La urbanización cerrada es una tendencia que se presenta en distintas
ciudades del mundo, y que recibe distintas denominaciones: comunidad cerrada en Estados Unidos, barrios cerrados en Argentina, condominios fechados en Brasil, y entre otros. El surgimiento de estos a afectado el desarrollo de las ciudades al provocar la interrupción de vías de circulación y al fragmentar el espacio urbano a partir del levantamiento de barreras físicas que impiden la libre circulación peatonal y vehicular.
Un componente central de estas urbanizaciones es el relacionado con
la exclusión. Es decir, no todas las personas pueden ser partícipes del espacio acotado, ni pueden disfrutar de sus beneficios. Los complejos de este tipo se apoyan en una baja concentración de población para la vivienda residencial, y se localizan usualmente fuera del centro urbano (Duhau & Giglia, 2004). Presentan, además, bardas perimetrales que no solo delimitan el espacio, sino que también son asociadas a la seguridad y tranquilidad que proporcionan a los residentes. Es decir, establecen una marcada separación entre los de adentro y los de afuera.
ASENTAMIENTOS IRREGULARES
El término Asentamiento Irregular, según los expertos del organismo UN-
HABITAT en su reunión del 2002, acordaron que es un asentamiento contiguo donde sus habitantes son caracterizados por vivir en una vivienda inadecuada y por la carencia total o parcial de los servicios básicos.
PROBLEMÁTICA DE ACCESO AL SUELO URBANO
El suelo urbano es aquel que está incluido en el planeamiento urbanístico de cada municipio, y se trata de aquellos terrenos que tienen todos los servicios urbanos necesarios, o bien están incluidos, al menos en dos tercios de su superficie en zonas urbanas.
Algunos de los servicios urbanísticos básicos que debe tener el suelo
para ser considerado como urbano son: Agua Saneamiento Acceso rodado Energía eléctrica