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Modernización y cambio cultural:

la persistencia de los valores


tradicionales
Ronald Inglehart. Sociólogo, University of Michigan

Las teorías de la modernización, de Karl Marx a Daniel Bell, han argumentado que el
desarrollo económico comporta cambios culturales implícitos. Pero otros, de Max Weber
a Samuel Huntington, afirman que los valores culturales influyen de modo duradero
y autónomo sobre la sociedad. Aquí presentamos la tesis de que el desarrollo económico
va unido a cambios sistemáticos en los valores, utilizando datos de la Encuesta Mundial
de Valores.

La presente aportación trata de la evolución la que pudiera tener Tocqueville, por brillante
de los valores desde una perspectiva mundial, con que fuera, acerca del apogeo de Estados Unidos,
la intención de ofrecer un marco amplio que ni tampoco de las aún más brillantes aunque
contribuya a la comprensión del tipo de cambio confusas impresiones de Max Weber acerca del
de valores que tiene lugar en Cataluña, en Espa- gran cambio cultural. Hoy nosotros llevamos
ña, en Europa y en el ámbito mediterráneo. Una ventaja, pues tal vez no nos haga falta ser tan in-
de las cosas por las que más agradecido me sien- teligentes como Tocqueville o Weber, ya que a
to es por haber tenido la oportunidad de com- cambio contamos con datos empíricos mucho
prometerme en este maravilloso proyecto sobre más sólidos.
los valores emprendido hace más de veinte años, Disponemos ya de datos representativos de
en 1981, por mi colega y amigo Jan Kerkhofs, a ochenta países, procedentes de las encuestas na-
través del European Values Surveys (Encuesta cionales realizadas en ellos. La primera ronda de
Europea de Valores). encuestas del European Values Surveys abarcó
Desde entonces se han llevado a cabo cuatro un total de veinticuatro países, número que fui-
rondas de encuestas, y en la actualidad estamos mos ampliando en cada una de las rondas de
realizando un gran esfuerzo por reunir fondos sondeos siguientes, hasta que en la última de
para una quinta ronda, que pretendemos llevar a ellas la cifra alcanzó los ochenta países mencio-
cabo en el año 2005. Lo que de verdad considero nados. Podemos así hacer cosas hasta ahora im-
fascinante de este proyecto es que, por primera posibles, ya que por primera vez en la historia del
vez en la historia de la humanidad, ha permitido hombre, y gracias al World Values Surveys (En-
apreciar los cambios de valores que están produ- cuesta Mundial de Valores) y al European Values
ciéndose en nuestra época. Porque estamos vi- Surveys, ha sido posible medir los valores de per-
viendo un momento histórico de cambio de valo- sonas distribuidas por todo el mundo, y no sólo
res. No se trata de ningún tipo de intuición, como de los países ricos y desarrollados de Occidente,
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sino de los ochenta países que cuentan con el rruecos, Argelia… En esta cuarta ronda se han
85% de la población mundial. estrenado doce países islámicos, y éste es un da-
Es como si tuviéramos una fotografía de lo to muy importante para nosotros, es algo que nos
que está pasando por las mentes y los corazones resulta fascinante, por cuanto, tal y como segura-
de la mayoría de las personas del mundo.Y con- mente cabría esperar, ha resultado que el mundo
tamos con rondas de encuestas sucesivas, de islámico es diferente en multitud de sentidos. Se
modo que podemos ver cómo está producién- da una especie de continuidad cultural islámica,
dose ese cambio. Y lo fascinante es comprobar desde Marruecos hasta Indonesia, con valores
que los cambios se producen en las motivacio- bastante similares comparativamente hablando,
nes de las personas, en sus valores fundamenta- aunque por supuesto no exista una similitud
les, en sus creencias. Hay diversos síntomas por completa en todos los aspectos, tal vez sólo en
los que puede percibirse que todos estamos cam- los que uno podría ya esperar.Tampoco es que los
biando, como el papel desempeñado por las mu- estereotipos por todos conocidos resulten cier-
jeres, por ejemplo. Sería difícil ser tan obtuso tos al cien por cien, las cosas no son tan simples.
como para no advertir el cambio experimentado Por ejemplo, una de las cosas que hemos des-
por el papel de las mujeres durante las últimas dé- cubierto es que en los doce países islámicos son-
cadas. Se trata de un cambio histórico verdade- deados son una amplia mayoría las personas que
ramente gigantesco. consideran la democracia como la mejor forma
También es evidente el cambio producido en de gobierno. Los pueblos islámicos, desde Ma-
las creencias religiosas en todo el mundo: hay rruecos a Indonesia, aceptan el mundo democrá-
multitud de síntomas que así lo indican. Hemos tico de forma incontestable. Hay muchas cosas
llevado a cabo la tarea continuada de ampliar las del mundo occidental que no las quieren, recha-
encuestas sobre valores a países nuevos, aunque zan muchos aspectos de Occidente, pero desde
algunos de mis estudiantes suelen recordarme: luego entre éstos no se cuenta la democracia. Les
«Está muy bien, ¡pero no habéis cubierto toda gusta mucho la democracia.
África!» Y pienso que tienen razón, ya que es muy
difícil cubrir África por entero. Hay países en los
En los doce países islámicos sondeados
que no es posible actuar, por cuanto no existe en
son una amplia mayoría las personas
ellos ningún tipo de organización para la realiza-
ción de encuestas. En Vietnam realizamos la pri- que consideran la democracia como
mera encuesta representativa de ámbito nacional la mejor forma de gobierno
que jamás se hubiera llevado a cabo en todo el
país. Destinamos allí personal procedente de Es- Disponemos de datos de casi ochenta países,
tados Unidos y de entre nuestros colaboradores y podemos hacer cosas que, como sociólogo, en-
de Filipinas para que les ayudaran a diseñar una cuentro muy sugestivas. Podemos analizar por
encuesta nacional en dicho país. En Vietnam en- ejemplo los vínculos existentes entre los sistemas
contraron colegas entusiastas, y gracias a este tra- de creencias que la gente tiene en la cabeza y las
bajo en colaboración contamos hoy con una vi- características mensurables de su sociedad, como
sión de lo que está sucediendo allí. los índices de natalidad. Hemos descubierto que
Hemos cubierto muchos países en los que, ciertos valores, asumidos con coherencia, van es-
cuando comenzó este proyecto, habría sido im- trechamente asociados con los índices de natali-
posible llevar a cabo nuestra tarea. Irán, por dad, a los que incluso ayudan a explicar. Se han
ejemplo, ha sido incluido en la ronda de encues- revelado una clave explicativa tan valiosa como
tas más reciente, así como también Egipto, Ma- otras variables económicas estandarizadas co-
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mo el PNB per cápita, el porcentaje de mujeres mente ciertos valores vinculados con la democra-
escolarizadas, etc. Son todos ellos elementos ex- cia, como por ejemplo la confianza. Hay una lite-
plicativos. Se trata en realidad de un cambio cul- ratura copiosa, sobreabundante, acerca del papel
tural que ha resultado ejercer su influjo. Al pare- esencial de la confianza para la democracia. Y sí
cer, si el desarrollo económico hace descender el que ha resultado cierto que la confianza está vin-
índice de natalidad, es en tanto que aporta cier- culada con la democracia, pero hay cosas que se
tos cambios culturales, cambios en las expectati- han revelado más importantes todavía. Una lec-
vas de las personas con respecto a sus vidas, en tura de las pruebas permite observar que la tole-
su forma de ver el mundo. De modo que pode- rancia es muy importante para la democracia: to-
mos concluir de este tipo de cuestiones que las lerancia con respecto a los extranjeros, a los
sociedades islámicas tienen sus sistemas de valo- grupos diferenciales (de gays y lesbianas, por
res distintivos, y si esto es así, en qué difieren de ejemplo, que incide en la aceptación de la igual-
los de otras culturas. dad de género), etc. La sensibilidad para la tole-
Otra pregunta que, como analista político, me rancia es un elemento crucial, aunque pienso
interesa mucho es la siguiente: ¿hay valores que que la literatura no lo ha valorado suficientemen-
estén vinculados con el triunfo y la estabilización te. Creo que hemos dado un paso adelante al des-
de la democracia? La respuesta a esta pregunta es cubrir ciertos valores relacionados con la estima
muy clara e inequívoca. Se trata de una cuestión hacia la democracia.
que ha sido investigada durante décadas, con la Pero podíamos aún dar otro paso más, gracias
suposición de que, en efecto, existen probable- a los datos procedentes de ochenta sociedades, y
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medir con exactitud la fortaleza de los vínculos personas es muy coherente, hasta niveles sor-
entre los sistemas de creencias de las personas y prendentes, y si conocemos sus puntos de vista
el grado de democracia de sus instituciones. Al sobre religión, por ejemplo, o lo felices que se
hacerlo hemos descubierto correlaciones sor- consideran a sí mismos, sabremos mucho acerca
prendentemente fuertes. La correlación 0,83, por de multitud de otros aspectos de su vida.
ejemplo, que es extremadamente fuerte, es la que En otras palabras, podríamos ubicar las socie-
se da entre una creencia particular y los índices- dades del mundo en un mapa bidimensional que
modelo acerca del nivel real de democracia de las tomara en consideración estas dos dimensiones,
sociedades. Hay varios sistemas de índices-mo- que recogiera un gran número de aspectos tales
delo, la totalidad de los cuales concurren a la ho- como la religión, la política, la inversión dedica-
ra de indicar que ciertos países son democráticos da al ocio y las normas sexuales, familiares y so-
y otros no lo son, aparte de estar diseñados con ciales en general. Y estas dos dimensiones, dis-
una escala para medir su grado de democracia.Y puestas de forma estratégica, explican el 75% de
hemos descubierto que estos índices-modelo la variancia, incluso un poco más, de entre la
acerca del nivel de democracia de las institucio- multitud de variables medidas en un mundo que
nes se corresponden de forma muy estricta con utiliza las encuestas. El mundo es más ordenado
las creencias de las personas. de lo que yo habría esperado dentro de sus dife-
Dicho de otro modo: ésta fue una de las mu- rencias transnacionales.
chas pruebas de convicción que me llevaron a la Desearía ofrecer aquí una pequeña visión de
conclusión de que el profesor Kerkhofs estaba en conjunto de estas dos dimensiones, con el fin
el buen camino al pretender medir los valores de de mostrar cómo actúan en los países, en las so-
forma empírica, pues éstos no sólo están en la ca- ciedades de todo el mundo. La literatura acerca
beza de la gente, sino que ejercen un impacto de la modernidad es muy extensa, y en su mo-
muy poderoso en aspectos muy importantes, ta- mento Max Weber y Karl Marx ofrecieron versio-
les como los índices de natalidad, de crecimiento nes diferentes para explicar lo que estaba suce-
económico, de democracia. El vínculo entre creen- diendo, pero ambos coincidieron al considerar
cias y valores y el mundo real es muy fuerte. que el desarrollo económico aportaría cambios
Así que hicimos la pregunta (cuya respuesta predecibles en la cultura, la política y la sociedad.
sospechamos desde el principio que iba a ser: «Sí, Muchas son las personas que convendrían en
las motivaciones están cambiando»), y ahora con- que estaban en lo cierto. Para plantear la cuestión
tamos con veintitantos años de datos recopilados de forma breve: encontramos diferencias enor-
sobre esta materia. Después de veinticinco años mes entre la visión del mundo de las personas
estamos en disposición de ver el modo en que las que viven en sociedades ricas de las que viven en
cosas han ido evolucionando con el tiempo. En sociedades pobres. Quizá esta afirmación no les
algunas sociedades tenemos un valioso elenco de haya resultado ninguna revelación. Digamos que
datos reunidos durante más de veinte años, y una Karl Marx lo sostuvo hace ya mucho tiempo, pero
de las cosas más inadvertidas y a la vez gratifican- tendremos que reconocer que a él se le ha discu-
tes es constatar la sorprendente coherencia de los tido mucho y que se equivocó en multitud de
valores humanos. No parece que los valores polí- cuestiones. No podemos dar por supuesto que
ticos de una persona sean independientes de sus Marx tuviera razón en todo.
valores religiosos, o de su forma de entender la Tenía razón por lo que respecta a la noción se-
sexualidad, o la educación, o de sus expectativas gún la cual el desarrollo económico parece aca-
para el tiempo libre, o de la importancia que con- rrear transformaciones en consonancia relaciona-
fiere a la amistad… La visión del mundo de las das con las motivaciones y los puntos de vista. Una
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gran dimensión de este tipo de cambio, que es só- do. De hecho, hoy en día hay más personas cre-
lo una parte del material recopilado, está vincula- yentes en el mundo que nunca hasta ahora, al
da con la industrialización, ese clásico de la litera- menos nuestros datos así lo muestran.
tura en torno a la modernidad del que todo el La sociedad postindustrial ofrece otra trans-
mundo ha oído hablar en mayor o menor medida. formación que supone una razón añadida de por
La industrialización parece estar relacionada con qué la versión clásica de la teoría de la moderniza-
el paso de unos valores tradicionales a otro tipo de ción es demasiado simple. Los cambios de los que
valores que llamaríamos secular-racionales, idea hablaron Karl Marx y Max Weber son sólo una
expresada ya por muchos autores.Aunque tenien- parte de la cuestión.A partir de cierto punto, la his-
do en cuenta la multiplicidad de factores que in- toria cambia de rumbo y el tipo de cambios que se
tervienen, las cosas son algo más complejas. dan en ella son muy distintos. Con la sociedad
postindustrial aparece una dimensión diferente,
en la que el ascenso de la sociedad del conoci-
El desarrollo económico parece acarrear
miento trae consigo el paso de unos valores de su-
transformaciones en consonancia
pervivencia a otros valores más propios de la ex-
relacionadas con las motivaciones presión de la personalidad individual. Queda así
y los puntos de vista superado el tradicional continuum secular-racional,
una idea bien conocida. Esta otra dimensión nece-
Es cierto que se ha dado un proceso de secu- sita un nombre nuevo porque se trata de algo que
larización, pero sólo en parte, pues también es ver- no había hecho aparición hasta estas últimas déca-
dad, aunque pueda parecer paradójico, que hoy das. Es un cambio hacia el que sólo las sociedades
en día hay en el mundo más personas que nunca ricas se dirigen, pero es muy importante.
con creencias religiosas tradicionales. Se trata de Estamos hablando de un giro hacia una direc-
uno de esos elementos ambivalentes, por cuanto ción diferente, de modo que la noción, al estilo
si bien es verdad que en las encuestas encontra- de la mentalidad marxista, de una versión sim-
mos datos que sustentan por doquier una teoría plista y lineal de la historia según la cual uno se
general de la modernización, un elemento de la sube al tren en una sociedad agraria y se baja en
cual sería la secularización, la complicación sur- esta sociedad industrial predeterminada, al final
ge cuando se tiene en cuenta que esta misma se- de la línea (que es el final de la historia), es dema-
cularización es precisamente uno de los factores siado simple.
relacionados con el enorme descenso de los índi- La historia ha llegado a un punto decisivo con
ces de natalidad, de manera que los países en que el advenimiento de la sociedad postindustrial, en
se produce este fenómeno de la secularización la cual las condiciones de vida son muy diferen-
están por debajo del nivel del índice de natalidad tes de las de la sociedad industrial. En lugar de
que se considera el límite para el relevo gene- trabajar en fábricas de producción en cadena, la
racional, por lo que cada vez representan una gente trabaja con la mente, y con la imagina-
porción más pequeña de la población mundial. ción… Y la estandarización, la centralización, la
Así, aunque hay países en los que el proceso de burocratización, la jerarquización, y todo aquello
secularización es claro, como en España, por de lo que tan brillantemente habló Max Weber
ejemplo, o en Francia, Italia, Estados Unidos, Ja- como característico de la sociedad industrial, re-
pón y Canadá, también encontramos una evolu- sulta cada vez menos válido para la sociedad pos-
ción muy interesante que apunta a que la idea de tindustrial. Y hay otro elemento con el que Marx
que la religión va a ser borrada del mapa no es ni siquiera soñó, ni tampoco Weber, ya que no se
cierta en absoluto. La religión no ha desapareci- ha dado hasta mucho tiempo después de la muer-
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te de ambos, y es que la seguridad existencial se autonomía, y en tantos otros factores. Esta situa-
ha convertido en algo que la gente da por garan- ción nueva, en que se da mayor importancia a la
tizado. Esto es algo que hasta ahora muy poca calidad de vida y se le resta a la autoridad tanto
gente a lo largo de la historia había tenido asegu- secular como tradicional, está dando paso a una
rado, y que cambia por completo la forma de visión del mundo también diferente.
afrontar la vida. Es un cambio que supone dejar De modo que la industrialización supuso un
atrás un mundo en que la supervivencia es in- cambio de mentalidad, de lo tradicional a lo se-
cierta, y la idea de la supervivencia es tan básica cular-racional. Pero luego ha venido una reivin-
que si es incierta transforma por completo la ma- dicación de los valores. Veamos a continuación
nera de enfrentarse a la vida, los valores, la forma qué valores son estos.
de vivir la vida en general.
Es en las sociedades ricas postindustriales en
La religión sigue constituyendo un factor
las que la supervivencia se da por supuesta y está
vertebrador de vital importancia para
garantizada, como consecuencia de los grandes
progresos económicos que han llevado a la socie- la gran mayoría de la población mundial
dad del bienestar. La mayoría de las personas que
viven en estas sociedades dan por garantizada su Si partimos de los valores de la sociedad tra-
supervivencia, pero lo hacen además de un mo- dicional, los factores que medimos en nuestras
do inconsciente, pues han nacido y se han cria- encuestas indican que existe todo una conjunto
do en ellas, y la forma de enfrentarse a la vida de cosas que van asociadas unas a otras con una
cambia notablemente. Lo que presenciamos es coherencia sorprendente. La primera de ellas es
la aparición de una visión del mundo fundamen- la religión: la religión es importante. Tengo que
talmente diferente, algo que tanto las encuestas reconocer haber subestimado la importancia de
de valores mundiales como las europeas han co- la religión cuando yo no era más que un joven so-
menzado a explorar y nos proporcionan ya una ciólogo y ninguno de mis compañeros era muy
imagen concreta de lo que está sucediendo. religioso. Por aquel entonces todos creíamos que
De modo que la situación es que tenemos es- la religión acabaría desapareciendo, así que para
tas dos dimensiones del cambio, que podríamos qué preocuparse. Era una conclusión demasiado
resumir de forma esquematizada: tenemos un gi- prematura. La religión sigue constituyendo un
ro hacia la modernización en la cultura a partir factor vertebrador de vital importancia para la
de una autoridad tradicional hacia una autoridad gran mayoría de la población mundial. Es cierto
legal racional, y desde una economía basada en la que su influencia decrece en Europa, como tam-
estabilidad hacia una sociedad en que lo predo- bién lo ha hecho en España, pero continúa siendo
minante es el crecimiento económico. Se trata de muy importante en la mayor parte del mundo, e
un cambio de dirección y de un cambio cultural, incluso si nos circunscribimos solamente a Euro-
algo que podría llamarse postmodernismo, socie- pa, el hecho de saber si una persona es practican-
dad postindustrial, sociedad del conocimiento. te o no de alguna religión nos dice muchas cosas
Las etiquetas son intercambiables con tal que se acerca de todo lo demás: su forma de ver el mun-
comprenda el contenido. Es un cambio que im- do, sus expectativas con respecto a la vida, su
plica un giro en una dirección diferente, en que mentalidad y sus motivaciones.
cada vez va contando menos la optimización eco- Tenemos muchos indicadores referidos a la
nómica a cualquier precio, a expensas del impac- religión y todos ellos apuntan en la misma direc-
to en el medio ambiente, en la felicidad humana, ción. Se trata de una dimensión muy importante
en la expresión de la personalidad propia, en la y no sólo por ella misma, pues está relacionada
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con muchos otros elementos que no serían sin bre la familia. Para estas personas sus padres cuen-
ella evidentes por sí mismos, como por ejemplo tan de verdad en sus vidas. Por desgracia, en las
las normas que una persona enseña a un hijo. Las sociedades más modernas la influencia de los pa-
sociedades tradicionales ponen mucho énfasis dres no es tan relevante como parece serlo en las
en la enseñanza a los niños de la obediencia, pa- sociedades tradicionales.
ra que sigan las normas tradicionales. Las socie- Hay otros elementos nada sorprendentes: el
dades laicas racionales, por su parte, ponen ma- divorcio, por ejemplo, el aborto, son cosas que
yor énfasis en la independencia, en que piensen en las sociedades tradicionales se rechazan, o no
por ellos mismos, en la determinación… Todo un se aceptan. En las sociedades secular-raciona-
conjunto de cosas muy diferentes. les se aceptan mucho más.
Otro elemento relacionado empíricamente En las sociedades tradicionales suele también
con todo esto es el patriotismo, el sentimiento de haber más límites para vender bienes proceden-
orgullo por la propia nación. Esta relación no re- tes del exterior.Y otro elemento es el respeto ha-
sulta evidente por sí misma, pero existe de hecho cia la autoridad. Las personas tienden en ellas a
una correlación empírica muy fuerte en las socie- reconocer que sería deseable un mayor respeto
dades que valoran mucho la religión y los valores a la autoridad. En las sociedades secular-raciona-
educativos tradicionales, en el sentido de que lle- les la autoridad es un bien depreciado.
van aparejado un fuerte sentimiento de orgullo Creo que se ha esbozado hasta aquí un paisa-
nacional. Si yo tuviera que elegir una sociedad je panorámico de la cuestión. Hay por supuesto
realmente buena escogería con seguridad Sue- muchísimas preguntas en el World Values Sur-
cia. Creo que España estaría en la misma línea, veys que miden estas cuestiones, por lo que esto
pero si tuviera que optar por una, me decantaría no es más que una minúscula muestra de los mu-
por Suecia, pues en mi opinión es la más aventa- chos factores vinculados con la cuestión, esto es,
jada dentro de esta misma línea progresista. Para con la dimensión de la modernización, de la in-
mí es una buena sociedad. Tal vez podría pensar- dustrialización, pero se trataba de dar una imagen
se que, en consonancia, debería ser el país con de conjunto. Son elementos que configuran una
un más alto sentimiento de orgullo nacional, y en misma dimensión: la religión, Dios, la familia, la
cambio no es así. Es más bien todo lo contrario. patria… Se trata de una visión del mundo clásica
Las sociedades pobres, las sociedades tradiciona- y fundamentada en la autoridad, y hemos consta-
les, muestran un orgullo nacional mucho más tado que sus aspectos psicológico y empírico van
fuerte que las sociedades ricas. juntos. Es una dimensión con respecto a la cual se
Un elemento más que constituye otra de estas aprecia un cambio generacional en las sociedades
importantes dimensiones sería el constatar las di- postindustriales a favor de posturas más alejadas
ferencias en el modo de ver el mundo de las perso- de los valores religiosos.
nas entre las sociedades ricas y las pobres, entre las Es interesante comparar los diferentes tipos
sociedades secular-racionales y las tradicionales. de sociedades, constatar las diferencias genera-
Y hay otras muchas cosas, por ejemplo, en las cionales entre las personas jóvenes y mayores.
sociedades tradicionales es frecuente oír a la Para ello comenzamos por los grupos o cohortes
gente decir cosas tales como: «Una de las metas de mayor edad, para descender a continuación al
más importantes en mi vida es hacer que mis pa- siguiente grupo de personas no tan mayores; lue-
dres se sientan orgullosos.» Esta idea está muy go pasamos a los grupos de mediana edad y final-
presente en las personas que viven en sociedades mente a los más jóvenes. Por tanto seguimos una
tradicionales, a las que guía el sentimiento de línea descendente en cuanto a la edad de los gru-
vergüenza, es decir, de no acarrear vergüenza so- pos, y encontramos así que en las sociedades
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postindustriales las personas mayores otorgan a cambios en las últimas décadas con respecto a
la religión una importancia mayor que los jóve- estas cuestiones. Los padres de las generaciones
nes. Pero en las sociedades agrarias no encontra- de universitarios actuales tuvieron visiones muy
mos diferencias. No se trata pues de algo que pu- diferentes de éstos, pero este cambio no se ha da-
diera formar parte del ciclo vital humano: cuanto do por igual en todos los países.
mayor se haría la persona, más creyente se volve- Y es una transformación que ha tenido lugar
ría. De hecho, en las sociedades agrarias los jóve- con el paso del tiempo en todo el mundo, tal y co-
nes son tan creyentes como los mayores, o quizá mo queda reflejado en las distintas rondas de en-
incluso ligeramente más. cuestas sobre valores. Apenas tras cinco o diez
De modo que pienso que en algunas socieda- años ya encontramos cambios significativos, so-
des está produciéndose un cambio generacional bre todo en un extremo de la franja de población,
involutivo. Pero esto es sólo una parte del cuadro entre los elementos jóvenes con mejor nivel de
de conjunto: el advenimiento de la sociedad pos- estudios de los países ricos. También me gustaría
tindustrial trae consigo otra dimensión de cambio, hacer esta pregunta, aunque es tan obvia que
que es la que va de los valores de supervivencia a quizá esté mal planteada. En algunos países, co-
los de expresión de la personalidad individual. Y mo Egipto, el 99% de la población conviene en
esto es algo que no resulta ya tan familiar. No se que los hombres son mejores líderes políticos
trata ya de la clásica dimensión de la moderniza- que las mujeres. Es evidente por sí mismo que la
ción, sino de un cambio de un tipo diferente. La respuesta es la otra respuesta. Es algo que varía
novedad estriba en primer lugar en pasar de dar mucho, en otras palabras, es un buen indicador
una importancia absoluta a la seguridad económi- para esta dimensión.
ca y física, a dar mayor énfasis a la expresión de la Las motivaciones de los niños cambian tam-
subjetividad. Es una transformación que viene es- bién mucho, en cuanto a la hora de darles mayor
tudiándose de un tiempo a esta parte. Otra forma o menor importancia, en las sociedades orienta-
de describirla sería diciendo que es una transfor- das hacia la supervivencia. Los niños dan mucha
mación que va de unos valores materialistas a importancia a tener buenos ingresos y a un tra-
otros postmaterialistas.Y está realizándose con ra- bajo seguro, por encima de la realización perso-
pidez y firmeza. Es uno de los mejores indicadores nal o de trabajar con personas afines.
de esta dimensión, pero por mucho que sea una de La actitud hacia los gays y las lesbianas, hacia
las cosas por las que llevo interesado desde hace la homosexualidad, es también otra cuestión que
mucho tiempo, resulta que tan sólo es un indica- está experimentando un cambio verdaderamente
dor más de un proceso de cambio cultural mucho histórico. Nosotros así lo hemos constatado de una
más amplio y generalizado. ronda a otra de encuestas.Vemos grandes diferen-
Otra cuestión estrechamente ligada con ésta cias entre países pobres y ricos, que están sin duda
es la de la igualdad entre los sexos. Las encuestas relacionadas sobre todo con el advenimiento de la
sobre valores tienen cinco ítems diferentes para sociedad del conocimiento.Y aunque los cambios
medir el grado de conformidad con la igualdad son muy grandes entre países pobres y ricos, lo
sexual. El mejor indicador para comprobar si una son en especial entre sociedades industriales y
persona está a favor o en contra de la misma ha postindustriales. Encontramos también grandes
resultado ser el siguiente: «¿Considera a los hom- diferencias generacionales, y es que en estas cues-
bres más capacitados que a las mujeres para eri- tiones los jóvenes muestran actitudes muy dife-
girse como líderes políticos?» La respuesta a esta rentes con respecto a los mayores. Es un indicati-
pregunta ofrece una variedad enorme en todo el vo más de la tolerancia a la diversidad, algo que en
mundo. En España han tenido lugar grandes este punto de la historia constituye un buen indi-
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cador para esta dimensión, porque hay una enor- En los grupos de personas mayores de aquella
me variación en cuanto a su aceptabilidad. época sí había una enorme predominancia de lo
El rechazo a los extranjeros está relacionado materialista sobre lo postmaterialista. Entre la ge-
con este mundo subjetivo; la participación en la neración de postguerra de 1970 encontramos una
política, la protección medioambiental, forman ligera preponderancia de lo postmaterialista sobre
parte asimismo de esta amplia dimensión referen- lo materialista. En aquel punto, en 1970, podía ha-
te a valores de supervivencia frente a valores de ex- berse defendido que se trataba de un fenómeno
presión de la personalidad.Y también aquí encon- propio del ciclo vital, y que cuando los grupos en-
tramos una transformación intergeneracional, que vejecieran se volverían tan materialistas como los
parece haberse dado con mayor rapidez, una vez grupos de personas más mayores. Podía haberse
más, en las sociedades postindustriales. Encontra- pensado que eran jóvenes con pájaros en la cabe-
mos grandes cambios, al estudiar nuestros mues- za, que eran unos tontos idealistas que se volverí-
treos, si comparamos los sectores de más edad con an realistas con la edad. Pero no lo hicieron.
los más jóvenes, pues hacia éstos es hacia donde se Treinta años más tarde no han cambiado.
desplaza el peso de los cambios a favor de los valo- Siguen donde estaban hace treinta años. Sus
res de expresión personal. En las sociedades agra- valores han permanecido estables, lo cual signi-
rias encontramos muy pocos cambios, a excepción fica que sus respectivas sociedades han cambia-
del grupo de personas muy mayores. La curva re- do. Estas diferencias generacionales predicen los
presentativa de los cambios generacionales es en cambios que se han observado efectivamente a
verdad muy plana en las sociedades agrarias. partir de 1970 (y no digamos de 1981), en este ca-
En la ronda europea de encuestas de 1970 ya so en las rondas europeas de encuestas. De 1970
medimos uno de estos ítems referentes a los va- a 1999 todos estos países se han transformado,
lores materialistas y postmaterialistas, y encon- 1970 era negro y 1999 es verde, y sus sociedades
tramos de hecho notables diferencias con res- se han transformado también de forma señalada,
pecto a la edad. Por aquel entonces se publicó la a partir de valores predominantemente materia-
predicción de que las encuestas reflejaban un listas hacia valores postmaterialistas.
cambio generacional y que no se trataba por tan- En una escala, el cero representaría que en
to de un fenómeno circunscrito al ciclo vital. Se una sociedad hay tantos materialistas como post-
trataba como digo de una predicción porque en materialistas. En todas estas sociedades hay más
aquel punto, contando con datos procedentes de personas materialistas que postmaterialistas.
tan sólo una serie de encuestas, no podía afirmar- Ahora bien, la mayoría de ellos están en el cero o
se con seguridad que se tratase de un ciclo vital o por encima de cero, han evolucionado hacia po-
de un cambio generacional. siciones más postmaterialistas durante todo este
Pero ahora que hemos podido seguir los estu- período de tiempo.
dios sobre estos mismos valores a lo largo de más Contamos con algunos elementos de predeci-
de treinta años, los resultados son claros. Si se hu- bilidad. El mundo es complejo, no se trata tan só-
biese tratado de un fenómeno relacionado con el lo de una cuestión de cambio generacional, hay
ciclo natural de la vida humana, entonces, al en- que tener también en cuenta las cosas que pasan
vejecer, habríamos encontrado una enorme pre- en el mundo en un momento determinado. Pero
ponderancia de los valores materialistas sobre los existe un elemento de predecibilidad en los cam-
valores postmaterialistas, y obviamente una preo- bios de valores que están produciéndose.Y es que
cupación fundamental por la seguridad física y tales cambios están lejos de ser aleatorios. Como
económica, frente a la expresión de la individuali- ya he mencionado, las sociedades agrarias ponen
dad, la libertad de expresión, la calidad de vida. el énfasis en los valores tradicionales y de supervi-
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vencia. En consonancia con esta tesis general de la Otro punto importante que se suscita es el de
modernidad, las sociedades ricas tienden a poner por qué no podemos aceptar sin más la versión
el énfasis en los valores seculares racionales y de clásica de la teoría de la modernización, y por
expresividad de la personalidad, que confiere otro qué hay que añadirle el corolario del cambio cul-
elemento más de predecibilidad a estos cambios. tural, vinculado a ella hasta un grado en verdad
El desarrollo económico tiende a favorecer el sorprendente. Lo que sorprende es hasta qué
cambio de unos valores a otros. Estados Unidos punto la herencia cultural de una sociedad influ-
es un caso extremo interesante, pues se trata de ye en los valores contemporáneos de ésta. En
una sociedad que concede una gran importancia otras palabras, el hecho de que una sociedad fue-
a los valores de la expresividad de la personali- ra históricamente protestante, católica romana,
dad, está muy por encima en esta dimensión que islámica, ortodoxa o hindú modifica su punto de
otros países, pero en cambio es mucho más tradi- partida, el cual se refleja hoy en día en su sistema
cional, mucho más religiosa y mucho más patrió- de valores. Así, la Europa protestante es diferen-
tica y nacionalista que otras sociedades ricas. Se te de la Europa católica. La primera vez que repa-
trata de un fenómeno curioso, podría abrirse un ré en ello pensé: «Qué coincidencia: en todos los
amplio debate sobre la cuestión, analizar las cau- países protestantes su nivel de confianza es alto,
sas. Me limitaré aquí a constatar que se trata de y en los países católicos, bajo.» Y luego fui viendo
una constante fiable en todas nuestras encuestas. que en un país tras otro existen diferencias cultu-
El hecho de que Estados Unidos constituya un rales persistentes que encierran una coherencia
país mucho más tradicional, religioso, nacionalis- propia, pero que todos ellos además son hoy día,
ta y patriótico que otros países ricos tiene conse- más o menos, países postcristianos.
cuencias significativas. Esto forma parte de una En el norte de Europa, en países como Suecia
verdadera diferencia de valores entre Estados o Países Bajos, los índices de asistencia a la igle-
Unidos y la mayor parte de los países europeos. sia son muy bajos. En Alemania oriental y en
Por otra parte, en la otra importantísima di- Suecia, por ejemplo, el porcentaje de personas
mensión referente a los valores de expresividad que van a misa todas las semanas es de un 5 o un
de la personalidad, Estados Unidos ocupa el pri- 6%, y en Países Bajos algo menos incluso. Podría
mer lugar junto con Gran Bretaña, Francia, Ale- decirse que son en cierto modo países ex protes-
mania, Suecia, etc. En otras palabras, está muy tantes. Las iglesias se usan como museos y hote-
adelantado en esta dimensión. Trataré de ofrecer les. Pero siguen siendo muy protestantes: en
una razón de por qué esta dimensión es tan im- cuanto a su sistema básico de valores, los suecos
portante. Es la dimensión vinculada con la de- de hoy son muy protestantes, aunque no vayan a
mocracia. La democracia aparece en muchas pre- la iglesia.Y si tienen esta mentalidad, no es por lo
guntas. Aunque se trate de valores que están en que puedan aprender en las iglesias, sino por el
el interior de la mente de las personas, están muy impacto que sigue ejerciendo sobre ellos la in-
vinculados con la democracia. Esta dimensión fluencia histórica de haber sido modelados por el
tiene una correlación de 0,83 con la democracia. protestantismo (o en otros casos, por el catolicis-
Los países que alcanzan una puntuación alta en mo, o por el imperio colonial anglófono). Los paí-
esta dimensión son, presumiblemente, más de- ses poblados por inmigrantes procedentes de las
mocráticos; se trata de culturas fortalecedoras de islas Británicas conforman una zona cultural pro-
la democracia. En esta dimensión, Estados Uni- pia. La Europa católica constituye también una
dos y Europa ocupan los lugares preferenciales; zona cultural por sí misma, así como América La-
en esto están en consenso. En otras cuestiones se tina, que configura una zona cultural muy vigoro-
aprecian diferencias significativas. sa. En las sucesivas rondas de encuestas, hemos
Quaderns de la Mediterrània 31

ido viendo cómo los países iban orientándose ha- mundial. La dimensión que va de los valores de
cia las direcciones predichas. supervivencia a los valores de expresión de la
En nuestras encuestas de 1990 no obtuvimos personalidad es un indicativo importante de
datos de Australia ni de Nueva Zelanda. Habíamos otros factores, en tanto que éstos están muy rela-
definido una zona cultural anglófona y habría re- cionados con aquéllos. Son indicadores de los ín-
sultado un problema embarazoso que Nueva Ze- dices de libertad de una sociedad, del nivel de de-
landa hubiera quedado en una zona y Australia en mocracia de sus instituciones, del grado de
otra. Lo mismo sucede con América Latina: al libertades políticas y civiles que existe en ella. Y
principio sólo teníamos cuatro países, en tanto tal y como puede comprobarse estudiando los da-
que en encuestas más recientes hemos alcanzado tos, éstos están estrechamente relacionados con
la cifra de once, y siguen entrando en una misma estos índices. Las sociedades que confieren una
zona cultural común.Tan predecible como una zo- mayor importancia a los valores de supervivencia
na sudasiática en que entran la mayor parte de los frente a los valores de expresión personal tienen,
países islámicos, existe también una zona ortodo- casi sin excepción, un grado de democracia bajo.
xa donde entran las sociedades de tradición orto- Encontramos entre éstos países como Bielorru-
doxa, salvo Grecia.Y es que también cuenta el fac- sia, Armenia, Georgia, Rusia, Ucrania, Rumanía,
tor ex comunista. En otras palabras, la historia ha China, etc. Entre los países que, en cambio, otor-
dejado su huella en estos sistemas de valores. Ale- gan mayor importancia a los valores de expresión
mania oriental, tras haber sido modelada por dé- personal y tienen un grado de democracia alto
cadas de comunismo, es tan diferente de Alemania encontramos España, Suecia, Italia, Países Bajos,
occidental desde un punto de vista cultural como Australia, Nueva Zelanda. Una de las tareas más
pueda serlo la propia Alemania occidental de No- complicadas que se nos presentan en la actuali-
ruega. Son sociedades diferentes que han sido dad es la de ofrecer una explicación a esta rela-
modeladas por una influencia histórica diferente, ción. ¿Lo que sucede es que la democracia trans-
en parte por la religión y en parte, pienso yo, por la forma por entero la cultura de un país y hace de
experiencia comunista. sus ciudadanos defensores de la igualdad entre
Aunque ya lo he repetido anteriormente, me sexos, de la confianza, de la tolerancia, del bienes-
gustaría insistir en la idea de que estos valores tie- tar subjetivo? ¿O es más bien que una cultura ba-
nen consecuencias sociales importantes. Influyen sada en la confianza, la tolerancia, la igualdad y el
por ejemplo en los índices de natalidad; después bienestar subjetivo lleva a la democracia? Los
de complejos análisis, parece poder afirmarse con análisis que he venido efectuando en colabora-
verosimilitud que el desarrollo económico está ción con otros colegas indican que ambas cosas
haciendo descender los índices de natalidad, y son en parte verdad. En mi opinión la democracia
que estos están relacionados con los cambios realmente sí que hace que una persona tenga ma-
culturales que el proceso lleva aparejados. La lí- yor confianza, pero creo también que se trata mu-
nea de los índices de fertilidad es inversamente cho más de una cuestión de desarrollo económi-
proporcional por tanto a los valores secular-ra- co, pues éste aporta ciertos cambios culturales a
cionales. Otro punto que hemos destacado es partir de los cuales se instauran instituciones de-
que el hecho de que una sociedad conceda una mocráticas que los retroalimentan. Son cosas di-
mayor importancia a los valores de supervivencia ferentes, sí, pero todo parece indicar que son los
o a los valores de expresión del individuo está es- mismos cambios culturales los que configuran las
trechamente relacionado con el grado de demo- condiciones de posibilidad para la instauración y
cracia que exista en la misma. Esto es de una la supervivencia de la democracia.
gran importancia para todo el escenario político

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