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Política de la liberación, historia mundial y crítica es el primer tomo de una serie de tres
volúmenes de un contrarrelato crítico que tiene en los “condenados de la Tierra” su punto
de partida. El segundo fue ya entregado al editor y el tercero está en camino de ser
terminado. A través de sus 587 páginas y sus 2 mil 422 notas a pie de página propone un
nuevo modo de estudiar la historia.
La obra, como se señala casi al final, utiliza el método crítico, tal como lo define Hermann
Cohen. “Consiste en colocarse en el espacio político de los pobres, las víctimas, y desde
allí llevar a cabo la crítica de las patologías del Estado.”
“Giro descolonizador”
Dussel está en contra del colonialismo teórico de la filosofía política, como se practica en
América Latina. Apuesta por tomar en serio “el giro descolonizador en el que está
empeñada desde hace años la filosofía de la liberación”.
El texto, agrega, viene de atrás: “Nació en 1962, leyendo un libro de Leopoldo Zea que
decía que América Latina está fuera de la historia. Y lo peor es que nosotros lo repetimos.
Pero, ¿qué tal si esa visión de la historia es una pura invención de los románticos
alemanes del siglo XVIII? ¿Que Hegel hizo filosofía?”
Política de la liberación, historia mundial y crítica se propone superar una serie de límites
teóricos: el helenocentrismo, el occidentalismo, el eurocentrismo, la periodización de la
historia según los criterios europeos, el secularismo tradicional de las filosofías políticas y
la exclusión de América Latina en los orígenes de la antigüedad.
El doctor en filosofía, nacido en Argentina en 1934 pero exiliado en México desde 1975,
explica: “en filosofía política, en teoría política somos completamente eurocéntricos
(tendencia emocional que hace de la cultura europea el criterio exclusivo para interpretar
los comportamientos de otros grupos, razas o sociedades).
“En filosofía partimos siempre de Atenas, todo pasa por Atenas. Hablamos de la
democracia ateniense. Yo me pregunto: ¿cuál democracia ateniense? La palabra demos
viene de Egipto. Significa aldea. La política no nació en Grecia. Prácticamente todas las
instituciones políticas en Grecia son fenicias, caldeas o egipcias. La palabra dique, que es
justicia, es caldea.
“En las facultades de filosofía todos son helenocéntricos. La figura que representa la
Facultad de Filosofía de la UNAM es una mujer con casco griego. Eso es una corriente
filosófica. Pero está la filosofía china, que es inmensa, que es mucho más actual que la
griega, porque ha seguido viviendo. La gente en China lee a Confucio. Está la filosofía
India. Está el mundo islámico.”
“Europa nos ha vendido que fue el centro del mundo, pero eso es cierto tan sólo desde
hace 200 años. El europeo estaba tan aislado en la Edad Media...”
Bagdad, asegura, fue durante 500 años el centro de las principales conexiones políticas
del mundo. “Había cientos de caravanas que salían de todo el mundo a Bagdad. Allí
estaba el Instituto Tecnológico de Massachusetts del siglo IX. Estaban muchísimo más
avanzados que los europeos.”
Tenemos, afirma, una visión distorsionada de historia. Y eso es grave, entre otras
razones, porque la historia es el horizonte de las ciencias sociales. “Se habla del
feudalismo cuando sólo existió en Europa. En el mundo árabe nunca hubo feudalismo.”
Asegura: “ha sido un trabajo arduo de revisar la filosofía política contemporánea y desde
allí pensar lo que está pasando en América Latina, y desde allí dar una filosofía política.
Este primer tomo es el lugar desde donde hago la deconstrucción y la reconstrucción
teórica. Primero hago una historia mundial, luego entro a América Latina, entro a los
movimientos populares.
“Quiero hacer una filosofía política desde lo que Gramsci llama el bloque social de los
oprimidos. No sólo de la clase obrera, del proletariado, del sujeto histórico tradicional, sino
el pueblo.”
Con Política de la liberación, historia mundial y crítica Dussel afirma estar “rompiendo una
cantidad de esquemas que permiten la posibilidad de nuevas visiones”. Y pone de
ejemplo el del actual presidente de Bolivia. “Evo Morales dice: de lo que se trata es de un
poder obedencial. Esa visión es central en una nueva teoría política. Desde los centros se
dice: los que mandan, mandan mandando. Aquí se dice: Los que mandan, mandan
obedeciendo. Es otro concepto de poder. Eso sí que es crítica de la modernidad.”