Internado área cardiorrespiratoria I

Docente Mauricio Ojeda Barria

Carrera de Kinesiología
Sede de la Patagonia

Ensayo sobre el
COVID-19 en la población fumadora.
Interno Bady Ojeda Aguilar

El actual brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19) fue notificado

por primera vez en Wuhan (China) el 31 de diciembre de 2019. Los coronavirus
son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en
animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus
causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta
enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio
(MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha
descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.
Este coronavirus es posible que sea de la subfamilia Betacoronavirus, de los
cuales se desprenden los subtipos que causan el MERS y el SRAS.
Actualmente la población mundial tiene un alto riesgo de contagio de covid-
19, pero solo una parte de esta tiene riesgo de sufrir síndromes respiratorios
severos. Esta pequeña población de riesgo serían las personas mayores y las que
padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial,
enfermedades cardiacas o diabetes) que desarrollarían casos graves de la
enfermedad con más frecuencia que otras.
Dentro del párrafo anterior no se consideran aquellas personas que están
bajo factores de riesgo los ambientales, o personales, tales como estilos de vida;
la alimentación, actividad física, y específicamente para la contingencia actual, el
hábito tabáquico.
El hábito tabáquico es un factor determinante respecto a la salud del
sistema respiratorio, ya que altera las características físicas y fisiológicas del tejido
pulmonar, provocando cambios y daños irreparables en el sistema respiratorio.
Está altamente ligado a enfermedades de parénquima pulmonar y vías
respiratorias, como el EPOC. Además, se asocia a deterioro de las funciones del
sistema inmune, específicamente en el pulmón, haciendo de esta manera, que los

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fumadores sean mas vulnerables a enfermedades infecciosas del sistema
respiratorio.

¿Qué riesgo tienen los fumadores al contagiarse con el COVID-19?

En teoría, sabemos que los fumadores pierden elastancia pulmonar, debido
a procesos inflamatorios leves que sufre el parénquima pulmonar, esto debido a
los agentes nocivos que produce el humo. Estos agentes nocivos están
constantemente ajetreando las barreras inmunológicas del pulmón. Esto podría
entenderse como una “debilitación” constante del sistema inmune, que los expone
a contraer cualquier tipo de infección respiratoria.
Considerando el alto poder de contagio que tiene el COVID-19, un fumador
podría verse sumamente afectado.
La fisiopatología del COVID-19, a grandes rasgos, tendría una afinidad por
receptores ECA II, que al unirse a estos receptores de las células del epitelio
pulmonar (neumocitos tipo 1 principalmente), generarán la cascada de replicación
del ARN del coronavirus, y posteriormente, la apoptosis de la célula. Además, en
el intersticio tisular, y en el alveolo en si, se generarán cantidades anormales de
señalizadores y células inflamatorias, que consigo aumentan la irrigación capilar
del lugar, aumentando el volumen plasmático, y generando ocupación alveolar.
En resumen, se generarían daños celulares y ocupación alveolar, situación
que disminuiría la superficie de intercambio gaseoso, y si a esto le sumamos, el
estado disminuido de elastancia pulmonar y la constante inflamación generada por
el humo del cigarrillo, la posibilidad de generar una falla respiratoria es muy alta.
Normalmente, en personas sanas, que no pertenecen a grupos de riesgo y
no son fumadores, el sistema inmunológico es capaz de controlar la situación
patológica, y con manejos generales, se puede llegar a buena resolución.
En el estudio de Vardavas & Nikitara (2020) hubo porcentajes más altos de
fumadores y exfumadores, entre pacientes que necesitaban apoyo en UCI,
ventilación mecánica y fallecidos. También calcularon que los fumadores eran 1.4
(40%) veces más propensos para tener síntomas graves de COVID-19 y
aproximadamente 2.4 (140%) veces más probable para ser admitido en una UCI,
necesitando ventilación mecánica, o falleciendo, en comparación con los no
fumadores. En este estudio, concluyen que fumar está asociado con la progresión
negativa de esta enfermedad, y a resultados adversos del COVID-19.
Como un último punto, según el Informe sobre el control del tabaco en la
Región de las Américas 2018, chile tiene una prevalencia de consumo de tabaco
fumado en adultos del 38,7%, la más alta en las Américas, al menos, hasta el
2018, situación que es muy probable que no haya cambiado a la fecha actual.

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 Como profesionales de la salud, dentro de nuestras tareas se encuentran
prevenir, fomentar y educar. Respecto al habito tabáquico, es difícil lograr el cese
de fumar, sin haber tenido un evento shockeante (IAM, PCR, entre otros). Es
importante para esta población estar informada sobre su riesgo, y educar en base
a estos antecedentes, podría tomarse como una nueva estrategia educativa
respecto al habito tabáquico, aprovechando el revuelo de la contingencia sanitaria
actual.

Bibliografía
Organización mundial de la salud.
https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-
public/q-a-coronaviruses
Castillo, C. (2016). Infecciones emergentes causadas por coronavirus. Los
virus SARS-cov y MERS-cov (Trabajo de fin de grado. Grado en farmacia).
Universidad de Sevilla, facultad de farmacia. Sevilla, España.
Vardavas, C., & Nikitara, K. (2020). COVID-19 and smoking: A systematic
review of the evidence. Tobacco induced Diseases, 18(20).
https://doi.org/10.18332/tid/119324
Organización Panamericana de la Salud (2018). Informe sobre el control del
tabaco en la Región de las Américas, 2018. Washington, D.C

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