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IKEA

Nuestra historia comienza con un chavo de 17 años, en un pueblito sueco llamado Småland. En
1943, el joven Ingvar Kamprad se puso a vender plumas, carteras y otras cosas de consumo fácil, a
precios muy bajos. Ingvar pensó en ese changarro para apoyar a su gente: en Småland las tierras
no son muy fértiles, así que hay que trabajar muy duro y aprovechar bien lo poco que hay. Ahorrar
e innovar son dos cosas que allá todos hacen. Para Ingvar, hacer muebles a bajo costo, para gente
sencilla y trabajadora, fue un paso natural. Así nació la marca IKEA: una combinación entre las
iniciales de su nombre, IK, la primera letra de la granja donde creció, Elmtaryd, y la primera de su
pueblo natal, Agunnaryd. Ese pueblito sueco es el origen de las cosas en las que creemos: trabajo
duro, ahorro, innovación, y audacia para resolver cualquier problema.

Visión
Nos apasiona la vida en casa. Nuestra cultura está construida sobre entusiasmo, unidad y actitud
de logro. Somos optimistas y siempre estamos buscando nuevas y mejores formas de hacer las
cosas, desde cómo diseñar una mecedora para que quepa en un paquete plano hasta crear
bombillas LED que sean asequibles para todos. Nuestra visión es crear un mejor día a día para la
mayoría de las personas: para los clientes, pero también para nuestros colaboradores y
colaboradoras y para las personas que trabajan con nuestros proveedores.

Idea de negocio
Mientras que nuestra visión nos indica por qué existimos, nuestra idea de negocio nos dice lo que
queremos conseguir. Para cualquiera que haya visitado IKEA, nuestra idea de negocio es bastante
obvia: «ofrecer una amplia variedad de productos de decoración del hogar funcionales, de buen
diseño y a precios asequibles para la mayoría de las personas».

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