Está en la página 1de 1

COMO ESTUDIAR

de trabajo que nunca seréis capaces de poner en práctica. Normalmente sólo necesitáis un horario para vuestras
clases y para las horas de estudio particular. Se puede dejar seguir su curso a las otras actividades siempre que
quede una cantidad razonable de tiempo para el ejercicio, el deporte y las actividades de tipo social y cultural.
Intentar planificar cada hora de vuestra vida sería pedante e impracticable.
Horas de estudio requeridas.

En cuanto a la cantidad total de horas de estudio es necesarío conocer aproximadamente el promedio de trabajo que
suelen hacer la mayor parte de estudiantes. El promedio de horas de estudio es de unas cuarenta por semana. los
estudiantes de letras suelen tener unas veinte horas de clase por semana y pasan unas veinte horas estudiando
-leyendo, escribiendo disertaciones, etc.-. los estudiantes de ciencias pasan unas treinta horas por semana en las
clases y laboratorios, pero no suelen dedicar más de quince horas al estudio. Estos no son más que promedios tipo,
por supuesto. Dentro del armazón general cada persona debe determinar por sí misma cuanto tiempo ha de pasar
estudiando, pero casi con seguridad la totalidad de horas será del orden de treinta a cincuenta. los estudiantes
inteligentes trabajan más deprisa que los que tienen menos facultades, pero dos estudiantes de la misma
inteligencia pueden pasar una cantidad muy diferente de horas estudiando. Uno, satisfecho sólo con ir pasando,
puede alcanzar un promedio de unas pocas horas semanales; el otro, arrastrado por una curiosidad intelectual o por
el deseo de superación, puede aprender con amplitud y hacer mucho más de lo que se exige.
Hay que decir que la mayor parte de estudiantes sobrevaloran su rapidez en el trabajo y la cantidad de materia que
pueden ver en un tiempo determinado. Por ello es una buena costumbre dejar unas pocas horas libres como
«margen de seguridad». As! mismo, vuestras horas de estudio nunca han de ser excesivas. los estudios industriales
muestran que si se trabaja un número de horas excesivamente grande durante un largo período, el rendimiento
disminuye realmente y se convierte en menor que el rendimiento que se puede lograr con menos. número de horas.
Sin embargo, la totalidad de horas de trabajo habría de sobrepasar las setenta por semana para que tuvierais que
empezar a preocuparos por ello.
El modelo común de las horas de trabajo.

Si os dedicáis exclusivamente al estudio, el modelo de la distribución de clases entre las cuales debéis intercalar los
ratos de estudio privado suele ser de este tipo: de lunes a sábado las clases
26
PLANES Y I:IORARIOS
os ocuparán la mayor parte de las horas de la mañana con algunos
períodos libres de vez en cuando entre clase y clas¿. Las tardes
estarán ocupadas por clases prácticas o de laboratorio en Ciencias y serán más libres en Letras. Cada día hay un
-
período entre cuatro y siete en el que no se hace gran cosa es la hora del café y las reuniones sociales, de los clubs
y asociaciones (*).
Si soléis iros a la cama alrededor de las once ello significa que la mayor. parte de vuestro estudio particular lo
realizáis cada día entre las siete y las once aproximadamente. En muchas secciones de Ciencias hay clases el sábado
por la maflana, pero lo hacen en pocas de Letras. Se suele dejar los sábados por la tarde para deporte y
entrenamiento y los domingos para reflexionar, descansar, salir al campo o para las ceremonias religiosas.
Como consecuencia, la solución más natural para los estudiantes de letras es el hacer que sus veinticinco horas de
estudio tengan lugar a primera hora de la tarde (4 por 2 horas) y a última hora de la tarde (4 por 3 horas) los lunes,
martes, jueves y viernes, distribuyendo las cinco horas restantes entré los ratos libres por la maflana o en los fines de
semana. Los estudiantes de ciencias distribuirán sus quince horas de estudio (suponiendo que estén plenamente
ocupados por las tardes con las prácticas) a última hora de la tarde (4 por 3 horas) los lunes, martes, jueves y vier -
nes, colocando el resto en las horas sueltas de la mañana o en los fines de semana.
A menos que seáis individuos excepcionales haréis bien en no apartaras demasiado de este horario tipo de carácter
general. Suele ser una equivocación que proyectéis un cargado programa de trabajo para el sábado por la noche, por
ejemplo, cuando el resto de la gente sale para distraerse. La influencia de las atracciones opues
tas será mayor y consumiréis más energía en vuestro trabajo.
Y, por el contrario, si os ajustáis al modelo corriente de trabajo, al ver a los otros que trabajan o el mero
conocimiento de que lo están baciendo, facilitará vuestra propia tarea.
Evitad las últimas horas de la noche.
Una desviación corriente de esta juiciosa distribución consiste en empezar a trabajar tarde, posiblemente después de
una serie de actividades sociales y trabajar hasta primeras horas de la madrugada.
Algunos estudiantes pretenden que cuando realizan mejor sus trabajos es ya entrada la noche, sin distracciones,
mientras los demás
(') N. del T. Téngase en cuenta que se habla de estudiantes británicos.
.27 \

También podría gustarte