El proyecto de vida es un plan trazado, un esquema vital que encaja en el orden de
prioridades, valores y expectativas de una persona que como dueña de su destino decide cómo quiere vivir. Aspectos necesarios para elaborar un proyecto de vida: Tener capacidad para el autoaprendizaje Lograr el crecimiento personal Desarrollar actividades intelectuales Formar hábitos positivos Analizar los valores personales Formar un estilo de vida propio Un proyecto de vida es útil por muchas razones, pero quizás la más importante sea porque le da sentido a nuestra existencia y nos permite tener siempre anhelos, metas, deseos, motivos y razones para seguir viviendo y para trascender las dificultades que nos presenta el mundo cotidianamente. Planear nuestra existencia nos hace ser proactivos y vivir productivamente, ya que nos dá la posibilidad de saber hasta dónde se quiere llegar. La elaboración de un proyecto de vida ayuda a que el individuo:
Verse a sí mismo desde una nueva perspectiva
Conocer sus limitaciones y potencialidades Descubrir su sitio y misión en la vida
Para realizar el proyecto de vida es necesario:
Reconocer la historia personal
Definir logros obtenidos en términos de pérdidas y ganancias: Proyectarse en el futuro
Una meta o fin es el resultado esperado o imaginado de un sistema, una acción o
una trayectoria, es decir, aquello que esperamos obtener o alcanzar mediante un procedimiento específico.
Las metas se pueden clasificarse por tiempo de la siguiente manera:
Corto plazo: Se proyectan en un tiempo aproximado de seis meses
Mediano plazo: Se proyectan de seis meses a tres años aproximadamente Largo plazo: Abarcan de tres años en adelante.