La alteración hidrotermal es generalizada y localmente exhaustiva en la corteza oceánica,

lo que resulta en la penetrante serpentinización de rocas ultramáficas (sección

ultramaficas en fiolitas). Estas serpentinitas son menos una fuente de derretimiento que
una importante fuente de agua que desencadena la fusión de otros componentes de losas
subducidas. Llevan hasta un 20% de H2O y pueden deshidratarse en condiciones
subsólidas. Estos fluidos pueden causar variaciones locales extremas en fO2, resulta en la
cristalización local de carburos, metales y nitruros.

Los procesos de alteración hidrotérmal impactan los procesos físicos, químicos y

biológicos. se manifiestan en fumarolas negras de 350 °C (zonas axial), hasta bajas
temperatura de 20 ° C en el eje o flancos de la cresta.

Estos sistemas son responsables de 20% de la pérdida de calor total de la Tierra.

La alteración hidrotermal implica la interacción agua-roca a temperaturas superiores a 50
°C. Se limita a regiones características del metamorfismo de contacto donde se forman
nuevos minerales, minerales arcillosos, zeolitas y óxidos.

Se pueden formar varios minerales arcillosos a 300–400 °C, sericita o mica, feldespato K y
clorita, similares a los minerales en greanos metasomáticos de temperatura media.
Cuando la temperatura disminuye la illita y caolinita predominan. A temperaturas aún más
bajas, la esmectita o caolinita pueden ser los minerales arcillosos más importantes.

La alteración puede variar alcalina a ácida en función del pH y la abundancia relativa de los
álcalis y las tierras alcalinas con respecto al hidrógeno.