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Porque a través de nuestros mecanismos de autocensura, que parecen tan rudos y complejos
cuando nos volvemos adultos, ¡nuestra mente aprende a vivir amordazada!
Pero cómo tú ya sabes, el instrumento más poderoso del ser humano es su Imaginación.
Hay por ejemplo muchos casos de personas que se han sanado gracias al poder de su
imaginación y visualización.
Como Joe Dispenza por ejemplo, un médico estadounidense, que tras sufrir un accidente
severo y frente a diagnósticos médicos para nada alentadores, pasó 6 semanas seguidas
meditando y visualizando su salud.
Y sabemos que si queremos castrar a un ser humano solo debemos prohibirle imaginar,
¿verdad?
Imaginamos miles de diversos resultados para una situación específica, hasta encontrar el que
más se adecúa a nosotros.
Con respecto al impresionante proceso que venimos viviendo estas semanas, y como habrás
podido ver, sentir y percibir en las meditaciones que realizamos juntos, las Letras Hebreas
actúan amplificando tu imaginación.
Es una capacidad del ser humano que no comparte con ningún otro ser de este planeta.
Ten en cuenta que durante la Meditación se produce una interacción, interesante y muy
profunda: tú emites las primeras imágenes, y luego recibes imágenes.
Eso es, aunque ahora no puedas verlo, un tipo de comunicación con niveles superiores de
conciencia.
Esto es un diálogo que tú comienzas, paso a paso, a establecer con estos niveles de tu alma.
¿Y sabes por qué la parte más importante de la Meditación es tomar notas, una vez que has
terminado, de todo lo que recuerdes de tu Meditación? ¿Por qué es tan importante ponerlo en
palabras?
Y este DAAT solo se ejercita a base de explicar (con el lenguaje de la lógica racional conocida
por ti) las imágenes y experiencias que has tenido en tu Meditación y que comenzaron,
primero que nada, como un acto de la Imaginación, es decir de la Jojmá.