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Resumen:
La creación entera es fruto del designio divino de Dios, pues sabemos que Dios al crear al
hombre lo designo a cuidar de toda ella, de ahí deriva la responsabilidad magnifica de cuidar
de todo lo existente, en tal sentido evitar la sobreexplotación. Por ello, la situación actual del
distribución.
Introducción:
La preocupación por la ecología esta latente en nuestra sociedad actual. Pues notamos
alguna conciencia del deterioro causado por el hombre mismo a sí mismo, como también a
Pero esta preocupación no solo atañe o tiene en vilo a las comunidades científicas, sino
también la iglesia misma siempre ha estado presente alzando la voz y llamando a una cultura
En los últimos tiempos encontramos la Encíclica Laudato si, donde claramente el Papa
Francisco expone la situación actual y da pautas para el cuidado de la misma. Pero no ha sido
etc, en tal sentido es urgente ahora la educación en una conciencia responsable y solidaria
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El hombre y la creación:
El hombre ya que has sido “creado a imagen de Dios, recibió el mandato de gobernar el
orientar a Dios la propia persona y el universo entero, reconociendo a Dios como Creador, de
todo, de modo que con el sometimiento de todas las cosas al hombre sea admirable el nombre
Pero asimismo la presencia de la tecnología y la ciencia no ha sido del todo negativa, sino
la creatividad humana donada por Dios, ellas nos han proporcionado estupendas posibilidades
“correcta aplicación”, por lo cual es necesario mantener una actitud de prudencia y analizar
con ojo atento la naturaleza, la finalidad y los modos de las diversas formas de tecnología
El Papa Juan XXIII en su encíclica Mater et Magistra sin mencionar la ecología, dedica
mayor atención a los problemas del campo y del respeto a la naturaleza en una era de
industrialización desmesurada.
técnicos, al uso de la energía nuclear y al aspecto de la justicia social” (ética social azul, 309.)
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Ya en el pontificado del Papa Juan Pablo II fue abordado con mayor insistencia la
preocupación ecológica. Respecto a la conducta del ser humano en relación con la creación el
Papa afirma: “El hombre, impulsado por el deseo de tener y gozar, más que de ser y de crecer,
consume de manera excesiva y desordenada los recursos de la tierra y su misma vida (…) En vez de
con ello provoca la rebelión de la naturaleza, más bien tiranizada que gobernada por él (...) A este
respecto, la humanidad de hoy debe ser consciente de sus deberes y de su cometido para las
En la sociedad actual encontramos una gran crisis en la relación entre el hombre y el medio
ambiente, pero esta ruptura es fruto de las acciones humanas irresponsables que han llegado a gran
escala y han tenido diversas manifestaciones, desde pequeñas acciones como tirar algo al piso hasta
naturales no renovables de modo irracional y muchas veces provocada por “medios de transformación
propia y profunda verdad: la de su ontológica relación con lo otro, con los otros y con el
absolutamente Otro” (Alfonso Cuadron, 1993). El Papa Benedicto XVI dice que "La Iglesia tiene una
responsabilidad respecto a la creación y la debe hacer valer en público. Y, al hacerlo, no sólo debe
defender la tierra, el agua y el aire como dones de la creación que pertenecen a todos. Debe proteger
sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo” (Benedicto XVI, Caritas in veritate n. 51).
Por tanto, ha de haber una responsabilidad en poner por encima de todo la dignidad humana y el
Son muchas las consecuencias negativas de este resquebrajamiento en la relación del hombre con
el medio ambiente, pero hemos de ser más conscientes de la responsabilidad que tenemos para con las
futuras generaciones, como también hay una necesidad moral y jurídica que garanticen y ayuden a
una solidaridad especialmente responsable respecto al ecosistema, pero dicho deber inmiscuye a toda
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la humanidad. Solamente conjugando el desarrollo científico con la dimensión ética, el hombre “será
capaz de promover el ambiente como casa y como recurso, en favor del hombre y de todos los
El ambiente natural nos pertenece a toda la humanidad, motivo por el cual el cuidado del
simplemente las exigencias del presente sino también se extiende a las del futuro.
normativas legales, como decía el Papa Juan Pablo II: “Corresponde a cada Estado, en el
biosfera, controlando atentamente, entre otras cosas, los efectos de los nuevos
de no verse expuestos a agentes contaminantes o a residuos tóxicos” (Juan Pablo II, 1990).
ambiente social y nunca hacer uso de la naturaleza contra su propio bien. La asamblea
particular del Sínodo para Asia también se ocupó de este tema: “Corresponde a los cristianos
sentido de respeto por todas las criaturas de Dios. Es voluntad del Creador que el hombre
actúe sobre la naturaleza no como explotador irresponsable, sino como administrador sabio y
El medio ambiente ha de ser distribuido entre todos, por tanto, “el principio del destino
universal de los bienes ofrece una orientación fundamental, moral y cultural, para deshacer el
complejo y dramático nexo que une la crisis ambiental con la pobreza” (compendio de
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Pero muchas de estas dificultades nos han de llevar a nuevos estilos de vida, para así poder
superar sobre todo el rompimiento relacional con la creación, y estos estilos de vida deben
estar “presididos por la sobriedad, la templanza, la autodisciplina, tanto a nivel personal como
social. Es necesario abandonar la lógica del mero consumo y promover formas de producción
Conclusión:
que tenemos con la creación y pues todos los hombres no somos dueños de los existente sino
reconocimiento, ya que la creación nos orienta hacia Dios, quien lo ha creado y lo sostiene.
Una gran figura de este cuidado y respeto autentico por la creación es San Francisco de Asís,
quien nos da el testimonio de que de la estrecha relación pacifica con Dios, brota la iniciativa
a construir la paz con toda la creación. Por tanto, una adecuada relación con el mundo
La ecología por otra parte también ha tenido consecuencias de índole moral, por lo cual es
humana.
Bibliografía:
Concilio Vaticano II, Const. Past. Gaudium et Spes, 15: AAS 58 (1966) 1036.
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Juan Pablo II, Discurso pronunciado durante el encuentro con científicos y representantes
(1981) 422.
Juan Pablo II, Discurso a los obreros en las oficinas Olivetti de Ivrea, Italia(19 de marzo
Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 9: AAS 82 (1990) 152.
1993.
Reinhard Marx – Helge Wulsdorf, Ética Social Cristiana, Valencia, España: Edicep, 2005.
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