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Presentación de investigación doctoral

Autora: Cynthia Arredondo


Orientación: Relaciones Internacionales
Semestre: 8vo

Título: “El movimiento social transnacional por un tratado de empresas y derechos humanos:
dinámicas, estrategias y escalas en la gobernanza global”

Tema: La participación de organizaciones civiles en la política global a través de formatos


institucionalizados: sobre la construcción de la agencia de alcance global.

Contenido Página

Planteamiento del problema................................................................................................. 1


Justificación............................................................................................................................ 6
Preguntas de investigación.................................................................................................... 8
Delimitación del caso de estudio........................................................................................... 9
Marco teórico: enfoque interdisciplinario............................................................................. 10
Modelo analítico de activismo transnacional........................................................................ 18
Hallazgos preliminares........................................................................................................... 23
Bibliografía............................................................................................................................. 27

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Planteamiento del problema

El proyecto de investigación que aquí se presenta se inscribe en los estudios sobre la acción colectiva
transnacional que comenzaron realizarse desde la mitad de la década de 1990 y hasta la fecha.
Asimismo, es una colaboración disciplinaria entre enfoques desde la sociología y desde las
Relaciones Internacionales, misma intersección que ya ha sido explorada por variedad de autores,
principalmente anglosajones, como Jackie Smith, Margaret Keck, Kathryn Sikkink, Peter Willets, Jan
Aart Scholte, Robert O’Brien entre otros.

La principal preocupación que motivó este proyecto es la necesidad de mirar a la política global
como proceso multi-actor, asimismo como espacio de confrontación y acuerdo a través de canales
formales e informales entre gran diversidad de actores; esta perspectiva complementa los enfoques
clásicos de Relaciones Internacionales, los cuales enfocan su análisis principalmente en la acción del
Estado. Sin afán de negar los paradigmas predominantes alrededor del Estado como el de soberanía,
el análisis de la participación de actores no tradicionales en la política global busca ofrecer una visión
alternativa, para lo cual se seleccionó el caso de estudio de la participación de organizaciones civiles
en la negociación de un Tratado sobre las empresas y los derechos humanos.

Actualmente es innegable el hecho de que durante las últimas siete décadas las organizaciones
civiles han ido ganando terreno en los procesos de política global. En el caso concreto de los
derechos humanos en relación a la actividad empresarial, las organizaciones civiles han estado
presentes desde las primeras propuestas de organismos multilaterales en la década de 1970. No
obstante la amplia presencia de las organizaciones civiles en los espacios políticos internacionales,
las Relaciones Internacionales como disciplina social, aún se encuentra en una era de
preponderancia estado-céntrica, en la que el Estado es el más importante agente y objeto de
estudio.

El problema con esta visión que hoy en día aún predomina es que en procesos de política global se
niega, por omisión, la actuación y participación directa de otro tipo de actores. En la década de 1970
teóricos de la disciplina comenzaron a desarrollar enfoques teóricos que incluían a nuevos actores
al campo de análisis serio y científico de las Relaciones Internacionales, tal es el caso de Keohane y
Nye (1972), quienes rompieron paradigmas teóricos al incluir a actores no estatales al análisis de la
política global; en particular abrieron las puertas de la política global a las empresas transnacionales.
Esta inclusión respondía claramente al contexto de la época, cuando recién comenzaban los ideales
del libre comercio que hoy permean en la mayoría de los países y su política exterior, asimismo los
flujos internacionales de capital se aceleraron, y comenzaban a gestarse los lineamientos políticos
neoliberales que privilegian al capital, como el denominado Consenso de Washington de 1989.

No fue sino hasta a década de 1990 que desde la sociología, principalmente, comenzó a surgir el
interés en el fenómeno de las redes transnacionales de organizaciones civiles. Los primeros estudios
estaban enfocados en definir a este “nuevo” actor en la política global. El debate de la época usó
conceptos y aproximaciones desde las teorías de la acción colectiva, de la escuela americana
principalmente. Surgen entonces concepciones como organizaciones de movimientos sociales
transnacionales (Smith et. al, 1994), organizaciones de cambio social global (Cooperrider, 1991),
redes transnacionales de incidencia/defensa (Keck y Sikkink, 1998), movimientos sociales globales
(O’Brien, 2000), sociedad civil global (Scholte, 1999, Liptschutz, 2000, Kaldor 2003), coaliciones
transnacionales (Khagram, 2002), sociedad civil transnacional (Florini, 2000), para definir a los
actores no gubernamentales que participan en la política global.

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En cuanto a las Relaciones Internacionales, su preocupación por las organizaciones civiles y su
participación en la política global ha sido más reciente. Los esfuerzos en este ámbito se han
enfocado a mirar los cambios institucionales, principalmente (Pallas, 2013; Kelly 2011). De los
esfuerzos más notorios de estos estudios académicos surgen los tres modelos hasta ahora más
conocidos y usados por los investigadores para analizar el activismo transnacional: el efecto
boomerang (Keck y Sikkink, 1998), el modelo espiral (Risse et. al. 1999), y la contención
transnacional (Tarrow, 2005).

Todos los esfuerzos teóricos por explicar el fenómeno de las organizaciones civiles como actores de
la política global han sido muy fructíferos; el primero y de mayor éxito es el reconocimiento de las
organizaciones civiles como actores con intereses, contradicciones, recursos, etc., que buscan influir
de una u otra forma en la toma decisiones políticas en el ámbito internacional. Todos estos estudios
han sido la semilla e inspiración de otros estudiosos e incluso de activistas. No obstante, tal como
los fenómenos cambian, también las formas de explicarlos se transforman. Esta perspectiva señala
la necesidad de continuar ampliando las formas de explicar los fenómenos, no para sustituir las
explicaciones pasadas, sino para complementar y enriquecer las posibilidades de ofrecer nuevas
alternativas para comprensión de la participación de organizaciones civiles en la política global
desde distintos puntos de vista. En este sentido, se identifican tres debilidades en los estudios de
activismo transnacional: 1) abundante reflexión, escasa evidencia empírica; 2) visión instrumental
del activismo transnacional; 3) explicaciones unidimensionales del fenómeno.

Los estudios académicos alrededor del activismo transnacional reflejan una abundante y erudita
reflexión alrededor de la participación de las organizaciones civiles en la política global, no obstante
que la reflexión es siempre necesaria para situar al fenómeno en posturas epistemológicas y
ontológicas determinadas, es bastante frecuente encontrar estudios basados en otros estudios, que
a su vez están basados en otros estudios, y muy pocos construidos a partir de evidencia empírica
original (DeMars y Dijkzeul, 2015).Adicionalmente, la evidencia empírica que ofrecen muestra dos
tendencias; suele ser muy generalista, en el sentido de que se toman los movimientos sociales más
visibles –como el movimiento ambientalista, el de los trabajadores y el de los derechos de las
mujeres-, pero nunca queda claro si en realidad se habló con sus miembros de los movimientos o
no, y en qué momento y en qué condiciones, es decir, la metodología de estos no es explícita. Una
excepción a esta tendencia es el trabajo de Scholte (2004) quien hace explícita la metodología,
incluyendo la cantidad y procedencia de los activistas entrevistados. La otra tendencia es que estos
estudios tengan preferencias por visiones más cuantitativas que cualitativas, situación que no
resulta novedosa dado que el enfoque cuantitativo es el que predomina en muchas disciplinas de
las ciencias sociales en el mundo occidental. Estas dos tendencias son comprensibles si miramos las
dificultades metodológicas de realizar estudios de movimientos sociales en el ámbito internacional:
es bastante complicado definir claramente las fronteras de tiempo y forma de un movimiento social
transnacional, pues estos son entidades tan dinámicas que es complejo definir los límites del actor,
los límites temporales y hasta los límites geográficos de su acción; asimismo, los movimientos
sociales, más allá de que tengan una organización formal o informal, son muchas veces actores muy
discretos en cuanto a su trabajo, a veces por estrategia y a veces empujados por un contexto,
cambian de rumbo y estrategias de manera muy dinámica.

En cuanto a la visión instrumental de los estudios de organizaciones civiles participando en política


global, los estudios se han enfocado en medir el impacto de los movimientos sociales en términos
de cambios en políticas nacionales o cambios en distintos tipos de instituciones nacionales e

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multilaterales; esta medición directa de impacto presenta el riesgo de sobreestimar el impacto de
la acción colectiva, pues cambios de tal dimensión responden a una compleja multiplicidad de
factores que rebasan en importancia a la influencia de las organizaciones civiles (Scholte, 2000). Los
cambios institucionales pueden responder a intereses de otro orden, llegando incuso a contradecir
los ideales originales de los movimientos sociales; el ejemplo lo otorga Pallas (2010), quien señala
que algunos autores afirman en sus investigaciones que la participación de organizaciones civiles el
proceso de política global democratiza a las organismos internacionales, mientras que otros
apuntan hacia el lado contrario; que dicha participación empeora la condición ya de por sí poco
democrática de dichas organismos.

La mayoría de los estudios ha considerado al activismo transnacional desde una sola dimensión. Se
ha buscado ver cómo, desde una perspectiva instrumental, han influido en las políticas nacionales
(Zajak, 2017; Risse et. al, 2013), cómo han influido en modificar los organismos internacionales
(Pallas, 2010; Kelly, 2011). Si bien estos estudios son muy valiosos, se enfocan sólo en un aspecto
del activismo transnacional, en cómo influyen en un determinado ámbito; las explicaciones hasta
ahora ofrecidas han tendido a simplificar las acciones de los activistas al circunscribirlas a un solo
ámbito de acción (hacia el Estado, o los organismos intergubernamentales, o su relación con otros
activistas y otras organizaciones civiles). Este enfoque es necesario pero resulta insuficiente para
mostrar las complejidades del activismo transnacional, pues ofrece una visión reducida de las
distintas dimensiones que las actividades de estas organizaciones pueden alcanzar.

Teniendo en cuenta lo valioso de anteriores estudios, y para enriquecer estas visiones pasadas es
necesario valorar las acciones de los activistas en varias dimensiones a la vez, pues quizá las
posibilidades de influir en el Estado sean parcialmente determinadas por cambios externos al
activismo como un régimen político o un determinado contexto internacional; las posibilidades del
activismo transnacional son múltiples y amplias si se miran sus estrategias en diferentes ámbitos:
mecanismos formales e informales de interacción de las organizaciones civiles con distintos tipos de
actores.

Todas estas problemáticas teóricas y empíricas revelan que la comprensión del papel de las
organizaciones civiles en la política global aún está lejos de ser un tema superado; muy al contrario,
la identificación de estas debilidades sugiere potenciales debates en diversas direcciones
disciplinares, enfoques teóricos, etc. En respuestas a las debilidades mencionadas, nuevos estudios
sobre el papel de las organizaciones civiles en la política global necesitan: 1) recolectar evidencia
empírica detallada de muy diversos ámbitos de la política global; 2) reconocer al activismo
transnacional más por su proceso que por su impacto; 3) complejizar el activismo transnacional en
varias dimensiones de acción.

Recolectar evidencia empírica para luego analizarla en el tema de movimientos sociales


transnacionales es una tarea que demanda la inclusión de una perspectiva más amplia que la
nacional; de alguna manera buscar superar la visión del nacionalismo metodológico que circunscribe
todas las dinámicas sociales, políticas, culturales, etc. a un ámbito nacional (Alejo, 2017). No
obstante el ideal de superar este paradigma, en el tema de movimientos sociales y organizaciones
civiles transnacionales, esta tarea adquiere peculiares retos, pues se trata de recolectar información
de la actividad de los movimientos sociales de muy diversos orígenes nacionales que se organizan
en redes para actuar en conjunto en diferentes escenarios. Esto requiere recursos para poder tener
acceso a diferentes movimientos sociales de una red de organizaciones de diferentes partes del

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mundo; requiere de una amplia red de contactos por parte del investigador para tener acceso a los
miembros más activos de los movimientos.

Una manera de superar parcialmente estas dificultades de recolección de evidencia empírica que
soporte las reflexiones alrededor de los movimientos sociales transnacionales, es que el
investigador acuda a los puntos de encuentro de estos movimientos y organizaciones, que
normalmente son foros institucionalizados como el Foro para la Sociedad Civil del Banco Mundial y
el Fondo Monetario Internacional, el C20 siendo el espacio dispuesto para las reuniones de sociedad
civil durante las cumbres del G20, asimismo el espacio para sociedad civil del Foro Económico
Mundial, y un muy largo etcétera, pues actualmente prácticamente todas las cumbres multilaterales
abren espacios para la presencia de organizaciones civiles, y en particular en aquellos organismos
internacionales que trabajan con derechos humanos (Tallberg et al., 2014). Estos foros, y otros tipos
de espacios permanentes dentro de los organismos internacionales, ofrecen a los activistas la
oportunidad de encuentro con otros activistas, quienes viajan de diferentes partes del mundo para
atender estas cumbres internacionales. La agenda de reuniones de los activistas en estas cumbres
es muy dinámica, pues es el momento oportuno para establecer conexiones con otros activistas,
reunirse con oficiales del organismo intergubernamental anfitrión, abordar a oficiales
gubernamentales, asimismo, es el momento para que estas organizaciones y movimientos lleven a
cabo acciones de visibilización y difusión por fuera de la institución a través de eventos paralelos,
movilizaciones, plantones, etc. La otra forma de franquear la dificultad de acceder a activistas de
todas partes del mundo es a través del análisis documental; los informes sombra, los informes
oficiales que las redes de organizaciones lanzan en conjunto, las notas de periódicos reputados,
pueden ser una buena fuente de información acerca de las actividades de los activistas más allá de
las fronteras del Estado.

La segunda tarea pendiente de la investigación del activismo transnacional es reconocer a este


fenómeno más allá de su impacto, en otras palabras, superar la visión instrumental. Si bien sí es muy
relevante identificar el impacto del activismo transnacionales en las institucionales nacionales e
internacionales, asimismo en políticas públicas, estos cambios deben ser observados desde una
perspectiva de contexto, pues muchas veces puede suceder que estos cambios respondan a
multiplicidad de factores en los que, quizá sí o quizá no, el activismo transnacional juegue un rol
determinante. En la misma idea acerca de reconocer al activismo transnacional por su proceso, y
siguiendo a Jönsson y Tallberg (2014), la mayoría de los estudios sobre activismo transnacional se
han ocupado de estudiar directamente los impactos de las organizaciones civiles en arenas globales,
ignorando la perspectiva de proceso que ayudaría a comprender las causales que han permitido que
las organizaciones civiles alcancen esferas globales de política. En este sentido, Jönsson y Tallberg
apuntan a la necesidad de perspectivas históricas que ayuden a “identificar formas de causalidad
más complejas” (Jönsson y Tallberg, 2014: pp. 250), las cuales podrían ser identificadas en casos
comparativos como en el estudio de casos individuales

Finalmente, parte de las nuevas posibilidades de la investigación en activismo transnacional implica


situar al activismo transnacional en un contexto complejo multidimensional en el que las acciones
de los movimientos se dirigen hacia múltiples actores. Las acciones de los movimientos sociales no
solamente buscan coaccionar con autoridades nacionales, algunos también buscan influir en
ámbitos internacionales y en ámbitos privados. En concreto, la lucha de un movimiento social y de
organizaciones civiles, sus objetivos y grado de influencia, pocas veces están delimitadas a mirar
únicamente al Estado -y cualquier variante de este-, o únicamente a los organismos
intergubernamentales o únicamente a sus acciones de relación con las corporaciones. Las acciones

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y campañas de los activistas parecen mirar en todas estas direcciones a la vez, aunque no todas sean
visibles o su interacción sea indirecta. Mirar las actividades de los movimientos sociales y de las
organizaciones civiles en una sola dirección, es decir, sus interacciones dirigidas hacia un solo actor,
es mirar el fenómeno parcialmente.

Atender estas varias tareas de investigación en materia de activismo transnacional, requiere una
explicación del activismo transnacional que muestre el detalle de variedad de estudios de caso, que
lo visualice como un proceso de largo aliento y como un fenómeno multidireccional, lo que ofrecerá
una perspectiva integral de este fenómeno. Asimismo, ofrece una posibilidad de mirar a la política
global desde la perspectiva de un actor que sólo recientemente ha sido reconocido en este ámbito.
Atender la voz de este actor, los movimientos sociales y organizaciones civiles en la política global,
quizá ofrezca explicaciones menos verticales de la política global y sus procesos de formación,
consolidación y difusión. De la misma forma, es necesario ir más allá de los paradigmas de las
Relaciones Internacionales que han privilegiado las visiones de la política global desde un actor
clásico, el que siempre han estado ahí desde que las Relaciones Internacionales nacieron como
disciplina social: el Estado. Es menester mirar más ampliamente en la diversidad y mirar a todos los
involucrados en los procesos globales; es necesario en la academia y en la sociedad.

Justificación

La participación de organizaciones civiles en la negociación del Tratado sobre las empresas y los
derechos humanos como caso de estudio puede resultar particularmente atractivo para la
investigación al encontrarse el proceso de negociación en un momento clave. La negociación no ha
terminado por lo que los resultados finales simplemente se desconocen; se trata de un caso que se
encuentra en proceso y cuyos resultados son, al momento, inciertos. La ventaja de estudiar un caso
en proceso es que permite al investigador capturar información recién generada en la prensa o en
los medios electrónicos de las campañas; se pueden estudiar las interacciones de las organizaciones
civiles con una vista fresca, pues los hechos se analizan recién acontecen. Más importante aún, en
términos metodológicos esta perspectiva permite enfocar la mayor atención del análisis en las
interacciones actuales vistas como proceso y no en los resultados e impactos “medibles” de las
acciones de las organizaciones civiles, pues un enfoque instrumental es el que ha predominado en
los estudios de activismo transnacional, orientados hacia conocer la incidencia de las acciones
internacionales de las organizaciones civiles.

Por otra parte, este caso de estudio muestra muchas posibilidades teóricas. Al dar cuenta de un
proceso dinámico de interacciones en el que se vinculan actores de muy diversa naturaleza,
intereses, poder económico y político, aspectos locales y esferas globales, se puede mostrar la
creciente complejidad de una política global que involucra a actores no tradicionales, como los
movimientos sociales. El objetivo, entonces, es ofrecer un análisis que rompa con los enfoques
clásicos de las Relaciones Internacionales, cuya comprensión de la política global se ha limitado
durante muchas décadas al estudio de la política exterior de los Estados, los aspectos institucionales
de las organizaciones intergubernamentales, los aspectos económicos del comercio internacional,
el enfoque geopolítico de la seguridad internacional. De más actualidad se consideran los estudios

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sobre las negociaciones de temas como cambo climático o financiamiento para el desarrollo. Incluso
las relaciones internacionales de los gobiernos locales son ya temas de avanzada en la visión
académica de las Relaciones Internacionales. Si bien todo estos temas han sido de suma importancia
para la compresión de la política global, no son los únicos que han de ser involucrados en un análisis
integral que permita un mejor discernimiento de los temas globales; es de la mayor relevancia
integrar al análisis de todos estos temas el punto de vista de actores como los movimientos sociales
y las organizaciones civiles, actores que tradicionalmente no han sido considerados como agentes
de política global.

Los retos teóricos y empíricos arriba descritos plantean un espacio de posibilidades que ha de ser
llenado por el conjunto de la comunidad académica, pues difícilmente una sola investigación puede
cubrir todas las propuestas de desarrollo investigativo aquí identificadas. En particular, el estudio
del activismo transnacional que debe ser tomado en cuenta por la disciplina de Relaciones
Internacionales para considerarlo en sus análisis de política global si es que se busca ofrecer
explicaciones integrales, contextualizadas y críticas. La integración de estos actores no tradicionales
-como las organizaciones civiles, los movimientos sociales transnacionales, entre otros- a los análisis
de política global formará parte de la transformación de la propia disciplina, pues las explicaciones
de la política global de la década de 1970 no pueden ser las mismas que se ofrezcan hoy en día,
asimismo las explicaciones de hoy no podrán ser las mismas cincuenta años en el futuro dado el
dinamismo de los actores, del orden de las instituciones y del sistema en que estos y aquellas
confluyen. Desde esta lógica, las Relaciones Internacionales de hoy no pueden seguir siendo
explicadas solamente en términos de las posturas de los Estados frente a los temas de interés global
como la seguridad y comercio internacionales, regionalismos, regímenes, etc. Sin dejar de reconocer
la importancia del Estado, es necesario incluir en las formas de explicar las visiones de los
movimientos sociales que cohabitan el imaginario del mundo globalizado, pues estas quizá integran
parcialmente las visiones de individuos cuyas vidas en términos sociales, materiales y hasta
culturales se ven afectadas por las decisiones tomadas en las esferas de la política global. De la
misma forma, incluir a los movimientos sociales y organizaciones civiles en los análisis de política
global permitirá también problematizar en términos de análisis a sus protagonistas; sus propuestas,
sus nexos, su agenda política, su financiamiento, sus intereses, sus actividades; todo lo cual ofrece
nuevas ventanas de interpretación, de identificación de conflicto y disputa, de convergencia y
cooperación. La lógica que esta investigación intenta seguir es la que Beck (2005) plantea en su idea
de meta- poder, como aquel juego en el que todas las reglas se encuentran en constante
renegociación, en el que la distinciones entre lo local y global, entre los Estados, empresas,
gobiernos nacionales movimientos sociales, sociedad civil, se difuminan.

Preguntas de investigación

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Pregunta de investigación central:

¿Cómo las organizaciones civiles construyen su agencia en procesos de política global a través de
su interacción con diversidad de actores?

Esta pregunta supone, primero, que las organizaciones civiles buscan influir en la política global, y
segundo, que para este fin las organizaciones civiles interactúan con diversidad de actores de
distintas esferas de interés para alcanzar sus objetivos; entiéndase a las interacciones con diferentes
tipos de actores como los vías de influencia transnacional que las organizaciones civiles han elegido
para buscar participar en la negociación del referido tratado. El segundo supuesto es que estas
interacciones se llevan a cabo en diferentes contextos; institucionalizados y no institucionalizados.
El tercer supuesto es que estas interacciones con diversidad de actores en diferentes contextos se
ejecutan desplegando una variedad de estrategias que se modifican según el actor con el cual
interactúan, según el contexto en el que interactúan, y según otras condiciones exógenas a los
medios y fines del activismo transnacional. En suma, la pregunta central de investigación inquiere
acerca de las formas en que las organizaciones civiles se relacionan con otros actores involucrados
en la materia que les ocupa para influir en un determinado proceso de política global.

Desde estos tres puntos de partida se problematiza la actuación de las organizaciones civiles a nivel
internacional a través de la identificación de la diversidad relaciones que necesitan establecer para
mediar intereses, acordar posturas políticas, convenir distribución de recursos materiales y políticos
para perseguir un objetivo; ofrece posibilidades de una perspectiva más amplia e integral de
compresión de los procesos del activismo transnacional y de la política global. En última instancia
esta investigación busca sumarse a la construcción de nociones que otras investigaciones han
establecido acerca del papel de las organizaciones civiles en la gobernanza global.

Las preguntas secundarias de esta investigación apuntas tres elementos de las interacciones
mencionadas: las estrategias, los cambios institucionales –de los organismos multilaterales-, y los
vínculos de las organizaciones civiles con otras organizaciones civiles, y se formulan como sigue:

a) ¿Cuáles son y cómo definen las organizaciones civiles las diferentes estrategias que usan
para interactuar con diferentes tipos de actores involucrados en un determinado proceso
política global?

Con esta pregunta se busca identificar las distintas estrategias que usan las organizaciones civiles en
su interacción con distintos actores, las cuales pueden estar determinadas según una variedad de
factores: el grado de apertura de las instituciones con que interactúan, la disponibilidad de recursos,
planes de trabajo de las organizaciones civiles, sus alianzas, capacidad técnica, etc. Esta pregunta no
sólo indaga sobre las estrategias, sino también sobre cómo las estrategias varían según los
obstáculos u oportunidades de acción.

b) ¿Cómo funcionan los mecanismos de interacción multi-actor de un determinado organismo


multilateral que da cabida a la participación de las organizaciones civiles?

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Esta pregunta indaga acerca de las formas en que los organismos multilaterales han sistematizado
sus relaciones con las organizaciones civiles: si han creado formatos institucionalizados
permanentes o temporales, cómo es el proceso de selección de las organizaciones civiles a las cuáles
se les permite la entrada, qué nivel de involucramiento con un determinado proceso tienen las
organizaciones civiles –oyentes, participantes activos, legitimadoras, votación, etc.-, cómo se
procesa la información generada durante las reuniones de los actores, etc.

c) ¿Qué tipos de vínculos tienen las organizaciones civiles que participan en la política global
con organizaciones civiles de base?

Las organizaciones civiles que participan en procesos políticos globales son comúnmente
organizaciones o redes de muy diversa índole que trabajan en diferentes partes del mundo, pero
cuya base se encuentra en países desarrollados. Con esta pregunta, lo que se busca averiguar es si
estas organizaciones de perfil internacional, o los miembros de estas redes, tienen o no vínculos con
organizaciones o movimientos sociales locales, si hay una consulta por parte de las organizaciones
civiles internacionales a organizaciones o movimientos locales para definir prioridades, agendas
temáticas, estrategias, etc. Esta pregunta explora en la naturaleza de las redes transnacionales de
organizaciones civiles; cómo se conforman, cómo toman decisiones, cómo definen posturas
políticas, quiénes las integran, etc.

Delimitación del caso de estudio

El caso que ayudará a responder las preguntas de investigación es la participación de organizaciones


civiles en el proceso del tratado sobre empresas y derechos humanos que actualmente tiene lugar
en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El caso se ha delimitado de manera muy general de
la siguiente forma:

Los componentes del caso que se estudia son:

1. Mecanismo de participación institucionalizado:


a) Grupo de trabajo intergubernamental de composición abierta sobre las empresas
transnacionales y otras empresas comerciales en materia de derechos humanos.

2. Organizaciones civiles:
a) Dos plataformas transnacional de organizaciones civiles: “Alianza por el tratado” y
“Campaña Global para Desmantelar el Poder Corporativo”
b) Dos redes transnacionales de organizaciones civiles de derechos humanos: Red-
DESC y Federación Internacional de Derechos Humanos o FIDH
c) Organización civil regional con base y trabajo en México: Proyecto en Organización,
Desarrollo, Educación e Investigación (PODER).

3. Delimitación temporal:
a) Contextualización: del 2011 al 2015
b) Reuniones de trabajo: 2015 al 2018

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Marco teórico: enfoque interdisciplinario

a) Caminos transnacionales de influencia

Desde la tradición teórica norteamericana de los movimiento sociales y acción colectiva y desde el
transnacionalismo institucional, la apuesta de Zajak apunta a un modelo analítico denominado vías
del activismo transnacional (Zajak, 2014)1. La autora concibe al activismo transnacional como una
dinámica que “[...] opera en un contexto fluido, multi- estrato, e interactivo de mecanismos de
gobernanza y que es influenciado por las respuestas de su objetivo” 2(Zajak, 2014, pp: 2); esta
concepción de activismo deja ver dos supuestos básicos; que el activismo es dinámico y, que en su
dimensión transnacional, se mueve en un marco de regulaciones interactivo. Asimismo, señala la
importancia entender a la gobernanza global no como teoría, sino como fenómeno empírico que
manifiesta su interactividad en “[los] múltiples cuerpos regulatorios que co-existen y se superponen,
así como por [las] redes inter e intra-organizacionales de actores autónomos pero
interdependientes con diversas fuentes de poder y mecanismos de ejecución.” (van Kersbergen/van
Warden 2004 en Zajak 2014). Hasta aquí, resaltemos tres adjetivos que Zajak usa en la concepción
del activismo transnacional y el ámbito en el que se desarrolla: dinámico, interactivo,
interdependiente. La propuesta conceptual y analítica de Zajak apunta a cuatro vías de influencia
transnacional; a saber, el Estado, los organismos intergubernamentales, las corporaciones y la
propia sociedad civil. Por vías de influencia entiéndase las acciones que los activistas emprenden
para interactuar y buscar influir al Estado, los organismos intergubernamentales, las corporaciones
y la sociedad civil; el sustantivo “vía” hace referencia a un camino que se transita, como medios para
conseguir algo, y transnacional señala los vínculos de los activistas con actores más allá de cualquier
frontera geográfica de cualquier país, para vincularse con instituciones supra-nacionales, Estados
que no los del país propio y activistas globales. De esta forma, los activistas pueden buscar influir a
un determinado Estado desplegando un amplio repertorio de acciones, mismas que se alterarán
según vaya cambiando la naturaleza de la relación de los activistas con el Estado; de la misma forma
podría suceder en la interacción de los activistas con los organismos intergubernamentales, las
corporaciones y la sociedad civil; en tanto las relaciones se transforman, se transforma también la
forma de la actuación, funcionamiento y ejecución de estrategias de los activistas. Esta afirmación
señala un supuesto básico detrás de las concepciones de esta autora: el activismo transnacional
influye, a la vez que es influido, por los mecanismos de gobernanza global, en tanto estos son
interactivos; una perspectiva de corte constructivista; es decir, los activistas a través de sus acciones
buscan ciertamente influir en determinados aspectos de la configuración de poder, como
regulaciones del sistema internacional, y estas acciones son a su vez influidas por los cambios en las

1 Zajak, Sabrina (2014): Pathways of Transnational Activism: A Conceptual Framework. Max Planck
Institute for the Study of Societies. Alemania (Discussion Paper, 14/5).
2Zajak, Sabrina (2014): Pathways of Transnational Activism: A Conceptual Framework. Max Planck Institute
for the Study of Societies. Alemania (Discussion Paper, 14/5).

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reglas, en los arreglos institucionales, en las normas que tienen lugar en el sistema internacional; es
una doble configuración: de activistas al sistema internacional y del sistema internacional a los
activistas (y sus acciones). La propuesta de Zajak, da cuenta de un activismo transnacional de
dimensiones múltiples, de relaciones cambiantes y superpuestas que reflejan la complejidad de las
interacciones de los activistas con sus objetivos (targets), y mostrar el proceso de transformación
que el propio activismo experimenta.

Las vías de influencia transnacional están situadas en la acción colectiva, y ofrecen un panorama
alternativo para explicar la política internacional, y los distintos sistemas de gobernanza dentro de
este (Willetts, 2011). En la desagregación de los actores políticos –incluidos las organizaciones
civiles, las corporaciones, los Estados y los organismos intergubernamentales- y las interacciones
entre estos se revela la complejidad de la política global.

Con fines investigativos, se toma el concepto vías de influencia transnacional desarrollado por Zakaj
(2014), el cual es entendido como “[la] movilización de los activistas dentro de un determinado
contexto (viajan por cierto camino) con el objetivo de alcanzar un determinado objetivo.” Los
caminos de influencia transnacionales señalan “[las] interacciones dinámicas entre los grupos de
activistas y determinadas estructuras” (Zajak, 2017, pp: 9). El supuesto básico de este concepto, es
que las organizaciones civiles buscan influir en determinado tema a través de sus interacciones con
diferentes tipos de actores. Estas interacciones pueden darse en el marco de un mecanismo
institucionalizado multi- actor –como el caso que aquí se presenta-o a través de formatos no
institucionalizados, no formales, y de manera separada con cada actor.

Las vías de influencia transnacional hacen referencia a los distintos tipos de actores con los que las
organizaciones civiles tienen que interactuar para perseguir su objetivo. El caso de estudio
seleccionado es un ejemplo temático en el que las organizaciones civiles interactúan con diferentes
actores en conjunto –durante las reuniones del Grupo de Trabajo Intergubernamental de
Composición Abierta de las Naciones Unidas sobre las Empresas Transnacionales y Otras Empresas
con respecto a los Derechos Humanos- o por separado –cuando las organizaciones civiles buscan
por diversos canales a cada tipo de actor para interactuar con ellos- para alcanzar un objetivo. El
concepto de vías de influencia transnacional ayuda a comprender las interacciones con cada uno de
los actores involucrados, en otras palabras, las vías de influencia transnacional nos ayudan a
entender de una forma “desagregada” el activismo transnacional.

El siguiente esquema es una interpretación visual basada en el concepto original de vías


transnacionales de influencia de Zajak (2017), a la vez que la propuesta de un modelo de análisis de
las relaciones de las organizaciones civiles con varios tipos de actores, interacciones a través de las
cuales construye su agencia.

Esquema 6. Caminos de influencia transnacional y sus dimensiones

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Organism
Corporacio Organizacio
Estado o
nes nes civiles
intergube
r- Interacciones de
namental organizaciones
civiles en política
global

Organizacio
nes
civiles

Negociaciones del Tratado en Empresas y Derechos Humanos Contexto

Caminos de influencia
transnacional
Fuente: elaboración propia basado en Zajak, 2014

En las interacciones entre las organizaciones civiles y los varios actores en un proceso de política
global, se busca el nivel de acercamiento o alejamiento, las condiciones institucionales permiten o
bloquean estas interacciones, si hay intervención del Estado en las relaciones que las organizaciones
establecen con los otros actores; si las organizaciones civiles se relacionan en un escenario político
global con el Estado del cual son originarias.

b) Multilateralismo complejo

La concepción de Robert O’Brien acerca del sistema internacional y las formas para modificarlo
planteadas en los Caminos para reformar la Gobernanza Global (Paths to reform Global Governance,
O’Brien, 2003), parte de la premisa de que el formato actual de relaciones globales implica la
creación de nuevas configuraciones de relaciones sociales y nuevos centros de autoridad. Este
sistema tiene mecanismos y reglas formales e informales, que se desarrollan en un contexto en el
que el territorio es cada vez menos importante en términos de las relaciones sociales, en tanto las
interacciones humanas superan las barreras geográficas gracias a la tecnología señalando que la
globalización implica “[la] contracción del tiempo y el espacio [...]” (O’Brien, 2003: pp. 12).

Asimismo, este autor ofrece una explicación sobre cómo funciona actualmente la gobernanza
global: el mecanismos principal que pone en marcha la gobernanza global en un determinado tema
-economía, ecología, trabajo, derechos humanos, etc.- son los regímenes, entendidos como “[...]
principios implícitos o explícitos, normas, reglas y procedimientos de toma de decisiones alrededor
de los cuales convergen las expectativas de los actores en una determinada área de las relaciones

12
internacionales” (Krasner, 1983 en O’Brien, 2003). En otras palabras, los regímenes pueden ser
entendidos como acuerdos que los Estados establecen pues estos satisfacen determinados
intereses; no obstante los intereses de los Estados no son ni permanentes ni totalmente
transparentes, lo que genera tensiones, negociaciones y acuerdos extra-oficiales, encuentros y
desencuentros en los objetivos, lo que refleja un sistema de conformación de reglas internacionales
bastante inestable y, por lo tanto, susceptible de ser cambiado. Desde la visón más clásica de las
Relaciones Internacionales, los Estados son los actores claves, sino únicos, de este sistema
internacional (siendo Kenneth Waltz uno de los mayores expositores de esta visión). No obstante,
la obra de Keohane y Nye de la década de 1970 es reconocida por muchos autores por ser la que
abrió las puertas de las Relaciones Internacionales (disciplina) a otros actores, principalmente las
empresas transnacionales. Más recientemente, y con el florecimiento de Organizaciones No
Gubernamentales Internacionales, la teoría de las Relaciones Internacionales ha tomado en cuenta
a estos como actores del sistema internacional.

Pues bien, las normas y reglas de los regímenes internacionales condicionan la actividad, las
decisiones y el comportamiento de los actores que participan de estos regímenes; del sistema
internacional. En su explicación de cómo funciona la gobernanza global, O’Brien identifica móviles
que influyen en el comportamiento de los actores en la gobernanza global: reglas, recursos, moral
y especialización. En el ámbito de las reglas, el autor refiere los acuerdos internacionales
vinculatorios, que sancionan en caso de alguno de los Estados no cumpla con un determinado
acuerdo; los más representativos de este caso en la Organización Mundial de Comercio y su cláusula
de la nación más favorecida, asimismo, en esta categoría de reglas se pueden considerar los
acuerdos comerciales regionales que delinean claramente los términos de intercambio entre dos o
más países. Por lo que respecta a los recursos, O’Brien menciona la naturaleza condicionada de los
préstamos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, liberados a los países solamente
bajo el cumplimento de determinados requerimientos en materia de política económica nacional,
marco bajo el que se llevaron a cabo los denominados cambios estructurales en la década de 1990.
La moral como móvil en el comportamiento de los actores del sistema internacional, O’Brien cita a
la Organización Internacional del Trabajo, organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU),
que emite recomendaciones a los países acerca de prácticas y políticas en el ámbito laboral, mismas
que no son obligatorias para los países. Este es el ONU y sus distintos órganos, las Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y demás cumbres globales. No obstante la falta de
poder de vinculación jurídica de estos organismos y cumbres, muchas veces los países se
comprometen con determinados acuerdos globales por una cuestión de lo que podría llamarse
“moral global”, respondiendo a normas no escritas globales que de no ser cumplidas, o al menos no
adherirse de forma retórica, es posible que se dé una especie de condena a los Estados que no se
adhieran a estas normas internacionales. Otro móvil de las acciones de los atores del sistema
internacional es la especialización de los organismos internacionales, a través de generación de
investigación por país, regional y global acerca de temas de carácter técnico; los países deciden
seguir tales o cuales lineamientos frente a este grado de especialización; este es el caso del Banco
Mundial, de Banco Inter-americano de Desarrollo, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, etc.

13
Los cuatro móviles pueden operar para los actores del sistema internacional; el Estado, los
organismos intergubernamentales, las corporaciones y la sociedad civil. Desde esta lógica, O’Brien
considera que la forma en que la gobernanza global puede ser influenciada, modificada y, en última
instancia, reformada, es a través de las acciones de estos actores, al afirmar que “Los mecanismos
y reglas de la gobernanza global son creados por las acciones y acuerdos de actores clave en el
sistema global.” (O’Brien, 2003: pp. 125). Existen my diversas formas de actuar de estos actores,
siendo, innegablemente el Estado el de mayor relevancia dada su capacidad de influencia; no
obstante, tómese en cuenta que no todos los Estados tienen la misma capacidad de influir.

Nótese, para ejemplo, el caso del Banco Mundial en el que el poder de voto está directamente ligado
a las contribuciones económicas que hace cada país al organismo. Adicionalmente, es el Estado
quien tiene la capacidad y los medios, en el mejor de los casos, para llevar a través del marco jurídico
nacional, las reglas de la gobernanza global al terreno de lo nacional. No obstante, no todos los
países poseen las mismas capacidades ni para influir en el medio exterior en las negociaciones
internacionales, ni en el medio interior, con un marco jurídico e instituciones robustas; estas
diferencias son de la mayor relevancia, pues deja ver al Estado como un actor con muy diversas
características, y no como un actor monolítico e idéntico en sus capacidades y funciones.

Las corporaciones, en particular las multinacionales y las transnacionales, también han ido ganando
terreno en el campo de la política internacional. Para ejemplificar la actuación de las corporaciones,
O’Brien (2003, pp: 131) menciona el caso de la introducción del tema de los derechos de propiedad
intelectual en la agenda de la Organización Mundial de Comercio, a lo que se podría añadir su
participación en el foro B20 (Bussines 20) en el marco del G20; en el Foro Económico Mundial;
participan como receptores de servicios y productos financieros por parte del Banco Mundial a
través de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés). Dauvergene (2014)
lleva más allá la importancia de las corporaciones en la política nacional e internacional, al proponer
que las Organizaciones No Gubernamentales se están corporatizando, en el sentido de cómo, a
través de provisión de recursos de las corporaciones a las organizaciones civiles, el establecimiento
de alianzas, las corporaciones influyen o fijan la agenda de las organizaciones civiles.

La relación entre los actores claves del sistema internacional, O’Brien la ha denominada como
Multilateralismo Complejo, entendido como “[la] forma de gobernanza global que surge de la
intersección entre el Estado, organismos intergubernamentales, corporaciones y sociedad civil.” “En
términos analíticos [este tipo de gobernanza] debe ser vista como producto de la continua
interacción entre cuatro esferas superpuestas –inter-estatal, economía mundial, sociedad civil
global-. Cada esfera es dominada por actores y lógicas particulares. Las esferas también son
penetradas por actores de otras esferas, y las esferas a menudo entrecruzan en su lucha, entre y a
través de diversas formas de actores, al intentar establecer las reglas de la gobernanza global.”
(O’Brien, 2010: pp.10). La premisa básica es que en las políticas globales se puede distinguir un
esquema de relaciones de varias esferas de interés, en las cuales se pueden identificar actores

14
concretos. Implica el análisis de cambios institucionales, cambios en políticas y tácticas de los
movimientos sociales.

El planteamiento central de O’Brien es el argumento de que el multilateralismo es la transformación


constante de la gobernanza global como resultado del involucramiento de movimientos sociales en
la política global; esta transformación implica un alejamiento de la estructura internacional basada
únicamente en la interacción entre Estados (O’Brien, 2000, pp: 206). En los estudios de la interacción
de instituciones financieras internacionales con movimientos sociales, O’Brien et al. se enfocan en
la forma institucional de la gobernanza financiera y económica, pues estudian organismos
multilaterales concretos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; el resultado
de estos estudios señalan variadas transformaciones en distinto nivel de estos organismos como
resultado del involucramiento de movimientos sociales en distintas etapas en su proceso político y
sobre todo en los aspectos técnicos que implica la implementación de programas de desarrollo y de
ajuste estructural promovidos por estas dos instituciones durante las dos últimas décadas del siglo
XX. Si bien estas transformaciones institucionales forman parte de la transformación de la
gobernanza, a esta noción se vería complementada si se añaden aspectos no institucionalizados de
la gobernanza global, espacios –muy variados y algunas veces indefinidos- en los que muchas
campañas globales de organizaciones civiles y movimientos sociales tienen lugar; como ejemplo de
estos

De acuerdo con O’Brien, el multilateralismo complejo es la transformación del multilateralismo


como resultado del encuentro entre el organismos multilaterales y movimientos sociales globales
(O’Brien, 2000, pp: 3). Esta transformación implica nuevas características al multilateralismo clásico,
con lo que, de acuerdo a O’Brien (2000) el multilateralismo reconoce múltiples tensiones surgidas
de las modificaciones institucionales surgidas a partir de la presión de movimientos sociales o de la
presión del activismo directo con organizaciones civiles; reconoce que la variedad de actores que
participan en los procesos políticos internacionales están divididos por los diferentes intereses y
motivaciones con los que estos actúan, que muchas veces pueden encontrarse en espacios políticos
globales en situación de conflicto, no sólo de intereses, sino de objetivos y metas últimas, y otras
más en situación de convergencia. Todos estos cambios y dinámicas tienen un impacto sobre el rol
que el o los Estados juegan en un proceso de política global; este impacto ha de ser diferenciado en
cada Estado según su propio contexto político en su relación con otros Estados en un determinado
momento histórico en el que el proceso de político global tenga lugar (O’Brien, 2000, pp: 6). En
breve, si el multilateralismo clásico ya era complicado por las diferentes posturas de los Estados -
fuera en un mundo bipolar, unipolar, y aún más multi-polar-, involucrar a movimientos sociales de
diversa índoles y organizaciones civiles con distinta capacidad de alcance y con diferencias en la
naturaleza de trabajo –investigación, incidencia, proyectos locales, organización, construcción de
capacidades-, lo vuelve más complejo.
La diferencia fundamental que este autor observa entre el multilateralismo visto desde una
perspectiva clásica y el multilateralismo complejo que él propone, es que mientras el primero
plantea un sistema de instituciones incuestionables creadas para el establecimiento de temáticas y
diseño e implementación de políticas globales desde un enfoque de arriba abajo, el multilateralismo

15
complejo complementa esta visión –no la sustituye- con un enfoque de abajo a arriba. Una de las
características básicas de este noción, es que el multilateralismo tiene una naturaleza dinámica; no
es una entidad de poder unidimensional y ya creada, sólida y estática; al contrario, el
multilateralismo complejo es dinámico y se genera a cada instante del encuentro de la gran
variedad de actores involucrados, desde gobiernos y sus representaciones convencionales, hasta
movimientos sociales locales que presentan sus testimonios y peticiones, pasando por sindicatos,
asociaciones de sindicatos, asociaciones corporativas, plataformas de relaciones multi-actor, redes
transnacionales de organizaciones civiles, entre otros.

El siguiente esquema se inspira en el concepto original de multilateralismo complejo propuesto por


O’Brien (2000)

Esquema 7. Multilateralismo complejo y sus actores

Estado Corporaciones

Intersección

Organismo
Organizaciones
interguber-
civiles
namental

Negociaciones del Tratado en Empresas y Derechos Humanos Contexto

Multilateralismo complejo
Fuente: elaboración propia basado en O’Brien, 2000

Al final, el multilateralismo complejo es un sistema de interacciones y relaciones, dinámico y en


transformación, con diferentes grados de institucionalización, con variedad de actores involucrados
cuyas lógicas de acción son diferentes y por tanto su encuentro genera tensiones y la continua
transformación de los actores y del sistema de relaciones mismo.

Ambos gráficos son una forma visual y simplificada de representar las relaciones de las
organizaciones civiles con los demás actores involucrados en el contexto de las negociaciones del

16
Tratado Vinculante sobre las empresas y derechos humanos. Ambos esquemas pueden contener
elementos que no se hacen explícitos como los intereses de los actores, las lógicas de acción, los
marcos discursivos, las tensiones y cooperación entre ellos, los acuerdos y las y los obstáculos del
desacuerdo, los distintos tipos de recursos políticos y económicos, etc. Tampoco se definen
claramente los espacios institucionalizados o no institucionalizados en los que interactúan, pero sí
se específica el contexto en el que lo hacen. Estos no se muestran pues los esquemas tienen un
objetivo de visualización de relaciones, las especificaciones se muestran en el marco analítico que
se propone a continuación.

El modelo de Sistemas Asociativos Complejos desarrollado por Luna y Velasco (2017) se asemeja en
cierta forma al concepto de multilateralismo complejo. Como punto de partida, un Sistema
Asociativo Complejo “[...] es una entidad más o menos formalizada que lidia con problemas
colectivos y conflictos a través de la cooperación de actores sociales y políticos altamente
heterogéneos.” (Luna y Velasco, 2017:19). Desde este perspectiva, los Sistemas Asociativos
Complejos no son la mera suma o intersección de intereses y de estructuras organizacionales; estos
son entendidas como “entidades distintivas con propiedades emergentes” (Luna y Velasco,
2017:20). Estos autores proponen un modelo conceptual y analítico para el estudio de los Sistemas
Asociativos Complejos el cual implica identificar propiedades, características, mecanismos y factores
de estas entidades emergentes.

Los caminos transnacionales de influencia y el multilateralismo complejo son dos formas distintas
de comprender y explicar las relaciones de intereses y objetivos de una diversidad de actores en el
ámbito internacional. Estos dos enfoques, el de Zajak proveniente de la sociología de los
movimientos sociales, y el de O’Brien proveniente de las Relaciones Internacionales, tienen en
común que ambos buscan comprender los intereses y motivaciones de cuatro actores diferentes
que se confrontan o se alían frente a un determinado tema en el ámbito global.

En otras palabras, aplicar cualquiera de estos dos perspectivas a un caso de estudio, implica el
análisis de la actuación del Estado, de organismos multilaterales, las corporaciones y la sociedad
civil, para comprender y explicar los cambios en la gobernanza global de un tema determinado. Es
decir, frente al cambio climático, por poner un ejemplo muy emblemático de los tiempos políticos
que corren, cada actor tiene un actuar, y una posición que es la base de su actuar con lo que busca
influir, cambiar o reformar la gobernanza global.

Los caminos transnacionales de influencia ofrecen una visión multidimensional del activismo
transnacional al proponer someter a análisis las relaciones organizaciones civiles con el Estado, los
organismos intergubernamentales, las corporaciones y la propia sociedad civil. Mientras que el
multilateralismo complejo ofrece una compresión de un sistema global de relaciones, al situar
cuatro tipos de actores en un mismo espacio político de interacción con diversidad de intereses,
recursos y medios para alcanzarlos. Ambos enfoques sugieren le necesidad de una visión
constructivista –basada en las interacciones entre distintos actores- para comprender el desarrollo

17
y desenlace de los temas más acuciantes en la escena política global. A la vez, estos dos enfoques
teóricos dan cuenta de un sistema complejo de relaciones dinámico e interdependiente.

Finalmente, ambos enfoques establecen que en ese sistema de relaciones a nivel global, ha
diferentes vías y caminos que los actores emprenden en la búsqueda de satisfacer sus objetivos,
cada uno con sus conceptos y categorías propias, los cuales pueden ser trasladados de forma parcial
–como toda categoría de análisis- en hechos observables en la realidad; las categorías analíticas en
las ciencias sociales es difícil encontrarlas de forma “pura” en la realidad; más bien estas categorías
conjuntan una serie de características que, muchas veces, se encuentran se sobreponen, se
traslapan con características de otras categorías analíticas.

Modelo analítico de activismo transnacional

Una de las etapas más complicadas del proceso de investigación social es llevar al campo los
conceptos seleccionados de una o varias bases teóricas, pues implica convertir un concepto
abstracto en elementos concretos del fenómeno social que se estudia. Para el caso de esta
investigación los conceptos analíticos seleccionados desde marcos teóricos concretos de la
Sociología y de las Relaciones Internacionales son: a) repertorios de acción (estrategias); b)
oportunidad política (cambios institucionales) y; c) redes (vínculos global- local) como un elemento
particular para comprender las relaciones de las organizaciones civiles con otras organizaciones
civiles, movimientos sociales locales y demás expresiones de protesta a nivel nacional o subnacional.

Parte de la estrategia metodológica consiste en la construcción de un modelo analítico del activismo


transnacional, el cual consiste en la operacionalización de estos tres conceptos básicos. Estos
conceptos se aterrizan en determinadas unidades de observación; esto es que la observación de
determinados espacios, procesos y actores se usan para evidenciar las distintas interacciones de las
organizaciones civiles, interacciones en las que se puede encontrar el soporte empírico de los
conceptos elegidos.

Observar las estrategias nos ayuda a comprender las distintas herramientas utilizadas por las
organizaciones civiles para contactar a sus diferentes interlocutores. El concepto analítico de que se
echa mano en este trabajo de investigación es el de repertorios de acción, proveniente de las teorías
de la acción colectiva.

a) Repertorios de acción: conjunto de medios [que un grupo] tiene para hacer reclamos de
diferentes tipos a diferentes individuos (Tilly 1986: 2 en Della Porta, D., y Diani, M. 2006).
Para los fines que ocupan a esta investigación, entenderemos los repertorios de acción
como las estrategias de las organizaciones civiles frente a oportunidades y obstáculos de
participar en el proceso de política global;

18
La segunda dimensión observable en las interacciones de las organizaciones civiles son las
condiciones institucionales en las que estas se llevan a cabo. El concepto de oportunidad política es
la herramienta teórica más útil para analizar las condiciones institucionales en el caso estudiado.
También se puede complementar con las visiones de las teorías de los institucionalistas de las
Relaciones Internacionales.

b) Oportunidad política: conjunto de características de las instituciones políticas que


determinan la capacidad relativa de los grupos (externos) para influir en la toma de
decisiones dentro de esa institución (Tarrow 1996, p. 54). Esta noción puede entenderse de
manera muy general en el caso de estudio como la creación temporal o permanente por
parte de las instituciones multilaterales de mecanismos de participación para las
organizaciones civiles;

El último de los conceptos analíticos seleccionados es el de vínculos global-local; desde esta


perspectiva podemos enfocar parte del análisis a los vínculos de aspectos globales con aspectos
locales de una política global.

c) Vínculos global- local: los vínculos que tienen las organizaciones civiles con movimientos
sociales de base y organizaciones comunitarias con estructuras y organización menos formal
que las organizaciones civiles que participan en los mecanismos institucionalizados.

Estos conceptos se hacen operativos sobre determinadas variables, indicadores unidades de


análisis, esto es en determinados espacios, procesos y actores que permiten identificar las distintas
interacciones de las organizaciones civiles en las cuales se puede encontrar el soporte empírico de
los conceptos elegidos.

El resultado de la operacionalización es un modelo analítico hace desglosa las variables y les asigna
uno o varios indicadores, las formas en que estos indicadores se observarán.

19
Modelo analítico del activismo transnacional del PODER, redes FIDH y Red-DESC, y las plataformas Alianza por el Tratado y Campaña Global para Desmantelar el Poder
Corporativo

Concepto Dimensión Variables Indicador(es) Observable Unidad de análisis


Mecanismo de acceso abierto o Modificaciones en el carácter
mecanismo cerrado consultivo, requisitos, características

Estabilidad de los lineamientos Modificaciones en el carácter


de acceso consultivo, requisitos, características
Mecanismo
institucionalizado Capacidad de cambio del Modificaciones en el carácter
de acceso mecanismo frente a los consultivo, requisitos, características 1. Comité de ONGs de ECOSOC
cambios en el contexto y resolución del carácter
consultivo
Oportunidad
Institucional Mecanismo de acceso abierto o Modificaciones en los estatutos del
política
mecanismo cerrado CDH 2. Consejo de DH

Estabilidad de los lineamientos Modificaciones en las prácticas de 3. Grupo de trabajo ad hoc


de acceso involucramiento de las organizaciones
civiles
Mecanismo
multi-actor
Filtros de acceso informales Qué tipo de organizaciones tienen
acceso
Relaciones informales Prácticas fuera del carácter consultivo

20
Modelo analítico del activismo transnacional del PODER, redes FIDH y Red-DESC, y las plataformas Alianza por el Tratado y Campaña Global para Desmantelar el Poder
Corporativo (continuación)

Concepto Dimensión Variables Indicador(es) Observable Unidad de análisis


Lenguaje Cambios en el lenguaje: de
responsabilidad a obligación,
extraterritorialidad, definición de
empresa transnacional,
1. Propuestas de las dos
plataformas sobre contenido
Información Técnica, anecdótica (testimonios),
del tratado
confrontativa (refuta el postulado
institucional), difusión
2. Posicionamientos de Red-
Agenda Aportación de enfoques y temas DESC y FIDH
nuevos
Relaciones Con qué actores se relacionan más 3. Posicionamientos de la
Campaña para Desmantelar el
Repertorios Reuniones extra- oficiales Reuniones con funcionarios y
Movimiento Estrategias de poder corporativo
de acción delegados de la ONU fuera de las
social acción
colectiva reuniones del Grupo de Trabajo
4. Notas de análisis de las
Tipos de articulación Estrategias de comunicación y organizaciones civiles señaladas
agendas en común y diferenciadas en sus páginas de internet
entre las dos plataformas
5. Entrevistas
Relación con Estados Facilitadores de cooperación entre
estos, ahondan los discursos 6. Videos de la ONU de las
dicotómicos de un estado vs. otro reuniones de trabajo
estado

Argumentos Apelaciones de moralidad, win- win


approach, confrontativa

21
Modelo analítico del activismo transnacional del PODER, redes FIDH y Red-DESC, y las plataformas Alianza por el Tratado y Campaña Global para Desmantelar el Poder
Corporativo (continuación 2)

Concepto Dimensión Variables Indicador(es) Observable Unidad de análisis


Relación de redes
transnacionales y plataformas Formas de vinculación: consultas para 1. Consulta global de FIDH y
transnacionales con definición de agenda y posiciones, Red- DESC para definir los
organizaciones civiles y integración de organizaciones civiles temas del tratado
Movimiento movimientos sociales locales locales como miembros de las redes
Vínculos local-
Redes social Relación de organización civil trasnacionales, apoyo mediante firma 2. Consultas de la Campaña
global
transnacional mexicana PODER con de posicionamientos de las redes para desmantelar
organizaciones locales y trasnacionales, relación con víctimas,
movimientos sociales de base acompañamiento legal, formación de 3. Casos a los que apoya y da
organizaciones civiles seguimiento PODER sobre
violación de ddhh y empresas

22
Hallazgos preliminares

Sobre la relación de organizaciones civiles con la ONU

La representatividad como argumento de legitimidad de las organizaciones civiles en la política


global es una visión reduccionista. Desde una perspectiva de legitimación de los actores de la política
global, las organizaciones civiles han pasado por una larga historia de apertura de instituciones a
nivel global. Este proceso es visible desde finales del siglo XIX, tomando fuerza en el siglo XX, en
particular en su segunda mitad. Hoy, el derecho internacional público, ofrece varias perspectivas
para hablar de que estos actores son legítimos actores de la política global más allá de un argumento
de representatividad. Si bien las organizaciones civiles no gozan –aún- de personalidad jurídica en
el ámbito internacional, son cuatro las características de su actuación en este ámbito, que dan
indicios de que estas son reconocidas como actores legítimos de la política global: el carácter
consultivo de las organizaciones civiles ante la ONU, la figura de amicus curaie en la Corte Penal
Internacional y en la Organización Mundial de Comercio, su capacidad procesal en el ámbito
europeo e interamericano en temas de derechos humanos, su participación en la negociación de
distintos acuerdos y tratados internacionales, su carácter funcional al ser depositarias de tareas
delegadas por los propios organismos multilaterales

Por lo anterior, el argumento de representatividad de las organizaciones civiles en ámbitos políticos


globales como sustento de una participación legítima, resulta reduccionista en el momento que se
analiza la amplitud de roles y variedad de formatos en los que las organizaciones civiles actualmente
participan en el escenario político multilateral.

El involucramiento de organizaciones civiles supera los límites jurídicos e incluso institucionales


establecidos en el ámbito de los organismos multilaterales. La observación de las formas de
participación de las organizaciones civiles y con distintos grados de involucramiento, podemos
concluir que las organizaciones civiles ejercen un poder blando en el ámbito multilateral; esto aún
cuando no gozan de personalidad jurídica establecida en un acuerdo internacional, pues su
presencia y actuación sí influyen de forma directa o indirecta en el proceso de elaboración de
normas internacionales.

Tres momentos paradigmáticos en la participación de las organizaciones civiles en el ámbito


internacional: la fundación de la Organización de Naciones Unidas, que implicó un importante paso
en el involucramiento de manera formal de las organizaciones civiles en los distintos foros políticos
del organismo; b) el fin de la Guerra Fría fue momento que a nivel ideológico permitió el
florecimiento de un mayor número de organizaciones civiles con acción internacional; c) las
Declaración del Milenio y lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000,
discurso donde se declara a las organizaciones como aliados en las metas de desarrollo, lo que
implica un reconocimiento y delimitación de su actuar a nivel global por parte de la Organización de
Naciones Unidas.

23
El denominado carácter consultivo es hoy, y desde la década de 1970, el mayor filtro de Naciones
Unidas para definir las organizaciones civiles a las que le da entrada a su sistema de relaciones
políticas. Las organizaciones civiles latinoamericanas son las que menos presencia tienen en el
organismo multilateral; se encuentran sólo por arriba de las organizaciones de Oceanía. En los datos
más recientes, del total de organizaciones con carácter consultivo, las organizaciones de
Latinoamérica y el Caribe representan un magro 5% de total de organizaciones civiles con este
carácter.

Otra complicación del carácter consultivo, es las organizaciones que lo poseen están clasificados en
una tipología un tanto incongruente, pues esta tipología incluye sector privado, fundaciones y
grupos intergubernamentales, que aunque el número de organizaciones de este tipo es mínimo,
estas deberían tener su propio mecanismo de acceso con un proceso tan robusto como el
establecido para las organizaciones civiles. Es precisamente este aspecto, uno de los aspectos de
mayor crítica del sistema de Naciones Unidas en su relación con organizaciones civiles. Mientras las
organizaciones no gubernamentales –en esta investigación se ha señalado como organizaciones
civiles- tienen que pasar por un filtro sumamente robusto y discrecional para poder acceder a un
título que le otorga acceso a los foros de debate político en Naciones Unidas, otros actores,
igualmente no gubernamentales e igualmente privados, como las corporaciones o instituciones
híbridas público- privado, no tienen de ninguna manera un control de acceso como el carácter
consultivo.

La puerta de entrada a la ONU, el Comité de ONGs, es un mecanismo de revisión y aprobación de


solicitudes de organizaciones para obtener el carácter consultivo, este mecanismo según sus
lineamientos, se rige por criterios primariamente técnicos para la revisión de las solicitudes de
organizaciones civiles, pero este proceso está inmerso y permeado por un contexto político mucho
más complejo e invisible a los externos; es un mecanismo político disfrazado de técnico. La ausencia
de información clara acerca del proceso del revisión de las solicitudes de organizaciones civiles que
aspiran al carácter consultivo, levanta sospechas acerca de la transparencia y objetividad del mismo.
Al final, el Comité en ONGs es un mecanismo intergubernamental, y son los Estados los que juzgan
la pertinencia de las aplicaciones de las organizaciones civiles, lo que significa que aún en el ámbito
internacional, las organizaciones no se salvan del escrutinio de entidades gubernamentales.

Frente a las limitaciones y procesos institucionales, políticos y administrativos, lentos, poco claros
en sus criterios de selección, poco transparentes en su información estadística, y con las regiones
en vías de desarrollo sub-representadas en este mecanismo de diálogo de Naciones Unidas con
organizaciones civiles, estas últimas han optado por un esquema de acción que sí incluye el
mecanismo institucionalizado de Naciones Unidas, pero que en muchos sentidos lo supera, como se
verá en las siguientes páginas.

24
Sobre los cambios institucionales para incluir a organizaciones civiles en la ONU y la
configuración de la agencia de las organizaciones civiles

Para comprender los cambios institucionales acontecidos dentro del sistema de Naciones Unidas
que han construido los mecanismos multi-actor en el que las organizaciones civiles pueden
participar, es necesario revisar varias oficinas. En principio, como se revisó en el capítulo 4, el cambio
más reciente en la gestión de la participación de las organizaciones civiles se dio en 1996, con la
actualización de los lineamientos del carácter consultivo ECOSOC a través de la resolución 1996/31.

Por otra parte, el propio Consejo de Derechos Humanos ha sufrido sus propias transformaciones. La
primera y la más general, y la más relevante a la vez, fue cuando el órgano se transformó de
Comisión de Derechos Humanos a Consejo de Derechos Humanos; en este cambio se dio un intenso
debate acerca de los alcances y campos de participación de las organizaciones civiles, el cual dejó
como resultado un mayor involucramiento de las organizaciones civiles en temas sustantivos de
derechos humanos a través del Examen Periódico Universal, siendo su mayor debilidad que al ser
un mecanismo de evaluación de un Estado en materia de derechos humanos, este puede influir de
manera indirecta la regulación de la participación de las organizaciones civiles.

Los cambios políticos y estructurales dentro del Consejo de Derechos Humanos tuvieron como
consecuencia la pulverización de la participación de las organizaciones civiles, pues las sesiones del
Consejo se dividen en áreas temáticas, y las organizaciones civiles a su vez se dividen en las áreas
temáticas para tomar parte en las reuniones de trabajo; esto implica una división de la presencia de
las organizaciones lo que quizá signifique una dispersión de fuerza política. Actualmente, la relación
de las organizaciones civiles con el Consejo de Derechos Humanos es muy variada, y estas se
encuentran prácticamente en cada rincón de la configuración institucional del Consejo de Derechos
Humanos: participan en el Examen Periódico Universal, en los Procedimientos Especiales, en el
Comité Asesor, en el Procedimiento de Denuncia, en los Foros Sobre las Cuestiones de las Minorías
y el Foro Social, y Foro sobre Empresas y Derechos Humanos, por mencionar algunos. Todas las
relaciones de las organizaciones civiles con estos espacios del Consejo de Derechos Humanos se
rigen por la resolución 1996/31 de ECOSOC, aunque cada espacio tiene sus peculiaridades al
respecto de la relación con organizaciones civiles.

Dada la profunda penetración de las organizaciones civiles en los diversos temas, espacios de
diálogo, mecanismos de trabajo del Consejo de Derechos Humanos, y dada la relevancia del Consejo
de Derechos Humanos en la emisión de recomendaciones a la Asamblea General, máximo órgano
de Naciones Unidas, se puede concluir que las organizaciones civiles tiene injerencia y amplia
influencia en la creación de normas internacionales; a lo que los propios activistas denomina
derecho internacional desde abajo.

En cuanto a la Dirección General de Vinculación con Organizaciones de la Sociedad Civil (DGVOS)


de la Secretaría de Relaciones Exteriores, es un canal formal de acceso a las personas y oficiales

25
gubernamentales mexicanos encargados de diferentes temáticas de política exterior de México. El
acceso de las organizaciones civiles a las diferentes áreas de la cancillería mexicana, para buscar
diálogo, confrontar, o simplemente interlocución, no depende de la DGVOS, si no de las oficinas de
la cancillería; no toda la política exterior de México está abierta a la participación de organizaciones
civiles, pues ni los criterios de qué temas sí se abren y qué temas no quedan claros.

Las dos configuraciones institucionales revisadas a nivel global y a nivel nacional dejan ver que las
organizaciones civiles enfrentan muchos retos de apertura y participación sustantiva aún cuando
los canales institucionales están abiertos, los retos son mucho mayores cuando los canales
institucionales están bloqueados.

Frente a estas configuraciones, las organizaciones civiles planean y actúan con un amplio repertorio
de acciones de abarcan acciones tan variadas como emisión de informes especializados, hasta
protestas callejeras. Cundo los canales institucionales están cerrados para unas organizaciones,
estas se alían con otros que sí tengan acceso. Asimismo, las organizaciones civiles se han vuelto
expertas e identificar las fugas del sistema, es decir, todas aquellas formas de acceso a una
institución que salen de manual institucional de acceso, de los canales establecidos para tal fin. Estas
fugas pueden tomar la forma de oficiales gubernamentales con posturas cambiantes respecto a un
tema.

El entorno cambiante de las condiciones institucionales y el dinamismo de las posiciones políticas


de los actores con los que las organizaciones civiles interactúan, demandan de estas una gran
flexibilidad para adaptarse a las distintas situaciones buscando influir en un tema.

Las organizaciones civiles construyen su agencia en espacios políticos globales desde la fuerza
hormiga; sólo en conjunto pueden hacerse visibles en un sistema caracterizado por la desigual
distribución de poder.

Las organizaciones, con su amplia gama de estrategias ejercen un poder suave, un poder que sí tiene
implicaciones en el sistema de política, siendo quizá uno de los más importantes la vinculación de
los temas de la agenda global con aspectos locales de la sociedad; quizá sin el trabajo local de las
organizaciones civiles, las informaciones acerca de violaciones de derechos humanos por parte de
empresas no sería tan detallada; no hay interés de reportar estos casos ni para el Estado y mucho
menos para las empresas y sus asociaciones. Pero su poder suave no solamente reside en esto,
también con sus propuestas y su discurso pueden orientar el paradigma de la relación de empresas
con los derechos humanos, al cambiar en su lenguaje el uso de la idea de “responsabilidad” y usan
en cambio el planteamiento de “obligación” de los Estados y de las propias empresas en esta
relación complicada.

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