LOS AISLADOS DE SIEMPRE

Como bien sabemos, a muchas personas les ha cambiado la vida drásticamente

gracias a esta pandemia, “privados de su libertad” obedeciendo al gobierno en los
días que se puede o no salir a realizar estrictamente lo necesario. Pero no se deja
de lado a las personas que la mayor parte de su vida han vivido un aislamiento
bien sea por su género, color, extracto social, secuestrados u oprimidos por un
gobierno dictador.

Este virus nos ha podido abrir los ojos y por un momento estar en el lugar de
muchas personas en su diario vivir, llenos de opresión, privados de su libertad, sin
poder tener contacto con sus seres queridos, pero de una manera no tan drástica.
Al igual que también ha servido para llevarnos a tener una mejor comunicación,
buscar nuevas actividades, sacar el tiempo en poder emprender en nuevos
proyectos y realizar actos solidarios que se puede decir que casi nunca se hacían.

El encierro causado por esta pandemia en todo el mundo ha desatado también

una angustia de no saber cuánto podría durar esto, a que otros factores conllevan
lo que estamos viviendo, y que tanto podrían hacer los gobiernos para actuar
frente a esto.

Para dar un gran paso al cambio tenemos que dejar de mirar atrás, concentrarnos
más en el futuro, dejar los problemas complejos en una sola disciplina y tener
coraje de abandonar ideologías y dogmas económicos que nos han llevado a
entrar en un mundo injusto que es indispensable cambiar. Estas son obligaciones
que tenemos que nos llevan a una oportunidad histórica sublime.

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