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Capítulo 11

Reemplazar lo irremplazable
El 26 de julio de 1952 falleció Evita. Desaparecida la líder se produjo una serie de
situaciones de difícil resolución. No solo quedó huérfano el PPF, sino también el
peronismo.
En un primer momento Perón considero que el mismo podía ocuparse de los roles de Evita.
El pueblo veía la continuidad y, al mismo tiempo, el renovaba sus influjos carismáticos. La
Subsecretaria de Informaciones de la Presidencia de la Nación público un libro de fotos
titulado Noble depositario de una herencia de amor, la autora lo propone porque el libro
mostraba a Perón en el despacho de la Fundación supliendo la labor de Evita, en posiciones
y gestos similares a los de ella. El mensaje era claro dice Barry: Perón era el continuador.
Otro intento de reemplazarla también se vio por parte de las hermanas de Evita, en una
entrevista realizada por la autora a la hermana de Eva, Erminda Duarte caudilla de Junín,
era quien la sucedería en ambas funciones. Esta versión solo es manejada por la familia y
no ha podido ser corroborada con otras entrevistadas.
A Perón, le fue muy difícil adaptarse al rol de presidente del PPF. Según recuerda
Magdalena Álvarez “lo volvían loco”.
Una vez sosegado el desconsuelo por la muerte de la líder, los problemas comenzaron a
producirse en la rama femenina, varias mujeres quisieron reemplazar a Evita, Barry dice
que hay diferentes relatos, que no es pertinente citar, acerca de los supuestos descuidos
poco disimulado que Perón habría cometido con algunas integrantes del PPF. Según las
mismas fuentes, lo que ellas buscaban era reemplaza a Evita.
Barry dice que lo importante es saber por qué Perón quería seguir manteniendo el PPF. Se
cambiaron las reglas, la idea de Perón fue institucionalizar al Partido Peronista Femenino,
pero para realizarlo le faltaba Evita, el líder no tenía el mismo peso carismático.
Finalmente Delia Parodi asumió como presidenta del Partido Femenino, no fue una tarea
fácil ya que tenía que reemplazar lo irremplazable.
Finalmente el 24 de noviembre por decreto-ley fueron disueltos el PPF y el PP. La mayoría
de las legisladoras y muchas de las censistas fueron a prisión. La autora utiliza un
fragmento del libro Noche carcelaria escrito por Ana Macri quien fue encarcelada para
demostrar que desde ahí se denunciaba que con decretos y metrallas a elevados ideales
imponer silencio tratan.
Durante los años que siguieron al derrocamiento de Perón, las mujeres intentaron rearmar el
PPF sin éxito.
En 1965 un nuevo personaje femenino apareció en escena: María Estela Martínez de Perón,
quien viajo al país como delegada de Perón para reorganizar el movimiento, pero en una
entrevista realizada por la autora a Jorge Antonio si bien ella buscaba adquirir el alma de
Evita, en la reorganización actuaba como la esposa celosa que era, no se relacionaba con
las mujeres como lo hacía evita incluso las mujeres que seleccionaba eran diferentes a las
pretensiones que en su momento tuvo la líder. Así como despedazaba las cartas escritas
por Eva en su momento, hacia lo mismo con lo que quedaba de la organización femenina.
Después de varios intentos de reorganización del PPF, este dejo de existir definitivamente
en 1976.

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