Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
El Pensamiento político, es una capacidad humana y exclusiva de este animal racional, al que además Aristóteles
calificó de animal político, portador de ciertas habilidades del pensamiento como la de percibir el bien y el mal,
distinguirlos, formar ideas, y expresarlas lingüísticamente. Eso es en esencia el pensamiento político, el del hombre
que vive en sociedad, conformada en un Estado, y busca para él, la mejor forma de gobierno y administración para
lograr el bien común.
⮚ Los fundamentos de la filosofía política han cambiado a través de la historia. Para los
griegos la ciudad era el centro y fin de toda actividad política. En griego antiguo 470
a.C. esas poblaciones eran llamadas polis. Pese a compartir esencialmente el mismo
espacio geográfico, lengua y cultura, la organización política de las polis era muy
diversa, incluyendo un amplio abanico de sistemas de gobierno, que abarcaba desde
la tiranía hasta la democracia.
Podemos ver estas diferencias al comparar Esparta y Atenas, dos de las más importantes.
Esparta era gobernada por reyes; a sus habitantes se les educaba para la guerra, por lo que
debían ser fuertes y hábiles en el manejo de las armas; a las mujeres se les enseñaba a luchar
igual que a los hombres, tenían derechos y libertad para elegir a sus esposos. Por otra parte,
en Atenas los gobernantes eran elegidos por el voto de los ciudadanos; los hombres no eran
educados para la guerra; las mujeres no iban a la escuela, sólo podían salir acompañadas de
sus familiares y no tenían derechos políticos.
El Estado ideal, según Platón, se compone de tres clases. La estructura económica del Estado
reposa en la clase de los comerciantes. La seguridad, en los militares, y el liderazgo político es
asumido por los reyes-filósofos. La clase de una persona viene determinada por un proceso
educativo que empieza en el nacimiento y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el
máximo grado de educación compatible con sus intereses y habilidades.
Para Aristóteles si gobierna un sólo ser humano y el sistema político es bueno lo llamamos
Monarquía, si es malo es la Tiranía. En el gobierno de unos cuantos si el gobierno es positivo
tenemos la Aristocracia (el gobierno en manos de los mejores), si es negativa tenemos una
Oligarquía. Si tenemos un sistema político donde gobiernan todos y el fin es bueno, tenemos el
sistema político de la Democracia, si el objetivo es malo tendremos la Demagogia.
Tomás de Aquino se ocupó meticulosamente de las variedades del derecho. Según Tomás de
Aquino, hay cuatro tipos de ley:
⮚ La ley eterna ("el gobierno divino de todo").
⮚ La ley positiva divina (habiendo sido "posicionada" por Dios, externa a la naturaleza
humana).
⮚ La ley natural (la forma correcta de vivir que se puede descubrir por la razón natural, lo
que no puede ser desconocido, lo interno a la naturaleza humana).
⮚ La ley humana (lo que comúnmente llamamos "ley"
El filósofo político más influyente en la Europa medieval fue Santo Tomás de Aquino, en
Summa Theologiae, desarrollaron la idea de que un rey que es un tirano no es rey en
absoluto, y podría ser derrocado.
La Carta Magna, considerada por muchos como la piedra angular de la libertad política
angloamericana, propone explícitamente el derecho a la rebelión contra el gobernante
por causa de la justicia.
La historia del liberalismo se extiende por la mayor parte de los últimos cuatro siglos, a partir de
la Revolución francesa y continuó después del final de la Guerra Fría. El liberalismo comenzó
como una doctrina general y un esfuerzo político en respuesta a las guerras religiosas
establecidas en Europa, es usado para englobar las ideas políticas que suceden durante los
siglos XVII y XVIII, contrarias al poder absoluto o intervención del monarca o el Estado en
asuntos civiles, y opuestas a los privilegios legales que detentaban los aristócratas, el clero
oficial y los gremios, con el objetivo de que el individuo pueda desarrollar sus capacidades
individuales y su libertad en el ámbito político, religioso y económico. Es una corriente originaria
del liberalismo que aboga por las libertades civiles bajo el imperio de la ley y por una economía
de mercado.
Los fundamentos intelectuales del liberalismo fueron establecidos por John Locke, con lo cual
apuntó a un mayor impulso de la Ilustración, que cuestionaba las viejas tradiciones de las
sociedades y los gobiernos, en el siglo XVII. Estas nuevas tendencias se unieron finalmente en
poderosos movimientos revolucionarios que derrocaron regímenes arcaicos en todo el mundo,
especialmente en Europa, América Latina y América del Norte.
Una de las obras más influyentes durante este floreciente período fue “El príncipe” de Nicolás
Maquiavelo en el año 1532. En cualquier caso, Maquiavelo presenta una visión pragmática y un
tanto consecuencialista de la política, según la cual el bien y el mal son simples medios
utilizados para lograr un fin, es decir, el Estado seguro y poderoso. Thomas Hobbes, conocido
por su teoría del contrato social, continuó ampliando esta visión a principios del siglo XVII
durante el Renacimiento inglés. Aunque ni Maquiavelo ni Hobbes creían en el derecho divino
de los reyes, ambos creían que el egoísmo era inherente en el individuo. Fue esta creencia la
que necesariamente los llevó a adoptar la idea de un fuerte poder central como el único medio
para impedir la desintegración del orden social.
Durante el periodo de la Ilustración, nuevas teorías sobre lo que es el ser humano y sobre la
definición de la realidad y la forma en que esta se percibe, junto con el descubrimiento de otras
sociedades en las Américas y las cambiantes necesidades de las sociedades políticas
(especialmente después de las revoluciones en Inglaterra, Francia, las colonias inglesas en
Norteamérica y Haití) llevaron a nuevas preguntas e ideas de pensadores como Thomas
Hobbes, John Locke, Montesquieu y Jean-Jacques Rousseau.
Estos teóricos fueron impulsados por dos preguntas básicas: una, por qué derecho o necesidad
las personas forman Estados; y dos, cuál podría ser la mejor forma que debiera adoptar un
Estado. Estas preguntas fundamentales implicaban una distinción conceptual entre los
conceptos de "Estado" y "gobierno". Se decidió que "Estado" se referiría a un conjunto de
instituciones duraderas a través de las cuales el poder sería distribuido y su uso se
justificaría. El término "gobierno" se referiría a un grupo específico de personas que
ocuparían las instituciones del Estado, y crearían las leyes y ordenanzas por las cuales
las personas, incluidas ellas mismas, estarían obligadas.
John Locke, en particular, ejemplificó esta nueva era de la teoría política con su obra “Dos
tratados sobre el gobierno civil”. En él, Locke propone una teoría del estado de naturaleza que
complementa directamente su concepción de cómo ocurre el desarrollo político y cómo puede
fundarse a través de la obligación contractual. La teoría del derecho divino de los reyes se
convirtió en una fantasía pasajera, expuesta al tipo de ridículo con que John Locke la trató. A
diferencia de Maquiavelo y Hobbes, pero como Tomás de Aquino, Locke aceptaría el dictamen
de Aristóteles de que el hombre busca ser feliz en un estado de armonía social como animal
social. A diferencia de la visión preponderante de Aquino sobre la salvación del alma del
pecado original, Locke creía que la mente del hombre entra en este mundo como una tabla
rasa. Según Locke, un gobernante absoluto como lo propuso Hobbes es innecesario, porque la
ley natural se basa en la razón y busca la paz y la supervivencia para el hombre.
Por lo demás, no sólo para Hegel sino para la mayor parte de los filósofos clásicos, el Estado
representa un momento positivo en la formación del hombre civil.
El fin del Estado es la justicia (Platón),el bien común (Aristóteles), la felicidad de los súbditos
(Leibniz), la libertad (Kant), la máxima expresión del ethos de un pueblo (Hegel). Habitualmente
el Estado es considerado como la salida del hombre de la condición de barbarie, o del estado
de naturaleza caracterizado por la guerra de todos contra todos, como el dominio de la razón
sobre la pasión, de la reflexión sobre el instinto.
La crítica de Karl Marx al capitalismo, desarrollada junto a Friedrich Engels, fue junto al
liberalismo y el fascismo, uno de los movimientos ideológicos que definieron el siglo XX. El
comunismo es un movimiento político que promueve la formación de una sociedad sin clases
sociales, donde los medios de producción sean de propiedad común. El objetivo principal del
marxismo es que el Estado tenga el control total de los medios de producción de forma
centralizada para generar un bienestar social en los trabajadores, evitando que la burguesía se
apodere de los medios de producción, la propiedad y los pobladores del país.
Despotismo y dictadura son usados, en el pensamiento marxista, como sinónimo en las dos
expresiones "despotismo de clase” y "dictadura de clase”, "dictadura” terminó por prevalecer;
tan es así que hoy no sólo en el lenguaje común sino también en el técnico, de los tres
términos que la tradición nos legó para señalar un gobierno absoluto, exclusivo, personal, moral
y jurídicamente reprobable, "tiranía”, "despotismo” y "dictadura”, los primeros dos cayeron en
desuso y al contrario el tercero es utilizado y aplicado continuamente en las más diferentes
situaciones.
La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político Año académico
1975-1976
Hablar de lo político no es más que hablar de la presencia del poder entre los hombres, de la
existencia de una voluntad capaz de imponerse a otras voluntades. La filosofía o reflexión
política ha quedado, así, convertida en ciencia del poder, en el análisis de ese fenómeno social
que es la dominación del hombre por el hombre: en el estudio del surgimiento, de las formas,
de la organización y del despliegue del poder.
Para Max Weber “Poder significa, la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una
relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera sea el fundamento de esa
probabilidad”. El poder se puede encontrar con infinitas formas en las sociedades, es por eso
que Weber desarrollo el concepto de dominación, una forma de poder más precisa y
especializada. El poder es una fuerza que se ejerce contra algo para algún fin, mientras que la
dominación es el control que se tiene de una cosa para un fin, sin ejercer ninguna fuerza. La
dominación crea disciplina, obediencia por parte de las personas sin resistencia ni críticas.
Para Weber es fundamental que las personas tengan fines e intenciones en los actos
mandados, y que estos sean mandados por una autoridad considerada legítima por los actores.
El poder es, pues, una necesaria función o facultad institucional. En el caso de la polis, el poder
consiste en la facultad de decidir la determinación de lo común político. Tener poder político es
tener la competencia para la acción política: para la acción que es configuradora de la polis a
través de la determinación de lo público.
Todo orden humano, todo orden social supone una autolimitación del poder. El orden es fruto
de la limitación que el poder se impone a sí mismo como capacidad de introducir cambios,
como facultad de decidir sobre lo colectivo. El poder genera orden, es decir, estabilidad y
regularidad en la configuración de lo común, en la medida en que limita la discrecionalidad de
sus decisiones futuras, mediante el contenido de sus decisiones presentes. El poder es legítimo
cuando el pueblo puede reconocerse en el sujeto que lo ejerce, y puede, por tanto, reconocer
ese poder como el poder que le es propio y le corresponde como pueblo. La democracia es una
forma de gobierno en la que los ciudadanos escogen a los gobernantes o dirigentes que los
representara en la conducción del país.
El ejercicio del poder está compuesto, en realidad, por actos del pueblo, por actos del
Parlamento y por actos del Presidente del Gobierno. El ejercicio del poder consiste, unas
veces, en una decisión tomada contemporáneamente por una gran masa de población; otras
veces, en una decisión alcanzada por una cámara compuesta por un pequeño grupo de
elegidos o selectos; y otras, en una decisión tomada por una magistratura suprema y
unipersonal. Se trata, pues, de tres tipos diferentes de ejercicio del poder: democrático,
aristocrático y monárquico.
Tras la democracia directa de tipo asambleario al estilo ateniense surgen más sistemas que se
podrían encuadrar como sistemas democráticos inspirándose en los ideales atenienses.
Primero en Roma y siglos más tarde en Francia.
Bibliografía :