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Derecho Internacional Público

Lauryn Antuane Huaman Taya


Grupo: DER 6-1
Fecha: 26/10/2019

“Se avecina otra crisis que puede


extinguirnos: la contaminación con
sustancias tóxicas”
24 Octubre 2019/Derechos humanos

Bajo la sombra de las amenazas existenciales del cambio climático y el colapso de la


biodiversidad se encuentra otra crisis insidiosa que puede extinguirnos: la intoxicación de
nuestro planeta y nuestros cuerpos, según un experto de la ONU en derechos humanos
especializado en sustancias y desechos peligrosos.

"Nuestra exposición incesante a la contaminación y otras fuentes de sustancias tóxicas plantea


una amenaza global para los derechos humanos, incluido nuestro derecho a la salud
reproductiva", ha afirmado este jueves el relator especial de la ONU sobre sustancias y desechos
peligrosos ante la Asamblea General.

Baskut Tuncak explicó que cuando se ve a través de la lente de la salud reproductiva e infantil, la
importancia y la gravedad de prevenir la exposición a sustancias tóxicas desde los primeros años
de vida se agudiza aún más.

“La disminución de la fertilidad, incluida la disminución de la calidad y cantidad de esperma, es


solo una de las muchas tendencias preocupantes de salud vinculadas a la exposición tóxica que
persiste porque los Estados no han priorizado realmente la prevención de la exposición”, añadió.

“Así mismo, personas y pueblos están expuestos a sabiendas a una multitud de sustancias


peligrosas que podrían evitarse. El alivio y el remedio, en la medida limitada en que se
materializa, a menudo es insuficiente y demasiado tarde para quienes están expuestos”, asegura
Tuncak.

Una promesa falsa

El relator advirtió de que "existe el peligro de que los derechos humanos al agua potable, la
alimentación y la vivienda adecuadas, el aire limpio, un medio ambiente sano y un trabajo
seguro y saludable, entre otros, sean una promesa falsa y nunca se realizarán sin esfuerzos
concertados para hacer que la prevención de la exposición sea una prioridad urgente”.

Tuncak enfatizó que este cóctel tóxico de contaminación se calcula de manera conservadora
como la mayor fuente de muerte prematura en el mundo. Ese cóctel es causa y, la vez,
contribuye a una pandemia silenciosa de enfermedades y discapacidades.

Los Estados están encerrados en debates de años o décadas sobre lo que debería ser
considerado limpio, saludable o adecuado.
Derecho Internacional Público
Lauryn Antuane Huaman Taya
Grupo: DER 6-1
Fecha: 26/10/2019

Graves ejemplos de parálisis

El relator habla de graves ejemplos de inacción ante los apremiantes desafíos mundiales, como
el ciclo de vida de la contaminación del plástico, los pesticidas peligrosos, la contaminación
atmosférica, los productos químicos cuya inocuidad no está verificada en los productos de
consumo y la contaminación de los metales pesados en los alimentos y el agua, entre otras
preocupaciones actuales relacionadas una multitud de impactos adversos para la salud.

“Mientras que las exposiciones tóxicas erosionan, abusan y violan silenciosa e invisiblemente los


derechos al aire, el agua, la comida y los lugares de trabajo seguros de miles de millones,
particularmente de niños y otros grupos susceptibles, los Estados están encerrados en debates
de años o décadas sobre lo que debería ser considerado limpio, saludable o adecuado”, afirma
Tuncak.

Análisis:

Si bien es cierto, uno de los derechos colectivos de solidaridad es el de vivir en un medio ambiente
sano, se sabe que como ciudadano, uno no puede exigir al Estado el total cumplimiento de tal
presupuesto, no obstante, en la actualidad, debido a que la exposición a la contaminación y
sustancias tóxicas amenazan otros derechos como: al del agua potable, la alimentación y el aire
limpio, entre otros; indispensable su cumplimiento para vivir, parece ser un medida urgente que
los Estados eviten tal perjuicio con efectividad, puesto que, en tales circunstancias si no protegen
el medio ambiente, se podrían vulnerar los demás derechos más de lo que ya se encuentran
perjudicados. Es indispensable que como un solo Estado, los países se comprometan a valorar el
medio que nos rodea en el contexto de que es necesario para velar por la vida, salud, dignidad e
integridad corporal, y no solo se preocupen por velar los intereses económicos.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/10/1464381, consultado el 25 de octubre de 2019.

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