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La Terapia Estratégica Breve: ¿Qué

es la Terapia Breve
Estratégica?

La Terapia Breve Estratégica es un modelo de intervención terapéutica


centrada principalmente en soluciones, que deja de lado o no ahonda en el
origen del malestar psicológico ni en su causa. Ha sido desarrollada
por Giorgio Nardone e incluye los modelos teóricos de Paul Watzlawick de la
escuela de Palo Alto de San Francisco (EEUU).

Las bases del enfoque estratégico se pueden resumir en:

 Los problemas psicológicos son el resultado del sistema de percepción


de la realidad del individuo.
 Para resolver un problema sólo hay que entender cómo funciona y se
mantiene en el presente, sin necesidad de buscar la causa en el pasado.
 Los intentos arbitrarios de solución puestos en práctica por el paciente o
sus familiares, son por lo general los que mantienen el problema o
generan nuevos problemas.

¿En qué consiste la terapia Breve Estratégica?

La Terapia Breve Estratégica es una manera creativa y original de enfocar la


formación y solución de problemas humanos en una consulta psicológica.
Se trata de una intervención terapéutica breve (entendiendo por breve menos
de 20 sesiones) que se ocupa, por una parte, en eliminar los síntomas o el
comportamiento disfuncional por el cual la persona ha recurrido a terapia, y por
otra parte, en producir un cambio de las modalidades según las cuales la
persona construye su propia realidad personal e interpersonal.

Por consecuencia, la Terapia Breve Estratégica representa una


intervención radical y duradera y no una terapia superficial y meramente
sintomática. Diferentemente de las tradicionales teorías psicológicas y
psiquiátricas, un terapeuta estratégico no utiliza ninguna teoría sobre la
“naturaleza humana” y, por tanto, mucho menos definiciones relativas a la
“normalidad” o “patología” psíquica. Este enfoque se interesa
principalmente por la “funcionalidad” o “disfuncionalidad” del
comportamiento de las personas y de su modo de relacionarse con su
propia realidad.

Cuando nos encontramos frente a una dificultad – sea personal, relacional


o profesional – la primera cosa que intentamos hacer para resolverla es
utilizar una estrategia que nos parece productiva, tal vez porque ha
funcionado en el pasado para una situación similar. Si la estrategia elegida
funciona la dificultad se resuelve en tiempo breve, pero a veces sucede que
nuestra estrategia no funciona como esperaríamos y que esto nos lleva a
intensificar nuestros esfuerzos en esa dirección, desde que la solución
pensada nos parezca aún la más lógica, obvia, o la única posible. Pero
cuanto más aplicamos esta estrategia más la dificultad inicial parece no sólo
irresoluble sino incluso se complica, transformándose en un verdadero
problema estructurado.
En estos casos son los mismos esfuerzos que la persona ejerce en dirección
del cambio que mantienen la situación inmutable, es decir: las “soluciones
intentadas” probadas por el sujeto y por las personas de su entorno para
intentar resolver el problema terminan por alimentarlo y determinar así su
persistencia. Estos intentos de solución son reconocidos a menudo por la
propia persona como no funcionales pero, a pesar de eso, ella no consigue
hacer de otra forma, desarrollando así una arraigada confianza en la
posibilidad de un cambio de la propia situación problemática.

Desde un punto de vista estratégico, por tanto, para cambiar una


situación problemática no es necesario desvelar las causas
originarias (aspecto sobre el cual, por otro lado, no tendríamos ninguna
posibilidad de intervención), pero trabajar sobre cómo esto se mantiene en
el presente, gracias a la repetición de la “solución intentada” adoptada. Por
este motivo, el terapeuta estratégico se enfoca, desde el inicio de la
terapia, sobre la ruptura de este círculo vicioso que se llegó a
establecer entre las soluciones intentadas y la persistencia del
problema, trabajando sobre el presente más que sobre el pasado, sobre
cómo funciona el problema más que sobre el “porqué” existe, sobre la
búsqueda de las soluciones más que de las causas.

El objetivo último de la intervención terapéutica se transforma así en el


desplazamiento del punto de observación del sujeto de su posición
originaria rígida y disfuncional (que se manifiesta a través de las soluciones
intentadas) hacia una perspectiva más elástica y funcional, con mayores
posibilidades de elección. De este modo la persona adquiere la
posibilidad de afrontar el problema sin rigidez y sin estereotipos,
disfrutando de la ventaja de haber desarrollado diversas estrategias de
resolución.
Para alcanzar este objetivo de la forma más eficaz y rápida posible, la
intervención estratégica es de tipo activo y prescriptivo y debe producir
resultados ya desde la primera sesión. Si esto no ocurre, el terapeuta está
en condiciones de modificar su propia estrategia con base a las respuestas
del cliente, hasta encontrar la estrategia idónea para guiar a la persona al
cambio definitivo de su propia situación problemática.

Definición de terapia breve estratégica


Se puede definir la terapia breve estratégica como un modelo de intervención
psicológica creado por Giorgio Nardone que trata de resolver problemas
complicados con soluciones aparentemente simples.

Es muy habitual que frente a un problema adoptemos siempre las mismas


soluciones y no funcionen, pero, como decía Einstein: “Si buscas resultados
distintos, no hagas siempre lo mismo”.

Por lo tanto, la terapia breve estratégica analiza las soluciones que se han
adoptado para resolver el problema y que no han funcionado para buscar una
solución que no se haya utilizado nunca y probarla. De esta forma se
rompe con lo que se ha hecho anteriormente y se innova con la solución a
aplicar.

No se busca una causa del problema psicológico que tiene una persona,
puesto que se entiende que el pasado no se puede cambiar. El pasado solo se
utiliza para saber lo que no ha servido, y se buscan nuevas perspectivas que
nunca se hayan utilizado.

Elementos de la terapia breve estratégica

Este tipo de terapia tiene una serie de características o elementos que la


diferencian de otras:

 Se centra en el momento presente. Como decíamos anteriormente, en


esta terapia el pasado solo se observa para conocer lo que no ha
funcionado.

 Es el paciente quien descubre sus propios recursos y habilidades. El


profesional no le ofrece recursos al paciente, sino que simplemente le
ayuda a descubrir sus propias habilidades.

 La terapia se realiza en un periodo corto de tiempo. Se parte de la idea


de que, aunque el problema o el sufrimiento que tenga la persona haya
durado mucho tiempo, el tratamiento no tiene por qué ser largo, sino que
será breve y focalizado.

Según Nardone cuando estamos frente a un problema de una persona lo


primero que pensamos es en utilizar una estrategia que haya dado una
solución en casos similares en el pasado. Si esa estrategia funciona, el
problema se soluciona, pero si no se soluciona seguimos aplicando la misma
solución con más intensidad y la posible solución acaba convirtiéndose en
el problema.

Objetivo y aplicaciones de la terapia breve


estratégica
Debemos tener en cuenta que el objetivo de la terapia breve estratégica es
provocar una ruptura del círculo vicioso que se produce como consecuencia
de las soluciones que se han intentado sin éxito y la persistencia del problema
en el paciente. Se trata de averiguar cómo funciona el problema, no por qué
existe.

Esta terapia se aplica en multitud de tipos de trastornos como los siguientes.

 Trastornos de alimentación como la anorexia o la bulimia.

 Trastornos sexuales como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz,


trastornos de deseo.

 Depresiones, problemas de familia, de pareja o de trabajo.

 Trastornos de ansiedad como ataques de pánico, fobia social,


obsesiones, trastornos psicosomáticos

https://lamenteesmaravillosa.com/la-terapia-estrategica-breve-de-giorgio-nardone/

¿QUÉ ES LA TERAPIA BREVE ESTRATÉGICA?


En el ámbito de la terapias breves, las del enfoque estratégico adoptan un
paradigma constructivista, según el cual las realidades personales no
constituyen una representación del mundo externo sino una construcción
propia del mismo. Los estudios y las aplicaciones terapéuticas tienen origen en
la teoría de la comunicación de G. Bateson, de Watzlawick y del Mental
Research Institute (MRI) de Palo Alto, en sus fecundos encuentros con la
orientación naturalista de Erickson -que considera a las personas fuentes de
recursos e indicaciones para el cambio-, desde la que deriva su modelo de
sugestión hipnótica.
La realidad de segundo orden y el sistema perceptivo-reactivo
El principal argumento reside en la distinción entre la imagen de la realidad
que traemos de nuestros sentidos y aquella que percibimos a través de los
significados atribuidos (realidad de primer y segundo orden). Si la realidad es
tal es porque así se percibe subjetivamente. Las reacciones del individuo
producirán de este modo efectos prácticos que confirmarán las “verdades”
presuntas. Desde esta perspectiva, también los confines entre salud y
patología mental/afectiva se reconsideran en función del complejo sistema
perceptivo-reactivo con el que la persona afronta su cotidianeidad.
El modelo se dirige, por lo tanto, a la realidad de segundo orden
considerándola, al mismo tiempo, fuente de adaptaciones disfuncionales así
como de nuevas posibles configuraciones. La estrategia consiste en actuar
sobre los efectos para perturbar/modificar los esquemas consolidados y por
tanto, en concreto, en conducir a la persona a través de nuevas
experimentaciones de sí, capaces de generar reestructuraciones cognitivas y
emocionales a través de las cuales percibir diversas posibilidades de la
realidad.

La práctica estratégica
Son elementos constitutivos de la práctica estratégica:

 El análisis de las soluciones intentadas al problema y de cómo las


mismas han contribuido a alimentarlo,
 la aceptación de la visión del mundo y del lenguaje del cliente (como
forma de contacto y de utilización de las resistencias al cambio)
 la identificación de la capacidad no descubierta aún o no reconocida o
activada
 la comunicación persuasiva y el uso de estratagemas comunicativas
(desde la metáfora a la paradoja) para eludir los esquemas habituales; la
utilización y reestructuración estratégica constituyen para ello los criterios
clave.
La acción terapéutica puede ser orientada en modos diversos: sobre el
problema, sobre la solución, sobre el objetivo, sobre los recursos. La brevedad
de la intervención deriva de la adopción de un modelo de causalidad circular:
no es necesario recorrer la historia del individuo a la búsqueda de
los porqués. Se trata, más bien, de trabajar sobre cómo la persona reacciona a
la realidad que ella misma ha construido y en generar modalidades reactivas
que, a su vez, produzcan procesos reestructurantes de aquellas realidades
disfuncionales.

(E

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