Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ante esta pregunta, hay que contestar como ante la famosa cuestión «¿El hombre nace o se
hace?»: Sí, la personalidad se hereda, pero también «se hace».
Al nacer, e incluso antes, ya desde la misma concepción, todo ser vivo cuenta con una
carga genética que va a determinar cómo será; esta carga genética se hereda de los
padres. Así, el color de los ojos o el pelo, la estatura, la nariz o la estructura músculo-
esquelética son heredadas. Todas estas características conforman el biotipo, que, a su vez,
se corresponde a un psicótico o conjunto de características psico-orgánicas. Este aspecto
exterior va a modular a corto o largo plazo la forma de ser de un individuo; no es lo mismo
ser alto, rubio, de ojo llamativo y francamente apuesto, que ser bajito, gordinflón y con las
piernas cortas.
Algunas características no son tanto una herencia genética como un producto del
entrenamiento o del contagio. Existe un complicado y sutil proceso de interacción biológico-
ambiental que va configurando diferentes personalidades y determinando en ellas la
aparición de rasgos peculiares. Ciertas características son consecuencia de un
entrenamiento planeado por los padres o los mismos educadores: el niño empieza a
responsabilizarse del control de sus esfínteres, de su vestimenta, de sus juguetes y recibe
gratificaciones o frustraciones del exterior según sus éxitos o sus fracasos.
Pá gina 1