En sus inicios la contabilidad era considerada como el registro de las operaciones de una
empresa. Posteriormente el registro contable sirvió de base para informar tanto de las
operaciones realizadas por la organización, como de la situación en que se encontraba la misma. Y
años más tarde, la contabilidad se convirtió adicionalmente en una herramienta auxiliar para
optimizar los recursos. Casi en paralelo, estos avances fueron introduciéndose también en el área
de producción de las empresas industriales.
En este sentido, La contabilidad de costos ofrece información real y concreta de todos los
costos y gastos que tiene una empresa para producir.
Por ello, se puede concluir que los objetivos de la contabilidad de costos son los siguientes:
Basado en esta se pueden implementar diferentes estrategias para optimizar los costos de
producción, como el recorte de personal, la adquisición de maquinaria más eficiente, la
implementación de materiales más económicos, etc.
• Administración
• Economía
• Derecho
• Matemáticas
Ahora pasamos a hablar de los costos de producción, estos en contabilidad, no son más
que la serie de gastos que involucra sostener un proyecto, equipo o empresa funcionando.
Pueden provenir de distintas áreas, sea la compra de insumos o materia prima, el pago del
consumo de energía, el salario de los trabajadores o el mantenimiento de los equipos.
Costos de administración: son los costos incurridos en las áreas administrativas de las
empresas. En muchas ocasiones son denominados gastos.
Costos históricos: se trata de costos del pasado que se han generado en un periodo
anterior.
Costos del periodo: son los costos identificados con periodos de tiempo y no con el
producto en cuestión.
Costos del producto: estos están asociados con el ingreso cuando se ha contribuido a
generarlos de manera directa. Está representado como el coste de mercadería vendida.
Costos no controlables: se trata de los costos en los que no se cuenta con autoridad de la
empresa para su control.
Costos relevantes: son los que permiten su modificación al tomar las decisiones.
Costos indirectos: estos costos es difícil asociarlos con un producto o servicio en concreto.
Normalmente se conoce su cantidad pero referida a toda la empresa o a un conjunto de procesos.
Costos desembolsables: son aquellos que generan una salida real de efectivo.
Costos de oportunidad: es el costo que se genera al tomar una decisión que lleva consigo
la renuncia a otra alternativa.
Esta última clasificación es la más util de todas, sobre todo la distinción que veremos
entre costos fijos y variables.
Costos fijos: son los que se mantienen constantes en un periodo de tiempo determinado,
sin importar el volumen de producción.
Costos semivariables: se trata de aquellos que tienen una parte fija y otra variable que sí
depende del volumen de producción.