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ALGUNOS CONSEJOS PARA CONTROLAR EL ESTRÉS

ESTAS ESTRESADO (A)?

 Lee este fragmento, una y mil veces...de vez en cuando vuélvelo a leer:

“Ella era una buena madre,


una maravillosa y apasionada amante,
una esposa comprensiva,
una profesional de éxito,
una gerente en pleno desarrollo,
llamaba desde cualquier lugar a su trabajo,
delegaba sin centralizar,
activa en la vida política,
y acudía adonde no la llamaban,
siempre interviniendo, siempre presente,
en su trabajo la adoraban o le pedían la cabeza,
sin ella no podían pasarse.
Los cristales de su carro siempre estaban limpios
la ropa lavada, los niños atendidos,
en su casa, siempre había un agradable aroma,
y la gente generalmente era muy bien atendida,
todo le iba bien...
--hasta que un día la ambulancia se paró en la puerta...”

 Ajusta las exigencias: identifica cuáles son demasiado elevadas, haz una cosa después de la
otra, nunca te compares con lo que hacen los demás, abandona la ley del “todo o nada” y
confórmate con un buen porcentaje de logro en las cosas fundamentales. Clasifica,
jerarquiza y reagrupa las exigencias (ver “juego de las cajas”)

 No pierdas la visión de conjunto, prioriza y elige: prioriza de verdad, no a medias; no


temas excesivamente a las decisiones equivocadas, siempre es posible cambiarlas; comparte
tus experiencias (buenas o malas) con los demás; manténte siempre abierta y receptiva a los
consejos de quienes realmente desean ayudarte; delega algunas cosas, pero no todas,
porque algunas dependen de ti y tienes que asumir tu responsabilidad; aprende a valorar
cuánto tiempo lleva hacer algo realmente; no recargas la mesa con tantos papeles, prioriza
los que estás usando; dedica un tiempo mínimo a la semana para la planificación correcta;
resérvate medios días (o un tiempo X) para terminar cosas que están a medio hacer;
identifica tus inseguridades, tus “puntos débiles”...

 Asume menos responsabilidades: no puede ser que en todo seas el uno...; discute con tus
compañeros y subordinados lo que tú y ellos pueden hacer, así lo que hagan lo harán mejor;
evita, siempre que puedas, llevarte trabajo a casa y deja espacios libres en el hogar que no
sean de trabajo; reparte tareas entre los compañeros de forma equitativa, valorando lo que
cada uno puede y debe hacer, y siempre que puedas, utiliza un sistema de rotación entre
ellos para las tareas aburridas...; pide ayuda, no la impongas, y devuelve las pelotas que te
pasen, diciéndole a tus jefes lo que tienes, lo que podrás y no podrás hacer...

 Se asertiva: aprende a decir NO a algunas cosas, por muy necesarias que parezcan; aprende
a decir: “no lo sé”, “no lo entiendo”, “no me interesa por ahora”, “no puedo hacerlo”...sin
abusar, deja espacios para otros SI; precisa en qué cosas eres tú quien tomará las decisiones
y en qué cosas pueden meterse los otros sin que te molesten; prepárate para las
consecuencias cuando emites un NO o un SI...y aprende a aceptar los NO de otros, sin
disgustarte...

 No te enroles en carreras sin sentido...y sin final...cuando algo te preocupe demasiado,


piensa si eso será significativo en tu vida dentro de cinco años, lo más seguro es que no lo
sea, entonces, cuál plantéate: cuál es su relevancia?

 Aprende a que la vida no es sólo productividad, sino también descanso, alegría y


belleza...haz el trabajo con placer, pero diferencia al excesivamente entusiasta, al adicto al
trabajo...introduce un ritmo natural de armonía en tu vida cotidiana, sin caer en el tedio y
eludiendo actuar siempre ante “urgencias”...

 Toma tus vacaciones: no las pospongas, haz pausas de vez en cuando en tu trabajo, y si
tuvieras que hablar en los descansos, trata que sea sobre temas positivos...

 Cuando tengas muchas, pero muchas cosas que hacer, y te sientas desordenado y
angustiado, entonces y por un buen rato, no hagas nada...luego que te sientas mejor,
intentarás una planificación realista, para ello juega a “30 cosas que me gustaría hacer”, sin
pensar en el orden, y después, elige 5 cosas que desearías hacer más a menudo, entonces
prácticalas...aunque hagas también algunas otras...y cuando te sientas devorado por el
trabajo, cambia de actividad, da una vuelta, muévete...el trabajo seguirá allí cuando
vuelvas...

 Dale una oportunidad a tus objetivos: tiempo para ser probados...evalúalos sin ser
demasiado ambicioso, ni demasiado modesto. Incluye en ellos el bienestar y no sólo el
sacrificio. Diferencia entre ideas y objetivos: no todas las ideas hay que ejecutarlas...ni
incluirlas en un plan de trabajo...

 Pide consejos a tus amigos, búscate un confidente...pide prestado un “ojo”, es decir, un


supervisor externo, que puede ser un buen amigo, un colega, tu pareja, y pídele que te
describa tu comportamiento en el día, lo que fue y lo que no fue productivo, lo que valió y
no valió la pena...escucha sus sugerencias, no las sigas ciegamente...

 Pónle límites a la accesibilidad: que no te pasen llamadas cuando estás en algo importante,
pide que te llamen más tarde, atrévete a descolgar el teléfono y a decirle a alguien, de
buena forma, que no lo puedes recibir...y cuando estés atendiendo a alguien, termina con
él, antes de atender a otra persona...
 Rompe las reglas de vez en cuando, pero no siempre...procura trabajar con orden y
sistematicidad, pero siempre introduciendo cambios y nuevas ideas...
 Búscate una mascota, háblale, cuídala...es relajante...

 Practica sistemáticamente ejercicios físicos, no tienes que ser un deportista competidor

 Entabla contacto con la naturaleza: ver las flores, los árboles, los animales, el campo o la
playa, admirar la luna o las estrellas, sólo eso es gratificante...en función de tus intereses y
gustos...vivir en este mundo disfrutándolo un día más es vivir...

 Práctica el sexo, con la intimidad necesaria y a tu estilo. Disfruta la espiritualidad y el


amor, eludiendo mecánicismos y persecuciones de orgasmos...

 Revisa lo que comes y cómo lo haces...no te desprecies si de vez en cuando sigues algún
vicio o preferencia...bebe mucha agua, pónla accesible...evita estimulantes y valora bien
qué y cuánto deseas y puedes admitir...

 Toma sólo psicofármacos cuando sea imprescindible...y deja de tomarlos cuando veas que
dependes de ellos para sentirte bien...

 Cuida tu cuerpo: recibe regularmente masajes que alivien tensión muscular...

 Incrementa tus relaciones con amigos y familiares, pero dáte un tiempo a veces para estar
sólo, descansar o hacer lo que quieras (escuchar música, darte un baño tibio, leer, mirar un
programa televisivo, o simplemente, holgazanear por un rato)

 Práctica regularmente ejercicios de relajación, la más apropiada para tí...no apliques el


dogma de tener que relajarte...la meditación, en cualquier variante (conteo al ritmo de la
respiración, observar la respiración sin cambiarla con la atención dirigida hacia el interior,
etc.) es mucho más productiva de lo que parece, y no es perder el tiempo...

 Utiliza técnicas cognitivas y de control mental: imágenes interiores para contrapesar


objeciones y nuevas ideas; la técnica de la “escoba” para barrer pensamientos negativos en
la cabeza, o la de la “goma de borrar” o la de “olas en la playa” para limpiar
preocupaciones...y sobre todo, cuenta hasta diez cuando vas a tomar una decisión
importante, y cuando sientas que aún no la tomas, o que -por el contrario- te es fácil
tomarla, entonces cuenta hasta cien, o hasta mil..pero dále tiempo...

 Trata de ayudar a otros a prevenir o recuperarse del estrés y del desgaste...eso te ayudará a
tí mucho más de lo que piensas...

 Reflexiona sobre el sendero y el sentido de tu vida: es el adecuado? es demasiado ancho o


demasiado estrecho? caminan muchos otros por él? tengo el talento necesario para andar
por él? estoy dispuesto?

NO INTENTES PRACTICAR MECANICAMENTE TODAS LAS


RECOMENDACIONES ANTERIORES...NO TODO LO PODRAS CAMBIAR...

JUEGO DE LAS “CAJAS”

1. Escribe tu propia lista de exigencias, si quieres clasifica entre las de la vida laboral y la
vida privada, corta y separa cada una con tijeras
2. Reflexiona sobre la lista. No importa que sea larga, mientras más larga mejor.
Comenta este ejercicio con otras personas.
3. Clasifica en cajas:
-Caja A: Exigencias y deseos que se pone uno mismo
-Caja B: Exigencias y deseos que se ponen otros
-Caja C: Exigencias y deseos imaginarios (no bien definidos)
4. Atrévete a rechazar algunas cosas, para las exigencias imaginarias puedes preguntar a
otros, es posible que ellos no te exijan tanto como tú crees (este puede ser un largo
proceso). Y entonces, reclasifica...
5. Toma otra caja: Caja D. Pon en ella las que te hacen sentir alegre, las que tienes ganas
de hacer, lo que te dá energía. Tendrás buen juicio, inteligencia, madurez, para no
poner demasiadas cosas en esta caja.
Debe haber cierto equilibrio entre lo que damos a los demás y lo que nos damos a
nosotros mismos.
6. Toma la Caja E, no tan divertida, pero necesaria. Pon aquellas cosas que odias, que no
quieres hacer más. Anda con cuidado y reflexiona: hay que hacer todo esto? Si es así,
cómo hacerlo de forma más fácil y divertida?
Sé honesto. Elige alguna para desechar. Atrévete a no hacerla y mira a ver qué pasa...
O sigue reflexionando sobre ello...
7. Ultima clasificación: Caja G. Pon en ella todas aquellas cosas en las que necesitas que
te ayuden, o que puedes pedirle a los demás que hagan. Atrévete a no ser competente.
No te querrán más porque lo hagas todo perfecto...

Y AHORA, CON TODO ESTO, REALIZA PEQUEÑOS Y GRANDES CAMBIOS.


PEQUEÑOS CAMBIOS PUEDEN PRODUCIR GRAN ALIVIO, A VECES ES
NECESARIO UN GRAN CAMBIO, COMO MUDARSE DE CASA PARA ESTAR
MAS CERCA DEL TRABAJO O DE LA ESCUELA DE LOS NIÑOS...
Y APRENDE DE LOS ERRORES SIN MIEDO, ATRÉVETE A COMETERLOS...

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