Dra. Ana María Roca Ruiz, Médico, Máster en Nutrición.
Los cereales son uno de los pilares de la Dieta Mediterránea. Su variedad
abarca el trigo, el arroz, el maíz, la cebada, la avena, el centeno, el sorgo, el triticale y el mijo. Su gran producción y variada elaboración (pan, pastas, copos de cereales, bollería, galletas, cerveza, whisky, etc.) los hace uno de los alimentos más consumidos. Son el alimento básico para gran parte de la población y uno de los que aporta más energía por su riqueza en hidratos de carbono. Los cereales deben ser consumidos a diario y son de los alimentos más completos. Cuanto más refinados están los cereales, menos valor nutricional tienen.
Los beneficios de los cereales
Los cereales aportan energía merced a la gran cantidad de hidratos de carbono, sobre todo en forma de almidón, que contienen. También son ricos en proteínas, vitaminas del grupo B (tiamina, riboflavina y niacina fundamentalmente), y fibra. Contienen también una pequeña proporción de minerales como fosforo y potasio, y en menor proporción, magnesio, calcio y hierro. Y una pequeña proporción de grasas, fundamentalmente ácidos grasos insaturados.
Por ello, son considerados los alimentos más completos después de la leche,
al margen de que se consideran básicos por su disponibilidad y bajo coste.
Los cereales más consumidos en la alimentación humana son el trigo, el arroz
y el maíz, y después la cebada, la avena, el centeno, el sorgo y el mijo.