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APUNTES PARA UNA REFLEXIÓN EPISTEMOLÓGICA
DEL CONCEPTO DE TRIANGULACIÓN METODOLÓGICA.
EL CASO DE LA PSICOLOGíA
Azcona, Maximiliano; Villarreal, Jose Manuel; Arias, Juan Martín; Centineo Aracil, Luciano
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de La Plata. Argentina
12 FILOSOFÍA Y EPISTEMOLOGÍA
cantamiento del mundo” (op. cit.). En este escenario se realidad. Por el contrario, implica la puesta en juego de
hace cada vez más presente la esterilidad de aquellas las limitaciones de la cognición humana frente al mundo
estrategias que pretenden simpliicar al Hombre, ya sea fenoménico que se resiste a ser apresado por pautas de
por la vía de un reduccionismo materialista o por el ca- pensamiento cientíicas. La complejidad surge más co-
mino de un espiritualismo trascendentalista (Bateson et mo una advertencia frente a las pretensiones de verdad
al, 1989). Ambos extremos, en tanto que “fantasmas de de un pensamiento simpliicador que como una pana-
disociación” (Lahitte & Hurrel, 1999), tensionan perma- cea iccional de resolución de las contradicciones. Con-
nentemente el campo explicativo actual, situando las siderando: A) La introducción del sujeto epistémico al
coordenadas entre las cuales parece necesario buscar objeto que pretende conocer; B) La recursividad y C) La
el punto óptimo para una comprensión más certera de noción de sistema y organización; es necesario realizar
lo humano. ciertas aclaraciones: que determinado fenómeno res-
Los actuales desarrollos en Metodología de la Investi- ponda a la noción de complejidad no implica que no
gación se apoyan en la critica a la idea de un único mé- pueda establecerse de manera teórica su posible orga-
todo universal como manera de construir y validar los nización (punto A). No implica que no deban establecer-
conocimientos cientíicos (Feyerabend, 1989). En Psi- se límites o fronteras. La complejidad no es sinónimo de
cología, especíicamente, abogamos por una pluralidad vaguedad conceptual, pero si pone de maniiesto que
metódica, en tanto que admitimos la multiplicidad de ca- cualquier intento de conceptualización puede resultar
minos posibles para arribar a un conocimiento justiica- vago frente al apremio de la realidad. Lo vago no es el
ble sobre los objetos que cada orientación teórica cons- mundo fenoménico, sino las pautas formales que se
truye para comprender la problemática realidad que elaboren para conocerlo. El punto B nos habla de la re-
aborda. troactividad, esta implica barrer con la linealidad del
pensamiento formal, pues, los sistemas vivos y particu-
II. A propósito de la noción de complejidad en Psi- larmente la psique humana, establecen relaciones de
cología circularidad en donde A se relaciona con B, pero no ne-
La complejidad implica una visión de lo que puede lla- cesariamente implica que uno sea la resultante del otro,
marse realidad; permite pensarla, pero a la vez, está le- ambos se co-determinan y se inluyen recíprocamente
jos de constituir una solución práctica a los problemas y en grados disímiles. Ambos son causa y efecto. Sin em-
vicisitudes con las que el investigador pueda toparse. bargo, esto no implica que no puedan existir procedi-
La noción de complejidad, da cuenta del imposible cog- mientos de experimentación rigurosos, que permitan
nitivo que implica ?en numerosas ocasiones? el mundo pensar determinadas series causales u etiológicas,
fenoménico. Remite a la necesidad de abandonar las plausibles de elaborar cursos de acción loables y res-
bases del pensamiento simpliicador de antaño, el cual, ponsables. Lo que no debe olvidarse es que cualquier
según Morín peca de ser: Analítico Abstractivo: el todo procedimiento, necesariamente, será factible de refor-
se separa en sus elementos constituyentes y se abs- mularse, nada tiene esto que ver con el asunto de la
traen entonces los elementos comunes (formales o abs- verdad: en última instancia “la ciencia no comprueba
tractos), en perjuicio de lo particular-concreto y de lo in- nada” (Bateson, 1978:37). Finalmente, y lo más impor-
tegral, holístico, organizativo. Reductivo: que implica el tante para nosotros quizás, es la idea de reintroducir al
abandono de las propiedades emergentes o epifenóme- sujeto epistémico en el objeto por conocer; lo cual impli-
nos, para reducir totalidades a elementos simples o cla- ca abrir los ojos, y abdicar la falacia de la neutralidad
ves. Disyuntivo: aquí, las oposiciones se excluyen dado del investigador. Toda producción es subjetiva, en el
su carácter de ser contradictorias según esta lógica li- sentido de que lo que se percibe implica la existencia de
neal y simplista. un mapa cognitivo que signiica y explica el fenómeno
En su etimología la palabra complejidad deriva del latín, observado, independientemente de si esos procesos de
proviene de complectere, cuya raíz plectere signiica producción de imágenes son no conscientes, vale decir:
trenzar, enlazar. Con esto se alude a la incorporación cuando se produce la observación se ha producido
de elementos heterogéneos y homogéneos, estable- también una suerte de explicación. (Bateson, 1993).
ciendo relaciones convergentes y divergentes sin por Lo antedicho nos debe conducir a considerar a la com-
ello perder su unidad organizacional y funcional. Morín plejidad como una palabra problema y no como una pa-
(1994) establece claramente algunos de los principios labra solución (Morin, 1990:5). Lo cual nos reconduce
del pensamiento complejo: sistémico u organizacional, necesariamente a los caminos para enfrentarnos con el
hologramático, retroactivo, recursivo, dialógico, de rein- problema de la complejidad.
troducción del sujeto epistémico en el objeto de conoci-
miento, de autonomía-dependencia. A pesar de la es- III. Metodología a partir de la complejidad: el cami-
peciicidad de estos elementos, es Morín mismo quien no de la Triangulación.
advierte que no existe unanimidad semántica con res- La complejidad tiene su correlato a nivel metodológico
pecto al término complejidad. Es por ello que la comple- en una postura que nos permite “conjugar múltiples ma-
jidad no es una solución a los problemas prácticos; no neras de explorar lo que estudiamos, construyendo ca-
constituye ni la alternativa metodológica ni el razona- minos de indagación cientíica que produzcan diferen-
miento adecuado e infalible frente a la turbulencia de la tes tipos de interacción signiicativa de acuerdo a las
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problemáticas particulares de cada disciplina” (Sánchez Aceptando que el conocimiento surge de la relación in-
Vázquez et al 2009: 1). En este punto encontramos en trínseca que se establece entre observador y referente
la noción de Triangulación Metodológica una herra- de observación (Lahitte, 1987: 30), la realidad no está de-
mienta de fuerte poder heurístico, en tanto es concebi- inida más que por las representaciones que puede tener
da como un “un plan de acción” (Vasilachis de Gialdino, el investigador, es decir que no es un a priori existente in-
1992:65) que concierne a las estrategias del investiga- dependientemente del sujeto cognoscente. El conoci-
dor para una comprensión holística y comprensiva de miento solo puede ser concebido como partiendo de di-
una realidad deinida como compleja (Villarreal, 2010). chas relaciones, como emergente de ese vínculo indiso-
La triangulación aparece, entonces, como una combi- ciable. Es aquí, y no en otro lado, de donde surge el acto
nación de métodos, técnicas, teorías, investigadores, cognoscitivo en sí mismo. De este modo la realidad que-
etc., susceptible de enriquecer el campo de la investiga- da concebida como una co-construcción, realidad com-
ción, considerando diversas facetas complementarias pleja que delimita un tipo ontológico diferente.
de un mismo fenómeno. El investigador que triangula técnicas, métodos, refe-
La visión epistemológica subyacente a la triangulación rentes teóricos, etc. no puede soslayar la necesaria in-
se vincula a la epistemología cibernética (Kenney, tegración inal de los datos recabados, puesto que no
1991), pues fomenta la actividad recursiva que caracte- puede prescindir del carácter holista que implica la
riza a todo acto de conocimiento. Acciones que implican triangulación. Los diversos niveles de indagación deli-
un acto de distinción en el cual el sujeto observador (en mitan diversas facetas que enriquecen a la investiga-
este caso el investigador) deviene participante activo. ción, aumentando el valor heurístico de esta estrategia.
Es así que el conocimiento merece considerarse un Al tener en cuenta factores contextuales, se decanta en
emergente de la interacción entre observador y referen- una visión ecológica del hacer ciencia. Contemplando
te de observación, lo que Lahitte ha dado en llamar “vin- siempre, por un lado, la especiicidad del objeto de es-
culo Obserent” (1987:30). tudio y, por el otro, la creatividad del investigador, que
Por otro lado, es necesario decir que la triangulación deberá recurrir a innovaciones originales para indagar-
aparece, hoy en día, a la vanguardia del mundo metodo- lo recursivamente desde esas diversas facetas.
lógico, siendo objeto de los usos más insólitos. Ante
ello, debe señalarse que lejos de presentarse como una IV. Aspectos críticos respecto de la noción de Trian-
solución mágica a la complejidad, la triangulación se gulación
sirve de sus parámetros como premisas a partir de las Una de las cuestiones que hemos decidido problemati-
cuales aumentar la rigurosidad de las investigaciones zar en este escenario de pluralidad metódica, es la del
que en ella se sustentan. La triangulación se presenta diálogo entre tradiciones de investigación (Laudan,
como una herramienta de inexorable valor en tanto y en 1977) dentro del campo psicológico. Teniendo en cuen-
cuanto se hagan visibles los supuestos del investigador ta que el intercambio de conocimientos, la generación
al utilizarla. En este sentido, es posible destacar la im- de vías transdisciplinares, la abducción de modelos teó-
portancia de analizar el uso de la estrategia de la trian- ricos, entre otros, son formas de concretar el diálogo
gulación en base a tres aspectos: cientíico a los ines de solventar las limitaciones de la
- Ontológico: referido al estatuto metafísico de los fenó- arraigada visión parcelaria, el tema de los supuestos i-
menos a investigar (el investigador debe explicitar qué losóicos (que hemos considerado como subyacentes a
cree que es la realidad). toda implementación metódica en psicología) puede ha-
- Epistemológico: referido a los supuestos por medio de cernos ver de qué modo la triangulación es susceptible
los cuales el investigador conigura el mapa cognitivo de conducirnos a ciertas articulaciones metodológicas
de la realidad a estudiar (cómo cree el investigador que que no podemos caliicar sino como de imposturas. És-
conoce esa realidad). ta aclaración vale en el contexto actual del desarrollo
- Metodológico: referido a la coherencia interna que de- cientíico: la triangulación es una temática muy en boga
be lograrse en la implementación de diversos métodos hoy día, apareciendo como “la moda” en el ámbito me-
que apunten a generar distintos tipos de datos sobre un todológico. Moda que conduce, habitualmente, a la
mismo conjunto de fenómenos. (cómo cree el investiga- construcción de auténticas babeles metodológicas.
dor que supera las contradicciones e inconsistencias Aceptar la idea de que la triangulación metodológica es
propias de toda articulación metódica) una estrategia útil para afrontar la complejidad no impli-
Sostenemos que, al menos en Psicología, la realidad de ca hacer de ella una panacea ni mucho menos. Ha sido
los objetos de estudio merece ser modelizada como sis- muy discutido el tema de si es lícito hablar de triangula-
temas, es decir conformada por múltiples y complejas ción de teorías o enfoques[ii]. A este respecto recono-
interacciones que van más allá de la mera yuxtaposi- cemos que es posible, en Psicología, investigar a partir
ción de lo que se ha distinguido como sus mínimas uni- de la producción e integración de datos cualitativos y
dades. La ainidad entre una concepción compleja de la cuantitativos. Quizás el ejemplo más cabal de ello sea
realidad y la utilización de la triangulación debe estar el proceso Psicoadiagnóstico, en el cual la recurrencia
presente. Similar planteo queda esbozado en las opcio- y convergencia de indicadores conllevan la construc-
nes del “mundo como sistemas” y el “modelo dialéctico” ción de datos que trascienden aquella dicotomía y se
de Martínez Mígueles (1995: 5). sirven de información numérica y no numérica.[iii]
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Sin embargo, creemos que es posible establecer límites conmensurabilidad local y el indefectible carácter de
a la triangulación en la medida en que ciertos supuestos construcción que conlleva cualquier realidad fenoméni-
ilosóicos subyacentes sean incongruentes. Martínez ca a ser investigada.[vi]
Miguelez (1997) sostiene que el investigador, en toda im-
plementación metódica, se basa en elecciones previas V. Algunas conclusiones.
respecto de la ontología que le atribuye a su objeto de es- En el marco paradigmático de la ciencia de nuestros
tudio y de la epistemología interviniente en el modo de días, la noción de complejidad implica un conjunto de
conocerlo. En este sentido, si se opta por considerar al características inherente a la realidad de los diversos
objeto de estudio como una construcción mental que el objetos epistémicos. Éstas, lejos de promover la consis-
investigador realiza por medio de sus teorías[iv] (Bour- tencia privilegiada de algún modelo, deben ponderarse
dieu, Chamboredon, & Passeron, 2002), resulta evidente por su valor heurístico. En metodología de la investiga-
que no es posible triangular enfoques porque cada mo- ción, la noción de triangulación metodológica conforma
delo mental (Bateson, 1991) deine la esencia de la reali- una posible estrategia para operar en la complejidad.
dad a estudiar desde su perspectiva. Creer que el mode- Eso no exime, a este y otros caminos, de la posibilidad
lo psicoanalítico y el modelo piagetiano (por tomar un de encontrar límites deinidos a su implementación.
ejemplo) pueden triangularse sin contemplaciones, por- Creemos que estos y otros problemas tensionan per-
que ambos son modelos de un mismo referente empíri- manentemente el campo metodológico en psicología.
co, es un error. No hay tal referencia empírica ateórica: Es por ello que consideramos necesaria toda relexión
todo objeto es una construcción y todo enunciado es, es- sobre los mismos.
trictamente hablando, teórico.
Si el investigador decide triangular teorías, el objeto de
su indagación no podrá ser deinido como la sumatoria
del los objetos referidos por las teorías elegidas, sino
una construcción nueva a partir de tal articulación[v].
Tomas Kuhn, reiriéndose al problema comunicacional,
culmina su obra considerando la existencia inevitable
de fenómenos de “inconmensurabilidad local”; entendi-
dos como la imposibilidad de traducir de una teoría a
otra el signiicado exhaustivo de ciertos términos: no
hay un lenguaje al que dos teorías puedan reducirse sin
resto o pérdida (Khun, 1983). Si aceptamos esta idea,
entonces es posible considerar un límite preciso a la
triangulación de enfoques: cada modelo teórico deine
su propia realidad. Intentar conjugarlos en el abordaje
fenoménico, bajo la promisoria tendencia de una com-
plementariedad de miradas sobre el mismo objeto, es
retroceder a la ingenuidad del realismo positivista. No
hay tal “mismo objeto” ahí afuera, enfocado desde di-
versos focos teóricos; sino construcciones de una reali-
dad inventada (Watzlawick, 1995). La ciencia no dice lo
Real (Follari, 2001), y éste solo puede ser aprehendido
bajo la forma de su fracaso (Lacan, 1960). Cualquier in-
tento de homologar los mapas teóricos (que han sido
cartograiados por el investigador) con el territorio de lo
real, es una empresa imposible: “solo debemos recono-
cer, como dignas de fe, las ideas que conllevan la idea
de que lo real resiste a la idea” (Morin, 2001: 30).
Uno de los caminos posibles para salvar este obstáculo
ha sido el de explicitar los supuestos de base (Martinez
Miguelez, op. cit.), al mismo tiempo que explicitar los
pasos de la construcción argumentativa (Lahitte, 1995).
De este modo sería posible la comunicación entre enfo-
ques, por la vía de la reconstrucción y comparabilidad
de sus argumentaciones. Sin embargo, como lo han se-
ñalado Feyerabend (1989) y el propio Kuhn, no siempre
es posible traducir totalmente elementos de un lengua-
je a otro. La estrategia de la triangulación encuentra lí-
mites deinidos cuando se trata de elementos más abar-
cativos que técnicas: los ubicuos componentes de in-
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NOTAS Lahitte, H.B. (1995) Epistemología y Cognición. Depto. de Teoría
e Historia de la Educación. Univ. de Salamanca.
[i] Entre los cuales pueden situarse: la teoría evolutiva en Biología,
la mecánica cuántica, las lógicas modales, la cibernética de se- Laudan, L. (1977) Progress and Its Problems. Berkeley, Calif.:
gundo orden y la teoría del caos (entre otros). University of California Press.
[ii] Hernandez Sampieri, 2007; Vasilachis de Gialdino, 1992; Perez Lyotard, J. F. (1981) La condición posmoderna. Madrid. Ed. Cáte-
Serrano 1994, entre otros. dra.
[iii] Es sabido que una batería Psicodiagnóstica implica la imple- Martínez Míguelez, M. (1997) El Marco Teórico-Referencial en las
mentación de múltiples técnicas para producir conocimiento del Investigaciones de las Ciencias Humanas. Heterotopia. Nº 7, 1997,
caso: el análisis hermenéutico de la entrevista o del T.A.T. puede pp. 75-85. Obtenido de http://miguelmartinezm.atspace.com/arti-
conjugarse con datos numéricos que arroja la técnica de Rors- culos.html
chach o el test de Raven, por tomar un ejemplo.
Martinez Migueléz, M. (1999) Criterios para la superación del
[iv] Lejos estamos aún, en investigación, de considerar los des- debate metodológico “Cuantitativo/Cualitativo”. En Revista Intera-
cubrimientos freudianos sobre el sujeto cognoscente. No sería mericana de Psicología, 33 (1), pp. 79-107. Universidad Simón
una impostura decir que sus teorías cientíicas se hallan entrama- Bolívar. Documento recuperado el 23/11/2008: .
das en sus teorías sexuales infantiles, o que su conocimiento no
puede ser fundado en otra cosa que el desconocimiento que su Morin, E. (1994) Introducción al pensamiento complejo. Barcelona:
propia división subjetiva le impone. A este respecto, véase José Gedisa.
Perrés y sus tesis sobre la epistemología freudiana. Morin, E. (2001) Los siete saberes necesarios para la educación
[v] Resulta evidente que uno de los mayores problemas que se del futuro. Buenos Aires: Nueva Visión.
presentarán en este tipo de triangulaciones es el de la coherencia Neumann, E (1963) The Great Mather. An analysis of the arche-
interna: ya no se tratará de ponderar la coherencia de un solo type. Princeton: Princeton University Press.
sistema, sino de dos en su conjunto.
Sánchez Vazquez, M.J.; Bustamante, G. E.; Ferioli, V; Gómez,
[vi] Es evidente que partimos de una perspectiva anti-realista. No M.F.; Azcona, M.; Centineo, L.; Colanzi, I. (2009). Construcción
obstante, consideramos que los debates entre realismo y anti- metodológica del conocimiento cientíico en Psicología. Aproxi-
realismo conforman un núcleo dilemático que se remonta a tiempos mación desde un enfoque complejo. En actas IV congreso mar-
inmemoriales y cuya contundente superación está lejos de haber- platense de psicología ideales sociales, psicología y comunidad.
se logrado. Si tomásemos este debate en cuenta, el problema de 3, 4 y 5 de diciembre 2009.
la Triangulación cobraría otra dimensión y resultaría por demás
interesante situar las limitaciones especíicas que surgen a partir Sheldrake, R. (1991). El renacimiento de la naturaleza. La nueva
de los intentos de combinar las distintas posiciones (realistas y imagen de la ciencia de Dios. Barcelona: Paidos.
anti-realistas) en un afán de perfeccionar las vías metódicas. Vasilachis De Gialdino, I. (1992). Métodos cualitativos I. Bs. As:
CEAL.
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