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contexto,#@ una expiicacion logica y unitarla de fs age de la geologia, este libro ofrece una visié ger se que trata més a fondo los métodos y problem 2 la Tierra que el aspecto descriptivo y regional si afecta a los estratos fosilferos como si se encuentra op, més profundas de la corteza terrestre, la deformacipn es e ) todas las formas y a cualquier escala, desde la eet odo un continente. ae irectaments de! as ‘tltimés reformas de la ensefariza, la coleccién mee Jevos biog al estudiante y al investigador. es de este coleccién tienéy una doble vocacién: la de investigadores 8. Es por ello que sus libros dan la exposicién més avanzada de. los | IN LOS MATERIAL Les “te DE LA CORTEZA ee DSERVACION Y LOS MEDIOS OF ESTUDIO RE SEESRNGRINES ‘Se UR ComreZa " LA CORTEZA TERRESTRE ss ronas, BE Log DIFERENTES COMPORTAMIENTOS DE LA CORTEZA NOCIONES DE MECANIGA DE ROCAS DeFimicioNes DE TERMINOS TEcTONICOS BASICOS vu Ls oisTENSION ww LA CONPRESION A LA ESCALA DEL GLOBO vu VOLUGION TIPO DE UN SEGMENTO EN CADENA % NOCION DE NIVEL ESTRUCTURAL As FALLAS DE COMPRESION DIFERENTES TIPOS DE PLIEGUES . 3 tas! geraUGrUas SUpERPICIALES xu os pLigcues IsoPAco8 DE NIVEL ESTRUCTURAL MEDIO Los PLIEGUES"AVISOPACGS DE NIVEL ESTARUCTURAL INFERIOR aw LA MicROTECTONICA nu Los MovIMIENTOS VERTICALES © LA TECTONIGA DE COMPONENTE VERTICAL Maurice Mattauer Las deformaciones de los materiales de ia corteza terrestre at ESTUDIO DE ALGUNOS CARACTERES ESTRUCTURALES DE LAS CORDILLERA eat EVOLUGION TECTONICA EL GLOBO Y SUS MECANISMOS Omega Coleccién Barcelona Métodos MAURICE MATTAUER es profesor de Universidad de Clnciss cafes da Languedoc en Montpelier. Necig en 07%, Freee estuios superiores 2 a Universidad de Besancon afecine tpard (bajo la drocein de profesor Ganslet) 8 done erfal sobre Tos mantos de deslizamiento en ASBSL2 ‘Sas investigaciones se centran en 8 seeitienas alpinas (Tell Rit, Pirineos, Andes) ybercnicas J sobre los métodos dela microtecténica. La edicidn original de esta obra a Sao publicada en francés por la editorial HEN DITEURS DES SCIENCES ET DES ARTS, de Paris ‘con el titulo: LES DEFORMATIONS DES MATERIAUX DE L'ECORCE TERRESTRE “Traducido por MATEO GUTIERREZ BLORZA ‘Doctor en Ciencias Geoldsicas. Bubuirector del Colegio Universitario de Teruel y JESUS AGUADO SANCHEZ Licenclado en Clencias Gedtigicas. Profesor del Colegio Universitario de Teruel ‘Reservados todos lot derechor, Ninguna par de Reser puode ser reprodueda, aacenada cae ona de informitica 0 wansmitda de cut nS forma o por cuaguet meio, eleaténion ae erotocopia,erabacin w ozs metodo: ay engtes permis dl propisaro Jl ‘copia ‘@ BDICIONES OMEGA, S. A.— Barton, 1976 ISBN 84282-08403 Depdsito legal: B 7154196 PRINTED INSPAIS Cheateas instar, 5. A. Consthuci, 19. Barelona (14) indice de materias Introduccién 4. Las formas de observacién y los medi de las deformaciones de Tr ouens de estudio 1. La obsernién de ls roca sediment 2 La obvervacién de ln movfologia del globo 3:14 Seeing do cs 4 Las diferentes disciplinas utilizadas * “1 Bl ewatio. de las dformaconcs stale 6 ecient 4.2 El estudio de las deformaciones antiguas a 405 BL culo de lop mecaniamos de I deformecin 2, La corteza terrestre . Deficones tee métodos de estudio de la corteza : El mobo y ls diferentes tos de cortera La corteza continental e 4.1 Zonas continentales estables, sin relieves imy t 4.2 Cordilleras : : a 5. La corteraocelnica ‘a1 Zonas ocelnicas tps 512 Dorsales mesoceéicas 3.3 Mate interiors 6. La corteza intermedia 2 7. Condusin sobre In naturleza de la covtera 8. Corteza actual y corteza antigua : Los diferentes comportan Nociones, de ples, do zonas comprimidas,estradss levantade, Te Las placas 0 zonas no deformadas 1.1 EL ejemplo de la Placa Africana x n 2 2 B 15 16 1» 2 2 23 24 24 24 25 26 26 28 30 30 INDICE DE MATERIAS 1s Africa continental : 5 112 Las prolongaciones ocefnicas de la Pact Africana 41.13 Observaciones sobre el término de place 12 Las ocho grandes placas de Ia evolucién reciente de In Tieren 2, Los difecentes tipos de deformacin de la cottezs 3 Las zonas acortadas 0 cosdillerss 22 Las zonas estcadas 23 Los movimientos verticales 7/4 Los movimientos de coisa 43, Las diferentes modalidades de compresion y de distensén 44 El balance genecal de Ins deformaciones de la costes terreste desde hace 30 millones de afios ‘i . 4. Nociones de mecanica de rocas 1. Nocién de esfuer20 Li Estado de esfuereo de las rocas en la cortera 2, Relaciones ente esfuerzo y deformacién segén los easayos traxiles 2.1. Diferentes tipos de ensayo : 2.2. Curvas esfuerzo-deformacion 23 Curvas tiempo-deformacién 24 Algunas definicones 2.5. Modalidades de la sotura 26 Infiuencia de la presion confinante en la deformacién 27 Infiuencia de la temperatura en la deformacién 28 Comportamiento de las rocas « profundidades crecientes 75 Tnfluencia de los fidos de impregnacion en la deformacién Fo Tnfivencia de la anisotsopia de las rocas en su deformacién Fr Tafluencia del esfuerzo, de la presi6n confinante y de la tem peratura en el flujo 5. Estudio expetimental de algunos procesos tectbnicos 3.1. Estudios cualitativos ‘ 3.2 Estudios cuantitativos Fi 3.21 Estudio de algunas experiencias - » - 7 3.2.1. Relaciones entre la viscosidad de los estratos y la lon gitud de onda de los pliegues producidos por flexién 5.2.1.2 Estudio de estracturas producidas por gravedad 3.2.13 Formacién de kink-bands vw 30 30 33 33 35 36 36 38 38 al 4“ 45 48 49 50 32 32 34 38 a a 64 64 66 C ” 4 B 16 | INDICE DE MATERIAS 5, Definiciones de términos tecténicos basicos — wn Geom dels falls | 1 Nemendacede fala : net Caw simplifado vel gen cps ea hose Ela Bene ane ns Oe Noses 1212 Deine ends falls cojogada 1213 Dani tnt empo de fl | 122. Can nel qu as cape mo en harzotc 1.2.2.1 Casos complejos = ‘ 13 Forme de repsenntn dn ils 2, Dinca 3, Los pliegues y In deformacién continua 3.1 Defiiciones con la ayuda de'una sola superficie de referencia 3.2. Definiciones con Ja ajuda de varias superfcies de referencia 3.3, Definiciones teniendo en cusnts Ia forma general de los pliegues 3-4 Repeesentaci6n de los plcgues 4, Definiciones de algunas «transformaciones> tectnic 42 Teasacién a 42 Rotacién 43 Deformacién propiamente dicha 43.1 Deformacién pura o aplanamiento 43.2 Def formacién por cizallamiento simple o deslizamiento simple ne 43.3. Aplanamiento.sotaconal 434 Caso general 5 Caen gedios 9 elmer desea de ot eine tructurales . 6. La distensién 1. La distensi6n 2 escala del globo 1.1 La distensién en las placas continentales LAL La distensi6n reciente en Ia placa africana 1.12 La distensin recente en Europe occidental 1.1.3 Ejemplos de distensién antigua 1.2 La distensi6n en as placas oceénicas 1.2.1 Morfologis, naturaleza y estructura de las dorsales 103 103 103 104 104 105 107 108. 108. 108 3 13 43 123 125 126 126 INDICE DE MATERIAS 4.92 Anomalies magaéticas eacionadss con les dorsals y acanismo general de formacion de las dorsles 1.23 EL problema de las falls en direecin oceinics 0 ‘transform faults . 1.2 Explicaion de la ispostion general de ls dors as Batance general de la distension d& las zonssocsinicas Gesde hace 100 millones de afios 1.25. El ptincipio de las reconstrucciones 1125.2 Evoluciéa del Océano Atkéntico 1355 Bvolucién del Octano Indico y det Pacifico rae Concusiones sobre [a distension reciente en Yes zonas ocefnicas oe 27 Imdistensibg en les ons ociniis con ateriorded 4 los 200 snillones de aos 2, La distensi6n en las cordillerss 5. Ta distensién a escala cegional : s.1 Diferentes tipos de estructuras de distension 3 Descipeén de las foses cenozoicas del oeste SHOPS 3 Un ejemplo de falls de disteniin con etrits oblictss 35 La diensin en una dorsal ocsinica; ejemplo de Islandia 355 Algunos casos de distensiGn lecalizada 3.6 Fora y buzamiento de Ins falas normales - 3.7 Evolucién de las falas © pit Falla contemporineas con In sedimentacion 31.2 Fallas con reacivaciones sucesivas 3.723 Fallas normales replegadss 5 3.74 Edad de las fllas normales 3.7.5 Algunes anomalias 7, La compresién a la escala del globo meena depot generat do Tas erentos coriloras on storia do a Tierra 1 Cadenas recientes © alpinas» « “LA Considetaciones generales + - Lit A la escala de las gandes placas {12 A de eseala det millae de kilémetros 2121 Cadena petipadiias : 11.22 Cadenas bicontnentales 1.1.23 Resumen 1.2 Diferentes etapas de Ta evolacion de Ja cadens alpine vu. 132 136 137 137 39 143 147 147 148 149 149 150 134 134 155 158 160 160 163 163 163 165 167 18 169 169 169 m 172 172 INDICE DE MATERIAS 2 Fase de sedimenacion 122 aras fac de cmprsia in 1.2.3 Fase de destruccién: 5 1.3 Estilo de la deformacién alpina ie 2. Cadenas antiguas fe 2.1 Cadena hercinica « a 22 Cader caedin ve 2.3 Cadenas precimbrices . « : 3. Conclusién re 1» 8. Evolucién tipo de un segmento de cadena 1. Nitra ea cote sobre aque nt ne aden 12 2 Fue de sedimetnctn o eoinlina 184 Toma denon de eons tet 22 Mate asin esinin tes 35 povenda'y faces deo scientngeosotnaes fy oa see eee 186 5. ase de plepiento'o de teaogtoss 18 4 Bue de raja ttt . ie 5) Meeunismos de formacién de dine exe so 9. Nocién de nivel estructural 1. Plincipis de dein dele nivale Je oe eves estat 2 Dentin dl ive etc upto, medi e inferior ‘ 5. Dispostn dels vls etc 20 3.1 A escala regional ct 3.2 A escala de la cadena aa 33 Nees enous tcc sper 203 Las fallas de compresién Condiciots de exits den ala ‘Aspecto de las fallas ea Betemicto de ls flo inves Bn x _ a INDICE DE MATERIAS 1, Fallas inveesas y cabalgamientos 1.1°A excala de la cadena 1.2 A exala regional Pallas en direccién ‘i hee Feit Relaciones con los campos de esfuerzo y de defotmacién 22 Estudio de algunas grandes falas en direcién «|= 23, Eotadio de alguns fellas em diceccdn a etal regional |» 23.1 Fallas en direccién de pequeiio salto en los antep de las cadenas . 23.2 Fallas en direccién Pane pliegues 233 Las fallas en directiéa del Jura 23-4 Las fallas en diseccién del Languedoc 414. Diferentos tipos de pliegues ; i aaiento © pliegue is0paco 1. Pliegue por fexién y deslizamiento o plies 1 Eaton deforacdn de wn ei 11 Defosmacién continua 1112 Deformacién discontinus ; 412 Estudio de li deformacién en una sucesiGn de estratos 12. Forma general de plegamiento 1.22 Forma de las falls 1.3 Pliegue isopaco y acortamiento 2, Pliegue por aplanamiento : ee pitt modaldadr Jt aplananioto 2.2 Geometra del pliegue ce aplanamiento 253 Pliegue de aplanamiente y acortamiento - 3, Pliegue por fisjo ; Bt Mecaismps Je a defornacién 3.2 Geometsia del plegamiento 3.3 Condiciones fisicas del pliegue de flujo 44, Pliegue por flexién y cizalamiento 5. Pliegue por flexién y aplanamiento Si La flexiéa precede al aplanamiento 5.2 La flexin es contemporines del aplanamiento 6. Knick y pliegue en chevron G1 Mecano det kick 62 Mecanismo del pligue en chevron 65 Forma general de los knicks a4 24 217 228 229 BI 238 238 239 240 2a 243 245 245 247 249. 249 236 258 258 258 262 265 266 267 261 269 270 270 270 273 274 276 278 28 INDICE DE MATERIAS 12. Las estructuras superficiales El papel de Ja gravedad y los mantos de deslizamiento 1, Catactetistices de las estructuras superficiales 1.1 Caso de superficies topogetficas aéreas 1.2 Caso de superficies subacutticas 2, Estructuras debidas a la gravedad. Mantos de deslizamiento 2.1 Generalidades 2.2 Estudio de los mantos de deslizamiento 2.2.1 Su localizacién en las cadenas 2.2.2 Condiciones litol6gicas del deslizamiento 2.2.3 El problema de le pendiente 2.2.4 Relaciones entre los mantos de deslizamiento y la tects rica de compresion 2.2.5 Estructura de los mantos de deslizamiento: olistolitos y olistostcomas 2.2.6 Los mantos de deslizamiento de Africa del Norte 13. Los pliegues isopacos del nivel estructural medio 1. Situacién general 2. Diferentes grados de evolucién de los pliegues isopacos 3. Estudio de algunos ejemplos 3.1 Los pliegues del Jura 3.2 Las cadenas Subalpinas 3.3 El antepais plegado de-la Cadena Pirenaica 3.4 Los pliegues del Dominio Atlintico en Africa del Norte 3.5 El antepafs plegado de las Cadenas Alpinas del Medio Oriente, 14. Los pliegues anisopacos del Situacién ger 1. Diferentes subdivisiones del nivel estructural inferior 2, Pliegues de las zonas con esquistosidad subvertical 2.1 EL Macizo Esquisteso Renano y los macizos hercinicos de Alemania 2.2 El Ciucaso 23 El Iglesiente en Cerdefia 24 Bl Hercinico de Galicia 2.5 Las fases tardfas del Hercinico del sur de Francia 26 La esquistosidad vertical en Ia cadena de los Pirineos fel estructural inferior al 284 284 287 290 290 295 295 295 297 298 300 303 309 313 315 315 321 322 324 326 330 334 334 336 337 339 339) 340 INDICE DE MATERIAS 2.7 Exquisosdades veniales relacionadas con las falls en reccion, 5 aoe sida inclinada 5, Pliegues de las zonas con esquistosid 44, Pliegues de las zonas con esquistosidad subborizontal ‘1 Los mantos hercinicos de la Montafia Negrs 42 Las estructuras hercinicas de las Cévennes 43 El Manto hercinico det Canigé ‘44 Las zones internas de los Alpes 45 La cadena Caledénica en Escocia : £6 La Cadena del Precimbrico superior del Hogar 5, Pliegues del dominio del ftujo 5.1. Los Mantos Pénnicos de In zona interna de Jos Alpes 3.2 Los Mantos Precémbricos de Noruege Meridional 353 Los pliegues de flujo de los Caledénides de Groentandis 45. La microtectonica Definiciones pe Tos métodos de la microtect6nica 1, Andlisis microtecténico de Jas fracturas . ‘11 Determinacién del sentido de desplazamiento 1.1 Caso de fracturas planas 11.2 Caso de fracturas no planas 1.1.3 Casos. complejos 1.2 Deeeminacién de la direccign de acortamiento y 10s estilolitos. 15 Determinacién de la diteccién de alargamiento y las grictas 14 Interpretacién de conjunto de In deformacién discontinea - 1.5 Estudio de las diaclasas 146 Estudio de las feacturas de los pliegues isopacos 2. Microtedt6niea de las zonas con esquistosidad 241 Esquistosidad ‘i 2a. Definiciones : 21.2 Esquistosidad de fujo 213 Polacion 2.14 Esquistosided de fractura : 21.5 Esquistosidad de pliegue-fractura y de crenulacién 2.16 Relaciones entre ios diferentes tipos de esquistosidas 2.2 Lineaciones . 2.21 Lineaciones de intersecci6n 2.22 Lineaciones de alargamiento 3a 343 346 346 348, 349 392 356 357 359) 360 362 364 365 365 366 366 367 370 371 373 378 383 385, 386 387 387 387 390 394 398 398 398 400 400 403, INDICE DE MATERIAS 2.23 Lineaciones minerales E 2.24 Lineaciones de microplegamiento 0 de crenulacién 23 Micropliegues aon 24 Relaciones entre esquistosidad, Tinescién y plegamiento 24.1 Forma general de un pliegue sinesquistoso 2.4.2 Disposicién de Ia lineacién de alargamiento en un pliegue 243 Disposici6n de detalle de la esquistosidad de frectura y de los absnicos de esquistosidad 244 Geometrla de detalle de los pliegues sinesquistosos 2.4.4.1 Bjemplo de combinacién entre flexién y aplanemiento 2.44.2 Complicaciones debidas 2 Ja raptura 25 Reglas de utilizacién de la esquistosidad, de Ia lineacién y de los micropliegues : 23.1 Caso de una tinica fase tecténica 23.2 Caso de varias fases tectOnicas superpuestas 2.3.2.1 Caso de dos fases 2.5.2.2 Caso de mis de dos fases tecténicas 2.6 Consideraciones pricticas en el caso de tecténica superpuesta 16. Los movimientos verticales o Ia tectOnica de componente vertical Diferentes tipos de movimientos verticales 1. Movimientos verticales verdaderos en las placas continentales Casos particulares de movimientos verticales debidos al estableci- miento 0 a Ia fusién de un casquete glacial Movimientos verticales relacionados con la formacién de los rifts “Movimientos verticales debidos al reajuste isosttico de las cordlleras. |. La subsidencia en los surcos sedimentarios. . ‘Movimientos verticales consecuencia directa del plegamiento ‘Movimientos verticales debidos a causas locales 17. Estudio de algunos caracteres estructurales de las cordilleras 1, Dimensién y forma general de una cadena ‘Aplicaciones a las cadenas de Europa Occidental Direccién y vergencia de las estructuras de una cadena Estilo tectbnico 3.1. Estilo tectonico y nivel estructural 406 407 407 408 409 au au a3. a3 44 M16 416 49 419 a5 425 430 434 45 486 89 44 445 447 448 451 454 455 INDICE DE MATERIAS 3.2 Estilo tecténico y litologia 3.2.1 Teet6nica de cobertera 3.2.2 Tecténicn de basamento. . 4, Nocién de fase tectbnica o fase de compresién 441 Definici6n can 42 Las fases de compresin en los niveles estructurales medio y superior . 43 las fases de compresion en el nivel estructural inferior “4.4 Conclusiones a los estudios realizados en la infra y supraestruc ture A 5. Metamorfismo general de las cadenas 5.1 Alganos caracteres del metamorfismo general 5.2 Relacin entre Ia tecnica y las anomalias térmicas responsa- bles del metamorfismo : 5.3 Relaciones entre las isogradas de metamorfismo y las estructuras tecténicas 3.4 Conclusiones : 6, La historia preplegamiento de una cadena: nocién de geosinclinal “Algiinos caracteres de los geosinclinales 7. Diferentes acontecimientos de Ia evolucién de una cadena . 7.1 EL plutonismo 7.2 La etapa de las molasas sin 0 postecténicas 73 EL voleanismo postecténico unido a los movimientos verticales, 7A Conclusién 18." Evolucién tecténica del globo y sus mecanismos 1, Escala de los fenémenos : 2. Estado actual de auestros conocimientos 2.1 Consideraciones generales 2.2 Consideraciones sobre los mecanismos 2.2.1 Nociones de litosfera y de tecténica de places 2.2.2 Nocién de astenosfera 2.233 La formacién de las cadenas 2.24 Conelusién 3. Nociones que quedan por precisar ‘A modo de conclusién BIBLIOGRAFIA . INDICE ALFABETICO xv 436 457 458 459 460 463 466 466 466 468, an 4n2 an 405 480 480 481 481 482 483 484 434 485, 485 494 496 499 499 509) 3u 319 Introduccién En una época en que Jas Ciencias de la Tiersa sufren una verdadera revo- lucién, debida a la teoria de la Tect6nica de placas, el estudio de las deforms ciones de la corteza tecrestre adquiere cada dia mAs importancia, En efecto, se trata de una de las consecuencias mas espectaculaces del funcionamiento de la méquina terrestre Presentamos aqui algunos de los aspectos mas tangibles y mas directamente observables de esta deformacién. Esta obra esté, en efecto, consagrada 2 las deformaciones que han afectado a las rocas de In parte superior de la corteza terrestze en el curso de los tiempos geolégicos. Se trata, pues, de un estudio ‘esencialmente geolégico de la deformacién y por consccuencia de una obra de Geologia estructural o de Tect6nica, donde han sido realizados considerables pprogresas tanto en el dominio de Ias grandes sintesis como en el de los mec rnismos de la deformacién intima de Ia roce. El estudio de los movimientos de conjunto de Ia corteza terrestie 0 de Ia litosfera ha sido abordado de une Forma sipida con objeto de no entrar en el dominio de las obras de geofisica Nos hemos propuesto dar una visiéa de conjunto simple y coherente de la deformacién ageolégicay consideréndola a todas las escalas y poniendo, lo més a menudo posible, el acento sobre los métodos de estudio utilizados’y apoyindonos sobre una abundante ilustracién. Los problemas han sido con frecuencia voluntariamente simplifcados y es cquematizados con el fin de hacetlos asequibles a los estudiantes no iniciados. ey ee | Ciencias de 1a Tictra we hace cada vee mas ‘an ritmo muy répido, publicacibn han necesi: Pe? punto parcial, que en que les pecializacion rpaevos caen & i cir que, en won Epoct Ne a am cl Goo ideas y los métodos wee en gue 8 aie ecto POE meagan 2805 4 te os puts se ota Fes pai ometer fan esas ia eburecione © cas de la Tiers. : aque todas las sintesis sobs oe mes ben en a eet Ins male a ito, tenemos Ia formas Fk domino Mspetos e prese oe a papel sroneeo de his Ci BB re ve atabo 7 os Be evinmente et ef tne any ready 0 ot Fino no ace mA gue in evolucibn de nes oeplacas deberin siempre ¥ Nee ain Beto verdderaete xv Las formas de observacién 1 y los medios de estudio de las deformaciones de la corteza Cémo pasar de fa observacién a la explicacién. Los objetivos de la geologia estructural En primera aproximacin, a corteza terrestre es marcadamente estab; Jas socis aparecen’inmutablemente fijas y defnitivamente estabilizadas. Pero esto no es cierto mis que en primera aproximeci6n. En efecto, en certs regiones del globo llamadas asismicas>, pueden formarse, com ocasién de temblores de tiers, importantes fracturas que parten todas las cocas de superficie. En esas smiamas regiones, « veces se liga » poner en evidencia con Ia ayuda de levan- tamientos topogrificos muy precise, deformaciones, aunque de pequefia ampli- tud (del orden det centimetzo o del milimetro, por ejemplo), pero afectando 4 vastas regiones. Asi, aungue a escala humana esto sea apenas perceptible, Ia corteza trees: tre se deforma, al menos en cierts zonas Pero qué es de esta deformacién cuando se pasa a la escala geol6gics, es decit cuando se consideran épocas dl orden del millén de afos, dela centena de millones de afis, 0 incluso de miles de millones de afos, cifras que son comunes cuando se trata de la hisoria de la Tierra, Ia cual tiene una edad de alrededor de 4000 millones de ais? Supongamos, pars tener una idea de tamatio, que una cordillera se levanta 1 em por afl, y que este fenémeno sea continuo durante solamente un millén de afios..j esultard una elevacién de 10 km, es décir una modifiacién consi- derable. Supongames que ln distncia entre Eusopa y América aumenta un 1 ESTUDIO DE LAS DEFORMACIONES DE.LA CORTEZA centimeto cada afo; resultaré en 100 millones de afios wn slejamiento spl sent 4 1000 on ee a 0m ge conf gue de cts sls empl gue 3 geolégica las deformaciones de Ia corteza pedan ser importants, hart Fe oe eee de ln jonas taper de i Tee ce eee conjetura. En efecto, los estudios geolgicos muestran que It coos es de unos im). eH aes no eformaday (In alure de sean 2 wos 300 m) fe aur de los Pirincos: esta serie Soe testa de edd igosena de Ta vertinte wr de Tos incon 2% Soe Sei cordate sobre pliegues «pinaicosy formados or, que se adivinan en el paisa Foto Reille LA OBSERVACION DE LAS ROCAS SEDIMENTARIAS. corteza tertestre ha suftido deformaciones considerables. Pero ccémo se puede llegar a esta conclusién a partir de observaciones? A ello se llega, en efecto, dle una manera bastante simple y por medios bastante diferentes 14. LA OBSERVACION DE LAS ROCAS SEDIMENTARIAS Estas rocas, que por lo general estin estratiicadasn, son muy frecuentes cn Ia superficie del globo; en In mayoria de los casos, la estratifcacin se efec- tu6 horizontalmente (lo més normal en el fondo de los mares), de manera que se puede muy fécilmente, gracias a In estratificacin, apreciar Ins deformaciones suftidas por esas rocas; por otra parte, se las podsé observar tanto mas fécil- mente cuando la estratificacién de las rocas sea més visible; en definitiva, cuan- do Ia regién sea a In vex mis deséstica y mis intensamente erosionad, Existen regiones donde se encuentran, sobre centenas o miles de kiléme- tros, rocas sedimentarias marinas que han observado su buzamiento original perfectamente horizontal; se puede deducie de ello que, después del depdsito de estas rocas sedimentarias, esas mismas regiones no han suftido otras de- Formaciones que aquellas que han provocado Ia elevacién de conjunto de estas es, lo que nos permite actualmente observar sobre tierra firme rocas que se han depositado en los mares. En otras cegiones se encuentran las mismas capas horizontales, pero se observa que han sido afectadas por fracturas 0 «fallasp que rompen la conti- nuidad de Ja estratiicacién, y a una parte y a otra de las mismas existe un nivel determinado que se encuentra a altitudes diferentes. Esta diferencia de altitud o «salto de falla puede alcanzar toda clase de valores, osclando, por ejemplo, desde algunos centimetros a mis de 1000 m. En esas regiones, In parte superior de la corteza se ha fracturado y se pue- de, gracias a la disposicién de las fallas, reconstituir el-tipo de deformacién aque ha tenido lugar. En efecto, se observa fécilmente que una falla no vertical Brovoca, bien un hundimiento o bien una elevacién del compartimento vecino; fen el primer caso, se habla de Falla normal, en el segundo de falla inversa. Pot tanto, una falla normal provoca un alargamiento, mientras que por el contra- Fio una falla inversa provoca un acortamiento (figs. 5.7 y 5.9) Un simple examen del salto de las fallas nos permite por tanto precisee si las deformaciones suftidas por una regién corresponden a un alargamiento, es decir a una extensidn 0 una distension, o bien a un acortamiento, es decie una compresin. Finalmente, en otras regiones las capas no han permanecido horizontales; a esTupIO DE LAS DEFORMAGIONES DE LA CORTEZA i tienen por todas partes ebuzamier- ‘Se dice entonces que las capss estén ‘a toda disposicién que viene acompt "del buzamiento, Los pliegues pueden se han inclinado diferentemente, es deci tos vatiables pudiendo ir de 0 2 90°. abla de «plieguer pet ‘eplegadasy y 5 Fede de wna modificacién. significative Drovicise 2 todas 1a exalas (desde ef ‘milimetro a ln decena de kilémetros) Pssresentae una mmutud de formas. os pliegues se califcan en anticlinales Y Prcsetnales segin que hagan apaecee capes mds SPE 'o més recientes. fates pliegues cortesponden evidentemente 5° acottamiento, cuyo valor puede eneralmente sr calcolad, YS asta para esto desplegar el pliegue esate preisamente medit Ia diferencia de Tongitua entre los estratos plegados 4 los estratos Hevados a 1a horizontal ste acortamiento es el indice de una antermente defnidas, pero sufren modifica cones en Ia disposicién y en la naturaleza que pueden scr importantes. La todificaciéa més general corresponde a un hundimiento notable del Moho, {que puede asi aleanzar.profandidades de mis de 60 km, y quizé 80 km en el Himalaya, La corteza se engrosa bajo los relieves a ls cuales cortesponden, en cierto modo en profundidad, las «rafcesy. Sin embargo, és tienen con fre: cuencia formas complejas y se llega incluso a que locelmente et Moho zemonte hasta la superficie. Por ota pare, e comprueba « menudo que las supertcies de discontinnidad definidas en los escados son menos netas en ls corillrs. De este modo el contaste de velocidad « una perte y a otra del Moho es con frecuencia muy tenue; a veces, aparecen «capas) y supericies de discontinui- dad suplementarias, Ademis, todas estas supericies tienen generalmente for mas comple. En resumen, In corteza muestra bajo las cordilleres una disposicién macho sis compleja que bajo lis platafocmas. La paesta en evidencia de estruturas profundas plantea aqui problemas técnicos delicados, los cuales indican que to a Hep moe, ms gu sy pos ces pei condilleas. Se trata de un dominio nuevo cya exploraciin esti comenzande, 23 LA CORTEZA TERRESTRE 5. LA CORTEZA OCEANICA Esti caracterizada por a ausencia de «capa grenitices. Su naturaleza co- mienza a ser bien conocida gracias a Ins medidas de sismica de refraccién hhechas en todos los océanos y desde hace poco gracias a los sondeos del Glomar Challenger. 5.1. Zonas ocednicas tipicas (Zonas abisales con relieves aulos o débiles) Se encuentsa de arriba absjo: 8) Una capa de roces sedimentarias de edad reciente (posteisice) que muestra todos los estados intermedios entre lodos actuales 0 recientes, no con- solidados, sedimentos semiconsolidados y rocas consolidadss normales. La velo- cided de las ondas sfsmicas es débil; por téxmino medio del orden de 2 km/seg, con extremos que van desde 1,7 2 4 kin/seg. Ta potencia es siempre poco importante, generalmente del orden de los 300 m; la densidad media es de 2,3. b) Una capa denominada con frecuencia ebesiltican, de un expesor medio de 6,5 km, que se subdivide generalmente en uaa capa superior (¥ = 5 kmm/seg, espesor medio 1700 m) y una capa inferior (v = 6,7 kim/seg, espesor medio 4800 m). Gracias a los sondeos se sabe con certeza que el techo de Ia capa superior costesponde a coladas basilticas; se puede entonces considerac que se trata de uuna capa verdaderamente basiltica, pudiendo eventualmente incur niveles se- dimentarios consolidados. No se conoce todavia la naturaleza de la capa inferior; se habla general- mente de basaltos metamotizados, de gabros o de sexpentinas. ©) Bajo un Moho siempre neto, a una profundidad media de 7 km, bajo el fondo de tos océanos, el manto superior esti caracterizado por velocidades de 8,1 ki/seg; se admite generalmente que cotresponde a peridotites. 5.2. Dorsales mesoceénicas Se distinguen de las zonas precedentes por: Ia ausencia de sedimentos y por Ja desaparicién de 1 capa basiltica inferior; éta esti reemplaznda por rocas con velocidades muy elevadas, superiores a 7,3 km/seg, que forman una 24 LA CORTEZA OCEANICA capa de espesor variable, cuyo méximo (30 km) se encuentra en el eje de las dorsales (Gg. 2.7). En resumen, todo esto sucede como si en las dorsales hubiera una raiz 5.3. Mares interiores (tipo Mar Negro) EL sustrato de ciettos mares interiores, tales como el Mar Negro (fig. 2.8), el Mediterrineo, el Golfo de México, el Mar de Okhotsk (fig. 2.11) puede it ZS N T | t os T at TONE ours 2.13, Seecién de ta cortena as fosas. (Obtenido de Worzol y Harri- mm, 1963.) fen ef Arso de Ina An Obsérvese ta fosa se mentaria al pie de Pequefias “Antillas, las raieos re corresponden ‘con lor relieves ya fcortera de naturalezn intermedia en Ia parte | jzquierda de ta fi | obtenido de Worzel y Harvison (1963). 25 LA CORTEZA TERRESTRE set considerado como oceénico, puesto que no se encuentra Ia «capa graniticay de Jos continentes vecinos. Estas zonas «oceénicas> particalares estin caracte- rizadas por un gran espesor de sedimentos (hasta més de 19 km); es frecuente encontrar aqui domos salinos. Un estudio general de estas cuencas, que son lamadas marginales cuando estin separadas de los grandes océanas por guirnaldas de islas, es debido a Ménaed, Incluso la misma disposici6n se encuentra en las zonas emergidas intracon- tinentales, en las que se puede tener una potencia de sedimentos muy grande (hasta 15 km) descansando directamente sobre una capa cbasaltica», 6. LA CORTEZA INTERMEDIA Llamamos de esta forma a toda corteza que tiene una dcapa granitica> notablemente delgade, con el Moho a una profundidad media (del orden de 20 km). Este tipo de corteza se encuentra en todas las guitnaldas de islas que jalo ran las cadenas submarina, como las Antillas y las del Pacifico Occidental. Los relieves, submasinos © no, tienen allf también una rafz con una profundidad del Moho menos importante que bajo las cadenas continentales, 7. CONCLUSION SOBRE LA NATURALEZA DE LA CORTEZA Gracias a la sismica se pueden conocer las caracteristicas esenciales de la corteza, as interpretaciones sobre Ia estructura profunda de Ja corteza pueden generalmente ser mejoradas con In ayuda — de mapas gravimétricos, puesto que ef valor de g medido en la super- ficie es evidentemente funcién de la densidad de Ias rocas infrayacentes; — de mapas magnéticos, puesto que las rocas basicas y en pacticular las volcinicas, tienen una susceptibilided magnética claramente més acastda que las otras; — de datos sobre el fujo de calor y el gradiente térmico, puesto que las 26 CONGLUSION SOBRE LA NATURALEZA DE LA CORTEZA icons 214 Ejemplos de perfiles sismieoe obtenidos en ef mar por (Sparker). En los periiles se observa: idm de bandas nogeas y blaneas que corresponden a la re fondo det : do rellesién continua Ins reflexioncs estin perturbadas y las mareas desaparceen. Los buzamic ten Ios perfiles no corresponden a los busamientos verdadero: Sedimentarioss seal vertical es mucho mayor que Ta eseala h nfos reales son mucho menos fuertes que los obse ‘Ejemplo de falla entre una serie monoclinal del Creticieo ‘dose hacia cl norte, ala izquiceda y cl Jurésico (que no muestra marcas utiliza. bles), a a dereeha. Cliché Boil y Muscles, 197 ‘probablomente este sinelinal, en el formador durante el Eocene Cliché bai LA CORTEZA TERRESTRE rocas no pueden existir mis que en ciertas condiciones de presién y de tem- erature, Pern definitive, se deduce que el estudio de Ia corteza se efectin exencial- mente por métodos geofisicos, que necesitan con frecuencia de medios consi- derables. En este tipo de estudio el geélogo no puede generalmente intervenit mis que en Ia fase preliminar de cleccién de zegiones a estudiar y en el mo- mento de la discusién y de la interpretacién de los resultados, Desgraciadamente no existe 2 menudo colaboracién entre geélogos y geo- fisicos, de manera que los primeros no pueden decir nada de valor més que sobre Ins estructutas superficiales y fos segundos no pueden verdaderamente poner sus resultados a la prueba de los hechos geolégicos. Sin embargo, es del todo cierto que gracias a tales colaboraciones se Iegard 4 resolver los grandes problemas que tiene la evolucién de Ia corteza tettes- tre, Estamos en una época en la que no hay geologia sin geofisica. Ademis, 5 tanto mis cierto, como ya hemos sefalado, que el origen de todas las defor: ‘maciones de Ia corteza se encuentra en el manto y sin el estudio geofisico del mismo nada podeé ser vilidamente propuesto. CORTEZA ACTUAL Y CORTEZA ANTIGUA A primera vista, se podria creer que Ja corteza terrestre, tal como se pre- senta actualmente, existe bajo este aspecto desde hace mucho tiempo y no ha sufrido més que modificciones de detalle desde el origen de la Tierra... No es asi, sino al contrario; en efecto, en el curso de los tiempos, Ia cor- teza terrestre ha suftido modificaciones considerables y probablemente hay pocas relaciones entre Ia corteza que poseia Ia Tierra hace 1000 millones de ais y la que vemos actualmente Imports no solamente conocer Ia naturaleza de la corteza y del manto supe- tor, sino estudiar los numerosos procesos que son el origen de estas transfor: ‘maciones. Se ve que hy agui un dominio extremadamente vasto por explorac. BIBLIOGRAFIA Obras generales de geofisica a consultar Bott, Coulomb, Coulomb y Jobert, Dobrin, Grant y West, Howell, ‘Le Pichon Francheteaw y Bonnin, Muraour (editor), Richter, Willie, International dictionary of Geophysics, The Sea. 28 Mie ——™ Los diferentes 3 comportamientos de la corteza Nociones de placa, de zonas comprimidas, estiradas y levantadas, de colision Sis mide Ia cont a eal tee y+ uae de Hong sf ciente Se comprucin que sufe soiicacione importants, Sides pastes de te conera no ve modfcan, ols pueden ester profundamente tstocnas ¥ & se at oom —_ Por lo tats, importa estudiar los diferentes comportanientos de le or tema. ate hacerlo considerremes las defrmaciones de conjant sufidas por Te conor teste desde hace nos 50 millones de as (es dei, durante tna gran pare del Cenozico) cone fin de rconstrirlos diferentes tips de Acformacones que pede sfc I cosean bastard hacer un inventto gene fal de las defomnaclons que afecan als tetenos psteneietes a Cenozico yal Pleistocene eventuaimente a terenos ms angus en fda Is sefones {A globe, tanto nls zon cntinetaes como en as cei Bee laventario 2 Pacifico Septentinal 1 8 a Arica el Su fi 6 4 6 . jt 5 Paci Merson Z ntirids room 33 D feneral de as 8 grandes plans gue se pucien dsinguir en la super Faisal Globo‘ on sl curse de su cveluedn veciomtey rayalo eons cordllras recientes: eayado horizontal: dorsales recientes. 32 LAS PLAGAS ZONAS NO DEFORMADAS 4.43. OBSERVACIONES SOBRE EL TERMINO DE PLACA Se ve entonces que no utilizamos aguf el téemino de placa mis que en sen tido geométtico y geol6gico, sin hacer hipétesis sobre su naturalea y espesor: por lo tanto, no le damos ningin sentido geofisico. Aplicamos_este término 2 vasts extensiones de la cortera terrestre, definidas a las excala del millar de kim, que no han sufsido deformaciones apreciables a esa esala y que rues tran, por consiguiente, estratos que han quedado prictcamente horizontales desde’ su depésito. La nocién de placa es enteramente objetiva y controlable por esto mismo una placa debe ser definida tanto en el espacio (es necesario precisa sus lites) como en el tiempo (es necesario delimitar el intervalo Gurante el cual se ha comportado como una placr). Esta nocién de placa se precisaré en el capftulo 18, 1.2. Las ocho grandes placas de la evolucién reciente de la Tierra El razonamiento que ha sido hecho para Africa puede extenderse a otros continentes y otros océanos, Si se hace un inventario general que abarque todo ‘al globo, se ve que esté individualizado en ocho grandes placas que, ademés de In Placa Africana, son (fig. 3:3): — la Place Euroasiitica, esencialmente continental, pero que engloba una parte del Atléntico Norte; — Ia Placa Norteamericana, que engloba también una parte del Atléntico Norte; la Placa Sudamericana, cuya mitad es continental y Ia otra oceinica (Atlantico Sur) ; — Ia Place, del Antirtico, también en parte continental y en parte ocetinica (Sur del Océano Indico) ; — Ia Placa Indo-australiana, que comprende el NE del Océano Indico y el continente australiano; — la Placa del Pacifico meridional, totalmente oceénica; — Ia Placa del Pacifico septentrional, también por completo oceanic. Evidentemente, es necesario indicar que estas grandes placas han sido defi- rnidas a la escala del millar de kilémetros, lo que implica necessriamente no tener en cuenta deformaciones que, siendo despreciables a esta excala, puedan ser importantes a escala regional. Se comprende de este modo que si se cambia la escala de observacién, seria 33 round 3.4 Foto de satélite mostrando claramente varias conas tect Tin (In anehura de Ia foto ex de wnos 400 kim, el ost ¥ al Cenoreieo > som perforilos por demos salines que Forman las manchas oscura Este Iinz de. pliegucs choca al este contra In cadena det Makran formada por terrenos de facies y clades diferentes, que aparceen en oscuro en la foto. Se Ye ‘elaramente. que tm gran accidente separa Inv dos zona AL sur det golfo, Ia peninsula de Oman muestra otras dos parte clara, al ‘geste, corresponde. a la platatorma, ard lars tn media iis al este, corresponde a una masa corrida (charrige) formada ese imente por rocts ultrabésions. LOS DIFERENTES TIPOS DE DEFORMACION DE LA CORTEZA necesario subdividir las grandes placas en una serie de placas secundaias, de pequeiss dimensiones, legando hasta la centena de kilémetros. Pero lx com- plejided a escala regional no debe, evidentemente, hacemnor olvidar su sim- plicided a excala global. Eo sums, cuando se habla de placa, es necesario pre- Cisar siempre cuil es la esala de tiempo y le espacio. 2. LOS DIFERENTES TIPOS DE DEFORMACION DE LA CORTEZA Entre las diferentes grandes placas precedentemente definidas se observan, sobre decenas de millaces de kil6mettos, zonas en las que la corteza ha sido intensamente deformads. fistas son las cordlleras en las que los dep6sitos ' rr ous 3.5 Esquema mostrando tos diferentes tipos 4) Movimicntos vertical Las flechas “representan tose 35 LOS DIFERENTES COMPORTAMIENTOS DE LA CORTEZA cenozoicos, que estaban horizontales sobre las placis, estin intensamente ple- agados; se trata entonces de zonas acortadas. Estin después las dorsales meso- ‘einicat que son, por el contracio, zonas fragmentadas y esttadas y por tanto cl asiento de un voletnismo intenso. En fin, las placas, ast como las zonas acortadas o estiradas, pueden ser el lugar de movimientos puramente verticales, 0 de movimientos de colisién Estos diferentes tipos de deformacién pueden ser esquematizados, de manera simple, considerando los desplazamientos que tienen lugar en los diferentes ‘casos, En esta etapa no consideraremos los hechos mas que a escala de la cor- teea sin preocuparnos de fenémenos a escala de la litosfere, que serin exami- nados en el capitulo 18, 2.1, Las zonas acortadas o cordilleras Una cordillera es una zona en la que los sedimentos estin plegados. Es una parte de corteza acortada; resulta evidente que las placas que limitan las cordilleras se han aproximado; el valor de la eproximacién, atin més del acor- tamiento, puede variar desde algunas decenas a varias centenas de kilémetros. ‘A la excala de la cortez, el fenémeno que se produce en esas condiciones « una compresion. 2.2. Las zonas estiradas En este caso las placas que limitan Ia zona deformada se separan, A la ‘scala de la corteze el fenémeno que se produce es una distensién. ‘Cuando la sepatacién es débil no se forman mis que fosas de hundimiento Timitadas por fracturas (Bg. 3.5) - ‘Cuando la separacién es importante se tiene o bien un adelgnzamiento de la corteza por deformacién del conjunto plistico, o su frapmentacién y poco 4 poco Ia formacién de una nueva corteze por liegada de material profundo hasta el desgerre de In supetcie. (Véase capitulo 6.) 2.3. Los movimientos verticales La zona afecada por movimientos vetticales no es ni acortada ni estitada. EL fenémeno es debido 2 movimientos verticales producidos en ef manto. 36 Foto NASA. LOS DIFERENTES TIPOS DE DEFORMACIGN DE LA CORTEZA 1)" Compresién eon deteomo de ls com jim con neoformacién de cor Foto de. satslite mostrando el aspecto de a" cordiflera “de Tos Andes) sobre. umos 1000 im, om lox alrededores del Ingo T= tioneas fa foto esti tomada hacia el suri ‘ala derecha re observa Ia costa. del Po: siflea. En primer plano, la Cordillera Oriental ‘con ‘algunas ‘cumbres nevadast despucs ol ‘altiplane, ocupado por cl Iago Titicaca ‘To Tejos, a Ia izquierda, Tos logos saladon LOS DIFERENTES COMPORTAMIENTOS DE LA CORTEZA 2.4. Los movimientos de colisién in este caso, dos bloques se desplazen uno con respect al otro, a ambos lados de una gran fractura de Ia cortean sin que hays acortamiento ni estira- miento, En definitive, se Hega a un esquema de las deformaciones de la corteza bastante simple, ya que Ia mayor parte de’ estas deformaciones pueden set explicadas por placas que se juntan, se separan, colisionan o se levantan. Pero si los fenémenos de conjunto son simples su estudio es generalmente dificil y & veces muy complejo. En efecto, estos estudios deben esforzarse en recons- ‘muir no solamente los valores y las direcciones precisas de los desplazamientos, sino también Ins variaciones de estes desplazamientos en fancién del tiempo. Por Jo tanto, esta cuantificacién de los fenémenos es siempre delicada y por cel momento no se ha podido obtener nada mis que en los casos simples y para ciertos periodos geotégicos. Finalmente, es preciso hacer notar que los movimientos de placas que provocen Ja.compresiéa o Ia distensién pueden ser mucho mas importantes que los que han sido esquematizados en la figura 3.5. En lugar de tener mag- nitades del orden de la decena o de la centens de kilémetros pueden llegar hasta miles de kilémetros. Tn exe caso las complicaciones aparecen inevitablemente; la compresién puede ir acompadiada de un hundimiento de In corteza en of manto (ig. 3.6); Ta distensién puede peovocar In formacién de una nueva corteza (fig. 3.6). 3. LAS DIFERENTES MODALIDADES DE COMPRESION Y DE DISTENSION Hemos visto que se habla de compresién cuando la corteza se encuentra entre dos placas que se aproximan, Pero esta aproximacién puede hacerse de ‘varias maneras. Puede ser perpendicular w oblicua al limite de las placas; en- tonces se tended sespectivamente una compresiéa pura y una compresién mis © menos oblicua (Big. 3.8) Evidentemente, también la distensién podré ser perpendicular w oblicua (Gg. 3.8) Finalmente, pueden producisse movimientos de colisién al mismo tiempo que Ia compresin 0 la distensién y dar por consecuencia estructutas més comple} 38 LAS DIFERENTES MODALIDADES DE COMPRESION Y DISTENSION tuna 3.8 empl tensibn oblicuass compérese con Ia figura 3.5. Hasta ahora hemos supuesto que los limites de las placas eran sectilineos. Pero en realidad el limite de las placas raramente es recto, en general es curvo © anguloso, Resultan toda una serie de complicaciones que han sido esqueme- tizadas en Ia figura 3.9. Se ve en este caso que un mismo desplazamiento de placas, teéricamente puede provocar una compresién sobre uno de sus bordes y una distensién sobre el otro Cuando los movimientos horizontales que acompaiian a las fallas de coli sién 0 fallas en direccién acaban en una zona acortada, estirada © neoformada (véase fig. 3.9), se ha tomado Ia costumbre de denominar a estas fallas en dixeccin, falas de transformacién o transform-feults (Wilson). En efecto, la fall en dizeccién acaba bruscamente; el desplazamiento a lo largo de la falla fn direccién es «transformadon en un desplazamiento de otra naturaleza, con- sistente en ncoformacién, esticamiento o estrechamiento de In corteza. Se pue- den expresar las costs de otra manera diciendo que los movimientos de coisién conservan constante la superficie de las placas, mientras que los movimientos de distensién In agtandan y a la inversa, los movimientos de compresin la disminuyen; por tanto, las fallas de transformacién transforman el. desplaza- ‘miento a lo largo de Ia fella en crecimiento 0 en destruccién de corteza ‘Ademés, es preciso sefalar que ciertas zonas deformadas estin en ef limite no de dos, sino de tres placas. En ese caso se tiene una unién triple y las 39 LOS DIFERENTES COMPORTAMIENTOS,DE LA CORTEZA ao ours 39 Ejemplos de movimientos relatives de dos placas delimit 3) Distonsion y cols 4) Distensign ¥ compresiin. BALANCE GENERAL DE LAS DEFORMACIONES DE LA CORTEZA estructuras resultantes pueden ser muy variables segin los movimientos rela- tivos de las placas (Mac Kenzie) ‘Ademés, frecuentemente sucede que una placa queda sometida a despla- zamientos cuyas direcciones varlan con el tiempo y llegan incluso a invertitse. Entonces se estaré en presencia de una zona deformada que habri estado some- tida sucesivamente a una compresién y a una distensin Se ve pues, que los movimientos relatives de las placas y las estructuras resultantes pueden llegar a ser muy complejos. Las cosas se complican ain mis si consideramos los desplazamientos no ya en un plano, como hemos venido haciendo, sino en una esfera. En estas condiciones se comprende que haya nacido una verdadera disciplina llamada Tecténica de placas, Ia cual se esfuerza fen determinar los movimientos relativos de las mismas y el tipo de deforma- cién que provocan, Este aspecto, que sobrepasa el cuadro restringido a 1a cor- teza que nos hemos fijado en esta obra, serd abordado en el capitulo 18. 4, EL BALANCE GENERAL DE LAS DEFORMACIONES DE LA CORTEZA DESDE HACE 50 MILLONES DE ANOS Si se consideran los hechos a escala de toda la Tierra, este balance es en defnitiva bastante simple, La mayor parte de Ja Tierra corresponde a placas que han permanecido extables desde hace 50 millones de afios y cuyas grandes superficies son esta- bles desde hace mucho més tiempo. Estas placas a veces han sido fisuradas, levantadas o basculadas, pero en conjunto presentan estratos que permanecen subhorizontales sobre centenas 0 incluso sobre miles de kilémetros. ‘A estas grandes zonas estables se oponen estrechas zonas méviles que set- pentean entre las diferentes placas. Entre algunas places aparecen gigantescas zonas de distensién: las dorsales mesoceinicas; entre otras aparecen zonas de compresién: las cordilleras re cientes. La longitad de éstas equivalen aproximadamente a las de las dorsales -mesoceénicas. El conjunto esti afectado aqui y allé por movimientos verticales y por fracturas de distensién o de colisién. Parece evidente, que las dorsales por una parte y las cordilleras por otra implican un desplazamiento de unas placas con respecto a otras y por consiguiente, los diferentes movimientos de las placas oo pueden ser estudiados més que a escala global, ya que todo mo- vimiento de una placa repercute inmediatamente en las placas que In rodean, aL LOS DIFERENTES COMPORTAMIENTOS DE LA CORTEZA cs decis, en definitiva sobre toda Ia superficie det globo. Se sabe que sélo en los Gltimos 50 millones de afios, Iss Placas Norteamericana y Sudamericana por una paste y la Euroasiética y Africana por otra, se han separsdo algo mas de 1000 km y que las Placas Africana y Euroasiética se han acercedo varios Centos de kilémetzos (cap. 6). De este modo se deduce que los desplazamien tos de las placas son impoztantes y por lo tanto no se puede concebit el estudio de las deformaciones de Ia corteza sin tenet en cuenta estos desplazamientos. Uno de los fines de la tecténica es precisamente reconstruir estos diferentes movimientos de placas en el transcurso de los tiempos goolégicos y estudiar sus efectos a todas las escalas. Este inventario esti lejos de hacerse, incluso para los diltimos 100 millones de afios, que en definitiva no representan més que una pequefia paste de la vida de le Tietz, Por iiltimo, es preciso hacer notar que todos los desplazamientos de las placas no son més que 1a consecuencia superficial de movimientos que se pro- ducen en el manto, en el que se sitia evidentemente el origen de toda la tecté- nica. Si consideramos los hechos a esta escala, legaremos a la nociéa de placa litosfériea (cap. 8) El estudio de estos mecanismos profundos no pode ser realizado mas que por los geofisicos, pero ellos solos no podein llegar a conclusiones vélidas hhaste que los geSlogos hayan reconstruido previamente la geometrla de las deformaciones de superficie y su evoluciéa en el tiempo. a2 Nociones de mecanica 4 de rocas “Antes de abordar el estudio detallado de las deformaciones de los materia- les de la corteza, interesa conocer las propiedades mecinicas de las rocas de festa corteza y tener idea de su mecanismo de deformacién. Se trata, en suma, de saber cémo reaccionan las rocas cuando se las somete f fueruas y a temperatures similares a las que ceinan en la cortez. Evidentemente, no se puede estudiar el desarrollo de Ia deformacién sobre ejemplos geoldgicos. stos, aunque nos proporcionan muchos resultados de deformaciones, no nos permiten nunca seguir las diferentes ctapas de Ja deformaciéa y por lo tanto, estamos obligados a realizar experiencias de labo- ratorio y a intentar aplicae los resultados a ejemplos geoldgicos; «s preciso, en una palabra, utilizar los datos de Ja mecinica de rocas y conocer los funda- ‘mentos de la reologis, que es Ja piste de la fisica que estudia Ins deforma- ciones y el fiujo de los cuerpos sometidos a Ia influencia de esfuerzos. Por el momento, las aplicaciones de Ia mecénica de roces a la tecténica son todavia poco numerosas y a menudo de utilizaci6n delicada. Estas dificultades se comprenden ficilmente; Ia geologia y la mecénica de rocas son disciplinas muy diferentes que, en general, no se ensefian simultineamente; asf, los geé- logos ignoran frecuentemente la mecinica de rocas y los mecanicistas Ia geolo- aia y un gran alimero de tectonicistas estudian, las deformaciones de las rocas sin referirse aunca a Ia mecinica de rocas, lo que sin duda es absolutamente aberrante, Sin embargo, esta situacién esti camino de evolucionar y se forman equi pos cada dia més numerosos de tectonicistes y mecanicistas, No cabe duda que s6lo gracias a una tal colaboraci6n, la geologia estruc- 4B NOGIONES DE MECANICA DE ROCAS tural pods pasar de Ia etapa descriptiva y cualitative, en la que todavia se encuentra, @ a etapa cuantitativa que de por si constituiri una verdadera Igualmente s cierto que las investigaciones en curso aportarén, en los proximos afios, toda una serie de hechos nuevos. vores Como geélogos sélo insistiremos aqui sobre algunas nociones de mecinica de rocas que teagan aplicaciones geolégicas inmediatas. 1, NOCIGN DE ESFUERZO 1s ross de a conte stn vometids permanetemente a fuera 0 pr tubes. Bsus pueden vasarconenblemente seg que es rots cea sonctides« una compres, ns disensiOn, » monies wtales © sta en repvo en una placa no deformade Considers en la crtera ua pequea por de super S, con cul quer orienta, rodeand a un puto My smctida sunt faetea FS lama te ae & osideremos ottor elementos de super S, pando po el mismo jun- to M pero con ottas direcciones. * ® : ® cesfuerzo en M al limite de la relacién = cuando S tiende a 0. Flour 4 Se pueden producir dos casos; 8) Bl esfuerzo permanece constants cualquiera que sea Ia orientacién de S. Entonces, se tiene un esfuerzo llamado hidrostético, ya que es el que se encuen: tra en los liquidos. En efecto, si se coloca una membrana manométrica en un punto dado de un liquido.y si se le de todas las orientaciones posibles, se com rucba que Ia presién permanece siempre constante. 44 NOCION DE ESFUERZO Este esfuetzo, que también es llamado is6tropo, puede representarse por una cesfera de radio o (fig. 4.2) ) El esfuerzo varia en magnitud y en direccién cuando Ia orientacién de $ vvatia. Al punto M le corresponde entonces diferentes valores de o, ¢s decir'un haz de esfuerzos, Cuando la roca es homogénea y continua, el lugar del extremo del vector aque parte de M y que tiene o por longitud y dF por diseccién es un elipsoide, llamado elipsoide de esfuerzos, cayos ejes son denominados generalmente a, 02, a, ¥ lamados direcciones de esfuerzo principal, esfuerzo intermedio y esfuerzo minimo. Se tiene entonces un esfuerzo llamado triaxial (fg. 4.2). 41.4. Estado de esfuerzo de las rocas en la corteza ) Rocas en reposo en places stables. Consieremos un elemento de roce sito a 5 km de profundidad;éte no estésomtido mis que al peso de les rocessuprayacents, que es cl de calcu far site conoce su densidad. Sj la densidad es de 2,, la presién que reina 2 6G km de profandidad es de-1330 kg/cm. Si se efectian medidas de presién diferentes direciones se comprusba que este valor no varia de manera sig sifetiva, En une palabra se puede considera que en eas pociones de coreza trina un eafactn de tio bidresttico, Iamado litsttco y que aumenta con In profundided, Esto equivate a decir que ln osteza se comport como un gud Etats, evidentenent, de un liguido extremadamente viscoso cayas propieda Gos nose manifestan mis que una crea ela de tempo y no obstante, para 43 NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS Perturbaciones ripidas, del orden del segundo, la corteza se comporta como un sblido, ) Rocas sometidas a un esfuerzo tecténico, EL esfuerzo cs triaxial y caracterizado por o, ox o» ste puede ser siempre considerado como debido a la superposicién del esfuerzo litostitico o, y de tun esfuerzo tecténico oy que en el caso genéral es triaxial La figura 4.3 petmite visualizar estas nociones. Se puede observar que los valores de o., o: ¥ a5 sumentan Ia profundidad al igual que o;; ademis, la orientacién de los ejes, 1, 9, ¥ es en un punto es Funcién de las deformaciones que sufte Ia corteza, En el caso de una compresiéa simétrica, «, es horizontal Y¥ oy vertical; en el caso de una distension es o, el que es vertical; en el caso igus 4,3 isposicién del elipsoide de esfuerte fen el caso de una compresion hort Zontal, de una distension horizontal Yen ol aso general. 46 NOCIGN DE ESFUERZO equema is tern sometida a una compeesion teetdnien or en una de sus extremidades. Sesin Hafner (1959). Ade a: ¥ em el easo de un eucrpo ideal (os per- fn fa realidad (o; disminuye cuando se aleja Je in zona de aplicacién de ar). 4. Disposietin de lor fallax conjugadas que eorresponden a 3. 47 ee NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS general se tiene un elipsoide inclinado. Si sdemés se considera el estado de esfuerzo en zonas de le corteza sometidas a perturbaciones tecténices, es decir, si nos preocupainos del estado de esfuerzo en una multitud de puntos, se com: prueba que la oientacidn de los ejes a, a: ¥ oy varia. La distribucién de es- fuerzos, es decir Ia disposicién del campo de esfuerzos, puede representarse dibujando la forma de las trayectorias de las ditecciones principales de esfuerzo. Ta figura 4.4 da el aspecto tedrico de estas trayectorias en el caso de una porcidn de corteza sometida a una compresién, 2. RELACIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION SEGUN LOS ENSAYOS TRIAXIALES Estas relaciones no pueden ser estudiadas por la observacién de las defor- ‘maciones que afectan a las rocas de la corteza; en efecto, en este caso no vemnos mis que el resultado final de una deformacién y no tenemos ningin medio de conocer el campo de esfuerzo que ha reinado en la corteza durante esta deformacién, ni, en general, de reconstituir las diferentes etapas Se comprende que en una primera etapa los estudias tecténicos se hagan sin preocupatse de los esfuerz0s. No obstante, cuando Ja deformacién de las rocas haya sido perfectamente descrita, s6lo a partic de este momento se podsi intentar reconstruir las fuer- ‘as que han originado esa deformacién. Para esto hace falta saber cufles son de unt manera general las relaciones entre esfuerzo y deformacién. Estas relaciones no pueden ser conocidas més que con Ia ayuda de experiencias de laboratorio, de las que los ensayos triaxia- Jes son los més importantes. pis igo J stindada FscuRa 4S 12 prensa triaxial. 48 RELACIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION 24. Diferentes tipos de ensayo Una muestra de roca, de forma cilindrica, se coloca dentro de un recinto eno de liquido « presién; Ia roca entonces esti sometida a un esfuerzo hidrés- titico, 0, medido en kg/cm? Después se aplica, sobre sus extremidades, una compresién axial o una traccién axial a Ensayos de compresién La muestra se aplasta entre dos mandibulas de una prensa y sufte una pre- sin axial P en kg/cm, superior 8 a. Se tiene un estado de esfuerzo caracterizado por un elipsoide de revolucién, donde ; +P Generalmente, pare un valor de a; dado, se aumenta progresivamente P; Ja muestra se deforma acortindose; al principio Ia deformacién es continua, después, més alld de un cierto limite, Ia roca rompe (ig. 4.6). Ensayos de traccién ‘La muestra es sometida a un alargamiento; Ia presién axial P es pues nega: tiva, el estado de esfuerzo queda caracterizado por el elipsoide de revolucién cen el que: esas 1a muesta se alaga primero de manera continua, después se rompe (gs 1a 46), Bate tipo de ensayo, que se efctia cotrentemente para los metles, es Git de retina con ls toca, En la naturales este fenmeno so se produce cere de la super, igus 46 Deformacién de una probsta en wn presion (1) y de extension (2). snsayo de com "Deformacién discontinaa. 5). Deformacién continua. 49 NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS Ensayos de extensién La presin axial P es positive pero inferior a a4. En este caso, Ia probeta sufre una deformacién del mismo tipo que Ia del ensayo de traccién; se trata, en suma, de una seudotraccién, Condiciones experimentales En el estado actual de Ia técnica, se legan a hacer ensayos con presiones ‘que sobrepasan los 10 kilobares, es decir, presiones que corresponden a pro- fundidades de cerca de 40 km. Entonces se pueden reproducir en el Iabora- totio los valores de presién que reinan en Ia corteza Como Ia temperatura aumenta con Ja profundidad, es preciso, si queremos acercarnos a las condiciones reales, efectuar los ensayos a temperaturas eleva- das. Actualmente se pueden realizar ensayos a alte temperatura, hasta 800 En suma, se pueden reproducir todas Ins condiciones de presién y temperatura ue eeinan en Ie cortez, in embargo, ls expsincias deserts po llegan todavia a dstnos modelos directamente aplicables a las deformaciones naturales, esencialmente por las razones siguientes: — la deformacién de Iaboratorio posee una simetria axial y no costespon- de mas que al caso particular en el que a: = os} — las muestras siempre son de pequefias dimensiones; — Ia velocidad de deformaci6n siempre es infinitamente mas grande que la velocidad de deformacién real; sin embargo, a veces se Hlega a soslayar estas dificltades utilizando modelos reducidos, 2.2. Curvas esfuerzo-deformacion Sea un ensayo triaxial efectuado a una presién confinante dada, o; = Si se registran simulténeamente las variaciones de la presi6n P (= @;—a,) ¥ la deformacién, se obtiene una curva esfuerza-deformacién. Se comprueba que estas curvas varian considerablemente en funcién de las rocas y de las condi: o qltimito do etaniotes Esa ours 47 fuereo y (2) Daa sfucrzo, Re ro 30 RELACIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION 2) nuova 4.8 Curva esfucrzo-deformacién para tuna roca deformada con ov face te (i), débil 0 nulo (3) ¥ para lum etiepe elistico-pldstico ileal (2). 8: limite de resistencia tk Dotornasin- on ep ‘ima, ciones experimentales, De este modo se tiene un medio cémodo de estudiar @l comportamiento de las roca. El comienzo de lx curva esfuerzo-deformacién corsesponde generalmente 4 una recta de fuerte pendiente, lo que muestra que la deformacién es poco importante ¢ indica que existe una relacién lineal entre esfuerzo y deform cién. Esta primera etapa de la deformacién corresponde al dominio elistico, pues si el esfuerzo se suprime, Ie rocx vuelve a tomas su forma inicial CCiertas rocas pueden aleanzar su punto de rotura cuando todavia se exté en el dominio elistico 0 al comienzo de la’ deformacién plistica; se habla centonces de rotura frégil ‘Cuando las rocas no son frigiles la carva deformacién-esfuerzo se Hexiona poco a poco y su pendiente disminuye; éstx presenta un «palec. Si entonces se suprime el esfuerz, se comprueba que Ia roca ha suftido tuna deformaciéa permanente; se dice que estamos en el dominio de la defor: smacin plstica . ite entre los dominios elistico y pléstico corresponde al punto de inflexién de la curva; este limite de elasticidad no es siempre facil de localiza. En cl dominio plistico Ia curva esfuerzo-deformacién puede presentarse de diferentes formas. Puede conservar una cierta pendiente, lo que significa que es necesario para aumentar a deformacién un esfuerzo. suplementario. Puede tomar una péndiente nula; en este caso existe deformacién sin aumento del esfuerzo, In roca es entonces idealmente plistica. Por siltimo, después de paser por un maximo, que permite definir un limite de resistencia Gltima, la pendiente de Ia curva puede hacerse negativa; en este caso Ia. deformacién continta a pesar de una disminucién del esfuerzo. En todos Jos casos, mis alld de un cierto limite de deformacién, se produce 4a rotura, Si la deformacién antes de Ia roturs es débil, se dice que Ia roca es 3 NOCIONES DE MECANIGA DE ROCAS frigil o competente; si la deformacién es importante, se dice que es dactil © incompetente. 2.3. Curvas tiempo-deformacién Las experiencias se hacen en general ripidamente (desde algunos minutos 1 algunas horas) y la influencia del tiempo no puede ser estudiada. Sin embar- 40, como se sabe que, a escala geolégica, el tiempo juega un papel considers- bie, se han efectuado experiencias de large duracién destinedas a estudiar la influencia del tiempo y de Ia velocidad de deformacién (Griggs, Robertson). En este caso, las muestras estin sometidas un esfuerzo constante dado y se estudia la deformacién en funcién del tiempo, es deci el fy. niouna 49 Forma teériea de In eurva tiempo-efor- Deformacén Cd Ce Goma "Temes Se obtiene una curva tiempo-deformacién tal como Ia de Ia figura 4.9; se vve que desde que se aplica el esfuerzo, la roca infuye inmediatamente; pero en esta primera etapa se trata de un fujo eléstico, pues si el esfuerzo es suprimido la deformacién desaparece, Ea una segunda etapa, alcanzada en el trxzado rec- tilineo de In curva, el flujo corresponde «una deformacién plistca perma niente. Por iiltimo, en una tercera etaps, Ie importancia del flujo aumenta, ceventualmente hasta It rotura 2.4. Algunas definiciones Con el fin de poder interpretar las curvas esfuerzo-deformacién y tiempo- deformacién, recordemos algunas propiedades reolégicas de cuerpos ideales, Cuerpos elisticos (0 sélido de Hooke) La deformacién es reversible y proporcional al esfuerzo; el tiempo no in- terviene en Ia deformacién. 52 RELACIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION Bistico rwirre Pléstico Viseoso rrouna 410 10m curves esfuerze-teformacién y tiempo- ‘csucrs0, 2) estucrzo constante, 3) supre- sion del exfuerzo. EL modelo seolégico de un cuerpo tal, es un muelle supuesto perfecto y sin masa. Si se tira de este resorte se alarga instantineamente; si se mantiene el esfuerzo el alargamiento no varia; si se suelta el muelle toma instantineamente su forma inicial Cuerpos plisticos (o cuerpo de Saint Venant) a deformacién es permanente por encima de un cietto limite de esfuerzo, Cuando este limite es alcanzado se produce instantineamente una deforma- cién, sin que sea posible hacer sobrepasar al esfuerzo el valor de este limite Si se suprime el esfuerzo la deformacién conserva el valor alcanzado, EI modelo reolégico es un patin que no puede desplszarse més que con un rozamiento s6lido; si se tra de este patin, no se despleza hasta que el esfuerzo haya superado un cierto limite (igual al rozamiento s6lido). Cuerpos viscosos (0 liquide de Newton) La deformacin es funcién del tiempo. Para un esfuerzo dado, no nulo, Ja deformacin se efectia a velocided constante. Después de Jn desaparicién del esfuerzo (a), In deformacién conserva el valor que habia alcanzado. El modelo de este tipo de deformacién viene dado por un pistén perforado, mévil sin rozamiento sélido, que contiene un liquido 33 NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS HE WWM : 8 (6 constete) Poe iouRs 4.11 Modelo reotégioo de wn euerpo iempo-deformacion correspondiente (sein Persoz). perfecto y sin inercia. Si se tira del pistén, éste se desplaza cualquiera que sex el esfuerzo. Comportamiento de los cuerpos reales ‘Los cuerpos reales y en particular las races, no son aunca perfectamente elisticos, plisticos o viscosos; solamente en los casos més simples su compor- tamiento se acerca més 0 menos al de los cuerpos ideales. En los casos més complicados, Jos cuerpos se comportan sucesivamente en el curso de la defor- ‘macién, como cuerpos elésticos, plisticos y viscosos. En el caso general, Jos ‘uerpos son simulténeamente elésticos, plisticas y viscosos en diversas grados; son_pues plistico-visco-elésticos. Se pueden hacer modelos para estos diferen- tes tipos de cuerpos. 2.5. Modalidades de la rotura La rotuta de las mucstras no se hace de cualquier manera, Pars estudiar la disposicién de las roturas que se producen en el curso de los enseyos, consi- dleremos una muestra cilindsice sometida a dos tipos de esfuerzo: 8) Un esfuerzo axial o,, con 01 = 0 (fig. 4.12) e imaginemos en el inte- rior de esta muestra un plano de‘rotura (de teaza Cd en Ia figura 4.12); o, pue+ de set descompuesto en un esfuerzo normal ¢ y en un esfuerzo de cizalla- miento +, paralelo al plano que se llama generalmente cizallamient, 34 RELACIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION rouna 412 Descomposictin de la peesién ax estuerzo normal ) sobre un plano fd en of coro de un ensayo Je compeesién sin ‘residm confinante. ‘Los valores de © y r vatian en funcién de la orientacién del plano de rotura, es decir del angulo 4. Si se toma ab = 1, s¢ tiene: ed = =, oxsen 9 de donde: = a sea" 8, . ce sen @ cos = sen 20 T/sen 6 ‘Come podemos conocer los valores de @ y + correspondientes » cualquier valor de 0, es decie @ cualquier plano, se puede prever Ia posicién del plano segin el cual habsi rotura, Este plano seri evidentemente el que correspon- decd al valor maximo de +. Es facil ver que tales condiciones se cumplen para 43°, b) Si consideramos el caso general en el que a: ¥ es son diferentes de cero (positives © negatives) de Ia misma manera se pueden calcular los diferentes valores tomados por a yr sobre’todos los planos de rotura posibles, en ese caso y si ponemos: 2x = 180°— 28, se demuestta que: oto, oa ° 08 2a, 3 NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS Circulo de Mohr ‘Las formulas precedentes que dan g y + en funcién de as, 0s y-0, se pueden ‘epresentar grificumente por un circulo, llamado circulo de Mohe (nombre de su inventor) que corresponde al lugar de los diferentes valores posibles de y y + (ig. 4.13), En un primer caso simplificado, donde @, = 0, el ‘circulo pasa por el ori- gen (fig. 4.13); en un ensayo de compresi6n corresponde a valores positivos de @; en un ensayo de traccién corresponderd a valores negativos aRSn - rouna 4.13, inificado del dngulo 6 véase In figuen precedente. ‘de rozamiento. En un segundo éaso en el que o, > a, > 0, el circulo tiene como diémetro cl valor e, = 9 Se ve ficilmente que en todos estos cfrculos de Mohr, el valor maximo de + se encuentra en C; le corresponde un dngulo @ = 45° (dado por OBC) 6 20 = 90° (dado por OAC) La experiencia muestra efectivamente que 9 no sobrepasa nunca 45°; no obstante, se comprueba que generalmente, ¢5 algo inferior a este valor; el punto de rotura no coztesponde entonces al punto C sino a R. R esti tanto mis alejado de C cuanto mayor sea el «coeficiente de fricci6n interna de la roca; esta propiedad se define por ua «éngulo de frotamiento» g, dado por RAC. Envolvente de Mohr 0 curva intrinseca Al hacer toda una serie de ensayos de rotura para diferentes valores de 2; ¥ ey) 8¢ obtienen una serie de puntos de roturs cuyo lugar, que corresponde 26 RELACIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION 4 In envolvente de los diferentes circalos de Mohr, es Ja envolvente de Mohr ‘© curva intrinseca, La ecuacién de esta curva ¢s fn see e Ra 4.14 plo de curva intrinscon con tres ch ensayos (dos de eompresion y uno de extension) ada por las probetas; 50 observard la variacién de tras Conjugadas y Ia variacién de la deformactén conti de Mohe que corresponden a tres ‘ha indicado Ta forma alean- lo 20 que forman las frac. sta curva inttinseca nos da un cierto mimero de datos 4) define los dominios en los que para diferentes valores de 0, y on uaa roca es estable, es decir se deforma sin rotura 0 inestable, es decir se deforma con rotura; b) permite inmediatamente conocer el Angulo @ que toman las Fractures con ey, 0 el éngulo 29 que Forman las fracturas conjugadas. Este Angulo aumen- ta generalmente con ef esfuero. Seri tanto mis préximo a 90° cuunto mayor sea Ia presién hidrostitica (es decis, cuando las rocas se encuentzen @ ma- yor profundidad) y tanto més débil cusnto mis cerea de la supedficie estén (onde os = 0); ©) da los diferentes valores y del Angulo de friccién interna de la roca, siendo g igual a la pendiente de Ia envolvente y tg » corresponde al coeficiente de fricci6n inteena. Cuando > es grande la roca es frgil, en el caso conteaio es dct ‘Una roca frigil se hace dict si el ensayo se realza con un esfuerzo (= ox) bastante grande, es deci si se deforma a una profundidad considerable; 37 NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS 4) muestra que de uns manera general la resistencia de las rocas al alar- gamiento es mucho mis débil que a la compresién y esto es particulasmente cierto para las rocas frigiles Ademis, como @ disminuye cuando » aumenta, se ve que @ alcanza su ‘minimo en los ensayos de tracci6n; @ puede asi alcanzar valores muy pequefos (20 8 20°), incluso nulos hasta le profundidad en que la teaccién desaparcce Tas fracturas son muy diferentes segin que se produzcan por compresién 0 por distensién en superficie 0 en profundidad. La forma de Ia curva intsfnseca puede tomar sspectos muy diferentes segin el tipo de roca (fg. 4.15). Comprsion Extent) a touna 415 Us areilla 21 arena} 31 roca. 2.6. Influencia de la presién confinante en la deformacién Si en una roce dede se efectta una serie de ensayos con presiones conti- nantes (= ¢;) ctecientes, se comprucba que la deformacién plistica antes de Je cotura aumenta (fg. 4.16); entonces las rocas se vuelven tanto mis dlictiles cuanto mayor es Ia profundidad a que se encuentran. Tsta influencia de la presién confinante varia mucho segin las rocas; slgu- nas son mas sensibles que ots En fin, la influencia de o es diferente en los ensayos de compresién o en los de extensién. En efecto, si se considers una roce frégil se la puede trans- formar en una roca dctil al aumentar os, Peto a una temperatura dada esta transformacién necesita un valor de o; més pequefio en compresién que en extensiGn (fig. 4.17). Esto indica que las fallas de compresién desaparecen en profundidad mucho antes que las fallas de distensin. Ta diferencia entre estos dos tipos de fallas se manifiesta también por su inclinacién, que es tanto més diferente cuanto mis se acerca « la superficie. 38 RELACIONES ENTAE ESFUERZO Y DEFORMACION A B Aestatoncle siti yea nos A ean 2000 nA oc) °5 To wos ena cue sree tee miauna 416 ‘Carvat mostrando tai ‘ereciGn de ln re fidad (2). 2 de «” (1, 1000, 2000 ba- Extensién ‘es Compresién aa {= ty ¢ iguna 417 itonciia de 1 dominios fel y dietil on los ensayos de compres en funciin ate temperatura, cfectuadon en clies. Seen Heard (1960). 8 NOCIONES DE MEGANICA DE ROCAS 2.7. Influencia de la temperatura en la deformacién Las experiencias precedentes pueden realizarse a temperaturas vatisbles, ‘Las curvas de la figura 4.18, que pueden considerarse como reptesentativas de tun tipo de roca, muestran clacamente que(cuanto mayor es la temperatura mAs grande es In deformacién que precede al ‘punto de rotura y esta deformacin se tealiza mis ficilmente ya que se obtiene para un valor de 9, — 0, més Pequelio. La temperatura facibita la deformacién y torna a la roca més ditctl Pero esta conclusién que es valida para les rocas como la caliza y la anhi- rita, que tienen un comportamiento anélogo al del cobze, no es apliceble todas las rocas; algunas tienen un comportamiento inverso, ottas no estén pricticamente influidas por 1a temperatura (azeniscas, dolomias) tes temperaturas, para una ealiza (2° "400 bares). Sestin Heard (1960). : rouna 419 mn para una lerzolita (e ha variado de 10 a 20 kilobases fen ef curso del ensayo). Sesiin Carter y Eallemand (1970). Las selciones tenperatu-dformciin son diferentes spin que se pro: cede ensays por camps 0 por exten, Por gsi tn miso stun te de tpt et te pu tatters on a il por um eanyo de compres, peso iposle de hacer por eteion or Jo tf ln tment Hane menos elton distension ge eo compte sn] Como acabumos deve gue un sunt den resin cnet pe tuformaeIguimete una freien dil toe adem tn nao jain se hace ms flnete por eee gue or eres, pce sue is sumentos de presiga coast yd tempest al cnlana neocon, spat los fondmenos de compen y de ote RELAGIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION Ta figura 4.17 muestra cémo se realiza el paso del estado frdgil al dictil en compresién y en extensiéa, en funcién de In presién y la temperatura para el caso de una caliza. Por ejemplo, a 300° estos diagramas indican que en compresin es suficiente una presién confinante de menos de 1 kilobar para volver dictil a 1a caliza; por el contrario, en extensién se necesitari una pre- sién superior a 5 kilobares a profundidades crecientes Conociendo Ia influencia de og y de Ia temperatura en el comportamiento de las rocas, se puede tener una idea de las variaciones de este comportamien- to en funcién de In profuadidad para un grado geottsmico dado. 1a figuca 420 seine los resultados de algunos ensayos efectuados en con diciones de presién confinante y de temperatura crecientes, Se ve que tebricamente podemos prever el comportamiento relativo de los diferentes tipos de rocas ‘Se comprucba que, de uns manera general, el limite de rotura aumenta con Ia profundidad, es decir In roca se hace més dict en profundidad; sin rou 420 CGurvas que mucstean fos dominios de estabilidad de una serie de roeat en funaién deo ex desir Ge la profandided, Sean Handin y Hager (1958). embargo, en ciertos casos y més alla de una ciesta profundidad, este limite puede disminuir; entonces la roca pierde laductilidad que habia adquirido. En definitive, cada roca est caracterizada por una curva de pendiente variable que separa un dominio estable (de deformacién plistica) y un dominio ines- table (eotara) ‘Asi pues, estas curvas se pueden cortar. Por ejemplo, consideremos la dis- posicién de las curvas de Ia pizarra y de la arenisca que se cortan. Esto sig- nifica que hasta una cierta profundidad, un conjunto formado por pizatras y a NOGIONES DE MECANICA DE ROCAS areniscas, puede mostrar una yuxtaposiciéa de areniseas fracturades y-de es- quistos deformados plisticamente, pero superada esta profundidad se invierten Jos términos; las areniscas se deforman plisticamente, sin fracturas, mientras que los esquistos se fracturan. Hay pues una inversién del comportamiento relativo de las dos roces; por otra parte, esta inversién puede producitse dos veces, En definitiva, esto significa que si se.conociesen las curvas de los dife- rentes tipos de rocas se podria, tedricamente, observando su comportamiento relativo, tener una idea de la profundidad a la que se han deformado, Des geaciadamente las cucvas de la figura 4.20 corresponden a experiencias de laboratorio que no pueden todavia ser aplicadas a las deformaciones reales; sin embargo, pueden ser objeto de una investigacién interesante, 2.9. Influencia de los fluidos de impregnacion en la deformacién En los ensayos usuales Ja deformacién se hace «en secon; pero este tipo de deformacién no es més que un caso limite de la deformacién geolégica, En efecto, la mayoria de-las rocis.tienen una estructura susceptible de alma- cenat fluidos y los resultados de los sondeos hechos a grandes profundidades atestiguan que esto es asi; las rocas contienen frecuentemente agua, a veces ppetréleo 0 gas. Estos fiuidos se encuentran generalmente a presiones supetio- Fes a las que tendrian si estuviesen ea comunicacin con la superfcie\o con round 421 ‘mantos superficiales; sucede bastante a menudo que esta presién es igual al 95% de la presién litostitica y se puede considerar que en ciettos casos la presién de los fuidos es igual o incluso ligeramente superior a la presién Iitoseétiea, ‘Las experiencias realizadas én presencia de fluides indican que éstos tienen @ RELACIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION vouna 422 Esquema mostrando emo Acai fo don 8 oreguae Slnamfonto Jl eeulo de Mohr Cetin Hrabbert » Rabey)- una gran influencia en la deformaciéa. Por ejemplo la figura 4.21 muestra que tuna caliza es tanto més fécilmente deformable cuanto més ague contiene. Si se realizan expetiencias con presiones de Buido variables se observa que a caliza cambie' de comportamiento: de dictil, a pequeias presiones de fiuido, se vuelve frigil para grandes presiones. Esto podia preverse con It ayuda de Jos diagramas de Mohr. Considere- sos un ensayo con ciestos valores de a; ¥ a3 y sin que la roce contenga algén fuido; supongamos que no hay roturs, es decie que el clrculo o — gy no toca Ja envolvente de Moh. Supongamos ahora que para el mismo ensayo la roca cst impregneda de un fuido que tenga una fuerte presiéa P. Este fuido absorbe una parte del esfuerzo y por consiguiente los esfuerzos que se cjerce rin sobre Ia roca serin 0; ~ P y a, ~ Ps les corresponde entonces un circulo de Mohr desplazado hacia In iaquierde, éste podeé cortar a la curva de Mohr y por lo tanto aqui puede haber rotura por simples modificaciones de la pre- sién del fluido inversticial. De esta manera se puede explicar ficilmente la igénesis de ciestos cabalgamientos (véase Hubert) rau 423 compresiin. Seg Vengo tambien NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS 2.10. Influencia de la anisotropia de las rocas en su deformacion Generalmente las rocas no son is6tropas; asi, en todas Ias rocas sedimen- tarias Ia estratificacién introduce una anisotropia; lo mismo resulta para lk cesquistosided y todos los tipos de foliacién de las rocas cristalinas La experiencia permite comprobar fécilmente que esta anisotropia influye fen el comportamiento de las rocas, En efecto, las curvas de formacién-esfuerzo son diferentes segiin el angulo que forma ¢; con el plano de anisotropia. indo de 35 4 2000 bares). Seguin Donath (1963). La figura 4.23 muestra que para un esquisto el valor de ; — as, necesatio para la rotura, varia considerablemente; alcanza su méximo cuando ay es pet- pendicular a Ia esquistosided y su minimo para una inclinacién de 30° Ademis, se observa que los dngulos que forman la fractura con ay estin infiuidos muy netamente por Ia inclinacién de la esquistosidad. Por ejemplo, varfan de 0 a 50%, con um méximo hacia 45° en el caso de Ia figura 4.24. 2.11. Influencia del esfuerzo, de la presi6n confinante y de la temperatura en el flujo La importancia del flujo vacia considerablemente en funcién de a, — ay Si este valor es pequefio el flujo es poco importante; si por el contratio es fuerte crece ripidamente (fg. 4.25), Esto muestra que las experiencias de flujo no son ficiles de efectuar més que con un esfuerzo dado. Ademés, se comprucba que esfuerzos muy pequefios no pueden provocar deformaciones importantes; dicho de otra manera, para que las rocas se defor- ‘men de manera sigaificativa por fujo es preciso que el esfuerzo tecténico supere tun cierto limite, 4 RELACIONES ENTRE ESFUERZO Y DEFORMACION raves 425 Cucvas de flujo para la fal en ensayon de ex confinantes (en “La rotura se wroduee_ solamente en [iu curvas, 3125 3750;. para, wm cierto In defor Imueiin.tiende a cro. Sofiin Hendron (1969). Iumente I ingortnca del fj vain mucho con Ia presidn confnante, Si ste sument, I deformacn por fino disminaye Te tempura ene una gran inflela sobre ol Aaj, Favoree tanto 8 ta deformecin como al Majo y rebsja slit, pariclamente al acercarse 2 la tempentura de fsién de Is wots. ' De tie mod, Bjo um importante mecniano de domain ccleaner oro tn gm rtd (prep, sine ie las migmatis); de le misma manera intervene en In deformacion Set ino de Tos slacies, yu qu tabi ali In deforming reali muy cera del punto de festn _ in fn el Majo cismioye In importancia de I deformcin plstin que precede te roar, dec arsine dels rot la rotr, como moesta in figun 4.26. Tn une plabre, se comprachn qu In imposencia del Ajo ude ser gre 6%) aura 426 2 ‘ Variacin de la deformacién plastica ee Imntes, de In rotura em onsavos de Riracioncs, diferentes efectuadas en 2 ‘calizas (o" = 10 kilobares Griggs (1936). 10 (rae) o ‘ ° 10 20 3% 6s NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS de en In deformacién de las rocas, ya que Ja duracién de esta deformacién es siempre grande, del orden del millén de aiios, Alguaos han Hegado incluso a considerar que, el flujo para una deforma cid que se produzca durante un perfodo sufcientemente largo, corresponde 4 la deformacién més importante de les rocas, Asi Carey (1954) ha supuesto ‘que todas Ins rocas se deforman como un fluide viscoso, por encima de un Gietto limite de tiempo Uamado Reodicidad (Rheidity), que variasia segia el ‘material desde algunas semanas a 10 millones de afios, Sin embargo, no parece que pueda generalizarse hasta este punto Ia influen- cia del factor tiempo y es probable que el flujo provoque deformaciones impor. tantes sélo con esfuerzos tecténicos suficientes y con determinadas rocas, sali- ‘nas por ejemplo, 3. ESTUDIO EXPERIMENTAL DE ALGUNOS PROCESOS TECTONICOS Macho antes de realizar ensayos triaxiales de Laboratorio se intent, desde el siglo passdo, reproducir en el laboratorio algunos fenémenos tecnicos tales como la formacién de pliegues, falas, diaclasas,esquistosidad. Por ejem: plo, son eélebres los uestudios sintticos de geologia expetimentaly efectundos en 1879 por A. Daubrée, | En una primecn etapa, estas expericncias fueron puramente cualitstivas; por ejemplo, se realizaban modelos reducidos de pliegues sin preocuparse de saber si las capas que se plegaban tenfan propiedades fisiess que, teniendo en ‘cuenta el tamaiio reducido de! modelo, seprodujeran las del modelo original Prulatinamente se ha intentado realizar modelos respetando las regles de similtud y de esta forma se ha llegado progresivamente a aplicar a los mode 4os parimetros precisos, que permiten un estudio matemético rigoroso de los Fenémenos; este dominio de la tect6nice experimental cuanttativa estd actual. ‘mente en plena expansién, 3.1. Estudios cualitativos Formacién de pliegues y de fallas inversas Para formar pliegues basta con comprimir Iateralmente una materia fécil de deformar; puede tratatse de arcilla, de diferentes tipos de materias sinté- 6 ESTUDIO EXPERIMENTAL DE ALGUNOS PROGESOS TECTONICOS ticas 0 de arena; se puede complicar el plegemiento utilizando estratos de propiedades diferentes y asi por ejemplo, reproducir los despegues; se puede reptoducir In carga de los terrenos realizando ensayos bajo una capa de per- digones, etc, MObservemas que en el caso de arena comprimida se obtienen pliegues y fallas inversas (fig. 4.27) cuya disposicién esti completamente de acuerdo con la teorfa, es decir con Ia distribucién de esfuerzos que se originan en el caso de una compresién; en este caso se obtiene un buen modelo de estructuras geolégicas simples. rove 427 rentes etapas de formacién de fall ee rmentalmente por compresion de arcna (con la ayuda del disp op eneayor de la derecho, en los que predominan los pliegucs, se han efectuado con sna earga de perdigoncs. Formacién de fallas normales ‘Las experiencias realzadas con arena proporcionan buenos modelos de fallas aosmales, cuyo buzamiento es andlogo al que teéticamente se podia prever teniendo en cuenta el “ngulo de rozamiento interno de la arena (Fig m1 428), da soe capes gi ec Operando con axilla colocada sobre soporte rigidos que se sepacan para crear un ci, es fil obtener modelos reducidos de foes de handimiet or NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS ours 4.28 ractueas de compresién y de roduc jencias electucr {las "com arena, Sesin Hubbert (1961). icura 429 Dos tipos de modelos reducidos de er tructura de. distensién. Sogiin Cloos (0968). 10URA 430 Aspeeto de detalle de una fora de hundimionto obtenida expe Fimentalmente. ‘Sein Cloos. ours 4:31 lo de estructura do. dis le mosteando ta pss) 9 dcr fed de fll queso form entre clan, primero con tn nl Ui icerte (2b), some cansccvanein de sn roteion interan: im rotaional (tapas 3.7"), una fa (it antiteions) Se desrella mejor sue tn otn, Sein Cloor (1935)- 6s A | ESTUDIO EXPERIMENTAL DE ALGUNOS PROCESOS TECTONICOS Si utilizamos como soportes placas de metal poco gruesas que resbalen una sobte otra se obtienen semifosas (fig. 4.29). Finalmente, haciendo deslizar la arcilla sobre un plano inclinado se obtie- nen fallas normales curvas, que simulan perfectamente ciertas redes de fallas tales como las del Norte del Golfo de México (fig. 4.31) Unas tortas de arcilla colocadas sobre bastidores deformables se someten un alargamiento al mismo tiempo que se les acorta en una direccién perpen: dicular (figs. 4.32 y 4.33). La deformacién puede hacerse con o sin rotacién externa. Si no hay rotacién externa (Jos ladas de Ja placa de arcilla permanecen pparalelos en el curso de Ia deformacién) aparecen sucesivamente: una defor- ‘mecién continua que transforma un circulo de referencia en elipse, grietas, mis tarde fellas conjugadas; si después de Ia apacicién de las fallas continia In deformacién el éngulo entre Jos dos sistemas de fallas aumenta, ‘Si hay rotacién externa se producen los mismos fenémenos, pero uno de los sistemas de fallas se desaszolla mucho mejor que el otto. Es preciso anotar que en estas experiencias se produce una deformacién continua importante responsable de una rotacién llamada rotacién intema de fallas; asi pues, esta deformacién es poco importante en la mayoria de los sistemas de fallas en diseccién conocidos; estos modelos reducidos no simulan més que a un tipo pasticular de fallas en direcci6n. Estas experiencias, un poco clementales, acaban de ser mejoradas considerablemente por investigadores alemanes gracias a la construccién de una mesa de deformacién que permite someter a las arcillas a todos los tipos de deformacién; la figuca 33 muestra algunos de los resultados obtenidos, 3.2. Estudios cuantitativos En este tipo de experiencias nos esforzamos en obtener modelos reducidos que reproduzcan exactamente el modelo original ‘Se comprende ficilmente que para que un modelo reducido sea exacto, es preciso que sufta una evolucién que reproduzca exactamente el ejemplo natu- ral original. En primer luger, esto implice una similitud geométrica; si, por ejemplo, la telacién entre los dos modelos es de uno a un millén seri necesa- rio que Ie potencia de los diferentes estratos esté en Ja misma relacién; enton- ces Se comprueba que si los estratos del modelo natural no son Jo suficiente- mente potentes no podsin ser reproducidos; en un modelo reducido a esta scala las dificultades aparecen en esta etapa 6° ESTUDIO EXPERIMENTAL DE ALGUNOS PROCESOS TECTONICOS Después es preciso que haya una similitud cinemitice, lo que significa que la evoluci6n en el tiempo del modelo reducido deba corresponder exactamente, ppara una selacién dada, a la del modelo original. Se deduce que es necesario aplicar las mismas reglas de similitud al esfuerzo, a le deformacin, a la velo- cidad de esta deformacién, a la densidad, a la viscosidad, a In gravedad, por no citar més que los pesimetzos mis corrientes. Inmediatamente surgen dif caultades considerables que s6lo pacden ser superadas en casos excepcionales, AI principio es ficil comprender que como consecuencia de estas reglas de feos respecto a la dircecién do alargamient fave tionen na interscceién vertical; por 10 las on direcsién. NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS LE filones de ealcit mieroplegados mosteando que la amplitad de tos plie- “‘uncion del espesor del nivel plegedo. in’ margas afectados por una esquistosidad ial de lov microplicgues. longs cuca egal on miosis de Benen noxtando ua, defor amgeién muy pli ese que el tamatio de lov mi tons ois Monte ys tee ean En efecto, 7 ESTUDIO EXPERIMENTAL DE ALGUNOS PROCESOS TECTONICOS NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS semejanza, el material del modelo teducido no tendef ninguna relacién con el material original; por ejemplo, un granito se representaré por un cuerpo del tipo «pasta dentifrico» de una densidad y de una viscosided bien deteémi- nadas. Si el modelo original posee una litologia muy variada, seré preciso ‘encontrar cuerpos con densidades y viscosidades muy variadas; entonces se suscta un problema de eleccién del material del modelo reducido, ‘Ademis surgen otros muchos problemas; asi las estructuras naturales que se deben a la intervencién de la gravedad no pueden ser reproducidss en los ‘modelos reducidos uilizando el mismo campo de gravedad; sera preciso utii- xa valores de g muy elevades (por ejemplo, hasta 2000 g), lo que no podré reptodicirse mis que con centrifugadoras, como recientemente lo ha efectuado Ramberg (1967). Estas répidas consideraciones muestean que los modelos re- dlucides todavia no pueden suministrar datos cuantitatives més que en los casos. simples, bien seleccionados para el estudio de un fenémeno dado; Jos modelos reducidos de estructuras tecténicas complejas, como las corilleras, todavia no existen, 324, ESTUDIO DE ALGUNAS EXPERIENCIAS 32.1.1. Relaciones entre la viscosidad de los estratos y la longitud de onda de’ los. plieques producidos por flexion Considerando que Ins rocas se comportan a excala geolégica como fluidos de gran viscosidad (de 10** a 10 poises), Biot y Ramberg (1964) han inten- tado poner en evidencia, con Ia ayuda de modelos seducidos, las relaciones que ligan Ia forma de los pliegues, la potencia y Ja viscosidad de los esteatos. En el caso més simple de un estrato de viscosidad V, y de potencia e, comprendido en un material de viscosidad V7, han demosteade que Ia longitud de onda W viene dada por Ia férmula: raw ON Jo que concuerds con el hecho muy conocido de que Ia longitud de onda de los pliegues es proporcional a la potencia de los estratos. sta relacién puede comprobarse ficilmente por expetiencia del mismo tipo, que leven no un solo esteato sino varios de viscosidad diferente (figu- 1a 4.37) 0 de estratos de la misma viscosidad a diferentes distancias. Expetiencias mis complejas que estudian Ia evolucién de la forma de los pliegues, han demostrado que étos no se desatrollan bien mis que cuando cexistian grandes contrastes de viscosidad; este resultado concuerda también con tun hecho de observacién banal: la ausencia de pliegues en cietas zonas de Ja cotteza que no tienen una litologia diferenciada (por ejemplo, sexie exclusi- 4 ESTUDIO EXPERIMENTAL DE ALGUNOS PROCESOS TECTONICOS preter eee Ve ® rreuna 436 ete tense sin te mmerin is ongtai de onda W de un plicie obtenide. por comresisn de material de vie 08 ind 'Y; conteniendo un estrato de viseosidad Vo. RIL ae pin amg vee vvamente pizartosa) 0 que se hayan plepado en condiciones de P y de T tales aque los conteastes de viscosidad han desaparecido, Estas diferentes experiencias muestran que se espera poder calcular con la ayuda de fSrmulas y concciendo Ia viscosidad de una roca dada, la viscosidad de otras rocas asociadas a ella 32.42, Estudio de estructuras producidas por gravedad En la corteza terreste sucede frecuentemente que una capa de pequetis densidad esté recubierta por otea de densidad mayor; las rocxs ligerss pueden fentonces ascender bajo el simple efecto de In gravedad y producir estructurss clésias como los domos de sal 0 de granit, ; Se deben a Ramberg (1967) los modelos reducidos de este tipo de extruc turas; los més espectacular se han obtenido en centrfugadoras (con el fin de alcanzar grandes valores de g, hasta 3000 g) y con cuerpos vscosos (de 1 . 10* 5.10? poises) tales como meaclas de arcilla y aceite, gomas, ceras y mezclas de todos estos cuerpos que simulan las diferentes rocis de Ia corteza terrestre B | NOCIONES DE MECANICA DE ROCAS La figura 4.38 muestra los tipos de estructuras obtenidos; algunas de estas estructuras parecen constituir excelentes modelos reducides de las pastes pro- fundas de algunas cordilleras, como la Cordillera Caledénica Escandinava; ademés es preciso indicar que si aplicamos las reglas de similitud a estos mode. los llegamos, teniendo en cuenta las caracteristicas del material uti- sou 4.38 Everotures obteniday al someter tw anilamien {ergo cucrpoa muy vssocos do densidader fe: featea a Merten valorer de, en une center Fagadore. So obtienen buenos modclog seul. dog de tetinlon profunda." Sepia Ramberg (1967). ‘ain 7 lizado y la duracién de las experiencias, a magnitudes geol6gicas que no ion aberrantes; asi, la experiencia que reproduce Ia evolucién de Ia Cordillera Caledénica dura 15 minutos, lo que corresponde a una etapa geolégica de 122 millones de afios, es decir a una cifra verosimil, 32.12. Formacién de Kinkbands Este tipo particular de pliegue se ha reproducido con mucha similitud por Donath, Paterson y Weiss, entre otros; se han podido suministrar las mag- nitudes de presién necesarias para su génesis. BIBLIOGRAFIA Obras y asticulos a consultar: Goguel, Price, Talobre, Griggs y Handin, Jaeger y Cook, Ramberg, Ramsay, Beloussov y Gzovsky, Cloos, Daubrée, Hubert, Morlier, Baer y Norris (edit.), Persoz, Millles, Verhoogen et al, 76 Definiciones de términos 5 tectonicos basicos La deformacin se manifiesta bajo aspectos muy variables; por un lado, puede corresponder a movimientos tan minimos que sean dificilmente detec- tables; por otro, provoca des6rdenes tan espectaculares como, por ejemplo, el desplazamiento de centenas de km? de materia sobre decenas de km. Es dificil hacer subdivisiones légicas entre tales extremos. En principio adoptaremos una clasificacién totalmente descriptiva, examinando sucesivamente: la deformacién discontinaa que se manifiesta esencialmente por planos de fracturs, es decir Jas fallas; la deformacién continua que es esencialmente el dominio de los pliegues. ‘Sin embargo, no hay que olvidar que existen todas las formas intermedias centte estos dos tipos de deformacién, es decir entre fallas y pliegues, que con frecuencia van asociados y son contemporineos. Lo que hemos subdividido, con el fin de esclarecerlo, corzesponde en realidad a un todo que setia preciso examinar simultineamente. Existen igualmente todos los estados intermedios entce fracturas con salto y sin salto, es decir las diaclasas. — Se habla de falla cuando los dos compartimentos separados por la Fracture se desplazan uno con respecto a otro y paralelamente a la fractura, BI orden de magnitud de este desplazamiento —o salto— varia considerable- ‘mente (del milimetro a varias decenas de kilémetros). — Se habla a veces de fractura para pequefios desplazamientos. — Se habla de diaclasa cuando el desplazamiento relativo es muy pequeio © nulo. 7 DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONICOS BASICS “1. FALLAS 1.1. Geometria de las fallas 2) Consideremos un bloque diageama teérico de una falla que afecta a capas horizontales; se distingue (fg. 5.1): — un plano de falla (P) definido por su direccién y buzamiento. En el caso general Ia falla se corsesponde con una superficie curva. — ua salto que corresponde al desplazamiento relative de los dos bloques. BB salto verdadero AB se descompone en — un salto en buzamiento (AD) medido segin Ix méxima pendiente de P; — un salto en direccién o longitudinal (AC) medido segiin la horizontal AD se descompone a su vez en: riouna 51 Bloque diagrama de wna falla P mom tromlo sus diferentes saltos, — salto vertical (AE) = ua salto transversa a diferencia de altura entre los dos bloques; 1) que en el caso de una falla normal da el valor del alargamiento y en el de una falla iaversa el del acostamiento: se puede tumbién llamar salto horizontal, por oposicién al salto vertical b) Consideremos un blogue 1a de una falla que afecta a capas inclinadas (Big. 5.2) Bloque diagrama tes tipos de saltor pe DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONICOS BASICOS Observemos un nivel localizado a un lado y a otro de la falla; se comprue- ba que este nivel puede volver a su sitio con Ia ayuda de una multitud de tras- laciones (tales como AB, AE, AC, AP) que cortesponden a otros tantos saltos posibles de la fall En superficie, el desplazamiento de los niveles evoct una falla en direccién, es decir un salto AC tinicamente longitudinal; en realidad esta disposicién puede también ser debide a un salto en buzamiento AD. Se deduce entonces que cuando las capas falladas estin inclinadas y cuando no se tienen puntos de referencia (lo que es el caso general), el salto no puede ser detetminado con la ayuda de simples consideraciones geométrices, por ejemplo, aplicando un tinico plano de referencia (como la estrstifcacién). Es necesario entonces tener datos suplementarios, tales como un segundo plano de referencia no paralelo al primero (por ejemplo, un filén anterior a la falla) o estrias Glllm x (| ours 55 Esquema de una falla separando bloques de incli- mnes. diferentes. TEI salto. se anula on R. La {alla es normal de un lado e inverea de otro. ll ©) Finalmente, consideremos una falla que separa compartimentos de pen- dientes diferentes (fg. 5.3). En este caso, los saltos son variables a lo largo de la falla; pueden anularse e invertirse, A) Bsteas de los planos de falla Cuando se desplazan dos bloques uno con respecto al otro existe rozamien- to, De esta forina, el plano de falla puede llegar a «pulse se tiene entonces un «espejo de fala. Pero como en el caso de los pulidos glaciares, et pulido «8 generalmenteieregular; el rozamiento va acompafiado de usa esriaién que indica In direccién de desplezamiento de los dos bloques. Se puede entonces ficilmente, gracias a las estras, conocer Is direccién del movimiento de la falla de la figura 5.2 y, por consiguiente, determinar con ayuda de la estratfcacién el valor del salto Las estas corresponden de este modo & un caricter muy importante de las fallas y generalmente son indispensables para la determinaciéa de su salto Una estria esti caracterizada ‘por el dngulo que forma con la horizontal sobre el plano de falla; este Angulo corresponde al pitch de los autores anglosajones. FALLAS (1-2. Nomenclatura de las fallas 42.4. CASO SIMPLIFICADO EN EL QUE LAS CAPAS ESTEN HORIZONTALES 424.4. Definielén en una falla Fallas inclinadas Los diferentes tipos de fallas corresponden distintos tipos de movimientos relatives de los bloques; étos se esquematizen sobre la figura 5.6: — el movimiento 1 correspénde 2 una falla normal; — el movimiento 2 corresponde a una falla inversa; — los movimientos 3 y 4 corresponden a una falla en direccién; | yt 1 \ ‘ ry Lt I J A Z cee A ect iy DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONICOS BASICOS La falla en direccién 3 se denomina sinistral; 1a falla en direcciéa 4 s& ama dexteal. ‘Cuando nos encontramos con casos intermedios (en los que el pitch esté ‘comprendido entre 0 y 90°), se distinguen sucesivamente los tipos siguientes: — 5) falla normal sinistral (pitch superior 45°) ; — 6) falla en direccién sinistral normal (pitch inferior 2 45°); — 7) falla en direccién sinistral inversa (pitch inferior a 45°) ; — 8) falla inversa sinistral (pitch superior a 45°); — 9) falla en direccién dextral normal, miguna 5.8 én on detalle de wna falla normal (A) y de una falla inverse (B)’afes- tendo a estratos horizontales y mostrando el earieter sustractive y aditive de fetes falas. En'B un sondoo no atraviesa tos 4 y 1 {del salto vertienl ev el mismo para onde para Ia primera a un alargamicnto y para Ia segunda a ua acortamiento. Ta figura 5.7 representa diferentes tipos de fallas en el espacio. Diremos que wna falla normal es un aecidente sustacivo, mientras que una {alla inversa es wn accidenteaditivo. En efecto, si se efectia un sondeo vertical cortando una falle inclinada (fig. 5.8), se compruebs que con una fala normal faltan teerenos, mientras que con una falla inverse se atraviesa dos veces el ‘mismo terreno. Finalmente, en el caso de una falla normal el orden estati- grifico nunca se invierte, mientess que las falls inversas lievan terrenos ant guos sobre terrenos mis recientes; provocan entonces edbalgamientos. Un ca balgamiento es evidentemente tanto mis neto cuando la falla inversa esté mis préxima a la horizontal Fallas verticales Si las extras son horizontales © préximas a Ia horizontal se trata de una falla en direccién (dextral o sinistel). 82 ‘ FALLAS En los demés casos se habla simplemente de falla vertical; ésta se define bien si se conoce el pitch de las estes, 12.4.2. Dofinicfones en dos fallas conjugadae Sucede que las fallas forman sistemas conjugados. En el caso teérico mis simple, en el que se tienen dos fallas conjugadas simétricas con respecto a un plano vertical, es posible definir (fig. 3.9) a) el campo de esfuerzo te6rico cosespondiente a las fallas normales, inversas y en direcci6n; a JK, 0 de cstuerzos corres: Fam *—ponidientes. 1 1)"fallas ormatess 2) | falas 3 2 3 Fours 5.10 de dofinie un oje de acortamionto ¥ wn sje de nie un caro muy simplifinde ‘vespecto a un plano. Obtenido de Aethaud ¥ Mattaser, 1970. 3 DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONIGOS BASICOS b) las direcciones de acortamiento 0 de alargamiento que provocan los sistemas de fallas. ‘Sin embargo, este caso tedrico ideal no se realiza més que muy raramente. 12:13. Definicién en un campo de fallas En el caso general, las fallas no permanecen paralelas y su buzamiento ‘no es constante. Se tienen entonces fallas de dieeccién y buzamiento muy va- riables con esteias de pitch muy vatiable. En general, a pesar de esta aparente dispersién, se pueden definis estadisti- Anions seuatewr Jeo a FALLAS camente un ¢je de acortamiento, un éje de alargamiento y un eje intermedio. En efecto, en Ja mayoria de los casos un campo de fallas provoca una defor- macién de conjunto toherente y tiende a transformar un cubo de Je corteza terrestre en un paralelepipedo del mismo volumen, que se puede caracterizar por tres ejes de deformacién (figs. 5.10 y 15.22) 422, GASO EN EL QUE LAS CAPAS NO ESTEN HORIZONTALES La nomenclatura se complica cuando el campo de esfuerzo provoca a lt vee que las fallas una modificacién de los buzamientos de las capas, es decir, una zotacién (denominada externa) de las capas. Las fallas, normales o inversas, y las fallas en direccién se denominan sin- téticas © anttéticas con respecto al sentido de esta rotaciéa externa, segiin que desarrollen un par del mismo sentido o de sentido contrario (fig. 5.11). Cuan- do se habla desde un punto de vista puramente geométrico se llama a veces RG ox. Eaquema mosteando emo tomar el aspecto de wna fala inversa y emo entoncer su movimiento se invert. Fives 5.13, Forme de los ganchos de fallas normal ¢ inverse. 85 —= DEFINICION DE TERMINOS TECTONICOS BASICOS falla conforme 0 contrat, respectivamente, a una falla que tenga el mismo sentido que el de los estratos, © de sentido inverso. Si Ia rotacién externa aumenta regulatmente, Its fallas normales sintéticas se enderezan, se hacen vertcales y finalmente se transforman en fallas inversas y si, en esta etapa, Ja distensién continia el sentido del salto se invertiré a lo largo de las fallas (Bg. 5.12); tas fallas inversas sintéticas acaban de igual forma por transformarse en fallas notmales Se deduce que, cuando hay rotacién externa importante, es preciso poner de nuevo las eapas en su posicién original paca saber de qué tipo de falla se Fiouna 5.14 Falla inversa afectando a una serie anteriormente plegada, «es inverso, pero em A la malama fala se presonta come ta sonileo se tiene entonces In impresim de wna falla normal, Bel salto de ta falta idente sustenetivo; en trata efectivamente, Cuando el valor de In rotacién externa es desconocido no se puede saber si una falla era ofiginalmente normal inversa. ‘Los casos mas complejos se encuentran cuando las rocas se fracturan a la vex que se pliegan, caso bastante frecuente. Con frecuencia se comprueba que las capas se alabean en la proximidad de las fallas; se habla en este caso de gancho (crochon) de falla. La forma de 1 2 iar) Ficura 5.15 Esquema mostrando Ia representacién en corte y en mapa de fail Aiterentes tipos de 1, Falla inversas 2, Falla normal; 3. Falla vertical; 4. Palla en dircecién, Fruves 5.10) Sistema de diselasas ortogonales afeetando a cuareitas metamérfieas de Bscoe Estas diaclasn es in formadas al parecer en cl Yaceno, al mismo tiempo que ‘diques de basalto que existen en la region. FALLAS ‘estos ganchos es evidentemente muy diferente segiin se trate de una falla nor- mal o inversa (fg. 5.13). 4224. Casos complejos Por fps protien cuando na fil fanon aes wey boo efecto de campos de esfuerzo diferentes; en este caso, el aspecto final no es ‘evidentemente representativo de las diferentes etapas de funcionamiento de la falle. Otto tipo de complicacién bastante frecuente aparece cuando una fala 6 posterior « un pliegue y corte su plano axial; se comprueba que se presenta tanto como un accidente sustractivo como un accidente aditivo (fig. 5.14); se tiene entonces 1a impresién de que se trata de una falla que es 0 bien normal © bien inversa Tags = DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONICOS BASICOS 1.3. Forma de representacién de las fallas Cuando las fallas se representan en corte o en planta es preciso, evidente- mente, esforzarse siempre en distinguir los diferentes tipos de fallas estudia- dos. A falta de una tal distincién, podemos llegar a considerar de In misma ‘manera las fallas normales y las fallas inversas, es decie mezclar los efectos de la compresién y de la distensin ; es precisamente lo que pasa en la mayor parte de Jos mapas geolégicos, en los que no se hace esta distinciéa, con frecuencia Porque el gedlogo que cartografia ignora la sigaifcacién de los diferentes tipos de fallas La figura 5.19 muestra cudles son los simbolos més utilizados corriente- mente. DIACLASAS : El término joint» es mis general que el de «diaclasen,# que con frecuencia se limita a joints que son, en lineas gencrales, perpendiculares a la estratifica- ci6a, 9 perpendicalares entre elles. Los «joints» tienen por lo general una disposicién cualquiera con respecto a Ia estratficacién: por ejemplo, en un 280 extremo pueden ser patalelos a los planos de estratificacin (Cuando las fractures sin salto, e5 decir sin estefas, que son las diaclass3] son abiertas se habla de fisuras 0 de grietas; casado éstas hen sido reemplazedas por minerales de neoformacién se obtiene un filén, un filoncillo 0 una vena (por ejemplo, rellens de calcita 0 de cuarzo). Las fsucas pueden excepcional- ‘mente ser reemplazadas por material volcinico, se tienen entonces digues que seBialan perfectamente el sistema de diaclssxs (fig. 6.4). ‘Las diaclasas nunca estin aislades, forman siempre sistemas complejos, que pueden ser muy densos y recortar la roca en una gran cantidad de elementos; gracias a las dliaclasas las rocas son explotables en canter. Como el estudio de las diaclasas no puede ser mis que estadistico se utiliza la proyecci6n estereogrifica (diagrama de Schmidt); la utilizacién de «roses de los vientos» no tiene sentido més que si las diaclasas tienen un buzamiento constante, lo que és raro, La nomenclatura de las diaclasas es con frecuencia la ‘misma que la de las fallas, De este modo, se oponen las diaclasas de extensiéa 4 Jas diaclasas de compresin, estas diaclasas corresponden a una o varias familias de planos. En el caso de una extensidn, la familia mas neta es general- ‘mente perpendicular a Ia direccién de slargamiento: corresponde entonces a las +” En Ia nomenclatura tecténica eastellana se uals ¢diaclasa» tanto pasa joints como pars adiaclasen. En adelante se emplescé Gnicamente el término daclasa. fN, del 7.) 98 LOS PLIEGUES Y LA DEFORMACION CONTINUA atietas de experienciss de laborstorio realizadas con arcills (fg. 432); se ssocian generalmente dos familias de planos conjugados que son paralelas @ las falles normales, En el caso de una compresién, so encuentran frecuentemente, ademis de anos conjugades paralelos alas fallas inversas, una familia de planos perpen- Sielares al je Bde ls fale, Las dass de compresin ¢ de dein pueden formarse al mismo tiempo que se produce el plegamiento, bajo el efecto del mismo campo de esfuerzo, En el caso en que una diaclasa sea poste- siormente transformada en falla se tienen entonces diaclases estriadas, Pueden formarse fuera de toda compresin, o de toda distensién, por simple ‘descompresiéno, sistemas de diaclasas cuando roces situadas a una ciesta pro: fundidad son llevadas a la supericie (Price) posible de los sistemas de dinelasas asociados a Ios fallas normates (1), inversas (2), ¥ a las fallas en dircecisn (3) ¥ siatems neta. 3. LOS PLIEGUES Y LA DEFORMACION CONTINUA Se dice que una roca se pliega cuando una supedice de referencia definida antes del plegamiento como plana se transforma en una superficie curva. EI plegamiento es tanto més neto cuando las, variaciones de buzamiento son ‘nis fuestes y més numeross Para hablar de plegamiento es necesatio por tanto tener superficies de referencia. Las rocas sedimentasias nos proporcionan una grin cantided de planos de estratificacién; efectivamente, estas rocas son el dominio por exce- lencia del plegamiento, Las rocas cristalinas, tales como los granites, pueden 89 DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONICOS BASICOS por el contrario no mostrar ningin elemento planar; el plegamiento no puede entonces ser pussto en evidencia mis que con la ayuida de otros métodos indi- rectos. Por ejemplo, a veces se encuentran superticies de ceferencia tales como filones que, si existian antes del plegemiento, permiten poner en evidencia los pliegues. 3.1. Definiciones con la ayuda de una sola superficie de referencia Si los estratos se pliegan, un plano de estratificacién dado, originalmente horizontal, se transforma en una superficie curva. Supongamos que Ia forma de esta supeticie sea la representada en Ja figura 5.18 ‘Las curvas que unen los puntos mis elevados de esta superficie correspon- den a lineas de crestas; los puntos més bajos definen una linea de valles. En todo punto de Ia superficie se puede definie la cxrvatura de la super- ficie. En un plano perpendicular (fig. 5.18) se observa un punto de curvatura maxino, que define la charnela del pliegne y wn punto de inflexién en el que se invierte la curvatura a un lado y a otto del mismo, Las tangentes a los puntos de inflexién permiten defini el dngulo de aber- sara de wn pliegue. Cuando el angulo de abertura es nulo o débil se tiéne un pliegue isoclinal. 90 Figura 5.19 ‘Chomnela de plicgue eilindrico, Ordovieico del norooste de Espa. Figura $29 Charncla de plicguc disimétrioo mo cilimdriea. Cretiecico superior de Hendaya (Pirineos Occtdontales). ae LOS PLIEGUES Y LA DEFORMACION CONTINUA El lugar de los puntos de curvatura maxima corresponde al eje de los pliegues. En corte, un pliegue puede mostrar: una, dos 0 incluso tres chamelas, no tener charnelas (pliegue en arco de circulo), une charnela confundida con la cresta, una charnela con radio de curvatura nulo, ete En tres dimensiones, los pliegues pueden tomar una gran variedad de formas. Con frecuencia se distingue: ) Pliegues cilindricos, en los que se puede considerar que In superficie plegada esti engendrada por una recta (el eje) que al desplazarse permanece paralelo a si mismo. Los pliegues nunca son cilindricos més que 2 una cierta scala. b) Pliegues no cilindricos entre los que se distinguen a veces pliegues Bnicos, cuyos jes corresponden a rectas que permanceen conteni cono, y curviplanares (Bg. 5.21). ellindtico aaa cualquiera ccurviplanar = charnela curva Frovna 521 Forma de algunos tipos de plieguos. Obtenido de Arthaud, 1970. ye Algunos ejemplos de micropliegues. 3.2. Definiciones con Ia ayuda de varias superficies de referencia Se puede definis sobre cada superficie un eje de pliegue; Ia superficie que contiene todos los ejes de los pliegues se denomina superficie axial la inter- seccién de esta superficie axial con un plano, por ejemplo la supericie topo- ‘gcifica, comresponde a Ia fraze axial; el buzamiento del gje del pliegue define su inmersién, la cual puede permanecer constante variar de un estrato a otro. En los casos simples, la superficie axial se reduce a un plano axial. Frouna 523 Bloque dingrama ilustrando las relaciones entre plieque, plano axial y eje. A Ta orecha ejemplos de plfegucs de je horizontal y vertical. ? 9% DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONICOS BASICOS Cuando se tienen varias superfcies de referencia, generalmente esteatos, se puede con frecuencia saber cual era antes del plegamiento Ja posicién relativa de los diferentes estratos, es decir la edad relativa de las diferentes capas. En ste caso se lama anticlinal al pliegue que hace parecer las capas més antiguas y sinslinal cuando aparecen las capas més recientes; se denomina monoclinal ' todo pliegue en el que las capas no buzan més que en un ‘nico sentido. Si no se conoce el orden de sucesién que tenfan los estratos antes del plegamiento, se lama antiforma a los pliegues que muestran una convexidad hhacia arriba y sinforma a los que ofrecen una concavidad hacia arriba. Es preciso indicar que en ciertos casos 1os anticlinales pueden presentarse ‘como sinformas y los sinclinales como antiformas (fig. 5.24), a veces se dice que se tienen falsos sinclinales y falsos anticlinales. Cuando se superponen varias fases de plegimiento es necesario esforzarse en aislar los pliegues de cada fase (fg. 5.25). Amina Aa 4 Anitna 2 Monona Ee Sina Fiouna 5.26 Ficura 5.25 Corte mostrando como, desde ua punto Ejemplo de plegamicntos supcrpucstos de vista puramente geométrico, ua anti mostrando Ia’ necesidad de separat las inal puede parcecrse a un sinclinal e estructuras de cada fase- Si la superficie axial de un pliegue corresponde a un plano vertical tenemos tun pliegue recto. Si la superficie axial esta inclinada el pliegue es inclinado; en ‘ste caso, los dos flancos del pliegue tienen necesatiamente buzamientos dife- rentes; cuando en un flanco las capas rebasan la vertical se tiene un flanco inverse. Denominamos pliegne sumbado coando una superficie axial esti poco inclinada y tiene un flanco inverso bien desarrollado, Twmbedotalinedo en sbancn recto Fiauna 5.26 Goometria de diferentes tipos de plicsues con disposii of c * que es paralela a Ia estratificacién. Gambrico probable de la zona axial de la Montaiin Negra. A Fok Fioura 528 9 DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONICOS BASICOS paralela al plano axial de tos pliegues, acompaiia » veces al microple 4 iste una esquistosidad anterior paralcla a Ia estratifiacién y eeplesinda al mioere En todos los pliegues no rectos se puede definit un sentido de vergencia, que es tanto més neta cuando la superficie axial esti mis proxima a Ie hori- zontal, Los pliegues en abanico tienen vergencias en dos direcciones opuestas. Geometria de detalle de un pliegue Si consideramos en un pliegue varias superficies de referencia, o bien el pliegue conserva la misma forma cualquiera que sea la superficie de referencia onsiderada, 0 bien cembia su forma. En el primer caso, tenemos pliegues similares y se puede pasar de un plie- _gue a otto por simple translacién, En el segundo caso, Ja forma de los pliegues puede modificarse de manera mas 0 menos compleja; para caracterizar rigurosa- ‘mente tales modifiaciones es cémodo utilizar las isdgomas, es decit las cusvas que unen los puntos de igual pendiente en todos Jos estratos. 96 LOS PLIEGUES Y LA DEFORMACION CONTINUA WL 1 c= Ficuna 5.20 Esquema mostrando Ia diferencia entre Ia geometria fe inopacos (2). te los pliegues similares (1) a Jos plegues similares ls isdgonas coresponden a tects puraelas, pero se pueden obtener pliegues con isigonas cela © curva, convergentes @ @ive. getes, Cada sucesiin de pliegues posde, por tanto, esta perfemen can teria por I dsposicién de as sbgonsy s puede, basttiese en exe citer, subdivide los pliqges en tres grandes famlies con: +) lsbgonas.pyaely (pleguessimilates); b) isdgonns convergentes (hacia arriba en los Aina es); 6)isdgona divergenes (hacia aria en los anilinales) (tea forma cSmoda de csifcar los pliegues conssteen tener en cuenta el cspeior de los exrtos en un pliegue; ete espesor se mide perpendiclarmente al esata, De esta forma tenemos lignes itpacos, en ls que la ptenca de los estratos permanece constant cualquiera que sx Su pescén en el piegue (Gg. 3.30) y plegues ansopeos 7 Fioura 531 Foto Matte ice un buzamiento di a ‘afectan muy claraments al Scotto dela. foto Patcosaito del’ mace’ de tos Mates (Penisnals te" Glow), 99 DEFINICIONES DE TERMINOS TECTONICOS BASICOS Los pliegues isopacos se denominan a veces pliegues paralelos. Pata indicar que dos estratos vecinos permanecen paralelos, a veces se habla también de Pliegues concéntricos; pero como esta ‘ltima denominacién cortesponde s6lo al caso particular de pliegues en arco de circulo, no debe ser empleada, se mide la potencia de los'estratos paralelamente al plano axial, se obser- vva ficilmente que en un pliegue similar éta permanece constante y vatia en Jos otros casos seyiin leyes que dependen de la disposicién de las is6gonas. 3.3. Definiciones teniendo en cuenta la forma general de los pliegues Con frecuencia las fallas se producen a la vez que el plegamiento; se habla de pliegue-falla cuando las fallas acompaiian al pliegue (a menudo Ia falla se produce por la laminacién det flanco del pliegue) y de escama cuando el, estilo Somtido 6 vergnsie Fiovna 5:34 pera Geometria de piegues arocindos falls. ‘que predomina es el de fractura. Plieguesfalla y escama pueden mostrar 0 no un sentido de verpencia. Cuando se esti en presencia de estructuras que muestran un sentido de vergencia may neto, se puede decie que una serie antigua cabulga sobre una setie mis reciente. El valor de este cabalgamiento siempre es ficil de determi- Piours 5.38 ee ae LOS PLIEGUES Y LA DEFORMAGION CONTINUA nas, puesto que es igual a la distancia horizontal a Jo largo de la cual hay transposici6n 0 superposicién anormal. Cuando 1a amplitud del alargamiento aleanza varios kilémettos (5 por ejemplo) se habla generalmente de mantos de corrimiento. Se tienen entonces ierrenos corridos (chastiés), denominados alde- Jonos cuando el corrimiento es importante, que reposan sobre terrenos llamados autéctonos. Si el manto esti limitado por une fella inversa plana, Uamada contacto anormal, la erosién puede rebsjar el manto de forma que aparezcan ventanai fen las que afloren terrenos aatéctonos totalmente rodeados de aléctonos; pueden originarse Klippes, es decir partes de mantos totalmente rodeados de sutéctonos (fig. 5.35) Fiona 5.36 Forma de un domo y de um anstinori. Plicgues sin superficie axial ‘Cuando tenemos pliegues con estratos de suaves buzamientos es normal que no se pueds encontrar una curvatura méxima, entonces no podemos indi- vidualizar la superficie axial. En algunos casos no podemos defnir una linen de crests, pero en otros, en les que las pendientes convergen en un punto fo bien divergen a partie de un punto no podemos trazar ninguna Linea de cres Frouna 5.37

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