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Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD)

Competencias Comunicativas (90003_684)

Unidad 1 y Unidad 2: Momento 3 – Taller 5


Evaluación de texto escrito
Final Colaborativo

Esneider Yesid Vergara Escobar


Cedula No 1.010.202.675

Estudiante de Agronomía.

Bogotá D.C.
25 de mayo de 2017
INTRODUCCIÓN
Las plantas medicinales son todas aquellas que contienen en alguno de sus órganos (principalmente
hojas, semillas y flores), principios activos que empleados en abundancia pueden aliviar e incluso
curar enfermedades de los seres vivos en general, estas son una herramienta importante del hoy en
día, porque son recursos que se usan para beneficio en tratamientos y procesos médicos.
Esta medicina alternativa se remonta a la época prehispánica y ha ido en aumento al pasar de los
años, durante la última década ha resurgido un interés por parte de la población en dejar de lado los
fármacos y utilizar nuevamente la medicina natural, puesto que en muchas ocasiones ha
demostrado ser más efectiva y duradera que la medicina del común.
Los conocimientos que tenemos en la actualidad de la etnobotánica se han ido transmitiendo a
través de las generaciones, puesto que esta medicina sigue siendo incierta en muchos aspectos,
aunque se sigue estudiando debido a su eficacia y perfeccionismo, incluso en una sociedad donde
se está acostumbrado a la medicina con efectos inmediatos y fáciles que han influenciado en la
actualidad.

COMPILACION DE ENSAYOS
Ensayo 1: Plantas Medicinales
Autor: Esneider Vergara,2017

Muchas personas alardean de que el uso de las plantas medicinales es inocuo, está cometiendo un
gravísimo error. El uso de plantas medicinales no es inocuo.
La literatura común y corriente habla acerca de las bondades de las plantas, mas no de los efectos
indeseados que ocurren cotidianamente. La incertidumbre es que ¿por qué si las plantas
medicinales son utilizadas mayormente en la medicina popular, no hay seguimientos, ni estudios
adecuados, con respecto a los tratamientos? Por lo consiguiente no se reportan efectos colaterales
ni precauciones que hay que tener con ellas, los hay, pero no se les describe adecuadamente.
Por otro lado, existe un dilema que no tiene respuesta y es el hecho de que las empresas que
comercializan plantas medicinales o preparaciones a base de estas, no tienen (en su inmensa
mayoría) rigor científico, por lo mismo; son vendidas con etiquetas con escritos muy pequeños, que
rezan frases como “esto es un producto alimenticio” y “este producto no es medicina”; sin embargo,
las propagandas masivas (radio. televisión) hacen creer que son productos que por sí solos curan
hasta las enfermedades que la medicina no lo puede hacer.
Es por esto que es una necesidad, estudiar la Fitoterapia desde una perspectiva seria, que permita
establecer parámetros adecuados para el beneficio de la salud de las personas que utilizan las
plantas medicinales. No está demás mencionar que la directiva de la OMS del 22 de junio del 2004,
en la cual se habló de China; país en donde el uso de plantas medicinales es ancestral y masivo, se
reportaron para esa fecha cerca de 14000 casos de reacciones adversas por uso de plantas
medicinales, lo que nos llama a la reflexión.
Hablar de la medicina Herbolaria es hacerlo desde una tradición que data de 25.000 años atrás,
cuando el hechicero de cualquier tribu conocía remedios para curar algunos males a través de
plantas y conjuros. El registro histórico mas remoto le pertenece a los egipcios, cuando llega a este
mundo Imhotep. Este medico uso la herbolaria de manera sistemática y se considera el primero, ya
que existen papiros que así lo refieren y los cuales describen la curación de cuarenta y ocho casos
clínicos con plantas medicinales. La historia continua en la Antigua Grecia en donde el uso de las
plantas fue ampliamente difundido por Griegos y Romanos, entre los cuales destacaban Hipócrates
y Galeno, quienes son reconocidos y considerados por la historia comos los padres de la medicina
occidental.
El empleo de las plantas medicinales con fines curativos es una práctica que se ha utilizado desde
tiempo inmemorial. Durante mucho tiempo los remedios naturales, y sobre todo las plantas
medicinales, fueron el principal e incluso el único recurso de que disponían los médicos. Esto hizo
que se profundizara en el conocimiento de las especies vegetales que poseen propiedades
medicinales y ampliar su experiencia en el empleo de los productos que de ellas se extraen.
La fitoterapia, nombre que se aplica al uso medicinal de las plantas, nunca ha dejado de tener
vigencia. Muchas de las especies vegetales utilizadas por sus virtudes curativas entre los antiguos
egipcios, griegos y romanos pasaron a formar parte de la farmacopea medieval, que más tarde se
vio enriquecida por el aporte de los conocimientos del Nuevo Mundo. Dichas plantas medicinales y
los remedios que entonces utilizaban se siguen usando hoy en día.

Ensayo 2: Aprendizaje Colegial e Innovación, Plantas Medicinales


Autor: Esneider Vergara, 2017
A finales del siglo XX ya existían numerosos trabajos de revisión de farmacopeas “indígenas” y
“tradicionales” con el fin de satisfacer demandas de salud en comunidades marginales y con escaso
acceso a sistemas “formales” de salud. Posteriormente, los resultados de la evaluación y validación
de dichas farmacopeas fueron tema de encuentros internacionales y reuniones entre universidades,
institutos de investigación, industria farmacéutica, organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales (Barrera, 2005).
Si tenemos en cuenta que, según datos de la OMS, más del 80% de la población mundial recurre a
la medicina tradicional para solucionar sus problemas de salud y al mismo tiempo muchos estudios
demuestran que en Colombia numerosas comunidades indígenas, campesinas, afro-colombianas y
marginadas utilizan plantas medicinales como elemento fundamental de su sistema médico
tradicional (profundamente ligado a su esquema social y cultural), se puede afirmar que, dada la
gran biodiversidad de nuestro país, nos encontramos frente a una fuente casi inagotable de
investigación y de valiosos recursos para nuestro desarrollo sostenible (OMS, 2008).
De hecho, los investigadores estiman que en los trópicos se encuentran dos terceras partes de las
especies vegetales existentes en el mundo, de las cuales se cree que al menos un 10% tienen valor
medicinal. En medio de esa riqueza, Colombia cuenta con el 10% de la diversidad biológica mundial
gracias a la gran variedad de climas y la particular topografía de su territorio que ha favorecido el
desarrollo de diferentes hábitats para la vegetación, representada en unas 50.000 especies de
plantas (Miller, 1993).
Conocida también por su variada riqueza geográfica y cultural, Colombia ha generado un marcado
interés por la investigación de sus recursos con fines científicos y comerciales y se han explorado
diversos mecanismos para lograr ese objetivo. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, pues se
presume que hasta la fecha tan sólo se conoce cerca del 70% de la flora de Colombia (Miller,1993).
Por todo lo anteriormente expuesto ha surgido una estrategia de colaboración internacional con el fin
de sacar el máximo beneficio de los procedimientos conjuntos. La biodiversidad se ha ganado de
manera justificada la posición de preocupación mundial, discutida por gobiernos y en foros
internacionales a los niveles más altos. En el ámbito de la salud, la medicina tradicional basada en
productos silvestres, además de formar las bases del servicio de salud primario para la mayor parte
de la humanidad, es responsable de que una cuarta parte de todas las recetas médicas en muchos
países desarrollados contengan principios activos derivados de plantas. Gran parte de estos
avances fueron posibles gracias a la etnobotánica, una ciencia que prácticamente resurgió de sus
cenizas para convertirse en una disciplina en pleno auge. Etnobotánica Desde que emergió el
renovado interés por la etnobotánica como ciencia novel a partir de una tendencia universitaria que
criticaba el abandono en que se encontraba la flora medicinal y el estudio de las prácticas populares
con relación a su uso, el volumen de información sobre plantas medicinales y sistemas médicos
tradicionales se ha incrementado de manera exponencial, gracias en parte a los recursos
electrónicos para el manejo de información. Impulsados por el auspicio de la Organización Mundial
de la Salud, que creó en 1975 el Programa de Promoción y Desarrollo de las Medicinas
Tradicionales, miles de investigadores jóvenes de África, Asia e Iberoamérica se lanzaron al rescate
de las culturas médicas autóctonas; se comenzaron a realizar investigaciones bajo la consigna de
devolver a la medicina occidental su vinculación con la naturaleza y su fundamento cultural.
Durante los últimos años se han estado reivindicando los valores ecológicos, genético, económico y
cultural de los sistemas tradicionales de manejo de la naturaleza. Su conocimiento ha revelado que,
lejos de constituir prácticas irrelevantes e ineficientes, obedecen a un juicio racional acorde con el
medio en que se desarrollan, esto quiere decir que, en lugar de eliminarlos, como se trató de hacer
alguna vez, hay que conservarlos y desarrollarlos (Begossi, 1996; Martínez, 1991; Ministerio de
Salud de Colombia, 1992; Pinzón y col., 1996).
Actualmente, la etnobotánica es considerada una disciplina de importancia no sólo por químicos que
buscan nuevas sustancias, sino por antropólogos, sociólogos y otros profesionales de las ciencias
sociales. El término etnobotánica fue usado por primera vez por el médico y botánico
norteamericano Harshberger en 1896, quien la definió como “el estudio de las plantas utilizadas por
los primitivos aborígenes”. Esta disciplina ha sido definida posteriormente como “el estudio de las
interrelaciones directas entre el hombre y las plantas”, un campo interdisciplinario que comprende el
estudio, interpretación y conservación del conocimiento, significado cultural, manejo y usos
tradicionales de los elementos de la flora, transmitidos a través del tiempo por un grupo humano
caracterizado por tener su propia cultura (Barrera, 2005).
En términos generales, se puede decir que en la etnobotánica hay cuatro aspectos relacionados
entre sí: 1. El registro básico del conocimiento botánico tradicional (etnobotánica básica), 2. La
evaluación cuantitativa del uso y manejo de los recursos vegetales (etnobotánica cuantitativa), 3. La
evaluación experimental de los beneficios derivados de las plantas, tanto para la subsistencia como
para fines comerciales (etnobotánica experimental) y 4. Los proyectos aplicados que buscan que la
población local obtenga el máximo beneficio de sus conocimientos y de sus recursos ecológicos
(Barcenas y col., 1978).
ETNOBOTÁNICA EN COLOMBIA
La etnobotánica en Colombia se ha venido desarrollando en varias líneas de investigación entre las
que se cuenta la etnomedicina, recopilando información sobre plantas medicinales utilizadas en
zonas campesinas, indígenas o mercados urbanos. Aunque las políticas del Ministerio de Protección
Social y el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología Francisco José de
Caldas (Colciencias) impulsan la investigación sobre el conocimiento y prácticas de comunidades
locales, las cuales servirán de fundamento a las decisiones ambientales del Estado, en Colombia el
desarrollo de este tipo de trabajos ha sido un poco más lento.
De todas formas, con la Política Nacional de Biodiversidad se busca identificar posibles usos
derivados y procesos artesanales e industriales de la biodiversidad a partir del análisis comparativo
de estrategias de manejo de biodiversidad en diferentes culturas. Este plan contempla mecanismos
para la recopilación y consolidación del etnoconocimiento y proyectos que permitan su reversión y
socialización en las comunidades. Es interesante mencionar que el Ministerio de la Protección Social
se ha mostrado interesado en proyectos que involucran usos medicinales y desarrollo de
fitofármacos. También ha venido trabajando en un proceso de análisis de las culturas médicas
tradicionales y terapéuticas alternativas, de modo que los actores involucrados puedan concertar los
caminos y procedimientos adecuados para articularlos a los servicios y prácticas institucionales de
salud (Departamento Nacional de Planeación, 1996; Instituto de Investigación de Recursos
Biológicos Alexander Von Humboldt, 2000).
En 1994, un grupo de estudio conformado por representantes del Ministerio de Salud (conocido hoy
en día como Ministerio de Protección Social) y de la Comisión Revisora de Productos
Farmacéuticos, las universidades del país, los productores, comercializadores, cultivadores y otros
grupos involucrados con los productos naturales, realizaron talleres en los que se llegó a un
consenso sobre la reglamentación de los productos naturales en Colombia. De este trabajo surgió un
listado de 64 plantas medicinales aprobadas en Colombia por la Comisión Revisora de Productos
Farmacéuticos (Fonnegra y Jiménez, 1999).
Aparte de las plantas medicinales aprobadas en Colombia, hay compilaciones textuales importantes
y de gran valor académico, tales como los trabajos de García Barriga y Pérez Arbelaez (García,
1992; Pérez, 1947). Asimismo, se destacan las colecciones “Colombia, Diversidad Biótica” y
“Especies promisorias del Convenio Andrés Bello”. Son también importantes los trabajos de Acero
Duarte sobre las plantas útiles de la Amazonia y Forero en la costa pacífica, más concretamente en
las comunidades Cuna y Waunana en el Chocó. También se trabaja actualmente en la Universidad
Nacional, la Universidad de Antioquia y la Universidad del Valle (estas dos últimas poseen vínculos
interinstitucionales con Tramil) (Instituto de Ciencias Naturales, 1997; Secretaría Ejecutiva del
Convenio Andrés Bello, 1989). Se espera que, en los próximos años, el número de trabajos
publicados tanto en formato impreso como en formato electrónico relacionados con plantas
medicinales y saber etnobotánico aumente considerablemente.

BIBLIOGRAFÍA ENSAYOS
Akerele, O. (1988). “Medicinal Plants and Primary Health Care: An Agenda for Action”. Fitoterapia
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Ankli A., Sticher O. Heinrich M. (1999). “Medical Etnobotany of the Yucatec Maya: Healers’
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Balik, M.J. (1985). Useful Plants of Amazona. “A resource of global importance”. P. 339-368 in G.T.
Prance & T.E. Lovejoy, eds. Amazonia. Pergamon Press. New York.
Barcenas, A.; Barrera, J.; Caballero y L. Durán (1978). Memorias Simposio de Etnobotánica, Mexico
D. F. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México.
Departamento Nacional de Planeación (DNP); Ministerio del Medio Ambiente; Instituto de
Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt. (1996). Política Nacional de
Biodiversidad. Colombia. P. 40.
Farnsworth, N.L., O. Akerele, A. S. Bingel, D.D. Soejarto & Z. Guo. (1985). “Medicinal Plants in
Therapy”. Bulletin WHO 63: 965-981.
Fonnegra, R.; Jiménez, S.L. (1999). Plantas medicinales aprobadas en Colombia. Editorial
Universidad de Antioquia. Colombia.
García Barriga, H. (1992). Flora medicinal de Colombia. Tomos I, II y III. Editorial Tercer Mundo.
Bogotá.
Germosén-Robineau, L. & D. D. Soejarto. (1996). “Tramil: A research Project on the medicinal plant
resources of the Caribbean”. p. 317-325 in M.J. Balik, E. Elizabetsky & A. Laird, eds., Medicinal
Resources of the Tropical Forest. Biodiversity and its importance to Human Health. Columbia
University Press. New York.
Heinrich, M. (2000). “Ethnobotany and its Role in Drug Development”. Phytotherapy Research. 14:
479.
Instituto de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Colombia, Instituto de Hidrología. (1997).
Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), Ministerio del Medio Ambiente. Colombia. Diversidad
Biótica. Tomos I y II. O. Rangel, (editor). Editorial Guadalupe. Bogotá.

CONCLUSIONES DE ENSAYOS

 Las plantas medicinales o medicina natural son una alternativa adecuada para aliviar
diversos males, pero teniendo en cuenta su procedencia y el lugar donde se compra, es
decir, no se puede comprar a cualquier persona, de preferencia debe ser en el sector
“Herbolario”.
  Las utilizaciones de estas plantas medicinales son de tiempos antiguos de los incas, hasta
la actualidad.
  Con la medicina natural se pueden tratar todo tipo de enfermedades, como ya lo hemos
mencionado anteriormente; pero también se puede prevenir enfermedades mortales como el
cáncer, si fuera detectado a tiempo, de lo contrario si está avanzado, ayuda aliviar el dolor.
  Así mismo se ofrecen otros tratamientos como: para el mal del ojo, para el carácter
(rabioso, llorón, colérico). Además, algunos ofrecen ceremonias o rituales para baños de
florecimiento, para el amor, para separaciones.
 Dentro de las enfermedades más comunes que son atendidas con esta medicina natural
son: para el colesterol alto, las inflamaciones urinarias, descensos, dolor de estómago,
salpullido, hongos, diabetes, quistes, tumores, riñones entre otros y que algunas son
producidas según las épocas del año.
 Los responsables o vendedores de estas plantas son los que tienen el conocimiento
adecuado para tratar las enfermedades por las que las personas acuden, ellos son los que
indican la cantidad y el tiempo para tratar alguna enfermedad. Se pueden administrar
tratamiento con estas plantas, para cualquier edad, desde bebes, niños, jóvenes y adultos,
la única diferencia que la dosis es menor.
  Cabe resaltar que la medicina natural mediante las plantas medicinales, tratan las
enfermedades en forma lenta pero segura a diferencia de los fármacos que nos permiten
tratar un dolor en forma más rápida y efectiva.
 Se Sugiere que la administración de las plantas medicinales para tratar alguna enfermedad
sea en forma estricta; es decir conforme se le indicó, la cantidad exacta para asegurar su
efectividad.
 Los consumos de los fármacos en exceso pueden causar con el tiempo otras enfermedades
o llevar una nueva enfermedad, por lo mismo que contienen demasiadas SUSTANCIAS
QUÍMICAS. Es por eso que la población conozca la utilización de las plantas medicinales
como una alternativa natural para su salud.

CONCLUSION DE LA PRODUCCION DE TEXTOS


El texto es la unidad básica de expresión que se constituye por signos lingüístico para interactuar en
un grupo e intercambiar significados, tiene una intensión comunicativa dependiendo el contexto.
Tiene 5 características importantes que son el Carácter comunicativo, social, pragmático y
estructurado, y que posea coherencia.

Como todos los textos tiene una estructura que se divide en dos partes que se complementan el
contenido y la forma. En el contenido está el tema que en base a este se dividen en unos subtemas
de estos subtemas una preposición temática posterior a ella unos conceptos y finalmente para lograr
la coherencia. Por otro lado, la forma constituye un discurso escrito que se divide en párrafos con
base a estos párrafos debe haber oraciones y sintagmas para finalmente lograr una cohesión.

Ya finalizando la conclusión también podemos ver que existe una superestructura textual que está
determinada por la intención del autor y que puede ser de tres formas como Narrativa, Expositiva y/o
Argumentativa.

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