Las aguas residuales son aquellas resultantes de las actividades humanas, proceden de las ciudades, industrias, etc. Estas aguas residuales suponen un peligro potencial para el medio ambiente. Para que estas aguas puedan volver al medio natural deben seguir una serie de tratamientos que consisten en eliminar sus residuos. Estos tratamientos dependen de las características de las aguas residuales y de su destino final. Los tipos de tratamientos de aguas residuales son: Pretratamiento. - consiste en la eliminación de los sólidos más grandes tales como arenas y aceites. Tratamiento primario. - El tratamiento primario consiste en un conjunto de procesos físico-químicos que se aplican para reducir el contenido de partículas en suspensión del agua. Estos sólidos en suspensión pueden ser sedimentables o flotantes. Algunos de los métodos de depuración de aguas residuales utilizados en este tratamiento son: Sedimentación Flotación Neutralización Se puede utilizar otros procesos para conseguir una mayor depuración de las aguas residuales como el uso de fosas sépticas, lagunaje, filtros verdes. Tratamiento secundario. - consiste en un conjunto de procesos biológicos que pretenden eliminar la materia orgánica que hay en las aguas residuales. Estos procesos biológicos consisten en el trabajo que desempeñan algunas bacterias y microorganismos y que se basa en la transformación de la materia orgánica en biomasa celular, energía, gases y agua. Pueden distinguirse varios procesos: Aerobios Anaerobios. Tratamiento secundario. - consiste sobre todo en la eliminación de los agentes patógenos. Este tratamiento es opcional y normalmente se hace cuando el agua se va a reutilizar como, por ejemplo, en jardines u otros espacios públicos para que no supongan un peligro para la salud humana. Los procesos de tratamiento de aguas residuales más habituales son los siguientes: Radiación ultravioleta Ósmosis inversa Filtración Cloración