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LIMITES CONSTITUCIONALES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN

COLOMBIA – UN ANÁLISIS DEL CASO VICKY DÁVILA Y CARLOS FERRO

CONSTITUTIONAL LIMITS ON FREEDOM OF EXPRESSION IN COLOMBIA -


AN ANALYSIS OF THE CASE VICKY DÁVILA AND CARLOS FERRO

DANIEL ENRIQUE ROCHA SEGURA1


UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA

RESUMEN

La libertad de expresión en Colombia tiene el rango de derecho fundamental, su


importancia en la vida personal de los sujetos y el desarrollo social hace que su protección
sea una de las finalidades del estado de derecho, analizaremos el desarrollo histórico de su
concepto, sus límites doctrinales y su alcance en el ordenamiento jurídico colombiano.
Destacamos que si bien es cierto, se debe garantizar la libertad a expresarse, en ejercicio de
este derecho pueden existir vulneraciones a otros bienes jurídicos, las afectaciones pueden
ser mayores cuando se trata de reproducción de contenidos en masa o en medios de
comunicación de gran cobertura. Principalmente, la libertad de expresión puede afectar
directamente otros derechos como lo son el derecho a la intimidad a la honra y el buen
nombre.

SUMMARY

Freedom of expression in Colombia has the rank of fundamental right, its importance in the
personal life of the subjects and social development makes its protection one of the
purposes of the rule of law, we will analyze the historical development of its concept, its

1
Artículo de reflexión que se elabora con la finalidad de cumplir con los lineamientos establecidos por la
Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Colombia, como parte de los requisitos para optar por el
título de Abogado, bajo la dirección del docente Dr. Jorge Carvajal.
ROCHA SEGURA, Daniel Enrique. Estudiante de decimo Semestre, Facultad de Derecho Universidad
Católica de Colombia, Sede Bogotá. Correo electrónico: derocha00@ucatolica.edu.co, Código: 2107900.
limits doctrinal and its scope in the Colombian legal system. We emphasize that although it
is true, the freedom to express oneself must be guaranteed, in the exercise of this right there
may be violations of other legal rights, the effects may be greater when it comes to the
reproduction of mass content or large coverage media. Mainly, freedom of expression can
directly affect other rights such as the right to privacy and to honor and good name.

Freedom of expression in Colombia has the rank of fundamental right,

PALABRAS CLAVE

Límites, libertad de expresión, periodistas, afectación, intimidad, honra, buen nombre,


derechos.

KEY WORDS

Limits, freedom of expression, journalists, affectation, privacy, honor, good name, rights
CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN 2. EL DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 2.1.


DESARROLLO HISTÓRICO Y FILOSÓFICO: LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 2.2 LA
LIBERTAD DE EXPRESIÓN: CONCEPTO, FUNCIONES Y ALCANCES 2.3 LIMITES
A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 2.4 LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN
COLOMBIA 3. DEBATES CONSTITUCIONALES 3. 1 LÍMITES
JURISPRUDENCIALES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 4. CASO FERRO: LOS
LÍMITES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 5. CONCLUSIONES 6. REFERENCIAS
LIMITES CONSTITUCIONALES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN
COLOMBIA – UN ANÁLISIS DEL CASO VICKY DÁVILA Y CARLOS FERRO

1. INTRODUCCIÓN

La presente investigación corresponde a un análisis detallado del derecho a la libertad de


expresión en el ordenamiento jurídico colombiano, para empezar, es de trascendental
importancia destacar que “La libertad de expresión y la protección del honor constituyen
derechos humanos, es decir, derechos inherentes a la persona humana que deben ser
respetados por el Estado” (Fuentes, 2000, p. 427).

La libertad de expresión tiene como características principales la búsqueda de la verdad y el


crecimiento del conocimiento personal de los individuos, además de ser un pilar
fundamental para el fortalecimiento de la democracia, es por esto, que en la presente
investigación desarrollamos un análisis de la evolución del concepto en el tiempo y de
cómo se ha desarrollado en la constitución política colombiana.

En ejercicio de este derecho es posible vulnerar bienes jurídicos de terceros, por lo que es
importante demarcar los límites y alcances de la libertad de expresión, para que en el
ejercicio práctico, sea posible identificar las conductas que generan este choque de
derechos y en qué momento, en caso de suceder, se superpone uno sobre otro.

Dentro de los bienes jurídicos que pueden ser vulnerados, lo más común es que
encontremos el derecho a la honra y el buen nombre, entendiendo estos derechos como del
mismo rango dentro del ordenamiento jurídico nacional y es por esto que deben gozar de
las mismas protecciones y garantías.

Para poder evidenciar de forma clara el choque entre los derechos enunciados
anteriormente, hacemos el análisis de un caso práctico que fue de gran impacto a nivel
nacional, no solo por el contenido de las publicaciones y el contexto de la situación, sino
por las calidades de sus participantes por tratarse de personas públicamente expuestas.
2. EL DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
2.1 DESARROLLO HISTÓRICO Y FILOSÓFICO: LA LIBERTAD DE
EXPRESIÓN

El concepto de libertad de expresión ha tenido una evolución significativa a través de los


tiempos, para Bisbal (2005) la corriente liberal tiene sus primeras nociones con autores
como John Milton en su Areopagítica (1644) que basa la libertad de expresión en la
imprenta y su regulación, y John Locke con A Letter Concerning Toleration (1689) que en
cambio otorga más importancia a la libertad de conciencia o pensamiento. Estos autores
consideran que la libertad de expresión es producto de la tolerancia y de la libertad que
tiene cada individuo para pensar y adoptar una posición moral y/o política.

Para Kant (1793) citado por Ortiz (2004), los ciudadanos deben tener la facultad de pensar
por sí mismos y de expresar públicamente su pensamiento, es un derecho inalienable que
tiene el ciudadano ante al jefe de estado. Para salvaguardar este derecho, exige la libertad
de pensamiento y expresión, así, le otorga la facultad al ciudadano de dar a conocer
públicamente su opinión acerca de lo que en las disposiciones de ese soberano le parece
haber de injusto con la comunidad, “la libertad de pluma –añade Kant-, es el único paladín
de los derechos del pueblo” (Ortiz, 2004, p. 101)

Siguiendo la corriente liberal, encontramos a John Stuart Mill, según Bisbal (2005), Mill
está de acuerdo con Milton, en cuanto a que la libertad de expresión permite la
aproximación a la verdad, Mill cree que es útil que haya variedad de opiniones y que los
distintos caracteres se exterioricen, puesto que solo es posible llegar al conocimiento
verdadero a través de la discusión.

En los Estados Unidos se desarrolló una postura liberal que fundamenta políticamente la
libertad de expresión en la democracia, apoyándose en la primera enmienda de la
constitución, “recibió la consideración de formar parte de las “libertades preferidas” para la
Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos” (Dalla, 2000, p. 101), y basaban la
democracia americana en la opinión pública de sus ciudadanos. “Esto le da una connotación
utilitaria a la libertad de expresión, pues se pone al servicio de un sistema político, su
preferencia se pone en relación con las consecuencias que de ello se derivan” (Urioste,
2008, p. 45). Sin embargo, según Hudon (1964), luego del descontento de los ciudadanos
porque no existieran garantías de las libertades individuales, consignados en una carta de
derechos, la primera enmienda reconoce el derecho a la libertad de expresión de una forma
bastante amplia, y con garantías de carácter importante, la enmienda garantizó la libertad de
palabra o de prensa, de forma general, lo que permite a los ciudadanos, la libre
manifestación de ideas, de cualquier modo y así mismo de su reproducción por cualquier
medio.

Para Rawls (2012), en su Teoría De La Justicia, la libertad de expresión y reunión es una


de las libertades básicas que se deben distribuir de forma igualitaria entre todos los
ciudadanos, toda constitución debe garantizarla junto con la libertad política, la libertad de
conciencia y de pensamiento, la libertad personal, que incluye la libertad frente a la
opresión psicológica, la agresión física y el desmembramiento (integridad de la persona); el
derecho a la propiedad personal y la libertad respecto al arresto y detención arbitrarios, tal y
como está definida por el concepto de estado de derecho. Es por esto que para Rawls
(1971), el estado debe ser neutro, debe permitir que las personas sean libres de decidir en
cuanto a creencias religiosas, ideologías políticas o preferencias sexuales, y que son libres
de predicarlas, participar y practicarlas, el estado debe regular con la finalidad de garantizar
la seguridad y el orden público.

Para Habermas (1999) citado por Silva (2013), este compartía con Rawls el concepto de
libertades o derechos privados básicos, veía la libertad de expresión como producto de los
derechos privados clásicos, como la libertad, es decir, que sin los derechos privados
clásicos, en particular una igual libertad de acción, no existiría tampoco ningún medio para
la institucionalización jurídica de aquellas condiciones bajo las cuales los ciudadanos
puedan participar en la praxis de su autodeterminación. Habermas (1999) relaciona el
concepto de opinión pública con el de espacio público, como parte de la participación real
de la autodeterminación de los individuos:

Por espacio público entendemos un ámbito de nuestra vida social, en el que se puede
construir algo así como opinión pública. La entrada está fundamentalmente abierta a
todos los ciudadanos. En cada conversación en la que los individuos privados se
reúnen como público se constituye una porción de espacio público. [...] Los
ciudadanos se comportan como público, cuando se reúnen y conciertan libremente, sin
presiones y con la garantía de poder manifestar y publicar libremente su opinión, sobre
las oportunidades de actuar según intereses generales. En los casos de un público
amplio, esta comunicación requiere medios precisos de transferencia e influencia:
periódicos y revistas, radio y televisión son hoy tales medios del espacio público
(Silva, 2013, p. 116-117).

Ahora que tenemos una visión más amplia respecto del concepto de la libertad de expresión
y su evolución en la teoría liberal, podremos definirlo e identificar sus características.

2.2 LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN: CONCEPTO, FUNCIONES Y ALCANCES

CONCEPTO

Existen diferentes conceptos que buscan definir la libertad de expresión, este concepto
puede estar sesgado por la postura o vertiente política e ideológica del autor, es por esto que
nos basaremos en un concepto neutro como el de Cabanellas, quien define la libertad de
expresión como la “posibilidad de manifestar ideas o estados anímicos, de acuerdo con la
espontaneidad individual, singularmente, cuando trasciende a lo público” (Cabanellas,
1986, p. 182)

La libertad de expresión se refiere entonces a la forma en la que cada persona manifiesta su


percepción respecto de lo que sucede a su alrededor, esa manifestación tiene la finalidad de
hacer que la información adquiera carácter público, es ahí cuando nos encontramos con la
libre difusión de ideas.

Para Ayala (2000) la protección de la libre difusión es vital, es por esto que expresa:

De ello se evidencia la importancia de la libertad de expresión, particularmente la


ejercida a través de los medios de comunicación social, como garantía de una
sociedad democrática. Por ello, el derecho fundamental a la libertad de expresión
debe ser protegido en las sociedades democráticas, a fin de garantizar el derecho
colectivo a la información, especialmente contra las limitaciones o restricciones
indebidas a esa libertad. (Ayala, 2000, p. 36)

Es válido afirmar que de la protección que debe tener cada individuo para expresarse o
manifestarse públicamente, se hace necesario salvaguardar que esa difusión pueda hacerse
de forma masiva, es entonces cuando la libertad de expresión empieza a jugar un papel vital
para la vida en comunidad, fuera de conseguir que la información se propague, la libertad
de expresión tiene doctrinalmente otras funciones dentro de las relaciones humanas, las
cuales enunciaremos a continuación.
FUNCIONES Y ALCANCES

Es de trascendental importancia establecer las funciones de cada uno de los presupuestos


jurídicos existentes, todo esto con el fin de poder llegar a la conclusión de si realmente el
precepto protege la necesidad social para lo que fue creado.

La libertad de expresión se configura como un derecho inalienable y una y garantía de las


sociedades democráticas, pero este precepto tiene gran incidencia en la vida social en
general, si no existiera la libertad de expresión los seres humanos no tendríamos la
posibilidad de manifestar ideas, y es de la manifestación de ideas y de su controversia de
donde vienen los cambios y el desarrollo.

Desarrollaremos una a una las funciones que para Cifuentes (2000) son determinantes para
que la libertad de expresión se configure de forma debida y tenga una real incidencia en la
sociedad.

a. Estimula la búsqueda cooperativa de la verdad.

Para Cifuentes (2000) el intercambio de ideas y pensamientos permite una aproximación a


la verdad, exponer puntos de vista con argumentos, permite que el conocimiento sea
compartido y discutido, de una discusión productiva y fundamentada, parte la necesidad de
indagar y profundizar para fortalecer los puntos de vista debatidos. Para este autor “el
debate abierto permite confrontar ideas y someter a escrutinio las diferentes posturas,
estimulando de manera constante la superación de lo existente y la obtención de logros cada
vez más ambiciosos “(Cifuentes, 2000, p. 202).

b. Promueve la estabilidad y la paz social.

La libertad de expresión es el mecanismo que tiene la sociedad para comunicar sus


situaciones y problemáticas, dice el autor: “la libertad de expresión representa el único
procedimiento eficaz para que la sociedad hable consigo misma” (Cifuentes, 2000, p. 202).
Esto permite que se generen políticas públicas para que las problemáticas se resuelvan de
forma oportuna y pacífica, de lo contrario, las problemáticas no resueltas serían causal de
violencia e imposición, bien sea, por parte del estado o los particulares.

c. Fiscaliza el ejercicio del poder público o social.


Las libertades de expresión, de información y difusión son herramientas al servicio de los
particulares, estas herramientas permiten al pueblo manifestar su inconformidad cuando los
gobernantes ejecutan acciones de forma arbitraria. Al ser garantizadas como un derecho
fundamental, el estado permite que el ciudadano sea libre de manifestar sus
inconformidades respecto del funcionamiento del estado, y del trabajo que hacen sus
funcionarios. Lo anterior es resultado del constitucionalismo, de la creación de los derechos
fundamentales, para el autor: “El constitucionalismo es la reacción del pueblo y del
individuo contra la arbitrariedad del poder” (Cifuentes, 2000, p. 202).

d. Posibilita la autonomía individual.

Las relaciones interpersonales y el intercambio constante de ideas permiten a los individuos


determinar sus preferencias personales y su proyecto de vida. La comunicación diaria es
vital para que los sujetos se familiaricen y conozcan más sobre su entorno, esto permite que
se forjen posiciones y el individuo se auto determine, el individuo es el resultado de cada
uno de los acontecimientos vividos y de la información que se le ha suministrado, es por lo
anterior, dice el autor: “La libertad de expresión no conduce indefectiblemente a un mundo
de sujetos maduros y autónomos. Pero, su extinción, aleja toda posibilidad de lograrlo”
(Cifuentes, 2000, p. 203).

e. Profundiza y perfecciona la democracia y el pluralismo político.

La libertad de expresión permite que los individuos participen en los asuntos que le
interesan a la comunidad, que tomen decisiones políticas y manifiesten su postura. La
democracia como sistema político depende de la opinión individual de cada uno de los
sujetos, para el autor: “Si el individuo no tiene la oportunidad de conocer el pensamiento de
otros y a su turno exponer el suyo propio, decae la participación social en la conformación,
ejercicio y control del poder político” (Cifuentes, 2000, p. 203). Es por esto, que entre más
puntos de vista se generen y su difusión sea eficaz, mayor será la legitimación de la
democracia.

f. Reconoce y afirma la racionalidad y la dignidad de toda persona

La libertad de expresión genera personas racionales, pues del análisis de las ideas cada una
de las personas es libre de llegar a sus propias conclusiones y además, transmitirlas. Para el
autor: “actuar como emisor o interlocutor en el proceso comunicativo social, acredita la
igual dignidad de toda persona humana” (Cifuentes, 2000, p. 203). Esto quiere decir, que el
hecho de participar en una conversación en igualdad de condiciones con otro individuo
hace que cada persona adquiera el mismo nivel de dignidad, permite que cada una de las
personas se exprese en igualdad de condiciones, por lo que genera un ambiente saludable
para el desarrollo racional.

Pero, ¿Si la libertad de expresión es una garantía vital para las sociedades democráticas,
cualquier limitación sería una violación directa al régimen que supone garantiza los
derechos fundamentales?

2.3 LIMITES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

El estado y el constitucionalismo tienen como función vital generar “garantías legales para
todos los ciudadanos; estas deben ser expresadas en Derechos Fundamentales, aplicables de
forma irrestricta, por parte del Estado” (Agudelo et al., 2016, p. 7). El derecho a la libertad
de expresión como uno de estos derechos es un precepto inalienable para los sujetos, su
ejercicio debe estar garantizado y todo tipo de censura previa debe ser seriamente
cuestionada. Expresarse de forma libre, como lo vimos anteriormente, tiene funciones muy
importantes para el crecimiento personal, además de ser un elemento transcendental para el
desarrollo de la vida en comunidad, su mal ejercicio puede generar daños psicológicos y
económicos en terceros, es por esto que para la doctrina ha sido objeto de estudio la
posibilidad de limitar la libertad de expresión, “en definitiva, es posible limitar el producto
de la libertad de expresión en el contexto de un Estado Constitucional de Derecho cuando
tal producto de alguna forma entra en conflicto con otros derechos fundamentales
individuales o colectivos” (Lovera, 2006, p. 57). Lo anterior da una luz sobre los límites a
la libertad de expresión, es claro que tiene el mismo rango constitucional que los otros
derecho fundamentales, por eso no puede imponerse ni vulnerar ninguno.

Como regla general, las limitaciones a la libertad de expresión no pueden ser generadas
como medidas de control preventivo, deben ser estándares de responsabilidad para quien
abuse de la libertad de expresión, es decir, deben ser sanciones futuras a la acción que
genera el conflicto y deben ser fijadas previamente en la ley, en concordancia con el
principio de legalidad, “el abuso de la libertad de expresión no puede ser objeto de medidas
de control preventivo sino fundamento de responsabilidad para quien lo haya cometido”
(García y Gonza, 2007, p. 33).

Como excepciones a esta regla, para García y Gonza (2007), encontramos censura previa
en la exhibición de películas, publicación de libros, revistas y material digital siempre y
cuando la prohibición sea de acceso, es decir, prohibición a menores de edad para acceder a
la exhibición de cierto tipo de películas, todo esto con la finalidad de proteger la moral de la
infancia y adolescencia.

Las constituciones contienen los derechos de forma genérica y global, casi que son como
un “deber ser” de lo que el estado debe garantizar, por esto para Urías (2005), los límites no
se encuentran de forma expresa dentro de la legislación de los países, pero categoriza tres
tipos de límites para la libertad de expresión:

a. Límites al pluralismo:

El pluralismo se refiere a la diversidad ideológica y política que existe dentro de un


conglomerado social, esa diversidad también puede ser por motivo de raza, lengua, etnia o
religión, todas estas manifestaciones humanas tienen la necesidad de hacer públicas sus
ideas y manifestar de forma libre sus creencias. El pluralismo informativo es entonces la
forma en que cada una de estas alternativas manifiesta sus ideas utilizando medios de
comunicación, estos medios de comunicación pueden ser análogos, digitales, impresos, etc.

Respecto de esto, el autor señala:

En la concepción neoliberal el pluralismo se asegura a través de la libertad de


creación de medios de comunicación, sin embargo desde la óptica del Estado
Social se hacen necesarias -de manera complementaria- acciones públicas tanto de
fomento como de sustitución de la iniciativa privada (Urías, 2005, p. 10).

Esas acciones públicas se pueden enmarcar desde dos frentes, el primero es la creación de
medios de comunicación masiva de origen estatal, para que todas las alternativas de vida
dentro de una sociedad puedan participar de forma legítima en la creación y la forma de
compartir el contenido que será transmitido. Generalmente desde este frente no existe
ningún tipo limitación, pues el resultado de esto vulneraria directamente un derecho
fundamental, por lo que ningún tribunal podría aplicar una ley de menor rango, los países
regulan este tipo de situaciones solo cuando se trata de campañas políticas.

Existe otra forma de enmarcar estas acciones públicas, y corresponde a las “auténticas
limitaciones al abordar el tema del derecho a crear medios de comunicación” (Urías, 2005,
p. 10) Cuando se trata de medios de comunicación como televisión y radio, que usan un
espacio que es limitado dentro de la órbita electromagnética, el estado está legitimado para
intervenir y poner cierto tipo de límites, puesto que lo hace en defensa de todas las personas
que no pueden tener acceso a esta forma de comunicar. Si el estado no interviniera en la
creación de este tipo de medios, solo los primeros tres o cuatro que tengan acceso a esta
forma de comunicar tendrían el monopolio de las comunicaciones, vulnerando el derecho
del resto de personas a manifestarse de forma libre. Atendiendo a lo anterior, no es posible
limitar la comunicación en medios impresos, pues todas las personas tiene acceso a la
creación de contenido escrito, por lo que debe ser totalmente libre y autónomo respecto de
las potestades estatales.

b. Límites al derecho a la información.

El derecho a la información corresponde al derecho que tienen todas las personas de estar
informadas. Las personas deben estar informadas para poder utilizar la libertad de
expresión como mecanismo de control ante las autoridades, y así legitimar el ejercicio de la
democracia. Partimos del presupuesto que las actividades realizadas por el gobierno tienen
carácter transparente y público, lo anterior, para el autor, se concreta en dos facultades
diferentes:

Este principio se concreta en dos facultades de actuar distintas pero


complementarias: el derecho de los periodistas a informar de cualquier acción
pública y el derecho de todos los ciudadanos a acceder a los documentos
administrativos que les atañan. Ambos están reconocidos de manera prácticamente
universal. (Urías, 2005, p. 11)

Como excepción a la regla general nombrada anteriormente, se pueden establecer


limitaciones en cuanto al acceso a la información pública cuando adquiere el carácter de
información reservada, para los estadounidenses, para que la información tenga esta calidad
se debe tener en cuenta que no solo es necesario que exista una declaración por parte de las
autoridades negando el acceso a la información, en la mayoría de los estados, esta
información adquiere carácter reservado cuando versa sobre la defensa y seguridad
nacional. En Europa, el concepto adquiere limitaciones más amplias, pues El Convenio
Europeo de Derechos Humanos establece explícitamente entre los valores que pueden
restringir el derecho a la libre información, “la seguridad nacional, la integridad territorial,
o la seguridad pública, la defensa del orden y la prevención del delito” (Convenio Europeo
de Derechos Humanos, 1950, Art. 10). Las anteriores limitaciones corresponden al derecho
de estar informados sobre las acciones de las autoridades.

Existen limitaciones sobre la posibilidad que tiene la sociedad para informarse sobre sí
misma, es decir sobre lo que ocurre entre particulares, para Urías (2005) esto ocurre con los
llamados “juicios paralelos”, los juicios paralelos son juicios sobre la culpabilidad de una
persona respecto de una situación delictiva, que no son dictados por una autoridad judicial,
es un juicio mediático. En este tipo de situaciones no se invoca la violación a la presunción
de inocencia, solo se configura violación a la presunción de inocencia cuando alguna
situación afecta directamente alguna de las etapas o actuaciones procesales, en este
escenario la limitación se debe fundamentar en el derecho al honor y la buena reputación
del acusado, pero para Urías (2005), no existe ningún tipo de vulneración cuando la
información que se publica es veraz.

c. Límites a la libre comunicación

Los límites a la libertad para comunicarse tienen la finalidad de proteger todos los bienes
jurídicos que puedan vulnerar los abusos en los que se pueda incurrir en el ejercicio del
derecho anteriormente enunciado, para Urías (2005) estas afectaciones se pueden clasificar
en dos tipos, la primera corresponde a los valores institucionales que configuran
jurídicamente el estado, estas afectaciones se refieren a excepciones en las que el ciudadano
pueda acceder y conocer información con reserva sobre el funcionamiento de las entidades
estatales, sobre estas ya enunciamos un par de ejemplos en los límites a la libertad de
información. Uno de los valores institucionales protegidos es el “orden público”, las
limitaciones por excelencia en pro de este valor corresponden a las prohibiciones de
reproducir material que contengan información contraria a las buenas costumbres, a la
salud o a la moral pública.
La segunda parte de la clasificación corresponde a las afectaciones que se pueden presentar
a los derechos reconocidos constitucionalmente para el autor los derechos mayormente
vulnerados los encontramos en la constitución española:

Artículo 20.4: “el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la


protección de la juventud y de la infancia”. Estos derechos, efectivamente, son los
que –por su propia naturaleza, referida a la percepción pública de las personas- más
pueden verse debilitados por un uso incorrecto, por expansivo, de la libertad de
comunicación. (Urías 2005, p. 12-13).
Es necesario conceptualizar cada uno de los preceptos enunciados con el fin de tener una
aproximación más directa al límite que supone se deriva de los derechos fundamentales
propiamente dichos.

El honor se concreta en cómo se ve un individuo frente a la colectividad, según su


definición general, por honor se entiende: “Gloria o buena reputación que sigue a la virtud,
al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y acciones
mismas de quien se la granjea” (Real Academia De La Lengua Española, 2001, párr. 3). La
honra “está íntimamente relacionada con las actuaciones de cada persona, pues de ellas
depende la forma como transfiere su imagen y son ellas las que en últimas fundamentan un
criterio objetivo respecto de la honorabilidad del comportamiento del ciudadano” (Bautista,
2015, p. 15). Quiere decir entonces que la honra es el resultado de como la sociedad sitúa
un individuo respecto de sus acciones, la honra va más allá de la personalidad, pues
trasciende a la esfera social determinando quien es cada sujeto atendiendo a sus logros o
errores, claro está, esta es una percepción objetiva del concepto.

El precepto de lo íntimo, está directamente ligado con la dignidad humana, la intimidad,


hace referencia a la esfera meramente privada de cada uno de los sujetos, es lo que permite
a cada individuo estar solo y darse así mismo su propio espacio individual para el
desarrollo personal, para autores como Prosser (1960), citado por Dermizaky (2000),
existen cuatro áreas que desarrollan el concepto de lo íntimo:

l) contra la intrusión en la reclusión o soledad, o en los asuntos privados de uno; 2)


contra la revelación de actos privados embarazosos; 3) contra la publicidad que
coloca a uno en una falsa imagen ante el público; y 4) contra la apropiación del
nombre de uno en beneficio de otro. (Dermizaky, 2000, p. 181)
Del numeral cuatro de la esfera privada de Prosser (1960), podemos relacionar el derecho a
la propia imagen, si bien es cierto, hace referencia al uso del nombre de uno en beneficio de
otro, quiere decir que cada individuo es el único capaz de hacer uso de su identificación,
esta identificación puede ser respecto del nombre y estima personal o el uso gráfica, tal y
como lo desarrolla Beamonte (2006):

El derecho a la propia imagen es entonces el poder que el ordenamiento atribuye a la


persona para determinar cuándo es posible la representación de su figura, o dicho, de
otro modo, la facultad de decidir cuando su figura puede ser reproducida por un
tercero y cuando no. (Beamonte, 2006, p. 179)
Entendiendo por imagen, toda representación gráfica que sea perceptible a la vista, es
entonces, de donde nace la limitación a publicar fotos, videos o cualquier tipo de
representación digital de una persona o su figura, sin la autorización pertinente y fuera de
los parámetros legales.

2.4 LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN COLOMBIA

En Colombia la libertad de expresión es un derecho fundamental consagrado en la


constitución, norma de normas en el ordenamiento jurídico nacional, este derecho ha sido
reconocido constitucionalmente desde, según, Monroy (1980), la Constitución de
Cundinamarca de 1811, contiene el reconocimiento de varios derechos, entre estos el
derecho a la libertad de expresión, el cual expresa en su artículo 11 que nadie puede ser
privado del derecho de manifestar sus opiniones por medio de la imprenta, o de cualquier
otro modo, que no le sea prohibido, en uso de su libertad y propiedad legal, es entonces,
cuando en Colombia se empieza a proteger la libre manifestación de ideas, este articulo
abre la posibilidad a manifestarlas de cualquier forma que no le sea prohibida en
concordancia con el marco jurídico del momento.

En segunda medida, la libertad de expresión no tuvo avances jurídicos en Colombia hasta


que se promulgó la Constitución del 30 de agosto de 1821, que consagra en su artículo 156
el derecho a la libertad de expresión y difusión del pensamiento, es entonces cuando se
empieza a utilizar un concepto más global y menos limitado de la libertad de expresión, por
cuanto los términos son más completos y generales que la constitución de 1811, siguiendo
con esta corriente la Constitución de 1832 del Estado de Nueva Granada, se consagra en su
artículo 198 el derecho de libre difusión del pensamiento.
En 1853, la Constitución de Nueva Granada, consagra la expresión libre del pensamiento;
entendiéndose que por la imprenta es sin limitación alguna; y por la palabra y los demás
hechos, con las únicas que hayan establecido las leyes. Desde este momento en Colombia
dejó de existir límite alguno para la libre manifestación de ideas, si bien es cierto, esta
libertad tan amplia solo existía para la imprenta, es el comienzo de una protección del
derecho a la libertad de expresión más amplio, reconociéndolo como un derecho infinito,
siempre y cuando fuera ejercido por las personas que tuvieran la posibilidad de comunicar
de forma impresa. Con esta corriente de no limitar la imprenta continua la Constitución
para la Confederación Granadina de 1958, y es hasta la Constitución de los Estados Unidos
de Colombia de 1863 que la norma cambia la percepción de la libertad de expresión.

La Constitución de los Estados Unidos de Colombia de 1863 es un punto importante en los


avances jurídicos de nuestro país para efectos del derecho a la libertad de expresión, en esta
constitución, la libertad de expresión se separa de lo que serían los comienzos de la libertad
de prensa, y es por esto que ella consagra los siguientes numerales del Art. 15: “6. La
libertad absoluta de imprenta y de circulación de los impresos, así nacionales como
extranjeros; y, 7. La libertad de expresar sus pensamientos de palabra o por escrito sin
limitación alguna” (Const., 1863, p. 15)

Debemos resaltar que esta constitución, en cuanto a libertad de prensa, da las mismas
garantías a cualquier persona de la especie humana, entre ellas, el eximente de cualquier
tipo de responsabilidad por su ejercicio

En cuanto a libertad de expresión, da las mismas garantías a las personas que la ejerzan,
independientemente del medio que utilicen. Las constituciones anteriores solo daban este
tipo de libertad a la imprenta, pero es en este momento en Colombia que también es posible
manifestarse de forma libre en cualquier medio posible y esto no conllevaría ningún tipo
de responsabilidad.

Con la constitución de 1886, en Colombia se empiezan a ver luces respecto de algún tipo de
responsabilidad en ejercicio de la libertad de expresión, en uno de sus artículos que reza de
la siguiente manera: “Art. 42. La prensa es libre en tiempo de paz, pero responsable con
arreglo a las leyes, cuando atente a la honra de las personas, al orden social o a la
tranquilidad pública” (Const. 1886, Art. 42), es claro que empieza a limitarse
constitucionalmente su ejercicio; en primera medida, cuando el Art. 42. se refiere a -la
prensa es libre en tiempos de paz-, esto abre la posibilidad a censuras gubernamentales
cuando el país esté atravesando algún tipo de conflicto de orden interno o internacional en
el cual se decrete que la nación se encuentra en guerra. En segunda medida, -pero
responsable con arreglo a las leyes, cuando atente a la honra de las persona-; en este
artículo además de someter la libertad de prensa al ordenamiento jurídico en general, se
empieza a limitar directamente frente a otro derecho de protección constitucional, el
derecho a la honra de las personas, es entonces en este momento en que en Colombia se le
da una protección primordial a este derecho, frente a vulneraciones y acusaciones
arbitrarias de terceros en ejercicio de la libertad de expresión. En última medida, -el orden
social o la tranquilidad pública- conforme a lo anterior, en Colombia la libertad de
expresión adquiere una responsabilidad de carácter social, la manifestación de ideas debe
preservar el orden social, y deben preservar el buen vivir de las personas dentro del
territorio nacional.

En la constitución política, en 1991 el constituyente consideró que debía tener carácter de


derecho fundamental, dada su importancia e incidencia para el enriquecimiento de las
relaciones sociales y el desarrollo social. El artículo 20 de la Constitución política expresa:

Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y


opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial y la de fundar
medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social.
Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá
censura (Const., 1991, Art. 20).

Del artículo anterior podemos evidenciar, primero, que la libertad de expresión es un


derecho fundamental que recae sobre todos los individuos de la especie humana que se
encuentren dentro del territorio nacional, segundo, cada uno de los individuos goza de
libertad para expresar lo que piensan y sienten, es decir, existe libertad para los sujetos de
reproducir las ideas producto de su razonamiento, tercero, recibir información veraz e
imparcial, este punto le da una responsabilidad social a los medios de comunicación, pues
tienen que cumplir con estas dos premisas en el momento de publicar el producto de su
investigación periodística, y cuarto, la libertad de fundar medios de comunicación masiva,
se refiere a la capacidad que tienen los sujetos para poder expresar ideas de forma masiva,
va de la mano con el tercer punto, pues se encuentran ligados a esa responsabilidad social.

3. DEBATES CONSTITUCIONALES
3.1 LIMITES JURISPRUDENCIALES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La Corte Constitucional a través de sus fallos se ha encargado de aclarar el panorama


respecto de los alcances y las limitaciones que existen a la libertad de expresión, la Corte ha
proferido diferentes sentencias respecto de los límites a la libertad de expresión, del análisis
de estas se puede evidenciar que el primer aspecto a tener en cuenta es que los limites
deben ser legítimos.

Los límites a la libertad de expresión se legitiman, según la Corte (Corte Constitucional,


Sala de lo Contencioso Administrativo, T-1248380, 2007), cuando en ejercicio de ésta
exista cualquier vulneración a derechos de terceros.

La Corte Constitucional fue clara en establecer que “el derecho a informar llega hasta el
punto en el cual principie a invadirse la esfera del derecho de la persona y la comunidad, no
ya únicamente a recibir las informaciones sino a que ellas sean veraces e imparciales”
(Corte Constitucional, Sala de lo Contencioso Administrativo, T-1248380, 2007), esta
afirmación declara la existencia de dos tipos de límites, uno de carácter individual y otro de
carácter social. Por carácter individual se refiere a invadir la esfera de la persona, en
estricto sentido hace referencia al derecho a la intimidad, es decir, el derecho a la libertad
de expresión no puede vulnerar la intimidad de las personas, entendiendo la intimidad como
el resultado de la necesidad del hombre de contar con “períodos intermitentes de
introspección, reflexión y maduración, en los que se encuentra consigo mismo a solas,
recluido en su interior” (Dermizaki, 2000, p. 177), estos espacios y el resultado de los
mismos le generan a los seres humanos un crecimiento personal, intimo, que debe ser
respetado ante cualquier tipo de declaración o publicación. Por otra parte, existe el aspecto
social, y se refiere a la estricta obligación para quienes ejercen este derecho a informar y es
que deben hacerlo con información veraz, además de no tomar ningún tipo de postura
frente de lo que se informa, pues sus publicaciones pueden tener una impacto social en el
orden público de un territorio.
Siguiendo por esta línea la el alto tribunal reitera que se presenta un límite legitimo cuando
el ejercicio de la libertad de expresión vulnere el derecho a la honra y el buen nombre,
según la Corte, toda “expresión pública que circule información reservada, falsa o que haga
una imputación deshonrosa contra otro” (Corte Constitucional, Sala plena, D-11205, 2016)
es una directa vulneración del derecho a la honra y el buen nombre.

Además de la legitimidad, la Corte también señala que es posible limitar el ejercicio al


derecho de libertad de expresión e información siempre y cuando se haga en “aras de la
defensa del interés colectivo y la salvaguardia del orden institucional” (Corte
Constitucional, Sala Plena, D-272, 1993), sin que esto conlleve una violación directa a la
libertad que es el pilar más importante de la democracia y del estado social de derecho.

Posteriormente, para complementar el concepto en cuanto a la limitación anteriormente


enunciada, la Corte limita el ejercicio a la libertad de expresión con el orden público,
entendiendo como orden público “la armonía social mediante la realización de la
tranquilidad, la seguridad, la salubridad y la moralidad públicas” (Corte Constitucional,
Sala de Revisión, T -34184, 1994), lo anterior atendiendo al principio constitucional que
expresa que no puede primar el bien particular sobre el bien común.

La Corte también establece que “la libertad de expresión se encuentra limitada por su
mismo contenido. No puede así ser amparada jurídicamente una expresión delictuosa”
(Corte Constitucional, Sala de Revisión, T -34184, 1994), en cuanto a este tipo de
contenido, el alto tribunal (Corte Constitucional, Sala Plena, D-8295, 2011) señala que
expresamente que dentro de estos contenidos prohibidos podemos encontrar:

1. La propaganda en favor de la guerra


2. La apología del odio nacional, racial, religioso o de otro tipo de odio que constituya
incitación a la discriminación, la hostilidad, la violencia contra cualquier persona o
grupo de personas por cualquier motivo (modo de expresión que cobija las
categorías conocidas comúnmente como discurso del odio, discurso discriminatorio,
apología del delito y apología de la violencia)
3. La pornografía infantil
4. La incitación directa y pública a cometer genocidio.
En cuanto a la libertad de expresión de los periodistas, la corte enuncia que los periodistas
en ejercicio de esta, adquieren una responsabilidad social, “en la práctica, el periodista tiene
el derecho de opinar sobre cualquier cosa, aun cuando su opinión no se base en hechos sino
en meras especulaciones, pero no le es dado hacer aparecer dichas especulaciones como si
fueran hechos ciertos” (Corte Constitucional, Sala de Revisión, T-77691, 1995) es por esto
que es importante dejar claro cuando la producción periodística sea un artículo de opinión,
pues si por el contrario no se hace, existe responsabilidad social del periodista por falta a la
veracidad de la información publicada. La veracidad de la información, es probada con
hechos y fuentes que dan lugar a las afirmaciones, sin embargo, según Tobón (2010), existe
una excepción a esa regla y es el derecho al anonimato en cuanto a la fuente de
información:

Se refiere a la inviolabilidad del secreto profesional, la cual, aplicada al ejercicio del


derecho a la libertad de expresión, se traduce en el deber que tienen los medios de
comunicación de mantener en reserva la identidad de quien sirve de fuente para la
información presentada o divulgada por ellos en desarrollo de su profesión (Tobón,
2010, p. 129).

Es por lo anterior, que no se puede obligar al periodista a que informe de donde obtuvo la
información, porque la falta a ese secreto profesional, generaría que quienes conocen de los
hechos dejen de comunicarlos.

4. CASO FERRO: LOS LIMITES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Para enero del año 2014 según Redacción Judicial (2016), en Colombia se desató un
escándalo sobre una supuesta red de prostitución homosexual que desarrollaba su actividad
al interior de entidades gubernamentales, más específicamente el Ministerio de Defensa, la
cual los medios nombraron “La comunidad del anillo”.

En el marco de las denuncias realizadas alrededor de este caso, se publicaron una serie de
documentos en medios de alta circulación que buscaban demostrar la existencia de dicha
red, según El Tiempo (2016) estos relacionaron desde altos cargos de la Policía Nacional de
Colombia, pasando por la escuela de cadetes, hasta el congreso de la Republica.
La FM, una emisora del grupo RCN que hace periodismo y opinión en Colombia, según
Redacción Judicial (2016) inició investigaciones sobre este escándalo en mayo de 2014,
donde la directora del programa Vicky Dávila, empezó a publicar de forma sistemática el
material producto de la investigación, que según ella, servía de fundamento para
argumentar las denuncias sobre la supuesta red de prostitución.

Según Enfoque (2016), para este año, exactamente el 16 de febrero, la periodista publica en
la FM un video grabado en 2008 en el que participan el ex viceministro del interior Carlos
Ferro, quien para ese momento era senador de la República y el Capitán de la Policía
Nacional de Colombia, Anyelo Palacios, que según Redacción Judicial (2016), ha
desempeñado un papel fundamental en la investigación de la “Comunidad del anillo” por
ser uno de los principales denunciantes de los supuestos delitos sexuales cometidos al
interior del Ministerio de defensa.

En el video, se puede observar durante 8 minutos a los señores Carlos Ferro y Anyelo
Palacios al interior de un vehículo oficial, el primero conduce, mientras el segundo lo graba
sin autorización. Mantienen una conversación en la que Anyelo, hace preguntas directas y
sugestivas al ex viceministro sobre sus preferencias y prácticas sexuales, haciendo el
suficiente énfasis para dejar en evidencia sus tendencias homosexuales y otros detalles de
su vida íntima.

El mismo día que el video sale a luz pública, en horas de la tarde, conforme lo pública
Política y el Tiempo (2016) Carlos Ferro renuncia a su cargo como viceministro del
interior, manifestando que su salida estaba programada desde hace varios meses por
cambios en la cartera del ministerio.

Por otro lado, según Redacción Nacional (2016) Vicky Dávila toma la decisión de dejar su
cargo como directora de la FM, el día 18 de febrero de 2016, tan solo dos días después de la
publicación del video, producto del escándalo generado y los múltiples señalamientos por
violación del derecho a la intimidad del ex viceministro.

La publicación del video generó grandes debates y opiniones encontradas respecto del
comportamiento de la periodista, por un lado están los periodistas, abanderados del derecho
a la libertad de expresión, que reconocen que si bien es cierto que el video no contenía
material probatorio suficiente para probar la existencia de la comunidad del anillo, no debe
ser un motivo para desestimar el resto de la investigación y dañar o tildar de mal periodista
a Vicky Dávila, además de ser un hecho determinante para el declive de la carrera de la
periodista, fue motivo suficiente para desviar la investigación y una excelente cortina de
humo para que el gobierno nacional se defienda de las acusaciones de corrupción sexual de
las que la investigación trataba.

El presidente de la república, Juan Manuel Santos Calderón, se pronunció respecto de la


publicación del video, según Redacción judicial (2016) en una entrevista se refiere a la
situación como un ataque de información y que este tipo de acciones no generan buen
periodismo, cuestiona a los periodistas para que tengan más cuidado con las publicaciones,
porque para el presidente, la situación se estaba saliendo de control.

Para Ivan Cancino, abogado penalista, según El Tiempo (2016) el ex viceministro es la


victima de esta situación, puesto que se hizo pública su vida íntima sin su consentimiento y
bajo engaños, pero jurídicamente, el video le sirve para demostrar que no hace parte de la
comunidad del anillo, pues la relación que se evidencia en el video cuenta con pleno
consentimiento y voluntad de las partes (Ferro y Anyelo).

Para Jorge Anibal Gomez, exmagistrado de la corte suprema de justicia, según El Tiempo
(2016) existe definitivamente una violación al derecho a la intimidad y una falta grave a la
ética del periodismo, el exmagistrado expresa que es posible imputar hasta una injuria por
vía de hecho, el tipo de preguntas que le realizan al ex viceministro se pueden considerar
como ataques directos por parte de Anyelo, entonces, para el exmagistrado, es posible que
Ferro demande tanto al que graba el video, como quien lo publica.

Una vez reseñado el caso en particular, analizaremos la conducta de la periodista con el fin
de poder establecer si existió algún tipo de vulneración a los derechos del ex viceministro, o
si por el contrario, su actuar se enmarcó dentro de los parámetros legales y
jurisprudenciales del ordenamiento jurídico colombiano.

Para comenzar analizaremos el contenido del video publicado por Vicky Davila, en este se
puede ver como Anyelo Palacios y Carlos Ferro sostienen una conversación respecto de sus
preferencias sexuales, más que eso, se ve como Anyelo casi que entrevista al ex
viceministro sobre cómo, hace cuanto, que prefiere y en donde tiene encuentros sexuales
con otros hombres y también hace bastante énfasis con sus preguntas en si hacen parte o no
del ministerio de defensa, a lo que Ferro da respuesta sin problema y sigue con la
conversación, es evidente por el tipo de grabación, que la toma audiovisual se hizo sin
consentimiento del ex viceministro. Es claro que la “conversación” entre estas dos personas
es de carácter meramente sexual, lo que conlleva a que las declaraciones tengan un carácter
personal, hacen parte de la esfera íntima de los sujetos, por lo que la toma del video sin
consentimiento y su difusión en la página web de la emisora radial, vulneran directamente
el derecho a la intimidad del ex viceministro, y a la luz de lo analizado en los numerales
anteriores del presente trabajo, es con estos actuares con los que se legitima la limitación
que debió existir por parte de la periodista para no publicar este tipo de contenido, por
vulnerar de forma directa derechos de terceros.

Ahora analizaremos la finalidad de la publicación, Davila publicó el video como evidencia


absoluta de la relación entre el ex viceministro y la llamada “comunidad del anillo”, con lo
que buscaba demostrar no solo la existencia de esta comunidad, sino como Ferro hacia
parte de esta, usando influencias políticas a cambio de beneficios sexuales dentro del
ministerio de defensa. La publicación no se hizo como parte de una sección de opinión del
medio, se hizo como noticia informativa, por lo que por la finalidad del video, la periodista
legítima otra limitación al derecho a la libertad de expresión que tuvo que haber
considerado en el momento de realizar la publicación, por cuanto el señalamiento que hace
a Ferro de hacer parte de dicha red de prostitución es una vulneración directa al derecho a
la honra y buen nombre del sujeto, además de las implicaciones penales por injuria y
calumnia que se puedan derivar, cosa que habría sido diferente si Davila hubiera hecho
énfasis en que se trataba de una opinión personal a base de supuestos, y no un hecho real y
verídico del actuar del ex viceministro.

Con lo anterior la Davila no solo vulnera los derechos de Ferro, también se configura
responsabilidad social por parte de la periodista, por cuanto sus publicaciones deben ser
veraces e imparciales, todo esto con el fin de que se configure en debida forma el ejercicio
a la libertad de información, que por ser de doble vía, afecta de forma directa a la sociedad
colombiana.
Atendiendo a los argumentos anunciados, es evidente que el actuar de la periodista es
sujeto de control constitucional, por cuanto excede límites legales y jurisprudenciales
respecto de los derechos del ex viceministro Carlos Ferro.

5. CONCLUSIONES

El derecho a la libertad de expresión entendido como la posibilidad de los individuos dentro


del territorio nacional para expresar sus ideas o pensamientos, es de carácter vital para el
crecimiento personal de los sujetos, del libre cruce de ideas entre personas, además del
enriquecimiento intelectual en cuanto a conocimiento general, se concibe una aproximación
a la verdad, este hecho, hace que el derecho a la libertad de expresión y su producto,
trasciendan a la esfera de lo público, lo que conlleva la mutación de la realidad social de
una población en general.

Desde el punto de vista político, la libertad de manifestar ideas conlleva por naturaleza la
capacidad para elegir, de formar una opinión pública, esta capacidad individual para elegir
es un elemento esencial de la democracia, es por lo anterior que la protección constitucional
de la libertad de expresión es uno de los pilares fundamentales para que el ejercicio de la
democracia como sistema político este legitimado, siendo las libertades individuales, y las
voluntades del pueblo, el mecanismo idóneo para la escogencia de sus dirigentes
(ejecutivo), y de su representación también en cuanto a rama legislativa sugiere, haciendo
que esta representación produzca las leyes y reglamentos que son producto de su voluntad.

Teniendo en cuenta los dos pilares anteriormente enunciados, es de donde empieza a


gestarse la necesidad de comunicar los hechos de forma masiva, con la intención de
mantener a la sociedad informada de lo que está sucediendo y como ideal lograr la mayor
cobertura, para que estos efectos (conocimiento general y búsqueda de la verdad), de la
libertad de expresión, sean más contundentes y efectivos. Estamos ante la cuna de los
medios de comunicación. De lo anterior nace la “consideración histórica de que lo que
ocurre en el espacio privado es lo intrascendente y nimio, carente de interés periodístico y
social, mientras que lo que sucede en el ámbito público es lo relevante y significativo”
(Gallego, 1990, p. 32).
Ahora que tenemos claridad del fundamento y alcance de la libertad de expresión,
conforme a los resultados arrojados por la presente investigación, es válido afirmar que el
derecho a la libertad de expresión, es un derecho que es posible limitar, utilizando como
fundamento principal, la premisa: En ejercicio de la libertad de expresión no se puede
vulnerar bienes jurídicos de terceros.

Para empezar, la Corte Constitucional en su jurisprudencia es clara en que para poder


limitar el derecho a la libertad de expresión, los límites deben tener estricto cuidado de no
violar el principio de legalidad, pues todas las limitaciones que se pretendan hacer valer
deben estar preestablecidas en la ley y deben ser claras y taxativas, además de esto, estas
limitaciones tienen que tener una finalidad y es la de “la protección de los derechos de los
demás, la protección de la seguridad y el orden público, la protección de la salud pública y
la protección de la moral pública” 4. (Corte Constitucional, Sala de lo Contencioso
Administrativo, T-1248380, 2007).

Es entonces, conforme al caso de estudio, que los medios de comunicación en el momento


de hacer cualquier tipo de publicación deben tener en cuenta lo siguiente:

1. No pueden violar normas preexistentes en cuanto a la publicación de contenido que


haga tipología a la violencia, o inciten a la comunidad a cometer actos delictivos
2. Ninguna publicación puede vulnerar derechos de terceros, dentro de estos derechos
los más vulnerados son: el derecho a la intimidad, corresponde a la publicación de
información de carácter personal sin previa autorización del sujeto en cuestión; y la
afectación a la honra y el buen nombre, y consiste en hacer acusaciones temerarias
respecto de alguna persona, las cuales se encuentran sustentadas en meras
suposiciones o especulaciones que afecten directamente la imagen del sujeto ante
terceros.

Además de las afectaciones que la libertad de expresión puede tener respecto de bienes
jurídicos de terceros, nuestra constitución es clara en que los medios de comunicación
tienen una responsabilidad social, “esta responsabilidad se hace extensiva a los periodistas,
comunicadores y particulares que se expresan a través de los medios” (Corte
Constitucional, Sala de lo Contencioso Administrativo, T-1248380, 2007) entendiendo por
carácter social la necesidad de ver el ejercicio de las comunicaciones como un servicio
público, por lo que debe ser de utilidad para la sociedad.

Conforme a lo anterior, y siguiendo con el criterio de la Corte Constitucional, los


individuos anteriormente enunciados para no ser sujetos de responsabilidad social, deben
regir sus publicaciones a los siguientes parámetros

1. Veracidad e imparcialidad
2. Distinción entre informaciones y opiniones
3. Garantía del derecho de rectificación.

Atendiendo a las precisiones realizadas respecto de las limitaciones que existen a la libertad
de expresión, es de recalcar que la conducta de Vicky Dávila, sujeto activo dentro de
nuestro caso de estudio, es susceptible de control constitucional, puesto que afecta
directamente los derechos fundamentales a la intimidad, a la honra y el bueno nombre del
ex viceministro Carlos Ferro. En cuanto a la publicación de material de carácter personal y
reservado sin autorización previa, además de las graves acusaciones de pertenecer a
organizaciones delictivas al interior del Ministerio de Defensa.

La periodista también incurre en responsabilidad social con su publicación, por cuanto tiene
la obligación en ejercicio de su libertad de expresión y de su profesión, de publicar
información verás e imparcial respecto de lo que sucede en el país, contrario sensu, Dávila
publicó el video como plena prueba que demostraría las supuestas conductas delictivas de
Carlos Ferro partiendo de meras especulaciones y suposiciones, dado que, el video no
evidencia absolutamente nada.

De acuerdo a lo anunciado, es posible que Carlos Ferro pueda interponer una tutela que
busque la protección de sus derechos y que por mandato judicial se haga la respectiva
rectificación que corresponda por parte de la periodista con la finalidad de resarcir el daño
generado.
6. REFERENCIAS

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