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TEORÍA DE SAMUEL Y EL ZODIACO DE DENDERA

Introducción

En esta última parte se extiende uno de los capítulos de la novela, en concreto el 19, para darle
mayor profundidad a las ideas y teorías que rondan la mente de Samuel y que se han dejado
entrever ligeramente durante la obra. Así pues, esta parte solo debe ser leída por aquellos que
estén interesados en los aspectos más técnicos y teóricos del zodiaco de Dendera, los cuales,
evidentemente, quedan fuera de lo que sería propiamente la novela.
Esta forma de entender el bajorrelieve no tiene una base científca ni demostrable y algunas
partes han sido premeditadamente noveladas para incluirlas en la narración, aunque puede servir
para que aquellos que sean amantes de las leyendas y mitos de la historia humana los integren en
las creencias antiguas egipcias y sus dioses, dioses que, según este escritor, son puestos en la
Tierra como reales por parte de los creadores del templo de Hathor durante la época ptolemaica.
Hasta dónde llega la verdad o la mentira, eso solo podrá refrendarlo el intrépido, pero, desde
la cautela que envuelve a la duda, no me atrevo a colocar la línea de la verdad en ninguna parte.
Quizá no haya verdad alguna en este capítulo, quizá solo una parte pueda ser tomada en cuenta,
o quizá la gran mayoría se sitúe al lado de la verdad, mas como escritor solo puedo decir que un
mar de dudas es lo que me queda tras varios años de investigación.
Para poder empezar a entender el funcionamiento de esta forma de interpretar el zodiaco de
Dendera, hay que comprender el capítulo 12, en donde se toma como referencia la astrología
como método de descubrimiento. En este se expone una relación directa entre la esencia de cada
signo del zodiaco y sus opuestos, aparte de la relación que también mantiene cada uno con su
signo anterior y posterior. Una vez conocida esa relación, leer el zodiaco de Dendera adquiere
una nueva dimensión que, tal vez, puede servir para conocer cómo concebían los miembros del
templo de Hathor, en Egipto, su pasado, su presente y, también, cuáles eran sus predicciones para
el futuro.
Por último, y antes de empezar, me gustaría insistir en que en el mundo de las creencias lo
cierto y lo incierto no tienen tanta importancia. Eso es debido a que cuando existe una creencia
sobre algo que es incierto, ello no signifca que no implique una realidad que es creada a través de
esa mentira y, por lo tanto, la mentira se convierte en un pilar tan poderoso como el poder de la
verdad para los ojos creyentes. Por ello y para poder estudiar las creencias, se tiene que entender
y aceptar ese funcionamiento porque, si no, la verdad, lo que es y la realidad, se convierte en una
limitación para poder moverse con libertad dentro de la supuesta mentira creída. El que solo
busca la verdad, lo que es, lo real, únicamente hablará de las creencias como mentiras, y las
creencias adquirirán esa dimensión, algo respetable, lógico y maduro, pero, a la vez, limitante
dentro del conocimiento de la condición humana, a mi entender.
En este caso, la creencia se transfere en primer término a través de un personaje de la obra
que es creyente y puede que, incluso, esas creencias estuvieran presentes en los creadores del
templo de Hathor y sus bellos relieves siendo amables. Pero, una vez que se parte de creencias,
¿en qué lugar empieza la verdad?
Animo, entonces, a que siga leyendo a aquel que quiera fantasear sin la losa de la verdad
como obstáculo del entretenimiento.

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19. «El principio es la mitad del todo» (Pitágoras)
(Parte II)

Cuando elevo la mirada, Samuel no parece haber dejado de vigilarme, supongo que queriendo
observar mis reacciones ante el escrito.
―Me ha gustado ―le digo afrmativamente―. Aunque el fnal parece forzado, siento que
Demetrius, en realidad, no quería cambiar, pues parecía ser ese su sino.
―Sin embargo, él parece ser muy infuenciable por cualquier esquirla dejada por los demás.
¿No le parece? ―pregunta Samuel―. No estoy de acuerdo, yo sí creo que fue factible y posible su
cambio.
―Está bien ―Hago un gesto de aprobación no demasiado convincente.
―En realidad ―expone Samuel―, es indudable que Demetrius se equivoca y no entiende a
Tuthmose cuando decide ayudar a los heridos y las enfermedades de los demás. Este no le pide
que sustituya su vida, sino que cree una que se corresponda con él mismo.
―No lo había interpretado así ―le comento con cierta sorpresa.
―Lo sé. Por eso le he pedido que lo leyera ―afrma Samuel―, porque he creído que, de esta
manera, podría entender mejor lo que viene a continuación.
»Este es un relato antiguo, habla de otra época, de otra era y de otros valores, pero el
signifcado sirve para entender el trayecto de los últimos mil novecientos años de nuestra
sociedad; evidentemente, a un nivel social.
»Aunque no se escribió con este propósito y aun con las diferencias evidentes, Demetrius,
viene a representar nuestra era, Piscis, emocional e infuenciable, en donde cualquier evento es
perseguido sin razón y se olvida rápidamente su propia esencia intentando alcanzar luces en el
exterior. Soy consciente y estoy convencido de que nuestra orden, en sus inicios, cuando todavía
no estaba establecida como tal, se basó en el zodiaco de Dendera para entender nuestro pasado,
actuar en el presente y, sobre todo, para modifcar y crear un mejor futuro. Esta función de la
orden tuve que buscarla a través de registros de tiempos atrás.
»El opuesto de Piscis es Virgo, y, por lo tanto, Tuthmose ocupa ese lugar en nuestra
particular metáfora para entender nuestro alrededor. Es alguien con estructuras, con
personalidad propia, extremadamente meticuloso y con un espíritu de servicio y ayuda especial.
»Llevamos mil novecientos largos años disueltos en este gran mar, incapaces de encontrar
nuestra propia versión de nosotros mismos, y, por eso, solo alguien como Tuthmose podía
advertirnos de los desafíos a los que nos íbamos a enfrentar. Solo alguien así podría cobrar tal
fuerza y relevancia en nuestros corazones, alguien que brillaría con más fuerza tras su muerte.
Ese hombre fue Jesús, él marcó las pautas para salirnos de la obviedad, del grupo, que iba a
ensombrecer a cada ser. Las referencias de su talante y forma de ser no pueden ser más claras. La
primera «el nacido de una virgen», haciendo referencia, claramente, a una constelación en el cielo,
a Virgo. Y no solo eso, Belén, donde se dice que nació, no es más que otra referencia a Virgo,
puesto que signifca «la casa del pan». Hay que recordar que esta es una constelación que se
representa en forma de mujer que sostiene una espiga de trigo, lo cual simboliza la estrella más
brillante de la constelación, Espiga.
»Y ya no solo hay que hablar de las referencias bíblicas que se relacionan con aspectos
astronómicos, sino que más sencillo es hacerlo directamente de su talante y carácter. En ello,
encontramos a alguien que dedicó su vida al servicio de los demás, a la ayuda al más necesitado
por voluntad propia e individual, no por un otorgamiento de bondad social. Esta diferencia es
importante porque no es lo mismo ayudar por considerar que es lo mejor para el grupo que por
una necesidad interna de proteger al más débil. Ese aspecto es lo que la separa de la tendencia de
la sociedad que nos ha rodeado estos últimos mil novecientos años y que no ha comprendido,
exactamente, la voluntad de Jesús de ayudar al más débil por su compasión y comprensión
infnita del ser humano.
»Y he aquí su gran transformación, lo que lo convirtió en un ser especial y para el que no hay
elogios lo sufcientemente bellos como para poder describirlo. Él tomó sus propios ojos que veían
debilidad en sus iguales y decidió transformarlo en una lealtad profunda al propio ser humano

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hasta su destino y doloroso fnal. Dejó atrás la visión de debilidad en este para distinguir la
lealtad profunda hacia el hermano convirtiéndose, entonces, en rey.
»Si quiere puede acercarse y, así, le mostraré dónde está situado Jesús y, en este caso, al estar
confeccionado este zodiaco alrededor del año 50 a. C., su llegada a la Tierra es una predicción
―concluye Samuel.
Me acerco y me señala una zona en susodicha pieza.

―Como puede ver, Virgo queda a la derecha de Jesús, y Libra, a su izquierda, ya que él llegó
antes de que entráramos en Piscis y, por consiguiente, con su opuesto, Virgo. Pero, además, el
acto de adivinación de los sacerdotes de Dendera no acaba aquí. Jesús no solo tiene estas
connotaciones; también aparece justo debajo de las patas del león, el cual, en este caso, no
representa su transformación, sino al reino de Judá, aunque, evidentemente, le viene como anillo
al dedo. Esto es porque es él, el nazareno, y no otro, el que estaba destinado a ser el rey David, el
rey de Judá y de los judíos. Con su llegada, no solo arriba un nuevo guía espiritual a la Tierra.
Además, si se fja atentamente, aparecen unas líneas debajo de las patas de la criatura. Estas líneas
se han relacionado, equivocadamente, con el glifo de Acuario. Esto no es así, ya que estas
representan una renovación, una energía nueva, hasta entonces, desconocida, aportada por, entre
otros, el hijo de David. Y es el futuro el que nos muestra esa energía, William, una energía que
está muy relacionada con las mujeres.
―Pero, antes, quiero explicarle la historia egipcio-judeo-cristiana, la cual está entrelazada.
Los guías espirituales transforman su propio ser durante su vida para encauzar al próximo. Hay
que entender que esto es una historia egipcio-judeo-cristiana, no lo dude, y empieza con Osiris a
través de su aguijón, Horus Escorpión, en el año 3200 a. C. a principios de la era de Tauro cuando
el primer guía espiritual de nuestra edad aparece. Osiris, unifcador de la tierra de Egipto,
creador de leyes, utilizando la regeneración y la transformación de Escorpio, se convierte en el
juez supremo y divino de las almas tras su muerte. Hay que recordar que se le llama el juicio de
Osiris al proceso que, según los egipcios antiguos, se producía tras la muerte, y es por un buen
motivo, ya que él preside el juicio. Por eso es que Horus Escorpión es su hijo en la Tierra y es
utilizado para transformar Egipto, regenerar el país y unirlo para que, posteriormente, el pueblo
lo convierta en el único capaz de decidir la vida o la muerte de cada hombre, es decir, en el faraón
de todo Egipto. Una capacidad que, sin duda, se asemeja a la de resurrección de Osiris y a la del
juicio de cada alma tras su muerte. Con ello, Horus Escorpión, utilizando la esencia de Escorpio,
el cual está destinado a transformar y regenerar su entorno a través de un ataque único, certero y
letal, se convierte en el juez de los vencidos y unifcador de Egipto a la vez que representa la
esencia de Libra, el próximo signo del Zodiaco. Para reafrmar, además, que esta dicotomía de los
opuestos era totalmente conocida por los egipcios en la antigüedad nos podemos basar en que el

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faraón, para llegar al poder, tuvo que batallar con Horus Toro. Más adelante le situaré en el
zodiaco dónde está situado cada guía espiritual.
»Una vez que llegamos a la era de Aries, en el año 1400 a. C., aparece Moisés, quien, a través
de la justicia divina de Libra, reclamó el derecho a ser libre de todo un pueblo. Pero no solo eso:
hay que recordar el talante de Moisés que, una vez más, sí conocemos. Durante su vida actuó
reclamando justicia y exigiéndola hasta el punto de ser él quien, a través de Dios, promulgara las
leyes del hombre. Fue así que se escribieron las conocidas tablas con los diez mandamientos, lo
que vuelve a ser una clara referencia a Libra. Su transformación fue que, al fnal, el pueblo pudo
reconocer en él al fel servidor de Dios, pues estaba destinado a hacer cumplir su voluntad y esa
es la parte de Virgo, la cual tiene que ver con el sacrifcio del que no es visto, en este caso, a
posteriori. Es decir, cuando él, junto a todo el pueblo judío, pasa esos cuarenta años en el desierto,
con todo el sufrimiento que ello conlleva, no se le deja entrar al llegar a la Tierra Prometida. Esta
tremenda abnegación es muy parecida a la forma de ser de Virgo, quien sirve y sirve, pero nunca
será visto, ni mucho menos reconocido, como rey de un pueblo. Tal y como le pasó a Moisés,
quien no pudo entrar en su ansiada tierra ni vivir su segura hegemonía sobre su pueblo.
»Por último, cabe decir que al fnal de la era de Aries, justo antes de empezar la de Piscis,
aparece Jesús utilizando los mismos procesos que los anteriores guías, pero con la transformación
de Virgo a Leo anteriormente explicada.
»Así pues, Horus Escorpión, a través de la transformación (Escorpio), se convirtió en juez y
unifcador de todo el pueblo egipcio; Moisés, mediante la justicia divina (Libra), se convirtió en el
servidor de Dios (Virgo) y, Jesús, a través de su servicio divino (Virgo), en el rey del reino de los
cielos (Leo).
»William… ―expone un poco atosigado―. Voy a continuar, pero lo que voy a contarle es
única y exclusivamente para usted; por lo que no se lo puede contar a nadie de la orden.
―Lo entiendo y nada diré sobre lo que vaya a decirme ―Asiento con la cabeza para que siga
hablando.
―Vamos allá, entonces ―prosigue―. Déjeme narrarle la verdad del zodiaco de Dendera
porque este explica una historia que empezó hace ya diecinueve mil quinientos años, en el año
17500 a. C. aproximadamente.
―Para leerlo de forma adecuada, se debe pensar en forma de eras; pero, en este caso, se
ocultó de tal forma que, para entenderlo, se debe mirar a la zona opuesta de esta con referencia al
Sol. Por lo que el nacimiento de dicha historia comienza en Escorpio, más exactamente a fnales
de Sagitario. Sin embargo, el lugar donde debemos mirar es en Tauro o fnales de Géminis, al ser
esta zona la opuesta. Aquí puede ver el inicio de la sociedad ―Samuel me señala una de las
zonas.

―El símbolo que muestra dónde está situado el Sol dentro de la precesión de los equinoccios
cuando nació la sociedad es este:

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―Situada entre Sagitario y Escorpio, tenemos la gran barca del Sol, el dios Ra, que se va
moviendo a lo largo del tiempo en dirección opuesta a la que se mueve el astro durante el año.
Ello es porque este zodiaco habla de eras y no de años.
»Como puede observar, el comienzo de nuestra historia está indicado también con el símbolo
del huevo primordial en la zona de Tauro. Es esta imagen, fuera del círculo, o planisferio, mejor
dicho, el que representa el huevo creador de la sociedad, y, justo después, en la zona de la Tierra,
aparece el primer ser.
»Este, aunque sé que a muchos les gustaría que fuera Adán, sobre todo a cristianos y judíos,
no lo es. Fue una raza anterior al hombre, más primitiva y más salvaje, pero que, a la vez, poseía
más conocimiento de lo que, para entonces, era un ser humano, el cual todavía estaba resignado a
luchar por su vida en la naturaleza. Algunos pueblos posteriores los llamaron el pueblo lemur.
Como podrá observar a su derecha hay símbolos y estrellas, los primeros indican el qué y las
segundas indican el tiempo entre reyes, sociedades, guías o acontecimientos. En este caso, de
quien hablo y el siguiente ser, representan a dos guías espirituales lemures. Siento decirle que no
puedo determinar sus nombres porque, por desgracia, no sabemos traducir todavía los símbolos,
y, quizá, ni siquiera los hombres que esculpieron esta obra los conociesen.
»Cuando le he nombrado que el pueblo lemur ―continúa― era salvaje y algo silvestre, no ha
sido por nada o por azar, es por el símbolo siguiente. Esta especie de oveja o cerdo que representa
al dicho pueblo, todavía en sus inicios, cuando no era demasiado grande ni tenía tanto poder o
fuerza. Pero una cosa es el ser y la otra es el guía espiritual de la sociedad, cuya misión es, a
través de las cualidades del signo opuesto, transformarse en el siguiente signo y, así, es cómo el
pueblo lo reconoce. En este caso, estos reyes lemures del pasado, a través de su voluntad, que es
representada por Tauro, se convirtieron para el pueblo en los iniciadores de la sociedad (Aries).
»Tras ellos y su respectiva sociedad, todavía en sus comienzos, aparece la llegada de Eva y es
que existe la posibilidad de que ella sí pueda representar a esa Eva de la Biblia, aunque no tal y
como es contada allí. La mujer de las estrellas bajó y dio chispa vital al pueblo a través de la
concepción, un aspecto iniciador dentro de la esencia de Aries. Ella fue la guía espiritual que
inició una nueva creación, un nuevo futuro y el pueblo le atribuyó el poder emocional sobre la
Tierra, es decir, las virtudes de Piscis. Desde entonces, la mujer se convirtió en la protectora de
ese calado emocional, algo que se ha adherido a ella durante el transcurrir de los tiempos. Quiero
que sea consciente de la importancia de que sea la única mujer que va a aparecer en el pasado de
nuestra historia; es sumamente importante que se fje bien en ello. Aquí no representa a una
lemur, su procedencia es de otro lugar.
»Le otorgó un poder sin igual a este pueblo porque le permitió iniciar un nuevo camino, e
indicó la ruta a seguir. Su desarrollo culminó con el símbolo que ve a su derecha. Es un carnero
poderoso (una sociedad poderosa y grande) con los cuernos del poder sobre la Tierra y capaz de
surcar los mares. Todo ello fue posible gracias a Eva, hasta que un día ella desapareció y su brote
dejó de emerger.
»Su ausencia provocó un problema hereditario, el desarrollo de esta especie no fue posible. Y
aquí, en la imagen siguiente, puede ver el muro genético o hereditario que impidió dicho

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crecimiento o evolución ―Samuel alarga el brazo, nuevamente, señalándome una especie de
cuadrado con lo que parecen ser unas serpientes pequeñas encima con cabezas de humanos.
»Por ello ―prosigue―, fue necesaria la implantación de un nuevo modelo: la creación de una
nueva especie, los atlantes. Está representado por Iah lo que implica una mezcla de dos razas. Un
mestizo con una clara infuencia de nuestros hermanos del Este (nuestros hermanos de Sirio).

―¿Hermanos procedentes de Sirio? ―pregunto.


―Sí, porque Sirio es la estrella compañera del Sol ―expone muy convencido―. Las dos
estrellas están hermanadas. Se cree, incorrectamente, que Sirio está compuesta de dos estrellas:
Sirio A y Sirio B. Aunque, en realidad, Sirio B es el planeta en donde residen nuestros hermanos.
―¿Cómo puede ser?, ¿cómo podríamos equivocarnos en algo así? ¿en creer ver una estrella
en vez de saber que es un planeta? ―le cuestiono.
―No lo hacemos. No nos equivocamos, puesto que vemos exactamente lo que quieren que
veamos desde Sirio, ya que es mejor que nadie vaya a husmear allí ―dice Samuel.
―Actualmente, Sirio sigue un proceso de crecimiento similar al nuestro, aunque diferente,
puesto que sus problemas no son los nuestros. Digamos que tienen su propio zodiaco de
Dendera, vinculado con el nuestro, a pesar de que allí, su trayecto y su fnal son otro ―continúa.
Ahora le diría algo a Samuel sobre esos hermanos del Este, pero, fnalmente, prefero no
comentar nada. Esperaré a saber cómo acaba esta inquietante y algo esquizofrénica historia.
―Como puede ver ―sigue―, no hay casi espacio entre evento, sociedad, rey o guía
espiritual porque todo esto es pasado, ya está escrito, ya sucedió.
»El siguiente es el primer guía espiritual sirio que aterrizó en nuestro planeta, y, por suerte,
encontramos, por fn, a alguien conocido o, al menos, a alguien al que podemos darle un nombre:
la primera transfguración de Hermes en la Tierra. Algunos lo llaman Henoch; aquí, sin embargo,
es Iah ya mayor, con cabeza de halcón. Él hace la primera y ávida interpretación de los cielos y,
por supuesto, trae por primera vez un conocimiento oculto.
»Como ya podrá suponer, su talante fue emocional. Es decir, fue un ser portador de la luna
creciente, el principio de las emociones, pues él representa a Piscis. No obstante, se transformó, y
el pueblo lo señaló como el gran portador de la tecnología y el conocimiento, que es representado
por el siguiente signo: Acuario.
»Gracias a él, el pueblo atlante foreció. Seguro conocerá que Platón y algunos otros flósofos
griegos hablaron de este pueblo y de su gran fortaleza. Edifcaron una ciudad sin igual, la
Atlántida, pero su poder fue a nivel global, en la Tierra. El primer símbolo signifca la edifcación
del pueblo atlante y, como puede ver, está sentado sobre una construcción. Los pies y el tronco
representan la sociedad, la cual va emergiendo y desarrollándose. El siguiente indica su
multiplicación con el sustento sobre un pilar sólido, representada por varias cabezas de carneros
con cierto poder, las cuales están relacionadas, seguramente, con Jnum, padre de los atlantes, que,
en cuanto todo fuyó positivamente, se multiplicaron. Ambos símbolos poseen los cuernos del
poder sobre la Tierra, ya que, por entonces, eran sus dueños.

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»Henoch o Iah hizo su primera interpretación de los cielos durante ese tiempo y ello dio pie a
que fuese el primer guía espiritual consciente de serlo. El crecimiento de esta sociedad se produjo
durante la era de Virgo, ello puede signifcar que se basaba en el servicio al prójimo como valor
fundamental. Imagine todo el mundo sirviéndose mutuamente; ello puede generar una sociedad
ideal, llena de amor. Nada más lejos de la realidad. Resulta que Henoch, como guía espiritual, ya
tuvo que insistir en la necesidad de que la sociedad debía alcanzar más complejidad emocional de
la que Virgo podía ofrecer, tener más dobleces, una red emocional mucho más amplia y no ser,
simplemente, un colectivo que no fuera capaz de decir que no. Esto lo podía otorgar Piscis, el
opuesto de Virgo, pues este evita ver las debilidades para ayudar. Siente al otro como un pez
más. Sabe que la unión hace la fuerza, y ofrece la ayuda sin necesidad de preocuparse por cada
individuo, sino mezclándose con él. Esto requiere de más capacidad emocional y empática de la
que Virgo puede ofrecer.
»Esto nos lleva, inexorablemente, al siguiente símbolo ―informa Samuel―, Aunque es el de
un hombre, no indica si es un rey o un guía espiritual, mas lleva algo. Al principio, pensé que era
algún tipo de instrumento musical, parecido a un sistro; ello indicaría la felicidad del pueblo
atlante, dado su gran avance tecnológico y social. Pero no tiene esa forma, pues no tenía mango y
se utilizaba al revés. Más adelante, caí en la cuenta de que, en realidad, era un collar usej y que se
lo estaba otorgando al que sí era, en verdad, un guía espiritual, lo que marca la llegada del pueblo
anunaki a la Tierra, la comparecencia de Anubis.

»El pueblo más poderoso que haya pisado jamás la Tierra hacía su aparición para establecer
una primeriza alianza con el pueblo atlante, el cual, seguramente, depositó muchas esperanzas de
su evolución en el pueblo de Anu, quizá demasiadas.
»Anubis aterrizó lleno de tecnología y avances que les maravillaron, pues él era el guía
espiritual que traía el talante de Acuario. Y lo transformaron en Capricornio, el que todo lo
puede, el que guía a los muertos y los resucita y, sobre todo, el que los lidera. En los símbolos
posteriores se puede ver, primero, la fuerza del pueblo de Anu, quien ahora adoptaba la forma de
carnero dada su supremacía con respecto al pueblo atlante, el cual la había perdido y otorgado al
entregar el collar usej al pueblo de Anu. Los anunaki están representados, pues, por el gran
carnero, con los cuernos del poder sobre la tierra y, posteriormente, se ve la representación de un
ganso del Nilo (que era en lo que se habían convertido los atlantes, los cuales habían quedado a
expensas del pueblo de Anu). Ello podría indicar cierta inocencia por su parte al entregarse
demasiado pronto a los foráneos, los cuales, tenían unos planes más egoístas y más parecidos a la
brillantez de Leo, ya que esta parte de la historia ocurre durante la era de Leo. Fue en esta época
en donde se erigieron algunas de las pirámides más relevantes, entre ellas la gran pirámide de
Guiza y la Esfnge.
»Astrológicamente, con la llegada del pueblo de Anu, la Tierra ganó en brillantez y nos
convertimos en un lugar de reconocimiento y lealtad entre dos pueblos. Aun así, a los Atlantes les
costó sentirse iguales, se quedaron encallados en Virgo y percibieron el egocentrismo del pueblo
de Anu, lo que provocó que se entrara en una era de transición, a medio camino entre Virgo y
Leo, en donde Anubis, como guía espiritual de su época, tuvo que recordar el camino de defnirse
cómo ser, sobre todo como objetivo atlante. Estos debían defnirse a ellos mismos a través de

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Acuario, pues les costó adaptarse a Leo, ya que todo ese reconocimiento fue absorbido por el
pueblo de Anu. Tanto los anunakis como el pueblo atlante cometieron el error de no hacer caso a
Anubis, pues uno debe crecer antes individualmente para poder sumar, y la creencia de que tanto
el pueblo de Anu como los atlantes eran leales entre sí era una simple ilusión.
»Es aquí el momento en el que llega uno de los eventos más importantes en la historia
antigua: el Gran Sacrifcio o Gran Diluvio. Hace unos once mil quinientos años, cientos de miles
de hombres y mujeres atlantes, y humanos también, mueren. Observe el círculo. Dentro de él, hay
gente de rodillas, pero lo más importante son las aguas de Acuario regando a Piscis Australis.
Esto es porque, astrológicamente, no muere el pueblo de Anu, los cuales tenían que aprender de
Acuario, sino los atlantes, que tenían que aprender de Piscis. Esta es la Gran Inundación de la que
hablan las grandes religiones y culturas antiguas; ocurrió, y fue devastadora. Ello provocó que el
pueblo de Anu nos abandonase, no sin antes dejar su pequeña gran huella en la Tierra. Dejó al ser
humano primitivo, tal y como lo conocemos hoy, o algo parecido.
»Esto sucedió porque unos pocos anunakis se quedaron. Entre ellos, estaba nuestro gran
salvador, Thot, quien es la segunda transfguración de Hermes en su forma de anunaki. Él creyó
en nosotros cuando nadie más lo hizo, cogiendo los pedazos de la Atlántida junto con los pocos
atlantes que sobrevivieron. En este sentido, estaríamos en la era de Cáncer, la de la ilusión y
esperanza de haber sobrevivido. Grandes planes se cernían en sus mentes, planes que nos
llevaban hacia las estrellas, dirigidos por Thot, el guía que tomó las virtudes de Capricornio para
hacer progresar e ir consiguiendo objetivos para el pueblo y no conformarse solamente con el
gozo de haber sobrevivido. Hay que pensar que les quedaron grandes batallas y obstáculos por
delante, obstáculos reales, y que Thot fue el que sirvió de líder para guiar al pueblo en esa gran
montaña que proporcionó la supervivencia en aquellos días: los días de Noé. Nuestro guía se
convirtió en una fgura de conocimiento y sabiduría representada por Sagitario.

»Como se puede ver, a la derecha de Thot aparece una pequeña oveja. Esto es porque el
pueblo, la sociedad, quedó muy mermada tras el gran cataclismo; solo quedó un pequeño y débil
pueblo salvado por él.
»Tras esta era de resurgimiento, hubo una gran alianza y nosotros, el ser humano, éramos uno de
sus miembros. Por orden, primero se unieron algunos atlantes, que sobrevivieron tras La Gran
Diluvio Universal, con el ser humano. Ellos están representados en esta ilustración de forma
incorrecta, pues su guía espiritual era Horus. Sin embargo, le voy a mostrar una imagen del
zodiaco real que se encuentra en París. En él se puede ver que la cabeza que posee el primero es la
de una serpiente, seguramente relacionada con Renenutet encargada de las cosechas y de
alimentar a los recién nacidos; por lo que se la puede relacionar con la encargada de alimentar a
ese pequeño y débil pueblo que había sobrevivido al Diluvio.

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»Más adelante le mostraré otros zodiacos que harán que le quede más claro, pero cuando hay
serpientes, a veces, indica que nos están engañando, ya lo entenderá. Nosotros somos los
siguientes, sin cabeza o, mejor dicho, sin mente; es decir, solo el busto, no la forma, ya que
teníamos el potencial, mas estábamos sin modelar. Tras esta alianza se juntaron nuestros
hermanos de Sirio y, fnalmente, un pequeño grupo de reyes de la antigüedad, un viejo linaje, los
supervivientes del pueblo lemur con la corona atef compleja, la cual es una corona importante.
»Esta es la era de la gran alianza de pueblos; fue una época productiva para todos excepto
para el ser humano. El problema radica en lo que hicieron con nosotros el pueblo de Anu. El ser
humano era un pueblo sin raciocinio sufciente como para poder relacionarnos de forma
adecuada con el resto de componentes de la unión. Cabe recordar que éramos seres casi sin
mente, sin complejidad, y, sobre todo, manipulables. Aun así, esta gran alianza se produjo por la
infuencia de Géminis, que buscaba la sabiduría a toda costa, y eso buscábamos todos. El líder
espiritual esta vez no fue uno, sino todos los que aparecen en la gran alianza, puesto que su
búsqueda no se basaba en un conocimiento que ya poseían, mas en la importancia de mantener
altos ideales como haría Sagitario. Este es el idealismo de Sagitario representado por algunos
miembros de la unión que intentaron mantener la soberbia de Géminis a un lado. Pero la
arrogancia de algunas razas de la asociación frente al ser humano fue constante. Por ello solo uno
de ellos se convirtió en el siguiente signo, Escorpio, el cual implica, propiamente, transformación.
Y ese guía es el que tiene la cabeza de serpiente que aparece al principio y al fnal de la gran
alianza.
»Así pues, su disolución era inevitable. Por un lado, los atlantes seguían teniendo problemas
de liderazgo. Por ello, no portan los cuernos del poder sobre la Tierra. El ser humano todavía no
estaba capacitado para ello, y nuestros hermanos de Sirio tenían sus propios problemas. Además,
debían proteger su poder sobre Sirio, no sobre la Tierra, y, hay que pensar, también, que solo un
porcentaje de sirios se unió a la coalición, no todos ellos. No todos estaban a favor de esta, e,
incluso, muchos confabularon contra ella. Eso provocó una situación insostenible. Y es que los
cuernos del poder sobre la Tierra volvieron a manos lemures durante este tiempo, seguramente
con el consentimiento de Thot. Ellos eran los menos numerosos, pero, no obstante, los que más
ansiaban ese lugar hegemónico y, sobre todo, los que entraron en la soberbia por encima del ser
humano.

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»Como puede comprobar, hay alguna, variación entre la ilustración y el original, pero todo
parece indicar que el ser que se transformó en Escorpio tiene cabeza de serpiente. Estuve
buscando durante bastante tiempo cómo podría averiguar el animal exacto y, sobre todo, a quién
representaba. Recientemente descubrí que en el mismo templo de Dendera hay este mismo
entramado histórico, aunque está representado de forma cuadrada en su techo. Más que
cuadrada, son dos líneas, una a cada extremo de una sala. Por otro lado, desaparecen la mayoría
de eventos y pueblos. Lo único que se observa son los guías espirituales, y se añaden reyes y
dioses. En la de arriba aparecen las constelaciones tanto zodiacales como algunas otras para que
podamos guiarnos y situarnos en el tiempo.
»Sin embargo, hay una excepción que queda refejada en ese zodiaco cuadrado y que,
además, nos indica en qué tramo estamos situados. Esta es la imagen del animal que aparece tras
el personaje que no acabamos de identifcar. Aquí tiene una fotografía de la parte que nos
interesa.

»Por desgracia, el misterioso personaje que debería aclararnos qué cabeza tiene está
recubierto por hollín, derivado de las fogatas que los cristianos coptos encendieron tiempo atrás,
ya que utilizaron el templo como refugio. Por lo que descubrir de quién se trata, no deja de ser
toda una misión. Antes de desentrañarlo, observe el animal de su derecha. ¿Diría usted que es un
hipopótamo como muestra la ilustración que se realizó en el siglo pasado del zodiaco de
Dendera?
»En realidad, es claramente un babuino. Precisamente el dios Babi, al que se suele
representar sentado de esta forma. Lo interesante es que en el zodiaco circular, la fgura se
encuentra en la misma posición que el dios Babi, pero parece ser una mezcla de seres. Como
Ammyt, quien poseía cabeza de cocodrilo, parte delantera de león y patas traseras de
hipopótamo. En este caso, nos encontramos que el ser que ocupa este lugar en el zodiaco circular,
posee cabeza de león, fgura de hipopótamo y la pose del dios Babi.
»De todas maneras, quiero comentar que cualquiera que conozca lo que representaba cada
animal en el Antiguo Egipto, sabe que tanto los hipopótamos macho como los babuinos macho
eran, claramente, símbolos de destrucción y con bastante mal carácter.

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»Tenemos, entonces, que antes de un acontecimiento destructivo (ya que el babuino, en este
zodiaco cuadrado del techo del templo de Hathor, es el único que está dentro de un círculo, al
igual que la Gran Inundación en el zodiaco circular), aparece un personaje que es fundamental
para el devenir de los acontecimientos. No fueron precisamente buenas noticias, mas fueron
necesarias. Este babuino no solo representa al dios Babi, sino que también se le puede relacionar
con Thot, pues este animal era el que se solía situar en lo alto de la balanza cuando los muertos se
enfrentaban al juicio de Osiris tras su muerte. Esto encaja perfectamente con lo que sucedió.
»Además, el hecho de que esté representado entre la fecha de Sagitario y el aguijón de
Escorpio, un signo que, a la postre, es el gran transformador del zodiaco, indica, claramente, que
hubo un acontecimiento terrible, y ese es el único evento que se menciona en el zodiaco cuadrado.
La siguiente imagen muestra sus consecuencias o la búsqueda de dichas consecuencias.

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»Aparece la cabeza de un hombre sin cuerpo, y lo más importante es que no solo se ve su
cabeza, sino que encima del símbolo aparece el chacal de Anubis, dios que pesaba las almas con
una hoz, y cuya punta coincide con la del aguijón de Escorpio: una nueva señal de corte. El chacal
también aparece en el zodiaco de Dendera circular con la misma herramienta, puesto que, en
realidad, esta y el chacal representan la Osa Menor besando la Estrella Polar.

»En el cuadrado, esta se representa a su derecha. Este juicio buscaba que el ser humano
dejase de no tener cabeza formada o modelada del mismo modo que ocurrió durante la gran
alianza, en la que solo tenía el busto sin formar. Por ello solo continuaron adelante aquellos que sí
pudieron probar que la poseían y, por el mismo motivo también, está el brazo bajo la cabeza
modelada señalando al frente.
»Finalmente, cabe puntualizar que todo esto nos indica la terminación de la gran alianza o lo
que el judaísmo llamó Generación de la torre de Babel, y que este fue promovido o llevado a cabo
por el misterioso personaje que está recubierto de hollín. Más adelante le explicaré quién es. He
intentado mejorar el contraste e iluminación de la fotografía por si se pudiera ver correctamente
la fgura, y creo que lo he logrado porque, ahora, me atrevo a afrmar que la cabeza que posee es
de serpiente. Por lo tanto, el personaje que está en el circular y el cuadrado aparece de la misma
manera y ello nos ayuda a relacionarlo, más adelante le explicaré esta parte.

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»Todo ello ocurrió durante el 4000 a. C. y el 3500 a. C. Después, llegó la regeneración que, sin
duda, fue hecha por Osiris el cual unifcó al pueblo egipcio que emergió.
»Una vez llegados a este punto, quiero insistir en la fgura de Osiris y Horus Escorpión. Creo
que este fue la lanza de Osiris o que, como mínimo, ambos están relacionados. Es decir, pienso
que Horus Escorpión podría haber inspirado la historia de Osiris o viceversa.

»Quiero que se fje bien en la imagen. Arriba está la hoz con el chacal de Anubis, es decir, la
Osa Menor; a su derecha, la Estrella Polar; luego está Escorpio y debajo, Osiris. Pero, en este caso,
aparece sin su habitual estado de momifcación, sino que se muestra vivo. ¿Cómo puede ser?
Debería estar embalsamado tal y como se observa en el zodiaco circular.

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»Ahora me gustaría que pusiera su atención en estas ilustraciones que muestran la vasija en
donde se puede ver a Horus Escorpión. Es verdad que no es el mismo personaje, pero estoy
convencido de que están relacionados: uno como espíritu/dios y el otro como primer gran faraón
egipcio; en cualquier caso, ambos creadores de la nación egipcia. No obstante, si le quedan dudas
de que hay una relación inexorable entre Horus Escorpión y Osiris, mire bien la fotografía hecha
directamente a la vasija en donde aparece el primero.

(Nota sobre la ilustración que no se muestra en este libro: La vasija original está en el museo Ashmolean en Oxford. Y en ella se puede
apreciar un pene humano bajo el signo del escorpión)

Especialmente observe el escorpión. Debajo de este aparece un pene humano relacionando


ya, de forma defnitiva, a Osiris con Horus Escorpión. Más adelante le explicaré porqué.
»Llama la atención que Osiris esté representado, en el zodiaco circular, como momifcado (en
su estado habitual), indicando su fallecimiento y posterior resurrección, y que, sin embargo, en el
cuadrado, haya un ser parecido, pero sin momifcar, seguramente indicando a Horus Escorpión,
primer faraón. Otro detalle es que el látigo y el cetro siempre han estado vinculados al faraón y,
por supuesto, a Osiris, mientras que dentro del zodiaco cuadrado son herramientas exclusivas de
este personaje.
»Posteriormente al símbolo del hipopótamo o dios Babi, según se mire, vemos uno que
representa el renacimiento del pueblo egipcio, que está sobre un pilar poderoso. La cabeza de este
pilar parece la de un cocodrilo, aunque no se observa claramente; pero si así fuese, indicaría,
claramente, que el pilar del pueblo egipcio fue el río Nilo.

14
»Para completar algunas lagunas sobre esta parte de la historia, es necesario tomar otros dos
zodiacos situados en el templo de Jnum, en Esna. En primer lugar, le mostraré la ilustración del
más simple de los dos para que podamos situarnos.

»Este tiene más fguras a su derecha, pero no se muestran aquí porque la zona relevante y
que nos ocupa es esta. Como puede ver, aquí se encuentran los doce signos del Zodiaco de forma
muy parecida a la disposición que hay en el cuadrado o lineal de Dendera, mas sin los guías y
reyes debajo de él. Tampoco están las constelaciones que los acompañan. Ahora le voy a explicar
el juego que hay que hacer para poder comprenderlo.
»En el templo de Jnum hay muchas serpientes, por lo que sea. Aquí se pueden observar
cuatro zonas sin estrellas alrededor de los símbolos, las cuales representan el fondo estrellado del
cielo. Esto es muy importante. Por ejemplo, entre Sagitario y Escorpio hay esta zona.

»¿Se ha fjado? A diferencia del resto del bajorrelieve, en esta parte no hay estrellas. ¿Por qué?
¿Cuál es la función de estos símbolos? Yo se lo diré: liarnos. No signifcan nada. Su único objetivo
es distraer y poner fuera del zodiaco al verdadero símbolo que debería estar situado en esta
posición.
»Lo mismo ocurre entre Cáncer y Géminis.

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»Es exactamente el mismo caso. Se pueden observar infnidad de serpientes cuya única
función es impedir que el que observa sepa dónde empieza una y dónde está la otra. Como
cuando dos serpientes están enredadas entre sí y uno no sabe cuánto toca a una y cuánto a la otra.
»¿Cuál es la verdad? Que estos símbolos deben de cambiarse por los que están fuera del
cuadrado. Entonces, entre Sagitario y Escorpio va este símbolo.

»Y entre Cáncer y Géminis va el otro.

»¿Cómo lo sé? Resulta que uno muy similar al último que le acabo de mostrar ya aparece en
otro lugar: en el zodiaco cuadrado de Dendera.

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»Este indica un punto en concreto que es el fn y el inicio de la sociedad en el lado oculto de
las eras al mismo tiempo que representa a Géminis. Sin embargo, en el zodiaco de Jnum en vez de
estar todo representado a la vez, mezclando, así, el inicio y el fnal con Géminis, está por un lado
el inicio y el fnal, y, por otro, Géminis. Asimismo, en el zodiaco cuadrado de Dendera este hace
las veces de huevo primordial del zodiaco circular.

»Hay que entender que el zodiaco de Dendera es mucho más complejo y exacto, por lo que el
hombre, que indica a ese punto en concreto en el zodiaco cuadrado de Dendera, lleva una pluma
en su cabeza. El primer gemelo indica el corte y la mujer o segundo gemelo, indica el inicio con el
disco solar sobre su cabeza.
»El otro símbolo que debería situarse entre Sagitario y Escorpio nos aclara dos pasajes
fundamentales en la historia de la humanidad. También nos habla de algunas pequeñas
diferencias entre cómo entendieron la historia los sacerdotes del templo de Jnum y cómo lo
hicieron los del templo de Hathor.
»Vuelvo a mostrarle la imagen.

»Aquí tenemos a un ser sentado. Luego, veremos que es más que posible que la ilustración
sea errónea gracias a otro zodiaco del templo de Jnum. Este ser está preparado para hacer algo, y
su trabajo es modelar la cabeza humana del que solo tiene el busto. Seguidamente, vemos al
hombre sin la cabeza modelada, solo el potencial y, a continuación, a Anubis, que es quien pesa o
mide si alguien pasa o no pasa. Por último, observamos, como ya he dicho con anterioridad, a
Osiris vivo u Horus Escorpión. O, sin más preámbulos, el que ya tiene cabeza modelada, pues se
trata del primer faraón de todo Egipto, y al que Anubis ha dejado pasar. Este hecho se sitúa en el
mismo lugar en el que está el evento del dios Babi en el zodiaco de Dendera.

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»Pero este no es el fnal, porque hay otro zodiaco más completo en el templo de Jnum. Aquí
lo puede apreciar.

»Y nuevamente vemos que… o los miembros del templo de Jnum tenían mucho sentido del
humor o querían complicar la obtención de información de alguna manera. Vamos a los dos
trozos que nos ocupan.

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»Aquí podemos ver que el que debería estar entre Sagitario y Escorpio, está encima del Gran
Cataclismo o Gran Diluvio. ¿Por qué?
»Lo mismo ocurre con el símbolo que indica un punto, el punto de inicio de la sociedad y del
zodiaco. En vez de estar entre Cáncer y Géminis, se encuentra entre Capricornio y Sagitario.

»Aquí viene lo interesante porque hay algunos aspectos diferentes en cada una de las
imágenes.
»En la primera que le he mostrado, vemos que el ser que está preparado para hacer algo aquí
es, obviamente, Jnum. Como aclaración, debo decir que Jnum es el dios alfarero que creaba a las
personas a través del lodo del Nilo. Luego, está el hombre con solo el busto, sin modelar, y, luego,
Anubis. No existe rastro de Osiris ni de Horus Escorpión o del hombre ya modelado, como lo
prefera llamar, entre ellos. Por otro lado, a sus pies vuelve a aparecer una serpiente, signo de que
nos están intentando confundir de nuevo. No hay otros símbolos con este tipo de serpiente dentro
de este zodiaco.
»Pero, en este caso, nos aclaran algo. Para el templo de Jnum, quien salva a algunos seres
humanos con el potencial sufciente para seguir después del Gran Diluvio Universal es Jnum, no
Thot. Se los lleva al cielo junto con Anubis, pues hay que recordar que los anunakis no mueren en
dicho acontecimiento, sino que se van. El que sí fallece es el pueblo atlante, quien aparece
refejado a la izquierda del evento, el cual está rodeado de fechas, o más bien rodeado de plumas
que no le dejan avanzar, plumas de corte. Muchas son estas, pues muchas son las muertes y
almas que pesar.

»Volvamos ahora al símbolo que indica un punto, pues, en este caso, cambia ligeramente.
También está sobre una serpiente, señal de que nos quieren confundir, pero, también, nos aclaran
algo. Aquí, en vez de señalar un punto los dos seres se están dando la mano.

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»Eso es así porque señala la época de la alianza de civilizaciones, tal y como ocurriera en el
zodiaco circular de Dendera. En ella encontramos al ser humano, salvado por Jnum, pero todavía
sin la cabeza modelada.
»Como vemos, los que conforman la alianza para el templo de Jnum son seres diferentes.
Aunque, al tratarse de una ilustración, podría haber ciertas diferencias con respecto al original.
Podemos encontrar en él al pueblo lemur con la corona que ya encontramos en el zodiaco
circular, pero no están ni los sirios, ni a los atlantes. No obstante, como digo, prefero guiarme por
el zodiaco de Dendera que por el de Jnum, pues es infnitamente más exacto, ya que el de Esna es,
simplemente, para mí, aclaratorio.
»Ahora viene una parte interesante...
»En el lugar donde deberíamos encontrar el trozo de historia que está Jnum, el hombre sin
modelar, Anubis y Osiris u Horus Escorpión, hay este símbolo.

»Esta es una especie de cabra con alas situada justo después de Sagitario, colocada hacia
arriba como si indicara que sale del zodiaco. Nos advierte de que allí es donde debería ir el trozo
de historia de Jnum, el hombre sin modelar, Anubis y Osiris u Horus Escorpión. Pero en este
caso, Jnum no salva al hombre con el potencial, aquí es cuando lo modela para que se convierta
en el faraón, en el regenerador de la Tierra y en el que hace surgir de las cenizas al pueblo de
Egipto.

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»Es decir, que estas dos imágenes representan lo mismo y lo único que se añade es a Jnum
como modelador de la cabeza.
»Antes de seguir, quisiera hacerle una pregunta. ¿Usted sabe qué signifca Arco Real?
―No ―le digo casi con esfuerzo, pues se me había olvidado que tenía lengua―. Sé que el
grado que ocupa usted en la orden lleva ese nombre, mas nadie me ha hablado sobre ello. ¿Qué
tiene que ver con esto?
―Verá, el Arco Real masónico está conformado desde Aries hasta Libra. Estos signos del
Zodiaco no están relacionados del todo entre sí. Me refero simbológicamente hablando, son los
signos primitivos, que parten de la observación de los antiguos maestros. Sin embargo, para la
orden, y, sobre todo yo, le doy más importancia a los que no lo conforman, es decir, los signos
ocultos. El resto de signos del Zodiaco obedece a un plan de evolución del ser humano,
simbológicamente hablando, claro, y están interrelacionados entre sí.
»Estos son los que están desde Piscis hasta Escorpio, y el zodiaco cuadrado es la prueba de
ello.
»Piscis es regado por Acuario, que, a su vez, permite la evolución de Piscis Australis hasta
Capricornio, el cual es mitad pez, mitad alce. La cabeza de este animal se convierte en las patas de
Sagitario para, fnalmente, convertirse en mitad caballo mitad hombre. Pero, aquí, viene algo
nuevo para usted, y es que en el zodiaco cuadrado aparece algo que yo no había visto jamás. Yo
pensaba que la fecha de Sagitario era lo que hacía que se lo relacionara con Escorpio... Hasta que
lo vi. Observe, William, de nuevo, esta fotografía y vea cómo, en ella, Sagitario tiene dos colas,
una de caballo y la otra de escorpión.

»Esto no es casualidad, tampoco es habitual, pero es una clara referencia al Arco Real oculto,
lo que signifca la evolución progresiva a través de los signos zodiacales. Por último, Escorpio se
desvanece, mezclándose con la primera predicción que hicieron los antiguos sacerdotes de
Dendera.

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»Este símbolo signifca la esclavitud o domesticación del hombre, que es la mezcla de las
patas de Sagitario, la cola de Escorpio y la cabeza del hombre, por fn modelada, ya que nace por
primera vez, pero sin libertad, pues la sociedad está subyugada a la voluntad del faraón. En él
podemos observar claramente que su cola es de escorpión.

»Aquí llega el fnal de todo el recorrido por la historia del mundo antiguo, tal y como se
interpretó en el Antiguo Egipto o, mejor dicho, los sacerdotes del templo de Hathor.
»Hay un corte con la llegada del pueblo egipcio. Se deja toda una edad atrás, de la cual no
tenemos casi conocimiento y que, tras los primeros trece mil años de historia, fnaliza al haber
dado la primera media vuelta. Esto está representado con la pluma del equilibrio que, además,
establece el primer arco desde Aries hasta Libra.
»Al igual que el huevo primordial, este signo aparece fuera del círculo, representado por una
pluma que indica la mitad del camino y un lugar de corte. Aquí es donde, por primera vez, el
hombre es el protagonista principal de la historia, ya que en esta ocasión posee el intelecto
sufciente como para andar solo. Esto se inicia con el pueblo egipcio.

―Luego, vemos las nuevas eras creadas por el hombre, pero en la que, a su vez, la parte
oculta, queda refejada por el Arco Real masónico. Esta es una de las ilustraciones que hablan
sobre él.
―Lo veo ―expreso―. ¿Qué tiene el signo de Cáncer de especial que está en lo alto del arco?
―Buena pregunta. No todos lo perciben así como le explicaré, pues su importancia se ha
perdido en el transcurrir del tiempo, pero, en realidad, representa la revelación ―afrma
Samuel―. Representa cuándo será revelada la verdad de Sirio, o Sothis, la estrella de nuestros
hermanos del Este y, sobre todo, marca la revelación de Hathor.
»Hay algo muy interesante en el zodiaco cuadrado de Dendera. Resulta que estuve buscando
a Cáncer y, al principio, no lo encontraba, no lo veía. No estaba en la línea habitual, tras Leo. En
cambio, sí que aparecía. Esta es posiblemente la imagen más importante de toda Dendera, la que
nos explica cómo funciona este zodiaco. Aquí la tiene.

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»Como podrá observar, si vamos de derecha a izquierda, desde arriba a la derecha, está
Tauro; luego, más a la izquierda, está Auriga o Mirtilo, como prefera. Posteriormente, aparece un
planeta, y, luego, dos mujeres con una estrella en la cabeza, que solo hacen de función
separadora, como ya le explicaré más adelante. A continuación, lo que hemos hablado del fn de
la sociedad con un hombre con una pluma en la cabeza, y, antes, el inicio del zodiaco con una
mujer con cabeza de león y un disco solar, donde ambos señalan un punto. Aunque también hace
las veces de Géminis. A su izquierda, está Orión, pero, sin embargo, no hay señales de Cáncer.
»En su lugar está la cabeza de Hathor bocabajo iluminada por el disco solar. ¿Es capaz de ver
a Cáncer?
―No ―le respondo.
―Mire más de cerca ―dice Samuel.

―Está allí ―me señala excitado―, a la izquierda del todo de la imagen, entre las piernas de
Nut. Según parece, en el Antiguo Egipto, Cáncer también era representado por un escarabajo, a
veces, alado. En la otra línea de sucesión de acontecimientos, aparece igualmente, y ahora con
alas, justo después de Leo. Mire.

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―¿Qué representa?, ¿por qué no está con el resto? ―cuestiono, reconozco que bastante
interesado.
―Por lo mismo que usted ha preguntado ―me asegura― «¿Por qué Cáncer está en lo alto
del Arco Real?». Ya se lo he dicho. La revelación y ascensión de Hathor se producirá cuando el
Sol esté en el opuesto de la era de Cáncer (es decir, durante la era de Capricornio), lo que
provocará que Hathor brille con gran intensidad indicándonos que su reino está cerca. Por eso,
Hathor está bocabajo, pues nos señala la ocultación de la verdad iluminada siempre en el opuesto
del mismo. También es uno de los motivos por los cuales nuestra orden se llama la Luz del Alba
Dorada. Es la luz que, no solo ilumina lo que está oculto en la noche, sino que también son los
rayos que salen del sol y que se dirigen hacia arriba, hacia las estrellas, en donde Hathor
ascenderá y se quedará en lo más alto del cielo.
Samuel deja de hablar; dirige su mirada hacia mí, que he sido totalmente seducido por la
historia que me ha contado. ¿En manos de quien está la Orden del Alba Dorada? Está justo allí,
delante de mí, su maestro, el cual me ha estado contando toda esta historia. Debo reconocer que
he sentido algo de miedo durante su parlamento porque en algunos pasajes he percibido un
atisbo de cierta lógica que me ha confundido y me ha hecho dudar sobre si lo que me estaba
contando era cierto o no. Sin embargo, en este caso, es demasiado rocambolesco.
Le hago esperar algo más mi respuesta. Simulo que estoy interesado en todas esas fotografías
entre las cuales no veo ningún tipo de relación. Finalmente, hablo.
―Pero, Samuel, de ser cierto, ¿a dónde ha ido toda esta gente?
Le veo esbozar una sonrisa. No pretendía que fuese una cuestión graciosa, pero es cierto que,
mientras salía de mi boca, iba tornándose irónica. Afortunadamente, él se lo toma con el mismo
buen humor que yo.
―Porque ―prosigo―, digo yo que algo deberíamos haber encontrado. Piense que ya es
difícil de creer la historia de Osiris, Horus Escorpión, Akenatón, Moisés y Jesús. Todos ellos
interrelacionados en una sola losa, pero, por lo menos, son personajes muy conocidos, y,
precisamente, a medida que se acercan a nosotros en el tiempo conocemos más sobre ellos. Mas,
¿por qué no hay rastro de ese evento del 4000 a. C. o del de 9000 a. C.? Es verdad que quizá no
sepamos sobre los hombres o seres de forma individual, pero sí deberíamos conocer algo sobre
estas sociedades enteras, en conjunto.
―Quizá tengamos todos esos restos delante de nuestras narices y no sepamos mirarlo con los
ojos adecuados ―apunta Samuel.
―¿Como qué? ―espeto.
―Las pirámides de Egipto ―responde.
―Eso son construcciones egipcias ―le digo.
―No todas ―expone Samuel―. Respóndame, William. Si fuera a construir un edifcio
enorme, ¿qué materiales utilizaría?
―Pues los que conozco: ladrillo, cemento, aluminios, hierro…
―Y, para su construcción ―continúa Samuel―, ¿cogería grandes barras de hierro y ladrillos
que pesaran toneladas?
―En principio, no.
―¿Por qué? ―me demanda.
―Porque es más sencillo usar piezas más pequeñas, más manejables ―replico.

24
―Bien, es una respuesta lógica. Pues ―prosigue―, los arqueólogos actuales solucionan este
tremendo problema logístico arguyendo que los faraones egipcios eran unos caprichosos,
egocéntricos y masoquistas que no tenían nada mejor que hacer que ver morir a su pueblo
mientras construían todas esas obras faraónicas. Se despertaban, tenían un sueño y… ¡Boom, a
construir! Y ninguno de esos faraones o arquitectos egipcios, capaces de hacer cálculos excelsos,
pensó «¿Y si hacemos lo mismo, pero con elementos menos pesados?».
»Por lo que ―apunta ahora Samuel exaltado― este hecho nos debe hacer pensar que se ve
que todos los faraones se excitaban primariamente hasta llegar al orgasmo mientras veían morir a
su pueblo. Y lo más increíble es que todo el pueblo egipcio lo aceptó de buena gana, excepto
alguna pequeña revuelta que aparece en los libros de arqueología.
―Y, usted, ¿qué cree? ―le cuestiono, no sin antes mostrarme más calmado dada su
exaltación.
―Yo solo sé que sería complicado para mí, si fuese faraón, ver morir y sufrir a mi pueblo. Al
menos alguno de ellos lo debería haber pensado. Entonces, ese faraón, solo llevaría a cabo tal
sacrifcio si realmente fuese necesario. Imagine por un instante que el pueblo egipcio, al llegar por
primera vez a Menfs, se encuentran ya construidas únicamente la Esfnge y la gran pirámide de
Guiza. En ese caso, quizá, al verlo uno pueda pensar, «Yo quiero hacer algo así». Convencer al
pueblo de que merece la pena hacerlo ya no es tan difícil, porque pueden sentirse incitados a ello,
y, así, ser partícipes de ese milagro. Entonces, todo ese sufrimiento podría tener algo más de
sentido e incluso ser instigador. Como desafío.
»La gran pirámide de Guiza es ligeramente diferente a las otras dos. Tiene ocho lados por
culpa de unas aristas en cada una de las cuatro caras, las cuales son casi imperceptibles. Le
aseguro que alguien que deja algo así, lo sabe; y, sin embargo, las otras dos pirámides no lo
tienen. No es lo mismo amontonar piedras pesadas que hacerlo adrede queriendo dejar claro las
luces y las sombras en cada lado.
»Ahora imagine que la esfnge también pertenece a una de esas civilizaciones de las que,
según comenta, no quedan vestigios. ¿Qué le parece?, ¿No se le antoja extraño?
―¿El qué? ―pregunto.
―Las esfnges son como guardianes. Si guardasen a la gran pirámide, ¿no falta una? ―me
pregunta.
―Podría ser ―le contesto.
―Y si falta, ¿dónde está? ―sigue.
―¿Derruida? ¿enterrada? ―respondo.
―Quizás ambas cosas ―propone Samuel―. Frente a la esfnge hay una tabla. Creo que tenía
una foto de ella, un segundo... Se llama la estela del sueño. La historia cuenta que un joven, y aún
no faraón, Tutmosis IV, se echó en el regazo de la esfnge, que, todavía, estaba enterrada por la
arena del desierto. En el sueño, le prometió que reinaría Egipto y, a cambio, le pidió que la
desenterrara. Al convertirse en faraón, erigió la tabla en donde cuenta la historia. Lo importante
de la Estela no es lo que se cuenta, sino lo que se ve; dos esfnges, no una. Pero lo más
signifcativo es que en medio de las dos, al fondo si se tiene perspectiva, aparece el símbolo de la
pirámide entre los jeroglífcos y en la cúspide de la estela, el espíritu del faraón.

25
―¿Y eso qué signifca? ―le demando intentando que avance, pues a cada rato se para antes
de proseguir con la historia que quiere contar.
―Mil trescientos años antes, Kefrén, erigió su gran pirámide. Tras hacerlo, construyó una
calzada hasta el templo del valle, situado al lado de la esfnge. Si yo buscase la otra, la buscaría
debajo de la pirámide de Kefrén.
―¿Por qué? No tiene por qué estar relacionado. ―pregunto.
―Si usted observara desde el sur la gran pirámide, la esfnge quedaría a la derecha, la gran
pirámide de Guiza, de frente, y, a la izquierda, donde debería estar la segunda esfnge, hay, en
realidad, la pirámide de Kefrén. Yo solo digo que debería haber otra esfnge y que yo la hubiese
construido allí. Los motivos que llevaron a Kefrén a situar su pirámide encima de la otra esfnge
podrían ser varios. Por ejemplo, quizá quería hacer una alegoría del bien y del mal, lo oculto y lo
visible. O, quizá, simplemente fue porque, según las estrellas, debía representar la pirámide en
ese lugar preciso y si la otra esfnge estaba enterrada, ni siquiera se percató de lo que estaba
haciendo.
»Le reconozco que esto último es pura especulación. Aunque yo, si fuera usted, un día
viajaría hasta Egipto, en concreto a Guiza, y me fjaría en la base de la pirámide de Micerinos.
―¿Qué encontraré? No me lo ponga tan difícil. ―le cuestiono nuevamente, ahora algo más
interesado.
―Lo que quiere ser, y no es ―dice Samuel.
―Todo esto ―Levanto las cejas mostrándome sorprendido― es interesante para mí. Pero si
todo ello es cierto o no... En fn, solo podemos sentarnos a especular. ¿Cuál es su propósito con
todas estas especulaciones?, ¿no prefere ser algo más pragmático?
―El pasado solo deja de sernos de ayuda cuando ocupa todos nuestros recursos ―afrma
Samuel―, pero cuando se convierte en recordatorio del presente, nada puede ser más pragmático
que eso. Yo, durante mucho tiempo, no creí en esta historia, solo la estudié. Me parecía
interesante y era algo en lo que poder centrar mis esfuerzos. En realidad, fue curioso cómo
empezó. Estaba en una charla con Robert y, bueno, con Robert todas las conversaciones acaban
siendo animadas por todo el whisky o las cervezas que engulle durante la conversación.
»Casi al fnal de nuestro particular despliegue de ideas, él me dijo que creía que el hijo de
Dios, Jesús, debía de ser Virgo; es decir, que el Sol estaba en Virgo cuando nació. Yo le pregunté
el motivo y me contestó que porque nació del vientre de una virgen.
Casi me da la risa al pensar que Robert no está totalmente enterado de todo el caudal de
información que he encontrado tras esas desinhibidas palabras. Todo el conocimiento que me ha
llegado después es gracias a una de sus embriagadas noches.
―Yo imaginé ―me dirijo a Samuel con seriedad― que habían sido los libros antiguos y las
leyendas, no Robert.
―Los libros me dieron las respuestas ―asegura―, sí. Pero todas las preguntas surgen de allí.
―¿Por qué no lo cuenta? ―me intereso―. ¿Por qué lo mantiene todo en secreto? Al menos la
parte menos antigua. Creo que la más antigua es, ciertamente, arriesgada, pero la más moderna
podría interesar a la orden.

26
―Ahora lo sabrá todo usted, pero ¿el resto? ¿Dejar que mis propios hermanos me odien por
considerar que Moisés, el gran profeta de los judíos, quede como un simple hombre que lo único
que buscaba era intentar escapar, junto a su mujer, de las garras del padre de esta y no ser, en
realidad, el salvador de todo un pueblo de la esclavitud egipcia? ―me espeta algo exaltado
Samuel―. La vida me ha otorgado cierto don de gentes y carisma, pero no el sufciente para tal
tarea.
―Omita esa parte ―le sugiero.
―No pienso hacerlo ―manifesta―, no quiero contar mi verdad a medias. Si la explico, lo
haré sin reparos, tal y como he hecho con usted, con todos y cada uno de los entresijos. No pienso
esconderme.
―En ese caso, es mejor que no hable ―Sonrío levemente porque no logró entender la poca
fexibilidad de Samuel―; aunque debería plantearse ser más fexible en sus convicciones, puesto
que usted ocupa un lugar demasiado prominente dentro de la orden, el más alto, y ello implica
responsabilidad y, también, y además con más frecuencia de lo que cree, enemigos. Enemigos a
los que no siempre verá acercarse de frente.
―¿Ello implicaría que debo ser prudente incluso con usted? ¿Debería hacer algo al respecto?
¿Tiene usted reservas hacia mí? ―duda Samuel mientras yo siento que mis piernas languidecen
medianamente.
―Es cierto, no diré que yo sea diferente. Yo también soy sospechoso ―Levanto los brazos
señalando mi inocencia―, aunque, en este caso, y por suerte para usted, no soy judío. Ni siquiera
soy cristiano, así que no tengo nada en contra de su historia.
―He notado que tampoco a favor de ella ―destaca Samuel algo resignado.
―No exactamente ―Intento explicarme―. Para mí, es matizable.
―¿Qué quiere decir? ―pregunta Samuel.
―Verá, usted es un hombre más pasional y romántico que yo ―prosigo― en cuanto al
conocimiento de la verdad o la realidad a la que se refere. Yo, sin embargo, no suelo negar las
ideas, ellas llegan a mí; pero no se posan eternamente, por lo que la duda hacia todas ellas es la
única verdad absoluta para mí. En este caso, esas son las ventajas de ser agnóstico. El matiz que
haría, en concreto, es el siguiente.
»Imaginemos que unos ¿sacerdotes? del Antiguo Egipto pintaron sobre los techos y las
paredes de su templo esta maravillosa historia del pasado colocando a sus queridos dioses en
ellas y dándoles sentido y cualidades terrenales a todos ellos. Digamos que todo lo que usted cree
que ellos tallaron y pintaron en esas paredes es cierto. Es decir, que, en realidad, era lo que
querían representar, la historia de su pueblo desde los orígenes más remotos. Aun así, todo
podría seguir siendo falso. Ellos podrían haber mentido o puede que no supieran la verdad, para
el caso es lo mismo.
Samuel ahora me observa detenidamente. Sé que le acabo de hacer dudar de una forma que
ni siquiera él se esperaba. Una perspectiva que no había contemplado, pues yo sabía que se
consideraba único, especial por todo aquello, y, por ello, esto era un jarro de agua fría para él.
¿Cómo podían equivocarse esos maravillosos sacerdotes del Antiguo Egipto? Por suerte, Samuel
es un hombre razonable y lo entenderá; abandonará esta locura, o, al menos, eso creo.
Esto no es algo que solo le haya ocurrido a él porque hay que entender que, aunque el
mundo que nos rodea sea extremadamente vasto y lleno de vida (y porcentualmente, más
desconocido que conocido), al fnal, uno siempre cree que solo existe, o que únicamente es real, la
vida que está llevando a término él mismo; y, de esta manera, el mundo, fnalmente, acaba
haciéndose cada vez más y más pequeño.
―¿Lo entiende? ―pregunto a Samuel, quien tarda unos segundos más de lo esperado.
―Es cierto ―afrma algo estupefacto―. Podría ser falso.
Lo veo dubitativo, negando con la cabeza y haciendo gestos extraños, gestos de
incomprensión. Parece que le está costando mucho asumir su propio error de interpretación.
Finalmente, dice, mientras me mira tiernamente:
―No, no. En este caso me temo que, a pesar de que usted no lo crea, y muy a pesar mío, esta
historia es cierta. Todo ello nos rodea y debemos estar preparados para entender todas esas
situaciones. Sé de buena mano que es cierto. O’Donnell…
Espero ansioso a que diga algo más, pero solo ha nombrado su nombre. Entonces, no puedo
aguantarme más y le pregunto directamente:
―¿Qué ocurre con O’Donnell?
―Nada, nada... ―expresa con suavidad Samuel―. Sea como sea, esta es mi creencia, lo
reconozco; es mejor así.

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Un silencio se apodera del despacho y yo no sé cómo continuar, así que es el propio Samuel
el que prosigue:
―Pero sigamos si le parece; tengo todavía mucho que explicarle.
―Me parece bien. ―Levanto un brazo con el otro indicándole que puede continuar. Es una
lástima que no haya querido hablar sobre O’Donnell.
―Hasta ahora le he hablado del pasado, pero, en breve, quiero hablarle del futuro, William.
No sin antes, explicarle algunos aspectos del zodiaco de Dendera con más detalle si es posible
―expresa retomando con fuerza la conversación. Observe esta parte del bajorrelieve.

»Así como la constelación de Virgo está representada por una mujer que sostiene una espiga de
trigo, la estrella Espiga, la constelación de Boyero lo está por un ser con cabeza de toro y coronada
encima de ella por una estrella, Arturo. Algunos ven en este ser con la cabeza de toro a Saturno,
pero creo que no es del todo correcto; luego le detallo el porqué, ya que tengo muchas dudas a
este respecto. Véalo de más cerca.

»Aquí, a la derecha de la cabeza de Boyero aparece un milano o halcón, que suele estar
presente en las estrellas más importantes del cielo nocturno en el zodiaco de Dendera. Más tarde,
le señalo cuáles son.
»Pero lo interesante para mí es el símbolo que aparece debajo. Verá, el nombre de la estrella
Arturo está relacionado con la Antigua Grecia. Ellos se referían a la susodicha como el Guardián
de la Osa, Αρκτοῦρος (Arcturus), ya que estaba relacionado con su proximidad a las
constelaciones de la Osa Mayor, αρκτος en griego. Sin embargo, aquí vemos que donde debería
aparecer Arturo, hay un toro con un arca en la cabeza o luna primigenia, al igual que Boyero, al

28
cual se le representa de esta forma. Esto es, para mí, un misterio y solo puedo establecer tres
posibilidades.
»La primera y la más sencilla, es que ese símbolo no represente a Arturo. Otra, es que,
efectivamente, lo simbolice, pero que los egipcios, de alguna manera, se equivocaran y
entendiesen que Αρκ signifcaba arca y τοῦρος, Tauro, aunque, para ello, habría que cambiar la
«o» por la «a». O, quizá, fue al revés, lo que implicaría que los griegos comprendieron mal el
signifcado que le dieron los egipcios, o puede que, por el paso del tiempo, le otorgaran otro
diferente a Arturo, más como guardián de la Osa Mayor, en vez del arca de Tauro. Aun así, la
referencia lingüística es tan turbadora como misteriosa.
»De todas maneras, y para no extenderme demasiado, siendo esto de una manera o de otra,
he intentado explicárselo porque ello está implicado en la predicción siguiente. La susodicha se
basa en la mezcla de Boyero y Virgo. Este símbolo, que incorpora ambas constelaciones, aparece
debajo de ellas y es el agricultor que siega el trigo con su hoz, el que separa el grano de la paja. Al
igual que en los anteriores, como es el caso de la predicción previa en la que era el león el que
representa al pueblo de Judá, este símbolo habla del tipo de pueblo, el cual, en este caso, es
religioso y segador. Habla no solo del cristianismo, sino, también, de otras religiones que no
aceptan la existencia de las demás, donde estas son tratadas como enemigas y blasfemas. Hace
referencia a un pueblo que intenta separar el buen grano de la mala paja. Es la mezcla entre
Boyero, pastor de bueyes, y el trigo de Virgo. Durante esta época, la que hemos vivido
recientemente y que pronto acabará, ha habido una búsqueda incesante del Bien y del Mal, es
decir, de lo que se considera como uno o como el otro. ¿Qué es la paja y qué es el trigo? Fue algo
que las propias religiones han exigido.
»Supongo que, al fnal, William, no desea que le cuente la historia que ya conocemos, sino
que usted anhela que yo le explique el futuro. Ya conoce el pasado de esta increíble historia, la
historia de nuestra civilización, la del ser humano. Ahora le explicaré el futuro. Es inminente,
William. Nuestra entrada en una nueva era, una era diferente que marcará el transcurrir de
nuestra historia. Como sabe, en la Biblia, se explica que el reino de Dios, según Jesús, llegará
cuando veamos al cantero entrar en una casa, clara referencia a Acuario. No obstante, dice que
llegará antes de que entremos en su casa. Como puede observar, entre Piscis y Acuario, en
realidad, habrá una era, distinta, que no será zodiacal, sino planetaria, y en la que estaremos antes
de entrar en la era de Acuario: es el reino del caos de Jano.

»Fíjese. Si tomamos la palabra «cristianos», en griego χριστιανός. Por un lado, vemos que
χριστ signifca el ungido, el elegido, cristo. Y, por otro lado, aparece ιανός, que es un sufjo que,
en teoría, no forma parte de la palabra como nombre, pero también es cierto, que, curiosamente,
Jano se escribe de la misma manera, Ianus. Teniendo en cuenta la unión de ambos, el ungido o el
elegido es Jano. En este caso, no como individuo, sino como era planetaria.
»Lo equivocado sería pensar que los egipcios sabían cómo iba a desarrollarse el cristianismo,
y, por eso, aquí, Jano tiene connotaciones que nada tienen que ver con el cristianismo actual. Esto
es importante, ya que Jano es un dios romano, una divinidad del tiempo, el cual obtuvo, a través
de Saturno, la habilidad de mirar al pasado y al futuro. Esto le otorga a este reino, a esta semiera,
un tiempo de no tiempo. Es decir, el caos reinará durante este no tiempo y, precisamente, habrá
una exaltación del presente. Este se regirá por la ocultación del cielo porque habrá un proceso de

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aprendizaje, el cual se producirá en medio del caos. Las cadenas que sostienen y unen a las
personas de la sociedad serán destruidas, es decir, se romperán aquellas que unen a Piscis y ya no
seguiremos al pez que hay a nuestro lado. Las cadenas de Piscis son una alegoría a la forma de
actuar de los bancos de peces que, aun sin estar atados físicamente, los une una cadena invisible,
que los hace moverse en la misma dirección tal y como ha ocurrido en estos últimos mil
novecientos años.
»Hasta ahora, un hombre tomaba de referencia a aquel cercano a él para saber cómo
desenvolverse en la sociedad, así como los peces siguen al que tienen al lado del banco para saber
a dónde deben de ir. Una vez desaparezcan esas cadenas, habrá más libertad, pero seguiremos
siendo peces y no la sabremos tomar con responsabilidad. De ahí, la era del caos de Jano, puesto
que, aunque Jano es el que está representado en este zodiaco, son las fuerzas de Saturno las que
golpearan esas ataduras para reestructurarlas en forma de Acuario.
»Quizá ni usted ni yo lo veamos, pero, en breve, comenzarán los días en los que las madres
aleccionarán a sus hijos, ya que en el caos serán ellas las que pondrán cierto orden, comenzando,
de esta forma, un plan esgrimido dos mil años antes por Hathor. Es posible que no todas
cumplan este cometido, mas sí lo harán muchas de ellas. Así será nuestra sociedad; lo será
durante casi trescientos o cuatrocientos años. Esta es la zona en donde puede ver nuestro futuro
como sociedad o pueblo. Se encuentra entre Virgo y Leo, pues Jano está entre Piscis y Acuario.
Esto se representa a través de una mujer sentada sosteniendo a un niño en la palma de su mano.
Es interesante que en la cabeza de la mujer haya un cuervo, signo de que se va a observar con
recelo y crítica el pasado, pues mira hacia atrás.

»Como ya ha visto, señor Van Staey, nuestra orden es de las pocas sociedades secretas que
aceptan a mujeres, y, por desgracia, son pocas las que se atreven a unirse a nosotros, puesto que
todavía las cadenas son profundas, aunque no inmóviles, en lo que a la mujer se refere. Esto no
es casualidad, nuestra madre Hathor así nos lo exige y el futuro también, puesto que para llegar a
esta, ellas deberán aportarnos su verdad.
»Es inminente la llegada de un sirio adorador del astro, quien nos tiene que explicar, según
este zodiaco, la era de Jano. Aquí está representado por este Horus.
»Pasados dichos trescientos o cuatrocientos años de modifcación de las costumbres a través
de las madres en los hijos, sonarán las campanas de nuevo; pues esta vez sí, el hijo de Dios bajará
de nuevo. En está ocasión, lo hará ya como rey del reino de los cielos, representado por Leo, y con
los cuernos del poder sobre la tierra. O, mejor dicho, bajará con la corona atef compleja, la de
Osiris. Esto signifcará que tendrá el beneplácito de Thot. Será nuestra entrada en Acuario y un
guía espiritual llegará. Él deberá, primordialmente, advertirnos del peligro de ser demasiado
individualistas y déspotas, que es la infuencia de Acuario. Vendrá con lealtad, honor, brillantez y
valor, que son el aprendizaje que nos mostrará como Leo. Él será el faro que nos ilumine y, una
vez más, lo convertiremos en el siguiente signo del Zodiaco, la ilusión de Cáncer; lo
encumbraremos y se situará en un lugar difícil de alcanzar.

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»Lo alabaremos como el portador de los grandes ideales de toda una época, aquel al que
desearemos alcanzar, y nos enseñará a romper frustraciones infantiles. Esa era se regirá por el
individualismo para poder alcanzar la personalidad propia de cada uno de los seres que la
conformen, olvidando, entonces, la era de Piscis, disuelta en un gran mar de creencias y cuyo
propósito ha sido otorgarnos de una profundidad y complejidad emocional necesaria y sin igual.
La función de este nuevo guía, como digo, será mostrarnos que la personalidad propia no
implica, necesariamente, desmarcarse y olvidar el grupo. Y lo podrá hacer ya que Leo ve al resto
como iguales a los que ha de guiar. Por lo tanto, nos incitara a buscar objetivos comunes a través
de la lealtad y la brillantez. ¡Ojo!, a diferencia de Jesús, él no pasará inadvertido, llegará como rey,
y quienes no hayan hecho el trabajo de Virgo, jamás podrán comprender a Leo, es decir, jamás
podrán comprender a este nuevo guía. Así pues, este guía bajará exigiendo unos mínimos, un
esfuerzo, un sacrifcio que ya debe estar realizado porque la ayuda se ha terminado. Su función
será unifcar esos esfuerzos, dirigirlos.
»También será una sociedad en la que las mujeres ocuparán un lugar de más libertad. Aquí
viene representada con una mujer con cántaros en las manos, tal y como se simboliza Acuario.
Esta tiene aspectos relacionados con la diosa Anuket, a la cual se la representa con una corona de
plumas y, a veces, con cántaros en las manos debido a que es la diosa del río Nilo. Hay que
recordar que cuando Eva apareció, fue cuando la civilización atribuyó a la mujer el poder de la
complejidad emocional y lo hizo hace miles de años. Ninguna otra había vuelto aparecer hasta
ahora en el zodiaco y tras aquella que aleccionaba al hijo, aparece esta, quien parece descubrir ese
poder utilizándolo por primera vez en su propio benefcio.
»Como se puede observar, es posible interpretarlo como una referencia a que la mujer pueda
expresarse de forma más libre emocionalmente hablando. Hasta ahora, no siempre se lo ha
permitido, y, quizá, el agua que haya brotado de ella no siempre haya sido pura debido a que ha
sido corrompida entre todos. A través de la imagen de la mujer anterior, la que sostiene al niño en
su mano, y, la imagen posterior, la que aguanta los cántaros, se puede interpretar una especie de
proceso. Para poder llegar a otorgar de nuevo agua, primero, hay que aleccionar a los hijos con
cierta distancia. Lo interesante es que parece que hay una búsqueda de que, al empezar la era de
Acuario, el guía espiritual vaya a ser conducido por una mujer. Lo digo porque hay una que lleva
las riendas de Leo, la cual guía a su hijo a través del animal mientras que él está sentado encima
de los lomos de la fera. Solo el guía espiritual puede advertir esa infuencia.
»En la siguiente fotografía continúa el proceso.

»Aunque otros guías no nacidos en la tierra con cabeza de halcón vayan a aparecer, lo
importante es el tipo de civilización. E insisto, uno de los puntos más claros de por qué esta parte
del zodiaco es sobre el futuro es la distancia excesiva entre los líderes espirituales y la falta de
sociedades y eventos que, en este caso, se sitúan encima, debido a que están por escribirse en la
Tierra y solo están refejados en el cielo. Pero sigamos, vemos, por ejemplo, que otro sirio
aparecerá justo debajo de la mujer con los cántaros, aunque aquí, por su corona, al ser la del Alto
Egipto, no será tan clara su inclinación a adorar al sol sirio, sino que tendrá una infuencia que ya
le explicaré después a través del zodiaco cuadrado.

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»Tras la celebración realizada por la exitosa libertad de la mujer y su renovada capacidad de
ofrecer, la sociedad será lanzada al fnal de la era de Leo por una mujer cuya fecha será
proyectada al cielo. Esto es lo que marca la revelación de Hathor, una fecha disparada al
frmamento para llevarnos hasta Cáncer. Intuyo que, posteriormente, el ser humano aprenderá
una nueva forma de tecnología impulsada a través de otra perspectiva, aunque esto será dentro
de mucho tiempo. Piense que es cierto que hoy el arco no es un elemento tecnológico, pero, en su
momento, sí lo fue. Y su capacidad de poder volar, le da un signifcado relevante y muy
importante porque está relacionado con Sagitario.
»Gracias a esto podremos no solo surcar los cielos, sino que viviremos allí. Nuestra sociedad
se podrá poner metas y objetivos mucho más elevados. Será, entonces, cuando entremos en la era
de Capricornio dentro de casi dos mil quinientos años o más. Si se fja, la llegada del próximo
guía espiritual nacido en la Tierra, quien está vestido con una túnica larga, aparecerá a fnales de
la era de Leo y aquí aparece debajo de la mujer con el arco. Este ser arribará al fnal de la era de
Acuario, pero para advertirnos de la era de Capricornio. Este guía, nacido en la tierra,
comparecerá y será el encargado de animarnos, de ilusionarnos con la infuencia de Cáncer.
Seguramente será aniñado y buscará alentarnos, ilusionarnos, pues querremos alcanzar objetivos
complicados y puede que tendamos a ser fatalistas, dado que estaremos en la era de Capricornio.
Convertiremos a ese nuevo guía espiritual en el maestro o el que sabe puesto que Géminis es el
siguiente signo del Zodiaco en aparecer. Él es quien nos conducirá hasta el cielo con su incansable
aliento incluso tras su muerte.
»Es en esa era, cuando estemos a mitad de la de Capricornio, oculta u opuestamente Cáncer,
cuando llegaremos al objetivo de esta orden: el reino de Hathor, el paraíso egipcio, la vaca dentro
del arca, la que vive en el cielo junto a los dioses. Viviremos allí arriba, con ella; la sociedad estará
en el paraíso. Por desgracia, actualmente, se piensa que este signo representa a la estrella Sirio en
vez del reino de Hathor.

»Hay un lugar donde queda más claro que este símbolo representa el reino de Hathor o el
paraíso egipcio y está representado en el zodiaco de Esna, el cual le mostré antes. Aquí lo puede
ver de nuevo. Fíjese cómo no puede ser Sirio la vaca en el arca, ya que no puede ser que la estrella
esté pasado Orión; eso sería absurdo. Esto es porque no es eso lo que hay a sus pies, sino el
paraíso egipcio, el reino de Hathor, es decir, el fnal del camino. Encima del reino de Hathor hay
una fecha que es la que corresponde al arco de la mujer de Dendera, que es la que alcanza este
reino.

32
»Y, ¿a quién encontramos guiando a este reino?, obviamente es la diosa Hathor quien lo
dirige puesto que es su reino. Esta aclaración del templo de Jnum, incluyendo a la propia diosa
Hathor dentro de la barca con la vaca sagrada, es porque en Esna era pertinente al encontrarnos
en el templo destinado al dios Jnum. Sin embargo, no es necesaria cuando nos encontramos en el
templo de Hathor porque, en tal caso, era una obviedad. El reino de Hathor, no estará en la
Tierra, sino que será un reino que dará vueltas alrededor de ella y salvará al ser humano.
»Repito, este símbolo se ha confundido con la estrella Sirio; no obstante, esta es el símbolo
siguiente. Fíjese bien, encontramos, de nuevo, al halcón más grande de todos los que hay
representados en el zodiaco de Dendera. Eso es porque Sirio es la estrella más brillante del cielo
nocturno, y, además de ser reverenciada en Egipto, porta las coronas del Alto y Bajo Egipto. Otras
estrellas son representadas aquí con un halcón. Tenemos a la Estrella Polar, a Procyon, a Arturo,
que ya hemos nombrado, y a Vega.

»Aquí puede ver la Estrella Polar besando al chacal de Anubis, que está encima de la Osa
Menor (ilustración).

»Observe a Procyon entre Cáncer y Géminis (ilustración).

»Aquí está Vega, que es el halcón, y la constelación del cisne, muy pequeña, pegada a la
anterior, justo debajo. También aparece Aquila en forma de buitre.
»En el zodíaco cuadrado, además, aparecen las estrellas conocidas del triángulo estival más
Arturo, la Estrella Polar y Sirio.

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»Primeramente, encontramos a Deneb encima de Capricornio.

»Luego, aparece Altair encima de Sagitario.

»La Estrella Polar se encuentra al lado de la Osa Menor. Pero también la encontramos en su
opuesto, ya que está muy cerca del centro del planisferio del zodiaco circular. Seguramente, es la
que indica el centro para guiarnos.

34
»Justo antes de Libra, está Vega, encima del círculo con la mujer, aunque la pared está en
malas condiciones y cuesta verla.

»Junto a Boyero, está Arturo.

»Por último, encontramos a Sirio, que también representa a Sotis, y, justo después, Orión,
puesto que con la primera el círculo se cierra y ya no hay más camino que recorrer.
»Para entender por qué el símbolo del halcón más grande es Sirio, hay que comprender a
Sotis. Esta era una estrella con una importancia excepcional en Egipto, a la cual se la relacionaba
con la diosa Sopdet.
»Sotis es la estrella Sirio en realidad. Se representa como un halcón que vuela encima del falo
de Osiris, que en el caso del zodiaco de Dendera es simbolizado, a su vez, por un papiro, símbolo
de fertilidad. Aquí se puede ver la estrella Sotis siendo concebida por el falo de Osiris, gracias a
que su mujer, Isis, reconstruyó el cuerpo de este para que pudiese engendrar hijos.

35
»Pero, en este caso, no solo representa aquí a la estrella Sirio, sino que, también, un reino, un
pueblo, el pueblo de Sirio, dominador del Alto y el Bajo Egipto en la época de los faraones. De ahí
su corona. Ese será el día en el que nos uniremos con nuestros hermanos de Sirio (hermanos del
Este).
»Si miramos este proceso a través del zodiaco de Dendera cuadrado, podemos encontrar los
guías y grandes reyes de nuestro tiempo, del pasado y del futuro, donde toda esta información
queda clarifcada. Pero, sobre todo, observamos que se nos cuenta la lucha inacabable entre
Horus y Seth teniendo como mediador a Thot.
»Así empieza el zodiaco cuadrado. En esta primera imagen, arriba se representa el cielo, pues
el fondo está lleno de estrellas. Abajo es lo que ocurre en la Tierra.

»En el zodiaco de Dendera esto se sitúa al fnal de la era de Géminis; casi me atrevería a decir
que lo sitúan justo entre los gemelos. Por eso, el punto entre ellos también indica el inicio. En el
caso del templo de Jnum este inicio, en el zodiaco simple, lo sitúan antes de dicho signo, pero en
el complejo después. Ello es porque seguramente los que aciertan en señalar correctamente el
inicio son los de Dendera, los cuales lo sitúan en medio. Pero vamos por partes, lo primero es que
todas las mujeres con una estrella en su cabeza en la línea de arriba (línea que, repito, representa
el cielo), simplemente indican separaciones entre constelaciones, mas no solo constelaciones
propiamente dichas.
»Así pues, arriba, a la izquierda, se puede observar el inicio de la civilización en donde
encontramos la pareja señalando a un punto que también representa a Géminis. El hombre, con la
pluma, es el corte o fn, y la mujer, con el disco solar, es el inicio. Luego, está la primera
separación representada por una mujer con una estrella encima; este es el verdadero inicio. Y la
siguiente parece la misma representación, pero no lo es, sino que es la primera separación de una
constelación. Luego, encontramos a un hombre que representa a un planeta. Posteriormente,
vemos a Auriga, que, en el pomo está representada la estrella más brillante de susodicha
constelación, Capella. Esta proviene del mito de la pequeña cabra, Amaltea, que amamantó a
Zeus. Finalmente, vemos a Tauro.
»En la línea de abajo encontramos el germen inicial que es el ser que tiene una serpiente. Sin
embargo, la cabeza que hay detrás de ella parece ser Bastet, diosa a la que se relacionaba con los
rayos del Sol y los embarazos. Aquí representa el inicio de la civilización. La serpiente tiene que
ver con algo que es anterior al ser. Este germen es traído por los dos seres que aparecen a
continuación, que son Osiris y su hijo Horus. Ambos en su forma primigenia, puesto que Osiris
todavía no había sido asesinado, descuartizado y resucitado. Tratar de adivinar más información
sobre ellos y sus motivos es muy complicado al haber ocurrido hace más de quince mil años.
Fíjese que ambos tienen muchas estrellas a su alrededor porque están explicando que llevaron
este germen de vida a la Tierra hace mucho tiempo, es decir, hace muchas estrellas, lo que implica
mucho tiempo. Algo así como «hace mucho tiempo (estrellas) bajaron los dioses del cielo a la
Tierra». El resto de imágenes no tienen tanta cantidad, y es por esto mismo que estoy explicando
que estos dioses primigenios representan el origen de los tiempos.

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»Luego, en la siguiente imagen, en la parte de arriba después de Tauro, podemos encontrar el
fn de la constelación y, seguidamente, el inicio, que está representado por dos mujeres con
estrellas en su cabeza. En el zodiaco circular el ser más parecido al siguiente es Jano, por lo tanto
este es un planeta y creo que es Saturno como ya he explicado antes. Aquí si es el planeta,
mientras que en el circular se representaba la infuencia de Saturno, que lo convertía en Jano. Sin
embargo puede representar en parte al ojo de Horus por tener ambas coronas y mirar hacia
delante y hacia atrás. No obstante, también podría indicar un periodo en donde se unifcaron dos
tierras y en el que el pueblo lemur se alió con el pueblo de Sirio otorgándole una misión diferente
a cada uno: los sirios eran dominadores del poder político y los lemures del poder religioso. Esto
podría ser el inicio de cuando se decidió el porqué de esta separación refejada en la estrella de
cinco puntas de nuestro escudo de la orden.
»Ulteriormente, está la constelación que vendría a ser una mezcla de Perseo y
Camelopardalis con la Estrella Polar en su cabeza. Otra posibilidad es que Perseo,
Camelopardalis y Cefeo representaran a cada una de las fguras. Es difícil saberlo, pues la forma
de ver cada constelación difculta el relacionarlas con las actuales. En la línea de debajo están los
dos primeros reyes de la sociedad lemur. El primero tiene una corona en formación que emerge
del loto. El segundo ya porta la corona atef compleja que tiene una importancia vital, ya que esta
es la verdadera corona que posee un poder inigualable.

»Arriba a la izquierda, si no relacionamos a estos con Cefeo y Perseo, podemos ver a dos
seres que podrían representar a la versión masculina de estas dos fguras del zodiaco circular,
pero tampoco puedo asegurarlo. Al estar debajo de Aries hace que lo dude.

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»Después, viene Aries junto a el fn y el inicio de constelación o parcela representada por dos
mujeres con una estrella encima. Luego, pasa algo desconcertante en los dos siguientes símbolos
y es que las estrellas del fondo desaparecen. Esto es importante. En teoría, estos deberían
pertenecer al cielo, pero es cierto que también podemos encontrar en el zodíaco circular el
símbolo del círculo.

»Al igual que la pareja de seres masculinos, que le he comentado que podrían conformar las
parejas de los seres femeninos que estaban debajo de Aries, este símbolo también se sitúa debajo
de Piscis como si fuese una predicción del pasado que se convirtió en un evento, pues está
rodeado por un círculo. Además coincide en cambiarle el sexo del que agarra el animal, ya que
pasa de mujer, en el circular, a hombre, en el cuadrado. Esto implica un montón de preguntas de
por qué se hizo.
»Si volvemos a la fotografía del zodiaco cuadrado, vemos que un hombre atrapa a un cerdo.
Debo reconocer que, al principio, pensé que era una liebre por lo delgado que era el animal y esas
orejas tan largas, pero, si nos fjamos bien, su cola, que se enrolla, intenta imitar a la del cerdo.
Además, lo que parecen ser las orejas es, en realidad, que la pared está picada justo allí. Mírelo de
más cerca.

38
»Ya se sabe que a los egipcios les gustaba mezclar animales, así que podría ser una mezcla de
cerdo y cerdo hormiguero negro. Esto me recuerda que, antes de seguir, necesito contarle algo y,
para ello, debo retomar el zodiaco de Esna.
»¿Se acuerda que le dije que había una ilustración de Jnum que pensaba que estaba mal
representada? ―me pregunta, sorprendentemente, Samuel.
―No sé ―respondo intentando mantenerme atento, a pesar de ser costarme mucho.
―Mire ―dice.

―Fíjese. Me refero al dios que, en realidad, debería ser Jnum pero que aparece con la cabeza
similar a la de Boyero. Esto es un error garrafal que, afortunadamente, resolví gracias a que
encontré unas fotografías realizadas directamente de las piedras.
―Contémplelo bien y compare.

39
(Nota sobre la ilustración: Debido al mal estado de las paredes del Templo de Jnum cuando se hicieron las fotografías en 2016, no se
puede ver con claridad la cabeza, pero en fotografías anteriores, sí se aprecia nítidamente esta fgura.)

―Es un error importante y ahora le explico el motivo. Averiguar cuál era este dios dentro del
conjunto de divinidades egipcias, teniendo en cuenta de que hay unas cuantas, fue complicado.
Primero, intenté relacionarlo con Seth, ya que se parecía un poco, pero las orejas de Seth son más
erectas y, sobre todo, no acaban de forma redondeada, sino rectangular. Posteriormente, busqué a
aquellos que tuvieran cabeza de liebre, mas no encontré ninguno masculino. Solo pude dar con la
diosa Unut, quien tiene cabeza de liebre.
»Curiosamente, esta diosa menor, con cabeza de liebre, se parecía bastante al ser que yo
andaba buscando, pero el mío era masculino, por lo que no podía ser. Encima, la versión
masculina de esta diosa no existía, o no la encontré. Más tarde, leí que, al principio, a Unut se la
representaba con cabeza de serpiente. y, claro, el tema de las serpientes en el templo de Jnum
tiene su intriga. Así que miré más fotografías del templo de Esna. En concreto, de la parte llena de
serpientes que le he dicho que tenían como objetivo liar y... Bueno, deléitese.

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»El mismo ser que yo estaba buscando estaba representado dos veces seguidas encima de
una serpiente alada, al igual que en el zodiaco más complejo de Esna. Estos seres estaban
ilustrados entre el resto de las serpientes. ¿Sabe lo que signifca? ¡Me la habían vuelto a colar!
Pero, en esta ocasión, por culpa de que alguien representó mal en la ilustración lo que había en la
pared; y yo, inútil de mí, obcecado con la búsqueda de un nuevo dios, obvié que me estaban
engañando claramente. Irónicamente, y a la postre, empecé a recordar que atrapar una liebre
siempre es tarea complicada. Su velocidad, dimensiones y, sobre todo, su forma de correr,
siempre zigzagueando, hace que, perseguir su rastro, sea arduo complicado. En este caso, estos
seres parecen ser un animal parecido al cerdo hormiguero, o bien, una mezcla de liebre y asno. En
fn, es difícil saberlo con exactitud.
»Pero, bueno, al fnal, opino que esto solo certifca que había una clara necesidad de proteger
la identidad de este dios, que en el zodiaco más complejo de Esna está ocupado por el propio
Jnum.
»Volviendo al tema de Dendera ―prosigue Samuel incansable―, este hecho me hace
recordar que cuando desaparecen las estrellas del fondo, algo cambia, sin duda. Por ello, en este
caso, no creo que el símbolo del hombre que consigue agarrar al medio cerdo (y, quizá, medio
cerdo hormiguero) sea una constelación, sino que, ya que está dentro de un círculo, indica un
evento concreto.”
Si se fja, el que aparece abajo es Iah y el siguiente él mismo dando sus primeros pasos, signo
de que el conocimiento empieza a andar.
Hay que destacar lo siguiente para entender por qué estoy tan seguro de que estos dioses que
van apareciendo en la tierra se van relacionando entre sí. Cuando hablamos, por ejemplo, de los
reyes lemures, se puede constatar que estos están relacionados porque en las tablillas con
jeroglífcos que hay a su derecha, se ven símbolos que se repiten en ambos. Compare.

Fíjese que el símbolo con un semicírculo y dos rayas debajo se repite en ambas tablillas. Estas
nos hablan, obviamente, de estos dioses. Luego, hay un símbolo similar a un palo con un
triángulo a su lado. Esta fgura parece fusionarse en la siguiente plantilla. Finalmente, se
diferencian en que el primero tiene una especie de esfera o huevo y el segundo algo parecido a un
pequeño cetro uas.
Pues bien esto ocurre, asimismo, con Iah con una luna nueva sobre su cabeza y cuando
empieza a andar.

Se repite la imagen de un can (mas no debe confundirse con Anubis, debido a sus orejas) y
un semicírculo debajo. Sin embargo, se diferencian en que en el primero hay un especie de
triángulo o campana con una fgura esférica alargada en la parte inferior, y en el segundo, solo
aparece la cabeza de un hombre, o más bien niño, que nos mira de frente. Ya verá como este tipo
de relaciones se repiten durante todo el zodiaco.
Volviendo al circulo con un hombre reteniendo al cerdo, llega el momento en el que empieza
el juicio entre Seth y Horus por la herencia Osiris. Y pienso que, dada la situación dentro del
zodiaco de Dendera, este evento puede hacer referencia a cuando Isis engañó a Seth en una isla y
lo atrapó para intentar que Horus se quedara con la corona de su padre. Quizá, la mano ejecutora

41
que atrapó a Seth en la Tierra fuese, en realidad, el padre de Isis, Geb, y en el circular fuera Isis
quien está representada, pues ella fue la que lo planeó. Por otro lado, puede representar el
momento en que Geb decide apoyar a Horus, en vez de a Seth, dentro de la disputa por la
herencia de Osiris, o, incluso, podría simbolizar el nacimiento de Seth, debido a que Geb y la
forma femenina del círculo, que puede que sea Nut. Hay diferentes opciones, pero me quedo con
la de que Horus obtiene el apoyo de Geb y que este retiene a Seth convertido en jabalí negro. Es
aquí donde empieza la historia de la lucha por la corona de Osiris entre Seth y Horus. Por ello,
vemos que antes de ese evento Horus porta la corona de su padre y que también se aprovecha
para representar a un planeta.
»En la línea de debajo , repito, encontramos a Iah o Ihy, al que se le ilustra con la media luna
sobre su cabeza. Este dios está íntimamente relacionado con Thot y se le solía simbolizar
portando un ojo de Horus en sus manos. Esto podría aclararnos que en el zodiaco circular este
esté entre Aries y Piscis.

»Es curioso porque hay una constelación, actualmente situada en un lugar similar, llamada
Triangulum, que, según la mitología griega, Hermes colocó allí simbolizando la letra griega delta
(la primera letra del genitivo de Zeus). Como se puede observar, tiene que ver con la era atlante
lo que parece indicar que durante esa época hubo un progreso muy grande en cuanto al
conocimiento; es muy posible que todo parta de allí. Si se fja, el ser que aparece después de Iah es
él mismo dando sus primeros pasos, signo de que el conocimiento empieza a andar. Iah está
relacionado con Thot, esta conjunción puede que nos esté indicando el inicio de lenguaje,
escritura y conocimiento.
»Luego, encontramos a Banebdyedet o Jnum, lo que está claro que implica que alguno de los
dos ocupa el lugar de padre para el tempranero pueblo atlante y, posteriormente, su
multiplicación con la fgura de cuatro cabezas signo de virilidad y fecundidad.

»Como ya le he explicado, el evento con el hombre y el cerdo se quiere separar del cielo. Por
ello, aparece una separación en un lugar extraño y sin que la estrella esté posada justo encima de

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la cabeza de la mujer; pero, al mismo tiempo, sí parece querer indicar el fn del evento. Luego,
viene Piscis un poco al margen. El recuadro que hay en su interior tiene dos interpretaciones:
puede representar el mar o un tipo de energía concreto que se relaciona con las aguas que
llegarían posteriormente. La siguiente mujer con la estrella en la cabeza indica inicio y el Horus
posterior indica, un planeta, pero también sirve para representar a Horus sin corona. Ahora se lo
explico.
»Horus tenía la corona por herencia de su padre, pero Seth consideraba que le pertenecía a él.
Así que lo que en un primer momento pertenecía a Horus, con la aparición de Seth no queda tan
claro. Entonces, llega el momento en el que empieza el juicio entre ambos por la herencia de
Osiris. En la zona de la Tierra podemos encontrar al ser que, pienso, nos explica lo que ocurrió.
Este representa a Thot, quien no se decide entre si darle la corona a Horus o a Seth (incluso con el
engaño de Isis, que dejó al descubierto a Seth). Por eso, se la queda él hasta que se decida quién
debe quedársela. Es el conocido juicio entre Horus y Seth.

»No obstante, hay un problema con el mito de dos dioses, ya que cuando lucharon, lo
hicieron por la corona que debería ser la del Alto y Bajo Egipto, es decir, la sejemty y no la que
portan, que es la atef en su forma compleja, la cual es capaz de resucitar a los muertos (una
poderosa función sin duda). Esto es porque no queda claro si lo que se hereda es el territorio o
esta poderosa corona. Y algo más curioso todavía para reafrmar esta historia es que el dios
Horus, que está tras Piscis y la mujer que implica separación, lleva una estrella en vez de portar la
corona atef compleja como antes del evento de Isis atrapando a Seth. Esto es por dos motivos. El
primero es porque el dios representa a un planeta y el segundo es por el hecho de que Horus ha
perdido la corona. Esto puede deberse a que Thot no tenía claro a quién dársela, pues solo él la
podía otorgar tras el explicado largo juicio entre Seth y Horus.

»Pero, ¿por qué luchaban, entonces, Horus y Seth? ¿Por la tierra o por lo que representa, en
realidad, esta corona que es infnitamente superior a lo que puede aportar un territorio, es decir,
la corona de Osiris?
»Finalmente, tenemos a Anubis, que implica la llegada del pueblo de Anu.

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»En esta fotografía llegamos a una zona importante, pues habla del Gran Diluvio Universal.
Pero, primero, en la parte de arriba, vemos que está Acuario, en forma de Hapy, es decir, con
senos y loto sobre la cabeza. Luego, comprobamos el fn e inicio de separación representado por
mujeres con estrella en la cabeza, y, fnalmente, hay, para mí, tres constelaciones, dos
predicciones y un planeta (aunque esta opción la explicaré posteriormente). Serían Andrómeda,
Pegaso y Hércules, más el hombre sin cabeza y el ganso del Nilo pisado por un ser masculino con
una especie de Horus con cabeza pequeña.
»Debajo están dos fguras fundamentales para la proliferación del mundo tras el Gran
Diluvio. Ellos son Noé y su esposa. Sobresalen bastante, pues no llevan ningún tipo de corona y
cambian la dinámica de los seres que estaban apareciendo; por no hablar de que es la única mujer
que aparece en donde debería haber solo guías espirituales o dioses. De ahí, la importancia de
refejar a un hombre y una mujer, aun cuando rompe con la estructura de todo el zodiaco. Si se
fja hay tres símbolos encima de Noé muy importantes.

»El resumen es: Ibis decide quiénes tienen cabeza sufciente para pasar, debido a que Thot (es
decir, Hermes) ya tenía en mente obtener al ser humano con cabeza modelada tras el fasco del
pueblo atlante y eligió a dos de ellos que, así, la disponían. Pero lo que él pensó que sería sencillo,
se complicó y, aunque los dos elegidos tenían la cabeza ya modelada, eso no se mantuvo en el
tiempo.
»Con esto se explica también el símbolo del hombre sin cabeza, puesto que el pueblo
anterior, el atlante, perdió su oportunidad. Este buscaba desesperadamente su cabeza, pero ya no
era posible. Por otro lado, hay una especie de ganso del Nilo, que, creo, representa a dicho
pueblo, el cual es pisado por el dios Horus con la cabeza muy pequeña indicando su
sometimiento y posterior muerte. Yo creo que representa a un menospreciado Horus sin corona
que quería hacerse con el control de la población, pero es posible que solo implique el
sometimiento atlante.
»Para que se entienda que el ganso del Nilo representa al pueblo atlante (también a un
linaje), podemos revisar las inscripciones sobre los guías y reyes que estuvieron durante ese
tiempo. En ellas aparecen, siempre, con gansos y cabezas, menos Anubis, que representaba al
pueblo de Anu.

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»Como se puede ver con Banebdyedet o Jnum, el pueblo atlante tenía la cabeza sufciente, y,
por ello, el brazo, que indica el paso, está alto. Sin embargo, con Thot el brazo está bajo, lo que
señala que la cabeza ya no es sufciente. Con la multiplicación de Banebdyedet o Jnum el pueblo
estaba, simplemente, en su apogeo.
»Una vez superado el Gran Diluvio Universal, observamos cómo aparece nuevamente Thot
al igual que en el zodiaco circular. Él es el valedor de Noé y de su esposa, es decir, el salvador del
ser humano y el dios que inicia la reconstrucción del pueblo. Una de las decisiones que toma,
coincide con la leyenda de Seth y de Horus, puesto que, como podemos ver, Thot aparece con la
corona compleja atef. Ello implica que todavía no la ha otorgado, y opino que, para impedir que
Horus y Seth se sigan peleando por ella, devuelve la corona sejemty, con poder sobre el territorio
del Alto y el Bajo Egipto, a Horus. Puede que eso sea porque Thot responsabiliza a Seth de las
devastadoras consecuencias que tuvo el Gran Diluvio Universal. Hay que pensar que durante el
juicio de Horus y Seth siempre se llegaba a la conclusión de que Horus era el justo heredero, pero
Seth se las ingeniaba para que Horus no lo lograse del todo y tuviera que seguir demostrando que
tenía el derecho de herencia.
»Tras esta coronación llega la era de la gran alianza, la era de la torre de Babel. Esta empieza
en una nueva línea del relato.

»Arriba, a la izquierda, podemos observar el inicio de separación representado por una mujer
con una estrella en la cabeza, seguido de Capricornio con la estrella Deneb encima. Luego, llega el
fn de la separación y no hay inicio, sino que aparecen dos constelaciones demasiado cercanas al
centro del planisferio del zodiaco circular como para considerarlas entre Capricornio y Sagitario.
Estas son la constelación de Draco, representada como una hipopótamo (la diosa Tueris), y,
encadenada, la constelación de la Osa Mayor, representada como una pata de buey o toro, que va
a ser sacrifcada por un personaje importante en la historia de Egipto, Horus, en su forma de
Harendotes. Esto intenta explicar un poco el motivo por el cual esta alianza no funcionó y
también la lucha entre Horus y Seth. Aunque la gran alianza tenía altos ideales que alcanzar
representados por la deidad benéfca de la constelación de Draco, esta sociedad engendraba un
gran mal, representado por la pata del toro que simboliza la pierna de Seth, que quería impedir la
resurrección del padre de Horus, Osiris. También este momento puede representar un momento
durante las luchas de Seth y Horus en donde el primero se convierte en hipopótamo y ataca a
Horus, el cual lo mata o está a punto de matarlo con un arpón. Finalmente, la mujer a la derecha
de Harendotes es el inicio de una separación y, luego, aparece Sagitario con Altair encima.
»En la parte de abajo podemos ver, de nuevo, a Horus con la doble corona, pero aquí
representa solo a uno de los grupos por los que estaba conformado la gran alianza. Su posición
era la de rey de los atlantes, los cuales habían sobrevivido al Gran Diluvio. Esto es importante
porque en el zodiaco circular, en vez de aparecer Horus con esta corona, lo hace una mujer con
cabeza de serpiente, hecho que nos lo relaciona directamente con el último que está cubierto de

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hollín, pues aún cuando tiene la cabeza de serpiente, es Horus. El siguiente representa al hombre
sin cabeza modelada pretendiendo ser rey. El de al lado simboliza al lemur con la serpiente en la
cabeza; pero si vamos al zodiaco circular, el lemur porta la corona atef compleja, lo que implica
que ellos tenían el favor de Toth, o, como mínimo, el poder. El próximo ser representa al pueblo
de Sirio, que porta un disco solar, aunque no representa al Sol. El último es el que provoca los
acontecimientos posteriores. Aunque insisto en que creo que es una forma de Horus, que perdió
su corona adoptando la forma de Harendotes y sacrifcó el gran mal que se estaba apoderando de
la gran alianza; es decir, sacrifcó su corona para matar a Seth. Se le ilustra aquí como serpiente
debido a que se quiere preservar su identidad. Eso ocurre con todos los personajes que han ido
apareciendo con serpientes o similares.
»Curiosamente, en el zodiaco circular los dos seres que deberían representar a Horus están
simbolizados por cabezas de serpiente. Ello es porque, en realidad, están intentando liarnos tal y
como hiciesen nuestros queridos sacerdotes del templo de Jnum. Le muestro, de nuevo, la
imagen.

»La siguiente parte ya la hemos comentado bastante, así que la pasaré rápido, aunque hay
algún detalle nuevo interesante. Primero, el fn e inicio de separación; luego, la Osa Menor
representada por la pequeña hoz y el chacal de Anubis y Escorpio, primera predicción tras la
creación del nuevo mundo señalando que, aunque el hombre tenía cabeza modelada,
irónicamente, sería domesticado y utilizado para servir. Aquí hay un detalle interesante. En esta
fotografía, más detallada, se puede observar cómo este porta una ofrenda.

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»No sé cómo explicarlo suavemente, pero hay dos opciones. La primera es que la ofrenda sea
un tipo de planta dentro de un cuenco y no tenga más misterio. Solo con ello ya se puede
interpretar la búsqueda de servicio, pero, si nos fjamos bien también puede ser que esté
ofreciendo su órgano reproductor en un cuenco. Quiero comentar que en el Antiguo Egipto se
castró a muchos siervos de la corte con el objetivo de que pudieran realizar tareas para la esposa
del faraón. Esto, por un lado, y, por el otro, los egipcios no tenían reparo en mostrar los atributos
sexuales de los animales; tampoco el del ser humano si era preciso, es decir, si no iba tapado por
ropa.

»Como vemos es habitual... Sin embargo, este ser no tiene órgano sexual, aun cuando parece
ser masculino. Podría ser que, en realidad, estuviera ofreciendo su sexualidad en servicio del
faraón. Le recuerdo que en el zodiaco circular aparece cerca la fgura de Osiris momifcado. Según
parece, durante la reconstrucción de su cuerpo por parte de Isis, la única parte que no se rescató
fue el órgano sexual, por lo que utilizó la magia para regenerarlo. Es decir, podría indicar que esa
ofrenda está vinculada a Osiris y esa pérdida del órgano sexual. Por no hablar de que este
personaje que actúa de predicción tiene cola de Escorpio, algo que podría identifcarse como el
sustituto del órgano sexual perdido y relacionándose, así, directamente con Horus Escorpión y a
Osiris. Dice algo así, «entrego mi órgano sexual a Osiris como muestra de servidumbre y obtengo
el miembro viril de forma mágica a través de Escorpio y su aguijón».
»Después, el fn de separación e inicio y, luego, hay un evento coronado con la estrella Vega.
Este representa el éxodo judío porque la mujer que hay dentro representa a Meritatón, hija de
Akenatón, esposa de Semenjkara, que porta el bastón que Thot le dio a Moisés y la corona del
Alto Egipto, pues es la única persona que, no siendo judía y sí medio siria, estaba en el Éxodo.
También puede implicar que ella fue la mano ejecutora. Ojalá se viera mejor la cabeza de la vara,
aunque no me extrañaría que fuera una cabeza de león, puesto que el pueblo de Judá (un león en
el zodiaco circular) no es representado en este zodiaco cuadrado o lineal. En tal caso, señalaría,
claramente, que la vara pasa a manos judías.

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»En la parte de abajo, está el evento relacionado con el dios Babi provocado por Harendotes,
quien causa la muerte de muchos y de la que solo sobreviven los seres humanos que pueden
probar que tienen cabeza modelada. Hay una referencia al motivo por el que se hace esta especie
de purga.

»Al ver la cabeza de una vaca dentro de este símbolo, se podría entender que es Hathor la
que decide quién pasa, pero, en mi opinión, aquí no cumple ninguna función, sino que esta
cabeza, para mí, representa a Seth. Es decir, simboliza la cabeza de la pata de buey que se sacrifca
y, por lo tanto, el motivo por el que se realiza este hecho. ¿Por qué no se le representan los
cuernos? Quizá no fuese necesario.
»Luego, aparece Horus Escorpión, regenerador del pueblo de Egipto, que puede nacer
gracias a que Haredontes impide que Seth persista, logrando, así, que Osiris logre la
momifcación y resurrección. Posteriormente, aparece Akenatón o el Rey Hereje, descendiente de
Sirio, pues en su cabeza porta el disco solar que lo representa, ya que Akenatón siempre rezó al
disco solar de Sirio, nunca al Sol.
»La fgura posterior representa a Moisés. Al principio, no entendía qué signifcaba su corona,
pero, luego, lo entendí. Moisés o Semenjkara se presentó como una cosa, pero en realidad era
otra. Es decir, parece que lleva la corona sejemty representando el Alto y el Bajo Egipto, mas, en
realidad, lleva la corona roja, desheret, que representa al Bajo Egipto y hace referencia al pueblo
judío y su huida hacia el Norte; y, oculta, porta la corona atef compleja. Es decir, la mano oculta
que ayudó a Moisés fue Thot, que es al último que le hemos visto portando la corona atef
compleja.

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»En la siguiente imagen podemos ver, primero, arriba algo importante. Podríamos pensar
que es otro evento porque está en un círculo, pero, en este caso, lo dudo mucho por el ser que hay
dentro. Es un niño, y es el hijo de Hathor, Harsomtus, protegido por la balanza de Maat, es decir,
Libra. Por esto, más que un evento parece implicar un signo de gestación; es decir, su hijo se está
gestando y con él su plan, que aparece junto con la llegada de Jesús y su nueva energía. Después,
están el fn y el inicio de las separaciones. Aquí puede observar una ilustración donde unos
brazos, una serpiente y dos leones protegen a Harsomtus bajo la atenta mirada de Hathor.

»En la línea de abajo encontramos a Jesús portando el disco solar sobre su cabeza. Hay que
pensar que esta parte es el futuro, ya que estamos en la era de Aries, es decir que su zona oculta
es Libra. Por ello, cabe decir que Jesús porta el disco solar, que en esta ocasión sí representa al Sol.
Esto es relevante, porque es la línea que seguirá a el nazareno. Él se servirá de los signos del
Zodiaco, o, mejor dicho, utilizará al Sol a través de ellos, representados por sus doce apóstoles.
Por eso, hay que unir claramente los intereses de Hathor con Jesús, puesto que él también está
dentro de su plan.
»La siguiente es una zona peliaguda porque, insisto, es el futuro, posterior a la creación de
Dendera, pero intentaré explicar que representan cada uno de los símbolos dependiendo de los
acontecimientos que se han ido produciendo. Este ser es un descendiente de Sirio, de ahí el sol
sirio sobre su cabeza. Hay un romano muy importante que cambiará el curso de la historia; ese es
Constantino I el Grande. Este emperador fue el que introdujo la fe cristiana dentro de la
civilización romana, algo que fue fundamental para que el cristianismo prosperara. Pero, antes de
convertirse al cristianismo, Constantino I era adorador de un interesante dios de Roma, el dios
Sol Invictus. Este dios parte de la asimilación de divinidades de otros territorios y del que
hablamos aquí es el de El-Gabal, el cual es un dios que se unió a Roma con el emperador romano
Marco Aurelio Antonio, de sobrenombre Elagabalus. Este líder nació en Siria donde descubrió al
dios El-Gabal. Marco Aurelio Antonio hizo que en cada solsticio de verano hubiese grandes
festividades por culpa de esta deidad. Cabe recordar que Sirio marcaba la crecida del Nilo
haciendo su aparición en esa fecha. Esta adoración al dios El-Gabal tiene, por lo tanto, una clara
infuencia de Sirio.

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»Seguimos con la estrella Arturo. A su derecha se ha intentado hacer una mezcla de Boyero y
la predicción; es decir, Boyero se encuentra en la posición que está en la predicción, pero la hoz
que lleva se parece más al bastón de Boyero del zodiaco circular. A su lado está Virgo; luego, el
fn y el inicio de la separación.
»Aquí quiero detenerme un instante para hablar sobre las relaciones de tablillas que nos
hemos saltado. En la gran alianza hay unos símbolos que se repiten. Mire.

En la tablilla del ser humano sin cabeza modelada, los lemures, y sirios, aparece una especie de
pierna de animal con patas y una vara en forma de gancho que la rodea. Este cayado es muy
parecido al cayado heka, el cual era un símbolo de la realeza y del poder. Mas todavía se parece
más al cayado de andjety, el cual era el antiguo dios del inframundo y también el patrón de los
pastores y protector de los animales domésticos.
En la de Horus no aparece, a pesar de ser el único que se presenta con una cabeza modelada
y en este, en el ser humano y en el que representa a los sirios se encuentra una «C» cuadrada
inversa, por así decirlo.
Parece esto indicar que Horus, humanos y sirios estaban unidos de alguna forma. Y que por
otra parte, estos dos últimos junto con los lemures estaban relacionados de otra manera. Si
entendemos que el cayado de andjety tiene poder para pastorear, ello podría indicar que los
grupos que tienen el símbolo con la pata de animal con piernas humanas son pastoreados por el
que posee el cayado. Es decir, implicaría que son siervos. Debo añadir que el cayado se coloca en
la pata del animal de forma diferente en cada raza porque la relación con ese poder que los

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dominaba era diferente (indica la intensidad del sometimiento). En el humano el cayado está
detrás, en los lemures está delante y en los sirios rodea a la pata del animal. ¿Y quién tiene el
poder sobre ellos? Pues, en este caso, encontramos el cayado en el símbolo del hollín con cabeza
de serpiente, pues, al fnal, quién mejor para sacrifcar a su ganado que el propio pastor.
Si seguimos la relación adonde haya símbolos idénticos correlacionados, encontramos que
Moisés y Jesús, tienen el símbolo del ganso. Eso podría indicar su origen judío y quién sabe si de
una raza anterior.

»Una vez dicho esto podemos volver donde estábamos y si miramos en la línea de abajo se
sitúa, al principio, un rey importante, con los cuernos del poder. Y, sobre todo, hay que tener en
cuenta que está debajo de la estrella Arturo, puesto que el susodicho es el rey Arturo y su corona.
Esto es interesante porque lleva la corona de Amón. Por las connotaciones de Arturo, le va muy
bien esta corona porque este era el dios de lo oculto, no se le veía, estaba en todas partes, en el
aire. Curiosamente la fgura del rey Arturo es igual de oculta; no se sabe gran cosa sobre él ni
sobre cuál fue su reino o su origen, ni siquiera, muy bien, cuándo existió o si solo es una fgura
legendaria. El sol que porta en medio de la corona representa al Sol, pues también utilizó, como
Jesús, los signos del Zodiaco, representados por sus doce caballeros de la mesa redonda o, al
menos, esta asimilación postrera de los doce caballeros es igualmente turbadora.
»El siguiente ser es complicado. En teoría no sé quién es, pero se me ocurre que el único que
puede ser es Bodhidharma, creador del budismo zen. Pero, claro, ¿por qué iba a aparecer
Bodhidharma y no Buda? Yo creo que la aparición de Buda, alguien sin dios, es una proeza
inigualable y, quizá, ese es uno de los objetivos de Hathor. Si volvemos atrás, al símbolo del hijo
de Hathor, Harsomtus, vemos que está protegido por Libra y gestándose en la época en la cual, el
budismo, se germinó en la India. Podría ser, pues, que Harsomtus, hijo de Hathor, fuese Buda,
aunque eso es complicado de confrmar. Hay que recordar que tanto el loto como la serpiente son
símbolos relacionados con él, al igual que lo están con Harsomtus. Si fuese así, la fgura de
Bodhidharma tendría sentido porque aseguró la perpetuación del budismo en el mundo.
»El último es un guía de la cultura musulmana, portando la corona de Onuris o Anhur, que
tenía el título de destructor y asesino de los enemigos. Dada la clara tendencia de la nueva
religión para protegerse de sus enemigos con la guerra si fuese necesario, esta corona le es
adecuada. Las cuatro plumas que porta, también se podrían identifcar con los cuatro importantes
califas que expandieron el islam del mismo modo que Bodhidharma expandió el budismo. Tanto
el rey Arturo como Bodhidharma o los califas están relacionados entre sí, pues expandieron su
religión a su manera.
»Profundizando en este tema hay que decir que poseen un símbolo en las tablillas que
relaciona a estos tres guías. Este símbolo lo puede comprobar en las siguientes imágenes.

»Se trata de un huevo primordial parecido al que está fuera del zodiaco circular, que indica
inicio de la sociedad, pero les cruza una especie de pelo ondulado, además de un semicírculo que
también se repite. Por si fuera poco en la casilla del rey Arturo vemos la cola y las patas de un
león, mientras que en la de Onuris vemos la cabeza de este mismo animal con la que se completa
relacionando entre sí a estos tres guías.

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»Llegamos a nuestro presente y, justamente, la piedra donde habla de los guías que están por
llegar en nuestra época, no está. No obstante, gracias al zodiaco circular podemos hacernos una
idea. Al empezar por la izquierda, nos encontramos con un verdadero quebradero de cabeza para
mí. Hay infnidad de interpretaciones para este rectángulo con una serpiente enroscada dentro,
pero, al menos, podemos asegurar que no es la constelación de Hidra, puesto que ella está debajo
de Leo. Una opción es que sea Apofs, una mala noticia en tal caso, ya que era una gran serpiente
de la Duat, que complicaba el trayecto de Ra a través del inframundo todas las noches intentando
tirar su barca mientras que era protegido por Seth. Esta barca aparece en el zodiaco circular de
Dendera indicando en qué era estaba el Sol cuando nació la sociedad como ya le recordé. Si el
camino de Ra es el camino del Sol a través de los signos del Zodiaco, esto podría indicar que
Apofs, durante esta época pasada, ha intentado impedir su avance. Y es cierto que toda visión
pagana de la religión ha sido perseguida durante mucho tiempo e, incluso, ello provocó que, al
no mirar al cielo durante la Edad Media, no hayamos tenido en cuenta que usted debería de ser
Sagitario y no Capricornio; es decir, no hemos tenido en cuenta la precesión de los equinoccios.
¿Entiende? Puede que Apofs represente este lío. Podría ser esto, entonces, una metáfora de
Apofs impidiendo el avance del dios Sol Ra a través de los signos del Zodiaco. Sin embargo, está
situada en la línea que representa el día y no la noche. Yo me decanto por pensar que indicaba
algo positivo, ya que también se las puede identifcar como germen de vida. Aquí podría señalar
el nacimiento de un germen o código relacionado con Harsomtus. O quizá implique ambas cosas.
El retraso del Sol creó un nuevo germen, un nuevo código, pues nos hemos tenido que adaptar a
no ser lo que deberíamos ser; y esto produce aprendizaje.
»A la derecha de la serpiente se ve, solo en la parte de arriba, el símbolo de predicción del
zodiaco circular, el cual es una mujer aleccionando a un niño, pero solo se ve la parte superior.
Luego hay la mujer que guía a Leo con una fusta a través de Hidra. Pero antes observamos la
cabeza, por suerte, del cuervo que mira al pasado. Este proceso ya se lo he explicado
recientemente. Por último, vemos la separación que indica el fn.
»En la línea de abajo, tendrían que estar, primero, el ser de Sirio que aparece en el zodiaco
circular y, luego, antes de Leo, el descendiente directo de Jesús como rey del reino de los cielos, es
decir, la referencia a Leo. Deberían de ser estos dos seres, pero no necesariamente, sobre todo en
el primero, ya que repito que no todos los seres que aparecen en el zodiaco cuadrado aparecen en
el circular, y los que aparecen en este, no siempre lo hacen exactamente iguales en el cuadrado.

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»Volviendo al zodiaco circular. El primero parece ser un sirio con su disco solar, en la que
habría dos opciones: o es el encargado de explicar la era de Jano, y para ello tendría que bajar a la
Tierra, o puede que su misión sea aleccionar al próximo guía espiritual. Al que este educa, porta
la corona atef compleja y es posible que entre ambos manejen esta pequeña época de unos
trescientos o cuatrocientos años que es la era de Jano. De nuevo, destacar que el segundo porta la
corona atef compleja y, por lo tanto, tiene el respaldo de Thot. Tras ellos, en el zodiaco cuadrado,
aparece Harsomtus, o, posiblemente, alguien relacionado con el budismo, el cual ya ha nacido; es
decir, no se está gestando. Y lo hace con un detalle muy peculiar: la serpiente de su cabeza, ahora
aparece frente a él.
»Por eso le he dicho antes, William, que la serpiente en el recuadro me parecía que hacía
referencia a un nuevo germen o código, o quizá el conocimiento de este mismo, es decir, que lo
pone frente a todos nosotros. Es posible que aquí nos explique a Apofs. También puede ser que
Ihy, considere que ya no es necesario portar la serpiente porque ya ha adquirido toda su
infuencia. Esto sucedería ya bien entrados en la era de Acuario, dentro de mil años quizá, y,
seguramente, este ser tendría que ver con el budismo. El último es un sirio que comparecerá al
fnal de Leo, quizá dentro de dos mil años o más, o no. Para saber el tiempo exacto, habría que ser
capaz de descifrar la forma de medirlo a través de las estrellas con relieve que hay alrededor de
cada ser. Y me temo que yo no conozco ese método.

»En esta fotografía, y en grande, aparece, primero, la revelación de Hathor y, luego, Anuket y
Satet, ambas portadoras de fertilidad y prosperidad, ya que se acerca el reino de Hathor, que está
representado en la siguiente barca a través de la vaca sagrada. Más tarde, está Sirio y su reino.
Luego llega Orión, que despide al pasado, pues la historia se acaba y el ser humano ya no estará
ni en el reino de Hathor ni en el de Sirio, sino muy lejos de la Tierra. Por último, encontramos el
fnal del trayecto representado por la postrera separación que mira hacia atrás: una mujer con una
estrella.
»En la línea de abajo vemos un nuevo germen saliendo del loto tras la revelación de Hathor
en el opuesto a la Era de Capricornio, es decir, Cáncer. Este, además, marca la llegada de una
barca con Isis, que representa a Sirio, Hathor-Maat, que representa a la Tierra, y Harsomtus, como
rey del Alto y Bajo Egipto (es decir, con cierto poder y con la herencia de su padre Horus). Hay
que recordar que Horus es el último que había portado la corona semjety, que otorga poder sobre
la Tierra y sobre el Alto y el Bajo Egipto. Quiero detenerme en la parte que he dicho Maat-Hathor
porque, la gestación de Harsomtus se produjo bajo la protección de Libra, es decir, Maat. Y, tal y
como ocurre con Moisés, que porta una corona oculta, aquí, Maat bajará, pero detrás de ella
estará Hathor. Fíjese bien en la imagen. El disco solar de Hathor está tras su pluma.

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»Finalmente, comparecerá, de nuevo, otro sirio más que, en este caso, será una fgura que nos
unirá con nuestros hermanos del Este. Se presentará, luego, Thot, el cual sigue portando la corona
atef compleja, aunque no para usarla, sino para entregársela a quien es su auténtico dueño, Osiris,
el verdadero rey, el cual está sentado en su trono al fnal de los tiempos. Podemos comprobar
que, a él, esta le encaja perfectamente, puesto que es quien debe portarla. Por otro lado, podemos
observar cómo Osiris se muestra de un color más oscuro debido a que ya ha sufrido el proceso de
momifcación y resurrección.

Así acaba su monólogo Samuel. Yo no sé qué añadir, estoy desbordado; tantas preguntas que
hacerle sobrevuelan mi cabeza que no sé por dónde empezar. Quisiera pedir muchas más cosas,
cuestionar, agredir sus pensamientos, pero, sin embargo, envuelto por el aura de misticismo que
rodea a toda su oratoria, acabo por decir, sonriendo un poco ―Déjeme preguntar, si no le
importa… ¿Es que nadie más supo en Egipto lo que signifcaba todo esto?
―Lo sabían quienes importaban ―afrma―. Verá, esta historia servía también para
representar el año egipcio y la crecida del Nilo, y también un solo día. Para ello, el trayecto es al
contrario y habría que empezar desde Orión con la llegada de Sirio en el cielo, que es un aviso de
que llegarán las aguas de Anuket, la cual viene después. El sol hace brillar a la diosa del amor y la
danza, puesto que hay que celebrar la explosión de fertilidad que ello conlleva. Pero los llamados
treinta y seis decanos no son escogidos al azar, sino que explican una historia que ocurrió y
ocurrirá, y su posición es mirando hacia donde deben: el futuro. Es una forma más de esconder
información, utilizar algo cotidiano para ocultar un gran plan. Lo que es arriba es abajo; es decir,
es una manera de explicarlo herméticamente. Lo que vale para un solo día sirve para el año solar
y que, a su vez, vale para la gran era solar. Por eso, los decanos no son siempre exactamente
iguales, ya que, aunque siempre es la misma historia y hay eventos que se repiten, cada uno se
centra en la parte de la historia que le interesa. Por ejemplo, en el zodiaco cuadrado de Dendera,
al que acabamos de hacer referencia, se centra más en la lucha por la corona atef compleja. Es
decir, habla constantemente de reyes y dioses. En cambio, el circular tiene que ver más con las
sociedades, el pueblo y sus vicisitudes.
»En el complejo de Edfu, los decanos intentan explicar la historia de forma parecida al
zodiaco circular de Dendera, pero con diferencias. Un caso es que Jnum es quien salva al ser
humano y le da más importancia a su trabajo de alfarería para crear su cabeza modelada. En el de
Edfu, más simple, no hay decanos, sino que me temo que este sirve de aclaración al zodiaco más
complejo del mismo. Otro detalle relevante que me confrma que también representa a un solo

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día es porque si miramos las líneas del cielo del zodiaco cuadrado de Dendera solo una de ellas
tiene el fondo lleno de estrellas pues simbolizan la noche, mientras que la otra línea no están,
porque es de día.
»Para acabar, quería explicar el tema de los planetas. Está complicado y hay que tener en
cuenta que todo el mundo los busca siempre en este tipo de zodiacos. En el zodiaco circular están
situados de distinta forma que en el cuadrado. La clave para encontrar la diferencia entre uno y
otro es la barca del Sol Ra representando el trayecto solar a través de las eras que no aparece en el
cuadrado. Sin embargo, en el zodiaco circular sí lo hace (entre Sagitario y Escorpio), pues quiere
indicar la fecha concreta de nacimiento de toda una civilización a través de las eras. En cambio, en
el zodiaco cuadrado parece que se colocan los planetas en función de los intereses de la propia
historia sobre la corona de Osiris.
»Debo reconocerle que al principio descubrí con bastante facilidad dónde estaban situados en
el zodiaco circular, mas no fue tan fácil hallarlos en el cuadrado, e incluso llegué a la conclusión
de que no estaban durante un tiempo. En el circular todos los dioses que representan a los
planetas menos uno portan una estrella encima de la cabeza. Precisamente vamos a centrarnos en
el que no la lleva. Debemos, entonces, volver a hablar de Boyero, aunque o quizá no quede tan
claro que sea él. Déjeme que le explique.
»Si analizamos la zona en donde debería estar, en ambos casos encontramos que en el
zodiaco circular, vemos que hay dos seres con cabeza de toro, el de arriba le he dicho antes que
era Boyero por el tema de la estrella de Arturo y que el de abajo era la predicción. Bien, en sí
misma esta explicación ya genera un problema debido a que Boyero debería situarse un poco por
encima de Virgo, no a su lado, ni mucho menos debajo. Si observamos esa misma zona en el
cuadrado, encontramos a un solo ser con cabeza de toro que parece una mezcla de ambos porque
porta un cetro uas en forma de hoz. Se queda como a medio camino de ambos. Yo pensé que ello
se solucionaba así. Vea las imágenes de nuevo”.

»Pero he aquí que investigando sobre otros seres que no conocía hubo uno muy interesante.

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»Efectivamente, encontramos al toro cuya tablilla tiene dos símbolos imposibles de no
identifcar con el del circular. El halcón y, debajo, el toro con algo que no aparece en el circular, es
decir, la estrella. Esta diferencia es primordial. Pero sigamos ya que hemos de sacar una
conclusión. Este ser tiene que ser por obligación un planeta puesto que no puede ser que esté en
dos lugares diferentes en cada zodiaco y que, además, sea un objeto inmóvil. Al comprenderlo es
interesante analizar qué seres tienen algo en común a este ser para que representen al resto de
planetas.
»Deje que le muestre ahora estas imágenes.

»Este es otro planeta. En el zodiaco circular está situado después de Virgo y encima de Leo;
sin embargo, en el cuadrado está pasado Geminis. Si observa detenidamente la tablilla del
cuadrado, esta tiene exactamente los mismos símbolos que los que aparecen en la cabeza del
circular (En la ilustración del grabado este símbolo de la serpiente es incorrecto), que son una
pierna, al lado un cayado de Andjety y, fnalmente, debajo, un símbolo horizontal.
»Aquí venía la parte complicada. ¿Cómo descubrir el resto? Si se fja en la parte superior (el
cielo) del zodiaco cuadrado, hay muchos dioses o constelaciones que no llevan tablilla
explicatoria vertical. De hecho, los únicos que sí la llevan son las mujeres que separan
constelaciones. Pero, a parte de ellas, hay cinco seres que también tienen. Le muestro la imagen
de los otros tres.

»Yo, opino que, entonces, estos seres representan a los planetas. Ahora bien, hay dos de ellos
que portan corona en el cuadrado y no en el circular. Dado el carácter bicéfalo de uno de ellos
creo conveniente lanzarse y relacionar a Jano defnitivamente con este ser que le muestro que está
en el zodiaco cuadrado. En la tablilla del cuadrado no lleva halcón, al igual que la inscripción de
Jano en el circular.

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»Sin embargo, la inscripción es distinta, por ello eso nos debe prevenir. Esto implica que
pueden estar relacionados pero no signifcan exactamente lo mismo aún y cuando representan a
un mismo planeta.
»La explicación a este problema podría ser que el rey Jano en el zodiaco circular simboliza la
infuencia que Saturno dejó sobre el reino de Jano. Es decir, el susodicho estaba en este lugar
cuando se tomó esta, por así decirlo, fotografía del cielo y ello provocó que se represente su
legado o la infuencia que provocó en el cielo este hecho. Por otro lado, se dejó en forma de Jano,
ya que este fue quien recibió su poder gracias a Saturno. Por lo tanto, en el cuadrado sí estaríamos
viendo a Saturno.
»Por último, con los otros dos tenemos un problema para averiguar cómo se relacionan y es
que en el circular las inscripciones no parecen idénticas tampoco; además es muy difícil de ver los
símbolos que están muy gastados por el paso del tiempo. No obstante, tienen algo en común; un
halcón en sus tablillas. La diferencia es que en el cuadrado uno tiene la corona atef compleja y el
otro no lleva ninguna. Recordemos, pues, que en esta zona Horus y Seth ya luchan por la
herencia de Osiris y, precisamente, estos planetas sirven para explicar esta disputa. Le muestro
las imágenes en el circular aunque en los grabados las tablillas están equivocadamente ilustradas
(en el primero hay el error) y se puede ver a través de las fotografías originales.

»Sinceramente, no me atrevo a decir qué planeta es cada uno. Falta información. Sin
embargo, sí podemos hacer algunas aclaraciones. Una de ellas es que puede que la barca del Sol
Ra no esté representada en el zodiaco cuadrado. No obstante la luna está encima de Tauro.
»Me inclino a pensar que el sol en el cuadrado aparece en muchas ocasiones pero en tránsito,
mas por esto parece que se indica más claramente el viaje del sol durante un día, anualmente y
por las eras. Nace en Cáncer (iluminando a Hathor), empieza el día, y se despide por la noche en
Capricornio. Anualmente indica el solsticio de verano a través de Cáncer y luego el solsticio de
invierno a través de Capricornio.

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»Pero está claro que se aleja de la idea de la barca solar de Ra qué aparece en el circular, en
donde se indica el inicio de la sociedad. Por otro lado parece ser que el sol y los planetas quedan
representados en el cielo con el nacimiento del mundo. De ahí que la barca solar se la pueda
relacionar con la constelación Ofuco, al planeta representado con cabeza de toro con Arturo y
Boyero (teniendo en cuenta que la inscripción en el circular no la sitúan en la cabeza sino que la
sitúan encima de la vara), a los que poseen cabeza de halcón con Procyon uno y con Vega el otro.
Sin embargo, los otros dos no dejaron estrella por eso no portan halcón, empero si dejaron su
infuencia.
»Espero que le haya quedado claro, puesto que Hathor nos demanda que entendamos su
plan. Es importante para nuestra orden, es importante para mí.
Se me ocurre preguntar algo:
―Lo que no entiendo Samuel es que usted está luchando por un reino, el reino de Hathor,
según dice. Pero, según sus palabras, no llegará hasta dentro de miles de años. Para cuando eso
suceda, si es que sucede, ya no quedará ni el polvo de sus huesos. ¿Por qué? ¿Qué gana con ello?
―Es una buena cuestión ―responde―. Pero, al mismo tiempo, es sencillo de aclarar.
Aunque es cierto que, normalmente, todos desearíamos poder disfrutar de ese reino, esta es la
etapa que vivimos. Es ilógico pensar que esta, nuestra fase, tiene algo de especial; no es así. Solo
es un plan, un proceso más, aunque igual de importante como lo es cualquier otro. Este se ha de
producir y hemos de conocer todo el trayecto, puesto que, cuando vivamos en el cielo, en ese
reino, los signos del Zodiaco ya no tendrán efecto ni sobre la sociedad ni sobre los nacidos. Ya no
podremos situar al Sol en un lugar determinado otorgándonos, así, defectos y virtudes. Esta parte
es la que me hizo comprender Lewis Woodgate, porque cuando empecemos a nacer con esa
libertad, la sociedad ya debe estar lo sufcientemente preparada como para poder tomar esa
libertad de forma adecuada. De esta forma, sus no nacidos en la Tierra sabrán valorar todo este
aprendizaje.
Samuel se detiene aquí y parece que, por fn, no tiene nada más que decir. Él sigue mirando
todas las fotografías que me ha mostrado, creo que para contarme algún aspecto más, pero
realmente no lo necesito. Aunque, ya puestos, puedo observar que hay un símbolo del que no me
ha hablado y el cual me parece que no tiene demasiado sentido.
―Y Samuel ―le señalo la fgura en varias de las fotografías y que, también, está en la
ilustración de su despacho―, ¿qué representa esto?

Piensa unos instantes, lo mira detenidamente y, luego, va hasta una de las fotografías que
tiene colgadas en una de las paredes.

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Da una vuelta alrededor del escritorio con la cabeza agachada, mirando al suelo. No
responde a mi pregunta. ¿Por qué? Se para cerca de mí y me dice:
―Eso no es futuro, aunque esté antes del huevo primordial, lo que indica el inicio de la
civilización y nuestra propia historia. Y a pesar de estar en un lugar que debería ser futuro, no lo
es. Eso fue lo que aún hoy es y ya era antes de que naciera nuestra historia. En realidad, esta es
como es, gracias a lo que representa este símbolo. ¿Recuerda la corona…?
Alister interrumpe abriendo la puerta en el peor momento que yo jamás haya podido
imaginar.
―¿Es…? ―pregunto.
Pero Alister con un tesón inquebrantable interrumpe ahora diciendo:
―Samuel, es la hora, hemos de partir hacia la villa de O’Donnell, en las afueras.
Este me mira y posa su mano derecha sobre mi hombro izquierdo.
―Prometo revelarle, antes o después, el signifcado del símbolo ―dice―. Créame, lo haré,
pero necesito tiempo para explicárselo, y ahora carecemos de este. No obstante, dado que no
hemos podido acabar nuestra conversación, quiero entregarle un escrito que le puede entretener
durante esta noche, antes de que se vaya a dormir.
Hago un gesto afrmativo con la cabeza, resignado ante el infortunio.
Este es el escrito que Samuel me dejó y que, posteriormente, leí.

Itkar

Cuando se habla de Itkar, se habla del más grande de entre todos los chamanes que existen
provenientes del viejo mundo. Aunque, a menudo, sus actos no fueron del todo comprendidos
por las sociedades del pasado, tampoco lo son por las actuales. La historia de Itkar había sido
admirada y detestada al mismo tiempo. De momento, solo es necesario reseñar que poseía el
poder de la sanación en sus venas, el cual que era deseado por muchas personalidades políticas
y sociales; y, sobre todo, por un sector de chamanes que no veía con buenos ojos que no revelara
la fuente de este don.

Un día, en el pasado, uno de los líderes de estas tierras, llamado Colram, le preguntó, en medio
de uno de los juicios más importantes que se celebraron ya hace algún tiempo, cómo conseguía
realizar semejantes hazañas y de dónde procedía su poder. A lo que Itkar respondió: «Uno es lo
que es. Es por ello por lo que yo no puedo revelarte la verdad, porque ya somos. No puedo
revelarte las fuentes que ya fuyen en ti y, por supuesto, no puedo darte la luz que ya te
pertenece».

Cuentan que Colram enfureció un poco y dijo: «No te he pedido que me dieras tu poesía
flosófca, te he reclamado el poder práctico de tus manos». Entonces, él se arrodilló ante el rey,
bajó la cabeza y mostrándole sus manos le dijo: «Si dándote mis manos pudiera conseguir que
sanaras, yo mismo me las cortaría y te las daría sin dilación, pero no son mis manos las que
curan, ni siquiera soy yo el que lo hace».

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Ante tal afrmación, Colram se puso muy tenso y en medio de la gran expectación generada y
de la multitud que observaba aquel juicio, levantó a Itkar y le impuso que se fuera de allí
diciéndole, al mismo tiempo que le empujaba: «Esto no me sirve, ¡largo!».

Meses más tarde, mi abuelo, Alram (Martlak, el nieto de Alram, es quien cuenta la historia),
no podía dejar de pensar en que la persona que más admiraba en este infeliz pueblo se hubiera
arrodillado ante alguien que intentó condenarle; él creía que debían ser los demás los que se
tenían que arrodillar ante Itkar.

Una noche, estaban Itkar y Alram sentados al lado de un fuego muy ávido, cerca de un
pequeño lago a las afueras de uno de los pueblos de peregrinación por los que pasaron. Había
bastantes banianos que hacían de espectadores esa noche. Alram no aguantó más y le cuestionó
a Itkar: «Maestre, no duermo bien desde hace algún tiempo, y no puedo dejar de darle vueltas a
algo. Yo te respeto más que a nadie en este lugar a veces detestable; entonces, ¿por qué te
arrodillaste ante Colram? No se merece tal honor. Te lo digo porque sentí como si me hubieran
pisoteado; como si me hubiesen humillado».

Itkar lo miró, y de forma muy serena y bondadosa expuso: «Primero, agradezco que me
respetes porque sé que, además, confías en mí». «Por supuesto que confío en ti», interrumpió
Alram, mientras el primero le señalaba con la mano que le dejara continuar. «Pero no has de
preocuparte porque no fue Itkar el que se arrodilló». Alram insistió: «Pero yo vi cómo te
arrodillaste». Él matizó: «No, tú viste a un esclavo arrodillarse ante un rey, y eso fue porque
un rey solo escucha a sus esclavos; nunca escuchará a nadie más. Has de entender que, si
quieres que una persona, que solo conoce un idioma, te entienda, deberás hablar en su idioma,
y puede que, así, ambos podáis seguir aprendiendo».

«No creo que él entendiera o aprendiera mucho con aquello», le respondió Alram.

«No lo sabes», dijo Itkar. «Pero la idea está allí, él me preguntó por qué podía curar, y es
porque yo sirvo. Colram solo se permite ser rey, mientras que yo soy esclavo y mucho más, lo
cual hace que me entristezca, ya que un hombre sin pasión no puede forecer». «En cuanto a
tus sentimientos de humillación, no te preocupes; cuando tu ego deje paso a la verdad, ello
desaparecerá porque no tendrá razón de ser».

«Pero ahora yo soy el que te pregunto», manifestó Alram. «Si tú no eres quien cura, ¿quién lo
es?».

«Alguien superior a mí», le respondió Itkar, «Alguien que solo puede vivir cuando yo me
permito morir sin temor».

«No lo comprendo», expuso Alram algo molesto, recordando un poco el malestar del rey
Colram. «Yo te he visto curar con mis propios ojos y fuiste tú quien lo hizo, no puedes
confundir lo que vi».

«Si me permites», dijo Itkar, «te lo demostraré».

«Aquí frente a nosotros tenemos está bella hoguera encendida. Nos da calor, es nuestro cobijo
frente a la noche. Como ya sabes, el fuego es el que nos guía a nosotros, los chamanes. Lo hace a
través de nuestro ser hasta nuestro espíritu. Quiero que observes detenidamente a la hoguera,
llama a llama; deseo que las contemples, cómo saltan de un lado a otro vitoreando con alegría
su impulsiva belleza. Frente a nosotros, por lo tanto, tenemos el fuego de nuestro espíritu que
refeja nuestras almas. Ahora quiero que lo mires, no pienses en nada; yo voy a levantarme y
dejaré que hables con él. Habla con él que yo te guiaré, no temas. Debes mantener, primero, tu
mente en calma, por lo que no dejes que hable, solo mantente fjo en el fuego, él te abraza a cada
salto de llama, venera tu atención y te da permiso para que lo puedas sentir. ¿Lo notas? Está
en todas partes, te rodea; estás en un lugar impenetrable, a salvo dentro del mismo fuego, pues
él forja tu alma a cada paso que das en tu vida. Mantente fjo en él».

Pasaron algunos minutos y Alram estaba absolutamente hipnotizado, se dejó llevar; así me lo
contó él mismo. Sintió como si todo lo que estaba enquistado en él se dilatara, y fuyó a través

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de él con una fuerza irrevocable. Si bien acallar su inconsciente fue arduo y difícil, ya que
infnidad de imágenes y visiones se agolparon en su mente, ello no impidió que avanzase hacia
un estado de trance profundo. Algunos familiares resurgieron para darle su más cordial
abrazo, fueron sensaciones que jamás olvidó y que, al contármelas, las revivía de forma muy
intensa.

Itkar empezó a moverse alrededor de la hoguera y de Alram. Sus movimientos encarnaban un


baile desinhibido, alejado de juicios. Se dejó llevar, su lengua se alzó mística, rezumante y
potente pidiendo a los dioses ayuda para el sagrado Dromho. Y Alram me dijo que llegaron
hasta él, que lo limpiaron, que formó parte de ellos, fugazmente, y que, tras ello, él comenzó a
balancear su tronco hacia adelante y hacia atrás. Lo hizo compulsivamente, con las manos
cruzadas en su pecho. Acercándose y alejándose del fuego al mismo ritmo al que Itkar se movía
a su alrededor.

Como si de la Tierra, la Luna y el Sol se tratase, prosiguieron su baile ofreciéndoselo a las


estrellas. Y así lo hicieron durante algunos minutos más hasta que algo sucedió. Algo que mi
abuelo jamás hubiese podido imaginar. En uno de esos movimientos constantes que Alram
realizó con el torso dirigido hacia la hoguera, se alzó una gran llamarada ante él, como si
huyese de él. Se elevó dos metros frente a él, como si un viento muy fuerte la hubiese
despertado sin avisar. Pero ninguno pudo realizar tal efecto aquella noche, pues esta se
despertó y se acostó mansa.

Alram se levantó bruscamente, todavía aturdido por el largo trance que había realizado junto a
Itkar. Al verlo, este se acercó rápidamente y le dijo «No, relájate, no debes levantarte; deja que
te ayude, todo está bien, todo está bien».

«¡El fuego se alzó frente a mí!», exclamó Alram asustado todavía.

«Así fue, ocurrió porque tú te elevaste con él, te alzaste como nunca antes lo habías hecho», le
explicó Itkar.

«Yo no he hecho nada, solo me he dejado llevar», le espetó Alram.

«Y eso te alzó. Tranquilo, todo está bien», repitió Itkar.

«Pero no fui yo, no fui yo quien alzó el fuego, fuiste tú; tú eres quien puede sanar, no yo. Yo lo
he logrado porque tú me has dado ese poder, no porque sea innato en mí», dijo Alram acusando
a Itkar de su intervención.

«Te equivocas», aseguró Itkar. «Yo no puedo otorgarte tal poder; no caigas en el mismo error
que Colram. No ha sido mi ser el que ha elevado esta vez el fuego, ha sido el tuyo. Aunque es
cierto que yo te he ayudado, nada hubiese sucedido sin ti, ese fuego ha respondido solo ante ti,
yo solo te he servido, yo solo te he amado».

«Entonces, ¿sabes que ha sido la fe que te profeso la que, en realidad, ha alzado el fuego?», le
cuestionó Alram de forma intensa y algo resignada.

Y en ese momento, Itkar, que se había sentado junto a él, le tomó las manos y lo levantó mientras le
decía: «Y, por eso, has sido sabio esta noche, pues te aseguro que puedes tener fe en mí, porque yo jamás
te abandonaré, hermano».

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