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?Cómo controlar nuestras emociones?

- La fuerza activa de Dios. José, nunca dudó del cuidado amoroso de


su Padre celestial. Como dice Gé 39:21, Jehová continuó con él.

- El aprecio por las excelentes cualidades de Dios, sus “tiernas


misericordias”, nos ayudan a evitar concentrarnos indebidamente en
nosotros mismos. No podemos de manera egocéntrica obedecer
ciegamente nuestras emociones, porque el corazón humano puede
ser “traicionero” y llevarnos a cometer acciones imprudentes, incluso
inmorales.

- La fe fuerte, es decir, anticipación y esperanza seguras, contribuye


a que se tenga una actitud positiva, mientras que lo desconocido
estimula la ansiedad y el temor. La falta de fe indica la necesidad que
hay de que se desarrolle mayor confianza en la capacidad de Dios
para actuar.

- El amor hacia Jehová y hacia otros promueve sentimientos muy


deleitables, el tener el deseo de animar a otros y hacerlos sentir
cómodos. “En amor fraternal ténganse tierno cariño unos a otros. En
cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera.” “Tener
amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser
presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni
guardar rencor.” (1 Corintios 13:4, 5, Versión Popular.)

Si continuamos cultivando estas cualidades, podemos estar seguros de


que tendremos la ayuda de Jehová. Pues, como el apóstol Pablo escribió:
“La paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará
nuestros corazones y facultades mentales mediante Cristo Jesús.

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