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ACTAS DE LA XXXV Reunión Científica de la S.E.E.P.: 9-12.

Tenerife, 1995.

FUNCIÓN DEL PASTO EN LOS ESPACIOS


NATURALES PROTEGIDOS Y SU ENTORNO.

Villar, L.; Montserrat, P.


Instituto Pirenaico de Ecología, CS/C
Apartado 64. 22700 Jaca (Huesca)

RESUMEN lamiento, a continuación veremos una serie de ideas


introductorias.
El pasto, la vegetación natural consumida por re- Nació el pasto como fruto de la explotación por
baños especializados, movidos además por una po- animales, o sea, ,reacción compensadora de tantas
blación humana integrada, deberá completar y «ro- extracciones; asÍ, las plantas sufrieron mutilación -
dear» tantos espacios naturales destinados a la con- drástica o suave- por absorción de sus jugos
servación. La montaña, en especial si es insular, (pulgones), del néctar o polen (abejas), por recorte
mantiene muchas plantas y animales peculiares que foliar (orugas), más el ramoneo tan discriminado
forman comunidades originales, con una gran di- que diversifica, y finalmente la pación que fuerza
versidad biológica y cultural que ahora ya se apre- el renuevo. Se comprende que además el césped
cia en lo que vale. Urge forzar los estudios experi- denso exija un pisoteo y abonado por animales gre-
mentales, para conseguir una nueva agronomía más garios (bovinos, ovinos y caprinos).
integrada y además creadora de paisaje, que de- Para mante~er un pasto estable y productivo se
berá recomponer también a la cultura rural valiosa necesi.ta el ambiente adecuado, reserva de suelo,
que ahora se pierde, precisamente cuando m.ás ne- agua y fertilidad, j unto con el usocíclico que propi-
cesaria es para garantizar la estabilidad de los cia la renovación de fitomasa, más una producción
ecosistemas implicados. de raicillas activas, como son las que captan inme-
diatamente la fertilidad liberada por bacterias. Como
PALABRAS CLAVE véis, este césped corto y denso de los climas tem-
Insularidad, orofitismo, reservas, agronomía plados,- ya no es característico de todos los am-
ecológica, educación, diversidad. bientes que vamos a considerar.
Por evolución de los organismos en su sistema, se
INTRODUCCIÓN favorecen las adaptaciones, tanto fisiológicas como
El pasto nos reúne ahora y quisiéramos presentar- estructurales o sociales en rebaños, pero también
lo como un «comodín paisajístico», el símbolo de de la comunidad humana que aprendió de .ellos y
una especialización ancestral que logró conservar supo manejarlos (pastoreo inteligente con distintos
su naturalidad y ahora pu:ede contribuir a una ges- tipos de ganado, abonado, riegos, etc.). En el sue-
tión agropecuaria regeneradora tan deseada. Para lo, cuando la topografía proporciona los aportes ne-
destacar las conexiones en unos sistemas cesarios (vega y glacis con agua freática refres-
ecológicos de montaña caracterizados por su ais- cante), se facilita el trabajo de los trituradores y
Villar, L.; Monlserral, P.

mineralizadores, recuperando fertilidad para rever- mitadas por dicha «reserva», pero a las que tam-
decer con rapidez. Por lo tanto, son muchos los bién se abren unas posibilidades que debernos po-
factores bien trabados y ordenados en secuencias tenciar. Por una parte, sus actuaciones
de ladera (cuesta), pero además según el uso por agropecuarias pueden servir de modelo para el res~
fitófagos y el hombre que culmina un largo proce- to del territorio y por otra, se tiende a integrarlas
so evolutivo. en la gestión conservadora: pastoreo controlado,
La etología «protocultural» en manadas y rebaños, vigilancia, actividades turísticas y de servicios, lim-
más la del hombre, integrado y con su cultura ga- pieza, etc.
nadera, modelaron los paisajes: se aprendió sufrien- En España existen aproximadamente unos 465 te-
do y reparando errores, hasta lograr unos ajustes rritorios bajo numerosas figuras de protección, 10
refinadísimos, con defensas automatizadas tales cual supone en torno a15,7 % del territorio, esto es
como son las rutinas y otras aportaciones más de 2,5 millones de Ha (Ruiz de Larramendi et
compensadoras. Más tarde, los abusos antisociales al., 1992). Muchos de ellos están en áreas monta-
consumen o contaminan y ponen el sistema en pe- ñosas, por lo general forestales y ganaderas. Así,
ligro. Así, la desertización en aumento es fruto de en el Pirineo se trata de unas 700.000 Ha, que re-
la rotura de tanto equilibrio natural como antes exis- presentan el 14% de la superficie pirenaica fran-
tía. cesa, española y andorrana (Vi llar, 1994). Ya que-
En la montaña, con desniveles, tormentas seguidas dan pocos valles sin etiqueta de protección, y sigue
de gran sequía y un calor sofocante, es lógico que creciendo el número de dichos ·espacios.
sin agronomía ganadera especializada, resulte más Esta preocupación por la conservación de tanto
difícil la conservación. pero también el orofitismo paisaje singular, con sus especies más destacadas
incrementa las oportunidades y además condicio- o su recurso natural más llamativo, tiende, por medio
na tanto el comportamiento animal como humano. del concepto de Biodiversidad, hacia la conserva-
Precisamente ahora se aprecia más ese conjunto ción global del territorio. Ello implica una reserva
abigarrado que garantiza la estabilidad; es algo muy total en áreas limitadas, con recuperación del Pa-
valioso para planear la gestión natural que deberá trimonio natural en otras próximas, y mantenimiento
mantener a tantas especies en su comunidad, y de la estabilidad de los procesos ecológicos en el
antes ya impulsó las culturas que pudieron evolu- uso de recursos del Planeta, o sea, la célebre «agro-
cionar «in situ» durante siglos. Todo ello peligra en nomía sostenible».
la actualidad, pues las tendencias modernas Muchos de estos espacios tienen definidas sus zo-
banalizan, desorganizan y uniformizan los paisajes nas periféricas de protección e incluso las «áreas
La insularidad fomentó más aún dicha singularidad de influencia socioeconómica». La superficie afec-
biológica y cultural. Las cumbres de cada isla crean tada es entonces mayor y hasta ella llegarán las
unas condiciones añadidas muy adecuadas para la actuaciones por gestión ampliada de los citados es-
conservación de los táxones en su comunidad y, pacios.
además, persisten los modos de gestión ancestral, Así las cosas, ya tiene sentido de modernidad el
en especial si la comparamos con la de otras áreas ~antener .lasactividades pastorales en los Espa-
en tierra baja. cios Naturales protegidos y su zona de influencia.
La proliferación actual de los Parques y Reservas Indudablemente deberán subvencionarse para pro-
en Canarias -más de 100 espacios naturales prote- ponerlas como ejemplo del uso raciónal, limpio,
gidos-, es bien significativa, pero hace falta cuidar fomentador de dicha biodiversidad y capaz de dis-
ciertos detalles, sobre todo los relacionados con la minuir la fragilidad propia de muchos ecosistemas
gestión de dichas áreas que deberían progresar a de montaña. Ello resulta especialmente válido para
partir de los usos tradicionales, para crear nuevas comunidades leñosas, entre la selva impenetrable
culturas autóctonas. y el matorral pastoreado, ya que dichas acciones
consumidoras dificultan el fuego y pueden frenar
ASPECTOS METODOLÓGICOS la erosión al aumentar el tapiz herbáceo.
Como materia o punto de partida, tenemos ahora Por otra parte, la población humana autóctona, su-
en Canarias, y en toda España, muchos Parques y fre también impactos tan variados como destruc-
Reservas, unos paisajes protegidos de gran valor tores. Llegados a este punto parece necesario po-
ecológico, donde predominan los procesos natura- tenciar esa banda o zona intermedia de gestión ex-
les, con unas poblaciones humanas ciertamente li- tensiva que aprovecha la protección del Parque.

10
L. \'iI\M YP. i\1onLo;crra(

Villar, L.; t\10nlserral, P.

«ganigue», «sarda» o coscojar, como un método eco- la uniformidad banalizadora. Lejos de considerar-
nómico, natural y estable, de prevenir los incendios. las como áreas marginales y marginadas, creemos
Agricultura y ganadería ecológicas serán por 10 que tendrán un puesto destacado en la gestión glo-
tanto recreadoras del paisaje estable y bal del territorio.
encauzadoras de una productividad diversificada,
enriquecedora, natural y limpia, basada en nuestra CONCLUSIÓN
propia energía, con los recursos propios del terru- Necesitamos por lo tanto, «laboratorios naturales»,
ño. Las asociaciones de agricultura biológica tales unos lugares aptos para culturalizar a lajuventud
como Bio Lur de Navarra, más su Asociación na- deseosa de naturaleza y paisajes bellos, no conta-
cional; las cooperativas andaluzas que aspiran a minados. Los sistemas complejos deben ser estu-
producir productos vegetales y animales sin pesti- diados al completo, en su salsa y los equipos de
cidas, ni otras materias industrializadas; la revalo- investigaci6n exigen un Modelo como instrumento
rización de los productos «verdes» o artesanos; el adecuado, verdadero paradigma que otros utiliza-
reciclado de tantos productos orgánicos e rán y servirá para el progreso generalizado.
inorgánicos (basuras, plásticos), etc., son algunos Ya no es sólo el momento actual propicio para di-
ejemplos que ya indican un reflujo de la agricultu- chos ensayos, sino que también necesitamos utili-
ra productivistay abren oportunidades inéditas para zar a fondo los «capitales naturales» de clima, sue-
la gestión pastoral extensiva. los, plantas, animales y cultura. Entendemos que
Parece conveñiente contemplar con ilusión esa eso es agronomía de siempre, pero sin los conta-
perspectiva desde los organismos que gestionan los mina~tes generalizados, ni tantas perturbaciones
Espacios Naturales protegidos. Con ese plantea- como afectan a la dinámica natural del sistema
miento positivo evitaríamos la pérdida de muchas completo y situado.
cultivares de plantas~ razas rú~ticas de animales y Entre una reserva integral y los campos 'labrados
antiguos modos de vida logrados hace tiempo por actuales -tan destructores'del suelo na~ural por sil
. la interacción planta-herbívoro-hombre-medio físi- labor reiterada, más los" herbiCidas e insecticidas
co y biológico. que consumen lo ahorrado- existen otras opciones
En la revista Pastos desarrollaremos y ampliare- apropiadas para rodear las selvas y matorrales de
mos esas ideas con referenciasbibliográficas, pero una orla poco inflamable, que además será consu-'
ahora deseamos preparar la discl;lsión con todos mida y potenciada con natur~1 idad por los fit~fagos
vosotros, para ver si es posible concretar en casos adecuados.
particulares la casuística esbozada por nosotros, Volver a utilizar muchas áreas montañosas ahora
unos ecólogos alejados en el espacio de la realidad vacías de ganado, es un gran" reto para los espe-
canaria, pero muy sensibilizados respecto a la evo- cialistas en pastos, que sin duda deseamos lo me-
lución cultural en islas y montañas segregadas de jor para nuestras islas y montes.

BIBLIOGRAFÍA
BARBERO, M. et al. (1988). }Jerturbations..~t in~cendies el) région méditerranéenne fran9aise. Monografías
del Instituto Pirenaico de Ecología 4: 409-419.
RUIZ DE LARRAMENDI, A. et al. (1992). Espacios naturales protegidos de España. Incafo, Madrid. 826 pp.
VILLAR, L. (1994). Espacios Naturales Protegidos. Ponencia presentada en los Primeros Encuentros
Pirenaicos para el Medio Ambiente y el Desarrollo. Andorra, 17-19 Noviembre de 1994 (en prensa).

THE PA5TURE'S FUNCTION TO PROTECT NATURALPARKS AND SURROUNDING AREAS.


SUMMARY.
Many pasture lands grazed by welI adapted animals and cIever shepherds, would be complementary ofthe
natural protected areas. Islands and mount~ins are preserving many special plants and vegetal communities,
making a high diversity, not only biological but also anthropologicaI. In order to protect a suitable landscape,
we must improve many interdisciplinary studies in the surroundings of these Reserves, from an ecological
and agricultural point of view.

KEYWORDS
Insularity, mountain, biological reserves, ecological agronomy, education, diversity.

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FlJ~CIÓ0! DEL PASTO EN LOS ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS Y SU ENTOR:--:O.

Esa reserva de naturalidad creará el gradiente ade- Entre la selva con árboles elevados y el césped o
cuado de usos, entre las actividades agropecuarias los matorrales apurados por herbívoros, existe una
intensivas, en la parte baja más alterada, y las más gama extraordinaria y todos pueden ser naturales
o menos conservadoras, que deberíamos recupe- si el agente consumidor permanece o coevoluciona
rar en los sectores medio y alto. con los productores primarios. Por este procedi-
Por lo tanto, proponemos estudios de praticultura miento se han logrado casi en todas partes paisa-
en sentido amplio, no sólo como técnica agronómica, ·jes reticulados, una mezcla de matorral-pasto que
sino también atendiendo la evolución cultural debe tamponar los impactos del exterior al bosque
autóctona, todas ellas apoyadas en los reductos de y favorecer el ambiente nemoral o confinado del
vegetación existentes. La educación para esa re- interior. Con frecuencia los arbolillos y arbustos de
novación naturalística exige unos métodos apro- dicha «orla protectora» resisten el fuego y sólo que-
piados que descubrirán y potenciarán en las islas man en casos excepcionales. Para mantener di-
unos capitales humanos insospechados, pero ase- cha reticulación y ampliarla de una manera orde-
quibles con relativa facilidad. Es un aspecto nada, sólo cabe dirigir correctamente a los anima-
metodológico interdisciplinar (antropología cultural, les ramoneadores.
agronomía, sociología rural, etnobotánica...) que Mantener las funciones esenciales de dicha orla
ahora destacamos y nos gustaría discutir. con tantas estructuras paisajísticas protectoras del
En otras palabras, esta lnetodología debe descu- sistema selvático, será función esencial de las mo-
brir las actividades ganaderas que fueron útiles hasta dalidades agropecuarias del futuro. En las Reser-
fecha reciente, y conocer su distribución geográfi- vas o su cercanía, tendremos la oportunidad de man-
ca e historia, junto con sus rasgos adaptati vos que tener, recup~rar y propagar unos arbustos o matas
tanto se relacionan con la diversidad ambiental men- valiosíosimos de la flora canaria, algunos reduci-
cionada. Se trata de unos conocimientos básicos dos quizás a escasos individuos en peligro de ex-
para organizar experimentos viables y transmitir- tinción.
los al joven que deberá mover sus rebaños a la En el caso concreto del paisaje actual canario., de-
perfección, aprovechando las complementariedades bemos potenciar el pasto leñoso que tolera un sue-
de sus montes. lo recalentado y evita la respiración exacerbada
Diréis que soñamos y ciertamente resulta difícil del brote tierno que necesita ser refrescado .por el
lograr, en nuestra época del «saber viento. No obstante el pastoreo de arbustos es de-
compartimentado», esa integración de unas técni- licado y el animal puede acabar con su «pasto» por
cas correctas en la cultura humana más elemental, consumo reiterado, sin dejar un reposo reparador.
y hacerlo además ante el deslumbramiento de la· Volvemos a lo que motiva nuestra comunicación, a
expansión turística reciente. Sin embargo, la la necesidad de crear unos hábitos adecuados en
masificación agota ya ciertos recursos como el agua animales y pastores, una «protocultura» de animal
y por este camino pronto puede llegar la necesidad. viejo, la de los guías que deben conducir al animal
. Por fin, la Unión Europea, después de tanto joven más productivo, junto con esos pastores jóve-
.'-- proguctívismo y especia:Iizacion, atiende ahora la nes culturalizados en montañas adecuadas y con los
cultura tradicional con usos etnobotánicos, más la medios óptimos para lograr un desarrollo sostenido.
integración demostrada por cada cultura rural, es Las lluvias intensas en noviembre-marzo, suelen
decir, todo lo que represente una relación estre- producir en Canarias un pasto efímero que será
cha, duradera, del hombre y sus rebaños con el consumido antes de que cundan los rehúsas secos
paisaje que le rodea. al aumentar el calor del suelo y la respiración ve-
getal. En este ámbito, el past~)feo eficaz, bien diri-
DISCUSIÓN Y PERSPECTIVAS gido, es el mejor antídoto del incendio que con hierba
En determinados Parques o áreas montañosas se seca puede pasar al matorral y bosques.
han prohibido todos los usos o aprovechamientos Si en los montes mediterráneos no hubieran des-
tradicionales y la experiencia nos enseña que así aparecido con tanta brusquedad las cabras, segu-
aumenta el incendio catastrófico. Un uso adecuado ramente los incendios catastróficos que han ásoIado
por herbívoros, en especial los que ramonean, es tam- Cataluña, Levante o Aragón este verano de 1994,
bién natural de suerte que no existen selvas sin sus hubieran sido más reducidos; hace años, nuestros
animales consumidores, pero bien diversificados y con colegas del Languedoc (Barbero et al., ]988) ya re-
una infinidad de adaptaciones mutuas. comendaban reintroducir esta ganadería en su

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