Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
§. l.
Las apoyaturas (en italiano appogiature en francés ports de voix) 1 además de ser
y
ornamentos, son también muy necesarias. Sin ellas la melodía sería a menudo muy seca y
simple. Para que la melodía sea galante, es necesario que tenga siempre más consonancias
que disonancias. Sin embargo, el oído se cansa fácilmente al escuchar muchas consonacias
consecutivas y también cuando después de varias notas rápidas sigue una consonacia larga.
Por lo tanto, las apoyaturas deben excitar y alertar el oído de vez en cuando. En este
respecto las apoyaturas contribuyen mucho, porque cuando están delante de una tercera y
una sexta con relación a un bajo, resultan cuartas y sétimas que son disonantes y resuelven
§. 2.
Para no confundir las apoyaturas con las notas ordinarias, se indican con notas
pequeñitas y toman su valor de la nota que les sigue. No importa mucho que tengan más
corchete y se les ponen dos corchetes delante de aquellas notas a las que no se les pueda
quitar nada de su valor; por ejemplo, delante de dos o más notas largas, negras o blancas,
mientras sean del mismo tono (véase la Tabla VI, figura 25). Estas pequeñas semicorcheas
Tabla VI
figura 25
§. 3.
tomar desde arriba o desde abajo, de acuerdo a la posición de la nota anterior (véase la
Tabla VI, figura 1 y 2). Cuando la nota anterior se encuentra a uno o dos grados más alta
que la nota siguiente, sobre la cual se encuentra la apoyatura, hay que tomar la apoyatura
desde arriba (véase la Tabla VI, figura 3). Pero cuando la nota anterior es más baja que la
siguiente, la apoyatura debe tomarse desde abajo (véase la figura 4). Frecuentemente es la
novena que resuelve hacia arriba a la tercera. o la cuarta que resuelve hacia arriba a la
quinta.
,
~ LIT ~ €f ~ ~ ~
§.4.
permita. y ligando un poco más débilmente la nota siguiente. A este tipo de ornamento se
§.5.
Hay dos tipos de apoyaturas. En uno las notas deben ser atacadas como notas
buenas, es decir en el tiempo fuerte; en el otro tipo, las notas deben ser atacadas como notas
malas, es decir, en el alzar del tiempo. A unas se les podría llamar apoyaturas en el tiempo,
§. 6.
Las apoyaturas pasajeras se encuentran cuando hay varias notas del mismo valor
que descienden en terceras (véase la Tabla VI, figura 5) y se ejecutan como aparecen en la
figura 6. Hay que sostener el puntillo y articular las notas con que empiezan las ligaduras,
es decir, la segunda, cuarta y sexta nota. No se confunda este tipo con las notas que tienen
un puntillo después de la segunda y que expresan casi la misma melodía (véase la figura 7).
En esta figura, la segunda, la cuarta y las notas cortas que siguen caen en el tiempo creando
contrario, las apoyaturas que aquí se tratan requieren un expresión agradable. Entonces si
figura 8. Esto sería contrario a la manera francesa de tocar de donde provienen estas
apoyaturas y opuesto a la intención de sus autores quienes han obtenido por ellas el aprecio
general del público. A menudo hay dos apoyaturas delante de una nota. De éstas la primera
está indicada por una pequeña nota y la segunda por una nota que se cuenta como parte del
compás como sucede en las cesuras (véase la figura 9). Entonces la nota pequeña se
articula con un pequeño ataque yen el tiempo de la nota precedente que ocurre en el alzar.
figuraS figura 6
figura 7 figura 8
figura 9
~: y ~-+~----itt=;°mt ;:~: ~
§. 7.
Las apoyaturas que caen en el tiempo fuerte, o en el primer tiempo del compás, se
encuentran delante de una nota larga que empieza en el tiempo fuerte y que está seguida por
una nota corta en el tiempo débil (véase la Tabla VI, figura ll). Hay que sostener la
apoyatura la mitad del valor de la nota principal que la sigue y debe tocarse de la manera
figura 11 figura 12
§. 8.
Si la apoyatura debe ornamentar una nota con puntillo, ésta se divide en tres partes
de las cuales la apoyatura abarca dos y la nota misma sólo una; es decir, la misma duración
que el puntillo. Entonces las notas de la figura 13 deben ejecutarse como aparecen escritas
en la figura 14. Estas reglas, así como las del apartado § anterior, son reglas generales,
aplicables a cualquier tipo de notas y ya sea que las apoyaturas sean más altas o más bajas
figura 13 figura 14
§. 9.
Cuando en el compás de seis por cuatro o seis por ocho hay dos notas ligadas~ de
las cuales la primera tiene un puntillo~ como sucede en las gigas, hay que sostener la
apoyatura el valor de la nota con puntillo (véase la Tabla VI~ figuras 15 y 17). Estos
ejemplos se deben tocar como en las figuras 16 y 18, Y por lo tanto se alejan de la regla
precedente. En lo que concierne a las apoyaturas~ este tipo de compases deben
figura 15 figura 16
figura 17 figura 18
§. 10.
Cuando hay que trinar notas que forman disonancias con el bajo de cuarta
aumentada~ quinta disminuída, de sétima o de segunda (véase las figuras 19~ 20~ 21 y 22),
hay que tocar todas esas apoyaturas que van delante de los trinos muy cortas, para no
la figura 21 la mitad del valor del sol sostenido siguiente en que se encuentra el trino~ se
escucharía en lugar de la sétima fa-sol sostenido, la sexta fa-la , y por lo tanto no habría
116
ninguna disonancia. Esto debe evitarse tanto como sea posible para no arruinar la belleza ni
la gracia de la armonía.
§. 11.
Cuando una apoyatura se encuentra delante de una nota seguida por un silencio~ se
da a la apoyatura la misma duración que la nota y ésta última abarca la duración del silencio~
a no ser que sea absolutamente indispensable tomar una respiración. Los tres casos de la
Iigura23 figura 24
§. 12.
No basta con saber tocar las apoyaturas indicadas de acuerdo a su tipo y duración.
una regla que puede seguirse para lograrlo. Cuando una nota larga soportada por una
annonía consonante sigue después de una o varias notas cortas que caen en el tiempo fuerte
o en el débil~ hay que introducir una apoyatura delante de la nota larga para mantener
agradable la melodía. La posición de la nota anterior dictará si hay que tocar la apoyatura
Para convencerse de su necesidad y del excelente efecto que producen, sólo hay que tocarlo
con las apoyaturas indicadas y enseguida tocarlo de nuevo omitiéndolas. La diferencia en
el estilo será evidente. También se observará en este ejemplo que las apoyaturas se agregan
con más frecuencia delante de notas ya sea precedidas o seguidas por notas más rápidas y
figura 26
~~---1~'~
M2erato.
d) ~) O
.. r ~E ~r--'i-j~~.~~~._==jiJ
.
"ir
h) i) I " ir k)
==~~r ~
118
§. 14
Otros tipos de adornos pequeños provienen de las apoyaturas como el medio trino
(véase la Tabla VI~ figura 27 y 28)~ el pincé (mordente) (véase las figuras 29 y 30)~ y el
doublé o grupeto (véase la figura 31) que usan los franceses para darle lucidez a una pieza.
Los medio trinos son de dos tipos (véase las figuras 27 y 28) Ypueden ser agregados a las
apoyaturas que vienen de arriba en lugar de los abzug simples 2 . Los pincés son igualmente
de dos tipos y así como los doubIés~ pueden ser agregados a las apoyaturas que vienen de
abajo.
§. IS.
Los battements se usan para darle vivacidad y lucidez a las notas que van después
de un salto en las cuales no se puede usar apoyaturas (véase las figuras 32 y 33). El primer
tipo de battements se realiza en la flauta al atacar con la lengua al mismo tiempo que se
efectúa una agitación del dedo y puede utilizarse para las notas rápidas así como para las
lentas. El otro tipo es más adecuado para notas un poco lentas que para notas rápidas. Por
lo tanto es necesario que las fusas se toquen lo más rápido posible y que los dedos no se
figura 32 figura 33
§. 16.
Los adornos que hemos descrito en los apartados § 14 Y § 15 son apropiados para
excitar felicidad y alegría de acuerdo al carácter de la pieza Pero las apoyaturas simples se
usan para la ternura y la tristeza. Ahora, como la finalidad de la Música consiste en ora
§. 17.
Si uno quiere mezclar los adornos de los apartados § 14 Y § 15 con las apoyaturas
puras del ejemplo de la Tabla VI, figura 26, y utilizarlas después de éstas, se pueden
introducir en aquellas notas sobre las que se ha indicado una letra, de la manera siguiente.
El adorno de la figura 27 puede emplearse en las notas que se encuentran bajo las letras (c),
(d), (f), (i) Y(n). El de la figura 28 es adecuado para la nota bajo la letra (k); el de la figura
29 se puede usar en las notas bajo las letras (g) y (m). El adorno de la figura 30 debe
aplicarse a la nota bajo la letra (e); pero el de la figura 31, a la nota bajo (b). El adorno de la
figura 32 puede unirse a las notas bajo (a) y (1); Yel de la figura 33, a la nota bajo (h). Se
sobreentiende que en cada caso los adornos deben transportarse a los tonos indicados por
las apoyaturas.
§. 18.
Esta mezcla de apoyaturas simples con los pequeños adornos, también llamados
propretés por los franceses, mostrará que, gracias a los últimos, la melodía resulta mucho
120
más vivaz y brillante que si éstos se obviaran. Sin embargo se deben emplear con buen
§. 19.
Hay mucha gente que da muy mal uso a todos los adornos arbitrarios, así como a
las apoyaturas y a otros adornos esenciales. Mientras que el tiempo y los dedos lo
permitan, ellos no dejan pasar ninguna nota sin agregarle algo. Al usar con demasiada
frecuencia las apoyaturas y los abZllg, debilitan la melodía o la vuelven confusa por la
superabundancia de todo tipo de trinos, mordentes, doublés, battements, etcétera. A veces
utilizan notas que hasta un oído que no sea muy apto para la música se daría cuenta de que
placentera algo fuera de lo común, inmediatamente la mitad de los cantantes de esa nación
comienzan a gemir, y a quitarle toda vida a las piezas más vivaces por medio de sus
desagradables quejidos, convencidos que así han igualado o hasta sobrepasado los méritos
de aquel gran cantante. Es cierto que los adornos que hemos expuesto son esenciales para
lograr una buena expresión. No obstante hay que utilizarlos con moderación, sin abusar
nunca de lo que es bueno. Los más exquisitos y delicados manjares producen disgusto si
se sirven demasiado a menudo. Lo mismo sucede con los adornos en la Música cuando se
usan tan profusamente que abruman el oído. Una melodía majestuosa y vivaz puede
tomarse baja y simple debido al mal uso de las apoyaturas; y una melodía triste y tierna se
vuelve alegre y atrevida si se usan trinos con demasiada frecuencia y una abundacia
excesiva de otros adornos; en ambos casos las ideas del compositor son distorcionadas. De
la misma manera que los adornos pueden mejorar una pieza cuando se emplean
adecuadamente, también pueden empeorarla cuando se usan mal. Aquellos que tienen un
gran deseo de alcanzar el buen gusto pero todavía no lo logran, caen más fácilmente en este
descuido. Al carecer de una sensibilidad delicad~ no saben tratar a la melodía simple como
121
se debe. Por así decirlo, se aburren de la noble simplicidad. Para no caer en tales errores
hay que evitar desde temprano cantar o tocar de una manera demasiado simple o demasiado
abigarrada, ni mezclar constantemente lo simple con lo brillante. Hay que utilizar los
pequeños adornos como se usan los condimentos en los manjares y tomar como guía el
sentimiento que domina en cada lugar. Así no se usará nunca ni mucho, ni muy poco, y no