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gloria de Dios,
3.23 Algunos pecados parecen ser mucho más grandes que otros
porque sus consecuencias son mayores. El homicidio, por ejemplo, nos
parece que es peor que el odio, y el adulterio al parecer es peor que la
lujuria. Pero esto no significa que nos merecemos la vida eterna
porque nuestros pecados son de menor envergadura. Cualquier pecado
nos convierte en pecadores y nos aparta de nuestro Dios santo.
Cualquier pecado, por lo tanto, conduce a la muerte (porque nos
incapacita para vivir con Dios) por grande o pequeño que el pecado
parezca. No minimice los pecados "pequeños" ni valore con exceso los
"grandes". Todos nos separan de Dios, pero también todos pueden ser
perdonados.
6.23 Usted tiene la libertad de escoger entre dos amos, pero no está
en condiciones de regular las consecuencias de su elección. Cada uno
de estos amos paga con su moneda. La paga del pecado es muerte.
Eso es todo lo que puede esperar de una vida sin Dios. La paga de
Cristo es vida eterna: nueva vida con Dios que empieza en la tierra y
continua por siempre con Dios. ¿Qué elección ha hecho?
Efe 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos
en vuestros delitos y pecados,
"Estábamos muertos"
La muerte a la que se refiere aquí es a la "separación de Dios". Esto
queda bien ilustrado en la parábola del hijo pródigo, cuando en su
regreso el padre dice: "éste... era muerto, y ha revivido" (Lc 15:32).
La fuente de la vida verdadera es Dios, por lo tanto, estar sin él es
estar "muertos" o "ajenos de la vida de Dios" (Ef 4:18).
La causa de esta muerte es debida a nuestros "delitos y pecados".
La palabra "delito" incluye el cruzar un límite establecido o desviarse
del camino correcto.
Por otro lado, "pecado" tiene que ver con no dar en el blanco, o no
alcanzar la medida.
Por otro lado, cuando miramos a nuestro alrededor, el diagnóstico de
Pablo no parece coincidir con la realidad que nos rodea.
Por ejemplo, nos resulta difícil pensar que un intelectual ateo con una
mente despierta esté muerto, o un ágil futbolista o una estrella del
cine con una personalidad arrolladora estén igualmente muertos. Pero
la esfera más importante del ser humano y a la que Dios se refiere en
su diagnóstico, no es el cuerpo, ni la mente, ni la personalidad, sino su
espíritu.
Sal 45:7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Él es el Ungido, corresponde al término Mesías y Cristo es el
equivalente griego. No es un nombre, sino un título oficial. La primera
vez que vino, llegó como un Profeta, como un mensajero con un
mensaje de Dios; y esto nos habla del pasado. En nuestro tiempo, El
es nuestro gran Sumo Sacerdote a la derecha de Dios; ese es Su
ministerio actual. Pero en Su segunda venida llegará como Rey, como
el Mesías. Y esto nos traslada al futuro.
Observemos la frase te ungió Dios con óleo de alegría. No es adecuado
considerarle como un "varón de dolores". Cuando El estuvo aquí, fue la
persona más alegre de esta tierra.