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7 Trucos para Aprender Idiomas
7 Trucos para Aprender Idiomas
Si estás leyendo esto es porque tú también has sentido cómo el título te definía
en pocas palabras: los idiomas NO son tu punto fuerte.
1. La memoria
Si tienes buena memoria para unas cosas pero no para los idiomas, es que
algo va mal. Normalmente la memoria se aplica a los temas que nos gustan,
esto es, si te encanta el fútbol probablemente te acordarás de toda la
alineación de tu equipo y si te gusta la música, seguro que te sabes más de
una canción de memoria. Eso sí, cuando se trata de recordar normas
gramaticales, verbos irregulares o palabrejas de vocabulario, te pierdes. Bueno
es normal, ¿no? La solución es fácil: aplica la memoria al idioma. Crea
conexiones entre temas que te interesen y el idioma que estás aprendiendo. Sí,
ya sé que de esta manera no vas a aprenderte la lista de los “phrasal verbs” o
algo por el estilo, ¡pero mejor motivarse con algo que nos gusta a no motivarse!
2. La pronunciación
Es verdad que la pronunciación no es tan importante, pero la gente siempre te
entenderá mejor si tu acento se parece al de un nativo, que si cometes
los errores propios de un guiri. Hay idiomas dificilísimos de pronunciar, como
por ejemplo el alemán, pero eso no quita que existan trucos para poder
reproducir sus sonidos. Busca técnicas para poder hablar bien el idioma que
estás aprendiendo y no olvides escuchar cómo lo hablan los nativos: ¡está
probado que lo que mejor funciona es aprender por repetición!
¿Se te dan bien las matemáticas? ¿La estética? ¿La gastronomía? ¿Las
manualidades? Pues ya es hora de que identifiques qué es lo que te hace
ser tan bueno en esas cosas y lo apliques al mundo de los idiomas. Esto
es, si tienes una mente analítica, explota esa forma de pensar y trasládala
cuando llegue el momento de ponerse a estudiar el idioma. Si por el contrario
te consideras una persona más creativa, adapta tu forma de aprender y
personalízala a tu gusto. Añade colores, formas e incluso pequeños objetos a
tu método personal. Si percibes las cosas sobre todo de manera sensorial,
aprende vocabulario con sonidos, con olores, con texturas y con todo lo
necesario para que tu mente recuerde lo aprendido. Analiza la lengua, ¡seguro
que tiene facetas que no te son tan ajenas ni extrañas!
6. Leer: concéntrate en entender
Y es que muchas veces leemos sin saber lo que pone, igual que miramos el
reloj y al segundo no sabemos la hora que es o como cuando viajamos horas y
horas y lo hacemos como una maleta, en lugar de concentrarnos en lo que
sucede a nuestro alrededor. Cuando se trata de leer en un idioma ajeno, a
veces nos cansamos antes de lo normal, necesitamos el diccionario muy a
menudo y queremos comprobar que no tenemos ningún mensaje nuevo en el
móvil o en Facebook cada tres nanosegundos. Eso no vale, cuando se lee, solo
se lee. No puedes estar pensando en la lista de la compra ni distraerte del tema
que trata el texto. Es sacrificado pero… ¿qué te parece proponerte leer un
pequeño párrafo al día? Ya sea el horóscopo, el pronóstico del tiempo o una
receta: ¡todo vale cuando se trata de aprender!
7. NO DESESPERES
No hay que presionarse a uno mismo, ni meterse demasiada prisa, ni
proponerse retos inalcanzables. Las cosas que conllevan tiempo agotan
nuestra paciencia demasiado rápido, pero no hay que impacientarse, si no
organizarse bien de manera que poco a poco veamos resultados. Aunque no
te conviertas en un/a especialista en hablar idiomas, ¡al menos dejarás de
pensar que es imposible!