Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Hoy en día, cada vez más, nuestras actividades diarias están siendo expuestas en Facebook. Hemos
desarrollado una dependencia con esta red social que puede ser una ventaja, pero que también encierra
algunos riesgos.
"La pregunta no es qué queremos saber de la gente, sino, qué quieren saber las personas de ellas
mismas".
Mark Zuckerberg
Hace un par de horas revisé Facebook y pude comprobar que la última foto que publiqué de una reunión
de amigos ya había sobrepasado los 100 likes. Me sorprendió que las fotos son las que tienen un mayor
impacto en esta red social, a diferencia de otra clase de anuncios o mensajes.
También reflexioné cómo, en los últimos años, las actividades de mi vida (a través de fotos o videos) han
pasado de un círculo muy pequeño de familiares y amigos cercanos, a estar expuestas a los ojos de más
personas. Es cierto que aún existen personas que prefieren no tener un perfil en Facebook o que desean
mantener un número muy reducido de contactos, pero ni ellas escapan de la tentación de ver fotos y
perfiles de otras personas en esta red social.
En los años 80, recuerdo que un tío lejano llegaba a la casa de mis padres a visitarnos con su esposa
colombiana. No tenía nada de extraño que un peruano y una colombiana se casaran, pero lo que
resultaba curioso era que se habían conocido a distancia. Eran radio-aficionados y eso significaba que
tenían en casa un equipo de radio que les conocerse y generar una relación que, en algunos casos, podía
terminar en matrimonio.
Lo que en esa época constituía un hecho aislado y curioso, hoy -a través de Facebook- se está
convirtiendo en algo normal para millones de personas en el mundo: conocer a tu pareja o a tu esposa
por las redes sociales es una práctica común de estos tiempos. Sin embargo, Facebook también puede
tener fama de villano cuando se le culpa de divorcios por exceso de información indiscreta en las redes
sociales.
Hoy el impacto de Facebook en la vida de las personas puede llegar a ser inmenso y hay que saber
administrar sus ventajas, pero también prever las consecuencias de una mala decisión nuestra o de
alguno de nuestros contactos virtuales, que puede tener una gran repercusión en nuestra reputación.
¿Estamos preparados para poder manejar nuestra relación con Facebook sin caer en los
riesgos que encierra?