Esto
significa que cualquier teoría de la religión que excluya la biología o la cultura será parcial
en el mejor de los casos y francamente engañosa en el peor. Al enfatizar un enfoque
biocultural para el estudio de la religión, estamos abordando un problema de larga data
en la academia contemporánea: muchos científicos sociales sospechan del reduccionismo
biológico, mientras que los biólogos y neurocientíficos a menudo desprecian la cultura.
Creemos que ambas posiciones son demasiado unilaterales, por lo que pedimos distensión
en esta batalla de décadas entre la naturaleza y la crianza. Lideramos con el ejemplo, lo
que significa que tenemos que estar agresivamente y rigurosamente equilibrados. En
IBCSR, afirmamos que la biología es real: los humanos no son pizarras en blanco. Pero
también destacamos que la influencia de la cultura es enorme y dominante, y que casi
nada en religión se reduce a la mera biología. De hecho, en el mundo real, la biología y
la cultura se influyen mutuamente y se influyen mutuamente en un ciclo de
retroalimentación sin fin.
Resumen