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Historia del cristianismo

1. El mundo antiguo

Manuel Sotomayor y José Fernández Ubiña


coordinadores

ED T O R A L TROTTA
UNIVERSIDAD DE GRANADA
Capítulo 1II

LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

Juan Antonio Estrada

"

Introducción
ALGUNOS CRITERIOS PARA ESTUDIAR EL CRISTIANISMO PRIMITIVO

Al abordar los inicios del cristianismo hay que huir de una concep-
ción positivista de la historia, basada sólo en la enumeración de he-
chos. Lo que interesa es analizar cómo surgió, a partir del judaísmo,
qué cambios específicos llevaron a la ruptura ~!lqe amP.QhL~Les
ª-proceso~ de ,g§nesis y evolución de lo que acabó sie}!~o unu~li­
gión mundial. Interesan los acontecimientos. pero no bastan, sino
q;;-e'1i;'-y< que estudiar la experiencia, espiritualidad, doctrinas,y prác-
ticas que determinaron el fenómeno histórico cristiano. Hay que
abordar las ideologías, el caIhbio de concepción religiosa y los even-
tos que originaron el cristianismo. Presentamos la evolución del j~­
deo-cristianismo hacia una iglesia de judíos y l'.~P-!'0s<'._~"-EE~ta de
una interpretación e hipótesis reconsttuctiv1!, que clarifica la eyoll!-
ción histórica y teológica l'_<:!!tece claves explicativas d.tlos cambjgs.
La historia interna y las circunstancias externas condicionantes ex-
plican la evolución del judaísmo al cristianismo. Se trata; por tanto,
de una reconstrucción histórica, desde un enfoque expliéativo, críti~
co y reflexivo.
En lo que concierne a las Erimeras comunidades tenemos un
Rroblema similar al del iíiñdiaor-aercns¡riíiísiñO:TaslUeiítessobre
~IIas mezclan historia y teología, recogen datos y los mezclan con re-
flexiones éticas exhortaciones e·em larizantes. Los primeros escri-
tos no pretenden informar sobre la historia, sino presentar a as 19 e-
sias un modelo de lo qUe deben ser. Cuentan lo que pasó-y, a1mTsmo

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JUAN ANTONIO ESTRADA LA.S PRIMER·AS COMUNIDADES CRISTIANAS

tiempo, proponen un modelo de identidad. El hecho histórico es tegrable o rechazable dentro del cristianismo. La demarcación era
idealizado, narrado basándose en la realidad pero modthcada Ideal- complicada porgue las comunidades cristianas eran un movimiento
mente para que sirva de ejemplo. Es un relato contado desde la fe heterodoxo judí0..l_9;?n tensiones internas respecto a la religión madre
con pretensiones exhortativas, testimoniales y teológicas. La hagio- de la que partíaI!!.~,~I() con elp~q.9e.1 tiempo. sobre todo tr~J.ª..pri·
grafla se mezcla con el relato modélico y la historia se cuenta con mera guerra juq¡-ª~_¡:¡e,fueron ~$:rableciendo criterios de ortodoxia in-
fi~~s edificantes .. Por eso, ~e tiende a idealizar a los personajes, a t..e_(J1a~ó la hruJi~ ~o~o-fen~;intracristiano. Cuando ha-
mmgar los conflIeros, a dIsminuir las divergencias, a resaltar IQ,s blamos de «herejía» lo hacemos en sentido descriptivo, subrayando
~<=:':1_~rdos, etc. Son los vencedores los que nos cuentan unilateral- que Israel, primero, y luego la Iglesia oficial calificaron de heréticos
mente lo que ocurrió, pretendiendo ofrecer a los lectores ef~mplos a algunos grupos. No se trata de una valoración ética, sino de des-
para resolver sus conflictos. -- cribir a grupos acusados de desviación por' las autoridades cristianas
Además los textos están condicionados por las circunstancias ac- y judías de la época, y que luego fueron denominados herejes.
rgales q~lg~ red~s!ores, tanto. inte"rnos como externos. fu'!....Q[2Yt;c::~~~ Además, la ortodoxia de los vencedores se proyectó retrº~p-e..9:i~
en 19~º.pgt:_9-~~~lltos poster~,hJ~IQyectand9 anacrónicamente en varnente. Es decir, los problemas que tuvieron las primeras iglesias
el pasado el presente. Al contar un hecho del pasado ~~i;a;iem-p~-e cristíanas en el último cuarto del siglo I influyeron en la presenta-
al presente, de manera que la narración ofrezca perspectivas válidas ción que se hizo de la vida de Jesús. Cuando se habla de l~ adver.-
que sirvan de inspiración a los lectores. Buscan ofrecer soluciones ac- sarios de lesús, se pone el acento en los que luegpjygaron u!LQ.apJ~l
tuales baio capa de la autoridad apostólica, por eso abundan escri- fundamental en la lucha contra los cristianos. Se hizo una evaluación
tos que ponen sus enseñanzas en boca del mismo Jesús ° de sus interesada de los aconteciIJ.!!!:!!!s>~_h~~tóricos. claramen;~º~ic-i9ña'­
apóstoles, aunque hubieran muerto hace años. El método histórico da Eor criterios dOgmáticos posteriores que inicialmente no existían.
crítico, que se ha impuesto hoy, hace a veces una labor detectivesca La ortodoxia doctrinal se puede establecer a posteríori, a partir del
de investigación para captar el núcleo histórico de lo que se narra, bando de los vencedores, pero resulta difíci1 de precisar al comien-
los intereses teológicos que motivan a los escritores, y la incidencia zo. ~o que se impuso tardíamente tiende a presentarse como domi-
del contexto histórico y del trasfondo comunitario en los escritos. nante en la época inicllil, para subrayar la .~2.~tinuida4..1iI!~~Centre
ElYiejo_llrobJema dellesús histórico y el Cr~to de laje, es de- Jesús, las comunidades y las iglesias. Los adversarios de las últimas
cir, la mezcla del personaje real histórico (el judío Jesús) con el que se proyectan retrospectivamente en la misma vida de Jesús, falsean-
fue objeto de la fe comunitaria (el Cristo resucitado), rea..E!~ece_~Ja do en parte los acontecimientos.
hora q~plantear los orígenes dª- cristianism0.Y~!J!'rgil11iel1to Aejas !,jl evoluciÓn desde Jesús hacia la Iglesia está marcada por tres
digintas iglesias. 1-I.f...q!l,,_4i~!iEJl.lli':. ~ntre comunidad de discípulos acontecimientos, que señalan discontinuidades y rup~~~~~_ .for .1l!1
de l~s~~, ~jg~.~~'!!~~_~Eas, sin equipararlas ni ver a las segundas lado, hay Que atender a la conexión entre Jesús y las incil'.ientes c."-
cq[IW,Mn.m~rQJtesarrollo Y evolución de la cimera.ACfemáS,-li"ñia- munidades. Es decir, hay que atender a la contribuciÓn de Jesús al
yoría de la literarura y fuentes históricas sobre los orígenes son cris- cristianismo, aunque estrictamente él no fundara ninguna iglesia~
tianas, ya que inicialmente el cristianismo no llamó la atención de un segundo aspecto hay que tener en cuenta las diferencias entre l.a
los escritores judíos ni de los .romanos, que sólo les mencionan oca- rama cristiana alestinense la helenista, pre onderante en las co-
sionalmente. ~or tanto, la maY..2~i.~A~ l~.litt:~~.~ra. s9.~.r~..lq~,9ríg~nes lonias judías del Imperio romano. Finalmente hay que esru iar las re-
de las. comun,Idades cristianas ~?jn~_~!!!e._é!L!n.9_'(i!!lJ~!l.tg,_ .u~jlater~ y laciones internas entre las comunidades judeo-cristian_~~.?ñ·-~~s-·d~s
selectIva. La iglesia católica c0I1!~~~óLX~_"2.~~º,~~t~!glº_.I, a sef~~ci.o­ ramas palestinense y helenista, y las iglesias de g~ntil~~L:s.~~_d~,_~e
lar es~rito~'_<;d~J!.1iza..!!4.Q_!l!!Q.~,Y..E~~h~~~!!~l:?.()~Eg?LP~rte de 'Iqs "c~a~ mayoría no judía. El cristianismo se basa en una doble divisiÓn dua-
es..~_an_p'~"J" .o. lista: judios y paganos, dentro del Imperio, y palestinenses y helenis-
.tL~t~""~.~. ~t1~<!~_ .t;~,.!~E~_~EJ?E?hl~~~.:,.!L~~~g~,,>: J~_~ y~.ncidQ, a tas dentro del judaísmo.
v~ce~, a la historia. Inicialmente no hubo una dárificación -~rdef¡· Esros tres ámbiros de demarcación (Jesús y las comunidades, las
~ita~r~~~~~T.v.~~~,~ra.~. ~~? .q~~_~~~§~€!~?:ª~~}#'r:ll-¿ferodojd~··ife101ñ~ relaciones entre las comunidades judeo-cristianas.~~éstas..f9j1_

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L.
;I
lUAN ANTONIO ESTRADA
LAS PRIMERAS COHUNIDADES CRISTIANAS

las de mayoría pagana) están, a su vez, vinculados a dos fl:!pturas


temporales. Por un lad~e se p..!"odujo con la '!1"!:E~.A~.Jes"".y
II tendencia de las comunidades es proyectar en tiempos de 1esús Ja
a!ltQ(idad posterior de aJgunos discípullli, Es decir, los grandes
elJrny!!~jº de la resurrecciQp, que marcó un antes y después para la
e comunidad hacia el año 30. Por otro, la primera guerra judía (6§-
701, que estableció una cesura fundamental en el mundo hebrero y I
1
apóstoles de las iglesias se presentaron también como líderes de la
comunidad de discípulos de Jesús, aunque ni todos los apóstoles fue-
ron discípulos ni siquiera todos y cada uno de los doce jugaron un
también en el movimiento cristiano. que se desligó del primero. Ha-
papel fundamental en las iglesias.
bría que a.i!a._dir ~!L~rc~~,___a~9.~~!!cil!!!~E~~ imp_~t:t_aE~~:_ la _s,t:gu_n4a
A partir de la constitución de ese grupo, Jesús intentº_~~l,T!Q.!.ar
c.. guerra del 131-135 contra el César ro~o-,--'l."e hll,,-dió definitiya- sus mentalidades y transformar las relaciones personales qu.e...tenían_
11l~.IJr~ueblo judío y con él a_~j!ili;~i;l.Al'._k!:usal~nLe jnclilllLie-
entre ellos en función del reinado de Dios que predkaba. E.~~ gruP-Q
fjnitivamente la ~.ªhm.~¡!..h.~~~hdp§..p.~mH1Ps.
fue también la plataforma para transformar la sociedaqj~rªel~r.ª y..t;I~
él salieron las primeras misiones, siempre limitadas a l~i~g~,t.~~~~_A~
Israel. Las «parábolas del reino» expresan la urgencia y radicalidad
1. JESÚS Y SU COMUNIDAD DE DISciPULOS
del cambio que Jesús propuso, aunque posteriormente, ~erdieron, e?
intencionalidad mesiánica y se convirtieron en admonIcJOnes espm-
Tesús era un reformadorJ!!.díQ~Jiprofeta deIL~tl!~<!Q de.Pi01, tanto
tuales y morales,para el comportamiento ,de las iglesi~. Es decir,.his'/
;n sentido espacial (reino que se hace presente en Israel) como per-
tpricamente lesus fuS-~y..n reformador ludIO y no fundo mng1Lllª n!te-
sonal (señorío de Dios en la sociedad). El «reinado d"pios. ~~­
va religión. Se ubicaba dentro de las corrientes proféticas y es~aba
tral en los evangelios, sobre todo en Mateo (<<reino ~"J9~_ciel,?,~,}3
cercano a algunos círculos reformadores y críticos con las autonda·
veces) y Lucas (46 y~~tJe§~-,.-,~_!!!~,,~j.e!lt!Qde_un..rnOvimi",I1:" des sacerdotales y políticas.
to profético reformador, con tintes mesjª!1jfº.§.'y_~pº~<}Jíp,th~º~.l ..Y~!1- El «movimiento de Jesús» fue un grupo carismático y profét~5l,
culado a Juan el Bautis~ (Mt 3,2, «arrepentíos porque se acerca el
con claros rasgos herético~J:..f!~má9s:0s respecto _~~.l~.E~lig!.?~ o.~i­
reinado de Dios») y con una visión muy peculiar sobre el señorío de
dal hebrea. Su comprensión del judaísmo se bas§ e~_.~~elnt._~r­
Dios sobre IsraeIJ;IID-op¿~i!.9.4"J.E.~4~~2."r;iIu.,!.a;¡runaigreFs,,­ Rretación de la Escritura. de la_rradición y de las le~,=--~_ funci_ó_l:ln4_~
parad!1jJ>2Lesq,..s!..p.~~Q..~~'!s.Lil}",-~~_scm-!!9_~nJ~,!',ª~Ly tC::I1~ª-J'!!~lst~P~ Una renovada concepción de Ojos. Cqntrastal?ª-.~Q!!lQ_~..~_ªsg9'§ '§c;y_~_:
da a trab~r con- no heb~eo~~J?~9~:~.~~r.~~gE~~~t}!lf I_<l ,~<?~!~,4ad, p_ar~
r~listas y iudiciale~_,4~Jª_ºrm49~L<!j~.Q.!~...de su ti~~p~, ~,!n­
qqt ...Qio.s re¡"na_ra en_~Ua. Para ello formó un grupo de discípulos en
cluso de Juan el Bautista, del que derivan Jesus y su grupo mlcl<!.l.
torno suyo, un núcleo itinerante de acompañantes,} en el que algunos
Pretendía renovar a Israel con eL~ElUncio de la ll~~~,da :erca~~~?,e
tenían más protagonismo, y un círculo mucho más amplio de segui-
Dios y respondía a expectativas populares acerca de una restaura-
dores que les servían de apoyo y cobertura. Ambos grupo~ co~.~jtu~
ción futura de Israel (Mt 17,11; Mc 9,12; Hch 1,6). Jesús y sus dis-
yeron su comunidad de dis.9P.ulo!,_S!l!1pgjizad?_por doce d~<:íp_uI9s cípulos esperaban la pronta llegada de ese reinado de Dios. Es decir,
o apóstoles, gue representaban.".rod()Jsrael. Se subrayaba que lo ha-
defendían una «escatoIQgf~ ée!.~an~_L~!~ban cOIlYmf!..4~ de .q~_~
bían dejado todo (Lc5,11.28; 12,33; 14,33; 18,22; 22,35). Este mo'
vimiento, itinerante y carismático, se convirtió en el núcleo duro del
posterior cristianismo y mantenía una relación amplia c?n. simpati-
ya se había inid~-,¡ºJ~_etaPllji!tªL4;JHªlY~¡;¡Qn, aunque ésra se pro-
longara en el futuro. JesÚs era un profeta que anunCIaba elftI1.al.rle
los tiempos. la ~ocª--.ITI.~§.!ániqU~!l_qy_~p>i9~_ ~~~RH~f~~~~-.pro_IJl.~s~.
I
zantes, que les atendían de lejos, sin integrarse en el mOVimIento.
Tras su muerte y el 3.illlnciº_~_~º r~~ºf.:~f~Jº~~_"~L!_~J~~pq ,~~ .c.:<l-
La comunidad inicial utilizaba el simbolismo de los doce após-
l¡ficó de mesiánico. sin que te~!!1os ,,¡;~!!~,~-ª~~~~.A~_.~ Jes~~. se
toles o discípulos (Mt 19,28; Mc 10,37 par.). Éstos interesaban
veía a sí misIllQ...fQ..l!lº-.d_Jy;1.~JlJª~" o fue una proclamación de s~ co-
como número colectivo, no en cuanto individuos concretos, cuyos munidad. -L~ expulsiones de demonios y los milagros fueron SIgnos
nombres e identidad desconocemos. Entre ellos destacan algunos que llevaron a datar la era mesiánica en la misma vida de Jesús. De
:~n~i':~~~;~ji~~~~:Ó;a~t~~I~~~~!;~~~i1~iiJ·r~1~i~~i~~~I{~ las treinta y ocho veces que se habla de la llegada del Mesías ~n el
Antiguo Testamento, sólo tres se refieren expresamente al enViado

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JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS ;;;

del final de los tiempos (15am 2,10; Sal 2,2; Dn 9,25-27), en la línea
proclamada por las comunidades cristianas. El anuncio de la resu·
gión oficial en el Imperio. El resultado fue la cristianización del Im-
perio romano y la helenizaci6n y romanización del cristianismo. De
1
rrección y la proclamación de la entronización de Cristo (el Ungido) esta síntesis surgió Occidente.
a la derecha del Padre (que es el contenido teológico de las imáge- ~t<l: te_~~~~~,r,,~~~!.9}§.8ica explica tambié!1 la _<!~~en9~~_~e_,~.t_t:t!!=w
nes de la Ascensión y de Pentecostés) reforzó los trazos mesiánicos tu~:Is, Insdtu.l'!.~!!~~x"~rg~J~~~..!ltl~.~s, La comunidad ini-
anteriores. La ~~ra 1l!pi~__~~J!!~_eFP~_~_t.2"_~C?!!1º",,J¿_º.,~~g!!9__ g,eJª,_PI9,,~i­ chit estaba"muy poco estructurada. Se vivía en una época cari~máti~
midad del final, mezclando predicciones de Jesús sobre la llegada de! e~ue la autoridad!!1Qt:al del fundador y la vinculación personal
reino con descripciones posterior~~_~~.~~eJ,~~~rra:ETmensa¡e-era con él eran lo determinante. A esto se añade el desinterés de Jesús
claro: se acerca e! tiempo final (Me 14,25; Mt 10,23; 24,29) Lk. por dotar de estructuras a ~n grupo que tendría que pervivir más
guerra confirmaba el juicio de Dios sobre su pueblo y e! cumpli- allá de su muerte. La conciencia de que el grupo formaba parte de
miento de sus promesas. De ahí el entusiasmo comunitario, que veía Israel, como el mismo Jesús, y de que el reinado de Dios se impon-
en la resurrección el gran signo de que ya había come_~-º~ei­ dría en Israel desde la comunidad de discípulos, se unía a la idea de
nado de Dios esperado y en la guerra un nuevo signo de la cercanía una cercana intervención divina. Por eso, no había g~~_~, _ _i_~~c;rés_ por
del final. " organizar el grupo y prepararlo ~ra la misión. Se es~!:ab~_~.Pi~~.Y
a su reino, y se ponía eL acent~ en la conversión c!~~rs0I!~s. Cuan-
1.1. Cómo surgió la Iglesia to más convencidos estaban de que se acercaba el final de fa histo-
ria, menos interés había por la reforma social o por la organización
La escatología cercana que también defiende Pablo (lTes 4 15-18· institucional de la comunidad. Lo importante era cambiar a las per-
ün
1Cor15,52-54) se convirtió en proble;;:apor el_ retras~"d~(dem~ sonas y las relaciones personales, ante un reinado divino cada vez
po tlnal,"InSlstlendo en la necesldad-Je-pers"e~e-ra:r--vígliañ"tesTM~ más cercano. En ese marco, tampoco había int~"E§_~J~or ~~ __~!?!~~,~s
13,22.33-35; Mt 24,36.42-50; Le 12,39.40.46; Hch 1,6). Esta ex- fuera de Israel ni intencionalidad alguna de constituirse como una
pectativa cercana(Marall~tha.' iVen, Señor Jesús!: ICor 16,:i.2~.2 religión aparte del judaí:;mo.
paso a una esperanza mas leJan.",(2Tes 2,1-11), la cual se legitimó Lo básico era el contraste de los discípulos con Israel, mientras
~~~Io¡¡ía misionera (2Pe 3,8-9; 1Clem 23,3-5). Las misiones que había un lógico desinterés por instituciones, cargos y estructu~
se con~ideraban inspiradas HQr C.ri~tQ$"~\jcitad_~eJ.Espíritu..divino. ras, que luego cobraron un gran significado. No se puede hablar en
(Mt 28,18-20), y les permitió salvar la <;risi$ deJ!.!)ª.Rawsj~_siGmpre sentido estricto de una fundación de la Iglesia por parte de Jesús,
aplazada. La dilación se ~~itió al mismo Cristo (M@/!.s.::~) ;oLc mucho menos de un momento fundacional. Jesús no es~ªbJ~ció" un"
12,42.:!sL.L~e~i.!!,~.tif!có,~ll.<li~!I,I?,.-"_gu,,,,mlL,,ñ~s()-".Eg . Dios marco insti.!uciQD.alp~Iª--.1t..iU.mi?Jgl,e§ia.".Topp, esto es .obra poste.~
c~m~ un d}aJ3P_e 3,.8,,-9; lClem 23,3-5). ~ínal1T1ente, "s,e pedía a Dios fior de la comunidad pos~ascuat de discfpulos qu!:! siryió de nexo de
qU~J~trasase la llegada fiImJ-W'~.rª-·_qM~ __ .di~ill"J;iempo"".a_~iii1nciai"_"el unión~_ ~º.tr~·J~~~~~ '~y- ~as--c~~~~idad~;-poste~rores',,' _És~tas surgieron
e~~t:g~.l}"~.".h~_s.~~ ~l fin del mundo: «Dios dilata llevar a cabo la des- como consecuenci~ de la' acaÓn_de~los_"dis'CípuIos 'y"no del mismo Je-
trucción y confüsióli dé} universo, a causa de la semilla de los cristia- sús. La comunidad ci:isri~~~~:ra_"ufl~cantino dentro del judaísmo_ (Hch
nos, recién arrojada al mundo» Gustino, Diál" 31,2; Apol., II,6,1). U-;..19,.17; 18,25-2~J2,Ü:Ü4) y}';e U~m_adasec,",(je-¡os naZar,,:
T~rtuliano" a finales del siglo n, afirma que los cristianos piden a ng~ ..ttIch 21,5.14; 28,22). Finalmente, secon~tituyó como iglesia
D,I~s por el emperador y porque se retrasase el tiempo final (Apolo- aparte, recibiendo.!us segt¡idores eltítulode-éristiano,'(Hcnll,26),
getlc~ 32,1; 39,2). Se pasó de una gran tensión escatológica (ivenga Inicialment~k.c2J!1Unidád fOLmaba P2r!é.cl~J~a.ery despiiésde
tu remo!), que favorecía I~ crítica y la resistencia respecto del en- 1?_lJluene_<kJesl!>ggt¡iºjm~rgg,,-,,-n.JJ,frecuen!ando el templo y
torno judío y romano,. a una progresiva tntegración en el Imperio, al pªr:tidp-ªndp de 1!1 vida judía"--ª.ungue CO!l.RHntuale~y crec.~~fl!.e_s_.IJl:~­
q~e se buscaba evang""li?'!L"()!)12..1'-~g..ne.'.e."ari()-"tltes" deLfinal. El dip'l$.. hº~ti!e~ de li!s_"-utorida.rle§<:QDtJ~_lc>s_h,,rejesEristianos, Las
cnstIa~ismo .recorrió un largo camino desde sus orígenes ~-;;'-~gina­ confrontaciones_.crisralizar.cn_en.expul~j.QJle_s._d~1.3,$""sjIl!lgQgª~..Y.J2~r~
les, estigmatizados y comraculturales hasta convertirse en una reli- secueiones (Mt 23,34;J.~J2,U;2U.bJI!..L6,.7~ Hfh 22,19;_~j1;
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

Ap 2,9~10) y otras tped!g.ª-~~oercitiv.ª-~_~Q!ruL.Ü1Uoci!!~irJ.u]~maLdi~ mien~.~J.pascu!c:IJ~~¡J§.h!~~9.rif-º_~L~~t~~º- ~el1.or de la fe. Esta eYo-


dÓn contra los herejes en la oración 9.oridiana iudíª~_.J;.._UIJQlYI~.. glo_- lución tri\fl~fur!1lQ/g iele" <!e)2ios, vinculando:·.- Cristo -resucitado
ba] entre el movimiento_csi.tiallo_e Israel bªy_que sit_uada. en la pri- cQn_ Pi"!, bajo imágenes como las de Hijo de Dios, Palaora di,,¡na,
metLguerrajudía~ Hay __que. comprengeLli\ rea_cció¡¡maYoritaria Nuevo Adán, Hijp del Hombre escatoíógicó;-erc., que consnruyenel
hebreJLcllntfaJl!Lg!:yp-º_e$i!!<!i<:1Q, qll~Jlll'sreciendo yse convírtiq punto d~J,_artifta. de los títulos dogmáticospost",ioresJos títulos
en una alternativa a Israel. Habíaque d"fenderJa.ortodoxía hebrea cristológicos..oe.los. es.critQs.Jundªgºnª,e:i. ~ri~.ti.ªJ)Q~._ ~.ºll. º-º-ª. .
q~a­
contra IO~lI"ª-~~u;_ell.9~__º~_t~.x:~dm,o~ que querían apropi~rs~-'de s~s ción comunitaria. Reflejan J<J. I!UevfljI1f~n1regción gue se .hi.?9 q~ 1!!-
tradiciones, comen_zanqo p-orJ-ª-~~.~~Ihl!ri1.»~_Y. que s~a~topr~~~;ta: sús y su obra a 13,lu2;:. de lil, re.surrecCÍón. La imagen del Dios creador
?an como el verdadero. reStO. deJsrael.. Este ataqu-~.fro~t~C en -ei 'q~e: se presentó COJ.IlO la de Padre Dios que resucitó a Jesús, resaltando
lug¡LY!LP-'!P eU!1 ndalT!<!J1J!'U'ablo,explíca la reactividad defensiva la especial relación de filiación que tuvo el judío Jesús con Dios,
del judaísmo, sobre todo ttas J.'!PIí!1l~~!l!!"-rra,.y laJ!()gilidad c~;;­ para deducir desde ahí su divinidad. Es decirJe~Iºtdas bases
Clm~_contr~JQ~~rntian.º~. Algunos historiadores olvidan que la~ hi~­ para transformar el monotcim1QJudío desde una concepctQJ1. ~rÜli.­
roria del antisemitismo cristiano tiene un prólogo de anricristianismo tada de la divinidad. Dios se reveJa ..ºªjQJ:l~~.nº-mbr.e.s.,.Jjguras,.o_per­
judío, que azuzaba a las autoridades romanas Conrra los cristianos. sOQª.S .difª~nte~L~l ,l'<J.dr~. !;[t;J~40fl.. e!_.H.ij9..~11.. 1ª._h!gºQ!d~.-~~sRj!í­
El miedo al antisemitismo secular del cristianismo lleva a veces a tu quehabit;¡~¡L~1 hombre y generate~tigos _deJ2iosj':sr()5 wnbios
' ,
oI vidar la hostilidad reactiva inicial de los judíos contra los herejes produjeron una nueva .t~Ug~ªº-,_~tf_~~stiª!!ismo, diferente del mong-
que pretendían usurpar su tradición. teísmo judío por su va19ración.q~ I.a iPIll.<J.Il~Dcia.histqd~ª diyip<tres:-
pecto al radical tr:!g:~stem"lismoJ!¡,Q.~o.
llJn[Q a esto. se tomó conciencia de que Dios es Espíri~~Lyi~!1-
2, EL NACIMIENTO DE LA IGLESIA CRISTIANA doJp como g!.l-ª..fu.~!:?A..Y-E.!LE.~ll!~2io de vida. Este es el simbolismo
deJiL.!!I~w:rección.~~i'L~ª--~~~~~lQ!!.~~_L~~tec~~~~l que -'son-'tres
La mue~L~L~~.~~5,i5Ld.eJª:,~_~surre~c~ó.~ ,~eJesús mars:.a~on, el final formas de hablar de un mismo acontecimiento que sirvió de punto
<leja comunidast~-,,-discfp_u!()s y el inicio del procesohacia¡~-Igl;­ de partida para una reflexión teológica retrospectiva. Dios EspíriDJ
sta. PrlJne~a~nte, se transformº--J~Llll~nsªie...deJe.s:Ús...: Ia--Pl:e.kr..encia esttJvo l'_resente ~ltl~§t,íjA!!~de ~l bautismo (Marcos), desd~ ~!LP---ªfj=--.
PorJ<?~J?9J?X~.S.Y_,.pe<;:<1d9.r~~ como sus destinatarios primeros Ml~ miento_y_ cpm:~p~jQ!l.av1a.t~0 y ..~4c.~Ly. 4~~~J~e~~i.~!~E~1,!_~~.~i­
paso al anuncio a Israel, en su cP!:!W.!!!Q) J',J~g9---,-J!J9~~~D-til.e~.:....La. n~n1 ..Los evangelios de la infancia son teología narrativa, que
p~rodamació.l1_,~~l reil}g_4c::.--º.i.9~,.b~~_g~-ªzaº.ª,J~Q@ anunciQ d~Ja pretende resaltar la filiación divina de Jesús. ksús ~!:i, .. PQL~I:!~º--J.1_o­
lI~gada del «reino de CdsJQ>dl.Cor.12,3; Ef 5,5; CoLl,13).Luego, masia, eL hombre del Espíritu, esgecir, eJ envia~() de D~q~~.J;}~)l1i~.- _
se_R.n)~illmQ_ª. <:;ri~fQ como el «aut,o~reino» (OrígeI}e'~)l, pergiéndose m.u..EspJrin.Lg¡vinQJl~-ªJ~~.Y~.-~~_pr~~.~ntó <;mnQ...in~piradQr de-
las connotaciones sociales y p91ftkas,que tenía el término en los co- I~iilig!l~_men,-i(ma E yeces-óIil(;$Q<ͧprlii:ieiQ:S capii~!9fael
.mie.nzos. ~I predicador pasó a ser objeto de predicación y el reino IiJmu;kJQ~1j~ch<ill_!1lQ¡iyó_l" qe_aciót<skLg!:!!pQ_.<!"-!9~h,,lenistas
Se transformó para acomodarlo a la idea revolucionaria de un me- y c()~.:lllj,,-las1tlÍslones {¡¡era de Israel hasta llegar a Roma. Este pro-
sías crucificado (l Cor 1,23), La.Qarusía d-ª-CrnQfi@do,la segunda· ceso es el que cuenta e/libro de los Hechos de los Apóstoles. La ape-
venlg1ukLCrlliL<un~nfanlewk'ibJill~<Lala_esPerauza primera de un lación a la inspiración del~QíriqL~irvió ,k inst~I1<;~ª".I~~tim_~ª-Q!:~
reinado de Dios sobre Jsrael r desde ahí sobre toda la humanidad para resp-onder a los nuev9s retQ~_gg?"~~, R!,~Jlteab~n a l-ª c;:.q.~unídad
La comunidad pascual oscilaba e;t~-;"el triunf~lfsmo del rei;;-""-d~ de g.i.s..cíp.IJlo_L~!l ~~. ~yºJ!lCJÓ~.Jl~.fi?J,!)gl~~(a~.-h~.._~~~~.~~dad_pe.rso~
Cristo, como salvación ya presente (Le 23,42-43; Col 1,13), y la naI de. f~ y.de. vida fundada p<?rJ~~~s.teníaque ser compIetad~a. con
ldea de que el reino está en conflicto con los poderes de este mun- una organización misionera, ministerial y sacramemal, doctrinal' y
do hasta la llegada de Crisro juez. . ... _aea. ~qn$~9Ii~ar "y-~~@!!~a_r e~ ~~fí.2~~!l!.~_5~~i.~ianism~..."J e~~._~~s:.\
riS_.U.ª-L
p.

E?Ie .~~~mbio qe acelJ~Q.s íI11pit~9.Jª-esRiriq.lal.Qq,;jºn~)~.eticización tableciQJª <;omunidad disciQ!.llar. mientras 9_ue la necesar!~_?':1?~ni­
del mensaje del reino, en ~~~.tE~St~c0f!.l~?:ciejad romana. Co- zadón eclesiástica
~._---- '._~-"
fue el resultado de una serie de decisiones ecle-
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JUAN ANTONIO ESTRADA

En un segundo momento el cristianismo comenzó a expandirse


·~ "~·' ·I
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LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

para Pablo: entró en confrontación con los círculos judaízantes, fu.e


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hacia las fronteras de Israel por las regiones de Judea, Cesarea y Sa- hecho prisionero, tuvo tensiones con Jerusalén, pasó a Cesarea y fI-
maría (Hch 8,1-40; 9,31-38), a causa de la persecución de los hele- nalmente apeló al tribunal del César y acabó en Roma, desde donde
nistas (Hch 8,1.4), la rama judea-cristiana más abierta. Las frecuen- mantuvo contactos con las iglesias de sus correrías anteriores y don-
tes peregrinaciones al templo de Jerusalén y la importancia política de sufrió el martirio hacia el 67 o 68 bajo Nerón. .
y cultural de Jerusalén favoreCÍan la presencia en la ciudad de mu- La misión a los paganos suscitó muchas polémicas. Tropezaba
chos judíos del Imperio (Hch 2,10-11). Entre ellos surgen los hele- con la mentalidad judía de ser en exclusiva el pueblo de Dios y con
nistas, un grupo importante de judea-cristianos, vistos con recelo la misma praxis de Jesús, que se limitó a las ovejas de Israel. Ade-
por las autoridades judías y los otros judeo-cristianos palestinenses, más al anunciar el cristianismo a los paganos se silenciaban o se
que los discriminaban (Hch 6,1). EI4mbito sincretista y heterodoxo anu~ciaban como superadas muchas tradiciones judías. Las instan-
de Samaría fue el primero que se abrió a la acción de los líderes he- Cias legitimadoras de la expansión a los gentiles fueron diversas. El
lenistas (Hch 8,5-12), hostigados por las autoridades centrales ju- primero es Pedro, cuyo papel mediador es resaltado por Lucas, que
días. En un segundo momento esta corriente se estableció en Antia· lo presenta como el auténtico inspirador del paso a los paganos, en
quía de Siria. Allí comenzó una política proselitista en Asia Menor, contra de las pretensiones de Pablo de ser el «apóstol de los genti-
asumida luego por la iglesia de Jerusalén (Hch 8,14-17). les)). Lucas muestra la misión de los gentiles a partir de una acción
A partir del capítulo 11 del libro de los Hechos de los Apóstoles, de Pedro (Hch 10,1-18), que inspirado por el Espíritu bautiza a no
comienza· el relato sobre la expansión definitiva fuera de Israel, con judíos y da vía libre a la misión en Antioquía (Hch 11,20). Luego,
los antecedentes de la conversión de Pablo de Tarso en Damasco (Hch cuando la iglesia de Jerusalén se alarma por la propagación del cris-
9,2-30) y la de un etíope bautizado por el helenista Felipe (Hch 8,26- tianismo entre los no judíos, es Pedro quien confirma la misión de
39). El cristianismo se extendió por el Imperio a través de la predica- Pablo aludiendo a su propia inspiración (Hch 11,1-18), y el que con-
ción en sinagogas judías, y se comenzó a predicar a los griegos en Chi- sigue 'la aprobación en lo que, anacrónicamente, llamamos concilio
pre y Antioquía (Hch 11,19-26). Esta expansión generó fuertes de Jerusalén (Hch 15).
polémicas, ya que la misión entre los paganos se debió a los helenis- Jerusalén, presidida por Santiago, el hermano del Señor, asumió,
tas, considerados heterodoxos por las autoridades judías y cristianas. controló y dirigió la expansión misionera en el Imperio, primero en
Estos helenistas tenían como líder a Esteban, el primer mártir cristia- los ámbitos fronterizos con Israel (Hch 11,22-30; 12,24-25), Y lue-
no. Encontraron un gran aliado en el converso Pablo, que se convir- go en Antioquía, Siria y Cilicia (Hch 15,22-35). Se sometió a los
tió en el «apóstol de los gentiles» (Rom 1,14-16; Gál, 1,15-16) e ini- convertidos a algunas condiciones, pero sin exigirles la circuncislón,
ció una serie de viajes misionales, siempre con la ilusión de llegar tal y como defendía Pablo (Hch 15,28·29). En realidad, Lucas pre-
hasta España (Rom 15,28), el extremo occidental de la tierra. senta el proceso como guiado por el Espíritu,. qu~ por tres ,veces
La primera misión de Pablo tiene COmo centro a Antioquía, Se- amonestó a Pedro a que rompiera con las leyes jUdIaS y se abnera a
leucia, Chipre, Salamina y otras ciudades de Asia Menor (Hch 13,2- los paganos (Hch 10,16-20,28-29,44-48), en claro paraleli;smo con
14; 14,1.8.19.24-27), con Bernabé como compañero principal y bajo las tres negaciones de Simón respecto de Jesús. Es DIOS mismo, se-
la supervisión de la iglesia de Jerusalén. El segundo viaje de Pablo
amplía la expansión del cristianismo con nombres ya más conocidos
gún esta teología, el que llevó a la comunidad, por mediac~ón ?e
Pedro, a abrirse al mundo gentil y superar las fronteras del }UdalS-
como Gafada, Filipos, Tesalónica y culmina en Atenas, capital del mo. A partir de ahí, el proceso na hizo más que desarrollarse (Hch
helenismo, Corinto, Éfeso y Siria (Hch 15,34-18,22). Se puede de- 15,41; 16,1-2.6-8), pasando el cristianismo a Europa (Hch 16:9-12;
cir que este viaje produjo la expansión europea del cristianismo y su 17,1.10.16) y constituyéndose iglesias mixtas, de paganos y Judíos
inculturación helenista. Finalmente, la tercera misión (Hch 18,23- (Sant 1,1; 1Pe 1,1), que se convirtieron, a su vez, en centros mISIO-
21,16) tiene como epicentro a Éfeso, recorre roda la Galada y Ma- neros del Imperio romano. Lucas combina la acción de los apósto-
cedonia, tiene estancias ocasionales en Jerusalén y culmina en el via- les con las referencias al Espíritu para legitimar el paso a los paga-
je final hacia Roma (Hch 21,27-28,31). Es la etapa más conflictiva nos (Hch 16,6.9-10). El proceso fue mn" complicado. No se debía

134
JUAN ANTONIO ESTRADA
LAS PRIMERAS COMUNIOAoes CRISTIANAS

siales, que luego asumieron un valo~ático, vinculándolas al Es-


pjriru SaniQ..-YJ!Ja vida_.4~1~~.1!~_.La dinámica histórica y teológica
del catolicismo se caracterizó por su capacidad de absorción y de
transformación de las estructuras organizativas del Imperio romano
y de la religión judía, en base a las cuales se desarrolló buena parte
de su organización institucional. El carácter contingente de esas de·
cisiones a Jo largo de su evolución, a las que se absolutizó con una
doble referencia a Cristo y al Espíriru, fueron la causa de las ruptu·
ras del cristianismo en el segundo milenio, al ser impugnadas por
iglesias cristianas que cuestionaron el entramado organizativo asu-
mido por el catolicismo a lo largo de los siglos II y UI.

2.1. La complejidad de la misión a los gentiles

Varios cambios dieron lugar a las iglesias cristianas. El primero es la


expansión misional, a la que se llegó desde circunstancias históricas
imprevisibles, por la conversión súbita de algunas personalidades, y
de forma na planificada ni controlada. E! libro de los Hechº.g~lo§
Apóstoles explica el-º.rigen_~J.~ igl~mgi~.tiªºª,~_Y:_~m$_J;n~~.i~ntes
d~utas y distanciami~!JJg~_º~Jsrae~rj'f~~~ I}~<t !Hlª",_.Y_t~!ºn_ ~º~~ti~­
da y _armQqj~<Ld~J ,proceso, histó~i_c~m~I}t_~_;puCil{L!Jlás tensq_l._~9m­
plicado _cl_e lo _q~e_aJirm~ _LlJ.,<;a_~, _,ºmº.1.11!l_~~_~~3:!L.L~~ __C~~!.~ ,p~uH!las.
Las disputas internas entre las iglesias se mencionan de pasada, ha·
ciendo lo posible por disculparlas y minimizarlas, para no escandali~
zar a los lectores. Las cartas de Pablo, que se escriben ocasionalmen-
te en medio de controversias y tensiones, son mucho más r~alistas-y
verosímiles.
PasarnQS_ de _uillLnlli¡ión intrªW.4fil1Jª_ 5L~.J~~ú_~!. __'lt:J~,"se__ limitó vo~
luntariameIll:ULl'ueblo de Israel(MsLc4,~9;M~JQ,5:&;.I,E.1J8;
Rom 15,8), a círculos misionales expansivos desde h~.~_ cOIP:l!~ida~es
en ludea (Gál1,22; lTe.~,14). Primeramente, la comunidad de dis-
cípulos intentó la conversión de Israel desde Jerusalén, proClaman-
do que Días ofrecía una segunda oportunidad a su pueblo (Hch
2,14-39; 3,12-26; 4,9-12.24-30). Tras el fracaso inicial de la cruz, el
discipuladO comenzó a dispersarse, hasra que volvió a unirse en tor~
no al anuncio de la resurrección. Se pasó deJª_g~i~!1~ivp. a l~_ segml:-
d~Qnjudía, traslª-!klesús y sU~_.4i~_~!pul~~os_ c~pi~E.!oS 1·)3
de1_libfº_de_Iº_sJj~t!9.~.. m~~sJJªn la pred¡caci<?_n. cristian.<l e~ Isra~~ y
CQULQ2.e; _~ºJ1stitllYÓ_J<LPJJrn~mjgl~sia,_la 4~ Jeplsalé~. ~?-___ ~~~l:l.~E~¡;;-
ción se interpre.tó en cJave teofánica,_s.orno nuevar._4efinitiva_rev~­
MAPA 3. Viajes de san Pablo. Fuente: Biblia del Peregrino. h~_~ión d_e píos J~!:1ra_ Israel.

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132
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS ,
!I.
En un seg!l.gdQJT.t9!!l~Jllº~ls.ri~_Ürulismo comeDz..Q_a.~exPªndirse
haciaJas fronI~Las.-4~lg"ª~lR.QL)ª regio_nes de.J@Sj!J_<;:Se;tI~'U' .~a­
para Pablo: entró en confrontación con los círculos judaízantes, fu.e
hecho prisionero, tuvo tensiones con Jerusalén, pasó a Cesarea Y fl~ I
maría (Hch 8,1::4Q;.~,3J,38), a .causa. d~.la-p_ers.e,u,iºn.QdQs.he)e­
nistas (Hch .8,1.4), la ram;ljude_O:,_<;ris~iªmuná?__ª".bie!rJ<~.~~Lªs_Jte.!,:.uen­
nalmente apeló al tribunal del César Y acabó en Roma, desde don~~
mantuvo contactos con las iglesias de sus correrías anteriores y do~~
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t~~, p~~~g!inaciºne~'!L~ªmlo c!~J~rJ:1g~lLy~lªj.wP-QGª_J)s;jª._p.pll~j,t;;a de sufri6 el martirio_ haciael6:i' <)_?ªbaj"t'erón,. __
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y ,~~~ral_.~t! J~Etls.al~t:l_(ªv9re_cía~Ja Rr.~~S~It<;~-ª-_J!1!lª__~iudª~Lci_e.J:nJ.l­ . La misiÓn alos ~ganos suscitó muchas polémicas. Tropezaba
chos i'ldíos.d_e]Jn1perio (Hch 2,10,11). Enrreel.Jos-,u.,geflJoe.. hele- con i~me;-talidad judía de ser en exclusiva el pueblo de Dios y con
nistas, un. grupo .importante .4~__ h~,_º~9--=~ristiªJlQ~,__y'ig-º~_,_~o!"!J.~~c~J.o la~mi~.!B.a..PXa.~J~_--ºe"J~~úsLg~e ,~_~Ji~¡!2~l~ ov~ias ,de I:r~el. Ad~­
por Jas_.a.1J.tQddg!ies judías y los otros judeo-cristianos palestinenses, mJs, al anu~~i_a0tgl~tL~i~!!!Q.._aJ.2.~..p_,!ga~9~_s_~_,~,~I.~t1~I_~p,,~!? _ º~ se
que los discriminaban (Hch 6,1). El ámbito sincretista y heterodoxo an~nciaban como ~up.e.radas_ ~l:l_<:~_~~ t~a~ict~~es" j~~!?-s. Las Instan-
de Samaría fue el primero que se abrió a la acción de h?.il!Q.ges he.: cias legitimadoras de la expansión a los gentiles fueron diversas. El
leI!i~t,"UHch 8,5-12), hostigados por las autoridades centrales ju- primero es Pedro, cuyo papel mediador es resaltado por Lucas, que
días. En un segundo momento esta corriente se establecjQ. en ~go­ lo presenta como el auténtico inspirador del paso a 105 paganos, e~
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asumida luego por la iglesia de Jerusalén (Hch 8,14-17). les», Lucas muestra la misión de los gentiles a partir de una acción
A pamu1el capítulo 11 del libro de los Hechos de los ARQHüle_s, de Pedro (Hch 10,1.18), que inspirado por el Espíritu bautiza a no
comienza' el.J~lªm.§Qht~jª-~_=W--ªJ1siórLdefjnitiy.aJl,.U:;J.'Ld_e,Js.tael,.J::Qn judíos y da vía libre a la misión en Antioquía (Hch 11,2,0)' Luego,
IQs. ame_,edentes de la conversión de Pablo de Tarso en Damasco (!:lch cuando la iglesia de Jerusalén se alarma por la propagaclOn del CrIS-
9,2-30) y la de un etíope bautizado por el helenista Felipe (l::Ish8,26.- tianismo entre los no judíos, es Pedro quien confirma la misión de
32).,El cristiaD-isl!lQ~~_~!.!~n_4h2j)QL~J1I1!l?erio a través de la_p.I~dica­ Pablo aludiendo a su propia inspiración (Hch 11,1-18), Y el que con-
~ión ~n' si'~~·go.z;§Jl.!gías~. Y-§~_f_ºJJlepzó apredicar a los griegg~~Jl..C:_hi­ sigue 'la aprobación en 10 que, anacrónicamente, llamamos concilio
pre y Antioquía (Hch 11 J 19-26). _..~!a_.s.'mA.nsión~p~rQ.. _. (l!~!tes de Jerusalén (Hch 15).
..Q..olémicas, ya que la misión el}tre los paganos se debi{> a los h~I~.i~M Jerusalén, pre~idida ,por S~an-E~~g~,t~~Lh;:!!.!!~~~~! Señor, aS1.!~ió,
t~,,"_~,Q!l~!sler'-!49s heterod92~:Q~P..Q.rJ~ autod.4<!~Le~.i!:l-ºías.Y.s.d~Q¡!_n~. controló Ydirigió la expa.nsTó~_misi.on~ra en ~~ I~P~Eio,__ prim~.ro" e~
Estos h.eleni~tas teIl_ían como líder a Esteban, ~l_primer "mártir cris~ia­ los ámbitos fronterizos con Israel (Hch 11,22-30; 12.24-25), Y lue-
no~ :E-nc9núaron ~~ gran'~riad~'~'~"ef con~erso Pablo, _que ~~ c¿~vir­ go enAntioqu¡aJL¿i~::Y__ ~mcra (Hch 15,22-35). Se sometió aJ"s
tió en el «apÓstüjde ló; -geníiles;;(RomT14-í6;Gál, 1,15-16) e ini-
cºf!vert'Li~~~_ªj~.uI}~~..f..~!SJJ.ciones, pero sin e~Üili!~~J'!~!~~S~!1,
ció una serie de viajes misionales, siempre con la ilusión de llegar tili--'.omo defendk.!1tbl() (Hch 15,28-29). En realidad, Lucas pre-
hasta España (Rom 15,28), el extremo occidental de la tierra. senta_.dNoc~?g~50m.s>_ guiado por el Espíritu, gu~ por tres ver.::es
Líil prirrtera_mt~Iº!L.cj~ Pablº-.t,~~~~S.Q.I}!-º-.S~!1tr~~_~t!9_qllí.<l~ _~e­ a'monest6 ¡l_R~flr(:Ul.@~....i9...!!!Eiera con l~s leyes judías y se abriera a
leucia, Chipre, Salanlina y otrasci.u.<tade~ d".A.siaMenor (Hch 13,2- !os.J'"g.anos (Hch 10,16-20,28-29,44-48), en claro paralelismo con
14; 14,1.8.19.24-27), con Bernabé como compañero principal Lbajo _ líls tres negacione~ de Simón re~~.c:!0_4~_J.~~_~.~._Es DIOS m1smo, se~
la supervisión de laiglesia de Jerusalén, El~egundoviajede PabIo gún est"-teologíaelq~~ ¡fe;Ó a la comunidad, por mediación de
amplíg ,1a_expansi9_n d_el_ cris~iaJl.~SIJW~.cº_º_ J!.-ºXº,º!:.f!_~.,Yª,_.1}l~J__ .C2.nocido~ Pedro, a abrirse ;1 mundo gentil Y superar las fronteras del judaís-
como. Galacia, Filipos, Tesalónica y cul,mina _c:n A~eIlas, capital del mo, A partir de ahí, el proceso no hizo más que desarrollarse (Hch
he¡enismo, Corinto, Éfes() Y:~iria.jHéh 15;34-18).2).-Se puede de- 15,41; 16,1-2.6-8), pasando el cristianismo a Europa (Hch 16~9-~2;
cir que este viaje produjo la expansIón europea del cristianismo y su 17,1.10.16) Y constituyéndose iglesias mixtas, de paganos Y JU~~os
inculturación helenista. Finalmente, la tercera misión (Hch 18,23- (Sant 1,1; 1Pe 1,1), que se convirtieron, a su vez, en centros mISIO-
21, 16) ti~ne C~fl1~~~.~~!r9.. _~,.tf~~q,~ ~~Sºff~. ~º~ta la_,G.~lf!~a__y}v1?-- neros del Imperio romano. Lucas combina la acción de los apósto-
C.f_gº_I1!ª,_~i~_~J:.stancias ocasional~~.. en l~rusa!t1"!. Y.. cull!!ina en _~_~J_~. les con las referencias al Espíritu para legitimar el paso a los paga~
je final hacia ROIn,,(I-I~~1P-28,3Jl.. Es la etapa más conflictiva nos (Hch 16,6.9-10). El proceso fue mn\" complicado. No se debía

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JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

a. in~~~~ciones de Jesús, ni se veía con buenos ojos ~~J3?_~utq,rí­


dacles cristianas de Jerusa1é~. Fue un proce~q indire~r.ª,I1]~Dl~_~9_~t!~a-
40 por la hostilidad de las _",,!U[Q!'!4~A~u-ºL'!u las rel!?J.Q"f!~~ jI!!~Sº".as
de }Q¡; i\,l(kQ,,,,ist~!!º_s.
Pablo tuvo muchas dificultades para ser a~!ªgo COmº"JJfl_ lí-
d~a la altu.L~j.~JQs primeros @_óstoJ~_§~~_f.~_~.9_~P~~h9~q_º~_.h~!.~ji~
pqf ~!! radis_<llis~~, ~~_~~~E cCJ.!l.E!~, ~.1._E!9._~~~_~,~5?t:lg~i"4?_~J~ús,
a_sí.cº.rp,º __su-'p,~.~~ecuciQ~ int~~l de los_~r!~~i3:_nos. Su misión era sos-
y
pechosa l.os grupos que la promovían eran- íos que más recelos
despenaban en las autoridades de Jerusalén. J),!:,!"hU~ilt1po-'-t_an_cia
legitimadora del Espíritu!alquese_l'!ese~t!',~~II1~ el ,:e!.~a~e~o~ns­
piradoLc:!~ pal¡lQ yguíageJalI1isiQn. Tien~_~a-"'Qién gran importan-
cia el. aRQYQ inici!'cL<!eJ'<!CI~"ü_I~~go del mismo Santiago y la iglesia
d~ Jerusalén, gu~_<!~~Q.<!_fon ac~"ª~4Qlª---~j~9n ~ntr~~~jI-Qb.
aunque poniendo '!lg\l.nas limitacio!l~~. Lucas combina el relato de
la actividad paulina, al que dedica la segunda mitad del libro de los
Hechos, con la legitimación teológica y apostólica de su actividad.
El último cuarto del siglo 1 está determinado por el paso de comu-
nidadés' de base hebrea a otras de mayoría pagana. Las comunidades
mixtas de paganos y judíos se afianzaron, mientras que la comuni-
dad de Jerusalén, afectada por las leyes imperiales sobre Palestina,
perdió progresivamente importancia~. E.J.i!!.mtº-Yª"!lº_§~ª9<! n¡.~pJ~­
rl.lsalén ni en las comunidades judeo-cristianas, sino en Roma y en
fasde rnayorLl- pagana. - .- ---
- Estos proble-maS' internos muestran que Jesús sólo fundó una co-
munidad de discípulos que se convirtió en una ent~dad aparre del ju-
daísmo tras un largo proceso histórico y teológico. SUfg~fOn dO~Ie­
ligiº.~~~daísmo~gue .§.e transfQ!"m~~n rel!gión ~j~L~ibr~~a
v.ez .4estr~!9:9"~I _~~.!!!.PJo de Jerusalén, y el cristianismo, inici¡¡lmente
rama de Israel~ y lue_go. c.ntida4,aEarte, gue se apropiÓ- ~e-IaS-. i:r-~di­
dones--hebre-as1 lasreinter2r~-t6', y¿onstruyÓ"co'n 'eífas _ su ~esp'ecillCi­
dª-~p-'-()l'.L": Hayque d~t¡~iiu¡~e~t~e-l;':~aried;;{y_ co;;piéjid~ae
I~~el_ ant~~ deJa ~rimera gL!erra j':ldía y el _~r()_ceso_de_ ~.im.p~if~r:.~ción
y de homogeneizaciÓn que se dio después.Se_rrat"b" d_eun pr()ble-
rp._a_~~perv~~-º(*~:, en el que había que redefi~ir.la id~.~1tidacl j~rlía,
una vez destruida el pader sacerdotal y las c9rrie[}.~es. r:nesj~!1~~.~~.Ea~
cional!gª.s. Los furiseoilJº~glº~!!9?1_e.l_ P9.9~EJ~i~.C?, ,3:~.':lmie.r:<?~. ~l
<;ºm.rºldeJsJ~t'!l,.qlJ~ §~.~º-:q~_Ümy-º.e_IL~9!"J!-º_a la Torah, con la, «Es-
critura)) corno base de su identidad. La tradición -o~~l f~e el insrru-
MAPA 4. Comunidades cristianas del siglo l. Fuente: Atlas d'Histoire de I'Ég/ise ~;-d~'~~nt~oI y'de c-n;;~cíón de una tradición, curo mayor logro
Brépols, 1990. ' es la pf!rvivencia de la identidad judía a lo largo de dos mil años.

136 137
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS 'PRIMER.AS COMUNIDADES CRISTIANAS "

2.2. La ruptura con el templo y el sacerdocio judío servaron elementos de la vieja teología en relación con el monte y la
ciudad santa, como lugares santos de peregrinación, y manruvieron
Junto a la expansión misional, que creó iglesias mixtas de judíos y la esperanza de un _mesí<J:SJ~~!?urª--4g!~"~~L~ff!1PJ2."-., H~bo...!~~~ién
gentiles, _jugó un pap~l important~ la aniquil.ación ~el poder ~_?:.cerd?~ una adaptación de laJ~_gis!ª.fióI1_.f~~J.!l.t"ªJ ante~'!"Qu.!!lavor de 1~2!!law
tal y el sll~gi_rf¡ienic; de' -un--'Ju~aís~?_ far~s~?} ,rabin~ .1'. J.a.i5=~. La ~~~ goga comO centro de.lal'ied..d~y docrrina i".dí~. El pOde: sacerdo-
tnlc-ciÓ'ñ-ael terii2lo-de~rusal~n,,~!!l~_.~_~~,~_~_ h:l,~lía, n.2_sÉI-º. 1~E9~o tal perdió definitivamente su base social, por su c~r~upclOn, su co-
un~e~cl judaísmo, sino 9..ue tuvo consecuencias para el cris- laboracionismo romano Yla ilegitimidad de las famIhas sacerdotales
tianismo. La religÍ6n judía.era esenciaimente'cti~ltual;se caracú;riza- reinantes. El bi!1().mioAe. LeyyJelTlJ'lo, dentro del COntexto de la
ba por mulrrtu(fde ~acríficiOsy:~~_t~~~~·~e-Í;tra~a en" eJ. ~nic(;-te!!!E!9 alianza ent;;;-bieg; e Israel, dejóp'a~Q.~:tt~~Q!!~~n!f~~ón ~ª-Tº-~q!?
de Jerusalén, al que peregrinaban Jos judíos del Imperio. La impor- y eI ~~bi~,;to, q~e per~iti6 l~ su_b~ig~~.9-ª.~4~ Israel com~ p~ebJo.. -
tancia del segundo templo, tras la destrucción del de Salomón, agran- Este es el contexto para' evaluaJJª-_p,Qstura 4~J~~lJstlanº-~p-
dado y enriquecido por Herodes y ampliamente descrito por Flavio 4íos, quet"probablemente, n~par!.i~~~~~.!?-~~_~.J~ __ g!leE!:~p_~~~_.~$­
Josefo (Ant. XV,11,3) era indiscutible. El santuario era e1lug'!,-f"'r manos. Muchos autores sostIenen que la ruptura entre el.C!~~~~~lS­
e.",cdencia de Dios en e! mundo (IRe 8), la clave desde la que se en- mo e Israel se debió a la doble acusación de herejía y de rraición a
tendía la primacía de Israel sobre todos los pueblos. La guerra judía 1~- p~ttf~'d~~~I~4~~~9,r:t_~~-Io~ Tti~~o;:~~"~~n<?s. }o-r-ü-ña-parte~-Iri"s'
concluyó con la destrucción del templo y en Jerusalén se instaló una t~"~dicion~s' cdstianas remitían a la crítica profética al templo, con la
legión romana. S~gQn Flavio Jos~fo, hubo una confiscación de tq~~ que sintonizaba el mismo jesús (Mc 11,15~19; Lc 24,53), que hizo
fas propied~de.?J!1días~~favo~9~LG§~<!r.J;.1 . R9s!eLimp-~J:ii\LaxÜ.qJJi w de él un lugar habitual de su enseñanza (Mt 21,23; Mc 11,35; Lc
ló-·al sacerdotal, el impuesto del templo fue int~grad~ en los tri~!:ltos 2,46), de sus curaciones y mílagros (Mt ~1,14~15) y de su confron~
al ~é~ª-~ y)()sr()!fi~!!,q~~incau~aroE_4.t71 tesoro del temeLo. Se Ilevaw tación teórica y práctica con las autorIdades (Mc 12,41-44; Mt
ron tal cantidad de metales preciosos a Roma, que, al ponerlos en cirw 2123-27·
, , Lc 1947).
, A la luz del anuncio de la resurrección cobró .
culación, bajó el valor del oro y hubo una inflación en el Imperio. fuerza una teología que anunciaba el final del templo, como signo
Israel era el pueblo elegido y consagrado por Dios, es decir, un de la superioridad de Jesús (Mt 12,6). Hubo una evolución desde las
pueblo sacerdotal en referencia a los paganos. La tribu de Leví era iniciales visitas de los judeo-cristianos al templo (Hch 2,46 w47; 3,1;
la porción elegida (el «clero») que Dios se reservó dentro de Israel, 5,12.20-25; 21,26; 22,17) al distanciamiento final a causa de. la. crí-
y las grandes familias sacerdotales se .referían al sacerdocio de Aarón tica de helenistas y grupos afines, que anunciaban su fmal defmltlvo
para legitimar su poder. A su vez, el templo, como lugar de Dios en (Mc 11,15-19; 13,1-14; Mt 21,12-17; 23,34-38; 24,1-2; Jn 2,13-
la tierra (Mr 12,5-6; 21,12-14; Lc 2,27.37; 18,10; Hch 21,26-30) 22; 4,19-26; Hch 7,48-50). .
era el centro de la vida cultual judra y la base del comercio y la eco- Hubo una s'!l"'ra-,"~n del templ~_en favor de la comUnidad.
nomía, así como un elemento de indudable influencia política. Las C.~ig9_Uu Iglesia er~<!º"~I __!1l:levo lugar de ~resencla dl~m~ en el
fatnílias sacerdotales, el)frentadas entre sí y controladas por el go- mundo. Dios estaba pres~!l~_~!! el nuevo templo comUnItario <Mt
b(e~ño romano~_ 'tenfañ_ llñ-gran_dorrilñI?-so0I:e eJpueblo IJor sus fun- 18,20; 28,20; ICor 3,16-17kenunalí,!"".ya.J!P!lnrada por las co-
~ion_es_§agra"d~;,Jºd~~4~p~E~i~!1~is-_~t?rc-~1"t?~r~~r~i~p}~,~'-~~S~~?w munidades de QlllTlrán (lQS 8,7; Hch 2,13; 2Cor 6,16-17) y cercana
rrientes proféticas fueron muy críticas con el templo, el culto y los ~- 1.iS"criticas'-de los samaritanos al templo de Jerusalél! Un 4,21-26).
sacerdotes, resaltando la ética e interiorizando a la religión, que es lo Esta interpretación sirvió t~_I?1_~~!! ..P.~E~_~~~_~.~_~igt:l}fi~~d? t!:.<2!?_S.~f~
que también hizo el cristianismo posterior (Mt 9,13; 12,7; 15,4-9). a la destrucdón del templo. El acontec~I!.l~~~.~?~s: ~~?,:~5~-'?_~.1~~~,
f'.I cambio de una religión del templo a otra sólo del Libro, del
gobierno sacerdotal al de laicos (fariseos y rabinos), del culto sacri-
no ·sabem-os-srco.m"o-P;:op7;e"t!a=:~x.,:~,.1)~~~~. 9 .,4~J?iª_'?.~_~~_~.~~nte
J~sús había previsto su dest,ucción final ll\;!S.I3,2; Mt 26'§J.dll._.
flciªI"",-ªL!l}Qnº-R.9JLq__ 4.~J~_~.i!l:~'!, transformó la identidad judí~. 2J12;J:lch 6,13-14l~~~c1amÓqueJe.s.ú~E.'lbía anunCIado su re-
Hubo una auténrica re-fundación de! Ludaísmo, gracias a la cual 10- construcción a los tres días (Mc 1'1,58; Mt 26,61; Jn 2J.2ly~!a
gró sO¡;I~evivir_"_e~-·~n_mp~iJQJ.Q.rr"HV!º! Después de-laguerra se con- res.urr..ección confirmabuue su cuerpo era el nuevo templo. No

138
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMEP.AS COMUNIDADES CRiSTIANAS

sólo se -eresentaha a Jesús como un profeta crítico sino también intrajud[o. Ésta fue una de las causas del enfrentamiento entre am-
como el nuevoJeférente de lal'resencia divina en el mundo. De esta bas comunidades, del linchamiento de Esteban (Hch 7,54-60), de la
forma se radicaliza¡'iJ~c¡:¡!ic'!.p:rofé[ícay se dába un n;¡~'é2 én[asis persecución de sus seguidores helenistas (Hch 8,1-5.14; 9,1-2.26-
~ la trascen4e,~~_~ª_ºiyiqa,_hacjeT!-do ckl;Lcruz el centro de la revela~ 31) Y de la hostilidad contra Pablo.
cióJl._._~ª__C;-º_~!!I}!g~ se veía comQ..nuevo lug!!L4Uª-Rre~ncia_de EL~rigianismo proc~dió también a una desacr-ª,1!~Q9j1~g~J9S
Dios (Mt18,18-20; 24,1-2.30-31; 28,20). Los cristianos unieron las cultos y sarm!ªr.Í"spagall(l.siHch 12"2'1:.29 .34c35J~!"L~~uSi'-n:!9yJª
críticas proféticasariemploy las.dell11i!.llloJes~,J1a.cl"-,,doJl."k.co- eucaristía fueron las nuevas marcas de identi~~L<;!i~~iªn~L@1ºM.
munidad la altert;tativa al ~eII?-p!,()-.4~_~~~uido. Combinaban así la cr7~i­ remitie¡¡d-º-,,-lHIJlZ de <Bst~{MClO,39;· Mt 20,22-23), de la que
_c;ª--Yl~ologética, para def~ºder gge el cristta.J.1~~_~Lhe;lede­ deducí';' una nueva for-;"a de entender el culto, el templo y el sacer-
ro.<k.IltJ!!s!"ria.sagra<laju.día . docio. D~_los sa~ºfic.t~_p:a_~j.!:!I..!!es ~.P.~Q.~ Uf! nuev~.~ul!~~~i~_~~
Dentro del cristianismo había diversas tradiciones respecto a Is- cial,---ª~¡gnir cl~_1~~iI1t~JPJet<l.c;:i9.n sa~rJfu:J.al d~_t<!._~~~~t;_,_4~_~!t~~9
rael. En cualquier caso, la destrucción del templo fue vista corno el (ICor 5,7; Rom 3,25; 5,6.9; 1]n 2,22; 4,10; Heb 9,11-15.23.25-28;
final de una época salvífica (Mt 27,51-54; Hch 7,41-50). A partir de 13,11-12). La idea ¡oánica de que Cristo es e! cordero de Dio,,-as[
ella se iniciaba otra en la que el cuerpo resucitado de Jesús sustituía como la interpreta~ióf! sl:!criticial de la muerte 4.~J~~~~cil~r~~.!1:I­
al templo y su vida marcaba un nuevo modelo de culto y sacerdocio p_e.rjtct9D:"skJª,.f<?~c:epcl<?'!!jl:!~J~. No sólo se criticó el culto y el sa-
Un 4,21-24; 6,62-63).Lamuertesl~1~sús era e! nuevo sacrificio g.t¡.e cerdocio, como los profetas anteriores, sino que cambió la misma
anulaba.alos ot.r.o~LsielldoJe.s~.,,1 nuevo sacerdote, que con su vida idea sobre lo sacerdotal. Se puso el énfasis en el culto de personas
ína~gt!~~~a .u.t:Ia n~:_va forma de relación, con Dios. La misma pre- que hacían del seguimiento y la solidaridad con los demás la base de
sencia de judeo-cristianos Iiroceaentes"Cle"Samaría favoreció esta con- su relación con Dios (Rom 12,1-2; 15,16; Flp 2,17; 4,18; Heb 12,3-
cepción, que atacaba el núcleo de las prerrogativas de los hebreos y 4). Esto se vio como un nuevo culto, en espíritu y verdad Un 2,19-
dentro de ellas al poder sacerdotal. El cristianism~_ se unió a las co- 22; 4,21-24; 1Pe 2,5), centrado en el bautismo y en la eucaristía Gn
rrie:nt~$_ prpf~ticas,Y críticas del ju~ísmo, desde il~a -crisrologiZadÓn 3,5; 6,51~55; 19,34-55), que remitían al significado martirial de la
d~lx~ino eJe, Di-ºs, de~_t<:~pl.Q¡,~~ulto y...el sacerd9~.JÚ!e permidó vida de Jesús (Ap 5,8-14; 21,22-27). En este contexto, cobró una es·
distanciarse de las conc~ciones anteriores. pecial importancia la liturgia de la palabra, que recogía textos del
Il!ic:i,<!l.mel!t~ el cristia~fsmo sgrghroo;;:;o- una religión sin tem- Antiguo Testamento, de la vida de Jesús y los comentarios de los
plos,sieJ1(loJas casas los lugares de reunió!LLc!~.-"ulto lJ:lcldQ,22- grandes apóstoles y personalidades cristianas.
23 ;_U,:lcU:J4; t6,l.5.. J1032;1J,.5:Z;J8-,Z:11j_~g, 7-Si...I<{)m.. 16;5; Surgió así un movimiento paralelo a la sinagoga, c0I!.._~_g _~~~_yo
lCor 1,16; 16,19; Col 4,15), h~t,!bietl aY~tl~~~o."Lsigl<;>!I"Fu.<Uam­ cJ¿~!Pº., 4~ ,escr!!2§ fun4~~qnalesLq1!~JL~~~~Q~!!.~on A~~_ :t'J~~o
~i_~!1_~_~a_.!~~igiº~ de Iaicos~_ aunqu~ hubierª ,ªrgq$ _y, furH:;¡Q'Re~J __y~e Testament()~~ralel() a 10~<!eljudafs.1l1g--ª,UL!2:~º}L.l'.COIl1Q
desarrolló en uºa _línea ,co_n"'-~Fg~}!·.~_~_ c<?n. ..~Ug~.M~rt:l.o_.~~ ,1~ 2.o~J~_e;.rra base de una nueva liturgia. La Biblia cristiana .~e formó ~_~!1J9_s._t_e~­
e~ IOIeferente a laall~".'!.cia de .ll.!LRo.der sacerdotal. Las igksi;lS-'lo- tOS judiOS;·namados Antiguo Testamento, ylos del cristianismo pri-
méstic~ .fu~ron la alternativa cr~riana a las _sina~Qgas del judaísmo, mitfvo~ Nuevo Testameilto,' ainhos- eiig1.2~_a(fo-s ·oa¡OJa-Jª-~~_..4e ora
poniendo el acento en las relaciones interpersonales comunítar"ias, afIanza-enrre-QI~~~_y_~.~blo. A esto se añade la importancia del
más qU,e e? un espacio geográfico dado. Esta interpretación t~~!?,&í­ nuevo sacerdocio, que ya no consistía en una consagración ritual
'ª' radlcahzad-ªp'or Esteban y Pablo, portavoces de las corrientes he-
le.I!ista Y-----Eentil ddi~cr2.Iente-·crlstian1Smo,atacaba-frontalniente al
como la tradicional judía, que segregaba a una casta sacerdotal y la
separaba del pueblo, sino en una forma de vida solidaria común con
judaíSITI.Ql.'p~Q.cJ~~!;!cLoj!!._~.i~f~e en Tahisronades-a:[vacTónj;-ra-su- los demás, desde la que se entendió el mismo sacerdocio de Jesús,
p~rioridad de lªª- nu_evas comu_nida4escr"istEin'as. NoSólo ~c~al:réaban En el Antiguo Testamento y en el judaísmo posterior hay una amplia
al sacerdocio y al¿uito judh;; ~ecTentes~c(;mo- hacían los fariseos y teolog[a de Israe! como pueblo sacerdota! (Ex 19,6), como media-
rabinos tras la guerra, sino que cuestionaban fa misma instauración dor, en el marco de la alianza entre Dios y la humanidad. Moisés era
del templo salomónico y la existencia de un sacerdocio consagrado el legislador por excelencia de las funciones sacerdotales (Ex 24,4-11;
.':i
JUAN. ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

40,29-31) Y había una segregación de la tribu de Leví (Nm 3,1-4.6- La novedad respecto a las corrientes críticas judías era que ya no
13.49) Y de familias sacerdotales, vinculadas a Aarón (Ex 29 ,1-37', había mediadores ni sacerdotes dentro de la comunidad, ni siquiera
Lv 6,8), que era el prototipo del sacerdocio. Podemos hablar, por inicialmente una consagración sacerdotal aparte de la del bautismo.
tanto, de un pueblo sacerdotal y, dentro de Israel, de una tribu y fa- Asumieron el papel sacerdotal de Israel, en el conjunto de las nacio-
milias sacerdotales, segregadas del resto del pueblo. nes, reclamándolo para sí, pero añadieron además un sacerdocio
Las tradiciones hebreas sobre el sacerdocio tienen su núcleo en igualitario para todos, en el que no había lugar a los privilegios de
el libro del Levítico, documento que recoge la legislación de distin- los levitas y de las familias sacerdotales. Esta tendencia era diferen-
tas épocas y determina con minuciosidad las leyes, funciones obli- te pero convergente respecto del judaísmo de finales de siglo. Una
gaciones y derechos del sacerdocio dentro de Israel. De ahí 'el ca- diferencia fundamental estaba en la distancia crítica respecto del
rácter asimétrico y segregado del sacerdocio judío (Dt 33,8-11), con mismo sacerdocio mosaico, al que se consideraba superado. Ya no
personas s~gradas (Lv 9,3; 21,1-24) Yconsagradas (Ex 29,1-37), con había expectativas acerca de una restauración del sacerdocio intra-
competencIas exclusivas en lo que concierne a la relación con Dios. judío, porque no esperaban al mesías ..~(:-ºIJ:?i9.e.riºª-x:u!..l~sús el me-
El "p~ntífice» es e~ que tiende el puente entre Dios y los hombres y sías, el cual n.9.-!ino _P.~-ª_.~c:~~~.r~~_~J}~g~mo ~~~!pocio, ~!1J.l:!g.ar
en la epoca de Jesus dommaban un colegio de familias sacerdotales d_el~S.Q~.rompidas familias sacerdot~J~L~ino~~Q!irlo en favor del
entre las que destacaban Ananías y su yerno Caifás. A esos pontffi~ i~~li.~ª.~.~fl12~~~~!.Q~º~.. .1º.~..~J~m,~.~9..?_g.~ !~_~2QI.!1J11~ad!._~9moJesús
ces se alude 62 veces en los evangelios y en el Nuevo Testamento. El e!.a el me~dorJ!.l:!!!Lc:,!?.!!:.~-ºj_~.~J': los hombres, no hacían falta, más
cambio se produjo tras la guerra, asumiendo los rabinos el liderazgo p~~t~f!~es (puentes), sino g~C!:__t~~9ii~~~!1 acceso a Dios porgüees---
del pueblo y presentándose Como sucesores de Moisés y los profe- taban ungidos por el Espíritu (lIn 2,1.20.27).
tas. La literatura rabínica posterior acusó a los sacerdotes de la des- A partir de ahí, el sacerdocio se aplicó a todos sus seguidores, in-
trucción .del templ~, de avaricia y explotación del pueblo y de in- tegrándose en el marco del seguimiento de Jesús. La Iglesia postpas-
terpretaCIOnes abusIvas de la Escritura. El judaísmo se transformó en cual se consideraba toda ella sacerdotal (1Pe 2,5.9; Ap 1,6; 5,10;
una religión de laicos, con liderazgo de los jefes de familia patriarca- 20,6; 21,22). En los escritos del Nuevo Testamento no hay sacerdo-
tes segregados consagrados a Dios, sino que toda la comunidad era
les y rabinos. Mantuvieron la idea del carácter sacerdotal de Israel ¡I
en el conjunto de las naciones, pero se perdió la tradición cultual le~ laica y sacerdotal al mismo tiempo, siendo el bautismo la consagra-
vítica y sacerdotal, hasta la restauración final de templo, sacerdocio ción cristiana por antonomasia. El sacerdocio se entendía como una
y culto con la llegada del mesías. forma de relación entre Dios y los hombres, en la que predomina-
Los cristianos hicieron de la necesidad virtud. Jesús de Nazaret ban los aspectos éticos y existenciales, no los cultuales y sagrados.
era u~ !aico, sin particip~ción en el sacerdocio judío (Heb 7,13~14) ~~~.o ~~!~ie~~o ~omunitario, carismátic()"y laico, no había tem-
y muno profanamente, Sin consagración alguna (Heb 11,26; 13,12- p!.os .Ili..sa"c.I!!4º~~s; pqrque-Ia:--C-o-muñíaaa '-era -ambas-co.sas.-lOaos
13) . .Lo nuevo de Jesú~.~xa.m~~tihd~-'i.ida(Heb 2 14-16) stLSuli- eran sacerdotes, per().tI.?_~"¡'ía-".i[lg~.tI carg()_~.iÉ.ignklad_sj~erdotal .
daridad.}' semej~n~~."-Q!!J~l!Q~brc;.utIeº-2~:1.Liz-lll;.Ú~J 6)" d_~,ntro de la comunida4.. El sacerdocio universal de Israel respecto a
en contraste conla distanciupriyilegigs .gueelijgfu&Lliero hebreo. la~_!1acione!,_,lo. r~~t<!.l!!..~"~~a~,a..!í los cristianos, pero sin la asime~
tü~. d~~ª"g.r4otes y.J~J.~.9s. . ~--~~~-
L9S. crj§rjanos veí~!!~Jesús somo el nuevo hombre, car;;;~i~~do
P_?!:J-ª-C$l~<!~íª_~1fi~~,~..fi-ªL~Q.J~l. t~ deITl~ desde l~ que se hizo juez ~tas .caract~rísticas, ,!~cirtiliíaron::"j:;"rOgreSíV~mente ·(fesd"CJa
eJmer~eSOL atlte.IJ1Q1.(tleb 8LY,,_t!.o_b~.b.raJaAign.idad sacerdotal de seg~rida~ª~#el:'siglo'-,:Ii~:C;plic~n e.l rechazo que inicialmente pr~~
un ca~go,_.~ino de una vi~~E.,!~;:l~e :?inc~dían ~-a:.crdot~~y';kti~-a dujet:91":1)9~. ~~~E~<:l.nos tanto en los ,judíOs como enüe-lOsCííiCIi"d.iiiOS
(Heb 7,24-27; 5,9). Lo que los cristianos plantearon fue un estilo de del Imperio romano:S';-íes-acusálJádeateos;,Fgeñte sm relIglon y
vida. __a.LquJ! -.g~ªQmh"lª!9ª _ $.~.~~J.dº-~~~Lg~~J~~ no se basaba en una de impíos p~e5:i.~amente?or la ruptii~a'-qu'e ·presentáb"an"co'ñ'láS··tta-
C;,oI}sa~.~~~tin,. ªp.~rte1.!1.i_.e_Il_ L~ ,E.~n,~nencia a unacOIectTvida(rsegre~­ diciones.religi"sas·de.Jaép(,ca. Aparti¡-de-a1ií!1ayqueexp[ícar el
gada ..ELsacerdocio dejó de ser una dignidad y se transformó en una pr.p$resivo proceso 4.~_,~~¡;:~~lj.~~~ión, sacerdot;¡tlizacróñy-·reJiidruZa~
forma de ser y de vivir que afectaba a todos. ció.n q!IJ~,,$e,..qfo, enJa_-'Q11JulJiga,d ~_ris'tía~?~.J~~p~Q~"ºiJiSQ!i1uni(faa

143
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

~_JQLminiªtrQs, ..s~_t;;re_º,JHL¡;:lc;ro y~~~ªj~xa,rg~~ª_ ,n---º_~91.9.~ dife_~~~n_¡;.ia~ glarnentaciones y prescripciones de las alltoEi.~des {Mc 7,1-30), Se
da,.4~l~_~9~u~_~~~.~in~, en Ja p~~~FaLsup~rior.a ~sta, y se . .a:cll~ movía entre una ética del amor y la justicia para evaluar la Ley (Mt
mularonprivilegios y funciones en analogía al sacerdocio judíoiia- 5,17-20; 7,12); la crítica a la ley mosaica desde su propia autoridad
gan~ _d~L11I1peri~. De~de ~L~!g!? JI se nota una creciente tendencia a (Mt 5,21-48) y el rechazo de leyes como las del sábado (Me 2,23-
tomar el Antiguo Testamento co_mo refe_rel1~ia inspira~ora y a sacer- 28; 3,1-6) o las purificaciones (Mc 1,41; 5,41; 7,1-23), siempre en
dotalizar a los cargos. La evoluci~n c6"nsisrÍó-en -u..riªRéiffiai"~~~º-n­ clave humanisra y liberal. Jl1.49ble ma.!ld.'!..IIli~ro .4llill!º-L~'" ~lcri­
teniq9§_~:t~1 carácteLsaª_q;lq.t.ªLº~L!QºQ~!Q~ cristiaf.los. Perdió P!..~~~ terio último para evaluar la Ley(Jv[c J~,28-3_±i.M"-?,-1.:2i~~,3§:40;
gQnismo la cQmunidad ~_lL~U conjunto. y los laicos en E¡;:ticular. eIl.. Lc 10,25-29). Lo que le distingue más de otros críticos judíos de la
favor de una cr.~f:ient~ sa_c!!r_d~t~H?-_ª,si9n d~º--s mtº-~~_~~I!~S-ªsia V_t;Z Ley esl.lconcrencia de su autoridad y supremacía respecto del mis-
máÜI1f1ui<louorlosrnodelos del Antiguo IestaJUeIlto Lddas reU- mo Moisés y la legislación judía basada en las Escrituras.
gioI!~i_4.eIJmp.~ríq.~"J.a~<J.!ig!n~.li_4_~~ .Y_ e~p'e<;:!n~i(ta.¡j ,,9-c::L~r.i?~_iaI!isrqo La Ley, que expresa la voluntad salvífica de Dios, se había con-
pr,~~_itiv~J~e_AH~ré_~~,o~e Eon~1_p~9 4~.1, ~ien~po, imponiéf!..dp~~~.!!a vertido en un instrumento de opresión del pueblo por parte de las
inculturación Que. le hi.ZO. c.ot.iligl!.~ª!'..~~_~."a_4ª..Y~~_~_r:n.A_~_,cº~s~. u.I1~ __ r:eH- autoridades. La proclamación jesuana del reinado de Dios exigía
gión parangonable a las otras del Imperio, y sobre todo al monotefs- una transformación de la Ley, tanto de prescripciones del Antiguo
- ------------------- ---------- ..
I mpjudío~_--------
Testamento como las interpretaciones rigoristas de su época. Lo pri-
mero es lo que más escandalizó, el oponer su autoridad a mandatos
Cuanto más se sacerdotalizaba a 1Ft jerarquía, más laica se volvía
la comunidad. El dualismo de consagrados y profanos comenzó a de las Escrituras, mientras que en Jo segundo estaba cercano a las
equipararse con el de clero y laicos, y las ideas de consagración, se· tradiciones liberales y reformistas intrajudías. El evangelio de Ma-
gregación y superioridad configuraron una nueva teología de los mi- t~oJ que procede de una coml!.~jdad judeo-cristiana, es el que más
nisterios. Este largo proceso forma parte de la helenización del cris- refieveda-afa:-éritica ¡esu"".a de la L~L~!l-".9.tle.-!!()_~¡:)gsiQkA.<ii­
tianismo, de su inculturación y de una creciente rejudaización, sobre mitar con claridad su propia d.~~~~c~i~_J q~~.~?.J~__gl:1_~_~9!!:!:~p<?~de
rodo desde la segunda mitad del siglo 111. El cristianismo luchó con- arinismo~jesÓs~Mate'o -es un t~~dkionalista~~-':l_~<?_~!!"aposi~~q,~_ ªlª-
tra los judíos pero se apropió de sus escrituras, tradiciones e institu- bIo y al cristianismo pro-gentil gue E!:~~I!t!ia_.~l1_1?!~_~l~~_t:y~ro
ciones. La apologética defensiva era una cara del frente antijudío, la iam~ién un liberal ref~~m_ador_!e_se~s:~_~J~...f~~~~.~~~~,,~,~gt?,~~st_~j':l.­
otra consistía en asimilar sus influencias porque se consideraban sus días:-En'r:ealidad pretendía una vía intermedia entre la mera ~onser­
herederos. ~1_Amjgp._º--.Te_§~11l~ntº...Y_l~?__~~fU~j.9J1~~. j~.~ías . s~JY~f!.rQn vadón .g~~'I~_~~_~Y·y_ sll sup·~ración:-,
de modelo..!.Y_~ªere!!~~~J'_~~~ el pE.~eso creciente de institucionali- .La pqstura de Je~ús, qu~ cOI1!-bin'!.la._~!!tica ~chazq.Easán­
~ac:i~n..Y_~c~~t~J!~!l_cic?n ,de_ la_~_.c-º_mlJnTaaaes~cristianas. Esa-hei:eñCia dose en su autorida,d _~\.lp~riorJ ~~_.~ºIJ_yh~t~º.2JJ...~.~Pt;fª-~~~~<!"'p~rtir 4e
se ha mantenido.hastahoy._- .--- - ------~~-- Pablo. Ya no se trataba sólo de criticar la LeY_~Il tl"".lí,,~aé.t.~ca,)!~e­
r:alé..fnteriorista, sino de eliminarla. El problema de las relaciones en-
2.3. Los cambios en la interpretación de la Ley tre Jesús y Pablo es tan viejo como el cristianismo, así como la acu-
sación de que fue él, y no Jesús, el verdadero fundador de la nueva
La Ley es. iunto~ªJ..$~r;~Ld_os:i.Q'y ,~1.9:~!~o---,_J!..I1ºA~Jo~.~!.~,m~.ntº~u~n_los religión. Es decir, si Jesús es un liberal judío que se opuso a la inter-
9..':le ,el cristianismo tomó djstancia del jud--ªÍsmp,-Pentt:'9_ de Isrª~Lhª.-::_ pretación rigorista de la Ley, Pablo es un revolucionario porque que-
bÍ".-.ilis;Lnt~_",.rlientesJesp~ct9..cI~Jª_"-l.-~y,, (Mt 5,17-18; 7,12; ría abolirla del todo. Él fU!Ull!l~~Jkv§asus_ últim_as "onse~~e.n"iasla
11,13; 12,5), que oscilabanentre_'irigc>!1S1l1()lJaJitelalidad, agran- crítica de~l.-n.J'~_~11.valor salvíficoa la luz de la cruz, haciendo
dada por los comentarios y protegida por una enorme reglamenta- d~ esa denuncia ~lf_~_~~fº_ 4~_~~,,«~v~!1g{!!i«?_~~: ya, no_ s~. tr?tab~,_~_aI?.!...~~e
ción, Y. otrUIa9.~ci9n lilJ~rald::¡ue era más mayoritaria en el judaís- un cumpUmi~nto de las Il91mª.$,_qll~_~~_,~y~.Iabª t;º!!1ºj!p-.2_osi~t~_para
mo de la diáspora. Jesús se situó en la corriente reformista y liberal, ell)ombre, cuaIlto de (!sforzars~ por:, el a~9~_'!-~P!~E~'.?1_,,:~!l!.~~~!a
r~lativizando la Ley en (un-c1óñ-deThomI;re~(Mc2J7-3,6)';-critícan­ gracia gratuita de Qi9~. Pablo buscaba superar la conciencia satisfe-
, durez~4~_!'~j!l.!~p..!_~~.~~~~_n_qn~!.~1y'g~~_~~~,~ian~_~~ic·h...as r~--
dqla cha por el deber cumplido, y con ella las exigencias en virtud de la
JUAN ANTONIO ESTRADA
LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

obediencia a la Ley. Su alternativa era la autonomía y creatividad de


la co~ciencia que discierne, cuya única Leyes el amor y la confianza nida por la Escrirura y adaptada desde la tradíción oral, que permi-
~n DIos. Est~ nuevo esquema teológico no sólo rompía con el lega- tía una relativa flexibilidad dentro de un marco unitario común.
hsmo mayontario de la tradición judía, sino con la misma Ley. Pablo !Uvo 'l.u_"-.'i~end.",~()ntraj_os judeo-cristianos 9!'e criti-
Pablo fu.e_ el~r"n_.aEósEoJ de losge!ltilesL~Lque_~Jc!l!1!ly_ó_en caba~~~pgstol!':.49_..Y._~_~_~EK~~!~ .~~~!"e 1~_.Ley. Represent~r;la
más extremosa del cristianismo en su distancia'miento de las tradi-
la ~rg~!!l.zacl~n 4~I...~~1.~t~a~u~!!1oL.s_o~_re_~2.4o .P~~_~.Eº.E!!.~ridaciY eH-
cacl~_~~~l!_s_5_<-1:rta~ .. Tam~i~~.el q':l.~ más contribuyó a los cambios ci~nes judías. ~~J!!~~_9~~ fue.r.~ J~.~~~~gU.i,~.(LP"~_~,?~~díos~_que
te?lógicos en favor de una nueva idelitI4aJrrej;lili.aJ;;]u-día. Dela y'eIan en él un reneg~do,J-'p.(Jr IO.~U~~_~_~-.c.ri~~j~~º~" .q~.g!Jt;jl_cus~p_an
mIsm~ forma que la carta a los Hebreos anuncia la supera~iÓn del .de_.~adical. Sus..~~t~nt?!~:_~~~~,r_t:.~~!..l.9..Eido J. aceptado fracasaron en
culto Judío, Pablo proclamó e! final de la Ley (Rom 7,10-14.22; parte,~m()J).':u_,,-ba"sll-,,-ul'!Ura con Pedro X ªernab~ (GáI2, 1}-=.14),
9,4), a la que contr~p.uso el evangelio (2eor 5,15-17; Rom 6,1-23; la subordinación con gue lo Rtesen_,ª,~.llil¡JQ_dd~l:léc!i.~s-r~.!pec­
7,4-6; 8,3-10). El reglmen de la Ley contrasta con el de la gracia, y to de la iglesia de J_<:Eusalén (H,,~.I',!L~2.30]_~J' deXedro_ll:!ch
procl.am~ la lIbertad respecto del sometimiento a las normas. De la 15,14.19), y la defensa que tuvo que h~cer de sí mismo contra los
obedIencIa a la Ley pasó al·discernimiento de la propia conciencia q:I:_.lo degradaban a mero apóstol delegado de las iglesias (R<?m
(1Co~ 4,4? leor 1,12; 5,11; Rom 2,14-16; 9,1; 13,5), a partir de la 1'§:'17; 2Cor 8,23; Flp 2,2~). .,.
expenencla del .espíritu (Gál 6,1-5; 1Tes 5,19-22). La Ley remite a Los conflictos de autoridad existentes, las divergencias en torno
~~..!~fan~l_a eSpIritual, a la necesidad de directrice.!il.ue guíen la con- a la Ley, las resistencias iniciales a la misión de los paganos y las dis-
d~cta h!lm<:l:q?;,_-t!l~Jl!ms _q~Crj.?12J!!!~J~J~.bertadJ el ESEí;itu i~s­ tintas teologías acerca del sacerdocio. el culto y el templo muestran
pita ala COnCle}lcia ~13,23-25; 4,1-11.21-3}; 5,i).Uñá·~;;lig¡Ón la falta de planificación del cristianismo:..No se trata de un plan que
4~J~1~~.~~~~si C?~g~~~_~~ otr~~~J~Q~edienda a la Ley fue el es- P~~.~~.. ~~.J~~~~.J·~._9!1~.~nrin.úen sus sucesore~-, sino de un proceso
quema revOI~CI0l1.<l~1?_. q1!~__ ad~pXºS.Q.D_t_r-ªJª-ríseQ§J. rabinoi. judíos. a~i_~.~~"o., .~t.: . intera~~ió~_~Q~·U~r<aeLy con el Imperio romano. Las cir-
Esta alternativa eXIgIa comumdades fuertes, con vinculaciones in- cunstancias provocaron un distanciamiento creciente del cristianis-
terpers~naIes y protagonismo carismático. E-LI2roceso institucionali- mo respecto de sus raíces judías y la consiguiente reflexión teológi-
ca y crítica, no sin graves tensiones internas. No había una autoridad
zant~JeráLqJ.!!~O ~9!g~~J~,. 9-~~~5!,~.~cia Ae..~..c_t?~~.I!iA~~~, Y5Qn '~íTa
<k.l~ libertad y el discermmtento en favor de la autoridad y los ma-n- indiscutible a la que todos se remitieran, ni un cuerpo de escritos ca-
nónicos consensuados, 'ni tampoco unas estructuras organizatívas y
<l_~ml~nt~s~.!,.l futuro no estaba a favor de Pablo. - - - - - - - -
«El hombre no se just¡fi¿ap~~-Táso¡;~as-de'la Ley, sino por la fe sacramentales que generaran identidad y dieran especificidad. La
en Jesu.crIsto» (Gál 2,16; Rom 3,20), el evangelio de la graruidad de muerte del fundador, probablemente imprevista por repentina, 'dejó
la gracIa desplaza al del cumplimiento de los mandamientos e! ré- a las comunidade~ en una situación de indigencia instirucional, teo-
gimen de la conciencia se antepone al de la obediencia. E5t~ línea lógica y práctica. Esta fue la causa de las tensiones internas y las con-
paulina cont.¡;:~t?-._.c:ºn la que siguió el judaísmo rabínico tras el año frontaciones externas con el judaísmo y las autoridades romanas,
sett:.nta_y' .~g!-!~!.~.~ los enfrentamientos. La concentradÓn en la Torah pero también ofrecíó la oporrunidad de una creatividad teórica y
práctica a la que debemos el cristianismo como religión mundial, di-
tra~ _ ~a. dest~~~ció~.:creI-te!.ti~!~~~!.~V?_.~_~_~~.~~!~E~~~~e~!_aCion-esp'iri~ ferenciada del árbol hebreo del que provenía.
tual y legal de los Judíos respectodelos paganos, ya queeTii1esi:¡za- ,
Je Implicaba el peligro de desaparicióri.- de fa identid"d judía en el
f!1ayo.ntar.lO ent~rn(} pagano. Los mandamientos se transformaron
desQ~_.!!!1~.p'erspectiva ~oral, en paral.elo a-ras·.~lrñiaesliele·ñlstas y 3. LAS IGLESIAS CARISMÁTICAS Y LAS PRIMERAS TEOLOGfAS
se. multiplicaron para proteger y regla~ent~!:")a=.~~~_~fficl.~d]üdía:
en un entornoyagano. La plurali~ las tradiciones del Alltlguo Los inidos de! cristianismo encajan bien en la tipología de Max We-
T~~~men:o deJ.6..paso a u~ co~centraclón en la Ley, clave de la su-
oersoI)reraaornmacIón-caríSiñátíCa;-enTa'queTodererrnmanté-es-la
p!'!Y!Y.encla_hebrea. La Ley fue el núc!eode la identiaacr¡udía, defi- vinculación con la persona del fundador, de t.al mo~o que -la a'::l!~~i­
~4 J?~.r§onal es la decisiva. Este período carismático se p-rolong6
JUAN ANTONIO ESTilADA LAS PRIMERAS COHUNIDAOES CR.ISTIANAS

más aUá de la vida d.el funda.:l%.J"'...9..tle la vivertcia deIJ:.s-!)jrinLdi- 3.1. Los primeros conceptos sobre la Iglesia
vino fue.. d~.terJI?~nªnte"para)as comunidades. Inicialmente, 105 disd·
pulos vivieron un- p~~Íod'o -d'e' enrusTasrrio-y-de exaltación espiritual, Esta dinámica se mantuvo también en las comunidades de mayoría
poniendo en primer plano la inspiración divina. Esto llevó al evan- gentil, ~o~re tod()-p.oEo~t:adelap?stol.Pabl(),.que fue~Lq ue má~o·
g.elista Lucas a escribir su evatlgelioL~!J,i~Eo.-<l~J()s_Hechos de:Jos q:mªº~,ª~_vive!lSias. La idea S!~~obre todo estol~.ª"-.l de . ~.lfl cgt;J-
Apóstoles con . e1Espíritu,de [lioscomo_eIautéIlti~l'E()t'O~nisE.."de RO social en el gue.~ muchos miembros sirvió para desarrollar una
las. nacientesco!Tlllnidades.. Ya enla ¿poqdeJe§ús apa,~"e,~U¡spí­ e_cJesiología.4~L~\l~rPQ]e CrjsW~co/r¡()~lltidid~gl<>barfºn.'m~íjlpl,,,
ritu como"lque guíaalfunda~-"rdlQ.~ólo des<ieeUIli"i".,de lavida c~r!~~~.t~<:os,. coJaborandC! tod~s .en _func~6n"de1 ~.~~P~~~9Eial, .g~.~.se
pública cOneLl:>autis!Tl() .(l,s.3 ,21-:l,l,;-.1,D.,§ino.slesd".!'Lanuncio a ideD-lifica.Qª-_J;9n .~LmA~m9.. CxIsto resucitado. Dios habita en ~ada
María (<<eIEspírituSanto bajará sobre ti.:Lcl,35,42.47).lesús es cuerpo personal (ICor 6,13~19;2Cor 5,16Lr.cQIIlU.lli';Gio.(1c;O!
eI~ombre del Espíritu yadesde los evangeliosde la irifancia.La re- 3 ,~6; 6, 15 '.l~Lg,.g),YJ,a'p~esenci"cl-,Lge~llcitadoen r11ediodela
fer~ncia al E~titÜ S.anto-.'l.o.s"Lo,e~ una{orma a.eafinlla~la inspi- comunjdad se traducía en una proliferación de carismas. Esta viven-
.de
~~cl~EAiYLl!~ .~.~~!!1~~.~tL~l~~~p_uJar, ..~.n!~~n~ada5?_~~!<:s._ a_~~o~i: cia exultante llevó a ~na comprensión comunItaria 'y asambleísta del
dades religiosas del ju~~ísmo, sino tam~ién unalorm~ de explicar la cristianismo, dándole resistencia para resistir la hosti-Udad del en-
abu~~d~.cia ~ª~,-~!smáti~os,~fetis -'y órrose-rltuSlásfas:-De-ahí la torno judío y pagano. Se tradujo también en una_ teoL~g!~~ ~~~es~
presentación lucana de-Pémecos!és·comouna- auténtIca «borrache- tión y corresponsabiJida<L~,o.d~, que dinamiz"la_~()munida~_y
ra» del Espíritu (Hch 2,4.13). Pente'costés y resurrección Son dos reforzó la conciencia de identidad y pertenencia. Muchas denomi-
mmL~~__ deJ!~tbI.~.!" .de_l.J.~_~~1ll.(),-.eye.nt9, se 'refieren a una única in- naciones evangélicaS actuales se inspiran en esta concepción edesío-
tervención divina, en la que Dios confirmó a Jesús y donó su Espíri- 16gica, tan antigua como el cristianismo, pero difícilmente manteru-
~ a sus seguidores Hn 20,21-23)" Lo que conocemos como "tIempo ble a partir de la expansión del cristianismo y los problemas nuevos
pascual» o de maniestaciones del Resucitado es la época carismáti- que se presentaron.
ca del cristianismo primitivo, diferenciada de la de Jesús. Inicial- La doble función de una reUgión de generar idemidad y cohe·
mente el cristianismo fue un movimiento carismático con autorida- sión se realizó plenamente a partir de la proliferación de carismáti-
des carismáticas como «los Doce», Jos apóstoles, Santiago, Pedro, cos que afirmaban tener experiencias de Dios. Esta idea de que el Es-
etc. Se pasó del Jesús carismático a una comunidad vivencial y en- píritu divino está presente en la comunidad potencia el valor de la
tusiasta. ~ tipología Jnici~l del cristianismo primitivo es la de caris- conciencia personal (ya que cada seguidor experimenta a Dios), la
r:nático~ iti~f!rantes, lo cual-'con-rr¿:istacon-efTuerteacento instÍtuCio- asamblea y el consenso como formas de organización eclesial, y fa~
nal que cobró en los siglos siguientes. vorece las iniciativas misioneras. La dinamicidad de esta conc~ción
El carácter carismático explica algunos de los problemas que se tiene como contraj2artida s!1..2ºJi!J~iª-II~.~L~ºñ·flictj:Y~P.C;Z!4.fª-~~~
plantearon las comunidades- tras la muerte de Jesús, ya que no esta- ter caótico, YJ.'!lª!~!l~~. disp~.!i.2.~Lq~~~Q~4~generar, p..!~~am~I!~"t:_
ban preparadas para pasar a una fase organizativa e institucional. No por la Q9ueza de Jas vivencias individuales y la escasez de ~le~.º~ºs
tenian una identidad clara respecto del judaísmo y el paganismo y jnstitu~~,C?~a.le~,:J3..~ .._1:l_I! ._~squ"eiE~._~e~C;P.~~~~~_~~_N~E~. p,~q!:leñº-~
carecían de estructuras, autoridades e instituciones claras y consti- que se rompe cuando el cuerposo5,ial se, agranda y multiplica, ¡¡S!Q.
tuidas.. ~ impro:isación C'l!:.t~ill.~º~_.~~~R[ºtº-º\gº-41.!!'.ªnJ~ un,. ti<!m- es 16 qúe le ocurrió al cristianismo., Desde ahí se puede expl_ic~.r._~l
po, ba¡o,eLentuslas!llo.deSHert.ado POrJasYivencias cktR.esucitado. proceso posterior de institucionalizaCión. . -
La idea de que la resurrección de Cristo iniciaba el tiempo final no La idea del cuerpo de c:;risto se unió a la de ~"-el cristianisIllo
sólo llevó a una cristoJogización del reino de Dios, anunciado por es el «l1ueblo,<:i~ Pios», collcept()j~dl().por ~l)()Illasia (Rom 11,1-
Jesús, sino también a un entusiasmo contagioso ante la abundancia 2), que también reivindicaron los cristiano.s para sí porque se veían
de carismas, vivencias, prodigios y signos que autentificaban a la co- como herederos de las promesas del Antiguo Testamento (lPe 2,9-
munidad, de forma análoga a los signos y milagros del profeta y me- 10; Tit 2,14; Ap 18,4; 21,3; 2eor 6,16; Rom 9,22.26). La Iglesia es
sías Jesús, el Israel de DiosJ..Gál §,16) lél:Ldescend"ncia de Abrahán (G}l, 3L291.

~.'
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS d

El «pueblo de Dios» servía para subrayar la alianza entre Dios e Is- idea de «pueblo» (laós), de la que viene el concepto de laico como
rael, y la esperanza mesiánica del pueblo elegido como centro de la forma usual de designar al cristiano, sin más especifícacíones. Estos
humanidad. Este enfoque se replanteó desde la teología del endure- dos títulos, pueblo de Dios y cuerpo de Cristo, reflejan cómo se iba
CImIento de Israel (Rom 11,25-27), porque no habían reconocido a objetivando la idea de comunidad, haciéndose un tópico de refle-
Jesús como el enviado esperado. Los cristianos reclamaban ser el xión teológica. ,Em,ergf~J~~~_cien~ia d_~.p~!!.c:.:!!.~Eer ~u..!!.'!.É..I]J~_aJg.!~-
verdadero «resto» de Israel, aunque no rechazaron definitivamente sia,Jnás allá d~J~JQ~<~L~~_~__ p~rten~~~ia. --

i~;~~~~~js~e~u~n~e~e~l~d~e~'~~~~~~~~~~~~
a Israel, cuya salvación última esperaban (Ef 2,14-16; Rom 11 26-
28). <;::9_gIenzÓ así el enfrent'!.I!!!ento teológico entre las dos enr'ida- no
d_es, amba~~.g<!~andc?-'y?:r_a_ ~~er-.Eueblo d~ Di?s. _~ sectíl, de _los
n-."~~,~~~~~_ .~~abó desJi?ándose 4.~r~~o~.c-?·Fib~~_~~YJ~~ i~stian-os~Eer­ sia es una usual' para" . a la comunidad hebrea
sl~tleron en r<:Jga~ -" D~os por la conversIón de Israel (Rom 10, 1~4) y (Ex 19,4-8; Dt 4,10.34; .9,10; 32,8-9; 135; Hch 7,38). Jamás se
~.~rar su salvaclon fm~Ll~º-m 11,7-32). Había también corrientes utilizó el concepto para designar a la jerarquía o los ministros, en
más hostiles que hablaban de ·((Ios iudi~s» como un pueblo más 'sin contra del sentido usual actual, en el que la parte, la jerarquía, se
re.~~:man¡¿i.:lS s~J'yíficas sino ~rnicas=_ Es IO_9ue ocurre en el evangeli~de identifica y apropia del todo, de la Iglesia. Es otrO exponente de la
J1l.ªPd~L q~~; m~_, ~~g.4Ü)_~_~Ee.~!!.I_~~LE~~trastc:~~Israel- J est1s. y conciencia comunitaria de los cristianos y de sus pretensiones de ser
Las relvmdlcaclones de ser verdaderos hijos de Abrah¡~-(Ro-n;- herederos de los tírulos y prerrogativas religiosas de los judíos. Es un
4,16; 8,14-17.28-30; 9,6-29; 11,28-32) agudizaron el rechazo de título cristiano definitorio, que Mateo pone anacrónicamente en boca
muchos judíos contra Pablo e hicieron fracasar los intentos de algu- ddes.l!~jM.L:(6.18;lIJ.2L1'9u".~".u~~jíza como SumÚ:¡¡,yosin más,
nas corrientes judea-cristianas de no romper con Israel. Histórica- ((la Iglesia» (Hch 5,11; 8,1.3; 9,31; 11,26, etc.), o con genittvos
mente, el cristianismo desligó etnia y religión, en favor de comuni- teológicos (Iglesia del Señor [Gál1,22; Rom 16,16; lTes 2,14]) y
d~des mi~tas, judías y .gentiles, que formaban el i(nuevo)~ pueblo de geográficos de pertenencia (lCod;2;2Cor,T,TilTeSI,1, etc.}.El
DIOS. La Idea de «Antiguo» y ~(Nuevo» Testamento deriva también hecho de que se hablara de «la Iglesia», en abstracto, indica que las
de esta edesiología, y los judíos siempre consideraron un latrocinio comunidades pensaban sobre su propia identidad. En los dos pri-
cristiano estas concepciones teológicas. Reclamaban ser los herede- meros siglos hubo una gran evolución cristo lógica y eclesiológica. Se
ros del pue~Io de DiosLfqº~~l monopolio jU~C?Lr!e prese~-t;;~~ reflexionó teológicamente sobre Jesús y su significado divino, y lue-
en_~_lJmp~!lP...!.<?_I!l:~no ~?~? el~terc:er p!leblo» (Rom 3:30; GáI3,26- go sobre la Iglesia como entidad salvífica.
2~), que supt::~a~a 1_~ __~!':::~~I?I!_e..~t~j~.i!?~ y gentiles, cIUdadanos y De la misma forma que la asamblea del pueblo judío discutía los
barbaros. Pretendían ser e~~_pueblo síntesis f, respecto de Israel el he- problemas de todos, así tíl:ll1biéll, el orden y ,la ((edificación») se con-
redero de las promesas salvíficas.· '" --- - -.. -,-.-----~~!......---. virtLeSºJ1_e.n_<;dJ~ri_Q.uif;!__ ~~¡luª~J.~n- p~~~-Ias:" érist¡anos~ -b~~~~~do li-
:gste ~niversalis~o favor<:.~ió l~~agación del cristianismo en mitar eLc",ºs_resultante de lallltlltiplicid';;¡E~iS~átirosTfCo-r
u~)~P~~~5? m~I~~~c:~,?~~1 y plural, hasta que, finaímente el crIstia- 14,26). li,_ buscaba la coorclinación entre 'CUJQ!14"des y asamblea
nIsmo a~abó. ident.ificándose"con-Ia:- soCíe-aacrrom.?_~ 'per4í~iLclo (Hch 14,23; 2Cor 8,19), y se amonestaba a ésta para_~.J>t1ald-"ra
pesoJas Jgl;s_~",,_onemal~sA!,_fuera_cI<!LLml'"rio, La expansión mi- dl,slpjj!)jLal abOl:ªa!lo§P.r"!>.lelll,,,.JICor 14,40). Estos tírulos sir-
~-1Qner~ esta relaCIonada co~ la capacidad _plural de inculturación, vieron para clarificar la _~jl del cristianismo como un cuerpo úni-
muy VIva hasta el siglo IV. Esta explica la proliferación de iglesias t;O..,_aunque existíerf!~º- di~t;rs.~.f.0muni~des,. La ruptura con el ju-
cª-da un~ c?~ su teolQ.g~~L~~5.~.I]_~~E~ión comunitaria, su liturgia y s~ daísmo reforzó el peligro de fragmentación, ante la pluralidad de
5=~~!:!,g4~~O ....~~9~!~"~_ .~~J.a._~_~!!ormidad que luego se impuso. inculturaciones en las diversas partes del Imperio romano y en el
4 eclesIOlogla d~ c0!!lu_nió~_que desarrOTIaroñesra-mascercanadel Oriente próximo. De ahí la importancia de mantener Ja unidad sin
",-odelo civil <iei'Ql1fe<ier¡¡ciQI1:.911e-éIe-;;Í1~rég¡meíi-.m¡¡:a¡.,oYh6mo: negar la pluralidad. Llevó a la teología de «Iglesia de iglesias», «co-
munidad de comunidades», ~(pueblo de pueblos», y comunidad con
g_~n~o con_..un~P5?~~~,-_~el]:!~~I __~.<?_I!_~!:g~ic?~ _C,{}.J!l0 prevalece en_ la ,ac-
Juahda<!~,"~:I carácter del cristianismo inicial se exp-~eSatarnblén"e'n-Ta plurales carismas y ministerios. El esquema eclesiológico partía del
JUAN ANTONIO ESTRADA
>
II LAS PRIHEJ\AS COMUNIDADES CRISTIANAS
,; I

I
protagonismo de la asamblea con muchos cargos, y no el dualismo
! laJnstL~ion~1i.z_i~tc:tº!!. y el con!~º-~-ª-ctivo~.g~J~j~!~_~qt:!.~!i~b_~~)as
de clero y laicos como entidades diferentes. c.º---11lli!liQª-c.i.~~~-º!1, sus p.retensi~}fles de sabi_4ur~~ L<:Q!!~~Ü~.l.!!~_I?-_~9L~~
La pel1:~º"ll!'!ª.".ul!a.c9mul!jQ¡¡4J9<;.~1 se .!'Jl'!Ílim-Q C0!lJ!!L'!.p¡;rs· origen divino, no sólo pretendían co~~letat 1~.-!"e,.~~l~.c!§!!A~!.!T!~es­
pectiva universalist<.l )' misionera, y la concepción universal llevó a la tf_O Jesús, 'sÍn-o corregirla y, a v~c~[,,"sJ!P~La,d~k_P~_,ªhL~tgmY~, P[º~
~!ttegració-ri -en'!o-io~~.~-Esta'tensi6n___ de_ ~~_~~~i!~ri~~q,.L ~I~.i~~!~a- blema doctrinal del último cuarto del siglgl,
.!!smo es_.un~ de,l~ ,c,I_2:y~~~~L~_>;!~?_~!_i~,t~~_!l~<?_~~LI~E.~E!,Q." E-<?~'!I}<?, El gnostiCismo' expe-ri~~l!.~~._~~!?~~ d_~, ,:!:uge en los~os. p:i-
ya_q~.§~,.,ajy~taba __muy._~i~,l! __~ ,~l:!~ }l!!~F.C:~~~'y_~~c:~sidades. Este ten- meros siglos ~e nuestr3; era~ }n!h~y~~do en el judaísmo y el cqstla-
so. ~8!¡jlibrio Hl'"ó.Wl1ili{n a un cristianismo plural. En él no ~ nism¡i-Tras-Ia' fielen}í~ci~~'_ae .9fi,~_~~eJ_ desde Alejanqrº, Magr!9,._ ~~~
homog~{l~.iº.~d_ ni ,llni{ormidad, __ n~ ~iqlÜ~!i:l_~rr..fg~~ti.QJ}~~_~_~~1!~!aJi!.~ presental'U'unt;;.~d;;· ía;;"a de ·la orientalización del helenismo. La
como las de las Escrituras, los ministerios y los sacramentos. Sólo se cultura helenista adquirió carácter religioso, mezclándose con el JU-
llegóau..n consenso.después·deníücllñ· tieITlP0Y:ªe Il()E0i:~ ten~· daísmo helenista (sobre rodo en Alejandría), con la astrología babi-
neª_e:.ntre Ja.s iglesias. Por eso, no se puede hablar de una eclesiología, lónica Jos cultos mistéricos, las corrientes filosóficas neoplatónicas
de una cristología y, ni siquiera, de .una antropología en los escritos y eJ cristianismo. La carta a los Efesios y a los Colosenses, de un di~­
del Nuevo Testamento." HaY,f-qD,c.~Psiones ~J!J!].k~_~!!_~IJ_~~tiº!t~~ _~e cípulo de Pablo, el evangelio joánico y apócrifos como el Eva~~e/to
fondo. tanto teóricas cOO!Q---p..!.áctic~L9!!.~_ _n~.Y~~_fQ.l!.-ª,_ .I~_qJ~_c;usi.ones de Tomás muestran su influjo en el cristianismo. Harnack defmla al
dogmáticas_po~t~r!Q~~.~ gnosticismo como un exponente de la (helenización aguda del cris-
tianismo», aunque hay un gnosticismo no cristiano y anterior a él.
3.2. La decadencia de la época can'smática En este contexto surgieron ~~~r~~~te:s. c~i~~i.an~, que fueron den un-
c~~~s CO~QJl~r.ªJ~~~~r)~. !~~si~.~~.?~i~g~n apostól~cC?! a~.nq~~ ~n
L~fase c~!:~S_!l},~<:'!._4eLqis!ianj~m.9_, m::imlriY..<2... fue ~~QL1lIl el sigloIl no había rodayfa una dehml.tacl~n clara entre OttOdoxIa y
proceso creciente d~ ~nsri~uci~r:t~Jizaci§!1_~.I~!.s~1!!ente se procedió_ a heterodoxia., Éste el··C<lS0 de _Montano, Marciól1 y Sim_Q~ el Mago
jerarq_u~zir ros-c'arism~ _P"º-L~,f9~n 5i~j~P.()rI~~c:~a..ml1:ª"J~L~ºmuni­ (Hch 8~9~-i3): fig~~as__ ,p~pufa~~s -en la_literatura gnóstica posterior,
dad ":":-«ploi haiy~e~~Q..~l!)ªJgles~'!.P_ri~eram.~rge _a_lo~ ªpóst.91~_~l..-~_!1 que muestran el.l'luralismo..sristiª,,º, la ambigüedad de las fronteras
~egundo lugar a l~s PT<?!et~_ y _en.. t~rcerº .a_lo§, m.aes.tro~,».- para, a erÍire~ortodoxia y heterodoxia, y el carácter síncretista y helemsta
continuadón, enume.r:ar funciones y distintos carismas de curación, (más que romano) del cristianismo en los dos primeros siglos.
de asistencia, de gobierno, etc. (ICor 12,28). Todos eran carismáti- A. estos problemas de idenrid.ad r_~~t?~?xia._~~órka h~ay que a~~­
cos y corresp_ons~Le~,_e!!l~~,?~_u~L4_~4~~~_~~:>Jos.. apósroles, por .su_ dir OtrOs prácticos. Cuanto más".~rec.í~ ~1.~!I~~_1~I!.1~.t~~10L~as ~eces<:lrt_o~.
relaciQn_c.onJesúsl's_u.!unción de_lide,a.zJl.o,jug"lJan un p"pel priw era un control y organización central, que m3:ntuvlera la umda~ x~a
cip~.J:..0s profetas y maestros eran las otras funciones predilectas; ya cohesión. Él tirirusias'mo carismático era poco apropiado para un
que eranTáS que mejor servían para legitimar al cristianismo, defen- m'ovimiento en expansión y con peligros de fragmentación: A~em~s.
derlo de los ataques judíos y fomentar la misión. históricamente, el cristianismo se enfrentÓ a nuevos retos inStItucIO-
Una serie de circunstancias faY()recieron.eJ. proceso de_ institu- nales tras la muerte de los apóstoles que habían conocido a Jesús.
Ci2.~aTIZaciÓIL"Pm:trn:' r~,4~~J_a.....e~ansión deI5!!sti~~!~~9_ ,e:n J~ _plu- Santiago el de Zebedeo fue asesinado en los años cuarenta (Hch
r~lidad de ~ultur~ de~I~E.~E.L~~C?~~~~~~.!!=:?-I.iz9J~._n_e~~si~~d 12,1~2), bajo Herodes Agripa. Posteriormente cayeron Pedro ~ Pa-
de u.llidadLdecohesjón..anteel peligro de fragrtlenq<:lQn, .Aesto blo, probablemente bajo el reinado de Nerón, y también Santiago,
hay gue añadir el inevitable sincretistn0 entre_ las _corrientes filosófi- el hermano del Señor, que presidía la iglesia de Jerusalén, quizás ha-
casy r~¡¡giosasdenm¡;er¡o y él crisdanismo.- La idea de presentar al cia el 62. La de~-ª-p;gt'2!º~.prog~e~iva d~ _!~~tig()s__ y ~p§srole~ d: Je-
cristianismo como la (verdadera. filosofía» Jo hacía vulnerable a los sús planteó el problema de la suces~§.!1~g_~~ªH_c~Ll~ c.qptlpmdad
ataques de las escuelas filosóficas y a la irrupción de doctrinas hele- doctrinal.
nistas y orientales como la gnosis. Los gnósric9cS _Sºg~fH2EY.-~JQ!Lª-I --L-asituación era cada vez más tensa: entr~ ,,~l jU~.ª",(~I1!()_.Y ~I cris~
descrédito de.s.ªris~~~~~~~.J,Er2f~r~s" ~ i~_4ir~_c_t~l!l~E.~~ ~~~.9!:~.~!~!or:t rianí_~mo?_ _ por_~A·_lado-,_~i- int~ea~.~9~r~~s~a_utprjda4e_s r?man~_s,_ p.Ot
JUAN ANTONIO ESTR.ADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CR.ISTIANAS

ot!(,:.La guerra generó ladispersión de los judíos fuera de Palestina profetas itinerantes en la Iglesia (Did. 11,1-3.7; 13,1) Y resaltaba sus
yJ.", caída de.IÜgl~s¡a C!;::F~usalén,:gue_se_ había mantenido como funciones eclesiales, litúrgicas (Did. 10,6-7;11,7) ¡'asistenciales
centro del c_rIstianismo primitivo. Al caer esalglesía;i&iTít{de-fe¡-or- (Did. 11,9,1"2). Por primera' vez,c s~ --hablÓ'"de"~st;mossacérdote-s»
todo~ia y del mantenimiento ae las tradiciones judías, se perdió para designar a personajes concretos de la comunidad, en contra de
tambIén la hegem~nía de los ju~eo-cristjanos. A partir_, de ahí, p~oli,­ la tradición anterior. Como todavía prevalecía el carisma sobre la
feraron las. e~Plll~,I?,~~~ ~~},as sinagogas y los enfrentamientos con Ínstitución, se aludía con ese término a los profetas (Did. 13,3), no a
los fari~eo: y_rabinos, _q~e asurnI"er:on - érfíderaigo"~'tras -ia'-p"rimera cargos institucionales. La evolución ínstitucionaliz.ª,º_g:_lle~º5P'~,s"igq
guerra judJa. Esto se refleja e~, .tos I1!lsmos evaI1gelíos, redactados an- la sacerdotalización ddo~ministro~~~i~d~ll'roferismo. La
tes (Marcos) o ..de~pués de I~_gu_e~ra (Má-~eo y Lt1.cas). Los sinóp.tJcos Iglesia universal surgió tras una transformación profunda del cris-
resaItan)a polemlca.,d~ Je~ús,_~~n arrtbos, grupos, proyectando en la tianismo, siendo los laicos, los carismáticos (entre ellos los profetas)
época de Jesús algunas de las controversias· de los redactoresdelos y la comunidad los grandes perdedores. "El carácter itinerante de los
eva~lo_sys.ll~omu~i~ades ~onlasautor¡(l¡icf~sjudías. El paso-a" a2Qstqles fue sustituido por los rninistroSTücaIes, que cobraron ~.ada
I~~,~_~!!l~!:~~~ se~nd~~_e!1eración cri~~~an~!~ri~~!:.~,güerraju.día~ v.ez.ITIftsJ.u~,~~aL!19 ~ir:l p~º~e~~a~,y_!ensiones intracristianas (3J~ s..,.9~
y los problemas ~eóric~_Le.rá,:ticos de una expansión misi,()~,era- ~n 10; 1Clem44J. -
u!l, _.~I?_I2-t:..~,x~o .~~~~"~l~ ._7.~e!.íca!!J,~._~i_~~~~~~-i~,~_!~~~L<?}!<.l:!._,,-I1a~í~:~qye La vitalidad del profetismo, visible en este escrito de comienzos
salyarJ~ ~,eren<;:,Ia.-,,~~~~tl~n~ cuando desaparecfOln los carísm~ticos ini- del siglo u, estaba frenada por los falsos profetas. Se buscaban crite-
ci~les y los tesrigC?s p,r~vi1egia~.~~::a~ ~ l,a p'r·ii1}ei·~,~~jJ2~~~J.~_- cimsum:~ rios de discernimiento para evaluarlos (Did. 11,8-12; 13,1-7), un ín-
asl el pas~ d~ la autorIda~, carismática a ?~~,~,_rr_':l.~~~.i~"~a~._EI p,recio dice de que había problemas con ellos. Comenzaban a escasear los
f~e-;"l!~~. p_e~41.4~, ~~}~,t~ns~~!l_ mesiánica y profética, en favo¡'-de~una profetas y para sustituirlos se eligieron obispos y diáconos que ad-
~spl.ntu.alizaclón del mensaje, y se p~ocedi6 a u-n~re-organi~aciÓn ministraran su ministerio (Did. 13,4; 15,1-2). Es decir, en la Didajé,
instItucIOnal. que fue un escrito a punto de entrar en el canon del Nuevo Testa-
,~as c:>.mu~i.~,~~~~~_E~,~~ción .E.~_~~~~, se abrieron a una teología mento, el protagonismo 10 tenían los profetas y carismáticos. Los
esplfl~uahsta. con daras adherencias gnósticas y helenistas. Tras ha~ obispos fueron sus sustitutos ante la escasez de los primeros. La esca-
~er CrIstologlzad~ la idea del reino, se pasó a la exalt¡¡ción entusi<ls- sez de carismáticos y los problemas ocasionados por los falsos profe-
ta de la comunidad, com9::s1.~~n~~Jhi-,Yª,.4HºieJjl. c:º_rÚ~tli~.d.~"ªxi;i;s,e tas favorecieron la transición hacia la institucionalización. En el siglo
,la r~s.ur~ección. J.q§ ,ap9~tole_s y p_~ofetas se ,convirtier,~~_.~n- ijli~.ras Il hay alusiones esporádicas a los profetas y se defiende la supervi-
del pasado, en los fundamentos delalglesia (Ef2,2.Q), mientras gue vencia del carisma de la profecía (Eusebio, HE V,17,4). Comenzaba
az
el acento se despl abaalaIglesi"rnisI11.a, idealizada 7xaltada: y a preocupar el ~_~~Eve profético, tanto más.._
-~--~._-~------_
cuanto- -~ue lc;s-grup-os-rí-
--~--~ --
como meradelplan..~el)ios(];:fl,2~:~;2,Ú~Ü;4,ii~ljn:;da l
~-ª _"~~_í!:I1O l!lª-!!!!!.:i.s y }!!a~E!.9.~,~"~<!~t ~~.~an .!!!!:J,~~o.~, p~~C?f~~'!.~~g!l_~JC!gl­
vez..~-º-º(a.Ra_m.~. i~pq,rtanc!a l~_!gle~ia como -enri~Ia'crco,~g realidad timªb_~n_"uJlr"t~!1si<SJ]~e estar inspirados por el Espíritu. Ante la es-
equivalente al reino prometido (Col 1;13; 2, 12.i5":zO;Ef 3,JO; 4,8- casezse.at(l<le~aJacolabruaciÓíi~de-pr()¡e¡asi¡;resbrteros (Hermas,
J,6). El entUSIasmo por la resurrección llevó a una revalorización de l'ªstQ.r,_Vis~lI!,L~9) ya-ianecesidad de ClIstinguir los buenos de los
la Iglesia en cuanto realidad celestial que formaba parte del plan di- malos (ibid., Mand. ·X¡,i7-:<);Vls~III,1,8) . . ~----~ ~--
VinO (Ef 2,5-6; Col 2,12-14). Las dificultades externas se compen- \ De esta m?-t1er:ase5a:ÍÍaalPasc) de los grupos heréticos, con pe-
s~ron con u~ vuelco mtenonsta, en sintonía con carismáticos, gnósw liKr.9 __de sofocar 1º-~~Q.a..~~.4e_~~uina~ente carisl!1ático--en las
t1Cos.y,~ntusla~tas. Surgió así un triunfalismo eclesiológico, el de una igI_esias ma.y{)rj~a!'iª~!,.P~ ,a4í la .adY~l1~n._C!!l._~..5:..~~n..Q,,~~_4.t;~Ú!.~x­
IgIesJa. Ideal, SITI mancha ni arruga (Ef 5,22-27), con repercusiones puls~r 1<1 auténtica profecía por mie,49.._~, t~J!I~~ (Ireneo, Adv. haer.
postenores. III,9,9). Sin embargo, el d~~!_!~e_.P!5?fético .~ra impara.~.te..t.~!. CO~~~
La pérdida de los carislllasJ~"-eJ~tlt,,l'prºgr~siva,yno se dio en sustitución por ministros institucionales. En el siglo 111 se afirma que
t.~;ª~~-f-artes. ·E.?7da\'J~ ,~Ji!?,!!~s,..d.~l ~~g~.9 J_L~9rnie~?,:~s:__ ª-~1~;-=!hJ"a éT número~de-josprofe¡as-hab¡a concluido (Fragmento :Vluratori
-~---~_.~~.- _.~_.. .__c:.c:c=
Drdr:zle___qJ2?,ctrllld ~!os _doce apóstoles defendía la existencia de 79). Había terminado la fase carismática y los ministros crecían en
JUAN ANTONIO ESTltADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

número, importancia y poder. En el marco de las iglesias domésti-


cas, los ministros locales, muchos de ellos anfitriones de familias
destacadas, jugaron un papel relevante en la consolidación y expan-
sión de las iglesias. La colaboración inidal entre carismáticos y car-
gos institucionales s.~ transJQ!~º~!i"_-~p~~~qi d~Jo.s-_·p-rfm~~os· por ~~;
segul!:~9~,-~aSt3:. ~~ar_ e.~. ·un m~~m9P()ltode _~stos. Es una prueba más
de que el origen de los cargos eclesiales es mucho más plural y com-
plejo de lo que se afirmó desde la segunda mitad del siglo JI, cuando
se quiso trazar una línea directa entre Cristo, los apóstoles y los mi-
nistros, 10 cual no corresponde a la historia sino a la teología.

4. UNIDAD y PLURALIDAD DE LA LITERATURA CRISTIANA:


CORRIENTES E INFLUENCIAS

La literatura cristiana del sigl{) 1 y ¡:omienzos ~~l..!~_~~jL~~_~E~_gr.an


variedad de posturas-y- co-rrientes. -PrecIsa"mente porque Jesús no
f~~~ó ~~re~~~§:<S_-~~!:E~~~~~.<s~.~,_~~~~~_~~~~ITaIg~c:~j,~~J~~~b_~".Y!1
g~an espacio para la creatividadde. Jas comunidades y los redactores
de·.los -textos al establecer.hi identicla"d y"Ils-sénafes~refe~re:nc~iales([el
crist)"anismo. ETactual canon del Nuevo Testame~to r~~¿g~'~scritos
fundacionales a los que se dio valor oficial, después de un largo pro-
ceso de evolución eclesial, dentro de la fase de' institucionalización
que siguió a la carismática. Las .~omunigªd~s .no tenían_hQmogenei-
d.a~t d9~trinatní uniformidad organi:zativa, tampoco un órgano cen-
tralizado que impusiera su propia teología. De ahí la pluralidad de

r .•
~··f
.
corrientes y escritos, así como la imprecisión inicial en la que se
movían las fronteras entre ortodoxia y heterodoxia, iglesia y secta,
, pluralidad y cisma. Desde el último cuarto del siglo ¡ comenzaron a

. establecerse criterios y pautas de orientación. una de cuyas concre-


ciones fue el canon oficial del Nuevo Testamento .
Les escrites más antig~os del canon sOIlJ-ª,L(ªfr-ª.s..P;l,.u:UD.ªs..deJQs..
attos cincuenta-----'P.rim.~~a a Tesalonic<:n~~s, primera. y segu~n.~a ca~~a a
los Corintj9sLR-Qm~no.s,. Gálatas) y comienzos de los sesenr~ .(Fi.H-
penses, fiIemón, Colosenses y Efesios, siendo estas dos últimas dis-
cutidas en q.l~~g) a. ~u autendcidad paulina, como la ~e&unda carta
a los Tesaloni,censes)~.1v!.4s .tª.rdías son las cartas p~~~e.r_ale~ 'cfito'y
primerCl y segunda a Timoteo) y la carta a los Hebreos, todas ellas
comp·uestas- en el último cuarto del siglo I por discípulos de Pablo]
!\1APA 5. Comunidades cristianas en el siglo 11. Fuente: Atlas d'Histoire de I'Église que se es.~uciaban en su autoridad. El corpus paulino, junto con los
Brépols, 1990. ' evangelios, analiz~'dos -en el capírulo anterior, son los dos grandes

156 157
JUAN ANTONIO ESTRADA lAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

bloques del Nuevo Testamento. Un papel relevante tuvo también el El robustecimiento de la jerarquía, sobre todo del obispo, se re-
libro de los Hechos de los Apóstoles, del mismo autor que el evan- flejaenl."'---"llrtas_de Igtla~i(,:cr';-:-A_Ilti()'1uía(98-:.112-), segt'-llolo obispo <-
gelio lucano, que completa la vida de Jesús con la del nacimiento de de Antíoguía, que murió bajo el reinado de TraJano. Ofrecen. una
la Iglesia. Finalmente, destaca el ({corpus joánico»), que abarca es- perspectiva general de la ,situación en ~sia M:nor'y mu:stran 19~e­
critos diversos provenientes de Asía Menor, como el evangelio de sias muy organizadas en Efe_~~-.M~g~_~~la~)~r~_J!~__~ll~.~~l!~~y _~_11!~­
autor desconocido y que puede ser obra de una escuela o grupo de _~a,y una carta a la iglesia de Roma. Son cartas. famosas por.su ep.is-
discípulos, las tres cartas joáneas (de autores distintos) y el Apoca- cop¡llisrno acendrado, ~~!?-_~_q~_~ m,:!r;!I~_,ref~,~eI}9~_~,_au~Qr~~ad_4e1
lipsis, de otro autor. Son escritos de transición de finales del siglo 1, obispo' i;~-;;-d--;;~d~'be~se a interpolaciones posteriores. Muestran los
~¡;I lo~_ql!~._~e reJ~~t~_~~!!~4~E.stianismo claramentedüerenciado lazos que comenzaban a establecerse entre las iglesias, en pleno pro~
del de lossinópricos Lelc"pus l""l~n"._ Hay también un ¡trupo de ceso de evolución de lo local a lo universal. Tuvieron una gran difu- "
cartas, las. de S~n~!,~g~~J~,~" ~-2~u,4~J~t;4t:Qy_J1!_9._e_ll,!q_ª~,_también ll~­ sión por su espiritualidad y por el-prestigio del martirio de Ignacio,
madas católicas., E.stán _escritas (lor ~~~,O!~s.,~nó~hno~__q,~_~~_~.~~E~fu.g~­ narrado en un documento que se convirtió en la primera de las «ac-
ron· en 1;1 autoridad de- los 'apóstoles y reflejan los problemas ecle- tas de mártires», lrnp~r"t~~ª~~a" 1l1:~n"o~, ~ienen la_.epístola de Bernab~,
siales -de-finales-de siglo. escrito doctrinal de- h~cia el 138 dedicado a la cristología, el bautis- '-
F~~ra-, cÍé"'los _ escritos canónicos destacan dos grand_~~ bloqlJ_e~._ mo y la lirurgia dominical, X eU!"lEmemo d¡:"pªpllllickHkrápolis,
Por un lado, 'iosesc~'itosap6~rIfus;de a~tore;d~~~o¿;~ido~'y-proce­ t~ansmitido por EusebiQ_.~e C_~s_<!~~!!, que conserva una tradición oral
dCnCíayTechas rnl!t v~ª~, entre lOS-cualesclestacañ- ios--ev'ange- sobre -jes1.1s- yteSi:iliionia la preocupación eclesial por conservar la
Hos, pero que recogen gran cantidad de cartas, hechos y apocalipsis. doctrina inicial y transmitirla a las comunidades. T~mbién tuvi~!:2n
MJ:lchos de es~~ esc::ritos_~_on de origen cristiano, pero_se caracteriz~n relevan~i"~_~~~]__ ~L!.T1artirio . de p~~~?!Po ~e~~. ~~~?'.l_(?_~_~l_~~l· c.
por_ el fuerte. influj? ?r~e~!_flI,__ .~.~.~~:__ ~~_g.!!?~!!co. Tienen uñtüerte --t?e, esta época son también el escrito de l-?e~mas, el Past~r (133), c--
acento doctrinal y esotérico y recogen gran diversidad de fuentes, tra- muy interesante para captar la organización y jerarquización de las
diciones y lugares. Muestran un cristianismo helenista, no romano, y iglesias, el proceso de colaboración, primero, y de sometimiento lue-
muy sincretista. De todos estos escritos los más importantes son El go, de los profetas a Jos ministros, y el paso de una igles~a carismá-
evangelio d"loÚjeb~:de!g;¡ÜÓJo~t.e!1"Ili(,'dragn1entos__aI;p_er:¡os tica a otra institucional. El núcleo de la obra es un sermon sobre la
del sigl()}n,y losfarnososEvangelio de Tomás y de Felipe de-ja Btera- penitencia, con ciara influencia apocalíptica, que se transmite e~
tura gnóstica descubiert~_eri NagI-Iammadl (194SrSonrrílíYJni:eie~ forma de visiones, mandamientos y comparaciones. Tanto los escri-
san tes como complemento y contrapunto a los evangelios canónicos. tos apócrifos, en su inmensa mayoría de_~unciados como hetétic~s
El 0tro gran bloque· d".J~literatura_cris!ia_n"-es__eLgu_eJl,,rn_aITlos por las iglesias de origen apostólico, como los de los padres aposto-
de IDs «padres apºsJ,º!LC;_º-~~.~_d._eJ_e"2r!!!1.~_~ª--!!1i~~.9..4_~-'-- ~iglº_lh _que ,ip:- licos del siglo I! ofrecen muchos elementos para analizar el contex-
guye J!~tu~Uº-~_--º1.1;1Y_ i~po!:~<!~t~§_c9_1}1º_ )-ª__ pü!ajé, también llamada to histórico y teológico de las comunidades cristianas. Entre las
Doctrina de los doce apóstoles. Es un escrito muy interesante para fuentes no cristianas del siglo I y primera mitad del II destacan las
captar la organización, liturgia y preceptos morales de las comuni- alusiones esporádicas del historiador Fla\'io Josefo a Cristo, a Juan
dades cristianas.deftn<!l~,s._5:1eL~~gt(~U~irvió luego de prototipo para el Bautista y"a Santiago. También tiene interés histórico el rescripto
las Constituciones y Cánones apostólicos. También _!iene interés la de Plinio el Joven al emperador Trajano, demandando instrucciones
canta de Cle~~.!!~~_,4.~ __~~ma. a _19.~"~q~,i.~~~~~~...9ue' m~estr~ los p_fO- acerca de cómO proceder con los cristianos, y la respuesta de éste.
blemas gu.e, ~~ .4c:ban en e~a comunida_d p~ulina y el esft¡erzo del au-
t-ºJ __ pOLSQnJ~!5;r .l<! C;9.!1:1unid~-._~_los·~f!l~ih~s·iros.--~~~eLerinY::E~~_~.~? Podemos hablar de forma simplificada, de tres grandes cornen M

que delimita las .colJ]pe~encias de l~ jerarquJa x.~,sp~S~g .4.~JQ~ l~il:os. tes de-¡ -crlsÚaizisnto' primltwo }' tres grandes centros aem:aaUiCión
Fue una carta que tuvo una gran autoridad en la Iglesia antigua. Dio rñ'isionera- y-re-ffe"XIÓil"reológica: )erusal~~~_{\~~~~9~,~~ _(?i:~) (~"om~~.
lugar a una segunda carta, también a los Corintios, que recoge una Naturalmente se trata -de-"es-EüeIas con rasgos específicos preCíoñ1i-
homilía crístiana hacia el año 150. nantes) aunque históricamente no hubo tradiciones puras. Todos los

15R
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

grupos denen mezclas, y plurales influjos se entrecruzan en los dis~ t:r:ient~Jnás_9.P':l,~.$t:.ª._.~!l__~~~~~!~s~º._ s_~.-_I!.?-_a!l_~.Y.9_, ~~~._e_~ _S!g!~._II,
tintos escritos. Jetusalén simboliza_~.tst!gi?.!}i§!!)gj.tL<le.o:~tjstiª!!O cQmo muestran lose~ionit~_o ELeva.nge/ip.de./os}ie/J.re!'!.,Ju con-
más conservador, el palestinense. Antíoquía, a los judeo~cristianos servaduris~~ -;;;memo dificultaba su hegemonía en las comunida-
:?t~ ~:~~~~,J9~_~elel!~s~~J:'__~~IE.~_.al crÍs~~'~1~r!iº~~i!!i<!L~I@'~J1- des, pero sus posturas influyeron en la literatura apócrifa de los si~
glos 11 y IlI.
4.1. La tradición judeo-palestinense

La primera corriente es el grupo judío palestinense, cuyo centro


neurálgico es Jerusalén, que se esforzaban en mantener la vincula~
4.2. La corriente judeo~cristiana helenista

El grupo de los helenistas es el de la mayorí"d"judi()~cl<oJ".cl~spo­


r-adelJ~p'edo-:romano) ~~~Jw_ . !1l~. Hli~rªl~.s. y.ªQj~!1Q.Lque los._p.ª-:-_
I~ -

~i~ncon Israel Lelt~mplojHch 2,46; 3,1;.5,42; 21,24kS~guían ,~~tiª¡;n~{!s. 'r~njan en Esteban, el primer mártir del cristianismoJ1L
vJe.ndo~e corno .parte mtegrante de Israel y no querían_ rompet.con pOrtaYoz y líder natural (Hch 6,5.8-10). Su teología estriba en la su-
el )UdalSmo porque defendían a Jesús como el mesías prometido a peración del cl!lto,.sl,l ten:lJlIc:u'd,lsacerdgcioj~<l12..iI:lch 7,1§})
los judíos. Insistían en la plena observáncia de la Ley (Hch 5,33-39;
15,1-5) Y defendían la circuncisión para todosros-rñiembros de la
yera!)J.a..cQ.trÍl'!lle j~ geo:cristi"!1a más. rec:~p.tiv,,_4<11'1' óstol]a"'o.
Éste los perseguía, antes de su conversión, porque los veía como ju~
¡
Iglesia (Hch 21,20·26). i\.ceptaron el paso a losg"ntilescc;;;;o un he-
cho consumado, tras la resistencia inicial (Hch lITIs 5·-eJ.1 24.
díos herejes (Hch 9,1-2), pero luego estuvo cercano a ellos y también
acusado de menosprecio del templo (Hch 24,7). ~u teología influyó
~
n
Flp 1,15~17),.pérQ se-estoiiaban-síe'~re en conse~~r t~d~ 1<LQ;si~ en Mateo, en el mismo Lucas (l.c:).4,~t.Jlc¡' 28,25-28) y tambi~n ñ
l>le del judjlÍ~l110 (Hch 15,20.29). Quizás veían a los gentiles c~;;;;; en la carta a los HeºE~9~.J. ,q~,~~~_4Jr~g~_ ªj~~e9~crjstiapQ~_ gº~ t~nfª,p \i
los prosélitos predichos por el mismo Jesús, a pesar de que éste se afto!,al!za del culto~acerdocio y tt:~pl<? j.~_d(~s., para disuadirlos de
dedicó a las ovejas de Israel (Mt 8,11; 10,5.15; 15,24). Este grupo

l
volver a la vieja fe. Es una teología influyente, que continuó en la
tenía c~q,!.!l0 lf4er a Santiago y se centraba en Ierusalén (Hch 15,20~ carta de Bernabé, la carta a Diogneto y el apologeta Arístides.
23; Gál 2,12). Pedro y Berna!>_é_~_~forzaron_gel1!P!"Jlor tener bu e- Ant!Qq!JJa e~5.2.g _~~~~.z._a ~a .ciu4~(:L~~~_de l~s helenistas. (Hch
nas.J:clru;iQm:Lcp.n.5;llQLPQuu gra!!.J!llJori,lª_c! (Hch 11;2:2:23; Gil 11,19-20.22) que~e habían_dispersad"porAsia Menor .(Hch 6,9)
2,13), ya que inicialmente Jerusalén fue la iglesia principal. 3:5ausa deJ~p~.r~"t:..~_ci§n que las.aL!to:~idades judías lanzaron contr_a
Esta pOS_tl!Iaj!1ft~yó en el evangelio de Mateo, que defielldeun ellos. Mientras que los judeo-cristianos helenistas etan perseguidos 1
compromiso moderado (MUS,ll) entre las tradkionesjudías y el (Hch11,19; 12,1-3), los judeo-cristianos palestinenses seguían en il
cristianismo. Es el evangelio más comprensivo con ellos, a pesar de Jerusalén y disfrutaban de una paz relativa con las autoridades
,
¡j

que mantuvo distancia crítica de esta corriente (Mt 10,5-6; 15,24). (Hch 8,1-5.14; 9,1-2.26-31). En Antioquía hubo un enfrentamien- '1
~ateo combina el tradicionalismo palestinense con las exigencias to entre Pedro, que tenía miedo de los judaizantes, y Pablo, que de-
mnovadoras de los helenistas cristianos, pero mantuvo la Contro- fendía a los gentiles y rechazaba todo compromiso en favor de las i
versia con los poderes sacerdotal, escriba y fariseo del judaísmo. tradiciones judías (Gál 2,11-14). Allí tuvieron un papel importante /1,
Igualmente Mateo rechaza a los que pregonaban la mera superación ambos grupos, los santiaguistas, opuestos a Pablo, y los helenistas,
de la Ley (Mt 5,17-20; 7,15-23; 13,41; 23,28; 24,10-12). También más receptivos y abiertos a éste (Hch 14,19-21.26). También en j¡
la ._~arta de SªI1tiagºíell~j~J~~~udeo~cr~giani~mo mQ.g~s.~9.o, que Antioqufa había contactos entre los helenistas y los grupos proféti- !I
deí~l}deJªLey(Sant 1,25; 2,8-12), Y polemiza cQl1trüt.i, sin obras cos y carismáticos (Hch 11,27~30») tan frecuentes en las iglesias "
!I

(S'll1Lb14,26 COntra Rom 3,28; 4,5). También se.puede notar su in- paulinas.
fI.ll_t::ncia en ,la primera carta de _CI~~.~!!..t,~~<: preseñ·ta-~l-cuTtiJ~ili..o Entre los ev~nge.liC?s._ ~2!l~i!:tJl!!~. ~len~~~__ !~~bJ~_~._.M,~!~?
co~q ___~~ ~t~"~pJ.9_, p~ra .lg.s (:r.istial1os 1 y busca fusionar la herencia q-::.!!Qil: un lugar esp~~ial. _9sci!~~ e_I?~~e_l~_ ..~~i!!_~_~_s!~)~.. 1-~yjcon.t~a
cri~_9..~.!!ª--~día. E~ta cor~~nte--r~pi~.e~t~-clSr;.2i'd~T~- ·;{~dai­ el ~dic_~~~<?~a~!.i.f!~) y 1~~Ef~~~.a~J:·~~.plo~}_~_~~.~I..J~ ~~_~r~~_<l._los
zantes"- queop.us(e_r9I)"rl1ayor
-
resistencia
-" " ,
de la eo-
.... --.,._.. a Pablo el líder
,,_._._._-~."_._------~-
helenistas (Mt 24,1-2; 27,~1). No sabemos exactamente el OrIgen y

160 161
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

procedencia del evangelio mareano, pero es posible su datación en Lucas presentó una visión idealizada de Pablo e intentó amorti-
Antioquía (Siria), 10 cual explica que fuera bien conocido por Igna- g!JaLlª~~~nsiones----º-~J~.s--º_º~_.s:ºr.!Je~~es. _1Q..RreseE!a en los Hechos
cio de Antioquía, que alude a ese evangelio en sus cartas. El obispo Q.eJo~.A-PQ.gQ}~_~om.Q..!1!§j?~"t).]9§g_fºJl!'! Ley"y el culto (Hch 16,1-
y los presbíteros de las cartas de Ignacio serían luego los herederos 3; 20,6.16; 21,26), aunquG_ De;> .9.<;ult_~".su... ºe.fiQ!.2-~ertura a los
y sustitutos de los profetas y maestros de la inicial iglesia antioque- -paga_no_~.._Mjrigª_~_u radicalisffiº-.para hacer sulif@!..a aceptable a los
na, a los que quizás se refiere el mismo evangelista }.;fateo (Mt 7,15- judea-cristianos moderados e integrarlo en la visión armónica, uní-
23; 10,41; 23,34), el relato de Lucas (Hch 11,27-28; 13,1-3; t~~'i;~fd~irstade la Iglesia que ofrecía en los He.chos.- La herencia
15,32), el libro de la Didajé (Did. 11,3; 12,1-5; 13,2-4; 15,1-2) Ylas paulina es a-~pna-Ydf~~;;a.Las-c~rta:sp·astoráles 16 presentan como
cartas de Ignacio (Fil5,2; Magn 8,2; 9,2). Con esta corriente ..E9dría el apóstol que organizó la Iglesia, mientras que la primera carta de
estar emp'arentada_JeoIQgÜ;arn~pte~.tambi~n_l~ J2ic!qN._:9. JJoctrina.de Pedro defiende un paulismo carismático (lPe 2,2.5.12), con apertu-
los dOfgaP<Ístºl~s,gu~JJ'O_eja _unjudaísmo mtlc¡'o más__ITljtigado que ra a los judeo-crisrianos (lPe ~,6-10) y alusiones a los compañeros
el del Mateoycon_mayorajJerttl[aLlo ¡;",is1]1á!icQjJ[01~tico (Did. de Pablo (IPe 5,12-13; cf. Hch 15,22-27; 12,12). La supuesta carta
6,2; d. Mt 5,48~ 11,28-30). Probablemente porque pertenece a una de Pedro está dentro de la corriente tardía que busca equilibrarlo y
etapa posterior. En algunos aspectos, como el ayuno, la Didajé es moderarlo, subordinándolo a Pedro, cuya autoridad legitima la car-
más conservadora que Mateo (Did. 8,1; d. Mt 6,1-18). Los escritos ra (IPe 1,1-2). En esta linea se podrfan también poner las cartas a los
judeo-cristianos oscilan entre la apertura helenista, que es la pre- Efesios y a los Colosenses, que reflejan la variedad e importancia de
ponderante, y los influjos del cristianismo palestinense, más cercano la escuela paulína y la pervivencia de las corrientes carismáticas, que
al judaísmo..Mateo -estª_I~j.~~~~tD~,,~~ología-'paulin~.lDJJ...~Y.~._e...n entraron en crisis a consecuencia de los gnósticos y otros herejes en-
el. áIp~!º jl:l4f!o.:~!"i~~iaDo, .el1._~:,lmº-iQ.Lll¡;;ª.~_~~Jnª,LCJ!L~--ªnº-ª-~Pablo_y tusiastas. El marcionismo del siglo 11 será el exponente extremo de
más re_c.ep_tiy_Q. g~Jº.$..gf;l1JiI~~.,- __ '.a __D_e_~~f!da pau1ina·, contrap-oniendo el Dios judío al cristiaI!2...Y....h.a-
ciendo de Pablo el núcleo del canon cristiano.
4.3. La corriente pro-pagana Dentro de la corrie~rerrui~"Pr~·p;Sa~;Y;e~~j~ro judía h~q~e

El tercer grul'()L2,_~1 más radical, es el de Pablo. A la !~IK~Jue._el de


PQIl¿r,jYJ!!9~Q$_.~g!!º.~_.P-ªl.l.U_~.C?~J.. IQ~ _~.~.~!j~().~_~~~~rp<?j<2~pl~o,
que, a p"s"rj-"_su---,,arie~acI~ersidad de autores, refleja una pos- ~\
D.!?'yg~)~.flujo e~_ ~1.c~~~.t.~<l...~~~~I?:'?J:~rimitivo y tu~~~ Rom~_un c_C:.I?tro. tuni común de distanciam.i.~ntQ...g~_ tq~ j~díos. El cuerpo de escritos
Jwt~tamental de 9-ifu_s!ót:t, en el que vivió y murió Pablo. Representa joáni~;;¿s t;~bié~·p-~~~~-de l;-tradidón rupturista, emparentado con
la superación de Israel y la ruptura mayor con sus tradiciones. Pablo la teología paulina que legitima el paso de Israel a los gentiles. Para
t_~m~~~l{~tª-~~Lí!.respect.o 4~. !9sJ1.~a~-º:-fri$_~iªriºL(¡Cor 11,22; F·lp j~5; Juan «los judíos» han pasado a ser una etnia más Un 1,19; 2,6.13.18-
d. Hch 9,29) y f~,,--tgj?-,-,-,-e_Eespectp a laj!!P>'!"cción d~E,J.,ey,J",ci[­ 20; 3,1.22.25, etc.). Siempre que se alude a Moisés y Abrahán es para
cuncisi§I!L!'1!llisl1l'Úsrael (Rom 3,21-31). Es posible que su muer- subrayar la superioridad de Jesús, la enemistad de los judíos Un 5,12),
t~__ en RO:ffia se deba a la deI1un~ia d~e_gl2..-ª.gver$1l..!iº1ilJgi.Q~_Y judeo- la oposición de los fariseos Un 12,42-43) y el miedo de muchos que
crjstianos. (Ro I11 .11,23-2?30-I2;.J 6,JZ:llh 1i"IL.?ª,J Z.22.24,2S). no osaban unirse a él Un 2,23-25; 6,60-66; 7,1-8.30-33.59). Refleja
Quizás también sus adversarios de la carta a los Filipenses son judíos claramente una situación de ruptura con el judaísmo, la expulsión de
romanos (Flp 1,14-15; 3,2-11). Esa enemistad fue recogida por la las sinagogas y un desconocimiento de sus cosrumbres y tradiciones
primera carta de Clemente que afirma que Pedro y Pablo murieron para una parte de la comunidad Un 5,1; 6,4j 7,2). Los escritos joáni-
por celos y envidia (lClem 5,2-7; 6,1).1'_,,-bIQ~ra l'a[!l muchos un cos tienen raíces judías, pero reflejan un horizonte de comprensión
ap_óstol r-ª(Hcal,.gu"h,,~!a rotototaI01.,,-nt,,--,,-oI1~U\Jd;'fs~~,. del que. diferenciado de los otros evangelios. Hay una larga discusión sobre
PX9~~~~a".'1 .g~_~ rehusaba todo com~mis.o con el iudaísmo~ La su- sus posibles influjos extrajudíos, helenistas y gnósticc:s. Probable-
p~ració~. de la Ley,-·q~e _~~j,!. ~J.~ª-._¡;_~~~_~i.j~~~ª!lg~i9_ªel~-·gr_~g.·~_ y mente su origen está en Asia M~nor, concr~taI11_ente en _gf~sOL~I! _s:_(~-
de la justificación, _res\lIIaba_ i!ladmi'¡bk-P-ilJ:<L1.QHIQe_que.ríanpre- .
c-~!2.~ j~_4:~o-<-:nstI~!!2~:~~.~f"¿anqs ~J~sJI~!~~~~~~s, -,:y~ -q~e, ~9~g_~~!OS,
servar las tradicioI1e~_ y .~-ª!lg~~Q~~c!eJ...b-ntigyo Teg~ITl_~!l.!g. d.e:(t~!l4"~l). ~_Q.5ul~9 ..~.hU~~JP.l'I_~L~_~s~piri~~"._L:~;:g~d_ (J n .4-,-~.1 ~ ~1!...46;

162 16.i
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIOADES CRISTIANAS

cE. Hch 7,48-51) ya Cristo como el nuevo templo. Un 1,14.51; 2,21- que inicialmente no hubiera una clara estructuración de cargos y
22) con expresiones culrurues cercanas a la carta a los Hebreos. ministerios. En torno a Jesús, surgió un grupo de discípulos, tam-
Algunos defienden que esos escritos provienen de una teología bién designados apóstoles, que fueron enviados a misionar a Israel.
de círculos samaritanos, por eso aluden a Jesús como un samaritano En ese grupo la figura de .105 Doce» jugó un papel importante, ya
Un 8,48) y destacan al apóstol Felipe, quizás identificándolo con el en vida de Jesús, porque simbolizaban a Israel. El asesinato tempra-
misionero de Samaría (Hch 8,5), subrayando que se abrió a los gen- no del Maestro y la {alta de planificación acerca del fururo genera-
tiles en vida de Jesús Un 12,21-22). En estos textos, el gromgg-Dis- ron una situación de crisis generalizada.
mo Jo tiene _C;I ªspí~i~uJ com~ __el! ..I~~C:~gl_l:l,!!!P_~~..l'~!:ili.l!.~,'y _4t;-
fíe_oden una comprensión _enrusiasta de la historia~_~3~~~4_~_p<J.~_~l?-~ 5.1. Los apóstoles como prototipo de autoridad
reSJ~rJ'~J;:ºóIL9!!.~_Y~. §~_º--~~ía _in~o_aJi~~!rr~I'!~U~~~_l!!(!.11 n 3,16-18;
5,19-25). Identifican .a.1es~~ E~~ _~~_ ¡9go~.. ~iy'~1]?LEr.~e~}~EeI1!e__I _me- En este contexto surgieron las prime,ras autoridades, los apóstoles,
diador enla..creación Un 1,9-14; 3,16-17; 14,2-4.11.20-;· f7,J-S), testigos del Cristo resucitado, inspirados a asumir un liderazgo en
desde el trasfondo las especulaciones hebreas sobre la sabiduría. El las comunidades. Ip,s-----ªQQ§toles tie~,odgm_c;:ari~má,úc.Q,y_ex-
pe1igrºJaJ~!lte de esos círculo~_~ra ~LE.oc~~~J!]~!:~ __~~~írJ olvidar-;J periencial, no sºn----º-'~I.~gadº$__ Q~J~___~Qm!Hܺade~~llL@_LI~pr~seA-
Jesús hum"n_o en favor d-"-"n_Verbo divino desencarnado (1};:; 1,22- _p~I)J~$.Jil!<:LP~tSOll¡lS gt!.~_a&[rrt_~baº haber tenido un_encu~lrQ,~ºD
23; 2,22; 4,2-3.15; S:d:!>J.}1I1.})' La gran figura de los escritos es Cri.~º_I~g¡~rrªd~_~t~Lgl,l.~ Jt~-¡;jYªPiLQ",S!-tªl,lJQIi_qª9. El número, iden-
un discípulo místico, con claros rasgos carismáticos y proféticos Un tidad y funciones de los apóstoles son oscuros. Sabemos Jos nom-
13,23; 20,8-9; 21,20-24). El fuerte acento en el Espíriru generó una bres de algunos que jugaron un papel esencial en las iglesias, como
crítica relarivizadora de la instirucionaIización, en favor del carisma Pedro, Santiago, el hermano del Señor (que no pertenecía al grupo
y la experiencia (Un 2,20-21.27; 4,13). !,ue11).~un coniunro de es- que acompañaba a Jesús) y Pablo, que DO conoció a jesús. Algunos
critos masivame!1te l!tm~ados pOLgnósticos de 10$ sigIQ~_p-Q.s.t~,rior:e~) otros, como los hijos de Zebedeo o Andrés, fueron también perso-
4iJic!Ikan4º_~!!I~~Ps!Qn. C;~L~~aI!QrLº~LNyevº-T~..$..tª--mc;:n~o.. __ najes importantes en el cristianismo primitivo. ,~S'! __ ~~P.~~_~22~_:~.O~
~p.,.~L_~_~ryj!J.I!~~~_~_~q}J~~j9~z:1icos se_.Q!!ede jnteg!:.~uLAP9~a~ les» son válidos _~ºmº $r.l1P<?,. per~U;19, ~ol)}ºjI}giy_i(:tIlºh_Nº__f9.n-º-
I~psis, __cla.~~!l1,~_~t~.Eifc:.~_~~~j.~<!º--4~_ Jq§. 9.tr0s y cqlL!!.Qª-fQªr~ªda teJl- ceffiQsrii e:1 I:lombre_ni la jd~º~idad compl~.~~.c!"~J9~.Q~Ly~._q~~1~
dencia anti-imperial y. anti-romana,,_q~_e_ ~9.I!!R~~g~Y_¡3.d_~_ºª!i.yJa l;stas~~--c';-in~id~B.JM,~J~12.:!9d,1, H),2:Z.6; LcJí.,H.,16.; __ Hch
tensión deJa literatqra,_~risti~Jla. _ELApocalipsis recoge buena parte UJ}·
de los influjos milenaristas, radicales, sectarios y apocalípticos prí- ~i S!gui~I~a_~ha~Jª-.~~_l:1.~~q9_ª-~_~9!a de d~.ª.!:!!..9.uién erª-_~n_ ªPQs-
mitivos. Busca mantener la tensión por la llegada de Cristo, como .to.t~ Pablo y Santiago reh:-indicaron y ejercieron la autoridad apostó-
ocurre con la primera carta a Jos Tesalonicenses. Pero está aislado en lica sin que fueran discípulos de 1esús. Según Lucas, el apóstol tenía
su intento porque esa teología ya había entrado en decadencia. La que ser un discípulo de Jesús (Le 6,13-17; Hch 1,2,21-22.26; 6,2.6;
pérdida de tensión mesiánica y radical, unida al creciente proceso 10,39-41), con lo que excluía a Pablo del círculo estricto de los
instirucional, que se impuso a finales de siglo ha llevado a hablar de apóstoles (Hch 9,26-30; 15,2-4; 21,17-18). Pablo, por el contrario,
«catolicismo temprano en el Nuevo Testamento)), subrayando el acentuaba su igualdad con el resto de los apóstoles y afirmaba que
paso progresivo a la Iglesia y a la instirucionalidad. Esa tendencia es no interesaba en absoluto el haber conocido o no a Jesús, porque bas-
la que quieren frenar los escritos joánicos. \ taba con ser testigo de la resurrección (Gál 1,1.11-12.15.17.19.22;
2,6-7.10; ICor 9,1; 15,3.5; 2Cor 11,5; 12, 11). E~,ª (alta de acu.~[­
do a la hora de determinar lo que constituye a un apóstol .s.e~­
5. ORIGEN y EVOLUCIÓN DE LOS CARGOS EN LAS IGLESIAS biélLaJaJlcu:aJIe_definiLsus ...C.QmpJ:Iencias .. l'ablo reivindica ser
apóstol de los gentiles, mientras que los otros serían apóstoles de los
La impregnación carismática y profética de las comunidades, así judíos. Pero este planreamiento no es aceptado por Lucas (Hch
como la fuerte tensión ante la cercanía del final de los. tiempos, hizo 10,47-48; 15,7), ni por las reStantes iglesias, que interfirieron en su

164
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS :;

misión (Gál 2,2.11-14) e imentaron influir en sus comunidades (Rom explica el origen de los ministerios en las comunidades judeo-cris-
15,20; 2eor 10,14). tianas a partir de la doble estructura de presbíteros con un presiden-
Esta falta de claridad muestra que la vinculación entre Jesús y te para los judíos palestinenses (Hch 4,5.8.23; 6,12; 23,14; 24,1;
los apóstoles es genérica y poco precisa. Incluso hay autores que sos- 25,15) y ministros escogidos por las comunidades e instituidos por
pechan que la concepción de apóstol se desarrolló en círculos hete- los apóstoles para los judíos helenistas.
rodoxos gnósticos, y que luego se asumió el concepto por parte de Junto a estas co.munida"~~J._PJ_~~irl.~.g~_P9Lt!.º g~~@!º-º~_§..~nªq9~
todas las iglesias, para designar a las primeras autoridades cristianas. res laicos,' esta~an I~Jg!~sl<!§_c!~_~.ªyoría g~Il~i12 _P.ª,Eª~_gº_º~_I)afI?S
Probablemente los orígenes del apóstol, en cuanto institución, remi- por un colegio de .<?~"isp<?~ ,y"'~jác~-º~, términos a!!)bos uSl.!!!.ks en la
te a raíces judías, al shaliaj, al enviado, que representa a aquel que sociedad romana. En la:; c()Illunid lldes pag~p,as_!~~ __4iri.g~Qt~~.gqQ~r~
lo envía. Implica el tránsito del carismático inspirado al cargo insti- ñaba~gremi.!'lmente~ÜT§.,s:J:i: lÜ9-2.l), ¿"ILminiHm0JJ!DJª-dos
tucional, reconocido, en cuanto tal, por-la comunidad. En cualquier servidores o diáconos (Rom 13A; 15,8; lCor 3,5; 2eor 3,6; 6,4;
c~~º-,_,.~t:.. Pt}_t:_g~ _~Ji..~_~~!:_q~_~~l?os~olado no fue instituidQPo"rTesús 11,15,23; Gáli;T7)y tambi{u_Qbi§PQ.,.en pluraLcrullQ-Srupo (epis-
en ets~º".t:~.9.o gUJ:~CJ:lvo l!!~º-en t~t~jgk&a.s--,-.SurgLó tras la resurrec- copo;: Flp 1,1). No podemos analizar aquí la pluralidad y diversidad
ci.ó~n,_~º!Lº!Lqr!g~.!!J2hIJ~~JY_~_rUg1.fI.1f!!'9j!!m.K~_cj~9~g~ personas. ~ue­ de ministerios que había en las comunidades paganas. Unos eran de
g(?"?.~_ 5~qnykt~9 _~!.L!:UL Cº!W~P.~º, tt;..QlºgL~_SlªYs)J.~}]__t4r:mhJc¿J.~~~!¡;Q. origen carismático, otros, delegados escogidos por las comunidades,
pa",_ fundar _J,t ausg!lcjª(L!'JU"Ligte~ias. otros, colaboradores de Pablo. Muchos eran ministros itinerantes,
otros, fijos y estables, a veces matrimonios (Rom 16,3; leor 16, 19;
5.2. Dos tipos de ministerios locales: el judeo-cristiano y el pagano Hch 18,2.18.26; 211m 4,19), y con toda seguridad algunos eran mu-
jeres (Rom 16,1; lTim 3,11-13).
En lo que correspºp..9_~__<:LJº~}!liDt~~~.r:.LQ.~_~r.i~l~"ªno~ hay que atender a Una de las daves del éxito cristiano en la sociedad romana está
la diversidad de comunidades existentes. Lógicamente ~~~0l!!!!P-.i­ en su excelente organización, inspirada en lª---~~gJlctura administrati-
dades cristianas copiaron las estructuras _y fl!n~~!.9n~.5J._~~_~º<;:.i.ec!a­ va_del ImperiQ,J_ou>_bl>~J.<:I!g!uraJ.,.'pQrgue constituían un colegio
des de las que provenían, judías y helegi.,t." y.asumierQ1Lc!~.dlas los u ardo) eran los administrado~~s, prefectos, managers y gestores,
títulos para sus dirigentes y las funcioI1es.Y. t<1re_ª?""q!1"~_~S_tº~~j~:rde­ m.i~!ltras que los diáconos eran los servidores, c!-º'!pésticos y siervo~.
rOI]! J)()r ~.~ l~Aº~~~~_~g~.1!)a~_<;º.~~!1i4_ª9_f:~__g~_.Qtig~_I}."~~~.~~ql_ C;:9mo Hay algunos autores que defienden también la influencia del me-
lajg!e~@AeJerusaléJ1~¡;;n ellªs h.abía un gobierno co!egiaLQ,.mÜüs- baqquer, o vigilante de comunidades esenias y helenistas, como un
tros" a los que se llamaba {(pre~gJt~r9s» ,() _al1~_i~º9~,_ ~~gy}l ,l,LP:'ªJ!i- antecedente para la figura del obispo cristiano. Son cargos técnicos,
ción patriarcal ill_día. Eran repxese;l.1ta~.lt~~.-q~ lM.f~nü!i-ª$_pnn.dp_aks, profanos y laicos, a los que nunca se denomina sacerdotes ni se les
encarg<:!-dos d.e l~s_cºm.l,!~h:la,4~~_Y__ llfj~_!!1J~rº_~jJ!!p-º_r~.ªm~~ las s.iQª_=_ concede atribuciones litúrgicas o cultuales (con la excepción tardía
K~g~. En las comunid~des cri~tiana,s ge_ .o.r.ig~!Lh_e_bn!_Qj:ªmbi.é.n go- del libro del Apocalipsis, que habla de una acción litúrgica de los
J;Jernaba un colegio de ancianos, pr.esidisf.o~ R9.LU_n_.a_9~i.:mQ,".9lJ~ _en presbíteros en la Jerusalén celestial: Ap 4,4-11; 5,6-10.14). Es sig-
Jerusalén era Santiago, el hermano del ..S.eñor (Hch 15,4.6.12.22- nificativo que los cristianos no asumieran el título de sacerdotes
23). Quizás influyó la tradición semita que daba relieve a los pa- para sus ministros, diferenciándose de la sociedad romana y de la ju-
rientes del fundador, ya que en Jerusalén hubo varios parientes del día, porque habían roto con la concepción cultual y sacral que éstos
S,efior que presidieron la iglesia, con los ancianos o presbíteros. Jun- tenían.
to a este grupo surgió otro d~ __s.i~te_,_~f.~P-ºJ9___ .d_~Eknh:ud 'y"p.~ct:~c-
ción, para atender a la ,~af!1'! _~_~~e.n.~~t~~e.J~!i.!l_de~~ristianos, ~~ se 5.3. Cómo surgió una estructura ministerial común
quejaban de ser discriminados por las comunidades (Hch 6,1). b.t..!:.
cas los presenta c0I!1()_ prC::,di~,ado~es,_ eyangelistas, y misioneros (Hch La doble e_strucrura organizatiya y j~r~rgl!~~:'!..4ds_tj.?tianj1!!l-º~':"
6,5.8-13; 8,4), elegid"s por~la;;Qrñu;rdad~ ¡';sr!n;;d;!11'();I()s~PQs­ biteral _~rL~t¡;í,lSQ. ~J..Q.~J!I!Qt.~os"y .g~" º1;t,i,$:pº~_y~Qjª-coJ]9S en el de las
toles, que les impusieron las manos (Hch 6,2-6). De esta forma se comunidad.es geI1tiles, ,. resul~aba._ )~,yi.~!?,!~. __~tJ~ffi.9...pl~Z.2! Jugaba en
JUAN ANTONIO esTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

contra el proceso de fusión entre ambas, el progresivo declive de lo rio (lTes 5,19-22) más que a la obediencia a las normas. La autori-
judeo-cristiano y la creciente afluencia de ciudadanos del Imperio. dad del cargo no quita la necesidad de argumentar Ydar razones, sm
Además, la doble estructura organizativa resultaba poco eficaz en un buscar dominar sobre ellas (2Cor 1,24). En el últim~uarto ~e_~igl()
proceso de expansión y de dificultades crecientes, como la guerra y Se impusºIª_dQ\>kmrl1ctllrª-@_obisw~-presbíteros y <le di~conos
sus consecuencias. Por eso, en_~l Jiltiwo. _ ~!Jmo._9~~t§iglº- J se dio un auxiliares, en un contexto de cr.5=,~ie:n~.r;~_!!~h9J:_~qQ!1~~ _ª~Ymll¡lr ~'Jr~­
doble proceso. por unlado~seJem!ilúikl!.rurulgrn~'1gQn de la es- ba_ño, a controlar la disciplina y a velar. con~ra los ,her~jes y, ci.sm*_ti-
tructura ministerial, por otJº__~ __b4~CÓJJ._uªJ~gitLmª!;ión~te_oJógic~ coso En una época de dificultades, como l~_ 4e: l~ pg~~~~~~aL~~ ~~-
I~s estrtlc~ra.$_,.Y<!" exisJ~m~.. Se creó una estructura común para to- b~steció y unificó el ministerio, dánd9íe¿ -~r~c;h;~nres___ ª~~~P\1_ci_Ofl,<:~l
das las iglesias, fueran judea-cristianas o gentiles, y se buscó una fun- funciones y responsabilidades.}lLcelltro de_gr~v~cJ,¡d~~'Cfue~despla­
damentación teológica que, a ser posible, las vinculara al mismo Je- zando progresivamente de la comunídaci, a; 1º~_J!Wl_~stro~~" SI ,~nJa
sús, a pesar de que éste ni creó ni fundó ministerios locales, entre época de Pablo se dirigían las cartas" al c()nJu~to. de_...h~·59.~_~nl~a..4,
otras cosas porque tampoco fundó iglesias. ahora se escriben para un ministrQ x.ep.r.es_enr.aJiyº--,-~L~ar1as. __a··Ti-
En lo que resp_~c~_ª-.~ hom.qg~m~ªfh?ºJ,~_p.~.º-cll!Lq Jm~. iºs~6n moteo y Tito son buenos ejemplos de este P~qc~Q jJlst~t1,Ifi9n~I: .
entre L~.!.Q~!p-º!Yl<?~---p!,~~º!~!!.r~sLes.. gecir, ~ntre los. d.oJi, rpinisterips Por otf.;LJ?ªn~.Lhªbí~_qu._~J~guim"u:_ t~ológit:amente Jos minIste-
principales de los dos tipos decomu-nidades._En los mismos escritos rios X_,,~_~,t_~~-.b.I.t!~e_~_ crj~~rjq~.pªr~. ~p_nrrºlª(,a los candi4atos .. El proble-
se utiliza uno u otrO título indiscriminadamente para las mismas per- ma de discernir entre verdaderos y falsos profetas se extIende a los
SOnas (Hch 20,17.28; lPe 5,1-7), de tal forma que unas veces se ha- cargos locales, Ya no bastaba la legirimación cari~mática del q~e se
bla de obispos y otras de presbíteros (lTim 3,2; 5,17; 6,11-16; Tit siente inspirado por el Espíritu y se ponía a servir a la comunIdad,
1,5-9). Se exhorta a,J9s_PB!$_bÚ:~I_Q~Y~ COI11....Q-P-astores, «episco- como ocurría en la primera fase. Ni tampoco era suficiente que al-
ª
Eeen-, que se compgéten como buenos obispo$JH¡:h_2Q,J7.211;Tit
l~.EI episcopado se convirtió en un cargo al que se podía aspi-
gunos anfitriones de iglesias domésticas se convirtieran en ministros,
reconocidos por las comunidades. Ni siquiera bastaba la elección co-
rar y se, establecieron las condiciones que tenían que cumplir Jos munitaria, dada la gran amenaza de herejes y cismáticos. _Em.o nces
candidatos (lTIm 3,1-7; Tit 1,5-9). Éstos son también los requisitos se recurrió l.ll _ e_squema de los apóstoles, cuya autoridad última qeri-
exigidos, con ligeras variantes, para los diáconos, que tenían tareas va ,ci~~ ~;fsto.- É~tos escogían a los m~ni~!!º~_~j!1~bJ.s.QJes imgQviªº
asistenciales y administrativas, y eran áuxilíares de los obispos-pres- la~ man~s, según un ritual judío para los enviados o instaurados en
bíteros (lTIm 3,8-13; 4,6). Cuando se trata de mujeres que aspiran un cargo. Unas veces era el colegio de presbíteros el que ordenaba:
a cargos se les pide que sean viudas o mujeres de un solo marido, en 11im 4,14 se indica que los presbíteros impusieron las manos a
buenas educadoras de sus hijos, hospitalarias, caritativas, etc. (lTim . Tlffioteo «tras una intervención profética». En cambio, en 2um 1,6
5,9-10). En las comunidades cristianas había también un ministerio se al ude a la imposición de manos directamente por Pablo. :No _ha-
de viudas, cuyas funciones y competencias son poco daras. Proba- bía una praxis única de de_~!~~ció":_ de ~~~is_~r()~,_ ni .. ~n~_"~~:,-~~t.e.o­
blemente algunas de ellas ejercían también como diaconisas, minis- I~~ü:L~~_4ºr_a, s~no"variedad1 ~_~~I! ~,as }gles~a~ y_~i~~~nst~.I.!.c_~~~.
terio femenino que se mantuvo hasta bien entrado el siglo III~ . En contra del desarrollo posterior, que fijó un procedImIento estnc-
Los apóstoles tomaban decisiones conjuntamente con los presbí- to de consagración de los ministros, inicialmente el cristianismo n'o
teros de las iglesias, corno ocurrió en el llamado «concilio de Jerusa- tenía una regla fija, ni ésta venía de los apQsroles, mucho menos de
lén_ (Hch 15). En el período inicial las comunidades eran pequeñas, Jesús. Había distintas formas de elección, designación e instauración
lo cual permitía relaciones interpersonales, y las competencias esta- en los cargos, que luego se homogeneizaron y universalizaron. , '
ban poco delimitadas. De ahí la conjunción entre una clara con- El gobierno era gremial, el de un coJe?,!o, y ~I acc~s~, era ITIStl-
ciencia de autoridad apostólíca, que remitía al mismo Cristo (Rom tudonal. Se expresa en el gesto de ordenaclOn, la Imposlcton de ma-
10,14; lCor 15,11), y una praxis de colaboración con los ministros nos, que probablemente viene del judaísmo, y que es usua~ en la or-
locales y las comunidades, que eran las que tenían el protagonismo. denación de rabinos, delegados y misioneros de las comunIdades .. EI
Por eso, en las cartas paulinas se apela al discernimiento comunita- apóstol se convirtió en el cargo o ministerio del que derivaban to-

1 ';Q
"
~
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

dos los demás. El supuesto Pablo de las cartas pastorales se dirige a pontánea y creativa la cena del Señor, sin que ningún ministro reci-
un colaborador itinerante, Tito, y le dice: biera el título de sacerdote hasta la primera mitad del siglo 11, en que
Clemente compara por primera vez a los ministros cristianos con los
Te dejé en Creta para que acabases de organizar y constituyeses en del Antiguo Testamento (lClem 40,1-5; 41,1-4; 44,4-6), contrapo-
cada ciudad presbíteros como te he mandado. Que sean irreprocha~ niéndolos a los laicos. ~ralelismo con el sacerdoci"ju(lío lIe."ó~
bIes, maridos de una sola mujer, que tengiln hijos fieles y que no pue-
dan ser acusados de mala conducta ni de insumisos. Porque un obis- l!_I1~ __ ,~a~c;r4º-raJ!~_a~!º_n_ p~9gresiva ,~e ,1~~_.f!l~~_Í!i_t~~LP_e.!:.diendo, ]p-
po debe ser irreprochable, como vigilante de Dios, y no ser soberbio, fluenda el sacerdociQ 'laico y conlUnitado_ ~n.f~Y9r 45;1 carg~ El pro-
ni iracundo, ni dado al vino, ponderado, justo, piadoso, maestro de ceso de sacérdotalizadón de los ministros comienza en el siglo II. El
sí mismo y que se ajuste a la enseñanza segura y conforme a la doc~ obispo e~~--~l~p~-~~ide-nte por antonomasia del culto comunitario.
trina, de manera que pueda exhortar a la sana doctrina y convencer Luego presidieron los presbíteros, a causa de la multiplicación 'de
a sus contrincantes (fit 1,5-9). ' eucaristías domésticas, sobre todo en los pueblos que rodeaban las
ciudades, que hacían inviable el monopolio del obispo.
Ésras_son 1~º-ªª"~~"_9:.~,la..2r~is institucional durante muchos si- Ea)t~p~ establecer la teología de 1~.-!ucesió!L<!~19_S~~P.9,~!.<?lesLq.ue
glos: comunidé}des 911e escog~n a-Ios-~I;¡ist;os, siendo éstos~(:Orde- e§tá relacionadacQnelsl!rgimi"Iltj)A"IQ~ill?()Jno"árq;¡ico. Los gre-
n<l:dos» po_rJº~-"s~c-~s~~~~~:4~ Jq~~_~p,§SJ~i~~·-------·----·_·_- mios de obispos-presbíteros gobernaban las iglesias y de entre ellos
emergió una figura que asumió el papel de coordinador, portavoz y
5.4. De los cargos a la acumulación de funciones presidente. Es el que, en nombre del colegio, escribe y se relaciona
con los dirigentes de otras iglesias vecinas. ~n un Ergo y comE.~jo
El proceso d~ in.~titucionalización_y las cri!cientes dificllltades de las ..Qroceso. que en algunas iglesias, como la de Alejandría, dura hasta
c~!!}un~4ades lI~iai~~'~ 'una'concentracIÓn' en ~los-cargos 'desde--iÍn;- comienzos del siglo 111, la figura _d<:l"pre~icleEte_':>5'!.0.rdin-,,-<!<>r_flle
les del sigl.o H. Primerament~~_·;·;lOs~obiSp9~, .. q~~_~~~~~i~·~Il p~,~~_~ asumiendo cada vez más relieve, acumulando competencias y dis-
~l dl;1JlQ_gi;,Jlt<'L~rosJ~!lla f~,-ª.!,qº"~..K~J!bordÜlª1L<!..l!Jo~.PJes.hJ.t~J;:9.S_. tanciándosede1~cQiegip -~d~r qü.~,·ii~~~!;rii!io:'-·Der cQl~gi ·portavqz
y,. ,~.<?º_~_~,q9.,q, J~~" .Ia.iS9s. ... ~_t.~ d.~_~a_~¡;ºJJo. í'=~~i9..u.Lc_o~_~~~h:l ~~Fr:igi90 se pasó_íll.PJ§idente_ d~l S;_o!c;gi2,J'_Jst~_~i~an~Q,.!i~oder y autono-
contra los gnósticos, profetas_ y. carismátkos,_ qu_~_ interpretaban Ji- .mí~~ºJ2~ __~JPl~.biterio hasta g!I_~in<k_2.~_n--4i_z~~_ª- c01l!0 ob~po
bJement(! l"!-s .Escrítp.r~ y amenazaban si.t:I.c~_é~!~afD._~~_~(! eJ ~.~_s._aj~..de (inspel:~9.r),. J!1iellt!'!~Ulue los del,llás conservª~-º_~'u~Ltírulo de pr~sbí­
Jes~,.(Hch 20,25-32; 1Tim 5,17; Did. 15,1-2). Los obispos reivin- teros. Así surge la tríac.!~,c1_ás~ca,__q~~J~)g!e.s!a __~a.t~~ica ~a.}!lantenido
dicaron el control sobre los maestros y las enseñanzas, luego el Con- hª~!.a~QY~J!1 presideñte.Lg~S:.Q!?~eX~',?:,.~J!i~~Q,Ae___()b,~?P5? __{vigilante,
trol de las Escrituras y de su interpretación. El cristianism9 P!.~..ITc­ inspector, intende.nt~);"eLcolegio .de pr~~"b[,er!,"~.-<lueg9Jlarn.i'4QU.~.
t<t en la época de Jesús ~l creciente conflicto de interpretación dejas cerdotes) que gobierna la iglesia, presidido por el obispo; r un con-
Elicr®r~_s:gJ!.los faris~º-~.y' rabinos para resaltar la ~"!Jntinuidad en- junto de diáconos, dedicados a tareas administradoras y asis~f7.r.!Ei_al~~,
tre los adversarios de lesúsJJos perseguidores de "iasco;nuñldades. ayudantes natos del obispo y de entre los éuales se elige, en muchos
De esta .form~ .se_gep.eró._~l prº-C;:~_~9_q~i!..tl~y-º-ª cr~U!.~Lg..1!9Ji"d~~·~;" casos, su sucesor. Es el ({obispo monárquico», que algunos autores
cIÍt.l!t;~j._q.tJ_~..f9JJoc~QlQs_,~~o el Nuevo Testamento. Esta actividad ven ya presente, al menos como tendencia, en las cartas pastorales
magisterial se vio luego favorecida por la práctica-de nombrar a del Nuevo Testamento.
grandes teólogos como obispos, con lo que unían la autoridad del De esta forma cul!flinó ~.!l---.s:~0~E~~j9_pr~~_~?o Jp~~it~~~onal d_e dQ.~
cargo y la del conocimiento teológico. siglos.__ ~ comunida~erdió protagonismo en favor de sus dirigen-
En este conrexto de concentración de poderes, cambió lo cul- tes.~ Ésr_os __conEe_Ilt!.~~9.!!._~Lpgd.~.r~ _ ~esbanc<ilrlCIo~~i~;~~p¡'o_ret¡$,_Ji1~i~~­
tual. Cuando había abusos en la celebración de la eucaristía, Pablo tros- y de!n:~-.i~~~~~!~~~!:...f~r~al~~.nte, se impuso la tríada de obis-
se refería a toda la comunidad, sin responsabilizar a ningún minis~ P-OSt" pr(:~bl!efo~.J:':.A~4~g_p..9~."~C;ºfL~ºª_grg.4t;~_c;jqn... y "s.1,l_g.9rsjip-ªºQn
tro (ICor 11,17-22.28-34). Es un indicio de la libertad y protago- cada vez más delimitada y jerárquic3:. S~~~g_~~y.::~iLE~~3~e fu.e
nismo que tenía el grupo. Las comunidades celebraban de forma es- lª-fª~K~á_fJ.~Ü~~!-.~~I!!Q!lS~,t a finales del siglo I1~~~sarr<illó la t~o-
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

logí,,-de la s'!",sión~g~t§lica,~obre la base de los obispos como se- 6. LAS LUCHAS POR LA SUPREMACtA EN LA IGLESIA
gui~2r~ y,_~_tlcesores de J9s._aP-9~tole~. Denuevosere'curn6 a-una' ins~
titución profana del Imperio, que fue muy eficaz corno instrumento En las comunidades primitivas había varias figuras apostólicas en
de control doctrinal y ministerial. Se crearon listas paralelas a las de competencia, con autoridad, funciones y jurisdicciones poco claras.
gnósticos y filósofos, que establecían cadenas sucesorias en las dis- Representaban distintas corrientes y grupos cristianos, con. intereses
tintas escuelas del Imperio. Estas listas tenían la doble función de y teologías encontradas. 1~l!!,Q~1~l!t~~~_~.~E~ntr~~n torn:!_a
defender la ortodoxia doctrinal y ministerial de las iglesias respec- PS!dro. Salnj~o y PaQIQ.,.t~.tJ~~ JnsJªº_~1ªs_4~__ pp4~I._~!L~crisrt.anis­
to de los herejes, y afianzar la autoridad de los ministros en las co- l11Q..p.nrnj!jyº.
munidades. Éstas debían someterse a ~J!º~"Y_~.QjJº~f~~ d~~!f.~~~lqs, Simón Pedro es uno de los primeros discfElll~ (Me 1,17-18)~
porgue 1!al¡íaIl_ sidoi!l1puestoSp()r:j9.s1ll1.Óstoles(1 Clem 1,3; 44-,2- primero de laJista de los Do<;e,"§UP_Qstol al !l!!Úllili'il11bióJI
6; 54,1). En este contexto de robustecimiento de la autoridad jerár- IJQ!l1J>re (Me 3,14-16) y el primeryªrnllaLq\le .•e-ªp.JlreQ¡üLResu-
quica, se recurrió al Antiguo Testamento (lClem 42,5-43,6) y se citado (1Cor 15,5). ESl'o'¡¡')..,..9!'e su fam()§ d~ig!l:lc:i~,,-c-,!mo JlÍe-
multiplicaron las llamadas al orden y la disciplina, como en los dra sobre la gu~seJll[JQ,,!:ía la Igle§i~JMt16L11i:J.8l, tradici(\!l...!l\le
grupos estoicos. Este proceso se agudizó en la segunda mitad del si- sólo recoge Ma~~~QK!,~pon~ a u~.J!~c:hºJ!lgQd.~~~. ~~ comuni-
glo lll, cuando la Iglesia cristiana había definitivamente vencido al dad se encontraba en estado de shock tras la muerte de Jesús y ha-
judaísmo y comenzaba a ser influida masivamente por el Antiguo bía comenzado su dispersión y disolución. La experiencia que tuvo
Testamento. Pedro del Resucitado hizo que, en torno a él se reconstituyera la co-
.{\. ~ªJ~.Q!~-E_~4~~tar-'1~!.~~_~.l:!~~~~!:.ias que vincularan al obispo munidad. gs~ªJuºcit?n fun~ciona1, la piedra sob!~J3_~e se cons!i-
actl.!ilJ~e c_a,gª. comunidad cqn un apQs~ol} tro'pezab~iñ'con-ünaSerie tlJYó _.I~_!gi~§..~~..1~~E.,".gue_ Mª;~º- h-ªpríª-__ ~.Qº.Y~rJi90 ~n _ººª_pIºmesa
de años sin nombres episcopales, porqu-é toda-yli.ííº-JlabfaQb¡;¡;os- de~ mjsffi.9 Jesús, siguiendo Ja. tendeqt;,h~._,1l:~~<!Lg~_J~..Eroph!!ia "~x
Presiden~s sinQ--ºILgQl>l~JJ;t-º..gt:~mi-ª1 iDid. 15,1; 1elem 1,3; 42,4; ewentu, es decir. el i.~~I,!I~9~.J!...ª"~l.l'!~~~.!~.~Recth:.~~~l}~~-ª. ~.~._p~r­
44,1.4~5; 47,6; 57,1).Enton~e~ s~Jn.Y<::~!~9!!,Las list~~.~ogien_do s()najeJ~_.prº----me$,ª_d~_lJn ll~QlJteCLITIi~Im;tn..9~urrid-º,.1!{ª~,~q,pusº_en
n,ombres de Bresbíteros·9bi~pos !~ev~ntes, q~E9'~~~rt.!~~ boca de ¡e§~liJunciónql!~e.dIQej~gó_.de"Jl!lés .Qe_gI__f@!ege.
ban como obJsQos mOI!~rgUlcos, c9~n anterioridad a esta institución E~..Q!L~i1~~~ ..q~~ s,~lo Mat~o conociera esa predicción, qu.~ .-~º_dos
~~copal. Esto explica que las listas -~iSte-m~;~o-cOfncida-~·y~-a-v~. los deITIás igJ}9t:.an~,De modo parecido actúa Juan cuando predice su
ces, se contradigan. L9' que quieren realzar no es tapto la materiali- martirio On 21,18-19), que había ocurrido muchos años antes de la
dad de una sucesión:-que' hist6rIcamente-no se ha dado en la forma composición de este evangelio.
personal a la que se alude, cuanto la continuidad de una_tradición y En cualquier caso, Pedro fue el portavoz, el líder y el primero de
u!LIEi!!j-ª~~rio, app:stó1i~OSt ,~.P~!t!_~ .4el cual la~jgl~s:i~ ~s~ yinculab~n los doce discípulos, tanto antes de la muerte de Jesús como luego ...~
a Cristo. Esta~ listas sucesorias dieron.JLd!1gp'aHg~,cLY.._12;estigio_a.qI7 triple.negª~iº.n_ d~J~sús, que recqgeI1:_tod~.Jas tra.d~si~!1~! se equílAbró
~nas ~~~~-.!_':.~e~~!? de otr~, las ~~am.._~4~_ igles!~?~ostóli~a§L-ª-Y­ co~la aparición del Resucitado, que le confirió autoridad apostóli91 y
puest'lme.ntefundadas_por_algúnapóstoL De ahí la necesidad de le constituyó. cqmo .e1.pf.ingp1l1 del gru..PQ 9.f:!.los D9.~_~9-'9 _el.e:Y~!1ge_,:,
darles un o:igen apostólico a iglesiaS 'a' las - que se quería potenciar, liQ_deJ 'lan .r,,-clJ!!Z-ªglJd\)er~_~! .P-rill1-"L dj,cípulo _Un 1,41-42)_ yJe _~ __
como ocurnó con la nueva capital imperial en Constaf\tinopla (330). menos r:~~J.c;~_g:t!~,ªL~g!scípld9 _am,~do»J figura eni~áti~. qu~ ?ÍJn-'2.~Ii­
Las metrópolis romanas se convirtieron en sedes de los grandes obis- za el modelo de discfpulo en la comunidadjoánea Un 13,23; 19,26;
pos y las listas de sucesión apostólica legitimaron teológicamente su 20,2; 21,7.20). El discípulo amado es un prQtotipo del carism~!!S:Q sin
Importancia política. La gran reorganización del Imperio bajo Dio- 9lrgQh...qlli:.Jl!ª---J1. pre~ende Jevalorizarª[l~~ ~l proceso de inS!!!!:!f!~
deciano, que creó cien provincias y doce diócesis, fue la que sirvió lizacióo. Pero Juan también reconoce la autoridad y principalidad pe-
de infraestructura institucional a la Iglesia. . trina Un 1,40-42; 13,6-11.36; 18,11; 21,15-19). Históricamente po-
demos dar por bien fundada la autoridad de Pedro dentro de los doce
apó~toles, así como su prestigio apostólico en la IgleSIa prImItIva.
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS S

;El i~teré!!_ !Il_a_~~¡!1:~_9_pg_!_fl::-º!Q...~ósto.Lp~drí~_~~!~l:!am~,~n mo- 6,3; Jn 7,3-5.10; Mt 10,36). Eusebio de Cesarea recoge una tradi-
tiY_f!do por _el deseo de tomar dis~ancia resp~cto de los ]üd~izaªt~, ción que afirma que Santiago era un hijo de José, el padre de Jesús.
que fav9re~(@_la~!l-'premací~~~antia8?.: Esta postura explicaría Flav~efo !,ambién a.fuma .~ era hermano del Señor, aunque no
por qué la familia de Jesús siempre aparece con trazos negativos en p~n~!1ecía_ª--~~ .4i~gpl!lQ!~.§~º-..~.m-º-::t.!gºL~§_Jm9 de los tes!!gQ§ de la
el evangelio, a pesar de la valoración positiva de los padres de Jesús resurrección. (1 C()L.l5J7J'-..ul'QA,,-J{)s_qu~..rª¡'Io_yjslm.J'.I1_1!'!:lls~lén
en su relató de la infancia. También el evangelio marquiano es cla- (Gál1,i9)yu~a autorida,<Lde_esaigle"ia.. (Gál 2,9; Hch 12,17;
ramente pro-petrino, a pesar de que desmitifica al apóstol y resalta 15,13;· 21,ni)~_éº.Jª_q!l~Jleva.lª" voz cantante por encima de Pedro
sus rasgos negativos contra el idealismo posterior de Mateo y Lucas. y Pablo (Hch 15,28-29). É"_el repr~se.n.t.a!"e_del~udeo-cristianos,
Pedro era el prototipo del discípulo y su caída era un aviso para la Ja -jr.ls~p.c.i.ª_,_¡;:ons~ry<ldo~~_gl!t::_._~g~!I9t~_..~, }~<l~J.9_ (GáI 2,12; Hch
comunidad marquiana. El evangelio de Marcos quizás está escrito 21,18) y el que envía delegados a las iglesias gentiles de la diáspora
en Roma, pero no hay indicios claros de su procedencia, ya qUl! Jos (ICor 9,5; Gáll,6-7; 2,12; Hch 21,20-21). La misma carta de San-
latinismos de su redacción permiten una datación fuera de Italia. tiago, escrita por otro en su nombre, se dirige Cfa las doce tribus en
Tuvo una gran importancia porque sirvió como fuente de inspira- la diáspora» (Sant 1,1).
ción para Mateo y Lucas. Santiago coordina la Iglesia universal en nombre de la de Jeru-
Posteriormente, Pedro jugó un papel. de mediador entre las co- salén. Es eClíder de los judaizantes y el apóstol de los judea-cristia-
~!ienres~deo~riSnanas--Y'-J~~~genrlie~~--evi;ndol'~ ruptu'~~~on nos, que afirman su superioridad por encima de Pedro y Pablo.
los primeros aun a costa de enfrentamientos con Pablo (Gál 2,11- Mantuvo buenas E~L~<:~_~~,~55?,~..!~~J.~.ís>~J.. ~~~._~L~!B:cl~.h.ast!tg.ue
14). Lucas canonizó la figura de Pedro como el apóstol sin más: el f1l~J:1Ridad..9 eUl-ª.i}-º_f?2. Según FJavio .~~~~ll.llL~e C.
apóstol de los gentiles (Hch 10,44-48; 15,7.11.14), el misionero de ~f!~_nJa~.~!'Qvec:~6 la ausencia del procurado.I_ roIl).ª!LQ-P-ªIª_~ond~­
laS iglesias (Hch 9,32.38) yel inspirado por el Espíriru para superar ~"arlo corno violado.L4~~.h!J::~y, a pesar de la protesta de algunos
la Ley (Hch 10,10-17.34; 11,2.4.7.13). Los He"hos de los AfJ<ls.~()­ grupos judíos. Este asesinato está en conexión con los disturbios
les son en su P:timem lllitad .1.os «hecho~, de Pedro» Con los otros anteriores a hi guerra contra los romanos. _l:~)~_s~gui,~ores de Santia-
(Hch 1,13-15; 2,14.37-38; 3,1.4:6-:Ü-12;4,8.i3.i975~3.8=9-:i5-.29; go defendieron d.u!'.ante_siglos_sujJ!illlacía_s_obre.tºd()~, \'O.II1.9_'!lues-
9,34.39-43; 12,3.5-11.14-18). No hay duda del interés por enalte- t~~,:~r~~rig.C::.no~<!~_,-!~~ás: «~?S _~~~í~t.t.~~~, .~i¡~ro~_ a J~s~_s~~.abernos
cer la figura de Pedro muchos años después de su muerte. Otra teo- 'l'!.e tú nOs dejarás; ¿quienes el que será grande soore nosotros? Je-
IQgía me_º.Q.s~.~!lmsj?_.gª~.~.l~Qaulina. Para Pablo, Pedro era un~de súsks dijo;:Dondequiei~1i~~álÜ.a.o,:~s([ín¡¡;~ís:-a-$ant1ago _el Jus-
los após;oles principales (ICor, 9,5; 15,5; GáI1,18; 2,9.11.14), to,. e~te, por qllien" fueron hecho~ .el. delo y, la r~~!~a». Este es un es~
per:()_r~chaz",'lue2ea_eLapóst()ld'U()g.e'!tiles (Gál 2,7-8) Y reivin- critóde una comunidad de Transjordania de la primera mitad del
dicaIaigu~lcladdesuap~tpl"do !,on_"ü.)ly<u1 Cor1.),8-11J); Lucas siglo II, que está emparentado con El evangelio de los Hebreos, otro
escribe después de Pablo y retrospectivamente agranda la autoridad apócrifo <J.lI.'O.también deJj,nd,.,kt superioridad ele Santiago. Esta CO"
de Pedro a costa de las pretensiones del primero. De la misma for- rriente .~~~liIl:~. con ~!tmer~uerra judía, y acabó mezclándose
ma que las cartas pastorales se esconden bajo la autoridad de Pablo con grupos judeo-cr~~i.~~~~ cO!!l_oJ()s",ejJi~_!.litas Yl9_S.,~~stic~.
para legitimar el proceso de institucionalización de fines de siglo y QuedapOr-líltimo Pablo, que se autodepominaba apóstol de los
reforzar la autoridad de los ministros, así también Lucas engrande- gentiÍes! defensor de la ruptll,ra con el judaísm.o y acusado de dsmá-
ce a Pedro como dique contra Jos carismáticos y herejes que amena- ti,C:o"y~ h~r~Ti!lo~tiíQJ2or~ {QtilLgfº~-_~¡ijoj:amólén por rI1uchos judeo-
zaban a la Iglesia. cristianos. Ya hemos analizado su teología y sus luchas intraeclesia-
J;n la ig!"~.:>i~__de l~F_l!~<!t~!1J~.#~X~. p,r,i.!}sJp_9-1_e;§.j.;!.I}fL~gº,."h~.rm~­ les. La gu~~r~ ;l;c.a!J:~t~C?n.l.a S,uR.t~~a~.í'!.~~J~.!':J~!é!1 .L4~."$~,n.tiago~,
I}g del Señor. S!.1_~~Jevancia guiz~s se aQ.Q~el!. la infIuenciª--.~..falifru» pero Pablo era demasiado 'il.di,al para un" p"r,-e_de.!~s}glesias:l'()r
q1!~JavQ.r:.~.Efu_a losyarientes del fundador como herederos de su au- e~<? _fu~ ~c:!.(#"_o .qui~J} :;e,-.c~)11;virti6 .e.n.. ~L~p_~:;~9,1~.po:l::._a.!!~p:~l!?a.~ia,
tor~c!ad.San!!agoer~-Ui¡;erní;;no deJe~ú~(Mc 6,3; Mt 13,55; Gál ac~pt~~I.~'p~r~,,~~,~~~~~.g~~Po.~., i~,~l"u"s.~J~ara ~~.~~~~.~i~~ist~~.. y.J~~u­
1,19), cuya familias~d~stanció_de... é!J: su m.i~~..<Mc 3,21-33-35; li~.~"~ll.. martirill..~,!},0Jl1~j~4L .. ~ia!'~9--'!!..P!~.s!igi()1..~l!.!!.i¡1lra_se

174
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JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMeRAS COMUNIDADES CRISTIANAS

mitificó. La religÍCl~c!,!dY91'uJ:lrJo_yi()c.oIl1o_lIli~ionero, sanro, .mic. y judía (Gál 5,22; 6,2) Y sus catálogos de virtudes y vicios, que ex-
l~~r.o]:p.r()t~ctorde h Iglesia. Las dos cartas de Pedro muestran la cluían a los inhtstos~ fornicadores, idólatras, ladrones, afeminados,
irradiación de su teología a fines del siglo 1, así como la dara ten- etSJi"C·or 6;9- Ú-;Ü ,50;Gál 5 ,2e
En;5):--B.a~i~.9íí.e~~r::s¡iii¡¡¡t:i­
dencia de imponerlo sobre Pablo, cuyas escrituras son difíciles de neamente bllt;n ~iudad~Il<? J, cristi~.I!~e a~.Uª--~~!l~fQ!Dla~i,º!l_~.t~­
comprender (2Pe 3,16). Su función mediadora afianzó su universa- ~~~~pir!~~l q~~.~~fr~,c?__et ~~_s~ie.. de J~SÚSd?~.~~_!~.cEJ~~~!I.2_~_~Ja
lidad, aunque no fuera el preferido de ninguno de los dos grupos $9ci¡;dad!__
más enfrentados. Pablo fue Una figura controvertida hasta el segun·
do siglo, para luego convertirse en el apóstol por antonomasia del 7.1. El conservadurismo socio-político y el radicalismo
cristianismo, juntamente con Pedro, simbolizando respectivamente
el apostolado entre los gentiles y entre los hebreos. La civilización La progresiva helenización del cristianismo y la asunción de las vir-
urbana mediterránea fue el campo principal de expansión del cris- tudes domésticas patriarcales favoreció la doble dinámica apologéti-
tianismo y el modelo paulina se impuso por su universalismo y su ca y misional respecto del Imperio. Los cristianos eran buenos ciu-
capacidad de mestizaje de lo helenista, lo romano y lo judío. dadanos y el comportamiento moral adquirió valor religioso en sí
En cambio no tiene validez histórica la pretensión de que Pedro mismo (Rom 2,14-15; 13,3; 1Cor 5,1). Había corrientes minorita-
fuera obispo de Roma, aunque aparezca el primero en las Jistas epis- rias que persistían en la ruptura con el Imperio y en la tensión me-
copales de finales del siglo !l. No fue ministro de ninguna iglesia lo- siánica milenarista, oponiéndose a la integración social (lPe 1,1.13-
cal, ni de Jerusalén ni de Roma, ni mucho menos obispo. La iglesia 16; 2,11-12; 4,7-10; Sant 1,21; 2,13; 5,7-12; lJn 2,15-17.28-29;
romana, como las otras, fue inicialmente presidida por un colegio de 4,l7). Pero se impuso la fusión cultural, que dio origen al Occiden-
presbíteros obispos. Hegesipo, en el 180, es el primero en hablar de te cristiano. La buena_.º,~~ci~La 10~~cacJore!,p~Q_<lggu.n.ciº_plªno
una sucesión de obispos en Roma, a pesar de que escritos anteriores ante las exigencias testimoniales de una vida virtuosa para que no vi-
como el del Pastor de Hermas o las cartas de Clemente y de Ignacio niera el castigo de Dios (lTes 4,1-7). El ideal cristiano se:.hiz~~~é­
de Antioquía reflejan la estructura presbítero-episcopal que existía tico y éticO-,-.cOI~u~et~gQ!!~s.~~ fin _de .9..~~g9:c~mos de. vida tranquila
en la primera mitad del siglo 11. Al reivindicarlo como primer obis- y quiera C9..!U.o<:lapiedady digni<iad. (lTIm2,1-2l.:.. Cuan"'_I11.~flos
po de la iglesia romana se alude a su vinculación por haber sufrido ténsi6n escatológica había, tanto mayor era .la. i.nsistefl:ci,a e~. !~ y~.r.-_
allí el martirio. El doble martirio de Pedro y Pablo en Roma unía a iud; la ascé.tica y. el s()metim)ent~ .a, la~ a.utorid<i:des. .. Se favoreció el
ambos apóstoles y daba a esa iglesia un origen apostólico doble, lo conse-rVadur¡"s~o -·p-ÜlítiCO,· para tranquilizar a las autoridades. Ini-
cual aprovecharon los posteriores papas para afianzar su autoridad. cialmente la autoridad romana era hostil y les criminaJizaba, aunque
no se puede hablar de persecuciones generales en el sentido que hizo
popular san Jerónimo. Los conflictos con la autoridad imperial son
7. RASGOS SOCIALES Y ORGANIZATIVOS DE LAS COMUNIDADES anteriores a la primera guerra judía (1 Tes 1,6; 2,14; 3,3-4; 4,11), so-
bre todo en Roma (Hch 18,2), donde hubo tumultos en los años
~Uesús anu~EL~ rei~do de pios e hizo de los pecadores, los po- cuarenta entre los judíos a causa de un tal «Cresto» (Suetonio). Esta
~res y los enfermos los destinat<1!i~J~rimer~s de su mens&e,L~.~-ª.!ll­ hostilidad culminó el año 64, bajo el gobierno de Netón. Se les em-
~19~~~atq!Ó:g~co,. mis~onal. ~ _i~gi!l:1.cioJ1.ª"14.~lsristi<!ni~mº----t;g.mbi6J9. parentaba a veces con los judíos, mientras que otras veces se aludía
prIorid.:a4~~teJg<~.~~SfLI!a,t!1..r:i~s.!J~1 ento!no hostil romano, que con- a sus diferencias y se recordaba la crucífixión de su fundador. Según
trasta~.a._~on, e_Len~siasmo po~_ ia resurrecciÓn .(!e~risto.1 .haf,:~ª_n~_c_e~ Tácito, era «una religión extranjera corrupta y corruptora de las cos-
s~~.EE~.S!:~.~".~"().~_e~~.ó!1. cql11unit!~ia. De ªh.LeJ1º~n~_ r;<J.f~kter ético_y tumbres», acusada de «odio al género humano».
testiffi..oniaLqlJe adopsaron las comunidades, teniendo cornQ.. rJ::;1e- De ahí las tensiones respecto del Imperio romano. kla,ºi~JJ.llª
rente_.<Lla sQciedad, rorn~.n.a .. EI cristianismo se convirtió en una for- ~rriente _,!p.t!:!Q!!la~~,---q~.~~fl~y~_~!lJ.Q§~:S.(,;ri.r9.s joáJ.?i<;()~y _el ApQ-
ma de_ vida cQn pr~~~s¡~~~s dé .eT~~pl.<l~i~~·~~i~Jwd;;-r;;·-~rs- ~<:llm§j~, en los que hay muchas alusiones contra el poder imperial.
pectivas d.e la sociedad de pertenencia. Se asimiló la moral romana ~¡nerpbargo, las corrientes. más cr:ítiGt-$ :apenas pudieton q.IPbial:' unª
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CIUSTlANAS

mentalidad basada en el orden natural y jerárguice, que exigía se- realdista!>ªAeJ.id-"_alp,,,sentado (Hch 2,44-45; 4,32-37; 5,1-11; 6,1).
meters~e-a:1as _~a~IOi:~a~-~~--~j~' i~4!r_RQL~lJes. C;:ensecuentewente, La _~olidaridad se tradujo en cole_ctas, recogidas _entre las ~omunida-
la deso~~_gi~f1Cia_ {aromaba parte ~~~!1~Ü~1_4~º~s.atálo.zos de vicio_s d~,s,··¡;3:ra ..~tend~r-a··Io~~p~~_~és-(Hchl1~i7--:-36;-Rom-f5~26:3f;G"ál
cristianos (Rom 1,~O)., PQr eso se j.I11P~S.ºJfL~9gj~m~-.PJQ:I0Il1ªna, 2,10; 2Cor 8,3-4).
representada por Pablo (Rom 13,1~7)y Lucas(tI-,,~2bbS:_3Q; El contexto socio-político y la crisis económica palestina en el
23,15.19-35; 24,19.22-23; 25,12; 26,24-32; 27,43-44; 28,16.30). período entre las dos guerras favorecieron la solidaridad cristiana,
Este último presentaba a la autoridad imperial cerno protectora de que fue un eficaz elemento de la propaganda en la sociedad roma-
Pablo contra las insidias de los líderes judíos. Quería contrarrestar la na. La «caja de los póbres» fue el punto de partida para la creación
animosídad de las autoridades, subrayada -por otros escritos (lPe de un patrimonio eclesiástico, que se desarrolló en los siglos peste-
1,6; 2,19-20; 3,14.17; 4,1.16.19; 5,9-10), con un conservadurismo riores. J':lnto tU!S-ª.PE~is hubo también una clara espiritualización e
pro-estatal. Todavía en e1112, el mismo nombre de t(cristianos») era interiorizacl,,-n de 1~_~lge!1cl",,__gu_e_.l'!:2EQ.nían los evangelios. Esto
suficiente para acusar a personas ante el poder remane. Trajano. re- llevó a. tensiol!f;S __ ep,tr:~ gr:!l'pq"s._~t:lJ.!entados_x a interpretac~9:!l~di­
chazó las acusaciones anónimas y que el Estado debiera investigar v~.rg~J}!~~ de los textQ_~~.Y~~li~-º-~L~u_e__ permanecieron en les siglos
sebre quiénes eran cristianos, pero no cuestionó el que el mero ser posteriores. Especial importancia tuvo la hospitalidad entre las igle-
cristianos fuese un hecho criminal, como muestra la carta de Plinio sias. Fue una de las características que más favoreció el prestigio de
el Joven (Ep. 10,96,3) yel testimonio de Tácito (Ann. 15,44). la iglesia de Roma. Era famosa su capacidad organizativa y adminis-
El radicalismo religioso era compatible con el conservadurismo trativa y su generosidad para con los pobres y los muchos huéspedes
socio-político, sobre tedo de trasfondo estoico. Tuvo una amplia cO M
de otras iglesias.
bertura en la literatura cristiana de los siglos l y 1I: «Danos ser obe- El cristianismo es un fenómeno urbano. Se desarrolló a partir de
dientes a tu nombre santísimo y omnipotente, y a nuestros príncipes iglesIas domésticas, en las que los anfitriones ejercían co-mo minis-
y gobernantes sobre la tierra» (lClem 60,4-61,2; Dióg. 6; Arístides, tros de hls--comurüdades (ICor 16,15-16). La (tcasa)) era el modero
Apol. 16,6; Justino, Apol. 1,17). El cristianismo como grupo alterna- para la comuuiclad,;;¡ffibién llamada «casa de Dios. (lTim 3,15; Ef
tivo fue muy desigual, según las comunidades y sitios. Se presentó 2,19-22; Heb 3,4-6; 10,21; lPe 2,5; 4,17). La estructura de la casa
como una religión, una filosofía y un estilo de vida. El igualitarismo sirvió de plataforma para la expansión urbana y de modelo para la
de la gracia se acomodó al orden socio-cultural existente, y éste se teología, y la casa se convirtió en el modelo de la Iglesia (lTim
legitimó desde el orden natural estoico equiparado con la teología 3,15). Se colT\paró a Dios con el amo de la casa (lTim 2,21) y a los
de la creación. El orden político y familiar se veía como designio di- ministros con los adminisrradores de Dios (Tit 1,7). Las cualidades
vino, y sólo los grupos minoritarios radicales fueron sensibles a la domésticas cobraron valor eclesiológico (Col 3,18-4,1; Ef 5,21-
transformación de ambos órdenes .. La decadencia de los profetas?E 6,19) Y se copió la autoridad patriarcal doméstica como modelo
pér~ida 9-~_tensión escatológica y el creciente poderjerárquicQJgyo- para los cargos ministeriales. _~,L~d,~t~!l2:i_~~ no cambió d orden so-
r~iero_I!:_I_a__ L4~1!~iJi_~a~~{j.!!.Eq!d~~º-~iedad romana, asimilando sus asi- cial existente, que incluía la propiedad de esclavos. Hiioo-ünmren·
metrías e interiorizando y 'f:!spirit;ualiz"an.-(,i.9_1~_~fSi~Jl~Ü!~__gist~ana_s. t.o de humanizar las relaciones sociales, 'en la línea'deJa -carra a-Ffle-
También en la problemática social hubo cambios. El cristianismo món, pe~9'no--l1n~ ,tr~~~f9r,~_ación sl?cia}~ en p-arte por hi expectativa
se movÍÓ preferenteme·nteentre·1:al'-aIa~_~I~se.-.m~dJi~i_~Lpr91e,~ªri~­ de un ceEcano final de los tiempos. ~t::" ~1:l~c~~~ ,c:~~bi~L~J~.J~~.!::?'?­
qg.JJ.r.bª-nQ,Ji~n49__~~~~pcionales los mendigos y miserables. así corno n?-s _más ,qtlt?,Jas est~uct"!:1,Las_.,
!qs _altos ºlgnataIi.º-s_..YJª--ªris~9~racia. Hubo continuidad entre las
crfticas _ ge Je~,~~"a.J<lS. ~:iql!~~?s.YJºi...ricos, yJ~.pºgITjores exjge_n~ias 7.2. El papel de la mujer y de los laicos en las comunidades
_~omuJ)itarias~ Como los pitagóricos y los esenios, éstas aconsejaban
la comunión de bienes y avisaban sobre los peligros de la acumula- Jesús se aEartó del códig~ (je--".o[lduc~ajll~io-",,-l<>5(}ncerniente a la
ción de riquezas (lTim 2,9; 3,8; 6,5-19; Heb 13,5; Sant 2,1-7; Ap lll~jeLo.n_1,li:l,. abogando por una concel'ci"n igua!itariad5.obli-
"ºt;.
3,17). gt iqt:?l e.!.~la. py_e,sta. .efl_.com~l! b~~Iles, aUfJ;que la situación gaciones .y.c1el.ech"s(1v1-".lO,;U2;Jv!t .1.9.1!.~.12Ü_ rechazan.c1{)_qlle las
JUAN ANTONIO ESTRADA LAS f'RIMEkAS COMUNIDADES CRISTIANAS

diferencias de sexo tuvieran algún yalorparapiosjMt2.2>2},~0). tuto y funciones de las mujeres en las comunidades. __Los di!gp~IQs
E[tS!..movi~ient~~ª~.~~da.r~n_I~,,_~~ j~~~~~ ~~f!1.~ ~!~~~p.l!r~J_Si!:t:1p~· de Pablo reforzaron el sometimiento de la mujer al varón, más que
tizantes. Las mujeres fueron también un factor clave en cuanto pro~ lªw~l<iicl';ntre-alTI~os-(E{3 ,23;5~2i:3.í;cor3;S::rU 8; TP¡'-3~,4-
rectoras del cristianismo (Hch 9,36-41; 12,12.15; 13,50; 16,13-15; 7), Y las cartas pastorales -",~n1ieronJa cOllcepgónª,imétrica de la
17,4), como discípulas (Hch 1,14; 2,17; 5,14; 8,3; 21,9; 22,4; Gál sociedad~
3,28) Y como personalidades relevantes en algunas comunidades. Esto rep~fc;!!tiQ ..e~.!!l1-ªj~nj1g!!n conse~a~,~,a d~~ mU~Lacen~
Frecuentemente la conversión de la mujer arrastraba a toda su casa, tuada en los escritos tardíos: debía ser obediente y sometida al es-
marido" hijos y domésticos. De ahí su protagonismo eclesial: eran pos~ (lTI~ 2,11-15; 3,Úl-12; 5,1-16; TIt 1,6; 2,3-5), «madre que
cooperadoras de los apóstoles (Hch 16,14-15; 18,26; Rom 16,3- se salvará por la crianza de sus hijos» (1TIm 2,15; 5,10.14), sobria y
6.12-15; ICor 16,19) y profetisas (ICor 11,5; Ap 2,20-23). Había honesta (1TIm 2,9-15), etc. Es una~ologíaHimPIellnadadel!,a"
ministras diaconisas (Rom 16,1-2; lTIm 3,11), anfitrionas de las triarcalismo ju4ío y de la teologí!1 heb~.~ __ g!:1t:.!l_~gª~iyi:za,~~,.~ l.<L~U~
iglesias (Col 4,15) y, al menos, una apóstol, Junia (Rom 16,7). jec por"lp_,,-c~c1O de Eva (ICor 7,2-6; 11,10; 1TIm 2,11-14; El 5,21-
TaI!1bjén ,4~~!~ªtl las yju4~-,_9!):':~.J1!º-º--QJ1~_L~rªn. , imPJ..e~isas, 33; CoI3,18-19; lPe 3,7). Se resalta siempre la igualdad de mujer y
respetadasy-~aten4id~-"LJas_cºlTIuni4ades(Hch 6,1; 9,41; lTim varón ante Dios, pero se mantienen las estructuras patriarcales dis-
5,3-7; Sant 1,27).l.ózicalTlente,_!,o_haYJa~rn_e_nor alusión al sacerdo- criminatorias. Esto se reflejó en la teología posterior: se desarrolló
cio de las mujeres, ya que en el siglo J roda lacomunida_d_ es,,_sacer- la idea de que CristO es la imagen de Dios, yel varón lo es de Cris-
dotal, pero no ningún ministro en part~~_'-!!~~,~ T,!~poco hay mencio~ to, 'excluyendo a la mujer, que se subordinaba al varón. Influyeron
n~~ª-c~rc~._g~_.!1Juj~res pr:esbít~ro~ .. El pasaje de lTim 5,2 contrapone también los textos de Aristóteles, que consideraba a la mujer como
a «presbíteras» (ancianas) y jóvenes, pero no hay alusiones mjniste~ un «hombre deficiente». La dignidad de la persona pasó a un segun M

riales, sino referencias a la edad. En la misma línea está ITim 2,11- do plano en favor de la diferencia de género sexual.
12. ,El estatut9 público de .1<!.lI!_~j~r:. ~}l 4na $.9_~i(!4acl.Pi1t!:~<!L<;ªLI).~~fu. le. incJ1)!:!rrª,iº-~nJa §Qcieg;¡,Lmmªl!lLY JiLl?fQgmivaª,omg-
muy difícil que las, mujeres, como los _esclavos, pudieran acceder '!. 4,:g:iºª_~c;:1~g~a la.§.~gnl~~'!5_~Jru~~J~? .c!~.. I,<l__ép9.f!1_r~p~Fc.l.!~!.~~gp.
c~rgos mjnist~ri!lJes. importantes. No hay que olvidar que ambos tªmbién en. la i.4~º.tictªct_yjHIlciºIJ.e~ ,deJos .1!l~<;9~:J"!,a d~!}'9min<!~Lq_!1
grupos seguían sometidos al padre de familia y amo, respectivamen- específi<;a d~_Jos _p.·i§.t.!:ªJ!ºUra,~.~1Iª.~~,rJ11dad)} (lTes 4,9; Rom
te, por lo que, en caso de ser ministros, no tenían independencia en 12,10; Heb 13,1; lPe 1,7.22; 2,17; 5,9), término poco frecuente en
la sociedad romana. Esporádicas alusiones posteriores a mujeres las escrituras judías, pero no excepcional, y que en la literatura cris-
presbíteros aluden a esposas de presbíteros sin que tengamos testi~ tiana cobró un significado eclesial y no étnic.o. Es el contrapunto a
monios daros de un ministerio presbiteral. la afirmación hebrea de que todos los hombres son hijos de Dios. Es
~l c~istianis~~._a~~p~~.l~...!e}_~~iones_~E:.~_J~!~~~, .r:_~~ie:~ gl:!e un concepto que, tuvo mucho influjo en los siglos posteriores: Ci-
había en la sociedad. Sólo buscó humanizarlas Y-'leUtralizarJas ciife- priano de Cartago lo utilizó como título para la Iglesia más de cin~
rencias desde la perspectiva teológica (Gá13,27; ICor 7,1-6; 11,11- cuenta veces, aunque no fue "un concepto generalizado. En est~.~9n,­
12), sin pretender una reforma social. Se aceptaron muchas costum~ tex.tQ,_<k..frªt~mid.il.sLpQP.JJlª-r.)..J!Ll~_!fQ ~!E-_.~.L ~r!§~~_ªºo.- ~i.n _m?s~.,,_eJ
bres sociales como la sinagogal, que prohibía a las mujeres hablar en miembro4elpu~bl() de Dios, vinculado a los Aemáspor lazos de fra-
las reuniones (ICor 14,33-35), aunque se rompió con la separación ternidad. Inicialmente, el término de hermanos designaba a todos
de sexos, sin que hubiera una práctica única y universal (lCor 11,3~ los~¡ell1bros de las comunidades. Esta conc~Q,jº!Ligyª!itariª cho-
16; 16,19). En las cartas paulinas se advierte un~ cierta misoginia, có ~º!L~J!ntO[no so.cíO,:-cul~~1jl.!díO~I_ !.º~!l:!!º' En ambos ámbitos
aunque se discute si no hay pasajes interpolados posteriormente. A se partía del contraste entre lo sagrado y lo profano, asimilado a lo
veces da la impresión de que la argumentación paulina no conven~ laico,--contraponiendo a sacerdotes y laicos (lClem 40,5).
ce a las comunidades: «si a pesar de esto, alguno disputa, nosotros Hubo otros camb!os n.ega~~~os ~el.EPllcepto de LaicQ¿.9.Y_t:.. ?s.aQó
no tenemos esa costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios» (1 Cor designando al hombre sin letr~1 a)a per.s~!l~_ i~~E:lta, ~t~: Estas c:o~­
11,16), lo cual prueba que no había un consenso respecto del esta- notaciones so~!a.Ies_f~vor~ciero!1la p~o:gre~i,?a devalua,ció?,,~e. ,l~s .t~I-

180 181
JUAN ANTONIO ESTR.ADA LAS PR.IMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

c_os,S-º~~!1~~ll~~r s,!_~erc:.c::!!~~_eredic~!'_L_~J_a~~~~i_~,~:! teológi- no_ q~ . gº-~.§_~Q!l~.d_~_.fºm.~n~car _a_QfIJ?~Jg...q~"~_~~_ ha_!~~i1?l~o. Hubo


fe_(Heb 8,10; 10,16; 1Jn, 2,27; Hes 4,9; 2Cor 3,3; Hch 2;-17-2:1}. que esper.at_f.l J~_ g~n_~r:<i:liz_~ci~n del. b~~~~_fl.1<?" ,~e J2s_l!.~!1.2.~_e.!l_~~i_g!o
La enseñanza de los laicos fue inicialmente reconocida por todos, IV.2.ara gu.eJ~J!:l~~.i§!1.p.~~~~___~_~~_~.~*~~.~~~.P_<?~~~er~. Igualmente,
abundaba en las comunidades paulinas y era autónoma respecto de se r~conocía el marrimOIlio civil de los laicos, sin presencia del sa-
la jerarquía. Sin embargo, los ministros iniciaron un proceso de con- cerdote, ya que los ~(ministros» de lo que acabó considerándose un
trol desde el siglo III y finalmente monopolizaron la enseñanza teo~ sacramento eran los cónyuges. No había ceremonia eclesiástica del
lógica y catequética, aunque en Oriente permanecieron vestigios de matrimonio. Se respetaban las costumbres de, las sociedades en las
los antiguos teólogos laicos. -Lo laicQ~~ viº-tamºié.~º.Jo_nQ_s_a­ que había comunidades cristianas, exigiendo sólo el consenso públi-
cerdotal. Serefie~alos.objetos profanos, a lono consagrado a co de los contrayentes. Para la~endici.óE..s.~~.!.c!PtaI hay que esperar
DiQ?~.Jn~~,tlJ~.e~!~ ~I!..I~.c~_~un.id~d~_.9·istianas m,gos ~r~n consa~ f!l_~_ig!~L!Y._Len que SOrr!,~_~~º___'!.,ge_~_~ªlt~ª"r.§~,_ ~}!!!g~~.._I.ll!.~~_~_t;~__º~~e~
grados_{u_ngidl?s)._ .L~~gº_S.~_.PEº~j~_'!l!.4.e:~1!~3:1:"!"}-,~~!!!~emá~~~~.9.Ee saria para Ja _ y_~Fd_~~_~_~J !:l1,a~~~!!!9pJo.
rQJJ1-RÍa con la concepción del sigIQ l. Surg!9 la id~;¡ de la_consagra~ . T_ªJnhljÚL~!l..ill.sIue concierne a la eucaristía se ponía en primer
cián a Dios por ordenación para el ministerio. De esta forma se sa- p!aQ~l.MR~.~L~OIl1.1!ªL~(io~_.P_e_~hf.Iª, !;~P!:~gºlL~[~gón del p-ª!l'~
c~r4qtal!,?:~!..on·!Qs cargQ.~! asumiendo categorías y Íl!!1fjones del sa- (ICor 10,16; Hch 2,42; 20,7-11) Y la de «cena deLSeñQf» (ICor
cerdocio .W_<;·!!Q.y ~anq. 11,20), que se celebraba ocasionalmente. La eucaristía tiene r<J.rc;~s
ª_
~os cargos ierárquico~ comenzaron utiliza_~~Ly.~fª-Q..1,!_h!riQ __t;ie jug.í.~~y__ remit~ __~~l<LI;J~J!4lción del_fQIDie.ll~º_º~b. cOJ.l1id--ª-l".la acción
her~a_-"-~~_.P<l~'!._ ~_~_~~!!~_~~_ .a._~~~oIeg~ .4~nJ~º__4~1_.oT4.ºJ.l!'Ú~.!!~¡;as.,que de graciaslil1:i!,p-,,,ctic.ac!a..p.or.,,1 mislIlQ]"s~_ (Le 22,14-20; 24,31-
Ias designación_ de_ pa4re~_J;._~H()~ se impus() en la r:~hlciQl}_ef!~re__ mi~ 35; ICor 10,16-17.21; 11,23-29). Toda la comunidad-,,,l,,braba,
nistros y_ ~9I)1UI1Üj.ªq. El dualismo asimétricº---Y...íerárguico se metió pre~_0}.4.<!"PQ~lq§ ministros, ruº..§Ln__H!LeJ1l!.Qi~Iª--~Lº\ljlli~J!lº_cl~_los
enlas, comtII1idades, arruinando lahorizontaligad básica de la ecle~ 9E e c(!lebran y Jüs que ~ist~n. Había una clara conciencia de que la
sioi~gía- ~~_otestame~t~ria: EnTarnedid~- e~- qu-e ~r~~toik~'~~-~~-i'~~- eucaristía era una celebración comunitaria, lo cual hacía impensable
piraba en la sociedad romana para organizarse, se hacía más difícil una celebración por parte de un clérigo sin el pueblo. La concele-
que se convirtiera en una alternativa global al Imperio, con el que se bración era la forma normal de realizarla. El aspecto laico de la eu-
homologaba organizativamente, y. se perdían elementos originales caristía reflejaba el eclesial, según el principio de la Iglesia antigua!
diferenciales de la época inicial neotestamentaria. La progresiva y de que la eucaristía construía la Iglesia, y viceversa. El conflicto de
creciente inculturación social en la sociedad romana iba en contra Antioquía entre Pedro y Pablo acerca de participar o no en la mesa
de sus elementos de contraste, desde los que sería posible la refor~ común con los gentiles se debía a que la comensalidad era un sím~
ma o incluso la impugnación de las ideologías culturales estableci- bolo de reconocimiento de las iglesias (GáI2,11-18) y repercutía en
das. La idea del ,.clero» como la porción escogida arruinó la teolo~ las relaciones sociales de sus miembros (ICor 5,11). De ahí el signi-
gía de los laicos. De ahí, las progresivas restricciones en el ámbito de ficado de la excomunión, que era una exclusión de la comunidad y
lo sacerdotal-cultual. S.!'..pasó, por ejemplo, de la confesión de los pe- de la eucaristía. El estrecho vínculo que existía enrre la forma co-
cado~º~ unQLC.{)Q_g~o~_(S_afl!.s-, 16).l"!,,-1~me.<liac:.ióll. de los laicos rrecta de celebrarla y la solidaridad de los participantes se extendía
respecto ¡;le 10specadores(Gál 6,1; 1Jn 5,16;-Sant 5)9:2:0), q;;~·re~ a la misma economía (leor 11,17 34). w

mite a l".I11isI11a époc" <!c:J.esús (Mt 18,15-20; Lc 17,3; Jn 20,19-23),


al monopolio del perdón de los pecados por el clero. Primero el obis-
po y Iuego- ~~p~esbíteroc_ontrolaron la instirución EenitenciaI, ~er­
dié~4os~_ h:Ú~órtaf-tcia-deJl~coirección fraterna, ampliameñte-_~tes~ APÉNDICE DOCUMENTAL
tiguada en las prime,,!s~¿omuñidadés¡tc6;4í -42;17;3-4; MÍ; 7;3=5;-
18,15-22; Romi5,14; lTes 5;iA·; Cál 6,1; Did. 2,7; 4,3; Bern 19,4).
En lo concerniente al sacramento- del bautismo se reconocía el Los textos bíblicos están tomados de la Nueva Biblia Espa,lola, a cargo de
derecho de , los laicos'" a_______
________ administrarlo,
,_.. _. ___ ., _. ___ se[ún
~_ el_________
__ ... viejo princinio roma-
T ____ _ ,, ___ " Luis Alonso Schokel y Juan Mateas, Madrid, ediciones Cristiandad, 1975.

182 183
lUAN ANTONIO ESTRADA LAS PR.IMERAS COMUNIDADES CR.ISTIANAS

Los textos del siglo JI están tomados de la obra de Daniel Ruiz Bueno Padres 2.3. Sobre la superación de la Ley
Apostólicos, Madrid, BAC, 1967.
Antes de que llegara la fe estábamos custodiados por la Ley, encerrados es-
1. Jesús y su comunidad de discfpulos perando a que la fe se revelase. Así la Ley fue nueStra niñera hasta que lle-
gase el Mesías y fuésemos rehabilitados por la fe. En cambio, una vez llega-
1.1. Sobre la expectativa cercana de Jesús da la fe, ya no estamos sometidos a la niñera, pues por la adhesión al Mesías
Jesús sois todos hijos de Dios (Gál 3,23-26).
Pero en aquellos días, después de aquella angustia, el sol se hará tinieblas, la
luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tam- 3. Las iglesias carismáticas y las primeras teologías
balearán. Entonces verán venir a este hombre sobre las nubes, con gran
fuerza y majestad, y enviará a Jos ángeles para reunir a sus elegidos de los 3.1. Pérdida de la salvación en Israel
cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprended de esta comparación Con la higuera. Cuando ya la rama se Pregunto ahora: ¿Han caído para no levantarse? Por supuesto que no. Si por
polJ.e tierna y brotan las yemas deducís que el verano está cerca, a la puer- haber caído ellos la salvación ha pasado a los paganos, es para dar envidia
ta. O s aseguro que antes que pase esta generación todo eso sucederá. El cie- a IsraeL Por otra parte si su caída ha supuesto riqueza para los paganos,
lo y la tierra pasarán. pero mis palabras no pasarán (Mc 13,28-31). ¿qué no será su afluencia en masa? (Rom 11,11-12).

1.2. Sobre el retraso del tiempo final 3.2. Vosotros, antes rebeldes a Dios, a través de la rebeldía de ellos habéis
obtenido misericordia. Lo mismo ellos, son ahora rebeldes para, a través de
A propósito de la venida de nuestro Señor. Jesús el Mesías, y de nuestra reu- esa misericordia que habéis obtenido vosotros, obtener a su vez misericor-
nión con él, os rogamos, hermanos, que no perdáis fácilmente la cabeza ni dia (Rom 11,28-30).
os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si
afirmásemos que el día del Señor está encima. Que nadie en modo alguno 4. Unidad y pluralidad de la literatura cristiana
os desoriente (2Tes 2,1-3).
4.1. Sucesores de los profetas y carismát ieos
2. El nacimiento de la Iglesia cristiana
Elegías, pues, inspectores y ministros dignos del Señor, que sean hombres
2.1. Sobre el nuevo sacerdocio de Jesús mansos, desinteresados, verdaderos y probados, porque también ellos os ad-
ministrarán el ministerio de los profetas y maestros. No los despreciéis,
Porque cambiar el sacerdocio lleva consigo forzosamente cambiar la Ley. Y pues, porque eIJos son los honrados eorre vosotros, juntamente con los pro-
ese del que habla el texto pertenece a una tribu difereme de la que ninguno feras (Did. 15,1-2).
ha tenido que ver con el altar. Es cosa sabida que nuestro Señor nació de
Judá, y de esa tribu nunca habló Moisés trarando del sacerdocio. Esto re· 4.2. Influjo del judaísmo en el cristianismo
sulea aún más evidente si, a semejanza de Melquisedec, surge otro sacerdo-
te, que no lo es en virtud de una ley, de una disposición sobre el linaje, sino Porque él mandó que las ofreridas y ministerios se cumplieran no al acaso y
por una fuerza de vida indestructible (Heb 7,11-16). sin orden n¡ concierto, sino en determinados tiempos y sazón. Y dónde, y
por quiénes quiere que se ejecuten, él mismo lo determinó con su querer so-
2.2. Sobre la superación del culto y el templo berano, a fin de que haciéndose todo santamente, se acepte en beneplácito
a su voluntad.
Créeme, mujer! Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este y en efecto, al Sumo Sacerdote de la antigua rey le estaban encomen-
mame ni en Jerusalén. Vosotros adoráis lo que no conocéis, nosotros 10 que dadas sus propias funcionesj su propio lugar tenían señalados los sacerdo-
conocemos, porque la salvación sale de los judíos. Pero se acerca la hora, o tes ordinarios y propios ministerios incumbían a los levitas; el hombre lai-
mejor dicho, ha llegado, en que los que dan culto auténtico darán culto al co, en fin, por preceptos laicos está ligado (lClem 40,2-3.5).
Padre con espíritu y verdad, pues de hecho el Padre busca hombres que lo
adoren asÍ. Dios es espíritu, y los que lo adoran han de dar culto con espí-
ritu y verdad Un 4,21-24).

184 185
LAS PRIMERAS COMUNIDADES CP"I~TI"'NAS
lUAN ANTONIO ESTRADA

Aguirre, R., 32002: Del mov¡"~i:nt~ de Jes~s ~ fa Iglesia cristiana. Ensayo de


5. Origen y evolución de los cargos en las iglesias
exégesis sociológica del cnsttamsmo pnmltwo, VD, Es.tella. "
B-rown, R. E., 1986: Las iglesias que los apóstoles nos deJaron, Desdee, Bil-
Legitimación cristológica de los ministerios
bao.
Brown. R. E. YMeier, J. p.. 1983: ,,-\ntioc" and Rome. New Testament ra-
e d
En resumen, Cristo de parte de Dios, y los Apóstoles de parte de Cristo: una
les of Catbol;c Cbn"stianity, Paulist Press, New York. .
y otra cosa, por ende, sucedieron ordenadamente por voluntad de Dios.
Castillo, J. M.) 1993: Para comprender los ministerios en la IglesIa, VD, Es-
y así, según pregonaban por lugares y ciudades la buena nueva y bauti w

tella.
zaban a los que obedecían el designio de Dios, iban estableciendo a los que
ConzeImann, H., 1974: El centro del tiempo, Fax. Madrid. .
eran primicias de ellos -después de probarlos por el espíritu- por inspec w

Dunn, J. D., 1977: Unity and Dú:ersity in the New Testa"!ent. An Inqw,!
tares (episcópous) y ministros (diacónolls) (1CJem 42,2.4). ¡nto the Character of Ear/iest Clmstianity, The Westmlfl.ster Press, Phl-
ladelphia. . .
6. Las luchas por la supremacía en la Iglesia Estr:lda, J. A., 1990: La identidad de los laicos, Paulmas, M~dnd.
Estrada, J. A., 1999: R:tra comprender cómo surgió la Iglesta, VD, EsteBa.
Disputas entre Pedro y Pablo Gager, J. G., 1975: Kingdom and Community: The Social Wor/d of Earley
Christimtity, Premice-Hall, Englewood Chffs. . . .
Pero cuando Pedro fue a Antioquía tuve que encararme con él, porque se Jeremias, J., 1977: Jerusalén en tiempos de Jesús, CrlStl:mdad, ~adnd.
había hecho culpable. Antes de que Jlegaran ciertos individuos de parte de Malina, B.]., 1995: El mundo del Suet.'o Testamento. PerspectIVas desde la
Santiago, comía con los paganos; pero llegados aquéllos empezó a retraerse antropología cultural, VD, Estella.
y ponerse aparte, temiendo a los partidarios de la circuncisión. Los dem5s ju
w
Meeks, W (ed.), 1979: Zur Soziologie des UrchristentunIs, Kaiser, Mün w

días se asociaron a su ficción y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar con chen.
ellos por aquella farsa. Ahora que cuando yo vi que no andaban a derechas Meeks, W. A., 1993: Los primeros cristj';¡llos urbanos, Sígueme, S~lamanca.
con la verdad del evangelio, le dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo Schilleheeckx E. 1983: El ministerio eclesial, Cristiandad, Madnd.
judío, estás viviendo como un pagano y en nada como un judío, ¿cómo in w
Stegemann, É. W. y Stegemann, W, 2001: Historia social del cristianismo
tentas forzar a los paganos a las prácticas judíns? (Gill 2, l l 15).
w

primitivo, VD, Esrella. . .. .. . ,


Theissen, G., 1985: Estudios de sociologia del cnstlamsmo primItIVO, Slw
7. Rasgos sociales y organizatilJos de las comunidades gueme, Salamanca. . . .
Theissen, G., 1979: Sociología del mal/amento de Jestls, Sal Terrae, Santan-
Patriarcalismo cr;stiano
der. I h
Theissen, G., 2001: Die Re/igion der asten Christen, Kaiser/Güters o er
Está muy bien dicho que quien aspira a un episcopado no es poco lo que Verlagshaus, Gütersloh.
desea, porque el dirigente tiene que ser intachable, fiel a su mujer, juiciow
Piñero, A., Montserrat.Torrents, J. Y Carda Bazán, F. (eds.~, 1999: Textos
so, equilibrado, bien educado, hospitalario, hábil para enseñar, no dado al gnósticos. Biblioteca de Nag Hammadi JI, Trot:a~ Madnd.
vino ni amigo de reyertas, sino comprensivo, pacífico y desinteresado. TIe- Weber, M., 1969: Economía y socied.:rd I, FCE, MeXlCO.
ne que gobernar bien su propia casa y hacerse obedecer de sus hijos con Zimmermann, H., 1969: Los métodos histórico críticos en el Nuevo Testa w

dignidad. Uno que no sabe gobernar su casa, 'cómo va a cuidar de una mento, BAC, Madrid.
asamblea de Dios? Que no sea recién convertido, por si se le sube a la ca w

beza y lo condenan ..como al diablo. Se requiere además que tenga buena


fama entre los de fuera, para evitar el desprestigio y que el diablo lo atra-
pe (lTim 3,1-7).

BIBLIOGRAFÍA

Aguirre, R., 2001: Ensayo sobre los orígenes del cristianismo. De la religión
política de Jesús a la religión doméstica de Pablo, VD, EsteIla.

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