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Oración

Altísimo, omnipotente, buen Señor, tuyas son las alabanzas,


la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te corresponden y ningún hombre es digno de pronunciar tu nombre.

Alabado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,


Alaben y bendigan al Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.
porque con tu amor nos enseñaste a amar
con tu paz nos enseñaste a ser instrumento de paz:
sembrando: amor, perdón, fe, esperanza,
siendo sal y luz, para los hombres y viviendo siempre en la alegría de los Hijos de Dios.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,


y sufren enfermedad y tribulación; bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encuentren en tu santísima voluntad porque la muerte segunda no
les hará mal.

Nos despedimos de ti querido hermano con la bendición de nuestro seráfico Padre San
Francisco, al hermano León, hombre fiel y sencillo en el amor y servicio.
• El Señor te bendiga y te guarde;
te muestre su rostro
y tenga misericordia de ti.
Vuelva a ti su mirada
y te conceda la paz.

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