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MECANISMOS DE DEFENSA

Las personas sanas normalmente utilizan diferentes defensas a lo largo de la vida. Un mecanismo
de defensa del yo deviene patológico solo cuando su uso persistente conduce a un
comportamiento inadaptado tal que la salud física y/o mental del individuo se ve afectada
desfavorablemente. 

El propósito de los mecanismos de defensa del yo es proteger la mente/sí mismo/yo de


la ansiedad o sanciones sociales y/o para proporcionar un refugio frente a una situación a la que
uno no puede hacer frente por el momento.

En la teoría psicoanalítica freudiana, los mecanismos de defensa son estrategias


psicológicas inconscientes puestas en juego por diversas entidades para hacer frente a la realidad y
mantener la autoimagen. Las personas sanas normalmente utilizan diferentes defensas a lo largo de
la vida. Un mecanismo de defensa del yo deviene patológico solo cuando su uso persistente
conduce a un comportamiento inadaptado tal que la salud física y/o mental del individuo se ve
afectada desfavorablemente. El propósito de los mecanismos de defensa del yo es proteger la
mente/sí mismo/yo de la ansiedad o sanciones sociales y/o para proporcionar un refugio frente a una
situación a la que uno no puede hacer frente por el momento.
Los mecanismos de defensa son referidos con mayor exactitud como mecanismos de defensa
del yo, y así pueden ser categorizados aconteciendo cuando los impulsos del ello están en conflicto
unos con otros, cuando los impulsos del ello entran en conflicto con los valores y creencias
del superyó, y cuando una amenaza externa es planteada al yo.
El término "mecanismo de defensa" es entendido a menudo refiriéndose a un término característico
de rasgos de personalidad que surgen debido a la pérdida o experiencias traumáticas, pero con
mayor precisión se refiere a diferentes tipos de reacciones que se identificaron durante y después de
la época de Anna Freud, hija del padre del psicoanálisis.
Los mecanismos de defensa se confunden a veces con estrategias de afrontamiento.

Las llamadas técnicas de ajuste básico, mecanismos homeostáticos, estrategias de


afrontamiento son, junto a los mecanismos de defensa, mecanismos psicológicos que reducen las
consecuencias de un acontecimiento estresante, de modo que el individuo puede seguir funcionando
normalmente. Los modelos de comportamiento que componen la psiquis en el ser humano, son un
compuesto de fuerzas. Estas fuerzas son las características genéticas, las
características instintivas que residen en el inconsciente y los factores de desarrollo, que incluyen:
adiestramiento, circunstancias ambientales del individuo, y experiencia y formación.
La mayor parte de las personas mantienen un balance equilibrado entre estas fuerzas. Algunas veces
el balance es muy tenue y se ajusta con los mecanismos de defensa.
«Estrategias de afrontamiento» se refiere a actividades y comportamientos de las que el individuo es
consciente y «mecanismos de defensa» se refiere a procesos mentales inconscientes. Los
mecanismos de defensa, que como se ha dicho son comportamientos inconscientes, son diversas
formas de defensa psicológica con las cuales el sujeto consigue vencer, evitar, circundar, escapar,
ignorar o sentir angustias, frustraciones y amenazas por medio del retiro de los estímulos cognitivos
que las producirían. Entre los mecanismos de defensa se incluyen los siguientes:
Los métodos más usados por las personas habitualmente para vencer, evitar, circundar, escapar, o
ignorar las frustraciones y amenazas incluyen los siguientes:
 Disociación: se refiere al mecanismo mediante el cual el inconsciente nos hace olvidar
enérgicamente eventos o pensamientos que serían dolorosos si se les permitiese acceder a
nuestro pensamiento (consciente). Ejemplo: olvidarnos del cumpleaños de antiguas parejas,
fechas, etc.

 Proyección: es el mecanismo por el cual sentimientos o ideas dolorosas son proyectadas


hacia otras personas o cosas cercanas pero que el individuo siente ajenas y que no tienen nada
que ver con él.

 Negación: se denomina así al fenómeno mediante el cual el individuo trata factores obvios
de la realidad como si no existieran. Ejemplo: cuando una persona pierde a un familiar muy
querido, como por ejemplo su madre, y se niega a aceptar que ella ya ha muerto y se convence
a sí mismo de que sólo está de viaje u otra excusa.

 Introyección (lo opuesto a proyección): es la incorporación subjetiva por parte de una


persona de rasgos que son característicos de otra. Ejemplo: una persona deprimida quizá
incorpora las actitudes y las simpatías de otra persona y así, si esa otra persona tiene antipatía
hacía alguien determinado, el deprimido sentirá también antipatía hacia esa persona
determinada.

 Regresión: es el retorno a un funcionamiento mental de nivel anterior ("más infantil").


Ejemplo: los niños pueden retraerse a un nivel más infantil cuando nacen sus hermanos y
mostrar un comportamiento inmaduro como chuparse el pulgar o mojar la cama.

 Formación reactiva o reacción formada: sirve para prevenir que un pensamiento doloroso
o controvertido emerja. El pensamiento es sustituido inmediatamente por uno agradable.
Ejemplo: una persona que no puede reconocer ante sí mismo que otra persona le produce
antipatía, nunca le muestra señales de hostilidad y siempre le muestra una cara amable.

 Aislamiento: es la separación del recuerdo y los sentimientos (afecto, odio). Ejemplo: un


gran amor es asesinado en un incidente. Su pareja narra los detalles con una falta completa de
emoción.

 Desplazamiento: es la condición en la cual no solo el sentimiento conectado a una persona


o hecho en particular es separado, sino que además ese sentimiento se une a otra persona o
hecho. Ejemplo: el obrero de la fábrica tiene problemas con su supervisor pero no puede
desahogarlos en el tiempo. Entonces, al volver a casa y sin razón aparente, discute con su
mujer.

 Racionalización: es la sustitución de una razón inaceptable pero real, por otra aceptable.
Ejemplo: un estudiante no afronta que no desea estudiar para el examen. Así decide que uno
debe relajarse para los exámenes, lo cual justifica que se vaya al cine a ver una película cuando
debería estar estudiando.
Cuando las técnicas de ajuste del comportamiento no bastan para equilibrar la realidad, el resultado
puede llegar a lo siguiente:

 Estrés y respuestas neuróticas como ansiedad o depresión, acompañadas frecuentemente


por disfunciones biológicas, como las del apetito o el sueño o fisiólógicas, como las
llamadas enfermedades psicosomáticas, por ejemplo, úlceras gástricas o dolores nerviosos.
 Conductas desadaptativas más graves, como el suicidio y los trastornos delirantes. Serían
recursos defensivos más propios de trastornos de personalidad y de la Esquizofrenia y
otros trastornos psicóticos, no constituyendo empero ningún impedimento como para que
cualquier persona recurra a ellos si las defensas de tipo neurótico son insuficientes y el estímulo
desborda en intensidad las capacidades defensivas del individuo.

Mecanismos de defensa en Psicoanálisis


Los mecanismos de defensa en la teoría psicoanalítica tienen la función de evitar la censura
del superyó, instancia psíquica estructurada a partir de la resolución del Complejo de Edipo. Son
auxiliares de la represión, mecanismo éste en el cual las representaciones censurables son
eliminadas del discurso consciente. En la concepción de Freud, las pulsiones no pueden ser
eliminadas, sino sólo reprimidas en el inconsciente. Las pulsiones tienden, de forma invariable, a su
descarga, de modo tal que, si su representación pulsional le es denegada a una expresión consciente,
entonces es desfigurada simbólicamente.
La angustia juega un papel esencial en la producción de la defensa, dentro de la teoría freudiana.
Ella es una señal de alerta al yo, que es la instancia intrapsíquica que produce los diversos
mecanismos de defensa y de adaptación.
El mecanismo de defensa principal, clave para todas las demás, es la represión. Es la defensa en la
cual el yo mueve las representaciones de la conciencia a un nivel inconsciente (fundamento príncipe
de la neurosis). Esa representación reprimida es la que motiva la aparición de síntomas.
Después de Sigmund Freud, autores posteriores, como Anna Freud, Melanie Klein y Alfred Adler,
han propuesto una variedad de mecanismos de defensa cuya concepción les había ayudado a
describir y comprender los fenómenos clínicos que se han observado, en una variedad de sujetos,
tanto niños como adultos.

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