Además, tienen niveles de limpieza efectivos siendo amigables con la salud y el
medio ambiente. Hacen poca espuma que contribuye a la disminución de la
contaminación de los ríos y fuentes de aguas limpias. Por su atributo de ser productos concentrados, necesitan menor cantidad de litros de agua para limpiar. Usualmente todo material orgánico e inorgánico tiene un tiempo de duración de descomposición con ayuda de bacterias y microorganismos. Sin embargo, cuando los detergentes son no biodegradables, crean contaminación debido a que el medio ambiente es incapaz de reintegrarlos rápidamente y produce efectos negativos en la naturaleza, los humanos y animales. Los detergentes comunes separan grasa de las superficies y la envían a otro sitio con ayuda de las corrientes de agua que son contaminadas, son corrosivos, dañan el medio ambiente, afectan la salud de las personas, generan malos olores por su acumulación de grasas en drenajes, crean gran cantidad de espuma y se requiere 30 litros más de agua por lavada (BARRAZA Y COGOLLO, 2010).