares en su interés personal, sino cuando tales vulneraciones provengan

de la actividad empresarial del Estado quebrantando las normas de Orden Público

Económico consagradas en el tantas veces mencionado artículo 19 N° 21 inciso 2° de la

Constitución Política.

La generación de un instrumento jurídico específico en defensa de esta garantía, sin

duda, es la respuesta legislativa frente a la insuficiente eficacia del recurso de protección

para asumir ese rol en diversos aspectos, tales como la explicable falta de motivación de las

personas, individualmente consideradas, para deducir un recurso de protección en

resguardo del derecho a la libertad económica como un derecho de carácter general, al no

sentirse afectadas en un derecho subjetivo que les concierna en lo particular.

Quinto: Que existen fundadas razones que conducen a descartar el amparo

económico como instrumento idóneo para dispensar protección al derecho a desarrollar una

actividad económica lícita contemplado en el articulo 19 N° 21 inciso 1° de la Carta


Fundamental. La primera de ellas estriba en la imposibilidad de estimar como criterio

racional que una persona directamente afectada por la vulneración de dicha garantía

constitucional disponga -conforme a lo establecido en el Auto Acordado de esta Corte que

regula su tramitación y fallo- de treinta días para deducir el recurso de protección, en tanto

que un tercero sin interés actual alguno en la materia, según lo prescribe la Ley N° 18.971,

cuente para ello con un plazo de seis meses. Enseguida, el diseño con que el referido cuerpo

legal reguló el amparo económico impide considerarlo como un remedio eficaz disponible a

favor de un particular para la salvaguarda de la garantía en referencia, desde que no se

entregó al órgano jurisdiccional la facultad de adoptar providencias cautelares prontas e

inmediatas para brindar resguardo al afectado, como sí se establecen en el artículo 20 de la

Constitución Política tratándose del recurso de protección.

Sexto: Que, en consecuencia, al no constituir el denominado recurso de amparo

económico un medio idóneo para salvaguardar la garantía fundamental reconocida en el

artículo 19 N° 21 inciso 1° de la Carta Fundamental, la acción deducida en autos no puede

prosperar.

Y de conformidad con lo dispuesto en la Ley N° 18.971 de 1990, se revoca la

sentencia apelada de veinte de agosto último, escrita a fojas 80, y se declara que se rechaza

la acción deducida en el primer otrosí de fojas 29.

Se previene que el Abogado Integrante señor Gorziglia concurre a la decisión

teniendo para ello únicamente presente que el presente recurso ha perdido oportunidad

atendido lo decidido con esta fecha en la causa de protección de esta Corte rol N° 7286-

2013.
Acordada con el voto en contra del Abogado Integrante señor Pfeffer, quien estuvo

por confirmar la sentencia apelada en virtud de sus propios fundamentos y teniendo además

presente:

1.- Que como se ha dicho en otras oportunidades por esta Corte, el artículo único de

la Ley Nº 18.971, bajo el título de: "Establece recurso especial que indica", ha creado el

comúnmente denominado "recurso de amparo económico", acción que deriva su apelativo

del procedimiento aplicable a su tramitación.

2.- Que el inciso primero de dicho precepto -ya citado- prescribe que: "Cualquier

persona podrá denunciar las infracciones al artículo 19, número 21, de la Constitución

Política de la República de Chile"; su inciso segundo dispone que el actor no necesita tener

interés en los hechos denunciados y, el tercero, fija el plazo en que se debe interponer -seis

meses contados desde que se hubiere producido la infracción-.

Los dos incisos finales se refieren, el primero, al recurso de apelación, y el último, a

la responsabilidad por los perjuicios causados, si "se estableciere fundadamente que la

denuncia carece de toda base".

3.- Que, como se advierte de lo ya señalado, el recurso o acción de que se trata tiene

por finalidad que un tribunal de justicia compruebe la existencia de la infracción

denunciada a la garantía constitucional del número 21 del artículo 19 de la Carta

Fundamental, precepto que, presenta dos aspectos. El primero, consistente en el "derecho a

desarrollar cualquiera actividad económica que no sea contraria a la moral, al orden público

o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que la regulen"; y el segundo,

conforme al inciso 2º de esa norma, que el Estado y sus organismos pueden desarrollar

actividades empresariales o participar en ellas, sólo si una ley de quórum calificado lo


autoriza, inciso que, también, dispone que tales actividades estarán sometidas a la

legislación común aplicable a los particulares.

4.- Que es evidente que el legislador, al establecer el amparo económico en el

artículo único de la ley Nº 18.971, no hizo distingo alguno en cuanto al ámbito de su

aplicación. Esta garantía constitucional -a la que se le ha llamado de libre iniciativa o de

libertad de empresa- es de contenido vasto, puesto que comprende la libre iniciativa y la

prosecución indefinida de cualquier actividad económica, sea productiva, comercial, de

intercambio o de servicio, habiendo sido introducida por el Constituyente de 1980 con

especial énfasis y estudio, según consta de la historia fidedigna del precepto.

5.- Que, por otra parte, no debe obviarse que la doctrina constitucional también se

encuentra conteste al respecto. Sobre esta garantía -cuya protección se ampara por un

recurso como el de la especie- se ha dicho que "si la Constitución asegura a todas las

personas el derecho a desarrollar libremente cualquier actividad económica, personalmente

o en sociedad, organizadas en empresas, en cooperativas o en cualquier otra forma de

asociación lícita, con el único requisito de respetar las normas que regulan la respectiva

actividad (...) la obligación de no atentar en contra de la garantía no sólo se extiende al

legislador, al Estado y a toda autoridad, sino también a otros particulares que actúan en el

ámbito de la economía nacional. Una persona, natural o jurídica, que desarrolla una

actividad económica dentro de la ley, sólo puede salir de ella voluntariamente o por

ineficiencia empresarial que la lleva al cierre o a la quiebra. Pero es contraria a esta

libertad, y la vulnera, el empleo por otros empresarios de arbitrios, como pactos, acuerdos,

acciones y toda clase de operaciones que tengan por objeto o den o puedan dar como

resultado dejar al margen de la vida de los negocios a quien esté cumpliendo legalmente
una tarea en la economía del país. (Enrique Evans de la Cuadra, “Los Derechos

Constitucionales” Tomo II, pág. 318).

6.- Que la jurisprudencia, en ciertos casos ha concluido que la acción de protección

económica es plenamente procedente tratándose de ambos incisos del numeral veintiuno de

la Constitución Política de la República.

Es así como ha resuelto que "el recurso ampara la garantía constitucional

estableciendo acción popular para denunciar todas las infracciones a dicha norma

constitucional". (Causa Rol N°3899-94, C. Apelaciones de Santiago, 26 de enero de 1995).

Se agrega -en esa misma resolución- que la Ley N° 18.971 al establecer este recurso

especial de amparo, no hizo distinción alguna entre las diversas situaciones planteadas en

ambos incisos del N° 21. Precisando, más aún, se ha dicho por este Tribunal que al ser una

norma tan clara, la aludida Ley N° 18.971 "no se divisa de qué manera podría restringirse la

denuncia y correspondiente indagación tan sólo a una de las dos garantías que se protegen

por el indicado precepto constitucional. En efecto, no hay ninguna circunstancia que

permita una interpretación diferente, en orden a que ella estaría limitada únicamente al

inciso segundo de la norma de la Carta Fundamental, y cualquier otro entendimiento carece

de asidero jurídico y contraría el claro sentido de la misma, que se desprende de su tenor

literal" (C.S. causa Rol N°3496-03, 23 de septiembre de 2003).

A lo anterior se agrega el antecedente pacífico que la Ley N° 18.971 no establece

restricciones, esta surge solamente de una interpretación, actividad que en el orden de las

garantías constitucionales debe ejercerse en favor de las personas, nunca se debe a través de

ella restringirle los derechos, puesto que contraría el sentido último de las declaraciones de

derechos en los textos constitucionales y legales. En el mismo sentido se encuadra la

interpretación pro homine o a favor de las personas.


7.- Que el menoscabo que pueda sufrir la garantía constitucional contenida en el

artículo 19 N° 21 en el ejercicio de cualquier actividad económica, no está sujeta a

limitación alguna, por lo que no puede hacerse distingo sobre sus titulares.

De esta manera, no se advierte razón por la cual fuese razonable utilizar, incluso,

reglas de hermenéutica legal para introducir una restricción que el legislador no ha querido.

En efecto, su intención aparece dirigida a otorgar una protección más bien general, sin

discriminación alguna.

Regístrese y devuélvase.

Rol N° 6798-2013.

Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Pedro
Pierry A., Sra. María Eugenia Sandoval G., el Ministro Suplente Sr. Carlos Cerda F. y los
Abogados Integrantes Sr. Arnaldo Gorziglia B. y Sr. Emilio Pfeffer U. Santiago, 30 de
septiembre de 2013.

Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.

En Santiago, a treinta de septiembre de dos mil trece, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

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