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Historia Contemporánea de 1914 a Nuestros días

Fernando de los Ángeles

LA REVOLUCIÓN RUSA 1919-1928.

- La Guerra Civil y el Comunismo de Guerra


- La NEP su desarrollo y consecuencias
- Las Contradicciones en la interna de los Bolcheviques
- ¿Lenin o Stalin continuidad o ruptura?

LA GUERRA CIVIL Y EL COMUNISMO DE GUERRA


El gobierno bolchevique generó fuertes resistencias entre los grupos conservadores
monárquicos, los liberales y los socialdemócratas que rechazaban el cauce que estaban
tomando los acontecimientos. Por otro lado, las naciones extranjeras, la mayoría de ellas con
gobiernos monárquicos, veían con preocupación la posible expansión de la revolución a sus
países, por lo cual se unen a la resistencia interna. Según Carr, la guerra civil implantada en
1917 había solidificado el estereotipo de dos mundos enfrentados en una gran contradicción, el
mundo capitalista y el mundo de la revolución dedicado a derrocarlo. Tras ser derrotado
Alemania en la Gran Guerra, el “mundo” triunfante comenzó a buscar mecanismos para
eliminarlo.

La guerra civil ser extendió entre 1918 y 1921, y supuso el enfrentamiento entre el
ejército rojo. Esto iba acompañado de un desorden económico, la guerra paralizo la producción,
la revolución y la guerra civil completaron el cuadro de desintegración económica, social y
financiera, y amplios sectores de la población se vieron afectados.

Los bolcheviques tomaron medidas, además de dar la tierra nacionalizaron la industria, al


comienzo se tomaron muchas empresas, algunas empresas, algunas veces por órganos del
Estado.

Los bolcheviques, tomaron para la agricultura el programa de revolucionario socialista.


Los campesinos tomaron las tierras de los grandes terratenientes y de los kulaks (campesinos
acomodados). Sin embargo, la producción seguía en caída. En lo financiero se nacionalizó la
banca y se rechazaron las deudas externas. La amenaza de la guerra civil, el colapso de la
economía y las medidas tomadas por el gobierno, adquirió el nombre de “comunismo de
guerra”. Frente a los nuevos acontecimientos, se organizaron “destacamentos de alimentación”
y en los pueblos se crearon “comités de campesinos pobres”, los cuales se encargarían de
supervisar la recolección, distribución y envió de los productos a las ciudades. El campesino,
sin embargo, solo producía para sobrevivir por lo cual se hacia difícil el suministro de
alimentos a las ciudades. En medio de la guerra civil fue difícil estimular la producción
agrícola. Por lo cual los comités de los campesinos pobres fueron abolidos. Se crearon granjas
colectivas fundadas por comunistas sobre la base del trabajo y la vida común. Los soviets
crearon granjas soviéticas con el fin de dar alimentos a los trabajadores de la ciudad, empleaban
trabajo asalariado lo cual fue mal visto por los campesinos.

El comunismo de guerra, es producto de uno de los decretos revolucionarios, estableció la


nacionalización de la industria, en 1918. Se creía que era necesario un control centralizado de
este sector. La industria era trabajada por un grupo de personas que gozaba privilegios y
grandes salarios. La producción industrial era dominada por las exigencias de la guerra civil y
por el ejercito rojo.

La mano de obra fue movilizada al frente, por lo cual el transporte se vino abajo, las
ciudades se despoblaron y la industria decayó gracias a los escasos de recursos existentes. Al
tiempo, durante el peor momento de la guerra civil, se aplicaron requisas, el cual se justificaba
por las necesidades militares. Sin embargo, los requisamientos desmedidos de grano provoco
mal estar en los campesinos a revelarse contra lo establecido por el comunismo de guerra.

El control obrero sobre la producción, mediante el comité de fabrica se convirtió en un


foco de anarquía. Lenin se pronuncio entonces a favor del desalojo y taylorismo, vigente hasta
el momento, sistema americano cuyo objetivo era mejorar la eficiencia del trabajo, el cual habia
denunciado como esclavista. Luego apoyaría la introducción en la industria de “la dirección de
un hombre nuevo”.

El congreso del partido votó, en 1918, la ratificación del Tratado Brest-Litovsk, y exigió
medidas para aumentar el grado de disciplinamiento de los obreros y campesinos, lo cual
indigno a los opositores de izquierda. Esto, demostró que la revolución la contradicción del rol
que cumplen los sindicatos en un Estado obrero. En el primer congreso de sindicatos de 1918,
los bolcheviques obtuvieron mayoría, los mencheviques y otros partidos también fueron
representados, los algunos delegados pertenecientes al anarquismo se opusieron a la decisión de
convertir a los comités en órganos de los sindicatos.

Tanto mencheviques como bolcheviques estaban a favor de la independencia de los


sindicatos, frente al Estado. Sin embargo, para Zinoviev, en el proceso revolucionario los
sindicatos serían parte del Estado Socialista y asumirían un papel fundamental en la
organización productiva. Esta realidad los obligo a hacerse cargo de la situación.

Al establecerse el servicio militar, en 1919, se reclutaron obreros para que realicen tareas
esenciales, se crearon campos de trabajo para delincuentes, los más severos eran los campos de
concentración, además para acelerar el proceso de producción, se convoca a los obreros para
los “sábados comunistas”, donde trabajaban de forma honoraria. Las unidades militares se
convirtieron en batallones de trabajo. Si bien la crisis militar se superó, faltaba resolver uno de
los problemas más graves, la economía. Trotsky fue el abanderado de la recluta obligatoria y la
militarización del trabajo, y así recuperar la economía.

Hacia 1921, Trotski pide la reorganización de los sindicatos, pero no fue apoyado por
Lenin, comenzando así una transición que daría fin al comunismo de guerra. Carr a lo largo del
capitulo III “comunismo de guerra”, plantea que esta “medida” surgió como respuesta a una
crisis durísima que enfrentaba Rusia. Tras finalizar la guerra civil, la revuelta campesina
impuso el abandono del comunismo de guerra por una nueva política económica.

LA NEP SU DESARROLLO Y SUS CONSECUENCIAS


Para Fritzpatrick, la victoria de los bolcheviques en la guerra civil los enfrento al
problema del caos administrativo y la devastación económica de Rusia. Y las muertes a causa
del hambre y epidemias, provocaron mas perdidas humanas que las que produjo la guerra y la
propia guerra civil.

Tras la perdida del “comunismo de guerra”, formado especialmente, según Carr, por dos
elementos principales: la concentración de la autoridad y del poder económico; y abandono de
formas comerciales y monetarias de distribución. La revolución debió enfrentar nuevas
políticas, por lo cual “[…] Lenin anunció las medidas económicas que constituyeron la
Nueva Política Económica (NEP)”1.

El nuevo plan plantea una economía mixta (estatal y privada) en la que el sector estatal
manejaba la industria pesada, los transportes, la banca y el comercio exterior, ramas que
representaban el 90% del total de la economía. En tanto que el sector privado se restringía a
pequeños y medianos propietarios agrícolas y a pequeñas industrias y comercios. Se trataba, en
resumen, de lo que Trotski había calificado como capitalismo de Estado, y fue planificado por

1
ARÓSTEGUI, Julio; BUCHRUCKER, Cristián; SABORIDO, Julio (2012) “El Mundo Contemporáneo. Historia y
Problemas”. Biblos. Buenos Aires. p.493
el gobierno soviético bajo el supuesto de que el incentivo de la ganancia impulsaría la
producción, lo cual resultó cierto.

Con la NEP, según Carr, se fortaleció la autoridad central del partido, ya que se debía
crear un poder estatal fuerte que fuese capaz de reconstruir la economía devastada. Esta nueva
política daría, más adelante, a la futura estructura de la URSS.

La NEP, según los planteos de Carr, no favoreció a la agricultura, pero si lo hizo con la
industria rural y artesanal. La industria a gran escala si bien permaneció en manos del Estado,
se descentralizo. Se fomento la industria privada, la cual se organizó principalmente, en trust,
siendo la industria textil y la metalurgia los mayores. Generalmente los productos eran
vendidos libremente en el mercado, pero esta libertad implicaba ciertos riesgos. Al comienzo
genero un gran sistema de intercambio entre ciudad y campo, pero pronto se convirtió en
compraventa.

Hacia 1922 se establece en Moscú la bolsa comercial, el cual ejerce cierto control público
sobre las empresas comerciales. Esta nueva política económica favoreció a los comerciantes a
gran escala, a los que se le llamo “hombres de la NEP”.

Se comenzó a habar de un revote capitalista, luego se produjeron varias crisis, la primera


se debió por la mayor demanda de productos agrícolas de las ciudades, lo cual provoco el
aumento de los precios agrícolas con respecto a los industriales. A su vez trajo una crisis de
mano de obra. De forma paulatina comenzó a desaparecer el trabajo obligatorio y reapareció el
empleo asalariado libre, esto produjo serios problemas para el obrero, ya que se disminuyó el
número de obreros. Por lo tanto, el retorno de los viejos propietarios, produjo descontentos
entre los trabajadores.

La política de mercado, trajo una crisis económica y financiera en 1923, lo cual provoco
que los dirigentes industriales se asocien, los trust industriales se reagruparon para sostener los
precios, tuvo éxito y la relación de precios, agrícolas e industriales, volvió a equilibrase. Se
produce un aumento considerable de los precios industriales a respecto a los agrícolas. En este
contexto, se produjeron importantes huelgas y el comité central del partido nombró a un comité
llamado “de las tijeras”, con el fin de informar sobre la crisis, Trotski no participó, pero si
presento un plan económico. Trotski condenaba los intentos de poner los precios, como en el
comunismo de guerra; la forma de acercarse al campesinado era a través del proletariado; y la
nacionalización de la industria era la clave para cerrar las tijeras como respuesta a este plan se
creo una plataforma, de 46 miembros que apoyaban a Trotski y acaban al régimen opresivo del
partido y solicitaban la disolución de estos problemas.

El comité acepto el control de los precios al por mayor, y realizó un control selectivo
sobre los precios al por menor. La situación económica, mostraba signos favorables por lo cual
el ciclo de las “tijeras” comenzó a cerrarse, la cosecha fue muy buena y la amplio
favorablemente sus mercados, por lo cual el problema de los salarios comenzó a disminuir. Esta
situación promovió el florecimiento de la industria pesada.

Tras la muerte de Lenin, en 1924, los resultados positivos de la economía, tomaron un


rumbo diferente, ya que se puso “[…] en primer plano las controversias respecto del rumbo
económico a adaptar en el futuro, que resultaron componentes del enfrentamiento por la
sucesión del líder fallecido”2. En esos dos últimos años de vida del líder revolucionario
comenzó una lucha por la sucesión entre sus más cercanos colaboradores, Trotski y Stalin. El
primero parecía ser el más capacitado para suceder a Lenin, pues gozaba de gran prestigio por
su participación en la lucha revolucionaria desde 1905 y por su labor al frente del Soviet de
Petrogrado; en cuanto a sus ideales, Trotski sostenía un marxismo radical que se oponía a la
Nueva Política Económica y a que fuera aplazada la revolución socialista mundial. Por otra
parte, Stalin había estado muy cerca de Lenin en los últimos años, y en 1922 había alcanzado el
puesto de Secretario General del Partido Comunista; consideraba necesario el fortalecimiento
del “socialismo en un solo país”, pues tenía como prioridad la defensa del Estado soviético
antes de exportar la revolución proletaria a otras naciones.

Trotski sin el apoyo de Lenin perdió la figura de dirigente y para impedir que su
influencia aumente, Zinoviev, Karmenev y Stalin se unen, contra un objetivo común. Carr
caracteriza a Stalin como un socio menor frente a Kamenev, con más inteligencia que fuerza de
carácter y a Zinoviev como un hombre vano y ambicioso.

Una ves en el congreso Zinoviev quien lo presidió se mostró como un portavoz de Lenin,
en cambio Stalin, humildemente se refirió a Lenin como un maestro y repitió las criticas de
Lenin a la excesiva burocracia. Trotski, en cambio, para evitar enfrentamientos, se limito a
redactar un informe sobre la situación económica, favoreciendo a la industria y al plan
económico único, sin atacar directamente la política del momento.

2
ARÓSTEGUI, Julio; BUCHRUCKER, Cristián; SABORIDO, Julio (2012) “El Mundo Contemporáneo. Historia y
Problemas”. Biblos. Buenos Aires. p.493
Trotski con su gran inteligencia ganaba popularidad en el partido, frente a esto Stalin y
sus socios, con el fin de aplastarlo presentan una carta de Trotski, donde este realiza ataques al
régimen de partido proponiendo que se sustituyese el burocratismo secretarial por una
democracia de partido. Esto provoco que el triunvirato comenzará una campaña de desprestigio
hacia Trotski. Dicha campaña violenta tuvo gran éxito, ya que este es señalado como el
culpable de la campaña contra los dirigentes partidarios.

¿LENIN O STALIN CONTINUIDAD O RUPTURA?


Tras la muerte de Lenin, en 1924, el Partido Bolchevique comenzó a percibir una gran
transformación, por lo cual el partido de Lenin se iba diferenciando poco a poco del partido de
Stalin. Lenin, creía que el partido era un grupo de elite de obrero que luchaban en contra de un
régimen injusto y desigual, por lo cual existía una selección preocupada a la hora de permitir el
ingreso al partido, no abrió las puertas del partido al reclutamiento, por lo cual esta concepción
se volvía anacrónica. Lentamente el partido se estaba convirtiendo en un gran órgano directriz
del Estado, por lo cual esta tarea debió ser apoyada por los miembros de base y de la nueva
generación, a posteriori, de la revolución.

El “alistamiento Lenin” ampliaba el poder del Estado y el poder del secretariado general,
pasándose lentamente de un partido de elite a un partido de masas. Mientras se producía el
alistamiento leninista, Stalin consagraba un culto al leninismo; el testamento de Lenin se volvía
un malestar que debía superarse, pero pocos podían acceder a su lectura, ya que era restringido
el acceso al documento.

Partiendo de una falsa oposición de ideas entre Lenin y Trotski, Stalin se apoya en la idea
de que Lenin había visto la posibilidad de una victoria del socialismo en un solo país. Hasta ese
momento, el socialismo en otros países había sido visto, como primordial en la doctrina
partidaria.

Pero ahora Stalin hacia “con el socialismo en un solo país” un llamado al patriotismo
nacional, la revolución se volvía un logro específicamente ruso, era un ejemplo para el mundo.

En torno al periodo estalinista, han surgido diferentes interpretaciones historiográficas


han puesto en tela de juicio, a Stalin y su periodo, la verdadera continuidad con el periodo
leninista. Mientras que otros aportes, han señalado que el régimen instaurado hacia finales de la
década de 1920, es una de las consecuencias directas de la revolución bolchevique de octubre.
Jorge Saborido3, plantea que el “estalinismo: constituye un conjunto de instituciones,
políticas y prácticas que se establecieron en la Unión Soviética durante el periodo en el que
Stalin ejerció el poder, que se extiende desde 1928 hasta su muerte en 1953. Se caracteriza,
entre otros aspectos, por: el uso extremo de la coerción, con el objetivo de impulsar las
transformaciones económicas y sociales; la abolición de la propiedad privada y del comercio
libre; la colectivización de la agricultura; la industrialización acelerada controlada por el Estado
[…]”4.

La noción de continuidad encuentra sus defensores tanto en la historiografía soviética,


como en posturas occidentales, la premisa fundamental soviética parte de la idea que Stalin, al
presentarse como discípulo de Lenin, tradujo los postulados planteados con el fin de construir
la Estado socialista. Al acceder al poder el debió enfrentarse al desorden interno, producto de la
colectivización y la dificultades de la industrialización, lo cual provoco una dinámica
represiva.

Desde el propio regimen se busco, reforzar en la sociedad el rol dominante de Stalin en el


proceso revolucionario, por lo cual este dispuso elaborar una visión oficial de la historia, cuyos
orígenes se remiten a la revolución bolchevique de 1917. Los historiadores, pertenecientes al
PCUS, se encargaron de direccionar sus producciones, donde se dejo en claro que existía una
continuidad entre el pensamiento leninista y la gestión que venia desarrollando, hasta ese
momento, Stalin. Sin embargo, seria muy reduccionista y cerrado, sostener que todas las
acciones desarrolladas por Stalin seguían al pie de la letra “el guion revolucionario planteado
por Lenin”.

Hacia 1927, Stalin presentó un informe ante el Comité Central, donde plasmo algunas de
las ideas planteadas por el líder revolucionario fallecido, dando así una idea frente al congreso
del partido, una clara continuidad de los ideales revolucionarios. El propio PCUS, sostuvo en
varias publicaciones, que “los acontecimientos posteriores a 1917 fueron simplemente la
sistematica y coherente implementación por parte del partido, del plan formulado por Lenin
orientado a la ‘construcción del socialismo’” (Saborido 2004:811). Si bien aparecieron
criticas, dentro del PCUS a las prácticas desviadas de Stalin a los ideales de la revolución, este
fue relativamente silenciado, ya que los historiadores estaban limitados en sus investigaciones.

3
SABORIDO, Jorge (2004) ¿Stalin contra Lenin o Stalin junto a Lenin? Una aproximación a los debates
historiográficos
4
Alexander Tsipko, citado por Saborido, sostiene las bases ideológicas del estalinismo se
encuentra en la doctrina marxista-lenisnta, y su aplicación esta en la revolución de octubre y la
guerra civil, periodo considerado básicamente como la transición de una sociedad a otra.

Desde la historiográfica occidental, se sostuvo, a pesar de las diferencia entre Lenin y


Stalin, que estalinismo era la prolongación lógica de la revolución bolchevique. Deuctscher,
sostuvo que si bien había traicionado dos principios básicos (el internacionalismo y la
democracia proletaria), las ideas del bolchevismo fueron dominantes durante el estalinismo.

Si bien entre 1917 y los eventos coyunturales del periodo, se produjo cambios en el
régimen soviético, Stalin quiso ir más allá del legado bolchevique. Esto permitió que se
construyera un estado totalitario cuya práctica combinó el legado revolucionario. Fainsdos,
planteó que Lenin sentó las bases totalitarias, llevadas acabo por Stalin, ya que este claramente
buscaba el fortalecimiento y centralización partido. La política implantada, según los
defensores de continuidad seguía en sintonía con los postulados revolucionarios. Claro que
hubo excesos durante la “revolución estalinista”, pero esta respondía básicamente a los
problemas coyunturales del periodo, y gracias a estas prácticas se podría llegar la “construcción
del socialismo”. Esta revolución “desde arriba”, al igual que la nazista, formaba parte del
legado leninista.

La cuestión de continuidad revolucionara, también encontró sus detractores dentro de la


historiografía soviética. Para Trotski, el periodo estalinista, se debió totalmente de la
revolución. Stalin siempre busco la construcción del Estado socialista, pero sus prácticas no
siempre siguieron los ideales leninista. A pesar la visión rupturista trotskista, sobre las
incompatibilidades entre ambos regímenes, sigue sosteniendo que “defendiendo la idea de que
el Estado soviético continuaba siendo un Estado obrero, […]”.

Lewin, también citado por Saborido, en uno de sus estudios plantea que el estado
soviético, durante el estalinismo tomo un camino diferente al que había planteado Lenin “con
respecto al leninismo original, el Estalinismo no sólo cambió la estrategia, sino que también
reoriento el sistema hacia muy diferentes objetivos”. La ideología partidaria distorsionada,
favoreció la construcción de un Estado basado en la opresión.

BILIOGRAFÍA
- ARÓSTEGUI, Julio; BUCHRUCKER, Cristián; SABORIDO, Julio (2012) “El Mundo
Contemporáneo. Historia y Problemas”. Biblos. Buenos Aires.

- CARR, Edward Hallett (1997) “La Revolución Rusa: de Lenin a Stalin, 1917-1929”.
Alianza, Madrid.

- FITZPATRICK, Sheila (2005) “La Revolución rusa”. Siglo XXI, Buenos Aires.
- PROCACCI, Giuliano (2004) “Historia General del Siglo XX”. Critica, Barcelona

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