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Reseña Histórica de la Llegada e Instalación de

la Radio

La Invención del Aparato

La radio fue el producto de un proceso de años de investigacióne invención. Su


comienzo la remonta a descubrimientos de hombres emprendedores, pioneros de la
radio, cuyas teorías llevaron al desarrollo vertiginoso de tecnologías que permitieron
generar, almacenar, medir, transmitir, modificar y controlar de varias maneras la
electricidad. Estos antecedentes de la radio, en primer turno, se relacionan con Volta,
Faraday, Hertz, Maxwell, Fessenden, Heaviside, Popov; cuyos descubrimientos dieron
origen, en segunda tanda, a que Marconi, Armstrong, Berliner, Fleming, entre otros,
continuaran con el desarrollo de artefactos.

La historia cuenta que el electroimán, clave para el desarrollo del telégrafo de


Samuel F.B. Morse, también lo fue para el logro de la radio. El primer mensaje
transmitido en clave Morse fue "Lo que Dios ha forjado”; y se produjo en 1844, entre
Washington y Baltimore, en los Estados Unidos. También señala que en Escocia, en
1873, James Clerk Maxwell publica la Teoría de Ondas Electromagnéticas que viajarían
a la velocidad de la luz; y además refiere que en 1876, Alexander Grahan Bell patentó
en Estados Unidos, el invento que permitía transmitir la voz humana a través de cables
eléctricos: el teléfono (aunque el aparato ya había sido desarrollado por Antonio
Meucci, siendo éste reconocido como su inventor el 11 de junio de 2002)

Para 1887, el joven alemán Heinrich Hertz demuestra la teoría planteada por Maxwell,
al construir un aparato de laboratorio para generar y detectar lo que la humanidad
llamaría las ondas hertzianas. El joven comprobó que poseían las propiedades de la luz
y para ello ideó un circuito oscilante que producía unas ondas capaces de trasladarse
por el espacio y ser detectadas por un cable eléctrico a modo de antena en el que
generaban una corriente eléctrica oscilante similar a la producida en el circuito de
origen: se abre así el camino de la telegrafía sin hilos.
A partir del telégrafo y del teléfono, faltaba un corto paso para la
transmisión inalámbrica. El ingeniero ruso Alexander Popov, en 1889, reprodujo las
experiencias de Hertz y observó que la sensibilidad del cohesor (reveladores de ondas
electromagnéticas), aumentaban al conectarlos a un hilo conductor que suspendió a
una cometa, e idea así la antena. Rusia considera a Popov como el auténtico inventor
de la radio. Mientras tanto, en Italia, Guglielmo Marconi, de 20 años, unió todas estas
experiencias y descubrimientos. Con el empleo del aparato de Hertz, la antena de
Popov, y el cohesor de Branly, logró realizar en Bolonia, en 1894, una trasmisión de
telegrafía sin hilos a una distancia de unos 250 metros. Marconi patentó su invento
(telégrafo inalámbrico) en 1896. Y sin recibir ningún apoyo en Italia para su grandiosa
invención, continuó sus experiencias en Gran Bretaña y allí realiza mejoras en su
sistema de antena-tierra. Así estableció una comunicación a través del Canal de
Bristol; y en 1901, una comunicación a través del Atlántico entre Poldhu y Terranova.

Las Compañías Marconi, implantadas en Estados Unidos e Inglaterra tuvieron una


fuerte competencia. Poderosas empresas navieras, entidades gubernamentales y
militares de las potencias, se implementaron con esta estratégica tecnología, que ya
era ampliamente utilizada antes de la Primera Guerra Mundial. Pero este medio de
comunicación no llegaba aún para el ciudadano corriente.
Varios científicos e inventores trabajaban por transmitir la voz por medios
inalámbricos. Del sistema Morse a la transmisión de voz de manera inalámbrica había
un pequeñísimo paso.

En la nochebuena de 1906, los radiotelegrafistas de los barcos que navegaban por el


Atlántico, frente a las costas de Estados Unidos, escucharon por primera vez una voz
que les hablaba en sus auriculares. Fue Reginald A. Fessenden quien preparó un
aparato que permitía la transmisión de señales más complejas que las del sistema
Morse. También había construido un transmisor sumamente poderoso para sus
experimentos. Aquella noche memorable diversas personas hablaron por el
inalámbrico; una pronunció un discurso, otra leyó un poema e incluso alguien tocó el
violín. Este fue el nacimiento de la radio.

Fue también después de 1906, cuando se descubrió que ciertos minerales, en un


circuito sencillo, eran capaces de detectar las emisiones de radio. Cualquiera podía
construirse un receptor de radio, sumamente barato. Radioescuchas interceptaron
involuntariamente señales de socorro de náufragos en alta mar.
En esta primera década del siglo XX, Lee De Forest inventó el audion, que en la
jerga técnica se le denominó válvula. Hoy se llamaría tubo de vacío, que, a posteriori,
sería reemplazado por el transistor, dispositivo que cumple aproximadamente la misma
función y en esencia son amplificadores electrónicos que aumentan las señales de
radio, tanto en la transmisión como en la recepción. Este invento permitió la
transmisión más nítida a nivel mundial.
El equipo de radio, que sólo los barcos podían transportarlo, se hizo ahora más ligero y
portátil. Durante la Primera Guerra Mundial, se montaron radioteléfonos en los
aviones, para informar a la artillería sobre la precisión de su tiro.

Conflictos por lucro y el concepto de propiedad privada produjo grandes problemas en


el desarrollo de la radio. Toda invención era patentada. Los grandes pioneros de la
radio, desde Marconi (a quien se le señala padre de la radio) en adelante,
disputaron entre sí ante los tribunales. Lee De Forest, inventor de componentes para la
radio, llegó a ser arrestado y procesado bajo la acusación de fraude. La radiotelefonía
producía cuantiosas ganancias y la competencia por asegurarse la explotación de las
invenciones importantes era intensa. Todos los litigios y las restricciones que derivaban
de patentes quedaron en suspenso durante la Primera Guerra Mundial. El Gobierno
Federal de los Estados Unidos, asumió el control completo sobre la nueva industria y
esto supuso nuevos esfuerzos cooperativos en la tarea de buscar el progreso técnico,
lo cual habría llevado mucho más tiempo en tiempos de paz.

La Caja de Música de Sarnoff

David Sarnoff, de la American Marconi Company, llamó la atención pública cuando


se produjo el hundimiento del Titanic, en 1912. Sarnoff transmitió desde una
estación neoyorquina, los mensajes procedentes de la escena del desastre. Durante
tres días con sus noches mantuvo informado al público sobre el desarrollo de la
tragedia. En 1916, Sarnoff envió un memorándum visionario a sus superiores, en el
cual plasmaba un plan de desarrollo que convertiría a la radio en un artículo para el
hogar, en el mismo sentido en que pueden serlo un piano o un fonógrafo.

Su idea era llevar música al hogar por transmisión inalámbrica. Aunque en el pasado
esto había sido probado con cables, fue un fracaso porque los cables no se adaptan a
este esquema. La radio, sin embargo, la haría factible. Por ejemplo: podría instalarse
un transmisor radiotelefónico, con un alcance de 40 a 80 kilómetros, en un punto fijo,
donde se produzca música instrumental o vocal o ambas . El receptor podía ser
diseñado como una simple caja de música con radio y adaptado para diferentes
longitudes de onda, entre las que podría alternarse con un simple giro de un resorte o
apretando un botón.

La caja de música de la radio sería entregada con amplificadores y con un altavoz.


Esta podría ser colocada sobre una mesa y haciendo girar la perilla se escucharía la
música transmitida . El mismo principio podría ser ampliado a muchos otros campos,
como recibir lecciones en casa, que serían perfectamente audibles, o la difusión de
acontecimientos de importancia nacional, que serían transmitidos y recibidos
simultáneamente. Los resultados de los partidos de béisbol podrían ser transmitidos
por el aire, con el uso de un aparato instalado en Polo Grounds. Lo mismo sería posible
en otras ciudades como para los granjeros y otros que vivan en distritos alejados del
medio urbano. Con la compra de una caja de música de la radio podrían disfrutar de
conciertos, conferencias, actos musicales, recitales y otros probables campos de
utilidad para el aparato.

Lo cierto fue que a Sarnoff solo le faltó visionar los anuncios publicitarios cantados y
los melodramas para la descripción exacta de la radiodifusión en los Estados Unidos,
cuyo gobierno entregó el control a los intereses comerciales.

Este importante medio de comunicación de masas quedó definido como un escenario


de competencia comercial, sin control oficial. Las consecuencias de esta decisión se
hacen sentir hasta hoy. Gran Bretaña, la ex--Unión Soviética y otros, adoptaron otra
posición que los norteamericanos.

Eliminado el control gubernamental, empresas inglesas y


norteamericanas, enriquecidas durante la guerra, pelearon por la obtención del
control. La General Electric Company logró poseer las acciones de la empresa Marconi.
Formó una nueva empresa con un nombre patriótico: Radio Corporation of America
(RCA) que se consolidó sobre las patentes conflictivas. El control radiofónico fue para
los accionistas norteamericanos. En 1919 David Sarnoff, que había profetizado
la caja de música de la radio, se convirtió en su primer director comercial.

La Westinghouse Company, empresa norteamericana productora de equipos eléctricos,


no tuvo mucho éxito en ampliarse hacia la radiotelefonía pues RCA poseía las patentes
importantes. Westinghouse había realizado investigaciones en ese campo. El doctor
Frank Conrad estaba a cargo de nuevos y poderosos transmisores de esta empresa.
Construyó otro sobre el garaje de su casa para poder continuar su tarea durante las
noches. Obtuvo una licencia para su transmisor doméstico, que un año después pasó a
ser la estación 8XK.

A partir de abril de 1920. Conrad comenzó a transmitir durante las horas nocturnas,
mientras trabajaba para mejorar su aparato. La gente de su zona lo escuchó con sus
receptores de aficionados. Esto pareció al principio un gran éxito, ya que las cartas,
tarjetas y llamadas telefónicas le proporcionaban datos sobre el alcance y la claridad
de su emisor. Poco después, sin embargo, su círculo de radioescuchas aficionados
empezó a ser un problema. Para emitir un sonido continuo, Conrad había recurrido a
un fonógrafo. Sus oyentes empezaron a pedir determinadas canciones y le llamaban a
horas intempestivas para pedir algún disco favorito. El doctor Conrad resolvió el
problema, regularizando sus transmisiones, y con la colaboración de un comerciante
local en fonógrafos pudo presentar una sesión de música continua, con una duración
de dos horas, dos noches a la semana. La cantidad de oyentes creció rápidamente y la
familia de Conrad se incorporó con entusiasmo a la diversión de constituirse en los
primeros disc jockeys.

Aumentó la demanda de receptores en la zona. Se hizo claro que la fabricación de


receptores sería muy lucrativa. En Westinghouse decidieron construir un transmisor
mayor, en la zona oriental de Pittsburgh, con el propósito de estimular la venta de
receptores de su fabricación y de los elementos con los que los aficionados construirían
otros receptores. De esa forma se creó, en 1920, la estación KDKA de Pittsburgh. Así
nació la radiofonía comercial.

Desde 1920, tras finalizar la Primera Guerra Mundial, un grupo de radio aficionado en


Europa logra el primer contacto radiofónico trasatlántico con América. En 1930, entre
Europa y América, se constituyen los primeros clubes de radio aficionados.
Asimismo, para 1939, surge la frecuencia modulada. En el viejo continente se dan las
primeras experiencias radiofónicas en España, Gran Bretaña e Italia (Marconi instala la
emisora del Vaticano), tomando tal importancia que, para 1932, en la ciudad de Madrid
se realiza la Conferencia Mundial de Radio, donde se reconoce por primera vez un
tratado internacional al servicio de aficionados.

En América, Estados Unidos y México toman la vanguardia de la radiodifusión del


continente, seguido muy de cerca por países del Sur como Argentina, debido a la gran
influencia europea que recibía esa región.

La Radio: Escenario de Competencia Comercial


sin Control Oficial

Después de la Gran Guerra Estados Unidos tuvo un gran crecimiento industrial y


financiero. Las ventas a plazos facilitaron que familias de modestos recursos
compraran los aparatos. Escuchar radio era una actividad cada vez más popular.
Herbert Hoover, el secretario de Comercio, adoptó un sistema que asignaba diferentes
longitudes de onda a las emisoras, sin mucho éxito. Quienes poseían un receptor para
captar una sola frecuencia se opusieron y no hubo manera de obligar a todas las
emisoras de adoptar las frecuencias asignadas. Sin embargo, muchas estaciones
importantes con emisiones regulares, lo hicieron con éxito. El público se cansó con las
interferencias. Los viejos transmisores de los servicios marítimos, los aficionados al
código Morse, las emisoras poderosas, los operadores locales y esporádicos, se
culpaban recíprocamente.
Entre 1922 y 1925 se realizaron en Washington D.C., cuatro importantes reuniones
para discutir los problemas de la radiodifusión. La posición del gobierno era que la
misma industria debía limpiar su propia casa. El Congreso se había negado
reiteradamente a considerar proyectos de ley en ese sentido. La única legislación
existente sobre la radio era la antigua ley de 1912, que ya no servía.

El tema tenía complicaciones internacionales. Existían millares de aficionados cuyos


derechos debían ser protegidos. Había más de 500 estaciones de operación regular,
otras 1.400 estaciones pequeñas, de escasa potencia. Sin embargo, los
norteamericanos gastaron 136 millones de dólares en compra de receptores en el año
1923. El secretario de comercio Hoover trató de limitar la potencia y los horarios de
emisión de algunas estaciones, para que pudieran compartir frecuencias.

En 1925, la banda de frecuencias estaba repleta. Había más de 175 emisoras


esperando licencias. En 1926, un tribunal judicial federal decidió que el secretario de
comercio carecía de autoridad legal para imponer restricción alguna. Hoover hizo
pública una declaración: pedía que las estaciones de radio se regularan por sí mismas,
pero ya habían sido incapaces de hacerlo y vino el caos. El presidente Coolidge pidió al
Congreso que legislara la regulación de la radiodifusión, incluyendo disposiciones que
permitieran hacer cumplir lo legislado.

En 1927, los legisladores enunciaron el importante principio de que las


ondas pertenecen al pueblo. Sólo podrán ser utilizadas por personas privadas
mediante un permiso formal del gobierno, por un plazo determinado. Las
licencias podían ser otorgadas o canceladas según conviniera al interés, la
comodidad o la necesidad pública. Las licencias de las emisoras ya existentes
fueron automáticamente canceladas y la industria debió comenzar de nuevo,
solicitando permiso de emisión y agregando argumentos de beneficios para el público.

La ley sobre radiodifusión de 1927 fue temporal. Después de siete años de ensayos y
ajustes, se redactaron otros estatutos. Se funda la Comisión de Comunicaciones
Federales (FCC), que haría aplicar las disposiciones. Esa ley de comunicaciones
federales de 1934 se convirtió después, con algunas enmiendas, en el principal
instrumento de regulación para la industria de transmisiones en los Estados Unidos.

El Financiamiento Radial
A mediados de la década de 1920, los empresarios buscaban financiamiento. Un
comité de hombres de negocios de Nueva York pidió fondos al público oyente, para
contratar así a intérpretes de alta calidad. Este experimento no resultó. Los oyentes
preferían escuchar gratis. Esta opinión pública es válida hoy. Explica en parte por qué
el público llegó a aceptar después los mensajes publicitarios.

David Sarnoff quiso que filántropos hicieran donaciones a las radios, tal como lo hacían
con universidades, hospitales o bibliotecas. Se propuso una tasa por cada receptor
para financiar la radiodifusión. Se creyó que la misma industria resolvería el problema.
Mientras tanto, la publicidad se imponía sutilmente en las transmisiones. Al comienzo,
los anunciantes no hacían publicidad directa. Simplemente mencionaban su nombre, o
titulaban el programa con el nombre de sus productos. Esta forma de publicidad
despertaba pocas críticas. Pero el secretario de Comercio se opuso a la
comercialización de la radio, alegando que es inconcebible que permitamos que una
posibilidad tan considerable de servicio, de información y de entretenimiento sería
ahogada con propósitos comerciales por la charla publicitaria.

Su posición tuvo apoyo de varios funcionarios de estado. En la sociedad


norteamericana, esta posición estaba condenada de antemano. Los oyentes estaban
más interesados en un entretenimiento gratuito que en una programación de calidad.

La publicidad fue resistida durante un tiempo, pero llegó inevitablemente.


Fue artificialmente aplazada durante un breve período por la American Telephone and
Telegraph Company, que controlaba muchas patentes. Al comienzo, la publicidad fue
moderada. El público estaba dispuesto a oír la publicidad con tal de poder disfrutar sus
programas. El dinero de la publicidad hacía posible la contratación de cómicos,
cantantes y de orquestas. Los radioteatros semanales se hicieron populares. Al final de
la década de 1920, los principales problemas de la radio como medio de comunicación
de masas estaban solucionados. La crisis de 1929 tendría una escasa incidencia
negativa sobre la radio.

Alta Audiencia

La edad de oro radial fue en 1930 y 1940. Dos décadas críticas para la sociedad
norteamericana. La "gran depresión" y la Segunda Guerra Mundial fueron hechos que
repercutieron en el destino de todo ciudadano, pero afectaron poco a la radio. Al final
de la década de 1930, existía un promedio de poco más de un receptor por cada hogar
en los Estados Unidos. Este notable aumento se produjo a pesar de los diez años de
depresión económica.

La radio llenó las necesidades de millones de personas en crisis durante una época
difícil. Proporcionaba música para reanimar sus espíritus caídos, cómicos que les
divertían y noticias dramáticas que les distraían de sus problemas personales. Las
noches de intérpretes aficionados, el teatro, las series de episodios, las aventuras del
oeste y los números de variedades, eran programas seguidos fielmente por sus
oyentes, una noche tras otra. Una persona que caminara por una calle en una noche
de verano, mientras algún cómico popular estaba en el aire, podía escucharlo sin
interrupción a través de las ventanas abiertas de las casas frente a las que pasaba.
Durante la segunda guerra mundial, la industria de la radio puso todos sus recursos al
servicio del gobierno federal. Informativos sobre la guerra, propaganda doméstica,
venta de bonos de guerra, fueron desempeñados por la radio.

La fabricación de receptores quedó totalmente restringida durante la guerra. En los


años de la postguerra, la radio enfrentó la competencia de la televisión. Tan pronto
como las familias pudieron pagarse su televisor, abandonaron la radio.

Frente a la posibilidad de ser desechada, la radio se vio forzada a buscar nuevas


necesidades públicas a satisfacer, que no fueran servidas con eficacia por la televisión.
Consiguió encontrarlas. Durante las décadas de 1930, de 1940 y hasta a principios de
1950, la radio había logrado capturar la atención de la familia norteamericana durante
las horas nocturnas y fue desplazada de la sala de estar al dormitorio, la cocina, el
automóvil y la playa.

La tecnología de la radio a transistores, con receptores de tamaño minúsculo,


consiguió proteger a la radio del declive de postguerra, que había afligido a las salas
cinematográficas.

En conclusión, para 1906, tanto en Europa como en Estados Unidos, se produce un


avance revolucionario en el sector, el cual sirve como punto de partida en el área de la
electrónica que ayudará al desarrollo de la radio; apoyado en éste, un año después,
encontramos que Guglielmo Marconi (padre de la radio) establece un servicio
trasatlántico de telegrafía sin hilo, dejando en México los primeros experimentos con la
radio para la época de 1917 a 1919.

La Radiodifusión en Venezuela

Desarrollo de la Radiodifusión en Venezuela

En Venezuela la historia de la radiodifusión comienza en el año 1926, en


Caracas, cuando se constituyó la primera compañía radiodifusora venezolana AYRE.
Sus fundadores fueron Luis Roberto Scholtz y Alfredo Moller, quienes recibieron el
apoyo del General Juan Vicente Gómez para salir adelante con este proyecto.

AYRE empezó sus transmisiones con un Western Electric de 1 kw y una antena


sustentada por torres de 65 m de altura. La planta fue instalada en los terrenos de lo
que se conoce como el Nuevo Circo y los estudios en una casa de la esquina El Tejar.
Transmitían noticias sacadas de los periódicos y programas de variedades, dentro de
un área de 3.200 km. Cuando se generan los acontecimientos políticos de 1928, la
emisora AYRE es clausurada oficialmente.

El 9 de diciembre de 1930 inició las transmisiones una nueva emisora caraqueña


llamada Broadcasting Caracas. En su inauguración, reinaba la alegría y el optimismo,
recordemos que fue fundada por William H. Phelps, dueño del Almacén Americano,
negocio especializado en la importación y venta de artefactos eléctricos.
Como colaboradores inmediatos de Phelps, figuran Edgar J. Anzola y Ricardo Espina. Y
en el manejo técnico de la emisora, Alberto López. Dentro del Convenio Internacional
de Radiodifusión, a Venezuela le había tocado el código YV. Por eso en las siglas de la
nueva planta aparece la identificación YV1BC en onda larga y YV2BC en onda corta. El
BC corresponde al sintagma nominal Broadcasting Caracas (que a partir de 1935,
después de la muerte del general Gómez, se convertirá simplemente en Radio
Caracas).

El equipo inicial de 1BC era marca RCA, con una potencia de sólo 100 vatios. La
antena irradiante funcionaba sobre dos antiguos molinos de viento. Así salió al aire la
primera vez, con motivo de la inauguración de una estatua del famoso político
norteamericano, Henry Clay, desde la plaza que hoy lleva su nombre.

Ese mismo año de 1930, el 17 de diciembre, desde el Campo de Carabobo, la


Broadcasting Caracas transmite también la inauguración de un monumento alegórico
de la Batalla de Carabobo, para conmemorar el primer centenario de la muerte de El
Libertador Simón Bolívar. En torno a Radio Caracas empieza a formarse toda una élite
de figuras del mundo de la comunicación, de la música y de la intelectualidad
venezolana. Y su programación abarcó de la noticia al discurso oficial, de la música
popular a la música culta y del sketch gracioso al melodrama radial.

"El Diario Hablado", inicio del periodismo radiofónico… fundado por


Mario García Arocha, fue por muchos años tribuna informativa del acontecer nacional e
internacional. La presencia de músicos como Carlos Bonet y Eduardo Serrano, como
directores de orquesta, anticiparon la participación de artistas como Fedora Alemán,
Ángel Sauce, Pedro Antonio Ríos Reyna y Antonio Estévez.

Después de la creación de la 1BC (Radio Caracas) van apareciendo las voces de


Radiodifusora de Venezuela (29/05/1932), La Voz de Carabobo (06/07/1934), La Voz
del Táchira (04/07/1935), Emisoras Unidas (16/02/1935), Ondas Populares
(10/02/1935), Ecos del Zulia (01/04/1936), Ondas del Lago (12/10/1936), Radio
Popular (15/10/1936), La Voz de la Esfera (27/04/1937), Ecos del Orinoco
(06/06/1938), Emisora Vargas (06/08/1938), Radio Puerto Cabello (20/09/1938) y La
Voz de la Fe (15/09/1940).
Situación Socio-Política en Comienzos de la Radiodifusión en el País
El auge de la radiodifusión, después de la muerte del general Gómez y durante los
gobiernos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, dio pie para que se
produjera una legislación sobre el uso de los medios Radioeléctricos. Es así como
aparecen la Ley de Telecomunicaciones, aprobada por el Congreso Nacional el 12 de
julio de 1940, (que derogó la ley anterior del 27 de julio de 1936); y el Reglamento de
Radiocomunicación, promulgada el 7 de febrero de 1941. Con estos instrumentos
legales, el Estado rige la comunicación radioeléctrica, con un sentido más moderno de
equidad y justicia.

Como medio de comunicación, la radio ha tenido una singular importancia en


la historia política del país. Un periodista de dilatada trayectoria afirma que la caída del
gobierno del general Isaías Medina Angarita se consolidó cuando uno de los dirigentes
del golpe cívico-militar del 18 de octubre de 1945, habló por Radio Caracas incitando al
pueblo para que se incorporara a "la evolución". El vocabulario venezolano de la
década comprendida entre 1940 y 1950 sufrió cambios notorios por medio del lenguaje
sectorial de la radio, la publicidad y el deporte, especialmente el béisbol. En esto
influyó mucho el caudal radiofónico de la Cuba prefidelista, cuyo amplio espectro
lingüístico cubría toda la cuenca del Caribe. El naciente radioteatro criollo,
costumbrista y local, fue desplazado prácticamente por las radionovelas cubanas, que
se transmitían por las principales emisoras capitalinas, bajo el patrocinio de las
empresas fabricantes de jabón y detergentes.

Dentro de la música popular se impuso la participación de cantantes y


orquestas cubanas, mexicanas y dominicanas. Y en las transmisiones deportivas de
béisbol y boxeo, se mezclaban jugadores y púgiles de esas nacionalidades con los
venezolanos. De esta onda difusiva queda fuera la Radio Nacional de Venezuela.

El auge de la radiodifusión comercial ensancha los mercados a través de la llamada


industria publicitaria. Empresas internacionales de publicidad fundan sucursales en el
país y se crea una Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA). Del mismo modo,
aparece una Cámara de la Industria de la Radiodifusión (1945), que defiende los
intereses de las empresas del ramo. La política estatal se mantiene de acuerdo con la
praxis política del gobierno de turno. Cuando el régimen es democrático se
garantiza la libertad de expresión y, cuando es dictatorial, se restringen esas
garantías, tal como ocurrió en el trienio de 1945 a 1948, cuando
gobernaron Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos; y en los años
comprendidos entre 1948 y 1958, durante el régimen de la Junta Militar de
Gobierno y el período del general Marcos Pérez Jiménez. Pero el golpe más fuerte
que sufre la radio, no sólo en Venezuela sino a nivel mundial, se lo da la televisión, que
tiene la ventaja de conjugar los mensajes auditivos y visuales.

La Radio en la Región

La Radio en la Región

La radio, específicamente en el estado Lara, comienza en 1934, cuando Arturo May


y Pausides Sigala, inauguran "La Voz de Lara," emisora que tuvo corta existencia
según investigaciones de los licenciados en comunicación social, Ángela Ameuroso e
Iván Brito López.

Para el 20 de enero de 1938, Amílcar Segura crea a "Radio Barquisimeto” con las


siglas YV3RD en 6.465 kilociclos. Esa emisora fue emblema de Venezuela ante el
mundo, junto a Radio Rumbos y Ondas del Lago, por espacio de tres décadas. Radio
Barquisimeto diseña y construye un estudio para radio teatro y la presentación en vivo
de artistas nacionales e internacionales, con capacidad para 150 personas
cómodamente sentadas. Por otra parte, en 1939, surge "Radio Lara" con las siglas
YVMP 880 Khz, también propiedad del señor Segura. Así llega el 1 de noviembre de
1942 y fundan " Radio Occidental".

En el período de 1950 surgen "Radio Cristal 610 Khz" y en junio de 1951 marca el
inicio de una nueva emisora radial "Universo" 730 Khz, también se le conoció en una
época como Radio Cronos. En el año 1963 comienza "Radio Juventud" 840Khz.

Este tema es tratado por el periodista Reinaldo Rojas, en la revista "Sindicato


de Radio y Televisión 10 años de lucha". Cabe considerar que en la década de los
famosos 60 del siglo pasado, se funda la primera emisora FM de Barquisimeto con el
nombre "Onda Musical", propiedad de Iván Faroh y Carlos Giffonni, dicha emisora
transmitía música ambiental solo a suscriptores de la señal. Ese lapso fue tiempos de
cambios y nacimientos de nuevas empresas radiales como por ejemplo el imponente
Palacio Radial, propiedad de los hermanos Segura, un edificio que por más de tres
décadas fue motivo de orgullo no solo para los larenses, sino para todos los
venezolanos porque era único en Latinoamérica; (estaba ubicado en la avenida 20
entre calles 40 y 41). Esa importante edificación sirvió para agrupar las cinco emisoras
que existían en la capital larense en esa época, a saber: Radio Barquisimeto, Radio
Juventud, Radio Lara, Radio Universo y Radio Cristal, iniciándose así una importante
cadena venezolana de radiodifusión, como lo fue el desaparecido "Circuito Sin
Fronteras".

Llega el año 1967 y sale al aire una importante emisora "Radio Tricolor"
990Khz formando parte de la importantísima Cadena Mundial, ya en 1970 surge "Radio
Visión Lara" 1.390Khz la cual es rebautizada posteriormente con el nombre de "Radio
Terepaima" y luego se le conoció con el nombre de "Súper Criolla 1.390 AM".
Actualmente ese medio radioeléctrico está fuera del aire y, en 1975, nace "Radio
Melodía 1130 AM" la que se conoce como "Radio Popular" actualmente.

Ya en el año 1989, el 14 de septiembre, fue inaugurada "Radio Minuto 790 AM" la


cual ocupa los primeros lugares de sintonía desde su fundación hasta los actuales
momentos.
Alcanzando los años de 1990, surgen las emisoras en frecuencia modulada, los
tiempos del boom de las FM, siendo Okey 105.1 la primera en salir al aire;
posteriormente, Dinámica 92.9, La Mega 103 y Cyma 94.1 para los años 1990 y 1991,
ya hacia el año 1993 nacen B96, 106FM, Studio 97 y Feria 102.3. Estas emisoras
resultaron un acontecimiento, por la novedad y la nitidez que ofrecían estas en cuanto
al sonido. En1994, salen al aire Amiga 92.1, que luego se le conoce como "Z" 92.1 y
ese mismo año igualmente sale al aire Líder 94.9.

Sigue el boom de las FM y en 1996 surgen Sabrosa 90.1, Fama 98.1 y Radiorama
100.1, ya para 1998 Barquisimeto comienza a contar con la señal al aire de Hola
104.5, que hoy se le conoce como Onda 104.5, así como 89.1 con el nombre de
Positiva 89.1FM, hoy Rumbera 89.1 FM y las emisoras más recientes haciendo vida
comercial "legal" en Barquisimeto son Sol 99 FM y Somos 93.5 FM.
En la actualidad las emisoras radiales de amplitud modulada (AM) no poseen mucha
presencia en la colectividad salvo excepciones como Radio Tricolor y Radio Minuto, el
resto ha sido arropado por el boom de las emisoras FM del cual se ha venido hablando.

Bases Legales que Fundamentan el Uso y


Explotación del Medio Radial en el País

Las Concesiones y el Espectro Radioeléctrico

El espectro radioeléctrico es el conjunto de frecuencias que de acuerdo con la


tecnología disponible, se emplean para emitir ondas que transportan información,
se trata de un recurso natural, de carácter limitado, que constituye un bien de dominio
público, sobre el cual el Estado ejerce su soberanía.
Sobre el espectro radioeléctrico cabe la siguiente analogía: se trata de un recurso
natural, limitado y de dominio público, es decir, su uso concierne y compromete los
intereses del pueblo que en definitiva es el depositario intransferible de la soberanía,
tal y como ocurre con otros recursos naturales y limitados como el agua y los
hidrocarburos.

La Ley Orgánica de Telecomunicaciones define el espectro radioeléctrico como el


conjunto de ondas electromagnéticas cuya frecuencia se fija convencionalmente por
debajo de tres mil gigahertz (3000 GHz) y que se propagan por el espacio sin guía
artificial. El espectro radioeléctrico se divide en bandas de frecuencias, que se designan
por números enteros, en orden creciente. Las bandas de frecuencias constituyen el
agrupamiento o conjunto de ondas radioeléctricas con límite superior e inferior
definidos convencionalmente. Estas a su vez podrán estar divididas en subbandas.

Artículo de opinión titulado Venezuela: otro espectro (el radioeléctrico), de Jorge


Gómez Barata

Marco legal del Espectro Radioeléctrico en Venezuela


La República Bolivariana de Venezuela a través de la Asamblea Nacional sancionó
el 6 de junio de 2002, la Ley Aprobatoria de las Enmiendas a la Constitución y al
Convenio Constitutivo de la Unión Internacional de Telecomunicaciones,
instrumento legal que conjuntamente a la Constitución Bolivariana, la Ley Orgánica de
Telecomunicaciones (LOT) y la Ley de responsabilidad Social en Radio y Televisión (Ley
Resorte), entre otros, conforman el marco jurídico que regula el uso del espectro
radioeléctrico en Venezuela.

Estos instrumentos jurídicos disponen como potestad del Estado venezolano y en


particular del Poder Público Nacional "…el régimen y la administración del espacio
electromagnético" (Art. 156.28 CRBV). Este espacio como bien de dominio público
requiere para su uso y explotación de la concesión respectiva (Art. 7 LOT) con lo cual
se produce la habilitación para la difusión de mensajes, difusión que debe hacerse
respetando las normas y principios contenidos en la Constitución, promoviendo la
justicia social, la formación ciudadana, la democracia, la paz, los derechos humanos, la
cultura, la educación, la salud de la Nación venezolana. (Art. 1 Ley
Resorte y Art.108 CRBV)

Constitución de la República Bolivariana de Nacional (CRBV)


La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, separa el Derecho a la
libre expresión del pensamiento, del Derecho a la información oportuna, veraz e
imparcial, sin censura, lo cual involucra el derecho a réplica y rectificaciones por
aquellos que se vean afectados por informaciones inexactas o agraviantes. (Artículos
57 y 58.)

El derecho a la libre expresión del pensamiento, permite a toda persona expresar


libremente su pensamiento, sus ideas u opiniones, bien en forma oral (de viva voz), en
lugares públicos o privados; bien por escrito o por cualquier otra forma de expresión
(como la artística, o la musical, por ejemplo).

Artículo 57. Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus
ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de
expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin
que pueda establecerse censura. Quien haga uso de este derecho asume plena
responsabilidad por todo lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda
de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia
religiosa.

Se prohíbe la censura a los funcionarios públicos o funcionarias públicas para dar


cuenta de los asuntos bajo sus responsabilidades.

Artículo 58. La comunicación es libre y plural, y comporta los deberes y


responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información
oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de esta
Constitución, así como a la réplica y rectificación cuando se vea afectada directamente
por informaciones inexactas o agraviantes. Los niños, niñas y adolescentes tienen
derecho a recibir información adecuada para su desarrollo integral.

Artículo 108. Los medios de comunicación social, públicos y privados,


deben contribuir a la formación ciudadana. El Estado garantizará servicios públicos
de radio, televisión y redes de bibliotecas y de informática, con el fin de permitir el
acceso universal a la información. Los centros educativos deben incorporar el
conocimiento y aplicación de las nuevas tecnologías, de sus innovaciones, según los
requisitos que establezca la ley.
Artículo 156. Es de la competencia del Poder Público Nacional:
28. El régimen del servicio de correo y de las telecomunicaciones, así como el régimen
y la administración del espectro electromagnético.

Ley Orgánica de Telecomunicaciones (LOT)

Disposiciones Generales

Artículo 1. Esta Ley tiene por objeto establecer el marco legal de regulación general
de las telecomunicaciones, a fin de garantizar el derecho humano de las personas a la
comunicación y a la realización de las actividades económicas de telecomunicaciones
necesarias para lograrlo, sin más limitaciones que las derivadas de la Constitución y las
leyes.

Se excluye del objeto de esta Ley la regulación del contenido de las transmisiones y
comunicaciones cursadas a través de los distintos medios de telecomunicaciones, la
cual se regirá por las disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias
correspondientes.

Artículo 2. Los objetivos generales de esta Ley son:

1. Defender los intereses de los usuarios, asegurando su derecho al


acceso a los servicios de telecomunicaciones, en adecuadas condiciones de
calidad, y salvaguardar, en la prestación de estos, la vigencia de los derechos
constitucionales, en particular el del respeto a los derechos al honor, a la intimidad, al
secreto en las comunicaciones y el de la protección a la juventud y la infancia. A estos
efectos, podrán imponerse obligaciones a los operadores de los servicios para la
garantía de estos derechos. 2. Promover y coadyuvar el ejercicio del derecho de las
personas a establecer medios de radiodifusión sonora y televisión abierta comunitarias
de servicio público sin fines de lucro, para el ejercicio del derecho a la comunicación
libre y plural. 3. Procurar condiciones de competencia entre los operadores de
servicios. 4. Promover el desarrollo y la utilización de nuevos servicios, redes y
tecnologías cuando estén disponibles y el acceso a éstos, en condiciones de igualdad
depersonas e impulsar la integración del espacio geográfico y la cohesión económica y
social 5. Impulsar la integración eficiente de servicios de telecomunicaciones. 6.
Promover la investigación, el desarrollo y la transferencia tecnológica en materia de
telecomunicaciones, la capacitación y el empleo en el sector. 7. Hacer posible el uso
efectivo, eficiente y pacífico de los recursos limitados de telecomunicaciones tales
como la numeración y el espectro radioeléctrico, así como la adecuada protección
de este último. 8. Incorporar y garantizar el cumplimiento de las obligaciones de
Servicio Universal, calidad y metas de cobertura mínima uniforme, y aquellas
obligaciones relativas a seguridad y defensa, en materia de telecomunicaciones. 9.
Favorecer el desarrollo armónico de los sistemas de telecomunicaciones en el espacio
geográfico, de conformidad con la ley. 10. Favorecer el desarrollo de los mecanismos
de integración regional en los cuales sea parte la República y fomentar la participación
del país en organismos internacionales de telecomunicaciones. 11. Promover la
inversión nacional e internacional para la modernización y el desarrollo del sector de
las telecomunicaciones.

Artículo 7. El espectro radioeléctrico es un bien del dominio público de la República


Bolivariana de Venezuela, para cuyo uso y explotación deberá contarse con la
respectiva concesión, de conformidad con la ley.

Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión  (Ley Resorte)

Artículo 1. Esta Ley tiene por objeto establecer, en la difusión y recepción de


mensajes, la responsabilidad social de los prestadores de los servicios de radio y
televisión, los anunciantes, los productores nacionales independientes y los usuarios y
usuarias, para fomentar el equilibrio democrático entre sus deberes, derechos e
intereses a los fines de promover la justicia social y de contribuir con la formación de
la ciudadanía, la democracia, la paz, los derechos humanos, la cultura, la educación, la
salud y el desarrollo social y económico de la Nación, de conformidad con las normas y
principios constitucionales de la legislación para la protección integral de los niños,
niñas y adolescentes, la cultura, la educación, la seguridad social, la libre competencia
y la Ley Orgánica de Telecomunicaciones.

Las disposiciones de la presente Ley se aplican a toda imagen o sonido cuya difusión
y recepción tengan lugar dentro del territorio de la República Bolivariana de Venezuela,
y sea realizada a través de los servicios de radio o televisión públicos o privados
siguientes: 1. Servicios de radio: radiodifusión sonora en amplitud modulada (AM),
radiodifusión sonora en frecuencia modulada (FM), radiodifusión sonora por onda
corta, radiodifusión sonora comunitaria de servicio público, sin fines de lucro, y
servicios de producción nacional audio, difundidos a través de un servicio de difusión
por suscripción. 2. Servicios de televisión: televisión UHF, televisión VHF, televisión
comunitaria de servicio público, sin fines de lucro, y servicios de producción nacional
audiovisual, difundidos a través de un servicio de difusión por suscripción. 3. Servicios
de difusión por suscripción. Quedan sujetos a esta Ley otras modalidades de servicios
de difusión audiovisual y sonora que surjan como consecuencia del desarrollo de las
telecomunicaciones a través de los instrumentos jurídicos que se estimen pertinentes.

Artículo 3. Los objetivos generales de esta Ley son: 1. Garantizar que las
familias y las personas en general cuenten con los mecanismos jurídicos que
les permitan desarrollar en forma adecuada el rol y la responsabilidad social que les
corresponde como usuarios y usuarias, en colaboración con los prestadores de
servicios de divulgación y con el Estado. 2. Garantizar el respeto a la libertad de
expresión e información, sin censura, dentro de los límites propios de un Estado
Democrático y Social de Derecho y de Justicia y con las responsabilidades que acarrea
el ejercicio de dicha libertad, conforme con la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, los tratados internacionales ratificados por la República en materia de
derechos humanos y la ley.3. Promover el efectivo ejercicio y respeto de los derechos
humanos, en particular, los que conciernen a la protección del honor, vida privada,
intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación y al acceso a una información
oportuna, veraz e imparcial, sin censura. 4. Procurar la difusión de información y
materiales dirigidos a los niños, niñas y adolescentes que sean de interés social y
cultural, encaminados al desarrollo progresivo y pleno de su personalidad, aptitudes y
capacidad mental y física, el respeto a los derechos humanos, a sus padres, a su
identidad cultural, a la de las civilizaciones distintas a las suyas, a asumir una vida
responsable en libertad, y a formar de manera adecuada conciencia de comprensión
humana y social, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre los pueblos,
grupos étnicos, y personas de origen indígena y, en general, que contribuyan a la
formación de la conciencia social de los niños, niñas, adolescentes y sus familias. 5.
Promover la difusión de producciones nacionales y producciones nacionales
independientes y fomentar el desarrollo de la industria audiovisual nacional. 6.
Promover el equilibrio entre los deberes, derechos e intereses de las personas, de los
prestadores de servicios de divulgación y sus relacionados. 7. Procurar la difusión de
los valores de la cultura venezolana en todos sus ámbitos y expresiones. 8. Procurar
las facilidades para que las personas con discapacidad auditiva puedan disfrutar en
mayor grado de la difusión de mensajes. 9. Promover la participación activa y
protagónica de la ciudadanía para hacer valer sus derechos y contribuir al logro de los
objetivos consagrados en la presente Ley.
Ley de Prensa y Ejercicio del Periodismo

La función del periodista es informar de una manera tal, que se acerque a la verdad sin
manipular, desinformar y desorientar al oyente. Por tal motivo debe tener claro su
responsabilidad o rol de comunicador social, sabiendo por anticipado sus deberes y
derechos.

Artículo 3, Parágrafo II, referido a la Responsabilidad del Comunicador Social.

Son funciones propias del periodista en el ejercicio de su profesión la búsqueda, la


preparación y la redacción de noticias; la edición gráfica, la ilustración fotográfica, la
realización de entrevistas periodísticas, reportajes y demás trabajos periodísticos, así
como su coordinación en los medios de comunicación social impresos, radiofónicos y
audiovisuales, agencias informativas, secciones u oficinas de prensa o información de
empresas o instituciones públicas o privadas. Los periodistas que ejerzan en medios
radiofónicos y audiovisuales están autorizados para efectuar las locuciones propias o
vinculadas con su actividad profesional.

Parágrafo Primero.-Quedan exceptuadas las funciones de la misma índole que se


ejerzan en órganos de difusión impresos, radiofónicos o audiovisuales dependientes
de instituciones oficiales o privadas sin fines de lucro, de carácter cultural, político,
sindical, religioso, científico, técnico, ecológico, vecinal o estudiantil, que tengan como
único fin la información y divulgación de sus propias actividades.

Parágrafo Segundo.-Los directores de medios de comunicación social, aunque no sean


periodistas, ejercerán plenamente sus funciones de dirección, conducción de
programas radiales o audiovisuales, coordinación y planificación, garantizando la
libertad de expresión de los ciudadanos y la pluralidad informativa. Los directores de
programas de medios radiofónicos y audiovisuales, los moderadores, animadores y
locutores ejercerán plenamente sus funciones, aunque no sean periodistas.

Reglamento de Radiocomunicaciones

Referente a la reglamentación del uso del micrófono (Artículos 73, 74 y 75)


Artículo 73. En las estaciones radiodifusoras sólo podrán actuar como locutores
o anunciadores las personas que estén provistas del correspondiente Certificado de
Suficiencia expedido por el Ministerio del ramo, previo el cumplimiento de los
disposiciones establecidas en este Reglamento, quienes están obligados a anunciar su
nombre antes y después de cada programa en que actúen.

Artículo 74. Se entiende por locutores o anunciadores a los efectos de este


Reglamento, las personas que hacen uso habitual de los micrófonos de una estación,
trasmitiendo los anuncios e informaciones e indicando o comentando los números de
los programas. Quedan excluidas de esa calificación las personas que intervienen en
los números teatrales, musicales, en declamaciones, conferencias científicos, artísticas,
deportivas o de cualquier otro carácter, que constituyan propiamente números del
programa. También quedan excluidos los técnicos titulares de la estación, cuando
hagan uso del micrófono para efectuar pruebas.
El Despacho respectivo determinará en cada caso concreto si una persona que hace
uso del micrófono debe considerarse o no como locutor o anunciador o si su actuación
constituye un número del programa.

Artículo 75. Toda radiodifusora enviará al Ministerio respectivo una lista completa de


los locutores que en ella actúan y participará los cambios que haya en este personal
inmediatamente después de efectuados.

Uso del Micrófono

Anteriormente para lograr esta posibilidad se hacía un curso que sólo requería
ser bachiller; aprobando un examen ante una representación del Ministerio
responsable para tal fin, que se trasladaba a los Estados para realizar la respectiva
evaluación.

En la actualidad se lleva a cabo un curso o semestre en institutos superiores


universitarios designados por el Estado venezolano

Internacional. Libertad de Expresión y Derechos Humanos

Declaración sobre los Derechos Humanos de la ONU, OEA y Convenios Suscriptos por
Venezuela: La forma como se maneja la participación ciudadana y el derecho que
tenemos todos a expresarnos conlleva al país a estar comprometido con la libertad de
informarnos e informar de una manera amplia y clara. Teniendo el individuo la
oportunidad a la réplica si así lo requiere. Para profundizar en este tema ubicar la
Declaración sobre los Derechos Humanos de la ONU (1948) y OEA (1948).

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es una declaración


adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A
(III), de 10 de diciembre de 1948 en París, que recoge los derechos humanos
considerados básicos. La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de
Derechos Humanos comprende lo que se ha denominado una Carta Internacional de
los Derechos Humanos.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) se compone de un


preámbulo y treinta artículos, que recogen derechos de carácter civil, político, social,
económico y cultural.

Los artículos 1 y 2 recogen principios básicos en los que se sustentan los derechos:
libertad, igualdad, fraternidad y no discriminación.

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,


dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los unos con los otros.

Artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración,


sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición
política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una
persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo
administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de
soberanía.

Los artículos 18 a 21 recogen derechos de pensamiento, de conciencia, de religión y


libertades políticas.
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión;
este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de Creencia, así como la
libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en
público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho


incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier
medio de expresión.

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