Una forma de transferencia de energía por calor es un proceso por el que se
intercambia energía en forma de calor entre distintos cuerpos, o entre diferentes partes de un mismo cuerpo que están a distinta temperatura.
El calor se puede transferir mediante conducción, convección o radiación.
Aunque estos tres procesos pueden tener lugar simultáneamente, puede
ocurrir que uno de los mecanismos predomine sobre los otros dos. Por ejemplo, el calor se transmite a través de la pared de una casa fundamentalmente por conducción, el agua de una cacerola situada sobre un quemador de gas se calienta en gran medida por convección, y la Tierra recibe calor del Sol casi exclusivamente por radiación.
Conducción
La transferencia de energía por conducción se produce entre dos
sistemas que se encuentran a diferente temperatura y están en contacto, sin intercambio de materia. Los límites materiales del sistema deben permitir el intercambio de energía por calor, es decir no deben ser aislantes térmicos. Convección Otra forma de transferencia de energía por calor es la convección. Es característica de los materiales líquidos o gaseosos. En este proceso se produce el movimiento ascendente de partículas a mayor temperatura y descendente de las partículas a menor temperatura, generándose en el líquido o en el gas corrientes ascendentes y descendentes. Estas corrientes se detienen cuando se alcanza el equilibrio térmico. Radiación Esta forma de transferencia de energía por calor se produce sin la necesidad de un medio material, a diferencia de la conducción y la convección. La atmósfera aumenta su temperatura debido a la energía transferida por el Sol mediante radiación. Esta energía viaja a través del espacio vacío por medio de ondas electromagnéticas. A esta energía se le llama energía radiante y comprende un conjunto de radiaciones como: las ondas de radio, las microondas, la radiación infrarroja, la luz visible, la radiación ultravioleta, los rayos X, los rayos gamma