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-Z¿zy?<?r es el espíritu, la técnica es la sem illa.


(Zeami)

En la vida cotidiana usamos nuestro cuerpo d e m anera sustancialm ente diferen te que en una situación de
representación . En la vida cotidiana usamos una técnica d el cuerpo condicionada p o r nuestra cultura, estado
social o profesión. Pero en una situación d e “represen tación ” el uso d el cuerpo es com pletam en te diferente. Por
tanto, es necesario d istin gu ir en tre técnicas cotidianas y técnicas extracotidianas.
El antropólogo f a n c é s M arcel M auss habló p o r p rim era vez d e “técnicas d el cuerpo” en una con ferencia de
la S ociedad d e Sicología d e París, el 17 de m ayo d e 1934- Citamos aqu í algunos fra gm en tos d el texto d e M auss
pub lica do en 1936 en el Journal de Psychologie (XXXII, n. 23: 3/4).

Nociones de técnica del cuerpo


M a r ccl M au ss

He dicho las técnicas del cuerpo, porque se parto, la forma de tomar al niño, tanto por parte
puede construir la teoría de la técnica del cuerpo a de la madre como de quien la auxilia; vendaje y
partir de un estudio, una exposición o descripción corte del cordón; cuidados de la madre, cuidados
d e las técnicas del cuerpo. Aludo con esta expre­ del niño [...].
sión a las formas en que los hombres, en distintas
sociedades, utilizan, de acuerdo con la tradición, su 2. Técnicas d e la infancia. Crianza y nutrición
propio cuerpo. En-cualquier caso, hay que proceder del niño. Actitudes respectivas de madre e hijo.
de lo concreto a lo abstracto, y no al revés [...]. Consideremos al bebé: succión, modo de llevarlo,
El cuerpo es el primer y más natural instru­ etc. El niño está durante dos o tres años en contac­
mento del hombre. O, exactamente, sin hablar de to directo con la piel de la madre; tiene respecto a
instrumento, el cuerpo es el primer y más natural ella, una actitud completamente distinta a la de un
objeto técnico y, al mismo tiempo, medio técnico niño que no ha sido llevado así; tiene con la madre
del hombre. un contacto completamente distinto del que tienen
nuestros niños. Se agarra del cuello y hombros, está
Enumeración biográfica de las técnicas del cuerpo a horcajadas sobre la cadera de su madre. Es una
De una manera sencilla vamos a seguir aproxi­ gimnasia considerable, esencial para toda su vida.
madamente las edades del hombre, la biografía Destete. Dura mucho tiempo, generalmente
normal de un individuo a fin de ordenar las técni­ dos o tres años. Obligación de alimentar, a veces
cas del cuerpo que le atañen o que le enseñaron. también obligación de alimentar animales. La mu­
1. Técnicas d e n acim ien to y obstetricia. [...] Lasjer tarda mucho tiempo en liberarse de su propia
formas de obstetricia son muy variables. El peque­ leche. Existen, además, relaciones entre destete y
ño Buda nació mientras su madre Maya perma­ reproducción, cese de la reproducción durante el
necía de pie, agarrada a la rama de un árbol. Parió destete.
en posición vertical. Buena parte de las mujeres La humanidad puede dividirse aproximada­
hindúes todavía paren así. Cosas que nos parecen mente en dos categorías de personas: las que utili­
normales, como el parto en posición horizontal, zan cuna y quienes no la utilizan [...].
no son .más normales que otras, por ejemplo, la El n iño después d el destete. Sabe comer y beber;
posición denominada a gatas. Existen técnicas del se le enseña a caminar; ejercita su vista, oído, sen-

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=3

tido del ritmo, forma y movi­


miento, a menudo para la danza
y música.
Aprende nociones y usos
respecto a la forma de doblarse
al respirar y asume determinadas
posiciones que a menudo le son
infligidas.

3. Técnicas d e la adolescencia.
[...] El momento más impor­
tante de la educación del cuerpo
es, en efecto, el de la iniciación.
Tendemos a imaginar, en función
de la forma en que son educados
nuestros hijos e hijas, que unos
y otras adquieran los mismos
comportamientos y posiciones, y
reciban el mismo adiestramiento
en todas partes. Por ejemplo en
todas las sociedades africanas,
la educación del niño se inten­
sifica en la edad de la pubertad,
mientras aquellas de las mujeres
queda por así decirlo tradicional.
No existen escuelas para las mu­
jeres. Elias siguen la escuela de
sus madres, y en ella se forman
constantemente para pasar, salvo
raras excepciones, directamen­
te a la condición de esposas. El
niño varón entra en la sociedad
de los hombres, donde aprende
el oficio y, sobre todo, el arte mi­
litar. Sin embargo, tanto para los
hombres como para las mujeres,
el momento decisivo es el de la
adolescencia. Es cuando apren­
den definitivamente las técnicas
del cuerpo, que conservarán du­
rante toda su edad adulta.
vor- und rUckwárts

4. Técnicas de la edad adidta.


Para catalogar estas técnicas, se
Técnicas d e la in fan cia: alimentar un recién nacido: (arriba izquierda) Virgen italiana del siglo
pueden seguir diferentes mo­ .XVI; (arriba derecha) divinidad hitita del siglo VIII a. C.; (centro izquierda) mujer tasaday
mentos del día en que se distri­ (Islas Filipinas). Técnicas d e adolescencia: (centro derecha) adolescente Eipo (Nueva Guinea)
buyen movimientos coordinados adiestrándose para la guerra por medio del juego; (abajo) joven europeo hace gimnasia (de
y descansos. Podemos distinguir un manual alemán de finales del siglo XIX).
el sueño y la vigilia y, en la vigi­
lia, el descanso y la actividad.

T É C N IC A / 329

A
—Técnicas delsueño. La noción
según la cual dormir es algo na­
tural es completamente inexacta
[...]. Se pueden distinguir so­
ciedades en donde lo único que
tienen para dormir es el “suelo
desnudo” y otras que recurren a
instrumentos [...]. Hay pueblos
que utilizan almohada y pueblos
que no. Existen poblaciones que
se apiñan en círculo para dormir,
en torno a una hoguera o incluso
sin fuego. Hay formas primitivas
para entrar en calor y calentarse
los pies Por último está el
sueño en posición vertical. Los
masai pueden dormir de pie. Yo
mismo he dormido de pie en
la montaña. A menudo he dor­
mido a caballo, a veces incluso
durante la marcha; el caballo era
más inteligente que yo. Los anti­
guos cronistas de invasiones nos
representaron a hunos y mongo­
les en el acto de dormir a caba­
llo, lo cual sigue siendo verdad,
sus jinetes duermen sin detener
la marcha de sus caballos [...].
—Vigilia. Técnicas de raposo.
El reposo puede ser perfecto o
simple pausa; se puede reposar
acostado, en cuclillas, etc. [...].
La forma de sentarse es funda­
mental. Se puede establecer una
distinción entre humanidad en
cuclillas y humanidad sentada. Y
entre esta última, diferenciar la
gente que utiliza bancos de quie­
nes no requieren ni tarimas, gen­
te que utiliza sillas y quienes no
las usan [...]. Hay pueblos que
tienen mesas y otros que carecen
de ellas. En todo Oriente se usa
todavía normalmente una al­
fombra, una estera [...]. Algunos
pueblos para descansar adoptan
posiciones singulares. Así, toda
el África del Nilo y parte de la Técnicas d e la ed a d adulta: estar sentado. (Arriba izquierda) artesano hindú; (arriba derecha)
un vasallo egipcio; (centro izquierda) un escritor egipcio; (centro derecha) un dibujante fran­
región de Chad, hasta Tangani- cés. (Abajo izquierda) operario del telégrafo norteamericano; (abajo derecha) un .recolector
ca, están pobladas por hombres de cocos en la India.

330 / TECNICA
que, .en el campo, descansan apo­
yándose sobre una sola pierna.
Algunos de ellos consiguen estar
sobre un pie sin apoyo, otros se
apoyan en un bastón [...].
—Técnicas d e actividad, de
m ovim iento. Por definición, el re­
poso es ausencia de movimiento,
y el movimiento ausencia de re­
poso. He aquí una enumeración
pura y simple. Movimientos de
todo el cuerpo: arrastrar, presio­
nar, caminar.
La marcha: habitus del cuerpo
erguido mientras camina, respira­
ción, ritmo de la marcha, oscilación
de las muñecas, codos, progresión
con el tronco hacia adelante res­
pecto al cuerpo o por adelanta­
miento de dos costados del cuerpo
alternativamente (a nosotros nos
han acostumbrado a avanzar con
todo el cuerpo a la vez). Pies hacia
hiera, pies hacia dentro. Extensión
de la pierna [...].
Carrera. Posición del pie, de
los brazos, respiración, magia de
la carrera, resistencia [...]. Llega­
mos, por fin, a algunas técnicas de
reposo 'activo que no dependen
simplemente de la estética, sino
también de juegos del cuerpo.
Danza. Tal vez hayan asisti­
do a las clases de von Hornbostel
y Kurth Sachs [...]. Concuerdo
con su división en danzas de re­
poso y danzas de acción. Acepto,
quizás, con más reparo sus hipó­
tesis sobre distribución de estas
danzas. Ambos fueron víctimas
del error fundamental sobre el
que se basa una parte de la socio­
logía. Existirían sociedades cuya
descendencia es exclusivamente
masculina y otras de descenden­
cia uterina. Estas últimas, afemi­
Técnicas d e l cu idado d el cuerpo-, (arriba izquierda) mujer japonesa en el baño; (arriba derecha)
obreros italianos después del trabajo. Técnicas d e la com id a : (centro izquierda) japoneses del nadas, bailarían preferentemente
siglo XVIH comen espaguetis; (centro derecha) cliente de un salón americano a finales del sin desplazarse; las otras, cuya
siglo XIX. Técnicas d e m ovim ien to: (abajo izquierda) paso de. ganso del soldado.alemán; (aba­ descendencia es masculina, pon­
jo derecha) atleta inglés durante una carrera a principios del siglo XX.
drían en cambio el acento en el

TECNICA / 331
desplazarse. Kurth Sachs ha cla­
sificado más exactamente estas
danzas en introvertidas y extro­
vertidas [...]. No hay que olvidar,
por último, que la forma de bai­
lar enlazados es un producto de la
moderna civilización europea. Lo,
que demuestra que cosas comple­
tamente naturales para nosotros
poseen-un origen histórico.
Salto. Hemos asistido a la
transformación de la técnica del
salto. Todos nosotros hemos salta­
do desde un trampolín y, más de
una vez, de frente. Esta técnica ha
sido felizmente abandonada y aho­
ra se salta de lado. Salto de longi­
tud, de altura, de fondo, salto de
posición, salto con pértiga [...].
Trepar. La regla para trepar
árboles, sirviéndose de una co­
rrea que sujeta al tronco y cuer­
po, es fundamental entre todos
los considerados primitivos.
Pues bien, nosotros ni siquiera
conocemos el uso de esa correa.
Los empleados de telégrafos en
la calle trepan sirviéndose de
ganchos, sin correa [...]. La his­
toria de los métodos referentes al
alpinismo es sumamente intere­
sante. Ha hecho progresos fabu­
losos durante mi vida.
Descenso. Nada resulta más
vertiginoso que ver a un kabylo
descender con zapatillas en los
pies. ¿Cómo consigue retener y
no perder las zapatillas? He in­
tentado verlo, y hacerlo, pero no
logro entender. Por otra parte,
tampoco logro entender cómo
las señoras pueden caminar con
zapatos de tacón alto. Así pues,
hay que observar todo, y no solo
compararlo.
N atación. Zambullirse, na­ Técnica d e reposo: (arriba izquierda) fumadores de opio chinos a mitad del siglo XIX; (arriba
dar; utilizar medios complemen­ derecha) pareja etrusca en la mesa del banquete (siglo I d. C.); (segunda fila izquierda) viejo
marinero holandés sobre una silla; (segunda fila derecha) hombre polinesio reposa en cucli­
tarios: neumáticos, tablas, etc. llas; (tercera fila izquierda) mujer javanesa sentada en el suelo; (tercera fila derecha) músico
Estamos en el camino de la in­ hindú toca el pífano en cuclillas;, (abajo izquierda) árabe reza de rodillas. Técnicas de la repro-
vención de la navegación [...]. d u cción: (abajo derecha) unión tántrica en India (siglo X d. C.).

332 / TÉCNICA
M ovim ientos que requieren
fu erz a . Empujar, tirar, levantar.
Todos saben qué es un golpe de
riñones. Es una técnica que se
aprende, no una simple serie de
movimientos. Lairzar, arrojar al
aire, a la superficie, etc.; la for­
ma de sujetar entre los dedos
el objeto que hay que lanzar es
importante y comporta grandes
variaciones.
Asir. Asir con los dientes. Uso de
los dedos del pie, la axila, etc. [...].
—Técnicas d e cuidados d el
cuerpo. Frotamiento, lavado, en­
jabonamiento. Este expediente
es reciente. Los inventores del
jabón .no fueron los antiguos,
quienes no se enjabonaban. Son
los galos. Por otra parte, e inde­
pendientemente, toda América
Central y del Sur (Nordeste) se
enjabonaba con madera de Pa­
namá, el “brasil”, del que proce­
de el nombre de este imperio.
Cuidado d e la boca. Técnica
de toser y de escupir [...].
H igiene d e necesidades natu­
rales. Podría enumerar,"a este res­
pecto, una infinidad de hechos.
—Técnica d e la consumación.
Comer. Recordarán ciertamente la
anécdota del sha de Persia, referi­
da por Hoffding. El sha, invitado
por Napoleón III, comía con los
dedos; el emperador insistió en
que utilizase un tenedor de oro.
“No sabe usted de qué placer se
priva”, respondió el sha. Ausencia
y utilización del cuchillo [...].
El beber. Es muy útil enseñar
a los niños a beber directamente
de la fuente, del grifo, etc., en
pequeñas cantidades de agua, a
beber a chorro, etc.
-T écnicas d e reproducción.
Técnicas extracotidianas d e la danza-, (arriba izquierda) pareja americana en los años treinta del
Nada es más técnico que las pos­
siglo XX; (arriba derecha) danza de cosacos en Rusia; (segunda fila) danza de los derviches en
Turquía. Técnicas de con trol d el ciLerpo y espíritu: (cercera fila) dos posiciones de hacha-yoga. turas sexuales. Pocos autores han
Técnicas d e con trol y reten ción d e en ergía : (abajo) práctica d e la g im n a s ia taoísca (nei-kong) e n tenido el valor de hablar sobre
u n t r a t a d o c h in o d e l s ig lo X IX . C a d a e je r c ic io c o n d u c e a l c o n t r o l d e la r e s p ir a c ió n .
este problema.
T É C N IC A /. 333
Consideraciones generales encuentran en la India. Creo justamente que, en
[...] Creo que la idea de la educación de las el fondo de todos nuestros estados místicos, exis­
razas, que se seleccionan de acuerdo a un rendi­ ten técnicas del cuerpo que no han sido estudiadas,
miento determinado, es uno de los momentos pero que fueron perfectamente conocidas en Chi­
fundamentales.de la historia: educación de la vista, na e India, desde tiempo inmemorial. Este estudio
educación de la marcha: subir, bajar, correr. Con­ sociosicobiológico de la mística se tiene que hacer.
siste sobre todo en la educación a sangre fría que es, Considero que existen necesariamente medios bio­
antes que nada, un mecanismo de retardamiento, lógicos para entrar en “comunicación con Dios”.
de inhibición de movimientos desordenados. El re­
tardamiento por consiguiente permite una respues­
ta coordinada en dirección al objetivo que es. elegi­
do. La resistencia al ímpetu de la emoción es algo
fundamental en la vida social y mental. Distingue
entre sí a sociedades denominadas primitivas, las
clasifica según sus reacciones que se manifiestan de
forma más o menos brutal, irreflexiva, inconscien­
te, o bien de manera aislada, precisa, impuesta por
una conciencia límpida. -
La intervención de la sociedad no se produce
gracias al inconsciente, sino gracias a la sociedad se
produce la intervención de la conciencia. Gracias
a la sociedad se obtiene seguridad en movimientos
rápidos, dominio de lo consciente sobre la emo­
ción y el inconsciente [...].
Nuestro amigo Granet ya lo insinuó a propó­
sito de sus importantes investigaciones sobre técni­
cas del taoísmo, técnicas del cuerpo y respiración
en particular. He estudiado bastante en textos sáns­
critos del yoga para saber que los mismos hechos se

334 / TECNICA
La colum na vertebral: tim ón de energía ligera curva en la parte superior de la columna y un
retraso a nivel de la región pélvica.
Las técnicas extracotidianas apuntan a la ma­ En el Bharata Natyam la columna es perfec­
nifestación de una calidad de energía que vuelve tamente vertical y, a partir de esa línea, hombros
preexpresivo al actor-bailarín, es decir le confiere y cuello son utilizados como elemento dinámico
una presencia aún antes de que comience a expre­ que disciplina y canaliza el temperamento de la
sar algo. Un principio que se aplica para alcanzar bailarina. Todavía en India, en otro baile clásico,
esta calidad de energía es la alteración del equili­ Odissi, la columna tiene una curva en forma de “s”
brio cotidiano (cfr. E quilibrio) y la consiguiente a causa del desplazamiento lateral de las caderas y
adaptación de la columna vertebral. de un ligero movimiento del cuello en dirección
La calidad de tonalidad muscular que determi­ opuesta para equilibrar los hombros (cfr. Tribbangi
na la preexpresividad está directamente ligada a la en Oposiciones).
posición de la espina dorsal y sus Fuerzas directrices. En Java encontramos el origen del Wayang
Nuestra columna vertebral puede caer, derrum­ Wong en el teatro de marionetas: quizá sea por
barse, subrayar el peso y fuerza de inercia; pero la esto que la columna esté derecha y erguida, con
manera como pueda estar soldada o doblarse, crea unos imperceptibles movimientos hacia adelante
una arquitectura de tensiones que determinan la en su base que dan un efecto de energía naciente
presencia del actor. Cada técnica extracotidiana del a cada paso. En cambio, en la isla vecina de Bali,
cuerpo, ligada a una forma teatral más o menos la columna se dobla de la misma manera que en el
codificada, se basa en el dominio de una postura Kathakali hindú. Aunque las caderas no trabajan,
particular de la columna vertebral y anexos: cuello, los ornamentos de la cabeza se estremecen gracias a
espalda, hombros y vientre. rápidos movimientos del cuello.
Las formas teatrales de una misma cultura o Cada técnica extracotidiana es consecuencia de
culturas distintas, se distinguen mediante el porte un cambio en un punto de equilibrio de la técnica
de la columna y la tonalidad que resulta. Una ob­ cotidiana. Este cambio repercute esencialmente en
servación atenta permite observar cómo un actor de el torso, en la manera de extender la parte superior
la Ópera de Pelan tiene la columna extendida hacia del cuerpo, y en la pelvis, en la manera de despla­
arriba, mientras que un actor japonés Nó tiene una zarse en el espacio.

Posiciones de la columna verte­


bral en varias culturas de danza,
mostradas por la bailarina ame­
ricana Russei Meriwether Hug­
hes, conocida con el nombre de
La Meri, estudiosa de danzas
étnicas que practicó y enseñó
en Europa y América.

TECNICA / 335
(Arriba) Forma japonesa cíe saludar, de rodillas, mostrada por Kosuke Nomura en la ISTA de Voltetra (1981): una técnica cotidiana trasla­
dada sin ninguna alteración al teatro. La columna vertebral curvada en sentido contrario al de su natural inclinación, asegura a la acción una
gran dignidad. (Abajo) La misma acción realizada por actores europeos que imitan ese gesto como una coreografía superficial y sin conciencia
física, convierten la dignidad en servilismo: actores del teatro de vodevil en P rincesse d ’A mour de Judith Gautier, París, 1907-

336 / TÉCNICA..
El grito mudo
Al final del tercer cuadro del
drama de Brecht M adre Coraje y
sus hijos, los soldados traen a es­
cena el cadáver de Schweizerkas,
ellos sospechan que es hijo de
Madre Coraje. Es necesario en­
tonces que ella lo identifique.
Según el texto de Brecht, cuan­
do ponen frente a ella el cuerpo
del hijo, Madre Coraje mueve
la cabeza dos veces y no lo reco­
noce. Entonces los soldados se
llevan el cuerpo para sepultarlo
en una fosa común. Helene Wei-
gel, la más grande intérprete de
figuras femeninas de Brecht, al
representar esta escena se queda­
ba inmóvil: movía la cabeza para
negar, y cuando los soldados la
obligaban nuevamente a mirar
negaba una segunda vez con mi­
rada fija y ausente. Pero cuando
el cadáver era retirado, entonces
Weigel .¿volvía la cabeza hacia
otra parte y abría la boca en una
suerte de “grito mudo”.
George Steiner, que vio a
Weigel en el Berliner, comenta­
ba: “Volvió la cabeza para otro
lado y abrió la boca con el mis­
mo gesto del caballo que aúlla
en el G uernica de Picasso. Pro­
vino de ese gesto un sonido cru­
do y terrorífico, indescriptible.
Pero, no era un sonido. Nada.
Era el sonido del silencio abso­
luto. Un silencio que gritaba y
gritaba en todo el teatro, para
obligar al público a inclinar la
cabeza como bajo una ráfaga de
viento” (G. Steiner, M u erte d e La
El “grito mudo” de H el ene Wiegel (1900-1973) en el drama M adre C oraje y sus hijos de tragedia, 1961).
Bertolc Breche al Berliner Ensemble en el 1949. La intensidad del grito es encerrada en las
diferentes tensiones de la espina dorsal. He aquí la imagen de un
espectador. Veamos ahora el
mismo trabajo de Weigel como
lo reconstruye un historiador
de teatro: “Weigel se encontró

TECNICA / 337
al actuar rodeada de símbolos, una carreta mitad creado la caminata de Madre Coraje no con prue­
máquina de guerra y mitad bazar, sobre un gira­ bas teóricas, sino que poniéndose desde el princi­
torio que significaba el mundo de Coraje y, a cada pio la falda y calzado del personaje”.
situación, la colocaba en una posición diferente en Como parece claro en las fotografías, toda la
el espacio. Logró no hacerse aplastar por el contex­ acción de Weigel en la escena del grito mudo se
to porque, como actriz que trabajó con Piscator, basa en una alteración dé la espina' dorsal con la
sabía que para guerrear con lo abstracto necesitaba cual se muestra capaz de dar la energía equivalente
valorizar el físico del personaje, la creatividad del a un grito.
propio cuerpo en situación preexpresiva. Este valor emotivo de la espina dorsal, esta
Comenzó a ensayar con un criterio que Bre- atención para detalles físicos concretos parecen cla­
cht habría luego generalizado en su teatro de En­ ros en este episodio narrado por la misma Helene
semble-, buscó recorrer todo el papel en bosquejos Weigel a Ekkehard Schall, su colega en el Berliner:
interpretativos hacia aproximaciones privadas de “Como joven actriz una vez ella actuó al lado del
forma definida, descuidando aparentar un retardo gran Albert Bassermann en una obra de Ibsen. En
respecto a los demás actores; y en cierto momento una escena Bassermann recibía una serie de noticias
este trabajo comenzó a florecer. Al principio Wei- catastróficas: la muerte del padre, la muerte de la
gel tenía aproximadamente cien detalles y poses madre, la muerte del hijo. Al conocer poco a poco
narrativas, que revelaban las relaciones de Coraje esas noticias catastróficas, Bassermann eligió estar
con los demás personajes; y otras poses y demás de­ con la espalda vuelta al público. Un día Helene se
talles sabrían florecer después del estreno. La pose quejó con él porque su cara permanecía escondida
del enorme dolor, la inolvidable imagen de Weigel al público y no podía mostrar ninguna emoción
con la boca abierta sin grito, se manifestó después y, aquello que era terrible, asumía una expresión
de tantas representaciones, cuando del inconscien-, privada. El le respondió: ‘¿Y qué con esto? Acaso el
te de la actriz afloró una vieja imagen de periódico público no verá mi cara’. De hecho Bassermann ac­
de una mujer hindú que lloraba por el asesinato de tuaba todo con su espalda: toda emoción violenta
su hijo”. que probaba la actuaba con la espalda” (Entrevista
Sobre esta interpretación en el diario del asis­ con Ekkehard Schall, en N ew T heatre Q uarterly,
tente de Brecht, Hans Bunge, se lee: “Weigel había n.° 6, mayo, 1986).

Pleasss, tereera versión de una "eabesa de eaballe que relineha" (1937): beeete preparatorio para su Guemim (Museo Reina Sofía, Madrid).
(Qereehn) El "grito mudo" de Helen Weigel.

338 / TÉCNICA
En la p rim era sesión pú b lica ele la ISTA en Bonn tuvo lu gar un sim posio in tern a cion a l (2 4 -2 6 de octubre de ■
1980), en el que p articiparon estudiosos d e distinta p roceden cia. En el transcu.rso d e los trabajos Jersey Grotoioski,
elfu n d a d o r d e la in vestigación contem poránea sobre el actor, en tregó a Franco R u ffn i estas reflexiones sobre las
form u la cion es expresadas p o r E ugenio Barba.

Leyes pragmáticas
J e r z y G ro to w sk i

Barba ha formulado tres principios esenciales pragmáticas. Tengo interés en subrayarlo, porque
en el campo de trabajo, digamos, técnico del ac­ durante el simposio se dio una cierta intención po­
tor. En líneas generales, ha dicho que la técnica del lémica por parte de algunos intelectuales respecto
actor es una técnica del cuerpo extracotidiana. En a la esencia de las leyes. Ya lo he dicho, son leyes
toda cultura existe siempre una técnica del cuerpo pragmáticas: algo sucede de una cierta forma si tú
cotidiana, como ha sido definida por el antropó­ te comportas de una cierta manera. No se plantea
logo francés Marcel Mauss, y una técnica extra­ el problema de analizar cómo sucede algo, sino qué
cotidiana que llamaría de amplificación. Existen hacer para que ese algo suceda.
técnicas de integración, como el yoga por ejemplo La primera ley de la que habla Barba es la del
y hay otras, asimismo extracotidianas, que son de equilibrio del cuerpo, que en las técnicas extracoti­
amplificación de un fenómeno biosociológico. dianas se obtiene a un nivel completamente distin­
Cuando vemos caminar a un actor de teatro to. Se renuncia a un equilibrio digamos fácil, fácil
No, que arrastra siempre los pies, sin despegarse por haber sido incorporado desde la infancia, para
del suelo, en realidad se trata de una amplificación alcanzar otro nivel de equilibrio que, podríamos
de algo que se encuentra en la manera normal de decir —es una observación mía— , hace amplificar
caminar de aquella cultura. Eso me parece muy im­ la situación de equilibrio normal. Podríamos de­
portante. Barba se ocupa, con una neta especifica­ cir que es un equilibrio extra, o un “equilibrio de
ción práctica, de la diferencia entre técnica cotidia­ lujo”, como dice Barba.
na y técnica extracotidiana, en este sentido preciso La segunda ley es la de contradicción de la di­
de lo extracotidiano como amplificativo. Entonces, rección de movimientos o de la dirección de im­
cuando Barba compara las técnicas cotidianas de pulsos. Cuando una parte del cuerpo ejerce un
algunas culturas orientales y las técnicas extraco­ impulso hacia una dirección, otra parte ejerce un
tidianas del actor en situación de representación, impulso hacia otra dirección, lo que implica im­
redescubre unas leyes, objetivas por decirlo así, que portantes consecuencias a nivel de músculos, y
merecen ser destacadas. especialmente a nivel de contracciones y descon­
Esto podría dar pie a una polémica infinita des­ tracciones. Esto es muy importante. En algunas es­
de el punto de vista científico, pero sería un error, cuelas de educación del actor se dice que la clave de
o en cualquier caso poco útil porque en realidad todo reside en la relajación. Pero la clave no reside
las leyes de las que habla Barba son leyes pragmá­ en la relajación, reside en un proceso de unidad
ticas. Lo que significa que si nos comportamos de entre contracción y descontracción. Para el actor
una determinada forma se obtienen determinados que está completamente sin contracción nada ocu­
resultados. Este es el problema de las leyes pragmá­ rre, salvo contracciones completamente ciegas; que
ticas. Las leyes pragmáticas son las que dicen cómo son contracciones neuróticas, como se sabe, y son
hay que comportarse para lograr determinados es­ impedimentos. Pero existe cierto juego de contrac­
tados, o determinados resultados, o determinadas ciones y descontracciones que, aunque también se
conexiones necesarias. No nos dicen que algo fun­ realiza en la vida cotidiana, se amplifica en esta si­
ciona ele una determinada manera. tuación de lujo a la que Barba llama situación de
Dicen: hay que hacerlo de un determinado representación. Ese es ciertamente, el problema de
modo. Barba ha establecido tres leyes que son leyes las direcciones opuestas en un mismo momento,

TECNICA / 339
pero es dentro del cuerpo donde, si se ejerce ün sa). Evidentemente, podríamos iniciar nuevamen­
impulso hacia la izquierda, hay algo que ejerce un te una querella terminológica sobre qué es energía
contraimpulso hacia la derecha, y lo mismo con y qué significa energía en el espacio y energía en
arriba y abajo, atrás y adelante. Esto existe en la el tiempo. En cualquier caso la diferencia es muy
vida corriente, en las técnicas cotidianas; pero en clara. Se trata de hacer aflorar el proceso en movi­
la situación de representación se da una amplifica­ miento en cuanto calidad cinética que se produce
ción extrema, y esta amplificación determina que en el espacio, o comprimir lo que está en la base
se trate de algo que ya posee otra calidad. de un movimiento posible en el espacio, ocultarlo
Este juego de contradicciones, de contracción bajo la piel. Entonces se ve un cuerpo que está vivo
y descontracción, de direcciones opuestas de los im­ y algo que pasa en el espacio, pero está como rete­
pulsos, es llevado a tal extremo que podría decirse nido bajo la piel; el cuerpo está vivo, hace algo que
que el hombre en su propia fisiología se convierte es sumamente preciso, pero es en orden del tiempo
en un signo. Pero lo importante es que dicha situa­ que se ve a este río que pasa: la cinética en el espacio
ción se obtiene con un entrenamiento y esfuerzo pasa a segundo plano. Esta es energía en el tiempo.
conscientes y, al mismo tiempo, de acuerdo a le­ Existen también subleyes, como por ejemplo, lo
yes de la fisiología; que es signo resultante de una que podríamos llamar antiimpulso, antimovimien­
amplificación de leyes biológicas pero también de to, y que Barba llama con el término escandinavo
condicionamientos sociales. Hay que reconocerlo: sats (impulso). Y esto es muy preciso, existe. Puede
la amplificación se da a dos niveles. realizarse a diferentes niveles, como una especie de
La tercera ley pragmática es que el proceso de silencio antes del movimiento, una especie de si­
acción llevado a cabo por el actor puede hacerse y lencio colmado por el posible potencial, o también
observarse en la perspectiva de energía en el espacio puede realizarse como una especie de suspensión
o energía en el tiempo (la terminología es japone­ de la acción en un momento preciso.

Darío Fo, Eugenio Barba y Jerzy Grotowski en la ISTA en Volterra (1981).

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Sais zar una subjetividad personal, y en el momento en .
El sais hace que lo que se ve, lo que sucede, que objetividad y subjetividad se funden el actor,
tenga tiempo de absorberse, y al mismo tiempo se cobra vida. Podríamos decir que no hay libertad
comprenda que lo que ba sido el proceso ha tenido si no se paga el precio del ascetismo. Pero de asce­
un momento para absorberse en cuanto forma, y tismo entendido no en sentido místico o religioso,
es la forma en sentido de shape. Pero esto en las sino en sentido concreto, como limitación del yo.
diferentes técnicas extracotidianas, en la situación En el campo del teatro esto es tarea del director.
de representación, ¿cómo puede estudiarsé? Se ob­ Diría que el director en el teatro debe también re­
servan diferencias entre actores balineses, actores presentar el polo positivo. Por un lado, debe seguir
japoneses y distintas formas que constituyen el lo que he llamado vía negativa, es decir eliminar obs­
teatro clásico hindú. Barba ba tomado estas espe- táculos que puedan representar al actor temas muy
cializaciones de actores orientales como punto de concretos y delimitados. De esa manera el actor tie­
partida para un análisis pragmático. Podríamos de­ ne un punto de partida para su improvisación.
cir que cada uno de estos tipos de representación
en el teatro clásico oriental se refiere a una técnica Logos y bios
cotidiana del cuerpo, pero hay una base fisiológica Cuando hablo de objetividad biosociológica y
que hace que lo que se observa sea válido para to­ subjetividad, hablo también del problema del logos
dos nosotros. y el bios. H ay logos y hay bios, el logos está vincula­
Si se cambia la técnica del cuerpo, esta cambia do al razonamiento descriptivo, analítico. Bajo una
desde el punto de vista social, pero sigue enraizada forma distinta, el problema del logos también está
en la misma realidad biológica. En cualquier mo­ en el actor oriental. A través de su cuerpo el actor
dalidad de teatro oriental hay una especialización oriental, con su tradición, expresa palabras, frases,
sumamente formalizada, muy consciente, que es razonamientos, por tanto es logos. Pero es como si,
una técnica extracotidiana de amplificación, y esta debido a la fuerza de su tradición, su logos hubie­
técnica particular tiene un campo de posibilidades se conservado algunos principios clei bios, y es por
muy delimitado. Por eso, si el funcionamiento es el eso que el actor oriental aparece como algo vivo.
mismo para diferentes técnicas extracotidianas en L ogos y bios representan la división. Por eso es muy
situación de representación,, a pesar de las distintas peligroso hablar de expresividad del actor. Barba
especíalizaciones, se puede deducir evidentemente tiene toda la razón al hablar del nivel preexpresivo
que son las leyes tou t cou rt las que actúan. del actor. Si el actor expresa, es que q uiere expresar.
En el teatro europeo no existe una codificación Entonces se plantea de nuevo la división. Hay una
del arte del actor. El actor improvisa, pero lo que parte que ordena y una parte que ejecuta las órde­
surge son los estereotipos de la vida cotidiana, o nes. La verdadera expresión, podríamos decir, es la
una mal entendida espontaneidad por la que ser del árbol.
espontáneos significa ser salvajes, moverse en for­ Existe una profunda relación entre lo que Barba
ma violenta, gritar, agredirse, abrazarse entre sí. En está haciendo con la ISTA y mi “teatro de las fuen­
realidad, la improvisación empieza solo cuando el tes”, y esta relación consiste en el hecho de que los
actor se fija unos límites muy precisos y concre­ dos nos ocupamos de fenómenos transculturales.
tos. Por ejemplo, Iben se concentra únicamente en La cultura, cualquier cultura específica, determi­
la forma de caminar de Kattrin, la hija muda de na la base objetiva biosociológica, en cuanto a que
Madre Coraje [Grotowski se refiere al espectáculo cualquier tipo de cultura está ligada a las técnicas
Luna y oscuridad, presentado por la actriz Iben Na- cotidianas del cuerpo. Por ello es importante ob­
gel Rasmussen durante aquel simposio internacio­ servar qué es lo que se mantiene constante cuando
nal], En aquel momento el actor puede superar la varían estas culturas, qué tienen de transcultural.
propia objetividad biológica y sociológica, y alcan­

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