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Cabeza y cuello

Contenido adicional online Conceptos generales


disponible en Descripción general
Cabeza
Cuello
■ Biblioteca de im ágenes: ilustraciones de la Funciones
anatomía de la cabeza y el cuello Protección
■ Autoevaluación: preguntas de elección m últiple Contiene los tramos superiores de los aparatos
tipo National Board respiratorio y digestivo
■ Preguntas cortas Comunicación
■ Anatomía de superficie interactiva: Posición de la cabeza
anim aciones Conecta la porción superior e inferior de los
■ Casos clínicos médicos aparatos respiratorio y digestivo
Com ponentes
Tum or de Pancoast
Cráneo
Síndrom e de robo de la subclavia
Vértebras cervicales
Quiste branquial
Hueso hioides
Epiglotitis
Paladar blando 8 5
Otoesclerosis Músculos
Laceración del cuero cabelludo Relación con otras regiones
Escafocefalia Tórax
Arteritis de la temporal Extrem idades superiores
Am igdalitis A specto s clave
■ Casos clínicos Niveles vertebrales CIII/IV y CV/VI
Bocio multinodular La vía aérea en el cuello
Cálculos en el conducto parotídeo Nervios craneales 50
Hematoma extradural Nervios cervicales
Estenosis de la arteria carótida interna Separación funcional de los aparatos
Aneurism a de la arteria com unicante digestivo y respiratorio
Triángulos del cuello
posterior
Epistaxis recurrente Anatom ía regional
Com plicaciones de una fractura orbitaria
Tum or del tronco del encéfalo Cráneo 855
Visión anterior 855 /
M acroadenoma hipofisario
Visión lateral 857
Curso de autoaprendizaje online
Visión posterior
de Anatom ía y em briología Visión superior 860
■ Módulos de anatomía 1-3 y 39-52 Visión inferior 860 /
■ Módulos de em briología 72-77

2 0 1 5 . Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos


C avidad craneal 864 Articulación temporomandibular 975
Techo 864 Músculo masetero 977
Suelo 865 Fosa temporal 978
M eninges 873 Fosa infratem poral 981
Duramadre craneal 873 Fosa pterigopalatina 992
Aracnoides 876 Paredes óseas 993
Piamadre 877 Vías de acceso 994
Meninges y espacios meníngeos 877 Contenidos 994
Encéfalo e irrigación 879 Cuello 1000
Encéfalo 879 Fascia cervical 1000
Irrigación cerebral 880 Drenaje venoso superficial 1003
Drenaje venoso 886 Triángulo anterior del cuello 1006
Nervios craneales 894 Triángulo posterior del cuello 1023
Nervio olfatorio [I] 896 Raíz del cuello 1030
Nervio óptico [II] 896 Farin ge 1040
Nervio oculomotor [III] 897 Estructura esquelética 1041
Nervio troclear [IV] 897 Pared faríngea 1042
Nervio trigém ino [V] 898 Fascia 1045
Nervio oftálmico [V,] 898 Espacios en la pared faríngea y estructuras
Nervio m axilar [V2] 898 que pasan a través de éstos 1046
Nervio m andibular [V3] 898 Nasofaringe 1046
Nervio abducens [VI] 898 Orofaringe 1048
Nervio facial [VII] 898 Laringofaringe 1048
Nervio vestibulococlear [VIII] 899 Amígdalas 1048
Nervio glosofaríngeo [IX] 899 Vasos 1049
Nervio vago [X] 900 Nervios 1051
Nervio accesorio [XI] 900 Larin ge 1052
Nervio hipogloso [XII] 900 Cartílagos laríngeos 1053
Cara 904 Ligamentos extrínsecos 1056
Músculos 904 Ligamentos intrínsecos 1057
Glándula parótida 911 Articulaciones laríngeas 1058
Inervación 914 Cavidad de la laringe 1059
Vasos 916 Músculos intrínsecos 1061
C uero cabelludo 922 Función de la laringe 1064
Capas 922 Vasos 1066
Inervación 924 Nervios 1068
Vasos 925 Cavidades nasales 1069
Drenaje linfático 926 Pared lateral 1070
Ó rbita 927 Regiones 1071
Órbita ósea 927 Inervación e irrigación sanguínea 1072
Párpados 928 Estructura esquelética 1072
Aparato lagrimal 932 Nariz 1074
Fisuras y agujeros 934 Senos paranasales 1074
Especializaciones de las fascias 935 Paredes, suelo y techo 1076
Músculos 936 Narinas 1080
Vasos 941 Coanas 1081
Inervación 942 Vías de entrada 1082
Globo ocular 946 Vasos 1082
O ído 953 Inervación 1085
Oído externo 954 Cavidad oral 1087
Oído medio 958 Numerosos nervios inervan la cavidad oral 1088
Oído interno 965 Estructura esquelética 1088
Fosas tem poral e infratem poral 972 Paredes: las mejillas 1091
Estructura ósea 973 Suelo 1092
Conceptos generales • Descripción generai 8

Lengua 1095 Cómo delim itar los triángulos anterior


Glándulas salivales 1102 y posterior del cuello 1122
Techo de la cavidad oral 1105 Cómo localizar el ligamento cricotiroideo 1123
Hendidura bucal y labios 1113 Cómo localizar la glándula tiroides 1124
Istmo de las fauces 1114 Estimación de la posición de la arteria
Dientes y encías 1114 meníngea media 1124
Características principales de la cara 1125
Anatom ía de superficie 1120 El ojo y el aparato lagrimal 1126
Anatomía de superficie de la cabeza y el cuello 1120 Oído externo 1127
Posición anatómica de la cabeza y los elementos Puntos de palpación del pulso 1128
principales 1120
Visualización de estructuras en los niveles
vertebrales CIII/CIV y CVI 1121 Casos clínicos 1129

Conceptos generales
D ESCR IPCIÓ N G EN ERAL

La cabeza y el cuello son regiones del cuerpo anatómicamente anterior de la cavidad craneal. Las paredes orbitarias son óseas,
complejas. mientras que la base de cada cámara cónica puede ser abierta
y cerrada por los párpados.
Cabeza Las cavidades n asales representan el segmento más
superior del aparato respiratorio y se sitúan entre ambas
Componentes principales órbitas. Se encuentran formadas por unas paredes, un suelo
La cabeza se compone de una serie de compartimentos for­ y un techo compuestos, en su mayoría, por hueso y cartílago.
mados por huesos y partes blandas, entre los que se incluyen: Las aberturas anteriores de las cavidades nasales se denominan
orificios nasales (narinas) y las aberturas posteriores son las
■ La cavidad craneal. coanas (aberturas nasales posteriores).
■ Los dos oídos. En comunicación con las cavidades nasales se encuentran
■ Las dos órbitas. unas extensiones neumáticas (senos paranasales), que se
■ Las dos cavidades nasales. proyectan lateral, superior y posteriormente en los huesos ad­
■ La cavidad oral (fig. 8.1). yacentes. Los senos de mayor tamaño, los senos maxilares,
están situados por debajo de cada órbita.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La cavidad craneal es el compartimento de mayor tamaño La cavidad oral es inferior a las cavidades nasales y se
y alberga el encéfalo y sus membranas asociadas (las menin- encuentra separada de ellas por el paladar duro y el paladar
ges). blando. El suelo de la cavidad oral está formado en su totalidad
La mayor parte del aparato auditivo de cada lado se localiza por tejidos blandos.
en el interior de uno de los huesos que forma el suelo de la La abertura anterior de la cavidad oral es la hendidura
cavidad craneal. Los pabellones auriculares se extienden late­ bucal (boca), y la abertura posterior se denomina istmo de
ralmente a partir de estas regiones. las fauces. A diferencia de las narinas y las coanas, que se
Las dos órbitas contienen los globos oculares. Son dos encuentran abiertas continuamente, tanto la hendidura bucal
cámaras de morfología cónica cuyos vértices se dirigen pos- como el istmo de las fauces pueden abrirse o cerrarse por medio
teromedialmente, y se sitúan directamente debajo del extremo de los tejidos blandos circundantes.
Cabeza y cuello

Oídos craneal

Órbitas

Cavidades
nasales y senos
paranasales Coanas

N a rin a s
Istmo
de las fauces
Hendidura bucal
Cavidad oral

Fig. 8.1 Compartimentos principales de la cabeza y del cuello.

Fosa pterigopalatina Lámina lateral de la


apófisis pterigoides

Nervio maxilar [V2 ] Nervio mandibular [V3 ]


Otras regiones definidas anatómicamente
Además de los compartimentos principales de la cabeza, se dis­
tinguen otras dos regiones definidas anatómicamente a cada
lado (la fosa infratemporal y la fosa pterigopalatina), que repre­
sentan áreas de transición entre los diferentes compartimentos
de la cabeza (fig. 8.2). La cara y el cuero cabelludo también son
regiones definidas anatómicamente y se relacionan con las
superficies externas.
La fosa infratemporal ocupa el área situada entre el borde
posterior de la mandíbula (rama) y una superficie ósea plana (la
lámina lateral de la apófisis pterigoides), posterior al maxilar.
Esta fosa, limitada por hueso y tejidos blandos, es el espacio
por el que discurre uno de los nervios craneales principales, el
nervio mandibular (la división mandibular del nervio trigémi-
no [V3]), en su trayecto entre la cavidad craneal y la cavidad oral.
Las fosas pterigopalatinas se localizan a ambos lados, por
detrás del maxilar. Estas pequeñas fosas comunican con la cavi­
Fosa infratemporal
dad craneal, la fosa infratemporal, la órbita, la cavidad nasal y
la cavidad oral. El nervio maxilar (la división maxilar del nervio
trigémino [V2]) es una de las estructuras más importantes que Rama de la mandíbula
discurren a través de la fosa pterigopalatina.
La cara es la región anterior de la cabeza. En ella se encuen­ Fig. 8.2 Áreas de transición entre los diferentes compartimentos
838 de la cabeza.
tra un único grupo de músculos, capaces de mover la piel en
Conceptos generales • Descripción generaI 8

__Cuero _
cabelludo

Músculo
orbicular del ojo

— Músculo —
orbicular de la boca

------- Cara -------

Fig. 8.3 Músculos de la cara.

relación con el hueso subyacente y que controlan la abertura Linea nucal superior
anterior de las órbitas y de la cavidad oral (fig. 8.3).
El cuero cabelludo es la cubierta de la región superior,
posterior y lateral de la cabeza (fig. 8.3).
mastoides

Cuello
El cuello se extiende desde la cabeza en su región superior
hasta el tórax y los hombros en su región inferior (fig. 8.4). Su
límite superior lo constituye el borde inferior de la mandíbula
y los elementos óseos de la región posterior del cráneo. La
parte posterior del cuello se encuentra a un nivel más elevado
con respecto a la anterior. De ese modo, conecta las visceras
cervicales con las aberturas posteriores de las cavidades oral Mandíbula
y nasal.
El límite inferior del cuello se extiende desde el reborde supe­
rior del esternón, a lo largo de la clavícula, y sobre el acromion Vértebra CVII
adyacente, una prominencia ósea de la escápula. En la región
posterior, el límite inferior del cuello se encuentra peor definido,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

situándose aproximadamente en la línea que une el acromion


y la apófisis espinosa de la vértebra CVII, que es prominente y
fácilmente palpable. El borde inferior del cuello forma la base
del cuello.

Clavícula Manubrio esternal Acromion

Fig. 8.4 Límites del cuello.

839
Cabeza y cuello

Compartimentos Compartimento visceral

El cuello se divide en cuatro compartimentos principales


(fig. 8.5), rodeados por la lámina superficial de la fascia cervical: Hoja superficial Compartimento
de la fascia cervical vascular
Anterior
■ El compartimento vertebral contiene las vértebras cervicales
y los músculos posturales asociados.
■ El compartimento visceral contiene importantes glándulas
(el tiroides, las paratiroides y el timo), así como los tramos
del aparato respiratorio y digestivo que discurren entre la
cabeza y el tórax.
■ Los dos compartimentos vasculares, uno a cada lado, con­
tienen los vasos sanguíneos principales y el nervio vago.

Laringe y faringe
El cuello contiene dos estructuras especializadas asociadas con
el aparato digestivo y el respiratorio: la faringe y la laringe.
La laringe (fig. 8.6) es la parte superior de la vía aérea
inferior. Se continúa hacia abajo con la región superior de la
tráquea y se une por arriba, a través de una membrana flexible,
con el hueso hioides, que a su vez se relaciona con el suelo de
la cavidad oral. Una serie de cartílagos proporcionan la es­
tructura de soporte de la laringe, que presenta en el centro Posterior
un conducto hueco. Las dimensiones de este conducto central
pueden regularse mediante las estructuras blandas asociadas Compartimento vertebral
con la pared laríngea. Las más importantes de ellas son dos Fig. 8.5 Compartimentos principales del cuello.
pliegues vocales laterales, que se proyectan uno hacia el otro a

Cavidades nasales

Vía aérea

Entrada
Nasofarínge a la laringe
Laringofaringe
Epiglotis
Faringe

— Orofaringe
Músculo
Cuerdas constrictor
Laringofaringe vocales inferior
Cavidad oral
Entrada laríngea
Laringe
Cartílago tiroides
Tráquea Esófago
Cartílago cricoides Esófago

Tráquea

840
Fig. 8.6 Estructuras especializadas del cuello. A. Representación esquemática. B. Representación anatómica.
Conceptos generales • Funciones 8

partir de puntos adyacentes de la cavidad laríngea. La abertura la capacidad de modificar las características del aire o de los
laríngea superior (entrada a la laringe) está inclinada pos­ alimentos que entran en cada sistema.
teriormente, y se continúa con la faringe.
La faringe (fig. 8.6) es una estructura hemicilíndrica con
paredes compuestas por músculos y fascias que se une por Com unicación
arriba con la base del cráneo y se continúa por abajo con el La cabeza y el cuello están implicados en la comunicación. Los
esófago. A cada lado, las paredes del hemicilindro se encuen­ sonidos producidos por la laringe son modificados en la faringe
tran unidas a los márgenes laterales de las cavidades nasales, y en la cavidad oral para producir el lenguaje. Además, los mús­
la cavidad oral y la laringe. De este modo, las dos cavidades culos de la expresión facial modifican la morfología facial para
nasales, la cavidad oral y la laringe se abren en la zona anterior transmitir señales no verbales.
de la faringe, y el esófago se abre inferiormente.
Las regiones de la faringe situadas por detrás de las cavidades
nasales, la cavidad oral y la laringe se denominan nasofaringe, Posición de la cabeza
orofaringe y laringofaringe respectivamente.
El cuello sujeta la cabeza y la mantiene en posición, permitien­
do al individuo situar los sistemas sensoriales de la cabeza en
FU N CIO NES relación con los estímulos medioambientales sin necesidad de
mover todo el cuerpo.
Protección
La cabeza alberga y protege el encéfalo y todos los sistemas de
receptores asociados con los sentidos especiales: las cavidades Conecta la porción superior e inferior
nasales asociadas con el olfato, las órbitas con la visión, los oí­ de los aparatos respiratorio y digestivo
dos con la audición y el equilibrio, y la cavidad oral con el gusto. El cuello contiene estructuras especializadas (la laringe y la
faringe) que conectan las regiones superiores de los aparatos
respiratorio y digestivo (cavidades nasales y oral) en la cabeza,
Contiene los tram os superiores con la tráquea y el esófago, que se encuentran en una posición
de los aparatos respiratorio y digestivo relativamente baja en el cuello antes de pasar al tórax.
La cabeza contiene los tramos superiores de los sistemas res­
piratorio y digestivo (las cavidades oral y nasales) que poseen
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841
Cabeza y cuello

CO M PO N EN TES La mayor parte de las fontanelas se cierra durante el pri­


mer año de vida. La osificación completa del delgado tejido
Cráneo conjuntivo ligamentoso que separa los huesos en las líneas de
sutura, comienza a finales de la segunda década de la vida y
Los numerosos huesos de la cabeza en conjunto forman el
generalmente finaliza en la quinta década.
cráneo (fig. 8.7A). La mayoría de estos huesos están interconec-
En la cabeza únicamente existen tres articulaciones sinovia-
tados por suturas, que son articulaciones fibrosas inmóviles
les. La de mayor tamaño es la articulación temporomandibular,
(fig. 8.7B).
entre la mandíbula y el hueso temporal. Las otras dos articula­
En el feto y en el recién nacido, existen unas uniones mem­
ciones sinoviales se establecen entre los tres huesecillos del oído
branosas de gran tamaño, no osificadas (fontanelas) entre
medio: el martillo, el yunque y el estribo.
los huesos del cráneo, en particular entre los grandes huesos
planos de la región superior de la cavidad craneal (fig. 8.7C),
que permiten:

■ La deformación de la cabeza durante su paso por el canal


del parto.
■ El crecimiento posnatal.

842 Fig. 8.7 Cráneo. A. Huesos.


Conceptos generales • Componentes 8

Sutura coronal Sutura sagital

Sutura coronal

Sutura sagital

Sutura lambdoidea

Fontanela anterior

Fontanela posterior
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Fig. 8.7 (cont.) Cráneo. B. Suturas. C. Fontanelas y sutura lambdoidea.

843
Cabeza y cuello

V értebras cervicales ■ Apófisis transversas que contienen un agujero (agujero


transverso).
Las siete vértebras cervicales componen el armazón óseo del
cuello.
En conjunto, los agujeros transversos forman un conducto
Las vértebras cervicales (fig. 8.8A) se caracterizan por poseer:
longitudinal a cada lado de la columna cervical que es ocupado
por los vasos sanguíneos (arteria y venas vertebrales) que dis­
■ Cuerpos pequeños.
curren entre la base del cuello y la cavidad craneal.
■ Apófisis espinosas bífidas.

A Arco
Apófisis espinosa

Carilla articular superior

Agujero transverso
Tubérculo posterior
Cuerpo

Apófisis transversa
Tubérculo anterior

Diente

Cuerpo

Fascículos longitudinales
Carilla articular superior del ligamento cruciforme alares
(para el cóndilo occipital) Carilla articular
Membrana tectorial (parte superior Agujero
para el diente del ligamento longitudinal posterior)
magno
Hueso occipital

Ligamento apical

Atlas (CI)

Cóndilo occipital
Axis (Cll)

Ligamento
transverso del atlas

Banda longitudinal
longitudinal
del ligamento cruciforme
posterior

Fig. 8.8 Vértebras cervicales. A. Características morfológicas típicas. B. Atlas: vértebra CI (visión superior). C. Axis: vértebra Cll (visión
844 superior). D. Atlas y axis (visión anterolateral). E. Articulación atlantooccipital (visión posterior).
Conceptos generales • Componentes 8

La apófisis transversa típica de una vértebra cervical ■ El cuerpo del hueso hioides es anterior y forma la base de
también consta de un tubérculo anterior y un tubérculo laU.
posterior, que sirven de inserción muscular. Los tubérculos ■ Las dos ramas de la U (astas mayores) se proyectan pos­
anteriores derivan de los mismos elementos embrionarios que teriormente a partir de los extremos laterales del cuerpo.
originan las costillas en la región torácica. En ocasiones, a partir
de estos elementos se desarrollan costillas cervicales, en especial El hueso hioides no se articula directamente con ningún otro
en las vértebras cervicales inferiores. elemento esquelético de la cabeza o del cuello.
Las dos primeras vértebras cervicales (CI y CII) presentan El hueso hioides constituye un anclaje óseo potente y muy
modificaciones para permitir los movimientos de la cabeza móvil para diversos músculos y tejidos blandos de la cabeza y del
(fig. 8.8B-E; v. también cap. 2). cuello. Se encuentra en la encrucijada de tres compartimentos
dinámicos:

Hueso hioides ■ Superiormente, se encuentra sujeto al suelo de la cavidad


El hueso hioides es un pequeño hueso en forma de U (fig. 8.9A), oral.
que se dispone en un plano horizontal justo por encima de la la­ ■ Interiormente, está sujeto a la laringe.
ringe, donde puede ser palpado y movilizado de un lado al otro. ■ Posteriormente, está sujeto a la faringe (fig. 8.9B).

Asta mayor

Ligamento estilohioideo

Asta menor
Músculo constrictor
medio de la faringe

Epiglotis

Suelo de la boca
Músculo constrictor
(músculo milohioideo) inferior de la faringe

Cuerpo del hueso hioides Membrana tirohioidea


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Fig. 8.9 Hioides. A. Hueso. B. Relaciones. 845


Cabeza y cuello

Paladar blando ■ Los músculos de la expresión facial (mueven la cara).


■ Los músculos masticadores (mueven la mandíbula; articu­
El paladar blando es una estructura tisular blanda, que a modo
lación temporomandibular).
de colgajo se sitúa posterior al paladar duro, como si de una
■ Los músculos del paladar blando (elevan y deprimen el pa­
«charnela» se tratara (fig. 8.10A), con su borde posterior libre.
ladar).
Puede ser elevado o deprimido por medio de la acción de varios
■ Los músculos de la lengua (mueven y cambian la forma de
músculos (fig. 8.10B).
la lengua).
El paladar blando y las estructuras asociadas pueden obser­
varse con claridad tras la apertura bucal.
En el cuello
En el cuello, los grupos musculares principales incluyen:
M úsculos
■ Los músculos de la faringe (constrictores y elevadores de la
Los músculos esqueléticos de la cabeza y del cuello pueden
faringe).
agruparse en base a su función, su inervación o su origen em­
■ Los músculos de la laringe (regulan las dimensiones de la
brionario.
vía aérea).
En la cabeza ■ Los músculos pretiroideos (anclan la posición de la laringe
y el hueso hioides en el cuello).
Los grupos musculares en la cabeza incluyen: ■ Los músculos de la lámina superficial de la fascia cervical
(mueven la cabeza y el miembro superior).
■ Los músculos extraoculares (movimientos del globo ocular ■ Los músculos posturales del compartimento muscular del
y de la apertura del párpado superior). cuello (posición del cuello y de la cabeza).
■ Los músculos del oído medio (regulan el movimiento de los
huesecillos del oído medio).

Cavidad oral Músculo tensor


del velo del paladar

Músculo
elevador
del velo
del paladar
Nasofaringe

Faringe
Orofaringe
Amígdala
Faringe palatina

Músculo
palatofaríngeo
Laringofaringe

Lengua Músculo
palatogloso
Istmo
de las fauces Hueso hioides

846 Fig. 8.10 Paladar blando. A. Posición. B. Músculos.


Conceptos generales • Relación con otras regiones 8

R ELACIÓ N CON O TRAS REGIO NES Extrem idades superiores


A cada lado de la abertura superior del tórax, en la base del
Tórax cuello (fig. 8.1 1 ), se sitúa la entrada axilar (vía de acceso al
La abertura superior del tórax (la entrada torácica) se miembro superior):
encuentra directamente en la base del cuello (fig. 8.11). Las
estructuras que cruzan entre la cabeza y el tórax ascienden ■ Estructuras como vasos sanguíneos cruzan sobre la primera
y descienden a través de la abertura superior del tórax y el costilla a su paso entre la entrada axilar y el tórax.
compartimento visceral del cuello. En la base del cuello, la ■ Los componentes cervicales del plexo braquial pasan direc­
tráquea se encuentra inmediatamente anterior al esófago, que a tamente desde el cuello hasta el miembro superior a través
su vez se dispone directamente anterior a la columna vertebral. de las entradas axilares.
Importantes nervios, arterias y venas se encuentran anteriores
y laterales a la tráquea.

Abertura superior del


Esófago
Plexo braquial
Tráquea
Entrada axilar
Escápula

Costilla I

Arteria y vena subclavia Clavícula

Fig. 8.11 Abertura superior del tórax y entradas axilares.


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847
Cabeza y cuello

A SP ECTO S CLA V E ■ Entre las vértebras CV y CVI, que marca el límite inferior de
la faringe y la laringe y el límite superior de la tráquea y del
Niveles vertebrales CIII/IV y CV/VI esófago: la indentación existente entre el cartílago cricoides
de la laringe y el primer cartílago traqueal puede palparse.
En el cuello, los dos niveles vertebrales importantes (fig. 8.12)
son:
La arteria carótida interna no se ramifica en el cuello y asciende
hasta el cráneo para irrigar gran parte del encéfalo. También
■ Entre las vértebras CIII y CIV, aproximadamente en el bor­
de superior del cartílago tiroides de la laringe (que puede irriga el ojo y la órbita. Otras regiones de la cabeza y del cuello
reciben su irrigación de la arteria carótida externa.
palparse), donde la arteria principal en cada lado del cue­
llo (la arteria carótida común) se bifurca en las arterias
carótidas interna y externa.

Arteria carótida externa

Arteria carótida interna

Nivel CIII-CIV

Cartílago tiroides

Cartílago cricoides

Nivel CV-CVI
Tráquea
Arteria carótida común
Esófago

Fig. 8.12 Niveles vertebrales importantes: CIII/CIV y CV/CVI.


Conceptos generales • Aspectos clave 8

La vía aérea en el cuello media, y por encima de él por lo general sólo se encuentran
En el cuello, la laringe (fig. 8.13) y la tráquea son anteriores vasos de pequeño calibre, tejido conjuntivo y piel (aunque en
al aparato digestivo y se puede acceder a ellas directamente en ocasiones es posible observar un pequeño lóbulo de la glándula
caso de obstrucción de los tramos superiores. La ruta de acceso tiroides: el lóbulo piramidal). Inferiormente, la vía aérea puede
más directa es por medio de una cricotirotomía, a través del ser abordada quirúrgicamente a través de la pared anterior de la
ligamento cricotiroideo (membrana cricovocal, membrana tráquea por medio de una traqueotomía. Esta ruta de entrada
cricotiroidea), que se extiende entre los cartílagos cricoides y es complicada debido a que en esta región se encuentran venas
tiroides de la laringe. El ligamento se puede palpar en la línea de gran tamaño y parte de la glándula tiroides.

Arteria tiroidea superior Hioides

Cartílago tiroides----

- Laringe

Ligamento cricotiroideo

Omohioideo

Esternohioideo
Venas tiroideas inferiores

Fig. 8.13 Laringe y estructuras cervicales asociadas en el cuello.


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849
Cabeza y cuello

Nervios craneales oculomotor [III], el nervio facial [VII], el nervio glosofarín-


geo [IX] y el nervio vago [X] (fig. 8.14). Las fibras parasimpáti­
Hay doce nervios craneales y la característica que los define es
cas del nervio oculomotor [III], el nervio facial [VII] y el nervio
que abandonan la cavidad craneal a través de agujeros o fisuras.
glosofaríngeo [IX] destinadas a tejidos diana localizados en la
Todos los nervios craneales inervan estructuras de la cabeza
cabeza abandonan estos nervios y se distribuyen con ramos del
o del cuello. Además, el nervio vago [X] desciende a lo largo
nervio trigémino [V].
del cuello hasta llegar al tórax y al abdomen, donde inerva
El nervio vago [X], tras abandonar la cabeza y el cuello,
diversas visceras.
proporciona la inervación parasimpática a las visceras torácicas
Las fibras parasimpáticas en la cabeza abandonan el
y abdominales.
encéfalo como parte de cuatro nervios craneales: el nervio

Ganglio ciliar Nervio oftálmico [V^

Nervio oculomotor [III]

Nervio facial [VII]

Ganglio
pterigopalatino

Nervio
glosofaríngeo [IX]

Ganglio submandibular

Fibras parasimpáticas preganglionares

Fibras parasimpáticas posganglionares

Fig. 8.14 Nervios craneales e inervación parasimpática.


Conceptos generales • Aspectos clave 8

Nervios cervicales torácica anterosuperior y a la piel de las zonas inferiores de la


cabeza (fig. 8.15B).
Existen ocho nervios cervicales (Cl a C8):
Los ramos anteriores de los nervios C5 a C8, junto a un gran
componente del ramo anterior del nervio TI, forman el plexo
■ Los nervios C ía C7 abandonan el conducto vertebral por
braquial, encargado de la inervación del miembro superior.
encima de sus respectivas vértebras.
■ El nervio C8 sale entre las vértebras CVII y TI (fig. 8.15 A).
Separación funcional de los aparatos
Los ramos anteriores de los nervios Cl a C4 forman el plexo digestivo y respiratorio
cervical. Los ramos principales de este plexo inervan los La faringe es una cámara común al aparato digestivo y al res­
músculos pretiroideos, al diafragma (nervio frénico), a la piel piratorio. Por consiguiente, es posible respirar tanto a través
de la región anterior y lateral del cuello, a la piel de la pared de la boca como de la nariz; y el material desde la cavidad oral,

Asa cervical para los


músculos pretiroideos
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Fig. 8.15 Nervios cervicales. A. Estructura. B. Dermatomos. 851


Cabeza y cuello

en potencia, puede introducirse tanto en el esófago como en la En condiciones normales, el paladar blando, la epiglotis y
laringe. Esto implica lo siguiente: los tejidos blandos del interior de la laringe actúan a modo de
A través de la cavidad oral puede accederse a la vía aérea válvulas que impiden la entrada de líquido o de alimentos hacia
inferior mediante intubación. los tramos inferiores del aparato respiratorio (flg. 8.16A).
■ A través de la cavidad nasal se puede acceder al aparato Durante la respiración normal, la vía aérea está abierta y el
digestivo (esófago) por medios de sondas nasogástricas. aire pasa libremente a través de las cavidades nasales (o de la

Oídos
Órbitas

Cavidades nasales
Nasofaringe -------

Cavidad oral Paladar blando


(abre y cierra
el istmo de las fauces) - Faringe
Orofaringe

(abre y cierra la
Laringofaringe —
Cuerdas vocales Entrada laríngea
(junto con otras partes blandas
Laringe
abre y cierra la cavidad
laríngea) Nivel vertebral CVI

Esófago
Tráquea
Vértebra TI

Manubrio esternal Primera costilla

Apertura torácica superior


(entrada torácica)

Clavícula
Escápula

Entrada axilar

Fig. 8.16 Laringe, paladar blando, epiglotis e istmo de las fauces. A. Visión general.
Conceptos generales • Aspectos clave 8

Paladar blando Istmo orofaríngeo


en posición neutra cerrado

Entrada laríngea
y cavidad laríngea
abiertas

Base de la lengua
elevada, paladar
deprimido

Cierre de la comunicación entre


la nasofaringe y la orofaringe por
medio del paladar blando

Paladar blando

Istmo orofaríngeo
abierto
Entrada
Trayectoria laríngea
de la leche

Apertura esofágica
debida a la tracción
La epiglotis cierra
anterosuperior del
la entrada laríngea
hioides y de la laringe Tráquea Esófago
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Fig. 8.16 (cont.) B. Respiración normal. C. Respiración con alimentos o líquidos en la cavidad oral. D. Deglución. E. En el recién nacido.

cavidad oral), la faringe, la laringe y la tráquea (fig. 8.16B). La istmo de las fauces, permitiendo por tanto la entrada de líquidos
luz del esófago por lo general se encuentra cerrada debido a que, y alimentos a la cavidad oral durante la respiración (fig. 8.16C).
a diferencia de la vía aérea, no posee estructuras esqueléticas Durante la deglución, el paladar blando y ciertas partes de
de sostén que lo mantengan abierto. la laringe actúan a modo de válvulas para asegurar el tránsito
Cuando la cavidad oral se encuentra llena de líquido o de ali­ adecuado de los alimentos desde la cavidad oral hasta el esófago oco
mentos, el paladar blando desciende (se deprime) para cerrar el (fig. 8.16D).
Cabeza y cuello

El paladar blando se eleva para abrir el istmo de las fauces a Los límites de cada triángulo anterior son los siguientes:
la vez que separa la parte nasal de la faringe de la parte oral. De
este modo se impide que los alimentos y los líquidos asciendan ■ La línea media vertical del cuello.
hacia la nasofaringe o las cavidades nasales. ■ El borde inferior de la mandíbula.
La epiglotis cierra la entrada laríngea y gran parte de la ■ El borde anterior del músculo esternocleidomastoideo.
cavidad laríngea se ve ocluida por la oposición de las cuerdas
vocales y de los pliegues de tejidos blandos superiores a ellas. El triángulo posterior se encuentra limitado por:
Además, la laringe es fraccionada hacia arriba y adelante para
facilitar el movimiento del líquido y los alimentos por encima y ■ El tercio medio de la clavícula.
alrededor de la laringe cerrada en su tránsito hacia el esófago. ■ El borde anterior del trapecio.
Los recién nacidos presentan la laringe a un nivel más alto ■ El borde posterior del esternocleidomastoideo.
en el cuello y la epiglotis está por encima del nivel del paladar
blando (fig. 8.16E), por lo que pueden alimentarse y respirar al A través del triángulo anterior se accede a las principales
mismo tiempo ya que el líquido circula alrededor de la laringe estructuras que pasan entre la cabeza y el tórax.
sin riesgo de penetrar en la vía aérea. Durante el segundo año El triángulo posterior se encuentra situado en parte sobre
de vida, la laringe desciende hacia la posición cervical inferior la entrada axilar, y se asocia con estructuras (nervios y vasos)
característica de los adultos. que se dirigen o retornan del miembro superior.

Triángulos del cuello


Los dos músculos (trapecio y esternocleidomastoideo) que for­
man parte de la lámina superficial de la fascia cervical, dividen
el cuello en un triángulo anterior y otro posterior a cada lado
(fig. 8.17).

- Esternocleidomastoideo

Trapecio
Linea media anterior
del cuello
Triángulo anterior

Entrada Triángulo posterior

Abertura superior del tórax


Clavícula

Fig. 8.17 Triángulos anterior y posterior del cuello.


Anatomía regional * Cráneo 8

Los huesos que forman la base del cráneo son principalmen­


Anatomía regional te partes del esfenoides, los temporales y el occipital.
Los huesos que forman el esqueleto facial son los huesos nasales,
CRÁN EO los huesos palatinos, los huesos lagrimales, los huesos cigomáticos,
los maxilares y las conchas nasales inferiores, pares, y el vómer,
El cráneo se compone de 22 huesos, sin contar los huesecillos
impar.
del oído. Excepto la mandíbula, los huesos del cráneo se unen
La mandíbula no se considera un componente del cráneo
entre sí mediante suturas, son inmóviles y forman el cráneo.
ni del esqueleto facial.
El cráneo puede subdividirse en:

■ Una porción superior (la calvaría), que conforma la cavidad


Visión anterior
craneal que alberga el encéfalo.
■ Una base, que consiste en el suelo de la cavidad craneal. En la visión anterior del cráneo se distingue la frente en la zona
■ Una porción inferior, el esqueleto facial (viscerocráneo). superior, y en la zona inferior, las órbitas, la región nasal, la
parte de la cara situada entre la órbita y el maxilar, el maxilar
Los huesos que componen la calvaría son los temporales y y la mandíbula (fig. 8.18).
los parietales, pares; y partes del frontal, el esfenoides, el etmoi-
des y el occipital, impares.

Arco superciliar

Hueso frontal

Escotadura supraorbitaria
(agujero)

Glabela

Apófisis cigomática
Nasión (del hueso frontal)
Hueso nasal

Abertura piriforme Apófisis frontal (del maxilar)


Hueso cigomático
Concha nasal inferior Agujero infraorbitario
Cresta nasal

Espina nasal anterior


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Apófisis cigomática (del maxilar) Apófisis alveolares

Línea oblicua
Rama de la mandíbula

Porción alveolar de la mandíbula

Angulo de la mandíbula
Mandíbula
Cuerpo de la mandíbula
Agujero mentoniano
Protuberancia mentoniana Tubérculo mentoniano

Fig. 8.18 Visión anterior del cráneo.


Cabeza y cuello

Hueso frontal Lateralmente, el hueso frontal emite otra prolongación


inferior, la apófisis cigomática, que forma el reborde lateral
La frente está formada por el hueso frontal, que también
superior de la órbita. Esta apófisis se articula con la apófisis
forma la parte superior del reborde orbitario (fig. 8.18).
frontal del hueso cigomático.
Justo por encima del reborde orbitario en cada lado se en­
cuentran unas elevaciones denominadas arcos superciliares.
Huesos cigomático y nasal
Los arcos superciliares son más pronunciados en los hombres
que en las mujeres. Entre ellos se encuentra una pequeña de­ El hueso cigom ático (malar) forma la porción inferior del
presión (la glabela). reborde orbitario lateral, así como la porción lateral del reborde
En la región media del reborde orbitario superior de cada orbitario inferior.
órbita se identifica con claridad el agujero supraorbitario Superiormente, en la región nasal, los huesos nasales pares
(escotadura supraorbitaria; tabla 8.1 ). se articulan entre sí en la línea media, y con el hueso frontal
El hueso frontal, medialmente, emite una prolongación superiormente. El centro de la sutura frontonasal, formada
inferior que forma parte del reborde orbitario medial. por la articulación de los huesos nasales con el hueso frontal,
constituye el nasión.
Cada hueso nasal se articula lateralmente con la apófisis
frontal de cada maxilar.
En la región nasal, inferiormente se encuentra la abertura
Tabla 8.1 Agujeros externos del cráneo piriforme, que representa la gran abertura anterior en la
región nasal de la cavidad nasal. Se encuentra limitada supe­
Estructuras que discurren
riormente por los huesos nasales, y lateral e inferiormente por
Agujero a través de los agujeros
los huesos maxilares.
VISIÓ N A N TER IO R
A través de la abertura piriforme son visibles las crestas nasa­
Agujero supraorbitario Nervio y vasos supraorbitarios les fusionadas, que forman la porción inferior del tabique nasal
Agujero infraorbitario Nervio y vasos infraorbitarios óseo y que termina anteriormente en la espina nasal anterior,
Agujero mentoniano Nervio y vasos mentonianos así como los cornetes nasales inferiores (conchas), pares.
VISIÓ N LA T E R A L
Hueso maxilar
Agujero cigomaticofacial Nervio cigomaticofacial
VISIÓ N S U PE R IO R
Los huesos maxilares ocupan la región de la cara comprendida
entre la órbita y los dientes superiores.
Agujero parietal Venas emisarias
Superiormente, cada hueso maxilar contribuye a formar los
VISIÓ N IN FER IO R
rebordes orbitarios inferior y medial.
Agujero incisivo Nervio nasopalatino; Cada hueso maxilar posee una apófisis cigom ática, que
vasos esfenopalatinos
se articula lateralmente con el hueso cigomático, y una apó­
Agujero palatino mayor Nervio y vasos palatinos mayores fisis frontal que se articula medialmente con el hueso frontal.
Agujero palatino menor Nervio y vasos palatinos menores Inferiormente, se encuentra el cuerpo del maxilar, que
Conducto pterigoideo Nervio y vasos pterigoideos corresponde a la parte de maxilar lateral a la abertura de la
Agujero oval Nervio mandibular [VJ; cavidad nasal.
nervio petroso menor El agujero infraorbitario se encuentra en la superficie
Agujero espinoso Arteria meníngea media anterior del cuerpo del maxilar, inmediatamente por debajo
del reborde orbitario inferior (tabla 8.1 ).
Agujero rasgado Ocupado por cartílago
Inferiormente, cada maxilar termina en las apófisis alveo­
Orificio externo Arteria carótida interna y plexo
lares, que contienen los dientes y forman el maxilar.
del conducto carotídeo nervioso
Agujero magno Continuación del encéfalo y de la Mandíbula
médula espinal; arterias vertebrales
y plexos nerviosos; arteria espinal En una visión anterior del cráneo, la mandíbula es la estructura
anterior; arterias espinales posteriores; más inferior. Está formado por el cuerpo de la mandíbula
raíces del nervio accesorio [XI]; anteriormente y la ram a de la mandíbula por detrás. Ambas
meninges
partes se reúnen posteriormente en el ángulo de la mandíbu­
Conducto condilar Venas emisarias la. Todas estas partes de la mandíbula son parcialmente visibles
Conducto del hipogloso Nervio hipogloso [XII] y vasos en una visión anterior.
Agujero yugular Vena yugular interna; seno petroso El cuerpo de la mandíbula se divide arbitrariamente en dos
inferior; nervio glosofaríngeo [IX]; partes:
nervio vago [X]; nervio accesorio [XI]
Agujero estilomastoideo Nervio facial [VII] ■ La parte inferior es la base de la mandíbula.
■ La parte superior es la porción alveolar de la mandíbula.
856
Anatomía regional * Cráneo 8

La porción alveolar de la mandíbula contiene los dientes continuación de este orificio, se encuentra una cresta (la línea
y sufre procesos de reabsorción cuando se pierden las piezas oblicua) que se dirige desde la parte anterior de la rama de la
dentarias. La base de la mandíbula presenta una elevación mandíbula hasta el cuerpo mandibular. La línea oblicua es
en la línea media de su superficie anterior (la protuberancia un punto de inserción de los músculos que deprimen el labio
mentoniana), donde se unen los dos lados de la mandíbula. inferior.
Inmediatamente lateral a la protuberancia mentoniana, a cada
lado, se encuentran unas regiones ligeramente más elevadas
(los tubérculos mentonianos). Visión lateral
Lateralmente, se observa el agujero m entoniano (ta­ En una visión lateral del cráneo se observa su pared externa,
bla 8.1 ), a media distancia entre el borde superior de la por­ compuesta por la región lateral de la calvaría, del esqueleto
ción alveolar y el borde inferior de la base de la mandíbula. A facial, y la mitad de la mandíbula (fig. 8.19):

Sutura esfenoescamosa

Sutura esfenoparietal Sutura escamosa

Porción escamosa (del hueso temporal)


Sutura coronal

Hueso parietal

Sutura
Hueso frontal parietomastoidea

Ala mayor
(del esfenoides)

Agujero
cigomaticotem po ral
(en la superficie
interna del hueso Sutura
lambdoidea
cigomático)

Hueso lagrimal

Hueso nasal Asterión

Agujero
cigomaticofacial Hueso occipital

Hueso
cigomático Sutura
occipitomastoidea
Maxilar Porción mastoidea
del hueso temporal
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Apófisis mastoides

Porción alveolar Porción timpánica (del hueso temporal)


(de la mandíbula)
Apófisis estiloides
Agujero Apófisis condilar
mentoniano
Ángulo
Rama de la mandíbula
Cuerpo de la mandíbula Apófisis cigomática (del hueso temporal)

Apófisis temporal (del hueso cigomático) Apófisis coronoides

Fig. 8.19 Visión lateral del cráneo. 857


Cabeza y cuello

■ Los huesos que forman la porción lateral de la calvaría in­ superficie el orificio auditivo externo que conduce al
cluyen los huesos frontal, parietal, occipital, esfenoides y conducto auditivo externo.
temporal. ■ La porción petromastoidea que, por lo general y con fines
■ Los huesos que componen la parte visible del esqueleto facial descriptivos, se divide en una porción petrosa o peñasco
incluyen el nasal, el maxilar y el cigomático. y una porción mastoidea.
■ La mandíbula forma la porción visible del maxilar inferior.
La región mastoidea es la parte más posterior del hueso
Porción lateral de la calvaría temporal y la única parte de la porción petromastoidea que
La porción lateral de la calvaría comienza anteriormente con se observa en una visión lateral del cráneo. Se continúa por
el hueso frontal. En su extremo superior, el hueso frontal se delante con la porción escamosa del temporal, se articula
articula con el hueso parietal por medio de la sutura coronal. superiormente con el hueso parietal por medio de la sutura
El hueso parietal a su vez se articula con el hueso occipital a parietom astoidea, y posteriormente lo hace con el hueso
través de la sutura lambdoidea. occipital a través de la sutura occipitomastoidea. Estas dos
En la zona inferior de la región lateral de la calvaría, el suturas se continúan entre sí, y la sutura parietomastoidea se
hueso frontal se articula con el ala mayor del hueso es­ continúa con la escamosa.
fenoides (fig. 8.19), que a su vez se articula con el hueso Desde el borde inferior de la porción mastoidea del hueso
parietal por medio de la su tu ra esfenoparietal, y con el temporal se proyecta inferiormente una gran prominencia
borde anterior del hueso temporal por medio de la sutura ósea (la apófisis mastoides), que sirve de punto de inserción
esfenoescamosa. de diversos músculos.
La región donde los huesos frontal, parietal, esfenoides Medial a la apófisis mastoides, la apófisis estiloides se
y temporal están muy próximos se denomina pterión. Las proyecta desde el borde inferior del hueso temporal.
consecuencias clínicas de una fractura de cráneo en esta
zona pueden ser muy graves. En esta región el hueso es par­ Parte visible del esqueleto facial
ticularmente fino y se encuentra sobre la zona de división En una visión lateral del cráneo pueden observarse diversos
anterior de la arteria meníngea media, que puede romperse huesos del viscerocráneo, entre los que se incluyen el hueso na­
durante la fractura de cráneo y dar lugar a un hematoma sal, el maxilar y el cigomático (fig. 8.19), de la forma siguiente:
extradural.
La última articulación en la porción inferior de la región ■ Un hueso nasal anteriormente.
lateral de la calvaría se establece entre el hueso temporal y el ■ El maxilar en la región media, con sus alveolos dentarios,
occipital, por medio de la sutura occipitomastoidea. que contienen los dientes, forman el maxilar: anteriormente
se articula con el hueso nasal; superiormente contribuye a
H ueso tem p o ral
la formación del reborde orbitario inferior y medial; en la
El hueso temporal constituye gran parte de la porción inferior región interna, su apófisis frontal se articula con el hueso
de la pared lateral del cráneo (fig. 8.19). En él pueden distin­ frontal, y lateralmente, la apófisis cigomática se articula con
guirse las siguientes partes: el hueso cigomático.
■ El hueso cigomático, un hueso de morfología irregular cuya
■ La p orción escam o sa, una superficie plana de gran superficie lateral redondeada forma la prominencia de la
tamaño que forma las partes anterior y superior del hueso mejilla, es un elemento central en esta visión lateromedial y
temporal, contribuye a la pared lateral del cráneo y se contribuye a la formación del reborde orbitario inferior por
articula anteriormente con el ala mayor del hueso es­ su articulación con la apófisis cigomática del hueso maxilar;
fenoides por medio de la sutura esfenoescamosa, y supe­ superiormente, su apófisis frontal se articula con la apófisis
riormente con el hueso parietal por medio de la sutura cigomática del hueso frontal, participando en la formación
escamosa. del reborde orbitario lateral; en esta visión lateral del cráneo
■ La apófisis cigomática es una proyección ósea anterior que destaca la apófisis temporal horizontal del hueso cigomático,
emerge de la superficie inferior de la porción escamosa del que se proyecta en dirección posterior para articularse con la
hueso temporal que inicialmente se proyecta lateralmente apófisis cigomática del hueso temporal y crear de este modo
y a continuación se curva anteriormente hasta articularse el arco cigomático.
con la apófisis temporal del hueso cigomático para formar
el arco cigomático. En la superficie lateral del hueso cigomático suele obser­
■ Inmediatamente por debajo del origen de la apófisis cigomá­ varse un pequeño orificio (el agujero cigom ático facial;
tica de la porción escamosa del hueso temporal se encuentra v. tabla 8-1). En la superficie medial profunda del hueso pue­
la porción timpánica, siendo claramente visible sobre su de observarse el agujero cigomático temporal.
Anatomía regional * Cráneo 8

Mandíbula Visión posterior


La mandíbula es la estructura ósea más inferior y anterior que En la visión posterior del cráneo se observan los huesos occipi­
se observa en una visión lateral del cráneo. Se distingue una tal, parietal y temporal.
porción anterior, o cuerpo mandibular, y una porción posterior
o rama de la mandíbula. El ángulo de la mandíbula representa Hueso occipital
la unión del borde inferior de la mandíbula con el borde pos­ En esta visión del cráneo, la principal estructura que se ob­
terior de la rama de la mandíbula (fig. 8.19). serva en el centro es la escam a del hueso occipital, una
Los dientes se sitúan en la porción alveolar del cuerpo man­ región plana (fig. 8.20 ) que se articula superiormente con los
dibular. En esta visión lateral es posible observar la protube­ huesos parietales pares por medio de las suturas lambdoideas
rancia mentoniana. y lateralmente con los huesos temporales, por las suturas oc-
El agujero mentoniano se localiza sobre la superficie lateral cipitomastoideas. A lo largo de la sutura lambdoidea pueden
del cuerpo de la mandíbula y del extremo superior de la rama observarse pequeños islotes óseos (huesos suturales o huesos
de la mandíbula se extienden la apófisis condilar y la apófisis wormianos).
coronoides. En el hueso occipital se distinguen numerosos detalles ana­
El cóndilo participa en la articulación de la mandíbula con el tómicos. En la línea media existe un saliente (la protuberancia
hueso temporal, y la apófisis coronoides es el punto de inserción occipital externa) a partir del cual se proyectan lateralmente
del músculo temporal.

Sutura sagital

Hueso sutural

Hueso parietal Hueso parietal

Porción escamosa
Sutura lambdoidea — del hueso occipital

Protuberancia
occipital externa — Sutura occipitomastoidea

Incisura mastoidea
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Apófisis mastoides
Línea nucal superior
Línea nucal inferior

Cresta occipital externa

Fig. 8.20 Visión posterior del cráneo. 859


I Cabeza y cuello

unas líneas curvas (las líneas nucales superiores). El punto ■ Los dos huesos parietales se articulan entre sí en la línea
más saliente de la protuberancia occipital externa es el inión. media a través de la sutura sagital.
A 2,5 cm (1 pulgada) aproximadamente por debajo de la líneas ■ Los huesos parietales se articulan con el occipital, hueso
nucales superiores, se encuentran otras dos líneas adicionales único, por medio de la sutura lambdoidea.
curvas lateralmente (las líneas nucales inferiores). La cres­
ta occipital extern a se extiende hacia abajo a partir de la La confluencia de las suturas sagital y coronal constituye el
protuberancia occipital externa. bregma y la unión de las suturas sagital y lambdoidea forma
el punto lambda.
Huesos temporales Los únicos orificios visibles en esta visión del cráneo son los
En una visión posterior del cráneo, lateralmente se observan agujeros parietales, situados uno en cada parietal a los lados de
los huesos temporales, con las destacadas apófisis mastoides la sutura sagital, en su región posterior (fig. 8.2 1 ).
(fig. 8.20). En el borde inferomedial de cada apófisis mastoides se Los huesos que componen la calvaría (fig. 8.22) poseen una
encuentra una escotadura (la incisura mastoidea), que sirve de estructura característica, consistente en unas tablas interna y
punto de inserción del vientre posterior del músculo digástrico. externa densas de hueso compacto, separadas por una capa de
hueso esponjoso (el diploe).

Visión superior
Visión inferior
En una visión superior del cráneo se observan el hueso frontal,
los huesos parietales y el hueso occipital (fig. 8.21). Estos huesos En una visión inferior del cráneo se observa su base, que se
forman la parte superior de la calvaría. extiende anteriormente desde los dientes incisivos medios hasta
En dirección anteroposterior se distingue: las líneas nucales superiores posteriormente, y lateralmente
hasta las apófisis mastoides y los arcos cigomáticos (fig. 8.23).
■ El hueso frontal, único, se articula con los huesos parietales Con fines descriptivos, la base del cráneo se suele dividir en:
mediante la sutura coronal.

Hueso frontal

Sutura coronal

Sutura sagital
Hueso parietal

Agujero parietal

Sutura lambdoidea

Hueso occipital Lambda

860 Fig. 8.21 Visión superior del cráneo.


Anatomía regional * Cráneo

■ Posteriores a los agujeros palatinos mayores, en la apófisis


piramidal de cada hueso palatino se encuentran los agu­
jeros palatinos menores, que llevan a los conductos
palatinos menores.
■ En la línea media del borde posterior libre del paladar óseo
se observa una proyección ósea afilada (la espina nasal
posterior).

Región media
La región media de la base del cráneo es compleja:

■ Su mitad anterior está formada por los huesos vómer y es-


Pericráneo Tabla externa Diploe
fenoides.
■ Su mitad posterior está formada por los huesos occipital y
Duramadre Tabla interna temporales pares.
Fig. 8.22 Calvaría.
M itad a n te rio r
V óm er

El pequeño hueso vómer se sitúa en la línea media anterior­


mente, sobre el hueso esfenoides (fig. 8.23). Contribuye a la
■ Una parte anterior, que incluye los dientes y el paladar óseo. formación del tabique nasal óseo que separa ambas coanas.
■ Una región media, que se extiende desde la porción pos­
terior del paladar duro hasta el borde anterior del agujero Esfenoides
magno.
El hueso esfenoides constituye la mayor parte de la mitad an­
■ Una parte posterior, que se extiende desde el borde anterior
terior de la región media de la base del cráneo.
del agujero magno hasta las líneas nucales superiores.
Posee un cuerpo situado centralmente a partir del cual se
Parte anterior proyectan lateralmente un par de alas mayores y otro par de
alas menores. En dirección caudal se proyectan las apófisis
Los principales elementos de la parte anterior de la base del pterigoides, inmediatamente laterales a cada coana.
cráneo son los dientes y el paladar óseo. En la visión inferior del cráneo se observan tres partes del
Los dientes se proyectan desde los arcos alveolares de am­ hueso esfenoides: el cuerpo, las alas mayores y las apófisis
bos maxilares. Estos arcos poseen una forma de U y bordean el pterigoides (fig. 8.23). Las alas menores del esfenoides no se
paladar duro por los tres lados (fig. 8.23). observan en la visión inferior.
El paladar óseo está formado anteriormente por las apófi­
sis palatinas de ambos huesos maxilares y posteriormente por Cuerpo
las láminas horizontales de cada hueso palatino.
Las apófisis palatinas pares de cada maxilar se unen en la El cuerpo del esfenoides es un cubo de hueso situado central­
mente y posee dos grandes senos neumáticos separados por
línea media a través de la sutura intermaxilar. Los huesos
maxilares pares y los huesos palatinos pares se articulan por un tabique.
medio de la sutura palatomaxilar y las láminas horizontales Se articula anteriormente con el vómer, el etmoides y los
de cada hueso palatino se unen en la línea media por la sutura huesos palatinos: posterolateralmente con los huesos tempo­
interpalatina. rales y posteriormente con el hueso occipital.
Cuando se examina el paladar duro, se distinguen los si­
A pófisis pterigoides
guientes detalles anatómicos:
Las apófisis pterigoides se proyectan en dirección caudal
■ En la línea media anterior, inmediatamente posterior a los desde la unión entre el cuerpo y las alas mayores (fig. 8.23).
dientes se encuentra la fosa incisiva, cuyas paredes con­ Cada apófisis posee una lám ina medial estrecha y una
tienen el agujero incisivo (la abertura de los conductos lám ina lateral, más ancha, separadas por la fosa pteri-
incisivos, que representan vías de paso entre el paladar goidea.
duro y la cavidad nasal). Cada lámina medial de la apófisis pterigoides finaliza in­
■ Próximos al borde posterolateral del paladar óseo, a ambos feriormente por una proyección unciforme, el gancho de la
lados, se encuentran los agujeros palatinos mayores, que apófisis pterigoides, se divide superiormente para formar
llevan a los conductos palatinos mayores. una fosa pequeña y plana, la fosa escafoidea.
Cabeza y cuello

Espina nasal Agujero incisivo


Paladar óseo (maxilar)

Arco alveolar Paladar óseo (hueso palatino)

Abertura nasal posterior (coana) Agujero palatino mayor


Apófisis piramidal del hueso Agujero palatino menor
Gancho de la Cuerpo del esfenoides
Lámina medial de la
apófisis pterigoides
Vómer
Lámina lateral de la
Fosa pterigoidea apófisis pterigoides
Ala mayor Fosa escafoidea
(del hueso esfenoides)
Apófisis pterigoides
Abertura del Agujero rasgado
conducto pterigoideo
Agujero oval
Tubérculo articular
Agujero espinoso
Fosa mandibular
Conducto Porción petrosa
musculotubárico del hueso temporal
Conducto carotideo
Apófisis estiloides
Agujero yugular
Agujero
estilomastoideo
Porción escamosa
del hueso temporal
Apófisis

Incisura mastoidea
Porción basilar
del hueso occipital

Conducto
Tubérculo faríngeo
Cóndilo occipital

Agujero magno

Linea nucal inferior


Cresta occipital externa

Línea nucal superior

Protuberancia occipital externa

Fig. 8.23 Visión inferior del cráneo.

Inmediatamente superior a la fosa escafoidea, en la raíz de la base del cráneo, sino que también continúa lateralmente
de la lámina medial de la apófisis pterigoides, se encuentra la para formar parte de la pared lateral del cráneo. Se articula
abertura del conducto pterigoideo, cerca del borde anterior posterior y lateralmente con partes del hueso temporal.
del agujero rasgado. En la visión inferior de la superficie del ala mayor, sobre su
borde posterolateral, cerca del extremo superior de la lámina
Ala m ayor lateral de la apófisis pterigoides, se observan dos estructuras
El ala mayor del esfenoides es lateral y posterolateral a la lámina importantes, el agujero oval y el agujero espinoso (o redondo
862 lateral de la apófisis pterigoides (fig. 8.23). No sólo forma parte menor).
Anatomía regional * Cráneo 8

Mitad posterior partes del hueso occipital en el centro y los huesos temporales
lateralmente.
La mitad posterior de la región media de la base del cráneo
está integrada por el hueso occipital y los huesos temporales H ueso o ccip ital
(fig. 8.23).
El hueso occipital es el principal elemento óseo de esta región de
Hueso occipital la base del cráneo (fig. 8.23). Posee cuatro partes organizadas
alrededor del agujero magno, un detalle anatómico importante
El hueso occipital, o más concretamente su porción basilar, de esta región a través del cual se continúa el encéfalo con la
se encuentra en la línea media, inmediatamente posterior al médula espinal.
cuerpo del esfenoides. Se extiende posteriormente hasta el Las partes del hueso occipital son la escama, posterior
agujero magno y está limitada lateralmente por los huesos al agujero magno; las p o rcio n es la te r a le s , externas
temporales. al agujero magno; y la p orción basilar, anterior a éste
En la porción basilar del hueso occipital destaca el tubér­ (fig. 8.23).
culo faríngeo, una protuberancia ósea en la que se insertan Las porciones laterales y la escama son elementos cons­
estructuras de la faringe en la base del cráneo (fig. 8.23). tituyentes de la región posterior de la base del cráneo.
Cuando se examina la base del cráneo, la característica más
Hueso tem po ral
destacada de la escama del hueso occipital es una cresta ósea
Inmediatamente lateral a la región basilar del hueso occipital (la cresta occipital externa) que se prolonga en dirección infe­
se encuentra la porción petrosa de la región petromastoidea de rior desde la protuberancia occipital externa hasta el agujero
cada hueso temporal. magno. Las líneas nucales inferiores se extienden lateralmente
La porción petrosa del hueso temporal posee una forma a partir del punto medio de esta cresta.
de cuña de v é rtice anteromedial. Limita con el ala ma­ Las porciones laterales del hueso occipital inmediatamente
yor del esfenoides anteriormente y la porción basilar del por fuera del agujero magno, poseen numerosos detalles ana­
hueso occipital posteriormente. Su vértice forma uno de tómicos de importancia.
los límites del agujero rasgad o, una abertura irregular A cada lado del reborde anterolateral del agujero magno se
que durante la vida se encuentra ocupada por un cartílago observan los cóndilos occipitales (fig. 8.23), unas estructuras
(fig. 8.23). redondeadas pares que se articulan con el atlas (vértebra CI).
El agujero rasgado se encuentra limitado medialmente por Posterior a cada cóndilo se encuentra una depresión (la fosa
la porción basilar del hueso occipital y anteriormente por el condilar), que contiene el conducto condíleo y anterior
cuerpo del esfenoides. y superior a éstos se encuentra el gran conducto del hipo-
Posterolateral al agujero rasgado, ya en la porción petrosa gloso. Lateral a cada conducto del hipogloso se sitúa el agujero
del hueso temporal, se encuentra la gran abertura circular del yugular, un orificio irregular y de gran tamaño formado por la
conducto carotídeo. unión de las escotaduras yugulares de los huesos occipital
Entre la porción petrosa del hueso temporal y el ala mayor y temporal.
del esfenoides se localiza un surco para la porción cartilaginosa
de la trom pa faringotim pánica (trompa auditiva). Este H ueso tem p o ral
surco se continúa posterolateralmente con un conducto óseo en El hueso temporal ocupa la porción lateral de la región posterior
la porción petrosa del hueso temporal, también para la trompa de la base del cráneo. Las partes del hueso temporal visibles en
faringotimpánica. esta zona son la porción mastoidea de la región petromastoidea
La escama del hueso temporal, situada lateral al ala mayor y la apófisis estiloides (fig. 8.23).
del esfenoides, forma la articulación temporomandibular. Con­ El borde lateral de la porción mastoidea se identifica por la
tiene la fosa mandibular, una concavidad donde el cóndilo de apófisis mastoides, cónica y de gran tamaño que se proyecta
la mandíbula se articula con la base del cráneo. El prominente desde su superficie inferior. Esta destacada estructura ósea es
tubérculo articular es un detalle anatómico importante de
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el punto de inserción de diversos músculos. En la cara medial


esta articulación y consiste en la proyección inferior del borde de la apófisis mastoides se encuentra la profunda incisura mas­
anterior de la fosa mandibular (fig. 8.23). toidea, otro punto de inserción muscular.
Anteromedial a la apófisis mastoides se encuentra la apófisis
Parte posterior estiloides, una estructura acicular que se proyecta a partir del
La parte posterior de la base del cráneo se extiende desde el borde inferior del hueso temporal. La apófisis estiloides también
borde anterior del agujero magno posteriormente hasta las representa un punto de inserción de numerosos músculos y
líneas nucales superiores (fig. 8.23). Se encuentra formada por ligamentos.

863
Cabeza y cuello

Por último, entre las apófisis estiloides y mastoides se en­ ■ La sutura lambdoidea, entre los huesos parietales y el occi­
cuentra el agujero estilomastoideo. pital.

Los cruces visibles de estas suturas son el bregma, donde se


CA V ID A D CR A N EA L unen las suturas sagital y coronal, y el lambda, entre las suturas
sagital y lambdoidea.
La cavidad craneal es el espacio que, limitado por la calvaría,
Otros detalles de la superficie interna de la calvaría incluyen
alberga el encéfalo, las meninges, las porciones proximales de
las crestas óseas y numerosos surcos y depresiones.
los nervios craneales, los vasos sanguíneos y los senos venosos
Los detalles visibles en la superficie ósea del techo de la ca­
craneales.
vidad craneal son, de anterior a posterior:

Techo ■ Una cresta ósea en la línea media, que se extiende desde la


La calvaría es el techo en forma de cúpula que protege la su­ superficie del hueso frontal (la cresta frontal) y sirve de
perficie cerebral superior. Está compuesto por el hueso frontal inserción a la hoz del cerebro (una especialización de la
por delante, los huesos parietales pares en su región media y el duramadre que separa parcialmente los dos hemisferios
hueso occipital posteriormente (fig. 8.24). cerebrales).
Las suturas visibles internamente incluyen: ■ En el punto superior de la terminación de la cresta frontal se
observa el inicio del surco del seno sagital superior, que
■ La sutura coronal, entre el hueso frontal y los parietales. se ensancha y profundiza en dirección posterior, y marca la
■ La sutura sagital, entre los huesos parietales pares.

Cresta

Hueso frontal

Surco del seno Surco de la rama anterior


sagital superior de la arteria meníngea media

Sutura coronal

Surcos de la arteria Fositas granulares


meníngea media

Sutura sagital

Hueso parietal

Hueso occipital Sutura lambdoidea


Lambda

864 Fig. 8.24 Techo de la cavidad craneal.


Anatomía regional • Cavidad craneal

posición del seno sagital superior (una estructura venosa Suelo


intradural).
El suelo de la cavidad craneal se divide en tres compartimentos:
A ambos lados del surco del seno sagital superior y a lo
la fosa craneal anterior, la fosa craneal media y la fosa craneal
largo de su curso, se encuentran un pequeño número
posterior.
de depresiones y fosas (las fositas g ran u lares), que
indican la situación de las granulaciones aracnoideas Fosa craneal anterior
(unas estructuras prominentes, fácilmente identifica- La fosa craneal anterior está integrada por partes del hueso
bles cuando se examina un cerebro con sus cubiertas frontal, del etmoides y del esfenoides (fig. 8.25). En su suelo
meníngeas, que participan en la reabsorción del líquido participan:
cefalorraquídeo).
Surcos menores creados por diversos vasos meníngeos, visi­ ■ El hueso frontal, en la región anterior y lateral.
bles en las partes laterales del techo de la cavidad craneal. ■ El hueso etmoides, en la línea media.

Cresta frontal
Crista galli ciego

Porción orbitaria Agujeros de la


(del hueso frontal) lámina cribosa

Lámina cribosa
(del hueso
etmoides)

Ala menor (del esfenoides)


Cuerpo (del esfenoides)
Apófisis clinoides anterior

Fig. 8.25 Fosa craneal anterior.


Cabeza y cuello

■ Posteriormente dos partes del hueso esfenoides, el cuerpo A cada lado del hueso etmoides, el suelo de la fosa craneal
(en la línea media) y las alas menores (lateralmente). anterior está formado por una lámina relativamente fina que
pertenecen al hueso frontal (la porción orbitaria del hueso
La fosa craneal anterior se localiza por encima de la cavidad frontal), que a su vez forma el techo de la órbita que se encuen­
nasal y de las órbitas, y se encuentra ocupada por los lóbulos tra debajo. Posterior al hueso frontal y al etmoides, el resto del
frontales de los hemisferios cerebrales. suelo de la fosa craneal anterior está formado por el cuerpo
Anteriormente en la línea media, a partir del hueso frontal, y las alas menores del hueso esfenoides. En la línea media, el
se observa un pequeño saliente óseo con forma de cuña (la cuerpo se extiende anteriormente entre las porciones orbitarias
cresta frontal). Esta cresta representa el punto de inserción del hueso frontal, hasta alcanzar al hueso etmoides, y pos­
de la hoz del cerebro. Inmediatamente por detrás de la cresta teriormente se extiende hasta la fosa craneal media.
frontal se encuentra el agujero ciego (tabla 8.2), situado entre El límite entre las fosas craneales anterior y media en la
el hueso frontal y el etmoides. Este orificio permite el paso de línea media es el borde anterior del surco prequiasmático, un
las venas emisarias que conectan la cavidad nasal con el seno surco liso que se extiende entre los conductos ópticos, a través
sagital superior. del cuerpo del esfenoides.
Posterior a la cresta frontal, y como parte del hueso etmoi­
des, se proyecta superiormente una prominencia ósea en forma A las m en o res del esfenoides
de cuña (la apófisis crista galli), que representa otro de los Las dos alas menores del esfenoides se proyectan lateralmente
puntos de inserción de la hoz del cerebro, la extensión vertical desde el cuerpo y limitan claramente las partes laterales de las
de la duramadre que separa parcialmente los dos hemisferios fosas craneales anterior y media.
cerebrales. En la porción anterior de la fosa craneal media, cada ala
Lateral a la apófisis crista galli se encuentra la lámina cri- menor termina afilándose en su extremo lateral, en la unión
bosa del hueso etmoides (fig. 8.25), una estructura perforada entre el hueso frontal y el ala mayor del esfenoides, próximo al
por numerosos orificios que permite el paso de las pequeñas borde lateral superior de la fisura orbitaria superior, formada
fibras de los nervios olfatorios a través de sus orificios desde la entre las alas mayor y menor.
mucosa nasal hasta el bulbo olfatorio. Los nervios olfatorios Medialmente, cada ala menor se ensancha, se curva pos­
por lo general reciben en conjunto la denominación de nervio teriormente y finaliza en las apófisis clinoides anteriores
olfatorio [I]. (fig. 8.25). Estos salientes sirven de punto de inserción ante-

T a b la 8 .2 Agujeros internos del cráneo

A g u je ro E s tru c tu ra s q u e p a sa n a t r a v é s d e lo s a g u je ro s

FOSA CRANEAL ANTERIOR

Agujero ciego Venas emisarias hacia la cavidad nasal


Agujeros olfatorios de la lámina cribosa Nervios olfatorios [1]
FOSA CRANEAL MEDIA

Conducto óptico Nervio óptico [II]; arteria oftálmica


Fisura orbitaria superior Nervio oculomotor [III]; nervio troclear [IV]; división oftálmica del nervio
trigémino [V^; nervio abducens [VI]; venas oftálmicas
Agujero redondo División maxilar del nervio trigémino [V2]
Agujero oval División mandibular del nervio trigémino [V3]; nervio petroso menor
Agujero espinoso Arteria meníngea media
Hiato del conducto para el nervio petroso mayor Nervio petroso mayor
Hiato del conducto para el nervio petroso menor Nervio petroso menor
FOSA CRANEAL POSTERIOR

Agujero magno Porción final del tronco del encéfalo/comienzo de la médula espinal;
arterias vertebrales; raíces espinales del nervio espinal, meninges
Conducto auditivo interno Nervio facial [VII]; nervio vestibulococlear [VIII]; arteria laberíntica
Agujero yugular Nervio glosofaríngeo [IX]; nervio vago [X]; nervio accesorio [XI];
seno petroso inferior, seno sigmoideo (forma de la vena yugular interna)
Conducto del hipogloso Nervio hipogloso [XII]; rama meníngea de la arteria faríngea ascendente
Conducto condíleo Vena emisaria
866
Anatomía regional • Cavidad craneal 8

rior de la tienda del cerebelo, una lámina de duramadre Silla turca


que separa la parte posterior de los hemisferios cerebrales del
Inmediatamente posterior al surco quiasmático se encuentra
cerebelo. Por delante de cada apófisis clinoides anterior, en el
una zona modificada del cuerpo del esfenoides (la silla turca),
ala menor del esfenoides, se encuentra una abertura circular
que consta de un área central profunda (la fosa hipofisaria), que
(el conducto óptico) por el que el nervio óptico [II] y la arteria
aloja a la glándula hipófisis y dos paredes óseas verticales, una
oftálmica abandonan la cavidad craneal para entrar en la
anterior y otra posterior (fig. 8.26).
órbita. Los conductos ópticos se incluyen por lo general en
La pared anterior de la silla es el tubérculo de la silla,
la fosa craneal media.
una pared ósea vertical cuyo borde superior es visible como una
Fosa craneal media ligera elevación en el borde posterior del surco quiasmático.
En ocasiones es posible observar unas proyecciones laterales
En la composición de la fosa craneal media participan porciones a partir de los extremos del tubérculo de la silla (las apófisis
del hueso esfenoides y del hueso temporal (fig. 8.26).
clinoides medias).
En la línea media, el límite entre la fosa craneal anterior y La pared posterior de la silla turca, o dorso de la silla turca,
la fosa craneal media se corresponde con el borde anterior del
es una gran cresta ósea que se proyecta en dirección superior y
surco quiasmático, un surco suave sobre el cuerpo del esfenoi­ anterior. Los extremos laterales del borde superior del dorso de
des que conecta los conductos ópticos. la silla turca dan lugar a unas proyecciones redondeadas (las
Los límites posteriores de la fosa craneal media se encuen­
apófisis clinoides posteriores), que al igual que las apófisis
tran formados por la superficie anterior, tan elevada como el clinoides anteriores, son puntos donde se inserta la tienda del
borde superior, de la porción petrosa de la región petromas-
cerebelo.
toidea del hueso temporal.

Esfenoides Fisuras y agujeros

El suelo de la fosa craneal media se encuentra elevado El suelo de la fosa craneal media, lateral a cada lado del cuerpo
en la línea media y está formado por el cuerpo del esfenoides. del esfenoides, está formado por las alas mayores del esfenoides
Lateral a él existen dos grandes depresiones formadas a cada (fig. 8.26).
lado por el ala mayor del esfenoides y la escama del hueso La fisura orbitaria superior es una hendidura diagonal
temporal. Estas depresiones alojan los lóbulos temporales que separa el ala mayor del esfenoides del ala menor y supone
del cerebro. una importante vía de comunicación entre la fosa craneal

— Apófisis clinoides media


Conducto óptico
Surco quiasmático
Agujero redondo mayor
Tubérculo selar
Fisura orbitaria superior
Ala mayor (del esfenoides)
Abertura
del conducto
carotídeo
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Techo del timpano

Fig. 8.26 Fosa craneal media. 867


Cabeza y cuello

media y la órbita. A través de la fisura pasan el nervio oculo­ protrusión ósea redondeada (la em inencia arcu ata) pro­
motor [III], el nervio troclear [IV], el nervio oftálmico [Vi], el ducida por el canal semicircular anterior subyacente del
nervio abducens [VI] y las venas oftálmicas. oído interno.
En el suelo de la fosa craneal media, posterior al extremo Justo por delante y lateral a la eminencia arcuata la su­
medial de la fisura orbitaria superior, se encuentra un agujero perficie anterior del peñasco del hueso temporal se encuentra
redondeado que se proyecta en dirección anterior (el aguje­ ligeramente deprimida. Esta región es el techo del tímpano
ro redondo mayor), por el que pasa el nervio maxilar [V2] des­ y se corresponde con la fina lámina ósea que forma el techo de
de la fosa craneal media hasta la fosa pterigopalatina. la cavidad del oído medio.
Posterolateral al agujero redondo mayor se encuentra
una gran abertura oval (el agujero oval) que permite el paso Fosa craneal posterior
de estructuras entre la fosa infratemporal extracraneal y la
La fosa craneal posterior está formada en su mayor parte por
fosa craneal media. A través de este orificio pasan el nervio
los huesos temporales y el hueso occipital, y en menor medida
mandibular [V3], el nervio petroso menor (que transporta fibras
por el hueso esfenoides y los huesos parietales (fig. 8.27). Es la
del plexo timpánico que originalmente se origina del nervio glo-
mayor y la más profunda de las tres fosas craneales y alberga
sofaríngeo [IX]) y ocasionalmente un pequeño vaso (la arteria
al tronco del encéfalo (mesencéfalo, protuberancia y bulbo
meníngea media accesoria).
raquídeo) y al cerebelo.
El agujero espinoso (fig. 8.26) es un pequeño agujero pos­
terolateral al agujero oval, que también conecta la fosa infra- Lím ites
temporal con la fosa craneal media. La arteria meníngea media
y sus venas asociadas pasan a través de este orificio, y una vez Los límites anteriores de la fosa craneal posterior en la línea
en el interior del cráneo, el surco de la arteria meníngea media media son el dorso de la silla turca y el clivus (fig. 8.2 7). El cli-
marca claramente su recorrido sobre el suelo y la pared lateral vus es una pendiente ósea que se extiende hacia arriba desde
de la fosa craneal media. el agujero magno. Está formado por parte del cuerpo del es­
La ab ertura in tracran eal redondeada del conducto fenoides y por la porción basilar del hueso occipital.
carotídeo se sitúa posteromedial al agujero oval. Directamente Lateralmente, los límites anteriores de la fosa craneal pos­
por debajo de este orificio se encuentra un orificio irregular (el terior corresponden al borde superior de la porción petrosa de
agujero rasgad o) (fig. 8 .26). Este agujero, claramente la región petromastoidea del hueso temporal.
visible en una visión inferior del cráneo, se encuentra El principal límite posterior lo constituye la escama del hueso
cerrado en el vivo por cartílago y a su través no pasa ninguna occipital, hasta el surco transverso, mientras que lateralmente
estructura. los límites de la fosa corresponden a la porción petromastoidea
del hueso temporal y en menor medida, a pequeñas partes de
H ueso tem p o ral los huesos parietales y del hueso occipital en los bordes.
El límite posterior de la fosa craneal media se encuentra forma­ A gujero m agno
do por la superficie anterior de la porción petrosa de la región
petromastoidea del hueso temporal. El agujero magno es el orificio craneal de mayor tamaño y se
Medialmente, en su superficie anterior (fig. 8.2 6), se encuen­ localiza en la zona central y más profunda de la fosa craneal
tra una depresión suave (impresión trigeminal), donde se posterior. Está limitado anteriormente por la porción basi­
localiza el ganglio sensitivo del nervio trigémino [V]. lar del hueso occipital, por las porciones laterales del hueso
Sobre la superficie anterior de la porción petrosa del hueso occipital a cada lado y por la escama del hueso occipital pos­
temporal, lateral a la impresión trigeminal, se encuentra un teriormente.
pequeño surco lineal que discurre en dirección superolateral La médula espinal asciende a través del agujero magno para
y finaliza en un orificio (el surco y el hiato del conducto del continuarse con el tronco del encéfalo.
nervio petroso mayor). El nervio petroso mayor es un ramo A través del agujero magno también discurren las arterias
del nervio facial [VII]. vertebrales, las meninges y las raíces espinales del nervio ac­
Anterolateral al surco del nervio petroso mayor se encuentra cesorio [XI].
un segundo surco, de menor tamaño, así como el hiato del
S u rco s y agu jeros
conducto del nervio petroso menor, un ramo del plexo
timpánico que transporta fibras originadas inicialmente del El clivus se dirige hacia delante y arriba desde el agujero
nervio glosofaríngeo [IX] (fig. 8.26). magno. Lateral al clivus, entre la porción basilar del hueso
Por arriba y lateral a los pequeños agujeros de los nervios occipital y la porción petrosa de la región petromastoidea del
petrosos mayores y menores, cerca de la cresta superior de hueso temporal (fig. 8.27), se encuentra el surco del seno
la porción petrosa del hueso temporal, se encuentra una petroso inferior.
Anatomía regional • Cavidad craneal 8

Clivus
Tubérculo yugular

Surco del seno petroso inferior Conducto auditivo interno

Borde superior de la porción


petrosa del hueso temporal Agujero yugular

Surco del seno sigmoideo

Surco del seno transverso


Agujero magno

Cresta occipital interna


Protuberancia occipital interna

Fig. 8.27 Fosa craneal posterior.

El orificio del conducto auditivo interno es un agujero P o rció n escam o sa del h u eso o ccip ital
oval que se encuentra lateralmente, sobre la mitad superior de
La escama del hueso occipital posee diversos detalles impor­
la superficie posterior de la porción petrosa del hueso temporal.
tantes (fig. 8.27):
A través de este orificio pasan los nervios facial [VII] y ves-
tibulococlear [VIII], así como la arteria laberíntica.
■ La cresta occipital interna, que se dirige hacia arriba a partir
Inferior al conducto auditivo interno, el hueso temporal está
del agujero magno.
separado del hueso occipital por medio de un orificio de gran
■ A cada lado de la cresta occipital interna, el suelo de la fosa
tamaño, el agujero yugular (fig. 8.2 7). En el lado medial de este
craneal posterior es cóncavo para albergar a los hemisferios
agujero se encuentra el surco del seno petroso inferior y en el
cerebelosos.
lado lateral se observa el surco del seno sigmoideo.
■ La cresta occipital interna finaliza superiormente en una
El seno sigmoideo pasa a través del agujero yugular y se
prominencia ósea (la protuberancia occipital interna).
continúa con la vena yugular interna, mientras que el seno
■ A partir de la protuberancia occipital interna se extienden
petroso inferior drena en la vena yugular interna en la zona
lateralmente los surcos producidos por los senos transversos,
del agujero yugular.
que se continúan lateralmente hasta unirse finalmente con
A través del agujero yugular también pasan los nervios
los surcos de los senos sigmoideos, que a su vez se dirigen
glosofaríngeo [IX], vago [X] y accesorio [XI].
inferiormente hacia el agujero yugular.
En el hueso occipital, medial al agujero yugular, se observa
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

una gran elevación redondeada (el tubérculo yugular). In­


Los senos transversos y sigmoideos son senos venosos de
mediatamente inferior a éste, y superior al agujero magno,
la duramadre.
se encuentra el conducto del hipogloso, a través del cual
el nervio hipogloso [XII] abandona la fosa craneal posterior y O rificios y fisu ras que co m u n ica n la cavidad
penetra a dicha fosa una rama meníngea de la arteria faríngea c ra n e a l co n o tra s region es
ascendente.
Posterolateral al conducto del hipogloso, se observa en oca­ En la figura 8.28 se presentan los orificios y fisuras a través de
los cuales pasan importantes estructuras de la cavidad craneal
siones el conducto condíleo, que cuando existe, aloja una
vena emisaria. a otras regiones.

869
Cabeza y cuello

Agujero redondo: Lámina cribosa:


(fosa craneal media/ (fosa craneal anterior/cavidad nasal)
fosa pterígopalatina) • [I] Nervios olfatorios
• [V2 ] División maxilar
del [V] (nervio Conducto óptico:
Agujero oval: (fosa craneal media/órbita)
(fosa craneal media/ • [II] Nervio óptico
fosa infratemporal) • Arteria oftálmica
* [V2 ] División mandibular
del [V] (nervio Fisura orbitaria superior:
(osa craneal media/órbita)
Conducto carotídeo: • [Vi] División oftálmica
(fosa craneal media/cuello) de [V] (nervio trigémino)
* Arteria carótida interna • [III] Nervio oculomotor
Agujero espinoso: • [IV] Nervio troclear
(fosa craneal media/ • [VI] Nervio abducens
fosa infratemporal) • Vena oftálmica superior
• Arteria meníngea media
Agujero rasgado
Agujero yugular: ------------
(relleno de cartílago durante la vida,)
(fosa craneal posterior/cuello)
• [IX] Nervio glosofaríngeo
• [X] Nervio vago
• [XI] Nervio accesorio Conducto auditivo interno:
• Vena yugular interna (fosa craneal posterior/oído y cuello
a través del agujero estilomastoideo)
• [VII] Nervio facial
Agujero magno: • [VIII] Nervio vestibulococlear
(fosa craneal posterior/cuello) o A rteria y ve n a la b e rín tica s
* Médula espinal
• Arterias vertebrales
o Las raíces del nervio accesorio [XI] pasan Conducto del hipogloso:
desde la región superior de la médula espinal (fosa craneal posterior/cuello)
a través del agujero • [XII] Nervio hipogloso
y luego salen de ella

o v a l:
[V2 ] División mandibular
del [V] (nervio trigémino)

Conducto carotídeo:
• Arteria carótida interna ujero espinoso:
• Arteria meníngea media

Conducto del hipogloso:


• [XII] Nervio hipogloso
Agujero estilomastoideo
• [VII] Nervio facial

Agujero yugular:
• [IX] Nervio glosofaríngeo
• [X] Nervio vago
• [XI] Nervio accesorio
• Vena yugular interna

Agujero magno:
• Médula espinal
• Arterias vertebrales
° Las raíces del nervio accesorio [XI] pasan
desde la región superior de la médula espinal
a través del agujero magno hacia la cavidad craneal
y luego salen de ella a través del agujero yugular
B
Fig. 8.28 Conjunto de agujeros y fisuras a través de los que diferentes estructuras entran y salen de la cavidad craneal. A . Suelo de la cavidad
craneal. También están indicadas las regiones a través de las que se comunica cada agujero o fisura. B. Cara inferior del cráneo.
Anatomía regional • Cavidad craneal 8

Conceptos prácticos
Técnicas de im agen en la exploración de la cabeza Resonancia magnética
Radiografía La técnica de resonancia magnética (RM) es la que posee
Hasta hace dos décadas el método estándar de una mejor resolución de contraste en comparación con
exploración de la cabeza era la radiografía simple. el resto de las técnicas de imagen. Permite realizar una
Las radiografías se obtenían en tres proyecciones exploración rápida y sencilla del encéfalo y sus cubiertas,
fundamentales: postemanterior, lateral y de Towne (axial del líquido cefalorraquídeo (LCR) y de la columna
anteroposterior [AP], con la cabeza en posición anatómica). vertebral. Las secuencias de imágenes más modernas
Para explorar los agujeros de la base del cráneo y los permiten la supresión del LCR para definir las lesiones
huesos faciales se empleaban otras proyecciones periventriculares.
adicionales. En la actualidad las radiografías del cráneo se La resonancia magnética angiográfica ha resultado de
emplean ante traumatismos, aunque su uso se encuentra extrema utilidad para determinar el estado de los vasos
en declive. Las fracturas craneales se diagnostican intracraneales (polígono de Willis), lo que es necesario en
con facilidad (fig. 8.29). Tras la exploración del paciente, ciertas enfermedades de tratamiento quirúrgico.
el tratamiento depende del estado neurológico La RM también es una técnica útil para la valoración de
o de las posibles complicaciones neurológicas. la estenosis carotídea.

Tomografía computarizada Ecografía


Desde la aparición de la primera tomografía Hoy en día es posible realizar estudios de eco-Doppler
computarizada (TC) cerebral, esta técnica se usa de intracraneales que permiten al cirujano detectar si un
forma rutinaria en la exploración neurorradiológica. Se paciente está sufriendo una embolización cerebral a partir
emplea ante traumatismos craneales, ya que permite una de una placa carotídea.
exploración rápida y sencilla del encéfalo y de sus cubiertas La ecografía extracraneal resulta sumamente
y permite la detección de sangre con facilidad. Los huesos importante para el estadiaje tumoral, para la valoración de
también pueden mostrarse modificando los algoritmos las masas cervicales y para la exploración de la bifurcación
matemáticos de los datos. carotídea (fig. 8.30).
Con la administración intravenosa de un contraste, la TC El estudio ecográfico es útil en los niños ya que las
angiográfica puede emplearse para demostrar la situación fontanelas actúan de ventana acústica.
y el tamaño de un aneurisma intracerebral antes de su
tratamiento endovascular.
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Fig. 8.29 Radiografía de la cabeza donde se observa una fractura de cráneo (paciente en decúbito supino).

(Continúa) 0 -,~
o/ I
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos (cont.)


Arteria carótida externa Arteria carótida común Arteria carótida común

Estenosis de la arteria carótida interna

Arteria carótida interna

Fig. 8.30 Imagen ecográfica. A . Bifurcación carotídea normal. B . Estenosis de la arteria carótida interna.

Conceptos prácticos
Fracturas de la bóveda craneal de infecciones. Estas fracturas se asocian típicamente con
La bóveda craneal es una estructura extraordinariamente laceraciones del cuero cabelludo y pueden tratarse por lo
fuerte ya que debe proteger al cerebro, nuestro órgano más general con antibióticos.
vital. La morfología de la bóveda craneal posee importancia Entre las complicaciones importantes de las fracturas
crítica ya que su biomecánica impide la producción de abiertas se incluye la meningitis, que puede resultar mortal.
fracturas. Desde el punto de vista clínico, el tipo de fractura Un tipo más sutil de fractura abierta es la que afecta a
craneal informa de la naturaleza y la fuerza del traumatismo, los senos. Estas fracturas pueden pasar inadvertidas en una
así como de sus posibles complicaciones. La fractura en primera exploración y pueden convertirse en una causa
sí suele acarrear pocas consecuencias (a diferencia, por potencial importante de morbilidad, por lo que deberían
ejemplo, de una fractura de tibia). Más que concentrarse considerarse en todos los pacientes que desarrollen
en la fractura craneal, resulta de vital importancia infecciones intracraneales secundarias a un traumatismo.
disminuir la extensión del daño cerebral primario y tratar
Fracturas del pterión
las complicaciones secundarias potenciales. Las fracturas
El pterión es un punto clínico importante localizado en la
hundidas del cráneo, las fracturas abiertas y las fracturas del
cara lateral del cráneo. Su ubicación exacta se encuentra en
pterión poseen una importancia especial.
la región de confluencia entre una línea imaginaria trazada
Fracturas craneales hundidas a 2,5 cm (1 pulgada) por encima del arco cigomático y
En una fractura craneal hundida, un fragmento óseo se otra que pase a 2,5 cm (1 pulgada) posterior al reborde
encuentra deprimido respecto a la convexidad normal orbitario lateral. En el punto pterión confluyen el hueso
del cráneo. De este modo pueden producirse lesiones frontal, el parietal, el ala mayor del esfenoides y el hueso
arteriales y venosas secundarias con formación de temporal. La importancia de este punto radica en que
hematomas. Este tipo de fractura puede dar lugar a a este nivel, dentro del cráneo, se encuentra la arteria
lesiones cerebrales primarias. meníngea media. Los traumatismos que afecten a esta
región resultan sumamente graves ya que la lesión de este
Fracturas abiertas vaso puede producir un hematoma extradural importante,
En una fractura abierta existe una fractura del hueso junto con consecuencias que pueden ser mortales.
872
a una herida cutánea, lo que puede permitir la entrada
Anatomía regional • Meninges 8

M ENINGES ■ La capa perióstica externa se encuentra firmemente adhe­


rida al cráneo, constituye el periostio de la cavidad craneal,
El encéfalo y la médula espinal se encuentran rodeados por tres contiene las arterias meníngeas y se continúa con el perios­
capas de membranas (las meninges, fig. 8.31 A): una capa tio de la superficie externa del cráneo en el agujero magno
externa resistente (la duramadre), una capa media delicada y en otros orificios intracraneales (fig. 8.3 IB).
(la aracnoides) y una capa interna firmemente adherida a la ■ La capa meníngea interna se encuentra estrechamente re­
superficie cerebral (la piamadre). lacionada con la aracnoides y se continúa con la duramadre
Las meninges craneales se continúan a través del agujero espinal tras atravesar el agujero magno.
magno con sus homologas, las meninges espinales, con una
importante distinción, la duramadre craneal consta de dos Las dos capas de la duramadre se encuentran separadas
capas y tan solo una de ellas continúa pasado el agujero magno entre sí en numerosas localizaciones, originando dos tipos de
(fig. 8 .3 IB). estructuras especializadas (fig. 8.31 A):

■ Tabiques durales, que se proyectan hacia dentro y separan


D uram adre craneal parcialmente diversas partes del cerebro.
La duramadre craneal es una envoltura gruesa y fuerte que ■ Estructuras venosas intracraneales.
cubre externamente al encéfalo. Está compuesta por una capa
perióstica externa y una capa meníngea interna (fig. 8.31 A):

Estructura venosa
Piamadre intracraneal (seno
Aracnoides Cráneo sa9'tal superior) Capa meníngea interna de la duramadre
Duramadre Capa perióstica externa de la duramadre

Espacio subaracnoideo

Partición dural (hoz del cerebro)


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Cara perióstica

Fig. 8.31 Meninges craneales. A. Visión coronal superior. B. Continuación con las meninges medulares. 873
Cabeza y cuello

Tabiques durales temporal, finalizando anteriormente en las apófisis clinoides


anteriores y posteriores.
Los tabiques durales se proyectan hacia la cavidad craneal,
Los bordes anterior e interno de la tienda del cerebelo son
subdividiéndola parcialmente. En estas estructuras se incluyen
libres y forman en la línea media una abertura ovalada (es­
la hoz del cerebro, la tienda del cerebelo, la hoz del cerebelo y
cotadura de la tienda del cerebelo) a través de la cual pasa
el diafragma sellar.
el mesencéfalo.
Hoz del ce re b ro
Hoz del cereb elo
La hoz del cerebro (fig. 8.32) es una estructura con forma
de medialuna que se proyecta en dirección inferior entre los La hoz del cerebelo (fig. 8.32) es una pequeña proyección de
dos hemisferios cerebrales desde la duramadre que tapiza la duramadre meníngea en la línea media de la fosa craneal pos­
calvaria. Se inserta anteriormente en la apófisis crista galli terior. Se inserta posteriormente en la cresta occipital interna
del hueso etmoides y en la cresta frontal del hueso frontal; del hueso occipital y superiormente en la tienda del cerebelo.
y posteriormente se inserta y continúa con la tienda del Su borde anterior es libre y está entre los dos hemisferios ce-
cerebelo. rebelosos.

Tienda del cereb elo D iafragm a sellar


La tienda del cerebelo (fig. 8.32) es una proyección horizon­ El último tabique dural es el diafragma sellar (fig. 8.32). Esta
tal de la duramadre que cubre y separa al cerebelo en la fosa pequeña lámina horizontal de duramadre meníngea cubre la
craneal posterior de la superficie posterior de los hemisferios fosa hipofisaria en la silla turca del hueso esfenoides. En el cen­
cerebrales. Se inserta posteriormente en el hueso occipital, a tro del diafragma de la silla turca existe un orificio a través del
lo largo de los surcos de los senos transversos. Lateralmente cual pasa el infundíbulo, que conecta el tallo de la hipófisis con
se inserta en el borde superior de la porción petrosa del hueso la base del cerebro, junto a los vasos sanguíneos acompañantes.

Tienda del cerebelo


Bordes de la
Hoz del cerebro escotadura
Escotadura
de la tienda Hoz del cerebro
de la tienda
Infundíbulo

Hoz del
cerebelo

Tienda
del cerebelo

Tienda del cerebelo


□ Diafragma sellar
A Diafragma sellar

Fig. 8.32 Tabiques durales. A. Esquema. B. Disección.


Anatomía regional • Meninges 8

Irrigación arterial ■ La rama posterior sigue una dirección posterosuperior e


irriga esta región de la fosa craneal media.
La irrigación arterial de la duramadre (fig. 8.33) discurre a tra­
vés de la capa perióstica externa de la duramadre y proviene de:
La arteria meníngea accesoria suele ser una pequeña rama
de la arteria maxilar, que penetra en la fosa craneal media a
■ Las arterias meníngeas anteriores en la fosa craneal
través del agujero oval e irriga las regiones mediales a este
anterior.
orificio.
■ Las arterias meníngeas medias y accesorias en la fosa
La arteria meníngea posterior y otras ramas meníngeas
craneal media.
que irrigan la duramadre de la fosa craneal posterior poseen
■ La arteria meníngea posterior y otras ramas meníngeas
diversos orígenes (fig. 8.33):
en la fosa craneal posterior.

■ La arteria meníngea posterior, una rama terminal de la


Todas son arterias de pequeño calibre excepto la arteria
arteria faríngea ascendente, penetra en la fosa craneal
meníngea media, un vaso de mayor tamaño que irriga la mayor
posterior a través del agujero yugular.
parte de la duramadre.
■ Una rama meníngea de la arteria faríngea ascendente al­
Las arterias meníngeas anteriores son ramas de las arterias
canza la fosa craneal posterior a través del conducto del
etmoidales.
hipogloso.
La arteria meníngea media es una rama de la arteria ma­
■ Las ramas meníngeas de la arteria occipital penetran en la
xilar. Penetra en la fosa craneal media a través del agujero es­
fosa craneal posterior por el agujero yugular y por el agujero
pinoso y se divide en una rama anterior y otra posterior:
mastoideo.
■ La a rteria vertebral proporciona una rama meníngea
■ La rama anterior sigue una dirección casi vertical hasta
mientras atraviesa el agujero magno para alcanzar la fosa
alcanzar el vértice del cráneo, cruzando el pterión durante
craneal posterior.
su recorrido.

meníngea
posterior (de la arteria
faríngea ascendente)

Situación del Rama meníngea


(de la arteria
faríngea
ascendente)

Arteria meníngea media

Arterias meníngeas
anteriores {de las
arterias etmoidales)

Arteria meníngea media


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Rama meníngea
(de la arteria occipital)

Rama meníngea
Arteria maxilar
(de la arteria vertebral)
Arteria faríngea ascendente

— Arteria occipital
Arteria carótida externa

Fig. 8.33 Vascularización arterial de la duramadre. 875


Cabeza y cuello

Inervación cesos o trabéculas que cruzan el espacio subaracnoideo y se


continúan con la piamadre.
La inervación de la duramadre (fig. 8.34) proviene de pequeños
La aracnoides, a diferencia de la piamadre, no se introduce
ramos meníngeos de las tres divisiones del nervio trigémino [Vi,
en los surcos o fisuras cerebrales, excepto en la fisura longitu­
V2yV 3], del nervio vago [X] y de los nervios cervicales primero,
dinal existente entre los dos hemisferios cerebrales.
segundo, y en ocasiones también del tercero. (En la fosa craneal
posterior también se ha descrito la posible participación de los
nervios glosofaríngeo [IX] e hipogloso [XII].) Nervios cervicales División oftálmica del
nervio trigémino [Vd
En la fosa craneal anterior, los ramos meníngeos de los del cerebro)
nervios etmoidales, que son ramos del nervio oftálmico [Vi],
inervan el suelo y la porción anterior de la hoz del cerebro.
Además, un ramo meníngeo del nervio oftálmico [Vi] cam­
bia de dirección y se dirige posteriormente inervando la tienda
del cerebelo y la porción posterior de la hoz del cerebro.
La fosa craneal media se encuentra inervada medialmente
por ramos meníngeos del nervio maxilar [V2], y lateralmen­
te, siguiendo la distribución de la arteria meníngea media,
por ramos meníngeos del nervio mandibular [V3],
La inervación de la fosa craneal posterior depende de ra­
mos meníngeos de los nervios cervicales primero y segundo,
y en ocasiones también del tercero, que penetran en la fosa
craneal posterior a través del agujero magno, del conducto
del hipogloso y del agujero yugular. También se han descrito
ramos meníngeos del nervio vago [X]. (También se ha des­
crito la posible participación de los nervios glosofaríngeo [IX] División oftálmica del
nervio trigémino [Vd
e hipogloso [XII].) (tienda del cerebelo)
División mandibular del
nervio trigémino División oftálmica del
A racnoides División maxilar del
nervio trigémino [V-d

La aracnoides es una fina membrana avascular que tapiza, nervio trigémino [V2]
sin llegar a fusionarse, la superficie interna de la duramadre
Fig. 8.34 Inervación de la duramadre.
(fig. 8.35). Desde su superficie interna se proyectan finos pro­

Granulaciones aracnoideas Seno sagital superior

Arteria cerebral Vena cerebral

Tabla externa 1
Diploe — Cráneo
Duramadre
Tabla ¡ntem a_

Aracnoides
Espacio extradural
Piamadre (espacio potencial)

Espacio
subaracnoideo

Fig. 8.35 Meninges y espacios meníngeos.


Anatomía regional • Meninges 8

Piam adre una lesión (hematoma subdural) se debe a la disección de la


capa de células del borde dural, que es la capa más interna de
La piamadre es una membrana fina y frágil que recubre ín­
la duramadre meníngea. Esta capa está formada por células
timamente la superficie del encéfalo (fig. 8.35). Se adapta a
aplanadas rodeadas de espacios rellenos de material amorfo.
la morfología cerebral, penetrando en los surcos y fisuras y
Aunque es muy infrecuente, a veces se observa una unión
también se relaciona estrechamente con las raíces de los nervios
entre estas células y la aracnoides subyacente. Una hemorragia
craneales en sus orígenes.
debida a la rotura de una vena en el punto en el que atraviesa
la duramadre hacia un seno venoso dural puede originar un
hematoma subdural.
M eninges y espacios m eníngeos
La disposición de las meninges en la cavidad craneal es carac­ Espacio subaracnoideo
terística, originando la formación de espacios reales y espacios
En condiciones normales el único espacio meníngeo ocupado
potenciales (fig. 8.35).
por líquido asociado a las meninges es el espacio subarac­
Los espacios potenciales se relacionan con la duramadre,
noideo (fig. 8.35). Ello se debe a que la aracnoides se adhiere
mientras que entre la aracnoides y la piamadre existe un es­
a la superficie interna de la duramadre y no sigue el contorno
pacio real.
del cerebro, mientras que la piamadre, al tapizar la superficie
cerebral, sigue fielmente los surcos y fisuras de la superfi­
Espacio extradural
cie del cerebro. Por tanto, entre estas dos membranas se crea
El espacio potencial entre la duramadre y el hueso es el espacio un estrecho espacio (fig. 8.35).
extradural (fig. 8.35). Normalmente la capa externa o periós­ El espacio subaracnoideo rodea al encéfalo y a la médula
tica de la duramadre se encuentra firmemente adherida a los espinal y en ciertos puntos aumenta de tamaño creando ex­
huesos que forman la cavidad craneal. pansiones (cisternas subaracnoideas). Contiene el líquido
Este espacio potencial entre la duramadre y el hueso puede cefalorraquídeo (LCR) y vasos sanguíneos.
transformarse en un espacio real, ocupado por líquido, a con­ El líquido cefalorraquídeo se produce en los plexos coroi­
secuencia de un traumatismo que origine una hemorragia deos, principalmente en los ventrículos encefálicos. Se trata de
vascular. La hemorragia en el espacio extradural debido a la un líquido claro, incoloro y acelular que circula en el espacio
rotura de la arteria meníngea media o de un seno venoso dural subaracnoideo que rodea al encéfalo y a la médula espinal.
produce un hematoma extradural. El LCR retorna al sistema venoso por medio de las vellosida­
des aracnoideas. Estas granulaciones se proyectan de forma
Espacio subdural agrupada (granulaciones aracnoideas) en el seno sagital
Desde el punto de vista anatómico no existe un verdadero es­ superior, que es un seno venoso dural, y en sus extensiones
pacio subdural. La acumulación de sangre en esta región por laterales, las lagunas laterales (fig. 8.35).

Conceptos prácticos
Hidrocefalia de los senos venosos durales. En los adultos, la producción
La hidrocefalia consiste en la dilatación del sistema diaria aproximada de LCR es de casi medio litro.
ventricular cerebral. Entre sus posibles causas La causa más frecuente de hidrocefalia en el adulto es
se encuentran la obstrucción al flujo del LCR, la el cese de la reabsorción normal del LCR a través de las
superproducción de LCR o la interrupción de su granulaciones aracnoideas. Esto ocurre tras una hemorragia
reabsorción. subaracnoidea cuando el espacio subaracnoideo es
El líquido cefalorraquídeo es secretado por las células invadido por sangre, pasa a nivel encefálico e interfiere con
la normal reabsorción del LCR. Para impedir una hidrocefalia
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

epiteliales de los plexos coroideos de los ventrículos


cerebrales laterales, y del tercer y cuarto ventrículos. grave, puede llegar a ser necesaria la colocación de un
A medida que se produce, circula desde los ventrículos catéter de pequeño tamaño a través del cerebro hasta el
laterales a través del agujero interventricular (el agujero de sistema ventricular con el fin de aliviar la presión.
Monro) hasta el tercer ventrículo. Desde el tercer ventrículo Otras causas de hidrocefalia incluyen la obstrucción
pasa a través del acueducto cerebral (acueducto de Silvio) congénita del acueducto de Silvio y ciertos tipos de
al cuarto ventrículo, y desde aquí alcanza el espacio tumores (p. ej., tumores mesencefálicos) que obstruyen
subaracnoideo a través de un orificio en la línea media o de el acueducto. Otras causas más infrecuentes incluyen los
dos orificios laterales (agujeros de Magendie y Luschka). tumores del plexo coroideo que secreta LCR.
El LCR circula alrededor de la médula espinal En niños, la hidrocefalia siempre conlleva dramáticas
inferiormente y del encéfalo superiormente y se reabsorbe consecuencias en los últimos estadios. La hidrocefalia
a través de las granulaciones aracnoideas en las paredes aumenta el tamaño y las dimensiones de los ventrículos,
(Continúa) 877
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos (cont.)


lo que se traduce en un aumento del tamaño cerebral. Tanto la TC como la RM permiten al radiólogo
Como las suturas craneales no se encuentran fusionadas, la determinar la localización de la obstrucción, y en la
cabeza también aumenta. Este aumento de las dimensiones mayoría de los casos, su causa. Debe distinguirse entre el
cefálicas durante la vida intrauterina puede imposibilitar el aumento del tamaño ventricular debido a una hidrocefalia
parto vaginal y obligar a la práctica de una cesárea. y el secundario a otras causas (p. ej., atrofia cerebral).

Conceptos prácticos
Fuga de líquid o cefalorraquídeo En el «síndrome de fuga de LCR», la salida del líquido
Puede producirse tras realizar algún procedimiento en el del espacio subaracnoideo atravesando la duramadre se
encéfalo o en su proximidad, en la médula espinal o en produce sin causa aparente. Las consecuencias clínicas son
las meninges. Entre los procedimientos se incluyen una la aparición de mareo, náuseas, cansancio y gusto metálico
cirugía en la columna lumbar, una inyección epidural en la boca. Otros efectos son la parálisis del nervio facial y
o una aspiración de LCR. la visión doble.

Conceptos prácticos
M eningitis Ciertos tipos de bacterias causantes de meningitis
La meningitis es una infección poco frecuente de las producen otros efectos como, por ejemplo, las
leptomeninges (el término leptom eninge hace referencia hemorragias subcutáneas (equimosis) típicas de las
a la suma de la aracnoides y la piamadre). La infección meningitis meningocócicas.
de las meninges ocurre típicamente por ruta hemática, En las primeras etapas, la clínica de una meningitis es
aunque en algunas ocasiones puede producirse por inespecífica. El paciente puede experimentar cefalea leve,
extensión directa (p. ej., tras traumatismos) o desde fiebre, somnolencia y náuseas. A medida que progresa la
las cavidades nasales, a través de la lámina cribosa del infección, puede acompañarse de fotofobia (intolerancia a
etmoides. la luz) y equimosis. La elevación de los miembros inferiores
Algunos tipos de inflamación bacteriana de las extendidos origina un dolor de nuca marcado (signo de Kernig).
meninges son tan virulentos que inflamación incontenible En estas etapas está justificado el ingreso hospitalario urgente.
y una sepsis con irritación cerebral pueden causar pronto El tratamiento debe iniciarse de modo inmediato y
en el paciente un estado comatoso potencialmente mortal. consiste en la administración de antibióticos intravenosos
Las meningitis suelen ser tratables con antibióticos. a dosis elevadas, junto a las medidas de sostén adecuadas.

Conceptos prácticos
Tum ores cerebrales se suelen situar en el nervio vestibulococlear [VIII] y sus
La determinación de la estructura anatómica a partir de regiones próximas, así como en el ángulo pontocerebeloso.
la cual se origina un tumor reviste la mayor importancia, Las lesiones intraaxiales pueden ser primarias o
máxime cuando el tumor se localiza en el interior de la secundarias. Las lesiones secundarias son con diferencia
cavidad craneal. La incorrecta localización de la lesión las más frecuentes y en la mayoría de los casos se trata de
y de su lugar de origen puede acarrear consecuencias tumores metastásicos.
devastadoras al paciente. Las lesiones metastásicas tumorales más frecuentes
Cuando se estudia una lesión cerebral, es importante proceden de un cáncer de mama o de pulmón, aunque muchos
definir si se trata de una lesión intraaxial (intracerebral) otros tumores pueden cursar con metástasis cerebrales.
o extraaxial (localizada fuera del cerebro). Los tumores cerebrales primarios son poco frecuentes
Los tumores extraaxiales más comunes incluyen los y pueden oscilar desde formas benignas a variedades
meningiomas (tumores originados en las meninges) y los muy agresivas de muy mal pronóstico. Estos tumores se
neurinomas del acústico. Los meningiomas generalmente originan de las distintas líneas celulares, siendo posible
derivan de las meninges, y sus localizaciones preferidas encontrar gliomas, oligodendrocitomas y tumores del
incluyen las regiones próximas a la hoz del cerebro, el plexo coroideo. Los tumores cerebrales primarios pueden
borde libre de la tienda del cerebelo y el borde anterior presentarse a cualquier edad, aunque los picos de mayor
de la fosa craneal media. Los neurinomas del acústico incidencia se producen en los primeros años de vida y al
878 comienzo de la edad media de la vida.
Anatomía regional • Encéfalo e irrigación 8

E N C ÉFA LO E IRRIGACIÓN considera como la región más rostral del tronco encefálico
(sin embargo, en la actualidad el término tronco del encéfalo
Encéfalo hace referencia al mesencéfalo, la protuberancia y el bulbo
raquídeo).
El encéfalo es uno de los componentes del sistema nervioso
El mesencéfalo es la primera región del tronco encefálico
central.
que se observa en la exploración de un cerebro adulto intac­
Durante el desarrollo, el encéfalo puede dividirse en cinco
to. Se encuentra en la zona de unión entre las fosas craneales
partes continuas (figs. 8.36 y 8.37). De rostral (o craneal) a
media y posterior.
caudal se distinguen:
El metencéfalo, integrado por el cerebelo (compuesto por
dos hemisferios laterales y una porción media que ocupan la
■ El telencéfalo (cerebro), se compone de los grandes hemis­
fosa craneal posterior por debajo de la tienda del cerebelo) y la
ferios cerebrales. En su superficie se observan una serie de
protuberancia (una región prominente del tronco encefálico
elevaciones (circunvoluciones) y de depresiones (surcos).
anterior al cerebelo, que ocupa la porción más anterior de la
Los hemisferios cerebrales se encuentran separados parcial­
fosa craneal posterior, sobre el clivus y el dorso de la silla turca).
mente por una profunda fisura longitudinal. El cerebro ocu­
El mielencéfalo (bulbo raquídeo o médula oblongada),
pa el espacio intracraneal existente por encima de la tienda
es la porción más caudal del tronco encefálico. En él encon­
del cerebelo y se subdivide en lóbulos según su posición.
tramos los nervios craneales VI a XII. Finaliza en el agujero
■ El diencéfalo, que en el cerebro adulto está oculto por los
magno o en la salida de las raíces más superior del primer
hemisferios cerebrales, está integrado por el tálamo, el hi-
nervio cervical.
potálamo y otras estructuras relacionadas. Clásicamente se

Hemisferios cerebrales
(telencéfalo)
Lóbulo parietal

Lóbulo frontal

Lóbulo occipital

Lóbulo temporal
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Cerebelo
(metencéfalo)
Protuberancia (metencéfalo)

Bulbo raquídeo (mielencéfalo)

Fig. 8.36 Visión lateral del encéfalo.

879
Cabeza y cuello

— Tálamo
Diencéfalo-
— Hipotálamo

Cerebelo
(metencéfalo)

Cerebro medio (mesencófalo)----------

Protuberancia (metencéfalo)

Bulbo raquídeo (mielencéfalo)

Fig. 8.37 Sección sagital del encéfalo.

Irrigación cerebral Las dos arterias vertebrales penetran en la cavidad craneal


a través del agujero magno y se fusionan en la zona inferior de
El encéfalo recibe su irrigación arterial a partir de dos pares de
la protuberancia, originando la arteria basilar.
vasos, las arterias carótidas internas y las arterias verte­
Las dos arterias carótidas internas entran en la cavidad
brales (fig. 8.38), que se interconectan en la cavidad craneal
craneal a través de los dos conductos carotídeos.
para formar un círculo arterial (el polígono de Willis).
Comunicante anterior Fig. 8.38 Vascularización arterial del cerebro. A . Esquema.
B. Angiograma mediante resonancia magnética. Se observan
Círculo arterial del encéfalo
Cerebral anterior unas arterias carótidas y arterias vertebrales normales.
C . TC con contraste de los vasos carotídeos.
Cerebral media

Oftálmica

Cerebral Basilar
posterior

Carótida
interna Carótida
derecha interna
izquierda

Carótida
común
derecha

Vertebral Vertebral
izquierda

Subclavia Subclavia
derecha izquierda
Tronco Carótida común
braquiocefálico izquierda
Cayado aórtico

Basilar

Carótida
interna
interna izquierda
Carótida derecha
Carótida interna
interna izquierda
derecha Vertebral
derecha
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Vertebral Vertebral
izquierda izquierda

Carótida
Carótida
común Carótida común
izquierda común
Vertebral izquierda
derecha
derecha

Carótida
común
derecha

881
Cabeza y cuello

Arterias vertebrales ■ Inmediatamente antes de la unión de las dos arterias verte­


brales, cada una emite una arteria cerebelosa posteroin-
Cada arteria vertebral se origina en la parte inferior del cue­
ferior.
llo a partir de la primera porción de cada arteria subclavia
(fig. 8.38) y ascienden a través de los agujeros transversos de las
La arteria basilar se dirige en dirección rostral a lo largo
primeras seis vértebras cervicales, para penetrar en la cavidad
de la superficie anterior de la protuberancia (fig. 8.39). En­
craneal a través del agujero magno, donde cada arteria verte­
tre sus ramas, siguiendo una dirección de caudal a rostral,
bral emite una pequeña rama meníngea.
se distinguen: las arterias cerebelosas anteroinferiores,
Más adelante, cada arteria vertebral emite tres ramas adi­
varias arterias pontinas de pequeño calibre y las arterias
cionales antes de unirse entre sí y dar lugar a la arteria basilar
cerebelosas superiores. La arteria basilar finaliza por medio
(figs. 8.38 y 8.39):
de una bifurcación que da origen a las arterias cerebrales
posteriores.
■ Una rama se une con su homologa contralateral originando
la arteria espinal anterior, que desciende por la fisura
Arterias carótidas internas
mediana anterior de la médula espinal.
■ La segunda rama es la arteria espinal posterior, que Las dos arterias carótidas internas representan una de las dos
pasa posteriormente rodeando el bulbo para descender ramas terminales de las arterias carótidas comunes (fig. 8.38).
sobre la superficie posterior de la médula espinal en la zona Ascienden hasta llegar a la base del cráneo, accediendo a su
de salida de las raíces posteriores. Existen dos arterias es­ interior a través de los conductos carotídeos.
pinales posteriores, una a cada lado (aunque las arterias Una vez en el interior de la cavidad craneal, cada arteria
espinales posteriores pueden originarse directamente de carótida interna emite las siguientes ramas: la arteria oftálmi­
las arterias vertebrales, con mayor frecuencia son ramifi­ ca, la arteria comunicante posterior, la arteria cerebral
caciones de las arterias cerebelosas posteroinferiores). media y la arteria cerebral anterior (fig. 8.39).

Lóbulo frontal

anterior

Lóbulo temporal
Comunicante anterior
Cerebral anterior
Cerebral media
Comunicante posterior Mesencéfalo
Cerebral Cerebelosa superior
Protuberancia Basilar

Cerebelosa inferoanterior

Espinal anterior
Cerebelosa inferoposterior
Vertebral

Espinal posterior
Cerebelo

Fig. 8.39 Arterias de la base del cerebro.


Anatomía regional • Encéfalo e irrigación 8

Círculo arterial del cerebro ■ Una arteria comunicante anterior que conecta entre sí a la
arteria cerebral anterior izquierda con la derecha.
El círculo arterial del cerebro (polígono de Willis) se forma en la
■ Dos arterias comunicantes posteriores, una a cada lado, que
base del cerebro por la unión entre los vasos vertebrobasilares
conectan la arteria carótida interna con la arteria cerebral
y las ramas de la arteria carótida interna (fig. 8.38). En esta
posterior (figs. 8.38 y 8.39).
interconexión anastomótica participan:

Conceptos prácticos
A ccidente cerebrovascular tejido cerebral también puede perderse el aspecto de los
Un accidente cerebrovascular (ACV) o ictus se define como surcos normales (fig. 8.40A). Si se realiza una trombólisis,
la interrupción del flujo sanguíneo al encéfalo o al tronco a las 24 horas hay que repetir la TC para valorar posibles
del encéfalo que provoca una alteración de la función complicaciones, como una hemorragia intracraneal.
neurológica con una duración superior a las 24 horas. Entre otras pruebas diagnósticas se realizan pruebas
Si la alteración se resuelve antes se denomina accidente bioquímicas y hematológicas para identificar alteraciones
isquémico transitorio (AIT). Según su etiología los ictus de la glucemia o coagulopatías. Las pruebas toxicológicas
pueden dividirse en isquémicos o hemorrágicos. pueden ser útiles para descartar intoxicaciones que pueden
Los isquémicos a su vez pueden subdividirse por su origen simular un ictus.
en trombóticos o embólicos. Estos últimos son con mucho La extensión de la lesión neurológica puede evaluarse
los más frecuentes de todos los ictus y a menudo se deben posteriormente mediante una resonancia magnética (RM)
a émbolos originados en placas de ateroma de las arterias cerebral, que aporta mayor resolución en los tejidos
carótidas que se desprenden y terminan obstruyendo vasos blandos comparada con la TC. La RM también es útil
intracraneales de menor diámetro. Los ictus hemorrágicos para identificar ictus demasiado pequeños para la TC.
son secundarios a la rotura de un vaso sanguíneo. La RM utiliza complejos algoritmos para formar series de
Los factores de riesgo de los ictus son los mismos imágenes conocidas como secuencias. Pueden obtenerse
que los de las enfermedades cardiovasculares: diabetes, diversas secuencias para valorar diferentes propiedades
hipertensión y tabaquismo. En pacientes jóvenes existen anatómicas y fisiológicas del encéfalo. Un ictus, agudo
causas adicionales como coagulopatías subyacentes, uso o crónico, se observa como una región brillante en las
de anticonceptivos orales y consumo de drogas (como secuencias sensibles a líquidos (potenciadas en T2)
cocaína). (fig. 8.40B). Para determinar si un ictus es agudo hay que
Los síntomas y signos del ictus dependen de la obtener secuencias adicionales: potenciadas en difusión
distribución de la hipoperfusión cerebral. Son frecuentes (DWI, por sus siglas en inglés) (fig. 8.40C) y mapa de
las hemiparesias o hemiparestesias de rápida instauración, coeficiente de difusión aparente (ADC) (fig. 8.40D).
las alteraciones de los campos visuales, la disartria, las Con esto se evalúa la difusión de las moléculas de agua
ataxias y la disminución del nivel de consciencia. en el tejido cerebral. Si la región de la alteración aparece
El ictus es una urgencia neurológica. Por ello es brillante en la secuencia DWI y oscura en el mapa ADC
fundamental establecer el diagnóstico tan pronto como se trata de una difusión restringida compatible con un
sea posible para administrar el tratamiento necesario e ictus agudo. Estas alteraciones pueden persistir hasta
incluso para salvar la vida. Los trombolíticos potentes una semana después del inicio del cuadro.
pueden restablecer la circulación sanguínea y mejorar el También hay que realizar pruebas de imagen de las
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estado del paciente si se administran en las primeras arterias carótidas y vertebrales para detectar aterosclerosis
3-4,5 horas desde el inicio de los síntomas. y estenosis. Pueden llevarse a cabo ecografías, TC o, con
Tras la anamnesis y la exploración neurológica inicial se menor frecuencia, RM.
debe realizar una tomografía computarizada (TC) cerebral El manejo de un ictus es multidisciplinar. La prioridad
a todos los pacientes con sospecha de ictus. Con ello se es el tratamiento de soporte para la estabilización del
trata de identificar los casos de origen hemorrágico en paciente. En la rehabilitación participan especialistas
los que el tratamiento trombolítico está contraindicado en ictus, logopedas, terapeutas ocupacionales y
y además pueden descartarse otros diagnósticos, como fisioterapeutas. A largo plazo, para la prevención
un posible tumor. En los ictus isquémicos la TC temprana secundaria del ictus son fundamentales los antiagregantes
puede ser normal o mostrar una zona relativamente plaquetarios, como la aspirina, y el control de los factores
oscura de baja densidad que corresponde a la región de riesgo cardiovascular.
hipoperfundida. Debido al edema e inflamación del (Continúa)
883
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos (cont.)

Fig. 8.40 Diferentes pruebas de imagen empleadas en la evaluación de un ictus (flechas). A . TC. B. TC potenciada en T2.
C . Imagen potenciada en difusión (DWI). D. Imagen del coeficiente de difusión aparente (ADC).

884
Anatomía regional • Encéfalo e irrigación 8

Conceptos prácticos
Endarterectom ía producen calcificaciones. Las placas suelen desarrollarse
La endarterectomía es un procedimiento quirúrgico para en las bifurcaciones de los vasos, lo que limita el flujo,
extirpar las placas de ateroma de las arterias. y pueden terminar embolizando a órganos distales.
Las placas de ateroma se forman en la capa En la endarterectomía se extirpa la placa y se reabre el
subendotelial de los vasos y están constituidas por depósitos vaso. En muchos casos se sutura un parche sobre el orificio
de colesterol y macrófagos rellenos de lípidos. A largo plazo abierto, gracias a lo cual mejora el flujo y se previene el
también se acumula tejido conjuntivo fibroso y se estrechamiento secundario a la sutura.

Conceptos prácticos
A neurism as intracerebrales diagnóstico. La TC inicial demuestra la presencia de sangre
Los aneurismas intracerebrales se originan de los vasos en el espacio subaracnoideo, que puede asociarse con una
integrantes o próximos al círculo arterial del cerebro hemorragia intracerebral. La angiografía cerebral permite
(polígono de Willis). Generalmente se producen en o al radiólogo determinar la localización, el tamaño y el
alrededor de la arteria comunicante anterior, la arteria origen del aneurisma.
comunicante posterior, las ramas de la arteria cerebral Los pacientes suelen precisar intervenciones quirúrgicas
media, el extremo distal de la arteria basilar (fig. 8.41) y la complejas con el fin de ligar el cuello del aneurisma.
arteria cerebelosa posteroinferior. Recientemente, las técnicas de radiología intervencionista
A medida que los aneurismas aumentan de tamaño, han reemplazado al tratamiento quirúrgico convencional
se incrementa el riesgo de rotura. Por lo general los en algunos aneurismas de localizaciones específicas. Estas
pacientes desconocen la existencia del aneurisma. Tras técnicas implican la cateterización de la arteria femoral y
su rotura, el paciente experimenta de forma aguda una la colocación de un catéter de gran longitud que a través
cefalea «terebrante» que produce rigidez de nuca y de la aorta llega a la circulación carotídea y de allí hasta la
puede acompañarse de vómitos. En algunos pacientes circulación encefálica. El extremo del catéter se sitúa en el
el desenlace es mortal, pero un número elevado logra aneurisma, que se rellena con minúsculas microespirales
llegar al hospital con vida, siendo posible establecer el (fig. 8.42) que sellan el punto de rotura.

B Aneurisma del extremo de la arteria basilar


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Posterior

Fig. 8.41 Aneurisma del extremo de la arteria basilar. A . Sección tridimensional de una TC craneal. B. Detalle del aneurisma.

(Continúa) 885
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos (cont.)


Arterias cerebrales izquierda
y derecha -Arteria cerebral anterior izquierda
1 B

Aneurisma de la arteria -Arteria carótida interna izquierda Aneurisma de la arteria


comunicante anterior comunicante anterior
- Arteria cerebral media tras su embolización

Fig. 8.42 Aneurisma de arteria comunicante anterior. A . Angiograma carotídeo izquierdo. B. Angiograma carotídeo izquierdo
postembolización.

Drenaje venoso Vena emisaria Vena diploica

El drenaje de la sangre venosa del encéfalo comienza interna­ Duramadre


mente en redes de pequeños conductos venosos que drenan en Vena cerebral
las venas cerebrales de mayor tamaño, las venas cerebelosas
y las venas que drenan el tronco del encéfalo, que en última
instancia finalizan en los senos venosos durales. Los senos
venosos durales son espacios tapizados por endotelio que se
localizan entre las capas perióstica externa y la meníngea
interna de la duramadre, y drenan en las venas yugulares
internas.
Las venas diploicas, que discurren entre las tablas externa
e interna del hueso compacto del techo de la cavidad craneal,
y las venas emisarias, que penetran desde el exterior de la
cavidad craneal, también drenan en los senos venosos durales
(fig. 8.43).
Las venas emisarias poseen importancia clínica debido a
que al carecer de válvulas pueden ser una puerta de entrada
de infecciones al interior de la cavidad craneal.

Senos venosos de la duramadre


Los senos venosos de la duramadre incluyen el seno sagital
superior, el seno sagital inferior, el seno recto, los senos trans­ Piamadre
versos, los senos sigmoideos, los senos occipitales, la confluencia Espacio subaracnoideo Aracnoides
de los senos, y los senos cavernosos, esfenoparietales, petrosos
886 Fig. 8.43 Senos venosos de la duramadre.
superiores, petrosos inferiores y basilares (fig. 8.44, tabla 8.3).
Anatomía regional • Encéfalo e irrigación 8

Seno sagital inferior

Seno sagital superior Seno sigmoideo


Seno petroso superior

Seno recto

Confluencia de los senos


Seno basilar

Vena cerebral magna


Seno esfenoparietal

Seno intercavernoso

Vena oftálmica

Seno transverso derecho


Seno sigmoideo
Seno petroso superior

Seno petroso inferior


Seno cavernoso Venas del plexo pterigoideo

Fig. 8.44 Venas, meninges y senos venosos de la duramadre.

Tabla 8.3 Senos venosos de la duramadre

Senos de la duramadre Situación Afluentes


Sagital superior Borde superior de la hoz del cerebro Venas emisarias, diploicas, cerebrales superiores y LCR
Sagital inferior Margen inferior de la hoz del cerebro Algunas venas cerebrales y venas de la hoz del cerebro
Recto Unión de la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo Seno sagital inferior, vena cerebral magna, venas
cerebrales posteriores, venas cerebelosas superiores
y venas de la hoz del cerebro
Occipital Hoz del cerebelo, frente al hueso occipital Se comunica inferiormente con el plexo venoso vertebral
Confluencia de los senos Dilatación en la protuberancia occipital interna Seno sagital superior, seno recto y seno occipital
Transverso (derecho Extensiones horizontales de la confluencia de los senos Drena la confluencia de los senos (a la derecha: el seno
e izquierdo) a lo largo de las inserciones posteriory lateral de la transverso y por lo general el seno sagital superior;
tienda del cerebelo a la izquierda: el seno transverso y por lo general el seno
recto); así como el seno petroso superior, y las venas
cerebrales inferiores, cerebelosas, emisarias y diploicas
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Sigmoideo (derecho Continuación de los senos transversos hacia la vena Senos transversos y venas cerebrales, cerebelosas,
e izquierdo) yugular interna, surco en los huesos parietal, occipital emisarias y diploicas
y temporal
Cavernoso (par) Región lateral del cuerpo del esfenoides Venas oftálmicas y cerebrales y venas emisarias del plexo
pterigoideo de las venas y senos esfenoparietales
Intercavernoso Cruza la silla turca Interrelaciona los senos cavernosos
Esfenoparietal (par) Superficie inferior de las alas menores del esfenoides Venas meníngeas y diploicas
Petroso superior (par) Borde superior de la porción petrosa del hueso temporal Seno cavernoso y venas cerebrales y cerebelosas
Petroso inferior (par) Surco entre la porción petrosa del hueso temporal y el Seno cavernoso, venas cerebelosas y venas del oído
hueso occipital, finalizando en la vena yugular interna interno y del tronco del encéfalo
Basilar Clivus, justo posterior a la silla turca del esfenoides Conecta los senos petrosos inferiores y se comunica
con el plexo venoso vertebral
887
Cabeza y cuello

Seno sagital su p erio r yugulares internas. En los senos sigmoideos también drenan
venas cerebrales, cerebelosas, diploicas y emisarias.
El seno sagital superior se dispone en el borde superior de la hoz
del cerebro (fig. 8.44). Comienza anteriormente en el agujero Senos cav ern o so s
ciego, donde puede recibir una pequeña vena emisaria de la
cavidad nasal, y finaliza posteriormente en la confluencia de Los senos cavernosos son dos estructuras que se aplican contra
los senos, generalmente curvándose hacia la derecha para las paredes laterales del cuerpo del hueso esfenoides, a cada lado
drenar en el seno transverso derecho. El seno sagital superior de la silla turca (fig. 8.45). Poseen una gran importancia
se comunica con extensiones laterales (lagunas laterales) del clínica debido a sus conexiones y a las estructuras que los
seno que contienen numerosas granulaciones aracnoideas. atraviesan.
El seno sagital superior recibe generalmente sangre de las En los senos cavernosos drena sangre no sólo de las venas
venas cerebrales que provienen de la superficie superior de los cerebrales sino también de las venas oftálmicas (provenientes de
hemisferios cerebrales, las venas diploicas, las venas emisarias la órbita) y de venas emisarias (del plexo venoso pterigoideo
y las venas de la hoz del cerebro. de la fosa infratemporal). Estas conexiones proporcionan vías a
través de la cuales las infecciones pueden penetrar desde locali­
Seno sagital in ferio r y sen o re c to zaciones extracraneales hacia el interior de la cavidad craneal.
Además, las estructuras que pasan a través del seno cavernoso,
El seno sagital inferior se encuentra en el borde inferior de la
localizadas en sus paredes, son susceptibles de lesionarse por
hoz del cerebro (fig. 8.44). Recibe unas pocas venas cerebrales
la inflamación.
y venas de la hoz del cerebro, y finaliza posteriormente en el
Las estructuras que atraviesan cada seno cavernoso son:
margen anterior de la tienda del cerebelo, donde se une a la
vena cerebral magna, formando conjuntamente el seno recto
■ La arteria carótida interna.
(fig. 8.44).
■ El nervio abducens [VI].
El seno recto continúa en dirección posterior a lo largo de la
unión de la hoz del cerebro y de la tienda del cerebelo y finaliza
en la confluencia de los senos, curvándose generalmente hacia
la izquierda para vaciarse en el seno transverso izquierdo. Nervio troclear [IV] Nervio abducens [VI]
El seno recto por lo general recibe sangre del seno sagital
Arteria carótida interna
inferior, de las venas cerebrales (de la porción posterior de los
hemisferios cerebrales), de la vena cerebral magna que drena
las áreas profundas de los hemisferios cerebrales, las venas
Duramadre
cerebelosas superiores y las venas de la hoz del cerebro.

C onfluen cia de los sen os, sen o sigm oideo y sen os


tra n sv e rso s
El seno sagital superior, el seno recto y el seno occipital (en
la hoz del cerebelo) drenan en la confluencia de los senos, un
espacio dilatado que se localiza en la protuberancia occipital
interna (fig. 8.44) y que a su vez drena en los senos transversos
derecho e izquierdo.
Los senos transversos pares se extienden siguiendo una
dirección horizontal a partir de la confluencia de los senos,
donde la tienda del cerebelo se une a las paredes posterior y
lateral de la cavidad craneal.
Los senos transversos derecho e izquierdo reciben normal­
mente la sangre del seno sagital superior y del seno recto, res­
pectivamente.
En los senos transversos también drenan el seno petroso
superior, las venas de las regiones inferiores de los hemis­
ferios cerebrales y del cerebelo, así como venas diploicas y
Seno cavernoso (venoso)
emisarias.
Cuando los senos transversos abandonan la superficie División oftálmica del nervio trigémino [Vj]
del hueso occipital, pasan a denominarse senos sigmoideos
(fig. 8.44). Los senos sigmoideos se dirigen inferiormente dis­ División maxilar del nervio trigémino [Vy
curriendo a lo largo de surcos de los huesos parietales, tem­
Fig. 8.45 Senos cavernosos.
porales y occipital antes de finalizar en el origen de las venas
Anatomía regional • Encéfalo e irrigación 8

Las estructuras que se localizan en la pared lateral de cada superior comienza en el límite posterior de cada seno cavernoso
seno cavernoso son, en dirección superoinferior: y pasa posterolateralmente a lo largo del borde superior de la
porción petrosa de cada hueso temporal hasta alcanzar el seno
■ El nervio oculomotor [III]. transverso (fig. 8.44). En los senos petrosos superiores también
■ El nervio troclear [IV]. drenan venas cerebrales y cerebelosas.
■ El nervio oftálmico [V J. Los dos senos petrosos inferiores también se originan en el
■ El nervio maxilar [V2]. límite posterior de los senos cavernosos. Se dirigen postero-
inferiormente siguiendo un surco existente entre la porción
Los senos cavernosos derecho e izquierdo se encuentran petrosa del hueso temporal y la porción basal del hueso occi­
conectados por los senos intercavernosos, situados en los lados pital, terminando en las venas yugulares internas. Estos senos
anterior y posterior del tallo hipofisario (fig. 8.44). contribuyen al drenaje de los senos cavernosos así como de las
Los senos esfenoparietales drenan en el límite anterior de venas cerebelosas, las venas del oído interno y las venas del
cada seno cavernoso. Estos pequeños senos se localizan a lo tronco del encéfalo.
largo de la superficie inferior de las alas menores del esfenoides Los senos basilares conectan los senos petrosos inferiores
y reciben sangre de venas meníngeas y diploicas. entre sí y con el plexo venoso vertebral. Se sitúan sobre el clivus,
inmediatamente posteriores a la silla turca del hueso esfenoides
S enos p etro so s su p erio res e in ferio res (fig. 8.44).
Los senos petrosos superiores drenan la sangre de los senos
cavernosos hacia los senos transversos. Cada seno petroso
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889
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos
Cuero cabelludo y meninges
Relaciones e implicaciones clínicas del cuero cabelludo y las meninges (fig. 8.46).
Conectados formando
una unidad estructural

1 Tejido conjuntivo laxo (zona de peligro)


• En las lesiones por arrancamiento esta es la capa en la que se produce la separación.
• En esta capa las infecciones se diseminan con facilidad.
• Las contusiones pueden provocar hemorragias en esta capa
(la sangre puede desplazarse hacia la cara y dar lugar a los «ojos morados»).
2 La rotura de la arteria meníngea media (ramas) por la fractura de la tabla interna ósea provoca
un hematoma extradural. Bajo presión, la sangre separa progresivamente la duramadre del hueso.
3 La rotura de una vena cerebral en el punto donde cruza la duramadre para entrar en el seno venoso craneal puede provocar un
hematoma subdural. La rotura separa un fina capa de duramadre meníngea de otra que se mantiene unida a la capa perióstica.
Como consecuencia de ello, el hematoma queda cubierto por una membrana limitante interna derivada de parte de la duramadre.

4 Aneurisma
• La rotura de aneurismas de vasos del círculo arterial del cerebro provoca una hemorragia directamente en el espacio subaracnoideo.

890 Fig. 8.46 Cuero cabelludo y meninges.


Anatomía regional • Encéfalo e irrigación 8

Conceptos prácticos
Traum atism o craneal por las fuerzas de desaceleración dentro del cerebro.
Los traumatismos craneales son lesiones frecuentes y Estas lesiones por lo general son irreversibles. Otros
suponen una fuente de morbimortalidad importante. tipos de lesiones cerebrales primarias incluyen la
Suelen ocurrir en hombres adultos jóvenes y representan hemorragia intracerebral y las heridas penetrantes,
un 10% de las causas de muerte en este grupo de edad. que pueden destruir directamente la sustancia gris
El traumatismo craneal puede ser la única lesión, pero y la sustancia blanca.
a menudo el paciente presenta otras lesiones. Siempre ■ Las lesiones secundarias son secuelas del
debe sospecharse la presencia de un traumatismo craneal traumatismo inicial. Entre ellas se incluyen la
en todo paciente con lesiones múltiples. El 50% de los laceración del cuero cabelludo, la fractura de la
pacientes politraumatizados fallecen a consecuencia bóveda craneal, la rotura de las arterias y venas
de un traumatismo craneal. intracerebrales, el edema cerebral y la infección.
En el momento de producirse el traumatismo craneal En la mayoría de los casos estas complicaciones
se inician dos procesos: pueden tratarse si se diagnostican pronto.
La instauración precoz de un tratamiento efectivo
■ En primer lugar, la lesión cerebral primaria consiste mejora deforma significativa la recuperación
en el daño celular y axonal primarios, producidos y el pronóstico del paciente.

Conceptos prácticos
Tip o s de hem o rragias intracraneales
Desplazamiento de la hoz
H em orragia cerebral prim aria del cerebro
Entre las múltiples causas de una hemorragia cerebral
primaria se incluyen la rotura de un aneurisma,
la hipertensión (hematoma intracerebral secundario a
una presión arterial elevada) y la hemorragia secundaria
a un infarto cerebral.

H em orragia extradural
Una hemorragia extradural (fig. 8.47) se debe a una lesión
arterial y se produce por la rotura de las ramas de la arteria
meníngea media, lo que ocurre generalmente en la región
del pterión. La sangre se acumula entre la capa perióstica
de la duramadre y la calvaría, y la colección hemática se
expande lentamente por efecto de la presión arterial.
Es típico que exista un antecedente de pérdida leve de
consciencia tras recibir un golpe en la cabeza (a menudo
durante la práctica de una actividad deportiva). Tras
el traumatismo, el paciente generalmente recobra la
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consciencia y suele existir un período de lucidez de unas


horas, transcurridas las cuales se instaura con rapidez un
cuadro de somnolencia, se pierde de nuevo la consciencia,
y se puede acompañar de un desenlace fatal.

Fig. 8.47 Hematoma extradural. TC axial cerebral.

(Continúa)

891
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos (cont.)


H em atom a subdural carga mayor de la normal. La historia clínica suele incluir el
El hematoma subdural (fig. 8.48) se debe a un sangrado antecedente de un traumatismo insignificante seguido de
venoso, generalmente por la rotura de las venas cerebrales una pérdida de consciencia insidiosa o de trastornos de la
en su punto de entrada al seno sagital superior. La rotura y personalidad.
la hemorragia que se desencadena separan la fina capa de
células del borde dural del resto de la duramadre a medida H em orragia su baracn oideo
que se forma el hematoma. Las hemorragias subaracnoideas (fig. 8.49) pueden
Los pacientes con más riesgo de sufrir un hematoma presentarse en pacientes que hayan sufrido traumatismos
subdural son los más jóvenes y los más ancianos. En los cerebrales de consideración, aunque típicamente se
pacientes con atrofia cerebral, el mayor tamaño del producen por la rotura de un aneurisma intracerebral
espacio subdural se traduce en que las venas cerebrales que interesa a vasos relacionados con el círculo arterial
que penetran en el seno sagital están sometidas a una (polígono de Willis).

Cisternas basales subaracnoideas ocupadas por sangre


Ventrículos laterales
desplazados

Hematoma subdural

Fig. 8.48 Hematoma subdural crónico (hipodenso).


TC axial cerebral. Fig. 8.49 Hemorragia subaracnoidea. TC axial cerebral.

892
Anatomía regional • Encéfalo e irrigación 8

Conceptos prácticos Conceptos prácticos


V enas em isarias Conm oción cerebral
Las venas emisarias conectan las venas extracraneales La conmoción cerebral constituye el tipo más frecuente de
con las intracraneales y son importantes desde el punto lesión cerebral de origen traumático. Se suele producir por
de vista clínico porque pueden constituir una vía de una rápida deceleración de la cabeza o por una rotación
entrada para las infecciones hacia la cavidad craneal. del encéfalo dentro de la cavidad craneal. Entre los
Las venas emisarias carecen de válvulas, como sucede síntomas generales se incluyen amnesia postraumática,
con la mayoría de las venas de la cabeza y el cuello. confusión, pérdida de conocimiento, cefalea, mareo,
vómitos, pérdida de coordinación motora y fotofobia.
El diagnóstico se basa en el desencadenante, la situación
neurológica y el nivel de consciencia del paciente.

Conceptos prácticos
Valoración clínica de pacientes con traum atism o fin de prevenir nuevas lesiones p. ej., una persona anciana
craneal que haya tropezado con la moqueta floja de una escalera).
La valoración clínica de los pacientes que han sufrido La exploración clínica debe ser exhaustiva e incluir a
un traumatismo craneal siempre parece relativamente todos los sistemas, pero prestando especial atención al
sencilla, aunque la realidad sea la contraria. sistema nervioso central y al periférico. Debe valorarse
Los tipos de traumatismos pueden ser variados, desde el nivel de consciencia y documentarlo con precisión
una simple caída hasta un politraumatismo complejo. empleando la escala de coma de Glasgow, que permite
La edad del paciente y su capacidad para comunicarse asignar un valor numérico al nivel de consciencia que
y relatar lo sucedido son factores importantes. presente el enfermo, de modo que puede medirse y
Se deben documentar las circunstancias en las que cuantificarse cualquier signo de mejoría o empeoramiento.
ocurrió el accidente ya que algunos traumatismos
Escala d e com a d e Glasgow
craneales se producen como consecuencia de una
La escala de coma de Glasgow fue propuesta en 1974 y
agresión grave, por lo que el médico puede ser llamado
hoy en día es ampliamente aceptada en todo el mundo.
a declarar ante un tribunal de justicia.
La puntuación total es de 15 puntos, de modo que un
La determinación de la gravedad del traumatismo
resultado de 15/15 indica que el paciente se encuentra
craneal puede ser difícil sobre todo en los casos en los
alerta y totalmente orientado, mientras que un resultado
que la lesión ocurre como resultado o asociada a una
de 3/15 es indicativo de un coma profundo y grave.
intoxicación alcohólica.
El sistema de puntos valora la mejor respuesta motora
Tras el diagnóstico del traumatismo y una vez
(un total de 6 puntos), la mejor respuesta verbal (un total
instaurado el tratamiento correcto, deben tenerse en
de 5 puntos) y la mejor respuesta de la motilidad ocular
cuenta las circunstancias en las que tuvo lugar y el entorno
(un total de 4 puntos).
al que volverá el paciente tras finalizar el tratamiento con el

Conceptos prácticos
Tratam iento de los traum atism os craneales y disrupción del tronco encefálico puede lesionar los
El tratamiento de una lesión cerebral primaria es muy centros de control de la función cardiorrespiratoria
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

limitado. La interrupción axonal y la muerte celular suelen básica y tener un desenlace fatal. El edema cerebral
ser irreversibles. La lesión cerebral se acompaña, al igual focal puede producir la herniación de parte del
que en la mayoría de los tejidos, de un aumento de cerebro bajo la hoz del cerebro (herniación falcial).
volumen. Al encontrarse confinado en un espacio fijo Para impedir el aumento de volumen cerebral se pueden
(el cráneo), dicho aumento de volumen cerebral afecta a su instaurar medidas sencillas, como la hiperventilación (que
funcionamiento y posee otros dos efectos importantes. altera el equilibrio ácido-base intracerebral y disminuye la
■ Primero, el aumento de tamaño cerebral comprime hinchazón) y la administración intravenosa de corticoides
los vasos craneales, lo que se traduce en un marcado (aunque a menudo son de acción retardada).
aumento fisiológico de la presión arterial. Los hematomas extracerebrales pueden ser eliminados
■ Segundo, el aumento de volumen cerebral puede quirúrgicamente.
ser difuso, y con el tiempo conducir a la compresión El pronóstico de los pacientes con traumatismo cerebral
del cerebro y del tronco del encéfalo a través del depende del manejo de las lesiones secundarias derivadas. 893
agujero magno (enclavamiento). Esta compresión Un paciente que haya sufrido una lesión primaria grave
puede recuperarse y llevar una vida normal.
Cabeza y cuello

NERVIOS CR A N EA LES Los componentes sensoriales especiales se asocian con la


audición, la visión, el olfato, el equilibrio y el gusto.
Los 12 pares de nervios craneales pertenecen al sistema nervio- Los componentes motores especiales incluyen la inervación
so periférico (SNP) y abandonan el cráneo a través de orificios de los músculos esqueléticos derivados embrionariamente de
o fisuras de la cavidad craneal. Todos los nervios, excepto el los arcos faríngeos y no de somitos.
nervio accesorio [XI], se originan en el encéfalo. En embriología humana, se describen seis arcos faríngeos, pero
Además de contar con unos componentes somáticos y vis- el quinto arco faríngeo nunca se desarrolla. Cada uno de estos
cerales parecidos a los de los nervios espinales, algunos nervios arcos faríngeos se desarrolla en asociación con un nervio craneal
craneales también poseen componentes motores y sensoriales o con uno de sus ramos. Los nervios craneales transportan fibras
especiales (v. tablas 8.4 y 8.5).

Tabla 8.4 Componentes funcionales de los nervios craneales

Componente funcional Abreviatura Función general Nervios craneales que contienen componentes
Aferencia somática general ASG Percepción del tacto, del dolo Nervio trigémino [V]; nervio facial [Vil]; nervio
y de la temperatura glosofaríngeo [IX]; nervio vago [X]
Aferencia visceral general AVG Aferencias viscerales Nervio glosofaríngeo [IX]; nervio vago [X]
Aferencia especial* AE Olfato, gusto, visión, audición Nervio olfatorio [1]; Nervio óptico [II]; nervio facial [VII];
y equilibrio nervio vestibulococlear [VIII]; nervio glosofaríngeo [IX];
nervio vago [X]
Eferencia somática general ASG Inervación motora de los músculos Nervio oculomotor [III]; nervio troclear [IV]; nervio
esqueléticos (voluntarios) abducens [VI]; nervio hipogloso [XII]; nervio accesorio [XI]
Eferencia visceral general EVG Inervación motora de los músculos lisos, Nervio oculomotor [III]; nervio facial [Vil]; nervio
el músculo cardíaco y las glándulas glosofaríngeo [IX]; nervio vago [X]
Eferencia branquial** EB Inervación motora de los músculos Nervio trigémino [V]; nervio facial [Vil]; nervio
esqueléticos derivados del mesodermo glosofaríngeo [IX]; nervio vago [X]
del arco faríngeo
Otra term inología em pleada en la descripción de los com ponentes funcionales:
*Sensibilidad especial o aferencia visceral especial (AVE): del olfato, del gusto. Aferencia som ática especial (ASE): de la vista, del oído, del equilibrio.
**Eferencia visceral especial (EVE) o m otora branquial.

Tabla 8.5 Nervios craneales (v. abreviaturas en la tabla 8.4)

COMPONENTES

Nervio Aferencias Eferencias Salida del cráneo Función


Nervio olfatorio [I] AE Lámina cribosa Olfato
del hueso etmoides
Nervio óptico [II] AE Conducto óptico Visión
Nervio oculomotor [III] ESG, EVG Fisura orbitaria superior ESG: inervación de los músculos elevador del párpado superior, recto
superior, recto inferior, recto medial y oblicuo inferior
EVG: inervación del esfínter de la pupila para producir la constricción
pupilar y del músculo ciliar para la acomodación del cristalino, para
la visión cercana
Nervio troclear [IV] ESG Fisura orbitaria superior Inervación del músculo oblicuo superior
Nervio trigémino [V] ASG EB Fisura orbitaria superior: ASG: aferencia sensitiva de la división oftálmica [V,]: ojos, conjuntiva,
división oftálmica [V,] contenidos orbitarios, cavidad nasal, seno frontal, celdillas etmoidales,
Agujero redondo mayor: párpado superior, dorso de la nariz, cuero cabelludo anterior,
división maxilar [ V2] duramadre de la fosa craneal anterior, parte superior de la tienda del
Agujero oval: división cerebelo; la división maxilar [V2]: duramadre de la fosa craneal media,
mandibular [V3] nasofaringe, paladar, cavidad nasal, dientes superiores, seno maxilar,
piel de la región lateral de la nariz, párpado inferior, mejilla, labio
superior; la división mandibular [VJ: piel de la región inferior de la
cara, mejilla, labio inferior, oreja, parte anterior del oído externo, parte
del conducto auditivo externo, fosa temporal, dos tercios anteriores
de la lengua, dientes inferiores, celdillas mastoideas, mucosa de la
mejilla, mandíbula, duramadre de la fosa craneal media
EB: inervación de los músculos temporal, masetero, pterigoideo
lateral y medial, tensor del tímpano, tensor del velo del paladar,
vientre anterior del digástrico y milohioideo
Anatomía regional • Nervios craneales

Tabla 8.5 Nervios craneales (v. abreviaturas en la tabla 8.4) (cont.)

COMPONENTES

Nervio Aferencias Eferencias Salida del cráneo Función


Nervio abducens [VI] ESG Fisura orbitaria superior Inervación del músculo recto lateral
Nervio facial [Vil] EVG, EB Agujero estilomastoideo ASG: aferencias sensitivas de parte del conducto auditivo externo
[el nervio abandona la y partes profundas del pabellón auricular
cavidad craneal a través AS: gusto de los dos tercios anteriores de la lengua
del conducto auditivo EVG: inerva la glándula lagrimal, las glándulas salivales
interno] submandibular y sublingual, la mucosa de la cavidad nasal
y el paladar óseo y el blando
EB: inerva los músculos de la cara (músculos de la expresión facial)
y el cuero cabelludo derivados del segundo arco faríngeo, y los
músculos estapedio, vientre posterior del digástrico y estilohioideo
Nervio Conducto auditivo Ramo vestibular: equilibrio
vestibulococlear [VIII] interno Ramo coclear: oído
Nervio AVG, AE, Agujero yugular AVG: aferencias sensitivas del cuerpo y el seno carotídeo
glosofaríngeo [IX] ASG ASG: tercio posterior de la lengua, amígdalas palatinas, orofaringe,
mucosa del oído medio y de la trompa faringotimpánica y celdillas
mastoideas
AE: gusto del tercio posterior de la lengua
EVG: inerva la glándula parótida
EB: inerva el músculo estilofaríngeo
Nervio vago [X] ASG, AVG, EVG, EB Agujero yugular ASG: Aferencia sensitiva de la piel posterior de la oreja y del
AE conducto auditivo externo y de la duramadre de la fosa craneal
posterior
AVG: aferencia sensitiva de los quimiorreceptores del cayado aórtico
y de los barorreceptores del cayado aórtico, de la mucosa faríngea,
laríngea, esofágica, bronquial, pulmonar, cardíaca, y de las visceras
abdominales del intestino anterior y medio
AE: gusto de la epiglotis
EVG: inerva la musculatura lisa y las glándulas de la faringe, laringe,
visceras torácicas y visceras abdominales del intestino anterior y
medio
EB: inerva un músculo lingual (el palatogloso), los músculos del
paladar blando (excepto el tensor del velo del paladar), la faringe
(excepto el estilofaríngeo) y de la laringe
Nervio accesorio [XI] ESG Agujero yugular Inerva los músculos esternocleidomastoideo y trapecio
Nervio hipogloso [XII] ESG Conducto del hipogloso Inerva los músculos hiogloso, geniogloso y estilogloso, y todos
los músculos intrínsecos de la lengua
Cabeza y cuello

eferentes que inervan la musculatura derivada del arco faríngeo ■ Terminaciones periféricas en la mucosa nasal, que actúan
correspondiente. a modo de receptores.
La inervación de la musculatura derivada de los cinco arcos ■ Terminaciones centrales que transmiten la información al
faríngeos que se desarrollan es la siguiente: cerebro.

■ Primer arco: nervio trigémino [V3]. Los receptores se encuentran en el techo y en las zonas
■ Segundo arco: nervio facial [VII]. superiores de la cavidad nasal y las terminaciones centrales,
■ Tercer arco: nervio glosofaríngeo [IX]. tras reunirse en fascículos pequeños, acceden al interior de la
■ Cuarto arco: ramo laríngeo superior del nervio vago [X]. cavidad craneal a través de la lámina cribosa del hueso etmoides
■ Sexto arco: ramo laríngeo recurrente del nervio vago [X]. (fig. 8.50). Las sinapsis con las segundas neuronas tienen lugar
en los bulbos olfatorios (fig. 8.51).

Nervio olfatorio [I]


El nervio olfatorio [I] transporta las fibras aferentes especiales Nervio óptico [II]
(AE) encargadas del sentido del olfato. Sus neuronas sensoria­ El nervio óptico [II] vehiculiza fibras AE encargadas de
les poseen: la visión. Estas fibras transportan al cerebro la información

Bulbo olfatorio

Nervio óptico [II]


Nervio oftálmico [V,]
Nervio oculomotor [III] Nervio maxilar [V¿]
Nervio mandibular [VJ
Nervio abducens [VI]
Ganglio del trigémino
Nervio troclear [IV] -
Nervio facial [VII]

Nervio vestibulococlear [VIII]

Nervio glosofaríngeo [IX]


Nervio trigémino [V]
Nervio vago [X]

Nervio hipogloso [XII]


Nervio accesorio [XI]

Fig. 8.50 Salida de la cavidad craneal de los nervios craneales.


Anatomía regional • Nervios craneales 8

Bulbo olfatorio

Lóbulo temporal

Nervio óptico [II]

Protuberancia Nervio oculomotor [III]

Nervio troclear [IV]

Nervio facial [VII]


Raíz sensitiva del nervio
trigémino [V]
Nervio
Raíz motora del nervio
vestibulococlear [VIII]
trigémino [V]
Nervio Nervio abducens [VI]
glosofaríngeo [IX]

Nervio vago [X] y raíz Nervio hipogloso [XII]


craneal del accesorio

Nervio accesorio [XI] Cerebelo

Fig. 8.51 Nervios craneales en la base del encéfalo.

desde los fotorreceptores en la retina. Los procesos neuronales cavernoso (figs. 8.50y8.51;v. fig. 8.45),y abandona la cavidad
abandonan los receptores retinianos, se reúnen en pequeños craneal a través de la fisura orbitaria superior.
fascículos y son transportados por el nervio óptico hacia En la órbita, las fibras ESG del nervio oculomotor inervan
otros componentes del sistema visual en el cerebro. Los nervios los músculos elevador del párpado superior, recto superior, recto
ópticos acceden a la cavidad craneal a través de los conduc­ inferior, recto medial y oblicuo inferior.
tos ópticos (fig. 8.50). Las fibras EVG son fibras parasimpáticas preganglionares
que sinaptan en el ganglio ciliar antes de inervar el músculo
esfínter de la pupila, responsable de la contracción pupilar, y
al músculo ciliar, encargado de la acomodación del cristalino
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

N ervio oculom otor [III] para la visión próxima.


El nervio oculomotor [III] transporta dos tipos de fibras:

■ Fibras eferentes somáticas generales (ESG), que inervan la Nervio troclear [IV]
mayoría de los músculos extraoculares. El nervio troclear [IV] es el nervio craneal que transporta las
■ Fibras eferentes viscerales generales (EVG), que son parte fibras ESG que inervan en la órbita al músculo oblicuo superior,
de la fracción parasimpática de la división autónoma del un músculo extraocular. Surge del mesencéfalo y es el único
sistema nervioso periférico (SNP). nervio craneal que abandona el tronco del encéfalo por su cara
posterior (fig. 8.51). Tras incurvarse alrededor del mesencéfalo,
El nervio oculomotor [HI] abandona la superficie anterior penetra por la superficie inferior del borde libre de la tienda del
del tronco del encéfalo entre el mesencéfalo y la protuberancia cerebelo, continúa en dirección anterior por la pared lateral
(fig. 8.51). Alcanza el borde anterior de la tienda del cerebelo, del seno cavernoso (figs. 8 .5 0y 8.51;v . fig. 8.45) y entra en la
continúa en dirección anterior por la pared lateral del seno órbita a través de la fisura orbitaria superior.
897
Cabeza y cuello

Nervio trigém ino [V] Nervio maxilar [V2]


El nervio trigémino [V] es el nervio sensitivo general más El nervio maxilar [V2] se dirige hacia delante en la durama­
importante de la cabeza y también inerva los músculos dre de la pared lateral del seno cavernoso, justo por debajo
encargados del movimiento de la mandíbula. Transporta fi­ del nervio oftálmico [Vi] (v. fig. 8.45), abandona la cavidad
bras aferentes somáticas generales (ASG) y fibras eferentes craneal por el agujero redondo (fig. 8.50) y penetra en la fosa
branquiales (EB): pterigopalatina.
El nervio maxilar [V2] recibe ramos sensitivos de la dura­
■ Las fibras ASG proporcionan las aferencias sensitivas de la madre de la fosa craneal media, la nasofaringe, el paladar, la
cara, la mitad anterior del cuero cabelludo, las membranas cavidad nasal, los dientes del maxilar, el seno maxilar, la piel
mucosas de la cavidad oral, la cavidad nasal y los senos que cubre la región lateral de la nariz, el párpado inferior, la
paranasales, la nasofaringe, parte de la oreja y del conducto mejilla y el labio superior.
auditivo externo, parte de la membrana timpánica, los con­
tenidos orbitarios y la conjuntiva y la duramadre de la fosa
craneal anterior y media. Nervio m andibular [V3]
■ Las fibras EB inervan los músculos de la masticación, al El nervio mandibular [V3] sale del margen inferior del gan­
músculo tensor del tímpano, al músculo tensor del velo del glio del trigémino y abandona el cráneo a través del agujero
paladar, al milohioideo y al vientre anterior del digástrico. oval (fig. 8.50).
La raíz motora del nervio trigémino también discurre por
El nervio trigémino emerge por la superficie anterolateral el agujero oval y se une al componente sensitivo del nervio
de la protuberancia, distinguiéndose una gran raíz sensitiva mandibular [ V 3 ] fuera del cráneo. Por tanto, el nervio mandi­
grande y una raíz motora, más pequeña (fig. 8.51). Estas raíces bular [V3] es la única división del nervio trigémino que contiene
se dirigen hacia delante, abandonan la fosa craneal posterior y un componente motor.
alcanzan la fosa craneal media tras pasar por encima del extre­ Ya una vez fuera del cráneo, las fibras motoras inervan los
mo medial de la porción petrosa del hueso temporal (fig. 8.50). cuatro músculos masticadores (el músculo temporal, el mase-
En la fosa craneal media, la raíz sensitiva se expande y forma tero, el pterigoideo medial y el pterigoideo lateral): así como el
el ganglio del trigémino (fig. 8.50), que alberga los cuerpos músculo tensor del tímpano, el tensor del velo del paladar, el
celulares de las neuronas sensitivas del nervio trigémino y es vientre anterior del digástrico y el milohioideo.
comparable a un ganglio espinal. El ganglio se ubica en una El nervio mandibular [ V 3 ] también recibe ramos sensitivos
depresión (la depresión del trigémino) localizada sobre la super­ de la piel de la región inferior de la cara, la mejilla, el labio
ficie anterior de la porción petrosa del hueso temporal, en una inferior, la parte anterior del pabellón auricular, parte del con­
cavidad dural (la cavidad trigeminal). Llegado a este punto, la ducto auditivo externo y de la región temporal, los dos tercios
raíz motora es inferior a la raíz sensitiva, encontrándose ambas anteriores de la lengua, los dientes de la mandíbula, las celdillas
raíces totalmente separadas. mastoideas, las membranas mucosas de la mejilla, la mandíbula
Las tres divisiones terminales del nervio trigémino emergen y la duramadre de la fosa craneal media.
del borde anterior del ganglio del trigémino. En sentido des­
cendente, distinguimos:
Nervio abducens [VI]
■ El nervio oftálmico (división oftálmica [Vi]).
■ El nervio maxilar (división maxilar [V2]). El nervio abducens [VI] transporta fibras ESG que inervan
■ El nervio mandibular (división mandibular [V3]). el músculo recto lateral en la órbita. Surge del tronco del
encéfalo, entre la protuberancia y el bulbo raquídeo, y se
dirige en dirección anterior, atravesando la duramadre que
Nervio oftálm ico [V,] cubre el clivus (figs. 8 .5 0 y 8 .51). Continúa en dirección
superior en el interior de un conducto dural, discurre por
El nervio oftálmico [Vi] se dirige en dirección anterior en la
el borde superior de la porción petrosa del hueso temporal, en­
duramadre de la pared lateral del seno cavernoso (v. fig. 8.45),
tra en el seno cavernoso (v. fig. 8.45) y lo cruza en una dis­
abandona la cavidad craneal y alcanza la órbita a través de la
posición inferolateral con respecto a la arteria carótida interna.
fisura orbitaria superior (fig. 8.50).
Por último, alcanza la órbita a través de la fisura orbitaria
El nervio oftálmico [Vi] transporta los ramos sensitivos de
superior.
los globos oculares, la conjuntiva y el contenido orbitario, in­
cluida la glándula lagrimal. También recibe ramos sensitivos
de la cavidad nasal, el seno frontal, el seno etmoidal, la hoz
del cerebro, la duramadre de la fosa craneal anterior y la parte Nervio facial [VII]
superior de la tienda del cerebelo, el párpado superior, el dorso El n erv io fa c ia l [VII] transporta fibras EB, EVG, AE
de la nariz y la zona anterior del cuero cabelludo. y ASG:
Anatomía regional • Nervios craneales 8

■ Las fibras ASG vehiculizan aferencias sensitivas de parte del La cuerda del tímpano transporta las fibras (AE) encargadas
conducto auditivo externo y de las regiones más profundas del gusto de los dos tercios anteriores de la lengua así como
de la oreja. las fibras parasimpáticas preganglionares (EVG) destinadas al
■ Las fibras AE se encargan del gusto de los dos tercios ante­ ganglio submandibular (tabla 8.6).
riores de la lengua.
■ Las fibras EVG son parte de la división parasimpática de
la división autónoma del SNP y estimulan la actividad Nervio vestibulococlear [VIII]
secretora de la glándula lagrimal, las glándulas salivales El nervio vestibulococlear [VIII] transporta las fibras AE relacio­
submandibular y sublingual y de las membranas mucosas nadas con la audición y el equilibrio. Se compone de dos partes:
de la cavidad nasal, el paladar duro y el paladar blando.
■ Las fibras EB inervan los músculos de la cara (músculos ■ Un componente vestibular, relacionado con el equilibrio.
de la expresión facial) y del cuero cabelludo derivados del ■ Un componente coclear, encargado de la audición.
segundo arco faríngeo, el músculo estapedio, el vientre pos­
terior del digástrico y el estilohioideo. El nervio vestibulococlear [VIII] emerge por la superficie
lateral del tronco encefálico, entre la protuberancia y el bulbo
El nervio facial [VII] emerge por la superficie lateral del raquídeo, discurre por el conducto auditivo interno y cruza la
tronco encefálico, entre la protuberancia y el bulbo raquídeo fosa craneal posterior (figs. 8.50 y 8.51), donde las dos divi­
(fig. 8.51). Se compone de una raíz motora de gran tamaño, y siones se fusionan dando lugar a un solo nervio, dentro de la
una raíz sensitiva más pequeña (el nervio intermedio): porción petrosa del hueso temporal.

■ El nervio intermedio contiene las fibras AE encargadas del


gusto, las fibras EVG parasimpáticas y las fibras ASG. Nervio glo sofaríngeo [IX]
■ La raíz motora, de mayor tamaño, transporta las fibras EB.
El nervio glosofaríngeo [IX] transporta fibras AVG, ASG,
AE, EVG y EB:
Las raíces sensitiva y motora cruzan la fosa craneal pos­
terior y abandonan la cavidad craneal a través del conducto
■ Las fibras AVG vehiculizan las aferencias sensitivas del cuer­
auditivo interno (fig. 8.50). Tras entrar en el conducto del
po y el seno carotídeo.
nervio facial, en la porción petrosa del hueso temporal, las dos
■ Las fibras ASG vehiculizan las aferencias sensitivas del tercio
raíces se fusionan, dando lugar al nervio facial [VII]. Próximo
posterior de la lengua, las amígdalas palatinas, la faringe
a este punto, el nervio aumenta de tamaño y forma el ganglio
superior, la mucosa del oído medio y de la trompa faringo-
geniculado, similar a un ganglio espinal, que contiene los
timpánica y las celdillas mastoideas.
cuerpos celulares de las neuronas sensitivas.
■ Las fibras AE son las encargadas del gusto del tercio posterior
En el ganglio geniculado, el nervio facial [VII] cambia de
de la lengua.
dirección y emite al nervio petroso mayor, que transporta
■ Las fibras EVG pertenecen a la fracción parasimpática de
principalmente fibras parasimpáticas preganglionares (EVG)
la división autónoma del SNP y estimulan la actividad se­
(tabla 8.6).
cretora de la glándula parótida.
El nervio facial [VII] continúa a lo largo del conducto óseo,
■ Las fibras EB inervan los músculos derivados del tercer arco
emitiendo el nervio estapedio y el nervio cuerda del tím­
faríngeo (el músculo estilofaríngeo).
pano, antes de abandonar el cráneo a través del agujero es-
tilomastoideo.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Tabla 8.6 Ganglios parasimpáticos de la cabeza

Nervio craneal origen Ramo con fibras


Ganglio de las fibras preganglionares preganglionares Función
Ciliar Nervio oculomotor [III] Ramo al ganglio ciliar Inervación del músculo constrictor de la pupila productor
de la constricción pupilar y del músculo ciliar para la
acomodación del cristalino a la visión cercana
Pterigopalatino Nervio facial [VII] Nervio petroso mayor Inervación de la glándula lagrimal y de las glándulas
mucosas de la cavidad nasal, del seno maxilar y paladar
Ótico Nervio glosofaríngeo [IX] Nervio petroso menor Inervación de la glándula parótida
Submandibular Nervio facial [VII] Cuerda del tímpano al nervio Inervación de las glándulas submandibular y sublingual
lingual
899
Cabeza y cuello

El nervio glosofaríngeo [IX] emerge de varias raíces de El nervio vago emerge por medio de varias raíces de pequeño
pequeño tamaño de la superficie anterolateral de la región tamaño sobre la superficie anterolateral del bulbo raquídeo,
superior del bulbo raquídeo (fig. 8.51). Las raicillas cruzan la inmediatamente inferior a las raíces que forman el nervio
fosa craneal posterior y se introducen en el agujero yugular glosofaríngeo [IX] (fig. 8.51). Las raíces cruzan la fosa craneal
(fig. 8.50). Dentro del agujero yugular, y antes de salir de posterior hasta penetrar por el agujero yugular (fig. 8.50).
éste, las pequeñas raíces se fusionan para dar lugar al nervio En el interior del agujero, y antes de salir de éste, las raíces
glosofaríngeo. se fusionan, dando lugar al nervio vago [X]. En el interior del
En el interior del agujero yugular o inmediatamente tras su agujero yugular, o inmediatamente por fuera de éste, se
salida, se encuentran dos ganglios (el ganglio superior y el encuentran dos ganglios, el ganglio superior (yugular) y el
ganglio inferior), que albergan los cuerpos celulares de las ganglio inferior (nodoso), que poseen los cuerpos celulares
neuronas sensitivas del nervio glosofaríngeo [IX]. de las neuronas sensitivas del nervio vago [X].

Nervio timpánico
Nervio accesorio [XI]
El nervio glosofaríngeo [IX] emite el nervio timpánico en el
interior del agujero yugular o inmediatamente a su salida. Este El nervio accesorio [XI] es un nervio craneal que transporta
ramo vuelve a entrar en el hueso temporal, se dirige a la cavidad las fibras ESG que proporcionan la inervación a los músculos es­
del oído medio y contribuye a la formación del plexo timpáni­ ternocleidomastoideo y trapecio. Es un nervio craneal singular,
co. En el interior de la cavidad del oído medio proporciona la ya que sus raíces se originan en las neuronas motoras de los
inervación sensitiva a la mucosa de dicha cavidad, a la trompa cinco primeros segmentos de la médula espinal cervical. Estas
faringotimpánica y a las celdillas mastoideas. fibras abandonan la superficie lateral de la médula espinal, y a
El nervio timpánico también posee fibras EVG que abando­ medida que ascienden se van fusionando. Penetra en la cavidad
nan el plexo timpánico en el nervio petroso menor, un peque­ craneal a través del agujero magno (fig. 8.51), continúa por la
ño nervio que sale del hueso temporal, entra en la fosa craneal fosa craneal posterior y abandona el cráneo a través del agujero
media y desciende a través del agujero oval hasta abandonar yugular (fig. 8.50) para descender por el cuello e inervar los
la cavidad craneal, portando fibras parasimpáticas pregan- músculos esternocleidomastoideo y trapecio por sus superficies
glionares hasta el ganglio ótico (tabla 8.6). internas.

Raíz craneal del nervio accesorio


Nervio vago [X] Algunas descripciones del nervio accesorio [XI] incluyen
El nervio vago [X] se compone de fibras ASG, AVG, AE, EVG una raíz «craneal». Se trata de unas pocas raíces de pe­
yEB: queño tamaño que se originan en la superficie anterolateral de
la porción caudal del bulbo raquídeo, inmediatamente inferio­
■ Las fibras ASG transportan las aferencias sensitivas de la la­ res a las raíces que originan el nervio vago [X] (fig. 8.51). Tras
ringe, la laringofaringe, las partes más profundas de la oreja, abandonar el bulbo raquídeo, las raíces craneales se introducen
parte del conducto auditivo externo y la duramadre de la junto con las raíces «espinales» del nervio accesorio [XI] en el
fosa craneal posterior. agujero yugular, donde las raíces craneales se unen al nervio
■ Las fibras AVG transportan las aferencias sensitivas de los vago [X]. Transportadas por el nervio vago, estas raíces se dis­
quimiorreceptores del cuerpo aórtico, los barorreceptores tribuyen por la musculatura faríngea inervada por el nervio
del cayado aórtico, el esófago, los bronquios, los pulmones, vago [X], por lo que suelen describirse como pertenecientes a
el corazón y las visceras abdominales del intestino anterior dicho nervio.
y del intestino medio.
■ Las fibras AE se encargan del gusto de la región de la epiglotis
y la faringe.
Nervio hipo gloso [XII]
■ Las fibras EVG son una parte de la división parasimpática de El nervio hipogloso [XII] transporta las fibras ESG que inervan
la parte autónoma del SNP y estimulan al músculo liso y a todos los músculos intrínsecos y la mayoría de los mús­
las glándulas de la laringe, la faringe, las visceras torácicas culos extrínsecos de la lengua. Se origina a modo de varias
y las visceras abdominales del intestino anterior y del intes­ raíces de pequeño tamaño en la superficie anterior del bulbo
tino medio. raquídeo (fig. 8.51) para dirigirse en dirección lateral a través de
■ Las fibras EB inervan un músculo de la lengua (el palato- la fosa craneal posterior y abandonar el cráneo por el conducto
gloso), los músculos del paladar blando (excepto el tensor del hipogloso (fig. 8.50). El nervio hipogloso inerva toda la
del velo del paladar), la faringe (menos al estilofaríngeo) y musculatura intrínseca de la lengua y el músculo hiogloso, el
la laringe. estilogloso y el geniogloso.
Anatomía regional • Nervios craneales 8

Conceptos prácticos
Lesiones de los nervios craneales
Nervio craneal Hallazgos clínicos Ejemplo de lesión
Nervio olfatorio [I] Pérdida de olfato (anosmia) Lesión de la lámina cribosa; ausencia
congénita
Nervio óptico [II] Ceguera/alteraciones del campo visual, Traumatismo orbitario directo;
pérdida de la constricción pupilar interrupción de la vía visual
Nervio oculomotor [ Pupila dilatada, ptosis, pérdida de los reflejos Presión de un aneurisma de las arterias
pupilar normales, el ojo sólo se mueve inferior comunicante posterior, cerebral posterior
y lateralmente (abajo y fuera) o cerebelosa superior; presión debida a
la herniación del uncus cerebral (signo
localizador falso); masa o trombosis del
seno cavernoso
Nervio troclear [IV] Incapacidad de mirar inferiormente cuando A lo largo del curso del nervio alrededor
el ojo está en aducción (abajo y adentro) del tronco del encéfalo; fractura orbitaria
Nervio trigémino [V] Pérdida de la sensibilidad y del dolor en la Típicamente en la región del ganglio
región de la cara inervada por los tres ramos del trigémino, aunque las masas locales
del nervio; pérdida de la función motora de los alrededor de los agujeros por los que
músculos masticadores del lado de la lesión emergen los tres ramos pueden producir
síntomas
Nervio abducens [VI] Incapacidad de mover el ojo lateralmente Lesión cerebral o lesión del seno
cavernoso con extensión orbitaria
Nervio facial [VII] Parálisis de los músculos faciales Daño de sus ramos en el interior de la
Sentido del gusto alterado en los dos tercios glándula parótida
anteriores de la lengua, sequedad conjuntiva Lesión del hueso temporal; inflamación
Parálisis de los músculos faciales del nervio de origen viral
contralaterales por debajo del ojo Lesión del tronco encefálico
Nervio vestibulococlear [VIII] Pérdida auditiva unilateral, progresiva y Tumor del ángulo pontocerebeloso
tinnitus (ruidos en los oídos)
Nervio glosofaríngeo [IX] Pérdida del sentido del gusto en el tercio Lesión del tronco del encéfalo; lesión
posterior de la lengua y de la sensibilidad penetrante del cuello
del paladar blando
Nervio vago [X] Desviación del paladar blando con desviación Lesión del tronco del encéfalo; lesión
de la úvula hacia el lado sano, parálisis de la penetrante del cuello
cuerda vocal
Nervio accesorio [XI] Parálisis de los músculos Lesión penetrante en el triángulo
esternocleidomastoideo y trapecio posterior del cuello
Nervio hipogloso [XII] Atrofia ipsilateral de los músculos linguales Lesión penetrante del cuello y patología
y desviación lingual hacia el lado afecto; de la base del cráneo
alteraciones del habla
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Conceptos prácticos
Visión general de los nervios craneales
Reflejos de los nervios craneales
Reflejo corneal Reflejo pupilar
■ Aferente: nervio trigémino (NC V) ■ Aferente: nervio óptico (NC II)
■ Eferente: nervio facial (NC VII) ■ Eferente: nervio oculomotor (NC III)
Reflejo nauseoso
■ Aferente: nervio glosofaríngeo (NC IX)
■ Eferente: nervio vago (NC X)
(Continúa) 901
Conceptos prácticos (cont.)

Motor branquial - cuatro músculos de la masticación


(pterigoideo medial, pterigoideo lateral, masetero,
temporal) y milohioideo, vientre anterior del digástrico,
tensor del timpano y tensor del velo del paladar

Fig. 8.52 Visión general de los nervios craneales.


Nervio facial [VII]
Motor branquial - todos los músculos de la expresión
facial; estapedio, estilohioideo y vientre posterior
del digástrico

Nervio facial [VII] (nervio intermedio)


Sensitivo especial - gusto (2/3 anteriores de la lengua)
Sensitivo somático - parte del conducto auditivo externo
y porciones profundas de la oreja
Motor visceral (parasimpático) - inervación secretomotora
a todas las glándulas salivales excepto a la parótida;
todas las glándulas mucosas asociadas a la cavidad oral
y fosasnasales; glándula lagrimal

Nervio vestibulococlear [VIII]

Sensitivo especial - audición y equilibrio

Nervio glosofaríngeo [IX]


Sensitivo especial - gusto (1/3 posterior de la lengua)
Sensitivo somático -1/3 posterior de la lengua,
orofaringe, amígdala palatina, oído medio, trompa
faringotimpánica y celdillas mastoideas
Motor branquial - estilofaríngeo
Motor visceral - (parasimpático) - inervación secretomotora
de la glándula parótida
Sensitivo visceral - del cuerpo y seno carotídeos

Nervio vago [X]


Sensitivo somático - laringe, laringofaringe, partes más
profundas de la oreja y parte del conducto auditivo extemo
Sensitivo especial - gusto de epiglotis y faringe
Motor branquial - todos los músculos de la faringe excepto
el estilofaríngeo; todos los músculos del paladar blando
excepto el tensor del velo del paladar, todos los músculos
intrínsecos de la laringe
Motor visceral - (parasimpático) - visceras torácicas y
Nervio hipogloso [XII] Nervio accesorio [XI] abdominales hasta el intestino medio
Sensitivo visceral - visceras torácicas y abdominales hasta
Motor somático - todos los músculos Motor somático — el intestino medio, quimio- y barorreceptores (y cuerpo
de la lengua excepto el palatogloso esternocleidomastoideo y trapecio carotídeo en algunos casos)
Cabeza y cuello

CARA definida como la cara y limitada por los arcos superciliares


superiormente, el borde inferior de la mandíbula inferiormente
El encuentro cara a cara es una importante forma de contacto y los pabellones auriculares a cada lado posteriormente, resulta
inicial entre los seres humanos. Parte de este intercambio in­ de gran utilidad en la práctica médica.
cluye el uso de expresiones faciales para transmitir emociones.
De hecho, un médico puede obtener información valiosa acerca
del estado de salud del paciente mediante la simple inspección
de su rostro. M úsculos
Por tanto, el conocimiento de la organización especial de Los músculos faciales (fig. 8.53) se desarrollan a partir del
las diferentes estructuras existentes en la cara; es decir, el área segundo arco faríngeo y están inervados por ramos del nervio

Auricular anterior Auricular superior

Vientre frontal
del occipitofrontal

Orbicular del ojo

Nasal

Elevador del ala


de la nariz y del
labio superior

Elevador del
labio superior

Cigomático menor
Vientre occipital
Cigomático mayor
del occipitofrontal

Orbicular de la boca

Depresor del
labio inferior

Mentoniano -
Auricular posterior
Depresor del ángulo de la boca

Buccinador —

Platismé.

904 Fig. 8.53 Músculos faciales.


Anatomía regional * Cara 8

facial [VII]. Se sitúan en la fascia superficial. Pueden originarse modelo lógico de estudio de estos músculos (tabla 8.7) es acorde
tanto en los huesos faciales como en las fascias y se insertan a su disposición en grupos funcionales.
en la piel.
Como estos músculos son los responsables de las expresiones
de la cara, a veces se les conoce como «músculos de la expre­ Grupo orbitario
sión facial». También actúan como esfínteres y dilatadores de El grupo orbitario de músculos faciales se compone de dos mús­
los orificios faciales (es decir, las órbitas, la nariz y la boca). El culos: el orbicular del ojo y el corrugador de la ceja.

Tabla 8.7 Músculos de la cara

M ú scu lo O rig e n In s e rció n In e rv a c ió n Fu n ció n

GRUPO ORBITARIO

Orbicular del ojo


—Porción palpebral Ligamento palpebral medial Rafe palpebral lateral Nervio facial [VII] Oclusión palpebral suave
—Porción orbitaria Porción nasal del hueso Fibras de una elipse Nervio facial [VII] Oclusión palpebral forzada
frontal; apófisis frontal del ininterrumpida alrededor
maxilar; ligamento palpebral de la órbita
medial
Corrugador de la ceja Extremo medial del arco Piel de la mitad medial Nervio facial [Vil] Desplazamiento inferomedial
superciliar de la ceja de las cejas
GRUPO NASAL

Nasal
—Porción transversa Maxilar, lateral a la nariz Aponeurosis del dorso Nervio facial [Vil] Comprime la abertura nasal
de la nariz con fibras
musculares contralaterales
—Porción alar Maxilar, sobre el incisivo Cartílago alar de la nariz Nervio facial [Vil] Desplazamiento inferolateral
lateral del cartílago, abriendo las narinas
Procer Hueso nasal y zona superior Piel de la región frontal Nervio facial [Vil] Desplazamiento inferior del
del cartílago nasal lateral inferior, entre las cejas ángulo medial de la ceja
originando pliegues transversales
sobre el puente de la nariz
Depresor del tabique nasal Maxilar, sobre el incisivo Porción móvil del septo Nervio facial [Vil] Tracción nasal inferior
medial nasal
GRUPO ORAL

Depresor del ángulo Línea oblicua mandibular Piel del ángulo de la boca, Nervio facial [Vil] Desplazamiento de las comisuras
de la boca por debajo del canino, en unión con el orbicular bucales inferior y lateralmente
premolar y primer molar de la boca
Depresor del labio inferior Porción anterior de la línea Línea media del labio Nervio facial [Vil] Desplazamiento del labio inferior,
oblicua mandibular inferior, se fusiona con inferior y lateralmente
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el músculo contralateral
Mentoniano Mandíbula hasta los dientes Piel del mentón Nervio facial [Vil] Elevación y prominencia del labio
incisivos inferior, formación de pliegues en
la piel del mentón
Risorio Fascia del músculo masetero Piel del ángulo de la boca Nervio facial [Vil] Retracción del ángulo de la boca

(Continúa)

905
Cabeza y cuello

Tabla 8.7 Músculos de la cara (cont.)

Músculo Origen Inserción Inervación

Cigomático mayor Porción posterior de la Piel del ángulo de la boca Nervio facial [VII] Desplazamiento superolateral
superficie lateral del hueso del ángulo de la boca
cigomático
Cigomático menor Porción anterior de la Labio superior, medial Nervio facial [Vil] Desplazamiento superior del labio
superficie lateral del hueso a la comisura bucal superior
cigomático
Elevador del labio superior Borde infraorbitarlo Piel de la mitad lateral Nervio facial [Vil] Elevación del labio superior;
del maxilar superior del labio superior contribuye a la formación
del surco nasolabial
Elevador del ala de la nariz Apófisis frontal del maxilar Cartílago alar de la nariz Nervio facial [Vil] Elevación del labio superior
y del labio superior y labio superior y apertura de las narinas
Elevador del ángulo de la Maxilar por debajo del Piel del ángulo de la boca Nervio facial [Vil] Elevación del ángulo de la boca;
boca agujero infraorbitario contribuye a la formación del
surco nasolabial
Orbicular de la boca A partir de músculos locales; Forma una elipse alrededor Nervio facial [Vil] Oclusión labial; protrusión labial
maxilar y mandíbula en la de la boca
línea media
Porciones posteriores del Se fusiona con el orbicular Nervio facial [Vil] Presiona las mejillas contra los
maxilar y de la mandíbula; de la boca y los labios dientes; comprime las mejillas
rafe pterigomandibular distendidas
OTROS MUSCULOS O GRUPOS

Auricular anterior Región anterior de la fascia En la hélix de la oreja Nervio facial [Vil] Tracción de las orejas hacia arriba
temporal y delante
Auricular superior Aponeurosis epicraneal, Parte superior de la oreja Nervio facial [Vil] Elevación de las orejas
a cada lado de la cabeza
Auricular posterior Apófisis mastoides del hueso Convexidad de la concha Nervio facial [Vil] Tracción de las orejas hacia arriba
temporal de la oreja y atrás
Occipitofrontal
—Vientre frontal Piel de las cejas Aponeurosis epicraneal Nervio facial [Vil] Formación de pliegues frontales;
elevación de las cejas
-Vientre occipital Porción lateral de la línea Aponeurosis epicraneal Nervio facial [Vil] Tracción posterior del cuero
nucal superior del hueso cabelludo
occipital y apófisis mastoides
del hueso temporal

M úsculo o rb icu la r del ojo orbitaria es la responsable del cierre forzado de los párpados y
da lugar a la formación de pliegues en la frente.
El músculo orbicular del ojo es un músculo grande que
El músculo orbicular del ojo posee un pequeño fascículo
rodea por completo a cada órbita y se extiende por cada uno
adicional, la porción lagrimal, de situación más profunda y
de los párpados (fig. 8.54). Este músculo cierra los párpados.
localización medial, que se inserta en el hueso posterior al saco
Se compone de dos partes principales:
lagrimal del aparato lagrimal en la órbita.
■ La porción orbitaria, externa. Se trata de fibras musculares
M úsculo c o rr u g a d o r de la ceja
que rodean en círculo a cada órbita y se extienden por fuera
del reborde orbitario. El músculo co rru g ad o r de la ceja, el segundo músculo
■ La porción palpebral, interna. Estas fibras musculares se del grupo orbitario, es mucho más pequeño que el anterior
localizan en los párpados y se originan en el canto interno (fig. 8.54). Se encuentra profundo a la ceja, por debajo del mús­
del ojo y se arquean a lo largo de cada párpado hasta inser­ culo orbicular de los párpados y participa cuando se frunce el
tarse en la región externa. entrecejo. Se origina en el extremo medial del arco superciliar
y se dirige hacia arriba y fuera para insertarse en la piel de
Las porciones orbitaria y palpebral desempeñan funciones la mitad medial de la ceja. Tracciona de la ceja hacia la línea
diferentes durante el cierre de los párpados. La porción pal­ media, originando pliegues verticales en la parte superior de
906
pebral produce una oclusión suave, mientras que la porción la nariz.
Anatomía regional * Cara 8

Corrugador de la ceja

Orbitario
Orbicular del ojo
Palpebral

Fig. 8.54 Músculos faciales. Grupo orbitario.

Grupo nasal
El grupo nasal se compone de tres músculos: el nasal, el procer
y el depresor del tabique (fig. 8.55).

Músculo nasal
El m ú s c u lo n a s a l es el músculo de mayor tamaño y mejor
desarrollado del grupo nasal. Participa en la apertura de las
Procer
narinas (fig. 8.55). Se compone de una porción transversa (el
compresor de una narina) y una porción alar (el dilatador de
la narina):

■ La p o r c ió n t r a n s v e r s a del músculo nasal comprime la


narina: se origina en el maxilar y tras dirigirse hacia arriba Porción —|
y medialmente, se inserta, junto con fibras del músculo transversa
nasal contralateral, en una aponeurosis sobre el dorso de -Nasal
la nariz.
■ La p o r c ió n a l a r del músculo nasal tracciona de los car­ Porción
tílagos del ala de la nariz hacia abajo y afuera, abriendo alar
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la narina; se origina en el hueso maxilar, por debajo y


medial al origen de la porción transversa y se inserta en el
cartílago alar.

M úsculo p ro ce r
El músculo p r o c e r es un músculo pequeño, superficial al hue­ Depresor del tabique
so nasal y cuya contracción contribuye a fruncir el entrecejo
Fig. 8.55 Músculos faciales. Grupo nasal.
(fig. 8.55). Se origina en el hueso nasal y en la porción superior

907
Cabeza y cuello

del cartílago nasal lateral y se inserta en la piel de la región Grupo oral


frontal inferior, entre las cejas. Puede continuarse con el vien­
Los músculos del grupo oral mueven los labios y la mejilla.
tre frontal del músculo occipitofrontal del cuero cabelludo.
En este grupo se incluyen el músculo orbicular de la boca, el
La contracción del músculo procer tracciona del borde me­
buccinador y un grupo de músculos superiores e inferiores
dial de las cejas hacia abajo y da lugar a la formación de pliegues
(fig. 8.56). Muchos de estos músculos se entrecruzan inmedia­
transversales sobre el puente de la nariz.
tamente por fuera de las comisuras bucales, en una estructura
M úsculo d ep reso r del tabique denominada modiolo.

El último músculo del grupo nasal es el músculo d e p r e s o r d el


M úsculo o rb icu la r de la b oca
t a b iq u e que también contribuye a la apertura de las narinas
(fig. 8.55). Sus fibras se originan en el maxilar, por encima del El músculo o r b i c u l a r d e l a b o c a es un músculo comple­
diente incisivo central y ascienden para insertarse en la porción jo compuesto por fibras que rodean la boca por completo
inferior del tabique nasal. (fig. 8.56). Su acción se pone de manifiesto cuando se «frun­
La contracción del músculo depresor del tabique produce cen» los labios, como ocurre cuando se silba. Algunas de sus
una tracción inferior de la nariz, facilitando la apertura de las fibras se originan cerca de la línea media, en el maxilar su­
narinas a la porción alar del músculo nasal. periormente y en la mandíbula inferiormente; mientras que

Elevador del ala de la nariz y del labio superior


Elevador del ángulo de la boca
Elevador del labio superior x

Cigomático menor

Cigomático mayor
Buccinador
Modiolo del ángulo
de la boca
Risorio

Platisma

Depresor del ángulo de la boca

Depresor del labio inferior Orbicular de la boca

Mentoniano

Fig. 8.56 Músculos faciales. Grupo oral.


Anatomía regional * Cara 8

otras fibras derivan del músculo buccinador en la mejilla y del mente y la mandíbula inferiormente y que sirve de inserción al
resto de los numerosos músculos que actúan sobre los labios. músculo buccinador y a los músculos constrictores superiores
Se inserta en la piel, en las membranas mucosas de los labios y de la faringe.
sobre él mismo. Las fibras del músculo buccinador se dirigen hacia las co­
La contracción del orbicular de la boca estrecha la hendidu­ misuras bucales para insertarse en los labios, mezclándose
ra bucal y aproxima los labios. con fibras del orbicular de la boca de un modo característico.
Las fibras centrales del músculo buccinador se cruzan antes
Músculo buccinador de insertarse, de modo que las fibras inferiores alcanzan al la­
El músculo buccinador forma el componente muscular de la bio superior y las superiores al inferior (fig. 8.57). Las fibras
mejilla y se emplea siempre que se desea expulsar enérgica­ más superiores e inferiores no se cruzan sino que se insertan
mente el aire de los carrillos (fig. 8.56 y 8.5 7). Se localiza en el en el labio superior e inferior, respectivamente.
espacio existente entre el maxilar y la mandíbula, profundo al La contracción del músculo buccinador presiona la mejilla
resto de los músculos de esta región facial. contra los dientes, tensándola y ayudando a la masticación al
El músculo buccinador se origina de la porción posterior del impedir la acumulación de los alimentos entre los dientes y la
maxilar y de la mandíbula, en la zona de los dientes molares, mejilla. También contribuye a la expulsión enérgica del aire de
así como en el r a f e p te r ig o m a n d ib u la r , que es una banda los carrillos.
tendinosa que se extiende entre el gancho pterigoideo superior­
G rupo in ferio r de m ú scu lo s o rales
Los músculos del grupo inferior son el músculo depresor del
ángulo de la boca, el músculo depresor del labio inferior y el
músculo mentoniano (fig. 8.56).

■ El músculo d e p r e s o r d e l á n g u lo d e la b o c a se contrae
Conducto cuando se frunce el ceño. Se origina a lo largo de la cara
parotídeo externa de la mandíbula, por debajo de los dientes caninos,
(seccionado) premolares y primer molar y se inserta en la piel y en la por­
ción superior del orbicular de la boca, cerca de la comisura
bucal. Su contracción deprime la comisura bucal.
■ El músculo d e p r e s o r d e l l a b io i n f e r i o r se origina en la
parte anterior de la mandíbula, profundo al músculo de­
presor del ángulo de la boca. Sus fibras se dirigen superior y
medialmente, algunas fusionándose con fibras de su homó­
logo contralateral y con fibras del músculo orbicular de la
boca, antes de insertarse en el labio inferior. Su contracción
deprime el labio inferior y lo mueve lateralmente.
■ El músculo m e n t o n i a n o ayuda a mantener la posición
del labio cuando se bebe de una taza o cuando se gesticula
haciendo un mohín. Es el músculo más profundo de los del
grupo inferior y se origina de la mandíbula inmediatamente
inferior a los dientes incisivos. Sus fibras se dirigen hacia
abajo y adentro y se insertan en la piel del mentón. Eleva y
propulsa el labio inferior y da lugar a la formación de plie­
gues en la piel del mentón.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

G rupo su p erio r de m ú scu lo s o rales


Al grupo superior de músculos orales pertenecen el músculo ri-
Músculo buccinador sorio, el cigomático mayor, el cigomático menor, el elevador del
labio superior, el elevador del ala de la nariz y del labio superior
Rafe pterigomandibular y el elevador del ángulo de la boca (fig. 8.56).

Músculo constrictor ■ El músculo r i s o r i o participa en la producción de la risa


superior de la faringe franca (fig. 8.56). Es un músculo delgado y superficial, que
se extiende lateralmente desde la comisura bucal siguiendo
una dirección ligeramente superior. La contracción de sus
fibras tracciona el ángulo de la boca lateralmente y hacia nr»n
Fig. 8.57 Músculo buccinador. yuy
a rrib a .
Cabeza y cuello

■ Los músculos c ig o m á t ic o m a y o r y c ig o m á t ic o m e n o r Auricular superior


contribuyen a la producción de la sonrisa (fig. 8.5 6). El mús­
culo cigomático mayor es un músculo superficial que se
origina profundo al músculo orbicular del ojo, a lo largo de
la porción posterior de la superficie lateral del hueso cigo­
mático. Se dirige hacia abajo y adelante, mezclándose con
el orbicular de la boca y se inserta en la piel del ángulo de la
boca. El músculo cigomático menor se origina en el hueso
cigomático, anterior al origen del músculo cigomático ma­
yor. Discurre paralelo al cigomático mayor y se inserta en el
labio superior, medial al ángulo de la boca. Ambos músculos
cigomáticos desplazan los ángulos de la boca lateralmente y
hacia arriba.
■ El músculo e le v a d o r d e l l a b io s u p e r i o r profundiza el
surco existente entre la nariz y el ángulo de la boca durante
la expresión de tristeza (fig. 8.56). Se origina en el hueso
maxilar, justo craneal al agujero infraorbitario, y sus fibras
se dirigen en dirección inferior y medial, mezclándose con
el músculo orbicular de la boca, hasta insertarse en la piel
del labio superior.
■ El músculo e le v a d o r d e l a l a d e la n a r iz y d e l la b io s u ­
p e r io r es medial al músculo elevador del labio superior. Se
origina en el hueso maxilar, cerca de la nariz, y se inserta
en el cartílago alar de la nariz y en la piel del labio superior
(fig. 8.56). Puede contribuir al ensanchamiento de las na­
rinas.
■ El músculo e le v a d o r d e l á n g u lo d e l a b o c a posee una
situación más profunda y se encuentra cubierto por los otros
dos músculos elevadores y por los músculos cigomáticos
(fig. 8.56). Se origina en el hueso maxilar, justo inferior al
agujero infraorbitario y se inserta en la piel del ángulo de la Fig. 8.58 Músculos auriculares.
boca; se encarga de elevar la comisura de la boca y puede
contribuir a profundizar el surco existente entre la nariz y
«otros músculos de la expresión facial» y se encuentran rela­
el ángulo de la boca durante la expresión de tristeza.
cionados con la oreja (fig. 8.58):
Otros músculos o grupos musculares
■ El músculo auricular anterior es anterolateral y tracciona
Existen otros músculos o grupos musculares considerados de la oreja hacia arriba y adelante.
como músculos de la expresión facial, también derivados del ■ El músculo auricular superior es superior y su contracción
segundo arco faríngeo e inervados por el nervio facial [VII], eleva la oreja.
que no se encuentran en el área definida como la cara. En este ■ El músculo auricular posterior es posterior y su contracción
grupo se incluyen el músculo platisma, los auriculares y el repliega la oreja y la eleva.
occipitofrontal (v. fig. 8.53).
M úsculo o ccip ito fro n tal
M úsculo p latism a
El músculo o c c i p i t o f r o n t a l es el último músculo de esta ca­
El músculo p la t is m a es una lámina muscular delgada y ex­ tegoría denominada como «otros músculos de la expresión
tensa que se encuentra en la fascia superficial del cuello. Se facial» y se asocia al cuero cabelludo (v. fig. 8.53). Se compone
origina por debajo de la clavícula, en la región torácica superior de un vientre frontal anterior y un vientre occipital posterior,
y asciende por el cuello hasta alcanzar la mandíbula. Las fibras conectados mediante un tendón aponeurótico:
más mediales se insertan en la mandíbula, mientras que las más
laterales se unen a los músculos periorales. ■ El vientre frontal cubre la región de la frente y se inserta en
La contracción del platisma tensa la piel del cuello y puede la piel de las cejas.
desplazar hacia abajo el labio inferior y las comisuras bucales. ■ El vientre occipital se origina en la región craneal posterior
y es menor que el vientre frontal.
M ú sculos a u ricu la re s
Los m ú s c u lo s a u r i c u l a r e s , anterior, superior y posterior, La contracción del músculo occipitofrontal mueve el cuero
910
son tres músculos que pertenecen al grupo denominado como cabelludo y produce pliegues en la frente.
Anatomía regional * Cara 8

Glándula parótida esternocleidomastoideo y se extiende anteriormente hasta la


mitad del músculo masetero.
La g l á n d u l a p a r ó t i d a es la mayor de las tres glándulas
El c o n d u c to p a r o tíd e o abandona el borde anterior de la
salivales principales de la cabeza y a través de ella discurren
glándula parótida a mitad de camino entre el arco cigomático
numerosas estructuras. Se sitúa anterior y caudal a la mitad
y la comisura bucal (fig. 8.59). Atraviesa la cara siguiendo una
inferior de la oreja; superficial, posterior y profunda a la rama
dirección transversal y, tras cruzar el borde medial del músculo
de la mandíbula (fig. 8.59). Se extiende caudalmente hasta el
masetero, se introduce profundamente en la almohadilla grasa
borde inferior de la mandíbula y cranealmente hasta el arco
de la boca y atraviesa el músculo buccinador. Desemboca en el
cigomático. Posteriormente cubre la parte anterior del músculo
interior de la boca cerca del segundo molar superior.

Arteria y vena maxilar

Arteria y vena transversa de la cara Arteria y vena temporal superficial

Ramos temporales

Nervio facial [VII]

Arteria auricular posterior


Conducto parotídeo Vena retromandibular
Ramos bucales

Glándula parótida

Buccinador
Arteria carótida externa

Vena yugular externa

Ramos mandibulares marginales

Ramos cervicales
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- Vena retromandibular
B Músculo pterigoideo medial Arteria carótida externa

Apófisis estiloides

Apófisis mastoides
Músculo masetero

Glándula,________ Nervio facial [VII]

Fig. 8.59 Glándula parótida. A. Visión lateral. B. Sección transversal. 911


Cabeza y cuello

Relaciones importantes ■ La arteria maxilar discurre horizontalmente, profunda a la


mandíbula.
A través de la glándula parótida, o profundas a ésta, discu­
■ La arteria temporal superficial continúa en una dirección
rren diversas estructuras importantes, entre las que se incluyen
superior y abandona el borde superior de la glándula tras
el nervio facial [VII], la arteria carótida externa y sus ramas,
emitir la a r t e r i a t r a n s v e r s a d e la c a r a .
y la vena retromandibular y sus venas tributarias (fig. 8.59).
Vena retro m a n d ib u la r y sus trib u ta ria s
N ervio facial
La vena retromandibular se forma en el parénquima de la glán­
El nervio facial [VII] abandona el cráneo a través del agujero
dula parótida por la unión de las venas maxilar y temporal
estilomastoideo y se introduce en el espesor de la glándula
superficial (fig. 8.59) y discurre inferiormente en su interior.
parótida, donde generalmente se divide en un tronco superior
Suele dividirse en una rama anterior y otra posterior justo por
y otro inferior, que discurren a través del parénquima de la
debajo del borde inferior de la glándula.
glándula, donde pueden seguir ramificándose y anastomo-
sándose entre sí.
Irrigación arterial
De los bordes superior, anterior e inferior de la glándula
parótida emergen cinco grupos de ramos terminales del nervio La glándula parótida recibe su irrigación de las numerosas
facial [VII]: los r a m o s t e m p o r a le s , c ig o m á t ic o s , b u c a le s , arterias que atraviesan su parénquima.
m a r g in a l d e la m a n d íb u la y c e r v ic a l (fig. 8.59).
Esta íntima relación entre el nervio facial [VII] y la glándula Inervación
parótida implica que durante la extirpación quirúrgica de la La inervación sensitiva de la glándula parótida depende del
glándula será difícil la disección si hay que respetar todos los nervio auriculotemporal, un ramo del nervio mandibular [V3].
ramos del nervio facial [VII]. Esta división del nervio trigémino abandona el cráneo a través
del agujero oval.
A rte ria ca ró tid a e x te rn a y sus ra m a s
El nervio auriculotemporal también transporta fibras se-
La arteria carótida externa penetra en el interior de la glándula cretomotoras a la glándula parótida. Estas fibras parasim­
parótida o bien discurre profunda al extremo inferior de la páticas posganglionares tienen su origen en el ganglio ótico
glándula (fig. 8.59). En su recorrido en dirección superior asociado al nervio mandibular [V3], situado inmediatamente
da la a r t e r ia a u r ic u la r p o s t e r io r antes de dividirse en sus dos inferior al agujero oval. Las fibras parasimpáticas pregan­
ramas terminales (la a r t e r i a m a x ila r y la a r t e r i a te m p o r a l glionares del ganglio ótico provienen del nervio glosofarín­
s u p e r fic ia l), cerca del borde inferior de la oreja: geo [IX].
Anatomía regional * Cara 8

Conceptos prácticos
G lándula parótida Glándula parótida Arteria carótida Maxilar Cuerpo de

La glándula parótida, par, es la glándula salival de mayor


tamaño. Se encuentra rodeada por una vaina visceral,
que forma parte de la fascia cervical profunda.
La glándula parótida produce una saliva acuosa y
amilasa salival, necesarias para la formación del bolo
alimenticio, la digestión oral y para facilitar un descenso
suave del bolo alimenticio hacia los tramos superiores
del aparato gastrointestinal.

Tumores d e la glándula parótida


Los tumores más frecuentes de la glándula parótida
(fig. 8.60) son benignos y por regla general suelen afectar
a la porción superficial de la glándula. Entre estos tumores
se incluyen el adenoma pleomórfico y el adenolinfoma.
Su importancia estriba en las relaciones anatómicas de la
glándula. Debe definirse la relación de cualquier tumor con
los ramos del nervio facial [VII], ya que la resección tumoral
puede dañar dicho nervio.

Cálculos d e la glándula parótida


La formación de cálculos en el interior de la glándula
parótida no es un hecho infrecuente. Se producen
generalmente en la confluencia de los conductos y en
el conducto parotídeo principal. El paciente suele referir
un dolor intenso con la salivación y tiende a evitar los
alimentos que producen dicho síntoma. El dolor puede
provocarse fácilmente en la clínica si se pide al paciente
Apófisis estiloides Vena yugular Tumor en la glándula
que retenga en la boca el zumo de un limón. derecha parótida izquierda
El tratamiento quirúrgico depende de la localización
del cálculo. Si se sitúa en la parte anterior del conducto F'g- 8.60 Tumor de la glándula parótida. TC axial,
parotídeo, la simple incisión a través de la mucosa bucal,
junto con una esfinterotomía, puede ser suficiente para
su eliminación. La extirpación glandular completa puede
ser necesaria cuando el cálculo se localiza en el conducto
principal pero a un nivel más posterior.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

913
I Cabeza y cuello

Inervación oftálmico [Vi], el nervio maxilar [V2] y el nervio mandibu­


lar [V3] (fig. 8.61). Cada una de estas divisiones, tras salir de
Durante el desarrollo, cada arco faríngeo se asocia con un ner­
la cavidad craneal, inerva una región facial, de modo que la
vio craneal. La cara deriva principalmente del primer y segundo
mayor parte de la piel de la cara está inervada sólo por los
arco faríngeo, por lo que la inervación de las estructuras faciales
ramos del nervio trigémino [V]. La excepción consiste en una
vecinas depende de:
pequeña área que comprende el ángulo y el borde inferior de
la rama de la mandíbula y partes de la oreja, que es inervada
■ El nervio trigémino [V], que inerva las estructuras derivadas
además por los nervios facial [VII] y vago [X] y por nervios
del primer arco faríngeo.
cervicales.
■ El nervio facial [VII], que inerva los componentes faciales
derivados del segundo arco faríngeo. Nervio oftálmico [V J
El nervio oftálmico [Vi] abandona el cráneo y penetra en
In e rv a ció n sensitiva
la órbita a través de la fisura orbitaria superior. Los ramos
Durante el desarrollo, la cara se origina de diferentes es­ (fig. 8.61) que proporcionan inervación a las estructuras
tructuras que derivan del primer arco faríngeo, por lo que la faciales son:
inervación cutánea de la cara depende de ramos del nervio
trigémino [V]. ■ Los n e r v io s s u p r a tr o c le a r y s u p r a o r b ita r io , que abando­
El nervio trigémino [V], antes de abandonar la fosa cra­ nan la órbita superiormente e inervan el párpado superior,
neal media, se divide en tres ramos principales: el nervio la frente y el cuero cabelludo.

Nervio oftálmico [V-j] Nervio maxilar tV2]

Nervio cigomaticotemporal-------

Nervio supraorbitario

Nervio supratroclear

Nervio lagrimal

Nervio infratroclear

Nervio nasal externo

Nervio infraorbitario
Nervio auriculotemporal

Nervio bucal

Nervio mandibular [VJ

Nervio mentoniano Nervio cigomaticofacial

914 Fig. 8.61 Salida craneal del nervio trigémino [V].


Anatomía regional * Cara 8

■ El n e r v io i n f r a tr o c le a r , que sale de la órbita por su ángulo Un pequeño r a m o c ig o m a t ic o te m p o r a l, que tras aban­


medial para inervar la mitad interna del párpado superior, donar el hueso cigomático inerva una pequeña zona de la
la piel del área del ángulo medial y de la región lateral de la región anterior de la sien, por encima del arco cigomático.
nariz. Un pequeño r a m o c i g o m a t i c o f a c i a l , que abandona el
■ El n e r v io la g r im a l, que abandona la órbita por el ángulo hueso cigomático e inerva una pequeña zona de la piel que
lateral para inervar la mitad externa del párpado superior cubre al hueso cigomático.
y la piel del ángulo lateral. El gran n e r v io i n f r a o r b i t a r i o , que abandona el hueso
■ El n e r v io n a s a l e x t e r n o , que inerva la región anterior de maxilar a través del agujero infraorbitario e inmediatamente
la nariz (fig. 8.62). se divide en múltiples ramos que inervan el párpado inferior,
la mejilla, la región lateral de la nariz y el labio supe­
Nervio maxilar [V2] rior (fig. 8.62).
El nervio maxilar [V2] abandona el cráneo a través del agujero
redondo mayor. Los ramos que inervan la cara (fig. 8.61) son
los siguientes:

Nervio oftálmico [V^

Occipital mayor
(del ramo
Nervios posterior de C2)
cigomatlcotemporales

Nervio supratrocle;

Nervio supraorbitario
Nervio
Nervio infratroclear auriculotemporal

Nervio maxilar [VJ

Nervio nasal
externo

Occipital tercero
Nervio (del ramo posterior de C3)
infraorbitario
Nervio occipital menor
Nervio Occipital menor
cigomaticofacial y auricular mayor
(del plexo cervical)
Nervio auricular mayor
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

(de los ramos anteriores


de C2 y C3)
Nervio mentoniano

Nervio bucal------
-------Cervical transverso
Nervio mandibular [VJ (de los ramos anteriores
de C2 y C3)
Cervical transverso

Fig. 8.62 Distribución cutánea del nervio trigémino [V]. 915


Cabeza y cuello

Nervio mandibular [V3] plexo parotídeo) en el interior del parénquima de la glándula


parótida.
El nervio mandibular [V3] sale del cráneo a través del agujero
Con independencia del tipo de interconexión que se es­
oval. Los ramos que inervan la cara (fig. 8.62) son:
tablezca, de la glándula parótida emergen cinco grupos de
ramos terminales del nervio facial [VII]: los ramos temporales,
■ El n e r v io a u r i c u lo t e m p o r a l, que alcanza la cara inme­
cigomáticos, bucales, marginales de la mandíbula y cervica­
diatamente posterior a la articulación temporomandibular,
les (fig. 8.63A).
atraviesa la glándula parótida y asciende anterior a la oreja
Aunque pueden existir variaciones en el patrón de distribu­
para inervar el conducto auditivo externo, la superficie de
ción de los cinco grupos de ramos terminales, el patrón básico
la membrana timpánica y una amplia zona de la sien.
es el siguiente:
■ El n e r v io b u c a l, que discurre sobre la superficie del mús­
culo buccinador e inerva la mejilla.
■ Los ramos temporales emergen por el borde superior de
■ El n e r v io m e n to n ia n o , que tras abandonar la mandíbula
la glándula parótida e inervan los músculos del área de la
a través del agujero mentoniano se divide en múltiples ra­
sien, la frente y la zona supraorbitaria.
mos que inervan la piel y las membranas mucosas del labio
■ Los ramos cigomáticos surgen del borde anterosuperior
inferior así como la piel del mentón (fig. 8.62).
de la glándula parótida e inervan los músculos del área
In e rv a ció n m o to ra infraorbitaria, la región nasal lateral y el labio superior.
■ Los ramos bucales salen del borde anterior de la glándula
Los músculos de la cara, así como los asociados con la oreja y
parótida para inervar los músculos de la mejilla, el labio
el cuero cabelludo, derivan del segundo arco faríngeo, por lo
superior y la comisura bucal.
que reciben su inervación a partir de ramos del nervio craneal
■ Los ramos marginales de la mandíbula emergen por el borde
asociado con dicho arco, el nervio facial [VII].
anteroinferior de la glándula parótida para inervar los
El nervio facial [VII] abandona la fosa craneal posterior por
músculos del labio inferior y del mentón.
el conducto auditivo interno. Pasa a través del hueso temporal,
■ Los ramos cervicales abandonan la glándula parótida por
donde emite varios ramos y tras salir de la base del cráneo por el
su borde inferior e inervan el músculo platisma.
agujero estilomastoideo (fig. 8.63) emite el n e r v io a u r ic u la r
p o s te r io r. Este ramo se dirige hacia arriba, por detrás de la ore­
ja, para inervar el vientre occipital del músculo occipitofrontal
del cuero cabelludo y el músculo auricular posterior de la oreja. Vasos
A continuación, el tronco principal del nervio facial [VII] Las arterias que irrigan la cara son principalmente ramas de
emite otro ramo, que inerva el vientre posterior del músculo la arteria carótida externa, y en menor medida de una rama de la
digástrico y al músculo estilohioideo, tras lo cual se introduce arteria carótida interna.
en la glándula parótida (fig. 8.63B). De modo similar, la mayor parte del retorno venoso es subsi­
Una vez en el interior de la glándula parótida, el tronco del diario de la vena yugular interna, aunque algunas conexiones
nervio facial [VII] se bifurca generalmente en un ramo superior faciales importantes resultan en que parte de la circulación ve­
(temporofacial) y un ramo inferior (cervicofacial), que a su vez nosa se realiza a través de una vía intracraneal importante desde
pueden ramificarse o bien formar una red anastomótica (el el punto de vista clínico, en la que participa el seno cavernoso.
Anatomía regional * Cara 8

Rama temporofacial

Ramos cigomáticos

Nervio auricular posterior

Ramos bucales Rama cervicofacial

Glándula parótida

Ramos mandibulares marginales

B
Conducto auditivo externo
Nervio facial [VII]

Nervio auricular posterior


Ramo temporofacial
Apófisis mastoides

Ramo d¡gástrico
Ramo cervicofacial
Músculo digástrico

Fig. 8.63 Nervio facial [VII] en la cara. A. Ramos terminales. B. Ramos anteriores a su entrada en la glándula parótida.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Arterias de este punto la arteria facial se dirige hacia arriba y medial­


mente siguiendo un curso tortuoso. Asciende por la región
A rte ria facial
lateral de la nariz y finaliza por medio de la a r t e r i a a n g u la r
La arteria facial es el vaso más importante para la irrigación en el ángulo medial del ojo.
de la cara (fig. 8.64). Tras surgir de la superficie anterior de la A lo largo de su recorrido, la arteria facial discurre profunda
arteria carótida externa, asciende atravesando las estructuras a los músculos platisma, risorio, cigomático mayor y cigomático
profundas del cuello y emerge por el borde inferior de la man­ menor, superficial a los músculos buccinador y elevador del án­
díbula, tras pasar posterior a la glándula submandibular. Sigue gulo de la boca, y puede discurrir superficialmente o atravesar
un trayecto curvo alrededor del borde inferior de la mandíbula, el músculo elevador del labio superior.
inmediatamente anterior al músculo masetero, donde puede Entre las ramas de la arteria facial se incluyen las ramas
palparse su latido, hasta alcanzar la región de la cara. A partir 917
labial superior e inferior y la rama nasal lateral (fig. 8.64).
Cabeza y cuello

Arteria y vena cigomaticofacial Arteria y vena transversa de la cara

Arteria y vena cigomaticotemporal Arteria y vena temporal superficial

Arteria y vena
supratroclear

Arteria y vena

Arteria y vena angular


Arteria y vena dorsal de la nariz
Arteria y vena
nasal lateral
Vena auricular posterior

Arteria y vena Arteria auricular posterior


labial superior
Vena occipital

Arteria occipital

Vena yugular externa


Arteria y vena
labial inferior

Arteria facial —
Vena facial

Arteria carótida externa Vena yugular interna

Arteria transversa de la cara

Arteria temporal superficial

Arteria maxilar
Arteria infraorbitaria

Arteria bucal

Arteria carótida externa

Arteria lingual

Arteria mentoniana
Arteria facial

918 Fig. 8.64 Vascularización de la cara. A. Visión lateral. B. Ramas de la arteria maxilar.
Anatomía regional * Cara 8

Las ramas labiales se originan próximas al ángulo de la boca: ■ La a r t e r i a b u c a l llega a la cara por la superficie externa del
músculo buccinador e irriga las estructuras de la zona.
■ La r a m a la b ia l in f e r i o r irriga el labio inferior. ■ La a r t e r i a m e n to n ia n a alcanza la cara tras salir del agu­
■ La r a m a la b ia l s u p e r io r irriga el labio superior y también jero mentoniano e irriga la zona del mentón.
emite una rama para el tabique nasal.
R am as de la a r te r ia oftálm ica
Las ramas labiales superior e inferior se anastomosan En la irrigación de la cara también participan tres pequeñas
cerca de la línea media con sus homologas contralaterales. arterias que derivan de una rama de la arteria carótida interna,
Estas anastomosis establecen una conexión importante entre la a r t e r i a o ftá lm ic a , una vez que penetra en la órbita:
las arterias faciales y las arterias carótidas externas de ambos
lados. ■ Las a r t e r ia s c ig o m a tic o fa c ia l y c ig o m a tic o te m p o r a l de­
La r a m a n a s a l l a t e r a l es una pequeña rama que surge rivan de la rama lagrimal de la arteria oftálmica (fig. 8.64),
de la arteria facial mientras discurre por la región lateral de alcanzan la cara a través de los agujeros cigomaticofacial y
la nariz. Aporta la irrigación a la superficie lateral y al dorso cigomaticotemporal y aportan la irrigación del área facial
de la nariz. sobre el hueso cigomático.
■ La a r t e r i a d o r s a l d e la n a r iz , una rama terminal de la
A rte ria tra n sv e rsa de la c a r a arteria oftálmica, abandona la órbita por su ángulo medial
La arteria transversa de la cara, una rama de la arteria temporal e irriga el dorso de la nariz.
superficial (la menor de las dos ramas terminales de la arteria
carótida externa), es otro vaso que contribuye a la irrigación La zona anterior del cuero cabelludo recibe su irrigación
de la región facial (fig. 8.64). a través de otras ramas de la arteria oftálmica (las arterias
La arteria transversa de la cara surge de la arteria tempo­ supraorbitaria y supratroclear).
ral superficial en el interior del parénquima de la glándula
parótida, atraviesa la glándula y cruza la cara siguiendo una Venas
dirección transversal. Discurre sobre la superficie externa del Vena facial
músculo masetero, entre el arco cigomático y el conducto
La vena facial es la principal vía de retorno venoso de la cara
parotídeo. (fig. 8.64). Se origina cerca del ángulo interno de la órbita,
mediante la unión de las v e n a s s u p r a o r b ita r ia y s u p r a tr o ­
R am as de la a r te r ia m a xilar
c l e a r en la v e n a a n g u la r. A medida que discurre en dirección
La arteria maxilar, la mayor de las dos ramas terminales de la inferior, la vena angular pasa a denominarse vena facial, si­
arteria carótida externa, emite varias ramas de pequeño tama­ tuándose inmediatamente posterior a la arteria facial. La vena
ño que contribuyen a la irrigación de la cara: facial desciende a través de la cara junto a la arteria facial hasta
que alcanza el borde inferior de la mandíbula. En este punto
■ La a r t e r i a in fr a o r b ita r ia alcanza la cara a través del aguje­ ambos vasos se separan y la vena facial se hace superficial a
ro infraorbitario e irriga el párpado inferior, el labio superior la glándula submandibular antes de alcanzar la vena yugular
y el área comprendida entre estas dos estructuras. interna.
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919
Cabeza y cuello

A lo largo de su recorrido, la vena facial recibe venas tributa­ La vena facial y el resto de los conductos venosos en la cabeza
rias de los párpados, la nariz, los labios, la mejilla y el mentón, carecen de válvulas, por lo que la sangre puede moverse en
que discurren acompañadas por ramas de la arteria facial. cualquier dirección. Debido a las interconexiones venosas,
las infecciones de la cara, principalmente las localizadas por
Vena tra n sv e rsa de la c a r a
encima de la boca (es decir, la «zona de peligro») deberían ser
La vena transversa de la cara es una vena de pequeño tamaño tratadas con sumo cuidado para impedir la diseminación del
que acompaña a la arteria transversa de la cara en su recorrido material infeccioso hacia estructuras intracraneales.
(fig. 8.64). Drena en la vena temporal superficial, en el interior
del parénquima de la glándula parótida. Drenaje linfático
C onexiones venosas in tra c ra n e a le s El drenaje linfático de la cara se dirige principalmente hacia tres
grupos de nodulos linfáticos (fig. 8.66):
La vena facial durante su recorrido por la cara establece nu­
merosas conexiones con los conductos venosos que se dirigen ■ Los n o d u lo s s u b m e n to n ia n o s inferiores y posteriores al
hacia las zonas más profundas de la cabeza (fig. 8.65): mentón, drenan los linfáticos de la región medial del labio
■ Cerca del ángulo interno de la órbita se comunica con las inferior y de la barbilla bilateralmente.
venas oftálmicas. ■ Los n o d u lo s s u b m a n d ib u la r e s , superficiales a la glándula
En la región de la mejilla se reúne con las venas que atravie­ submandibular e inferiores al cuerpo de la mandíbula, dre­
san el agujero infraorbitario. nan los linfáticos del ángulo interno de la órbita, la mayor
■ Se comunica también con las venas que se dirigen a las parte de la zona externa de la nariz, la zona medial de la
regiones más profundas de la cara (es decir, con la vena facial mejilla, el labio superior y la zona lateral del labio inferior,
profunda que conecta con el plexo venoso pterigoideo). siguiendo el curso de la arteria facial.
■ Los n o d u lo s p a r o tíd e o s y p r e a u r ic u la r e s , se encuentran
Todos estos conductos venosos establecen conexiones con por delante de la oreja y drenan los linfáticos de la mayor
el seno cavernoso intracraneal por medio de venas emisarias parte de los párpados, parte de la zona externa de la nariz y
que comunican las venas intracraneales con las extracraneales. la región lateral de la mejilla.

Venas oftálmicas Seno cavernoso

Nodulos submentonianos
Vena infraorbitaria
Vena facial Venas del plexo Nodulos submandibulares -
pterigoideo
Vena facial profunda
Nodulos parotídeos y preauriculares

920 Fig. 8.65 Conexiones venosas intracraneales. Fig. 8.66 Drenaje linfático de la cara.
Anatomía regional * Cara 8

Conceptos prácticos
Parálisis del nervio facial [VII] (parálisis de Bell) contralateral (del lado opuesto). La conservación o la
La complejidad del nervio facial [VII] queda demostrada pérdida de las funciones especiales vienen determinadas
por los diferentes procesos patológicos que puede sufrir por la extensión de la lesión.
y por las distintas localizaciones en los que estos procesos
Lesiones del ganglio gen icu lado y d e sus zon as vecinas
tienen lugar.
Las lesiones en o alrededor del ganglio geniculado
El nervio facial [VII] se origina a partir de los núcleos
típicamente se acompañan de una pérdida de la función
presentes en el tronco del encéfalo y emerge en la unión
motora en toda la hemicara ipsilateral (del mismo lado
entre la protuberancia y el bulbo raquídeo. Se introduce
de la lesión). Como la lesión es anterior al nervio petroso
por el conducto auditivo interno, llega al ganglio
mayor y a la cuerda del tímpano, ramos del nervio facial,
geniculado (donde emite una serie de ramos) y emerge
es probable que también se encuentren afectados el gusto
de la base del cráneo tras un complejo recorrido en el
de los dos tercios anteriores de la lengua, la secreción
interior del hueso temporal, para abandonar el cráneo
lagrimal y la salivación.
por el agujero estilomastoideo. Penetra en el interior
de la glándula parótida y emite cinco grupos de ramos
terminales que inervan los músculos de la cara y un Lesiones en el agu jero estilom astoideo y en sus zon as
número de ramos adicionales que inervan los músculos vecinas
más profundos o más posteriores. Existen diversas lesiones Las lesiones en el agujero estilomastoideo o a su alrededor
que pueden dañar al nervio facial a lo largo de su recorrido, constituyen la patología más frecuente del
siendo posible, con los conocimientos clínicos adecuados, nervio facial [VII]. La etiología más habitual suele ser
determinar el punto exacto de la lesión en relación con el la inflamación de origen viral del nervio en el interior
recorrido del nervio. del conducto óseo antes de emerger por el agujero
estilomastoideo. El paciente típicamente se presenta
Lesiones centrales con una pérdida de la función motora de toda la
Una lesión primaria en el tronco del encéfalo afecta tanto hemicara ipsilateral. Los pacientes, aparte de un aspecto
a la función sensorial como a la función motora del nervio característico, suelen tener complicaciones durante la
facial [VII], incluyendo sus componentes especiales. masticación de los alimentos. Si la lesión es distal a los
Si la lesión acontece antes de que las fibras nerviosas nervios petroso mayor y cuerda del tímpano, que se
crucen la línea media (antes de que se decusen), el síntoma originan en el interior del hueso temporal, la secreción
principal consistirá en una debilidad de la hemicara inferior lagrimal y el gusto pueden no verse afectados.

Conceptos prácticos
N euralgia del trigém ino La etiología de la neuralgia del trigémino es
La neuralgia del trigémino (tic doloroso) es un trastorno desconocida, aunque se invoca la participación de vasos
sensorial complejo de la raíz sensitiva del nervio trigémino. sanguíneos anómalos presentes en la ruta sensorial
El dolor típicamente se localiza en el área de distribución de los nervios maxilar [V2] y mandibular [V3].
del nervio mandibular [V3] y del nervio maxilar [V2] y se La persistencia de los síntomas y la falta de respuesta
caracteriza por la aparición súbita de un dolor insoportable al tratamiento médico puede hacer necesaria una
que puede ser desencadenado tras tocar una zona de piel exploración quirúrgica del nervio trigémino (no exenta
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sensible. de riesgos) con el fin de eliminar cualquier vaso aberrante.

921
Cabeza y cuello

CU ERO CA B ELLU D O unidas, formando una sola unidad. Esta unidad es denominada
en ocasiones como cuero cabelludo propiamente dicho y es el
El cuero cabelludo es la región de la cabeza que se extiende tejido que se levanta durante los «arrancamientos» importantes
desde los arcos superciliares anteriormente hasta la protube­ del cuero cabelludo.
rancia occipital externa y las líneas nucales superiores pos­
teriormente. Lateralmente se continúa inferiormente hasta el Piel
arco cigomático. La piel es la capa más externa del cuero cabelludo (figs. 8.67
El cuero cabelludo es una estructura estratificada cuya com­ y 8.68). Su estructura es similar a la de la piel del resto del cuerpo
posición puede deducirse a partir de las letras que componen el
con la excepción de que cuenta con una mayor cantidad de pelo.
término en lengua inglesa (SCALP):
Tejido con ju n tiv o d enso
■ S: piel (skin).
Por debajo de la piel se encuentra el tejido conjuntivo denso.
■ C: tejido conjuntivo denso.
Esta capa ancla la piel a la tercera capa y contiene las arterias,
■ A: capa aponeurótica.
las venas y los nervios del cuero cabelludo. Cuando se secciona
■ L: tejido conjuntivo laxo.
el cuero cabelludo, el tejido conjuntivo denso que rodea los
■ P: pericráneo (fig. 8.67).
vasos sanguíneos tiende a mantener abiertos los vasos seccio­
nados, resultando en una hemorragia intensa.

Capas C ap a ap o n e u ró tica
La exploración de la estructura estratificada del cuero cabelludo La capa aponeurótica es la capa más profunda de las tres prime­
revela que las tres primeras capas se encuentran firmemente ras capas del cuero cabelludo. Se encuentra unida firmemente

Piel (skin) Tejido conjuntivo denso Piel Tejido conjuntivo denso aponeurótica

aponeurótica

Hueso Pericráneo Tejido conjuntivo laxo

Fig. 8.68 Capas del cuero cabelludo.

Pericráneo

Tejido conjuntivo laxo

922 Fig. 8.67 Cuero cabelludo (SCALP).


Anatomía regional • Cuero cabelludo

a la piel por medio del tejido conjuntivo denso de la segunda facial [VII] y el vientre posterior por el ramo auricular pos­
capa. Está compuesta por el músculo occipitofrontal, que posee terior.
un vientre frontal anterior, un vientre occipital posterior y un
Tejido con ju n tiv o laxo
tendón aponeurótico, la aponeurosis epicraneana (galea
aponeurótica) que los conecta (fig. 8.69). El tejido conjuntivo laxo forma una capa que separa la capa
El vientre frontal del músculo occipitofrontal se inserta an­ aponeurótica del pericráneo y facilita el movimiento del cue­
teriormente en la piel de las cejas, se dirige hacia arriba, cruza ro cabelludo propiamente dicho sobre la calvaría (figs. 8.67
la frente, hasta continuarse con el tendón aponeurótico. y 8.69). Debido a su consistencia, las infecciones tienden a
Posteriormente, cada vientre occipital del músculo occi­ localizarse y extenderse a través del tejido conjuntivo laxo
pitofrontal se origina en la zona lateral de las líneas nucales (v. también Conceptos prácticos, «Cuero cabelludo y meninges»).
superiores del hueso occipital y de las apófisis mastoides del
P e ricrá n e o
hueso temporal. Desde su origen se dirige hacia arriba para
insertarse en el tendón aponeurótico. El pericráneo es la capa más profunda del cuero cabelludo y
La contracción del músculo occipitofrontal mueve el cue­ se corresponde con el periostio de la superficie externa de la
ro cabelludo, forma pliegues en la frente y eleva las cejas. El calvaría. Se encuentra unido a los huesos del cráneo, de los que
vientre frontal está inervado por ramos temporales del nervio puede ser separado, excepto en las zonas de sutura.

Vientre
frontal

Aponeurosis
epicraneana Orbicular del ojo

Occipitofrontal

Vientre
occipital
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Trapecio

Fig. 8.69 Músculo occipitofrontal. A. Vientre frontal. B. Vientre occipital.


923
Cabeza y cuello

Inervación ■ El nervio supraorbitario sale de la órbita a través del


agujero o escotadura supraorbitaria, atraviesa el músculo
La inervación sensitiva del cuero cabelludo depende de dos
frontal y continúa superiormente a través del cuero cabe­
fuentes principales, los nervios craneales y los nervios cer­
lludo por detrás hasta el vértex de la cabeza.
vicales, según sea la localización, anterior o posterior a las
■ El n ervio cig om atico tem p o ral abandona el cráneo
orejas y al vértex de la cabeza (fig. 8.70). El músculo occipi­
a través de un orificio en el hueso cigomático e inerva una
tofrontal recibe su inervación a partir de ramos del nervio
pequeña zona de cuero cabelludo de la parte anterior de la
facial [VII].
sien.
■ El nervio auriculotemporal, tras abandonar el cráneo,
Por delante de las orejas y del vértex de la cabeza continúa en un plano profundo a la glándula parótida has­
El cuero cabelludo por delante de las orejas y del vértex de la ta la región auricular anterior, desde donde se dirige hacia
cabeza recibe su inervación de ramos del nervio trigémino [V] arriba, por delante de la oreja, hasta cerca del vértex de la
(fig. 8.70). Estos ramos son los nervios auriculotemporal, cigo­ cabeza. Inerva el cuero cabelludo desde la región temporal
maticotemporal, supraorbitario y supratroclear. y la región auricular anterior, hasta cerca del vértex.

■ El nervio supratroclear tras abandonar la órbita atraviesa Por detrás de las orejas y del vértex de la cabeza
el músculo frontal, se dirige superiormente a través de la La inervación sensitiva del cuero cabelludo por detrás de las ore­
frente y la inerva en la zona próxima a la línea media. jas y del vértex de la cabeza depende de los nervios cervicales, en

Nervios
cigomaticotemporales

Nervio supratroclear

Nervio supraorbitario

Nervio occipital mayor

Nervio occipital tercero


Nervio
auriculotemporal Nervio occipital menor

C4

Nervio auricular mayor

Fig. 8.70 Inervación del cuero cabelludo.


Anatomía regional • Cuero cabelludo 8

concreto de ramos de los niveles medulares C2 y C3 (fig. 8.70). músculo oblicuo inferior de la cabeza, asciende superficial
Estos ramos son el nervio auricular mayor, el occipital menor, al triángulo suboccipital, atraviesa los músculos trapecio y
el occipital mayor y el occipital tercero. semiespinoso de la cabeza y a continuación se ramifica para
inervar una gran parte del cuero cabelludo posterior que
■ El nervio auricular mayor es un ramo del plexo cervical. alcanza en dirección superior hasta el vértex de la cabeza.
Se origina de los ramos anteriores de los nervios espina­ ■ El nervio occipital tercero es un ramo de la raíz posterior
les C2 y C3, asciende sobre la superficie del músculo esterno- del nervio espinal C3, atraviesa los músculos trapecio y
cleidomastoideo e inerva una pequeña zona del cuero cabe­ semiespinoso de la cabeza e inerva una pequeña zona de la
lludo por detrás de la oreja. región inferior del cuero cabelludo.
■ El nervio occipital menor también es un ramo del plexo
cervical. Surge del ramo anterior del nervio espinal C2, as­ Vasos
ciende sobre el borde posterior del músculo esternocleido-
mastoideo e inerva una zona del cuero cabelludo posterior Arterias
y superior a la oreja. Las arterias que irrigan el cuero cabelludo (fig. 8.71) son ramas
■ El nervio occipital mayor es un ramo de la raíz posterior bien de la arteria carótida externa o de la arteria oftálmica, una
del nervio espinal C2, emerge inmediatamente por debajo del rama de la arteria carótida interna.

Arteria y vena
supratroclear

Arteria y vena
supraorbitaria

Arteria y vena
temporal superficial

Vena auricular posterior

Arteria auricular posterior

Vena occipital
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Arteria occipital

- Vena yugular externa

i r ---- Vena yugular interna


Arteria carótida externa

Fig. 8.71 Vascularización del cuero cabelludo. 925


Cabeza y cuello

debajo de los arcos superciliares, establecen conexio­


Conceptos prácticos
nes con las venas oftálmicas en la órbita, y continúan
Laceración del cuero cabelludo inferiormente para participar en la form ación de la
El cuero cabelludo posee una irrigación muy rica que vena angular, que es una vena tributaria superior de
proviene de las arterias carótidas externas, por lo que la vena facial.
las laceraciones del cuero cabelludo tienden a cursar ■ La vena temporal superficial drena toda la zona lateral
con hemorragias importantes. Estas hemorragias suelen del cuero cabelludo antes de discurrir inferiormente para
ser de predominio arterial, hecho explicado por dos contribuir a la formación de la vena retromandibular.
razones. En primer lugar, en la posición erguida, la ■ La vena auricular posterior drena la región del cuero
presión venosa es extremadamente baja y, en segundo cabelludo posterior a la oreja y desemboca en una tributaria
lugar, los vasos no se retraen y se cierran cuando son de la vena retromandibular.
seccionados debido a que el tejido conjuntivo en el ■ La vena occipital drena la zona posterior del cuero cabe­
que se encuentran los mantiene abiertos. lludo desde la protuberancia occipital externa y las líneas
nucales superiores hasta el vértex de la cabeza. A nivel más
profundo, atraviesa la musculatura posterior del cuello para
contribuir a la formación del plexo venoso del triángulo
R am as de la a rte r ia o ftálm ica suboccipital.

Las arterias supraorbitaria y supratroclear irrigan la zona ante­


rosuperior del cuero cabelludo. La arteria oftálmica emite estas Drenaje linfático
dos ramas en el interior de la órbita, continúan a su través y la
El drenaje linfático del cuero cabelludo suele seguir el patrón
abandonan para discurrir sobre la frente, junto a los nervios
de distribución arterial.
supraorbitario y supratroclear. Al igual que estos nervios, las
Los linfáticos de la región occipital inicialmente drenan en
arterias ascienden a través de la frente para irrigar el cuero
los nodulos occipitales, próximos a la inserción del músculo
cabelludo, alcanzando posteriormente hasta el vértex de la
trapecio en la base del cráneo (fig. 8.72). En dirección más
cabeza.

R am as de la a r te r ia ca ró tid a e x te rn a Nodulos mastoideos

La mayor parte del cuero cabelludo recibe su irrigación a occipitales


partir de tres ramas de la arteria carótida externa: las arte­
rias occipital, auricular posterior y temporal superficial, que
irrigan las porciones posterior y laterales del cuero cabelludo
(fig. 8.71):

■ La rama de menor tamaño (la arte ria au ricu lar pos­


terior) abandona la cara posterior de la arteria carótida
externa, atraviesa estructuras más profundas y emerge para
irrigar el área del cuero cabelludo posterior a la oreja.
■ La a rteria occipital también surge de la cara posterior
de la arteria carótida externa, asciende en dirección poste­
rior, atraviesa diversas capas de la musculatura de la espal­
da y emerge para irrigar una gran parte de la zona posterior
del cuero cabelludo.
■ La a rteria temporal superficial es la tercera rama que
irriga el cuero cabelludo. Es una rama terminal de la arteria
carótida externa que asciende anterior a la oreja. Se divide
en una rama anterior y otra posterior, que irrigan casi por
completo la zona lateral del cuero cabelludo.

Venas Nódulos
Las venas que drenan el cuero cabelludo siguen un patrón de submentonianos
Hacia los nódulos
distribución similar al de las arterias: Nódulos cervicales superiores
submandibulares profundos
■ Las venas supraorbitaria y supratroclear drenan la región Nódulos parotídeos y preauriculares
anterior del cuero cabelludo, desde los arcos superciliares
926 Fig. 8.72 Drenaje linfático del cuero cabelludo.
hasta el vértex de la cabeza (fig. 8 .71), discurren por
Anatomía regional * Órbita 8

distal, los nódulos occipitales drenan en los nódulos cervicales Ala menor del esfenoides
Hueso frontal
profundos superiores. También existe un drenaje directo des­ Fisura orbitaria
Conducto óptico
de esta zona del cuero cabelludo hasta los nódulos cervicales Ala mayor
Agujeros etmoidales
profundos superiores. de es'enoides
Hueso etmoides
Los linfáticos de la región superior del cuero cabelludo dre­
nan en dos direcciones:

■ Los linfáticos posteriores al vértex de la cabeza drenan en


los nódulos mastoideos (nódulos auriculares posteriores/
retroauriculares) que se encuentran posteriores a la oreja,
cerca de la apófisis mastoides del hueso temporal. Los vasos
eferentes de estos nódulos drenan en los nódulos cervicales
profundos superiores.
■ Los linfáticos anteriores al vértex de la cabeza drenan por
delante de la oreja, en los nódulos parotídeos y preauricu-
lares de la superficie de la glándula parótida.

Por último, pueden existir vías de drenaje linfático desde


la frente hasta los nódulos submandibulares a través de vasos
eferentes que siguen la arteria facial. Hueso cigomático Hueso lagrimal Surco
Fisura orbitaria inferior Hueso palatino lagrimal

ÓRBITA Maxilar

Fig. 8.73 Huesos de la órbita.


Las órbitas son estructuras bilaterales situadas en la mitad
superior de la cara, por debajo de la fosa craneal anterior y
anteriores a la fosa craneal media. Contienen el globo ocular,
el nervio óptico, los músculos extraoculares, el aparato la­
grimal, tejido adiposo, fascia, así como los vasos y los nervios Entre las características propias de esta pared superior se
que irrigan e inervan estas estructuras. incluyen:

■ En su zona anteromedial, la posible prominencia de parte


Órbita ósea del seno frontal y de la fosita troclear, donde se inserta
Los huesos maxilar, cigomático, frontal, etmoides, lagrimal, la polea a través de la cual se refleja el músculo oblicuo
esfenoides y palatino son los siete huesos que participan superior.
en la composición de cada órbita (fig. 8.73). En conjunto, ■ En su zona anterolateral, se observa una depresión (la
confieren a la órbita ósea la forma de una pirámide con fosa lagrimal) para la porción orbitaria de la glándula
una base amplia que se abre anteriormente en la cara y un lagrimal.
vértice que se dirige en dirección posteromedial. El resto de
la pirámide está constituido por sus paredes medial, lateral, El techo se completa posteriormente por el ala menor del
superior e inferior. hueso esfenoides.
El vértice de la órbita ósea piramidal es el agujero óptico y
la base (el reborde orbitario) está formado por: Pared medial
Las paredes mediales de las órbitas óseas son paralelas entre
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

■ El hueso frontal superiormente. sí y están formadas por cuatro huesos: el maxilar, el lagrimal,
■ La apófisis frontal del hueso maxilar medialmente. el etmoides y el esfenoides (fig. 8.73).
■ La apófisis cigomática del hueso maxilar y el hueso cigomá­ La mayor parte de la pared orbitaria medial depende del
tico inferiormente. hueso etmoides, que en esta región se caracteriza por la pre­
■ El hueso cigomático, la apófisis frontal del hueso cigomático sencia de las celdillas etmoidales, visibles claramente en un
y la apófisis cigomática del hueso frontal lateralmente. cráneo óseo.
En la unión entre el techo de la órbita y su pared medial,
Techo se observan los agujeros etmoidales anterior y posterior,
El techo (pared superior) de la órbita ósea está compuesto localizados generalmente en la sutura frontoetmoidal. A través
por la porción orbitaria del hueso frontal y una pequeña con­ de estos orificios los vasos y los nervios etmoidales anteriores y
tribución del hueso esfenoides (fig. 8.73). Esta delgada lámina posteriores abandonan la órbita.
ósea separa los contenidos orbitarios del cerebro de la fosa Anterior al hueso etmoides se encuentra el pequeño hueso Q27
craneal anterior. lagrimal. La porción más anterior de la pared orbitaria medial
Cabeza y cuello

se completa con la apófisis frontal del hueso maxilar. Estos dos Párpados
huesos participan en la formación del surco lagrimal, que
Los párpados superiores e inferiores son estructuras de dis­
aloja al saco lagrimal y se encuentra limitado por la cresta la­
posición anterior cuyo cierre sirve de protección de la superficie
grimal posterior (en el hueso lagrimal) y la cresta lagrimal
del globo ocular.
anterior (en el hueso maxilar).
La hendidura palpebral es el espacio existente entre los
En la composición de la pared orbitaria medial posterior
párpados cuando éstos se encuentran abiertos.
al hueso etmoidal participa una pequeña porción del hueso
Los párpados se componen de varias capas, distinguiéndose
esfenoides, que contribuye en parte a la formación de la pared
en dirección anteroposterior la piel, el tejido celular subcutáneo,
medial del conducto óptico.
la capa de músculo voluntario, el tabique orbitario, el tarso y la
Suelo conjuntiva (fig. 8.74).
La estructura del párpado superior e inferior es similar,
El suelo de la órbita ósea (pared inferior) es a su vez el techo excepto por la presencia de dos músculos adicionales en el
del seno maxilar. En su formación participa mayoritariamente párpado superior.
la superficie orbitaria del maxilar (fig. 8.73) y en menor medida
los huesos cigomático y palatino. Piel y tejido celular subcutáneo
La fisura orbitaria inferior comienza posteriormente y
La piel de los párpados es fina y la capa de tejido celular sub­
continúa en el límite lateral del suelo de la órbita. El hueso
cutáneo que separa la piel de la capa de músculo voluntario
cigomático completa el suelo orbitario por delante de la fisura
también es delgada (fig. 8.74). La presencia de esta delgada
orbitaria inferior.
capa de tejido conjuntivo y la laxitud de sus uniones con el
En su región posterior, la apófisis orbitaria del hueso palatino
resto de las estructuras palpebrales explica la acumulación de
hace una pequeña contribución al suelo orbitario, cerca de la
fluidos (sangre) tras un traumatismo.
unión entre los huesos esfenoides, etmoides y maxilar.
Músculo orbicular del ojo
Pared lateral
En una dirección anteroposterior, la siguiente capa palpebral
La pared lateral de la órbita ósea está integrada anteriormente
se compone de las fibras musculares pertenecientes a la por­
por el hueso cigomático y posteriormente por el ala mayor
ción palpebral del músculo orbicular del ojo (fig. 8.74). El
del hueso esfenoides (fig. 8.73). La fisura orbitaria superior se
músculo orbicular del ojo consta de dos porciones: la porción
encuentra entra el ala mayor y el ala menor del esfenoides que
orbitaria, que rodea a la órbita, y la porción palpebral, que
forma parte del techo.
se localiza en los párpados. El músculo orbicular del ojo recibe
su inervación del nervio facial [VII] y su acción consiste en el
cierre palpebral.

Conceptos prácticos Músculo elevador


Fractura orbitaria Periostio del

Las fracturas orbitarias no son infrecuentes y pueden


afectar a los bordes de la órbita y extenderse a los
huesos maxilar, frontal y cigomático. Estas fracturas a Músculo
orbicular del ojo
menudo forman parte de complejas fracturas faciales.
Con frecuencia se producen en el suelo y en la pared Tabique orbitario
medial; sin embargo, también pueden afectarse las Tendón del músculo
paredes lateral y superior. Las fracturas del suelo elevador del
párpado superior
constituyen uno de los tipos de lesión más frecuentes.
Fórnix conjuntival
Pueden arrastrar al músculo recto inferior y a sus tejidos
superior
asociados hacia la línea de fractura. En estos casos los
pacientes presentan trastornos de la desviación de la Conjuntiva
mirada hacia arriba (diplopia en la mirada superior) en Tarso
el ojo afectado. Las fracturas de la pared medial suelen Glándula
sebácea
mostrar en las radiografías de forma característica aire
del párpado
en el interior de la órbita. Esto se debe a la afectación del
laberinto etmoidal, que permite la continuidad entre la
órbita y los senos etmoidales. En ocasiones, los pacientes Glándula tarsal Músculo tarsal superior
refieren sensación de presión en la órbita al sonarse la (músculo liso)
nariz.
928 Fig. 8.74 Párpados.
Anatomía regional * Órbita 8

La porción palpebral es delgada y se inserta en su región


interna a la cresta lagrimal anterior, mediante el ligamento
palpebral medial (fig. 8.75). Lateralmente se une a las fibras
musculares del párpado inferior en el ligamento palpebral Periostio
lateral (fig. 8.75).
Una tercera parte del músculo orbicular de los párpados
que puede ser identificado son las fibras del borde interno, cuya
región profunda se inserta en la cresta lagrimal posterior. Estas
Tabique orbitario
fibras forman la porción lagrimal del músculo orbicular del ojo,
que participa en el sistema de drenaje de las lágrimas. Tendón del músculo
elevador del
párpado superior
Tabique orbitario
Profundo a la porción palpebral del músculo orbicular del ojo,
tanto en el párpado superior como en el inferior, se encuentra
el tabique orbitario, una capa de periostio que se extiende a
partir del reborde orbitario (fig. 8.76). El tabique orbitario se
extiende hacia abajo hasta el párpado superior y hacia arriba
hasta el párpado inferior y se continúa con el periostio exter­
no e interno de la órbita (fig. 8.76). En el párpado superior el
tabique orbitario se inserta en el tendón del músculo elevador
del párpado superior, mientras que en el párpado inferior se
inserta en el tarso.
Tabique orbitario
Tarsos y músculo elevador del párpado superior
Los tarsos son las principales estructuras de sostén palpebral
(fig. 8.77). Hay un tarso superior mayor en el párpado supe­
rior y un tarso inferior más pequeño en el párpado inferior
(fig. 8.77). El extremo medial de estas placas de tejido conjun­
tivo denso se inserta en la cresta lagrimal anterior del hueso
maxilar por medio del ligamento palpebral medial, mien­
tras que lateralmente se inserta en el tubérculo orbitario
del hueso cigomático por medio del ligamento palpebral Fi8-8,76 Tabiclue o rbitario,
lateral.
Tendón del músculo
elevador del párpado superior

Cresta lagrimal anterior

Ligamento palpebral medial

Músculo orbicular
del ojo
Tarso superior
I- Porción___
orbitaria
Ligamento
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Porción__
_ palpebral palpebral lateral

Tarso inferior
Ligamento
palpebral lateral

Tabique orbitario
Ligamento palpebral medial

Fig. 8.75 Músculo orbicular del ojo. Fig. 8.77 Tarsos. 929
Cabeza y cuello

La estructura y la función de los tarsos son similares tanto resultan en la formación de un orzuelo sobre el borde libre
en el párpado superior como en el inferior, sin embargo, entre palpebral.
ellos existe una diferencia importante. Asociado con el
tarso en el párpado superior se encuentra el músculo elevador Vasos
del párpado superior (fig. 8.77), encargado de la elevación La irrigación palpebral proviene de las numerosas arterias
del párpado superior. El músculo elevador del párpado supe­ locales (fig. 8.78), entre las que se incluyen:
rior se origina en la porción posterior del techo de la órbita,
inmediatamente superior al agujero óptico, y se inserta en su ■ Las arterias supratroclear, supraorbitaria, lagrimal y del
mayor parte en la superficie anterior del tarso superior, mien­ dorsal de la nariz, ramas de la arteria oftálmica.
tras que algunas fibras lo hacen en la piel del párpado superior.
■ La arteria angular, rama de la arteria facial.
Se encuentra inervado por el nervio oculomotor [III]. ■ La arteria transversa de la cara, rama de la arteria temporal
Junto al músculo elevador del párpado superior existe un superficial.
grupo de fibras de músculo liso que se dirigen desde la superficie ■ Ramas de la arteria temporal superficial.
inferior del músculo elevador hasta el borde superior del tarso
superior (v. fig. 8.74). Se trata del músculo tarsal superior, El drenaje venoso se realiza a través de un sistema externo
inervado por fibras simpáticas posganglionares del ganglio formado por las venas asociadas a las arterias mencionadas y
cervical superior.
un sistema interno en dirección hacia la órbita por medio de
El déficit funcional del músculo elevador del párpado supe­ conexiones con las venas oftálmicas.
rior o del músculo tarsal superior resulta en la ptosis o caída El drenaje linfático se realiza principalmente hacia los nó­
del párpado superior.
dulos parotídeos. El ángulo interno del ojo puede drenar en
los nódulos submandibulares por medio de los vasos linfáticos
Conjuntiva
asociados con las arterias facial y angular.
La estructura del párpado se completa por una membrana
delgada (la conjuntiva) que cubre la superficie posterior de
cada párpado (v. fig. 8.74). Esta membrana tapiza por completo Arteria y vena supratroclear
la superficie posterior de cada párpado antes de reflejarse sobre la
Arteria y vena supraorbitaria
superficie externa (esclera) del globo ocular. Se inserta en el
globo ocular en la unión entre la esclera y la córnea. Durante Arteria lagrimal
la oclusión palpebral se crea un saco conjuntival, cuyas
prolongaciones superiores e inferiores se denominan fórnix
conjuntivales superior e inferior (v. fig. 8.74).
Arteria y vena
Glándulas temporal
En el espesor de las placas tarsales se encuentran las glándulas superficial
tarsales (v. fig. 8.74), que drenan su secreción al borde libre de
cada párpado. Se trata de glándulas sebáceas modificadas que
secretan una sustancia oleaginosa que aumenta la viscosidad
Arteria transversa
de las lágrimas y contribuye a reducir la tasa de evaporación de
de la cara
las lágrimas de la superficie del globo ocular. La obstrucción y
la inflamación de una glándula tarsal resultan en la formación
de un chalazión, localizado en la superficie palpebral interna.
Las glándulas tarsales no son las únicas glándulas asociadas Arteria infraorbitaria
con los párpados. Los folículos de las pestañas se asocian con Arteria y vena angular
glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas (v. fig. 8.74). La
obstrucción y la inflamación de cualquiera de estas glándulas Fig. 8.78 Vascularización de los párpados.
Anatomía regional * Órbita 8

Inervación
Conceptos prácticos
La inervación palpebral consta de elementos motores y sen­
sitivos. Síndrom e de Horner
Todos los nervios sensitivos son ramos del nervio trigémi­ El síndrome de Horner se debe a cualquier lesión que
no [V] (fig. 8.79). Los ramos palpebrales se originan de: conduzca a una pérdida de función simpática en la
cabeza. Se caracteriza por la siguiente tríada:
■ Los nervios supraorbitario, supratroclear, infratroclear y ■ Miosis, debida a la parálisis del músculo dilatador
lagrimal, ramos del nervio oftálmico [Vi]. de la pupila.
■ El ramo infraorbitario del nervio maxilar [V2]. ■ Ptosis parcial (caída del párpado superior), causada
por la parálisis del músculo tarsal superior.
La inervación motora proviene de: ■ Anhidrosis en el lado ipsilateral de la cara y del
cuello, secundaria al déficit inervacional de
■ El nervio facial [VII], que inerva la porción palpebral del glándulas sudoríparas.
músculo orbicular del ojo.
■ El nervio oculomotor [III], que inerva el músculo elevador Como signos secundarios también es posible
del párpado superior. observar:
■ Las fibras simpáticas, que inervan el músculo tarsal superior. ■ Vasodilatación ipsilateral, debida a la pérdida del
control simpático normal de los vasos sanguíneos
Las lesiones del nervio facial [VII] que afectan la inervación subcutáneos.
del músculo orbicular del ojo se traducen en la incapacidad ■ Enoftalmos (ojo hundido), se cree que es debido
del cierre forzado de los párpados y en la eversión del párpado a la parálisis del músculo orbitario, aunque ésta es
inferior, que se acompaña de lagrimeo. una característica poco frecuente del síndrome de
La pérdida de la inervación del músculo elevador del párpado Horner.
superior por el nervio oculomotor se traduce en la incapacidad
de elevar voluntariamente el párpado superior, lo que produce El músculo orbitario se extiende sobre la fisura
una ptosis completa. orbitaria inferior y contribuye a mantener el contenido
El déficit inervacional del músculo tarsal superior por las orbitario en posición anterior.
fibras simpáticas produce una ptosis parcial continua. La causa más frecuente del síndrome de Horner
es la existencia de un tumor que lesione el ganglio
cervicotorácico, signo típico de los tumores del vértice
pulmonar.

Síndrom e d e Horner posquirúrgico


En los pacientes que sufren una hiperhidrosis grave
(sudoración excesiva) puede ser necesario inducir
quirúrgicamente un síndrome de Horner.
Nervio infratroclear Esta enfermedad puede ser tan incapacitante que en
Nervio supratroclear ocasiones los pacientes viven recluidos sin salir de
Nervio supraorbitario
casa por sentirse avergonzados. El tratamiento es
relativamente sencillo. Tras anestesiar al paciente,
se introduce un tubo endotraqueal bifurcado por los
bronquios principales derecho e izquierdo. Se realiza
una pequeña incisión en el espacio intercostal del lado
correspondiente y se induce un neumotorax. El paciente
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Nervio lagrimal es ventilado por su pulmón contralateral.


Con la ayuda de un sistema endoscópico, se observa
el vértice de la cavidad torácica desde su interior,
identificándose fácilmente el ganglio cervicotorácico.
Las técnicas obliterativas incluyen la termocoagulación y
la extirpación quirúrgica. Tras la destrucción del ganglio,
se retira el tubo endoscópico, se reinsufla el pulmón y se
sutura la pequeña incisión.

Nervio infraorbitario

Fig. 8.79 Inervación de los párpados.


I Cabeza y cuello

A parato lagrim al ■ La porción orbitaria es la de mayor tamaño y se localiza


en la fosa lagrimal, una depresión del hueso frontal.
El aparato lagrimal es el responsable de la producción, la circu­
■ La porción palpebral, más pequeña, es inferior al mús­
lación y el drenaje de la secreción lagrimal de la superficie del
culo elevador del párpado superior y se sitúa en la porción
globo ocular. Está compuesto por la glándula lagrimal y sus
superolateral del globo ocular.
conductos, los conductillos lagrimales, el saco lagrimal y
el conducto nasolagrimal.
Las secreciones glandulares se drenan a través de numerosos
La glándula lagrimal se localiza en la parte anterior de la
conductos hacia la región lateral del fórnix conjuntival superior.
región orbitaria superolateral (fig. 8.80) y está dividida en
La glándula lagrimal produce su secreción de modo conti­
dos porciones por el músculo elevador del párpado superior
nuo y es repartida por la superficie del globo ocular mediante
(fig. 8.81):
el parpadeo.
La secreción lagrimal se acumula medialmente en el lago
lagrimal y se drena de dicho lago por medio de cada uno de los
Tendón del músculo elevador del párpado superior conductillos lagrimales existentes en cada párpado (fig. 8.80).
El punto lagrimal es la abertura a través de la cual penetra la
Glándula lagrimal
secreción lagrimal en los conductillos lagrimales.
Los conductillos lagrimales se dirigen medialmente y se
unen antes de desembocar en el saco lagrimal. El saco lagrimal
se encuentra entre las crestas lagrimales anterior y posterior,
por detrás del ligamento palpebral medial y anterior a la porción
lagrimal del músculo orbicular del ojo (figs. 8 .8 2 y 8 .8 3 ).L a
contracción del músculo orbicular del ojo durante el «parpa­
deo» hace que la pequeña porción lagrimal de dicho músculo
dilate el saco lagrimal, lo que se acompaña de la entrada de la
secreción lagrimal proveniente del saco conjuntival a través de
los conductillos lagrimales.

Puntos lagrimales
Conducto nasolagrimal

Fig. 8.80 Glándula lagrimal, visión anterior.

Conductillo lagrimal
Puntos
Vasos y nervio
Porción orbitaria de la glándula lagrimal

Tabique

Tendón del
músculo elevador
del párpado
superior
Porción palpebral
de la glándula
lagrimal

Conducto nasolagrimal
Conductillo lagrimal
Saco lagrimal
Fig. 8.81 Glándula lagrimal y músculo elevador del párpado
932 superior. Fig. 8.82 El saco lagrimal.
Anatomía regional * Órbita 8

Inervación abandonan el SNC a través del nervio facial [VII], se dirigen


por el nervio petroso mayor (un ramo del nervio facial [VII])
La inervación de la glándula lagrimal posee tres componentes
y continúan con él hasta que se transforma en el nervio del
distintos (fig. 8.84).
conducto pterigoideo (fig. 8.84).
In e rv ació n sensitiva El nervio del conducto pterigoideo alcanza el ganglio pterigo-
palatino, donde las neuronas parasimpáticas preganglionares si-
Las neuronas sensitivas de la glándula lagrimal regresan al SNC
naptan con las neuronas parasimpáticas posganglionares.
a través del ramo lagrimal del nervio oftálmico [V\].
Las neuronas posganglionares alcanzan el nervio maxilar [V2]
In e rv ació n se cre to m o to ra (p arasim p ática) y viajan en su interior hasta la ramificación del nervio cigo­
mático, continúan con él hasta que se emite el nervio cigoma­
Las fibras secretomotoras de la fracción parasimpática de la di­ ticotemporal, que al final distribuye las fibras parasimpáticas
visión autónoma del SNP estimulan la secreción de la glándu­ posganglionares en un pequeño ramo que se une al nervio
la lagrimal. Estas neuronas parasimpáticas preganglionares lagrimal. El nervio lagrimal, por último, se distribuye por la
glándula lagrimal.
Anterior
Periostio In erv ació n sim p ática
Cresta lagrimal anterior
La inervación simpática de la glándula lagrimal sigue una ruta
,, Saco lagrimal similar a la del sistema parasimpático. Las fibras simpáticas
Ligamento palpebral posganglionares, que se originan en el ganglio cervical supe­
medial rior, viajan con el plexo que rodea a la arteria carótida interna
(fig. 8.84) hasta que lo abandona a través del nervio petroso
profundo, que termina uniéndose a las fibras parasimpáticas
en el nervio del conducto pterigoideo. Tras introducirse en el
ganglio pterigopalatino, las fibras simpáticas siguen el mis­
Porción lagrimal del músculo mo recorrido que las fibras parasimpáticas para alcanzar la
orbicular del ojo glándula lagrimal.

Tabique orbitario Vasos


Posterior Cresta lagrimal posterior La irrigación arterial de la glándula lagrimal proviene de ramas
de la arteria oftálmica y el drenaje venoso se realiza a través de
Fig. 8.83 Situación del saco lagrimal.
las venas oftálmicas.

Glándula lagrimal

Nervio lagrimal Nervio cigomaticotemporal

Nervio cigomaticofacial
Agujero redondo mayor
Nervio maxilar [V2]
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Ramo del nervio cigomaticotemporal Conducto pterigoideo

Nervio petroso mayor


Ganglio pterigopalatino Nervio petroso profundo

Arteria carótida interna

Fibras sensitivas
Plexo simpático
Fibras simpáticas posganglionares Nervio del conducto
Fibras parasimpáticas preganglionares pterigoideo
Fibras parasimpáticas posganglionares

Fig. 8.84 Inervación de la glándula lagrimal. 933


Cabeza y cuello

Fisuras y agujeros Hueso frontal


Ala menor del esfenoides Conducto óptico
La órbita posee diversos orificios a través de los cuales acceden Fisura orbitaria superior Agujeros etmoidales
y la abandonan numerosas estructuras (fig. 8.85).
Ala mayor Hueso etmoides
del esfenoides Hueso lagrimal
C o n d u cto óptico
El conducto óptico se observa en una visión anterolateral de la
órbita ósea como la abertura redondeada presente en el vértice
de la pirámide orbitaria. El conducto óptico alcanza la fosa cra­
neal media, y se encuentra limitado por el cuerpo del esfenoides
internamente y por el ala menor del esfenoides lateralmente.
El nervio óptico y la arteria oftálmica discurren por el interior
del conducto óptico (fig. 8.86).

Fisura orbitaria superior


Inmediatamente lateral al conducto óptico se localiza la fisura
orbitaria superior, una hendidura triangular existente entre
el techo y la pared lateral de la órbita ósea, que permite el
paso de estructuras entre la órbita y la fosa craneal media
(fig. 8.85).
A través de la fisura orbitaria superior pasan el ramo su­
perior y el inferior del nervio oculomotor [III], el nervio tro- Hueso cigomático Conducto
clear [IV], el nervio abducens [VI], los ramos nasociliar, frontal nasoiagrimai
Fisura orbitaria inferior
y lagrimal del nervio oftálmico [Vi] y la vena oftálmica superior Hueso palatino
Surco infraorbitario
(fig. 8.86). Maxilar

Fisura orbitaria inferior F'g- 885 Agujeros de la cavidad orbitaria.

La fisura orbitaria inferior es la abertura longitudinal que se­


para la pared lateral de la órbita del suelo orbitario (fig. 8.85).
Se encuentra limitada por el ala mayor del hueso esfenoides,

Ramo frontal del nervio oftálmico [V-,] Nervio troclear [IV]


Nervio óptico

Conducto óptico
Ramo lagrimal del nervio oftálmico [V-,]

Arteria oftálmica
Vena oftálmica superior
Ramo superior del nervio oculomotor [III]
Fisura orbitaria superior

Nervio abducens [VI] Ramo nasociliar del nervio oftálmico [V-,]

Ramo inferior del nervio oculomotor [III]

Vena oftálmica inferior


Fisura orbitaria inferior

Lateral Medial

934 Fig. 8.86 Conducto óptico y fisura orbitaria superior.


Anatomía regional • Órbita

el hueso maxilar, el hueso palatino y el hueso cigomático. Esta


larga fisura permite la comunicación entre: Periórbita
Duramadre
■ La órbita y la fosa pterigopalatina posteriormente.
■ La órbita y la fosa infratemporal en el medio.
■ La órbita y la fosa temporal posterolateralmente. Periostio

A través de la fisura orbitaria inferior pasan el nervio maxi­


lar [V2] y su ramo cigomático, los vasos infraorbitarios y una
vena comunicante con el plexo venoso pterigoideo.

Agujero infraorbitario
El surco infraorbitario comienza posteriormente y discurre
sobre cerca de dos tercios de la fisura orbitaria inferior, conti­
nuando anteriormente a través del suelo de la órbita (fig. 8.85). Tabique orbitario
Este surco enlaza con el conducto infraorbitario, que se abre
en la cara por medio del agujero infraorbitario. Fisura orbitaria
El nervio infraorbitario, parte del nervio maxilar [V2] y sus superior
vasos acompañantes alcanzan la región facial a través de este
orificio.
Anillo tendinoso
Otros agujeros común —
En la pared medial de la órbita ósea se encuentran otros aguje­
ros de menor tamaño (fig. 8.85). Fisura orbitaria
Los agujeros etmoidales anteriores y posteriores se inferior-----
localizan en la unión entre la pared orbitaria medial y la supe­
rior. Los nervios y los vasos etmoidales anteriores y posteriores
pasan de la órbita al hueso etmoides a través de estos orificios.
En la zona anteroinferior de la pared orbitaria medial se
encuentra un canal o depresión formado por el hueso lagrimal
y la apófisis frontal del hueso maxilar. En esta depresión clara­ Fig. 8.87 Periórbita. A. Visión lateral. B. Anillo tendinoso común.
mente visible se encuentra el saco lagrimal. Esta depresión se
continúa con el canal nasolagrimal, que alcanza el meato nasal
inferior. El canal nasolagrimal aloja el conducto nasolagrimal,
y envía extensiones hacia los párpados superior e inferior (el
una parte del sistema lagrimal.
tabique orbitario).
En los numerosos orificios que comunican la órbita con la
Especializaciones de las fascias cavidad craneal, la periórbita se continúa con la capa perióstica
de la duramadre. En la parte posterior de la órbita, la periórbita
Periórbita se hace más densa alrededor del conducto óptico y de la parte
Se denomina periórbita al periostio que reviste los huesos central de la fisura orbitaria superior. Esta condensación, co­
que conforman la órbita (fig. 8.8 7A). En el reborde orbitario nocida como anillo tendinoso común, es el punto de origen
se continúa con el periostio de la superficie externa del cráneo de los cuatro músculos rectos.
Cabeza y cuello

Vaina del globo ocular ■ La expansión medial es una extensión de la fascia que cubre
el músculo recto medial y se inserta inmediatamente por
La vaina del globo ocular (vaina bulbar) es una fascia que
detrás de la cresta lagrimal posterior del hueso lagrimal.
recubre gran parte del globo ocular (figs. 8.88 y 8.89):
■ La expansión lateral es una extensión de la fascia que cubre
el músculo recto lateral y se inserta en el tubérculo orbitario
■ Posteriormente se halla firmemente unida a la esclera (la
del hueso cigomático.
cubierta de color blanco del globo ocular) alrededor de la
zona de entrada del nervio óptico al globo ocular.
Desde el punto de vista funcional, se cree que estas expan­
■ Anteriormente se encuentra unida con firmeza a la esclera
siones limitan los músculos recto medial y recto lateral, de ahí
cerca del límite con la córnea (la capa transparente del globo
el nombre que reciben estas zonas especializadas de la fascia.
ocular).
■ Además, a medida que los músculos se aproximan a su
punto de inserción en el globo ocular, la fascia que rodea a
M úsculos
cada uno de ellos se fusiona con la vaina ocular.
En el interior de la órbita pueden distinguirse dos grupos mus­
El ligamento suspensorio (figs. 8.88 y 8.89) es una por­ culares:
ción especializada de la zona inferior de la vaina ocular que
sirve de sostén del globo ocular. Esta estructura de soporte está ■ La m usculatura ocular extrínseca (músculos extra-
compuesta por la vaina ocular y por elementos que dependen oculares), encargada de los movimientos del globo ocular y
de los dos músculos oculares inferiores y de los músculos rectos de la elevación del párpado superior.
medial y lateral. ■ La musculatura ocular intrínseca, en el interior del globo
ocular, que controla la forma del cristalino y el tamaño de
Expansiones de los músculos recto medial y recto la pupila.
lateral
Las expansiones son otra especialización de la fascia orbitaria
(fig. 8.89). Cubren a los músculos recto medial y recto lateral, A Músculo recto medial
Músculo recto
que se insertan en la pared medial y lateral de la órbita ósea, lateral
respectivamente:

Expansión Expansión
del músculo del músculo
recto externo recto medial

Ligamento suspensorio
Músculo recto Inferior
Músculo oblicuo inferior

Periostio Vaina ocular


Músculo
amento suspensorio Ligamento
recto superior

Vaina
ocular

Expansión Expansión
medial lateral

Periórbita
Vaina

Vaina ocular
Músculo recto
Tabique medial
Músculo recto
Ligamento lateral
suspensorio Músculo recto inferior
oblicuo inferior
Fig. 8.89 Expansiones fasciales. A. Visión anterior.
936 Fig. 8.88 Vainas del globo ocular. B. Visión superior.
Anatomía regional * Órbita 8

Tabla 8.8 Musculatura ocular extrínseca (músculos extraoculares)

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Elevador del párpado Ala menor del esfenoides Superficie tarsal anterior; Nervio oculomotor [III]: Elevación del párpado superior
superior anterior al conducto óptico algunas fibras a la piel y al ramo superior
fórnix conjuntival superior
Recto superior Porción superior del anillo Mitad anterior de la zona Nervio oculomotor [III]: Elevación, aducción y rotación
tendinoso común superior del globo ocular ramo superior interna del globo ocular
Recto inferior Porción inferior del anillo Mitad anterior de la zona Nervio oculomotor [III]: Depresión, aducción y rotación
tendinoso común inferior del globo ocular ramo inferior externa del globo ocular
Recto medial Porción medial del anillo Mitad anterior de la zona Nervio oculomotor [III]: Aducción del globo ocular
tendinoso común interna del globo ocular ramo inferior
Recto lateral Porción lateral del anillo Mitad lateral de la zona Nervio abducens [VI] Abducción del globo ocular
tendinoso común superior del globo ocular
Oblicuo superior Cuerpo del esfenoides, Cuadrante posteroexterno Nervio troclear [IV] Depresión, abducción y rotación
superomedial al conducto del globo ocular interna del globo ocular
óptico
Oblicuo inferior Suelo medial de la órbita, Cuadrante posteroexterno Nervio oculomotor [III]: Elevación, abducción y rotación
posterior al reborde; maxilar del globo ocular ramo inferior externa del globo ocular
lateral al surco nasolagrimal

Entre los músculos extrínsecos se incluyen el músculo ele­ Superior


vador del párpado superior, el recto superior, el recto inferior, Elevación
el recto medial, el recto lateral, el oblicuo superior y el oblicuo
inferior.
Los músculos oculares intrínsecos son el músculo ciliar, el
esfínter pupilar y el dilatador de la pupila.

Músculos extrínsecos
De los siete músculos que forman el grupo de los músculos
extraoculares, uno se encarga de elevar el párpado supe­
rior, mientras que los otros seis mueven el globo ocular
(tabla 8.8).
En las tres dimensiones se distinguen los siguientes movi­
mientos oculares (fig. 8.90): Depresión

■ Elevación: desplazamiento superior de la pupila. Inferior

■ Depresión: desplazamiento inferior de la pupila. Fig. 8.90 Movimientos oculares.


■ Abducción: desplazamiento lateral de la pupila.
■ Aducción: desplazamiento medial de la pupila.
■ Rotación interna (intorsión): rotación medial de la parte
superior de la pupila (hacia la nariz).
■ Rotación externa (extorsión): rotación lateral de la parte
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superior de la pupila (hacia la sien).

Cada globo ocular está dirigido anteriormente, pero el eje Medial


orbitario se dirige ligeramente hacia fuera en dirección pos-
teroanterior (fig. 8.91), por lo que la contracción de algunos
músculos produce distintos movimientos del globo ocular,
mientras que otros ejercen una acción única.

M úsculo elevad o r del p árp ad o su p erio r


/
El músculo elevador del párpado superior se encarga de la eleva­ /
/
ción de dicho párpado (tabla 8.8). Es el músculo de localización / Eje de la órbita
más superior en la órbita. Se origina en el techo, inmediatamen­
Fig. 8.91 Ejes del globo ocular y de la órbita. 937
te anterior al conducto óptico, sobre la superficie inferior del
Cabeza y cuello

ala menor del esfenoides (fig. 8.92B). Su inserción principal se pérdida de la inervación simpática del músculo tarsal superior,
encuentra en la superficie anterior del tarso superior, pero unas la ptosis acompañante es sólo parcial.
pocas fibras también se insertan en la piel del párpado superior
y en el fórnix conjuntival superior. M ú sculos re c to s
La inervación se realiza por el ramo superior del nervio Los cuatro músculos rectos ocupan una posición medial, la­
oculomotor [III]. teral, superior e inferior en su recorrido desde su origen pos­
Su contracción se traduce en la elevación del párpado su­ terior hasta sus puntos de inserción en la mitad anterior del
perior. globo ocular (fig. 8.92 y tabla 8.8). Todos ellos se originan en
Una característica singular del músculo elevador del párpa­ el anillo tendinoso común del vértice de la órbita y forman un
do superior es la presencia de fibras de músculo liso que desde su cono muscular a medida que se dirigen anteriormente hasta su
superficie inferior se dirigen al borde superior del tarso superior inserción sobre el globo ocular.
(v. fig. 8.74). Este grupo de fibras de músculo liso (el músculo
tarsal superior) contribuyen al mantenimiento de la elevación M úsculos rectos su p erio r e inferior
palpebral y recibe su inervación de las fibras simpáticas pos- Los músculos rectos superior e inferior ejercen acciones com­
ganglionares del ganglio cervical superior. plicadas debido a que el vértice de la órbita, donde se originan
El déficit funcional del nervio oculomotor [HI] resulta en una los músculos, es medial al eje central del globo ocular en la
ptosis o caída del párpado superior completa, mientras que en la mirada recta de frente:

Tróclea Elevador del párpado superior


Oblicuo superior

Recto superior

Recto
medial

Oblicuo superior
Recto medial
Recto superior

Recto lateral

Oblicuo inferior
Recto lateral
Recto inferior

C
Oblicuo superior

Recto superior

Nervio óptico

Recto lateral

Recto inferior

Recto medial

Fig. 8.92 Músculos extraoculares. A. Visión superior. B. Visión lateral. C. Resonancia magnética coronal a nivel del ojo.
Anatomía regional * Órbita 8

■ El músculo recto superior se origina en la porción superior M úsculos recto lateral y recto m edial
del anillo tendinoso común, por encima del conducto óptico.
La orientación y las acciones de los músculos recto medial y
■ El músculo recto inferior se origina en la porción inferior
lateral son más sencillas que las de los músculos recto superior
del anillo tendinoso común, por debajo del conducto óptico
e inferior.
(ñg. 8.93).
El músculo recto medial se origina de la porción medial del
anillo tendinoso común, caudal y medial al conducto óptico,
Para insertarse en la mitad anterior del globo ocular, estos
mientras que el músculo recto lateral se origina de la porción
músculos siguen una dirección anterior y lateral (fig. 8.92).
lateral del anillo tendinoso común, en la zona en la que dicho
Debido a esta orientación:
anillo cruza la fisura orbitaria superior (fig. 8.93).
Los músculos recto medial y lateral se dirigen hacia delante
■ La contracción del músculo recto superior eleva, aduce y
y se insertan en la mitad anterior del globo ocular (fig. 8.92).
rota internamente el globo ocular (fig. 8.94A).
■ La contracción del músculo recto inferior deprime, aduce y
rota externamente el globo ocular (fig. 8.94A).

Los ramos superior e inferior del nervio oculomotor [III]


inervan el músculo recto superior e inferior, respectivamente.
Para explorar y aislar la acción de los músculos rectos su­
perior e inferior, se pide al paciente que siga el dedo del médico
lateralmente y una vez en esta posición, hacia arriba o hacia
abajo (fig. 8.94B). La primera parte del movimiento alinea el
eje del globo ocular con el eje longitudinal de los músculos
recto superior e inferior. El músculo que se explora cuando el
paciente sigue un objeto que se mueve hacia arriba es el recto Abducción
superior y cuando el objeto se mueve hacia abajo se explora el
recto inferior (fig. 8.94B).

Depresión
Dirección del
B
movimiento del ojo
Músculo explorado cuando se explora
el músculo
Fisura orbitaria superior Recto superior
Recto superior Mirada lateral
Nervio del párpado y superior
superior
Nervio óptico
Recto inferior Mirada lateral
Oblicuo superior e inferior
Arteria oftálmica
Recto medial
Recto lateral Mirada lateral
Rama superior del
nervio oculomotor [III]
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Nervio nasociliar
Nervio abducens [VI] Mirada medial
Recto medial

Rama inferior del


nervio oculomotor [III]
Mirada medial
Recto inferior Oblicuo inferior
y superior

Vena oftálmica inferior


Mirada medial
Fisura orbitaria inferior Oblicuo superior e inferior

Recto lateral
Lateral Medial Fig. 8.94 Acciones de los músculos extraoculares. A. Acción de los

Fig. 8.93 Origen de los músculos extraoculares, visión coronal.


músculos individuales (acción anatómica). B. Movimiento ocular
para explorar un músculo específico (exploración clínica). 939
Cabeza y cuello

La contracción del músculo recto medial y lateral produce la ocular, y ya en esta posición, se pide al paciente que mire hacia
aducción o la abducción del globo ocular, respectivamente abajo (fig. 8.94B).
(fig. 8.94A).
El músculo recto medial recibe su inervación del ramo in­ Músculo oblicuo inferior
ferior del nervio oculomotor [III] y el músculo recto lateral la
El músculo oblicuo inferior es el único músculo extrínseco que
recibe del nervio abducens [VI].
no se origina en la parte posterior de la órbita sino que lo hace
Para explorar y aislar la acción de los músculos rectos me­
en la zona medial del suelo orbitario, inmediatamente posterior
dial y lateral, se pide al paciente que siga el dedo del médico
al reborde orbitario; y se inserta en la superficie orbitaria del
medial y lateralmente, respectivamente, en un plano horizontal
maxilar, lateral al surco nasolagrimal (fig. 8.92).
(fig. 8.94B).
El músculo oblicuo inferior cruza el suelo de la órbita si­
M ú sculos oblicuos guiendo una dirección posterolateral, situado entre el mús­
culo recto inferior y el suelo orbitario, para insertarse en el
Los músculos oblicuos ocupan las regiones orbitarias superior e
cuadrante posteroexterno, por debajo del recto lateral.
inferior, no se originan en el anillo tendinoso común, describen
La contracción del músculo oblicuo inferior dirige la pupila
un ángulo en su aproximación al globo ocular y, a diferencia de
hacia arriba y afuera (fig. 8.94A).
los músculos rectos, se insertan en la mitad posterior del globo
El músculo recibe su inervación a partir del ramo inferior
ocular (tabla 8.8).
del nervio oculomotor.
Para explorar el músculo oblicuo inferior y aislar su acción,
Músculo oblicuo superior
se pide al paciente que siga primero el dedo del médico medial­
El músculo oblicuo superior se origina en el cuerpo del esfenoi­ mente, para alinear el eje del globo ocular con el eje muscular,
des superior y medial al conducto óptico y medial al origen y desde esta posición, ya para explorar el músculo, debe mirar
del músculo elevador del párpado superior (figs. 8.92 y 8.93). hacia arriba (fig. 8.94B).
Se dirige hacia delante, a lo largo del borde medial del techo
orbitario hasta que alcanza una polea fibrocartilaginosa (la M u scu latu ra o cu la r e x trín se c a y m ovim ientos
tróclea) insertada en la fosita troclear del hueso frontal. del globo o cu la r
El tendón del oblicuo superior pasa a través de la tróclea y se Seis de los siete músculos oculares extrínsecos se encuentran
dirige lateralmente, cruzando el globo ocular en dirección pos­ implicados directamente en los movimientos del globo ocular.
terolateral, profundo al músculo recto superior, hasta insertarse Cada uno de los músculos rectos (superior, inferior, lateral y
en el cuadrante posteroexterno del globo ocular. medial), y de los oblicuos superior e inferior ejerce una acción o
La contracción del músculo oblicuo superior dirige la pupila grupo de acciones (tabla 8.8). Sin embargo, estos músculos no
hacia abajo y afuera (fig. 8.94A). actúan de modo aislado sino como un equipo de músculos que
El nervio troclear [IV] inerva el músculo oblicuo superior a se encargan de los movimientos coordinados del globo ocular
lo largo de su superficie superior. para colocar la pupila donde sea necesario.
Para explorar el músculo oblicuo superior y aislar su acción, Por ejemplo, aunque el recto lateral es el principal músculo res­
se pide al paciente que siga el dedo del médico medialmente, ponsable de mover el globo ocular lateralmente, también partici­
para alinear el eje del tendón muscular con el eje del globo pan en esta acción los músculos oblicuo superior y oblicuo inferior.

Conceptos prácticos
Exploración ocular Los músculos oculares extrínsecos actúan de modo
La exploración ocular debe incluir la valoración de la sinérgico para producir los movimientos oculares
función visual y del estado de la musculatura ocular conjugados de una manera apropiada.
extrínseca, así como descartar la presencia de patologías ■ Músculo recto lateral: nervio abducens [VI].
que puedan afectar al globo ocular bien de modo aislado ■ Músculo oblicuo superior: nervio troclear [IV].
o como parte de un proceso sistémico. ■ El resto: nervio oculomotor [III].
La exploración de la función visual incluye la medición
de la agudeza visual, la exploración del astigmatismo, de El ojo puede verse afectado en diversas enfermedades
los campos visuales, de la visión de colores (para descartar sistémicas. La diabetes mellitus cursa por lo general
una ceguera para los colores). También deben explorarse con afectación ocular, que se traduce en la formación
la retina, el nervio óptico y sus cubiertas, el cristalino y la de cataratas, enfermedades maculares y hemorragias
córnea. retinianas, que dañan la visión.
Los músculos extrínsecos son inervados por el nervio Ocasionalmente puede encontrarse una parálisis
abducens [VI], el troclear [IV] y el oculomotor [III]. unilateral de los músculos extraoculares, debido a una
940
Anatomía regional * Órbita 8

Conceptos prácticos (cont.)


lesión del tronco del encéfalo o a una lesión directa del lagrimal contribuye a la desecación conjuntival, que puede
nervio, que puede ser causada por un traumatismo o ulcerarse e infectarse de modo secundario.
por la compresión tumoral. La parálisis de un músculo se Las alteraciones de la inervación del músculo
demuestra con facilidad cuando se pide al paciente que elevador del párpado superior por la lesión del nervio
mueva el ojo en la dirección asociada con la acción normal oculomotor [III] producen una ptosis (la incapacidad
de dicho músculo. El paciente típicamente refiere visión para elevar el párpado superior). Las lesiones del nervio
doble (diplopia). oculomotor [III] suelen deberse por lo general a lesiones
graves de la cabeza.
Alteraciones d e la inervación d e los músculos La pérdida de la inervación simpática del músculo tarsal
perioculares superior produce una ptosis parcial constante. Cualquier
La pérdida de la inervación del músculo orbicular del tipo de lesión producida a lo largo del tronco simpático
ojo por una lesión del nervio facial [VII] se traduce puede dar lugar a este cuadro. Siempre debe sospecharse
en la incapacidad para cerrar los párpados con fuerza un tumor pulmonar apical maligno, ya que la ptosis
y en la eversión del párpado inferior, con el consiguiente puede ser parte de un síndrome de Horner (v. Conceptos
lagrimeo acompañante. La pérdida de la secreción prácticos, «Síndrome de Horner»).

Vasos Arteria etmoidal anterior


Arteria dorsal de la nariz
Arterias Arteria supratroclear
Arteria supraorbitaria
La irrigación arterial de las estructuras de la órbita, incluyendo
Arteria etmoidal posterior
el globo ocular, depende de la arteria oftálmica (fig. 8.95), una
rama de la arteria carótida interna que se origina inmediata­
mente tras abandonar el seno cavernoso. La arteria oftálmica
alcanza la órbita a través del conducto óptico, junto al nervio Lateral
óptico.
En la órbita, la arteria oftálmica se encuentra inicialmente
inferior y lateral al nervio óptico (fig. 8.95). A medida que Arteria ciliar
avanza en dirección anterior en el interior de la órbita, cruza posterior corta
superior al nervio óptico, dirigiéndose anteriormente en la Arteria ciliar
región orbitaria interna. posterior larga
La arteria oftálmica emite numerosas ramas en la órbita: Arteria lagrimal

Arteria central
■ La arteria lagrimal, que se origina de la arteria oftálmi­
ca lateral al nervio óptico y discurre anteriormente por la
zona lateral de la órbita, irrigando la glándula lagrimal, los
músculos y las regiones laterales de los párpados. A su vez
emite la rama ciliar anterior para el globo ocular. Arteria oftálmica
■ La arteria cen tral de la retina, que se introduce en el Nervio óptico
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nervio óptico para alcanzar la retina, donde es fácilmente Fig. 8.95 Irrigación arterial de la órbita y del globo ocular.
visible durante la exploración oftalmoscópica; la oclusión
patente de este vaso o de la arteria produce un cuadro de
ceguera.
■ Las arterias ciliares posteriores cortas y largas pene­ orbitario, irriga la frente y el cuero cabelludo en su recorri­
tran el globo ocular por su región posterior, atraviesan la do hasta el vértex del cráneo.
esclera e irrigan estructuras intraoculares. ■ La arteria etmoidal posterior abandona la órbita a través
■ Las arterias musculares irrigan la musculatura ocular del agujero etmoidal posterior e irriga las celdillas etmoidales
intrínseca. y la cavidad nasal.
■ La arteria supraorbitaria, que suele derivar de la arteria ■ La arteria etmoidal anterior sale de la órbita por medio
oftálmica inmediatamente después de haber cruzado el del agujero etmoidal anterior, se introduce en la cavidad
nervio óptico, se dirige anteriormente y abandona la órbita craneal donde emite la rama meníngea anterior y conti­
a través del agujero supraorbitario, junto al nervio supra­
941
núa hacia la cavidad nasal donde irriga el tabique nasal
Cabeza y cuello

y la pared lateral, finalizando como la arteria dorsal de terior del globo ocular. La vena oftálmica superior abandona la
la nariz. órbita a través de la fisura orbitaria superior para introducirse
■ Las a r t e r ia s p a lp e b r a le s m e d ia le s son ramas de pequeño en el seno cavernoso.
tamaño que irrigan la zona medial de los párpados superior La v e n a o f t á lm ic a i n f e r i o r es más pequeña que la vena
e inferior. oftálmica superior. Se origina anteriormente y discurre a través
■ La a r t e r i a d o r s a l d e la n a r iz es una de las dos ramas de la región inferior de la órbita. Durante este recorrido recibe
terminales de la arteria oftálmica. Abandona la órbita para venas tributarias de los músculos y de la parte posterior del
irrigar la superficie superior de la nariz. globo ocular.
■ La a r t e r i a s u p r a t r o c l e a r es la otra rama terminal de la La vena oftálmica inferior abandona la órbita posterior­
arteria oftálmica. Abandona la órbita junto al nervio supra­ mente y:
troclear e irriga la frente durante su recorrido en dirección
superior. ■ Se une con la vena oftálmica superior.
■ Atraviesa sola la fisura orbitaria superior para unirse al seno
Venas cavernoso.
En la órbita existen dos conductos venosos, las venas oftálmicas ■ Atraviesa la fisura orbitaria inferior para unirse al plexo
superior e inferior (fig. 8.96). venoso pterigoideo en la fosa infratemporal.
La v e n a o f t á l m i c a s u p e r i o r se origina en la región or­
bitaria anterior mediante la unión de la vena supraorbitaria La comunicación entre las venas oftálmicas y el seno caver­
y la vena angular. Discurre por la parte superior de la órbita, noso crea una ruta a través de la cual las infecciones pueden
recibiendo tributarias de las venas que acompañan a las ramas extenderse desde el exterior hacia el interior de la cavidad
de la arteria oftálmica y de las venas que drenan el polo pos­ craneal.

Vena supraorbitaria
Vena oftálmica superior
Inervación
En la órbita se introducen diversos nervios que inervan estruc­
Seno cavernoso
turas dentro de sus paredes óseas. Entre ellos se incluyen el ner­
vio óptico [n], el nervio oculomotor [DI], el nervio troclear [IV],
el nervio abducens [VI] y los nervios autónomos. Otros nervios,
como el nervio oftálmico [V j, inervan estructuras orbitarias
y después abandonan la órbita para inervar otras regiones.

Nervio óptico
El nervio óptico [II] no es un nervio craneal verdadero sino
una expansión del cerebro que transporta fibras aferentes
desde la retina en el globo ocular hasta los centros visuales
del cerebro. Está recubierto por las meninges craneales y el
espacio subaracnoideo, que se extiende anteriormente hasta
el globo ocular.
Cualquier aumento de la presión intracraneal resulta por
Vena angular
Vena oftálmica Venas tanto en un aumento de la presión en el espacio subaracnoideo
Vena oftálmica inferior inferior del plexo que rodea el nervio óptico, lo que puede dificultar el retorno
pterigoideo venoso en las venas retinianas, produciendo un edema de la
Vena infraorbitaria
papila óptica (papiledema) que puede observarse durante una
Fig . 8 .9 6 Drenaje venoso de la órbita y del globo ocular. exploración oftalmoscópica retiniana.
Anatomía regional * Órbita 8

El nervio óptico abandona la órbita por el conducto óptico ■ El segundo ramo desciende para inervar el músculo recto
(fig. 8.9 7) acompañado por la arteria oftálmica. inferior.
■ El tercer ramo desciende y se dirige hacia delante por el
Nervio oculomotor suelo de la órbita hasta inervar el músculo oblicuo inferior
El nervio oculomotor [III] emerge de la superficie anterior del (fig. 8.98).
tronco del encéfalo entre el mesencéfalo y la protuberancia.
Se dirige hacia delante por la pared lateral del seno cavernoso. El tercer ramo, durante su descenso, emite el r a m o d e l g a n ­
El nervio oculomotor [III] se divide, justo antes de entrar g lio c ilia r . Este ramo es la raíz parasimpática del ganglio ciliar
en la órbita, en un ramo superior y otro inferior (fig. 8.98). y transporta las fibras parasimpáticas preganglionares que
Estos ramos penetran en la órbita a través de la fisura orbitaria harán sinapsis en el ganglio ciliar con las fibras parasimpáticas
superior, por dentro del anillo tendinoso común (fig. 8.97). posganglionares. Las fibras posganglionares se distribuyen en
Dentro de la órbita, el pequeño ramo superior se dirige hacia el globo ocular por medio de los nervios ciliares cortos y se
arriba, sobre la superficie lateral del nervio óptico, para inervar encargan de la inervación del músculo esfínter de la pupila y
el músculo recto superior y al elevador del párpado superior del músculo ciliar.
(fig. 8.98).
El ramo inferior, de mayor tamaño, se divide a su vez en Nervio troclear
tres ramos: El nervio troclear [IV] emerge de la superficie posterior del
mesencéfalo, al que rodea hasta alcanzar el borde de la tienda
■ Uno se dirige por debajo del nervio óptico a medida que del cerebelo. Continúa su recorrido intradural hasta llegar
avanza hacia la región medial de la órbita para inervar el a la pared lateral del seno cavernoso, en el que se introduce,
músculo recto medial. situándose caudal al nervio oculomotor [III].
El nervio troclear, justo antes de entrar en la órbita, as­
ciende y cruza el nervio oculomotor [III] para introducirse en
Ramo lagrimal del nervio oftálmico [V-i]
Ramo frontal del nervio oftálmico [V-j] la órbita a través de la fisura orbitaria superior, por encima del
Nervio troclear [IV] anillo tendinoso común (fig. 8.97). Ya una vez en el interior
de la órbita, el nervio troclear [IV] asciende y realiza un giro,
Nervio óptico
dirigiéndose medialmente, cruza sobre el músculo elevador del

D iv isió n su p e rio r , Elevador del párpado superior


Ramo superior del nervio
oculomotor [III] .Recto superior
Ramo nasocillar del
nervio oftálmico [V-,]
Nervio abducens [VI]

Anillo tendinoso común

Ramo inferior del nervio


oculomotor [III]
Vena oftálmica inferior
Vena oftálmica superior

Lateral Medial Recto inferior


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Fig. 8.97 Inervación de la órbita y del globo ocular. Fig. 8.98 Divisiones del nervio oculomotor [III].

943
Cabeza y cuello

párpado superior y penetra por el borde superior del músculo ■ Tras atravesar el ganglio ciliar, sin establecer ninguna si-
oblicuo superior, al que inerva (fig. 8.99). napsis, se unen a los nervios ciliares cortos, a través de los
cuales se distribuyen por el globo ocular.
Nervio abducens ■ A través de los nervios ciliares largos.
El nervio abducens [VI] se origina en el tronco del encéfalo,
entre la protuberancia y el bulbo raquídeo. Penetra en la du­ En el globo ocular, las fibras simpáticas posganglionares se
ramadre que cubre el clivus y continúa en un conducto dural encargan de la inervación del músculo dilatador de la pupila.
hasta alcanzar el seno cavernoso.
El nervio abducens discurre en el interior del seno caver­ Nervio oftálmico [V J
noso, lateral a la arteria carótida interna. Tras salir del seno El nervio oftálmico [Vi] es la más pequeña y la más superior de
cavernoso, penetra en la órbita a través de la fisura orbitaria las tres divisiones del nervio trigémino. Este nervio puramente
superior, por dentro del anillo tendinoso común (fig. 8.97). sensitivo recibe sus aferencias de las estructuras orbitarias y de
En el interior de la órbita se dirige lateralmente para inervar el ramos adicionales de la cara y del cuero cabelludo.
músculo recto lateral. Tras abandonar el ganglio del trigémino, el nervio oftál­
mico [Vj] se dirige hacia delante en la pared lateral del seno
Fibras simpáticas posganglionares cavernoso, inferior a los nervios troclear [IV] y oculomotor [III].
Las fibras simpáticas preganglionares surgen de los segmentos Inmediatamente antes de introducirse en la órbita, se divide
superiores de la médula espinal torácica, principalmente del en tres ramos: el nervio frontal, el nervio lagrimal y el nervio
segmento T I . Entran en la cadena simpática a través de los ra­ nasociliar (fig. 8.100). Estos ramos entran en la órbita por la
mos comunicantes blancos y ascienden hasta llegar al g a n g lio fisura orbitaria superior, los nervios frontal y lagrimal por fuera
c e r v i c a l s u p e rio r, donde sinaptan con las fibras simpáticas del anillo tendinoso común y el nervio nasociliar por dentro del
posganglionares. anillo (fig. 8.97).
Las fibras posganglionares se distribuyen junto a la arteria
N ervio lagrim al
carótida interna y sus ramas.
Las fibras simpáticas posganglionares destinadas a la órbita El nervio lagrimal es el más pequeño de los tres ramos en
viajan junto a la arteria oftálmica. En el interior de la órbi­ los que se divide el nervio oftálmico [Vi]. Ya en el interior de
ta las fibras se distribuyen por el globo ocular de una de estas la órbita se dirige hacia delante sobre el borde superior del
dos maneras: músculo recto lateral (fig. 8.101). Recibe un ramo del nervio

Oblicuo superior
Nervio etmoidal anterior
Recto medial Nervio infratroclear
Nervio supratroclear
Elevador del párpado
superior Nervio supraorbitario
Nervio etmoidal posterior

Recto superior
Lateral

Nervio lagrimal
Lateral (del [V,])
Nervios ciliares
largos
N ervio fron tal
------ N ervio
(del [V,])
troclear [IV]
N ervio n a s o c ilia r
(del [Vi])

N ervio ó p tico [II]

N ervio
o ftá lm ico [V^

Fig. 8.99 Nervio troclear [IV] en la órbita. Fig. 8.100 Divisiones del nervio oftálmico [V,].
Anatomía regional * Órbita 8

cigomaticotemporal, que transporta fibras posganglionares ■ El n e r v io s u p r a o r b i t a r io es la mayor de los dos ramos,


simpáticas y parasimpáticas que se distribuyen por la glándula discurre entre el músculo elevador del párpado superior
lagrimal. y la periórbita que tapiza el techo de la órbita (fig. 8.1 0 1 ),
Tras alcanzar la región orbitaria anterolateral, el nervio abandona la órbita a través de la escotadura supraorbitaria y
lagrimal inerva la glándula lagrimal, la conjuntiva y la porción asciende a través de la frente y del cuero cabelludo. Inerva
lateral del párpado superior. el párpado superior, la conjuntiva y desde la frente hasta la
mitad del cuero cabelludo en dirección posterior.
N ervio fro n tal
Nervio n aso ciliar
El nervio frontal es el ramo del nervio oftálmico [Vi] de mayor
tamaño y recibe aferencias sensitivas de zonas extraorbitarias. El tamaño del nervio nasociliar es intermedio en relación con el
Tras abandonar la fisura orbitaria superior, este ramo se dirige de los nervios frontal y lagrimal. Suele ser el primer ramo que
anteriormente entre el músculo elevador del párpado superior emite el nervio oftálmico (fig. 8.100). Se sitúa el más profundo
y la periorbita del techo orbitario (fig. 8.97). En mitad de su en la órbita, a la que accede por dentro del anillo tendinoso
recorrido se divide en dos ramos terminales: los nervios su­ común, entre los ramos superior e inferior del nervio oculo­
praorbitario y supratroclear (figs. 8.100 y 8.1 0 1 ). motor [III] (v. fig. 8.97).
En el interior orbitario, el nervio nasociliar cruza la super­
■ El n e r v io s u p r a t r o c le a r se dirige hacia delante siguiendo ficie superior del nervio óptico a medida que se dirige en direc­
una dirección anteromedial, pasa por encima de la tróclea y ción medial por debajo del músculo recto superior (figs. 8.100
abandona la órbita medial al agujero supraorbitario. Inerva y 8.102). Al inicio de su recorrido infraorbitario emite su primer
la conjuntiva, la piel del párpado superior y la piel de la zona ramo, el r a m o c o m u n i c a n t e c o n e l g a n g lio c i l i a r ( r a íz
inferomedial de la frente. s e n s itiv a d e l g a n g lio c ilia r ) .

N ervio etm o id a l p o ste rio r


Oblicuo superior
Nervio supratroclear N ervio e tm o id a l a n te rio r

superior
Músculo recto medial
Recto superior N e rv io s c ilia r e s la rg o s

Glándula lagrimal Nervios ciliares cortos


Glándula lagrimal

Recto medial Lateral


Recto lateral
N ervio lag rim al Nervio lagrimal
(del [V,]) (del m
N ervio fron tal Recto lateral
(del [V-,])
Ganglio ciliar
N ervio
n a s o c ilia r Nervio abducens [VI]
(del M
Nervio troclear [IV] Ramo inferior
del nervio
oculomotor [III]
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

- N ervio
o ftá lm ico [V-,] N ervio
n a s o c ilia r (del [V-,])

Ramo superior
del nervio
oculomotor [III]

Fig. 8.101 Relaciones del nervio oftálmico [V,] y de sus divisiones


con los músculos extraoculares. Fig. 8.102 Recorrido del nervio nasociliar (desde [V,]) en la órbita.

945
Cabeza y cuello

El nervio nasociliar continúa en dirección anterior a lo Raíz sensitiva


largo de la pared orbitaria medial, entre los músculos oblicuo Nervio nasociliar
_ _ Nervio ciliar largo
superior y recto medial (fig. 8.10 2 ), dando lugar a los siguien­
tes ramos:

■ Los n e r v io s c ilia r e s la r g o s . Son nervios sensitivos del glo­


bo ocular que también pueden transportar fibras simpáticas
encargadas de la dilatación pupilar.
■ El n e r v io e t m o id a l p o s t e r io r , que abandona la órbita a
través del agujero etmoidal posterior para inervar las celdi­
Nervio oculomotor [III] Nervio ciliar corto
llas aéreas etmoidales posteriores y el seno esfenoidal.
■ El n e r v io i n f r a t r o c l e a r , que se distribuye por la región --------- Fibras sensitivas
medial de los párpados superior e inferior, el saco lagrimal --------- Fibras simpáticas posganglionares
--------- Fibras parasimpáticas preganglionares
y la piel de la mitad superior de la nariz. — Fibras parasimpáticas posganglionares
■ El n e r v io e t m o id a l a n t e r i o r , que abandona la órbita a
través del agujero etmoidal anterior para inervar la fosa
Fig. 8.103 Ganglio ciliar.
craneal anterior, la cavidad nasal y la piel de la mitad inferior
de la nariz (fig. 8.10 2 ).

Ganglio ciliar por la región posterosuperior del ganglio ciliar y transporta


El ganglio ciliar es un ganglio parasimpático del nervio oculo­ fibras sensitivas, que atraviesan el ganglio y continúan por
motor [I II ] . Se asocia con el ramo nasociliar del nervio oftál­ los nervios ciliares cortos hasta alcanzar el globo ocular. Es­
mico [Vi] y es donde hacen sinapsis las fibras preganglionares tas fibras son las responsables de la inervación sensitiva de
parasimpáticas de esta región de la división autónoma del SNP todos los componentes del globo ocular; sin embargo, las fibras
antes de dirigirse al globo ocular por medio de las fibras posgan­ simpáticas pueden presentar recorridos alternativos hacia el
glionares. El ganglio ciliar también está atravesado por fibras globo ocular.
simpáticas posganglionares y por fibras sensitivas que se dirigen
hacia el globo ocular. b n ls lU a iG ^
El ganglio ciliar posee un tamaño muy pequeño y se localiza El tercer ramo que alcanza el ganglio ciliar, la raíz simpática,
en la región posterior de la órbita, inmediatamente lateral al es el más variable. Cuando está presente, transporta las fibras
nervio óptico, entre dicho nervio y el músculo recto lateral simpáticas posganglionares desde el ganglio cervical superior
(fig. 8.102). Suele recibir al menos dos, y puede que tres, ramos (fig. 8.103). Estas fibras ascienden por la arteria carótida in­
o raíces de otros nervios en la órbita. terna, abandonan el plexo que rodea a la arteria en el seno
cavernoso y acceden a la órbita a través del anillo tendinoso
Raíz p a ra sim p á tica común. En la órbita alcanzan el ganglio ciliar por su región
Cuando el ramo inferior del nervio oculomotor [III] discurre posterior, lo atraviesan y salen de éste en dirección al globo
próximo al ganglio ciliar, emite un ramo a dicho ganglio (la ocular por medio de los nervios ciliares cortos; sin embargo,
raíz parasimpática). El ramo parasimpático transporta fibras las fibras simpáticas pueden presentar recorridos alternativos
parasimpáticas preganglionares que penetran en el ganglio hacia el globo ocular.
ciliar y hacen sinapsis con las fibras parasimpáticas posgan­ Las fibras simpáticas del globo ocular no siempre pene­
glionares (fig. 8.103). tran en el ganglio ciliar como un ramo separado. Las fibras
Las fibras parasimpáticas posganglionares abandonan el simpáticas posganglionares pueden abandonar el plexo
ganglio ciliar por medio de los nervios ciliares cortos, que se asociado a la arteria carótida interna en el seno cavernoso,
introducen en el globo ocular por su región posterior, alrededor unirse al nervio oftálmico [Vi] y alcanzar el ganglio ciliar
del nervio óptico. por medio de la raíz sensitiva del nervio nasociliar. Además,
En el interior del globo ocular, las fibras parasimpáticas las fibras simpáticas de este nervio pueden no entrar en el
inervan: ganglio sino dirigirse directamente al globo ocular mediante
los nervios ciliares largos (fig. 8.103). Con independencia de
■ El m ú s c u lo e s f í n t e r d e la p u p ila , responsable de la con­ su recorrido, las fibras simpáticas posganglionares terminan
tracción de la pupila. alcanzando el globo ocular, donde inervan el músculo dila-
■ El m ú s c u lo c ilia r , encargado de la acomodación del cris­ tador de la pupila.
talino para la visión cercana.

Raíz sen sitiva Globo ocular


El ganglio ciliar recibe un segundo ramo (la raíz sensitiva), El globo ocular es un órgano esférico que ocupa la región ante­
946
procedente del nervio nasociliar (fig. 8.103). Este ramo penetra rior de la órbita. Su morfología redondeada se ve interrumpida
Anatomía regional * Órbita 8

anteriormente por la existencia de una zona que protruye. Esta circula hacia la cámara anterior a través de la pupila y es re­
prominencia corresponde a la córnea, una capa transparente absorbido por el s e n o v e n o s o e s c l e r a l (el canal de Schlemm),
que representa alrededor de un sexto del área total del globo un conducto venoso circular localizado en la unión entre la
ocular (fig. 8.104). córnea y el iris (fig. 8.104).
Posterior a la córnea y en un sentido anteroposterior se El humor acuoso contiene los nutrientes para la córnea y el
encuentran la cámara anterior, el iris con la pupila, la cámara cristalino, dos estructuras avasculares, y mantiene la presión
posterior, el cristalino, el cuerpo vitreo y la retina. intraocular. Las alteraciones del ciclo de producción y absorción
del humor acuoso que resultan en una mayor cantidad de
Cámara anterior y cámara posterior éste se traducen en una elevación de la presión intraocular.
La c á m a r a a n t e r i o r es el espacio limitado por la córnea y la Esta patología (glaucoma) puede dar lugar a diversos problemas
región coloreada del ojo (iris ). La p u p ila es la abertura central visuales.
del iris. Posterior al iris y anterior al cristalino se encuentra la
c á m a r a p o s te r io r , más pequeña. Cristalino y humor vitreo
Las cámaras anterior y posterior se comunican a través de El c r is t a lin o separa la quinta parte anterior del globo ocular de
la abertura pupilar. Están ocupadas por un líquido (h u m o r los cuatro quintos posteriores (fig. 8.104). Es un disco elástico,
a c u o s o ) que es secretado en la cámara posterior, desde donde transparente y biconvexo que se inserta por su circunferencia

Cuerpo vitreo
Arteria ciliar posterior'----
Ora serrata

Arterias ciliares
posteriores cortas Cámara posterior

Cámara anterior
Nervio óptico
Córnea
Papila óptica

Cristalino
Fóvea central
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Seno venoso escleral

Cuerpo ciliar
Esclera
Coroides
Retina

anterior

Fig. 8.104 Globo ocular. 947


Cabeza y cuello

a músculos asociados con la pared del globo ocular. Esta in­ la esclera en las zonas de inserción muscular y se anas-
serción lateral permite al cristalino modificar sus propiedades tomosan con las arterias ciliares posteriores largas en la
refractivas con el fin de mantener la agudeza visual. El término capa coroidea.
clínico catarata hace referencia a la presencia de una opacidad ■ La arteria central de la retina, que a través del nervio óptico
cristaliniana. alcanza la papila óptica y la retina.
Las cuatro quintas partes posteriores del globo ocular, desde
el cristalino hasta la retina, se encuentran ocupadas por la cá­ D ren aje venoso
mara vitrea (fig. 8.104), rellena por una sustancia transparente El drenaje venoso del globo ocular se realiza principalmente
y gelatinosa, el c u e r p o v itr e o ( h u m o r v itr e o ). A diferencia a través de la capa coroidea. En este proceso participan
del humor acuoso, el humor vitreo no puede ser sustituido. cuatro venas de gran tamaño (las v e n a s v o r t i c o s a s ) . Estas
venas salen a través de la esclera de cada uno de los cuatro
Paredes del globo ocular cuadrantes posteriores del globo ocular y drenan en las venas
Las paredes del globo ocular, que envuelven sus componentes oftálmicas superior e inferior. También existe una vena central
internos, constan de tres capas: una capa fibrosa externa, de la retina que acompaña a la arteria del mismo nombre.
una capa vascular intermedia y una capa retiniana interna
(fig. 8.104).

■ La capa fibrosa externa está formada por la esclera pos­ Conceptos prácticos
teriormente y la córnea anteriormente. Glaucom a
■ La capa vascular intermedia se compone por la c o r o id e s
Cuando el ciclo normal de producción y reabsorción
posteriormente, que se continúa con el cuerpo ciliar y el iris
del humor acuoso se altera y aumenta su cantidad,
anteriormente.
el resultado es una elevación de la presión intraocular.
■ La capa interna consta de la porción de r e t i n a óptica pos­
Esta patología, conocida como glaucoma, puede dar
teriormente y de la porción de retina que no participa en la
lugar a diversas alteraciones visuales, incluida la ceguera,
visión y que tapiza la superficie interna del cuerpo ciliar y
por la compresión que sufren tanto la retina como los
del iris anteriormente.
vasos que la irrigan.
Vasos
Irrig a ció n a rte ria l
El globo ocular recibe su irrigación a través de diversas fuentes:
Conceptos prácticos
■ Las arterias ciliares posteriores cortas, ramas de la arteria
Cataratas
oftálmica, atraviesan la esclera alrededor del nervio óptico
El cristalino se opaca a medida que avanza la edad
y penetran en la capa coroidea (fig. 8.104).
del paciente, o en ciertas condiciones patológicas.
■ Las arterias ciliares posteriores largas, generalmente en
número de dos, entran en la esclera medial y lateral al nervio El aumento de la opacidad del cristalino resulta en unas
dificultades visuales cada vez mayores. La eliminación
óptico, dirigiéndose anteriormente en la capa coroidea hasta
del cristalino «turbio» y su sustitución por una lente
anastomosarse con las arterias ciliares anteriores.
■ Las arterias ciliares anteriores son ramas de las arterias que artificial es un procedimiento quirúrgico frecuente.
irrigan los músculos (fig. 8.104), estas arterias atraviesan
Anatomía regional * Órbita 8

Conceptos prácticos
O ftalm oscopia visualización, en ocasiones es necesario dilatar la pupila
En la mayoría de los casos, la cámara posterior (vitrea) mediante un fármaco.
del ojo puede visualizarse de un modo directo mediante el El nervio óptico se visualiza fácilmente así como la fóvea
empleo de un oftal mosco pió, que consta de una pequeña y las cuatro ramas principales de la arteria central de la
fuente de iluminación que funciona mediante pilas y retina.
una lente pequeña, que permite la exploración directa Mediante esta exploración pueden descartarse
de la cámara vitrea y de las paredes posteriores del ojo a enfermedades del nervio óptico, anomalías vasculares
través de la pupila y del cristalino. Para obtener una mejor y patologías retinianas (fig. 8.105).

Arteriolay vénula temporales superiores de la retina

Arteriola y vénula
nasales superiores
de la retina
Arteriola y vénula
maculares superiores
e inferiores
Arteria central
de la retina

Nasal Temporal

Papila óptica
Mácula lútea
con la fóvea
central

Arteriola y vénula temporales


Arteriola y vénula nasales inferiores de la retina
inferiores de la retina

Fig . 8.105 Visión oftalmoscópica de la cámara posterior del ojo.


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Capa fibrosa del globo ocular óptico en el polo posterior; y en ella se insertan los músculos
implicados en la motilidad ocular extrínseca.
La capa fibrosa del globo ocular se compone de dos partes: la
La superficie escleral externa se encuentra cubierta por la
esclera, que abarca las zonas laterales y posterior del globo
vaina del globo ocular desde la entrada del nervio óptico hasta
ocular, casi las cinco sextas partes de su superficie; y la córnea,
la unión corneoescleral. Por su superficie interna, la esclera
que cubre el polo anterior (fig. 8.104).
mantiene uniones laxas con la coroides de la capa vascular.

E scle ra C ó rn ea
La esclera o «parte blanca del ojo» es una capa opaca de tejido La córnea es la cubierta transparente que continúa a la esclera
conjuntivo denso, visible en la porción anterior del ojo a través anteriormente. Representa un sexto de la superficie anterior del
de la conjuntiva que la cubre. Se encuentra atravesada por globo ocular y al ser transparente permite la entrada de la luz 949
numerosos vasos y nervios entre los que se incluye el nervio al interior.
Cabeza y cuello

Capa vascular del globo ocular Ir is

La capa vascular del globo ocular se compone de tres partes El iris es la porción anterior de la capa vascular del globo ocular
continuas, que en dirección posteroanterior son la coroides, el (fig. 8.104). Esta estructura circular que se proyecta a partir
cuerpo ciliar y el iris (fig. 8.104). del cuerpo ciliar es la parte coloreada del ojo y presenta una
abertura central (la pupila). El tamaño pupilar está controlado
Coroides por fibras de músculo liso que se encuentran en el interior del
La coroides es la zona posterior de la capa vascular y repre­ iris (fig. 8.106):
senta alrededor de dos tercios de ésta. Es una capa fina y
pigmentada, muy vascularizada, que se compone de vasos de ■ Las fibras del músculo e s f í n t e r d e la p u p ila se disponen
pequeño calibre próximos a la retina y vasos mayores en las de modo circular (tabla 8.9), reciben su inervación del sis­
zonas más periféricas. La unión de su superficie interna con la tema parasimpático, y su contracción disminuye la abertura
retina es firme, mientras que la unión de su superficie externa pupilar.
con la esclera es más laxa.

C u erp o cilia r
Esclera
El cuerpo ciliar se extiende a partir del límite anterior de la Coroides
coroides (fig. 8.104). Esta estructura de forma triangular que
se encuentra entre la coroides y el iris, forma un anillo completo Músculo
alrededor del globo ocular y está integrado por el músculo ciliar ciliar ---- j

y los procesos ciliares (fig. 8.106). p Cuerpo


El m ú s c u lo c i l i a r se compone de fibras de músculo liso Proceso ciliar
dispuestas de forma longitudinal, circular y radial. Recibe su ciliar —I
inervación a partir de las fibras parasimpáticas que penetran Cámara posterior
en la órbita junto al nervio oculomotor [III] y su contracción Seno venoso escleral
produce una disminución del tamaño del anillo que forma el Dilatador
cuerpo ciliar. de la pupila
Los p r o c e s o s c ilia r e s son crestas longitudinales que se pro­ Iris
yectan desde la superficie interna del cuerpo ciliar (fig. 8.106). Esfínter
A partir de los procesos ciliares se extienden las f i b r a s z o - pupilar
n u l a r e s , que se insertan en el cristalino y lo mantienen en
su posición anatómica. Las fibras zonulares en conjunto se
denominan lig a m e n to s u s p e n s o r io d e l c r is t a lin o .
La contracción del músculo ciliar disminuye el tamaño del Córnea
anillo que forma el cuerpo ciliar, reduce la tensión del ligamento
suspensorio del cristalino y permite que éste adopte una mor­
fología más redondeada (relajada). De este modo se produce la
acomodación del cristalino para la visión cercana. Cristalino Fibras zonulares Cámara anterior
Los procesos ciliares también se encargan de la producción
Fig. 8.106 Cuerpo ciliar.
del humor acuoso.

Tabla 8.9 Musculatura intrínseca del ojo

M úsculo Situación Inervación Fu nción

Ciliar Fibras musculares del cuerpo ciliar Parasimpática del nervio Contracción del cuerpo ciliar, relajación
oculomotor [III] de la tensión del cristalino, el cristalino
se vuelve más redondeado
Esfínter de la pupila Fibras musculares en el iris Parasimpática del nervio Constricción pupilar
oculomotor [III]
Dilatador de la pupila Fibras musculares dispuestas Simpática del ganglio cervical Dilatación pupilar
radialmente en el iris superior (TI)
950
Anatomía regional * Órbita 8

■ Las fibras del músculo d ila ta d o r d e la p u p ila se disponen La capa neural es la capa que se separa en los desprendi­
de modo radial, reciben su inervación del sistema simpático, mientos de retina.
y su contracción aumenta o dilata el tamaño de la pupila. En la zona posterior de la porción óptica de la retina se dis­
tinguen varias estructuras importantes.
Capa interna del globo ocular La p a p ila ó p t i c a es la región por la que el nervio óptico
La retina es la capa interna del globo ocular (fig. 8.104). Consta abandona la retina (fig. 8.105). Posee una coloración más clara
de dos partes; la p o r c ió n ó p tic a de la r e tin a , sensible a la luz y que la de la retina adyacente y sobre su superficie se observa la
ubicada posterior y lateralmente; y la r e tin a n o v isu a l, situada salida de la arteria central de la retina y sus ramificaciones en
anteriormente, tapizando la superficie interna del cuerpo ciliar los vasos que irrigan la retina. La papila óptica se conoce como
y del iris. La unión entre ambas partes de la retina se realiza por la mancha ciega de la retina ya que carece de fotorreceptores
medio de una línea irregular (la o r a s e r r a t a ) . sensibles a la luz.
Lateral a la papila óptica se encuentra la m á c u la , una
Porción óptica de la retina zona de pequeño tamaño y con una leve coloración amari­
La porción óptica de la retina consta de dos capas, una capa llenta que posee una depresión central, la f ó v e a c e n t r a l
pigmentada externa y una capa neural interna: (fig. 8.105). La mácula es la zona de retina más delgada y
la de mayor agudeza visual ya que posee menor número de
■ La c a p a p ig m e n t a d a se encuentra firmemente unida a b a s t o n e s (receptores sensibles a la luz que funcionan en
la coroides y se continúa hacia delante sobre la superficie la oscuridad y son insensibles a los colores) y mayor con­
interna del cuerpo ciliar y del iris. centración de c o n o s (los receptores sensibles a la luz que
■ La c a p a n e u r a l está formada por diversos componentes funcionan bajo condiciones de luminosidad y son sensibles
neurales, y sólo se encuentra unida a la capa pigmentada a los colores).
alrededor del nervio óptico y en la ora serrata.

Conceptos prácticos
To m o grafía de coherencia óptica de alta definición M em brana epirretiniana
La tomografía de coherencia óptica de alta definición Una membrana epirretiniana (fig. 8.108) es una fina capa
(TCO-HD) (fig. 8.107) es una técnica que se emplea para de tejido fibroso que se forma en la superficie de la retina
obtener imágenes infrasuperficiales en materiales opacos en la zona macular y que puede provocar problemas
o traslúcidos. Es similar a la ecografía, pero se basa en visuales. Si éstos son significativos puede ser necesaria
la luz en vez de en el sonido para producir imágenes la extirpación quirúrgica.
transversales en alta resolución. Es especialmente útil
en el diagnóstico y manejo de los trastornos que afectan
al nervio óptico y a la retina. (Continúa)
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951
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos (cont.)

B
1 Membrana limitante interna 4 Capa plexiforme interna 7 Capa nuclear externa 9B Capa de células
2 Capa de fibras nerviosas 5 Capa nuclear interna 8 Capa limitante extema fotorreceptoras externa
3 Capa ganglionar 6 Capa plexiforme extema 9A Capa de células 10 Epitelio pigmentario
fotorreceptoras interna 11 Coroides

Fig. 8.107 Capas de la retina en un ojo sano. A. Tomografía de coherencia óptica de alta definición (TCO-HD). B. Esquema que muestra las
capas de la retina en una TCO-HD. C. Esquema que ilustra las capas de la retina.

Papila óptica

Membrana
epirretiniana

A Ojo izquierdo B Ojo derecho

Fig. 8.108 Tomografía de coherencia óptica de alta definición (TCO-HD). A. Ojo enfermo. B. Ojo sano.
952
Anatomía regional * Oído 8

O ÍDO ■ La tercera parte es el oído interno, que consiste en una


serie de cavidades alojadas en el interior de la porción pe­
El oído es el órgano encargado de la audición y del equilibrio. trosa del hueso temporal, entre el oído medio lateralmente
Se compone de tres partes (fig. 8.109): y el conducto auditivo interno medialmente.

■ La primera parte es el oído externo, formado por un órgano El oído interno transforma las señales mecánicas recibidas
localizado en la zona lateral de la cabeza y un conducto que del oído medio, originadas a su vez por el sonido captado por el
se dirige hacia el interior. oído externo, en señales eléctricas que transfieren la informa­
■ La segunda parte es el oído medio, una cavidad ubicada en ción al cerebro. El oído interno también contiene receptores que
la porción petrosa del hueso temporal, limitada lateralmente detectan la posición y el movimiento.
por una membrana que la separa del conducto externo, e
internamente se comunica con la faringe a través de otro
estrecho conducto.

Oído externo Oído medio Oído interno


___ I___

auditivo interno

Conducto auditivo externo

Faringe
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Membrana timpánica -Trompa faringotimpánica

Fig. 8.109 Oído derecho.

953
Cabeza y cuello

O ído externo Músculos


El oído externo se compone de dos partes. La estructura que En la oreja encontramos numerosos músculos intrínsecos y
se proyecta a ambos lados de la cabeza es la oreja o pabellón extrínsecos asociados:
auricular (pinna) y el canal que se dirige hacia el interior es el
conducto auditivo externo. ■ Los músculos intrínsecos se disponen entre las porcio­
nes cartilaginosas de la oreja y pueden modificar su
Oreja morfología.
Las orejas se localizan a ambos lados de la cabeza y se encar­ ■ Los músculos extrínsecos son los músculos auricular an­
gan de la captación del sonido. Están compuestas de cartílago terior, auricular superior y auricular posterior. Se trata de
cubierto por piel y en su morfología se distinguen una serie de músculos que, tras insertarse en la oreja a partir de su origen
elevaciones y depresiones (flg. 8.1 1 0 ). en el cráneo o en el cuero cabelludo, pueden desempeñar un
El reborde externo de la oreja o hélix termina inferiormente papel en la orientación de la oreja.
en el lóbulo de la oreja, la única zona de la oreja que posee una
consistencia carnosa por carecer de cartílago. Ambos grupos musculares se encuentran inervados por el
El conducto auditivo externo parte de la región más profun­ nervio facial [VII].
da de la depresión central, o concha de la oreja.
In erv ació n
El tra g o es una elevación anterior a la abertura del
conducto auditivo externo, por delante de la concha. El La inervación sensitiva del pabellón auricular procede de diver­
an titrago es otra elevación que se encuentra por encima sas fuentes (fig. 8.1 1 1 ):
del lóbulo de la oreja, enfrente del trago. El antihélix es
otro reborde curvo, de menor tamaño paralelo y anterior ■ Las regiones más superficiales de la oreja reciben su iner­
al hélix. vación a través de los nervios auricular mayor (porciones

A Nervio vago [X]


• Nervio facial [VII]

Fig. 8.110 Oreja. Fig. 8.111 Inervación sensitiva de la oreja.


Anatomía regional * Oído 8

anterior y posterior inferior) y el occipital menor (porción Conducto auditivo externo


posterior superior) del plexo cervical, y el ramo auricu­
El conducto auditivo externo se extiende desde la profundidad
lotemporal del nervio mandibular [V3] (porción superior
de la concha hasta la membrana timpánica (tímpano), cu­
anterior).
briendo una distancia aproximada de 2,5 cm (fig. 8.112). Sus
■ Las regiones más profundas de la oreja están inervadas por
paredes se componen de hueso y cartílago. El tercio lateral
el nervio vago [X] (ramo auricular) y el nervio facial [VII]
está integrado por extensiones cartilaginosas de algunos de los
(que emite un ramo para el ramo auricular del nervio
cartílagos auriculares y los dos tercios mediales se corresponden
vago [X]).
con un conducto óseo excavado en el hueso temporal.
El conducto auditivo externo está tapizado en toda su lon­
Vasos gitud por piel, que en ciertas zonas posee pelos y glándulas
La irrigación arterial de la oreja posee múltiples fuentes. La sudoríparas modificadas, productoras de cerum en (cera de
arteria carótida externa proporciona la arteria auricular pos­ los oídos). Su diámetro es variable, mayor en su zona externa
terior, la arteria temporal superficial emite ramas auriculares y menor en la interna.
anteriores y la arteria occipital proporciona una rama. El recorrido del conducto auditivo externo no es recto. Des­
El drenaje venoso se realiza por medio de los vasos que acom­ de su orificio externo sigue primero un curso anterosuperior,
pañan a las arterias. continúa en dirección ligeramente posterosuperior y en su
El drenaje linfático de la oreja sigue anteriormente hasta los último tramo realiza un suave descenso en dirección anterior.
nodulos parotídeos y posteriormente hasta los nodulos mas- La exploración del conducto auditivo externo y de la membrana
toideos y posiblemente hasta los nodulos cervicales superiores timpánica se ve facilitada traccionando el pabellón auricular en
profundos. dirección superior, posterior y ligeramente lateral.

Conducto auditivo externo

Membrana timpánica
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Fig. 8.112 Conducto auditivo externo. 955


Cabeza y cuello

In erv ació n Oído medio

El conducto auditivo externo recibe su inervación sensitiva por


medio de diversos nervios craneales. Las aferencias sensitivas
más importantes viajan a través de los ramos del nervio auri­
culotemporal, un ramo del nervio mandibular [V3] (paredes
anterior y superior) y del ramo auricular del nervio vago [X]
(paredes inferior y posterior). Aferencias sensitivas secundarias
también pueden proceder de un ramo del nervio facial [VII] al
ramo auricular del nervio vago [X].

Membrana timpánica
La membrana timpánica separa el conducto auditivo externo
del oído medio (figs. 8.113 y 8.114). Está en ángulo inclinado
medialmente de craneal a caudal y de posterior a anterior; de
modo que su superficie lateral se orienta inferior y anterior­
mente. Está compuesta por un núcleo de tejido conjuntivo cuya
superficie externa se encuentra tapizada por piel y la interna
por una membrana mucosa. Conducto auditivo externo
La membrana timpánica se inserta en la porción timpánica
del hueso temporal por medio de un anillo fibrocartilaginoso Membrana timpánica Trompa faringotimpánica
existente a lo largo de su reborde periférico. En el centro de la
Fig. 8.113 Oído medio.
membrana se observa una concavidad causada por la inserción

A
Pliegue maleolar Apófisis lateral
posterior (del martillo)

Pliegue maleolar
anterior
Mango
del martillo

Ombligo Triángulo luminoso

Fig. 8.114 Membrana timpánica (oído derecho). A. Esquema. B. Visión otoscópica.


Anatomía regional * Oído 8

en su superficie interna del extremo inferior del mango del


m artillo, una parte del hueso martillo del oído medio. Este
Conceptos prácticos
punto de inserción constituye el ombligo de la membrana Exploración del oído
del tímpano. El órgano de la audición se compone de tres partes:
Durante la exploración otoscópica de la membrana tim­ el oído externo, el oído medio y el oído interno.
pánica generalmente puede observarse un reflejo luminoso La exploración clínica debe incluir la determinación
brillante anteroinferior al ombligo, denominado triángulo del nivel de audición y del sentido del equilibrio.
luminoso. También debe realizarse una exploración otoscópica
Superior al ombligo, en una dirección anterior, se observa o mediante otras técnicas de imagen.
la inserción del resto del mango del martillo (fig. 8.114). En
el punto más superior de esta línea de inserción se encuen­ Oído externo
tra un pequeño abultamiento de la membrana timpánica que La exploración del oído externo es sencilla. La inspección
se corresponde con la indentación de la apófisis lateral del del conducto auditivo externo y de la membrana
martillo sobre la superficie timpánica interna. De esta elevación timpánica requiere el empleo de un otoscopio (fig. 8.114B),
parten los pliegues maleolares anterior y posterior. Sobre un instrumento que proyecta luz y a través del cual se
la superficie interna de la membrana superior a estos pliegues percibe una imagen aumentada de dichas estructuras.
la membrana timpánica es delgada y poco tensa (porción La exploración se inicia traccionando suavemente hacia
flácida), mientras que el resto de la membrana es gruesa y atrás de la zona posterosuperior de la oreja para alinear
tirante (porción tensa). el conducto auditivo externo. En condiciones normales la
membrana timpánica es relativamente translúcida y posee
In erv ació n una coloración grisáceo-rojiza. El mango del martillo es
Las superficies externa e interna de la membrana timpánica visible próximo al centro de la membrana. En la posición
reciben su inervación a través de varios nervios craneales: de las cinco horas siempre puede observarse un reflejo
luminoso en forma de triángulo.
■ La inervación sensitiva de la piel de la superficie externa
Oído m ed io y oíd o interno
de la membrana timpánica depende principalmente del
La valoración del estado del martillo, el yunque
nervio auriculotemporal, un ramo del nervio mandibu­
y el estribo durante una exploración del oído medio
lar [V3], con participación adicional del ramo auricular
requiere el empleo de la RM o de la TC. Deben evaluarse
del nervio vago [X], una pequeña participación de un
las relaciones de estos huesecillos en la cavidad del oído
ramo del nervio facial [VII] al ramo auricular del nervio
medio así como la presencia de cualquier masa.
vago [X], y posiblemente un ramo del nervio glosofa­
La exploración del oído interno también requiere
ríngeo [IX].
la práctica de una RM o una TC.
■ La inervación sensitiva de la membrana mucosa de la su­
perficie interna de la membrana timpánica depende en su
totalidad del nervio glosofaríngeo [IX].
Conceptos prácticos
O ído del nadador
Se trata de una otitis externa, un cuadro doloroso
secundario a la infección del conducto auditivo externo.
Se produce con frecuencia en los nadadores.
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957
Cabeza y cuello

Receso epitimpánico
Conceptos prácticos
Conducto auditivo Ventana oval
O ído del surfista
externo
Este cuadro, que es prevalente entre los individuos Oído interno
que nadan o practican surf en aguas frías, consiste en
el desarrollo de una exostosis en el conducto auditivo
externo. La exostosis termina provocando la estenosis
del conducto y reduce la audición en el lado afectado.

Conceptos prácticos
Perforación de la m em brana tim pánica
Las perforaciones de la membrana timpánica (tímpano)
pueden poseer múltiples etiologías, pero las causas más
frecuentes siguen siendo hoy día las de origen infeccioso
y traumático.
La mayoría de las perforaciones timpánicas
tienden a cicatrizar espontáneamente, pero si el tamaño
de la perforación es importante, es precisa su reparación
quirúrgica.
En algunas ocasiones es necesario acceder a la
cavidad del oído medio a través de la membrana
timpánica. Las incisiones deben realizarse por debajo
del tercio superior de ésta, para no lesionar el nervio
cuerda del tímpano que se encuentra a ese nivel. La
mayor irrigación de la porción posterior de la membrana
timpánica determina que el abordaje quirúrgico
estándar sea a través de la zona posteroinferior.
La otitis media (la infección del oído medio) es
un cuadro común y puede terminar provocando la Membrana timpánica Trompa faringotimpánica
perforación del tímpano. La infección puede resolverse
Fig. 8.115 Componentes del oído medio.
generalmente con el uso de antibióticos. Si la infección
persiste, los cambios inflamatorios crónicos pueden
dañar la cadena de huesecillos y otras estructuras del
oído medio y originar un cuadro de sordera.

El oído medio se comunica posteriormente con la región


mastoidea y anteriormente con la nasofaringe (a través de la
O ído m edio trompa faringotimpánica). Su función principal es la trans­
El oído medio es una cavidad del hueso temporal, ocupada misión de las vibraciones de la membrana timpánica a través
por aire y tapizada por una membrana mucosa. Se encuentra de la cavidad del oído medio hasta el oído interno, por medio
limitado entre la membrana timpánica lateralmente y la pared de tres huesecillos móviles interconectados, situados entre la
lateral del oído interno medialmente. Consta de dos partes membrana timpánica y el oído interno. Estos huesos son el
(fig. 8.115): martillo (en contacto con la membrana timpánica), el yunque
(conectado con el martillo por medio de una articulación sino-
■ La cavidad tim pánica, inmediatamente contigua a la vial) y el estribo (conectado con el yunque por medio de una
membrana timpánica. articulación sinovial y con la pared lateral del oído interno, por
■ El receso epitimpánico, superiormente. medio de la ventana oval).
Anatomía regional * Oído 8

Límites El suelo presenta en ocasiones un grosor mayor debido a la


presencia de las celdillas mastoideas.
En el oído medio se distingue un techo, un suelo y unas paredes
Próximo al borde medial del suelo del oído medio existe una
anterior, posterior, medial y lateral (fig. 8.116).
pequeña abertura a través de la cual el ramo timpánico del
P a re d te g m e n ta ria nervio glosofaríngeo [IX] accede al oído medio.
La pared tegmentaria (techo) del oído medio consiste en una
P a re d m em b ran o sa
delgada lámina ósea que separa el oído medio de la fosa craneal
media. Esta capa de hueso es el techo del tímpano, situado en La pared membranosa (lateral) del oído medio está compuesta
la superficie anterior de la porción petrosa del hueso temporal. casi por completo por la membrana timpánica. La porción
superior de la pared membranosa del oído medio es la pared
P a re d yugu lar
lateral ósea del receso epitimpánico ya que la membrana
La pared yugular (suelo) del oído medio es otra delgada capa timpánica no se extiende superiormente hasta el receso epitim­
de hueso que separa el oído medio de la vena yugular interna. pánico.

Prominencia del conducto


Prominencia del conducto semicircular lateral del nervio facial Techo del tímpano

Músculo tensor del tímpano

Entrada
al antro mastoideo Trompa faringotimpánica

Ventana oval

Eminencia piramidal Nervio petroso menor

Ramo del plexo


carotídeo interno
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del tímpano
Plexo simpático

Arteria carótida interna

Nervio cuerda del tímpano

Ramo timpánico del nervio glosofaríngeo [IX]


Nervio facial [VII]
Vena yugular interna

Fig. 8.116 Límites del oído medio derecho. 959


Cabeza y cuello

P a re d m asto id ea La pared mastoidea se asocia con:


La pared mastoidea (posterior) del oído medio no es una pared
■ La eminencia piramidal, una pequeña elevación a través
totalmente completa. La porción inferior de esta pared es un ta­
de la cual accede al oído medio el tendón del músculo es­
bique óseo que separa la cavidad timpánica de las celdillas mas-
tapedio.
toideas, mientras que superiormente, el receso epitimpánico
■ El orificio de acceso al oído medio del nervio cuerda del
se continúa con la entrada al antro mastoideo (figs. 8.116
tímpano, un ramo del nervio facial [VII].
y 8.117).

P a re d a n te rio r
La pared anterior del oído medio tampoco es una pared
completa. Su porción inferior es una delgada lámina ósea
que separa la cavidad timpánica de la arteria carótida in­
A terna. Superiormente la pared está incompleta debido a la
presencia de:

■ Una gran abertura para la entrada de la trompa faringotim-


pánica al oído medio.
■ Una abertura de menor tamaño para el conducto del mús­
culo tensor del tímpano.

El orificio por el que el nervio cuerda del tímpano aban­


dona el oído medio también se encuentra en esta pared
(fig. 8.116).

P a re d la b erín tica
La pared laberíntica (medial) del oído medio es a su vez la pared
lateral del oído interno. En esta pared destaca un abultamiento
B redondeado (el promontorio), producido por la espiral basal
de la cóclea, una estructura del oído interno relacionada con
la audición (fig. 8.116).
En la membrana mucosa que tapiza el promontorio se en­
cuentra un plexo nervioso (el plexo timpánico), compuesto
principalmente por fibras del ramo timpánico del nervio gloso­
faríngeo [IX] y del plexo carotídeo interno. El plexo timpánico
inerva la membrana mucosa del oído medio, la región mas­
toidea y la trompa faringotimpánica.
Además, un ramo del plexo timpánico (el nervio petroso
menor) abandona el promontorio y el oído medio, discurre a
través de la superficie anterior del peñasco del hueso temporal,
y abandona la fosa craneal media a través del agujero oval para
introducirse en el ganglio ótico. En la pared laberíntica también
se encuentran dos orificios, las ventanas oval y redonda, y dos
elevaciones prominentes (fig. 8.116):

■ La ventana oval, una estructura posterosuperior al pro­


montorio, es el punto de apoyo de la base del estribo, el
último elemento de la cadena de huesecillos que transfiere
las vibraciones iniciadas en la membrana timpánica hasta
la cóclea en el oído interno.
■ La ventana redonda es una estructura posteroinferior al
promontorio.
■ En la pared medial, posterosuperior a la ventana oval, se en­
Fig. 8.117 Antro mastoideo y hueso circundante. A. Esquema. cuentra la prominencia del conducto del nervio facial,
B. TC de alta resolución del oído izquierdo (porción petrosa un relieve óseo producido por el recorrido del conducto del
960 del hueso temporal).
nervio facial [VII] en el hueso temporal.
Anatomía regional * Oído 8

■ Por encima y posterior a la prominencia del conducto del Conducto auditivo externo
nervio facial se observa un relieve óseo de mayor tamaño (la Martillo
prominencia del conducto semicircular lateral) pro­ Oído medio
ducido por el conducto semicircular lateral, una estructura
encargada de la detección del movimiento. Oído interno

Región mastoidea
La entrada al antro mastoideo se encuentra posterior al receso
epitimpánico del oído medio (fig. 8.117).
El a n tro m astoideo es una cavidad que se continúa
con una serie de oquedades neumáticas (las celdillas mas-
toideas) repartidas por toda la región mastoidea del hueso
temporal, incluida la apófisis mastoides. La separación entre
el antro mastoideo y la fosa craneal media, superior a éste,
se realiza tan sólo por la delgada lámina ósea del techo del
tímpano.
La membrana mucosa que reviste las celdillas mastoideas es Membrana timpánica
la misma membrana mucosa que tapiza el resto del oído medio.
Por tanto, las infecciones del oído medio pueden extenderse
fácilmente a la región mastoidea.

Trompa faringotimpánica

Conceptos prácticos Nasofaringe

M astoiditis Fig. 8.118 Trompa faringotimpánica.


La infección del antro mastoideo y de las celdillas
mastoideas suele ser secundaria a una infección del
oído medio. Las celdillas mastoideas proporcionan un
excelente medio de cultivo a los gérmenes causantes de
las infecciones. También puede producirse una infección
del hueso (osteomielitis), que puede extenderse hacia la
fosa craneal media.
El drenaje de la colección purulenta de las celdillas La abertura de la porción ósea es claramente visible en la
mastoideas puede realizarse a través de diversos superficie inferior del cráneo, en la unión entre la porción pe­
abordajes. Siempre debe extremarse la precaución para trosa y la escama del hueso temporal, inmediatamente por
no dañar la pared mastoidea del oído medio y evitar detrás del agujero oval y del agujero espinoso.
lesionar el nervio facial [VII]. Cualquier fractura de la
tabla interna de la cavidad craneal permite la entrada Vasos
de bacterias, con el riesgo de desarrollar una
La irrigación arterial de la trompa faringotimpánica procede de
meningitis.
diversas fuentes. La arteria faríngea ascendente (una rama
de la arteria carótida externa) proporciona varias ramas y la
arteria maxilar emite dos ramas (la arteria meníngea media y
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la arteria del conducto pterigoideo).


El drenaje venoso de la trompa faringotimpánica se realiza
Trompa faringotimpánica por medio del plexo venoso pterigoideo de la fosa infratem-
La trompa faringotimpánica comunica el oído medio con poral.
la nasofaringe (fig. 8.1 1 8 ), igualando la presión a ambos
lados de la membrana timpánica. En el oído medio, su aber­ In erv ació n
tura se localiza en la pared anterior, desde donde se extien­ La inervación de la membrana mucosa que tapiza la trompa
de hacia abajo, adentro y adelante hasta alcanzar la naso- faringotimpánica depende principalmente del plexo timpánico,
faringe, por detrás del meato inferior de la cavidad nasal. Se ya que es la misma mucosa que tapiza la cavidad timpánica, la
compone de: superficie interna de la membrana timpánica, el antro mas­
toideo y las celdillas mastoideas. La principal contribución a
■ Una porción ósea (el tercio más cercano al oído medio). este plexo la realiza el nervio timpánico, un ramo del nervio ^
■ Una porción cartilaginosa (los dos tercios restantes). glosofaríngeo [IX].
Cabeza y cuello

Huesecillos del oído Los músculos asociados con los huesecillos modulan el
movimiento de éstos durante la transmisión de las vibraciones.
Los huesecillos del oído medio son el martillo, el yunque y el
estribo. Forman una cadena ósea que atraviesa el oído medio M artillo
desde la membrana timpánica hasta la ventana oval del oído
interno (fig. 8.119). El martillo es el huesecillo de mayor tamaño y se encuentra
unido a la membrana timpánica. En su anatomía destacan la
cabeza, el cuello, las apófisis anterior y lateral, y el manu­
brio (fig. 8.119). La cabeza del martillo es la porción superior
redondeada que se encuentra en el receso epitimpánico. Su
superficie posterior se articula con el yunque.
Por debajo de la cabeza se encuentra un cuello estrecho y
más hacia abajo se observan las apófisis anterior y lateral:

■ La apófisis anterior se encuentra unida a la pared anterior


del oído medio a través de un ligamento.
■ La apófisis lateral se une a los pliegues maleolares anterior
y posterior de la membrana timpánica.

El mango del martillo es una prolongación inferior que surge


por debajo de las apófisis anterior y lateral y se encuentra unido
a la membrana timpánica.

Fig. 8.119 Huesecillos del oído. A. Martillo. B. Yunque. C. Estribo.

Martillo Yunque

Músculo tensor del tímpano

Tendón del músculo


estapedio
Em inencia piramidal
Vi'
ff.fr *■ Base del estribo

Trompa faringotimpánica

Membrana timpánica

Fig. 8.120 Músculos asociados a los huesecillos del oído (oído derecho).
Anatomía regional * Oído 8

Yunque La inervación del músculo tensor del tímpano depende de


un ramo del nervio mandibular [V3].
El yunque es el segundo hueso de la cadena de huesecillos. Se
La contracción del músculo tensor del tímpano tracciona del
compone de tres partes: el cuerpo, la ram a larga y la ram a
mango del martillo en dirección medial y tensa la membrana
corta (fig. 8.119).
timpánica, por lo que disminuye la fuerza de las vibraciones en
respuesta a los ruidos fuertes.
■ El cuerpo voluminoso del yunque se articula con la cabeza
del martillo y se localiza en el receso epitimpánico.
M úsculo estapedio
■ La rama larga se extiende hacia abajo a partir del cuer­
po, paralela al mango del martillo, y termina dirigiéndose El músculo estapedio es un músculo muy pequeño que se ori­
medialmente para articularse con el estribo. gina en el interior de la eminencia piramidal, una pequeña
■ La rama corta se dirige posteriormente y se une mediante un proyección de la pared mastoidea del oído medio (fig. 8.120).
ligamento a la zona superior de la pared posterior del oído Su tendón emerge del ápex de la eminencia piramidal y se dirige
medio. hacia delante para insertarse en la superficie posterior del cuello
del estribo.
E strib o El músculo estapedio recibe su inervación de un ramo del
El estribo es el componente más medial de la cadena de hue­ nervio facial [VII].
secillos y se encuentra apoyado sobre la ventana oval. En su La contracción del músculo estapedio, por lo general en res­
anatomía se distinguen la cabeza, las ramas anterior y pos­ puesta a los ruidos fuertes, tracciona del estribo posteriormente
terior y la base del estribo (fig. 8.119): e impide la oscilación excesiva.

■ La cabeza del estribo se dirige lateralmente y se articula con Vasos


la rama larga del yunque. La irrigación arterial de las estructuras del oído medio posee
■ Las dos ramas se separan entre sí y se unen a la base oval. numerosas fuentes:
■ La base del estribo se apoya sobre la ventana oval de la pared
laberíntica del oído medio. ■ Las dos ramas más importantes son la ram a timpánica
de la arteria maxilar y la ram a m astoidea de la arteria
M úsculos aso ciad o s a los h u esecillo s
auricular posterior u occipital.
Los músculos que se asocian con los huesecillos del oído me­ ■ La arteria meníngea media, la arteria faríngea ascenden­
dio son el músculo tensor del tímpano y el músculo estapedio te, la arteria del conducto pterigoideo y las ramas timpáni­
(fig. 8.120 y tabla 8.10). cas de la arteria carótida interna proporcionan ramas
más pequeñas.
M úsculo te n so r del tím p an o

El músculo tensor del tímpano se aloja en un conducto óseo El drenaje venoso del oído medio se realiza a través del plexo
existente por encima de la trompa faringotimpánica. Se origina venoso pterigoideo y del seno petroso superior.
en la porción cartilaginosa de la trompa faringotimpánica, el
ala mayor del esfenoides y en su propio conducto óseo. Se dirige Inervación
a través de su conducto óseo en dirección posterior, finalizando El plexo timpánico inerva la membrana mucosa que reviste
por medio de un tendón redondeado que se inserta en la porción las paredes y las estructuras del oído medio así como la región
superior del manubrio del martillo. mastoidea y la trompa faringotimpánica. El plexo timpánico se
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Tabla 8.10 Músculos del oído medio

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Tensor del tímpano Porción cartilaginosa de la Porción superior del mango Ramo del nervio La contracción tracciona
trompa faringotimpánica, del martillo mandibular [V3] del manubrio del martillo
ala mayor del esfenoides medialmente tensando la
y en su propio conducto óseo membrana timpánica
Estapedio Interior de la eminencia Cuello del estribo Ramo del nervio facial [VII] La contracción tracciona
piramidal del estribo posteriormente
evitando una oscilación
excesiva
963
Cabeza y cuello

Prominencia del conducto del nervio facial

Estribo
Músculo tensor del tímpano

Prominencia
Nervio petroso menor
del conducto
semicircular lateral

Plexo timpánico

Ventana redonda

Trompa faringotimpánica

Ramo del plexo carotídeo interno


(nervio caroticotim pánico)
Nervio timpánico
(ramo del nervio glosofaríngeo [IX])
Promontorio

Fig. 8.121 Inervación del oído medio.

encuentra formado por el nervio timpánico, ramo del nervio


glosofaríngeo [IX], y por ramos del plexo carotídeo interno y se
localiza sobre la mucosa que tapiza el promontorio, el abulta-
miento redondeado que se observa en la pared laberíntica del
oído medio (fig. 8.121).
El nervio glosofaríngeo [IX] emite el nervio timpánico cuan­
do sale del cráneo por el agujero yugular. Este ramo vuelve a
penetrar en el cráneo a través de un pequeño orificio y realiza
un recorrido intraóseo hasta alcanzar el oído medio.
El nervio timpánico forma el plexo timpánico junto a ra­
mos del plexo nervioso que rodea a la arteria carótida interna
(nervios caroticotim pánicos), en la membrana mucosa
que tapiza el promontorio del oído medio. Los ramos del plexo
timpánico inervan las membranas mucosas del oído medio,
incluyendo la trompa faringotimpánica y la región mastoidea.
El plexo timpánico también emite un ramo importante (el
nervio petroso menor), que suministra fibras parasimpáticas
preganglionares al ganglio ótico (fig. 8.121).
Agujero oval
El nervio petroso menor abandona la región del promon­
torio, sale del oído medio y discurre a través de la porción
petrosa del hueso temporal, abandonándola por su superficie Surco y agujero del
nervio petroso mayor
anterior, a través de un orificio que se encuentra por debajo
del agujero del nervio petroso mayor (fig. 8.122). Continúa
diagonalmente por la superficie anterior del hueso temporal, Surco y agujero del
antes de abandonar la fosa craneal media a través del agujero nervio petroso menor
ry.r a oval. Una vez en el exterior del cráneo, se introduce en el gan-
yo4 . , Fig. 8.122 Surcos y agujeros de los nervios petrosos mayor y menor,
glio otico.
Anatomía regional * Oído 8

O ído interno
El oído interno está formado por una serie de cavidades óseas (el
laberinto óseo), así como por los conductos membranosos y
los sacos (el laberinto membranoso) presentes en su interior.
Todas estas estructuras se encuentran en la porción petrosa del
hueso temporal, entre el oído medio lateralmente y el conducto
auditivo interno medialmente (figs. 8.123 y 8.124).
El laberinto óseo se compone del vestíbulo, los tres conduc­
Conducto
tos semicirculares y la cóclea (fig. 8.124). Estas cavidades
semicircular
óseas están revestidas de periostio y contienen un líquido trans­ anterior
parente (la perilinfa).
El laberinto membranoso se encuentra suspendido en la
perilinfa, sin llegar a ocupar todo el espacio del laberinto óseo,
y se compone de los conductos semicirculares, el conducto
coclear, y dos sacos (el utrículo y el sáculo). Estas estructuras
membranosas están ocupadas por endolinfa.
Los componentes del oído interno transportan al cerebro la Cóclea
información relacionada con la audición y el equilibrio:
Nervio
vestibulococlear
■ El conducto coclear es el órgano de la audición. [VIII]
■ Los conductos semicirculares, el utrículo y el sáculo son los Conducto
órganos del equilibrio. semicircular
posterior

Conducto semicircular lateral

Fig. 8.123 Situación del oído interno en el hueso temporal.

onducto semicircular
- Nervio facial [VII]

■ixeivio vestibular
Ganglio vestibular

Meato acústico interno

Nervio facial [VII]


Nervio
vestibulococlear [VIII]
Vestíbulo
Nervio coclear

Membrana timpánica
Cóclea
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Conducto coclear

965

Fig. 8.124 Oído interno.


Cabeza y cuello

El nervio encargado de estas funciones es el nervio ves- dos tercios de circunferencia conectada por ambos extremos
tibulococlear [VIII], que se divide en una porción vestibular al vestíbulo y con uno de los extremos dilatado para formar la
(equilibrio) y otra coclear (audición) después de su entrada al ampolla. La orientación de los conductos es tal que cada uno
conducto auditivo interno (fig. 8.124). forma un ángulo recto con los otros dos.

Laberinto óseo C óclea


El vestíbulo, en cuya pared lateral se encuentra la ventana oval, La cóclea es una estructura ósea que se proyecta en dirección
es la porción central del laberinto óseo (fig. 8.12 5). Se comunica anterior desde el vestíbulo. Estructuralmente consiste en una
anteriormente con la cóclea y posterosuperiormente con los espiral ósea que da dos vueltas y media o dos vueltas y tres
conductos semicirculares. cuartos alrededor de una columna ósea central (el modiolo).
Del vestíbulo parte un conducto estrecho (el acueducto Esta disposición origina una estructura de forma cónica, con
vestibular), que atraviesa el hueso temporal hasta abrirse en una base (base de la cóclea) orientada posteromedialmente
la superficie posterior de la porción petrosa del hueso temporal. y un ápex anterolateral (fig. 8.126). De este modo, la gran base
del modiolo se sitúa próxima al conducto auditivo interno, por
C o n d u cto s se m icircu lares
donde entran los ramos de la porción coclear del nervio ves-
Los conductos semicirculares anterior, posterior y lateral tibulococlear [VIII].
(fig. 8.125) se proyectan en dirección posterosuperior desde el A lo largo de toda la longitud del modiolo se proyecta la­
vestíbulo. Cada uno de los conductos describe un recorrido de teralmente una fina lámina ósea (la lámina del modiolo o

Conducto óseo y membranoso


semicircular lateral conducto óseo y membranoso
Conducto óseo y membranoso
semicircular posterior semicircular anterior
, ai i------ Acueducto vestibular
Duramadre

Sáculo

Ampoll
Utr cu o
Estribo sobre la
ventana oval
Helicotrema

— Cóclea
Membrana timpánica
Rampa
vestibular
Conducto
coclear

timpamca

Ventana redonda

Apertura del canalículo coclear

Trompa faringotimpánica

966 Fig. 8.125 Laberinto óseo.


Anatomía regional * Oído 8

lám ina espiral). El conducto coclear, un componente del y se comunican entre sí en el ápex, por medio de una hendidura
laberinto membranoso, da vueltas alrededor del modiolo y estrecha (el helicotrema):
se mantiene en su situación central mediante su unión a la
lámina del modiolo. ■ La rampa vestibular se comunica con el vestíbulo.
El conducto coclear, unido periféricamente a la pared exter­ ■ La rampa timpánica se encuentra separada del oído medio
na de la cóclea, da lugar a dos conductos (la rampa vestibular por la membrana timpánica secundaria, que cubre la ven­
y la rampa timpánica), que se continúan a lo largo de la cóclea tana redonda (fig. 8.127).

Por último, cerca de la ventana redonda existe un peque­


ño conducto (el canalículo coclear) que atraviesa el hueso
temporal y se abre en su superficie inferior, en la fosa craneal
posterior; comunicando la cóclea ocupada por perilinfa con el
espacio subaracnoideo (fig. 8.127).

Laberinto membranoso
El laberinto membranoso es un sistema continuo de conductos y
sacos localizados en el interior del laberinto óseo. Está ocupado
por la endolinfa y separado del periostio, que tapiza las paredes
del laberinto óseo por la perilinfa.
Se compone de dos sacos (el utrículo y el sáculo) y cuatro
conductos (los tres conductos semicirculares y el conducto
coclear). El laberinto membranoso participa en el sentido de la
audición y del equilibrio:

■ El utrículo, el sáculo y los tres conductos semicirculares


Lámina del modiolo Nervio coclear Ganglio espiral forman parte del aparato vestibular (es decir, son los órganos
del equilibrio).
Fig. 8.126 Cóclea.
■ El conducto coclear es el órgano de la audición.

Conducto semicircular lateral Ampolla


Conducto semicircular anterior
Conducto semicircular posterior
-------- Saco y conducto endolinfático

Duramadre

Sáculo

Utrículo
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Helicotrema

Estribo sobre la ventana oval

Conducto utriculosacular
Ventana redonda Rampa vestibular
Conducto coclear
Rampa timpánica
Apertura del
canalículo coclear

Fig. 8.127 Laberinto membranoso. 967


Cabeza y cuello

La organización general de los componentes del laberinto la rampa timpánica). El conducto coclear mantiene su posición
membranoso es la siguiente (fig. 8.127): mediante una inserción central a la delgada lámina ósea que
se extiende a partir del modiolo (el eje óseo central de la có­
■ El conducto coclear se localiza en el interior de la cóclea del clea), y otra unión periférica a la pared externa de la cóclea
laberinto óseo, en la región anteriormente. (fig. 8.128).
■ Los tres conductos semicirculares se alojan en el interior Por tanto, en el conducto coclear, de morfología triangular,
de los tres conductos semicirculares del laberinto óseo, pos­ se distinguen:
teriormente.
■ El utrículo y el sáculo se encuentran en la zona central del ■ Una pared externa en contacto con el hueso de la cóclea,
vestíbulo del laberinto óseo. que consiste en un engrosamiento perióstico tapizado por
epitelio (el ligamento espiral).
O rganos del equilibrio ■ Un techo (la mem brana de la superficie vestibular),
De los seis componentes del laberinto membranoso, cinco se compuesto por una membrana de tejido conjuntivo tapi­
encargan del sentido del equilibrio. Estos elementos son dos zada a ambos lados por epitelio, encargada de separar la
sacos (el utrículo y el sáculo) y tres conductos (los conductos endolinfa del conducto coclear de la perilinfa de la rampa
semicirculares anterior, posterior y lateral). vestibular.
■ Un suelo, que separa la endolinfa del conducto coclear de la
U trículo, sáculo y co n d u cto en dolin fático perilinfa de la rampa timpánica y consiste en el borde libre
de la lámina del modiolo y una membrana (la membrana
El utrículo es el mayor de los dos sacos. Su morfología es oval,
basilar) que se extiende desde dicho borde libre hasta una
alargada e irregular y se aloja en la porción posterosuperior del
extensión del ligamento espiral que cubre la pared coclear
vestíbulo del laberinto óseo.
externa.
Los tres conductos semicirculares, de menor tamaño que los
conductos óseos en los que se alojan, desembocan en el utrículo
y poseen una morfología similar. En uno de sus extremos se
observa una dilatación o ampolla.
El sáculo es un saco redondeado de menor tamaño, locali­
zado en la región anteroinferior del vestíbulo del laberinto óseo
(fig. 8.127). El conducto coclear desemboca en el sáculo.
El conducto utriculosacular interrelaciona a todos los
componentes del laberinto membranoso y conecta el sáculo Rampa vestibular
con el utrículo. De este conducto se desprende el conducto
endolinfático, que penetra en el acueducto vestibular (un Membrana vestibular
conducto que atraviesa el hueso temporal) y emerge en la fosa
craneal posterior, en la superficie posterior de la porción petrosa
del hueso temporal. En esta región el conducto endolinfático
aumenta de tamaño y da lugar a una bolsa extradural, el saco
endolinfático, encargado de la reabsorción de la endolinfa.

R eceptores sensoriales

Desde un punto de vista funcional, los receptores sensoriales


encargados del equilibrio se organizan de un modo especial en
cada uno de los elementos del aparato vestibular. En el sáculo
y en el utrículo estos órganos sensoriales son la mácula del
sáculo y la m ácula del utrículo respectivamente; y en la
ampolla de cada uno de los tres conductos semicirculares se
organizan en las crestas.
El utrículo responde a la aceleración vertical y a la cen­
trífuga; y el sáculo a la aceleración lineal. Por el contrario, los
receptores de los tres conductos semicirculares responden a
todo tipo de movimiento con independencia de su dirección.

O rgano de la au d ició n Órgano espiral Lámina del modiolo


C o nd ucto coclear
Membrana basilar Rampa timpánica
El conducto coclear se sitúa en el centro de la cóclea del labe­
968 Fig. 8.128 Laberinto membranoso, sección transversal.
rinto óseo, y la divide en dos conductos (la rampa vestibular y
Anatomía regional * Oído 8

El órgano espiral u órgano de la audición se apoya sobre la lámina del modiolo para inervar los receptores del órgano
la membrana basilar y se proyecta hacia la cavidad cerrada y espiral.
ocupada por endolinfa del conducto coclear (fig. 8.128).
El n erv io facial [VII] en el h u eso tem p o ral

Vasos El nervio facial [VII] posee una relación estrecha con el nervio
vestibulococlear [VIII] cuando se introduce por el conducto
La irrigación arterial del oído interno es doble, diferenciándose
auditivo interno del hueso temporal. Durante su recorrido a
los vasos que irrigan el laberinto óseo y los vasos del laberinto
través del hueso temporal, su trayectoria y la de algunos de
membranoso.
sus ramos se relacionan directamente con los oídos medio e
El laberinto óseo recibe su irrigación de las mismas arterias
interno.
que irrigan el hueso temporal adyacente, entre las que se
El nervio facial [VII] se introduce en el conducto auditivo
incluyen una rama timpánica anterior de la arteria maxilar,
interno de la porción petrosa del temporal (fig. 8.129A) junto
una rama estilomastoidea de la arteria auricular posterior
al nervio vestibulococlear y la arteria laberíntica.
y una rama petrosa de la arteria meníngea media.
Tras alcanzar el extremo distal del conducto auditivo inter­
El laberinto membranoso recibe su irrigación por medio
no, el nervio facial [VII] se introduce en el conducto del nervio
de la a rte ria laberín tica, que puede ser bien rama de la
facial y continúa lateralmente entre los oídos medio e interno.
arteria cerebelosa anteroinferior o bien ser una rama directa
En esta región, el nervio facial [VII] se dilata, originando el
de la arteria basilar; con independencia de su origen, se
ganglio geniculado, y se curva posterior y lateralmente.
introduce por el conducto auditivo interno junto al nervio
Durante su trayecto a lo largo del conducto del nervio facial, el
facial [VII] y al nervio vestibulococlear [VIII], y acaba divi­
nervio realiza un cambio brusco de dirección, dirigiéndose casi
diéndose en:
vertical hacia abajo y abandona el cráneo a través del agujero
estilomastoideo (fig. 8.129A).
■ Una ram a coclear, que atraviesa el modiolo e irriga el
conducto coclear.
Ramos
■ Una o dos ramas vestibulares, que irrigan el aparato ves­
tibular. Nervio p etroso mayor. El nervio facial [VII] emite su primer
ramo, el nervio petroso mayor, en el ganglio geniculado
El drenaje venoso del laberinto membranoso se realiza por (fig. 8.129A ). El nervio petroso mayor abandona el ganglio
medio de las venas vestibulares y cocleares que acompañan a geniculado, discurre anteromedialmente a través del hueso
sus arterias homologas. El conjunto de venas se reúnen para temporal y emerge por el orificio del nervio petroso mayor
formar la vena laberíntica, que termina por drenar en el seno
situado en la superficie anterior de la porción petrosa del hueso
petroso inferior o en el seno sigmoideo.
temporal (v. fig. 8.122). El nervio petroso mayor transporta
Inervación fibras parasimpáticas preganglionares hasta el ganglio pterigo­
palatino.
El nervio vestibulococlear [VIII] transporta las fibras aferentes
Después de producirse el cambio brusco de dirección, la
especiales encargadas de la audición (el componente coclear)
situación del nervio facial [VII] queda reflejada en la pared
y del equilibrio (el componente vestibular). Abandona el hue­
medial del oído medio por un abultamiento (v. fig. 8.121).
so temporal por el conducto auditivo interno, cruza la fosa
craneal posterior y alcanza la superficie lateral del tronco del
encéfalo, introduciéndose entre la protuberancia y el bulbo Nervio d el m úsculo e s ta p ed io y nervio cu erda d e l tím p a­
raquídeo. no. El nervio facial [VE], próximo al inicio de su descenso ver­
El nervio vestibulococlear se divide en el interior del hueso tical, emite el nervio del músculo estapedio (fig. 8.129), un pe­
temporal, en el extremo distal del conducto auditivo inter­ queño ramo que inerva el músculo estapedio; y justo antes
no, en: de abandonar el cráneo emite el nervio cuerda del tímpano.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El nervio cuerda del tímpano no abandona el hueso temporal


■ El nervio coclear. inmediatamente, sino que asciende para introducirse en el
■ El nervio vestibular. oído medio a través de su pared posterior. Durante su recorrido
pasa cerca de la región superior de la membrana timpánica,
El nervio vestibular se dilata y da lugar al ganglio vestibu­ entre el martillo y el yunque (fig. 8.129B). Abandona el oído
lar antes de producirse su división en sus porciones superior medio a través de un conducto que desemboca en la fisura
e inferior, que se distribuyen a lo largo de los tres conductos petrotimpánica y, después de abandonar el cráneo a través
semicirculares, el utrículo y el sáculo (v. fig. 8.124). de esta fisura, se une al nervio lingual en la fosa infratem-
El nervio coclear se introduce por la base de la cóclea y as­ poral.
ciende a través del modiolo. Las células ganglionares del nervio
coclear se encuentran en el ganglio espiral, en la base de la Transmisión del sonido
lámina del modiolo, a medida que asciende en espiral alrededor Las ondas acústicas que penetran por el conducto auditivo
969
del modiolo (fig. 8.126). Los ramos del nervio coclear atraviesan externo alcanzan la membrana timpánica y la desplazan
Cabeza y cuello

Ganglio geniculado

Nervio facial [VII]

Conducto auditivo interno

Nervio petroso mayor

Nervio
del músculo
estapedio

Cuerda del tímpano

Oído medio

Agujero estilomastoideo
Yunque

Cuerda del tímpano

Membrana timpánica

Fig. 8.129 A. Nervio facial en el hueso temporal. B. Cuerda del tímpano en el hueso temporal.

970
Anatomía regional • Oído

medialmente (fig. 8.130). El manubrio del martillo, unido La onda generada en la perilinfa de la rampa vestibular se
a la membrana timpánica, también se mueve medialmente, desplaza por la cóclea y produce un abultamiento hacia fuera
mientras que su cabeza se desplaza lateralmente. Como la de la membrana timpánica secundaria que cubre la ventana re­
cabeza del martillo se articula con la del yunque, esta última donda en el extremo inferior de la rampa timpánica (fig. 8.130).
también es desplazada lateralmente, a la vez que su rama El resultado es la vibración de la membrana basilar, que a su vez
larga es empujada medialmente. La rama larga del yunque estimula a las células receptoras del órgano espiral.
se articula con el estribo, que también es desplazado medial­ Las células receptoras envían los impulsos de vuelta al
mente. Por último, el desplazamiento de la base del estribo se encéfalo a través de la porción coclear del nervio vestibuloco-
transmite a la ventana oval, que a su vez también es empujada clear [VIII], donde son interpretadas como sonido.
medialmente. Si los sonidos son demasiado fuertes y producen un movi­
De este modo la onda acústica de gran amplitud y baja miento excesivo de la membrana timpánica, el músculo tensor
intensidad que hace vibrar a la membrana timpánica se trans­ del tímpano (insertado en el martillo) y/o el músculo estapedio
forma en una vibración de baja amplitud e intensidad alta en (insertado en el estribo) se contraen para reducir las vibraciones
la ventana oval, que en último término genera una onda en el en los huesecillos y disminuir la intensidad de las vibracio­
fluido que llena la rampa vestibular de la cóclea. nes que alcanzan la ventana oval.

Martillo Yunque Helicotrema Nervio vestibulococlear [VIII]

Conducto auditivo externo

Conducto coclear

Órgano espiral

Membrana timpánica

Ventana redonda
Rampa timpánica

Fig. 8.130 Transmisión del sonido.


Cabeza y cuello

FOSAS TEMPORAL E INFRATEMPORAL Está atravesada por las estructuras que viajan entre la cavidad
craneal, el cuello, la fosa pterigopalatina, el suelo de la cavi­
Las fosas temporal e infratemporal son dos espacios interconec- dad oral, el suelo de la órbita, la fosa temporal y las regiones
tados de la región lateral de la cabeza (fig. 8.131). Sus límites superficiales de la cabeza.
están formados por huesos y por tejidos blandos. De los cuatro músculos de la masticación (el masetero,
La fosa temporal, superior a la fosa infratemporal, se en­ el temporal, el pterigoideo medial y el pterigoideo lateral)
cuentra por encima del arco cigomático y se comunica con la que mueven la mandíbula por medio de la articulación tem­
fosa infratemporal a través del espacio existente entre el arco poromandibular, uno (el masetero) es lateral a la fosa in-
cigomático lateral y la superficie del cráneo, medialmente. fratemporal, dos (los músculos pterigoideos lateral y medial)
La fosa infratemporal es un espacio en forma de cuña, se encuentran en la fosa infratemporal, y uno ocupa la fosa
profundo al músculo masetero y a la rama de la mandíbula. temporal.

Fosa mandibular Fosa temporal


Tubérculo articular Surco de la arteria
Arco cigomático temporal media

Cresta
supramastoidea

Conducto auditivo
externo
Fosa infratemporal

Músculo masetero Rama de la mandíbula

Fig. 8.131 Fosas temporal e infratemporal.


Anatomía regional • Fosas temporal e infratemporal 8

Estructura ósea ■ La cresta supramastoidea, orientada transversalmente,


se extiende posteriormente desde la base de la apófisis cigo­
Los huesos que contribuyen de manera importante a limitar las
mática y forma el límite posteroinferior de la fosa temporal.
fosas temporal e infratemporal son el temporal, el cigomático,
■ El surco de la arteria temporal media, una rama de la
el esfenoides, el maxilar y la mandíbula (figs. 8.132 y 8.133).
arteria temporal superficial orientado verticalmente.
El hueso frontal y el hueso parietal participan en menor
medida.
En la articulación temporomandibular, situada en el borde
inferior de la raíz de la apófisis cigomática, participan el tubér­
Hueso temporal culo articular y la fosa mandibular, dos estructuras elongadas
La escama del hueso temporal forma parte de la estructura ósea de medial a lateral. Posterior a la fosa mandibular se encuentra
de las fosas temporal e infratemporal. el conducto auditivo externo. La porción timpánica del hueso
La porción timpánica del hueso temporal forma el ángulo temporal es una lámina ósea, lisa y cóncava, que se curva infe­
posteromedial del techo de la fosa infratemporal, y también riormente desde la zona posterior de la fosa mandibular y forma
participa, junto al cóndilo de la mandíbula, en la articulación parte de la pared del conducto auditivo externo.
temporomandibular. Entre las porciones timpánica y escamosa del hueso tem­
La superficie lateral de la escama del hueso temporal forma poral se observa en la visión inferior una clara fisura timpa-
la pared medial de la fosa temporal y en ella se distingue los noescamosa. Medialmente, un pequeño fragmento óseo de la
siguientes elementos: porción petrosa del hueso temporal se introduce en la fisura y

Escama
del hueso
Agujero temporal Agujero espinoso

Ala mayor mandibular


del esfenoides
Hueso frontal
Apófisis frontal Surco de la arteria
del hueso cigomático temporal media
Agujero Cresta supramastoidea
cigomaticotemporal
(sobre la superficie Conducto auditivo
interna del hueso externo
cigomático)
Agujero
Fisura
cigomaticofacial
timpanomastoidea
Fosa
pterigopalatina
Superficie infratemporal
del maxilar Apófisis mastoides
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Apófisis maxilar
del hueso cigomático
Hueso cigomático Fisura petrotimpánica
Agujero alveolar
Lámina timpánica
Espina del esfenoides
Superficie
posterior del maxilar Apófisis estiloides
Fisura pterigomaxilar (que conduce
Hueso palatino a la fosa pterigopalatina)

Lámina lateral de la apófisis Gancho de Lámina lateral de la apófisis


pterigoides del hueso esfenoides la pterigoides pterigoides del hueso esfenoides

Fig. 8.132 Elementos óseos de las fosas temporal e infratemporal. 973


Cabeza y cuello

Superficie superior Apófisis condilar fosa infratemporal y la pared medial de la fosa temporal, res­
pectivamente.
La marcada angulación existente entre las superficies lateral
e inferior del ala mayor da lugar a la cresta infratemporal
(fig. 8.132).
En la base de las alas mayores existen dos orificios (el agujero
oval y el agujero espinoso) a través de los cuales pasan el nervio
Rama
mandibular [V3] y la arteria meníngea media, respectivamente,
en su discurrir entre la fosa craneal media y la fosa infratempo-
ral. Además, en la base del ala mayor del esfenoides, anterior
y medial al agujero oval, existen uno o más pequeños agujeros
Cuerpo
emisarios esfenoidales que permiten el paso de venas emisarias
entre el plexo venoso pterigoideo de la fosa infratemporal y el
seno cavernoso de la fosa craneal media.
Borde inferior La espina del esfenoides sirve de inserción al extremo
Agujero mentoniano craneal del ligamento esfenomandibular. Se trata de una estruc­
tura irregular del ala mayor del esfenoides, medial al agujero
B Fosita pterigoidea espinoso, que se proyecta verticalmente hacia abajo.
Escotadura mandibular La lámina lateral de la apófisis pterigoides es una lámina
Cóndilo
ósea orientada verticalmente que se proyecta posterolateral-
Cuello Apófisis coronoides mente (fig. 8.132). Sus superficies lateral y medial sirven de
Agujero mandibular inserción para los músculos pterigoideos lateral y medial, res­
pectivamente.
Língula
milohioideo
milohioidea
Maxilar
La superficie posterior del maxilar forma parte de la pared
anterior de la fosa infratemporal (fig. 8.132). Esta superficie
posee un orificio para el nervio y los vasos alveolares postero-
superiores. Su borde superior es el límite inferior de la fisura
orbitaria inferior.
Rugosidades para la inserción
del músculo pterigoideo medial Hueso cigomático
El hueso cigomático posee una morfología cuadrangular y
Fig. 8.133 Mandíbula. A. Visión lateral del lado izquierdo. origina la prominencia ósea palpable en la mejilla. En él se
B. Visión medial del lado izquierdo.
distinguen:

■ La apófisis maxilar, que se extiende anteromedialmente


para articularse con la apófisis cigomática del hueso ma­
xilar.
■ La apófisis frontal, que se extiende superiormente para
articularse con la apófisis cigomática del hueso frontal.
forma la fisura petrotimpánica entre dicho fragmento y la ■ La apófisis temporal, que se extiende posteriormente para
porción timpánica (fig. 8.132). articularse con la apófisis cigomática del hueso temporal,
El nervio cuerda del tímpano abandona el cráneo y accede completando así el arco cigomático.
a la fosa infratemporal a través del extremo medial de la fisura
petrotimpánica. En la superficie lateral del hueso cigomático existe un
pequeño orificio a través del cual salen el nervio y los vasos
Hueso esfenoides cigomaticofaciales para distribuirse por la mejilla.
Las partes del hueso esfenoides que contribuyen a la estructura A partir de la apófisis frontal se extiende posteromedial-
ósea de la fosa infratemporal son la lámina lateral de la apófisis mente una delgada lámina ósea que contribuye a la forma­
pterigoides y el ala mayor (fig. 8.132). El ala mayor del esfenoi­ ción de la pared orbitaria lateral por un lado y de la pared
des también contribuye a la formación de la pared medial de anterior de la fosa temporal por el otro. Sobre la superficie
la fosa temporal. que forma parte de la fosa temporal, en su punto de unión
Las alas mayores se sitúan a ambos lados del cuerpo del con la apófisis frontal, existen uno o más pequeños orificios
esfenoides y se proyectan lateralmente, curvándose superior­ para la salida de los ramos terminales del nervio cigomati­
974
mente. Las superficies inferior y lateral forman el techo de la cotemporal.
Anatomía regional • Fosas temporal e ¡nfratemporal 8

Rama de la mandíbula La superficie medial de la rama de la mandíbula forma la


pared lateral de la fosa infratemporal (fig. 8.133B). El detalle
La rama de la mandíbula posee una morfología cuadrangular
anatómico más característico de esta superficie es el agujero
y en ella se distinguen las caras medial y lateral y las apófisis
mandibular, que representa la abertura superior del conduc­
coronoides y condilar (fig. 8.133):
to mandibular y a cuyo través discurren el nervio y los vasos
La cara lateral de la rama de la mandíbula suele ser lisa
alveolares inferiores.
excepto por la presencia de unas crestas orientadas oblicua­
Inmediatamente anterosuperior al agujero mandibular se
mente. La mayor parte de la superficie lateral de las ramas de la
encuentra una elevación triangular (la língula) en la que se
mandíbula sirve de inserción para el músculo masetero.
inserta el extremo mandibular del ligamento esfenomandibular.
La intersección de los bordes posterior e inferior de la rama
A partir del agujero mandibular se extiende anteroinferior-
de la mandíbula origina el ángulo de la mandíbula. El borde
mente un surco alargado (el surco milohioideo) por el que
superior presenta una muesca, la escotadura mandibular.
discurre el nervio del músculo milohioideo.
El borde anterior es afilado y se continúa inferiormente con la
La superficie medial de la rama de la mandíbula posteroinfe-
línea oblicua del cuerpo de la mandíbula.
rior al surco milohioideo y al agujero mandibular, presenta una
La apófisis coronoides se dirige superiormente a partir
serie de rugosidades para la inserción del músculo pterigoideo
de la unión entre los bordes superior y anterior de la rama de
medial.
la mandíbula. Se trata de una apófisis plana y triangular que
sirve de inserción para el músculo temporal.
La apófisis condilar se extiende superiormente desde los
bordes superior y posterior de la rama de la mandíbula. Se Articulación tem porom andibular
compone de: Las dos articulaciones temporomandibulares permiten la
apertura y el cierre de la boca así como los movimientos de
■ El cóndilo de la mandíbula, que se expande medialmente masticación compleja o los movimientos de lateralidad de la
y participa en la formación de la articulación temporoman­ mandíbula.
dibular. Se trata de una articulación de tipo sinovial que se establece
■ El cuello de la mandíbula, en cuya superficie anterior entre el cóndilo de la mandíbula y la fosa articular y el tubérculo
se encuentra una depresión poco profunda (la fosita articular del hueso temporal (fig. 8.134A).
pterigoidea), para la inserción del músculo pterigoideo A diferencia de la mayor parte del resto de las articula­
lateral. ciones sinoviales, donde las superficies articulares de los

Cavidad articular superior


Músculo pterigoideo Movimiento hacia delante del disco y de
Fosa mandibular Disco articular B lateral la mandíbula en la articulación superior
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Propulsión

& Movimiento en
Tubérculo articular
bisagra en la articulación inferior

Fig. 8.134 Articulación temporomandibular. A. Boca cerrada. B. Boca abierta.


Cabeza y cuello

huesos están recubiertas por una capa de cartílago hialino, Movimientos de la mandíbula
las de la articulación temporomandibular se encuentran
Cuando los movimientos de las articulaciones temporomandi-
cubiertas de fibrocartílago. Además, la articulación está
bulares de ambos lados se encuentran coordinados, se produce
dividida por completo en dos partes por medio de un disco
el movimiento de masticación o de apretar los dientes. Los
articu lar fibroso:
movimientos mandibulares incluyen la depresión, la elevación,
la propulsión y la retropulsión (fig. 8.136):
■ La porción inferior de la articulación permite principalmente
los movimientos tipo bisagra, de depresión y de elevación
mandibular. Ligamento lateral
■ La porción superior de la articulación permite que el cóndilo
de la mandíbula se proyecte hacia delante (propulsión) hacia Ligamento esfenomandibular Cápsula
el tubérculo articular y hacia atrás (retropulsión) en la fosa
mandibular.

En la apertura de la boca participan los mecanismos de de­


presión y propulsión (fig. 8.134B).
El movimiento hacia delante o de propulsión permite una
mayor depresión de la mandíbula al impedir el desplazamiento
posterior del ángulo de la mandíbula hacia las estructuras del
cuello.

Cápsula articular
La membrana sinovial de la cápsula articular tapiza todas
las superficies no articulares de los compartimentos superior
e inferior de la articulación y se inserta en los extremos del
disco articular.
La membrana fibrosa de la cápsula articular rodea todo
el complejo de la articulación temporomandibular y se inserta: Ligamento estilomandibular

■ Por arriba, a lo largo del margen anterior del tubérculo


articular.
■ Lateral y medialmente, a lo largo de los márgenes de la fosa Fig. 8.135 Ligamentos asociados a la articulación
temporomandibular.
articular.
■ Después, en la región de la sutura timpanoescamosa.
■ Por debajo, alrededor de la porción superior del cuello de la
mandíbula.
Propulsión
• pterigoideo lateral
La periferia del disco articular se encuentra unida a la su­ ayudado por el
perficie interna de la membrana fibrosa. pterigoideo medial

Ligamentos extracapsulares
La articulación temporomandibular se asocia con tres ligamen­
tos extracapsulares: los ligamentos lateral, esfenomandibular
y estilomandibular (fig. 8.135). Retropulsión
• fibras posteriores
■ El ligamento lateral es el más próximo a la articulación, del temporal, fascículo
profundo del masetero.
se dispone inmediatamente lateral a la cápsula y se dirige
geniohioideo y digástrico
diagonalmente en dirección posterior desde el borde del
tubérculo articular hasta el cuello de la mandíbula. Elevación
■ El ligamento esfenomandibular es medial a la articu­ • temporal, masetero,
pterigoideo medial
lación temporomandibular, se dirige desde la espina del
Depresión
hueso esfenoides en la base del cráneo hasta la língula de la • gravedad
superficie medial de la rama de la mandíbula. • digástrico, geniohioideo
■ El ligamento estilomandibular se extiende entre la apó­ y milohioideo
fisis estiloides del hueso temporal y el borde posterior y el
976 Fig. 8.136 Movimientos de la articulación temporomandibular.
ángulo de la mandíbula.
Anatomía regional • Fosas temporal e ¡nfratemporal 8

■ El movimiento de depresión depende de los músculos di-


gástrico, genihioideo y milohioideo de ambos lados y se
ve favorecido por la acción de la gravedad. Los músculos
pterigoideos laterales también participan, ya que durante
la depresión mandibular también se ve implicado el des­
plazamiento anterior del cóndilo de la mandíbula hacia el Fascículo
profundo
tubérculo articular.
■ La elevación es un movimiento muy potente generado por
los músculos temporales, maseteros y pterigoideos mediales; Fascículo
que también implica el desplazamiento del cóndilo de la superficial
mandíbula en la fosa mandibular.
■ La propulsión depende principalmente de la acción del mús­
culo pterigoideo lateral, auxiliado en parte por el músculo
pterigoideo medial.
■ La retropulsión se lleva a cabo por la acción de los músculos Arteria maseterína
genihioideo y digástrico y por las fibras posteriores y profun­ Nervio maseterino
das de los músculos temporal y masetero, respectivamente.

A excepción del músculo genihioideo, inervado por el nervio Escotadura


espinal C1, el resto de los músculos que mueven la articulación mandibular
temporomandibular están inervados por el nervio mandibu­
lar [V3] a través de ramos originados en la fosa infratemporal.

M úsculo masetero
El músculo masetero es un músculo masticador potente que
Fig. 8.137 Músculo masetero.
se encarga de la elevación de la mandíbula (fig. 8 .137 y ta­
bla 8 .1 1). Se encuentra aplicado contra la cara externa de la
rama de la mandíbula.

Tabla 8.11 Músculos de la masticación

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Masetero Arco cigomático y apófisis Superficie lateral de la rama Nervio maseterino Elevación mandibular
maxilar del hueso cigomático de la mandíbula desde el tronco anterior
del nervio mandibular [N/3]
Temporal Hueso de la fosa temporal Apófisis coronoides de la Nervios temporales Elevación y retropulsión
y fascia temporal mandíbula y borde anterior profundos del tronco mandibular
del ramo mandibular casi anterior del nervio
hasta el último molar mandibular [VJ
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Pterigoideo medial Cabeza profunda: superficie Superficie medial de la Ramo del músculo Elevación y lateropulsión
medial de la lámina lateral de mandíbula cercana al ángulo pterigoideo medial mandibular
la apófisis pterigoides y de la del nervio mandibular [V3]
apófisis piramidal del hueso
palatino; cabeza superficial:
tuberosidad del maxilar y
apófisis piramidal del hueso
palatino
Pterigoideo lateral Cabeza superior: techo de la Cápsula de la articulación Ramo del músculo Propulsión y lateropulsión
fosa infratemporal; cabeza temporomandibular en la pterigoideo lateral mandibular
inferior: superficie lateral de región de unión del disco directamente del
la lámina lateral de la apófisis articular y en la fosita tronco anterior del
pterigoides pterigoidea del cuello de la nervio mandibular [V3]
mandíbula o del ramo bucal
Cabeza y cuello

El músculo masetero posee una forma cuadrangular y se Fosa temporal


inserta por arriba en el arco cigomático y por debajo en casi
La fosa temporal ocupa un espacio estrecho, en forma de aba­
toda la superficie lateral de la rama de la mandíbula.
nico, sobre la superficie lateral del cráneo (fig. 8.138A):
La porción superficial del músculo masetero se origina
en la apófisis maxilar del hueso cigomático y en los dos tercios
■ Su límite superior está definido por dos líneas temporales
anteriores de la apófisis cigomática del hueso maxilar. Se inserta
arqueadas que cruzan el cráneo desde la apófisis cigomática
en el ángulo de la mandíbula y en la porción posteroinferior de
del hueso frontal hasta la cresta supramastoidea del hueso
la superficie lateral de la rama de la mandíbula.
temporal.
La porción profunda del músculo masetero se origina en
■ Su límite lateral es la fascia temporal, una aponeurosis
la zona medial del arco cigomático y en la porción posterior de
robusta con forma de abanico, que recubre al músculo
su borde inferior, y se inserta en las regiones central y superior
temporal. Su extremo superior se inserta en la línea tem­
de la rama de la mandíbula, alcanzando por arriba la apófisis
poral superior y su extremo inferior se inserta en el arco
coronoides.
cigomático.
El músculo masetero recibe su inervación del nervio mase-
■ Anteriormente se encuentra limitada por la superficie pos­
terino, ramo del nervio mandibular [V3]; y su irrigación de la
terior de la apófisis frontal del hueso cigomático y la super­
arteria maseterina, rama de la arteria maxilar.
ficie posterior de la apófisis cigomática del hueso frontal,
El nervio maseterino y la arteria maseterina se originan
que separan la fosa temporal, por detrás, de la órbita por
en la fosa infratemporal y se dirigen lateralmente por encima
delante.
del borde de la escotadura mandibular hasta penetrar por la
superficie profunda del músculo masetero.

Línea temporal superior


Apófisis cigomática Línea temporal inferior
del hueso frontal

Fascia temporal

B Fosa temporal

Cresta supramastoidea
del hueso temporal

Cresta infratemporal
del esfenoides
Fosa
infratemporal
Arco cigomático

Apófisis frontal
del hueso cigomático

978 Fig. 8.138 Fosa temporal. A. Visión lateral. B. Visión lateral que muestra la fosa infratemporal.
Anatomía regional • Fosas temporal e infratemporal 8

■ Su límite inferior es el arco cigomático lateralmente y la Se origina en las superficies óseas de la fosa, insertándose su­
cresta infratemporal del ala mayor del esfenoides, medial­ periormente en la línea temporal inferior y lateralmente en la
mente (fig. 8.138B); entre estos dos elementos, el suelo de superficie de la fascia temporal. Las fibras más anteriores poseen
la fosa temporal se abre medialmente a la fosa infratemporal una orientación vertical, y las más posteriores, horizontal.
y lateralmente a la región donde se encuentra el músculo Las fibras convergen inferiormente en un tendón que pasa
masetero. entre el arco cigomático y la cresta infratemporal del ala mayor
del esfenoides para insertarse en la apófisis coronoides de la
Contenidos mandíbula.
El elemento más importante de la fosa temporal es el músculo El músculo temporal se inserta a lo largo de la superficie
temporal. anterior de la apófisis coronoides y en el borde anterior de la
A través de la fosa temporal también discurren los ramos ci- rama de la mandíbula, casi hasta el nivel del último molar.
gomaticotemporales del nervio maxilar [V2], que acceden a esta El músculo temporal es un potente elevador de la mandíbula.
región a través de un orificio localizado en el hueso cigomático, Como este movimiento implica la translocación posterior del
sobre la superficie que limita la fosa temporal. cóndilo de la mandíbula desde el tubérculo articular del hueso
temporal y la vuelta a la fosa mandibular, el músculo temporal
M úsculo tem p oral
también retrae la mandíbula, o la tracciona posteriormente.
El músculo temporal es un músculo robusto, en forma de aba­ Además, también participa en los movimientos de lateralidad
nico, que ocupa la mayor parte de la fosa temporal (fig. 8.139). de la mandíbula.

Línea temporal superior


Línea temporal inferior
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Músculo temporal

Apófisis coronoides

Fig. 8.139 Músculo temporal. Visión lateral. 979


I Cabeza y cuello

El músculo temporal recibe su inervación de los nervios tem­ El nervio cigomaticotemporal accede a la fosa temporal a
porales profundos, que se originan del nervio mandibular [V3] través de uno o más pequeños orificios de la superficie del hueso
en la fosa infratemporal y que después pasan a la fosa temporal. cigomático que forma parte de la fosa temporal.
La irrigación del músculo temporal depende de las arterias Los ramos del nervio cigomaticotemporal se dirigen supe­
temporales profundas, que viajan junto a los nervios, y de la riormente entre el hueso y el músculo temporal y atravie­
arteria temporal media, que se introduce en la fascia temporal san la fascia temporal para inervar la piel de la sien (fig. 8.140).
por el extremo posterior del arco cigomático.
A rte ria s tem p o rales profu nd as
N ervios tem p o rales p rofundos
Estas arterias, generalmente dos, se originan de la arteria
Los nervios temporales profundos, generalmente dos, se ori­ maxilar en la fosa infratemporal y discurren junto a los
ginan en la fosa infratemporal a partir del tronco anterior del nervios temporales profundos alrededor de la cresta infra-
nervio mandibular [V3] (fig. 8.140). Se dirigen superiormente y temporal del ala mayor del esfenoides para irrigar al mús­
alrededor de la cresta infratemporal del ala mayor del esfenoides culo temporal (fig. 8.140). Se anastomosan con ramas de la
para acceder a la fosa temporal profundos al músculo temporal, arteria temporal media.
al que inervan.
A rte ria tem p o ral m edia
N ervio cig o m a tico te m p o ral
La arteria temporal media se origina de la arteria temporal
El nervio cigomaticotemporal es un ramo del nervio cigomático superficial justo por encima de la raíz del arco cigomático,
(v. fig. 8.84), que a su vez es ramo del nervio maxilar [V2], cuyo entre esta estructura y el oído externo (fig. 8.140). Atraviesa
origen se encuentra en la fosa pterigopalatina y pasa al interior la fascia temporal, se introduce bajo el borde del músculo
orbitario.

Fascia temporal

Músculo temporal

Nervio cigomaticotemporal
(ramo del nervio maxilar [V2])

Arteria temporal media

Arteria temporal superficial

Nervio cigomaticofacial
Arterias temporales
profundas
Nervios temporales
profundos Nervio mandibular [V3]

Arteria carótida externa

Cresta infratemporal Arteria maxilar en la fosa infratemporal

980 Fig. 8.140 Nervios y arterias de la fosa temporal.


Anatomía regional • Fosas temporal e ¡nfratemporal 8

temporal y discurre superiormente sobre la superficie interna mente por la faringe y por dos músculos del paladar blando
del músculo. (los músculos tensor y elevador del velo del paladar). En
La arteria temporal media irriga el músculo temporal y se su región anterior se encuentra la fisura pterigomaxilar,
anastomosa con ramas de las arterias temporales profundas. por la que discurren diversas estructuras entre las fosas
infratemporal y pterigopalatina.
■ La pared anterior se compone por una parte de la superficie
Fosa infratem poral posterior del hueso maxilar. En ella se encuentra el agujero
La fosa infratemporal es un espacio con forma de cuña inferior alveolar, y su zona superior se abre a la órbita a través de la
a la fosa temporal, entre la rama de la mandíbula lateralmente fisura infraorbitaria.
y la pared faríngea medialmente. En ella se distinguen un techo,
Contenidos
una pared lateral y una pared medial; y se abre al cuello pos-
teroinferiormente (fig. 8.141): Entre las principales estructuras presentes en la fosa infra-
temporal se incluyen el ligamento esfenomandibular, los
■ El techo está formado por las superficies inferiores del ala músculos pterigoideos lateral y medial (tabla 8.11), la arte­
mayor del esfenoides y el hueso temporal. Contiene el agu­ ria maxilar, el nervio mandibular [V3], los ramos del nervio
jero espinoso, el agujero oval y la fisura petrotimpánica. Se facial [VII], el nervio glosofaríngeo [IX] y el plexo venoso pteri­
comunica superiormente con la fosa temporal, lateral a la goideo.
cresta infratemporal del ala mayor del esfenoides.
L ig am en to esfen om an d ib u lar
■ La pared lateral es la cara interna de la rama de la mandí­
bula, donde se observa la abertura del conducto mandibular. El ligamento esfenomandibular es un ligamento extracapsular
■ La pared medial se encuentra formada anteriormente de la articulación temporomandibular. Se extiende desde su
por la lámina lateral de la apófisis pterigoides y posterior­ inserción superior en la espina del hueso esfenoides hasta la

Cresta infratemporal Agujero oval Agujero espinoso


Ala mayor del hueso esfenoides

Fosa pterigopalatina
Fisura petrotimpánica

Fisura pterigomaxilar (conduce -


a la fosa pterigopalatina)

Lámina lateral de la
apófisis pterigoides
Tensor del velo del paladar Cabeza y cuello
Agujero alveolar de la mandíbula

Elevador del velo del paladar

Superficie posterior del maxilar Espina del esfenoides

Constrictor superior
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— Faringe

Rafe pterigomandibular Constrictor medio

Milohioideo Hiogloso

Fig. 8.141 Límites de la fosa infratemporal. 981


Cabeza y cuello

língula de la mandíbula y el borde posterior del agujero man­ ■ La cabeza superficial se origina en la tuberosidad del
dibular (fig. 8.142). maxilar y en la apófisis piramidal del hueso palatino adya­
cente. Se reúne con la cabeza profunda para insertarse en
M úsculo p terigoideo m edial
la mandíbula.
El músculo pterigoideo medial es un músculo cuadrangular
que posee una cabeza superficial y otra profunda (fig. 8.142). La función principal del músculo pterigoideo medial es la
elevación de la mandíbula. Contribuye igualmente, junto al
■ La cabeza profunda se origina por encima de la superficie músculo pterigoideo lateral, a la propulsión de la mandíbula
medial de la lámina lateral de la apófisis pterigoides y en la debido al recorrido oblicuo en dirección posterior que realiza
superficie asociada de la apófisis piramidal del hueso palatino. para insertarse sobre ésta.
Desciende oblicuamente, medial al ligamento esfenomandi­ El músculo pterigoideo medial recibe su inervación del
bular, para insertarse en las rugosidades de la cara interna nervio del músculo pterigoideo medial, ramo del nervio man­
de la rama de la mandíbula, próxima al ángulo de ésta. dibular [V3].

Cresta ¡nfratemporal Agujero oval

Agujero espinoso

Fisura petrotimpánica

Tensor del velo


del paladar
Elevador del
velo del paladar
Cabeza profunda
del pterigoideo
Espina del esfenoides
medial
Cabeza superficial
del pterigoideo
medial Ligamento esfenomandibular

Conducto mandibular

Língula

Fig. 8.142 Músculo pterigoideo medial.


Anatomía regional • Fosas temporal e infratemporal 8

Músculo pterigoideo lateral A diferencia del músculo pterigoideo medial, cuyas fibras
tienden a orientarse verticalmente, las del músculo pterigoideo
El músculo pterigoideo lateral es un músculo triangular ro­
lateral se orientan casi horizontalmente. Como resultado, la
busto que al igual que su homólogo medial posee dos cabezas
contracción del músculo pterigoideo lateral desplaza el disco
(fig. 8.143):
articular y el cóndilo de la mandíbula en dirección anterior,
hacia el tubérculo articular, por lo que es el principal músculo
■ La cabeza superior se origina en el techo de la fosa infra-
propulsor de la mandíbula.
temporal (la superficie inferior del ala mayor del esfenoides y
El músculo pterigoideo lateral está inervado por el nervio del
la cresta infratemporal) lateral a los agujeros oval y espinoso.
músculo pterigoideo lateral, ramo del nervio mandibular [V3].
■ La cabeza inferior, mayor que la cabeza superior, se origina
La contracción unilateral de los músculos pterigoideos la­
en la superficie lateral de la lámina lateral de la apófisis pteri­
teral y medial se traduce en el desplazamiento de la «barbilla»
goides. Su porción inferior se introduce entre las inserciones
hacia el lado opuesto. Cuando se coordinan los movimientos
craneales de las dos cabezas del músculo pterigoideo medial.
de las dos articulaciones temporomandibulares, se produce un
movimiento «masticatorio».
Las fibras de ambas cabezas del músculo pterigoideo lateral
convergen antes de insertarse en la fosita pterigoidea del cuello
Nervio m an d ib u lar [V3]
de la mandíbula y en la cápsula de la articulación temporo­
mandibular, en la región donde la cápsula se encuentra unida El nervio mandibular [V3] es el mayor de los tres ramos del
internamente al disco articular. nervio trigémino [V].

Cresta infratemporal Cabeza superior del pterigoideo lateral

Disco articular

Cabeza inferior
del pterigoideo
lateral Cápsula

Cabeza superficial
del pterigoideo
medial Ligamento esfenomandibular
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Cabeza profunda
del pterigoideo
medial

Fig. 8.143 Músculo pterigoideo lateral. 983


Cabeza y cuello

A diferencia de los nervios oftálmico [Vi] y maxilar [V2], Ramos


que son puramente sensitivos, el nervio mandibular [V3] es
Tras la unión de la raíz motora y la sensitiva, el nervio man­
sensitivo y motor.
dibular [V3] emite un pequeño ramo meníngeo y el nervio del
Además de transportar la sensibilidad general de los dientes
músculo pterigoideo medial, para dividirse a continuación en
y las encías de la mandíbula, de los dos tercios anteriores de
un tronco anterior y un tronco posterior (fig. 8.144):
la lengua, de la mucosa del suelo de la cavidad oral, del labio
inferior, de la piel de la sien y de la región inferior de la cara y de
■ Los ramos del tronco anterior son el nervio bucal, el nervio
una parte de la duramadre craneal, el nervio mandibular [V3]
maseterino, el nervio temporal profundo y el nervio del mús­
también transporta la inervación motora a la mayoría de
culo pterigoideo lateral, todos ellos nervios motores, excepto
los músculos que mueven la mandíbula, a uno de los músculos
el nervio bucal (que es predominantemente sensitivo).
del oído medio (el músculo tensor del tímpano) y a uno de los
■ Los ramos del tronco posterior son el nervio auriculotem­
músculos del paladar blando (el tensor del velo del paladar).
poral, el nervio lingual y el nervio alveolar inferior, que a
Todos los ramos del nervio mandibular [V3] se originan en
su vez emite el pequeño nervio del músculo milohioideo.
la fosa infratemporal.
Todos los ramos, excepto este pequeño nervio, son ramos
El ramo sensitivo del nervio mandibular [V3], al igual que
sensitivos.
los nervios oftálmico [Vi] y maxilar [V2], se origina del ganglio
del trigémino, en la fosa craneal media (fig. 8.144):
Ramo meníngeo

■ El ramo sensitivo del nervio mandibular [V3] desciende El ramo meníngeo se origina de la zona interna del nervio
verticalmente a través del agujero oval y accede a la fosa mandibular [V3], asciende para abandonar la fosa infratem-
infratemporal entre el músculo tensor del velo del paladar poral junto a la arteria meníngea media y vuelve a entrar en
y la cabeza superior del músculo pterigoideo lateral. la cavidad craneal a través del agujero espinoso (fig. 8.144).
■ La pequeña raíz motora del nervio trigémino [V] discurre Es un ramo que proporciona la inervación sensitiva a la du­
medial al ganglio del trigémino en la cavidad craneal, se ramadre, principalmente de la fosa craneal media y también
introduce por el agujero oval y se une de inmediato al ramo inerva las celdillas mastoideas que se comunican con el oído
sensitivo del nervio mandibular [V3]. medio.

Ganglio del trigémino


Nervios temporales
profundos

Cabeza superior del pterigoideo Tronco anterior


lateral {seccionada)
Ramo meníngeo
Nervio del pterigoideo lateral Ramo para el tensor del tímpano
Nervio bucal Tronco posterior
Ramo para el tensor del velo
del paladar
Nervio del pterigoideo medial
Cabeza profunda
del pterigoideo medial

Nervio maseterino (ant)

Cabeza inferior
del pterigoideo
lateral (seccionada)

Fig. 8.144 Nervio mandibular [V3], tronco anterior. Ramo meníngeo y nervio al músculo pterigoideo medial.
Anatomía regional • Fosas temporal e ¡nfratemporal 8

Nervio del músculo pterigoideo medial Nervio maseterino


El nervio del músculo pterigoideo medial también se origina El nervio maseterino es un ramo del tronco anterior del nervio
de la zona interna del nervio mandibular [V3] (fig. 8.144). mandibular [V3] (fig. 8.144; v. también fig. 8.13 7). Discurre lateral­
Desciende hasta introducirse por la cara profunda del músculo mente sobre el músculo pterigoideo lateral y atraviesa la escotadura
pterigoideo medial, al que inerva. Próximo a su origen en el mandibular hasta alcanzar al músculo masetero, al que inerva.
nervio mandibular [V3], emite dos pequeños ramos:
Nervios temporales profundos
■ Uno de ellos inerva el músculo tensor del velo del paladar.
Los nervios temporales profundos, generalmente en número de
■ El otro asciende para inervar el músculo tensor del
dos, se originan del tronco anterior del nervio mandibular [V3]
tímpano, que se aloja en un pequeño conducto óseo del
(fig. 8.144; v. también fig. 8.140). Se dirigen lateralmente sobre
hueso temporal, superior y paralelo a la trompa faringotim­
el músculo pterigoideo lateral y describen una curva alrededor
pánica.
de la cresta infratemporal para ascender a la fosa temporal e
inervar el músculo temporal desde su superficie interna.
Nervio bucal
El nervio bucal es un ramo del tronco anterior del nervio Nervio del músculo pterigoideo lateral
mandibular [V3] (fig. 8.144). Se trata principalmente de un
El nervio del músculo pterigoideo lateral puede originarse
nervio sensitivo aunque también puede aportar la inervación
directamente como un ramo del tronco anterior del nervio
motora al músculo pterigoideo lateral y a una parte del mús­
mandibular [V3], o bien de su ramo bucal (fig. 8.144). Desde
culo temporal.
su origen, se dirige directamente a la superficie profunda del
El nervio bucal se dirige lateralmente entre la cabeza
músculo pterigoideo lateral.
superior e inferior del músculo pterigoideo lateral para des­
cender a continuación alrededor del borde anterior de la
Nervio auriculotemporal
inserción del músculo temporal en el margen anterior de
la rama de la mandíbula, a menudo junto al tendón del mús­ El nervio auriculotemporal es el primer ramo del tronco pos­
culo temporal. Continúa hacia la mejilla, lateral al músculo terior del nervio mandibular [V3]. Se origina a partir de dos
buccinador, donde emite nervios sensitivos generales a la raíces que se dirigen posteriormente alrededor de la arteria
piel adyacente, la mucosa oral y las encías de los molares meníngea media, arteria que asciende hacia el agujero espinoso
inferiores. tras desprenderse de la arteria maxilar (fig. 8.145).

A Nervio auriculotemporal

Fisura petrotimpánica

Nervio lingual Nervio cuerda del tímpano

Nervio alveolar inferior


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Nervio para el milohioideo

Nervio incisivo

Nervio mentoniano

Fig. 8.145 Nervio mandibular [V3]: tronco posterior. A. Visión lateral. 985
Cabeza y cuello

C Nervio trigémino [V]


Nervio mandibular [V3]
Nervio facial [VII]
Nervio alveolar inferior

Nervio bucal (ramo


del tronco anterior)
del tímpano
Tendón temporal Músculo constrictor superior

Ligamento
esfenomandibular
Ligamento
esfenomandibular Rafe
pterigomandibular
Nervio alveolar
[seccionado)
Nervio para
Língula el milohioideo
Ganglio
submandibular
Músculo
pterigoideo medial Nervio lingual

Nervio lingual Músculo


hiogloso

Músculo
geniogloso
Nervio incisivo

Nervio mentoniano

Astas mayores del hueso hioides

Fig. 8.145 (cont.) B. Visión anterior. C. Visión anteromedial.

El nervio auriculotemporal primero discurre entre el mús­ los dos tercios anteriores de la lengua, de la mucosa oral del
culo tensor del velo del paladar y la cabeza superior del pterigoi­ suelo de la cavidad oral y de la encía lingual asociada con los
deo lateral, y continúa entre el ligamento esfenomandibular y dientes inferiores.
el cuello de la mandíbula. Realiza un giro lateral alrededor del En la fosa infratemporal, el nervio lingual recibe al nervio
cuello de la mandíbula, para ascender profundo a la glándula cuerda del tímpano, un ramo del nervio facial [VII] (fig. 8.145C)
parótida entre la articulación temporomandibular y el oído. que transporta:
Los ramos terminales del nervio auriculotemporal trans­
portan la inervación sensitiva general de la piel de una re­ ■ El gusto de los dos tercios anteriores de la lengua.
gión extensa de la sien. Además, el nervio auriculotemporal ■ Fibras parasimpáticas para todas las glándulas salivales que
contribuye a la inervación sensitiva de la oreja, el conducto se encuentran por debajo de la hendidura bucal (orificio de
auditivo externo, la membrana timpánica y la articulación la boca).
temporomandibular. También transporta fibras parasimpáticas
posganglionares del nervio glosofaríngeo [IX] hasta la glándula El nervio lingual desciende inicialmente entre el músculo
parótida. tensor del velo del paladar y el músculo pterigoideo lateral,
donde se reúne con el nervio cuerda del tímpano, para conti­
Nervio lingual
nuar su descenso a través de la superficie lateral del músculo
El n ervio lingual es un ramo sensitivo importante que pterigoideo medial y acceder así a la cavidad oral.
se origina del tronco posterior del nervio mandibular [V3] El nervio lingual alcanza la cavidad oral entre la inserción
986
(fig. 8.145A,B). Transporta la inervación sensitiva general de posterior del músculo milohioideo en la línea milohioidea y la
Anatomía regional • Fosas temporal e ¡nfratemporal 8

inserción del músculo constrictor superior de la faringe en el ra­ son el nervio cuerda del tímpano, ramo del nervio facial [VII],
fe pterigomandibular. Cuando el nervio lingual alcanza el suelo y el nervio petroso menor, ramo del plexo timpánico del oído
de la cavidad oral, se encuentra en un surco poco profundo de la medio, originado de un ramo del nervio glosofaríngeo [IX]
superficie medial de la mandíbula, inmediatamente inferior al (v. fig. 8.121).
último molar. En esta posición, es palpable a través de la mucosa
N ervio cuerda del tím p an o
oral y puede lesionarse durante los actos quirúrgicos realizados
sobre el último molar y su encía (fig. 8.145C). El nervio cuerda del tímpano (fig. 8.146) es el responsable de
El nervio lingual accede a la lengua sobre la superficie lateral la percepción gustativa de los dos tercios anteriores de la len­
del músculo hiogloso, unido al ganglio submandibular. gua y transporta la inervación parasimpática a todas las glán­
Este ganglio es donde hacen sinapsis las fibras parasimpáti­ dulas salivales que se encuentran por debajo de la hendidura
cas preganglionares transportadas desde la fosa infratemporal bucal.
al suelo de la cavidad oral por el nervio lingual con fibras Se origina a partir del nervio facial [VII] dentro del hueso
parasimpáticas posganglionares (v. fig. 8.146). temporal, relacionado con la pared mastoidea del oído medio.
Avanza anteriormente a través de un pequeño conducto y
N ervio alveo lar inferior penetra en el oído medio por su zona lateral. Atraviesa el oído
El nervio alveolar inferior, al igual que el nervio lingual, medio anterosuperiormente, encontrándose separado de la
es un ramo sensitivo muy importante del tronco posterior del membrana timpánica por el manubrio del martillo. Abandona
nervio mandibular [V3] (fig. 8.145A-C). Además de inervar to­ el oído medio por el extremo medial de la fisura petrotimpánica;
dos los dientes inferiores y gran parte de las encías adyacentes, se introduce en la fosa infratemporal y desciende medial a la
también inerva la mucosa y la piel del labio inferior y la piel del espina del esfenoides y al músculo pterigoideo lateral hasta su
mentón. Emite un ramo motor para el músculo milohioideo y unión al nervio lingual.
el vientre anterior del músculo digástrico. Las fibras parasimpáticas preganglionares transportadas
El nervio alveolar inferior se origina a partir del tronco pos­ por el nervio cuerda del tímpano hacen sinapsis con las fibras
terior del nervio mandibular [V3], asociado al nervio lingual, parasimpáticas posganglionares en el ganglio submandibular,
profundo al músculo pterigoideo lateral. Desciende sobre la su­ que «se desprende» del nervio lingual en el suelo de la cavidad
perficie lateral del músculo pterigoideo medial, continúa entre oral (fig. 8.146).
el ligamento esfenomandibular y la rama de la mandíbula para Las fibras parasimpáticas posganglionares abandonan el
introducirse en el conducto mandibular a través del agujero ganglio submandibular, tras lo que:
mandibular. Antes de introducirse por el agujero mandibular
emite el nervio del músculo milohioideo (fig. 8.145C), que ■ Vuelven al nervio lingual para ser transportadas hasta los
se sitúa en el surco del nervio milohioideo inferior al agujero tejidos correspondientes.
mandibular y se dirige anteriormente por debajo del suelo de la ■ O pasan directamente del ganglio submandibular a las glán­
cavidad oral para inervar el músculo milohioideo y el vientre dulas (fig. 8.146).
anterior del digástrico.
El nervio alveolar inferior se dirige hacia delante en el in­ Las fibras del sentido del gusto (AE) no atraviesan el ganglio
terior del conducto mandibular de la mandíbula. El conducto y son distribuidas por medio de los ramos terminales del nervio
mandibular y su contenido se sitúan inferiores a las raíces de lingual.
los molares, que en ocasiones se curvan alrededor del conducto,
dificultando la extracción de estas piezas dentarias.
El nervio alveolar inferior emite ramos para los tres molares,
el segundo premolar y la encía labial asociada. A continuación
se divide en sus dos ramos terminales:
Conceptos prácticos
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■ El nervio incisivo, que continúa por el conducto mandibu­ Lesión del nervio lingual
lar para inervar el primer premolar, el canino, los incisivos La lesión del nervio lingual proximal a su punto de
y la encía asociada. unión con el nervio cuerda del tímpano en la fosa
■ El nervio mentoniano, que abandona la mandíbula por infratemporal, se acompaña de la pérdida de la
medio del agujero mentoniano e inerva el labio inferior y el sensibilidad general de los dos tercios anteriores de
mentón (fig. 8.145A,B). El nervio mentoniano es palpable la lengua, la mucosa oral, la encía, el labio inferior y el
y en ocasiones visible a través de la mucosa oral adyacente mentón.
a las raíces de los dientes premolares. La lesión del nervio lingual distal al punto de unión
con el nervio cuerda del tímpano se acompaña además
N ervio cu e rd a del tím p an o y n erv io p etro so
de la pérdida de la secreción de las glándulas salivales
m en o r
inferiores a la hendidura bucal y del sentido del gusto de
Los ramos del nervio mandibular [V3] que reciben elementos de los dos tercios anteriores de la lengua.
987
otros dos nervios craneales en la fosa infratemporal (fig. 8.146),
Cabeza y cuello

Ganglio ótico (medial a [V3]) Nervio petroso menor [IX]

Nervio auriculotemporal

Parte superior
de la glándul
parótida
Fisura petrotimpánica
Nervio lingual

Nervio auriculotemporal
Nervio cuerda del tímpano del VII

Lengua Nervio lingual

Ganglio submandibular

Glándula sublingual
Fibras parasimpáticas preganglionares
del nervio glosofaríngeo [IX]

Fibras parasimpáticas posganglionares


del ganglio ótico

Fibras parasimpáticas preganglionares


del nervio facial [VII]
Milohioideo Glándula submandibular Fibras parasimpáticas posganglionares
del ganglio submandibular

Nervio petroso mayor

Nervio facial [VII]


Nervio
Nervio trigémino [V] Cuerda del tímpano
Nervio oftálmico [V-,]
Nervio maxilar [V2]
Nervio
Nervio mandibular [VJ glosofaríngeo [IX]
Ganglio ótico
Nervio timpánico
Nervio auriculotemporal
Nervio lingual
Cuerda del tímpano (conduce el gusto
de los 2/3 anteriores de la lengua) Ganglio inferior

Membrana timpánica

Glándula parótida
El nervio cuerda del
tímpano transporta la
inervación parasimpática
de todas las glándulas
por debajo de la
hendidura bucal Fibras parasimpáticas preganglionares
Ganglio del nervio glosofaríngeo [IX]
submandibular Fibras parasimpáticas posganglionares
del ganglio ótico
Glándula
submandibular Fibras parasimpáticas preganglionares
del nervio facial [VII]
Glándula sublingual
Fibras parasimpáticas posganglionares
del ganglio submandibular

Fig. 8.146 Nervio cuerda del tímpano y nervio petroso menor. A. Trayecto extracraneal. B. Trayecto de las fibras parasimpáticas.
988
Anatomía regional • Fosas temporal e infratemporal 8

Nervio petroso menor cas posganglionares abandonan el ganglio ótico y se introducen


en el nervio auriculotemporal, a través del cual alcanzan la
El nervio petroso menor transporta principalmente las fibras
glándula parótida.
parasimpáticas destinadas a la glándula parótida (fig. 8.146).
Las fibras parasimpáticas preganglionares se sitúan en el ner­
vio glosofaríngeo [IX] tras su salida del agujero yugular en la Conceptos prácticos
base del cráneo. El nervio glosofaríngeo [IX] emite el nervio
timpánico en el interior del agujero yugular o inmediatamente A nestesia dental
después de su salida (fig. 8.146B). La anestesia del nervio alveolar inferior, uno de los
El nervio timpánico vuelve a penetrar en el hueso temporal ramos más importantes del nervio mandibular [V3],
a través de un pequeño orificio localizado en el saliente óseo es un procedimiento común en la práctica de la
que separa el agujero yugular del conducto carotídeo y as­ mayoría de los odontólogos. Transporta los ramos
ciende en el interior de un pequeño conducto óseo (el canalí­ sensitivos de los dientes y de la mandíbula y recibe
culo timpánico inferior) hasta el promontorio localizado en la información sensitiva de mayor parte de la piel
pared laberíntica (medial) del oído medio, donde contribuye a que cubre la mandíbula.
la formación del plexo timpánico. El nervio petroso menor es El nervio alveolar inferior se dirige por el interior
un ramo de dicho plexo (fig. 8.146B). del conducto mandibular, pasa a través del cuerpo
El nervio petroso menor transporta principalmente fibras de la mandíbula, y finalmente emerge por el agujero
parasimpáticas preganglionares. Abandona el oído medio y mentoniano en el mentón.
penetra en la fosa craneal media a través de un pequeño orificio Los procedimientos dentarios requieren la infiltración
presente en la superficie anterior de la porción petrosa del hueso perineuronal del nervio alveolar inferior con anestésicos
temporal, inmediatamente lateral e inferior al agujero del ner­ locales. Para anestesiar este nervio, la aguja debe
vio petroso mayor, ramo del nervio facial [VII]. A continuación, introducirse lateral al arco anterior de las fauces de la
el nervio petroso menor se dirige medialmente y desciende a cavidad oral (arco palatogloso) y se avanza a lo largo de
través del agujero oval junto al nervio mandibular [V3]. su borde medial alrededor del tercio inferior de la rama
En la fosa infratemporal, las fibras parasimpáticas pregan­ de la mandíbula, donde se infiltra la solución anestésica.
glionares hacen sinapsis con los cuerpos celulares de las fibras También es posible anestesiar el nervio bucal y
parasimpáticas posganglionares del ganglio ótico, localizado en el nervio infraorbitario, según sean las necesidades
la zona medial del nervio mandibular [V3], cerca del origen del anestésicas.
nervio del músculo pterigoideo medial. Las fibras parasimpáti­
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989
Cabeza y cuello

A rte ria m a x ila r (la arteria meníngea media y la arteria alveolar inferior) y
una serie de ramas menores (la arteria auricular profunda,
La arteria maxilar es la rama más importante de la arteria
la arteria timpánica anterior y la arteria meníngea acce­
carótida externa en el cuello y participa en la irrigación de la
soria).
cavidad nasal, la pared lateral y el techo de la cavidad oral,
■ Del segundo segmento de la arteria maxilar (la parte rela­
todas las piezas dentarias y la duramadre de la cavidad craneal.
cionada con el músculo pterigoideo lateral) se originan la
Atraviesa la fosa infratemporal, a la que irriga, y se introduce
arteria temporal profunda, la arteria maseterina, la arteria
en la fosa pterigopalatina, donde emite sus ramas terminales
bucal y las ramas pterigoideas, que acompañan a los ramos
(fig. 8.147).
del nervio mandibular [V3].
La arteria maxilar se origina en el interior del parénquima
■ El tercer segmento de la arteria maxilar discurre por la fosa
de la glándula parótida y se dirige en dirección anterior has­
pterigopalatina (v. fig. 8.154).
ta la fosa infratemporal, entre el cuello de la mandíbula y el
ligamento esfenomandibular. Asciende oblicuamente por la A rteria m en ín gea m edia
fosa infratemporal y se introduce por la fisura pterigomaxilar
para acceder a la fosa pterigopalatina. En esta región, la arteria La arteria meníngea media asciende verticalmente tras aban­
puede discurrir medial o lateral a la cabeza inferior del mús­ donar la arteria maxilar y accede a la cavidad craneal a través
culo pterigoideo lateral. Si avanza medial a ésta, para del agujero espinoso (fig. 8.147). En la fosa infratemporal,
poder acceder a la fisura pterigomaxilar, debe realizar un pasa superiormente entre el ligamento esfenomandibular en
giro lateral entre las cabezas superior e inferior del músculo el lado medial y el músculo pterigoideo lateralmente. Justo
pterigoideo lateral. inferior al agujero espinoso, discurre entre las dos raíces del
nervio auriculotemporal, cuyo origen se sitúa en el nervio
mandibular [V3] (fig. 8.147).
Ramas La arteria meníngea media es el mayor de los vasos me­
La arteria maxilar emite las siguientes ramas (fig. 8.147): níngeos e irriga la mayor parte de la duramadre, el hueso y la
médula ósea de las paredes de la cavidad craneal.
■ En su primera porción (entre el cuello de la mandíbula y el En el interior de la cavidad craneal, la arteria meníngea
ligamento esfenomandibular) emite dos ramas principales media y sus ramas discurren en la capa perióstica (externa) de

Ramas de la arteria meníngea


media en la cavidad craneal

Arteria maxilar

Arterias temporales
profundas

Cabeza superior Arteria temporal superficial


del pterigoideo
Arteria meníngea media
lateral (seccionado)
Fosa pterigopalatina Nervio auriculotemporal
Cabeza inferior
del pterigoideo Arteria pterigoídea
lateral (seccionado)
Arteria maseterina
Arteria bucal
Arteria alveolar inferior

Arteria carótida externa

Arteria mentoniana

990 Fig. 8.147 Arteria maxilar.


Anatomía regional • Fosas temporal e infratemporal 8

la duramadre, que está estrechamente adherida a las paredes externo, la superficie interna de la membrana timpánica y la
óseas. Las ramas principales de la arteria meníngea media duramadre craneal, respectivamente.
en su discurrir superior por las paredes de la cavidad craneal La arteria meníngea accesoria también emite pequeñas
pueden ser lesionadas por los traumatismos recibidos en la ramas a los músculos adyacentes de la fosa infratemporal antes
región lateral de la cabeza. Si los vasos son lacerados, la hemo­ de ascender a través del agujero oval hacia la cavidad craneal
rragia resultante, al estar sometida a la presión arterial, separa para irrigar a la duramadre.
lentamente la duramadre de su inserción ósea, produciéndose
un hematoma extradural. Ram as del seg un do seg m ento

Las arterias temporales profundas, generalmente en número de


A rteria alveo lar inferior
dos, se originan en el segundo tramo de la arteria maxilar y dis­
La arteria alveolar inferior desciende tras originarse en la arte­ curren acompañando a los nervios temporales profundos para
ria maxilar y se introduce en el conducto mandibular a través irrigar al músculo temporal en la fosa temporal (fig. 8.147).
del agujero mandibular, acompañando al nervio alveolar Del segundo tramo de la arteria maxilar también se originan
inferior (fig. 8.147). Se distribuye junto a dicho nervio y pro­ numerosas arterias pterigoideas, que proporcionan la irrigación
porciona la irrigación de todos los dientes inferiores. También a los músculos pterigoideos.
contribuye a la irrigación de la encía bucal, el mentón y el La arteria maseterina, originada también en el segundo
labio inferior. tramo de la arteria maxilar, acompaña lateralmente al nervio
Antes de introducirse en la mandíbula, la arteria alveolar maseterino al atravesar la escotadura mandibular e irriga al
inferior da origen a una pequeña rama milohioidea, que acom­ músculo masetero.
paña al nervio milohioideo. La arteria bucal se distribuye junto al nervio bucal e irriga
la piel, el músculo y la mucosa oral de la mejilla.
A rteria au ricu lar profunda, arteria tim p án ica an terio r
y arteria m en ín gea accesoria Plexo p terigoideo
Las arterias auricular profunda, timpánica anterior y meníngea El plexo pterigoideo es una red venosa existente entre los
accesoria son pequeñas ramas del primer segmento de la arteria músculos pterigoideos lateral y medial y entre los músculos
maxilar y contribuyen a la irrigación del conducto auditivo temporal y pterigoideo lateral (fig. 8.148).

Venas emisarias (conectan


Vena oftálmica inferior con el seno cavernoso)

Vena temporal superficial

Vena maxilar

Vena retromandibular
Vena facial profunda
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Vena alveolar inferior

Vena auricular posterior

Vena facial

Vena yugular externa

Vena yugular interna

Fig. 8.148 Plexo venoso pterigoideo. 991


Cabeza y cuello

Las venas que drenan las regiones irrigadas por las arterias FOSA PTERIGOPALATINA
que derivan de la arteria maxilar en la fosa infratemporal y en
la fosa pterigopalatina se unen al plexo pterigoideo. En estas La fosa pterigopalatina es un espacio en forma de «lágrima» in­
venas tributarias se incluyen las que drenan la cavidad nasal, vertida que se encuentra entre los huesos de la región lateral del
el techo y la pared lateral de la cavidad oral, todos los dientes, cráneo, inmediatamente posterior al hueso maxilar (fig. 8.149).
los músculos de la fosa infratemporal, los senos paranasales y la Aunque de pequeño tamaño, la fosa pterigopalatina comu­
nasofaringe. Además, la vena oftálmica inferior, de localización nica por medio de las fisuras y los orificios de sus paredes con:
orbitaria, también drena a través de la fisura orbitaria inferior
en el plexo pterigoideo. ■ La fosa craneal media.
El plexo pterigoideo de la fosa infratemporal a menudo se ■ La fosa infratemporal.
encuentra conectado con el seno cavernoso de la cavidad craneal ■ El suelo de la órbita.
a través de pequeñas venas emisarias. Estas venas emisarias ■ La pared lateral de la cavidad nasal.
que pasan a través del agujero oval, del cartílago que ocupa ■ La orofaringe.
el agujero rasgado y de un pequeño agujero esfenoidal ■ El techo de la cavidad oral.
situado en la cara medial de la lámina lateral de la apófisis pte­
rigoides de la base del cráneo, son una ruta a través de la cual Debido a su situación estratégica, la fosa pterigopalatina es
puede extenderse una infección al interior de la cavidad craneal una zona de distribución importante del nervio maxilar [V2]
a partir de estructuras que, como los dientes, son drenadas por el y de las ramas terminales de la arteria maxilar. También con­
plexo pterigoideo. También debe tenerse en cuenta que como las tiene el ganglio pterigopalatino, en el que las fibras parasim­
venas de la cabeza y del cuello carecen de válvulas, la inyección páticas preganglionares que se originan del nervio facial [VII]
inadvertida de anestésicos a presión en las venas del plexo pteri­ hacen sinapsis con fibras parasimpáticas posganglionares, y
goideo puede alcanzar tejidos o el interior de la cavidad craneal. estas fibras, junto con fibras simpáticas que se originan del
El plexo pterigoideo se comunica: nivel T I de la médula espinal, se unen con ramos del nervio
maxilar [V2].
■ Posteriormente, con la vena retromandibular en el cuello, Todos los dientes superiores reciben su inervación y su irri­
a través de una corta vena maxilar. gación arterial a partir de estructuras que discurren por la fosa
■ Anteriormente, con la vena facial en la cara, a través de una pterigopalatina, como son el nervio maxilar [V2] y las ramas
vena facial profunda. terminales de la arteria maxilar, respectivamente.

Hueso cigomático Fosa pterigopalatina B Fisura orbitaria inferior

Agujero esfenopalatino

Agujero redondo

Hueso
esfenoides
Conducto pterigoideo

Conducto palatovaginal

Conducto palatino
Hueso palatino

Maxilar

Agujero alveolar

Fig. 8.149 Fosa pterigopalatina. A. Visión anteromedial. B. Visión lateral.


Anatomía regional • Fosa pterigopalatina 8

Paredes óseas ■ El agujero redondo es el más lateral y superior de los


dos. Comunica posteriormente con la fosa craneal media
Las paredes óseas de la fosa pterigopalatina están formadas
(fig. 8.15ÜB) y por él discurre el nervio maxilar [V2].
por partes del hueso palatino, el hueso maxilar y el hueso es­
■ La abertura anterior del conducto pterigoideo, más
fenoides (fig. 8.149):
medial e inferior. Por ella discurre el nervio del conduc­
to pterigoideo, que se dirige anteriormente hacia la fosa
■ La pared anterior está formada por la superficie posterior del
pterigopalatina tras formarse mediante la unión entre el
hueso maxilar.
nervio petroso mayor, ramo del nervio facial [VII] y las fibras
■ La pared medial corresponde a la superficie lateral del hueso
simpáticas del plexo carotídeo interno.
palatino.
■ La pared posterior y el techo son partes del hueso esfenoides.
C o n d u cto p terigoideo
Hueso esfenoides El con du cto pterigoideo (fig. 8.150A ) es un conducto
La parte del hueso esfenoides que contribuye a la formación óseo que discurre horizontalmente por la raíz de la apófisis
de la fosa pterigopalatina es la superficie anterosuperior de la pterigoides del hueso esfenoides. Se abre anteriormente en
apófisis pterigoides (fig. 8.150). En esta superficie se observan la fosa pterigopalatina. Posteriormente continúa a través del
dos orificios de gran tamaño: cartílago que rellena el agujero rasgado y se abre en la fosa

Agujero redondo
mayor

Superficie relacionada
con la fosa pterigopalatina Conducto pterigoideo

Surco palatovaginal

B
Arteria carótida interna Ala menor

Ala mayor
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Nervio maxilar [y2]


Agujero redondo
Nervio petroso mayor del VII mayor

Cartílago que obtura el agujero rasgado Apófisis pterigoides

Porción del conducto pterigoideo Abertura posterior de la porción ósea


en el cartílago del agujero rasgado del conducto pterigoideo

Fig. 8.150 Hueso esfenoides. A. Visión anterior. B. Visión posterosuperior. 993


Cabeza y cuello

craneal media, anteroinferior a la entrada de la arteria carótida La fisura orbitaria inferior comunica la zona superior de la
interna al interior de la cavidad craneal a través del conducto pared anterior de la fosa pterigopalatina con el suelo de
carotídeo (fig. 8.150B). la órbita.

Vías de acceso Contenidos


Las estructuras que penetran o abandonan la fosa pterigopala­ El nervio maxilar [V2] y la porción terminal de la arteria maxilar
tina lo hacen por medio de siete orificios o fisuras (fig. 8.151): penetran en la fosa pterigopalatina y se ramifican en su interior.
El nervio del conducto pterigoideo, que también se introduce
■ El agujero redondo mayor y el conducto pterigoideo comu­ en la fosa, transporta:
nican con la fosa craneal media y se abren en la pared pos­
terior. ■ Fibras parasimpáticas preganglionares del nervio petroso
■ El pequeño conducto palatovaginal se abre en la pared mayor, ramo del nervio facial [VII].
posterior y se comunica con la nasofaringe. ■ Fibras simpáticas posganglionares del ramo petroso profun­
■ El conducto palatino comunica con el techo de la cavidad do del plexo carotídeo.
oral (el paladar óseo) y se abre inferiormente.
■ El agujero esfenopalatino se abre en la pared lateral de la Las fibras parasimpáticas preganglionares sinaptan en el
cavidad nasal y se localiza en la pared medial. ganglio pterigopalatino y tanto las fibras simpáticas como las fi­
■ La fisura pterigomaxilar es la gran separación existente bras parasimpáticas posganglionares salen de la fosa por medio
entre la superficie posterior del hueso maxilar y la apófisis de ramos del nervio maxilar [V2] hacia las regiones adyacentes.
pterigoides del hueso esfenoides. Comunica la zona lateral Además de estos nervios y arterias, a través de la fosa pteri­
de la fosa pterigopalatina con la fosa infratemporal. gopalatina también discurren venas y linfáticos.

Agujero esfenopalatino Agujero redondo mayor


cavidad nasal cavidad craneal
(fosa craneal media)
Fisura orbitaria inferior
suelo de la órbita
Conducto pterigoideo
cavidad craneal
(fosa craneal media)

Fisura pterigomaxilar
fosa infratemporal

Conducto palatovaginal
nasofaringe

Conducto palatino
techo de la cavidad bucal (paladar)

Fig. 8.151 Vías de acceso de la fosa pterigopalatina.


Anatomía regional • Fosa pterigopalatina 8

Nervio maxilar [V2] partir del ganglio pterigopalatino, entran y discurren por el
El nervio maxilar [V2] es un nervio puramente sensitivo que se conducto palatino y acceden a la superficie oral del paladar
origina a partir del ganglio del trigémino en la cavidad craneal, a través de los agujeros palatinos mayor y menor.
abandona la fosa craneal media y entra en la fosa pterigopala­ El nervio palatino mayor se dirige hacia delante por el techo
tina a través del agujero redondo mayor (fig. 8.152). Se dirige de la cavidad oral e inerva la mucosa y las glándulas del paladar
anteriormente atravesando dicha fosa y la abandona a través óseo y la encía adyacente, hasta alcanzar casi el nivel de los
de la fisura orbitaria inferior como el nervio infraorbitario. dientes incisivos.
El nervio maxilar [V2], durante su trayecto en la fosa pte­ El nervio palatino mayor emite en el conducto palatino a los
rigopalatina, emite el nervio cigomático, el nervio alveolar nervios nasales posteroinferiores, que pasan medialmente
posterosuperior y dos ramos ganglionares (fig. 8.152). Éstos a través de unos pequeños orificios de la lámina perpendicular
se originan en su superficie inferior y atraviesan el ganglio del hueso palatino y contribuyen a la inervación de la pared
pterigopalatino. nasal lateral.
Las fibras parasimpáticas posganglionares originadas en el El nervio palatino menor, tras pasar a través del agujero
ganglio pterigopalatino se unen a los ramos sensitivos generales palatino menor, se dirige en dirección posterior para inervar
del nervio maxilar [V2] en el ganglio pterigopalatino, al igual el paladar blando.
que las fibras simpáticas posganglionares del plexo carotídeo.
Los tres tipos de fibras abandonan el ganglio como ramos orbi­
Nervios n asales. Los nervios nasales (fig. 8 .1 5 2 ), en un
tario, palatino, nasal y faríngeo.
número aproximado de siete, atraviesan medialmente el
Ram os agujero esfenopalatino para introducirse en la cavidad
nasal. La mayoría se dirigen anteriormente para inervar la
R am os orbitarios. Los ram os orb itarios son pequeños y pared lateral de la cavidad nasal y otros atraviesan el techo
pasan a través de la fisura orbitaria inferior para contribuir a para inervar la pared medial.
la inervación de la pared orbitaria y de los senos esfenoidales El nervio nasopalatino, uno de los nervios que cruzan
y etmoidales. el techo para inervar la pared medial de la cavidad nasal, es el
nervio nasal más grande y desciende anteriormente por el tabi­
Nervios palatin os m ayor y m enor. Los nervios palatinos que nasal, atraviesa el conducto y la fosa incisiva en el paladar
m ayor y m en o r (fig. 8 .1 5 2 ) se dirigen inferiormente a óseo, hasta acceder al techo de la cavidad oral para inervar

Cigomático Nervios nasales


B
Cigomaticotemporal Nervio faríngeo Ramos orbitarios Agujero esfenopalatino

Nervio cigomático Agujero redondo mayor

Nervio infraorbitario Conducto pterigoideo


Cigomaticofacial

Infraorbitario
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Nasofaringe

Palatino menor
Ganglio
pterigopalatino
Paladar blando
Conducto palatovaginal
Palatino mayor Nervio alveolar Nervio faríngeo
posterosuperior
Alveolar superior posterior Nervios palatinos
Alveolar superior anterior Alveolar superior medio Ramos ganglionares

Fig. 8.152 Nervio maxilar [V2]. A. Ramos terminales. B. Relaciones con el ganglio pterigopalatino.
Cabeza y cuello

la mucosa, la encía y las glándulas adyacentes a los dientes terior del maxilar a través de un pequeño agujero alveolar
incisivos. que se encuentra aproximadamente a mitad de la distancia
existente entre el último molar y la fisura orbitaria inferior.
Nervio faríngeo. El n e r v io f a r í n g e o (fig. 8.1 5 2 ) se dirige A continuación desciende hasta la mucosa del seno maxilar
posteriormente a partir del ganglio pterigopalatino y aban­ para unirse al p le x o d e n t a r i o s u p e r io r .
dona la fosa a través del conducto palatovaginal, del que sale El nervio alveolar superior posterior inerva los molares y su en­
para inervar la mucosa y las glándulas de la nasofaringe. cía bucal asociada, y contribuye a la inervación del seno maxilar.

Nervio cig om ático. El n e r v i o c i g o m á t i c o (fig. 8 .1 5 2 ) Nervio infraorbitario. El nervio infraorbitario (fig. 8.152) es
se origina directamente del nervio maxilar [V2] en la fosa la prolongación anterior del nervio maxilar [V2]. Abandona
pterigopalatina. Tras abandonar la fosa, accede a la órbita la fosa pterigopalatina a través de la fisura orbitaria inferior,
a través de la fisura orbitaria inferior. Se dirige hacia delante discurre inicialmente por el surco infraorbitario en el suelo
por la pared orbitaria lateral y se divide en los ramos cigo­ de la órbita y se dirige hacia delante por el conducto in­
maticotemporal y cigomaticofacial: fraorbitario.
Durante su trayecto por el surco y el conducto infraorbitario,
■ El r a m o c ig o m a t ic o te m p o r a l se dirige hacia delante por el nervio infraorbitario emite los n e r v io s a lv e o la re s s u p e rio r
la base de la pared orbitaria lateral, se introduce a través de m e d io y s u p e r io r a n te r io r , respectivamente, que por último
un pequeño conducto óseo en el hueso cigomático y accede se unen al p le x o a lv e o la r s u p e r io r para inervar los dientes
a la fosa temporal por medio de un pequeño orificio en el superiores:
reborde orbitario lateral, sobre la superficie posterior de la
apófisis frontal del hueso cigomático. Por último, se hace ■ El nervio alveolar superior medio también inerva el seno
más superficial para inervar la piel de la región de la sien. maxilar.
■ El r a m o c i g o m a t ic o f a c i a l también avanza por la base ■ El nervio alveolar superior anterior también emite un peque­
de la pared orbitaria lateral y se introduce por un pequeño ño ramo nasal que se dirige medialmente por la pared lateral
conducto óseo del reborde orbitario que desemboca a través de la cavidad nasal para inervar ciertas partes del suelo y de
de múltiples orificios de pequeño tamaño en la superficie las paredes de la cavidad nasal.
anterolateral del hueso cigomático. Sus ramos inervan la
piel adyacente. El nervio infraorbitario abandona el conducto infraorbitario
a través del agujero infraorbitario inferior al reborde orbitario, y
se divide en ramos nasales, palpebrales y labiales superiores:
Nervio alveolar superior posterior. El n e r v io a l v e o la r s u ­
p e r i o r p o s t e r i o r (fig. 8 .1 52) se origina a partir del nervio ■ Los ramos nasales inervan la piel de la zona lateral de la nariz
maxilar [V2] en la fosa pterigopalatina, discurre en dirección y parte del tabique nasal.
lateral y abandona dicha fosa por medio de la fisura pteri­ ■ Los ramos palpebrales inervan la piel del párpado inferior.
gomaxilar para acceder a la fosa infratemporal. Continúa ■ Los ramos labiales superiores inervan la piel de la mejilla,
lateral e inferiormente para penetrar por la superficie pos­ el labio superior y la mucosa oral adyacente.
Anatomía regional • Fosa pterigopalatina 8

N ervio del co n d u cto p terigoideo y del ganglio ■ Las glándulas mucosas de la cavidad nasal.
p terig o p alatin o ■ Las glándulas salivales de la mitad superior de la cavidad
oral.
El nervio del conducto pterigoideo (fig. 8.153) se origina en la
■ La glándula lagrimal de la órbita.
fosa craneal media por la unión de:

El nervio petroso mayor también transporta algunas fibras


■ El nervio petroso mayor (un ramo del nervio facial [VII]).
encargadas del gusto (AE) del paladar blando en el nervio pa­
■ El nervio petroso profundo (un ramo del plexo carotídeo
latino menor.
interno).
Nervio petroso profundo
El nervio del conducto pterigoideo accede a la fosa pterigopa­
latina, se introduce en el ganglio pterigopalatino y transporta El n e r v io p e tro s o p ro fu n d o está formado por las fibras simpá­
principalmente fibras parasimpáticas preganglionares y fibras ticas posganglionares que se originan en el g a n g lio s im p á tic o
simpáticas posganglionares. c e r v ic a l s u p e r io r del cuello y lo abandonan como el n e r v io
c a r o tíd e o i n t e r n o .
Nervio petroso mayor Las fibras preganglionares que sinaptan en el ganglio pro­
El nervio petroso mayor se origina a partir del ganglio geni­ ceden del nervio espinal T I.
culado del nervio facial [VII] en el hueso temporal, abandona El nervio carotídeo interno forma el plexo carotídeo inter­
el hueso temporal por medio de un pequeño conducto que no alrededor de la arteria carótida interna cuando ésta se in­
se abre a través de una fisura en la superficie anterior de la troduce a través de los huesos del cráneo hacia el interior de
porción petrosa del hueso temporal. Se dirige anteromedial- la cavidad craneal. Algunas de las fibras del plexo carotídeo
mente a lo largo del borde posterior de la fosa craneal media interno se reúnen para formar el nervio petroso profundo, que
y por debajo de la arteria carótida interna, para alcanzar la abandona el plexo en la fosa craneal media y se une al nervio
superficie superior del cartílago que ocupa el agujero petroso mayor, ramo del nervio facial [VII].
rasgado. El nervio petroso profundo transporta fibras simpáticas pos­
Cuando el nervio petroso mayor discurre por debajo de la ar­ ganglionares destinadas principalmente a los vasos sanguíneos.
teria carótida interna, se reúne con el nervio petroso profundo
Ganglio pterigopalatino
para originar el nervio del conducto pterigoideo.
El nervio petroso mayor suministra la inervación parasim- El nervio del conducto pterigoideo alcanza la superficie
pática a todas las glándulas por encima de la hendidura bucal, superior del cartílago que ocupa el agujero rasgado y
entre las que se incluyen: lo atraviesa anteriormente hasta alcanzar su conducto, en la

Plexo carotídeo interno B Nervio del conducto pterigoideo


Glándula lagrimal
Nervio lagrimal
Nervio petroso mayor Fisura orbitaria inferior
Nervio cigomático Ganglio geniculado Fosa pterigopalatina
Nervio petroso
profundo

Nervio

interno
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Arteria Nervio
carótida interna facial [VII]

Tronco simpático Ganglio simpático


cervical superior
Cartílago que obtura
el agujero rasgado
Nervios simpáticos Nervio infraorbitario
preganglionares
(de T1) Nervios parasimpáticos preganglionares -
Nervio del conducto pterigoideo
Nervios parasimpáticos posganglionares-
Nervios parasimpáticos en el ramo Nervios simpáticos preganglionares-
del nervio cigomaticotemporal Nervios simpáticos posganglionares -

Fig. 8.153 Nervio del conducto pterigoideo. A. Visión de conjunto. B. Relaciones con el ganglio pterigopalatino. 997
Cabeza y cuello

raíz de la apófisis pterigoides del hueso esfenoides. Atraviesa ciende por la pared orbitaria lateral para reunirse con el nervio
el conducto y alcanza la fosa pterigopalatina, donde se une lagrimal (fig. 8.153; v. también fig. 8.84).
al ganglio pterigopalatino formado alrededor de los ramos del El nervio lagrimal es un importante ramo sensitivo general
nervio maxilar [V2] (fig. 8.153). del nervio oftálmico [Vi], que se dirige hacia delante en el in­
El g a n g lio p te r ig o p a la t in o es el mayor de los cuatro gan­ terior de la órbita, en la unión entre la pared lateral y el techo
glios parasimpáticos de la cabeza y se encuentra formado por de ésta.
los cuerpos celulares de las neuronas posganglionares asocia­ Las fibras simpáticas y parasimpáticas posganglionares ac­
das con las fibras parasimpáticas preganglionares del nervio ceden a la glándula lagrimal a través del nervio lagrimal.
facial [VII], que son transportadas por el nervio petroso mayor Una lesión a cualquier nivel de las fibras parasimpáticas
y el nervio del conducto pterigoideo. que abandonan el encéfalo como parte del nervio facial [VII]
Las fibras parasimpáticas posganglionares que se originan y que en último término alcanzan la glándula lagrimal por
en el ganglio pterigopalatino, así como las fibras simpáticas medio de los ramos del nervio oftálmico [Vi] da lugar a un
posganglionares, se unen a fibras de los ramos ganglionares cuadro de «ojo seco» que con el tiempo puede conducir a la
del nervio maxilar [V2] para dar lugar a los ramos orbitario, pérdida de visión del ojo afectado.
palatino, nasal y faríngeo que abandonan el ganglio.
Algunas de las fibras simpáticas y parasimpáticas posgan­ A rte ria m axilar
glionares ascienden a través de los ramos ganglionares del La arteria maxilar es una de las ramas principales de la arteria
nervio maxilar [V2] para penetrar en el tronco principal carótida externa en el cuello. Se origina próxima al cuello de
del nervio maxilar y ser distribuidas junto a los nervios cigomá­
la mandíbula, se dirige en dirección anterior a través de la fosa
tico, alveolar posterosuperior e infraorbitario. De todas ellas, infratemporal y se introduce en la fosa pterigopalatina a través
las fibras simpáticas y parasimpáticas posganglionares que
de la fisura pterigomaxilar (fig. 8.154).
acceden a la órbita junto al nervio cigomático son particu­ En la fosa pterigopalatina la arteria maxilar (su tercer seg­
larmente importantes por inervar la glándula lagrimal. mento) es anterior al ganglio pterigopalatino, de cuya superficie
se originan las ramas que acompañan a los ramos del nervio
Inervación de la glándula lagrimal
maxilar [V2] y al ganglio pterigopalatino.
Las fibras simpáticas y las fibras parasimpáticas posganglio­ Entre las ramas de la arteria maxilar se incluyen la arteria
nares, aproximadamente a mitad de su recorrido por la pared alveolar posterosuperior, la arteria infraorbitaria, la arteria pa­
orbitaria, abandonan el ramo cigomaticotemporal del nervio latina mayor, la arteria faríngea, la arteria esfenopalatina
cigomático y forman un nervio autónomo especial que as­ y la arteria del conducto pterigoideo (fig. 8.154). Estas ramas

Arteria infraorbitaria Arteria esfenopalatina

Arteria faríngea

del conducto pterigoideo

Cartílago que obtura el agujero


rasgado

Nasofaringe
Arteria alveolar
superior anterior
Arteria maxilar en la
fosa infratemporal
Arteria palatina descendente

Arteria palatina menor

Porción septal de la arteria palatina mayor Arteria alveolar superior posterior

998 Fig. 8.154 Arteria maxilar en la fosa pterigopalatina.


Anatomía regional • Fosa pterigopalatina 8

irrigan en conjunto gran parte de la cavidad nasal, el techo de ■ Las arterias nasales posterolaterales, que irrigan la pared
la cavidad oral y todos los dientes superiores. Además, con­ lateral de la cavidad nasal y participan en la irrigación de
tribuyen a la irrigación de los senos, la orofaringe y el suelo los senos paranasales.
de la órbita. ■ Las ramas septales posteriores, que se dirigen medialmen­
te a través del techo para irrigar el tabique nasal, la mayor
Ramas de estas ramas se dirige hacia delante y desciende a través
del tabique para anastomosarse con la arteria palatina
Arteria alveolarposterosuperior. La a r t e r i a a l v e o la r p o s - mayor.
t e r o s u p e r i o r (íig. 8 .1 5 4 ) se origina de la arteria maxilar
durante su trayecto por la fisura pterigomaxilar. Se reúne Arteria d el conducto pterigoideo. La a r t e r i a d e l c o n d u c t o
con el nervio alveolar posterosuperior y juntos atraviesan el p t e r i g o i d e o se dirige posteriormente en el interior del con­
agujero alveolar en la superficie infratemporal del maxilar, ducto pterigoideo. Irriga las estructuras vecinas y finaliza,
para irrigar los molares y premolares, la encía adyacente y tras descender a través del cartílago que ocupa el agujero
el seno maxilar. rasgado, en la mucosa de la nasofaringe.

Arteria infraorbitario. La arteria infraorbitaria (fig. 8.154) Venas


se dirige hacia delante junto al nervio infraorbitario y aban­ Las venas encargadas del drenaje de las áreas irrigadas por
dona la fosa pterigopalatina a través de la fisura orbitaria las ramas terminales de la arteria maxilar generalmente
inferior. Arteria y nervio discurren por el surco y el conducto acompañan a estas ramas de vuelta hacia la fosa pterigo­
infraorbitario y emergen a través del agujero infraorbitario palatina.
para irrigar e inervar parte de la cara. Las venas se unen en la fosa pterigopalatina para dirigirse a
Durante el recorrido en el conducto infraorbitario, la arteria continuación lateralmente a través de la fisura pterigomaxilar
infraorbitaria da lugar a: hacia la fosa infratemporal y terminan drenando en el plexo
venoso pterigoideo (fig. 8.155).
■ Ramas que contribuyen a la irrigación de las estructuras La vena infraorbitaria, que drena la región orbitaria infe­
próximas al suelo orbitario, como son los músculos recto rior, puede acceder directamente a la fosa infratemporal por la
inferior y oblicuo inferior y el saco lagrimal. zona lateral de la fisura orbitaria inferior, sin entrar en la fosa
■ Las a r t e r i a s a lv e o la r e s a n t e r o s u p e r i o r e s (fig. 8.154), pterigopalatina.
que suministran la irrigación a los dientes caninos e incisi­
vos y al seno maxilar.

A rteria p a la tin a m ay or. La a r t e r i a p a l a t i n a m a y o r


(fig. 8 .1 5 4 ) desciende junto a los nervios palatinos en el
interior del conducto palatino. De ella deriva la a r t e r i a Vena infraorbitaria-----
p a l a t i n a m e n o r (fig. 8 .1 5 4 ), una rama que atraviesa el
agujero palatino menor para irrigar el paladar blando, y que
continúa a través del agujero palatino mayor para irrigar el
paladar óseo. Esta última rama se dirige hacia delante por la
superficie inferior del paladar, alcanza la fosa incisiva y as­
ciende por el conducto incisivo para irrigar la región anterior
de la pared septal de la cavidad nasal.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Ram a faríngea. La r a m a f a r í n g e a (fig. 8.154) de la arteria


maxilar se dirige en dirección posterior y abandona la fosa
pterigopalatina a través del conducto palatovaginal junto al
nervio faríngeo. Suministra la irrigación de la zona posterior
del techo de la cavidad nasal, el seno esfenoidal y la trompa
faringotimpánica.

A rteria e s fe n o p a la tin a . La a r t e r i a e s f e n o p a l a t i n a
(fig. 8.1 5 4 ) es la rama terminal de la arteria maxilar. Aban­
dona la fosa pterigopalatina por su zona interna junto a Plexo pterigoideo en la fosa infratemporal
los nervios nasales, a través del agujero esfenopalatino y
Fig. 8.155 Venas de la fosa infratemporal. 999
emite:
Cabeza y cuello

C U ELLO Fascia cervical


La fascia cervical tiene varias características únicas.
El cuello es un cilindro que une la cabeza con el tronco. Se
La f a s c i a s u p e r f ic ia l del cuello contiene una delgada capa
extiende anteriormente desde el borde inferior de la mandíbula
muscular ( p la tis m a ) , que se origina en la fascia superficial
hasta la parte superior del manubrio del esternón, y posterior­
del tórax, se dirige hacia arriba para unirse a la mandíbula y
mente desde la línea nucal superior, del occipital del cráneo,
se une con los músculos de la cara, está inervada por el ramo
hasta el disco intervertebral situado entre las vértebras CVII
cervical del nervio facial [VII], y sólo se encuentra en esta
y TI. Dentro del cuello existen cuatro compartimentos que lo
localización.
organizan longitudinalmente (fig. 8.156):
Profunda a la fascia superficial se encuentra la fascia
cervical profunda, que se organiza en varias capas diferentes
■ El compartimento visceral es anterior y contiene partes
(fig. 8.156). Éstas incluyen:
de los sistemas respiratorio y digestivo, y varias glándulas
endocrinas.
■ Una lámina superficial, que rodea todas las estructuras del
■ El compartimento vertebral es posterior y contiene las vérte­
cuello.
bras cervicales, la médula espinal, los nervios cervicales y
■ La lámina prevertebral, que rodea la columna vertebral y
los músculos asociados con la columna vertebral.
los músculos profundos del dorso.
■ Los dos compartimentos vasculares son laterales y tienen
■ La lámina pretraqueal, que encierra las visceras del
los vasos sanguíneos principales y el nervio vago [X].
cuello.
■ La vaina carotídea, que recibe una aportación desde las otras
Todos estos compartimentos se encuentran dentro de una
tres capas fasciales y recubre los dos paquetes neurovas-
única capa de la fascia cervical.
culares principales en ambos lados del cuello.
Con fines descriptivos, el cuello se divide en triángulo ante­
rior y triángulo posterior (fig. 8.157):

■ Los límites del t r iá n g u lo a n t e r i o r son el borde anterior


del músculo esternocleidomastoideo, el borde inferior de la
mandíbula y la línea media del cuello.
■ Los límites del tr iá n g u lo p o s t e r io r son el borde posterior
del músculo esternocleidomastoideo, el borde anterior del
músculo trapecio y el tercio medio de la clavícula.

Músculo
Borde inferior de la mandíbula esternocleidomastoideo

F a s c ia Anterior C o m p a r t im e n t o s
Pretraqueal Visceral

Superficial

Vaina Vascular
carotídea T riá n g u lo
p o s te r io r
T riá n g u lo
a n t e rio r

Vertebral
Músculo trapecio
Prevertebral
Posterior

1000 Fig. 8.156 Compartimentos del cuello. Fig. 8.157 Triángulos anterior y posterior del cuello.
Anatomía regional • Cuello

Lámina superficial de la fascia cervical Lámina prevertebral


La lá m in a s u p e r fic ia l d e la fa s c ia c e r v ic a l rodea completa­ La lámina prevertebral es una capa cilindrica de la fascia que
mente el cuello (fig. 8.158). rodea la columna vertebral y los músculos asociados a ella
Está unida posteriormente al ligamento nucal y a la apófisis (fig. 8.158). Los músculos de este grupo incluyen los músculos
espinosa de la vértebra CVII, se divide cuando se dirige hacia prevertebrales, los músculos escalenos anterior, medio y pos­
delante para envolver el músculo trapecio, se une en una sola terior, y los músculos profundos del dorso.
capa y forma la parte superior del triángulo posterior, se divide La lámina prevertebral está unida posteriormente a lo
otra vez para rodear el músculo esternocleidomastoideo, y largo del ligamento nucal, y superiormente forma una línea
vuelve a unirse para juntarse con la misma capa del otro lado. circular continua que se une a la base del cráneo. El círculo
La lámina superficial de la fascia cervical rodea anterior­ comienza:
mente los músculos infrahioideos.
La lámina superficial de la fascia cervical se une: ■ Anteriormente cuando la fascia se une a la parte basilar del
hueso occipital, la zona del agujero yugular y el conducto
■ Superiormente a la protuberancia occipital externa y a la carotídeo.
línea nucal superior. ■ Continúa lateralmente y se une a la apófisis mastoides.
■ Lateralmente a la apófisis mastoides y el arco cigomático. ■ Continúa posteriormente a lo largo de la línea nucal supre­
■ Inferiormente a la espina de la escápula, el acromion, la ma y termina en la protuberancia occipital externa, donde
clavícula y el manubrio del esternón. se une con su pareja del lado opuesto.

Las venas yugular externa y anterior, y los nervios occipital Anteriormente, la lámina prevertebral se une a las super­
menor, auricular mayor, cervical transverso y supraclavicular, ficies anteriores de las apófisis transversas y los cuerpos de las
todos ellos ramos del plexo cervical, atraviesan la lámina su­ vértebras CI a CVII.
perficial de la fascia cervical.

Músculos infrahioideos
Tráquea
Tiroides Esófago

Lámina pretraqueal Vena yugular interna

Músculo esternocleidomastoideo
Arteria carótida común
Vaina carotídea Nervio vago

Músculo escaleno

Lámina superficial
de la fascia cervical

Músculo trapecio Lámina prevertebral

Fig. 8.158 Fascia del cuello, corte transversal.

i
Cabeza y cuello

La lámina prevertebral que pasa entre los puntos de unión Recibe contribuciones, en cantidades variables, desde las
en las apófisis transversas es única. En esta localización se di­ capas de revestimiento, prevertebral y pretraqueal.
vide en dos capas, creando un espacio fascial longitudinal que
contiene tejido conjuntivo indiferenciado que se extiende desde Compartimentos fasciales
la base del cráneo hacia el tórax (figs. 8.158 y 8.159). Según la disposición de varias capas de la fascia cervical, el
Existe una especialización adicional de la lámina preverte­ cuello se organiza en cuatro compartimentos longitudinales
bral en la región inferior del cuello. La lámina prevertebral (fig. 8.156):
anterolateralmente se extiende desde los músculos escale­
nos anterior y medio para rodear el plexo braquial y la arte­ ■ El primer compartimiento es el más grande, incluye a los
ria subclavia cuando estas estructuras pasan por la axila. otros tres y consiste en el área rodeada por la lámina super­
Esta extensión fascial es la v a in a a x ila r. ficial de la fascia cervical.
■ El segundo compartimiento consiste en la columna
Lámina pretraqueal vertebral, los músculos profundos asociados con esta
La lá m in a p r e tr a q u e a l consta de una colección de fascias que estructura, y es el área contenida dentro de la lámina
rodean la tráquea, el esófago y la glándula tiroides (fig. 8.158). prevertebral.
Anteriormente, consta de una fascia pretraqueal que cruza el ■ El tercer compartimiento (el compartimiento visceral) con­
cuello posteriormente a los músculos infrahioideos, y cubre la tiene la faringe, la tráquea, el esófago y la glándula tiroides,
tráquea y la glándula tiroides. La fascia pretraqueal comienza que están rodeadas por la lámina pretraqueal.
superiormente en el hueso hioides y termina inferiormente en ■ Finalmente, hay un compartimiento (la vaina carotídea) que
la cavidad torácica superior. Lateralmente, esta fascia cubre consiste en estructuras neurovasculares que pasan desde la
la glándula tiroides y más posteriormente se continúa con la base del cráneo a la cavidad torácica, y la vaina que encie­
fascia que rodea el esófago. rra estas estructuras recibe contribuciones de otras fascias
Posteriormente a la faringe, la lámina pretraqueal se de­ cervicales.
nomina fascia bucofaríngea y separa la faringe de la lámina
prevertebral (fig. 8.159). Espacios fasciales
La fascia bucofaríngea comienza superiormente en la base
del cráneo y se fusiona con la que cubre el esófago para conti­ Entre las capas fasciales en el cuello hay espacios que pueden
nuar inferiormente en la cavidad torácica. servir de vías de propagación de infecciones desde el cuello al
mediastino. En este proceso pueden intervenir tres espacios
(fig. 8.159).
Vaina carotídea
Cada v a in a c a r o tíd e a es una fascia que rodea la arteria caró­ □ El primero es el e s p a c i o p r e t r a q u e a l , entre la lámina
tida común, la arteria carótida interna, la vena yugular interna superficial de la fascia cervical (que cubre la superficie
y el nervio vago cuando estas estructuras pasan por el cuello posterior de los músculos infrahioideos) y la lámina pre­
(fig. 8.158). traqueal (que cubre la superficie anterior de la tráquea y

Fascia bucofaríngea
(parte posterior de la
lámina

Lámina superficial
de la fascia cervical
Músculos infrahioideos
Lámina prevertebral
Fascia pretraqueal
E s p a c io p re tra q u e a l
E s p a c io re tro fa rín g e o
Manubrio del esternón

E s p a c io f a c ia l d e n tro
d e la lá m in a p re v e rte b ra l

Fig. 8.159 Fascia del cuello, corte sagital.


Anatomía regional * Cuello 8

la tiroides), que pasa entre el cuello y la parte anterior del base del cráneo y se extiende desde el mediastino posterior
mediastino superior. hasta el diafragma.
El segundo es el e s p a c io r e t r o f a r í n g e o , entre la fascia
bucofaríngea (sobre la superficie posterior de la faringe y el
Drenaje venoso superficial
esófago) y la lámina prevertebral (sobre la superficie anterior
de las apófisis transversas y los cuerpos de las vértebras Las venas yugulares externa y anterior son los conductos prin­
cervicales), que se extiende desde la base del cráneo a la cipales del drenaje venoso superficial del cuello (fig. 8.160).
parte superior del mediastino posterior.
El t e r c e r e s p a c i o está dentro de la capa prevertebral y Venas yugulares externas
cubre la superficie anterior de las apófisis transversas y los La vena yugular externa se forma posteriormente al ángulo de
cuerpos de las vértebras cervicales. Esta capa se divide en la mandíbula por la unión de la vena auricular posterior y la
dos láminas para crear el espacio fascial que empieza en la vena retromandibular:

Vena temporal superficial


Vena facial Vena maxilar

Vena retromandibular
Vena auricular posterior

yugular interna
Venas yugulares anteriores

Vena yugular externa Arco venoso yugular

Vena yugular
p o s t e r n c v t c ir n a Vena cervical transversa
Vena
supraescapular
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Fig. 8.160 Venas superficiales del cuello. 1003


Cabeza y cuello

■ La vena auricular posterior drena el cuero cabelludo por nosos pares comienzan como pequeñas venas y se reúnen
detrás y por encima del pabellón auricular. a la altura del hueso hioides o en su parte superior. Una vez
■ La vena retromandibular se forma cuando las v e n a s te m ­ formada, cada vena yugular anterior desciende al lado de la
p o r a l s u p e r f ic i a l y m a x i la r se unen en el cuerpo de la línea media del cuello.
glándula parótida y desciende por el ángulo de la mandí­ Inferiormente, cerca de la unión medial del músculo es­
bula, donde se divide en una parte anterior y otra posterior ternocleidomastoideo, cada vena yugular anterior perfora la
(fig. 8.160). La parte posterior se une a la vena auricular capa de revestimiento de la fascia cervical para desembocar
posterior para formar la vena yugular externa. La parte en la vena subclavia. A veces, la vena yugular anterior puede
anterior se une a la v e n a f a c i a l para formar la vena facial desembocar en la yugular externa justo antes de que ésta lo
común, que se hace más profunda y se convierte en tribu­ haga en la subclavia.
taria de la vena yugular interna. Las venas yugulares anteriores derecha e izquierda suelen
comunicarse por un a r c o v e n o s o y u g u la r en la zona de la
Una vez formada, la vena yugular externa se dirige cau­ escotadura supraesternal.
dalmente en el cuello, en la fascia superficial y es externa al
músculo esternocleidomastoideo a lo largo de su recorrido,
cruzándolo diagonalmente cuando desciende.
Conceptos prácticos
Al alcanzar la parte inferior del cuello, por encima de la
clavícula e inmediatamente posterior al músculo esternoclei­ Planos fasciales de la cabeza y el cuello
domastoideo, la vena yugular externa perfora la capa de reves­ El cuello contiene una serie de compartimentos,
timiento de la fascia cervical, desciende hacia la clavícula y que están delimitados por fascias cerradas. Todos
desemboca en la v e n a s u b c la v ia . estos compartimentos están dentro de la capa de
Entre las tributarias que recibe la vena yugular externa a revestimiento de la fascia cervical que los rodea.
lo largo de su recorrido se incluyen la v e n a y u g u la r e x t e r n a Desde un punto de vista clínico, la importancia de
p o s t e r io r (que drena las zonas superficiales de la parte pos­ estos compartimentos es que las infecciones tienden
terior del cuello) y las v e n a s c e r v i c a l t r a n s v e r s a y s u p r a ­ a extenderse por los compartimentos o dentro de los
e s c a p u la r (que drenan la región escapular posterior). espacios que hay entre las distintas láminas fasciales.
Por ejemplo, si la infección se origina en el espacio
Venas yugulares anteriores i i pretraqueal, puede extenderse inferiormente al
Las v e n a s y u g u la r e s a n te r io r e s , aunque variables e inconsis­ mediastino superior y dirigirse anteriormente hacia
tentes, generalmente se describen como las que drenan las el pericardio.
partes anteriores del cuello (fig. 8.160). Estos conductos ve­
Anatomía regional * Cuello 8

Conceptos prácticos
A cceso venoso central cruza el vértice del pulmón. Cualquier movimiento erróneo
En la mayoría de los casos, para administrar fármacos y de la aguja dentro o a través de esta estructura puede
líquidos por vía intravenosa, y para obtener sangre para perforar la cúpula pleural, produciendo un neumotorax.
analizarla, es suficiente acceder a las venas periféricas del La punción arterial inadvertida y la laceración venosa
brazo y la pierna. A veces es necesario colocar un catéter también pueden producir un hemoneumotórax.
más grande en las venas centrales, por ejemplo para La punción de la vena yugular interna (fig. 8.161)
administrar fármacos que puedan producir flebitis, para la es menos arriesgada, pero existen complicaciones
nutrición parenteral o para la diálisis. importantes, como el hematoma local y la lesión de la
En la práctica normal se realiza la «punción a ciegas» arteria carótida.
de las venas subclavia y yugular para conseguir un En la práctica habitual se utiliza la ecografía para
acceso venoso central. Sin embargo, la punción de la vena identificar los vasos sanguíneos principales y la visión
subclavia no carece de complicaciones. Cuando la directa para conseguir acceso venoso central, para evitar
vena subclavia pasa inferiormente, posterior a la clavícula, complicaciones importantes.

Vena yugular interna

- Cabeza

Extremo del catéter en la auricula derecha

Fig. 8.161Colocación de un catéter venoso central en el cuello. A . Procedimiento clínico. B. Radiografía de tórax que muestra que el extremo
del catéter está en el origen de la aurícula derecha.
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1005
Cabeza y cuello

Triá n gu lo anterior del cuello músculo omohioideo y el borde anterior del músculo es­
ternocleidomastoideo, y la línea media.
El triángulo anterior del cuello está limitado lateralmente
■ El triángulo carotídeo está limitado anteroinferiormente
por el borde anterior del músculo esternocleidomastoideo,
por el vientre superior del músculo omohioideo, superior­
superiormente por el borde inferior de la mandíbula, y me­
mente por el músculo estilohioideo y el vientre posterior
dialmente por la línea media del cuello (fig. 8.162). A su vez
del digástrico, y posteriormente por el borde anterior del
se divide en varios triángulos más pequeños, como se expone
músculo esternocleidomastoideo.
a continuación:
Cada uno de estos triángulos contiene numerosas estruc­
■ El triángulo submandibular está limitado superiormente turas que pueden identificarse por estar en un triángulo es­
por el borde inferior de la mandíbula e inferiormente por los pecífico, entrar en un triángulo específico desde la zona que lo
vientres anterior y posterior del músculo digástrico. rodea, originarse en un triángulo y pasar a otro, o pasar a través
■ El triángulo submentoniano está limitado inferiormente de varios triángulos mientras cruza la región.
por el hueso hioides, lateralmente por el vientre anterior del Por tanto, un estudio del triángulo anterior del cuello debe
músculo digástrico, y la línea media. incluir un enfoque sistémico, describiendo los músculos, vasos
■ El triángulo m uscular está limitado superiormente por sanguíneos y nervios de la zona, y un enfoque regional, des­
el hueso hioides, lateralmente por el vientre superior del cribiendo el contenido de cada triángulo.

Músculo estilohioideo
Triá n g u lo su b m a n d ib u la r Vientre posterior del músculo digástrico

Músculo esternocleidomastoideo
Vientre anterior
del músculo
digástrico

T riá n g u lo T riá n g u lo ca ro tíd e o


su b m e n to n ia n o

Hueso hioides
T riá n g u lo p o ste rio r

Triá n g u lo m u s c u la r

Vientre superior
del músculo omohioideo

Fig. 8.162 Límites y subdivisiones del triángulo anterior del cuello.


Anatomía regional * Cuello 8

Músculos ■ Los músculos inferiores al hioides son los músculos in-


frahioideos e incluyen el omohioideo, esternohioideo,
Los músculos del triángulo anterior del cuello (tabla 8.12)
tirohioideo y esternotiroideo.
pueden agruparse según su localización con respecto al hueso
hioides: M úsculos su prahioid eos

■ Los músculos superiores al hioides se clasifican como mús­ Los cuatro músculos suprahioideos están en los triángulos
culos suprahioideos e incluyen el estilohioideo, digástrico, submentoniano y submandibular (fig. 8.162). Se dirigen hacia
milohioideo y genihioideo. arriba desde el hueso hioides hacia el cráneo o la mandíbula, y
elevan el hioides, como ocurre durante la deglución.

Tabla 8.12 Triángulo anterior del cuello (músculos suprahioideos e infrahioideos)

M úsculo O rigen Inserción Inervación Función

Estilohioideo Base de la apófisis estiloides Zona lateral del cuerpo Nervio facial [Vil] Tira del hioides hacia arriba
del hueso hioides en dirección posterosuperior
Digástrico
—Vientre anterior Fosa digástrica en la zona Unión del tendón intermedio Nervio milohioideo desde Abre la boca bajando la
inferior de la mandíbula al cuerpo del hueso hioides el ramo alveolar inferior mandíbula; levanta el hueso
del nervio mandibular [V3] hioides
—Vientre posterior Escotadura mastoidea Unión del tendón intermedio Nervio facial [Vil] Tracciona del hueso hioides
sobre la cara medial al cuerpo del hueso hioides hacia arriba y atrás
de la apófisis mastoidea
del hueso temporal
Milohioideo Línea milohioidea Cuerpo del hueso hioides y Nervio milohioideo desde Soporta y eleva el suelo
de la mandíbula fibras del músculo de la cara el ramo inferior alveolar de la boca; elevación
opuesta del nervio mandibular [V3] del hioides
Genihioideo Espina mentoniana inferior Superficie anterior del cuerpo Ramo del ramo anterior Eleva la mandíbula, fija
sobre la superficie interior del hueso hioides de CI (que va a lo largo y tira del hueso hioides
de la mandíbula del nervio hipogloso [XII]) hacia delante; con el
hueso hioideo fijo tira de
la mandíbula hacia abajo
y hacia dentro
Esternohioideo Parte posterior de la unión Cuerpo del hueso hioides Ramos anteriores de C1 a Deprime el hueso hioides
esternoclavicular y manubrio medial a la unión del músculo C3 a través del asa cervical después de la deglución
del esternón adyacente omohioideo
Omohioideo Borde superior de la escápula Borde inferior del cuerpo Ramos anteriores de C1 a Deprime y fija el hueso
medial a la escotadura de la del hueso hioides C3 a través del asa cervical hioides
escápula lateralmente a la unión
del esternohioideo
Tirohioideo Línea oblicua sobre la lámina Asta mayor y zona adyacente Fibras del ramo anterior Deprime el hueso hioides,
del cartílago tiroideo del cuerpo del hueso hioides de C1 que van a lo largo pero cuando el hueso
del nervio hipogloso [XII] hioides está fijo levanta
la laringe
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Esternotiroideo Superficie posterior del Línea oblicua sobre la lámina Ramos anteriores de C1 a Tira de la laringe (cartílago
manubrio del esternón del cartílago tiroides C3 a través del asa cervical tiroides) hacia abajo

1007
Cabeza y cuello

Estilohioideo El tendón entre los dos vientres, anclado al cuerpo del hueso
hioides, es el punto de inserción de ambos vientres. Debido a
El músculo estilohioideo se origina en la base de la apófisis
esta configuración, el músculo tiene múltiples acciones depen­
estiloides y se dirige anteroinferiormente para unirse a la zona
diendo de en qué hueso se inserte:
lateral del cuerpo del hueso hioides (fig. 8.163). Durante la
deglución eleva el hueso hioides posterosuperiormente y es
■ Cuando la mandíbula está fija, el músculo digástrico eleva
inervado por el nervio facial [VII].
el hueso hioides.
■ Cuando el cuerpo del hioides está fijo, el músculo digástrico
Digástrico
abre la boca bajando la mandíbula.
El músculo digástrico tiene dos vientres conectados por un
tendón, que se une al cuerpo del hueso hioides (fig. 8.163): La inervación del músculo digástrico procede de dos nervios
craneales diferentes.
■ El vientre posterior se origina en la escotadura mastoi­ El nervio facial [VII] inerva el vientre posterior, mientras que
dea en la cara medial de la apófisis mastoidea del hueso tem­ la división mandibular [V3] del nervio trigémino [V] inerva el
poral. vientre anterior.
■ El vientre anterior se origina en la fosa digástrica sobre la
cara inferior interna de la mandíbula. M ilohioideo

El músculo milohioideo es suprayacente al vientre anterior


del digástrico y, con su pareja del lado opuesto, forma el suelo
de la boca (fig. 8.163). Se origina en la línea milohioidea de la
superficie medial del cuerpo de la mandíbula y se inserta en el
hueso hioides, y también se une con el músculo milohioideo
A Apófisis estiloides Apófisis mastoidea
del lado opuesto.
El músculo milohioideo soporta y eleva el suelo de la boca y
eleva el hueso hioides. Está inervado por la división mandibu­
lar [V3] del nervio trigémino [V].

G en ih ioideo

El músculo genihioideo es superior al suelo de la cavidad


oral y no suele considerarse un músculo del triángulo an­
terior del cuello; sin embargo, constituye el último de los
músculos del grupo suprahioideo (fig. 8.163). Es un músculo
estrecho, suprayacente a la parte medial de cada músculo
milohioideo. Los músculos de cada lado están próximos en la
línea media.
El genihioideo se origina en la espina mentoniana de la man­
díbula y se dirige hacia atrás y hacia abajo para insertarse en
el cuerpo del hueso hioides.
Tiene dos funciones, dependiendo del lugar de inserción:

■ Si la mandíbula está fija, eleva y tira del hueso hioides hacia


delante.
■ Si el hueso hioides está fijo, tira de la mandíbula hacia abajo
y hacia dentro.

El genihioideo está inervado por un ramo del ramo anterior


de C1 que discurre a lo largo del nervio hipogloso [XII].

M ú sculos infrah ioideos


Los cuatro músculos infrahioideos están relacionados con el
triángulo muscular (fig. 8.162). Unen el hueso hioides a las
músculo digástrico estructuras inferiores y deprimen el hueso hioides. También
proporcionan un punto estable de unión para los músculos
Fig. 8.163 Músculos suprahioideos. A. Visión lateral. suprahioideos. Debido a su aspecto, a veces se denominan
10 0 8 B. Visión inferior.
«músculos en bandolera».
Anatomía regional * Cuello 8

Estern ohioideo ■ El vientre inferior empieza en el borde superior de la es­


cápula, medial a la escotadura de la escápula, y pasa hacia
El músculo esternohioideo es un músculo largo y fino que se
delante y hacia arriba cruzando el triángulo posterior y
origina en la parte posterior de la unión esternoclavicular y
terminando en el tendón intermedio.
en el manubrio esternal adyacente (fig. 8.164). Asciende para
■ El vientre superior empieza en el tendón intermedio y as­
insertarse en el cuerpo del hueso hioides. Hace descender el
ciende para unirse al cuerpo del hueso hioides lateralmente
hueso hioides y está inervado por los ramos anteriores de Cl a
a la unión del esternohioideo.
C3 a través del asa cervical.
■ El tendón intermedio se adhiere a la clavícula, cerca de su
O m ohioideo extremo medial, por una dependencia fascial.

El músculo omohioideo es lateral al músculo esternohioideo El omohioideo desciende y fija el hueso hioides. Está iner­
(fig. 8.164). Consiste en dos vientres con un tendón intermedio vado por los ramos anteriores de Cl a C3 a través del asa cer­
tanto en el triángulo posterior como en el triángulo anterior vical.
del cuello:

Vena yugular interna


Hueso hioides

Músculo tirohioídeo

Cartílago tiroides Arteria carótida común

Músculo omohioideo

Músculo esternotiroideo
Cartílago cricoides

Músculo
esternohioideo
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Fig. 8.164 Músculos infrahioideos.

1009
Cabeza y cuello

Tiroh ioideo La vena yugular interna y sus tributarias se asocian con


este sistema arterial. Estos vasos reciben sangre de todas las
El músculo tirohioideo es profundo a las zonas superiores del
estructuras de la cabeza y el cuello.
omohioideo y el esternohioideo (fig. 8.164). Se origina en la
línea oblicua de la lámina del cartílago tiroides y se dirige hacia
Sistem a caro tíd eo
arriba para insertarse en el asta mayor y en las partes adyacen­
tes del cuerpo del hueso hioides. A rterias caró tid as com u nes
Este músculo tiene distintas funciones, dependiendo de qué
Las arterias carótidas comunes son el comienzo del sistema
hueso esté sujeto. Generalmente desciende el hioides, pero
carotídeo (fig. 8.165):
cuando el hioides está sujeto eleva la laringe (p. ej., cuando se
cantan notas altas). Está inervado por fibras del ramo anterior
■ La arte ria carótid a com ún d erecha se origina en el
de CI que viajan con el nervio hipogloso [XII].
tronco braquiocefálico inmediatamente posterior a la arti­
Esternotiroid eo culación esternoclavicular derecha y todo su curso discurre
por el cuello.
Encontrándose por debajo del esternohioideo y continuándose ■ La arteria carótida común izquierda comienza en el
con el tirohioideo, el esternotiroideo es el último músculo del tórax como una rama directa del cayado aórtico y se dirige
grupo infrahioideo (fig. 8.164). Se origina en la cara posterior superiormente para entrar en el cuello cerca de la articula­
del manubrio del esternón y se dirige hacia arriba para unirse ción esternoclavicular izquierda.
a la línea oblicua de la lámina del cartílago tiroides.
El músculo esternotiroideo tira de la laringe (cartílago tiroi­ Tanto la arteria carótida común derecha como la izquierda
des) hacia abajo y es inervado por los ramos anteriores de Cl a ascienden por el cuello, lateralmente a la tráquea y el esófago,
C3 a través del asa cervical. dentro de un compartimiento fascial (la vaina carotídea). Du­
rante su trayecto cervical no emiten ramas.
Vasos san g u ín eo s
Cerca del borde superior del cartílago tiroides cada arteria
Las arterias carótidas comunes y sus ramas, las arterias caró­ carótida común se divide en sus dos ramas terminales: las ar­
tidas interna y externa, pasan a través del triángulo anterior terias carótidas interna y externa (fig. 8.166).
del cuello. Estos vasos irrigan todas las estructuras de la cabeza La parte superior de cada arteria carótida común y su di­
y el cuello. visión en arterias carótidas interna y externa se produce en

Arteria carótida común izquierda


Arteria carótida común derecha
Vena yugular interna derecha Vena yugular interna izquierda

Arteria subclavia derecha Arteria subclavia izquierda


Clavícula

Vena subclavia derecha Vena subclavia izquierda


Vena braquiocefálica
derecha
Vena braquiocefálica izquierda

Vena cava superior Cayado aórtico

Fig. 8.165 Origen de las arterias carótidas comunes.


Anatomía regional • Cuello

el triángulo carotídeo (fig. 8.166), que es una subdivisión del Arteria carótida externa
triángulo anterior del cuello (v. fig. 8.162).
En la bifurcación, la arteria carótida común y el comienzo de Arteria carótida interna
la arteria carótida interna se dilatan. Esta dilatación es el seno Vientre posterior del músculo digástrico---------
carotídeo (fig. 8.167), que contiene receptores que detectan
cambios en la presión arterial y está inervado por un ramo del
nervio glosofaríngeo [IX].
En la zona de la bifurcación hay otro grupo de receptores que
es responsable de detectar cambios en la bioquímica sanguínea,
principalmente el contenido en oxígeno. Es el cuerpo carotí­
deo y está inervado por ramos de los nervios glosofaríngeo [IX]
y vago [X].

A rterias caró tid as internas

Después de su origen, la arteria carótida interna asciende hacia


la base del cráneo (fig. 8.167). No tiene ramas en el cuello y T riá n g u lo c a ro tíd e o
entra en la cavidad craneal a través del conducto carotídeo, en
la porción petrosa del hueso temporal. Vientre superior
Las arterias carótidas internas irrigan los hemisferios cere­ del músculo omohioideo
brales, los ojos y el contenido de las órbitas, y la frente.
Arteria carótida común
A rterias caró tid as externas
Músculo
Las arterias carótidas externas empiezan emitiendo ramas esternocleidomastoideo
inmediatamente después de la bifurcación de las arterias
carótidas comunes (fig. 8 .1 6 7 y tabla 8.13) de la siguiente
manera:

Fig. 8.166 Triángulo carotídeo.

i
Cabeza y cuello

Arteria temporal superficial


Arteria maxilar

Arteria auricular posterior

Arteria facial Vena yugular interna

Arteria occipital

Arteria carótida interna


Arteria lingual
Arteria faríngea
ascendente

Seno carotídeo
Arteria carótida externa

Arteria tiroidea superior

Arteria carótida común

Fig. 8.167 Sistema carotídeo.

Tabla 8.13 Ramas de la arteria carótida externa

Ram a Irrigación

Arteria tiroidea superior Músculo tirohioideo, estructuras internas de la laringe, músculos esternocleidomastoideo y cricotiroideo,
glándula tiroides
Arteria faríngea ascendente Músculos constrictores faríngeos y estilofaríngeos, paladar, amígdalas, trompa auditiva, meninges en la fosa
craneal posterior
Arteria lingual Músculos de la lengua, amígdala palatina, paladar blando, epiglotis, suelo de la boca, glándula sublingual
Arteria facial Todas las estructuras de la cara desde el borde inferior de la mandíbula anterior al músculo masetero al ángulo
medial del ojo, el paladar blando, la amígdala palatina, la trompa auditiva, la glándula submandibular
Arteria occipital Músculo esternocleidomastoideo, meninges en la fosa craneal posterior, celdillas mastoideas, músculos profundos
del dorso, cuero cabelludo posterior
Arteria auricular posterior Glándula parótida y músculos cercanos, oído externo y cuero cabelludo posterior a la oreja, oído medio e interno
Arteria temporal superficial Conducto y glándula parótida, músculo masetero, cara lateral, parte anterior del oído externo, músculo temporal,
fosas parietal y temporal
Arteria maxilar Conducto auditivo externo, superficies lateral y medial de la membrana timpánica, articulación temporomandibular,
duramadre de la pared lateral del cráneo y parte interna de los huesos craneales, ganglio trigémino y dura en las
zonas próximas, músculo milohioideo, dientes mandibulares, piel de la barbilla, músculo temporal, parte exterior
1012
de los huesos del cráneo en la fosa temporal, estructuras de la fosa infratemporal, seno maxilar, dientes y encías
superiores, piel infraorbitaria, paladar, raíz de la faringe, cavidad nasal
Anatomía regional * Cuello 8

■ La arteria tiroidea superior es la primera rama; se origina el nervio vago [X] posterior y parcialmente situado entre
cerca o en la superficie anterior de la bifurcación y se dirige los dos vasos.
hacia abajo y hacia delante para alcanzar el polo superior Los pares de venas yugulares internas se unen con las venas
de la glándula tiroides. subclavias posteriormente al extremo esternal de la clavícula
■ La arteria faríngea ascendente es la segunda rama y la para formar las venas braquiocefálicas derecha e izquierda
más pequeña; se origina de la parte posterior de la arteria (fig. 8.165).
carotídea externa y asciende entre la arteria carótida interna Las tributarias de cada vena yugular interna incluyen el
y la faringe. seno petroso inferior y las venas facial, lingual, faríngea,
■ La arteria lingual se origina en la superficie anterior de occipital, tiroidea superior y tiroidea media.
la arteria carótida externa, justo por encima de la arteria
tiroidea superior a nivel del hueso hioides, se dirige pro­
fundamente hacia el nervio hipogloso [XII] y pasa entre los Conceptos prácticos
músculos constrictor medio e hiogloso. Pulso venoso yu g u la r
■ La arteria facial es la tercera rama anterior de la arteria
El pulso venoso yugular es un signo clínico importante
carótida externa, se origina por encima de la arteria lingual,
que permite al médico evaluar la presión venosa y la
pasa por debajo de los músculos estilohioideo y el vientre
forma de onda y es un reflejo del funcionamiento
posterior del digástrico, continúa hacia abajo entre la glán­
de la parte derecha del corazón.
dula submandibular y la mandíbula, y emerge sobre el borde
de la mandíbula, anteriormente al músculo masetero, para
entrar en la cara.
■ La arteria occipital se origina en la superficie posterior de
la arteria carótida externa, cerca del nivel de origen de la Nervios
arteria facial, se dirige hacia arriba y posteriormente pro­
Muchos nervios craneales y periféricos:
funda al vientre posterior del músculo digástrico, y emerge
en la parte posterior del cuero cabelludo.
■ Pasan a través del triángulo anterior del cuello y continúan
■ La arteria auricular posterior es una rama pequeña que hasta su destino final.
se origina en la superficie posterior de la arteria carótida
■ Envían ramos a las estructuras que forman los límites del
externa, y se dirige hacia arriba y posteriormente. triángulo anterior del cuello.
■ La a rte ria tem poral superficial es una de las ramas ■ Mientras están en el triángulo anterior del cuello, envían
terminales y aparece como una continuación hacia arri­ ramos a las estructuras cercanas.
ba de la arteria carótida externa, comienza por detrás del
cuello de la mandíbula, se dirige anteriormente hacia el Los nervios craneales incluyen el facial [VII], glosofarín­
oído, cruza el proceso cigomático del hueso temporal y por
geo [IX], vago [X], accesorio [XI] e hipogloso [XII].
encima de este punto se divide en las ramas anterior y pos­ Los ramos de los nervios espinales incluidos en esta categoría
terior. son el nervio cervical transverso del plexo cervical y los ramos
■ La arteria maxilar es la mayor de las dos ramas terminales
superiores e inferiores del asa cervical.
de la arteria carótida externa, se origina detrás del cuello de
la mandíbula, se dirige hacia la glándula parótida, continúa Nervio facial [VII]
medialmente hacia el cuello de la mandíbula y entra en la
Después de salir del agujero estilomastoideo, el nervio fa­
fosa infratemporal, y continúa a través de esta zona hasta
cial [VII] emite ramos que inervan dos músculos asociados
la fosa pterigopalatina.
con el triángulo anterior del cuello:

Venas ■ El vientre posterior del digástrico.


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La vena yugular interna comienza como una dilatación del ■ Estilohioideo.


seno sigmoideo, que es un seno venoso dural, y recoge la san­
gre procedente del cráneo, el cerebro, la superficie de la cara y El nervio facial [VII] también inerva el músculo platisma
partes del cuello. Esta parte dilatada inicial se denomina bulbo que recubre el triángulo anterior y parte del triángulo pos­
superior de la vena yugular y recibe otros senos venosos terior del cuello.
(el seno petroso inferior) poco después de formarse. Sale
Nervio glosofaríngeo [IX]
del cráneo hacia el agujero yugular asociado con los nervios
glosofaríngeo [IX], vago [X] y accesorio [XI], y entra en la vaina El nervio glosofaríngeo [IX] sale de la cavidad craneal por el
carotídea. agujero yugular. Comienza su descenso entre la arteria carótida
La vena yugular interna atraviesa el cuello dentro de la interna y la vena yugular interna, se sitúa profundo con res­
vaina carotídea, al principio discurre posterior a la arteria pecto a la apófisis estiloides y los músculos asociados con ella.
carótida interna, pero después pasa a una posición más Cuando el nervio glosofaríngeo [IX] completa su descenso,
1013
lateral. Permanece lateral a la arteria carótida común con se dirige hacia delante entre las arterias carótidas externa e
Cabeza y cuello

interna, y se curva alrededor del borde lateral del músculo es- a la vena yugular interna y posterior a las arterias carótida
tilofaríngeo (fig. 8.168). En este punto, continúa en dirección interna y carótida común (fig. 8.169).
anterior, profundo al músculo hipogloso, alcanza la base de la Cuando los ramos del nervio vago [X] pasan a través del
lengua y la zona de la amígdala palatina. triángulo anterior del cuello, incluyen un ramo motor para la
Cuando el nervio glosofaríngeo [IX] pasa a través de la zona faringe, un ramo para el cuerpo carotídeo, el nervio laríngeo
del triángulo anterior del cuello, inerva el músculo estilofa­ superior (que se divide en ramos laríngeos externo e interno)
ríngeo, envía un ramo al seno carotídeo y proporciona ramos y, posiblemente, un ramo cardíaco.
sensitivos a la faringe.
N ervio a cce so rio [XI]
N ervio vago [X]
El nervio accesorio [XI] es el más posterior de los tres nervios
El nervio vago [X] sale de la cavidad craneal por el agujero yu­ craneales que salen de la cavidad craneal a través del agujero
gular entre los nervios glosofaríngeo [IX] y accesorio [XI]. yugular. Empieza su descenso medial a la vena yugular in­
Fuera del cráneo, el nervio vago [X] entra en la vaina caro­ terna, sale entre la arteria carótida interna y la vena yugular
tídea y desciende por el cuello dentro de esta estructura, medial interna, cruza la superficie lateral de esta última a medida que

Ramo faríngeo Nervio vago [X]


Vena yugular interna
Ganglio inferior

Músculo estilofaríngeo Nervio glosofaríngeo [IX]

Músculo híogloso Vena yugular interna

Ramos interno
y externo del nervio
laríngeo superior

Ramo cardíaco

Ramo del seno carotídeo Ramo del cuerpo carotídeo

Arteria carótida externa Ramo faríngeo Arteria carótida externa

Fig. 8.168 Nervio glosofaríngeo [IX] en el triángulo anterior


del cuello. Fig. 8.169 Nervio vago [X] en el triángulo anterior del cuello.
Anatomía regional * Cuello 8

se dirige hacia abajo y hacia atrás para desaparecer dentro o Arteria carótida interna Vena yugular interna
debajo del borde anterior del músculo esternocleidomastoideo Nervio accesorio [XI]
(fig. 8.170).
El nervio accesorio no emite ramos cuando pasa a través del
triángulo anterior del cuello.

N ervio hipogloso [XII]


El nervio hipogloso [XII] abandona la cavidad craneal a través
del conducto del hipogloso y es medial a la vena yugular interna
y a la arteria carótida interna, nada más salir del cráneo. Cuan­
do desciende, se dirige hacia fuera entre la vena yugular interna
y la arteria carótida interna (fig. 8.171). En este punto pasa
hacia delante, gira alrededor de la arteria occipital, cruza las
superficies laterales de las arterias carótidas externa e interna
y la arteria lingual, continúa hacia abajo profundo al vientre
posterior de los músculos digástrico y estilohioideo, pasa bajo
la superficie del músculo hiogloso y desaparece profundo al
músculo milohioideo. Músculo esternocleidomastoideo Músculo trapecio
El nervio hipogloso [XII], que inerva la lengua, no emite ra­ Fig. 8.170 Nervio accesorio [XI] en el triángulo posterior
mos cuando pasa a través del triángulo anterior del cuello. del cuello.

Nervio hipogloso

Vientre posterior del músculo digástrico Arteria occipital

Rama esternocleidomastoidea Vena yugular interna


Nervio hipogloso de la arteria occipital

yugular
interna

Raíz superior
del asa cervical
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Arteria
carótida externa

Rama esternocleidomastoidea
de la arteria occipital
. . . . . Vientre posterior del músculo
<K Artena tiroidea supenor digástrico (seccionado)
B

Fig. 8.171 Nervio hipogloso [XII]. A. Imagen quirúrgica del nervio hipogloso en el triángulo anterior del cuello. B. Esquema. 1015
Cabeza y cuello

N ervio ce rv ica l tra n sv e rso Nervio cervical transverso

El nervio cervical transverso es un ramo del plexo cervical que


se origina en los ramos anteriores de los nervios cervica­
les C2 y C3. Emerge desde abajo del borde posterior del
músculo esternocleidomastoideo, cerca del centro del mús­
culo, y gira alrededor del esternocleidomastoideo para cru­
zar su superficie anterior en sentido transverso (fig. 8.172).
Continúa cruzando el cuello y proporciona inervación cutá­
nea a esta zona.

Asa ce rv ica l
El asa cervical es un lazo de fibras nerviosas de los nervios
cervicales Cl a C3 que inervan los «músculos en bandolera» en
el triángulo anterior del cuello (fig. 8.173). Comienza a medida
que ramos del nervio cervical C1 se reúnen con el nervio hipo-
gloso [XII] poco después de salir del cráneo.
Cuando el nervio hipogloso [XII] completa su descenso y Músculo esternocleidomastoideo Músculo trapecio
empieza a pasar hacia delante cruzando las arterias caróti­
das externa e interna, algunas fibras nerviosas cervicales lo Fig. 8.172 Nervio cervical transverso en el triángulo anterior del
cuello.

Nervio hipogloso

Músculo tirohioideo

Músculo omohioideo
(vientre superior) Raíz inferior del asa cervical

Raíz superior del asa cervical

Músculo esternohioideo

Músculo omohioideo
Músculo esternotiroideo (vientre inferior)

1016 Fig. 8.173 Asa cervical.


Anatomía regional • Cuello

abandonan y descienden entre la vena yugular interna y las Glándulas tiroides y paratiroides
arterias carótidas común e interna. Estas fibras nerviosas son
Las glándulas tiroides y paratiroides son glándulas endocrinas
la raíz superior del asa cervical e inervan el vientre superior
que se sitúan en la parte anterior del cuello.
del músculo omohioideo y la parte superior de los músculos
Las dos glándulas se originan de un crecimiento faríngeo que
esternohioideo y esternotiroideo.
migra caudalmente hacia su posición final cuando continúa
Un ramo directo del plexo cervical que contiene fibras nervio­
su desarrollo.
sas del segundo y tercer nervios cervicales C2 y C3 (fig. 8.173)
La glándula tiroides es grande e impar, mientras que las glán­
completa el asa. Es la raíz inferior del asa cervical. Desciende
dulas paratiroides, generalmente en número de cuatro, son
medial o lateralmente a la vena yugular interna antes de dar
pequeñas y están en la superficie posterior de la glándula tiroides.
la vuelta medialmente para unirse a la raíz superior. En esta
localización, el asa cervical emite ramos para inervar el vientre
inferior del omohioideo y las partes inferiores de los músculos G lándula tiro id es
esternohioideo y esternotiroideo. La glándula tiroides está en la parte anterior del cuello, por
debajo y lateralmente al cartílago tiroides (fig. 8.174). Consta
E lem en to s de los sistem as digestivo y resp irato rio de dos lóbulos laterales (que cubren las superficies anterola-
El esófago, la tráquea, la faringe y la laringe se sitúan en el cue­ terales de la tráquea, el cartílago cricoides y la parte inferior
llo y están relacionados con los triángulos anteriores. del cartílago tiroides) con un istmo que conecta los lóbulos
laterales y cruza las superficies anteriores del segundo y el tercer
Esófago cartílagos traqueales.
La glándula tiroides está en el compartimiento visceral del
El esófago forma parte del sistema digestivo y sólo presenta
cuello y se sitúa bajo los músculos esternohioideo, esternoti­
un corto recorrido en la parte inferior del cuello. Se origina
roideo y omohioideo. Este compartimiento también incluye
a nivel de la vértebra CVI, donde se continúa con la faringe
la faringe, la tráquea y el esófago, y está rodeado por la capa
hacia arriba, y discurre inferiormente para atravesar el orificio
pretraqueal de la fascia.
torácico superior. Se sitúa directamente anterior a la columna
La glándula tiroides se origina a partir de un crecimiento
vertebral (fig. 8 .1 74B).
medio del suelo de la faringe, cerca de la base de la lengua. El
Tráquea agujero ciego de la lengua indica la zona de origen y el conducto
tirogloso marca el camino de migración de la glándula tiroides
La tráquea forma parte de las vías respiratorias inferiores y, hasta su localización adulta final. Generalmente, el conducto
como el esófago, se origina a nivel de la vértebra CVI, donde se tirogloso desaparece pronto en el desarrollo, pero pueden que­
continúa con la laringe hacia arriba (fig. 8 .1 74B). La tráquea se dar restos como un quiste o como una conexión con el agujero
sitúa directamente anterior al esófago y discurre inferiormente ciego (es decir, una fístula).
en la línea media para entrar en el tórax. También puede haber restos funcionantes de glándula tiroides:

Faringe y laringe
■ Asociados con la lengua (como tiroides lingual).
La faringe es la vía común para el alimento y el aire y conecta ■ A lo largo del camino de migración de la glándula tiroides.
los espacios respiratorio y digestivo en la cabeza con comparti­ ■ Por encima de la glándula a lo largo del camino del conducto
mentos similares a los de la parte inferior del cuello. tirogloso (como un lóbulo piramidal).
La laringe constituye el extremo superior de las vías aé­
reas inferiores. Forma un continuo con la tráquea inferior-
mente y con la faringe posterosuperiormente.

1
Cabeza y cuello

Vena yugular interna


Tráquea Vena yugular interna

Músculo
tlrohioideo
Arteria carótida
común

Cartílago tiroides Nervio


vago
Cartílago
cricoides

_ Arteria carótida común


Esofago
recurrente derecho Cuerpo vertebral

Tráquea Istmo

Lóbulo
Lóbulo tiroideo
izquierdo

Glándula tiroides

Vena yugular interna derecha Vena yugular interna izquierda

Arteria carótida común izquierda Vena yugular interna izquierda

Fig. 8.174 Glándula tiroides en el triángulo anterior del cuello. A. Visión anterior. B. Corte transversal. C. Ecografía: corte axial compuesta
del cuello. D. Ecografía: corte axial del cuello. E. Gammagrafía: captación tiroidea normal de pertecnectato de tecnecio 99m en el cuello.

1018
Anatomía regional * Cuello 8

Irrigación arterial En la glándula tiroides la arteria tiroidea inferior se divide en:

Dos arterias principales irrigan la glándula tiroides.


■ Una rama inferior, que irriga la parte inferior de la glándula
tiroides y se anastomosa con la rama posterior de la arteria
Arteria tiroidea superior. La arteria tiroidea superior es la tiroidea superior.
primera rama de la arteria carótida externa (fig. 8 .1 7 5 ). ■ Una rama ascendente, que irriga las glándulas paratiroides.
Desciende, se dirige a lo largo del margen lateral del mús­
culo tirohioideo, para alcanzar el polo superior del lóbulo En ocasiones, se origina una pequeña arteria tiroidea
lateral de la glándula cuando se divide en ramas glandulares ima del tronco braquiocefálico o del cayado aórtico, y asciende
anterior y posterior: sobre la superficie anterior de la tráquea para irrigar la glándula
tiroides.
■ La ram a glandular anterior discurre a lo largo del borde
superior de la glándula tiroides y se anastomosa con su D renaje ven o so y linfático
homologa del lado opuesto sobre el istmo (fig. 8.175).
■ La ram a glandular posterior se dirige a la cara posterior Tres venas drenan la glándula tiroides (fig. 8.175):
de la glándula y puede anastomosarse con la arteria tiroidea
■ La vena tiroidea superior drena principalmente la zona
inferior (fig. 8.176).
irrigada por la arteria tiroidea superior.
■ Las venas tiroideas inferior y media drenan el resto de
Arteria tiroidea inferior. La a rte ria tiroidea inferior es
la glándula tiroides.
una rama del tro n c o tiro ce rv ica l, que se origina en la
primera parte de la arteria subclavia (figs. 8 .175 y 8.176). Las venas tiroideas superior y media drenan en la vena
Asciende a lo largo del borde medial del músculo escaleno yugular interna y las venas tiroideas inferiores drenan en
anterior, se dirige posteriormente a la vaina carotídea y al­ las venas braquiocefálicas derecha e izquierda, respectiva­
canza el polo inferior del lóbulo lateral de la glándula tiroides. mente.

Arteria y vena Arteria tiroidea


tiroideas superior
Músculo
superiores Glándula
tirohioideo Rama paratiroides
glandular superior
Rama posterior
glandular Glándula
Arteria anterior Arteria tiroidea paratiroides
tiroidea inferior
inferior inferior
Vena tiroidea
medial
Nervio laríngeo
recurrente derecho
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tirocervical

Nervio laríngeo
Arteria subclavia
Nervio
izquierda
derecho cere:;, l-o
Nervio vago
izquierdo Nervio laríngeo
recurrente izquierdo
Venas tiroideas - Nervio laríngeo
inferiores recurrente
izquierdo

1019
Fig. 8.176 Arterias tiroideas superior e inferior y nervio laríngeo
Fig. 8.175 Irrigación vascular de la tiroides: visión anterior. recurrente izquierdo y derecho: visión posterior.
Cabeza y cuello

El drenaje linfático de la glándula tiroides se hace en los uno a cada lado. Estas relaciones deben ser tenidas en cuenta
nodulos cercanos a la tráquea (nodulos paratraqueales) y en cuando la glándula tiroides es eliminada o manipulada qui­
los nodulos cervicales profundos inferiores al músculo omo­ rúrgicamente.
hioideo a lo largo de la vena yugular interna.
G lándulas p aratiro id es
N ervios laríngeo s recurrentes
Las glándulas paratiroides son dos pares de pequeñas estruc­
La glándula tiroides está estrechamente relacionada con los turas ovoides, amarillentas, que se encuentran en la super­
nervios laríngeos recurrentes. Después de haberse ramificado ficie interna de los lóbulos laterales de la glándula tiroides.
desde el nervio vago [X] y hacer un lazo alrededor de la arteria Se denominan glándulas paratiroides superiores e inferiores
subclavia sobre la derecha y el cayado aórtico sobre la izquierda, (fig. 8.176). Sin embargo, su posición es bastante variable y
los nervios laríngeos recurren tes ascienden en un surco pueden encontrase en cualquier lugar entre la bifurcación
entre la tráquea y el esófago (fig. 8.176). Pasan profundos a la carotídea superiormente y el mediastino inferiormente.
superficie posteromedial de los lóbulos laterales de la glándula Derivadas de la tercera (glándulas paratiroides inferiores)
tiroides y entran en la laringe bajo el borde inferior del cons­ y cuarta (glándulas paratiroides superiores) bolsas faríngeas,
trictor inferior de la faringe. estas estructuras pares migran a su posición final adulta y se
Junto con ramas de las arterias tiroideas inferiores, los nombran de acuerdo con ello.
nervios laríngeos recurrentes están relacionados claramente Las arterias que irrigan las glándulas paratiroides son las
con ligamentos que fijan la glándula tiroides a la tráquea y arterias tiroideas inferiores, y los drenajes venoso y linfático
al cartílago cricoides de la laringe y pueden pasar a su través, son los mismos que los de la glándula tiroides.

Conceptos prácticos
G lándula tiroides embriológico de la glándula. El tejido tiroideo ectópico es
La glándula tiroides se desarrolla desde una pequeña relativamente raro. Lo que se observa con más frecuencia
región tisular cerca de la base de la lengua. Este tejido es el cambio quístico que se origina del conducto
desciende como conducto tirogloso desde el agujero tirogloso. Los quistes del conducto tirogloso generalmente
ciego en la parte posterior de la lengua para dirigirse se presentan como una masa en la línea media. Con la
adyacentemente a la cara anterior de la parte medial ecografía pueden ponerse de manifiesto fácilmente sus
del hueso hioides. El tejido tiroideo continúa para migrar características y posición, y se tratan mediante escisión
inferiormente, y finalmente se queda en la cara anterior quirúrgica. Para prevenir su recurrencia, debe escindirse
de la tráquea en la raíz del cuello. la totalidad del conducto, así como una pequeña parte
Como consecuencia, la migración del tejido tiroideo de la cara anterior del hueso hioides.
puede detenerse en algún lugar a lo largo del descenso
Anatomía regional * Cuello 8

Conceptos prácticos
Tiroidectom ía Lóbulo izquierdo de la glándula tiroides
Una tiroidectomía es un procedimiento quirúrgico
frecuente. En la mayoría de los casos consiste en la escisión
de parte o la mayoría de la glándula tiroides. Generalmente,
la intervención se realiza en enfermedades como el bocio
multinodular y el carcinoma tiroideo.
Debido a la localización de la glándula tiroides, cuando
se realiza una tiroidectomía es posible lesionar otras
estructuras, concretamente las glándulas paratiroides y
los nervios laríngeos recurrentes (fig. 8.177). Es necesario
explorar los pliegues vocales antes y después de la cirugía
ya que los nervios están íntimamente relacionados con
los ligamentos que unen la glándula a la laringe y pueden
lesionarse fácilmente durante la intervención.

Nervio laríngeo recurrente izquierdo

Fig. 8.177 Imagen quirúrgica del lóbulo izquierdo rechazado en


un caso de bocio que muestra su íntima relación con el nervio
laríngeo recurrente.

Conceptos prácticos
P atología de la glándula tiroides afectar a la vida de los pacientes o causar problemas
La patología de la glándula tiroides es extremadamente respiratorios.
compleja y, en esencia, debe enfocarse desde dos puntos Los nódulos aislados de la glándula tiroides pueden
de vista. En primer lugar, la glándula tiroides puede ser un nodulo dominante en una glándula multinodular
aumentar de tamaño de forma difusa o focal, debido a o posiblemente un tumor aislado de la glándula tiroides.
numerosas causas. En segundo lugar, la glándula tiroides Los tumores aislados pueden secretar tiroxina o no,
puede producir niveles de tiroxina demasiado bajos o dependiendo de su morfología celular. Generalmente
demasiado altos. el tratamiento es la escisión.
Una de las alteraciones más comunes de la glándula Las enfermedades inmunológicas pueden afectar
tiroides es el bocio multinodular, que es un aumento de a la glándula tiroides y sobreestimularla para producir
tamaño difuso e irregular de la glándula tiroides con áreas un exceso de tiroxina. Estas enfermedades pueden
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de hipertrofia tiroidea y formación de quistes coloidales. asociarse con otras manifestaciones extratiroideas, que
La mayoría de los pacientes son eutiroideos (es decir, incluyen exoftalmos, mixedema pretibial y cambios en
tienen niveles normales de tiroxina). El síntoma típico de la uñas. Otras causas de estimulación tiroidea difusa
presentación es una masa difusa en el cuello, que incluyen la tiroiditis viral. Algunas enfermedades pueden
puede tratarse médicamente o necesitar escisión causar atrofia de la glándula tiroides, produciendo la
quirúrgica si es lo bastante grande como para hiposecreción de tiroxina (mixedema).

1021
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos
G lándulas paratiroides ectópicas variable y en ocasiones se sitúan más altas en el cuello o en
Las glándulas paratiroides se originan a partir de la tercera el tórax. Los tumores pueden desarrollarse en cualquiera
y cuarta bolsas faríngeas y se desplazan a su posición de estas localizaciones (fig. 8.178).
definitiva a lo largo del desarrollo. Esta posición es muy

Fig. 8.178 Adenoma paratiroideo ectópico en el mediastino superior. Tomografía computarizada de emisión de fotón único/tomografía
computarizada híbrida sin contraste (SPECT/TC). A. Visión transversal. B. Visión sagital. C. Visión coronal.

Localización de estructuras en regiones visión específica, por pasar a una subdivisión específica desde
diferentes del triángulo anterior del cuello fuera de esta región, por originarse en una subdivisión y pasar
a otra subdivisión, o por pasar a través de varias subdivisiones
La localización regional de las estructuras principales en el
mientras atraviesa la región.
triángulo anterior del cuello se resume en la tabla 8.14. Las
estructuras pueden identificarse por localizarse en una subdi­

Tabla 8.14 Subdivisiones del triángulo anterior del cuello: un enfoque regional

Subdivisión Límites
Triángulo submentoniano (impar) Sínfisis mandibular; vientre anterior del músculo Nódulos linfáticos submentonianos; las tributarias
digástrico; cuerpo del hueso hioides forman la vena yugular anterior
Triángulo submandibular (par) Borde inferior de la mandíbula; vientre anterior Glándula submandibular; nódulos linfáticos
del músculo digástrico; vientre posterior del submandibulares; nervio hipogloso [XII];
músculo digástrico nervio milohioideo; arteria y vena faciales
Triángulo carotídeo (par) Vientre posterior del músculo digástrico; Tributarias de la vena facial común; ramo cervical
vientre superior del músculo omohioideo; del nervio facial [VII]; arteria carótida común; arterias
borde anterior del músculo carótidas externa e interna; arterias tiroidea superior,
esternocleidomastoideo faríngea ascendente, lingual, facial y occipital;
vena yugular interna; nervios vago [X], accesorio [XI]
e hipogloso [XII]; raíces superior e inferior del asa
cervical; nervio cervical transverso
Triángulo muscular (par) Línea media del cuello; vientre superior Músculos esternohioideo, omohioideo, y tirohioideo;
del músculo omohioideo; borde anterior glándulas tiroides y paratiroides; cavidad nasal
del músculo esternocleidomastoideo
Anatomía regional * Cuello 8

Triángulo posterior del cuello La raíz del triángulo posterior consiste en una capa de
revestimiento de la fascia cervical que rodea los músculos
El triángulo posterior del cuello se encuentra sobre la cara late­
esternocleidomastoideo y trapecio y que pasa a través de la
ral del cuello y continúa directamente con el miembro superior
región.
(fig. 8.179). Está limitado:
El suelo muscular del triángulo posterior está cubierto
por la capa prevertebral de la fascia cervical; y desde la parte
■ Anteriormente por el borde posterior del músculo esterno­
superior a la inferior consta de los músculos esplenio de la
cleidomastoideo .
cabeza, elevador de la escápula y escaleno posterior, medio
■ Posteriormente por el borde anterior del músculo trapecio.
y anterior.
■ Su base se encuentra en el tercio medio de la clavícula.
■ Su vértice es el hueso occipital en la parte posterior a la
apófisis mastoidea, donde se unen el trapecio y el esterno­
cleidomastoideo .

Músculo esternocleidomastoideo

Triángulo occipital -

igulo
Hueso hioides erior

Vientre superior omoclavicular o subclavio


músculo omohioideo
Músculo trapecio

Vientre inferior del músculo omohioideo


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Fig. 8.179 Límites del triángulo posterior del cuello.

1023
Cabeza y cuello

Músculos pequeño inferiormente y en un triángulo occipital mucho


más grande superiormente.
Muchos de los músculos que participan en la formación de los
bordes y el suelo del triángulo posterior del cuello (tabla 8.15).
El omohioideo está inervado por ramos del asa cervical
Además, el músculo omohioideo cruza la parte inferior
(ramos anteriores de Cl a C3) y desciende el hueso hioides.
del triángulo posterior antes de desaparecer debajo del mús­
culo esternocleidomastoideo, y emerge en el triángulo anterior
Vasos sanguíneos
(fig. 8.180). Está encerrado en la capa de revestimiento de la fas­
cia cervical y cruza el triángulo posterior desde la parte lateral a Vena y u g u lar e x te rn a
la medial y continúa en una dirección superior. Se origina sobre Una de las estructuras más superficiales que pasan a través
el borde superior de la escápula, medial a la escotadura de la del triángulo posterior del cuello es la vena yugular externa
escápula, y termina insertándose en el borde inferior del cuerpo (fig. 8.181). Esta gran vena se forma cerca del ángulo de la
del hueso hioides. Tiene dos vientres conectados por un tendón, mandíbula, cuando se unen las ramas posteriores de las venas
que se sujeta a la clavícula mediante una adherencia fascial: retromandibular y auricular posterior, y desciende por el cuello
en la fascia superficial.
■ El vientre superior está en el triángulo anterior. Después de cruzar el músculo esternocleidomastoideo, la
■ El vientre inferior cruza el triángulo posterior, subdivi- vena yugular externa entra en el triángulo posterior y continúa
diéndolo en un triángulo om oclavicular o subclavio su descenso vertical.

T a b la 8.15 Músculos asociados con el triángulo posterior del cuello. Los paréntesis indican sus posibles implicaciones

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Esternocleidomastoideo
—Cabeza esternal Parte superior de la Mitad lateral de la línea Nervio accesorio [XI] Individualmente: inclina
superficie anterior del nucal superior y ramos de los ramos la cabeza hacia el hombro
manubrio del esternón anteriores de C2 a C3 (C4) del mismo lado girando la
cabeza para volver la cara
hacia el lado opuesto
—Cabeza clavicular Superficie superior del Superficie lateral de la
tercio medial de la clavícula apófisis mastoides
Trapecio Línea nucal superior; Tercio lateral de la clavícula; Motor: nervio accesorio [XI]; Ayuda a la rotación de
protuberancia occipital acromion; espina de la propiocepción: C3 y C4 la escápula durante la
externa; ligamento de la escápula abducción del húmero
nuca; apófisis espinosas desde arriba y horizontal;
de las vértebras CVII a TXII fibras superiores: elevan,
fibras medias: aducción,
fibras inferiores: deprimen
la escápula
Esplenio de la cabeza Mitad inferior del ligamento Apófisis mastoidea, cráneo Ramos posteriores de los Juntos, tiran de la cabeza
nucal; apófisis espinosas de bajo el tercio lateral de la nervios cervicales medios hacia atrás; individualmente,
las vértebras CVII a TIV línea nucal superior tiran de la cabeza y la giran
hacia un lado (giran la cara
hacia el mismo lado)
Elevador de la escápula Apófisis transversas Parte superior del borde C3, C4; y el nervio escapular Levanta la escápula
de Cl a CIV medial de la escápula dorsal (C4, C5)
Escaleno posterior Tubérculos posteriores Superficie posterior de la Ramos anteriores de C5 a C7 Levanta la costilla II
de las apófisis transversas costilla II
de las vértebras CIV a CVI
Escaleno medio Apófisis transversas de las Superficie superior de la Ramos anteriores de C3 a C7 Levanta la costilla I
vértebras Cll a CVII primera costilla, posterior al
surco de la arteria subclavia
Escaleno anterior Tubérculos anteriores de las Tubérculo del escaleno y Ramos anteriores de C4 a C7 Eleva la costilla I
apófisis transversas de las superficie superior de la
vértebras ClII a CVI costilla 1
Omohioideo Borde superior de la escápula Borde inferior del cuerpo Asa cervical; ramos Deprime el hueso hioides
medial a la escotadura del hueso hioides anteriores de C1 a C3
escapular
1024
Anatomía regional * Cuello 8

Fig. 8.180 Músculos del triángulo posterior del cuello.


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Fig. 8.181 Vena yugular externa en el triángulo posterior del cuello. 1025
Cabeza y cuello

En la zona más baja del triángulo posterior, la vena yugular La tercera parte de la arteria subclavia emerge entre
externa atraviesa la capa de revestimiento de la fascia cervical los músculos escaleno anterior y medio para cruzar la base
y finaliza en la vena subclavia. del triángulo posterior (fig. 8.182). Se extiende desde el borde
Las tributarias de la vena yugular externa mientras atravie­ lateral del músculo escaleno anterior hacia el borde lateral de
sa el triángulo posterior del cuello incluyen las venas cervical la costilla I, donde se convierte en la arteria axilar, y continúa
transversa, supraescapular y yugular anterior. por la extremidad superior.
De la tercera parte de la arteria subclavia puede origi­
A rte ria su bclavia y sus ra m a s narse una rama (la arte ria dorsal de la escápula). Esta
Dentro de los límites del triángulo posterior del cuello se encuen­ rama se dirige posterolateralmente para alcanzar el ángulo
tran varias arterias. La más grande es la tercera parte de la arteria superior de la escápula desde donde desciende a lo largo del
subclavia cuando cruza la base del triángulo posterior (fig. 8.182). borde medial de la escápula posterior hacia los músculos
La primera parte de la arteria subclavia asciende hacia romboides.
el borde medial del músculo escaleno anterior desde el tronco
A rte ria s ce rv ica l tra n sv e rsa
braquiocefálico sobre la cara derecha, o directamente desde el
y s u p raescap u lar
cayado aórtico sobre la cara izquierda. Tiene muchas ramas.
La segunda parte de la arteria subclavia pasa lateral­ Hay otras dos pequeñas arterias que también cruzan la base
mente entre los músculos escalenos anterior y medio, y desde del triángulo posterior. Son las arterias cervical transversa y
ahí puede originarse una rama. la supraescapular (fig. 8.182). Las dos son ramas del tronco

Músculo esternocleidomastoideo

Músculo trapecio
Vena yugular interna

- Músculo escaleno medio

Arteria carótida común - Nervio frénico


Arteria tiroidea Arteria cervical
Nervio vago transversa

Tronco tirocervical

Primera parte
de la arteria subclavia
Vena yugular externa----
Clavícula

Vena subclavia

Músculo escaleno anterior Tercera parte de la arteria subclavia

Fig. 8.182 Arterias del triángulo posterior del cuello.


Anatomía regional * Cuello 8

tirocervical, que se origina en la primera parte de la arteria La vena subclavia es una continuación de la vena axilar
subclavia. y comienza en el borde lateral de la costilla I. Cuando cruza la
Después de salir del tronco tirocervical, la arteria cervical base del triángulo posterior, la yugular externa y, posiblemente,
transversa se dirige lateral y ligeramente posterior, a través de las venas supraescapular y cervical transversa drenan en ella
la base del triángulo posterior, anteriormente al músculo es­ (fig. 8.181). Termina uniéndose con la vena yugular interna
caleno anterior y el plexo braquial. Cuando alcanza la superficie para formar la vena braquiocefálica cerca de la articulación
profunda del músculo trapecio, se divide en ramas superficiales esternoclavicular. En el triángulo posterior es anterior y lige­
y profundas: ramente inferior a la arteria subclavia y discurre anterior al
músculo escaleno anterior.
■ La ram a superficial continúa sobre la superficie interna Las venas transversa cervical y supraescapular viajan con
del músculo trapecio. cada una de las arterias de similar nombre. Estas venas se vuel­
■ La ram a profunda continúa sobre la superficie interna ven tributarias de la vena yugular externa o de la parte inicial
de los músculos romboides, cerca del borde medial de la es­ de la vena subclavia.
cápula.
Nervios
La arteria supraescapular también es una rama del tron­ Muchos nervios pasan a través de, o están en el triángulo pos­
co tirocervical, se dirige lateralmente, en dirección ligeramente terior. Incluyen el nervio accesorio [XI], ramos del plexo cervi­
hacia abajo, cruzando la parte más inferior del triángulo pos­ cal, componentes del plexo braquial y ramos del plexo braquial.
terior, y termina en la parte posterior de la clavícula (fig. 8.182).
Se aproxima a la escápula, pasa sobre el ligamento escapular N ervio acce so rio
transverso superior, y se distribuye por los músculos sobre la El nervio accesorio [XI] sale de la cavidad craneal a través del
superficie dorsal de la escápula. agujero yugular. Desciende por el cuello en una dirección pos­
terior, para alcanzar el borde anterior del músculo esterno­
Venas
cleidomastoideo. El nervio accesorio [XI] inerva el músculo es­
Las venas acompañan a todas las arterias que se han descrito ternocleidomastoideo desde su cara profunda o introduciéndose
anteriormente. en él, continúa descendiendo y entra en el triángulo posterior

Nervio cervical transverso

Nervio occipital menor


Nervio auricular mayor

Nervio accesorio [XI]


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Músculo trapecio

Músculo esternocleidomastoideo

Nervios supraclaviculares

Fig. 8.183 Nervio accesorio y ramos cutáneos del plexo cervical en el triángulo posterior del cuello. 1027
Cabeza y cuello

(fig. 8.183). Cruza el triángulo posterior, continúa en una Ramos musculares


dirección oblicua hacia abajo, dentro de la lámina superficial
Los ramos musculares (profundos) del plexo cervical se dis­
de la fascia cervical cuando esta fascia cruza entre los mús­
tribuyen en varios grupos de músculos. Un ramo principal es el
culos esternocleidomastoideo y trapecio. Cuando el nervio
nervio frénico, que inerva el diafragma con fibras sensitivas
accesorio [XI] alcanza el borde anterior del músculo trapecio,
y motoras (fig. 8.184). Se origina de los ramos anteriores de
continúa sobre la superficie interna del trapecio y lo inerva. La
los nervios cervicales C3 a C5. Gira alrededor del borde lateral
localización superficial del nervio accesorio cuando cruza el
superior del músculo escaleno anterior, el nervio continúa infe­
triángulo posterior lo hace susceptible a las lesiones.
riormente cruzando la superficie anterior del músculo escaleno
anterior dentro de la fascia prevertebral para introducirse en el
Plexo ce rv ica l
tórax (fig. 8.185). Cuando el nervio desciende en el cuello, está
El plexo cervical está formado por los ramos anteriores de los «clavado» al músculo escaleno anterior por las arterias cervical
nervios cervicales Cl a C4 (fig. 8.184). transversa y supraescapular.
El plexo cervical se forma en el cuerpo de los músculos que Varios ramos musculares del plexo cervical inervan los
forman el suelo del triángulo posterior dentro de la capa para­ músculos prevertebrales y vertebrales laterales, incluyen­
vertebral de la fascia cervical, y consta de: do el recto anterior de la cabeza, el recto lateral de la cabeza,
el largo del cuello y el largo de la cabeza (fig. 8 .1 8 5 y ta­
■ Ramos musculares (o profundos). bla 8.16).
■ Ramos cutáneos (o superficiales). El plexo cervical contribuye asimismo a formar las raíces
superior e inferior del asa cervical (fig. 8.184). Este lazo de
Los ramos cutáneos son visibles en el triángulo posterior, nervios recibe contribuciones de los ramos anteriores de los
y salen por debajo del borde posterior del músculo esterno­ nervios cervicales Cl a C3 e inerva los músculos infrahioideos.
cleidomastoideo (fig. 8.183).

Nervio occipital
menor

Fig. 8.184 Plexo cervical.


Anatomía regional * Cuello 8

Músculo recto anterior de la cabeza


Músculo recto lateral de la cabeza
Músculo largo de la cabeza

Músculo elevador de la escápula

Músculo largo del cuello

Músculos escalenos

Posterior
Nervio frénico

Fig. 8.185 Músculos prevertebrales y vertebrales laterales inervados por el plexo cervical.

Tabla 8.16 Músculos prevertebrales y vertebrales laterales

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Recto anterior de la cabeza Superficie anterior de la parte Superficie inferior de la parte Ramos de los ramos Flexiona la cabeza en la
lateral del atlas y sus apófisis basilar del hueso occipital anteriores d eC l,C 2 articulación atlantooccipital
transversas
Recto lateral de la cabeza Superficie superior de las Superficie inferior de la apófisis Ramos de los ramos Flexiona la cabeza
apófisis transversas del atlas yugular del hueso occipital anteriores deC1,C2 lateralmente hacia el mismo
lado
Largo del cuello
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

—Parte oblicua superior Tubérculos anteriores de las Tubérculo del arco anterior Ramos de los ramos Flexiona el cuello anterior
apófisis transversas de las del atlas anteriores de C2 a C6 y lateralmente y lo gira
vértebras Clll a CV levemente hacia el lado
opuesto
—Parte oblicua inferior Superficie anterior de los Tubérculos anteriores de las
cuerpos de las vértebras TI, apófisis transversas de las
Til y tal vez TIN vértebras CV a CVI
—Parte vertical Superficie anterior de los Superficie anterior de los
cuerpos de TI a Till y CV cuerpos de las vértebras Cll
a CVII aCIV
Largo de la cabeza Partes tendinosas de las Superficie inferior de la parte Ramos de los ramos Flexiona la cabeza
apófisis transversas de las basilar del hueso occipital anteriores de C1 aC3
vértebras Clll a CVI
1029
Cabeza y cuello

Ram os cu táneo s tribución de cada uno de estos nervios, que están entre los
músculos escaleno anterior y medio, son las raíces del plexo
Los ramos cutáneos (superficiales) del plexo cervical son visibles
braquial. Cuando las raíces emergen de entre estos músculos,
en el triángulo posterior cuando pasan hacia fuera desde el bor­
forman el siguiente componente del plexo braquial (los tron ­
de posterior del músculo esternocleidomastoideo (figs. 8.183
cos) como sigue:
y 8.184):
■ Los ramos anteriores de C5 y C6 forman el tronco superior.
■ El nervio occipital menor consta de contribuciones del
■ El ramo anterior de C7 forma el tronco medio.
nervio cervical C2 (fig. 8.184), asciende alo largo del borde
■ Los ramos anteriores de C8 y T I forman el tronco inferior.
posterior del músculo esternocleidomastoideo, y se distribu­
ye en la piel del cuello y del cuero cabelludo posterior a la
Los troncos cruzan la base del triángulo posterior (v.
oreja.
fig. 8.182). En el triángulo posterior pueden verse varios ramos
■ El nervio auricular mayor consta de ramos de los nervios
del plexo braquial (v. fig. 7.54). Estos incluyen:
cervicales C2 y C3, emerge desde el borde posterior del mús­
culo esternocleidomastoideo, y asciende desde el músculo a
■ Nervio escapular dorsal de los músculos romboides.
la base de la oreja, inervando la piel de la región parotídea,
■ Nervio torácico largo del músculo serrato anterior.
la oreja y la zona mastoidea.
■ Nervio del músculo subclavio.
■ El nervio cervical tran sverso consta de ramos de los
■ Nervio supraescapular para los músculos supraespinoso
nervios cervicales C2 y C3, pasa por el centro del músculo
e infraespinoso.
esternocleidomastoideo y continúa horizontalmente por el
músculo para inervar las partes lateral y anterior del cuello.
■ Los nervios supraclaviculares son un grupo de nervios Raíz del cuello
cutáneos de los nervios cervicales C3 y C4 que, después de
emerger de la parte inferior del borde posterior del músculo La raíz del cuello (fig. 8.18 6) es el área que hay inmediatamente
esternocleidomastoideo, descienden e inervan la piel de superior a la abertura torácica superior y las entradas axilares.
alrededor de la clavícula y el hombro, llegando inferiormente Está limitado por:
hasta la costilla II.

Plexo b raq u ial


El plexo braquial se forma desde los ramos anteriores de los
nervios cervicales C5 a C8 y el nervio torácico T I. La con­

10 3 0 Fig. 8.186 Raíz del cuello.


Anatomía regional * Cuello 8

■ Anteriormente, por la parte superior del manubrio del es­ Vasos sanguíneos
ternón y el borde superior de la clavícula.
A rte ria s su bclavias
■ Posteriormente, por la parte superior de la vértebra toráci­
ca TI y el borde superior de la escápula hasta la apófisis cora­ Las arterias subclavias en los dos lados forman un arco
coides. superior y salen del tórax para entrar en la raíz del cuello
(fig. 8.187).
Contiene estructuras que pasan entre el cuello, el tórax y el La arteria subclavia derecha empieza posteriormente a
miembro superior. También hay una extensión de la cavidad la articulación esternoclavicular como una de las dos ramas
torácica que se proyecta dentro de la raíz del cuello (fig. 8.186). terminales del tronco braquiocefálico. Se arquea superior y
Consiste en una proyección que se dirige hacia arriba de la cavi­ lateralmente para pasar anteriormente a la extensión de la
dad pleural, en ambas caras, y que incluye la parte cervical de cavidad pleural en la raíz del cuello y posterior al músculo es­
la pleura parietal (cúpula) y la parte apical del lóbulo superior caleno anterior. Continúa lateralmente a través de la costilla I,
de cada pulmón. y se convierte en la arteria axilar cuando cruza el borde la­
Anteriormente, la cavidad pleural se extiende hacia arriba teral.
hacia la parte superior del manubrio del esternón y el borde La a rte ria subclavia izquierda comienza en el tórax
superior de la costilla I, mientras que posteriormente, debido a más abajo que la arteria subclavia derecha, como una rama
la inclinación hacia abajo de la apertura torácica superior, la directa del cayado aórtico. Va posterior a la arteria carótida
cavidad pleural permanece por debajo de la parte superior de común izquierda y lateral a la tráquea, asciende y forma
la vértebra TI. un arco lateralmente, pasando por delante de la extensión

Arteria vertebral

Cuerpo de la vértebra

Arteria tiroidea inferior

Arteria cervical profunda

Arteria intercostal superior


Arteria cervical ascendente
Tronco costocervical
Músculo escaleno anterior

Arteria cervical transversa


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Arteria supraescapular
Tronco tirocervical
Arteria subclavia
Arteria subclavia izquierda
derecha Arteria torácica
interna

carótida
común izquierda

Fig. 8.187 Vascularización de la raíz del cuello. 1031


Cabeza y cuello

de la cavidad pleural y posteriormente al músculo escaleno rama pasa lateralmente, cruza la superficie anterior del mús­
anterior. Continúa lateralmente sobre la costilla I, y se con­ culo escaleno anterior y el nervio frénico, y entra, y cruza la
vierte en la arteria axilar cuando cruza el límite externo de base del triángulo posterior del cuello. Continúa hacia la super­
la costilla I. ficie profunda del músculo trapecio, donde se divide en ramas
El músculo escaleno anterior divide las dos arterias sub­
superficiales y profundas:
clavias en tres partes (fig. 8.187):
■ La ram a superficial continúa sobre la parte profunda del
■ La primera parte se extiende desde el origen de la arteria al músculo trapecio.
músculo escaleno anterior.
■ La ram a profunda continúa sobre la parte profunda
■ La segunda parte es la región de la arteria posterior al mús­ del músculo romboides, cerca del borde medial de la es­
culo escaleno anterior.
cápula.
■ La tercera es la parte lateral al músculo escaleno anterior
antes de que la arteria alcance el borde lateral de la costilla I.
Arteria su praescapu lar. La rama más inferior del tronco
Todas las ramas de las arterias subclavias derecha e izquier­ tirocervical es la arte ria supraescapular (fig. 8.187). Es­
da se originan en la primera parte de la arteria, excepto en el ta rama pasa lateralmente, cruzando por delante del mús­
caso de una rama (el tronco costocervical) en el lado derecho culo escaleno anterior, el nervio frénico, la tercera parte
(fig. 8.187). Entre las ramas se incluyen la arteria vertebral, de la arteria subclavia, y los troncos del plexo braquial.
el tronco tirocervical, la arteria torácica interna y el tronco En el borde superior de la escápula, cruza sobre el ligamen­
costocervical. to escapular transverso superior y entra en la fosa supraes-
pinosa.
A rteria verteb ral

La arteria vertebral es la primera rama de la arteria subclavia A rteria torácica interna


cuando entra en la raíz del cuello (fig. 8.187). Se origina una
La tercera rama de la arteria subclavia es la arteria torácica
gran rama de la primera parte de la arteria subclavia medial
interna (fig. 8.187). Esta rama arterial procede del borde in­
al músculo escaleno anterior, asciende y entra en el agujero de
ferior de la arteria subclavia y desciende.
la apófisis transversa de la vértebra CVI. Continuando hacia
Pasa posterior a la clavícula y a las grandes venas de la
arriba, la arteria vertebral pasa a través de los agujeros verte­
región, y anterior a la cavidad pleural. Entra en la cavidad
brales CV a CI. En el borde superior de la vértebra CI, la arteria
torácica posterior a las costillas y anterior al músculo trans­
gira medialmente y cruza el arco posterior de la vértebra CI.
versal del tórax, y continúa para descender y emitir numerosas
Desde aquí pasa a través del agujero magno para entrar en la
ramas.
fosa craneal posterior.

Tro n co tirocervical Tro n co costo cervical

La segunda rama de la arteria subclavia es el tronco tirocer­ La rama final de la arteria subclavia en la raíz del cuello es el
vical (fig. 8.187). Se origina en la primera parte de la arteria tronco costocervical (fig. 8.18 7). Se origina en una posición
subclavia medial al músculo escaleno anterior, y se divide en ligeramente diferente, dependiendo del lado:
tres ramas: arterias tiroidea inferior, transversa del cuello y
supraescapular. ■ En la izquierda, se origina en la primera parte de la arteria
subclavia, medialmente al músculo escaleno anterior.
A rteria tiroid ea inferior. La a r te r ia tiro id ea in ferio r ■ En la derecha, se origina en la segunda parte de la arteria
(fig. 8 .1 8 7 ) es la continuación superior del tronco tirocer­ subclavia.
vical. Asciende, anterior al músculo escaleno anterior y,
En ambos lados, el tronco costocervical asciende y pasa
termina girando medialmente, cruzando posterior a la vaina
posteriormente sobre la cúpula pleural y continúa en una di­
de la carótida y su contenido, y anterior a la arteria verte­
rección posterior detrás del músculo escaleno anterior. Termina
bral. Alcanza la superficie posterior de la glándula tiroides por dividirse en dos ramas: las arterias cervical profunda y la
irrigándola. intercostal suprema:
Cuando la arteria tiroidea inferior gira medialmente, se ori­
gina una rama importante (la arteria cervical ascendente), ■ La arteria cervical profunda asciende en la parte pos­
que continúa ascendiendo sobre la superficie anterior de los terior del cuello y se anastomosa con la rama descendente
músculos prevertebrales, irrigando estos músculos y enviando de la arteria occipital.
ramas a la médula espinal. ■ La a rte r ia in terco stal suprem a desciende anterior
a la costilla I y se divide para formar las arterias inter­
Arteria cervical transversa. La rama media del tronco tiro- costales posteriores en los dos primeros espacios intercos­
1032
cervical es la a rteria cervical transversa (fig. 8.187). Esta tales.
Anatomía regional * Cuello 8

Venas Nervios
Muchas venas pasan a través de la raíz del cuello. Las venas A través de la raíz del cuello pasan varios nervios y componen­
pequeñas acompañan a cada una de las arterias descritas tes del sistema nervioso.
anteriormente, y las venas grandes forman los conductos de
N ervios frén ico s
drenaje principales.
Las venas subclavias comienzan en el borde lateral Los nervios frénicos son ramos del plexo cervical y se originan
de la costilla I como continuación de las venas axilares. a cada lado como contribuciones de los ramos anteriores de los
Pasan medialmente sobre cada lado, anteriormente a los nervios cervicales C3 a C5 que van juntos. Los nervios frénicos
músculos escalenos anteriores, cada vena subclavia se une pasan alrededor del borde lateral superior de cada músculo
a la vena yugular interna para formar las venas braquio- escaleno anterior, y continúan inferiormente cruzando la su­
cefálicas. perficie anterior de cada músculo escaleno anterior dentro de la
Las únicas tributarias de las venas subclavias son las venas capa prevertebral de la fascia cervical (fig. 8.188). Cada nervio
yugulares externas. frénico abandona el borde inferior del escaleno anterior y pasa
Las venas que acompañan a las numerosas arterias en esta entre la vena y la arteria subclavias para entrar en el tórax y
región drenan en otras venas. continuar por el diafragma.

Cartílago tiroides

Arteria carótida común

Lóbulo izquierdo elevado


de la glándula tiroides Arteria tiroidea inferior

Nervio laríngeo recurrente izquierdo


Nervio vago izquierdo [X] Nervio frénico
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Tráquea

Arteria subclavia
Vena braquiocefállca izquierda

Vena subclavia

Fig. 8.188 Nervios de la raíz del cuello. 1033


Cabeza y cuello

N ervios vagos [X]


Conceptos prácticos
Los nervios vagos [X] descienden por el cuello dentro de la vaina
Parálisis del nervio laríngeo recurrente
carotídea, posteriormente y entre la arteria carótida común y
la vena yugular interna. La lesión de cualquiera de los dos nervios recurrentes,
En la parte inferior del cuello, los nervios vagos [X] emiten izquierdo o derecho, puede asociarse inicialmente a
ramos cardíacos que continúan hacia abajo y medialmente, ronquera y en último término a incapacidad para hablar.
pasando posteriormente a las arterias subclavias para desapa­ La parálisis se puede deber a cualquier alteración del
recer en el tórax. nervio a lo largo de su recorrido. Es más, la interrupción
En la raíz del cuello, cada nervio vago [X] pasa anterior a la de los nervios vagos antes de la división de los nervios
arteria subclavia y posterior a la vena subclavia y entra en el laríngeos recurrentes también puede asociarse a
tórax (fig. 8.188). alteraciones de la fonación.
Un cáncer localizado en el vértice del pulmón derecho
N ervios larín g eo s re c u r re n te s puede afectar al nervio laríngeo recurrente
derecho, mientras que los tumores que infiltran el área
Los nervios laríngeos recurrentes derecho e izquierdo son visi­
entre las arterias pulmonar y aorta, lo que se conoce
bles desde su origen en (el nervio recurrente laríngeo derecho),
como «ventana aortopulmonar», pueden afectar
o mientras pasan hacia (el nervio laríngeo recurrente izquier­
al recurrente izquierdo. Otra posible causa de lesión
do), la raíz del cuello.
es la cirugía tiroidea.
El nervio laríngeo recurrente derecho es un ramo del
nervio vago derecho [X] cuando alcanza el borde inferior de la
primera parte de la arteria subclavia en la raíz del cuello. Pasa
alrededor de la arteria subclavia y hacia arriba y medialmente
en un surco entre la tráquea y el esófago cuando se dirige a la
laringe. ■ La parte cervical del tronco simpático.
El nervio laríngeo re cu rren te izquierdo es un ramo ■ Los ganglios asociados con la parte cervical del tronco sim­
del nervio vago izquierdo [X] cuando cruza el cayado aórtico pático.
en el mediastino superior. Pasa hacia abajo y hacia atrás del ■ Los nervios cardíacos originados de la parte cervical del
cayado aórtico y asciende al lado de la tráquea hacia la laringe tronco simpático.
(fig. 8.188).
Los troncos simpáticos son dos cordones paralelos que van
Sistem a n erv io so sim p ático
desde la base del cráneo al cóccix. A lo largo de su camino hay
Varios componentes del sistema nervioso simpático son visibles ganglios, que son colecciones de cuerpos neuronales que están
cuando pasan a través de la raíz del cuello (fig. 8.189). Incluyen: fuera del sistema nervioso central (SNC).
Anatomía regional * Cuello 8

Ganglio cervical superior

Tronco simpático

Ganglio cervical medio


Nervio frénico

Ganglio cervical inferior


Arteria subclavia

Vena subclavia
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Plexo braquial

Vena braquiocefálica izquierda Nervio vago izquierdo

Fig. 8.189 Componentes del sistema nervioso simpático en la raíz del cuello.

1035
Cabeza y cuello

Parte cervical del tro n co sim pático ■ Los nervios espinales cervicales Cl a C4 a lo largo de los
ramos comunicantes grises.
La p arte cervical del tronco simpático es anterior a los
■ La faringe.
músculos largo del cuello y largo de la cabeza, y posterior a
■ El corazón, como nervios cardíacos superiores.
la arteria carótida común en la vaina carotídea y a la arteria
carótida interna. Se conecta a cada nervio espinal cervical
mediante un ramo comunicante gris (fig. 8.190). No hay ramos Ganglio cervical m ed io. Alrededor del nivel de la vértebra
comunicantes blancos en la región cervical. cervical CVI se encuentra un segundo ganglio inferior al gan­
glio cervical superior, a lo largo del curso del tronco simpático
G anglios (el ganglio cervical medio) (figs. 8.189 y 8.190). Los ramos
de este ganglio pasan a:
Generalmente se describen tres ganglios a lo largo del trayecto
del tronco simpático en la región cervical, y en estos ganglios
■ Los nervios espinales cervicales C5 y C6 a lo largo de los
ascienden fibras simpáticas preganglionares desde la parte
ramos comunicantes grises.
torácica superior de la médula espinal para realizar sinapsis
con fibras simpáticas posganglionares. Las fibras simpáticas ■ El corazón, como nervios cardíacos medios.
posganglionares se distribuyen en ramos desde estos ganglios.
G an g lio c e r v ic a l in ferio r. En la zona final inferior de
Ganglio cervical superior. La parte superior del tronco sim­ la parte cervical del tronco simpático hay otro ganglio (el ganglio
pático está marcada por un ganglio cervical superior muy cervical inferior), que se hace muy grande cuando se combina
grande que se encuentra en el nivel de las vértebras cervicales con el primer ganglio torácico y forma el ganglio cervico-
CI y CII (figs. 8.189 y 8.190). Sus ramos pasan por: torácico (ganglio estrellado). El ganglio cervical inferior
(figs. 8 .1 8 9 y 8 .1 9 0 )e s anterior al cuello de la costilla I y a la
■ Las arterias carótidas interna y externa, formando plexos apófisis transversa de la vértebra cervical CVII, y posterior a la
alrededor de estos vasos. primera parte de la arteria subclavia y al origen de la arteria
vertebral.
Los ramos de este ganglio pasan a:

■ Los nervios espinales de C7 a T I a lo largo de los ramos


Hacia el plexo
carotídeo interno comunicantes grises.
■ La arteria vertebral, formando un plexo asociado con este
vaso.
Hacia el cuerpo ■ El corazón, como nervios cardíacos inferiores.
y seno carotídeo comunicantes

Hacia el plexo
Este ganglio también puede recibir ramos comunicantes
carotídeo externo blancos desde el nervio espinal torácico T I, y en ocasiones
delT2.
Nervio cardíaco
superior

Ramos comunicantes
Sistema linfático
grises C o n d u cto to rá c ic o
Ganglio cervical medio
El conducto torácico es una vía linfática principal que em­
pieza en el abdomen, se dirige superiormente a través del
Ganglio cervical
tórax y termina en los conductos venosos del cuello. Pasa
medio
por la cavidad torácica inferior en la línea media acompa­
ñado de:
Nervio cardiaco
medio ■ La aorta torácica en la izquierda.
Nervio cardiaco
■ La vena ácigos a la derecha.
inferior ■ El esófago, anteriormente.

Asa subclavia Alrededor del nivel de la vértebra torácica TV el conducto


torácico se dirige hacia la izquierda y continúa ascendiendo a
Fig. 8.190 Parte cervical del tronco simpático.
la izquierda del esófago. Pasa a través del mediastino superior y
Anatomía regional * Cuello 8

entra en la raíz del cuello a la izquierda del esófago (fig. 8.191). El conducto torácico termina en la unión entre las venas
Se arquea lateralmente y pasa posteriormente a la vaina ca­ yugular interna izquierda y la subclavia izquierda (fig. 8.191).
rotídea y gira inferiormente en la parte anterior del tronco Cerca de esta unión con el sistema venoso recibe:
tirocervical, el nervio frénico y la arteria vertebral.
■ El tron co yugular izquierdo, que drena linfa del lado
izquierdo de la cabeza y el cuello.
■ El tronco subclavio izquierdo, que drena linfa de la ex­
tremidad superior izquierda.
■ En ocasiones, el tronco broncomediastínico izquierdo,
que drena linfa de la mitad izquierda de las estructuras to­
Nervio frénico rácicas (fig. 8.192).

Vena yugular interna En el lado derecho del cuerpo se produce una confluencia
similar de tres troncos linfáticos. Vaciándose en la unión entre
las venas yugular interna derecha y subclavia derecha se en­
cuentran:

■ El tronco yugular derecho desde la cabeza y el cuello.


■ El tronco subclavio derecho desde la extremidad superior
derecha.
■ En ocasiones, el tronco broncomediastínico derecho,
que transporta linfa de las estructuras de la mitad derecha
de la cavidad torácica y los espacios intercostales superiores
derechos (fig. 8.192).

Vena subclavia La desembocadura de estos troncos en las venas es variable.


Conducto torácico Pueden combinarse en un conducto linfático derecho único
para entrar en el sistema venoso, o entrar como tres troncos
Fig. 8.191 Conducto torácico en la raíz del cuello.
separados.

Vena yugular interna derecha Vena yugular interna izquierda


Tronco yugular
Tronco yugular
Tronco subclavio
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Tronco subclavio

Vena subclavia derecha Vena subclavia izquierda

Conducto linfático derecho


Tronco bronquiomediastínico
Vena braquiocefálica derecha

Tronco bronquiomediastínico
Vena braquiocefálica izquierda

Vena cava superior


Conducto torácico

Fig. 8.192 Terminación de los troncos linfáticos en la raíz del cuello. 1037
Cabeza y cuello

Sistema linfático del cuello El patrón básico de drenaje consiste en que los vasos linfáti­
cos superficiales drenan en los nódulos superficiales. Algunos
La descripción de la organización del sistema linfático en el
de éstos drenan en los nódulos cervicales superficiales en su
cuello se convierte en un resumen del sistema linfático de la
camino hacia los nódulos cervicales profundos y otros drenan
cabeza y el cuello. Es imposible separar las dos regiones. Los
directamente en los nódulos cervicales profundos.
componentes de este sistema incluyen nódulos superficiales
alrededor de la cabeza, nódulos cervicales superficiales a lo
N ódulos lin fáticos su perficiales
largo de la vena yugular externa, y nódulos cervicales pro­
fundos que forman una cadena a lo largo de la vena yugular Cinco grupos de nódulos linfáticos superficiales forman un
interna (fig. 8.193). anillo alrededor de la cabeza y son los principales responsables

Nódulos preaurlcular/parotídeo

Nódulos occipitales

Nódulos mastoideos

Nódulos yugulodigástricos

Nódulos cervicales superficiales

Vena yugular interna


Nódulos submentonianos
Nódulos submandlbulares
Nódulos cervicales profundos

Músculo omohioideo

Nódulos yuguloomohioideos
Vena yugular externa

1 038 Fig. 8.193 Sistema linfático del cuello.


Anatomía regional * Cuello 8

del drenaje linfático de la cara y el cuero cabelludo. Su pa­ ■ El drenaje desde los nodulos linfáticos parotídeo y preauri­
trón de drenaje es muy similar al de las zonas de distribución cular, los nodulos submandibulares y los nodulos submen­
de las arterias cerca de su localización. tonianos se dirigen hacia los nodulos cervicales profundos.
Comenzando desde la parte posterior, estos grupos
N odulos lin fáticos cerv icales su perficiales
(fig. 8.193) son:
Los nodulos cervicales superficiales son una colección de no­
■ Nodulos occipitales cerca de la inserción del músculo dulos linfáticos que se encuentran a lo largo de la vena yugular
trapecio en el cráneo y asociados con la arteria occipital; externa sobre la parte superficial del músculo esternocleidomas­
el drenaje linfático procede de la parte posterior del cuero toideo (fig. 8.193). Reciben principalmente el drenaje linfático
cabelludo y el cuello. de las regiones posterior y posterolateral del cuero cabelludo
■ Nodulos mastoideos (nodulos auriculares posterior/ a través de los nodulos occipital y mastoideo, y envían vasos
retroauricular) posteriores a la oreja, cerca de la unión del linfáticos en la dirección de los nodulos cervicales profundos.
músculo esternocleidomastoideo y asociado con la arteria
N odulos lin fáticos cerv icales p rofundos
auricular posterior; el drenaje linfático procede de la mitad
posterolateral del cuero cabelludo. Los nodulos cervicales profundos son una colección de
■ Nodulos preauricular y parotídeo anteriores a la orej a y nodulos linfáticos que forman una cadena a lo largo de la vena
asociados con las arterias temporal superficial y facial trans­ yugular interna (fig. 8.193). Se dividen en grupos superior e
versa; el drenaje linfático procede de la superficie anterior inferior donde el tendón intermedio del músculo omohioideo
del pabellón auricular, el cuero cabelludo anterolateral, la cruza la arteria carótida común y la vena yugular interna.
mitad superior de la cara, los párpados y las mejillas. El nodulo más superior del grupo cervical profundo superior
■ Nodulos submandibulares inferiores al cuerpo de la man­ es el nodulo yugulodigástrico (fig. 8.193). Este gran nodulo
díbula y asociados con la arteria facial; el drenaje linfático se encuentra en el punto de cruce entre el vientre posterior
procede de las estructuras a lo largo del trayecto de la arteria del músculo digástrico con la vena yugular interna y recibe el
facial hasta la altura de la frente, así como de las encías, los drenaje linfático de las amígdalas y la región amigdalar.
dientes y la lengua. Otro gran nodulo, generalmente asociado con el grupo cer­
■ Nodulos submentonianos inferiores y posteriores a la vical profundo inferior debido a que se encuentra inferiormente
barbilla; el drenaje linfático procede de la parte central del al tendón intermedio del músculo omohioideo, es el nodulo
labio inferior, la barbilla, el suelo de la boca, la punta de la yuguloomohioideo (fig. 8.193). Este nodulo recibe el drenaje
lengua y los dientes incisivos inferiores. linfático de la lengua.
Los nodulos cervicales profundos terminan recibiendo todo
El flujo linfático desde estos nodulos linfáticos superficiales el drenaje linfático de la cabeza y el cuello directamente o a
se dirige en varias direcciones: través de los grupos regionales de nodulos.
Desde los nodulos cervicales profundos, los vasos linfáticos
■ El drenaje desde los nodulos occipital y mastoideo se dirige forman los troncos yugular derecho e izquierdo, que drenan en
a los nodulos cervicales superficiales a lo largo de la vena el conducto linfático derecho sobre el lado derecho o el conduc­
yugular externa. to torácico sobre el lado izquierdo.

Conceptos prácticos
D renaje linfático de la cabeza y el cuello linfáticos suele aportar un indicio clínico de la naturaleza
El aumento del tamaño de los nodulos linfáticos del del proceso patológico:
cuello (linfadenopatía cervical) es una manifestación
■ Los nodulos linfáticos blandos, dolorosos e
frecuente de alteraciones patológicas de la cabeza y inflamados sugieren un proceso inflamatorio agudo,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el cuello. También es una manifestación común de


probablemente infeccioso.
enfermedades difusas del cuerpo, que incluyen linfoma, ■ Los nodulos firmes, multinodulares, de gran volumen
sarcoidosis y ciertos tipos de infecciones víricas, como y consistencia gomosa suelen sugerir un diagnóstico
la fiebre glandular y la infección por el virus de la
de linfoma.
inmunodeficiencia humana (VIH).
La exploración de los ganglios linfáticos cervicales es La exploración también debe incluir el examen
extremadamente importante para determinar la naturaleza cuidadoso de los ganglios de otras regiones, incluyendo
y etiología del proceso patológico primario que ha la fosa supraclavicular, la axila, el retroperitoneo y las
producido el aumento de tamaño de los ganglios. regiones inguinales.
La evaluación clínica incluye una valoración general del Además, la exploración también puede incluir una
estado de salud, relacionado en especial con los síntomas endoscopia del tracto digestivo, una radiografía de tórax
de la cabeza y el cuello. La exploración de los nodulos y una TC del cuerpo.
(Continúa) 1039
Cabeza y cuello

Conceptos prácticos (cont.)


La mayoría de los nódulos linfáticos cervicales puede
palparse con facilidad, y realizarse una biopsia para
establecer un diagnóstico tisular. La biopsia puede
realizarse utilizando la ecografía como guía para obtener
buenas muestras de los ganglios linfáticos.
El drenaje linfático del cuello es clínicamente
complicado. Se ha diseñado un sistema relativamente
simple de «niveles» del aumento de tamaño de los
ganglios linfáticos que puede resultar muy útil para evaluar
su extensión en los tumores primarios de cabeza
y cuello. Una vez que se ha determinado el número
de niveles de los ganglios linfáticos y su tamaño, puede
instituirse el mejor tratamiento. Éste puede incluir cirugía,
radioterapia y quimioterapia. El nivel del ganglio linfático
también permite realizar un pronóstico. Los niveles son los
siguientes (fig. 8.195):

■ Nivel I: desde la línea media del triángulo


submentoniano por encima del nivel de la glándula
submandibular.
■ Nivel II: desde la base del cráneo hasta el nivel
del hueso hioides; anteriormente desde el borde
posterior del músculo esternocleidomastoideo.
■ Nivel III: desde la parte inferior del hueso hioides hasta
el arco cricoideo inferior y anterior al borde posterior
del esternocleidomastoideo, encima de la línea media. Fig. 8.195 Regiones del cuello (niveles) desde el punto de vista
clínico para la evaluación de los nódulos linfáticos.
■ Nivel IV: desde la cara inferior del cricoides hasta la
punta del manubrio del esternón y anterior al borde
posterior del músculo esternocleidomastoideo. ■ Nivel VI: inferior al hueso hioides y por encima de la
■ Nivel V: posterior al músculo esternocleidomastoideo escotadura yugular del esternón en la línea media.
y anterior al músculo trapecio, encima del nivel de la ■ Nivel VII: por debajo del nivel de la escotadura
clavícula. yugular del esternón.

Cavidad nasal Coanas

Nasofaringe
isü ilO
FARINGE faríngeo

Orofaringe
La faringe es un hemicilindro musculofascial que une las ca­
vidades oral y nasal, en la cabeza, con la laringe y el esófago, Paladar blando

en el cuello (fig. 8.194). La cavidad faríngea es una vía común Entrada laríngea
para el aire y el alimento.
La faringe está unida por arriba con la base del cráneo y Laringofaringe
continúa hacia abajo, aproximadamente hasta el nivel de la
Nivel vertebral CVI
vértebra CVI, en la parte superior del esófago. Las paredes de
la faringe se unen anteriormente con los límites de las cavida­
des nasales, la cavidad oral y la laringe. Basándonos en estas
relaciones anteriores, la faringe se subdivide en tres regiones, Esófago
nasofaringe, orofaringe y laringofaringe:

Las aberturas posteriores de las cavidades nasales (coanas)


Fig. 8.194 Faringe.
se abren en la nasofaringe.
Anatomía regional * Faringe 8

■ La abertura posterior de la cavidad oral (istmo de las fauces) ■ Balancearse hacia abajo (descender) para cerrar el istmo de
se abre en la orofaringe. las fauces y sellar la cavidad oral de la orofaringe.
■ La abertura superior de la laringe (entrada de la laringe) se
abre en la laringofaringe.
Estructura esquelética
Además de estas aberturas, la cavidad faríngea se relaciona Los límites superior y anterior de la pared faríngea se inser­
anteriormente con el tercio posterior de la lengua y con la parte tan en hueso, cartílago y ligamentos. Las dos caras de la pa­
posterior de la laringe. Las trompas auditivas se abren en las red faríngea están unidas posteriormente en la línea media
paredes laterales de la nasofaringe. por un ligamento a modo de cordón orientado verticalmente
Las amígdalas linguales, faríngeas y palatinas están en el (el rafe faríngeo). Esta estructura de tejido conjuntivo des­
espesor de las paredes faríngeas. ciende desde el tubérculo faríngeo en la base del cráneo
La faringe está separada posteriormente de la columna hasta el nivel de la vértebra cervical CVI, donde el rafe se
vertebral por un espacio retrofaríngeo estrecho que contiene combina con tejido conjuntivo de la pared posterior del
tejido conjuntivo laxo. esófago.
Aunque generalmente se considera el paladar blando como Hay una línea de inserción en forma de C, irregular, de la
parte del techo de la cavidad oral, también se relaciona con la pared faríngea con la base del cráneo (fig. 8.196). La parte
faringe. El paladar blando se une al extremo posterior del pala­ abierta de la C está frente a las cavidades nasales. Cada rama
dar duro, es una especie de «válvula con pestañas» que puede: de la C comienza en el límite posterior de la lámina medial de
la apófisis pterigoides del hueso esfenoides, inferiormente a
■ Balancearse hacia arriba (elevarse) para cerrar el istmo la parte cartilaginosa de la trompa auditiva. La línea cruza
faríngeo y sellar la nasofaringe de la orofaringe. inferior a la trompa auditiva y se dirige hacia la parte petrosa

Coanas (aberturas posteriores


de la cavidad nasal)

Lámina medial de la apófisis


pterigoides del esfenoides Gancho de la pterigoides

Fosa escafoidea del


esfenoides (origen del tensor
del velo del paladar)

Parte petrosa
del hueso temporal
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Porción cartilaginosa
Aspereza sobre la parte de la trompa auditiva
petrosa del hueso temporal
donde se origina el elevador
del velo del paladar Conducto carotídeo

Agujero yugular

Conducto auditivo externo

Tubérculo faríngeo Línea de inserción de la faringe

Fig. 8.196 Línea de inserción de la faringe a la base del cráneo. 1041


I Cabeza y cuello

del hueso temporal, donde es medial a la región rugosa de in­ díbula. Une un músculo de la pared faríngea lateral (constrictor
serción de uno de los músculos del paladar blando (el elevador superior) con un músculo de la pared lateral de la cavidad oral
del velo del paladar). Desde aquí, la línea continúa medialmente (buccinador).
en el hueso occipital y se une con la línea del otro lado en una
elevación prominente del hueso en la línea media (el tubérculo Segu nd a p a rte
faríngeo). La segunda parte de la línea de unión de la pared faríngea
lateral está relacionada con el hueso hioides. Comienza sobre
Línea vertical anterior de inserción de las paredes la cara inferior del ligamento estilohioideo, que conecta el
laterales de la faringe extremo de la apófisis estiloides del hueso temporal con el asta
La línea vertical de unión de las paredes laterales de la faringe menor del hioides. La línea continúa por encima del asta me­
con las estructuras relacionadas con las cavidades oral, nasal y nor y entonces da la vuelta y se dirige posteriormente a lo
la laringe es discontinua y tiene tres partes (fig. 8.197). largo de toda la superficie superior del asta mayor del hioides,
donde termina.
Primera parte
T ercera p a rte
Sobre cada cara, la línea anterior de unión de la pared lateral
de la faringe comienza superiormente sobre el borde posterior de La más inferior y tercera parte de la línea de unión de la pared
la lámina medial de la apófisis pterigoides del esfenoides en la faríngea lateral comienza superiormente sobre el tubérculo
parte inferior, donde la trompa auditiva se encuentra con superior del cartílago tiroides y desciende a lo largo de la línea
esta lámina. Continúa inferiormente a lo largo del borde de la oblicua hacia el tubérculo tiroideo inferior.
lámina medial de la apófisis pterigoides y por encima del gancho Desde el tubérculo inferior, la línea de unión continúa
de la pterigoides. Desde este punto, la línea desciende a lo largo por el músculo cricotiroideo a lo largo de un engrosamien-
del rafe pterigomandibular hacia la mandíbula, donde termina to tendinoso de fascia hasta el cartílago cricoides, donde
esta parte de la línea. termina.
El rafe pterigom andibular es un ligamento de tejido
conjuntivo parecido a un cordón lineal que cruza la distancia
entre el extremo del gancho de la pterigoides y una rugosidad Pared faríngea
triangular inmediatamente posterior al tercer molar en la man­ La pared faríngea está formada por músculos esqueléticos y
por fascia. Los espacios entre los músculos están reforzados por
la fascia y proporcionan vías para las estructuras que pasan
a través de la pared.
Lámina medial
de la apófisis pterigoides Trompa faringotimpánica
Músculos
Los músculos de la faringe se organizan en dos grupos que se
Gancho de la pterigoides Tubérculo faríngeo
basan en la orientación de las fibras musculares.
Las fibras de los músculos constrictores se orientan en
dirección circular con respecto a la pared faríngea, mien­
tras que las fibras de los músculos longitudinales se orientan
verticalmente.

Apófisis M ú sculos co n stric to re s


estiloides
Los tres músculos constrictores de cada lado son las con­
Espacio
retro- tribuciones principales a la estructura de la pared faríngea
faríngeo (fig. 8.19 8 y tabla 8.17) y sus nombres indican sus posiciones:
Rafe músculos constrictores superior, medio e inferior. Posteriormen­
Rafe faríngeo te, los músculos de cada lado se unen en el rafe faríngeo. Estos
pterigomandibular músculos se unen, anteriormente, a los huesos y los ligamentos
Ligamento relacionados con los límites laterales de las cavidades nasales
estilohioideo y oral, y la laringe.
Línea oblicua Los músculos constrictores se superponen de forma pare­
Músculo cricotiroideo cida a las paredes de tres macetas amontonadas una sobre
Cartílago cricoides otra. Los constrictores inferiores se superponen a los bordes
Esófago inferiores de los constrictores medios y, de la misma forma,
los constrictores medios se superponen a los constrictores
superiores.
Juntos, los músculos contraen o estrechan la cavidad fa­
1042 Fig. 8.197 Inserción de la pared faríngea lateral.
ríngea.
Anatomía regional * Faringe 8

Posición del esfínter palatofaríngeo sobre


la superficie profunda del constrictor superior
Fascia faríngea Tubérculo
faríngeo

Apófisis
estiloides
Ligamento
estilohioideo
Constrictor medio Músculo
estilofaríngeo

Rafe
Constrictor inferior- faríngeo

Esófago

Fig. 8.198 Músculos constrictores de la faringe. A. Visión lateral. B. Visión posterior.

Tabla 8.17 Músculos constrictores de la faringe

Músculo Inserción posterior Inserción anterior Inervación Función


Constrictor superior Rafe faríngeo Rafe pterigomandibular y hueso adyacente Nervio vago [X] Constricción de la faringe
sobre la mandíbula y gancho de la pterigoides
Constrictor medio Rafe faríngeo Borde superior del asta mayor del hueso Nervio vago [X] Constricción de la faringe
hioides y bordes adyacentes del asta menor
y del ligamento estilohioideo
Constrictor inferior Rafe faríngeo Cartílago cricoides, línea oblicua del cartílago Nervio vago [X] Constricción de la faringe
tiroideo y un ligamento que se extiende entre
estas uniones y cruza el músculo cricotiroideo
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Cuando los músculos constrictores se contraen secuen- Cada músculo se une anteriormente al gancho de la pteri­
cialmente desde la parte superior a la inferior, como en la goides, el rafe pterigomandibular y el hueso adyacente de la
deglución, mueven el bolo alimenticio a través de la faringe mandíbula. Desde estas uniones, el músculo se despliega pos­
colocándolo en el esófago. teriormente y se une con sus músculos correspondientes del
Todos los constrictores están inervados por el ramo faríngeo otro lado del rafe faríngeo.
del nervio vago [X]. Existe una banda especial de músculo (el esfínter pala­
tofaríngeo), que se origina en la superficie anterolateral del
Constrictores superiores paladar blando, rodea la parte interior de la pared faríngea y se
Los músculos constrictores superiores se agrupan juntos en la combinan con la parte interior del constrictor superior.
1043
parte superior de la cavidad faríngea (fig. 8.198).
Cabeza y cuello

Cuando el constrictor superior se contrae durante la deglu­ ligamento que se extiende entre estas dos uniones al cartílago
ción, forma una rugosidad prominente sobre la cara profunda y cruza el músculo cricotiroideo (fig. 8.198).
de la pared faríngea que atrapa el borde del elevador del paladar Como los otros músculos constrictores, los músculos cons­
blando, sellando el istmo faríngeo entre la nasofaringe y la trictores inferiores se extienden posteriormente y se unen al
orofaringe. rafe faríngeo.
La parte posterior de los constrictores inferiores se superpone
Constrictores medios a los constrictores medios. Inferiormente, las fibras musculares
Los músculos constrictores medios se unen a la parte inferior se unen y se insertan en la pared del esófago.
del ligamento estilohioideo, el asta menor del hueso hioi­ Las partes de los constrictores inferiores unidas al cartílago
des, y toda la superficie superior del asta mayor del hioides cricoides se agrupan en la parte más estrecha de la cavidad
(fig. 8.198). faríngea.
Como los constrictores superiores, los músculos constric­
tores medios se despliegan posteriormente y se unen al rafe M ú sculos lon gitu dinales
faríngeo. Los tres músculos longitudinales de la pared faríngea (fig. 8.199
La parte posterior de los constrictores medios se superpone y tabla 8.18) se nombran de acuerdo con su origen: es­
a los constrictores superiores. tilofaríngeo, desde la apófisis estiloides del hueso temporal,
salpingofaríngeo, desde la parte cartilaginosa de la trompa
Constrictores inferiores
auditiva (salpinx es «tubo» en griego), y palatofaríngeo, desde
Los músculos constrictores inferiores se unen anteriormente a el paladar blando. Desde sus lugares de origen, estos músculos
la línea oblicua del cartílago tiroides, el cartílago cricoides y un descienden y se insertan en la pared faríngea.

Parte cartilaginosa
de la trompa auditiva
Elevador del velo del paladar
Esfínter
Tensor del velo del paladar palatofaríngeo

Estilofaríngeo Salpingofaríngeo

Palatofaríngeo

Constrictor superior

Amígdala palatina
Estilofaríngeo

Constrictor medio
Constrictor
inferior

Fig. 8.199 Músculos longitudinales de la faringe. A. Músculo estilofaríngeo. B. Visión medial.


Anatomía regional * Faringe

Tabla 8.18 Músculos longitudinales de la faringe

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Estilofaríngeo Cara medial de la base Pared faríngea Nervio glosofaríngeo [IX] Elevación de la faringe
de la apófisis estiloides
Salpingofaríngeo Cara inferior de la terminación Pared faríngea Nervio vago [X] Elevación de la faringe
faríngea de la trompa auditiva
Palatofaríngeo Superficie superior de la Pared faríngea Nervio vago [X] Elevación de la faringe;
aponeurosis palatina cierre del istmo
de las fauces

Los músculos longitudinales elevan la pared de la faringe, de la cavidad oral y es un punto importante para localizar la
o, durante la deglución, suben la pared faríngea y movilizan el amígdala palatina, que está inmediatamente anterior a la
bolo alimenticio a través de la faringe hasta el esófago. pared orofaríngea.
Además de elevar la faringe, el palatofaríngeo participa en el
Estilofaríngeo cierre del istmo de las fauces deprimiendo el paladar y moviendo
El músculo estilofaríngeo, cilindrico (fig. 8.199A), se origina en el pliegue palatofaríngeo hacia la línea media.
la base de la superficie medial de la apófisis estiloides del hueso El palatofaríngeo está inervado por el nervio vago [X].
temporal, desciende entre los músculos constrictores superiores
y medios para desplegarse y combinarse en la parte profunda de
la pared faríngea. Está inervado por el nervio glosofaríngeo [IX].
Fascia
La fascia faríngea se separa en dos capas, que intercalan los
Salpingofaríngeo músculos faríngeos entre ellas:
El salpingofaríngeo (fig. 8.199B) es un músculo pequeño que
■ Una capa fina (fascia bucofaríngea), que recubre el exte­
se origina en la parte inferior de la trompa auditiva, baja y se
rior de la parte muscular de la pared y es un componente de
une dentro de la superficie profunda de la pared faríngea. Está
la capa pretraqueal de la fascia cervical.
inervado por el nervio vago [X].
■ Una capa mucho más gruesa (fascia faringobasilar) revis­
Palatofaríngeo te la superficie interior.

El palatofaríngeo (fig. 8.199B), además de ser un músculo de La fascia refuerza la pared faríngea donde el músculo es
la faringe, también es un músculo del paladar blando. Está deficiente. Esto es particularmente evidente encima del nivel
unido a la parte superior de la aponeurosis palatina y se dirige del constrictor superior, donde la pared faríngea está formada
posterior e inferiormente para unirse con la parte profunda de casi enteramente de fascia (fig. 8.199). Esta parte de la pared
la pared faríngea. está reforzada externamente por músculos del paladar blando
El palatofaríngeo forma un pliegue importante sobre la (tensor y elevador del velo del paladar).
mucosa (el arco palatofaríngeo). Este arco es visible a través

1
Cabeza y cuello

Espacios en la pared faríngea y estructuras El espacio entre los músculos constrictores inferiores y
que pasan a través de éstos medios permite el acceso de los vasos laríngeos internos y los
nervios a la abertura de la membrana tirohioidea para entrar
Los espacios entre los músculos de la pared faríngea proporcio­
en la laringe.
nan vías importantes para los músculos y el tejido neurovas­
Los nervios laríngeos recurrentes y los vasos laríngeos infe­
cular (fig. 8.200).
riores que los acompañan entran en la laringe posteriormente
Por encima del borde del constrictor superior, la pared farín­
al asta menor del hueso hioides, profundo al borde inferior de
gea tiene poco músculo y la fascia faríngea la completa.
los músculos constrictores inferiores.
Inicialmente, los músculos tensor y elevador del velo del
paladar descienden desde la base del cráneo y son laterales a
la fascia faríngea. En esta posición, refuerzan la pared faríngea:
Nasofaringe
■ El elevador del velo del paladar se dirige a través de la fascia La nasofaringe está detrás de las aberturas posteriores (coanas)
faríngea inferior a la trompa auditiva y entra en el paladar de las cavidades nasales y por encima del nivel del paladar blan­
blando. do (fig. 8.201). Su techo está formado por la base inclinada del
■ El tendón del tensor del velo del paladar gira medialmente cráneo y consiste en la parte posterior del cuerpo del esfenoides
alrededor del gancho de la pterigoides y se dirige a través del y en la parte basal del occipital. El techo y las paredes laterales
origen del músculo buccinador para entrar en el paladar de la nasofaringe forman una bóveda en la parte superior de la
blando. cavidad faríngea que siempre está abierta.
La cavidad de la nasofaringe se continúa por debajo con
Una de las aberturas más grandes e importantes de la pared la cavidad de la orofaringe en el istmo faríngeo. La posición
faríngea se encuentra entre los músculos constrictores supe­ del istmo faríngeo está marcada en la pared faríngea me­
riores y medios de la faringe y el borde posterior del músculo diante un pliegue de mucosa causado por un esfínter pala­
milohioideo, que forma el suelo de la boca (fig. 8.200). Este tofaríngeo subyacente, que es parte del músculo constrictor
espacio en forma triangular (triángulo orofaríngeo) no sólo superior.
permite al estilofaríngeo meterse en la pared faríngea, sino que La elevación del paladar blando y la constricción del esfínter
también permite que pasen músculos, nervios y vasos entre palatofaríngeo cierran el istmo faríngeo durante la deglución y
las regiones laterales de la pared faríngea y la cavidad oral, en separan la nasofaringe de la orofaringe.
especial a la lengua. Hay una gran colección de tejido linfoide (la amígdala fa­
ríngea) en la mucosa que recubre el techo de la nasofaringe. El
aumento de tamaño de esta tonsila, conocido como adenoides,
Constrictor superior puede ocluir la nasofaringe hasta que sólo es posible respirar a
través de la cavidad oral (fig. 8.201 A).
Bucinador Fascia faríngea
Las características más prominentes sobre cada pared lateral
Estilofaríngeo
de la nasofaringe son:

■ La abertura faríngea de la trompa auditiva.


■ Las elevaciones de la mucosa y los pliegues que cubren el
final de la trompa auditiva y los músculos adyacentes.

La abertura de la trompa auditiva es posterior y está ligera­


Triángulo orofaríngeo:
mente por encima del nivel del paladar duro, y lateral a la parte
estructuras
(músculos, nervios superior del paladar blando (fig. 8.201 A).
y vasos) que entran Puesto que la trompa auditiva se proyecta dentro de la na­
y salen de la sofaringe desde una dirección posterolateral, su borde posterior
cavidad oral forma una elevación o bulto sobre la pared faríngea. Posterior a
Vasos y nervio este elevación tubal (rodete tubárico) hay un receso profundo
laríngeo interno
(el receso faríngeo) (fig. 8.201A).
Los pliegues mucosos relacionados con la trompa auditiva
incluyen:
Vasos y nervio
recurrente laríngeo ■ El pequeño pliegue salpingofaríngeo, vertical, que des­
ciende desde la elevación tubárica y está sobre los músculos
Esófago salpingofaríngeos.
■ El amplio pliegue o elevación (rodete del elevador) que
parece emerger desde debajo de la abertura de la trompa
Fig. 8.200 Espacios entre los músculos en la pared faríngea.
auditiva, continúa medialmente por encima de la superficie
Apertura faríngea de la trompa
faringotimpánica

Amígdala faríngea

tubárico

Cavidad nasal Receso faríngeo

Rodete del elevador (pliegue


sobre el músculo elevador
del párpado superior)

Pliegue sobre el esfínter


palatofaríngeo
Pliegue palatogloso
(borde del istmo de las fauces)
Pliegue salpingofaríngeo

Amígdala palatina
Nasofaringe
Orofaringe Arco palatofaríngeo
■ Laringofaringe (alrededor del músculo
palatofaríngeo)

Lengua
Abertura laríngea

Amígdalas linguales

Vallécula epiglótica

Esófago

Tráquea
Receso faríngeo Rodete tubárico

Rodete del Paladar blando

Pliegue Vallécula epiglótica (anterior a la epiglotis)


salpingofaríngeo
Amígdala palatina
Istmo de las fauces
Arco palatofaringeo Arco palatofaríngeo

Amígdala lingual
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Receso piriforme

Abertura laríngea

Amígdala lingual
Vallécula
Amígdala palatina Epiglotis
Esófago

Receso piriforme

Fig. 8.201 Características de la mucosa de la faringe. A. Visión lateral. B. Visión posterior con la pared faríngea abierta. C. Visión superior. 1047
Cabeza y cuello

superior del paladar blando, y está sobre el músculo elevador las vías aéreas están cerradas en dos sitios, el istmo faríngeo
del velo del paladar. y la laringe.

O rofaringe Laringofaringe
La orofaringe es posterior a la cavidad oral, inferior al nivel La laringofaringe se extiende desde el borde superior de la epi­
del paladar blando y superior al borde superior de la epiglotis glotis a la parte superior del esófago a nivel de la vértebra CVI
(fig. 8.201). Los pliegues palatoglosos (arcos), uno a cada lado, (fig. 8.201).
que cubren los músculos palatoglosos, marcan los límites entre La abertura laríngea se abre en la pared anterior de la la­
la cavidad oral y la orofaringe. La abertura arqueada entre los ringofaringe. Inferiormente a la abertura laríngea, la pared
dos pliegues es el istmo de las fauces. Posterior y medialmente anterior consta de la parte posterior de la laringe.
a estos pliegues hay otro par de pliegues (arcos), los pliegues Hay otro par de recesos mucosos (recesos piriformes)
palatofaríngeos, uno a cada lado, que cubren los múscu­ entre la parte central de la laringe y la lámina más lateral del
los palatofaríngeos. cartílago tiroides. Los recesos piriformes forman unos canales
La pared anterior de la orofaringe, inferior al istmo de las que dirigen los sólidos y los líquidos desde la cavidad oral al­
fauces, está formada por la parte superior del tercio posterior rededor de la abertura laríngea elevada y dentro del esófago.
de la parte faríngea de la lengua. En la mucosa que cubre esta
parte de la lengua hay grandes colecciones de tejido linfoide
(las amígdalas linguales). Entre un pliegue mucoso de la línea A m ígdalas
media y dos laterales que conectan la lengua y la epiglotis Existen unas colecciones de tejido linfoide en la mucosa de la
se encuentran dos depresiones en forma de bolsas mucosas faringe, circundantes a las aberturas de las cavidades nasal y
(valléculas). oral, que son parte del sistema de defensa del cuerpo. La mayor
Las amígdalas palatinas se sitúan sobre las paredes laterales de estas colecciones forma distintas masas (amígdalas). Las
de la orofaringe. A cada lado, hay una gran colección ovoide amígdalas están principalmente en tres áreas (fig. 8.201):
de tejido linfoide en la mucosa que recubre el músculo cons­
trictor superior y entre los arcos palatogloso y palatofaríngeo. ■ La amígdala faríngea, conocida como adenoides cuando
Las amígdalas palatinas son visibles a través de la cavidad oral, aumenta de tamaño, está en la línea media en el techo de la
posteriormente a los pliegues palatoglosos. nasofaringe.
Cuando entran líquidos o sólidos en la cavidad oral, el ■ Las amígdalas palatinas están a cada lado de la orofaringe,
istmo de las fauces (istmo orofaríngeo) se cierra mediante la entre los arcos palatogloso y palatofaríngeo, posteriormente
depresión del paladar blando, la elevación de la parte pos­ al istmo de las fauces. (Las amígdalas palatinas pueden verse
terior de la lengua y el movimiento hacia la línea media de si un paciente abre la boca y se deprime la lengua.)
los pliegues palatogloso y palatofaríngeo. Esto permite que ■ Las amígdalas linguales se refieren al conjunto de numero­
una persona respire mientras mastica o retiene material en sos nódulos linfáticos que hay sobre el tercio posterior de la
la cavidad oral. lengua.
Durante la deglución, el istmo de las fauces está abierto,
el paladar está elevado, la cavidad laríngea está cerrada y También hay nódulos linfáticos pequeños en la trompa au­
la comida o el líquido pasan directamente al esófago. Una ditiva, cerca de su desembocadura en la nasofaringe, y sobre la
persona no puede respirar y tragar al mismo tiempo, ya que superficie superior del paladar blando.
Anatomía regional * Faringe 8

Vasos Todos estos vasos proceden de la arteria carótida externa.


Las arterias que irrigan las partes inferiores de la faringe
Arterias
incluyen las ramas faríngeas de la arteria tiroidea inferior, que
La pared faríngea se encuentra irrigada por numerosos vasos se origina en el tronco tirocervical de la arteria subclavia.
(fig. 8.202). La irrigación sanguínea principal de la amígdala palatina
Las arterias que irrigan las partes superiores de la farin­ procede de la rama tonsilar de la arteria facial, que penetra en
ge son: el músculo constrictor superior.

■ La arteria faríngea ascendente.


■ Las ramas tonsilar y palatina ascendente de la arteria facial.
■ Numerosas ramas de las arterias maxilar y lingual.

Rama faríngea (irriga el


techo de la nasofaringe)

Arteria temporal superficial

Arteria maxilar

Arteria palatina
ascendente

Rama tonsilar Arteria faríngea ascendente

Arteria carótida interna

Arteria carótida externa

Ramas faríngeas

Arteria tiroidea inferior


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Tronco tirocervical

Arteria subclavia

Fig. 8.202 Irrigación arterial de la faringe. 1049


Cabeza y cuello

Venas la nasofaringe y la columna vertebral), p aratraq ueales e


infrahioideos (fig. 8.203).
Las venas de la faringe forman un plexo, que drena superior­
Las amígdalas palatinas drenan a través de la pared faríngea
mente en el plexo pterigoideo en la fosa infratemporal, e infe­
en los nódulos yugulodigástricos en la región donde la vena
riormente en las venas facial y yugular interna (fig. 8.203).
facial drena en la vena yugular interna (e inferior al vientre
Sistema linfático posterior del músculo digástrico).

Los vasos linfáticos de la faringe drenan en los nódulos cervi­


cales profundos e incluyen los nódulos retrofaríngeos (entre

Plexo pterigoideo

Vena temporal superficial

Vena retromandibular

Vena facial Nódulo yugulodigástrico

Vena retromandibular

Vena yugular interna

Nódulos infrahioideos

Nódulos paratraqueales

Tronco yugular izquierdo

Vena yugular externa

Vena subclavia

1050 Fig. 8.203 Drenaje venoso y linfático de la faringe.


Anatomía regional * Faringe 8

Nervios para el estilofaríngeo, que es inervado directamente por un


ramo del nervio glosofaríngeo [IX] (fig. 8.204B).
La inervación motora y la mayoría de la inervación sensitiva
Cada subdivisión de la faringe tiene una inervación sensitiva
(excepto para la región nasal) de la faringe corre a cargo de
diferente:
los ramos de los nervios vago [X] y glosofaríngeo [IX], que
forman un plexo en la fascia externa de la pared faríngea
■ La nasofaringe está inervada por un ramo faríngeo del ner­
(fig. 8.204A).
vio maxilar [V2] que se origina en la fosa pterigopalatina y
El plexo faríngeo está formado por:
se dirige a través del conducto palatovaginal en el esfenoides
para alcanzar el techo de la faringe.
■ El ramo faríngeo del nervio vago [X].
■ La orofaringe está inervada por el nervio glosofaríngeo [IX]
■ Ramos del nervio laríngeo externo desde el ram o larín­
a través del plexo faríngeo.
geo superior del nervio vago [X].
■ La laringofaringe está inervada por el nervio vago [X] a
■ Ramos faríngeos del nervio glosofaríngeo [IX].
través del plexo faríngeo.
El ram o faríngeo del nervio vago [X] se origina en la
parte superior de su ganglio inferior, por encima del origen
Nervio glosofaríngeo [IX]
del nervio laríngeo superior, y es el nervio motor principal de El nervio glosofaríngeo [IX] se relaciona con la faringe a lo largo
la faringe, además de llevar información sensitiva desde la de la mayoría de su curso fuera de la cavidad craneal.
laringofaringe. Después de salir del cráneo a través del agujero yugular, el
Todos los músculos de la faringe están inervados por el ner­ nervio glosofaríngeo [IX] desciende sobre la superficie posterior
vio vago [X] principalmente a través del plexo faríngeo, excepto del músculo estilofaríngeo (fig. 8.204B), se dirige sobre la su-

[V2 ] Ramo faríngeo de [V2]

- Nasofaringe
[VJ sensitivo

IX

- Orofaringe
[IX] sensitivo

Ganglio
inferior de [X] Ramo motor
del estilofaríngeo
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Ramo
- Laringofaringe
Ramo faríngeo de [X]
[X] sensitivo
faríngeo de [IX]
Nervio laríngeo
Nervio laríngeo interno
superior
(ramo del nervio
laríngeo superior de [X]

Nervio laríngeo externo


(ramo del nervio
laríngeo superior de [X])

Fig. 8.204 Inervación de la faringe. A. Visión lateral. B. Visión posterior que muestra la inervación del músculo estilofaríngeo. 1051
Cabeza y cuello

perficie lateral del estilofaríngeo, y entonces pasa anteriormente LARINGE


a través del espacio existente (triángulo orofaríngeo) entre el
constrictor superior, el constrictor medio y los milohioideos La laringe es una estructura musculoligamentosa hueca con
para terminar alcanzando la cara posterior de la lengua. un armazón cartilaginoso que corona el tracto respiratorio
El nervio glosofaríngeo [IX] se dirige por debajo del borde inferior.
libre del constrictor superior, inferior a la amígdala palatina, La cavidad de la laringe continúa por abajo con la tráquea,
situándose sobre la superficie profunda del constrictor superior. y por encima se abre en la faringe inmediatamente posterior y
Los ramos faríngeos del plexo faríngeo y el ramo motor del ligeramente inferior a la lengua y la abertura posterior (istmo
músculo estilofaríngeo están entre los ramos que se originan orofaríngeo o de las fauces) de la cavidad oral (fig. 8.205A,B).
en el nervio glosofaríngeo [IX] en el cuello. Puesto que la La laringe es tanto una válvula (o esfínter) que cierra el
inervación sensitiva de la orofaringe corre a cargo del nervio tracto respiratorio inferior, como un instrumento que produce
glosofaríngeo [IX], este nervio lleva la inervación sensitiva sonido. Se compone de:
desde la amígdala palatina y es también el brazo aferente del
reflejo «nauseoso» (v. Conceptos prácticos, «Lesiones de los ■ Tres cartílagos impares grandes (cricoides, tiroides y epi­
nervios craneales»). glotis).

Cavidades nasales Epiglotis Abertura


laríngea

Hueso hioides

Faringe

Laringe

Cartílago tiroides

Cartílago cricoides

Esófago
Tráquea

1052 Fig. 8.205 Laringe. A. Relación con otras cavidades. B. Visión lateral.
Anatomía regional * Laringe 8

■ Tres pares de cartílagos más pequeños (aritenoides, corni- Tiene forma de «anillo de sello», con una lámina del cartí­
culados y cuneiformes). lago cricoides ancha posterior a las vías aéreas y un arco
■ Una membrana fibroelástica y numerosos músculos in­ del cartílago cricoides mucho más estrecho que las rodea
trínsecos. anteriormente.
La superficie posterior de la lámina del cartílago cricoides
La laringe está suspendida desde el hueso hioides por encima se caracteriza por dos depresiones ovaladas poco profundas
y unida a la tráquea por abajo mediante membranas y ligamen­ separadas por una rugosidad vertical. El esófago se une a la
tos. Es muy móvil en el cuello y puede moverse hacia arriba y rugosidad y las depresiones sirven para la unión con los mús­
hacia abajo, y hacia delante y hacia atrás por la acción de mús­ culos cricoaritenoideos posteriores.
culos extrínsecos que se unen a la laringe o al hueso hioides. El cartílago cricoides tiene dos carillas articulares a cada lado
Durante la deglución, los movimientos bruscos hacia arriba para la articulación con otros cartílagos laríngeos.
y hacia adelante de la laringe facilitan el cierre de la abertura
laríngea y que se abra el esófago. ■ Una carilla se encuentra sobre la superficie superolateral
El nervio vago [X] se encarga de la inervación motora y inclinada de la lámina del cartílago cricoides y se articula
sensitiva de la laringe. con la base del cartílago aritenoides.
■ La otra carilla está sobre la superficie lateral de la lámina del
cartílago cricoides cerca de su base y es para la articulación
Cartílago s laríngeos con la superficie medial del cuerno inferior del cartílago
Cartílago cricoides tiroides.

El cartílago cricoides es el más inferior de los cartílagos la­


ríngeos y rodea completamente las vías aéreas (fig. 8.206).

A Cara articular
Cara articular para el cartílago
para el cartílago aritenoides
c ric o id e s

Rugosidad

Vía aérea Cara articular


para el asta
inferior del Cara articular
cartílago tiroides para el asta inferior
del cartílago tiroides

Tráquea
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Fig. 8.206 Cartílago cricoides. A. Visión anterolateral. B. Visión posterior.

1053
Cabeza y cuello

Cartílago tiroides ■ La superficie medial del asta inferior tiene una carilla arti­
cular para la articulación con el cartílago cricoides.
El cartílago tiroides (fig. 8.207) es el más grande de los cartí­
■ El asta superior está conectado por el ligamento tirohioi­
lagos laríngeos. Está formado por una lámina derecha y una
deo lateral al extremo posterior del asta mayor del hueso
izquierda, que están muy separadas posteriormente, pero con­
hioides.
vergen y se unen anteriormente. El punto más superior de la
zona de unión entre las dos grandes láminas planas se proyecta
La superficie lateral de cada lámina tiroidea está marcada
hacia delante como prominencia laríngea («la nuez»). El
por una rugosidad (la línea oblicua), que se curva anterior­
ángulo entre las dos láminas es más agudo en los hombres (90°)
mente desde la base del asta superior a un punto intermedio del
que en las mujeres (120°), por lo que la prominencia laríngea
borde inferior de la lámina.
es más pronunciada en los hombres que en las mujeres.
Los extremos finales de la línea oblicua se extienden para
Justo superior a la prominencia laríngea, la escotadura
formar los tubérculos tiroideos inferior y superior. La lí­
tiroidea superior separa las dos láminas cuando divergen
nea oblicua es un punto de inserción para los músculos extrín­
lateralmente. Tanto la escotadura tiroidea superior como la
secos de la laringe (esternotiroideo, tirohioideo y constrictor
prominencia laríngea son detalles importantes palpables en el
inferior).
cuello. Hay una escotadura tiroidea inferior menos evidente
en la línea media a lo largo de la base del cartílago tiroides.
El borde posterior de cada lámina del cartílago tiroides se
alarga para formar un asta superior y un asta inferior:

Ligamentos tirohioideos laterales Anterior

Lámina derecha

Escotadura
tiroidea superior

superior
Tubérculo
tiroideo
superior
Línea oblicua

Prominencia Asta inferior


laríngea
Faceta para
Escotadura el cricoides
tiroidea inferior Tubérculo tiroideo (superficie medial
inferior del cuerno)

Posterior

Fig. 8.207 Cartílago tiroides. A. Visión anterolateral. B. Visión superior.


Anatomía regional * Laringe 8

Epiglotis Superficie anterior Superficie posterior


de la epiglotis de la epiglotis
La epiglotis es un cartílago con forma de hoja que se une por
el peciolo a la cara posterior del cartílago tiroides en su ángulo
(fig. 8.2 0 8 ) proyectándose posterosuperiormente desde su
unión con el cartílago tiroides. Se une a través del ligamento
tiroepiglótico en la línea media, aproximadamente en el pun­
Lámina tiroidea
to medio entre la prominencia laríngea y la escotadura tiroidea derecha
inferior. El margen superior de la epiglotis está detrás de la parte
faríngea de la lengua.
La mitad inferior de la superficie posterior de la epiglotis se
levanta ligeramente para formar el tubérculo epiglótico.

Cartílagos aritenoides
Los dos cartílagos aritenoides son cartílagos con forma pirami­
dal con tres superficies, una base del cartílago aritenoides y
un vértice del cartílago aritenoides (fig. 8.209): Cricoides

■ La base del cartílago aritenoides es cóncava y se articula con


la carilla articular descendente sobre la superficie supero­ tiroepiglótico
lateral de la lámina del cartílago cricoides.
Tráquea
■ El vértice del cartílago aritenoides se articula con un cartí­
lago corniculado.
■ La superficie medial de cada cartílago se enfrenta con la
otra.
■ La superficie anterolateral tiene dos depresiones, sepa­
radas por una rugosidad, para la inserción de los músculos
(vocales) y los ligamentos (ligamento vestibular).

Fig. 8.208 Epiglotis. A. Visión anterolateral. B. Superficie posterior.


El ángulo anterior de la base del cartílago aritenoides se
alarga en la apófisis vocal donde se une con los ligamentos vo­
cales. El ángulo lateral se alarga de forma parecida en la apófisis
muscular para la inserción de los músculos cricoaritenoideos
posterior y lateral.

Cartílago Cara articular del


aritenoides cartílago corniculado Superficie posterior

Cúspide

Superficie anterolateral
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Depresión para la unión del ligamento vestibular


Superficie medial
Rugosidad sobre la superficie anterolateral

Apófisis muscular

Apófisis vocal Depresión para la unión de los músculos vocales


Base (cóncava: para la
articulación con el cricoides)

Fig. 8.209 Cartílagos aritenoides. 1055


Cabeza y cuello

Cartílagos corniculados por debajo y el hueso hioides por encima (fig. 8 .2 1 1). Se une
al borde superior de la lámina tiroidea y a los bordes anteriores
Los cartílagos corniculados (fig. 8.210) son dos pequeños
adyacentes de las astas superiores, y asciende medialmente
cartílagos cónicos cuya base se articula con los vértices de
hasta las astas mayores y posterior al cuerpo del hueso hioides
los cartílagos aritenoides. Sus vértices se proyectan postero-
para unirse a los bordes superiores de estas estructuras.
medialmente hacia los otros.
Hay una abertura a cada lado de la parte lateral de la mem­
Cartílagos cuneiformes brana tirohioidea para las arterias laríngeas superiores, los
nervios y los vasos linfáticos.
Estos dos pequeños cartílagos con forma de palo de golf
Los bordes posteriores de la membrana tirohioidea se en­
(fig. 8.210) son anteriores a los cartílagos corniculados y es­
grasan para formar los ligamentos tirohioideos laterales.
tán suspendidos en la parte de la membrana fibroelástica de
La membrana también se engrosa anteriormente en la línea
la laringe que une los cartílagos aritenoides con los bordes
media para formar el ligamento tirohioideo medio.
laterales de la epiglotis.
En ocasiones, hay un cartílago pequeño (el cartílago trití­
ceo) en cada ligamento tirohioideo lateral.
Ligam entos extrínsecos
Membrana tirohioidea
La membrana tirohioidea es un ligamento fibroelástico duro
que se extiende entre el borde superior del cartílago tiroides

hioepiglótico
Hueso
Ligamentos
________tirohioideos laterales
Cartílagos cuneiformes

Cartílago
tritíceo
Cartílagos corniculados Apertura para la
rama interna del
nervio laríngeo
superior y la
arteria asociada

Membrana
tirohioidea

Ligamento
tirohioideo mediano

Ligamento cricotraqueal

Fig. 8.210 Cartílagos corniculados y cuneiformes. Fig. 8.211 Ligamentos extrínsecos de la laringe.
Anatomía regional • Laringe

Ligamento hioepiglótico
El ligamento hioepiglótico (fig. 8 .2 1 1) se extiende desde la línea
media de la epiglotis, anterosuperiormente al cuerpo del hueso
hioides.

Ligamento cricotraqueal
El ligamento cricotraqueal (fig. 8.211) va desde el borde inferior
del cartílago cricoides al borde superior adyacente del primer
cartílago traqueal.

Ligam entos intrínsecos


Membrana fibroelástica de la laringe
La membrana fibroelástica de la laringe une los cartílagos la­ Ligamento
ríngeos y completa la estructura arquitectónica de la cavidad vocal
laríngea. Está formada por dos partes: el ligamento cricotiroideo
inferiormente y la membrana cuadrangular superiormente.

L ig am en to crico tiro id e o (m em b ran a crico v o cal,


m e m b ra n a crico tiro id e a )
Ligamento cricotiroideo
El ligamento cricotiroideo (fig. 8.212) se une al arco del car­
tílago cricoides y se extiende superiormente para terminar en
Ligamento cricotiroideo mediano
un borde superior libre dentro del espacio encerrado por el
cartílago tiroides. En cada lado, el margen libre superior se une: Fig. 8.212 Ligamento cricotiroideo.

■ Anteriormente al cartílago tiroides.


■ Posteriormente a las apófisis vocales de los cartílagos arite- coides y la escotadura tiroidea inferior, y la superficie adya­
noides. cente profunda del cartílago tiroides hasta la inserción de los
ligamentos vocales.
El borde libre entre estos dos puntos de unión se engrosa En situaciones de urgencia, cuando las vías aéreas están
para formar el ligamento vocal, que está debajo del pliegue bloqueadas por encima del nivel de las cuerdas vocales, puede
vocal (cuerda vocal verdadera) de la laringe. perforarse el ligamento cricotiroideo medio para establecer la
El ligamento cricotiroideo también se engrosa anteriormente vía aérea. Excepto por los vasos pequeños y en ocasiones un
en la línea media para formar el ligamento cricotiroideo lóbulo piramidal de la glándula tiroides, normalmente hay po­
medio, que ocupa la distancia entre el arco del cartílago cri­ cas estructuras entre el ligamento cricotiroideo medio y la piel.

1
Cabeza y cuello

M em b ran a cu a d ra n g u la r es lateral al ligamento vocal cuando se observa desde arriba


(fig. 8.214).
La membrana cuadrangular de cada lado discurre entre el
borde lateral de la epiglotis y la superficie anterolateral del
cartílago aritenoides del mismo lado (fig. 8.213). También se
Articulaciones laríngeas
une al cartílago corniculado, que se articula con el vértice del
cartílago aritenoides. Articulaciones cricotiroideas
Cada membrana cuadrangular tiene un borde libre superior, Las articulaciones entre las astas inferiores del cartílago tiroi­
entre el extremo superior de la epiglotis y el cartílago cornicu­ des y del cartílago cricoides, y entre el cartílago cricoides y los
lado, y un borde libre inferior. El borde libre inferior se engrosa cartílagos aritenoides, son sinoviales. Cada una está rodeada
para formar el ligamento vestibular por debajo del pliegue por una cápsula y está reforzada por ligamentos asociados. Las
vestibular (cuerda vocal falsa) de la laringe. articulaciones cricotiroideas permiten que el cartílago tiroides
El ligamento vestibular se une posteriormente a la depresión se mueva hacia delante y se incline hacia abajo sobre el cartí­
superior de la superficie anterolateral del cartílago aritenoides lago cricoides (fig. 8.215).
y anteriormente al ángulo tiroideo inmediatamente superior a
la inserción del ligamento vocal.
En cada lado, el ligamento vestibular de la membrana Membrana cuadrangular Epiglotis
cuadrangular está separado del ligamento vocal del ligamen­
to cricotiroideo por debajo mediante un espacio. Puesto que
el ligamento vestibular se une a la superficie anterolateral
del cartílago aritenoides y el ligamento vocal se une a la
apófisis vocal del mismo cartílago, el ligamento vestibular Ligamento Ligamento vocal
vestibular

Ligamento
hioepiglótico

Ligamento cricotiroideo Apófisis muscular


del aritenoides
Apófisis vocal del aritenoides
Membrana cuadrangular Cartílago corniculado
(izquierda)
Fig. 8.214 Membrana fibroelástica de la laringe (visión superior).

Cartílago cuneiforme

Cartílago corniculado

Cartílago aritenoides

Ligamento vocal

Ligamento vestibular (cortado) cri cotí roí dea

1058 Fig. 8.213 Membrana cuadrangular. Fig. 8.215 Movimientos de las articulaciones cricotiroideas.
Anatomía regional * Laringe 8

Puesto que los ligamentos vocales se dirigen entre la cara superiores de las membranas cuadrangulares y los tejidos
posterior del ángulo tiroideo y los cartílagos aritenoides se blandos adyacentes, y dos tuberosidades sobre el margen
asientan sobre la lámina del cartílago cricoides, el movimiento más posterolateral de la abertura laríngea sobre cada lado
hacia delante y la rotación hacia abajo del cartílago tiroides marcan las posiciones de los cartílagos cuneiforme y corni-
sobre el cartílago cricoides alarga eficazmente y tensa los liga­ culado subyacentes.
mentos vocales. ■ Su borde posterior en la línea media está formado por un
pliegue mucoso que forma una depresión (escotad ura
Articulaciones cricoaritenoideas interaritenoidea) entre las dos tuberosidades cornicu-
Las articulaciones cricoaritenoideas entre las carillas ar­ ladas.
ticulares de las superficies superolaterales del cartílago
cricoides y las bases de los cartílagos aritenoides, permiten La abertura inferior de la cavidad laríngea se continúa
que los cartílagos aritenoides se deslicen acercándose o con la luz de la tráquea, está rodeada completamente por el
separándose entre sí y que roten, de modo que las apófisis cartílago cricoides y su posición es horizontal, a diferencia
vocales giran hacia la línea media o alejándose de ella. Es­ de la abertura laríngea, que es oblicua y apunta posterosu-
tos movimientos abducen o aducen los ligamentos vocales periormente dentro de la faringe. Además, la abertura infe­
(fig. 8.216). rior está siempre abierta, mientras que la abertura laríngea
puede cerrarse durante los movimientos descendentes de la
epiglotis.
Cavidad de la laringe
La cavidad central de la laringe (fig. 8.217) tiene forma tubular División en tres regiones principales
y está tapizada por mucosa. Su soporte arquitectónico lo pro­ Dos pares de pliegues mucosos, los pliegues vestibular y vocal,
porciona la membrana fibroelástica de la laringe y los cartílagos que se proyectan medialmente desde las paredes laterales de
laríngeos a los cuales está unida. la cavidad laríngea, la estrechan y la dividen en tres regiones
La abertura superior de la cavidad (entrada de la laringe) se principales: el vestíbulo, la cámara intermedia y la cavidad
abre en la cara anterior de la laringe por debajo y posterior a la infraglótica (fig. 8 .217B):
lengua (fig. 8 .2 17A):
■ El vestíbulo es la cámara superior de la cavidad laríngea,
■ Su borde anterior está formado por la mucosa que cubre el entre la abertura laríngea y los pliegues vestibulares, que
borde superior de la epiglotis. encierran los ligamentos vestibulares y los tejidos blandos
■ Los bordes laterales están formados por pliegues de mu­ asociados.
cosa (pliegues ariepiglóticos), que encierran los bordes ■ La parte media de la cavidad laríngea es muy estrecha y está
entre los pliegues vestibulares, por encima, y los pliegues
vocales, por debajo.
■ El espacio infraglótico es la cámara más inferior de la
cavidad laríngea, y está entre los pliegues vocales (que encie­
rran los ligamentos vocales y el tejido blando relacionado) y
la abertura inferior de la laringe.

Ventrículos y sáculos laríngeos


A cada lado, la mucosa de la cavidad media sobresale late­
ralmente a través del hueco entre los ligamentos vestibular
y vocal para crear un espacio en forma de seno (ventrículo
laríngeo) (fig. 8 .2 1 7A). Una extensión tubular alargada de
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cada ventrículo (sáculo laríngeo) se proyecta anterosupe-


riormente entre el pliegue vestibular y el cartílago tiroides
y puede alcanzar la altura del extremo del cartílago tiroi­
des. Dentro de las paredes de estos sáculos laríngeos hay nume­
rosas glándulas mucosas. El moco secretado en los sáculos
lubrica los pliegues vocales.

Hendidura del vestíbulo y hendidura glótica


Desde arriba se observa (figs. 8.217C.D) una abertura con
forma triangular (hendidura del vestíbulo o rima vestibuli)

Fig. 8.216 Movimientos de las articulaciones cricoaritenoideas.


entre los dos pliegues vestibulares adyacentes y la entrada a la
cámara media de la cavidad laríngea. El vértice de esta abertura
1059
Cabeza y cuello

Abertura laríngea

Pliegue vocal
Depresión (mucosa que rodea
interaritenoidea el ligamento vocal)

Pliegue vocal
Pliegue vestibular
Pliegue ariepiglótico
Hendidura glótica

Tuberosidad cuneiforme
Tuberosidad corniculada
Pliegue interaritenoideo

Lengua Pliegue vestibular


(cuerda vocal falsa)

-Abertura laríngea
Pliegue vocal
(cuerda

V
Pliegue ariepiglótico vocal verdadera) I — Vestíbulo

| — Receso piriforme
Hendidura glótica
(abertura entre las - Laringofaringe
cuerdas vocales) (cerrada)

Fig. 8.217 Cavidad laríngea. A. Visión posterolateral. B. Visión posterior (corte). C. Visión superior a través de la abertura laríngea.
D. Fotografías marcadas de la laringe, visión superior.
Anatomía regional * Laringe 8

es anterior y su base está formada por la pared posterior de la M úsculos intrínsecos


cavidad laríngea.
Los músculos intrínsecos de la laringe (tabla 8.19) tensan los
Inferior a los pliegues vestibulares, los pliegues vocales
ligamentos vocales, abren y cierran la hendidura glótica, con­
(cuerdas vocales verdaderas) y las partes adyacentes cubiertas
trolan las dimensiones interiores del vestíbulo, cierran la hen­
de mucosa de los cartílagos aritenoides forman las paredes
didura del vestíbulo y facilitan el cierre de la abertura laríngea.
laterales de una abertura triangular similar pero más estrecha
Pueden hacerlo principalmente por:
( h e n d id u r a g ló t ic a o r im a g lo ttid is entre los dos pliegues
vocales adyacentes). Esta abertura separa la cámara media
■ Actuando sobre las articulaciones cricotiroidea y cricoari-
por encima de la cavidad infraglótica por abajo. La base de
tenoidea.
esta abertura triangular está formada por el pliegue de mu­
■ Ajustando la distancia entre la epiglotis y los cartílagos
cosa (p lie g u e in t e r a r it e n o id e o ) en el final de la escotadura
aritenoides.
interaritenoidea.
■ Tirando directamente de los ligamentos vocales.
Tanto la hendidura glótica como la hendidura del ves­
■ Forzando los tejidos blandos asociados con las membranas
tíbulo pueden abrirse y cerrarse mediante movimientos de
cuadrangulares y los ligamentos vestibulares hacia la línea
los cartílagos aritenoides y las membranas fibroelásticas
media.
asociadas.

Tabla 8.19 Músculos intrínsecos de la laringe

M úsculo O rigen Inserción Inervación Función

Cricotiroideo Cara anterolateral del arco Parte oblicua: cuerno inferior Ramo externo del nervio Rotación hacia delante y
del cartílago cricoides del cartílago tiroides; laríngeo superior desde hacia abajo del cartílago
parte recta: borde inferior el nervio vago [X] tiroides sobre la articulación
del cartílago tiroides cricotiroidea
Cricoaritenoideo Depresión oval sobre la Superficie posterior Ramo laríngeo recurrente Rotación externa y abducción
posterior superficie posterior de de la apófisis muscular del nervio vago [X] del cartílago aritenoides. Los
la lámina del cartílago del cartílago aritenoides músculos cricoaritenoideos
cricoides posteriores son los
principales abductores de las
cuerdas vocales. Es decir, son
los principales responsables
de abrir la hendidura glótica
Cricoaritenoideo Superficie superior del arco Superficie anterior Ramo laríngeo recurrente Rotación interna del cartílago
lateral del cartílago cricoides de la apófisis muscular del nervio vago [X] aritenoides y aducción de las
del cartílago aritenoides cuerdas vocales
Aritenoideo Borde lateral de la superficie Borde lateral de la superficie Ramo laríngeo recurrente Aducción del cartílago
transverso posterior del cartílago posterior del cartílago del nervio vago [X] aritenoides
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

aritenoides aritenoides opuesto


Aritenoideo oblicuo Superficie posterior Superficie posterior Ramo laríngeo recurrente Esfínter de la abertura
de la apófisis muscular del vértice del cartílago del nervio vago [X] laríngea
del cartílago aritenoides aritenoides adyacente;
se extiende dentro
del pliegue ariepiglótico
Tiroaritenoideo Ángulo tiroideo y ligamento Superficie anterolateral del Ramo laríngeo recurrente Esfínter del vestíbulo
cricotiroideo adyacente cartílago aritenoides; algunas del nervio vago [X] y de la abertura laríngea
fibras continúan en los
pliegues ariepiglóticos en el
borde lateral de la epiglotis
Vocales Superficie lateral de la apófisis Ligamento vocal y ángulo Ramo laríngeo recurrente Ajusta la tensión
vocal del cartílago aritenoides tiroideo del nervio vago [X] en las cuerdas vocales
1061
Cabeza y cuello

Músculos cricotiroideos Músculos cricoarítenoideos posteriores


Los músculos c r ic o tir o id e o s tienen forma de abanico, se unen Hay un m ú s c u lo c r i c o t i r o i d e o p o s t e r i o r derecho y otro
a las superficies anterolaterales del arco del cartílago cricoides y izquierdo (fig. 8.219). Las fibras de cada músculo se originan
se expanden superior y posteriormente para unirse al cartílago en una depresión grande, poco profunda, que hay sobre la
tiroides (fig. 8.218). superficie posterior de la lámina del cartílago cricoides, y se
Cada músculo tiene una parte oblicua y una parte recta: dirige superior y lateralmente para converger sobre la apófisis
muscular del cartílago aritenoides.
■ La p a r t e o b lic u a va en dirección posterior desde el arco del Los músculos cricoarítenoideos posteriores abducen y ro­
cartílago cricoides al asta inferior del cartílago tiroides. tan externamente (lateralmente) los cartílagos aritenoides, de
■ La p a r t e r e c t a va más verticalmente desde el arco del ese modo se abre la hendidura glótica. Estos músculos son los
cartílago cricoides al margen posteroinferior de la lámina principales abductores de los pliegues vocales. Están inervados
tiroidea. por los ramos laríngeos recurrentes de los nervios vagos [X].

Los músculos cricotiroideos mueven las articulaciones crico- Músculos cricoarítenoideos laterales
tiroideas. Tiran del cartílago tiroides hacia adelante y lo giran Los músculos c r i c o a r ít e n o i d e o s l a t e r a l e s de cada lado se
hacia abajo con respecto al cartílago cricoides. Estas acciones originan en la parte superior del arco del cartílago cricoides, y se
alargan los pliegues vocales. dirigen posterior y superiormente para insertarse en la apófisis
Los músculos cricotiroideos son los únicos músculos intrín­ muscular del cartílago aritenoides (fig. 8.219).
secos de la laringe inervados por los ramos laríngeos superiores Los músculos cricoarítenoideos laterales rotan internamente
de los nervios vagos [X]. Los demás músculos intrínsecos están los cartílagos aritenoides. Estos movimientos producen la aduc­
inervados por los ramos laríngeos recurrentes de los nervios ción (cierre) de los pliegues vocales.
vagos [X]. Los cricoarítenoideos laterales están inervados por los ramos
laríngeos recurrentes del nervio vago [X].

Hendidura glótica
Ligamentos vocales

Aritenoideo
Músculo
transverso
vocal
Parte
recta
Músculo Aritenoideo
cricotiroideo
Parte
oblicua
Cricoaritenoideo Ligamento
cricotiroideo
lateral

Cricoaritenoideo lateral

Fig. 8.219 Músculos cricoaritenoideo, aritenoideos oblicuo


1062 Fig. 8.218 Músculo cricotiroideo. y transverso y vocales.
Anatomía regional • Laringe

Músculo aritenoideo transverso


El músculo impar a r i t e n o i d e o t r a n s v e r s o se extiende en
la distancia entre los márgenes laterales adyacentes de los
cartílagos aritenoides y cubre las superficies posteriores de
estos cartílagos (fig. 8.219). Aduce los cartílagos aritenoides
y está inervado por los ramos laríngeos recurrentes del nervio
vago [X].
Porción ariepiglótica
del músculo
Músculos aritenoideos oblicuos aritenoideo oblicuo
Cada uno de los dos músculos a r ite n o id e o s o b lic u o s se dirige
desde la superficie posterior de la apófisis muscular de un car­
tílago aritenoides hasta el vértice del cartílago aritenoides del Escotadura
tiroidea superior
otro lado (fig. 8.219). Algunas fibras del músculo continúan
lateralmente alrededor del borde del cartílago aritenoides y den­ Sáculo
tro del pliegue ariepiglótico, donde continúan como la p a r t e Porción
a r ie p ig ló tic a del músculo (fig. 8.220). tiroepiglótica
del músculo
Los aritenoideos oblicuos pueden disminuir la abertura la­
tiroaritenoideo
ríngea estrechando la distancia entre los cartílagos aritenoides
y la epiglotis. Están inervados por los ramos laríngeos recu­ Músculo
tiroaritenoideo
rrentes del nervio vago [X].

Vocales
Los músculos v o c a le s son músculos alargados laterales y para­
lelos a cada ligamento vocal (fig. 8.219). Las fibras de cada mús­
culo se unen posteriormente a la superficie lateral de la apófisis
vocal y a la depresión adyacente sobre la superficie anterolateral Fig . 8 .2 2 0 Músculo tiroaritenoideo.
del cartílago aritenoides, y anteriormente se insertan a lo lar­
go del ligamento vocal hasta el ángulo tiroideo.
Los músculos vocales ajustan la tensión de los pliegues
vocales y están inervados por los ramos laríngeos recurrentes del pliegue ariepiglótico y extenderse hasta el borde de la epi­
del nervio vago [X]. glotis. Estas fibras son la p a r t e tir o e p ig ló tic a del músculo.
Puesto que los músculos tiroaritenoideos son anchos y la­
Músculos tiroaritenoideos terales a la membrana cuadrangular, actúan como un esfínter
Los dos músculos t i r o a r i t e n o i d e o s son anchas tiras mus­ del vestíbulo empujando los tejidos blandos mediales a los mús­
culares laterales a la membrana fibroelástica de la laringe y los culos hacia la línea media. Los músculos también estrechan la
ventrículos y sáculos laríngeos (fig. 8.220). Cada músculo se abertura laríngea tirando de los cartílagos aritenoides hacia
extiende desde una línea vertical de origen en la mitad inferior adelante mientras tiran simultáneamente de la epiglotis ha­
del ángulo tiroideo y en la superficie externa adyacente del cia los cartílagos aritenoides.
ligamento cricotiroideo hasta la superficie anterolateral del Los músculos tiroaritenoideos están inervados por los ramos
cartílago aritenoides. Algunas fibras pueden continuar dentro laríngeos recurrentes del nervio vago [X].

i
Cabeza y cuello

Función de la laringe Respiración


La laringe es un esfínter complejo para la parte inferior del Durante la respiración en reposo, la abertura laríngea, el ves­
tracto respiratorio y proporciona un mecanismo para produ­ tíbulo, la hendidura del vestíbulo y la hendidura glótica están
cir sonidos. Los ajustes del tamaño de la cavidad central de la abiertas. Los cartílagos aritenoides están en abducción y la
laringe se producen debido a cambios de las dimensiones de hendidura glótica tiene forma triangular (fig. 8.221 A). Durante
la hendidura glótica, la hendidura del vestíbulo, el vestíbulo y la inspiración forzada (fig. 8 .2 2 IB), los cartílagos aritenoides
la abertura laríngea (fig. 8.221). Estos cambios se deben a las rotan lateralmente, sobre todo por la acción de los músculos
acciones musculares y a mecanismos laríngeos. cricoaritenoideos posteriores. Como consecuencia, los pliegues

R e s p ir a c ió n e n re p o s o In s p ir a c ió n fo rz a d a

Pliegue vocal • pliegues vocales en


abducción y hendidura
Pliegue glótica completamente
abierta
• vestíbulo laríngeo abierto

Pliegue ariepiglótico

F o n a c ió n
* los pliegues
vocales en aducción
estridulan cuando
se fuerza el paso
del aire entre ellos
♦ vestíbulo laríngeo
abierto C ie r r e fo rz a d o
Pliegues
vestibulares
» pliegues vocales cerrados
y pliegues vestibulares
en aducción
» hendidura glótica
y vestíbulo laríngeo
cerrados

E
D e g lu c ió n

La epiglotis se
Entrada
balancea hacia
a la laringe
abajo del aritenoides
estrechada

1064 Fig. 8.221 Función de la laringe. A. Respiración en reposo. B. Inspiración forzada. C. Fonación. D. Cierre forzado. E. Deglución.
Anatomía regional * Laringe 8

vocales están en abducción y la hendidura glótica se ensancha de los mecanismos para aumentar la presión intraabdominal.
en forma romboidea, lo que aumenta eficazmente el diámetro Durante el cierre forzado, la hendidura glótica está completa­
de las vías aéreas laríngeas. mente cerrada, así como la hendidura del vestíbulo y las partes
inferiores del vestíbulo. El resultado es el cierre completo y
Fonación forzado de las vías aéreas.
Durante la fonación, los cartílagos aritenoideos y los pliegues
vocales están en aducción y el aire se fuerza a través de la Deglución
hendidura glótica cerrada (fig. 8 .2 2 1C). Esta acción produce En la deglución, la hendidura glótica, la hendidura del vestíbulo
la vibración de los pliegues vocales contra el lado opuesto y y el vestíbulo están cerrados y la abertura laríngea se estrecha.
origina los sonidos, que pueden modificarse por las partes Además, la laringe se mueve hacia arriba y adelante.
superiores de las vías aéreas y la cavidad oral. Los músculos Esto hace que la epiglotis oscile hacia abajo con respecto al
vocales y cricotiroideo pueden ajustar la tensión de los plie­ cartílago aritenoides y se estreche eficazmente o se cierre la
gues vocales. abertura laríngea (fig. 8 .2 2 1E). El movimiento hacia arriba y
adelante de la laringe también abre el esófago, que está
Cierre forzado unido a la parte posterior de la lámina del cartílago cricoides.
El cierre forzado de la laringe (fig. 8.2 2 ID) se produce cuando se Todas estas acciones juntas evitan que los sólidos y los líquidos
retiene el aire en la cavidad torácica para estabilizar el tronco, entren en las vías aéreas y facilitan su movimiento hacia el
por ejemplo durante los levantamientos bruscos, o como parte esófago a través del receso piriforme.

Conceptos prácticos
Traqueotom ía La situación típica en la que se realiza la traqueotomía
Una traqueotomía es un procedimiento mediante el cual es en un ambiente tranquilo en un escenario quirúrgico.
se practica un agujero en la tráquea y se inserta un tubo Se realiza una incisión transversa pequeña en el tercio
para permitir la ventilación. inferior del cuello, en la parte anterior. Las tiras musculares
Generalmente, se realiza una traqueotomía en se desvían lateralmente y puede verse la tráquea fácilmente.
situaciones de emergencia cuando hay obstrucción de A veces es necesario dividir el istmo de la glándula
la laringe debido a la inhalación de un cuerpo extraño, tiroides. Se hace una incisión en el segundo y tercer anillos
edema grave secundario a una reacción anafiláctica, traqueales y se inserta un tubo de traqueotomía pequeño.
o por un traumatismo grave de la cabeza y el cuello. Después de mantener la traqueotomía in situ durante el
En situaciones de emergencia, puede identificarse tiempo necesario, se quita simplemente. El agujero a través
el ligamento cricotiroideo mediante palpación simple del cual se insertó se cierra sin ninguna intervención.
y puede insertarse una aguja pequeña para establecer Los pacientes con traqueotomía de larga duración son
una vía aérea. Este procedimiento se denomina incapaces de vocalizar porque no pasa aire a través de las
«cricotirotomía». cuerdas vocales.

Conceptos prácticos
Larin goscopia para permitir la visualización indirecta de la laringe.
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La laringoscopia es un procedimiento médico que se utiliza La laringoscopia directa se realiza mediante un dispositivo
para explorar la laringe. En ella se evalúan los trastornos de con una punta curvada para mantener la lengua y la
la deglución, las cuerdas vocales y disfonías y los tumores y epiglotis hacia delante, lo que permite la inspección directa
masas de la laringe. de la laringe. Este procedimiento sólo puede realizarse
La laringe se suele visualizar de dos formas. en pacientes inconscientes o con el reflejo nauseoso
La laringoscopia indirecta supone pasar un pequeño espejo afectado. Otros métodos de exploración incluyen el paso
(parecido al que usan los odontólogos) a la orofaringe de fibroendoscopios a través de la cavidad oral o nasal.

1065
Cabeza y cuello

Vasos del nervio laríngeo superior a través de la membrana tiro-


hioidea para recorrer la laringe.
Arterias
La a r t e r i a la r ín g e a in f e r io r se origina en la rama tiroidea
Las arterias laríngeas superior e inferior se encargan de la irri­ inferior del tronco tirocervical de la arteria subclavia inferior
gación sanguínea principal de la laringe (fig. 8.222): en el cuello y, junto con el nervio laríngeo recurrente, as­
ciende en el surco entre el esófago y la tráquea; entra en la
■ La a r t e r i a l a r í n g e a s u p e r io r se origina cerca del borde laringe pasando por debajo del borde del músculo constrictor
superior del cartílago tiroides, en la rama tiroidea superior inferior de la faringe.
de la arteria carótida externa, y acompaña a la rama interna

Arteria carótida interna

Arteria laríngea superior

Arteria carótida externa

Membrana tirohioidea

Arteria tiroidea superior


Arteria carótida común
Cartílago tiroides
Músculo constrictor inferior
de la faringe
Cartílago cricoides
Arteria laríngea inferior
Arteria tiroidea inferior
Tráquea

Tronco tirocervical

Esófago Arteria subclavia

Tuberosidad escalena sobre la costilla I

Costilla I

Fig. 8.222 Irrigación arterial de la laringe, visión lateral izquierda.


Anatomía regional * Laringe 8

Venas Sistema linfático


Las venas que drenan la laringe acompañan a las arterias: Los vasos linfáticos drenan regiones que se encuentran por
encima y por debajo de los pliegues vocales:
■ Las v e n a s la r ín g e a s s u p e r io r e s drenan en las venas tiroi­
deas superiores, que drenan a su vez en las venas yugulares ■ Los que están por encima de los pliegues vocales siguen la
internas (fig. 8.223). arteria laríngea superior y terminan en los nódulos cervi­
■ Las v e n a s la r ín g e a s in fe r io r e s drenan en las venas tiroi­ cales profundos asociados con la bifurcación de la arteria
deas inferiores, que drenan a su vez en la vena braquiocefá- carótida común.
lica izquierda. ■ Los que están por debaj o de los pliegues vocales drenan en los
nódulos profundos asociados con la arteria tiroidea inferior
o con nódulos asociados con la parte frontal del ligamento
cricotiroideo o la parte superior de la tráquea.

Vena yugular interna derecha

Vena tiroidea superior

Membrana tirohioidea

Vena laríngea superior

Ligamento cricotiroideo

Glándula tiroides

Vena tiroidea media

Vena laríngea inferior


Vena tiroidea inferior

Vena subclavia derecha


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Manubrio del esternón

Fig . 8.223 Drenaje venoso de la laringe, visión anterior.

1067
Cabeza y cuello

Nervios dividen en r a m o s in t e r n o y e x t e r n o por encima del nivel del


asta superior del hueso hioides:
Dos ramos del nervio vago [X], los nervios laríngeos su­
periores y los nervios laríngeos recurrentes (fig. 8.224), se en­
■ El ramo externo (nervio laríngeo externo) desciende a lo
cargan de la inervación sensitiva y motora de la laringe.
largo de la pared lateral de la faringe para inervar y penetrar
en el constrictor inferior de la faringe y termina inervando
Nervios laríngeos superiores el músculo cricotiroideo.
Los n e r v io s la r ín g e o s s u p e r io r e s se originan en los ganglios ■ El ramo interno (nervio laríngeo interno) se dirige anteroin-
vagales inferiores en la parte alta del cuello (fig. 8.224). A cada feriormente para penetrar en la membrana tirohioidea; es
lado, descienden medialmente a la arteria carótida interna y se principalmente sensitivo e inerva la cavidad laríngea por
debajo del nivel de los pliegues vocales.

Ganglio vago inferior


Nervio laríngeo superior

Nervio laríngeo interno


Nervio vago
Membrana tiroidea Nervio laríngeo externo

Nervio vago izquierdo

Posición de los pliegues vocales

Músculo cricotiroideo

Nervio laríngeo recurrente derecho Nervio laríngeo recurrente izquierdo

Tráquea

Arteria subclavia derecha


Arteria subclavia izquierda

Manubrio
Ligamento arterioso

Arco aórtico

pulmonar izquierda

Arteria pulmonar derecha


Tronco pulmonar

Esófago

Fig. 8.224 Inervación de la laringe.


Anatomía regional • Cavidades nasales 8

Nervios laríngeos recurrentes CA V ID A D ES N A SA LES


Los nervios laríngeos recurrentes son (fig. 8.224):
Las dos cavidades nasales son las partes más superiores del
tracto respiratorio y contienen los receptores olfativos. Son
■ Sensitivo de la cavidad laríngea, por debajo del nivel de los espacios alargados con forma de cuña con una base inferior
pliegues vocales. grande y un vértice superior estrecho (figs. 8.225y 8.226). Una
■ Motores de todos los músculos intrínsecos de la laringe, estructura esquelética que consiste principalmente en hueso y
excepto para el cricotiroideo. cartílago sujeta las aberturas.
Las regiones anteriores más pequeñas de las cavidades están
El nervio laríngeo recurrente izquierdo se origina en el rodeadas por la nariz, mientras que las regiones posteriores más
tórax, mientras que el nervio laríngeo recurrente derecho se grandes están más centradas dentro del cráneo. Las aberturas
origina en la raíz del cuello. Generalmente, ambos nervios as­ anteriores de las cavidades nasales son las narinas, que se abren
cienden en el cuello en el surco entre el esófago y la tráquea, en la superficie inferior de la nariz. Las aberturas posteriores son
y entran en la laringe debajo del borde del constrictor infe­ las coanas, que se abren en la nasofaringe.
rior. Pueden dirigirse medial, lateral o a través del ligamento Las cavidades nasales están separadas:
lateral de la glándula tiroides, que une la glándula tiroides
a la tráquea y a la parte inferior del cartílago cricoides a ca­ ■ Una de la otra por un tabique nasal en la línea media.
da lado. ■ De la cavidad oral por abajo por el paladar duro.

Coanas

Órbita derecha

Nasofaringe

Tabique nasal

Nariz externa Paladar blando

Orofaringe

Narinas
Cavidad oral
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Fig. 8.225 Cavidades nasales (visión anterolateral). Relación con otras cavidades. 1069
Cabeza y cuello

Techo

Pared medial (tabique nasal)

Pared lateral
Cornete superior

Tabique nasal

Paladar duro

Suelo

Cornete medio

inferior

Meato superior
Receso esfenoetmoidal
C

Cornete superior Meato superior


Meato medio

Cornete medio Meato medio

Meato inferior
Cornete inferior Meato inferior

Paladar duro

Corriente de aire

Fig. 8.226 Cavidades nasales. A. Base, techo y paredes laterales. B. Cornetes en las paredes laterales. C. Corte coronal. D. Conductos aéreos
en la cavidad nasal derecha.

■ De la cavidad craneal por arriba por partes de los huesos Pared lateral
frontal, etmoides y esfenoides. La pared lateral se caracteriza por tres salientes curvados
de hueso (cornetes), que están uno encima de otro y que se
Lateralmente a las cavidades nasales están las órbitas. proyectan medial e inferiormente a través de la cavidad nasal
Cada cavidad nasal tiene un suelo, un techo, una pared (fig. 8 .2 2 6B). Los bordes medial, anterior y posterior de los
1070
medial y una pared lateral (fig. 8.226A). cornetes son libres.
Anatomía regional • Cavidades nasales 8

Los cornetes dividen cada cavidad nasal en cuatro canales Regiones


aéreos (figs. 8.2 2 6C,D):
Cada cavidad nasal consta de tres grandes regiones: el vestíbulo
nasal, la región respiratoria y la región olfativa (fig. 8.228):
■ Un meato nasal inferior entre el cornete inferior y el
suelo de las fosas nasales.
■ El vestíbulo nasal es un pequeño espacio dilatado interno a
■ Un m eato n asal medio entre el co rn ete medio y el
las narinas que está recubierto por dentro por piel y contiene
inferior.
folículos pilosos.
■ Un m eato nasal superior entre el co rn ete medio y el
■ La región respiratoria es la parte más grande de la cavidad
superior.
nasal, tiene un aporte neurovascular rico, y está revestida
■ Un receso esfenoetmoidal entre el cornete superior y el
por epitelio respiratorio compuesto principalmente de célu­
techo de las fosas nasales.
las mucosas y ciliadas.
■ La región olfativa es pequeña, se encuentra en el extremo
Estos cornetes aumentan la superficie de contacto entre los
de cada cavidad nasal, está revestida por epitelio olfativo y
tejidos de la pared lateral y el aire respirado.
contiene receptores olfativos.
Las aberturas de los senos paranasales, que son extensiones
de la cavidad nasal que erosionan los huesos circundantes
Además de tener receptores del sentido del olfato (olfación),
durante la infancia y el principio de la edad adulta, están en
las cavidades nasales ajustan la temperatura y la humedad del
la pared lateral y el techo de las cavidades nasales (fig. 8.22 7).
aire respirado gracias a su abundante irrigación, y atrapan y
Además, la pared lateral también tiene la abertura del conducto
eliminan partículas de las vías aéreas filtrando el aire por medio
nasolagrimal, que drena las lágrimas desde el ojo a la cavidad
de los pelos presentes en el vestíbulo y capturando cuerpos
nasal.

Senos frontales Regiones olfatorias


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Fig. 8.228 Regiones de las cavidades nasales. 1071


Cabeza y cuello

extraños con una capa de moco abundante. El moco normal­ medio sagital desde la lámina cribosa para formar parte del
mente es desplazado en dirección posterior por medio de los tabique nasal.
cilios de las células epiteliales de las cavidades nasales y termina Cada laberinto etmoidal está formado por dos hojas delicadas
por ser tragado. de hueso, y entre ellas están celdillas etmoidales.

■ La hoja lateral de hueso (la lám ina p apirácea del et­


Inervación e irrigación sanguínea moides) es plana y forma parte de la pared medial de la
órbita.
Tres nervios craneales inervan las cavidades nasales:
■ La hoja medial de hueso forma la parte superior de la
pared lateral de la cavidad nasal y se caracteriza por dos
■ El nervio olfativo [I] se encarga de la olfación.
apófisis y un abultamiento (fig. 8 .2 2 9B). Las dos apófisis
■ El nervio trigémino [V] se encarga de la sensación general,
son dos promontorios óseos curvados (los cornetes supe­
el nervio oftálmico [Vi] de la región anterior y el nervio
rior y medio), que se proyectan a lo largo de la cavidad
maxilar [V2] de la región posterior.
nasal y se curvan hacia abajo para terminar en bordes
■ Todas las glándulas están inervadas por fibras parasimpá­
mediales libres. Por debajo del origen del cornete medio,
ticas del nervio facial [VII] (nervio petroso mayor), que se
las celdillas etmoidales medias forman una gran promi­
une a ramos del nervio maxilar [V2] en la fosa pterigopa­
nencia (la ampolla etmoidal), sobre la pared medial del
latina.
laberinto.
Las fibras simpáticas proceden en último lugar de T I de
Extendiéndose anterosuperiormente desde debajo de la am­
la médula espinal. Hacen sinapsis sobre todo en los ganglios
polla hay un surco (el infundíbulo etmoidal), que continúa
simpáticos cervicales superiores, y las fibras posganglionares
hacia arriba, y se acerca para formar un conducto que pene­
alcanzan las cavidades nasales acompañando a los vasos san­
tra en el laberinto etmoidal y se abre en el seno frontal. Este
guíneos, o uniéndose a los ramos del nervio maxilar [V2] en la
conducto es para el conducto frontonasal, en el que drena el
fosa pterigopalatina.
seno frontal.
La irrigación sanguínea de las cavidades nasales corre a
La superficie superior del laberinto etmoidal se articula con
cargo de:
el hueso frontal, que generalmente completa el techo de las
celdillas etmoidales, mientras que la superficie anterior se arti­
■ Ramas terminales de las arterias maxilar y facial, que se
cula con la apófisis frontal del maxilar y con el hueso lagrimal.
originan desde la arteria carótida externa.
La superficie inferior se articula con el borde medial superior
■ Ramas etmoidales de la arteria oftálmica, que se origina en
del maxilar.
la arteria carótida interna.
Una proyección delicada con forma irregular (la apófisis
unciforme) sobre la cara anterior de la superficie inferior del
laberinto etmoidal se extiende posteroinferiormente a través
Estructura esquelética
de un gran defecto (el hiato maxilar) en la pared medial del
Los huesos que contribuyen a formar el esqueleto de las cavi­ maxilar para articularse con el cornete inferior.
dades nasales incluyen: La lámina cribosa es la cúspide de las cavidades na­
sales, llena la esco tad u ra etm oidal en el hueso frontal
■ Los huesos impares etmoides, esfenoides, frontal y vómer. (fig. 8.229) y separa las cavidades nasales, inferiores, de la
■ Los huesos pares nasales, maxilares, palatinos y lagrimales cavidad craneal, superior. Pequeñas perforaciones en el hueso
y los cornetes inferiores. permiten que las fibras del nervio olfativo [I] pasen entre las
dos regiones.
De todos estos huesos que se asocian con las cavidades na­ Una gran apófisis triangular (la crista galli), en la línea
sales, el etmoides es uno de los más importantes. media sobre la superficie superior de la lámina cribosa, sujeta
un pliegue (la hoz del cerebro) de la duramadre en la cavidad
Hueso etmoides craneal.
El etmoides es uno de los huesos más complejos del cráneo. La lámina perpendicular del hueso etmoides tiene forma
Contribuye a formar el techo, la pared lateral y la pared medial cuadrangular, desciende en la línea media desde la lámina
de ambas cavidades nasales, y contiene las celdillas etmoidales cribosa y forma la parte superior del tabique nasal medio
(senos etmoidales). (fig. 8.229). Se articula:
El hueso etmoides en conjunto tiene forma de cubo
(fig. 8.229A) y está formado por dos laberintos etmoidales ■ Posteriormente, con la cresta esfenoidal del cuerpo del hueso
con forma de caja rectangular, uno a cada lado, unidos supe­ esfenoides.
riormente a lo largo de la línea media por una hoja perforada ■ Anteriormente, con la espina nasal del hueso frontal y con la
de hueso (la lámina cribosa). Una segunda hoja de hueso (la zona de articulación en la línea media entre los dos huesos
1072 lámina perpendicular) desciende verticalmente en el plano nasales.
Anatomía regional • Cavidades nasales 8

Posterior

Anterior

Laberinto etmoidal
derecho
Orificio para el conducto
Lámina cribosa
frontonasal que se abre
en el seno frontal

Laberinto etm oidal izquierdo

Cornete medio

Lámina orbitaria

Apófisis unciform e

Cornete medio

Lámina orbitaria
del hueso frontal

Cornete superior

Lámina orbitaria del Celdillas etmoidales


laberinto etmoidal
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Bulla etmoidal
Lámina perpendicular Cornete medio

Cavidades nasales

Apófisis unciforme

Cornete inferior

Apófisis palatina del hueso maxilar Vómer

Fig. 8.229 Hueso etmoides. A. Forma de conjunto. B. Corte coronal del cráneo.
1073
Cabeza y cuello

■ Por debajo, anteriormente con el cartílago del tabique y pos­ Senos paranasales
teriormente con el vómer.
Hay cuatro senos aéreos paranasales: las celdillas etmoidales y
los senos esfenoidal, maxilar y frontal (figs. 8.231A,B). Cada
uno se denomina en función del hueso en que se encuentra.
Nariz
La nariz se extiende desde las cavidades nasales hacia la
parte frontal de la cara y posiciona las narinas hacia abajo
Hueso nasal
(fig. 8.230). Tiene forma piramidal con su vértice anterior. El
ángulo superior de la nariz entre las aberturas de las órbitas Hueso lagrimal
continúa con la frente. Surco nasolagrimal
Como las regiones posteriores, las partes anteriores de las
cavidades nasales presentes dentro de la nariz se mantienen Apófisis frontal del maxilar
abiertas por una estructura esquelética, que está formada en Apófisis lateral del
parte por hueso y sobre todo por cartílago: cartílago del tabique nasal
Borde superior del
cartílago del tabique
■ La nariz continúa con el cráneo por las partes óseas; los nasal
huesos nasales y partes de los huesos maxilar y frontal pro­ Cartílago ---------
alar mayor
porcionan apoyo.
■ Anteriormente, a cada lado, el apoyo lo proporcionan la Cartílago del tabique nasal
apófisis lateral del cartílago del tabique, el cartílago alar Cartílagos alares m enores----------
Narina
principal y tres de los cuatro cartílagos alares menores,
y un cartílago impar del tabique en la línea media que forma
Fig. 8.230 Nariz.
la parte anterior del tabique nasal.

Apófisis cigom ática del hueso frontal


Senos fro n ta le s--------- , Fisura orbitaria superior

etmoidales

Senos
frontales

Celdillas
etmoidales

orbitaria del
hueso etmoides

Senos
maxilares
Senos
Raíces de los molares maxilares
posteriores superiores
Tabique nasal

Agujero redondo

1074 Fig. 8.231 Senos paranasales. A. Visión anterior. B. Radiografía posteroanterior del cráneo.
Anatomía regional • Cavidades nasales 8

D Fosa hipofisaria —

frontal

C o rne te supe rior

H ipófisis

Seno esfenoidal

C o rne te inferior
C o rne te m edio

Fig. 8.231 (cont.) C. Visión paramedial de la cavidad nasal derecha. D. Radiografía lateral del cráneo.

Los senos paranasales se desarrollan como excrecencias Celdillas etmoidales


desde las cavidades nasales erosionando el interior de los huesos
Las celdillas etmoidales de cada lado ocupan el laberinto
circundantes. Todos están:
etmoidal (figs. 8.231A,B). Cada grupo de celdillas está separado
de la órbita por la fina lámina papirácea del laberinto etmoidal, y
■ Revestidos por mucosa respiratoria, que es ciliada y secreta
desde la cavidad nasal por la pared medial del laberinto etmoidal.
moco.
Las celdillas etmoidales están formadas por un número varia­
■ Abiertos en las cavidades nasales.
ble de cámaras aéreas individuales. Estas cámaras se dividen
■ Inervados por ramos del nervio trigémino [V].
en anteriores, medias y posteriores según la localización de sus
aberturas en la pared lateral de la cavidad nasal:
Senos frontales
Los senos frontales, uno a cada lado, tienen un tamaño ■ Las celdillas etmoidales anteriores se abren en el infundíbulo
variable y son los senos más superiores (figs. 8.231A-C). etmoidal o en el conducto frontonasal.
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Tienen forma triangular y están situados en la parte inferior ■ Las celdillas etmoidales medias se abren sobre la bulla etmoi­
del hueso frontal. La base de cada seno triangular se orienta dal, o en la pared lateral, por encima de esta estructura.
verticalmente en el hueso en la línea media por encima del ■ Las celdillas etmoidales posteriores se abren en la pared
puente de la nariz y, lateralmente, el extremo es aproxima­ lateral del meato nasal superior.
damente un tercio del recorrido a lo largo del borde superior
de la órbita. Puesto que las celdillas etmoidales suelen erosionar dentro
Cada seno frontal drena por encima de la pared lateral del de los huesos más allá de los límites del laberinto etmoidal,
meato medio a través del conducto frontonasal, que entra sus paredes pueden estar completadas por los huesos frontal,
en el laberinto etmoidal y continúa en el infundíbulo etmoidal en maxilar, lagrimal, esfenoides y palatino.
el extremo frontal del hiato semilunar. Las celdillas etmoidales están inervadas por:
Los senos frontales están inervados por ramos del nervio
supraorbitario procedente del nervio oftálmico [Vj]. Están irri­ ■ Los ram os etmoidales anterior y posterior del nervio ^0 7 $
gados por ramas de las arterias etmoidales anteriores. nasociliar procedente del nervio oftálmico [Vi].
Cabeza y cuello

■ El nervio maxilar [V2] a través de los ramos orbitarios desde La inervación de los senos del esfenoides la realizan:
el ganglio pterigopalatino.
■ El ramo etmoidal posterior del nervio oftálmico [V1].
Las celdillas etmoidales reciben el aporte de sangre a través ■ El nervio maxilar [V2] a través de los ramos orbitarios del
de ramas de las arterias etmoidales anterior y posterior. ganglio pterigopalatino.

Senos maxilares Los senos esfenoidales están irrigados por ramas de las arte­
Los senos maxilares, uno a cada lado, son los senos parana- rias faríngeas procedentes de las arterias maxilares.
sales más grandes y llenan completamente los cuerpos del
maxilar (figs. 8 .2 3 1A,B). Tienen forma piramidal, con el
vértice dirigido lateralmente y la base en la pared lateral de Paredes, suelo y techo
la cavidad nasal adyacente. La pared medial o base del seno Pared medial
maxilar está formada por el maxilar y por partes del corne­ La pared medial de cada cavidad nasal es la superficie cubierta
te inferior y el hueso palatino que descansa sobre el hiato de mucosa del tabique nasal fino, que se orienta verticalmente
maxilar. en el plano medio sagital y separa una de otra las cavidades
La abertura del seno maxilar está cerca del extremo superior nasales izquierda y derecha.
de la base, en el centro del hiato semilunar, que socava la pared El tabique nasal (fig. 8.232) consta de:
lateral del meato nasal medio.
Las relaciones del seno maxilar son las siguientes: ■ El cartílago nasal del tabique anteriormente.
■ Posteriormente, sobre todo por el vómer y la lámina perpen­
■ La superficie superolateral (techo) se relaciona por encima dicular del etmoides.
con la órbita. ■ Pequeñas contribuciones de los huesos nasales donde se
■ La superficie anterolateral se relaciona por debajo con las unen en la línea media, y la espina nasal del frontal.
raíces de los molares y premolares superiores y la parte ■ Contribuciones de las crestas de los huesos maxilares y pa­
frontal de la cara. latino, la parte rostral del esfenoides y la cresta incisiva del
■ La pared posterior se relaciona detrás con la fosa infratem- maxilar.
poral.

Los senos maxilares están inervados por los ramos in-


fraorbitarios y alveolares del nervio maxilar [V2]. y reciben
el aporte sanguíneo a través de ramas que proceden de las
ramas infraorbitarias y alveolares superiores de las arterias
maxilares.

Senos esfenoidales Espina nasal del hueso frontal

Los senos esfenoidales, uno a cada lado, dentro del cuerpo del Lámina perpendicular
esfenoides, se abren en el techo de la cavidad nasal a través de del hueso etmoides

aberturas sobre la pared posterior del receso esfenoetmoidal


Seno esfenoidal
(figs. 8 .2 3 1C,D). Las aberturas están altas sobre las paredes Hueso nasal
anteriores de los senos esfenoidales. ~ \ 1 m Fosa hipofisaria
C artílagox r
Los senos esfenoidales se relacionan:
del tabique

■ Por encima, con la cavidad craneal, en especial con la hipó­


fisis y el quiasma óptico.
■ Lateralmente, con la cavidad craneal, especialmente con los
senos cavernosos.
■ Por debajo y por el frente, con las cavidades nasales.

Puesto que los senos esfenoidales sólo están separados


de las cavidades nasales por unas láminas óseas delgadas
por debajo y por la fosa hipofisaria por encima, puede ac-
Cresta nasal
cederse quirúrgicamente a la hipófisis a través del techo de de los huesos
las cavidades nasales pasando primero a través de la cara maxilar y palatino
anteroinferior del hueso esfenoides en el seno esfenoidal, y Cresta incisiva
a través del extremo superior del hueso esfenoides en la fosa
hipofisaria. Fig. 8.232 Pared medial de la cavidad nasal: el tabique nasal.
Anatomía regional • Cavidades nasales 8

Anterior a la lámina cribosa, el techo se inclina inferiormen­


Conceptos prácticos
te hacia las narinas y está formado por:
Desviación del tabique nasal
El tabique nasal está situado normalmente en la línea ■ La espina nasal del frontal y los huesos nasales.
media; sin embargo, no es infrecuente encontrar ■ La apófisis lateral del cartílago del tabique y los cartílagos
desviaciones, muchas de ellas secundarias a alares mayores de la nariz.
un traumatismo. La desviación extrema puede provocar
obstrucción nasal. El tratamiento de las desviaciones del Posteriormente, el techo de cada cavidad se inclina inferior-
tabique es quirúrgico. mente hacia las coanas y está formado por:

■ La superficie anterior del esfenoides.


Suelo ■ El ala del vómer y la adyacente apófisis esfenoidal del pala­
tino.
El suelo de cada cavidad nasal (fig. 8.233) es liso, cóncavo y ■ La apófisis vaginal de la lámina medial de la apófisis pteri-
mucho más amplio que el techo. Consta de: goidea.

■ Tejidos blandos de la nariz. Subyacente a la mucosa, el techo está perforado superior­


■ La parte superior de la apófisis palatina del maxilar, y la lámi­ mente por aberturas en la lámina cribosa, y anterior a estas
na horizontal del palatino, que juntos forman el paladar duro. aberturas por un agujero separado para el nervio etmoidal
anterior y los vasos.
Las narinas se abren anteriormente dentro del suelo, y la La abertura entre el seno esfenoidal y el receso esfeno-
abertura superior del conducto incisivo está profunda en la mu­ etmoidal se encuentra sobre la inclinación posterior del techo.
cosa inmediatamente lateral al tabique nasal cerca de la parte
frontal del paladar duro. Pared lateral
Techo La pared lateral de cada cavidad nasal es compleja y está for­
mada por hueso, cartílago y tejidos blandos.
El techo de la cavidad nasal es estrecho y es más alto en las
regiones centrales donde está formado por la lámina cribosa
del etmoides (fig. 8.234).

Cartílago del
tabique nasal
Narina
Seno Espina nasal del hueso frontal
Espina nasal anterior
maxilar Lámina cribosa
C onducto incisivo
del seno esfenoidal
Huesos
palatina Ala del vóm er
del maxilar

Crestas
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nasales

Lámina horizontal
del palatino

Paladar blando
Pico esfenoidal
Vómer (se articula con el
vóm er en la línea media)

Fig. 8.233 Suelo de la cavidad nasal (visión superior). Fig. 8.234 Techo de la cavidad nasal. 1077
Cabeza y cuello

El soporte óseo de la pared lateral (fig. 8.235A) lo propor­ medias subyacentes, que abomban la pared medial del laberinto
cionan: etmoideo.
Debajo de la bulla etmoidal hay un canal curvado (el hiato
■ El laberinto etmoidal, los cornetes superior y medio y la semilunar), que está formado por la mucosa que reviste la pared
apófisis unciforme. lateral cuando se extiende sobre un defecto de la pared ósea,
■ La lámina perpendicular del palatino. entre la bulla etmoidal por encima y la apófisis unciforme por
■ La lámina pterigoidea medial del hueso esfenoides. debajo.
■ Las superficies mediales de los huesos lagrimales y maxilar. El extremo anterior del hiato semilunar forma un canal (el
■ El cornete inferior. infundíbulo etmoidal), que se curva hacia arriba y continúa
como conducto frontonasal a través de la parte anterior del
En la nariz, la pared lateral de la cavidad está soportada por laberinto etmoidal para abrirse en el seno frontal.
cartílago (apófisis lateral del cartílago del tabique y cartílagos El conducto nasolagrimal y la mayor parte de los senos pa-
alares mayores y menores) y por tejidos blandos. La superficie de ranasales se abren por encima de la pared lateral de la cavidad
la pared lateral tiene un contorno irregular y está interrumpida nasal (fig. 8 .2 3 5C):
por los tres cornetes nasales.
Los cornetes inferior, medio y superior (fig. 8 .2 3 5B) se ex­ ■ El conducto nasolagrimal se abre en la pared lateral del
tienden medialmente a través de la cavidad nasal, separándola meato nasal inferior, debajo del borde anterior del cornete
en cuatro canales aéreos, los meatos inferior, medio y superior, inferior. Drena lágrimas desde el saco conjuntival del ojo a
y el receso esfenoetmoidal. Los cornetes no se extienden hacia la cavidad nasal y se origina en el extremo inferior del saco
delante en la nariz. El extremo anterior de cada cornete se curva lagrimal en la pared anteromedial de la órbita.
inferiormente para formar un borde sobre el extremo del meato ■ El seno frontal drena a través del conducto frontonasal y
relacionado. el infundíbulo etmoidal en el extremo anterior del hiato
Inmediatamente por debajo de la unión del cornete medio y semilunar sobre la pared lateral del meato nasal medio.
anterior al punto medio del cornete, la pared lateral del meato Las celdillas etmoidales anteriores drenan en el conducto
medio se eleva para formar la bulla etmoidal con forma de frontonasal o el infundíbulo etmoidal (en algunos casos,
bóveda (fig. 8 .2 3 5C). Está formada por las celdillas etmoidales el seno frontal drena directamente en el extremo anterior

Apófisis frontal del maxilar

Hueso lagrimal
superior
medio

unciforme del etmoides


Hueso

Apófisis lateral
del cartílago del tabique

Cartílago alar mayor

-------- Lámina medial de la apófisis


pterigoides del hueso esfenoides
Cartílago alar Lámina perpendicular
del hueso palatino
Cornete inferior

1078 Fig. 8.235 Pared lateral de la cavidad nasal. A. Huesos.


Anatomía regional • Cavidades nasales 8

Cornete superior

Cornete medio

Abertura de la
trompa auditiva

Nasofaringe

Paladar blando

inferior

Abertura de las celdillas etmoidales


medias en la bulla etmoidal

Abertura de las celdillas etmoidales


posteriores en la pared lateral del meato superior

Infundíbulo abierto del conducto Abertura del seno esfenoidal


frontonasal que drena el seno frontal en el receso esfenoetmoidal
y las celdillas etmoidales anteriores

Hiato semilunar
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Abertura del
nasolagrimal
Abertura del seno maxilar
en el suelo del hiato semilunar

Fig. 8.235 (cont.) B. Cubierto por mucosa. C. El cornete se interrumpe al unirse a la pared lateral.

1079
Cabeza y cuello

del meato nasal medio y el conducto frontonasal termina a desemboca en la región posterior inclinada del techo de la
ciegas en las celdillas etmoidales anteriores). cavidad nasal.
■ Las celdillas etmoidales medias desembocan en la bulla
etmoidal o inmediatamente por encima de ella.
■ Generalmente, las celdillas etmoidales posteriores desembocan Narinas
en la pared lateral del meato nasal superior. Las narinas son las aberturas anteriores de las cavidades nasa­
■ El gran seno maxilar desemboca en el hiato semilunar, ge­ les, se encuentran en la parte inferior de la nariz y son ovaladas
neralmente por debajo del centro de la bulla etmoidal. Esta (fig. 8.236A). Se mantienen abiertas por los cartílagos alares
abertura está cerca del techo del seno maxilar. y el cartílago del tabique circundantes, y por la espina nasal
inferior y los bordes adyacentes del maxilar.
El único seno paranasal que no drena en la pared lateral Aunque las narinas están siempre abiertas, pueden ensan­
de la cavidad nasal es el seno esfenoidal, que generalmente charse más por la acción de los músculos mímicos (músculo

Cartílago alar mayor

Órbita

Inserción en la apófisis
frontal del maxilar

Elevador común
Músculo nasal del ala de la nariz
y el labio superior
Tejido conjuntivo
Narina
Depresor del tabique

Inserción en el maxilar

Fig. 8.236 Narinas. A. Visión inferior. B. Músculos asociados.


Anatomía regional • Cavidades nasales

nasal, depresor del tabique nasal y el elevador común del labio ■ Lateralmente, por el borde posterior de la lámina medial de
superior y el ala de la nariz; fig. 8.236B). la apófisis pterigoides.
■ Medialmente, por el borde posterior del vómer.

Coanas El techo de las coanas está formado:


Las coanas son aberturas ovaladas entre las cavidades nasales
y la nasofaringe (fig. 8.237). A diferencia de las narinas, que ■ Anteriormente, por el ala del vómer y la apófisis vaginal de
tienen los bordes flexibles de cartílago y tejidos blandos, las la lámina medial de la apófisis pterigoides.
coanas son aberturas rígidas rodeadas de hueso por completo, ■ Posteriormente, por el cuerpo del esfenoides.
y sus bordes están formados por:

■ Inferiormente, por el borde posterior de la lámina horizontal


del palatino.

Apófisis vaginal Pico del esfenoides

Conducto palatovaginal Ala del vómer

Coanas Apófisis esfenoidal Vómer


del hueso palatino

Hueso esfenoides
Hueso

Vómer
Apófisis piramidal
Lámina medial de la del hueso palatino
apófisis pterigoides
del esfenoides

Fig. 8.237 Coanas (visión posterior). A. Visión general. B. Visión en aumento.

i
Cabeza y cuello

Vías de entrada escotadura esfenopalatina del palatino y el cuerpo del es­


fenoides.
Hay un número de rutas por las cuales los nervios y los vasos
El agujero esfenopalatino es una vía de comunicación entre
entran y abandonan los tejidos blandos que recubren las cavi­
la cavidad nasal y la fosa pterigopalatina. Las estructuras prin­
dades nasales (fig. 8.238), y éstas incluyen la lámina cribosa,
cipales que pasan a través del foramen son:
el foramen esfenopalatino, el conducto incisivo, los agujeros
pequeños de la pared lateral y alrededor del margen de las
■ La rama esfenopalatina de la arteria maxilar.
narinas.
■ El ramo nasopalatino del nervio maxilar [V2].
Lámina cribosa ■ Los ramos nasales superiores del nervio maxilar [V2].

Las fibras del nervio olfatorio [I] salen de la cavidad nasal y


entran en la cavidad craneal a través de perforaciones en la
Conducto incisivo
lámina cribosa. Además, los agujeros pequeños entre la lámina
cribosa y el hueso circundante permiten que el nervio etmoidal Otra vía por la cual las estructuras entran y salen de las cavi­
anterior, un ramo del nervio oftálmico [Vi], y los vasos que lo dades nasales es a través del conducto incisivo en el suelo de
acompañan, pasen desde la órbita a la cavidad craneal y bajen las cavidades nasales. Este conducto es inmediatamente lateral
hasta la cavidad nasal. al tabique nasal y posterosuperior a la raíz de los incisivos cen­
Además, hay una conexión en algunos individuos entre las trales en el maxilar. Los dos conductos incisivos, uno a cada
venas nasales y el seno sagital superior de la cavidad craneal a lado, se abren en la fosa incisiva en el techo de la cavidad oral
través de un agujero prominente (el agujero ciego) en la línea y a través de él pasan:
media entre la crista galli y el hueso frontal.
■ El nervio nasopalatino desde la cavidad nasal a la cavidad
Agujero esfenopalatino oral.
■ El extremo terminal de la arteria palatina mayor desde la
Una de las vías más importantes por la que los nervios y
cavidad oral a la cavidad nasal.
vasos entran y abandonan la cavidad nasal es el agujero
esfenopalatino en la pared posterolateral del meato nasal
superior. Este agujero es superior a la unión del extremo
posterior del cornete nasal medio y está formado por la Agujeros pequeños de la pared lateral
Otras vías por las que los vasos y los nervios entran y salen de
la cavidad nasal incluyen las narinas y los agujeros pequeños
de la pared lateral:

■ Los ramos nasales internos del nervio infraorbitario del


nervio maxilar [V2] y las ramas alares de la arteria nasal
ciego ramas de la arteria facial dan la vuelta alrededor del borde
Lám ina cribosa de las narinas para entrar en la pared lateral de la cavidad
nasal desde la cara.
Agujero esfenopalatino
Los ramos nasales inferiores del ramo palatino mayor del
nervio maxilar [V2] entran en la pared lateral de la cavidad
nasal desde el conducto palatino pasando a través de los
agujeros pequeños de la pared lateral.

Vasos
Las cavidades nasales tienen un aporte vascular abundante
para modificar la humedad y la temperatura del aire respirado.
De hecho, la submucosa de la región respiratoria, en especial
la que se relaciona con el cornete y el tabique, suele describirse
como de tipo «eréctil» o «cavernoso», ya que el tejido aumenta
o disminuye dependiendo de la cantidad de flujo sanguíneo en
el sistema.
Agujero pequeño
en la pared lateral
Arterias
Conducto incisivo Las arterias que irrigan las cavidades nasales incluyen vasos
que se originan en las arterias carótidas interna y externa
1082 Fig. 8.238 Vías de entrada a las cavidades nasales.
(fig. 8.239):
Anatomía regional • Cavidades nasales 8

■ Los vasos que se originan en las ramas de la arteria carótida medial. Una de estas últimas ramas continúa hacia delante
externa incluyen las arterias esfenopalatina, palatina mayor, bajando por el tabique nasal para anastomosarse con el ex­
labial superior y nasal lateral. tremo terminal de la arteria palatina mayor y ramas septales
■ Los vasos que se originan en las ramas de la arteria carótida de la arteria labial superior.
interna son las arterias etmoidales anterior y posterior.
Arteria palatina mayor
Arteria esfenopalatina El extremo terminal de la arteria palatina mayor entra en la
El vaso más grande que irriga la cavidad nasal es la arteria cara anterior del suelo de la cavidad nasal pasando a través del
esfenopalatina (fig. 8.239), que es la rama terminal de la conducto incisivo desde el techo de la cavidad oral (fig. 8.239).
arteria maxilar en la fosa pterigopalatina. Abandona la fosa pte­ Como la arteria esfenopalatina, la arteria palatina mayor se
rigopalatina y entra en la cavidad nasal pasando medialmente origina en la fosa pterigopalatina como una rama de la arteria
a través del agujero esfenopalatino y sobre la pared lateral de maxilar. Pasa primero por encima del techo de la cavidad oral
la cavidad nasal. pasando hacia abajo a través del conducto palatino y el agujero
Las ram as nasales laterales posteriores irrigan una palatino mayor a la cara posterior del paladar, entonces pasa
gran parte de la pared lateral y se anastomosan anteriormente hacia delante sobre la superficie inferior del paladar, sube a
con ramas procedentes de las arterias etmoidales anterior y través del conducto y la fosa incisiva para alcanzar el suelo de
posterior, y con las ramas nasales laterales de la arteria facial. la cavidad nasal. La arteria palatina mayor irriga las regiones
Las ram as septales posteriores de la arteria esfenopala­ anteriores de la pared medial y el suelo adyacente de la cavidad
tina pasan a través del techo de la cavidad y sobre el tabique nasal, y se anastomosa con las ramas septales de la arteria es­
nasal, donde contribuyen a la irrigación sanguínea de la pared fenopalatina.

B Rama septal de la
Arteria etmoidal anterior arteria etmoidal anterior

Rama septal de la -
Cornete medio arteria etmoidal posterior

Arteria etmoidal posterior


Comete superior Área de anastomosis
Arteria nasal externa Arteria esfenopalatina importante (propensa a
procedente de la «hemorragias nasales»)
etmoidal anterior
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Rama septal de la arteria


esfenopalatina

Rama septal posterior de


la arteria esfenopalatina
Rama alar de la Cornete inferior Parte terminal de la
arteria nasal lateral Arteria palatina mayor arteria palatina mayor Rama septal procedente de la
arteria nasal desde la arteria labial superior

Fig. 8.239 Irrigación arterial de las cavidades nasales. A. Pared lateral, cavidad nasal derecha. B. Tabique (pared medial, cavidad nasal derecha). 1083
Cabeza y cuello

A rte ria s labial su p erio r y n asal la te ra l


La arteria labial superior y la arteria nasal lateral se originan
en la arteria facial en la parte frontal de la cara.
Vena nasal en el agujero ciego
La arteria labial superior se origina de la arteria facial
cerca del extremo lateral de la fisura oral y pasa medialmen­ Drenaje de los senos
te en el labio, irrigando el labio y dando lugar a ramas que cavernosos en
irrigan la nariz y la cavidad nasal. Una rama alar irriga la la cavidad craneal
región alrededor de la cara lateral de las narinas y una rama
septal pasa a la cavidad nasal e irriga las regiones anteriores
del tabique nasal.
La a rte ria nasal lateral se origina en la arteria facial
asociada con el borde de la nariz y contribuye a la irriga­
ción sanguínea de la nariz. Las ramas alares pasan alrede­
dor del borde lateral de las narinas e irrigan el vestíbulo
nasal.

A rte ria s etm oid ales a n te r io r y p o sterio r


Las arterias etmoidales anterior y posterior (fig. 8.239) se origi­
nan en la órbita a partir de la arteria oftálmica, que se origina
en la cavidad craneal como una rama principal de la arteria
carótida interna. Pasan a través de los conductos en la pared
medial de la órbita entre el laberinto etmoideo y el hueso frontal,
irrigando los senos paranasales adyacentes, y entrando enton­
ces en la cavidad craneal inmediatamente lateral y superior a
Drenaje de la vena facial Drenaje del plexo pterigoideo
la lámina cribosa. en la fosa infratemporal
La arteria etmoidal posterior desciende por la cavidad
nasal a través de la lámina cribosa y emite ramas para las partes Fig. 8.240 Drenaje venoso de las cavidades nasales.
superiores de las paredes medial y lateral.
La arteria etmoidal anterior pasa hacia delante, acompa­
ñada por el nervio etmoidal anterior, en un surco de la lámina
cribosa y entra en la cavidad nasal descendiendo a través de
un agujero parecido a una ranura inmediatamente lateral a la
crista galli. Emite ramas que irrigan la pared medial (tabique)
y lateral de la cavidad nasal y entonces continúa hacia delante
en la superficie profunda del hueso nasal, y termina pasando
entre el hueso nasal y el cartílago nasal lateral para emerger
sobre la nariz como la rama nasal externa para irrigar la piel y
los tejidos adyacentes.
Los vasos que irrigan las cavidades nasales forman anas­
tomosis extensas con otros vasos. Esto es especialmente
evidente en la región anterior de la pared medial donde se
anastomosan con ramas de las arterias palatina mayor, es-
fenopalatina, labial superior y etmoidal anterior, y donde los
vasos están relativamente cerca de la superficie (fig. 8.239B). En algunos individuos, hay una vena nasal adicional que
Esta zona es el lugar principal de las hemorragias nasales o se dirige superiormente a través de una abertura en la línea
epistaxis. media (el agujero ciego), en el frontal anterior a la crista galli, y
se une con el extremo anterior del seno sagital superior. Puesto
Venas que esta vena nasal conecta un seno venoso intracraneal con
Las venas que drenan las cavidades nasales generalmente venas extracraneales, se clasifican como venas emisarias. En
siguen a las arterias (fig. 8.240): general, las venas emisarias son vías por las que las infecciones
pueden llegar desde las regiones periféricas hasta la cavidad
■ Las venas que van con ramas que en último lugar se originan craneal.
en la arteria maxilar drenan en el plexo pterigoideo venoso en Las venas que acompañan a las arterias etmoidales anterior
la fosa infratemporal. y posterior son tributarias de la vena oftálmica superior, que es
■ Las venas procedentes de regiones anteriores de las cavida­ una de las venas emisarias más grandes y drena en los senos
1084
des nasales se asocian con la vena facial. cavernosos a cada lado de la fosa hipofisaria.
Anatomía regional • Cavidades nasales 8

Inervación Ramos del nervio oftálmico [V J


Los nervios que inervan las cavidades nasales (fig. 8.241) son: Los ramos del nervio oftálmico [Vi] que inervan la cavidad
nasal son los nervios etmoidales anterior y posterior, que se
■ El nervio olfatorio [I] para la olfación. originan a partir del nervio nasociliar en la órbita.
■ Ramos de los nervios oftálmico [V J y maxilar [V2] para la
sensación general. Nervios etmoidales anterior y posterior
El nervio etmoidal anterior (fig. 8 .2 4 1 ) viaja con la arte­
La inervación secretomotora de las glándulas mucosas en las ria etmoidal anterior y abandona la órbita a través de un
cavidades nasales y los senos paranasales se realiza mediante conducto entre el laberinto etmoidal y el hueso frontal. Lo
fibras parasimpáticas del nervio facial [VII], que principalmente atraviesa e inerva las células etmoidales adyacentes y el seno
se une a los ramos del nervio maxilar [V2] en la fosa pterigo­ frontal, y después entra en la cavidad craneal inmediata­
palatina. mente lateral y superior a la lámina cribosa. A continuación
viaja hacia delante en un surco de la lámina cribosa, en­
Nervio olfatorio [I] tra en la cavidad nasal descendiendo a través de un aguje­
El nervio olfatorio [I] está formado por los axones procedentes ro parecido a una hendidura inmediatamente lateral a la
de los receptores del epitelio olfatorio en el extremo superior crista galli. Da ramos para la pared lateral y medial de la
de cada cavidad nasal. Los haces de estos axones se dirigen cavidad nasal y continúa hacia delante bajo la superficie
superiormente, atravesando las perforaciones de la lámina del hueso nasal. Pasa sobre la superficie externa de la na­
cribosa, para hacer sinapsis con las neuronas del bulbo olfatorio riz, entre el hueso nasal y el cartílago nasal lateral, y ter­
en el encéfalo. mina como nervio n asal extern o , que inerva la piel de

Ramo septal del nervio


Etmoideo anterior etmoideo anterior

Bulbo olfativo
Nervio olfatorio [I]
Nervio olfatorio [I] {ramos septales)

Agujero esfenopalatino
Ramo nasal
externo del
etmoideo anterior
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Nervios nasales
laterales posteriores
superiores
Nervios nasales laterales
posteriores inferiores

Ramos nasales internos Ramo nasal del nervio Nervio nasopalatino


del nervio infraorbitario alveolar superior anterior

Fig. 8.241 Inervación de las cavidades nasales. A. Pared lateral de la cavidad nasal derecha. B. Pared medial de la cavidad nasal derecha. 1085
Cabeza y cuello

alrededor de las narinas, del vestíbulo nasal y de la punta hacer sinapsis en el ganglio simpático cervical superior. Las
de la nariz. fibras simpáticas posganglionares pasan sobre la arteria ca­
Como el nervio etmoidal anterior, el nervio etmoidal pos­ rótida interna, entran en la cavidad craneal y dejan la arteria
terior deja la órbita a través de un conducto similar en la pared carótida interna para formar el nervio petroso profundo,
medial de la órbita. Termina inervando la mucosa de las celdillas que se une al nervio petroso mayor del nervio facial [VII]
etmoidales y el seno esfenoidal, y generalmente no se extiende y entra en la fosa pterigopalatina (v. figs. 8.152 y 8.153).
a la propia cavidad nasal. Como las fibras parasimpáticas, las fibras simpáticas siguen
los ramos del nervio maxilar [V2] en la cavidad nasal.
Ramos del nervio maxilar [V2]
Sistema linfático
Algunos ramos nasales del nervio maxilar [V2] inervan la
Los vasos linfáticos de las regiones anteriores de las cavidades
cavidad nasal. Muchos de estos ramos nasales (fig. 8.241)
nasales drenan hacia delante por encima de la cara pasando
se originan en la fosa pterigoidea, que es lateral a la pared
alrededor de los bordes de las narinas (fig. 8.242). Estos vasos
lateral de la cavidad nasal y abandonan la fosa para entrar
linfáticos conectan finalmente con los nódulos submandibu­
en la cavidad nasal pasando medialmente a través del agu­
lares.
jero esfenopalatino o de agujeros más pequeños en la pared
Los vasos linfáticos de las regiones posteriores de la cavidad
lateral:
nasal y de los senos paranasales drenan en los nódulos cervi­
cales profundos superiores. Algunos de estos vasos linfáticos
■ Algunos de estos nervios (nervios nasales laterales supe­
pasan primero por los nódulos retrofaríngeos.
riores posteriores) pasan hacia delante e inervan la pared
lateral de la cavidad nasal.
■ Otros (nervios nasales mediales superiores posterio­
res) cruzan el techo hacia el tabique nasal e inervan ambas
regiones.
■ El más grande de estos nervios es el nervio nasopalatino, Nódulos
que va hacia adelante y baja por la pared medial de la cavi­ Nódulos cervicales superiores cervicales profundos
dad nasal para pasar a través del conducto incisivo sobre el profundos y retrofaríngeos
techo de la cavidad oral, termina inervando la mucosa oral
posterior a los dientes incisivos.
■ Otros nervios nasales (nervios nasales inferiores pos­
teriores) se originan en el nervio palatino mayor, descien­
den desde la fosa pterigopalatina por el conducto palatino
lateral a la cavidad nasal, pasan a través de unos agujeros
óseos pequeños para inervar la pared lateral de la cavidad
nasal.
■ Un pequeño nervio nasal también se origina del ramo
alveolar superior anterior del nervio infraorbitario
y pasa medialmente a través del maxilar para inervar
la pared lateral cerca del extremo anterior del cornete
inferior.

Inervación parasimpática
La inervación secretomotora de las glándulas de la mucosa
de la cavidad nasal y los senos paranasales es mediante fibras
parasimpáticas preganglionares que lleva el nervio petroso Nódulos submandibulares
mayor del nervio facial [VII]. Estas fibras entran en la fosa
pterigopalatina y hacen sinapsis en el ganglio pterigopalatino
(v. fig. 8.153). Las fibras parasimpáticas posganglionares se Tronco yugular izquierdo
unen entonces a los ramos del nervio maxilar [V2] para dejar
Vena yugular interna
la fosa y alcanzar finalmente las glándulas diana.

Inervación simpática
La inervación simpática, implicada sobre todo en la regula­
ción del flujo sanguíneo de la cavidad nasal, se realiza desde
el nivel de la médula espinal T I. Las fibras simpáticas pregan­
1086 Fig. 8.242 Drenaje linfático de las cavidades nasales.
glionares entran en el tronco simpático y ascienden para
Anatomía regional • Cavidad oraI 8

C A V ID A D O RAL ■ La cavidad oral propiamente dicha interior, que está


encerrada por las arcadas dentales.
La cavidad oral se encuentra debajo de las cavidades nasales
(fig. 8.243A). Tiene un techo, un suelo, y paredes laterales; se El grado de separación entre las arcadas superior e inferior
abre en la cara a través de la hendidura bucal y continúa con se establece levantando o bajando la mandíbula por la articu­
la cavidad de la faringe y el istmo de las fauces. lación temporomandibular.
El techo de la cavidad oral consta del paladar blando y el El istmo de las fauces en la parte de atrás de la cavidad oral
paladar duro. El suelo está formado principalmente por tejidos propiamente dicha puede abrirse y cerrarse por los tejidos blan­
blandos, que incluyen un diafragma muscular y la lengua. dos subyacentes, que incluyen el paladar blando y la lengua.
Las paredes laterales (mejillas) son musculares y se unen La cavidad oral tiene múltiples funciones:
anteriormente con los labios que rodean la hendidura bucal
(la abertura anterior de la cavidad oral). ■ Es la abertura del sistema digestivo implicada con el proce­
La abertura posterior de la cavidad oral es el istmo de las samiento inicial de los alimentos, en el que colaboran las
fauces, que se abre en la parte oral de la faringe. secreciones de las glándulas salivales.
La cavidad oral se separa en dos regiones por la arcada den­ ■ Modifica los sonidos producidos por la laringe y el resultado
tal superior e inferior que están formadas por los dientes y el es el habla.
hueso alveolar que los sujeta (fig. 8.243B);
Puede utilizarse para respirar porque se abre en la faringe,
■ El vestíbulo de la boca externo, que tiene forma de he­ que es una vía común para los alimentos y el aire. Por este
rradura, está entre las arcadas dentales y las superficies motivo, la cavidad oral puede utilizarse por los médicos para
profundas de las mejillas y los labios. La hendidura bucal se acceder a las vías aéreas inferiores, y los dentistas utilizan «ba­
abre al vestíbulo bucal y puede abrirse y cerrarse mediante rreras de goma» para evitar que los desechos, como fragmentos
los músculos de la expresión facial, y por movimientos de la de dientes, pasen a través del istmo de las fauces y la faringe al
mandíbula. esófago o a las vías aéreas inferiores.

Cavidades nasales
Pared lateral Techo
(mejilla)!___ (paladar duro) Paladar blando Cavidad oral
propiamente dicha
Paladar blando

Istmo
faríngeo

Istmo de
las fauces
Hendidura
b uca l Faringe
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

(lengua
y otros tejidos
Laringe blandos)

Tráquea - Esófago
Vestíbulo ore Istmo de
las fauces
Hendidura bucal

Fig. 8.243 Cavidad oral. A. Relación con otras cavidades. B. Vestíbulo oral y cavidad oral propiamente dicha. 1087
Cabeza y cuello

Num erosos nervios inervan la cavidad oral en la zona superior de la cara medial de la apófisis alveolar y
se extiende hasta la línea media donde se une, mediante una
La inervación sensitiva general depende principalmente de los
sutura, con la apófisis palatina del otro lado. Juntas, las dos
ramos del nervio trigémino [V]:
apófisis palatinas forman los dos tercios anteriores del paladar
duro.
■ Las partes superiores de la cavidad, incluyendo el paladar y
En la línea media de la superficie inferior del paladar duro y
los dientes superiores, están inervados por ramos del nervio
en el extremo anterior de la sutura intermaxilar hay una fosa
maxilar [V2].
única, pequeña (la fosa incisiva), justo por detrás de los dientes
■ Las partes inferiores, incluyendo los dientes y la parte oral
incisivos. Los dos conductos incisivos, uno a cada lado, se ex­
de la lengua, están inervados por ramos del nervio mandi­
tienden posterosuperiormente desde el techo de esta fosa para
bular [V3].
abrirse por encima del suelo de la cavidad nasal. Los conductos
■ El gusto (AE: aferente especial) procedente de la parte oral
y la fosa permiten el paso de los vasos palatinos mayores y los
o los dos tercios anteriores de la lengua, se transmite por
nervios nasopalatinos.
ramos del nervio facial [VII], que se unen y se distribuyen
con ramas del nervio trigémino [V]. Huesos palatinos
■ Las fibras parasimpáticas de las glándulas de la cavidad
oral también son transportadas por ramos del nervio Las partes de cada hueso palatino con forma de L que con­
facial [VII], que están distribuidos con ramos del ner­ tribuyen a formar el techo de la cavidad oral son la lámina
vio trigémino [V]. horizontal y la apófisis piramidal (v. fig. 8.244A).
■ En último lugar, las fibras simpáticas de la cavidad oral se La lámina horizontal se proyecta medialmente desde la
dirigen desde el nivel T I de la médula espinal, hacen sinapsis cara inferior del hueso palatino y se une mediante suturas a
en los ganglios simpáticos cervicales superiores y, en oca­ su pareja en la línea media y, en el mismo lado, con la apófisis
siones, se distribuyen a la cavidad oral a lo largo de ramos palatina del maxilar anteriormente.
del nervio trigémino [V] o directamente a lo largo de vasos Una espina nasal posterior única se forma en la línea me­
sanguíneos. dia donde las dos láminas horizontales se unen y se proyectan
hacia atrás desde el borde del paladar duro. El borde posterior de
Todos los músculos de la lengua están inervados por el ner­ las láminas horizontales y la espina nasal posterior se asocian
vio hipogloso [XII], excepto el palatogloso, que es inervado por con la unión del paladar blando.
el nervio vago [X]. El agujero palatino mayor, formado principalmente por
Todos los músculos del paladar blando están inervados por el la lámina horizontal del hueso palatino y completado la­
nervio vago [X], excepto el tensor del velo del paladar, que está teralmente por la parte adyacente del maxilar, se abre por
inervado por un ramo del nervio mandibular [V3], El músculo encima de la cara posterolateral de la lámina horizontal.
(milohioideo) que forma el suelo de la cavidad oral también está Este agujero es la abertura inferior del conducto palatino,
inervado por el nervio mandibular [V3]. que se continúa superiormente con la fosa pterigopalatina
y contiene el nervio palatino mayor y vasos que irrigan el
paladar.
El agujero palatino menor también se abre en el hueso pala­
Estructura esquelética
tino. Este agujero es la abertura inferior del conducto palatino
Los huesos que contribuyen a la estructura esquelética de la menor, que se ramifica desde el conducto palatino mayor, y
cavidad oral o que están relacionados con la anatomía de las contiene el nervio palatino menor y los vasos hasta el paladar
estructuras de la cavidad oral incluyen: blando.
La apófisis piramidal se proyecta posteriormente y llena el
■ Huesos pares, que son los maxilares, palatinos y temporales. espacio entre el extremo inferior de las láminas medial y lateral
■ Huesos impares, que son la mandíbula, el esfenoides y el de la apófisis pterigoides del esfenoides.
hioides.
Hueso esfenoides
Además, las partes cartilaginosas de las trompas auditivas La apófisis pterigoides y las espinas del esfenoides se asocian
sobre la cara inferior de la base del cráneo se relacionan con las con estructuras relacionadas con el paladar blando, que forma
inserciones de los músculos del paladar blando. parte del techo de la cavidad oral (fig. 8.244A).
Las apófisis pterigoides descienden, una a cada lado,
Maxilar desde la cara lateral del cuerpo del esfenoides. Cada apófisis
Los dos maxilares contribuyen sustancialmente a la arquitec­ tiene una lámina medial y una lateral. Estas dos láminas
tura del techo de la cavidad oral. Las partes implicadas son las orientadas verticalmente se proyectan desde la cara posterior
apófisis alveolar y palatina (v. fig. 8.244A). de las apófisis. La apófisis piramidal del hueso palatino llena
La apófisis palatina es un promontorio horizontal que se el hueco con forma de V que se crea inferiormente entre las
proyecta desde la superficie medial de cada maxilar. Se origina dos láminas.
Anatomía regional • Cavidad oraI 8

Sutura intermaxílar Fosa incisiva

Apófisis palatina del maxilar


Espina nasal posterior Apófisis alveolar del maxilar
Lámina horizontal del hueso palatino
Apófisis Agujero palatino mayor
del hueso palatino Agujero palatino menor

Lámina medial de la
Ala mayor del esfenoides apófisis pterigoides

Lámina lateral de la
apófisis pterigoides
Gancho de la pterigoides
Fosa escafoidea
Lámina membranosa de la
parte cartilaginosa
de la trompa auditiva Parte petrosa
del hueso temporal
Agujero oval
Agujero espinoso
Espina del esfenoides
Abertura a la parte ósea
de la trompa auditiva
Conducto carotídeo
Apófisis estiloides
del hueso temporal
Agujero estilomatoideo Apófisis mastoidea

Rugosidad para la inserción del elevador del velo del paladar Agujero yugular
Parte cartilaginosa de la trompa auditiva Agujero rasgado (cerrado por cartílago)

Apófisis estiloides
del hueso temporal

Ligamento
estilohioideo
Asta menor
del hueso hioides
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Fig. 8.244 Cara lateral y base del cráneo. A. Características de la base del cráneo relacionadas con estructuras asociadas con la cavidad oral.
B. Apófisis estiloides del hueso temporal.

1089
Cabeza y cuello

Hay una estructura alargada con forma de gancho (el El extremo de la parte cartilaginosa de la trompa auditiva
hamulus pterigoideo) que se proyecta posterolateralmente se conecta lateralmente con la abertura de la parte ósea en el
desde el margen inferior de la lámina medial de la apófisis hueso temporal.
pterigoides. Este gancho está inmediatamente por detrás El extremo medial expandido de la parte cartilaginosa de la
del arco alveolar e inferior al margen posterior del paladar trompa auditiva es inmediatamente posterior al borde superior
duro. Es: de la lámina medial de la apófisis pterigoides y se abre en la
nasofaringe.
■ Una «polea» para uno de los músculos (el tensor del velo del La parte cartilaginosa de la trompa auditiva es lateral a la
paladar) del paladar blando. unión del elevador del velo del paladar con la parte petrosa del
■ La zona de unión para el extremo superior del rafe pteri­ hueso temporal y medial a la espina del esfenoides. El músculo
gomandibular, que se une por debajo de la mandíbula y se tensor del velo del paladar se inserta, en parte, en la lámina
junta con el constrictor superior de la faringe y el músculo membranosa.
buccinador de la mejilla.
Mandíbula
En la raíz de la lámina medial de la apófisis pterigoides sobre La mandíbula (fig. 8.245), consta de un cuerpo con parte de­
la base del cráneo hay una fosa pequeña con «forma de canoa» recha e izquierda, que se fusionan anteriormente en la línea
(la fo s a e s c a fo id e a ), que empieza medial al foramen oval y media (s ín fis is m a n d ib u la r ) , y dos ramas. La zona de fusión
desciende anterior y medialmente hacia la raíz de la lámina es visible sobre la superficie externa del hueso como una ondu­
medial de la apófisis pterigoides (fig. 8.244A). Esta fosa es para lación vertical en la línea media.
la inserción de uno de los músculos del paladar blando (el tensor La parte superior del cuerpo de la mandíbula soporta el arco
del velo del paladar). alveolar (fig. 8.245B), que sujeta los dientes inferiores, y sobre
Las espinas del esfenoides, una a cada lado, son proyecciones su superficie externa, a cada lado, hay un agujero mentoniano
verticales desde las superficies inferiores de las alas mayores pequeño (fig. 8.245B).
del esfenoides (fig. 8.244A). Cada espina es inmediatamente Posterior a la sínfisis mandibular sobre la superficie in­
posteromedial al agujero espinoso. terna de la mandíbula hay dos pares de espinas pequeñas,
La cara medial de la espina proporciona soporte para la un par inmediatamente por encima del otro par. Estas son
parte más lateral del músculo tensor del velo del paladar, del las e s p i n a s m e n t o n i a n a s s u p e r i o r e i n f e r i o r ( a p ó f is is
paladar blando. g e n i s u p e r i o r e i n f e r i o r ) (fig. 8 .2 4 5 A,C), y son lugares de
inserción para un par de músculos que van por la lengua
Hueso temporal
y un par de músculos que conectan la mandíbula con el
La apófisis estiloides y la cara inferior de la parte petrosa del hioides.
hueso temporal proporcionan inserción a los músculos asocia­ Hay una rugosidad (la l ín e a m ilo h io id e a ) (fig. 8.245C)
dos con la lengua y el paladar blando, respectivamente. que se extiende desde la línea media y se origina debajo de las
La apófisis estiloides se proyecta anteroinferiormente des­ espinas mentonianas, que corre posterior y superiormente a
de la cara inferior del hueso temporal. Puede llegar a medir lo largo de la superficie interna de cada cara del cuerpo de la
2,5 cm y apunta hacia el asta menor del hioides, al que se une mandíbula hasta terminar justo por debajo del nivel del último
por medio del ligamento estilohioideo (fig. 8.244B). La raíz de molar.
la apófisis estiloides está inmediatamente anterior al agujero Por encima del tercio anterior de la línea milohioidea
estilomastoideo y lateral al agujero yugular. El músculo es- hay una depresión poco profunda (la f o s a s u b l i n g u a l )
tilogloso de la lengua se une a la superficie anterolateral de la (fig. 8.245C), y por debajo de los dos tercios posteriores de la
apófisis estiloides. línea milohioidea hay otra depresión (la fo s a s u b m a n d ib u ­
La cara inferior del hueso temporal tiene una zona rugosa la r ) (fig. 8.245C).
triangular inmediatamente anteromedial a la abertura del Entre el último molar y la línea milohioidea hay un surco
conducto carotídeo (fig. 8.244A). El músculo elevador del velo poco profundo para el nervio lingual.
del paladar, del paladar blando, se inserta aquí. Inmediatamente posterior al último molar sobre la superficie
superior medial del cuerpo de la mandíbula hay una depresión
Parte cartilaginosa de la trompa auditiva triangular pequeña (el tr iá n g u lo r e tr o m o la r ) (fig. 8.245A,C).
La parte cartilaginosa, con forma de trompeta, de la trompa El rafe pterigomandibular se une medial al extremo de este
auditiva es un hueco entre el borde anterior de la parte petrosa triángulo y se extiende desde aquí a la punta del gancho de la
del hueso temporal y el borde posterior del ala mayor del es­ pterigoides por encima.
fenoides (fig. 8.244A). Las ramas de la mandíbula, una a cada lado, tienen forma
Las paredes medial y lateral de la parte cartilaginosa de la cuadrangular y están orientadas en el plano sagital. Sobre la
trompa auditiva están formadas principalmente de cartílago, superficie medial de las ramas hay un gran a g u je r o m a n ­
mientras que la pared más inferolateral es más fibrosa y se d i b u l a r que contiene el nervio alveolar inferior y los vasos
conoce como lá m in a m e m b r a n o s a . (fig. 8.245C).
Anatomía regional • Cavidad orai 8

Hueso hioides que se proyectan posterior y superiormente desde el cuerpo


(fig. 8.246). Hay dos astas menores cónicas pequeñas sobre
El hueso hioides es un pequeño hueso con forma de U, lo­
la superficie superior donde las astas mayores se unen con el
calizado en el cuello, entre la laringe y la mandíbula. Tiene
cuerpo. Los ligamentos estilohioideos se unen a las puntas de
un cuerpo anterior y dos astas mayores, una a cada lado,
las astas menores.
El hioides es un hueso clave del cuello, ya que conecta el
suelo de la cavidad oral al frente con la faringe por detrás y la
laringe por abajo.

Paredes: las m ejillas


Las paredes de la cavidad oral están formadas por las mejillas.
Cada mejilla consta de fascia y una capa de músculo es­
quelético intercalada entre la piel externamente y la mucosa
oral internamente. La capa fina de músculo esquelético dentro
de las mejillas es principalmente el músculo buccinador.

Apófisis
condilar
Apófisis coronoides

Rama

Agujero mentoniano
— Inserción para el rafe
pterigomandibular

Fosa retromolar

•¡ángulo retromolar
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

poco profundo
para el nervio lingual

Agujero
mandibular
Espina
mentoniana Fig. 8.246 Hueso hioides. A. Visión anterior. B. Visión lateral.
Fosa submandibular superior
Línea milohioidea Espina
mentoniana
F o s a ______ inferior

Fig. 8.245 Mandíbula. A. Visión superior. B. Visión lateral. C. Visión


medial.

1091
Cabeza y cuello

Buccinador El músculo buccinador, además de originarse en el ra­


fe pterigomandibular, también se origina directamente de
El músculo buccinador es uno de los músculos de la expresión
la parte alveolar de la mandíbula y la apófisis alveolar del
facial (fig. 8.2 4 7 ). Está en el mismo plano que el músculo
maxilar.
constrictor superior de la faringe. De hecho, el margen pos­
Desde estas tres zonas de origen, las fibras musculares del
terior del músculo buccinador está unido con el margen
buccinador van hacia adelante para unirse con otras del mús­
anterior del músculo constrictor superior mediante el rafe
culo orbicular de la boca y para insertarse en el modiolo, que es
pterigomandibular, que va entre la punta del gancho de
un nodulo pequeño de tejido conjuntivo, con forma de botón,
la pterigoides del esfenoides por encima y una zona rugosa
que hace de unión entre los músculos de los labios y las mejillas
de hueso inmediatamente detrás del último molar sobre la
a cada lado.
mandíbula inferior.
Los músculos buccinadores sujetan las mejillas contra los
Por tanto, el buccinador y los músculos constrictores su­
arcos alveolares y conservan el alimento entre los dientes
periores proporcionan continuidad entre las paredes de las
cuando se mastica.
cavidades oral y faríngea.
El buccinador está inervado por el ramo bucal del nervio
facial [VII]. La sensación general procedente de la piel y la mu­
cosa oral de las mejillas es transportada por el ramo bucal del
- Orbicular de la boca nervio mandibular [V3].
Buccinador
—Inserción al maxilar
Suelo
El suelo de la cavidad oral propiamente dicha está formado
principalmente por tres estructuras:

■ Un diafragma muscular, que llena el hueco con forma de


U entre las superficies derecha e izquierda del cuerpo de la
mandíbula y está formado por los músculos milohioideos
pares.
■ Dos músculos genihioideos con forma de cuerda por encima
del diafragma que van desde la mandíbula en la parte frontal
hasta detrás del hioides.
■ La lengua, que está por encima de los músculos genihioi­
deos.

En el suelo de la cavidad oral propiamente dicha también


hay glándulas salivales y sus conductos. Las más grandes de
Modiolo-----
estas glándulas a cada lado son la glándula sublingual y la parte
Inserción a la mandíbula-----
oral de la glándula submandibular.
Constrictor superior
Rafe pterigomandibular Músculos milohioideos
-• 1 l • j Los dos finos músculos milohioideos (tabla 8.20), uno a cada
Fig. 8.247 Musculo buccinador. , , f f ,
lado, lorman juntos un diafragma muscular que define ef

Tabla 8.20 Músculos del suelo de la cavidad oral

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Milohioideo Línea milohioidea Rafe fibroso medio y parte Nervio hasta el milohioideo Soporta y eleva el suelo de
de la mandíbula adyacente del hueso hioides desde el ramo alveolar inferior la cavidad oral; deprime la
del nervio mandibular [V3] mandíbula cuando el hioides
está fijo; eleva y tira hacia
fuera del hioides cuando la
mandíbula está fija
Genihioideo Espinas mentonianas Cuerpo del hueso hioides C1 Eleva y tira hacia fuera del
inferiores de la mandíbula hioides; deprime la mandíbula
cuando el hioides está fijo
1092
Anatomía regional • Cavidad orai 8

límite inferior del suelo de la cavidad oral (fig. 8.248A). Cada ■ Participan en la elevación y el avance hacia delante del
músculo tiene forma triangular con su vértice dirigido hacia hueso hioides, y por tanto de la laringe a la que se encuentra
delante. unida, durante los estadios iniciales de la deglución.
El borde lateral de cada músculo triangular se une a la línea ■ Cuando el hueso hioides está fijo en su posición, hacen des­
milohioidea sobre la cara medial del cuerpo de la mandíbula. cender la mandíbula y abren la boca.
Desde aquí, las fibras musculares se desvían ligeramente hacia
abajo del borde medial hasta la línea media, donde las fibras Igual que los músculos de la masticación, los músculos
se unen con las de los músculos del otro lado mediante un milohioideos están inervados por el nervio mandibular [V3].
rafe. El rafe se extiende desde la parte posterior de la sínfisis El ramo específico que inerva los músculos milohioideos es el
mandibular por la parte frontal hasta detrás del cuerpo del nervio milohioideo, ramo del nervio alveolar inferior.
hioides.
El borde posterior de cada músculo milohioideo es libre, Músculos genihioideos
excepto por una unión medial pequeña al hioides. Los músculos genihioideos (tabla 8.20) son músculos pares con
Los músculos milohioideos: forma de cuerda que van, uno a cada lado de la línea media,
desde las espinas mentonianas inferiores sobre la superficie
■ Forman parte de la estructura de sostén del suelo de la cavi­ posterior de la sínfisis mandibular a la superficie anterior del
dad oral. cuerpo del hioides (fig. 8.248B,C). Están justo encima de los

A Espinas mentonianas superiores


Fosa sublingual Espinas mentonianas superiores
Línea Genohioideo
inferiores

Milohioideo
Fosa submandibular posterior libre

Cuerpo del hioides Asta mayor


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Milohioideo

Geniohioideo

Fig. 8.248 A. Músculos milohioideos. B. Músculos genihioideos. C. Visión lateral. 1093


Cabeza y cuello

músculos milohioideos en el suelo de la boca y debajo de los Entrada en el suelo de la cavidad oral
músculos genioglosos que forman parte de la raíz de la lengua.
Además de definir el límite inferior del suelo de la cavidad
Los músculos genihioideos:
oral, el borde posterior libre del músculo milohioideo de cada
lado forma uno de los tres márgenes de una gran abertura
■ Principalmente tiran del hueso hioides, y debido a la unión
triangular ( t r iá n g u l o o r o f a r ín g e o ) , que es una vía prin­
con la laringe, la llevan hacia arriba y adelante durante la
cipal a través de la cual las estructuras de la parte superior
deglución.
del cuello, y la fosa infratemporal de la cabeza se dirigen a
■ Debido a que se dirigen posteroinferiormente desde la man­
y desde estructuras del suelo de la cavidad oral (fig. 8.249).
díbula al hueso hioides, cuando el hueso hioides está fijo,
Los otros dos músculos que completan los bordes de la aber­
pueden trabajar con los músculos milohioideos para hacer
tura son los músculos constrictores superior y medio de la
descender la mandíbula y abrir la boca.
faringe.
La mayoría de las estructuras que pasan a través de la aber­
A diferencia de otros músculos que mueven la mandíbula en
tura se asocian con la lengua e incluyen músculos (hiogloso,
la articulación temporomandibular, los músculos genihioideos
estilogloso), vasos (vena y arteria lingual), nervios (lingual,
están inervados por ramos del nervio cervical C l, que «hace
hipogloso [XII], glosofaríngeo [IX]) y vasos linfáticos.
autostop» desde el cuello a lo largo del nervio hipogloso [XII]
en el suelo de la cavidad oral.

Abertura triangular entre el milohioideo,


constrictor superior y constrictor medio

Constrictor
superior
de la faringe

Constrictor
medio
de la faringe

Milohioideo

Fig. 8.249 Entrada al suelo de la cavidad oral.


Anatomía regional • Cavidad oraI 8

Una glándula salival grande (la glándula submandibular) tirogloso y conecta el agujero ciego de la lengua con la glándula
está «enganchada» alrededor del borde posterior libre del tiroides en el cuello.
músculo milohioideo, y por tanto también pasa a través de la
abertura. Papilas
La superficie superior de la parte oral de la lengua está cubierta
por cientos de papilas (fig. 8.25OB).
Lengua
La lengua es una estructura muscular que forma parte del suelo ■ Las p a p ila s f ilif o r m e s son pequeñas proyecciones de la
de la cavidad oral y parte de la pared anterior de la orofaringe mucosa con forma de cono que terminan en uno o más
(fig. 8 .2 50A). Su parte anterior está en la cavidad oral y su puntos.
forma es algo triangular con una p u n ta d e la le n g u a roma. ■ Las p a p ila s fu n g ifo r m e s son más redondeadas y grandes
La punta se dirige anteriormente y se apoya inmediatamente que las papilas filiformes, y suelen concentrarse a lo largo
detrás de los dientes incisivos. La r a íz d e la le n g u a está unida de los bordes de la lengua.
a la mandíbula y al hueso hioides. La superficie superior de los ■ Las papilas más grandes son las p a p ila s c ir c u n v a la d a s ,
dos tercios orales o anteriores de la lengua está orientada en el que son papilas cilindricas con terminaciones romas en in­
plano horizontal. vaginaciones en la superficie de la lengua, sólo hay cerca de
La superficie faríngea o tercio posterior de la lengua se curva 8 a 12 papilas circunvaladas en una única línea con forma
inferiormente y se orienta más en el plano vertical. Las super­ de V inmediatamente anterior al surco terminal de la lengua.
ficies oral y faríngea están separadas por un s u r c o t e r m in a l ■ Las p a p ila s f o lia d a s son pliegues lineales de mucosa sobre
d e l a le n g u a con forma de V. Este surco terminal forma el las caras de la lengua cerca del surco terminal de la lengua.
límite inferior del istmo de las fauces entre las cavidades oral
y faríngea. En el vértice del surco con forma de V hay una pe­ En general, las papilas aumentan la zona de contacto entre
queña depresión (el a g u je r o c ie g o d e la le n g u a ), que marca la superficie de la lengua y el contenido de la cavidad oral.
el lugar embrionario donde el epitelio se invagina para formar Todas excepto las papilas filiformes tienen botones gustativos
la glándula tiroides. En algunas personas persiste un conducto en sus superficies.

A
Labio inferior

Parte oral
(dos tercios anteriores)
Agujero ciego
y surco terminal Vestíbulo
Papilas fungiformes oral

Parte faríngea
(tercio posterior)

Papilas
Raíz de la lengua foliadas
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Hueso hioides Papilas filiformes


Superficie
inferior
Músculo milohioideo
Mandíbula Surco
terminal
Músculo geniohioideo
Parte faríngea
de la lengua

Agujero
Papilas circunvaladas ciego

Fig. 8.250 Lengua. A. Corte parasagital. B. Visión superior. 1095


Cabeza y cuello

Superficie inferior de la lengua de tejido linfático en la submucosa. Estos nódulos en conjunto


son la a m íg d a la lin g u a l.
La superficie inferior de la parte oral de la lengua carece
No hay papilas sobre la superficie faríngea.
de papilas, pero tiene algunos pliegues mucosos lineales
(v. fig. 8.261). Un único pliegue mediano (el fr e n illo d e la le n ­
g u a ) se continúa con la mucosa que cubre el suelo de la ca­ Músculos
vidad oral, y está sobre el borde inferior de un tabique sagital La mayor parte de la lengua está formada por músculo
de la línea media, que internamente separa los lados derecho (fig. 8.250 y tabla 8.21).
e izquierdo de la lengua. Sobre cada cara del frenillo hay una La lengua está dividida completamente en una mitad iz­
vena lingual, y lateral a cada vena hay un p lie g u e fím b ria d o quierda y otra derecha por un tabique sagital medio compuesto
rugoso. por tejido conjuntivo. Por ello, todos los músculos de la lengua
son pares. Hay músculos linguales intrínsecos y extrínsecos.
Superficie faríngea Excepto el palatogloso, que se encuentra inervado por el
La mucosa que cubre la superficie faríngea de la lengua tiene un nervio vago [X], todos los demás lo están por el nervio hipo-
contorno irregular debido a que hay muchos pequeños nódulos gloso [XII].

Tabla 8.21 Músculos de la lengua

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Intrínsecos
Longitudinal superior Tejido conjuntivo Las fibras musculares Nervio hipogloso [XII] Acorta la lengua;
(debajo de la superficie submucoso en la parte pasan hacia delante y dobla la punta y los lados
de la lengua) posterior de la lengua y oblicuamente al tejido de la lengua
desde el tabique medio submucoso conectivo
de la lengua y la mucosa en los bordes
de la lengua
Longitudinal inferior Raíz de la lengua (algunas Punta de la lengua Nervio hipogloso [XII] Acorta la lengua; desenrolla
(entre los músculos fibras desde el hioides) la punta y la dobla hacia
geniogloso e hiogloso) abajo
Transverso Tabique medio Tejido conjuntivo Nervio hipogloso [XII] Acorta y alarga la lengua
de la lengua submucoso sobre los bordes
laterales de la lengua
Vertical Tejido conjuntivo Tejido conjuntivo en las Nervio hipogloso [XII] Aplana y ensancha la lengua
submucoso del dorso regiones más ventrales
de la lengua de la lengua
Extrínsecos
Geniogloso Espinas mentonianas Cuerpo del hioides; Nervio hipogloso [XII] Propulsión de la lengua;
superiores toda la longitud deprime el centro de la
de la lengua lengua
Hiogloso Asta mayor y parte Superficie lateral de la lengua Nervio hipogloso [XII] Deprime la lengua
adyacente del cuerpo
del hueso hioides
Estilogloso Apófisis estiloides Superficie lateral de la lengua Nervio hipogloso [XII] Eleva y retrae la lengua
(superficie anterolateral)
Palatogloso Superficie inferior de la Borde lateral de la lengua Nervio vago [X] (a través Deprime el paladar; mueve
aponeurosis palatina del ramo faríngeo al plexo el pliegue palatogloso con
faríngeo) respecto a la línea media;
eleva la parte posterior
de la lengua
Anatomía regional • Cavidad ora!

Músculos intrínsecos M úsculos e x trín seco s


Los músculos intrínsecos de la lengua (fig. 8.251) se originan Los músculos extrínsecos de la lengua (fig. 8.251ytabla8.21)
e insertan dentro de la lengua. Se dividen en m ú s c u lo s l o n ­ se originan en estructuras externas a la lengua y se insertan
g itu d in a l s u p e r io r , lo n g i t u d in a l i n f e r io r , tr a n s v e r s o y en la lengua. Hay cuatro músculos extrínsecos principales en
v e r tic a l, y modifican la forma de la lengua: cada lado, el geniogloso, hiogloso, estilogloso y palatogloso. Es­
tos músculos propulsan, retraen, deprimen y elevan la lengua.
■ Alargándola y acortándola.
Geniogloso
■ Rizando y desrizando su punta y sus bordes.
■ Aplastando y dando la vuelta a su superficie. Los músculos g e n io g lo s o s , finos, con forma de abanico, con­
tribuyen sustancialmente a la estructura de la lengua. Están a
Trabajando en parejas o en un lado cada vez, los mús­ cada lado del tabique de la línea media que separa la lengua en
culos intrínsecos de la lengua contribuyen a la precisión que mitad derecha e izquierda.
los movimientos de la lengua requieren para hablar, comer Los músculos genioglosos se originan en los tubérculos
y tragar. mentonianos superiores, en la superficie posterior de la sínfisis

Longitudinal superior
Vertical
Estilogloso Transverso

M úsculos Longitudinal inferior M úsculos


extrínsecos intrínsecos

Hiogloso
Tabique
Geniogloso

Fig. 8.251 Músculos de la lengua.

1
Cabeza y cuello

mandibular, inmediatamente superior al origen de los mús­ Pedir a los pacientes que «saquen la lengua» puede usarse
culos genihioideos desde los tubérculos mentonianos inferiores como una prueba de los nervios hipoglosos [XH]. Si los nervios
(fig. 8.252). Desde este pequeño lugar de origen, cada músculo funcionan correctamente, la lengua sale recta con respecto a
se expande posterior y superiormente. Las fibras más inferiores línea media. Si el nervio de un lado no funciona bien, la punta
se unen con el hueso hioides. Las fibras restantes se extienden de la lengua se dirigirá hacia ese lado.
superiormente para unirse virtualmente con los músculos
intrínsecos a lo largo de prácticamente toda la longitud de la
Hioglosos
lengua.
Los músculos genioglosos: Los músculos hioglosos son músculos cuadrangulares finos
laterales a los músculos genioglosos (fig. 8.253).
■ Deprimen la parte central de la lengua. Cada músculo hiogloso se origina en toda la longitud del
■ Propulsan la parte anterior de la lengua fuera de la hendi­ asta mayor y de la parte adyacente del cuerpo del hioides. En su
dura bucal (es decir, «sacar la lengua»). origen en el hioides, el músculo hiogloso es lateral a la inserción
del músculo constrictor medio de la faringe. El músculo se
Como la mayoría de los músculos de la lengua, los músculos dirige superior y anteriormente a través del hueco (triángulo
genioglosos están inervados por el nervio hipogloso [XII]. orofaríngeo) entre el constrictor superior, el constrictor medio y

Milohioideo
Geniogloso
Geniohioideo

Fig. 8.252 Músculos genioglosos. A. Visión posterior. B. Visión lateral (izquierda).

Nervio lingual

Constrictor
superior

hipogloso
Constrictor
medio

Milohioideo Arteria lingual


Músculo hiogloso Músculo hiogloso

1098 Fig. 8.253 Músculos hioglosos. A. Visión posterior. B. Visión lateral (izquierda).
Anatomía regional • Cavidad orai 8

el milohioideo para insertarse en la lengua, lateral al geniogloso la superficie lateral de la lengua, donde se unen con el borde
y medial al estilogloso. superior de los músculos hioglosos e intrínsecos (fig. 8.254).
El músculo hiogloso deprime la lengua y está inervado por Los músculos estiloglosos retraen la lengua y llevan hacia
el nervio hipogloso [XII]. atrás la lengua superiormente. Están inervados por los nervios
hipoglosos [XII].
Un elem en to an atóm ico importante. El músculo hiogloso es
Palatoglosos
un elemento importante del suelo de la cavidad oral:
Los músculos palatoglosos son músculos del paladar blando y
■ La arteria lingual, procedente de la arteria carótida externa de la lengua. Se originan en la superficie inferior de la aponeu­
en el cuello, entra en la lengua debajo del hiogloso, entre el rosis palatina y se dirigen anteroinferiormente hacia la cara
hiogloso y el geniogloso; lateral de la lengua (fig. 8.255).
■ El nervio hipogloso [XII] y el nervio lingual (ramo del nervio Los músculos palatoglosos:
mandibular [V3]), procedentes del cuello y la fosa infratem-
poral de la cabeza, respectivamente, entran en la lengua ■ Elevan la parte posterior de la lengua.
sobre la superficie externa del hiogloso. ■ Mueven los arcos palatoglosos de mucosa hacia la línea
media.
■ Deprimen el paladar blando.
Estiloglosos
Los músculos estiloglosos se originan en la superficie anterior Estos movimientos facilitan el cierre del istmo de las fauces
de las apófisis estiloides de los huesos temporales. Desde aquí, y como resultado se separa la cavidad oral de la orofaringe.
cada músculo se dirige inferior y medialmente hacia el hueco A diferencia de otros músculos de la lengua, pero como
(triángulo orofaríngeo) que hay entre los músculos constric­ la mayoría de los músculos del paladar blando, los músculos
tor medio, constrictor superior y milohioideo para entrar en palatoglosos están inervados por el nervio vago [X].

Paladar duro

Músculos estiloglosos------- . Apófisis


estiloides
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Fig. 8.254 Músculos estiloglosos. Fig. 8.255 Músculos palatoglosos. 1099


Cabeza y cuello

Vasos acompañan a las arterias linguales en la parte anterior de la


lengua, están separadas de las arterias posteriormente por los
A rte ria s
músculos hioglosos. A cada lado, la vena lingual profunda va
La arteria principal de la lengua es la a r t e r i a l i n g u a l con el nervio hipogloso [XII] sobre la superficie externa del mús­
(fig. 8.256). culo hiogloso y sale del suelo de la cavidad oral hacia la abertura
En cada lado, la arteria lingual se origina en la arteria caró­ formada por los bordes de los músculos milohioideo, constrictor
tida externa en el cuello, adyacente al extremo del asta mayor superior y constrictor medio. Drena en la vena yugular interna
del hueso hioides. Forma una unión hacia arriba y se curva en el cuello.
hacia abajo y hacia delante para dirigirse profundamente al La v e n a lin g u a l d o r s a l sigue a la arteria lingual entre los
músculo hiogloso, y acompaña al músculo hacia la abertura músculos hiogloso y geniogloso y, como la vena lingual profun­
(triángulo orofaríngeo) formada por los bordes de los músculos da, drena en la vena yugular interna en el cuello.
milohioideo, constrictor superior y constrictor medio, y entra
en el suelo de la cavidad oral. Inervación
A continuación la arteria lingual se dirige hacia delante La inervación de la lengua es compleja y están implicados mu­
en el plano entre los músculos hiogloso y geniogloso hasta la chos nervios (figs. 8.256 y 8.257).
punta de la lengua.
Además de la lengua, la arteria lingual irriga la glándula N ervio glosofaríngeo [IX]
sublingual, las encías y la mucosa oral en el suelo de la cavidad
El nervio glosofaríngeo [IX] transporta el gusto (AE) y la sen­
oral.
sación general procedente de la parte faríngea de la lengua.
Venas El nervio glosofaríngeo [IX] abandona el cráneo a través
del agujero yugular y desciende a lo largo de la superficie
Las venas lingual dorsal y lingual profunda (fig. 8.256) drenan
la lengua.
Las v e n a s l in g u a le s p r o fu n d a s son visibles a través de
la mucosa, sobre la superficie inferior de la lengua. Aunque

Sensitivos
Dos tercios anteriores (oral)
• sensación general del nervio
mandibular [V3] a través
Nervio
del nervio lingual Tercio posterior (faríngeo)
Cuerda del tímpano (de [VII]) • sensación de olfato (gusto) • sensación general
del nervio facial [VII] a través y especial (gusto)
de la cuerda del tímpano del nervio glosofaríngeo [IX]
Nervio lingual Nervio
(de [Va])
[XII]

Motores

Ir
Hipogloso Nervio
Vena lingual profunda — hipogloso
i iip u y i1 [XII]

Vena lingual dorsal _ ■Músculo intrínseco


Geniogloso-------
Arteria lingual — Hiogloso---------
Arteria carótida común _ Estilogloso -
Vena yugula interna Palatogloso: nervio vago [X]
Rama esternocleidomastoidea de la arteria occipital

1100 Flg. 8.256 Arterias, venas y nervios de la lengua. Fig. 8.257 Inervación de la lengua.
Anatomía regional • Cavidad oraI 8

posterior del músculo estilofaríngeo. Se dirige alrededor de Además de la sensación general de la parte oral de la lengua,
la superficie lateral del estilofaríngeo y después pasa a través el nervio lingual también se ocupa de la sensación general de
de la cara posterior del hueco (triángulo orofaríngeo) entre la mucosa del suelo de la cavidad oral y la encía relacionada
los músculos constrictor superior, constrictor medio y milo­ con los dientes inferiores. El nervio lingual también lleva fibras
hioideo. Entonces el nervio pasa hacia delante sobre la pared parasimpáticas y del gusto procedentes de la parte oral de la
orofaríngea, justo por debajo del polo inferior de la amígdala lengua que son parte del nervio facial [VII].
palatina, y entra en la parte faríngea de la lengua debajo de
los músculos estilogloso e hiogloso. Además del gusto y la sen­ Nervio facial [VII]
sación general del tercio posterior de la lengua, los ramos se El gusto (AE) de la parte oral de la lengua se transmite al sis­
extienden anteriormente hacia el surco terminal de la lengua tema nervioso central a través del nervio facial [VII]. Las fibras
para transmitir el gusto (AE) y la sensación general desde las de la sensibilidad especial (AE) del nervio facial [VII] dejan la
papilas circunvaladas. lengua y la cavidad oral formando parte del nervio lingual. Las
fibras entran entonces en el nervio cuerda del tímpano, que es
N ervio lingual
un ramo del nervio facial [VII] que se une al nervio lingual en
La inervación sensitiva general de los dos tercios anteriores de la fosa infratemporal (fig. 8.258).
la parte oral de la lengua la transmite el n e r v io lin g u a l, que
es un ramo principal del nervio mandibular [V3]. Se origina Nervio hipogloso [XII]
en la fosa infratemporal y se dirige anteriormente al suelo de Todos los músculos de la lengua están inervados por el nervio
la cavidad oral pasando a través del hueco (triángulo orofa­ hipogloso [XII], excepto el músculo palatogloso, que está iner­
ríngeo) entre los músculos milohioideo, constrictor superior vado por el nervio vago [X].
y constrictor medio (fig. 8.258). Cuando pasa a través del El nervio hipogloso [XII] sale del cráneo a través del con­
espacio se dirige inmediatamente inferior a la inserción del ducto del hipogloso y desciende casi verticalmente en el cuello
constrictor superior en la mandíbula, y continúa hacia de­ hasta debajo del nivel del ángulo de la mandíbula (fig. 8.259).
lante sobre la superficie medial de la mandíbula adyacente Aquí se desvía bruscamente hacia delante alrededor de la rama
al último molar y profundo en la encía. En esta posición, el esternocleidomastoidea de la arteria occipital, cruza la arteria
nervio puede palparse contra el hueso metiendo un dedo en
la cavidad oral.
El nervio lingual continúa entonces anteromedialmente a
través del suelo de la cavidad oral, da la vuelta por debajo del
conducto submandibular, y asciende por la lengua sobre la
superficie externa y superior del músculo hiogloso. Nervio hipogloso
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Fig. 8.258 Nervio lingual en el suelo de la cavidad oral (visión


medial). Fig. 8.259 Nervio hipogloso y fibras CI. 1101
Cabeza y cuello

carótida externa y continúa hacia delante, cruzando el bucle Glándula parótida


de la arteria lingual para extenderse por la superficie externa
La glándula parótida de cada lado está completamente fuera de
del tercio inferior del músculo hiogloso.
los límites de la cavidad oral, en un surco poco profundo con
El nervio hipogloso [XII] sigue al músculo hiogloso a través
forma triangular (fig. 8.260) formado por:
del espacio (triángulo orofaríngeo) entre los músculos constric­
tor superior, constrictor medio y milohioideo para extenderse
■ El músculo esternocleidomastoideo por detrás.
hasta la lengua.
■ La rama de la mandíbula en la parte frontal.
En la parte superior del cuello, un ramo procedente de los
■ Por arriba, la base del surco está formada por el conduc­
ramos anteriores de C1 se une al nervio hipogloso [XII]. La
to auditivo externo y la parte posterior del arco cigomático.
mayoría de estas fibras C1 dejan el nervio hipogloso [XII] como
raíz superior del asa cervical (fig. 8.259). Cerca del borde pos­
La glándula normalmente se extiende en dirección anterior
terior del músculo hiogloso, las fibras restantes dejan el nervio
sobre el músculo masetero e inferiormente sobre el vientre pos­
hipogloso [XII] y forman dos nervios:
terior del músculo digástrico.
El conducto parotídeo discurre anteriormente sobre la su­
■ El ramo del tirohioideo, que se queda en el cuello para iner­
perficie externa del músculo masetero y a continuación gira
var el músculo tirohioideo.
medialmente para entrar en el músculo buccinador de la mejilla
■ El ramo del genihioideo, que se dirige hacia el suelo de la
y abrirse en la cavidad oral en la zona adyacente a la corona
cavidad oral para inervar el genihioideo.
del segundo molar superior.
La glándula parótida rodea la arteria carótida externa, la
Sistema linfático
vena retromandibular y el origen de la parte extracraneal del
Todos los vasos linfáticos procedentes de la lengua drenan en nervio facial [VII].
último lugar en la cadena cervical profunda de nódulos que
hay a lo largo de la vena yugular interna:

■ La parte faríngea de la lengua drena directamente a través de


la pared faríngea principalmente en el nodulo yugulodigás-
trico de la cadena cervical profunda.
■ La parte oral de la lengua drena directamente en los nódulos Glándula parótida
cervicales profundos e indirectamente en estos nódu­ Buccinador Masetero Conducto auditivo externo
los pasando primero a través del músculo milohioideo, y
en los nódulos submentonianos y submandibulares.

Los nódulos submentonianos están debajo de los músculos


milohioideos y entre los músculos digástricos, mientras que
los nódulos submandibulares están por debajo del suelo de la
cavidad oral a lo largo de la cara interior de los bordes inferiores
de la mandíbula.
La punta de la lengua drena a través del músculo milohioi­
deo en los nódulos submentonianos, y sobre todo en el nodulo
yuguloomohioideo de la cadena cervical profunda.

Glándulas salivales
Las glándulas salivales desembocan o secretan en la cavidad
oral. La mayoría son glándulas pequeñas que se encuentran
en la submucosa o la mucosa del epitelio oral que recubre la
lengua, el paladar, las mejillas y los labios, y se abren directa­
Conducto parotídeo--------
mente en la cavidad oral o a través de pequeños conductos. (penetra el buccinador opuesto a la Esternocleidomastoideo
Además de estas pequeñas glándulas, hay glándulas mucho corona del segundo molar superior)
más grandes, que incluyen las parótidas, submandibulares y
Fig. 8.260 Glándula parótida.
sublinguales, que son pares.
Anatomía regional • Cavidad oraI 8

Glándulas submandibulares El c o n d u c to s u b m a n d ib u la r emerge desde la cara medial


de la parte profunda de la glándula en la cavidad oral, y se
Las g lá n d u la s s u b m a n d ib u la r e s alargadas son más peque­
dirige hacia delante para abrirse sobre la cima de una papila
ñas que las glándulas parotídeas, pero más grandes que las
sublingual ( c a r ú n c u l a s u b lin g u a l) , pequeña, al lado de la
glándulas sublinguales. Tienen forma de garfio (figs. 8.261 A,B):
base del frenillo de la lengua (figs. 8.261C.D).
El nervio lingual da la vuelta por debajo del conducto sub­
■ El brazo más largo del garfio se dirige directamente hacia
mandibular, cruzando primero la cara lateral y después la
delante en el plano horizontal, por debajo del músculo milo­
cara medial del conducto, luego desciende anteromedialmente
hioideo, y es, por tanto, externo a los límites de la cavidad
hacia el suelo de la cavidad oral y después asciende hasta la
oral. La parte superficial más grande de la glándula se apoya
lengua.
directamente contra una impresión poco profunda de
la cara medial de la mandíbula (fosa submandibular) inferior
Glándulas sublinguales
a la línea milohioidea.
■ El brazo más pequeño del garfio (o parte profunda) de la Las glándulas sublinguales son las más pequeñas de los tres
glándula, da la vuelta alrededor del borde posterior del mús­ pares principales de glándulas salivales. Tienen forma de al­
culo milohioideo para entrar y colocarse dentro del suelo mendra y están inmediatamente laterales al conducto sub­
de la cavidad oral, donde se encuentra lateral a la raíz de la mandibular, y se asocian con el nervio lingual en el suelo de la
lengua sobre la superficie lateral del músculo hiogloso. cavidad oral (fig. 8.261).

Glándula sublingual
Rafe pterigomandibular Conducto submandibular

Conducto submandibular

Conductos
pequeños de la
glándula sublingual

Nervio lingual

constrictor
superior

Glándula Profunda
Glándula submandibular Superficial
Músculo
hiogloso
Músculo geniogloso
Frenillo de la lengua
Abertura del conducto
Vena lingual submandibular
izquierdo

Pliegue

Vena lingual
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profunda
Frenillo
de la lengua
Conducto
submandibular

Abertura de
los conductos
de las glándulas
sublinguales Pliegue sublingual que — Carúnculas
rodea la glándula sublingual sublinguales
Abertura del conducto
submandibular Carúncula sublingual

Fig. 8.261 Glándulas submandibular y sublingual. A. Visión medial. B. Visión posterior. C. Visión anterior. D. Visión anterosuperior. 1103
Cabeza y cuello

Cada glándula sublingual descansa directamente sobre la submandibulares y sublinguales drenan en las venas lingual
superficie medial de la mandíbula, donde forma un surco poco y facial.
profundo (fosa sublingual) superior al tercio anterior de la línea Los vasos linfáticos procedentes de la glándula parótida
milohioidea. drenan en los nódulos que están encima o dentro de la glándu­
El borde superior de la glándula sublingual forma un pliegue la. Estos nódulos parotídeos drenan en los nódulos cervicales
alargado de mucosa ( p lie g u e s u b lin g u a l) , que se extiende superficiales y profundos.
desde la cara posterolateral del suelo de la cavidad oral hasta Los vasos linfáticos procedentes de las glándulas submandi­
la papila sublingual al lado de la base del frenillo de la lengua bulares y sublinguales drenan principalmente en los nódulos
en la línea media anteriormente (fig. 8 .2 6 ID). submandibulares y después en los nódulos cervicales profun­
La glándula sublingual drena en la cavidad oral a través dos, especialmente en el nodulo yuguloomohioideo.
de numerosos conductos pequeños (conductos sublinguales
menores) que se abren en la cresta del pliegue sublingual. En
Inervación
ocasiones, la parte más anterior de la glándula drena a través
de un conducto (conducto sublingual mayor), que finaliza junto P ara sim p á tica
con el conducto submandibular en la carúncula sublingual. La inervación parasimpática de todas las glándulas salivales de
la cavidad oral es a través de ramos del nervio facial [VII], que
Vasos se unen a ramos de los nervios maxilar [V2] y mandibular [V3]
Los vasos que irrigan la glándula parótida se originan en la para alcanzar sus objetivos.
arteria carótida externa y desde sus ramas que son adyacentes La glándula parótida, que se encuentra totalmente fuera de
a la glándula. Las glándulas submandibular y sublingual están la cavidad oral, recibe su inervación parasimpática de fibras
irrigadas por ramas de las arterias facial y lingual. que inicialmente viajan con el nervio glosofaríngeo [IX], que
Las venas que proceden de la glándula parótida drenan en terminan uniéndose a ramos del nervio mandibular [V3] en la
la vena yugular externa, y las que proceden de las glándulas fosa infratemporal (fig. 8.262).

Ganglio pterigopalatino
Nervio petroso mayor
Fibras parasimpáticas
preganglionares
procedentes de [IX]

Glándula lagrimal

Todas las glándulas


que hay encima del nivel
de la hendidura bucal
están inervadas Cuerda del
por el nervio petroso tímpano
mayor de [VII]
Nervio
palatino

Glándulas
del paladar

Glándulas Glándula parótida


inervada por [IX]
labiales
Todas las glándulas que Nervio auriculotemporal
están por debajo del nivel (procedente de
de la fisura oral están Glándulas linguales
¡nervadas por la cuerda
del tímpano de [VII] Ganglios submandibulares
Glándula sublingual

Glándula submandibular

Fig. 8.262 Inervación secretomotora (parasimpática) de las glándulas lagrimales y salivales.


Anatomía regional • Cavidad oraI 8

Nervio petroso mayor el ganglio y se dirigen directamente a las glándulas subman­


dibulares y sublinguales mientras que otras vuelven de nuevo
Todas las glándulas salivales por encima del nivel de la hendi­
al nervio lingual y van con los ramos del nervio lingual hasta
dura bucal, así como todas las glándulas mucosas de la nariz
las glándulas diana.
y las glándulas lagrimales de las órbitas están inervadas por
fibras parasimpáticas llevadas por el ramo petroso mayor
del nervio facial [VII] (fig. 8.262). Las fibras parasimpáticas Techo de la cavidad oral
preganglionares transportadas por este nervio entran en la
fosa pterigopalatina y hacen sinapsis con las fibras parasim­ El techo de la cavidad oral consta del paladar, que tiene dos
páticas posganglionares en el ganglio pterigopalatino forma­ partes: un paladar duro anterior y un paladar blando posterior
do alrededor de los ramos del nervio maxilar [V2]. Las fibras (fig. 8.264).
parasimpáticas posganglionares se unen a ramos sensitivos
generales del nervio maxilar, como los nervios palatinos, Paladar duro
destinados al techo de la cavidad oral, para alcanzar sus El paladar duro separa la cavidad oral de las cavidades nasales.
glándulas diana. Consiste en una lámina ósea cubierta de mucosa por arriba y
por abajo:
Cuerda del tímpano
Todas las glándulas por debajo del nivel de la hendidura bucal, ■ Por encima, está cubierto por mucosa respiratoria y forma
incluyendo las glándulas pequeñas del suelo de la cavidad oral, el suelo de las cavidades nasales.
en el labio inferior y en la lengua, y las glándulas submandi­ ■ Por abajo, está cubierta por una capa fuertemente unida de
bulares y sublinguales más grandes, están inervadas por fibras mucosa oral y forma gran parte del techo de la cavidad oral
parasimpáticas que transporta el nervio cuerda del tímpano, (fig. 8.264).
ramo del nervio facial [VII] (fig. 8.262).
La cuerda del tímpano se une con el ramo lingual del Las apófisis palatinas de los maxilares forman las tres cuar­
nervio mandibular [V3] en la fosa infratemporal y entra con tas partes anteriores del paladar duro. Las láminas horizontales
él en la cavidad oral. Sobre la superficie externa del mús­ de los huesos palatinos forman el cuarto posterior. En la cavidad
culo hiogloso, las fibras parasimpáticas preganglionares oral, el arco alveolar superior rodea el paladar duro anterior y
abandonan la cara inferior del nervio lingual para hacer lateralmente. Posteriormente, el paladar duro se continúa con
sinapsis con fibras parasimpáticas posganglionares en el el paladar blando.
ganglio submandibular, que parece colgar del nervio lingual La mucosa del paladar duro en la cavidad oral posee nume­
(fig. 8.263). Las fibras parasimpáticas posganglionares dejan rosos p lie g u e s p a l a t i n o s t r a n s v e r s o s ( p lic a e p a l a t i n a e

Papila incisiva
que rodea la
fosa incisiva
Cuerda del tímpano (procedente de [VII])

Nervio lingual (procedente de [V3])


Pliegues
Parasimpáticas Parasimpáticas palatinos
posganglionares preganglionares transversos
Paladar
duro
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

submandibular

blando
superficial de la
glándula submandibular
Glándula sublingual Milohioideos

Fig. 8.263 Curso de las fibras parasimpáticas transportadas en el


nervio cuerda del tímpano. Fig. 8.264 Paladar. 1105
Cabeza y cuello

tran sv ersae) y una rugosidad longitudinal media (rafe Todos los músculos del paladar están inervados por el nervio
del p alad ar), que termina anteriormente en una eleva­ vago [X] excepto el tensor del velo del paladar, que es inervado
ción ovalada pequeña (papila incisiva). La papila incisiva por el nervio mandibular [V3] (a través del nervio pterigoideo
(fig. 8.264) está sobre la fosa incisiva que se forma entre las medial).
láminas horizontales del maxilar, inmediatamente detrás de
los incisivos. Tensor del velo del paladar y aponeurosis palatina
El músculo tensor del velo del paladar está formado por dos
Paladar blando
partes: una parte muscular vertical y una parte fibrosa más
El paladar blando (fig. 8.264) continúa posteriormente desde horizontal, que forma la aponeurosis palatina (fig. 8.265A).
el paladar duro y actúa como una válvula que puede estar: La parte vertical del tensor del velo del paladar es fina y
tiene forma triangular con su base unida al cráneo y su vér­
■ Deprimida para ayudar a cerrar el istmo de las fauces. tice apuntando hacia abajo. La base se une a lo largo de una
■ Elevada para separar la nasofaringe de la orofaringe. línea oblicua que comienza medialmente en la fosa escafoidea
cerca de la raíz de la apófisis pterigoides del hueso esfenoides y
El paladar blando está formado y se mueve mediante cuatro continúa lateralmente a lo largo de la parte membranosa de la
músculos y está cubierto por mucosa que se continúa con la trompa auditiva hasta la espina del esfenoides.
mucosa que cubre la faringe y las cavidades oral y nasales. El tensor del velo del paladar desciende verticalmente a lo
La pequeña proyección muscular con forma de lágrima largo de la superficie lateral de la lámina medial de la apófisis
que cuelga del margen libre posterior del paladar blando es la pterigoides y la pared faríngea hasta el gancho de la pterigoides,
úvula. donde las fibras convergen para formar un tendón pequeño
(fig. 8.265A).
M ú sculos del p a la d a r blando
El tendón hace un giro de 90° medialmente alrededor del
Cinco músculos (tabla 8.22) en cada lado contribuyen a la gancho de la pterigoides, penetrando en el origen del músculo
formación y movimiento del paladar blando. Dos de éstos, el buccinador y extendiéndose como un abanico para formar
tensor del velo del paladar y el elevador del velo del paladar, la parte horizontal fibrosa del músculo. Esta parte fibrosa se
descienden hacia el paladar desde la base del cráneo. Otros continúa, cruzando la línea media, con su pareja sobre la otra
dos, el palatogloso y el palatofaríngeo, ascienden hacia el cara para formar la aponeurosis palatina.
paladar desde la lengua y la faringe, respectivamente. El úl­ La aponeurosis palatina se une anteriormente con el
timo músculo, el músculo ácigos de la úvula, se asocia con borde del paladar duro, pero se separa posteriormente donde
la úvula. termina en un borde libre. Esta aponeurosis expansiva es el

Tabla 8.22 Músculos del paladar blando

Músculo Origen Inserción Inervación Función


Tensor del velo Fosa escafoidea del hueso Aponeurosis palatina Nervio mandibular [V3] Tensa el paladar blando;
del paladar esfenoides; parte fibrosa a través del ramo medial abre la trompa auditiva
de la trompa auditiva; al músculo pterigoideo
espina del esfenoides medial
Elevador del velo Parte petrosa del hueso Parte superior de la Nervio vago [X] a través Único músculo que eleva el
del paladar temporal anterior a la aponeurosis palatina del ramo faríngeo al plexo paladar blando por encima
abertura del conducto faríngeo de la posición normal
carotídeo
Palatofaríngeo Parte superior de la Pared faríngea Nervio vago [X] a través Deprime el paladar blando;
aponeurosis palatina del ramo faríngeo al plexo mueve el arco palatofaríngeo
faríngeo con respecto a la línea
media; eleva la faringe
Palatogloso Superficie inferior de la Borde lateral de la lengua Nervio vago [X] a través Deprime el paladar; mueve
aponeurosis palatina del ramo faríngeo al plexo el arco palatofaríngeo con
faríngeo respecto a la línea media;
eleva la parte posterior
de la lengua
Músculo de la úvula Espina nasal posterior Tejido conjuntivo Nervio vago [X] a través Eleva y retrae la úvula;
del paladar duro de la úvula del ramo faríngeo al plexo engrosa la región central
faríngeo del paladar blando
1106
Anatomía regional • Cavidad orai 8

Parte muscular del tensor del velo del paladar


Lámina medial de la Parte fibrosa de la trompa auditiva
apófisis pterigoides
Parte cartilaginosa
Cavidad nasal de la trompa auditiva
Tabique

Lámina pterigoidea lateral Gancho de la pterigoides

Fosa pterigopalatina Aponeurosis palatina

Posición del esfínter


palatofaríngeo

Rafe faríngeo

Músculo buccinador

Rafe pterigomandibular Constrictor superior de la faringe

Elevador del velo


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Palatofaríngeo

Fig. 8.265 A. Músculo tensor del velo del paladar y aponeurosis palatina. B. Músculo elevador del velo del paladar. 1 -i q j
C. Músculos palatofaríngeos.
Cabeza y cuello

elemento estructural principal del paladar blando al que se Los dos músculos palatofaríngeos, uno a cada lado, son
unen otros músculos del paladar. subyacentes a los arcos palatofaríngeos sobre la pared oro-
El tensor del velo del paladar: faríngea. Los arcos palatofaríngeos son posteriores y mediales
a los arcos palatoglosos cuando se observan anteriormente
■ Tensa (reafirma) el paladar blando para que los otros mús­ desde la cavidad oral (fig. 8.266).
culos unidos al paladar trabajen de forma más eficaz. A cada lado, la amígdala palatina está entre los arcos pa­
■ Abre la trompa auditiva cuando el paladar se mueve durante latofaríngeos y palatoglosos sobre la pared orofaríngea lateral
el bostezo y la deglución, debido a que está unido superior­ (fig. 8.266A).
mente a la parte membranosa de ésta.

El tensor del velo del paladar está inervado por el nervio


pterigoideo medial procedente del nervio mandibular [V3].

Elevador del velo del paladar


A
El músculo elevador del velo del paladar se origina en la base Pared posterior de la orofaringe Amígdala palatina
del cráneo y desciende hasta la parte superior de la aponeurosis
palatina (fig. 8.265B). En el cráneo, se origina desde una zona
rugosa sobre la parte petrosa del hueso temporal inmediata­
mente anterior a la abertura del conducto carotídeo. Algunas
fibras también se originan desde partes adyacentes de la trompa
auditiva.
El elevador del velo del paladar se dirige anteroinferiormente
a través de la fascia de la pared faríngea, continúa medial a la
trompa auditiva y se inserta sobre la aponeurosis palatina. Sus
fibras se entrelazan en la línea media con las del elevador del
velo del paladar del otro lado.
A diferencia de los músculos tensores del velo del pala­
dar, los músculos elevadores del velo del paladar no pasan
alrededor del gancho de la pterigoides, sino que se dirigen
directamente desde la base del cráneo a la superficie superior
de la aponeurosis palatina (fig. 8 .2 6 5B). Por tanto, son los
únicos músculos capaces de elevar el paladar por encima
de su posición neutral y cierran el istmo faríngeo entre la
nasofaringe y la orofaringe.
El elevador del velo del paladar está inervado por el ner­
vio vago [X] a través del ramo faríngeo del plexo faríngeo.
En la práctica, puede comprobarse la funcionalidad del
elevador del velo del paladar pidiendo al paciente que diga
«ah». Si el músculo de cada lado funciona normalmente, el
paladar se eleva de forma uniforme en la línea media. Si un
lado no funciona, el paladar se desvía alejándose del lado Borde anterior del
afuncional. Lengua istmo de las fauces
(arco palatogloso)
Palatofaríngeo
Cierre del istmo de las fauces
El músculo palatofaríngeo se origina en la parte superior de • Movimiento medial y hacia abajo de los arcos palatoglosos
• Movimiento medial y hacia abajo de los arcos palatofaríngeos
la aponeurosis palatina y se dirige posterolateralmente sobre
• Movimiento hacia arriba de la lengua
su borde para descender y convertirse en uno de los músculos • Movimiento hacia abajo y hacia delante del paladar blando
longitudinales de la pared faríngea (fig. 8 .2 6 5C). Está unido a
la aponeurosis palatina por dos láminas planas separadas por el
músculo elevador del velo del paladar. La más anterior y lateral
Fig. 8.266 Boca abierta con el paladar blando. A. Istmo de las
de estas dos láminas se une al borde posterior del paladar duro
fauces abierto. B. Istmo de las fauces cerrado.
y a la aponeurosis palatina.
Anatomía regional • Cavidad orai 8

Los músculos palatofaríngeos: Palatogloso


El músculo palatogloso se inserta en la parte inferior (superficie
■ Deprimen el paladar y mueven los arcos palatofaríngeos
oral) de la aponeurosis palatina y se dirige inferior y anterior­
hacia la línea media como cortinas. Ambas acciones ayudan
mente en la superficie lateral de la lengua (fig. 8.267).
a cerrar el istmo de las fauces.
El músculo palatogloso está debajo de un pliegue de mucosa
■ Elevan la faringe durante la deglución.
que se arquea desde el paladar blando a la lengua. Estos arcos
palatoglosos, uno a cada lado, son laterales y anteriores a los
Los palatofaríngeos están inervados por el nervio vago [X]
arcos palatofaríngeos y definen los márgenes laterales del istmo
a través del ramo faríngeo del plexo faríngeo.
de las fauces (fig. 8.266A).

Músculo
de la úvula

Palatogloso desde la cara


inferior de la aponeurosis

Amígdala palatina
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Fig. 8.267 Músculos palatoglosos y ácigos de la úvula.

1109
Cabeza y cuello

La amígdala palatina está entre los arcos palatogloso y pa­ largo de la línea media, el músculo ácigos de la úvula se une
latofaríngeo, en la pared faríngea lateral (figs. 8.266 y 8.267). con su pareja del otro lado.
Los músculos palatoglosos deprimen el paladar, mueven los El músculo ácigos de la úvula eleva y retrae la úvula. Esta
arcos palatoglosos hacia la línea media como cortinas y elevan acción engrosa la parte central del paladar blando y ayuda a
la parte posterior de la lengua. Estas acciones ayudan a cerrar los músculos elevadores del velo del paladar a cerrar el istmo
el istmo de las fauces. de las fauces entre la nasofaringe y la orofaringe.
El palatogloso está inervado por el nervio vago [X] a través El músculo ácigos de la úvula está inervado por el nervio
del ramo faríngeo del plexo faríngeo. vago [X] a través del ramo faríngeo del plexo faríngeo.

Músculo ácigos de la úvula Vasos


A rterias
El músculo ácigos de la úvula se origina en la espina nasal pos­
terior del borde posterior del paladar duro y pasa directamente Las arterias del paladar incluyen la rama palatina mayor de
posterior a la cara dorsal de la aponeurosis palatina para inser­ la arteria maxilar, la rama palatina ascendente de la arteria
tarse en el tejido conjuntivo subyacente a la mucosa de la úvula facial y la rama palatina de la arteria faríngea ascendente. Las
(fig. 8.267). Se dirige entre las dos láminas palatofaríngeas, arterias maxilar, facial y faríngea ascendente se originan en el
superior a la inserción del elevador del velo del paladar. A lo cuello, en la arteria carótida externa (fig. 8.268).

Arteria palatina menor - - Arteria maxilar

Rama palatina
de la arteria faríngea
ascendente
Arteria palatina mayor

Carótida externa

Arteria palatina ascendente

Arteria faríngea ascendente

Carótida interna
Arteria facial
Carótida externa
Arteria lingual

Arteria carótida común


Arteria tiroidea superior

Fig. 8.268 Arterias del paladar.


Anatomía regional • Cavidad oraI 8

Arteria palatina ascendente y rama palatina de da origen a la pequeña ram a palatina menor, y continúa
a través del agujero palatino mayor por encima de la superficie
La arteria palatina ascendente de la arteria facial asciende a
inferior del paladar duro (fig. 8.2 69). La arteria palatina mayor
lo largo de la superficie externa de la faringe. La rama palatina
se dirige hacia delante sobre el paladar duro y abandona el
hace un giro medialmente alrededor de la parte superior del
paladar superiormente a través del conducto incisivo para en­
músculo constrictor superior de la faringe para entrar en la
trar en la pared medial de la cavidad nasal, donde termina. La
fascia faríngea con el músculo elevador del velo del paladar y
arteria palatina mayor es la arteria más grande del paladar
continuar con el músculo hasta el paladar blando.
duro. También irriga la encía palatina. La rama palatina menor
La ram a palatina de la arteria faríngea ascendente sigue
se dirige a través del agujero palatino menor posteriormente al
el mismo camino que la rama palatina de la arteria palatina
agujero palatino mayor, y contribuye a la irrigación vascular
ascendente desde la arteria facial, pudiendo sustituirla.
del paladar blando.
Arteria palatina mayor

La arteria palatina mayor se origina en la arteria maxilar en


la fosa pterigopalatina. Desciende por el conducto palatino don­

Fosa incisiva

Arteria palatina Nervio


mayor nasopalatino

Nervio
palatino
mayor

Arteria
palatina Agujero
menor palatino
mayor

Agujero
palatino
menor

Nervio
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palatino
menor
Úvula

Ramas de la arteria palatina ascendente


de la arteria facial y rama palatina de
la arteria faríngea ascendente

Fig. 8.269 Nervios y arterias palatinos.

1111
Cabeza y cuello

Venas Las fibras de la sensibilidad general que transportan estos ner­


vios se originan en la fosa pterigopalatina en el nervio maxilar [V2].
Las venas del paladar generalmente siguen a las arterias y
Las fibras parasimpáticas (para las glándulas) y AE (gusto en
en último lugar drenan en el plexo pterigoideo venoso en la
el paladar blando) procedentes de un ramo del nervio facial [VII]
fosa infratemporal (fig. 8 .2 70), o en una red de venas
se unen a los nervios en la fosa pterigopalatina, así como las
asociadas con la amígdala palatina, que drenan en el plexo
fibras simpáticas (sobre todo para los vasos sanguíneos), que en
faríngeo venoso o directamente en la vena facial.
último lugar derivan a nivel T I de la médula espinal.

Sistem a lin fático N ervios p alatin o m ay o r y m en o r

Los vasos linfáticos procedentes del paladar drenan en los nó­ Los nervios palatinos mayor y menor descienden a través de
dulos cervicales profundos (fig. 8.270). la fosa pterigopalatina y el conducto palatino para alcanzar el
paladar (fig. 8.271):

Inervación ■ El nervio palatino mayor viaja a través del agujero palatino


El paladar está inervado por los nervios palatinos mayor y me­ mayor y da la vuelta anteriormente para inervar el paladar
nor y el nervio nasopalatino (figs. 8.269 y 8.271). duro y la encía hasta el primer premolar.

Plexo pterigoideo Vena maxilar

Drenaje venoso
del paladar

Vasos linfáticos del paladar

Nódulos cervicales profundos

Vena yugular interna

Fig. 8.270 Drenaje venoso y linfático del paladar.


Anatomía regional • Cavidad oraI 8

■ El nervio palatino menor se dirige posteromedialmente para del suelo, y desciende a través del conducto y la fosa incisiva
inervar el paladar blando. para alcanzar la superficie inferior del paladar duro (fig. 8.271).
El nervio nasopalatino inerva la encía y la mucosa adyacen­
N ervio n aso p alatin o te a los incisivos y los caninos.
El nervio nasopalatino también se origina en la fosa pterigopa­
latina, pero pasa medialmente hasta la cavidad nasal. Continúa
medialmente sobre el techo de la cavidad nasal para alcanzar la Hendidura bucal y labios
pared medial, y después anterior y oblicuamente hacia abajo de La hendidura bucal es una abertura existente entre los la­
la pared para alcanzar el conducto incisivo en la parte anterior bios, que conecta el vestíbulo oral con el exterior (fig. 8.2 72).

Nervio petroso mayor


Nervio del conducto (parasimpáticas preganglionares
pterigoideo y sensitivas especiales [olfato])
Nervio nasopalatino
Nervio maxilar

Ganglio
pterigopalatino

Conducto Nervio petroso Arteria carótida interna


profundo {simpáticas
posganglionares)
Ganglio simpático
cervical superior
Nervio palatino menor

Tronco simpático

Uvu a

Nervio nasopalatino Agujero palatino menor


Fibras simpáticas
Nervio palatino mayor Agujero palatino mayor preganglionares desde T1

Fig. 8.271 Inervación del paladar.

Músculo orbicular
de la boca
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Filtro
Arteria y vena
Arterias
Bordes
labiales
libres —
superior
e inferior
Músculo
Arteria facial buccinador Glándulas
salivales
labiales
Hendidura bucal
Borde libre de los labios

Músculo orbicular de la boca

Fig. 8.272 Hendidura bucal y labios. A. Visión anterior. B. Sección sagital. 1113
Cabeza y cuello

Puede abrirse y cerrarse, y cambiar de forma por los movi­ El movimiento medial de los arcos palatofaríngeos, mediales
mientos de los músculos de la expresión facial asociados con y posteriores a los arcos palatoglosos, también produce el cierre
los labios y las regiones circundantes, y por movimientos de del istmo de las fauces. Cuando el istmo de las fauces está ce­
la mandíbula. rrado, el alimento o el líquido pueden quedarse dentro de la
Los labios están formados completamente por tejidos blan­ cavidad oral mientras se respira.
dos (fig. 8 .2 72B). Están tapizados internamente por mucosa
oral y cubiertos externamente por piel. Externamente, hay
una zona de transición desde la piel más gruesa que cubre Dientes y encías
la cara hasta la piel más fina que rodea el borde de los labios Los dientes están unidos a fosas (alveolos) en dos arcos ele­
y continúa como mucosa oral en la superficie labial interna. vados de hueso sobre la mandíbula por abajo y el maxilar por
Los vasos sanguíneos están más cerca de la superficie en las encima (arcos alveolares). Si se quitan los dientes, el hueso
zonas donde la piel es fina, y por este motivo los labios tienen alveolar se reabsorbe y los arcos desaparecen.
un borde rojo que cubre sus márgenes. Las encías son regiones especializadas de la mucosa oral
El labio superior tiene un surco vertical poco profundo sobre que rodean los dientes y cubren las zonas adyacentes del hueso
su superficie externa (el filtro) rodeado por dos elevaciones alveolar.
cutáneas (fig. 8 .2 72A). El filtro y las elevaciones cutáneas se Los tipos diferentes de dientes se distinguen por su morfolo­
forman embriológicamente por la fusión de los rodetes nasales gía, posición y función (fig. 8.2 73A).
mediales. En los adultos hay 32 dientes, 16 en el maxilar y 16 en la
Sobre la superficie interna de ambos labios, un pliegue de mandíbula. A cada lado en ambos arcos maxilares y mandi­
mucosa (el frenillo de los labios superior e inferior) conecta bulares hay dos incisivos, un canino, dos premolares y tres
el labio con la encía adyacente. molares.
Los labios están rodeados por el músculo orbicular de la
boca, tejidos neurovasculares y glándulas labiales (fig. 8.2 72B). ■ Los dientes incisivos son los «dientes frontales» y tienen
Las pequeñas glándulas labiales con forma de guisante están una raíz y una corona con forma de cincel, que «corta».
entre el tejido muscular y la mucosa oral, y se abren en el ves­ ■ Los caninos son posteriores a los incisivos y son los más
tíbulo oral. largos, tienen una corona con una cúspide puntiaguda
Varios músculos de la expresión facial controlan la forma y el única, y «agarran».
tamaño de la hendidura bucal. El más importante de éstos es el ■ Los prem olares (bicúspides) tienen una corona con dos
músculo orbicular de la boca, que rodea el orificio y actúa como cúspides puntiagudas, una sobre la cara bucal (mejilla) del
un esfínter. Algunos músculos de la expresión facial se unen diente y otra sobre la cara lingual (lengua) o palatal (pala­
con el orbicular de la boca u otros tejidos de los labios y abren dar), generalmente tienen una raíz (pero el primer premolar
o ajustan el contorno de la hendidura bucal. Estos incluyen el superior que se continúa con el canino puede tener dos), y
buccinador, el elevador propio del labio superior, los cigomático «trituran».
mayor y menor, el elevador del ángulo de la boca, el depresor ■ Los m olares están detrás de los premolares, tienen tres
del labio inferior, el depresor del ángulo de la boca y el músculo raíces y coronas con de tres a cinco cúspides, y «trituran».
cutáneo del cuello.
En los seres humanos se desarrollan dos conjuntos su­
cesivos de dientes, los dientes deciduos (dientes «de leche»)
Istmo de las fauces (fig. 8.2 73B) y los dientes permanentes (dientes «definiti­
El istmo de las fauces (orofaríngeo) es la abertura que hay entre vos»). Los dientes deciduos emergen desde la encía entre los
la cavidad oral y la orofaringe (v. fig. 8.266). Está formado: seis meses y los dos años de edad. Los dientes permanentes
comienzan a salir y reemplazan a los deciduos alrededor de
■ Lateralmente por los arcos palatoglosos. los seis años de edad, y pueden continuar emergiendo hasta
■ Superiormente por el paladar duro. la edad adulta.
■ Inferiormente por el surco terminal de la lengua, que divide Los 20 dientes deciduos consisten en dos incisivos, un
la superficie oral de la lengua (dos tercios anteriores) de la canino y dos molares a cada lado del maxilar y mandíbu­
superficie faríngea (tercio posterior). la. Estos dientes se reemplazan por los incisivos, caninos y
premolares de los dientes permanentes. Los molares per­
El istmo de las fauces puede cerrarse elevando la parte pos­ manentes erupcionan por detrás de los molares deciduos y
terior de la lengua, deprimiendo el paladar y moviendo me­ necesitan que las mandíbulas crezcan hacia delante para
dialmente los arcos palatoglosos con respecto a la línea media. acomodarlos.
Anatomía regional • Cavidad oraI 8

Superior

Raíces relacionadas con


los senos maxilares Senos maxilares

Incisivos

Raíces relacionadas
con el conducto
mandibular

Incisivos

Superior

Incisivos
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Inferior

Molares

Fig. 8.273 Dientes. A. Dientes permanentes superiores e inferiores del adulto. B. Dientes deciduos («de leche»).

1115
Cabeza y cuello

Vasos ra pterigomaxilar. Desciende sobre la superficie posterolateral


del maxilar, se ramifica, y entra por los pequeños canales del
A rte ria s
hueso para irrigar los molares y premolares.
Todos los dientes están irrigados por vasos que son ramas La a rte ria alveolar superior an terio r se origina en
que proceden directa o indirectamente de la arteria maxilar la arteria infraorbitaria, que procede de la arteria maxilar
(fig. 8.274). en la fosa pterigopalatina. La arteria infraorbitaria abandona
la fosa pterigopalatina a través de la fisura orbital inferior y
Arteria alveolar inferior
entra en el surco y en el conducto infraorbitarios en el suelo
Todos los dientes inferiores están irrigados por la arteria de la órbita. La arteria alveolar superior anterior se origina de
alveolar inferior, que se origina de la arteria maxilar en la arteria infraorbitaria en el conducto infraorbitario. Pasa
la fosa infratemporal. Entra en el conducto mandibular de a través del hueso y emite ramas para irrigar los incisivos y
la mandíbula, se dirige anteriormente en el hueso emitiendo los caninos.
vasos para los dientes más posteriores y se divide delante del
primer premolar en ramas incisiva y mentoniana. La rama Irrigación de las encías
mentoniana abandona el agujero mentoniano para irrigar la Las encías están irrigadas por múltiples vasos y su origen depen­
barbilla, mientras que la rama incisiva continúa por el hueso de del lado de la encía en la que esté el diente, de si la superficie
para irrigar los dientes anteriores y las estructuras adyacentes. dental se orienta al vestíbulo oral o a la mejilla (cara vestibular
o bucal), o de si la superficie dental se orienta a la lengua o al
Arterias alveolares superiores anterior y posterior
paladar (cara lingual o palatina):
Todos los dientes superiores están irrigados por las arterias
alveolares superiores anterior y posterior. ■ La encía bucal de los dientes inferiores está irrigada por
La arteria alveolar superior posterior se origina en la ramas de la arteria alveolar inferior, mientras que la cara
arteria maxilar después de que la arteria maxilar entra en lingual está irrigada por ramas de la arteria lingual de la
la fosa pterigopalatina y abandona la fosa a través de la fisu­ lengua.

Arteria maxilar-
Seno cavern oso- -Venas emisarias
de la cavidad craneal Vena maxilar

Arteria y vena
infraorbitarias

Arteria y vena alveolares


superiores anteriores

Arteria y vena alveolares


superiores posteriores Vena retromandibular
Arteria carótida externa

Arteria y vena alveolares


inferiores en el conducto
mandibular

Vena yugular externa

Vena yugular interna


Plexo pterigoideo

116 Fig. 8.274 Arterias y venas de los dientes.


Anatomía regional • Cavidad oraI 8

■ La encía bucal de los dientes superiores está irrigada por través de pequeños agujeros emisarios en la base del cráneo
ramas de las arterias alveolares superiores anterior y pos­ para conectar con los senos cavernosos en la cavidad cra­
terior. neal. Las infecciones que se originan en los dientes pueden
■ La encía palatina está irrigada por ramas de las arterias llegar a la cavidad craneal a través de estas pequeñas venas
nasopalatina (incisivos y caninos) y palatina mayor (pre­ emisarias.
molares y molares). El drenaje venoso desde los dientes también puede hacerse
por los vasos que se dirigen a través del agujero mentoniano
Venas para conectar con la vena facial.
Generalmente, las venas procedentes de los dientes superiores Las venas procedentes de las encías también siguen a las
e inferiores siguen a las arterias (fig. 8.274). arterias, y en último lugar drenan en la vena facial o en el plexo
Las venas alveolares inferiores procedentes de los dientes venoso pterigoideo.
inferiores, y las venas alveolares superiores procedentes de
Sistem a lin fático
los dientes superiores, drenan principalmente en el plexo
pterigoideo venoso en la fosa infratemporal, aunque algunas Los vasos linfáticos procedentes de los dientes y las encías
procedentes de los dientes anteriores pueden drenar en venas drenan principalmente en los nódulos cervicales profundos,
tributarias de la vena facial. submandibulares y submentonianos (fig. 8.275).
El plexo pterigoideo drena principalmente en la vena ma­
xilar y en última instancia en la vena retromandibular y en Inervación
el sistema venoso yugular. Además, los vasos comunicantes Todos los nervios que inervan los dientes y las encías son ramos
pequeños se dirigen superiormente, desde el plexo, y pasan a del nervio trigémino [V] (figs. 8.276 y 8.277).

Nódulos cervicales profundos

Nódulos
submentonianos
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Nódulos
submandibulares

Fig. 8.275 Drenaje linfático de los dientes y las encías.

1117
Cabeza y cuello

N ervio alveo lar in ferio r directa o indirectamente del nervio maxilar [V2] (figs. 8.276
y 8.277).
Todos los dientes inferiores están inervados por ramos proce­
El nervio alveolar superior posterior se origina directamente
dentes del nervio alveolar inferior, que se origina en la fosa in­
del nervio maxilar [V2] en la fosa pterigopalatina, sale de
fratemporal procedente del nervio mandibular [V3] (figs. 8.2 76
ésta a través de la fisura pterigomaxilar y desciende sobre
y 8.2 77). El nervio alveolar inferior y los vasos que lo acompa­
la superficie posterolateral del maxilar. Entra en el maxilar
ñan entran en el agujero mandibular en la superficie medial
a través de un pequeño agujero aproximadamente a medio
de la rama de la mandíbula y viajan anteriormente a través del
camino entre la fisura pterigomaxilar y el último molar, y se
hueso en el conducto mandibular. Los ramos nerviosos para
dirige a través del hueso en la pared del seno maxilar. El nervio
los dientes posteriores se originan directamente en el nervio
alveolar superior posterior inerva entonces los molares a través
alveolar inferior.
del plexo alveolar superior formado por los nervios alveolares
Adyacente al primer premolar, el nervio alveolar inferior se
posterior, medio y anterior.
divide en ramos incisivo y mentoniano:
Los nervios alveolares superiores medio y anterior se origi­
nan a partir del ramo infraorbitario del nervio maxilar [V2] en
■ El ramo incisivo inerva el primer premolar, el canino y el
el suelo de la órbita:
incisivo, junto con la encía vestibular (bucal) asociada.
■ El nervio mentoniano sale de la mandíbula a través del
■ El nervio alveolar superior medio se origina del nervio
agujero del mismo nombre e inerva la barbilla y el labio
infraorbitario en el surco infraorbitario, se dirige a través
inferior.
del hueso en la pared lateral del seno maxilar e inerva los
premolares a través del plexo alveolar superior.
N ervios alveo lares su p erio res an terio r,
■ El nervio alveolar superior anterior se origina del nervio
m edio y p o ste rio r
infraorbitario en el conducto infraorbitario, se dirige a través
Todos los dientes superiores están inervados por los nervios al­ del maxilar en la pared anterior del seno maxilar y a tra­
veolares superiores anterior, medio y posterior, que se originan vés del plexo alveolar superior inerva el canino y el incisivo.

Fosa pterigopalatina

Nervio maxilar [V2] Nervio alveolar superior posterior

Nervio infraorbitario

N ervio m a n d ib u lar en la
fo sa infratem poral [V3]
Nervio alveolar superior anterior
Nervio alveolar superior medio

Plexo alveolar superior

Nervio alveolar inferior


en el conducto
mandibular

Nervio mentoniano
Agujero mentoniano

Nervio incisivo

Fig. 8.276 Inervación de los dientes.


Anatomía regional • Cavidad orai 8

Dientes Encías
Nervio alveolar superior
anterior (procedente de [V2]) Nervio nasopalatino (procedente de [V2])
Nervio alveolar superior anterior
Nervio alveolar superior medio (procedente de [V2])
(procedente de [VJ) Nervio alveolar superior
medio (procedente de [V2 ])
S u p e r io r

Nervio alveolar superior


posterior (procedente de [V2]) Nervio alveolar superior
posterior (procedente de [VJ)
Nervio palatino mayor
(procedente de [V-J)

Nervio lingual (procedente de [V3])

Nervio bucal (procedente de [V3])


Tronco principal del
In fe rio r nervio alveolar inferior
(procedente de [V3])

Nervio mentoniano procedente


del nervio alveolar inferior
Ramo incisivo del nervio alveolar
(procedente de [V-J)
inferior (procedente de [Va])

Fig. 8.277 Inervación de los dientes y las encías.

In e rv ació n de las en cías ■ El nervio nasopalatino inerva la encía asociada con los
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incisivos y los caninos.


Como los dientes, las encías están inervadas por nervios que se
■ El nervio palatino mayor inerva la encía asociada con los
originan a partir del nervio trigémino [V] (fig. 8.277):
demás dientes.
■ La encía asociada con los dientes superiores está inervada
La encía asociada con la cara (bucal) de los incisivos, ca­
por ramos derivados del nervio maxilar [V2].
ninos y premolares mandibulares está inervada por el ramo
■ La encía asociada con los dientes inferiores está inervada
mentoniano del nervio alveolar inferior. La encía que recubre
por ramos del nervio mandibular [V3].
la cara bucal de los molares mandibulares está inervada
por el nervio bucal, que se origina en la fosa infratemporal
La encía que recubre la cara bucal de los dientes superiores
desde el nervio mandibular [V3]. La encía adyacente a la super­
está inervada por los nervios alveolares anterior, medio y su­
ficie lingual de todos los dientes inferiores está inervada por el
perior, que también inervan los dientes adyacentes. La encía
nervio lingual.
que recubre la cara palatina (lingual) de los mismos dientes
1119
está inervada por los nervios nasopalatino y palatino mayor:
Cabeza y cuello

Anatomía de superficie
Anatom ía de superficie de la cabeza Posición anatóm ica de la cabeza
y el cuello y los elem entos principales
Las estructuras óseas que destacan en la cabeza y el cuello se La cabeza está en posición anatómica cuando los bordes infe­
utilizan para localizar los vasos sanguíneos, glándulas y mús­ riores de las órbitas óseas y los bordes superiores de los meatos
culos principales, y para localizar puntos de acceso a las vías acústicos externos están en el mismo plano horizontal (plano
aéreas. de Frankfurt).
La exploración neurológica de los nervios craneales y cer­ Además del conducto auditivo externo y el borde óseo de la
vicales superiores se realiza valorando su funcionalidad en la órbita, otras características que pueden palparse incluyen el
cabeza y el cuello. Además, en muchos casos, la información cóndilo de la mandíbula, el arco cigomático, el hueso cigomá­
acerca del estado general de salud puede obtenerse evaluando tico, la apófisis mastoidea y la protuberancia occipital externa
los rasgos superficiales, los ojos y la cavidad oral, y las carac­ (fig. 8.278).
terísticas del habla.

Vértex

Nervios espinales
cervicales

Hueso cigomático

Protuberancia
occipital externa
Línea de Frankfurt

Conducto auditivo externo


Borde inferior de la órbita
Apófisis mastoidea

Músculo
esternocleidomastoideo Posición del arco
Ángulo de la mandíbula cigomático

Posición de la cabeza
de la mandíbula

Fig. 8.278 Posición anatómica de la cabeza y las zonas más importantes. Vista lateral de la cabeza y el cuello de un hombre.
Anatomía de superficie • Visualización de estructuras en los niveles vertebrales ClIl/CIVyCVI 8

El cóndilo de la mandíbula es anterior al oído externo y está el punto aproximado sobre el cuero cabelludo donde hay una
por detrás e inferior al extremo posterior del arco cigomático. transición desde la inervación cervical y craneal del cuero
Es más fácil encontrarla abriendo y cerrando la mandíbula y cabelludo. En la región anterior al vértex, el cuero cabelludo y
palpando el cóndilo de la mandíbula cuando se mueve hacia la cara están inervados por el nervio trigémino [V]. Posterior al
delante sobre el tubérculo articular y hacia atrás en la fosa vértex, el cuero cabelludo está inervado por ramos procedentes
mandibular, respectivamente. de los nervios espinales cervicales.
El arco cigomático se extiende hacia delante desde la región
de la articulación temporomandibular al hueso cigomático,
que forma una prominencia lateral ósea al margen inferior de
Visualización de estructuras en los niveles
la abertura anterior de la órbita. vertebrales CIII/CIV y CVI
La apófisis mastoidea es una gran protuberancia ósea que Hay dos niveles vertebrales en el cuello que están asociados con
se palpa fácilmente posterior a la cara inferior del conducto importantes características anatómicas (fig. 8.279).
auditivo externo. El extremo superior del músculo esterno­ El disco intervertebral entre las vértebras CHI y CIV está en el
cleidomastoideo se une a la apófisis mastoidea. mismo plano horizontal que la bifurcación de la arteria carótida
La protuberancia occipital externa puede palparse en la común en las arterias carótidas interna y externa. Aproximada­
línea media posteriormente donde el contorno del cráneo se mente, este nivel está en el borde superior del cartílago tiroides.
curva bruscamente hacia delante. Esta señal marca super­ El nivel vertebral CVI marca la transición entre la faringe
ficialmente el punto donde la parte trasera del cuello se une y el esófago, y la laringe y la tráquea. El nivel vertebral CVI,
con la cabeza. por tanto, marca el extremo superior del esófago y la tráquea
Otra característica clínicamente útil de la cabeza es el vértex. y está aproximadamente a nivel del borde inferior del cartílago
Es el punto más alto de la cabeza en posición anatómica y marca cricoides.

- Línea de Frankfurt

Bifurcación de la arteria
carótida común
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Nivel vertebral CIII/IV


• Borde superior del cartílago tiroides
• Bifurcación de la arteria carótida común

- Faringe
Nivel vertebral CVI
• Arco del cartílago cricoides Arco del cricoides
• Extremo superior del esófago - Esófago
• Extremo superior de la tráquea

Fig. 8.279 Visión de las estructuras a nivel de las vértebras CIII/IV y CVI. Visión lateral de la cabeza y el cuello de un hombre. 1 121
Cabeza y cuello

Cóm o delim itar los triángulos anterior Los triángulos anteriores se asocian con estructuras como
y posterior del cuello las vías aéreas y el tracto digestivo, y los nervios y vasos que se
dirigen entre el tórax y la cabeza. También se asocian con las
Los límites de los triángulos anterior y posterior de cada lado
glándulas tiroides y paratiroides.
del cuello se establecen fácilmente utilizando detalles óseos y
La base de cada triángulo posterior es el tercio medio de la
musculares evidentes (fig. 8.280).
clavícula. El margen medial es el borde posterior del músculo
La base de cada triángulo anterior es el borde inferior
esternocleidomastoideo, y el margen lateral el borde anterior
de la mandíbula, el borde anterior es la línea media del
del músculo trapecio. El vértice apunta superiormente y está
cuello, y el borde posterior es el borde anterior del mús­
inmediatamente posteroinferior a la apófisis mastoides.
culo esternocleidomastoideo. El vértice de cada triángulo
Los triángulos posteriores se asocian con los nervios y vasos
anterior apunta inferiormente, y se localiza en la escotadura
que entran y salen de los miembros superiores.
supraesternal.

— Borde inferior de la mandíbula

Borde posterior del


esternocleidomastoideo
Triángulo posterior
Triángulo anterior
Borde anterior
Borde anterior del del trapecio
esternocleidomastoideo

Estructuras que se encuentran Estructuras que se encuentran entre el Clavícula


entre la cabeza y el tórax que están tórax/cuello y los miembros superiores que
asociadas con los triángulos anteriores están asociadas con los triángulos posteriores

Fig. 8.280 Delimitación de los triángulos anterior y posterior del cuello. A. En una mujer, visión anterolateral. Se indica el triángulo anterior
izquierdo. B. En un hombre, visión anterior del triángulo posterior.
Anatomía de superficie • Cómo localizar el ligamento cricotiroideo 8

Cóm o localizar el ligam ento cricotiroideo laríngea y debajo de la superficie anterior del ángulo tiroideo.
Cuando el dedo cruza el borde inferior del cartílago tiroides, en la
Una estructura importante que es posible localizar en el cuello
línea media se siente una depresión blanda antes de que el dedo
es el ligamento cricotiroideo (membrana cricovocal, membrana
se deslice por encima del arco del cartílago cricoides que es duro.
cricotiroidea) (fig. 8.2 8 1), ya que penetrar artificialmente estas
La depresión blanda entre el borde inferior del cartílago
membranas en situaciones de urgencia puede proporcionar
tiroides y el arco del cricoides es la posición del ligamento cri­
acceso a las vías aéreas inferiores cuando las vías aéreas su­
cotiroideo.
periores están bloqueadas por encima del nivel de las cuerdas
Un tubo dirigido a través del ligamento cricotiroideo entra
vocales.
en las vías aéreas debajo de la posición de las cuerdas vocales
El ligamento puede encontrarse fácilmente usando las ca­
de la laringe.
racterísticas palpables de la laringe como puntos destacados.
Las estructuras que pueden encontrarse en o cruzando la
Utilizando un dedo con suavidad para identificar las es­
línea media entre la piel y el ligamento cricotiroideo incluyen
tructuras laríngeas en la línea media, primero se encuentra la
el lóbulo piramidal de la glándula tiroides y vasos pequeños,
escotadura tiroidea en el borde superior del cartílago tiroides
respectivamente.
y entonces se mueve el dedo hacia abajo sobre la prominencia

Prominencia laríngea
Posición del ligamento
cricotiroideo
Arco del cartílago
cricoides

Escotadura tiroidea

Prominencia laríngea
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Posición del ligamento


cricotiroideo

Arco del cartílago


cricoides

Istmo de la glándula tiroides

Fig. 8.281 Cómo localizar el ligamento cricotiroideo. A. En un hombre, visión lateral de la cabeza y el cuello. B. En una mujer, visión lateral
déla cabeza y el cuello. C. En un hombre, parte anterior del cuello con la barbilla levantada. D. En una mujer, parte anterior del cuello
con la barbilla levantada. 1123
Cabeza y cuello

Inferior al cartílago cricoides, el cartílago superior de la cartílago cricoides, y palpando después posterolateral a la
laringe puede palparse a veces por encima del nivel del istmo laringe.
de la glándula tiroides que cruza la tráquea anteriormente. El istmo de la glándula tiroides cruza anterior al extremo
Las marcas principales utilizadas para encontrar el ligamen­ superior de la tráquea y puede palparse fácilmente en la línea
to cricotiroideo son parecidas en el hombre y en la mujer, sin media inferior al arco del cricoides.
embargo, debido a que las láminas del cartílago tiroideo se unen La presencia del istmo de la glándula tiroides hace difícil
en un ángulo más agudo en el hombre, las estructuras son más palpar los cartílagos traqueales en el cuello. También, la pre­
prominentes en los hombres que en las mujeres. sencia del istmo de la glándula tiroides y los vasos asociados
que se encuentran y cruzan la línea media hacen difícil en­
trar artificialmente en las vías aéreas anteriormente a través
Cóm o localizar la glán dula tiroides de la tráquea. Este procedimiento, la traqueotomía, es una
Los lóbulos izquierdo y derecho de la glándula tiroides están en intervención quirúrgica.
los triángulos anteriores en la parte inferior del cuello a cada
lado de las vías aéreas y el tracto digestivo inferior a la posición
de la línea oblicua del cartílago tiroides (fig. 8.282). De hecho, Estim ación de la posición de la arteria
los músculos esternotiroideos, que se insertan superiormente m eníngea media
a las líneas oblicuas se encuentran por delante de los lóbulos La arteria meníngea media (fig. 8.283) es una rama de la arte­
de la glándula tiroides e impiden que los lóbulos se desplacen ria maxilar en la fosa infratemporal. Entra en el cráneo a través
hacia la parte superior del cuello. del agujero espinoso y está dentro de la duramadre que recubre
Los lóbulos de la glándula tiroides pueden palparse más la cavidad craneal.
fácilmente buscando la prominencia tiroidea y el arco del

Lóbulo izquierdo de la glándula tiroides


Istmo de la glándula tiroides
Lóbulo derecho de la glándula tiroides

Fig. 8.282 Cómo localizar la glándula tiroides. A. En una mujer, visión anterior del cuello. B. En un hombre, visión anterior del cuello.
Anatomía de superficie • Características principales de la cara 8

Pterión

Borde superior de la órbita

-----Linea de Frankfurt

Conducto auditivo
Borde inferior de la órbita

Fig. 8.283 Estimación de la posición de la arteria meníngea media. Visión lateral de la cabeza y el cuello de un hombre.

Los golpes laterales en la cabeza pueden romper la arteria Región para examinar el [V-j]
meníngea media, produciendo hemorragia extradural y en
ocasiones la muerte si no se trata.
La rama anterior de la arteria meníngea media es la región
del vaso que más suele desgarrarse. Esta rama está en la re­
gión «de la sien» de la cabeza, aproximadamente a medio ca­
mino entre el margen superior de la órbita y la parte superior
de la oreja en la región pterión. El pterión es un área circular
pequeña que engloba la región donde se reúnen los huesos es­
fenoides, frontal, parietal y temporal del cráneo.
Los golpes laterales en la cabeza pueden fracturar la tabla
interna del hueso del cráneo y desgarrar la arteria meníngea
media en la capa externa de la duramadre que está fusionada con
el cráneo. La sangre bajo la presión arterial pulsátil sale del vaso
y gradualmente separa la duramadre del hueso, formando un
hematoma extradural cada vez más grande.
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Características principales de la cara


Las características principales de la cara son las que se relacio­
nan con las aberturas anteriores de las órbitas, las cavidades
nasales y la cavidad oral (fig. 8.284).
Las hendiduras palpebrales están entre los párpados superior
e inferior y pueden abrirse y cerrarse. La hendidura bucal es
el hueco entre los labios superior e inferior y también puede
abrirse o cerrarse.
Los músculos esfínter de las hendiduras bucal y palpebral
son los orbiculares de la boca y de los ojos. Estos músculos están Fig. 8.284 Características principales de la cara. Visión anterior
de la cabeza y el cuello de una mujer. 1 125
inervados por el nervio facial [VII].
I Cabeza y cuello

Las narinas son las aberturas anteriores de las cavidades El ojo y el aparato lagrim al
nasales y siempre están abiertas.
Entre las principales estructuras del ojo se incluyen la esclera,
El surco vertical en la línea media entre la nariz y el labio
la córnea, el iris y la pupila (fig. 8.28 5). La córnea se continúa
superior es el filtro.
con la esclerótica y es la región circular transparente de la
El trigémino [V] se encarga de la inervación sensitiva de la
cobertura externa del ojo a través de la cual pueden verse la
cara. Las tres divisiones de este nervio están representadas sobre
pupila y el iris. La esclerótica no es transparente y general­
la cara y pueden ser exploradas tocando la frente (nervio oftál­
mente es blanca.
mico [V]]), la mejilla anterior (nervio maxilar [V2]) y la piel sobre
el cuerpo anterior de la mandíbula (nervio mandibular [ V 3 ] ) .

Saco lagrimal

Glándula lagrimal

Flujo de lágrimas

Canalículo inferior

Conducto nasolagrimal

Parpado superior Pupila Iris Carúncula lagrimal Pliegue lagrimal Hendidura palpebral

§7®

Lago lagrimal Esclerótica


Comisura medial Comisura lateral Papila lagrimal Punto lagrimal
Párpado inferior

Fig. 8.285 Ojo y aparato lagrimal. A. Cara de una mujer. Se señalan el aparato lagrimal y el flujo de lágrimas. B. Ojo izquierdo y estructuras
circundantes. C.Ojo izquierdo y estructuras circundantes con el párpado inferior apartado hacia fuera para mostrar la papila lagrimal y el
1126 punto lagrimal.
Anatomía de superficie • Oído externo 8

Los párpados superior e inferior de cada ojo encierran entre El saco lagrimal está en la fosa lagrimal en la cara medial de
ellos la fisura palpebral. Los párpados se juntan en las comisuras la órbita. Desde el saco lagrimal, las lágrimas drenan a través
palpebrales medial y lateral a cada lado de cada ojo. del conducto nasolagrimal a la cavidad nasal.
En la cara medial de la hendidura palpebral y lateral a la
comisura palpebral medial hay una estructura pequeña de
tejido blando, triangular (el lago lagrimal). O ído externo
El montículo elevado de tejido sobre la cara medial del lago El oído externo (fig. 8.286) consta de la oreja y el conducto
lagrimal es la carúncula lagrimal, y el margen lateral que rodea auditivo externo. La oreja está constituida por cartílago y está
la esclerótica es el pliegue lagrimal. cubierta de piel. El conducto auditivo externo está cerca del
El aparato lagrimal consta de la glándula lagrimal y el sistema borde anterior de la oreja.
de conductos que recogen las lágrimas y las drenan en la cavidad La oreja se caracteriza por varias depresiones, prominen­
nasal. Las lágrimas hidratan y mantienen la córnea transparente. cias y pliegues. El borde externo plegado de la aurícula es el
La glándula lagrimal se asocia con el párpado superior y hélix, que termina inferiormente en el lóbulo. Un pliegue
se localiza en una depresión pequeña en el techo lateral de la más pequeño (el antihélix) discurre paralelo al contorno
órbita justo posterior al borde de la órbita. Los diversos conduc­ del hélix y está separado de éste por una depresión (la fosa
tos pequeños de la glándula se abren en el borde superior del escafoidea).
saco conjuntival, que es el pequeño espacio existente entre la El trago es una prominencia pequeña anteroinferior al con­
superficie interna del párpado y la córnea. ducto auditivo externo. Opuesto al trago en el final del antihélix
Las lágrimas se deslizan medialmente por el ojo cuando se hay otra prominencia (el antitrago). La depresión entre el trago
parpadea y se recogen en orificios pequeños (punto lagrimal), y el antitrago es la escotadura intertrágica.
uno a cada lado de los párpados superior e inferior, cerca del La depresión más profunda (la concha), está interrumpida
lago lagrimal. por el antihélix y llega hasta el conducto auditivo externo.
Cada punto está sobre una elevación pequeña de tejido (una Otra depresión incluye la fosa triangular y la cymba de la
papila lagrimal), y es la abertura de un pequeño canal (el cana­ concha.
lículo lagrimal) que conecta con el saco lagrimal.

Fosa triangular

Depresión Cymba de la concha


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Trago

Escotadura intertrágica
Meato auditivo externo
Antitrago

Lóbulo

Fig. 8.286 Oído externo. Visión lateral de la oreja derecha de una mujer. 1127
I Cabeza y cuello

Puntos de palpación del pulso Pulso facial. La arteria facial puede palparse cuando cruza el
borde inferior de la mandíbula, inmediatamente adyacente
Los pulsos arteriales pueden palparse en cuatro localizaciones
al borde anterior del músculo masetero.
en la cabeza y el cuello (fig. 8.287).
Pulso temporal. La arteria temporal superficial puede pal­
parse anterior a la oreja e inmediatamente posterosuperior
■ Pulso carotídeo. La arteria carótida común o externa
a la posición de la articulación temporomandibular.
puede palparse en el triángulo anterior del cuello. Es uno
Pulso temporal. La rama anterior de la arteria temporal
de los pulsos más fuertes del cuerpo. Puede obtenerse
superficial puede palparse posterior a la apófisis cigomática
palpando la arteria carótida común posterolateral a la
del frontal cuando se dirige lateral a la fascia temporal, hacia
laringe o la arteria carótida externa inmediatamente la­
las zonas anterolaterales del cuero cabelludo. En algunos
teral a la faringe a medio camino entre el borde superior
individuos, pueden observarse las pulsaciones de la arteria
del cartílago tiroides por abajo y el asta mayor del hueso
temporal superficial a través de la piel.
hioides por arriba.

Pulso temporal Pulso temporal


(arteria temporal superficial) (rama anterior de la arteria
temporal superficial)

Pulso carotídeo Pulso facial

1128 Fig. 8.287 Sitios donde tomar el pulso arterial en la cabeza y el cuello.
Casos clínicos * Caso 1 8

Casos clínicos

C aso 1
BOCIO MULTINODULAR recurrente izquierdo debida a bocio. Una preocupación es
la posibilidad de que haya cambios malignos en el bocio
Una paciente de 50 años de edad, con sobrepeso,
que invadan directamente el nervio recurrente laríngeo.
acudió a la consulta quejándose de ronquera y
Afortunadamente, es raro que se produzcan cambios
ruidos al respirar. También estaba preocupada por
malignos en la glándula tiroides.
el aumento de tamaño del cuello. A la exploración
presentaba pulso lento (45 latidos por minuto). Cuando los pacientes tienen una producción
Tenía una masa abultada irregular en la cara anterior relativamente baja de tiroxina que produce reducción
de la parte inferior del cuello, que desviaba la tráquea de la tasa metabólica basal, se vuelven más susceptibles
hacia la derecha. a las infecciones, incluyendo infecciones de la garganta
y el tracto respiratorio superior.
Se hizo un diagnóstico clínico de bocio multinodular
e hipotiroidismo. Durante la exploración se observa que la glándula tiroides
se mueve durante la deglución.
El aumento de tamaño de la glándula tiroides se debe a
un aumento de la secreción de la hormona estimulante Típicamente, un aumento del tamaño de la glándula
de la tiroides, que generalmente es secundario a una tiroides se presenta como una masa en el cuello alrededor
disminución de la producción de hormonas tiroideas. de una o ambas caras de la tráquea. La glándula tiroides
La tiroides experimenta períodos de actividad y regresión, aumentada de tamaño se mueve durante la deglución, ya
que pueden conducir a la formación de nódulos, algunos que está unida a la laringe mediante la fascia pretraqueal.
son sólidos y otros son parcialmente quísticos (quistes
La paciente tenía hipotiroidismo.
coloidales). Esta formación de nódulos está compuesta
por zonas de fibrosis dentro de la glándula. Otras causas El hipotiroidismo se refiere al estado clínico y bioquímico
de bocio multinodular incluyen deficiencia de yodo y, en el cual la glándula tiroides está menos activa de lo
en ciertas circunstancias, fármacos que interfieren con el normal (el hipertiroidismo se refiere a un exceso de
metabolismo y producción de tiroxina. La presentación actividad de la glándula). Algunos pacientes presentan
normal de un bocio es una tumefacción dolorosa de la masas tiroideas sin anomalías clínicas o bioquímicas, estos
glándula tiroides. Puede ser uniforme o nodular, y en pacientes son eutiroideos.
ocasiones puede extenderse hasta el mediastino superior
La hormona tiroxina controla el metabolismo basal, por
como un bocio retroesternal.
tanto, niveles bajos de tiroxina afectan al pulso en reposo
La tráquea estaba desviada. y pueden producir otros cambios, incluyendo ganancia de
peso, y en algunos casos depresión.
El aumento de la glándula tiroides debido a un bocio
multinodular puede no ser simétrico. En este caso había La paciente insistió en la cirugía.
un aumento muy asimétrico del lóbulo izquierdo de la
Tras discutir sobre los riesgos y las complicaciones,
tiroides que desviaba la tráquea hacia la derecha.
se realizó una tiroidectomía subtotal. Después de la
La paciente tenía la voz ronca y respiración ruidosa. intervención, la paciente se quejaba de sensación de
hormigueo en las manos, los pies y alrededor de la boca,
Si el aumento de tamaño de la glándula tiroides es
y espasmo carpopedal. Estos síntomas son típicos de
significativo, puede comprimir la tráquea, estrechándola
tetania y están causados por niveles séricos de calcio bajos.
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hasta el punto de que durante la inspiración se oye un


«sonido de cacareo» (estridor). La etiología de los bajos niveles séricos de calcio fue
el traumatismo y la lesión de las cuatro glándulas
Otras posibles causas de ronquera incluyen la parálisis de
las cuerdas vocales por compresión del nervio laríngeo (Continúa)

1129
Cabeza y cuello

C a s o 1 (cont.)
paratiroides que fueron dejadas in situ después de la Cuando volvió a la clínica se le prescribió un suplemento
operación. Indudablemente, el traumatismo de eliminar de tiroxina oral, que es necesario después de eliminar la
una gran parte de glándula tiroides produjo un cambio glándula tiroides.
en la glándula paratiroides, que dejó de funcionar
La paciente también se quejaba de ronquera.
adecuadamente. La secreción de hormona paratiroidea
disminuyó rápidamente a lo largo de las siguientes La etiología de su ronquera era una lesión del nervio
24 horas, produciendo un aumento de la excitabilidad laríngeo recurrente.
de los nervios periféricos, que se manifiesta con espasmo
El nervio laríngeo recurrente está próximo a la glándula
carpopedal y hormigueo orofacial. Los espasmos
tiroides. Puede dañarse en las intervenciones quirúrgicas
musculares también pueden observarse si se dan
complicadas, y esto puede producir espasmos unilaterales
pequeños golpes en el nervio facial [VII] cuando emerge
de la cuerda vocal ipsilateral, lo que produce la ronquera.
de la glándula parótida y se producen contracciones de
los músculos faciales (signo de Chvostek). Después de realizar la tiroidectomía e instituir
el tratamiento con tiroxina, la paciente perdió peso
La paciente se recuperó de estos síntomas debidos a
y no volvió a quejarse.
hipocalcemia en las siguientes 24 horas.

C aso 2
CÁLCULO EN EL CONDUCTO PAROTÍDEO Músculo masetero Conducto Cálculo

Un paciente de 25 años se quejaba de la


aparición de una tumefacción significativa en la parte
anterior de su oreja derecha antes y durante la comida.
La hinchazón se asociaba con dolor considerable,
que era provocado por la ingestión de caramelos de
limón. En la exploración, el paciente tenía dolor a la
palpación alrededor de la región parotídea derecha
y un nodulo duro que se puso de manifiesto en la
mucosa bucal adyacente al molar superior derecho.
Se hizo un diagnóstico de cálculo en el conducto
parotídeo.

La formación de cálculos en las glándulas salivales no


es infrecuente, pero es más probable en la glándula
submandibular que en la glándula parótida debido a que Fig . 8 .2 8 8 Ecografía (corte axial) que muestra un cálculo en un
la saliva es más mucinosa y el conducto tiene un curso conducto parotídeo dilatado.
largo hacia arriba desde el suelo de la boca. En cualquier
caso, también se desarrollan en la glándula parótida y en Se administraron antibióticos para eliminar las bacterias
los conductos parotídeos. Llama la atención el hecho de que producían la inflamación. Cuando volvió a visitar al
que la mayoría de los cálculos de los conductos parotídeo médico unos días después, la glándula tenía un tamaño
y submandibular se producen en bocas con higiene dental normal y no había evidencias de inflamación o infección.
y mucosa excelentes.
Fue necesaria una operación.
Se realizó una ecografía.
El cálculo estaba en el extremo distal del conducto
Una ecografía inicial puso de manifiesto un cálculo parotídeo y parecía lógico y sencillo hacer una
en el extremo distal del conducto parotídeo derecho pequeña incisión en el esfínter en la mucosa bucal
con evidencias de dilatación del conducto (fig. 8.288). y quitar el cálculo para permitir que la glándula drenara
La evaluación de la glándula también demostró con normalidad. Desgraciadamente, en el caso de
conductos dilatados dentro de la glándula y evidencias este paciente la glándula estaba muy destruida
de linfadenopatía intraparotídea. debido a la obstrucción y a la infección bacteriana.
Se trató al paciente con antibióticos. Además, en la ecografía también se habían observado
1130
Casos clínicos • Caso 3 8

Caso 2 (cont.)
pequeños cálculos en la glándula. Cuando se preguntó inflamatorios crónicos dentro de la glándula. Después
directamente, se observó que al parecer el paciente de la intervención, el paciente se recuperó bien, aunque
había tenido varios ataques en los últimos 4-5 años, tuvo una parálisis leve de todo el lado derecho de la
y se decidió que debía eliminarse la glándula parótida cara. Es importante que se conservara el gusto de los dos
quirúrgicamente. tercios anteriores de la lengua. Las fibras gustativas de los
dos tercios anteriores de la lengua van por el nervio de
El paciente consintió en la eliminación de la glándula
cuerda del tímpano, que es un ramo del nervio facial [VII].
parótida y se informó acerca de la posibilidad de sufrir
Este nervio abandona el nervio facial [VII] para unirse
pérdida de la función facial y parálisis facial.
al nervio lingual proximal a la glándula parótida, por
Dentro de la glándula parótida el nervio facial [VII] tanto, cualquier lesión en el nervio facial [Vil] dentro de la
se divide en sus cinco ramos terminales. Cuando se glándula parótida no afecta la sensación especial (gusto).
interviene la glándula, es necesaria una exposición
En la semana siguiente la parálisis mejoró, y
y una disección extremadamente cuidadosa para
probablemente se debió a una lesión del nervio durante
separar la glándula parótida de los ramos del nervio
la intervención. El paciente permaneció sin síntomas.
facial [VII]. Este proceso se hizo más difícil por los cambios

C aso 3
HEMATOMA EXTRADURAL profunda a esta estructura y es objeto de laceración
y rotura, debido especialmente a lesiones del cráneo
Un hombre de 33 años estaba jugando al criquet
en esta región. En este caso la arteria meníngea media
un dom ingo con su equipo local. Cuando otro
se desgarró y empezó a sangrar, produciendo un gran
jugador lanzó la pelota corta, botó más alta de lo
coágulo extradural.
que él esperaba y le golpeó en un lado de la cabeza.
Inmediatamente se cayó al suelo inconsciente, La presión arterial del paciente empezó a aumentar.
pero después de unos 30 segundos le ayudaron
Dentro del cráneo hay un volumen fijo, por lo que la
a ponerse de pie y se sintió bien. Notó que tenía
entrada y salida de líquidos debe mantenerse constante
un cardenal alrededor de la sien. Decidió dejar de
(p. ej., sangre, líquido cefalorraquídeo). Si hay una lesión
ju gar y contemplar el partido desde las gradas.
ocupante de espacio, como un hematoma extradural,
En la siguiente hora se volvió extremadamente
no existe un lugar donde pueda desplazarse para facilitar
soñoliento y finalmente fue imposible despertarle.
la descompresión. A medida que la lesión se expande,
Fue trasladado de urgencias al hospital.
el cerebro se comprime y aumenta la presión intracraneal.
Cuando llegó al hospital, la respiración del paciente Esta presión comprime los vasos, lo que disminuye la
era superficial e irregular y fue necesario intubarle. Una presión de perfusión cerebral. Para combatir esto, los
radiografía del cráneo demostró una fractura en la región mecanismos homeostáticos del cuerpo aumentan la
del pterión. No se observó ninguna otra anomalía más presión arterial para reducir el aumento de la presión
que una lesión menor de los tejidos blandos en la fosa intracerebral. Desafortunadamente, el aumento de la
temporal izquierda. presión intracraneal se ve agravada por el edema cerebral
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que se produce en y después de la lesión inicial.


Se realizó una TC.
Se realizó una operación quirúrgica de urgencia.
La TC demostró una zona Ientiforme de alta densidad
dentro de la fosa craneal izquierda. Se realizaron trepanaciones alrededor de la zona del
hematoma y se evacuó. La pequeña rama de la arteria
Se realizó un diagnóstico de hemorragia extradural.
meníngea media se ligó y el paciente pasó algunos días
Las fracturas en la región del pterión son muy peligrosas. en la unidad de cuidados intensivos. Afortunadamente,
Una división de la arteria meníngea media se dirige el paciente se recuperó sin incidentes.

1131
Cabeza y cuello

C aso 4
ESTENOSIS DE LA ARTERIA CARÓTIDA INTERNA El tratamiento requirió una operación.

Una paciente de 60 años acudió al servicio de Se planificó una endarterectomía carotídea (eliminación
urgencias con debilidad aguda en el lado derecho, de la estenosis y la placa ateromatosa). Este
sobre todo en el miembro superior, que duró 24 horas. procedimiento está indicado cuando hay una placa
Se recuperó sin incidentes, pero le preocupaba mucho ulcerativa con estenosis. El procedimiento se lleva a cabo
la naturaleza de su enfermedad y quiso ver a su bajo anestesia general realizando una incisión curvilínea
médico de cabecera. en el lado izquierdo del cuello. Se visualizaron las arterias
carótidas común, interna y externa. Se practicó un clamp
Se hizo un diagnóstico de ataque isquémico
a todos los vasos y se hizo una derivación desde la arteria
transitorio (AIT).
carótida común a la arteria carótida interna para mantener
Un AIT es una deficiencia neurológica que se resuelve el flujo sanguíneo cerebral durante la intervención. Se
en 24 horas. Es una especie de apoplejía. abrió la arteria carótida interna y la placa fue eliminada.

La deficiencia neurológica puede ser permanente Después de la intervención la paciente evolucionó muy
o transitoria. La mayoría de los casos transitorios se bien y no sufrió más episodios cerebrales. Sin embargo,
resuelven en 21 días; si no se resuelve en 21 días, una exploración médica de la paciente realizada el
se considera una apoplejía establecida. día siguiente por otro estudiante de medicina mostró
varios hallazgos interesantes. Éstos incluían alteración
Se realizó un estudio de la causa del AIT.
de la sensibilidad cutánea del lado inferior izquierdo
El 85% de todas las apoplejías son el resultado de un de la mandíbula, alteración de la sensibilidad del lado
infarto cerebral, de los cuales la mayoría se deben a izquierdo del paladar blando, parálisis de la cuerda
embolización. vocal izquierda, incapacidad para encoger el hombro
izquierdo y desviación de la lengua hacia la izquierda.
Se realizó un estudio Doppler doble de los vasos
carotídeos. La etiología de estas alteraciones se debe a traumatismo
localizado del nervio.
La mayoría de las embolias se originan en placas que se
desarrollan en y alrededor de la bifurcación carotídea. Este conjunto de alteraciones neurológicas puede
El émbolo está formado por plaquetas agregadas, deberse a un traumatismo de los nervios que hay en la
colesterol y detritos ateromatosos. El émbolo también bifurcación carotídea. Los cambios en la sensibilidad
puede originarse en el corazón, secundario a tumores cutánea pueden deberse a neuroapraxia por lesión de
cardíacos o infartos de miocardio. los nervios cervicales. La alteración en la sensibilidad
del paladar blando se debe a neuroapraxia del nervio
La lesión en el cerebro estaba en el lado izquierdo.
glosofaríngeo [IX]. La parálisis de la cuerda vocal izquierda
La corteza motora de todo el lado derecho del cuerpo se debe a neuroapraxia del nervio laríngeo recurrente,
está representada en el área motora izquierda del cerebro, mientras que la incapacidad para encoger el hombro
localizada en la circunvolución precentral. izquierdo se debe a neuroapraxia del nervio accesorio [XI].
La desviación de la lengua puede deberse a lesión del
El estudio de ultrasonidos Doppler doble demostró un
nervio hipogloso [XII].
estrechamiento (estenosis) considerable de la arteria
carótida interna izquierda con evidencia de formación de La mayoría de estos cambios son transitorios y
placas y flujo anormal en esta región. El estrechamiento generalmente se deben a lesiones por tracción durante
era de aproximadamente el 90%. la intervención quirúrgica.

1132
Casos clínicos • Caso 6 8

Caso 5
ANEURISMA DE LA ARTERIA COMUNICANTE POSTERIOR La lesión no puede ser una lesión nuclear primaria del
nervio oculomotor [III].
Una mujer de 33 años, con buen aspecto general,
acudió al servicio de urgencias por un cuadro Como tanto los reflejos pupilares como la visión están
de visión doble y dolor retroocular derecho. afectados, es probable que la lesión se encuentre a lo
No tenía otros síntomas. Al explorar el ojo derecho largo del camino del nervio oculomotor [III]. Algunas
se observó que tenía la pupila dilatada. Tenía ptosis enfermedades, como la diabetes mellitus y las enfermedades
leve. La exploración de la motilidad ocular reveló vasculares pueden producir una lesión aislada del nervio
que el ojo se encontraba desviado hacia abajo y hacia oculomotor [III], pero no se asocian con dolor.
afuera y que no había reflejo pupilar.
La lesión fue causada por un aneurisma.
Estos hallazgos revelaron que la paciente tenía
Una de las causas más comunes de parálisis del tercer
parálisis ipsilateral del tercer nervio (parálisis del nervio
nervio es la presión sobre el nervio debida a un aneurisma
oculomotor [III]).
de la arteria comunicante posterior, que va paralela al
El nervio oculomotor [III] es el nervio motor principal nervio sobre la cara anterior del tronco del encéfalo.
de los músculos oculares y extraoculares. Se origina en Como el aneurisma se apoya en la cara externa del nervio
el mesencéfalo y atraviesa la duramadre para dirigirse oculomotor [III] afecta a las fibras parasimpáticas,
por la pared lateral de los senos cavernosos. El nervio que lleva a una pérdida de la función pupilar más que
oculomotor [III] abandona la cavidad craneal y entra en de la función general.
la órbita a través de la fisura orbitaria superior. Dentro
El aneurisma se visualizó con un angiograma.
de esta fisura se divide en sus ramos superior e inferior.
Al principio se le hizo al paciente una TC y una RM.
Es necesario evaluar el sitio de la lesión del nervio.
Actualmente, la prueba definitiva para evaluar el origen
La parálisis del tercer nervio puede afectar el núcleo del de los aneurismas desde el círculo de Willis y sus ramas
nervio oculomotor [III], generalmente respeta la pupila y es un angiograma de sustracción digital. El angiograma
no es dolorosa. Las fibras autónomas de los núcleos de demostró el aneurisma de la arteria comunicante
Edinger-Westphal encargadas de los reflejos pupilares posterior. Se operó a la paciente y la recuperación fue
pasan a través de los ganglios ciliares. excelente.

C aso 6
EPISTAXIS RECURRENTE Desgraciadamente, el chico participó en una pelea el día
siguiente y se presentó otra vez con una epistaxis grave,
Se llevó a un niño de 10 años a un cirujano ORL
difícil de controlar.
(otorrinolaringólogo) con epistaxis (hemorragia
nasal). La hemorragia se asoció con el hábito de No sólo hay un plexo venoso abundante alrededor de la
hurgarse la nariz. Sin em bargo, era profusa y en zona de Kiesselbach, también hay una irrigación arterial
dos ocasiones fue necesario la hospitalización y el importante que proporcionan las ramas septales nasales
taponamiento de la nariz. de las arterias etmoidales posterior y anterior y las ramas
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de la arteria palatina mayor. Están complementadas por


En la inspección se apreció una zona endurecida.
las ramas septales de la arteria labial superior.
Los hallazgos típicos son una zona endurecida en la parte
En la mayoría de los casos el tratamiento es conservador.
inferior y anterior del tabique nasal (zona de Kiesselbach).
Es una zona muy vascularizada que tiene muchas venas, El tratamiento conservador generalmente consiste
que pueden dañarse cuando alguien se hurga la nariz. en taponar la cavidad nasal hasta que se detiene la
hemorragia y corregir cualquier anomalía hemorrágica.
El paciente se sometió a tratamiento.
En pacientes con hemorragia resistente al tratamiento
El tratamiento típico es la cauterización de estas venas médico se emplean varias maniobras, incluyendo la
prominentes de la zona de Kiesselbach, que generalmente ligadura de las arterias etmoidales anterior y posterior a
se realiza simplemente con anestesia local y aplicando través de una incisión medial en el canto orbitario o la
nitrato de plata. ligadura de otras arterias que irriguen la cavidad nasal.
1133
(Continúa)
Cabeza y cuello

C a s o 6 (cont.)
Desafortunadamente, muchos de estos procedimientos arteria esfenopalatina fácilmente desde la rama maxilar
fallan debido a la rica y diversa vascularización que puede de la arteria carótida externa. Generalmente, puede
estar presente. demostrarse la hemorragia y puede taponarse utilizando
pequeñas partículas.
Con una radiografía puede determinarse el lugar
específico de la hemorragia. Afortunadamente, en el caso de este niño la hemorragia
se detuvo después del tratamiento médico y permaneció
Colocando un catéter desde la arteria femoral a través de
sin síntomas.
la aorta y en la circulación carotídea puede canularse la

C aso 7
COMPLICACIÓN DE UNA FRACTURA ORBITARIA órbita Cavidad craneal

Un hombre de 35 años participó en una pela y recibió un


puñetazo en la órbita derecha. Acudió a urgencias con
visión doble.
La visión doble era sólo en un plano.

La exploración de las órbitas reveló que cuando se pedía


al paciente que mirara hacia arriba el ojo derecho era
incapaz de rotar superiormente cuando estaba
aducido. El movimiento general del ojo estaba algo
limitado. La exploración del músculo recto lateral
(nervio abducens [VI]), músculo oblicuo superior
(nervio troclear [IV]) y los demás músculos de los
ojos (nervio oculomotor [III]) no presentaba alteraciones.

Se le realizó al paciente una tomografía computarizada.

La tomografía computarizada de los huesos faciales puso


de manifiesto una fractura a lo largo del suelo de la órbita
(fig. 8.289).

Un estudio cuidadoso de esta tomografía computarizada


demostró que el músculo oblicuo inferior había sido Derecha Izquierda
arrastrado inferiormente junto con un fragmento de
— Fractura y músculo recto inferior
hueso de la fractura. Esto produjo un atrapamiento
muscular, de modo que cuando se le pedía al paciente Fig . 8 .2 8 9 Tomografía computarizada, corte coronal, que pone
que mirara hacia arriba el ojo izquierdo podía hacerlo, de manifiesto una fractura orbitaria por estallido.
pero el derecho era incapaz debido al atrapamiento del
músculo oblicuo inferior.

Se le realizó una exploración quirúrgica al paciente


para levantar el pequeño fragmento de hueso y colocar
el oblicuo inferior en su posición normal. Después el
paciente no tuvo complicaciones.

1134
Casos clínicos • Caso 8

Caso 8
MACROADENOMA DE LA HIPÓFISIS A continuación se realizó un escáner.

Una mujer de 30 años acudió a su médico con un En los años siguientes el tumor se redujo.
historial de amenorrea (ausencia de menstruación) Desgraciadamente, la paciente comenzó otra vez a
y galactorrea (producción de leche). No estaba secretar prolactina y se realizó la intervención quirúrgica.
em barazada y aparentaba tener buena forma física.
Se utilizó un abordaje transesfenoidal.
Se midió la cantidad de prolactina sérica.
Con una precisión meticulosa, se introdujeron varios
La prolactina es una hormona producida por la hipófisis y instrumentos muy finos hasta el hueso esfenoides a través
necesaria para la producción de leche después del parto. de la cavidad nasal. Se taladró el hueso y de esta forma se
Los niveles de esta hormona eran muy elevados. eliminó la hipófisis.

Pruebas clínicas posteriores demostraron defectos del Debe tenerse mucho cuidado porque a ambos lados de
campo visual. la hipófisis está el seno cavernoso, a través del cual pasan
la arteria carótida interna, el nervio oculomotor [III],
La paciente visitó a un optometrista, quien realizó una
el nervio troclear [IV], el nervio trigémino [V] y el nervio
evaluación del campo visual y demostró una reducción
abducens [VI].
de la parte lateral de los campos visuales. Era bilateral y
simétrica, una hemianopsia temporal bilateral.

Las vías visuales determinaron la zona de la lesión.

La información visual desde los campos temporales


se proyecta sobre la superficie medial de la retina
bilateralmente. La información visual procedente de las
superficies mediales de la retina es transmitida por fibras Arteria carótida interna Ventrículo lateral
que se cruzan en la línea media en el quiasma óptico hasta
el lado opuesto.

La lesión está en la zona del quiasma óptico.

Cualquier alteración del quiasma óptico produce el


defecto de hemianopsia bitemporal. Los tumores del
quiasma óptico son raros, aunque pueden producirse
gliomas. Es más frecuente que la compresión del quiasma
óptico debida a tumores de zonas vecinas sea la causa de
hemianopsia bitemporal.

Se diagnosticó un tumor de la hipófisis.

El quiasma óptico está anterior y muy próximo a la


hipófisis. Dado que la paciente producía un exceso de
prolactina (un tumor de la hipófisis) y había pérdida de la
función del quiasma, la explicación clínica más probable
era un tumor exofítico de la hipófisis que comprimía el
quiasma óptico.

Se realizó una RM que mostró un gran tumor


(macroadenoma) de la hipófisis.
Hipófisis — 1 Quiasma óptico
Se comenzó el tratamiento con fármacos y el tumor se
RM, corte coronal, muestra macroadenoma
Fig . 8 .2 9 0
redujo de tamaño (fig. 8.290). Los efectos endocrinológicos
de hipófisis.
de la secreción de prolactina también se detuvieron.

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