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CAPÍTULO 1
cognitivo en el ámbito
de la psicología evolutiva
El estudio del desarrollo cognitivo es una de las grandes áreas que se pueden
distinguir en la Psicología Evolutiva, junto al desarrollo social y emocional y el
desarrollo psicomotor. La delimitación de su objeto de estudio implica, en primer
lugar, definir en términos generales el concepto de desarrollo psicológico al que nos
estamos refiriendo. Esto es, el de la disciplina general, la Psicología Evolutiva. Y en
segundo lugar, definir el concepto de cognición.
del cambio o desarrollo (Coll, 1979). Este énfasis en la explicación del cambio se
opondría, precisamente, al aspecto más destacado de la llamada Psicología Infantil
o del Niño, esto es, la descripción de las características psicológicas limitadas al
periodo de la infancia. Por lo tanto, para dilucidar posibles elementos de confusión
con respecto a estas otras denominaciones relacionadas, u otras disciplinas, podemos
precisar ya en estos momentos algunas cuestiones respecto al objeto de estudio de la
Psicología Evolutiva:
Hechas estas precisiones podemos pasar analizar el papel de la variable edad como
índice de los cambios evolutivos. Para ello recurriremos a la conocida fórmula sobre
Adrián, S. J. E. (2008). El desarrollo psicológico infantil : Áreas y procesos fundamentales. Retrieved from http://ebookcentral.proquest.com
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Índice
EL ESTUDIO DEL DESARROLLO COGNITIVO 21
el cambio evolutivo: C = f (T), donde los procesos de cambio (C) se expresan como
función del transcurrir temporal (T). Puesto que nos estamos refiriendo al tiempo de
vida de los individuos, la medida del paso del tiempo adoptada como índice es la
edad cronológica (Coll, 1979). Adoptar la edad como índice tiene evidentes ventajas
prácticas puesto que permite suponer que entre individuos de edad diferente pode-
mos esperar cambios ontogenéticos evidentes (Martí, 1991). Esto conduce a una
posible reformulación de la fórmula en los siguientes términos: C = f (E), siendo E la
edad. Ahora bien, ¿cuál es por tanto el estatus de la variable tiempo (o edad) respecto
a los cambios psicológicos?
La idea que se desprende de la formulación anterior parece conferir a la edad la
condición de variable independiente, siendo entonces responsable de las diferen-
cias observadas entre sujetos de edad diferente (Wohlwill, 1970; Coll, 1979; Martí,
1991; Bermejo y Oliva, 1994). Y de hecho, ésta fue la concepción dominante hasta
mediada la década de los sesenta del pasado siglo. Sin embargo, con posterioridad
se fue consensuando que la edad, por sí misma, no puede ser causante de cambio
alguno. Por ejemplo, sería difícil explicar las diferencias interindividuales a lo largo
del desarrollo desde esta posición. Wohlwill (1973) clarifica esta cuestión afirmando
que la edad forma parte de la variable dependiente, puesto que el objeto de la inves-
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