Escuela de Filosofía
Este dominio puede ser empleado en las dos siguientes formas: en el caso
original del artista que busca implementar su originalidad creando su obra y, por otra
parte, la generación de copias, la reproducción artística. Benjamin sostiene que “la
reproducción técnica de la obra de arte es algo nuevo que se impone en la historia
intermitentemente, a empellones muy distantes unos de otros, pero con intensidad
creciente” (1989, p. 19). Por ejemplo, dista mucho en su técnica y en sus cantidades
producidas la manera en que se elabora se imprime y se copia un dibujo a como
era realizado minuciosamente también un dibujo sobre códice medieval.
Durante los luminosos meses del verano, monjes y legos pasaban más
de 12 horas al día encorvados o acuclillados y plenamente concentrados
en copiar con una caligrafía estandarizada y con escrupulosa precisión los
textos de las Sagradas Escrituras y también fragmentos de las mismas en
evangeliarios y epistolarios, además de textos litúrgicos o escritos de los
Padres de la Iglesia y de los “antiguos gentiles” para la gloria de Dios.
(Füssel, 2016, p. 14).
Para la elaboración de los trabajos artísticos, tanto los de antaño como los
contemporáneos, además del uso de las herramientas adecuadas para la labor,
también se requiere de factores exteriores que influyen de manera directa en los
procesos de producción. La cita anterior muestra un ejemplo de un recurso
necesario: la luz. Un detalle importante que también revela dicha lectura, aunque no
de manera explícita, es cómo las evoluciones y los avances industriales y
tecnológicos han impactado a la producción artística, evidenciando una fuerte
relación entre el arte, el artista y el contexto sociohistórico en el que se produce.
Hoy en día no se requiere que sea de día y tener un lugar que tenga un buen acceso
a la luz del sol para poder escribir y dibujar.
¿Esto ultimo sucederá por tener una visión del arte que no contemple sus
condiciones de producción? Puede que una visión romántica del arte, donde a la
obra se le eleva hasta tal punto en que no sea comprendida como un producto de
humanos determinados por condiciones socio históricas. Pensar al arte como el
mero fruto de un genio interior, como producto de una inspiración que parte de lo
sentimental, pero que no va más allá de ahí, implica ignorar la situación política
contextual que producen al sujeto artista. Su condición económica, su postura
política, el mundo en el que vive, son estos detalles importantes para comprender
cómo y por qué se produce arte, también son importantes para identificar las
técnicas y magnitudes de reproducción artística, incluso para identificar porque un
tipo de arte no se expande, reproduce o se considera como bello o agradable.
Bibliografía: