VIH

Sebastian Tapia 4°B

El VIH es un tipo de lentivirus, lo que quiere decir que tarda un largo tiempo en ser incubado. Este
daña y debilita el sistema inmunitario del huésped mediante la destrucción de barreras de
defensa, en este caso los glóbulos blancos. Lo cual pone en un alto riesgo al huésped, debido a que
es más susceptible a contraer graves infecciones, ya que su primera línea de defensa está dañada
o es inexistente.

La principal fuente de contagio es por medio de relaciones sexuales con un usuario infectado o por
medio de la utilización de jeringas infectadas por la sangre de un usuario infectado.

Este virus termina en un SIDA, que es ya una etapa más avanzada de la enfermedad, la cual
aparece en el momento de que el VIH ya debilita en gran medida las defensas del cuerpo humano.

Algunos síntomas del VIH son algunos parecidos a la gripe y/o pueden tener ganglios inflamados.
Dichos síntomas pueden aparecer o desaparecer, pero por lo general los síntomas más graves
pueden aparecer entre 6 meses a 1 año.

Este síndrome aún no tiene una cura viable, pero existen medicamentos que evitan las posibles
infecciones y reducir el posible contagio a otros. Las personas que tienen un tratamiento
temprano pueden llegar a convivir con el SIDA o VIH, dependiendo respectivamente de su caso.